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©PATRICK MEIER Plan Jaguar 2030 PLAN REGIONAL PARA LA CONSERVACIÓN DEL FELINO MÁS GRANDE DEL CONTINENTE AMERICANO Y SUS ECOSISTEMAS

Plan Jaguar 2030 · 2018-11-20 · dentro de las áreas núcleo (incluidas las áreas protegidas) como en el paisaje productivo humano que a veces cruza el jaguar. Sin embargo, también

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Plan Jaguar 2030 PLAN REGIONAL PARA LA CONSERVACIÓN DEL FELINO MÁS GRANDE DEL CONTINENTE AMERICANO Y SUS ECOSISTEMAS

Page 2: Plan Jaguar 2030 · 2018-11-20 · dentro de las áreas núcleo (incluidas las áreas protegidas) como en el paisaje productivo humano que a veces cruza el jaguar. Sin embargo, también

OBJETIVO DEL PLAN JAGUAR 2030

Fortalecer el Corredor del Jaguar en todos los países del área de distribución, asegurar 30 paisajes prioritarios para el jaguar para 2030, estimular el desarrollo sostenible, reducir el conflicto jaguar-humano en paisajes dominados por humanos, y aumentar la seguridad y conectividad de los paisajes protegidos más importantes, alcanzando un objetivo de importancia global en la conservación de la biodiversidad.

Plan Jaguar 2030PLAN REGIONAL PARA LA CONSERVACIÓN DEL FELINO MÁS GRANDE DEL CONTINENTE AMERICANO Y SUS ECOSISTEMAS

modelo ha tenido éxito en acelerar el conocimiento de la distribución del jaguar y de los desafíos a los que se enfren-ta la especie, al tiempo que avanza en el desarrollo de las herramientas de conservación empleadas para asegurar las poblaciones núcleo.

Las Unidades de Conservación del Jaguar, o UCJ, y los corredores que los conectan, funcionan como un conjunto para mantener la viabilidad de las poblaciones. Una red de poblaciones núcleo y corredores es la única manera de asegurar la persistencia de una única población interconectada. Las poblaciones núcleo generalmente están en hábitats relativamente intactos. Las UCJ se encuentran con mayor frecuencia en áreas protegidas, como parques nacionales, reservas y santuarios. Como mínimo, las UCJ tienden a tener un alto porcentaje de su área en algún tipo de uso restringido.

En el esquema general de la conservación del jaguar, tanto las UCJ como los corredores son clave para los esfuerzos de conservación a largo plazo. La protección de los jaguares en todo el Corredor del Jaguar requiere trabajar tanto dentro de las áreas núcleo (incluidas las áreas protegidas) como en el paisaje productivo humano que a veces cruza el jaguar. Sin embargo, también requiere trabajar a diferentes escalas incluyendo: a nivel de paisaje, a nivel nacional y a nivel transfronterizo y regional.

A nivel de paisaje, la expansión y el mejoramiento de la efectividad de las áreas protegidas son clave para asegurar los bastiones de los jaguares. Sin embargo, muchas áreas 'protegidas' a lo largo del rango del jaguar están protegidas solo de nombre, con poca capacidad para disuadir la caza furtiva, la tala, las incursiones agrícolas y otras amenazas. Por lo tanto, además de aumentar las áreas protegidas, existe la necesidad de desarrollar capacidades para la gestión y el patrullaje, a través de la dotación de capacitación, infraestructura y equipo. En los paisajes dominados por el ser humano, que conectan las poblaciones núcleo, se pueden identificar los corredores de conexión más importantes, caracterizar el uso de la tierra y aplicar acciones que permitan el movimiento del jaguar a través de estas tierras, a pesar de las presiones. Tales esfuerzos ayudan a garantizar la integridad de los corredores y a disminuir el conflicto entre humanos y jaguares.

Un complemento importante, incluso esencial, del trabajo que se lleva a cabo a nivel de paisaje consiste en los esfuerzos para establecer un entorno propicio a nivel nacional para la conservación del jaguar. Varios países han encontrado útil desarrollar planes de acción nacionales para la conservación del jaguar. Las acciones necesarias a nivel nacional incluyen: la identificación de las poblaciones núcleo del jaguar, el reconocimiento de los corredores de conexión entre estas poblaciones, la implementación de medidas de protección para asegurar las poblaciones núcleo y la implementación de medidas de mitigación de conflictos en los corredores donde hay actividades humanas.

La coordinación del esfuerzo entre los países dentro del área de distribución del jaguar es un componente crucial de la conservación de la especie y la restauración del hábitat. La coordinación debe ocurrir en dos niveles distintos, pero complementarios. Estos son: (i) a nivel regional, incluido el desarrollo de la visión en todo el rango, la planificación de la acción (incluido el establecimiento de objetivos), la armonización de los protocolos de monitoreo y evaluación, el intercambio de experiencias, etc., y (ii) la cooperación transfronteriza entre conjuntos más pequeños de países, que involucra, principalmente, la cooperación a nivel de paisaje dentro y entre las UCJ y corredores, pero que también pueden incluir protocolos y acuerdos entre naciones. Un desafío importante de corte transversal es el del financia-miento sostenible. Una parte clave de este reto implica garantizar que los sistemas de financiamiento de las áreas protegidas sean adecuados y sostenibles. Adicionalmente, se deben considerar los costos asociados con la conser-vación de jaguares en los paisajes productivos.

El Plan Jaguar 2030 es un esfuerzo de amplio rango que une a los gobiernos de los países dentro del rango de distri-bución de la especie, a organizaciones no gubernamentales e intergubernamentales, a comunidades locales y al sector privado en torno a una visión común para conservar al jaguar y sus valiosos ecosistemas. Los países y socios dentro del área de distribución del jaguar acuerdan, con el apoyo de organizaciones interesadas, trabajar juntos para contrarrestar las múltiples amenazas a los jaguares, incluida la pérdida y fragmentación del hábitat, el conflicto con el ganado y el creciente tráfico de partes de jaguar, ayudando a preservar el patrimonio natural y cultural que repre-sentan los jaguares para muchas culturas latinoamericanas.

Tal y como la integridad genética de las poblaciones de jaguar proporciona evidencia de su movilidad esencial, la Hoja de Ruta se vislumbra como pasos a lo largo de una serie de rutas. A continuación, se mencionan cuatro vías complementarias, incluidas las acciones y objetivos prioritarios a nivel regional, nacional y de paisaje, junto con las acciones destinadas a lograr la sostenibilidad financiera, convergiendo en el objetivo del Plan Jaguar 2030. Las líneas de trabajo son las siguientes:

RUTA #1Coordinación en todo el rango para apoyar la protección, conectividad, ampliar el alcance y aumentar el interés.

RUTA #2Desarrollo e implementación a nivel nacional de las estrategias nacionales a través del área de distribución del jaguar, incluidos los planes de fortalecimiento de las UCJ prioritarias, mejorar el entorno a nivel nacional y potenciar las contribuciones nacionales a los esfuerzos transfronterizos.

RUTA #3Ampliación de modelos de desarrollo sostenible compatibles con la conservación en UCJ y corredores, incluidos los paisajes transfronterizos.

RUTA #4Mejorar la sostenibilidad financiera de los sistemas y acciones dirigidas a conservar los jaguares y los ecosistemas asociados.

Mediante su apoyo al Plan Jaguar 2030, los países del área de distribución del jaguar reafirman su compromiso con la nueva visión integrada del desarrollo sostenible, a partir de la promoción de la conservación del capital natural y la transformación productiva sostenible de los países de América Latina, y así facilitar una transición hacia una economía baja en carbono y resiliente al cambio climático en materia de acuerdos internacionales, alineados con la Agenda 2030; los Objetivos de Desarrollo Sostenible; el Acuerdo de Paris sobre Cambio Climático; y el Plan Estratégico para la Diversidad Biológica 2011-2020 (Metas de Aichi).

Aprovechando el nuevo sentido de colaboración energizado en toda la distribución del jaguar, y con el objetivo de crear una línea base informativa clara para todas las partes interesadas, la Hoja de Ruta también proporciona infor-mación detallada sobre los jaguares y su distribución. Esto incluye un conjunto de perfiles de los países, perfiles transfronterizos que destacan las UCJ compartidas y contiguas y, por último, una lista completa de acciones de línea de base, organizadas por rutas individuales.

El jaguar es el tercer felino más grande del mundo, después del tigre y el león, y es el depredador más grande en la mayor parte del hemisferio occidental. Los jaguares desempeñan un papel importante en la estructura y función de los ecosistemas en los que viven, desde el norte de México hasta el norte de Argentina. Son un componente crítico de las comunidades saludables y funcionales de animales y plantas y tienen un efecto sombrilla significativo en la conservación de la biodiversidad. Una estrategia de conservación centrada en el jaguar puede servir como una sombrilla eficaz para un conjunto de mamíferos que comparten su territorio. Los jaguares también son un indicador valioso de los ecosistemas saludables y se convierten en un elemento focal para la conservación de hábitats que son importantes para la protección de los bosques y las iniciativas de mitigación del cambio climático. Como tales, constituyen una base no solo para la conservación de la vida silvestre, sino también para el bienestar de las personas.

Desafortunadamente, las poblaciones del jaguar están fuertemente amenazadas por la pérdida y fragmentación del hábitat, la matanza por represalia asociada a la depredación de ganado, el temor por la seguridad humana, la cacería para trofeo o tráfico de sus partes, y la competencia con cazadores humanos por las presas silvestres. Estas amenazas, principalmente, han ejercido una presión importante sobre la especie y continúan disminuyendo el número de individuos en la mayor parte de la distribución del jaguar.

El jaguar ha perdido aproximadamente el 50 por ciento de su distribución histórica, con aproximadamente siete millones de km2 de hábitat tropical y subtropical restante. La preservación de estos ecosistemas no solo tiene valor para los jaguares, sino que también tienen un inmenso valor económico. Una estimación del valor económico de algunos servicios ecosistémicos prominentes generados a partir de hábitats del jaguar, solo en Brasil, supera los $ 4 mil millones al año, incluida la generación de energía hidroeléctrica, la ganadería y la agricultura, y el turismo en la zona de la cuenca del Amazonas y el Pantanal.

Las principales poblaciones de jaguares, o poblaciones núcleo, están conectadas a través de una serie de corredores biológicos y genéticos en una sola unidad ecológica a gran escala, a la que llamamos el Corredor del Jaguar. El

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Unidades de Conservación del Jaguar

Corredores del Jaguar

Áreas Clave para la Biodiversidad (KBA)

Superposición con KBA

modelo ha tenido éxito en acelerar el conocimiento de la distribución del jaguar y de los desafíos a los que se enfren-ta la especie, al tiempo que avanza en el desarrollo de las herramientas de conservación empleadas para asegurar las poblaciones núcleo.

Las Unidades de Conservación del Jaguar, o UCJ, y los corredores que los conectan, funcionan como un conjunto para mantener la viabilidad de las poblaciones. Una red de poblaciones núcleo y corredores es la única manera de asegurar la persistencia de una única población interconectada. Las poblaciones núcleo generalmente están en hábitats relativamente intactos. Las UCJ se encuentran con mayor frecuencia en áreas protegidas, como parques nacionales, reservas y santuarios. Como mínimo, las UCJ tienden a tener un alto porcentaje de su área en algún tipo de uso restringido.

En el esquema general de la conservación del jaguar, tanto las UCJ como los corredores son clave para los esfuerzos de conservación a largo plazo. La protección de los jaguares en todo el Corredor del Jaguar requiere trabajar tanto dentro de las áreas núcleo (incluidas las áreas protegidas) como en el paisaje productivo humano que a veces cruza el jaguar. Sin embargo, también requiere trabajar a diferentes escalas incluyendo: a nivel de paisaje, a nivel nacional y a nivel transfronterizo y regional.

A nivel de paisaje, la expansión y el mejoramiento de la efectividad de las áreas protegidas son clave para asegurar los bastiones de los jaguares. Sin embargo, muchas áreas 'protegidas' a lo largo del rango del jaguar están protegidas solo de nombre, con poca capacidad para disuadir la caza furtiva, la tala, las incursiones agrícolas y otras amenazas. Por lo tanto, además de aumentar las áreas protegidas, existe la necesidad de desarrollar capacidades para la gestión y el patrullaje, a través de la dotación de capacitación, infraestructura y equipo. En los paisajes dominados por el ser humano, que conectan las poblaciones núcleo, se pueden identificar los corredores de conexión más importantes, caracterizar el uso de la tierra y aplicar acciones que permitan el movimiento del jaguar a través de estas tierras, a pesar de las presiones. Tales esfuerzos ayudan a garantizar la integridad de los corredores y a disminuir el conflicto entre humanos y jaguares.

Un complemento importante, incluso esencial, del trabajo que se lleva a cabo a nivel de paisaje consiste en los esfuerzos para establecer un entorno propicio a nivel nacional para la conservación del jaguar. Varios países han encontrado útil desarrollar planes de acción nacionales para la conservación del jaguar. Las acciones necesarias a nivel nacional incluyen: la identificación de las poblaciones núcleo del jaguar, el reconocimiento de los corredores de conexión entre estas poblaciones, la implementación de medidas de protección para asegurar las poblaciones núcleo y la implementación de medidas de mitigación de conflictos en los corredores donde hay actividades humanas.

La coordinación del esfuerzo entre los países dentro del área de distribución del jaguar es un componente crucial de la conservación de la especie y la restauración del hábitat. La coordinación debe ocurrir en dos niveles distintos, pero complementarios. Estos son: (i) a nivel regional, incluido el desarrollo de la visión en todo el rango, la planificación de la acción (incluido el establecimiento de objetivos), la armonización de los protocolos de monitoreo y evaluación, el intercambio de experiencias, etc., y (ii) la cooperación transfronteriza entre conjuntos más pequeños de países, que involucra, principalmente, la cooperación a nivel de paisaje dentro y entre las UCJ y corredores, pero que también pueden incluir protocolos y acuerdos entre naciones. Un desafío importante de corte transversal es el del financia-miento sostenible. Una parte clave de este reto implica garantizar que los sistemas de financiamiento de las áreas protegidas sean adecuados y sostenibles. Adicionalmente, se deben considerar los costos asociados con la conser-vación de jaguares en los paisajes productivos.

El Plan Jaguar 2030 es un esfuerzo de amplio rango que une a los gobiernos de los países dentro del rango de distri-bución de la especie, a organizaciones no gubernamentales e intergubernamentales, a comunidades locales y al sector privado en torno a una visión común para conservar al jaguar y sus valiosos ecosistemas. Los países y socios dentro del área de distribución del jaguar acuerdan, con el apoyo de organizaciones interesadas, trabajar juntos para contrarrestar las múltiples amenazas a los jaguares, incluida la pérdida y fragmentación del hábitat, el conflicto con el ganado y el creciente tráfico de partes de jaguar, ayudando a preservar el patrimonio natural y cultural que repre-sentan los jaguares para muchas culturas latinoamericanas.

Tal y como la integridad genética de las poblaciones de jaguar proporciona evidencia de su movilidad esencial, la Hoja de Ruta se vislumbra como pasos a lo largo de una serie de rutas. A continuación, se mencionan cuatro vías complementarias, incluidas las acciones y objetivos prioritarios a nivel regional, nacional y de paisaje, junto con las acciones destinadas a lograr la sostenibilidad financiera, convergiendo en el objetivo del Plan Jaguar 2030. Las líneas de trabajo son las siguientes:

RUTA #1Coordinación en todo el rango para apoyar la protección, conectividad, ampliar el alcance y aumentar el interés.

RUTA #2Desarrollo e implementación a nivel nacional de las estrategias nacionales a través del área de distribución del jaguar, incluidos los planes de fortalecimiento de las UCJ prioritarias, mejorar el entorno a nivel nacional y potenciar las contribuciones nacionales a los esfuerzos transfronterizos.

RUTA #3Ampliación de modelos de desarrollo sostenible compatibles con la conservación en UCJ y corredores, incluidos los paisajes transfronterizos.

Fuente: Panthera 2018BirdLife International (2018) Digital boundaries of Important Bird and Biodiversity Areas from the World Database of Key Biodiversity Areas. February 2018 Version. Available at http://datazone.birdlife.org/site/requestgis [Accessed (10/09/2019)].

Figura 01: Áreas Clave de Biodiversidad (KBA), Unidades de Conservación del Jaguar y Corredores del jaguar.

RUTA #4Mejorar la sostenibilidad financiera de los sistemas y acciones dirigidas a conservar los jaguares y los ecosistemas asociados.

Mediante su apoyo al Plan Jaguar 2030, los países del área de distribución del jaguar reafirman su compromiso con la nueva visión integrada del desarrollo sostenible, a partir de la promoción de la conservación del capital natural y la transformación productiva sostenible de los países de América Latina, y así facilitar una transición hacia una economía baja en carbono y resiliente al cambio climático en materia de acuerdos internacionales, alineados con la Agenda 2030; los Objetivos de Desarrollo Sostenible; el Acuerdo de Paris sobre Cambio Climático; y el Plan Estratégico para la Diversidad Biológica 2011-2020 (Metas de Aichi).

Aprovechando el nuevo sentido de colaboración energizado en toda la distribución del jaguar, y con el objetivo de crear una línea base informativa clara para todas las partes interesadas, la Hoja de Ruta también proporciona infor-mación detallada sobre los jaguares y su distribución. Esto incluye un conjunto de perfiles de los países, perfiles transfronterizos que destacan las UCJ compartidas y contiguas y, por último, una lista completa de acciones de línea de base, organizadas por rutas individuales.

El jaguar es el tercer felino más grande del mundo, después del tigre y el león, y es el depredador más grande en la mayor parte del hemisferio occidental. Los jaguares desempeñan un papel importante en la estructura y función de los ecosistemas en los que viven, desde el norte de México hasta el norte de Argentina. Son un componente crítico de las comunidades saludables y funcionales de animales y plantas y tienen un efecto sombrilla significativo en la conservación de la biodiversidad. Una estrategia de conservación centrada en el jaguar puede servir como una sombrilla eficaz para un conjunto de mamíferos que comparten su territorio. Los jaguares también son un indicador valioso de los ecosistemas saludables y se convierten en un elemento focal para la conservación de hábitats que son importantes para la protección de los bosques y las iniciativas de mitigación del cambio climático. Como tales, constituyen una base no solo para la conservación de la vida silvestre, sino también para el bienestar de las personas.

Desafortunadamente, las poblaciones del jaguar están fuertemente amenazadas por la pérdida y fragmentación del hábitat, la matanza por represalia asociada a la depredación de ganado, el temor por la seguridad humana, la cacería para trofeo o tráfico de sus partes, y la competencia con cazadores humanos por las presas silvestres. Estas amenazas, principalmente, han ejercido una presión importante sobre la especie y continúan disminuyendo el número de individuos en la mayor parte de la distribución del jaguar.

El jaguar ha perdido aproximadamente el 50 por ciento de su distribución histórica, con aproximadamente siete millones de km2 de hábitat tropical y subtropical restante. La preservación de estos ecosistemas no solo tiene valor para los jaguares, sino que también tienen un inmenso valor económico. Una estimación del valor económico de algunos servicios ecosistémicos prominentes generados a partir de hábitats del jaguar, solo en Brasil, supera los $ 4 mil millones al año, incluida la generación de energía hidroeléctrica, la ganadería y la agricultura, y el turismo en la zona de la cuenca del Amazonas y el Pantanal.

Las principales poblaciones de jaguares, o poblaciones núcleo, están conectadas a través de una serie de corredores biológicos y genéticos en una sola unidad ecológica a gran escala, a la que llamamos el Corredor del Jaguar. El

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Page 4: Plan Jaguar 2030 · 2018-11-20 · dentro de las áreas núcleo (incluidas las áreas protegidas) como en el paisaje productivo humano que a veces cruza el jaguar. Sin embargo, también

modelo ha tenido éxito en acelerar el conocimiento de la distribución del jaguar y de los desafíos a los que se enfren-ta la especie, al tiempo que avanza en el desarrollo de las herramientas de conservación empleadas para asegurar las poblaciones núcleo.

Las Unidades de Conservación del Jaguar, o UCJ, y los corredores que los conectan, funcionan como un conjunto para mantener la viabilidad de las poblaciones. Una red de poblaciones núcleo y corredores es la única manera de asegurar la persistencia de una única población interconectada. Las poblaciones núcleo generalmente están en hábitats relativamente intactos. Las UCJ se encuentran con mayor frecuencia en áreas protegidas, como parques nacionales, reservas y santuarios. Como mínimo, las UCJ tienden a tener un alto porcentaje de su área en algún tipo de uso restringido.

En el esquema general de la conservación del jaguar, tanto las UCJ como los corredores son clave para los esfuerzos de conservación a largo plazo. La protección de los jaguares en todo el Corredor del Jaguar requiere trabajar tanto dentro de las áreas núcleo (incluidas las áreas protegidas) como en el paisaje productivo humano que a veces cruza el jaguar. Sin embargo, también requiere trabajar a diferentes escalas incluyendo: a nivel de paisaje, a nivel nacional y a nivel transfronterizo y regional.

A nivel de paisaje, la expansión y el mejoramiento de la efectividad de las áreas protegidas son clave para asegurar los bastiones de los jaguares. Sin embargo, muchas áreas 'protegidas' a lo largo del rango del jaguar están protegidas solo de nombre, con poca capacidad para disuadir la caza furtiva, la tala, las incursiones agrícolas y otras amenazas. Por lo tanto, además de aumentar las áreas protegidas, existe la necesidad de desarrollar capacidades para la gestión y el patrullaje, a través de la dotación de capacitación, infraestructura y equipo. En los paisajes dominados por el ser humano, que conectan las poblaciones núcleo, se pueden identificar los corredores de conexión más importantes, caracterizar el uso de la tierra y aplicar acciones que permitan el movimiento del jaguar a través de estas tierras, a pesar de las presiones. Tales esfuerzos ayudan a garantizar la integridad de los corredores y a disminuir el conflicto entre humanos y jaguares.

Un complemento importante, incluso esencial, del trabajo que se lleva a cabo a nivel de paisaje consiste en los esfuerzos para establecer un entorno propicio a nivel nacional para la conservación del jaguar. Varios países han encontrado útil desarrollar planes de acción nacionales para la conservación del jaguar. Las acciones necesarias a nivel nacional incluyen: la identificación de las poblaciones núcleo del jaguar, el reconocimiento de los corredores de conexión entre estas poblaciones, la implementación de medidas de protección para asegurar las poblaciones núcleo y la implementación de medidas de mitigación de conflictos en los corredores donde hay actividades humanas.

La coordinación del esfuerzo entre los países dentro del área de distribución del jaguar es un componente crucial de la conservación de la especie y la restauración del hábitat. La coordinación debe ocurrir en dos niveles distintos, pero complementarios. Estos son: (i) a nivel regional, incluido el desarrollo de la visión en todo el rango, la planificación de la acción (incluido el establecimiento de objetivos), la armonización de los protocolos de monitoreo y evaluación, el intercambio de experiencias, etc., y (ii) la cooperación transfronteriza entre conjuntos más pequeños de países, que involucra, principalmente, la cooperación a nivel de paisaje dentro y entre las UCJ y corredores, pero que también pueden incluir protocolos y acuerdos entre naciones. Un desafío importante de corte transversal es el del financia-miento sostenible. Una parte clave de este reto implica garantizar que los sistemas de financiamiento de las áreas protegidas sean adecuados y sostenibles. Adicionalmente, se deben considerar los costos asociados con la conser-vación de jaguares en los paisajes productivos.

El Plan Jaguar 2030 es un esfuerzo de amplio rango que une a los gobiernos de los países dentro del rango de distri-bución de la especie, a organizaciones no gubernamentales e intergubernamentales, a comunidades locales y al sector privado en torno a una visión común para conservar al jaguar y sus valiosos ecosistemas. Los países y socios dentro del área de distribución del jaguar acuerdan, con el apoyo de organizaciones interesadas, trabajar juntos para contrarrestar las múltiples amenazas a los jaguares, incluida la pérdida y fragmentación del hábitat, el conflicto con el ganado y el creciente tráfico de partes de jaguar, ayudando a preservar el patrimonio natural y cultural que repre-sentan los jaguares para muchas culturas latinoamericanas.

Tal y como la integridad genética de las poblaciones de jaguar proporciona evidencia de su movilidad esencial, la Hoja de Ruta se vislumbra como pasos a lo largo de una serie de rutas. A continuación, se mencionan cuatro vías complementarias, incluidas las acciones y objetivos prioritarios a nivel regional, nacional y de paisaje, junto con las acciones destinadas a lograr la sostenibilidad financiera, convergiendo en el objetivo del Plan Jaguar 2030. Las líneas de trabajo son las siguientes:

RUTA #1Coordinación en todo el rango para apoyar la protección, conectividad, ampliar el alcance y aumentar el interés.

RUTA #2Desarrollo e implementación a nivel nacional de las estrategias nacionales a través del área de distribución del jaguar, incluidos los planes de fortalecimiento de las UCJ prioritarias, mejorar el entorno a nivel nacional y potenciar las contribuciones nacionales a los esfuerzos transfronterizos.

RUTA #3Ampliación de modelos de desarrollo sostenible compatibles con la conservación en UCJ y corredores, incluidos los paisajes transfronterizos.

RUTA #4Mejorar la sostenibilidad financiera de los sistemas y acciones dirigidas a conservar los jaguares y los ecosistemas asociados.

Mediante su apoyo al Plan Jaguar 2030, los países del área de distribución del jaguar reafirman su compromiso con la nueva visión integrada del desarrollo sostenible, a partir de la promoción de la conservación del capital natural y la transformación productiva sostenible de los países de América Latina, y así facilitar una transición hacia una economía baja en carbono y resiliente al cambio climático en materia de acuerdos internacionales, alineados con la Agenda 2030; los Objetivos de Desarrollo Sostenible; el Acuerdo de Paris sobre Cambio Climático; y el Plan Estratégico para la Diversidad Biológica 2011-2020 (Metas de Aichi).

Aprovechando el nuevo sentido de colaboración energizado en toda la distribución del jaguar, y con el objetivo de crear una línea base informativa clara para todas las partes interesadas, la Hoja de Ruta también proporciona infor-mación detallada sobre los jaguares y su distribución. Esto incluye un conjunto de perfiles de los países, perfiles transfronterizos que destacan las UCJ compartidas y contiguas y, por último, una lista completa de acciones de línea de base, organizadas por rutas individuales.

El jaguar es el tercer felino más grande del mundo, después del tigre y el león, y es el depredador más grande en la mayor parte del hemisferio occidental. Los jaguares desempeñan un papel importante en la estructura y función de los ecosistemas en los que viven, desde el norte de México hasta el norte de Argentina. Son un componente crítico de las comunidades saludables y funcionales de animales y plantas y tienen un efecto sombrilla significativo en la conservación de la biodiversidad. Una estrategia de conservación centrada en el jaguar puede servir como una sombrilla eficaz para un conjunto de mamíferos que comparten su territorio. Los jaguares también son un indicador valioso de los ecosistemas saludables y se convierten en un elemento focal para la conservación de hábitats que son importantes para la protección de los bosques y las iniciativas de mitigación del cambio climático. Como tales, constituyen una base no solo para la conservación de la vida silvestre, sino también para el bienestar de las personas.

Desafortunadamente, las poblaciones del jaguar están fuertemente amenazadas por la pérdida y fragmentación del hábitat, la matanza por represalia asociada a la depredación de ganado, el temor por la seguridad humana, la cacería para trofeo o tráfico de sus partes, y la competencia con cazadores humanos por las presas silvestres. Estas amenazas, principalmente, han ejercido una presión importante sobre la especie y continúan disminuyendo el número de individuos en la mayor parte de la distribución del jaguar.

El jaguar ha perdido aproximadamente el 50 por ciento de su distribución histórica, con aproximadamente siete millones de km2 de hábitat tropical y subtropical restante. La preservación de estos ecosistemas no solo tiene valor para los jaguares, sino que también tienen un inmenso valor económico. Una estimación del valor económico de algunos servicios ecosistémicos prominentes generados a partir de hábitats del jaguar, solo en Brasil, supera los $ 4 mil millones al año, incluida la generación de energía hidroeléctrica, la ganadería y la agricultura, y el turismo en la zona de la cuenca del Amazonas y el Pantanal.

Las principales poblaciones de jaguares, o poblaciones núcleo, están conectadas a través de una serie de corredores biológicos y genéticos en una sola unidad ecológica a gran escala, a la que llamamos el Corredor del Jaguar. El

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Page 5: Plan Jaguar 2030 · 2018-11-20 · dentro de las áreas núcleo (incluidas las áreas protegidas) como en el paisaje productivo humano que a veces cruza el jaguar. Sin embargo, también

modelo ha tenido éxito en acelerar el conocimiento de la distribución del jaguar y de los desafíos a los que se enfren-ta la especie, al tiempo que avanza en el desarrollo de las herramientas de conservación empleadas para asegurar las poblaciones núcleo.

Las Unidades de Conservación del Jaguar, o UCJ, y los corredores que los conectan, funcionan como un conjunto para mantener la viabilidad de las poblaciones. Una red de poblaciones núcleo y corredores es la única manera de asegurar la persistencia de una única población interconectada. Las poblaciones núcleo generalmente están en hábitats relativamente intactos. Las UCJ se encuentran con mayor frecuencia en áreas protegidas, como parques nacionales, reservas y santuarios. Como mínimo, las UCJ tienden a tener un alto porcentaje de su área en algún tipo de uso restringido.

En el esquema general de la conservación del jaguar, tanto las UCJ como los corredores son clave para los esfuerzos de conservación a largo plazo. La protección de los jaguares en todo el Corredor del Jaguar requiere trabajar tanto dentro de las áreas núcleo (incluidas las áreas protegidas) como en el paisaje productivo humano que a veces cruza el jaguar. Sin embargo, también requiere trabajar a diferentes escalas incluyendo: a nivel de paisaje, a nivel nacional y a nivel transfronterizo y regional.

A nivel de paisaje, la expansión y el mejoramiento de la efectividad de las áreas protegidas son clave para asegurar los bastiones de los jaguares. Sin embargo, muchas áreas 'protegidas' a lo largo del rango del jaguar están protegidas solo de nombre, con poca capacidad para disuadir la caza furtiva, la tala, las incursiones agrícolas y otras amenazas. Por lo tanto, además de aumentar las áreas protegidas, existe la necesidad de desarrollar capacidades para la gestión y el patrullaje, a través de la dotación de capacitación, infraestructura y equipo. En los paisajes dominados por el ser humano, que conectan las poblaciones núcleo, se pueden identificar los corredores de conexión más importantes, caracterizar el uso de la tierra y aplicar acciones que permitan el movimiento del jaguar a través de estas tierras, a pesar de las presiones. Tales esfuerzos ayudan a garantizar la integridad de los corredores y a disminuir el conflicto entre humanos y jaguares.

Un complemento importante, incluso esencial, del trabajo que se lleva a cabo a nivel de paisaje consiste en los esfuerzos para establecer un entorno propicio a nivel nacional para la conservación del jaguar. Varios países han encontrado útil desarrollar planes de acción nacionales para la conservación del jaguar. Las acciones necesarias a nivel nacional incluyen: la identificación de las poblaciones núcleo del jaguar, el reconocimiento de los corredores de conexión entre estas poblaciones, la implementación de medidas de protección para asegurar las poblaciones núcleo y la implementación de medidas de mitigación de conflictos en los corredores donde hay actividades humanas.

La coordinación del esfuerzo entre los países dentro del área de distribución del jaguar es un componente crucial de la conservación de la especie y la restauración del hábitat. La coordinación debe ocurrir en dos niveles distintos, pero complementarios. Estos son: (i) a nivel regional, incluido el desarrollo de la visión en todo el rango, la planificación de la acción (incluido el establecimiento de objetivos), la armonización de los protocolos de monitoreo y evaluación, el intercambio de experiencias, etc., y (ii) la cooperación transfronteriza entre conjuntos más pequeños de países, que involucra, principalmente, la cooperación a nivel de paisaje dentro y entre las UCJ y corredores, pero que también pueden incluir protocolos y acuerdos entre naciones. Un desafío importante de corte transversal es el del financia-miento sostenible. Una parte clave de este reto implica garantizar que los sistemas de financiamiento de las áreas protegidas sean adecuados y sostenibles. Adicionalmente, se deben considerar los costos asociados con la conser-vación de jaguares en los paisajes productivos.

El Plan Jaguar 2030 es un esfuerzo de amplio rango que une a los gobiernos de los países dentro del rango de distri-bución de la especie, a organizaciones no gubernamentales e intergubernamentales, a comunidades locales y al sector privado en torno a una visión común para conservar al jaguar y sus valiosos ecosistemas. Los países y socios dentro del área de distribución del jaguar acuerdan, con el apoyo de organizaciones interesadas, trabajar juntos para contrarrestar las múltiples amenazas a los jaguares, incluida la pérdida y fragmentación del hábitat, el conflicto con el ganado y el creciente tráfico de partes de jaguar, ayudando a preservar el patrimonio natural y cultural que repre-sentan los jaguares para muchas culturas latinoamericanas.

Tal y como la integridad genética de las poblaciones de jaguar proporciona evidencia de su movilidad esencial, la Hoja de Ruta se vislumbra como pasos a lo largo de una serie de rutas. A continuación, se mencionan cuatro vías complementarias, incluidas las acciones y objetivos prioritarios a nivel regional, nacional y de paisaje, junto con las acciones destinadas a lograr la sostenibilidad financiera, convergiendo en el objetivo del Plan Jaguar 2030. Las líneas de trabajo son las siguientes:

RUTA #1Coordinación en todo el rango para apoyar la protección, conectividad, ampliar el alcance y aumentar el interés.

RUTA #2Desarrollo e implementación a nivel nacional de las estrategias nacionales a través del área de distribución del jaguar, incluidos los planes de fortalecimiento de las UCJ prioritarias, mejorar el entorno a nivel nacional y potenciar las contribuciones nacionales a los esfuerzos transfronterizos.

RUTA #3Ampliación de modelos de desarrollo sostenible compatibles con la conservación en UCJ y corredores, incluidos los paisajes transfronterizos.

Figura 02: Unidades de Conservación del Jaguar y Corredores del jaguar (Mesoamérica)

Mexico

El SalvadorGuatemala Nicaragua

Costa Rica

PanamaColombia

Belize

Honduras

Unidades de Conservación del Jaguar

Corredores del Jaguar

RUTA #4Mejorar la sostenibilidad financiera de los sistemas y acciones dirigidas a conservar los jaguares y los ecosistemas asociados.

Mediante su apoyo al Plan Jaguar 2030, los países del área de distribución del jaguar reafirman su compromiso con la nueva visión integrada del desarrollo sostenible, a partir de la promoción de la conservación del capital natural y la transformación productiva sostenible de los países de América Latina, y así facilitar una transición hacia una economía baja en carbono y resiliente al cambio climático en materia de acuerdos internacionales, alineados con la Agenda 2030; los Objetivos de Desarrollo Sostenible; el Acuerdo de Paris sobre Cambio Climático; y el Plan Estratégico para la Diversidad Biológica 2011-2020 (Metas de Aichi).

Aprovechando el nuevo sentido de colaboración energizado en toda la distribución del jaguar, y con el objetivo de crear una línea base informativa clara para todas las partes interesadas, la Hoja de Ruta también proporciona infor-mación detallada sobre los jaguares y su distribución. Esto incluye un conjunto de perfiles de los países, perfiles transfronterizos que destacan las UCJ compartidas y contiguas y, por último, una lista completa de acciones de línea de base, organizadas por rutas individuales.

El jaguar es el tercer felino más grande del mundo, después del tigre y el león, y es el depredador más grande en la mayor parte del hemisferio occidental. Los jaguares desempeñan un papel importante en la estructura y función de los ecosistemas en los que viven, desde el norte de México hasta el norte de Argentina. Son un componente crítico de las comunidades saludables y funcionales de animales y plantas y tienen un efecto sombrilla significativo en la conservación de la biodiversidad. Una estrategia de conservación centrada en el jaguar puede servir como una sombrilla eficaz para un conjunto de mamíferos que comparten su territorio. Los jaguares también son un indicador valioso de los ecosistemas saludables y se convierten en un elemento focal para la conservación de hábitats que son importantes para la protección de los bosques y las iniciativas de mitigación del cambio climático. Como tales, constituyen una base no solo para la conservación de la vida silvestre, sino también para el bienestar de las personas.

Desafortunadamente, las poblaciones del jaguar están fuertemente amenazadas por la pérdida y fragmentación del hábitat, la matanza por represalia asociada a la depredación de ganado, el temor por la seguridad humana, la cacería para trofeo o tráfico de sus partes, y la competencia con cazadores humanos por las presas silvestres. Estas amenazas, principalmente, han ejercido una presión importante sobre la especie y continúan disminuyendo el número de individuos en la mayor parte de la distribución del jaguar.

El jaguar ha perdido aproximadamente el 50 por ciento de su distribución histórica, con aproximadamente siete millones de km2 de hábitat tropical y subtropical restante. La preservación de estos ecosistemas no solo tiene valor para los jaguares, sino que también tienen un inmenso valor económico. Una estimación del valor económico de algunos servicios ecosistémicos prominentes generados a partir de hábitats del jaguar, solo en Brasil, supera los $ 4 mil millones al año, incluida la generación de energía hidroeléctrica, la ganadería y la agricultura, y el turismo en la zona de la cuenca del Amazonas y el Pantanal.

Las principales poblaciones de jaguares, o poblaciones núcleo, están conectadas a través de una serie de corredores biológicos y genéticos en una sola unidad ecológica a gran escala, a la que llamamos el Corredor del Jaguar. El

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