Melodia in Mortal Rela To

8/2/2019 Melodia in Mortal Rela To

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Fragmento indito

Olga Salar


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EDICIONES KIWI, [email protected] por Ediciones Kiwi S.L.

Primera edicin: Abril 2012

2012 Olga Salar

de la fotografa de cubierta: Istockphoto Ediciones Kiwi S.L.


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Era mi primer da en el instituto de Armony, haba intenta-

do pasar desapercibido, pero haba sido prcticamente impo-

sible, ya que todo el alumnado en pleno estaba en el gimnasio

a esa hora, jugaba el equipo de baloncesto de la escuela y al

parecer eso era como un da de esta aqu.

Pase la mirada por las gradas, buscando algn sitio libreen el que sentarme, pero apenas mir ms all de la tercera la.

Mis ojos se clavaron en los ojos azules ms brillantes que haba

visto jams. La chica capt mi atencin como no lo haba hecho

nadie nunca. O al menos no que recordara.

Sin pensrmelo mucho, me acerqu sigilosamente, estaba

tan concentrada en el partido que no se percat de mi presen-

cia. Reprim un gemido al oler su perfume, oral y dulce, con


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un toque de desafo.

Me sent lo ms cerca de ella que permita la buena educa-

cin y la salud.Hola, soy Oliver, me present sentndome su lado en las gra-

das, mientras nuestro equipo de baloncesto ganaba por ocho puntos.

Yo soy Danielle respondi con una franca sonrisa.

Animas a alguien en especial? Un novio? mi pregunta

fue directa y me sorprend a m mismo pendiente de su respuesta.

No al equipo en general contest mirndome a los ojos yruborizndose al mismo tiempo. Y t no juegas?

Negu con la cabeza sin apartar mis ojos de los suyos.

Ftbol? Atletismo? Lucha libre? aventur.

Lucha libre? pregunt ngiendo estar escandalizado por la

idea.

Qu tiene de malo la lucha libre? interrog juguetona. Sus

ojos azules eran oscuros. Me trajeron a la mente el color del cielo al

anochecer.

No estoy preparado para morir confes con toda la sinceri-

dad de la que era capaz y me mord la lengua intentando que ella no

entendiera cuanta verdad escondan esas palabras.

Nadie lo est contest sin la chispa con la que le brillaban los

ojos unos momentos antes.Parece que sabes de lo que hablas coment sorprendido.

Ni te lo imaginas me respondi ausente.

No tuve que imaginrmelo, era imposible guardar un secreto

como ese.

En cuanto termin el partido me alej de ella decidido a no

doblegarme nuevamente. Danielle era demasiado tentadora, la

clase de persona de la que yo hua despavorido, alguien que


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sera capaz de hacerme sentir, algo contra lo que luchaba de-

nodadamente.

Estaba intentando abrir mi nueva taquilla, cuando una mo-rena con una sonrisa descarada se acerc a m.

Eres nuevo? No te haba visto antes, estoy segura.

Entonces debo serlo le respond mostrndome poco

interesado en la conversacin.

Soy Theresa me dijo muy segura de s misma

OliverTe he visto hablando con Danielle, sabes? No es una

buena idea. Est en las ltimas dijo con malicia, transforman-

do su sonrisa en una mueca.

No entiendo lo que quieres decir me senta incmodo

hablando de ella con esta chica, que evidentemente no la apre-

ciaba mucho.

Se est muriendo, igual que su madre. Muri cuando ellanaci, en el parto Es hurfana me cont como si se tratara

de un secreto oscuro.

Y t lo sabes, porque

Somos amigas confes triunfal.

Una carcajada que expresaba ms repulsa que diversin es-

cap de mis labios, Danielle me haba parecido una chica dulce,tranquila, me molestaba y no entenda por qu, que alguien

como Theresa estuviera cerca de ella, poda sentir como la do-

minaba la ambicin, los celos, la lujuria

Tard un instante en comprender que haba algo ms im-

portante que la envidia de la morena, Gabriel

Tengo que irme Theresa, gracias por el chisme le dije

plenamente consciente de lo que acababa de insinuar.


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Iba camino de la salida cuando la vi girar un pasillo por

delante de m, llevaba el pelo suelto y los uorescentes del te-

cho hacan que su pelo brillara con cien tonalidades diferentes.Inconscientemente me pregunt cul era el color de su cabello,

castao, color miel, rojizo? Todos esos matices estaban presen-

tes en l.

Me sacud la cabeza desechando la idea, qu clase de

hombre se para siquiera tres segundos a pensar en el color del

cabello de una chica? Me obligu a no buscarle una respuesta.Despus de todo, Danielle era la persona que ms me intere-

saba tener lejos, no poda ponrsela en bandeja a Gabriel. No

poda permitirme acercarme a ella.

A pesar de mis pensamientos, la segu hasta que se par

en medio de un pasillo desierto. No quera hablarle, no poda

acercarme, pero lo hice de todos modos:

Hola Dani la salud como si hiciera aos que no nos hubise-

mos visto. Supe que haba reconocido mi voz, cuando se gir sonriente

haca m.

Hola Oliver su alegra era tan sincera que me sent culpable

por encontrarla interesante. Saba que tena que alejarme de ella, nun-

ca podra tenerla. Pero en ese momento no me importaba volver a ser

el que era, hubiera hecho cualquier cosa por estar cerca de ella.Te llevo a casa? le ofrec olvidando lo que acababa de pro-

meterme a m mismo.

No gracias, estoy esperando a Samuel, le he dicho que volvera

a casa con l me explic con su dulce sonrisa.

Pero Samuel no tiene coche y yo s le rebat dispuesto a sa-

lirme con la ma.

Samuel tiene mi edad an tenemos que esperar unos meses


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para poder sacarnos el carnet de conducir me explic sin perder su

eterna sonrisa as que vamos en moto o andando ,depende del da.

Hoy toca andar confes nalmente.

Inesperadamente me pregunt si el chico rubio al que haba ani-

mado durante el partido era su novio, no debera extraarme, era real-

mente guapa, sobre todo destacaba su pelo, castao claro en el que

brillaban mechones rojizos y dorados. Aunque su cabello no era lo

nico destacable de su rostro, sus profundos ojos azules y su expresin

amable y serena atraan todas las miradas.Es tu novio? indagu curioso e interesado como no lo haba

estado desde haca mucho tiempo.

Samuel? se ech a rer como si le hubiera contado un chiste

realmente bueno. No, es mi vecino y mi mejor amigo- Explic con

sus expresivos ojos mirndome fascinados.

Me molest que la noticia me alegrara tanto. De todas las chicas a

las que haba conocido en mi extensa vida. Danielle Collins era la ms

peligrosa. Tena que mantenerla lejos de m costara lo que costara. O

jams conseguira redimirme.

Me alegra que no lo sea le confes mientras me acercaba a

ella. Estbamos en el pasillo que daba a los vestuarios de los chicos,

no haba nadie por all. Los nicos sentimientos que perciba eran la

fascinacin de Danielle y mi deseo por ella. Los jugadores acababande entrar a las duchas y los dems haban abandonado el gimnasio y

estaban subiendo a sus vehculos y marchndose a una de las celebra-

ciones que se organizaban ese n de semana.

Estbamos solos, esa fue la idea que me empuj a besarla. Una

idea que me asust profundamente, tan profundamente como me sen-

ta atrado por ella, besarla hara que rompiera con todas mis prome-

sas


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Not sobre mis labios el respingo que dio cuando pose mi boca

sobre la suya, era clida y suave, pareca tan inocente, tuve que ejercer

presin sobre ella para que me dejara besarla ms profundamente. Loprimero que not fue su sabor dulce y afrutado. Casi tan sublime como

el olor de su pelo o el tacto de sus mejillas en mis dedos.

La escuch gemir sorprendida y fue entonces cuando comprend

que por alguna inexplicable razn, este era su primer beso y yo se lo

haba robado.

No me import, me sent eufrico incluso, a pesar de no

entender el motivo de mi estado, durante varios segundos me

perd en la calidez de su cuerpo, el delicado perfume que des-

prenda su piel, y durante esos segundos me olvid de todo,

de mis problemas e incluso de quin era, de quin haba sido

y de quin sera durante el resto de mi vida Profundic ms

el beso y me beb el suspiro que sali de sus labios, no quera

pensar, por primera vez en mucho tiempo, sent que mi vidavolva a tener sentido.

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