Opinion de Vigilar y Castigar

8/18/2019 Opinion de Vigilar y Castigar

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VIGILAR Y CASTIGAR…Nacimiento de la prisión

MICHEL FACALT

Este libro aporta datos muy interesantes acerca de cuál era la forma de castigoque se daba antes a las personas que cometían un delito o que se revelaban

contra las leyes, o la persona que los gobernaba. Comienza relatando un ejemplo

de un castigo muy cruel que se dio a una persona que fue en contra de sus leyes,

por lo que se puede apreciar, en un principio el castigo recaía en el cuerpo de la

persona condenada , ya que este era el punto central de la pena de esos tiempos,

a la vez era una forma de castigo-espectáculo, ya que no se le daba distinción a

los delitos cometidos, lo nico que importaba era !acer sufrir a la persona y que

los ciudadanos que estaban presentes disfrutarán viendo ese acto tan cruel.

" diferencia de la actualidad, su objetivo principal de esta pena era el sufrimiento

del condenado y el disfrute y goce de los ciudadanos espectadores. En esta

#poca el cuerpo se encontraba en una situación de instrumento de dolor y

$venganza% del soberano.

&oco a poco estos rituales y penas fueron cambiando, pasando a ser prioridad la

protección del cuerpo del condenado, ya s# respetaba este, y si se debía intervenir sobre #l, encerrándolo o !aci#ndolo trabajar, era solamente con el objetivo de

privar al individuo de una libertad considerada como un derec!o, y que a su vez el

condenado entendiera que su acción tendría repercusiones en cuanto a sus

derec!os, imponi#ndole obligaciones e'tremas y pro!ibiciones.

(i la justicia debía manipular y llegar al cuerpo de los condenados, debía ser de

lejos y limpiamente, apuntando a un objetivo muc!o más elevado qu# sería el de

una corrección a la conducta desviada, o bien reformar con una t#cnica mejorada

de la pena, ya que su misión era más clara, siendo #sta la de castigar

e'clusivamente por el delito cometido.

El sufrimiento ya no constituía una prioridad ni un objetivo a alcanzar para que los

delincuentes temieran, y debido a esto, los tribunales encargados de la aplicación


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de pena buscaron más medios para castigar objetivamente, calificando y !aciendo

una distinción entre los diferentes delitos y las penas que a ellos debían

corresponder, pero no se podía dejar de contemplar el sufrimiento para los delitos

más graves, debido a que esto por alguna razón funcionaba para !acer saber a

los demás ciudadanos que la justicia an era de temerse. &ero el suplicio a!ora

redirigiría su objetivo a una correlación del tipo de perjuicio corporal, la calidad, la

intensidad, la duración de los sufrimientos, con la gravedad del delito, la persona

del delincuente y la categoría de sus víctimas.

)a necesidad de un castigo sin sufrimiento se debió a los resultados tan atroces

que esto conllevaba, y se entendió, con el tiempo que aun siendo el peor de los

asesinos, por llegar a un e'tremo, !abía una cosa que debía prevalecer, y por

tanto respetarse al momento de castigar, y este era su $!umanidad%. El !ombre

que delinquía, con el tiempo ya no se contemplo que sufriera, más bien el objetivo

pasó a ser la corrección, transformación y posible correcta reinserción en la

sociedad, y para ello las penas fueron más inclinadas a limitar los derec!os del

condenado, marcando así la diferencia entre diversos tiempos, debido a que la

justicia criminal y el soberano en lugar de $vengarse% del condenado por los actos

cometidos, solamente lo castigaba. "!ora se tenía un poder mediado.

"unque pareciera que estos cambios tan radicales, que no eran igual de rigurosos

que en el pasado, no surtían efectos, contrariamente, si lo !izo, ya que poco a

poco se notó una considerable disminución de los crímenes de sangre y

agresiones físicas, a!ora !abía una delincuencia limitada y !ábil* la delincuencia

en grupos se separó y se !icieron más peque+os para pasar desapercibidos, con

una disminución en su obrar.

Con el paso del tiempo se pasó de atacar el abuso de poder y la !aza+a cruel delsoberano sobre el condenado, a más bien atacar una irregularidad de e'cesos de

los castigos. Cualquiera castigaba, no !abía en si una persona designada, esto

debido a una apropiación privada, es decir, que los oficios de las personas que

supuestamente eran los encargados de impartir justicia, en este caso un juez, se

vendían, se transmitía por !erencia, y daba cabida a una justicia onerosa. e igual


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forma !abía una confusión entre los poderes* el que administraba la justicia y

formulaba una sentencia aplicando la ley, y el que !acía la ley, por esta razón el

ejercicio de la justicia se volvía desigual, es decir, privilegiada, y quedaba fuera de

lo que era el derec!o en su forma más pura. Esto desencadenó en un sobrepoder

monárquico que identificó al derec!o de castigar los delitos cometidos, con el

poder personal del soberano, por ello se dio una reforma, con el objetivo primordial

de fundar un nuevo derec!o de castigar, a partir de principios más igualitarios y

equitativos, estableciendo un balance en el poder de castigar, de fundar un nuevo

derec!o de castigar. Estableciendo un balance en ese mismo poder de castigar,

asegurando así una mejor distribución de los poderes, y !aciendo de esta manera

que no est#n ni demasiado concentrados en algunos puntos privilegiados, ni

demasiado divididos entre instancias que se oponen. Esta reforma cubrió una

nueva economía política del poder de castigar, un poder de juzgar sobre el cual no

!abría de pesar el ejercicio inmediato del poder del soberano liberado de la

pretensión de legislar, independiente de las relaciones de propiedad y que no

teniendo otra función que la de juzgar, ejerciera de manera plena sus atribuciones,

!aciendo que el poder de juzgar no siguiera dependiendo de los privilegios

mltiples y contradictorios del soberano, sino de los efectos continuamente

distribuidos de la fuerza pblica.

)o principal paso a ser la idea de que el suplicio se !allara siempre presente en el

corazón del !ombre d#bil y dominara el sentimiento que lo impulsa al crimen, esto

fue el objetivo, aunque al mismo tiempo un obstáculo para las penas a

implementar a partir de a!ora, debido a que para que estas funcionaran debían

cumplir con algunas condiciones, tales como* ser lo menos arbitrarios posibles, es

decir que el vínculo e'istente entre el castigo y el delito fuera lo más inmediato

posible y que e'istiera semejanza y analogía entre ambos* aumentar el inter#s queconvierte la pena en algo temible, es decir, que el temor de un castigo aleje el

espíritu del camino adonde lo conducía la perspectiva de un crimen ventajoso* a

todo lo anterior se le debía sumar una utilidad, un apena que no tuviera termino o

meta a alcanzar, no tendría razón de e'istir, ya que pasarían a ser nuevamente


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suplicios, y todos los esfuerzos !ec!os a lo largo de la !istoria por cambiar la

forma de castigar seria trabajo y costo perdidos por parte de la sociedad.

"lgo muy cierto se menciona en este libro, nos dice que a las personas que

cometen un delito y que saben que se les va a castigar, les impresiona muc!o másuna serie prolongada de privaciones penosas que el !orror de una tortura que si

bien es muy dolorosa, solo dura un breve instante* las personas temen más a que

se les limite en cuanto a sus derec!os, porque acorde a lo que se dice desde !ace

tiempo, el ser !umano es un ser libre por naturaleza, y el solo !ec!o de pensar

que esta libertad se les será arrebatada, los !ace comportarse de manera correcta

y apegada a derec!o, o por lo menos a no cometer delitos tan frecuentemente, o

de una manera tan obvia, sin embargo, la forma de castigar de antes si bien era

impresionante y !orrorosa la forma de morir, finalmente no disminuía la comisión

de delitos, ya que se pensaba que esto no iba a durar muc!o tiempo y que

finalmente su sufrimiento acabaría de inmediato. "l gobierno tambi#n le convenía

imponer estas nuevas formas de castigo, ya que el tambi#n salía beneficiado,

porque aparte de corregir al delincuente, al mismo tiempo se le daba una

utilización económica, esto en trabajos que fuera de beneficio pblico, es decir

para toda la sociedad, por un tiempo proporcional al delitos cometido, así, de esta

manera, el condenado pagaba de dos formas y doble vez, por el trabajo que

suministra y por los signos que produce en esa nueva manera de imponer pena, el

condenado se veía como un foco de provec!o y de significados, ya que

visiblemente servía a cada cual de la sociedad, y al mismo tiempo desliza en el

ánimo de todos el signo crimen-castigo, que esto vendría a ser la utilidad

secundaria puramente moral, aunque muc!o más real. En el suplicio corporal el

terror era el soporte del ejemplo, miedo físico, espanto colectivo, imágenes que

debían grabarse en la memoria de los espectadores para que así supieran lo queles pasaría si cometían determinado delito, sin embargo a!ora, sería la lección, el

discurso, la disposición esc#nica de la moralidad pblica* ya no es la restauración

aterradora de la soberanía lo que sostenía la ceremonia del castigo, si no la

reactivación del código de las leyes, el fortalecimiento colectivo del vínculo entre la

idea del delito y la idea de la pena. En el castigo de esta #poca más que ver la


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presencia del soberano, era leer las leyes impuestas por el, mismas que

asociaban a cada delito un determinado castigo.

)a prisión constituyó una relación de unión entre el delito y las leyes, es decir, un

lugar para la transformación del individuo, y por tanto su conducta y lareincorporación a la sociedad* era más un aparato para modificar los individuos

que pertenecían a determinado grupo social. El encarcelamiento con el fin de

transformar el alma y la conducta fue el objetivo principal dentro de las leyes

civiles. &ara lograr estas metas que se proponía el soberano al imponer las penas,

requería que el condenado adquiriese, despu#s de la privación de su libertad, un

cuerpo dócil, es decir, un cuerpo que pudiera ser sometido, utilizado,

transformado, y finalmente perfeccionado, en esto incluía en gran medida el

control que el soberano debía ejercer sobre el condenado, y que a su vez este

control tuviera un objeto y una modalidad que garantizará la sujeción constante de

las fuerzas del condenado, imponi#ndole de esta manera, una relación de

docilidad-utilidad, en conjunto, una disciplina, que viene a ser, la distribución de los

individuos en lugares determinados, para llevar a cabo diversas tareas.

)a forma de castigar cambio en gran medida en varios aspectos, pero lo más

significativo fue en cuanto a la crueldad que se ejercía sobre el condenado, debido

a que esta no tenía límites ni una meta a alcanzar, a!ora se puede apreciar que no

e'iste pena sin ley y autoridad especifica que lo se+ale, e'iste en la actualidad un

sistema penal más eficaz, pero no se quedara estancado, deberá evolucionar,

como !a sucedido, acorde a las necesidades de la sociedad.

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