39
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Qwertyuiopasdfghjklzxcvbnmqwerty ... fileQue llena La nada Vacío pleno De amor II Lo que es estando madurando muriendo naciendo procreando abortando resucitando nada muere todos mueren

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Bajo el cielo que nos quema

Hugo Busso

Poemas

La Trapalanda de Buececillo

Bajo el cielo que nos quema

Hugo Busso

1

Bajo el cielo que nos quema

Hugo Busso

2

Bajo el cielo que nos quema

Hugo Aníbal Busso

Ilustraciones y portada: Arga Odila (Alejandra Escribano). Artista de

Córdoba, Argentina. Profesora de la Universidad Nacional de Córdoba.

Datos Personales Hugo Busso

Dirección: Miguel Delibes 28, Boecillo, Valladolid, (47151) Teléfono: 983 55 29 90

Correo electrónico: [email protected]

Bajo el cielo que nos quema

Hugo Busso

3

I

La palabra

Esa

No dicha

Ausente

Nutriente

Reveladora

Escondida, casi inaccesible

Derrana

El Ser

Que llena

La nada

Vacío pleno

De amor

II

Lo que es

estando madurando muriendo naciendo procreando abortando resucitando

nada muere todos mueren

bautizados por esta agua

calentados por el mismo fuego

únicos

III 01/04/06

Habla por mí

Por las multitudes

Una voz que me atraviesa

Que me hace ver

Y se aloja atrás de mis ojos

Antes del pensamiento

En la emoción

En el latido

Bajo el cielo que nos quema

Hugo Busso

4

Que es el ritmo

El eco del comienzo

IV Debajo del Cielo está el fuego;

Somos la madera, la sequedad

El soplo que mantiene el fuego

Alberto Girri

Antes del comienzo

De la simulación de lo creado

Kaos nostalgia de un estado inconsciente

Hasta donde llegamos...........

Paramos

Umbral ígneo

Misterioso veneno elixir

Promesa y amenaza de la flor que abre

Llanto risa luto desquicio

Ritual que invoca

Magia poder

Para no sucumbir ante el asombro

Para no quedar en el intento

Me paro nuevamente

Y una gota de Cielo se incrusta en mi mente

El corazón grita

mis piernas andan

mis manos acarician la arcilla de tus formas

mis costillas se desgranan

en el centro de tu boca

Nazco muero floto

bajo el Cielo que nos quema

Bajo el cielo que nos quema

Hugo Busso

5

V

Del vientre materno, vengo de un clan de Macedonia

de magos que fusionaron la alquimia oriental y occidental

con acentos Celtas, Alejandrinos y Bizantinos

Baal aparece sonriente, extasiado

como María en un orgasmo cristalino

Zoroastro esta arriba del pino, lejos

mirando la estrella

que entusiasma al Kabalista

en la computación cerebral

del orden de la creación

en parte la parte partida del todo

abraza la nada, que inunda plenamente

asciende la temperatura en otro tiempo

quemando los restos negros de la muerte

VI

Soy la eternidad

en la decadencia permanente hacia la muerte

Soy la levedad natural

que sostiene lo invisible de los ciclos

Soy lo innombrable

de cada frase

de todas las palabras

de gestos singulares, casi inútiles

Soy quien no puede ver

impersonal

infame

perfecto

la moneda de la herejía

el cheque sagrado

la sonrisa sublime

la lágrima que nutre

el árbol de la tierra

Bajo el cielo que nos quema

Hugo Busso

6

VII

En la cama de Sofía

amando involuntariamente lo nunca imaginado

agradezco su presencia

reveladora de lo que cuesta creer

lo posible

inmensa bacanal

VIII

1

Caería arrodillado como un Buda en su trascendente meditación

Saltaría salté salto en alto a las profundidades densas del misterio

Animaríame a nominar mis vergüenzas más vergonzantes

y regalártelas en una soga atada a la medida de mi cuello

tan solo si un instante previo, minúsculo, me miras a los ojos

te atas un nudo a tu lengua

y me muestras tu corazón

2

Sería tan fácil tener la seguridad madura de lo ya inmóvil

una Luna creciente que no mengue nunca más

un Sol muy rojo al mediodía absorto

en su luz sin sombras

un amor eterno que no se corrompa al deseo

pero.........

la eternidad es otra cosa

Son Lunas que nacen y se llenan y desaparecen

Son Soles que se ocultan en la negra noche

Es un amor que se repite a cada instante

renaciendo

en tu recuerdo

en tu presencia

en cada beso que no me das

en cada noche que no toco tu ombligo

en cada instante que no me sumerjo en tus ojos

en la esperanza vital de encontrarte

y que por fin

me toques

me mires

me necesites

Bajo el cielo que nos quema

Hugo Busso

7

IX

Testigo de la libertad

Del silencio

De la angustiosa calma

De la plenitud efímera

Hoy puedo decirte

Que albergo la primera explosión

La primera bacteria

Los Soles que aun no vimos

La certitud de la ignorancia

Hoy vivo solamente

Soy la ausencia de miles de proyectos providenciales

El fracaso de premios y éxitos

que podrían haber sido el inflador de mi ego maltrecho

Soy un vacío que finge

el todo lleno de efemérides

Un sueno de un almanaque

en el cual todos son mis días gloriosos

Soy quién despierta a tu lado

con la desesperación de partir

Algún día

En cualquier momento

Bajo el cielo que nos quema

Hugo Busso

8

X

Fuego que quema vida

Río que lleva agua que será nube que será agua Astro que ríe destino enlutado de lo que dejará de ser

Dando paso al nacimiento de lo que morirá

Muerte odiada que abre vida y lágrimas Existencia blasfemada por tanto sufrimiento y angustia inevitable

Tus ojos redimen el cielo incendiado

La noche alada Luna sin sombras

Sol invisible

Presencia innombrable

Agua que cae rebalsando el cántaro Tus caricias son como un trueno que brota de Tierra

Erección de un sentimiento eterno en un dios encarnado en tu pasión

Quiero verte danzar

Sola Mariposa

Orquídea

Aguijón

Bajo el cielo que nos quema

Hugo Busso

9

Bajo el cielo que nos quema

Hugo Busso

10

XI

Las lágrimas que cayeron de sus mejillas

sobre la mano de su eterno enamorado

fueron suspendidas de la tierra

en la palma que mira al cielo

y llevadas a su boca

para probar lo mas íntimo de ella

La poción fue majestuosa

él conoció la Gracia del dolor profundo del alma

la compasión infinita

sobre el corazón sangrante

el abismo del amor

que desborda los falsos límites

El silencio

el vacío

la nada

Que sostiene el entusiasmo

Bajo el cielo que nos quema

Hugo Busso

11

XII

Cuando tú no estas

el cielo corre el Sol al Ártico

y las nubes se adentran en un caracol taciturno

seco de soledad, santificado en su melancolía

Cuando tú no estas conmigo

es como si te hubiese perdido

es como si todo te acechara peligrosamente

es como un hachazo cósmico que te escinde de mi

un trueno que ilumina la noche misteriosa

XIII

Tu vida

mi vida

todo es oración y ritual

que rememora y celebra

el misterio de mirarnos y reconocernos uno

los dos

el que viene

XIV

Y fue el milagro

Otra vez salió de su noche

Atravesó la profunda oscuridad

Y nos encontramos

Como la primera vez

Infinitamente

Bajo el cielo que nos quema

Hugo Busso

12

XV

La filosofía discurre por la simpleza

por la colecta de felicidad, por el arte de vivir

por cada acción que no genera karma a los demás

compasión infinita

amor sincero

¿cómo dar sin esperar nada a cambio ?

¿cómo recibir sin sentirse ante una deuda impagable?

Ser afortunado y no tener dinero

pensar distinto y no ser segregado

sentir diferente y no ser señalado

Escuchar lo inaudible y no ser encerrado

amar por otros motivos que la saciedad pornográfica

¿es esto posible en el mapa cerebral del Gran Hermano?

Todos somos judíos alemanes llamados Ben Laden

todos tenemos adentro una lata de gaseosa con una hamburguesa en la saga de los sueños

y en pocos deslumbra semejante inmundicia

a pocos le quita el sueno lo que hacemos con los nuevos niños, lo que le dejamos como

herencia irreversible

Acá vivimos

Como si todo fuese normal

XVI

Apocalipsis, la razón se eleva en llamas

el mito vuelve al comienzo,

a la sombra del árbol

del cual comen los frutos

del conocimiento

que marcó la diferencia

del bien y del mal

Todo

lejos del instinto, guardados en signos que no son de nadie

ni reciben órdenes de ningún Rey

todos somos esclavos de esos anteojos

que nos hacen ver el orden del mundo

y la tragedia de las llamas: el destino estaba escrito

para quien puede ver

Bajo el cielo que nos quema

Hugo Busso

13

XVII

Danza de carcajadas

1

¿No son nada los gritos de los hombres?

No hay Sol que se opaque

ante el dolor, la esperanza, la crueldad

El Sol siempre brilla

esperando su reflejo en la tierra

en la sonrisa abnegada en su propia humillación

¿De quién más podría ser?

¿Quién más podría ser responsable de lo que cada uno hace?

Dejemos de engañarnos mirando esa estatua que creemos que vuela por nosotros

El águila se esconde en un ojo que mira por debajo de la tierra

preanunciando un agua inmaterial

que rociará de muerte

aclarando lo que ya no tiene vida

emergiendo desde el centro de una nube

derretida

El nacimiento de un gran miedo

lo nuevo

ni lo que un oráculo nos tranquilizaría

ni el orden de la obsesión más íntima

ni el despliegue pomposo de la impotencia

ni el falso sentimiento

ni la histeria desgastante de lo que no será

2

Nada ni nadie te salvará de la vida

aunque mueras

aunque nazcas a otra muerte

aunque te tapes los ojos

para no verte

Has nacido alguna vez

y serás una eternidad

en una flor semilla pájaro animal gusano tierra

en un cielo estrellado lunático soleado submarino ígneo

El fuego consumirá el error hecho cenizas

y volarás abismadamente

ante el miedo que te frena y que te expande

una y otra vez

de espaldas y de frente

a la imagen del vértigo tan efímero como primordial

Bajo el cielo que nos quema

Hugo Busso

14

3

Caer en el río

nadar por el firmamento

fundir la tierra, el cielo y el infierno

Soltar amarras

navegar sin rumbos

enamorarse del mar

mecerse en las olas

ponerse los anteojos del Sol

vagar por la Luna

Encontrar lo que no se buscaba

agradecer al Dios

y reírse

en una danza de carcajadas

Bajo el cielo que nos quema

Hugo Busso

15

XVIII

El aljibe de los sueños

Ciclos, ritmos de la naturaleza….

El vacío, partir morir nacer andar parar reír

buscando la espera promesa de nunca acabar el final

agua bendita en peligro en el umbral donde se acude al llamado

aventura alejada de pletóricas andanzas de héroes de carne y hueso presentes

tan cotidiana como el linyera o el carnicero

tan auténtica como la corteza del árbol

esperanza que alimenta el más allá de acá tan sórdido como irreal

Regresar al lago infinito

al mar sin fondo

al fuego sublime

al tiempo eterno

primordial

único

al momento exacto en que se fundió el cielo en el cuerpo

al acople perplejo

ingenuo

maravilloso

del rayo en la tierra

Donde las campanas anuncian

festejan

circunscriben

el aljibe

amorfo

de los sueños más extensos

reales

polimorfos

Elevo el balde

con agua profunda

refleja mi rostro

que es el tuyo

el de todos

Ya no sé quién soy

somos el lado oscuro de la luna

la parte de atrás que ilumina el espacio

Bajo el cielo que nos quema

Hugo Busso

16

XIX

Sabrán los Dioses hacer del fuego el emblema de lo innombrable

de lo que no puede nominarse como algo singular

vida, amor, pasión, locura, vuelo, abismo, kaos, creación, eternidad

el origen de nuestra religión es nuestra unión

desenfreno y celos en lo alto, límites abismados en el continente de la tierra

Todo pende de un hilo, cono el cuerpo del alma

Todo es perecedero como el instante de la creación universal

Todo es tan magnífico como el Rayo de Zeus

Todo se ilumina si nuestros cuerpos se rozan

El mundo implosiona en mil pedazos regenerando el hijo que nos perpetuará

Bing Bang, todo ha cambiado

La esperanza es la espada del guerrero

el amor la armadura impenetrable

Todo es pequeño en la inmensidad que lo contiene

Todo es insignificante en la medida en que me mires

Nada se parece a ti

XX

La paz se hace en el respiro profundo de lo cotidiano

en la rutina divina de lo sin sentido

hay que saber reír en el momento sublime del aquí y ahora

desde la afección indemostrable en tu corazón

tan real como la emoción que inunda tu espíritu

como la vida que desborda en su caudal magnánimo

llenado la nada que aislaste en tu creación de orfebre

dando forma al diamante más sutil, puro y armonioso

Seguramente el amor inunda el cántaro abierto al universo

la sonrisa se amplifica en el tránsito a la noche estrellada

el Sol deja su recuerdo en la vida que está siendo

las nubes proyectan el agua que vendrá

la vida todo lo envuelve, hasta el moño que adornará la ofrenda

el sacrificio será lo más sangriento y doloroso posible

como un comercio favorable al deseo, un anhelo tan secreto

como la posesión inmediata de lo imprescindible.

Bajo el cielo que nos quema

Hugo Busso

17

XXI

Artaud mira desde el visillo de la puerta que lo encierra y lo enferma

Dentro, estalla la dinamita Activada por su Gnosis: la crueldad

Su loca visión de la real

Inaceptable para médicos Muertos sin pena

Ni gloria

Muertos que matan matando la vida Ejemplar única irrepetible

Muertos que matan con mensaje de ciencia y castidad

Ascetas del desgano imperdonable

Enfermeros que festejan el sadismo

Justificando su falsa paz Su ya no más

No más............

Antonin, no habrás falseado el Cielo

Si pintaste en acción los contornos de tu verdad

Que salto en mil pedazos Inolvidable cuerpo

Que penetró mi alma Puerta enfrentada a la realidad

Bajo el cielo que nos quema

Hugo Busso

18

XXIII

El silencio reabre los ojos

Condensando la abúlica explosión de plenitud

Sorbe el agua a chorros el recién nacido, plácido en su llanto

La serpiente enrolla el huevo

Que dejará nacer un dragón

Delimitando entre el Cielo y la Tierra

Al aire viento soplo que lo verá tragar la serpiente y a sí mismo

Copulando perpetuamente, condenado

Risueño aletargado esperanzado

Luz que quema la sombra

Paz que derrama la sangre de la violencia abatida

Marchita

Sísifo alzó la piedra

Y como un puño

Se la incrustó en la frente del que manda

Haciendo retrotraer a la fuente

La mierda y la muerte

A destiempo

A destino

Del falso Dios

Bajo el cielo que nos quema

Hugo Busso

19

XXIV

El arribo al oráculo

con la pregunta exacta

con la respuesta precisa y esquiva de la pitonisa

con el monstruo que se aparece antes del desafío del héroe

Con el destino premeditado de lo insondable y unívoco

el Ser se despliega en el ciclo de la regeneración

de lo destruido

volviendo a aparecer

único

cruel

inesperado

El miedo se disuelve en las horas y en las olas

el mar besa la playa

el templo renace en el momento débil de la fe

el misterio que sonríe una vez mas

XXV

Esperar lo inesperable

el Sol arriba al anochecer

podré ver las estrellas

otros cuentos

otros miles de soles

multiplicidades

bifurcaciones de destinos paralelos

autopistas convergentes al mismo mar

las mismas olas que rompen en la Luna

otros pájaros que comen en la profundidad

Bajo el cielo que nos quema

Hugo Busso

20

XXVI

I

La poesía es un acto de creación del mundo que se justifica y legitima a sí misma

el todo

la expresión de lo viviente vidente

creyente

de la magia del misterio

II

La vida es un itinerario

nacer madurar morir

un cambio de intensidad

una confusión del lenguaje

vivir morir, ilusiones de pobres asustados

ni desaparezco, ni aparezco

siendo

en el infinito donde el Águila despliega sus alas

miro tu inmensidad

y encuentro en tu presencia

los rasgos luminosos y vitales

que celebran el misterio

Bajo el cielo que nos quema

Hugo Busso

21

XXVII

Prefigurando de a ratos

algo ausente

en su expresión exterior

Presagiando a veces

un futuro inocuo y letal

prediciendo permanentemente

lo que vendrá

abismal

exagerado y caótico

genial

Será tan sólo un consuelo

con desconsuelo de yapa

Será tan sólo una excusa

híbrida

absurda

de una estatua sin honores

ni aniversarios

ni efemérides

Será que todavía no sé vivir

sin ese equipaje pesado

y molesto

a cuestas

Será que el universo

no penetró

mi corazón

arriconándolo

en una orgía orgástica

O será tan sólo

el miedo

un escape

una negación

a lo inevitable?

Bajo el cielo que nos quema

Hugo Busso

22

¡Romper la coraza

sacudir el misterio

tomar el timón del mito

quemarlo

y

volverlo a contar

cambiado

(distinto)

exacto

con el pulsar

del corazón

alado!

XXVIII

Sabría reír

esperanzado

si el resultado de lo expectante

estaría de acuerdo

con el pulsar

del corazón

alado

Que se puede esperar de la espera?

Como metamorfosear el destiempo?

Como llegar

sin que nunca

haya sido una carrera?

Por que puerta llegar a tu corazón?

Quisiera arrojarte virus que descontrolen tu cuerpo y que lo hagan padecer lo

inexplicable

lo innombrable

LA INMENSA MARAVILLA DE TU UNIVERSO

con el mío

Bajo el cielo que nos quema

Hugo Busso

23

Bajo el cielo que nos quema

Hugo Busso

24

XXIX

Candelarias sublimes

Salamancas de Aranjuez Roedores aquejunbrados por la monotonía del mar

Los marineros con una novia inexistente que los espera en un puerto inseguro

Las olas barrenan surfistas que quieren atrapar el

Sol

El Sol se esconde en el horizonte de tu piel,

la noche se adentra en tú melancolía

Mi recuerdo atrapa mi desnudez, tu ausencia acorrala mi destino

Bajo el cielo que nos quema

Hugo Busso

25

XXX El silencio

una virtud

pecaminosa para algunos

místicamente delirante para otros

El enigma

una sensación

que provoca la forma de ser

que proyecta a mil universos

La belleza

un don

que no se pide

ni se adquiere prestado

menos que menos

se la puede hacer

artificial

mente

es algo tan propio

e innato

como la infinitud

expresivamente

efímera

de tu presencia

¿Como decirte

lo que secretamente

deconstruye

la distancia?

Bajo el cielo que nos quema

Hugo Busso

26

XXXI

Quisiera que salten los diccionarios

de tu cabeza

loca

que estallen

tus axiomas

pedestres

que naden tus pájaros siderales

que naufragues en mi océano

con una única isla

con múltiples cielos

con exorbitados soles

con melancólicas lunas

Quisiera

que estuvieses aquí

como si

al lado mío

fuera

un mundo único

la sola

esperanza

de vida

Bajo el cielo que nos quema

Hugo Busso

27

XXXII

Sabrán que los desiertos

alguna vez fueron vergeles

que todavía están

a la espera del sediento

del náufrago de arenas

de la sequedad redentora

del imaginario completo

del amor

dondequiera

XXXIII

Sabrán disculpar

el retraso

a la alusión retrasada

lo que pasa es que......

........ sentido oculto, sentido

o mejor dicho

lo que sea después del amor

XXXIV

La danza se abre como en un lago desierto sobre diamantes

El llanto se cierra como un estandarte de una victoria

perdida por razones meteorológicas

La niebla es la insignia de lo imperdonable

Tu ausencia taladra pergaminos adquiridos en una tienda

Mágica

Bajo el cielo que nos quema

Hugo Busso

28

XXXV

Repentino como un salto mortal

se cayó y se calló

halló el moretón en una aorta extraña

se paró y gimió

se paró, se paró preludiando una ópera

se cayó cantando un rock and roll

detrás de las naves

se quemaron las naves

se quemaron las mismas

cosas

XXXVI

Para conquistar el mundo

hay que saber renunciar

a lo que sobra

Para llegar a lo primordial

hay que poseer la sencillez

y la humildad profunda

de la luz sin fondo

El camino puede ser esquivo

laxo hasta el extremo de no romperse

eternidad abusada en la promesa de lo incompleto

caos sostenido en el cambio que sostiene el óxido

muerte rancia que no permitirá el renacer

El fuego hace inconfundible el mundo

incandescencia que cuece los ingresos

brutos

Bajo el cielo que nos quema

Hugo Busso

29

Un pájaro llega

desprendido de una constelación

que nubla el cielo

el lugar de los deseos

de mares embravecidos de pasión

con un mensaje lacrado

de comunión

El trueno, sonríe al Sol, que no nace ni se pone jamás.

XXXVII

Dios único irreversible de tu corazón

Tu llanto enojo sonrisa nacimiento y muerte

En el centro de mi cuerpo

Sangra

La Saeta que penetró lo insondable

Tajo de luz que abre sueños

Decires haceres amores…

Oreja que escucha la imagen

Del símbolo que resuena íntimamente

De la música visible de tu sonrisa y melancolía

Lo que cae en su elevación

Cielo de fuego

Tierra de agua

Aire vital

Bajo el cielo que nos quema

Hugo Busso

30

Bajo el cielo que nos quema

Hugo Busso

31

XXXVIII

I

Silencio absoluto

El vacío

El aquí se dio todo

II

El signo

Eso

Aquello

Esto

Aquí mismo

Símbolo de mi plenitud y ocaso

Que enarbola la marca

De la multitud descalza

Hambrienta

Sedienta de amor

III

Vacío

Lleno decrépito

Piedra que abre su ser

Luz roja

Sol

Amanecer

Bajo el cielo que nos quema

Hugo Busso

32

XXXIX

Eso

yo mismo

diferente

únicos

me despierta de un sueño

y me abre al todo

inconsciente

ahora ya no sé quién soy

el de siempre

el que seré

lo que soy

XL 13/02/06

El tiempo marca el ritmo de la ilusión

Los ciclos pasan inmunes a mis expectativas

Mis deseos se transforman al mínimo detalle de la sensibilidad que hiere

De la emoción que ahoga

De la intuición que ilumina lo inesperado

Lo inevitable

El tao de la vida

La voz del silencio

XLI

Esperar lo inesperable

El sol arriba al anochecer

Podré ver las estrellas

Otros cuentos

Otros miles de soles

Multiplicidades

Bifurcaciones de destinos paralelos

Autopistas convergentes al mismo mar

Las mismas olas que rompen en la luna

Bajo el cielo que nos quema

Hugo Busso

33

Otros pájaros que comen en la profundidad

XLII

La arena del naufrago

La desesperación del solitario

El infinito que espera

La duda que abre el presente

Un mosaico de vestigios simultáneos que no viví

Ni viviré

Un engaño del eterno infinito

La vida es un descanso de la muerte

Vacaciones alocadas de un ataúd inmóvil

la ensoñación de la materia

De los sueños

XLIII

Imágenes que se abren

En miles de universos

Pluriversos tímidos que se esconden en partículas

La luz no hace sombra de sí misma

Sola presencia

Maravilla invisible

Calor de mi cuerpo

La dicha del amor

Bajo el cielo que nos quema

Hugo Busso

34

XLIV

Hoy

Silencio límpido

Ideas vagas

Sensibilidad intensa

Emoción extensa

Hoy

Siempre hoy

No hay más mañana

Solo presente

Ni siquiera deseo lo que debería tener

No hay condicional

Ni subjuntivo

Ni presente

Solo infinitivo

Impersonal

Imperativo atemporal

Sin sujeto

Sin objeto

Fluyo y vuelo

Más allá de mis expectativas, más acá de las ilusiones

Agua en suspensión entre las nubes y la tierra

Aire entre los labios y la mejilla

XLV

Ahora despierto

Con la inseguridad de mi poder

De mi conocimiento que tal vez me permita perseverar

en lo que nunca sostendrá mi mano

Ni poseerá mi egoísmo

Ahora río, por el descuido contingente del infinito inasible

Omnipresente

Que hace justicia

Con argumentos imposibles

Y compasiones misteriosas

Bajo el cielo que nos quema

Hugo Busso

35

XLVI

Todo es un espejo que muestra mi voluntad

El deseo de Narciso

Que se ama deseando volver al mundo indiferenciado del vientre materno

Del coito eterno con su amada

Narciso vio en el agua la eternidad en sus miles de rostros

En las miles de plantas y animales

que harán la digestión de gusanos que serán el excremento de pájaros devorados

por leopardos

que serán el abrigo de una vieja neurótica que morirá sola, pidiendo amor…

(Ofreciendo cariño, momentos previos

A cambiar de intensidad

A descorporeizarse

Y reírse de sí misma)

XLVII

Se escapa

Impersonal

Presente en el abrazo

En el cerrar de ojos

Que hace relampaguear la presencia

De la amada

Se escapa

Siempre esperanza

Vestida de novia

Aturdiendo con el Sí! Inaudible

Celebrando el amor

Bajo el cielo que nos quema

Hugo Busso

36

XLIX Crear, conservar, destruir

Entusiasmarse, aburrirse, enfermarse

Nacer, vivir, morir

El esfuerzo vano de la ilusión sin fin

Voluntad que retorna

En el instante

Sola eternidad

L

Hoy el Sol se aleja

Después de tenerlo casi a mano

Soy el ciclo que me determina y me condiciona

El amor que me nutre y me entusiasma

El deseo de proyectar el infinito en cada instante

Me quedé afuera de juego

Al margen de lo que no quiero

Ciego y sordo como un mudo

Caprichoso y solidario

Quiero saber lo que un Ogro arrepentido le dijo a sus hijos

Antes de su muerte

Para saber si vale la pena fustigar con deseos de riqueza desmedida

Bajo el cielo que nos quema

Hugo Busso

37

LI

El arribo al oráculo

Con la pregunta exacta

Con la respuesta precisa y esquiva de la pitonisa Con el monstruo que aparece antes del desafío del héroe

Con el destino premeditado de lo insondable y unívoco

El Ser se despliega en el ciclo de la regeneración de lo destruido Volviendo a aparecer

Único

Cruel Inesperado

El miedo se disuelve en las horas y en las olas El mar besa la playa

El templo renace en el momento débil de la fe

El misterio que sonríe

Una vez más

Bajo el cielo que nos quema

Hugo Busso

38