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gustin Ma tin z , A A Probl mas de historia de Ia critica lit raria en Hispanoamerica y Brasil UNIVERSIDAD DE LOS ANDES CO SEJO DE PUBLICACIONES MERIDA-VENEZUELA 1995

Martinez, Agustin. Metacritica (Sin Anotaciones)

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gustin Ma tin z

, A A

Probl mas de historia de Ia critica lit raria en Hispanoamerica y Brasil

UNIVERSIDAD DE LOS ANDES CO SEJO DE PUBLICACIONES

MERIDA-VENEZUELA 1995

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2. C AMU U>S l·:N 1-:l C()NCJ.:I'Tt> UE l.ITI~IlA'fURA

Si. (;Oauo lo scnal6 Octavio Paz.la crftica ticne Ia funci6n de construir Ia litcratura. lo qut! cquivalc a una no tan cstrccha dclimitaci6n de su tarea, d~bcr~~ tantbi~n. para tal lin, csl4lblcccr cl conccpto dcltipo de lileratura que dchc scr .. rundada". En cl caso que ahora nos ocupa. a Ia critica cabrla cstahlc<.:cr cl conccpto de Ia litcratura latinoamericana, lo que cquivale a lk· finir su propio ohjcto. Este aspccto sc proccs6 en llispanoam~rica a trav~ de Ia uiscusil~ll Ul:l significado de Ia llan1ada "Nueva Novcla" tanto en rclacil~ll a Ia propia tradi<.:i<.~n litcraria con1o a las exigcncias del discurso

, . CrtllCO.

En c lee to. Ia intponancia de las tcorlas e inlefllretaciones de Ia .. Nueva Narr~ttiva" o "Nueva Novel a" para cl cstudio de las direcciones seguidas por cl disl:urso rnctacrflico en An1c1ica Latina, se rclaciona con esa tarea fundacional del propio objcto de Ia cntica litcraria, esto es: con Ia respuesta que elias dicron a Ia prcgunta accrca de que debe ser entendido por ··litcratura latino~unericana ... Adicionahnentc, esas teorfas arrojaron coano una de sus consccucncias m~s i1nport~u1tcs un diagn6stico implfcito acerca del estado de Ia (;rflica litcraria que subrayaba Ia situaci6n de insuficicncia, de rctraso o dcscncucntro de su discurso con respccto al de Ia nueva producci6n litcraria del con~ncntc. De allf que, en Ia mayorfa de los casos, los iutcruos por intcrpn:tar Ia "Nueva Narrativa" -incluso dcsde perspectivas crftil:as contr~tpucstas- hay an propor(;ionado, al misn1o ticn1po, dcfiniciones y conccpcioncs generales de Ia litcratura que funcionaron con1o propuestas de establccinticuto de un ohjcto de estudio para Ia crftica literaria. del cual dcbfan cxtracrsc los critcrios de cvaluaci6n de las obras y Ia oricntaci6n general que dcbfa scguir cl trabajo crftico. En esc scntido csas propucstas obcdc<.:icron, <.:Onlo una de sus naotivacioncs ianpl{citas, a Ia hip6tesis de que una de las causas de Ia crisis de Ia crltica literaria consist{ a. para emplcar Ia exprcsi6n de Octavio Paz, en Ia ausencia de un "cuerpo de doclrina" o tambi~n en Ia fall a de una conccpci6n abarcante de la liten.uura latinoameri-

cana y de su proccso fonnativo que sirvicsc de marco a Ia crftica para "pcns4ar .. las ohras.

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--~---..... iento de esa "ausencia .. respondieron claramente, por e.jemplo, las propuestas de Emir Rodriguez Monegal -a Ia cual haremos referencia m4s adelante- y del mexicano Carlos Fuentes. Ambos autores construyeron sendas teorlas interpretativas del significado de Ia "Nueva Narrativa" en las que recurrieron a argumentos de distintas procedencias e intentaron poner de relieve el carncter esteticamente novedoso y contemporfuleo de Ia nueva producci6n. Ese rasgo testimoniaba, al mismo tiempo, Ia integraci6n de Ia narrativa del continente a un proyecto estetico universalista cuyos lineamientos b~icos dcbfan buscarse en Ia renovaci6n artistica y literaria impulsada por Mall anne, Joyce, Eliot, Kafka. Valery, etc. En otras palabras, la "Nueva Narrativa" era interpretada como el acceso a Ia "mayoridad" artfstica y literaria latinoamericana y eso significaba, esen·:ialmente, Ia asimilaci6n del canon estetico que rige Ia conciencia lite~ · ria de Occidente dcsde las primeras decadas del presente siglo y, por tanto, Ia posibilidad de realizar una lectura crftica de las nuevas obras bajo el misn1o punto de vista. De acuerdo con Monegal, por ejemplo, Ia "Nueva Narrativa" era el resultado de un largo proceso evolutivo y de depuraci6n artistic a de nuestras letras que se inici6 con Ia renovaci6n vanguardista de los afios veinte. Comple~entariamente, observa Fuentes, ese proceso se encuentra vinculado a profundos cam bios, tanto del funcionamienu;> social y cultural del mundo occidental, como de Ia dinantica socio-cultural de Am~rica Latina; dichos cam bios, cuya consecuencia inmediata consisti6 en toma.mos a todos en "excentricos" habitantes de una cultura carente de centro, nos iguala y nos hace copartfcipes de un mismo proyecto estetico y de una identica conciencia artfstica.

Estos planteamientos no estan desvinculados de un modo de concebir las tareas inmediatas de Ia crftica que, en terminos generales, corresponde ai deslinde propuesto por Octavio Paz en el senti do de que si bien no era posible todavfa responder a Ia pregunta acerca de que es nuestra literatura, en cambio era urgente investigar oomo era: sus llmites, su estructura, su comportamiento. La realizaci6n de esa tarea tenfa un sentido fundacional de Ia literatura en Ia medida en que implicaba Ia elaboraci6n de una teorfa de Ia literatura hispanoamericana que el mismo Paz resumi6 como ucritica de Ia palabra y del mundo, como pregunta sobre sf misma., y a Ia que. en consecuencia, debfa corrcsponder una "crftica (que) concibe a Ia literatura como un mundo de palabras, como un universo verbaln.•

Esa concepci6n de Ia literatura como crftica del mundo y dellenguaje y

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como universo verbal aut6nomo, es explfcitamente asumida en el ·extenso ensayo de Carlos Fuentes.' Como · criterio del nuevo paradigma de interprctaci6n y crltica de Ia literatura hispanoamericana, esa concepcion, de acuerdo con Fuentes. cs una consecuencia objetiva del desarrollo de Ia propia literatura que s6lo se haec perceptible en su m4s reciente producci6n, aunque sea posible reconstruir las vfas que la condujeron a ese punto culminante. Sin c1nbargo, es necesario subrayar que, de acuerdo con Fuentes, ese rcsultado debe interprctarse csencialmente, no como una evoluci6n gradual, sino como una ruptura cualitativa con Ia tradici6n realista hispanoamcricana.

En efccto, de acuerd.2_£Qn Fue_~~~~a novel_~<:~~ta_ his.R~_9!.ffi.~Jj~~~- · j.@Qi-f.!~r:t~l respondfa a un conjunto de convenciones estrechamente dependientes del caractcr predominantemente pre-modemo de las sociedades hispanoamericanas del XIX y primera mitad del XX. De ese caractcr de la vida social y cultural s_c derivan los rasgos m~s sobresalientes de la narrativa rcalista: Ia naturaleza comp ~Ieme9tQ .e~tllJ_Ct.uJante y casi

. --. -· ·~-... -· ..- ~·- ~ .. . --- . "

prutag6ni£Q.~C ~.a nove!a, los r~gos irracionales c;iej_£_Qmport~ief!~Q!n~-r-

hlllllatl0. ~~t1t~.!-!!~ ~~ -· r~Pf~~~n~~-~~~~-!:J.i 1~ .. ~~J-~<;iql_l~~ ~q~i~.l~~ y, por ultimo, el car~cter marcadamente documental de esa narrativa.

Esas caracterfsticas explican Ia significaci6n de los arquetipos novelescos con que trabaj6 el realismo tradicional: la naturaleza como una fuerza incontrolable; el dictador como sfmbolo de Ia irracionalidad polftica y social; Ia masa (amorfa, carente de todo sentido organizativo) explotada y sufriente, ya sea por causas naturales o socio-polfticas o porIa intervenci6n de otras figuras que reproducen su simbolismo; el escritor civilizador, etc.

Esta novela en Ia que, como dijimos, predomina la irracionalidad y Ia naturaleza como elementos estructuradores del discurso, corresponde a una representaci6n est~tica de una sociedad igualmente estatica, con predominio de relaciones sociales precapitalistas y de· fonnas culturales arcaizantes. La transfonnaci6n socio-cultural de Hispanoam~rica, en el senti do de un mayor afianzamiento y predominio de Ia cultura modemizada de las ciudades sobre Ia de las zonas rurales, da Iugar a una progresiva transfonnaci6n de su novelfstica que se verifica en distintos niveles. En primer termino, se obseJVa un cambio en el nivel "tem4tico" o en el de Ia ambientaci6n de Ia tram a que se traslada de Ia naturaleza al motivo social; esto es, una indagaci6n de los mecanismos del funcionamiento social que busca defmir relaciones entre grupos o sectores m4s abarcantes social e

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historicamente y no solamcnte hombres sujetos fatalmcnte a condiciones "naturales" de cxistencia. En otro nivel, de acuerdo con Fuentes, tiene Iugar una transfonnaci6n de la actitud del escritor ante Ia escrilura.la cual traduce una mayor sensibilidad respecto al dina1nisn1o social que se expresa en Ia adopci6n de un discurso narrativo mas creativo. Esta nueva sensibilidad respecto al contexto social que detennina Ia vida de los personajcs, sc traduce en una escritura itnpregnada de an1bigliedadcs con Ia cual se busca, mas que traducir y rcproducir eltnundo con1o se habfa propuesto Ia novel a realista, inten·ogarlo distancijndose de el, interponicndo entre el escritor y el. mundo uri ur1iverso verbal capaz de dar cuenta de su labilidad esencial. Estos rasgos de Ia novela ya sc harfan visiblcs en Ia narrativa de Mariano Azuela, especialmentc en Los de abaj o ( 1916 ), con Ia que sc inicia Ia progresiva incorporaci6n a Ia escritura de rasgos de co1te universalista que culminara en las obras de Juan Rulfo, Onclti, Vargas Llosa, G. Marquez, es decir, con los autores de la "Nueva Novcla".

De acuerdo con Fuentes, el agotamiento y superaci6n de la novela ----- ---~-- --- ... - -· ·. --~- - - . . .... . .. .. ··-·--- . . .. ... .. .. . ·-- .. . - . .. -. .. ·- ---- . . . . .

realista tiene un senti do y una dimensi6n que no se circunscribe a las sol as circunstancias hispanoame~canas que acaban1os de referir, sino que responde adernas, ala "muerte del realismo burgucs" europeo.10 Este ultuno cor_r~SP9~~6 ~ __ una v~~~6n del ~undo cuyos fundamentos sociales y econ6micos han sido rcmovidos por el adveniinicnto de Ia sociedad post in-

... ~ . .

dustrial, _Ia cual,· a su vez, reel am a nuevas modalidades artfsticas y literarias capaces de responder a las inquietudes del ho1nbre de hoy .

. Lo que significa que la " Nueva Narrativa" hispanoarr1ericana viene a responder y a sumarse al universo de for1nas y rcprcscntaciones que estructuran Ia visi6n de mundo de la sociedad postindustrial, que en el plru1o .. - ·----

-J!~mr~_Q._~~-~~a9!!-~5!. .. ~~,.~-Q~ . Pf~.c..rJc..~_ Y. ... l!~~-~~~cepci6n de Ia lit~-~~!~f~--~9m.o "m_i~~o-~ _l~f.ig_~~je Y. ~~~~ctur_~". La novela que s"ucede-a··aC}U.clla del realismo burgues representa un regreso "a las rafces poeticas de la literatura a traves dellenguaje y Ia estructura, y no merced ala iiltliga y la psicologfa, (que) crearon una convenci6n representativa de Ia realidad que pretende ser totalizante en cuanto invenLa una segunda realidad, una realidad paralela; finalmente, un espacio para lo real a traves de un mito en el que se pueda reconocertanto Ia mitad oculta, pero no por ella me nos verdadcra, de la vida, como el significado y la unidad del tiempo dispcrso,.11

La nueva conciencia literaria atraviesa todos los territorios y rompe todas las barreras. Asf, tal como la realidad de la nueva epoca, de acuerdo con

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Fuentes, ya noes expresable porIa dicotomfa capitalismo-socialismo,' sino 1

m4s bien por "la automatizaci6n, Ia elcctr6nica, el uso pacffico de Ia encrgfa at6n1ica", a lo que hay que agrcgar los n1cdios de co1nunicaci6n de masas, asf misano "cl fin del ciclo de Ia ticci6n burguesa es puralelo a Ia agonfa de esa clase"; lo que signifiC4l que Ia nueva realidad literaria ya noes burgucsa o curopea, sino n1undial y total. Ella traducirfa una nueva realidad planetaria en Ia que, contrarhuncntc a las insistcncias de los econo1nistas latinoamcricanos, no hay centro ni peri feria:" Dcspucs de Mann, nose pucde volvcr a esc1ibir con-lo Mann porque los curopeos sabcn que su cultura ya no cs central; el podcr sc dcsplaza a los polos exccntricos prcvistc>s por Alexis de "rocqucvillc: los Estados Unidos y f{usiu; Ia concicncia -Ia exigencia de scr- se desplaza a Ia cxcentricidad central, sin polo: Am~rica Latina. Africa y Asht Pcro. al pcrdcr su universalidad a priori y acntica, el escritoreuropco dcscubre que debe conquistar una nueva univcrsalidad, csta vez ven.latlcran-lcntc cornun al quchaccr Htcrario: Ia universalidad de las estructuras del lcnguajc"11, con lo que haec suya una concepci6n del lenguaje por lo mcnos ingenua si ya no fuera idcol6gicamente nefasta.

l...,a universalidad excentrica se COillporta en realidad, como una cosmovisi6n sin fronteras, planetaaia en sentido estricto, que constituye el sopo11e onto16gico de un proyccto art!stico igualmcnte universal al cu~l se habrfan incorporado los escritores latinoaJnericanos tras el ocaso del mundo pseudo-rural y arcaizru1tc que "inexplicablen1ente" continuaba graviLando sobre sus obras. EJ acceso a Ia cos1novisi6n total del mundo se consigue a trav~s de Ia generalizada concicncia de Ia literatura coano mito, lenguaje y estructura: "Eltnito es rcnovable; cllcnguaje es cl c6digo dcntro del cual tiene Iugar Ia selecci6n de las con1binaciones posibles del discurso. Ni Ia nacionalidad. ni Ia clase social, al cabo, dcfinen Ia diferencia entre Gn>m­browicz y el posible narrador del n1is1no mito inici4tico en una selva brasilena sino, precisamente, Ia posibilidad de cotnbinar clistinta1nente el discurso. S6lo a partir de Ia universalidad de las estructuras lingUisticas pueden adJnitirse, a posteriori, los datos cxcentricos de nacionalidad y clasc". 13

A partir de estos prcsupuestos, Ia teoria de Ia literatura latinoamericana no podr4 consistir sino en dos cosas funda1ncntales: por una parte, una teorla general de Ia literatura entendida como selecci6n y combinaci6n de elementos lingUfsticos y, por otra, una d~s~rjp9i6n . de .I~ c9n1binatoria ~s~ur~iya particular que realizan los escaitorcs del continente. Es· a esto

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,, ue. reSponde su' prop~esta de ~onstituci6n de "un lenguaje literario

americana". Esa propuesta empieza por constatar Ia "ausencia de un lenguaje"

litera rio en America Latina. De modo que el primer sentido que se atribuy6 a Ia nueva novelfstica del continente consisti6 en Ia articulaci6n progresiva de esc lenguaje. El momenta m~s sobresaliente en Ia realizaci6n de esa tarea lo reprcsenta Ia obra de Jorge Luis Borges. El lenguaje borgiano, de acuerdo . con Fuentes, puso en evidencia "Ia mentira, Ia sumisi6n, Ia falsedad de lo que . tradicionalmente pasaba por 'lenguaje' entre nosotros", y eso significaba el lenguaje de la novela realista tradicional: "El sentido final de Ia prosa de Borges -sin Ia cual no habrfa simplemente moderna novela hispanoamcricana- es atestiguar, primero, que Latinoamerica carece de lenguaje y, por en de, que debe constituirlo. Para hacerlo, Borges confunde todos los generos, rescata todas las tradiciones, mata todos los malos habitos, crea un otden nuevo de exigencias y rigor sobre el cual puede levantarse Ia ironia, el humor, el juego, sf, pero tambien una profunda revoluci6n que equipara Ia libertad con Ia imaginaci6n y con ambas constituye un nuevo lenguaje latinoamericano que, por puro contraste, revel a Ia mentira, Ia sumisi6n, Ia falsedad de lo que traclicionalmente pasaba por 'lenguaje' entre nosotros ( ... ). El paso del documento de denuncia a Ia sfntesis crftica de Ia sociedad y Ia imaginaci6n, no hubiera sido posible sin este hecho central, constitutivo, de la prosa borgiana".14

Ese lenguaje de la literatura latinoamericana del que Borges representarfa el momento fundacional, debera nombrar, penetrar, desmontar Ia nueva realidad urbana del continente. De allf el caracter doblemente crftico que le atribuye Fuentes. Poruna parte, el es fundadordel mundo latinoamericano en Ia medida que su nuevo lenguaje aporta Ia posibilidad inedita de nombrar el mundo propio con el lenguaje propio. Pero, por otra parte, dice Fuentes, "inventar un lenguaje es decir todo lo que Ia historia ha callado", es reconstruir Ia realidad y el pasado americano. La nueva combinatoria del discurso literario esta desprovista de Ia falsa majestad y solemnidad que caracteriz6la narrativa anterior pues, "uno de los rasgos notables de la creaci6n del verdadero lenguaje latinoamericano es el humor", lo que, de acuerdo con Fuentes, le pennite romper con "Ia ideologfa que oculta y falsifica Ia realidad americana".15

Ahara bien, esa caracterizaci6n del "nuevo" lenguaje literario · latinoamericano, corresponde punto por punto, en virtud de Ia excentricidad

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de Ia cultura contempor4nea a que antes hizo referencia, a las concepciones sobre ellenguaje literario modemo en los pafses centrales, el cual se deja describir con los mismos t~nninos. Esa coincidencia, sin embargo, no es casual, dice Fuentes, ya que Ia direcci6n seguida por Ia evoluci6n literaria latinoamericana represcnta "Ia unica posibilidad" de desarrollo de Ia cultura occidental y, por tanto, tambien de Ia cultura latinoamericana. Ese tnimetismo litcrario representa para Fuentes "Ia apertura que se impone a1 mundo cerrado de Ia tradici6n y el poder latinoamericanos".

La "aperturan se dcsarrolla·en dos direcciones: por una parte, "el escritor occidental s6lo puede ser central reconociendo que hoy es excentrico", y el escritor latinoatnericano, rcconociendo que Ia excentricidad es hoy central . en un tnundo sin cjcs culturales; proposici6n esta ultima que, no obstante todas las evidcncias en contra, Fuentes se abstuvo de argumentar.15•

Con clio se cictTa el cfrculo de Ia interprctaci6n de Ia "Nueva Novela" hispanoatnericana trazado por Fuentes. Su conclusi6n, g~~--r~aparecer~ en

' ---·----· . -- .-otr~~ interr>_!~~t'!~jor~cs. ~o.n __ argum_c_ntos mas_ o me nos sjmilarc~, c9nsis~e en -Ia afinnaci6n de Ia 1nodcn1idad 9.e Ia litcratura. del contincntc,_ s_ignif.icando co.~~~llo. fac.cfu·iparaci6n y asimilaci6n al discurso Iitcra•io "occ_idcntaJ" .. Lo - _.._._ _ .. ·- ~ ·- .. .. "' . . . . ... . .

.g_ue ___ s_!&ni~~a,. en otras palabras, la rcuni6n de ambas litcraturas bajo un mismo proyecto cstctico y una n1is1na concicncia artfstica fundamentada en i~~elJCSf3-Cafer1Cia-deccntro de I a sociedad y Ia cullura post-industrial yen ~~--~a.racter planetaria (con todo lo que ella im plica como dcscaractcrizaci6n de las culturas margina_liz~ct~s_y co1no p~rcepci6n idcol6gica de I(} situaci6n -~- -}.a · que-·· original_I!l~~tt; ___ pertcnecen Jqs _artistas y __ n·a~radqrcs

-~~~-~-~~-~!!~~~s~ d~_!__E~<!_Yecto cult~~! . g~~ __ e.~-~--~_9-~-~~-g~~ __ P!~E.i_~~-~ y que Fuentes asume con sorprcndcnte docilidad.

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El m~s dctallado intcnto de rcconstruir Ia evoluci6n scguida por Ia narrativa latinoamcricana hasta alcanzar esc pun to culminante a partir de Ia renovaci6n vanguardista de los ruios vcinte, fuc rcalizado por el uruguayo Emir Rodriguez Monegal.16 El hilo conductor de su ex amen lo propo~ciona el estudio de los progrcsos tccnicos en Ia escritura novelcsca · y el establecimiento de los cam bios en Ia concicncia artfstica y litcraria que esos

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progresos testimonian. Tambi~n en este caso se trata de un progreso que va en el sentido de la adquisici6n de una autoconciencia de Ia literatura como lenguaje y como fen6meno emincntemente lingiifstico.

La "Nueva Narrativa", de acuerdo con Monegal, no debe ser entendida como un fen6mcno artfstico inesperado o c;omo el producto de una intemacionalizaci6n rcpentina de las n1oden1as tecrucas de escritura por parte de los ere adores. ~lla rcpresenta mas bien, el punto cuhninante de una evoluci6n previsiblc que se irtici6 con Ia rcnovacion var1guardista de los anos veinte. A partir de ese momento, Ia escrintra novelesca se coloc6 en un camino de progrcsiva e1nancipaci6n, tanto rcspeclo a las tcmalicas tradicionales o locales, con1o respecto a las tecJucas y a Ia conciencia literaria en general heredadas de Ia tradici6n realista.

La insurgencia v4mguardista hab1ia deserr1pcnado entre nOS{ltros un papel analogo al que dcsen1penaron las vanguarilias europe as, en el senLido de etnancipar Ia cscritura de los canones n que la habfa reducido Ia estetica rcalista y naturalista para colocarla en una situaci6n auton6rr1ica respecto a las exigcncias de rcproducci6n de la realidad. En Europa, esta fonna de Ia concicncia litcraria modc1na se consolid6 con la obra de Mallanne, Valery, Joyce, Eliot, para lucgo cxtcnclcrse a los mas ii11portanres naiTadores europcos de Ia p1i1ncra mitad del presente siglo. En Latinoamerica, ese proccso habrfa sido pucsto en marcha por las vanguardias de los afios veinte, aunquc en condiciones mcnos favorablcs y abarcando un pcrfodomas largo, pcro con resultados entcramcnte anilogos.

Moncgal disLingue cuatro pron1ocioncs de cscritores en cuyas obras se v~m consolidando los logros, principalmcnte fonnales, que conduciran graduallncnte a Ia uNucva Narrativa". Este Q!·o~~~Q., bucno es dccirlo desde

.-•-w

ahara, ticne cotno __p_unlo cu1J11in~u1tc una novclfstica que, de acuerdo con - ~oncgaiJi_Y.-s~.r.~~~-n_~~nc-c-pto .de. la .. litcratura··-como. crcaci6-n ··aut6n~ma· y

·------·-- ·- ···· -· · -· ·-· ·-- ·- - ----- ----~-. -- - ---- .. - ...... __ _ - - ·- _.... . - - - .

.. co1no tnanipulaci6n dcllcnguaje. Lo que en elten·eno·de Ia crflica sc trad~ce. --... - ·- ·· -·-- ··----··---- ----·-· ·- ··-----·-----· ... - -· . .... ·-· ·- · -- - -· - ---·--- -· · · ,. _ .,. _ _ _ . - . . .

. ~n _l!_na ex·igencia_d~_rc!!~~aciq£l_r ac_~~al_i_!~~i6~~-q~~ -y_ay~_ ~-! ~~~uentro de~~~ conce~.-~~~-? cs, que lo asuma co1no fu~d~e_n_t9 --~~~- . p~~pio -~-s~u-~o

......._ ". - -·---·---.. ~ - · ----- .. --. .. -----· -· - -- ---- -'--·-- -'""" "' "... .. .... . ... .. ... .. .. . ... . . .

.cnt1co. La ptimcra protnoci6n de csctitores estatia intcgrada por Jorge Luis

Borges, Leopolda Marcchal, Alejo Carpentier, Miguel Angel Astu1ias y Agustfn Yanez, quicncs inlcian Ia renovaci6n de Ia visi6n del mundo amcricano mediante la crcaci6n o constituci6n de un lcnguaje literario apto

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para expresarlo. La concepci6n de Ia literaturd, es decir, del lengua~ litcrario con que trabajaron estos autores, ya no est4 circunscrito a las exigcncias de rcproducci6n de los datos irunediatos o locales a los que Ia tradici6n realista se consagrJba reduciendo de ese modo Ia visi6n de Ia rcalidad latinoamericana.J::9~ e~~-~it~T~s ~e _e~-~-~- f~e_._!!~~J!~~~~p~~~~-~1 . ~~~~~-~p~<~-~~-i~-~~-q~ _ ~a -~_al~d~_~_ pa~a _d~rle .<~~b~~~ a)a ~~_ns~6~ __ f!l!~i~a e iinaginativa,_lo_ que_penniti6 una rcpresentaci6n artistic a m4s rica _Y. com~~

j>lCJU ~, C~l- ~~ctiJ1ili V a, ~l~as· ~; ·Vl~f~~~(J(ii·a, qu-e la Q-UC ~ab{a-ii}sp'lrado lanarrativa tradicional. "Volcando su ntirada sobre esa lileratura mflica y de testimonio ~lpasi~n~ido, tanto Borg~s. Marechal co1no CarpenLicr, As£urias y Y Mlez intcntaron scnalar lo que csa realidad novelesca tenia de ret6rica o.bsoleta. AI 1nisrno 1icrnpo que la critican y Ia niegan, buscan otras salidas. No es casual que las obras de todos eUos esten fuertemente influfdas por las <:orricnt~s de vaJtguardia que en Europa pennilieron liquidar Ia herencia del naturalisnto ... Asf, el argentino J. L. Borges hizo explfcita Ia irifluencia de los expresionisLas alcn1anes y de Joyce durante su periodo fonnativo. Porsu parte, Carpentier, Asturias, Marechal, habrfan esc1ito sus obras sumergidos en las conccpciones anfsticas del v anguardismo europeo y, particulannente, del surrcalisn1o frances.

Estos autores dcscn1pcnaron el papcl de iniciadores de Ia madurez literaria del contincnte y fundadores de su lenguaje narrativo. La narrativa sali6 de sus lnanos utransfolmada hondamenle en su apariencia, pero tambien en su esencia, porque ellos son, sobre todo, renovadores de una visi6n y de una concepci6n del lenguaje ...

•L __ o~Jog~Q~ ~n -~! ~~9-~e cqn~~pi_r el !engu~je literario ~c~a~<?s porI~ prt_rncr.a prom~ion, fucron as~midos _ creaLivamente en el trabajo de Ia ~cg~!_l_~. El a porte de est a uiLim·a. sin crnb;trgo, no consisti6 -de acuerdo con

.___ ·- - -·

Mqn_~g~!.~ _ ~n Uf1_J11ayor enfiquecimiento delleng~aje n~rrativo, sino en una ex~!in~~_!lta~J-~n y ~~-~~~aci6n de Ia forma novelcsca. p_!!~-~P!~~~- ~n e!. l)i_~~J.~~!~- ~~~_ruc£u~_a~i6n ·del discurso narrativo Ia misma concepci6n mflica c i•naginativa ___ de la rcalida(f affie-ncaila que -Ta-pnmcra -piUnlOci6n de ~£iiio(e~-~~~-bQit)_~n -er.--~y~f~~e~- -~-~--~fC-~.Qy~c19~~cJ<:L Ie_l!i_~~~ Otro rasgo impo1tante para su caractcrizaci6n es la marcada influencia que reciben de otros escritorcs extranjcros, como Faulkner, Proust, Musil, entre otros. Aunque Monegal atcnua Ia i1nportancia de este aspecto indicando que, "no son las influcncias, reconocidas y adJnitidas por los novelistas mis.mos, lo que de fine me jor a este grupo, sino una concepci6n de Ia novel a que, porm4s

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ias que sea posible marcar entre cada uno, ofrece por lo menos un rasgo ~omun. Si Ia promoci6n anterior innov6 poco en Ia estructura exterior de Ia novel a y se conform6 con seguir los mol des m4s o mcnos tradicionales, las obras de esta segunda promoci6n se han caracterizado sobre todo por . utilizar Ia fonna novelesca como objeto de mayor cuidado natrativo".

En efecto, en las obras de esta segunda prom0ci6n se hace visible una mayor di versidad de influencia extrajera, am pliando las clcisicas referencias . que gravitaron sabre Ia anterior. De los narradores extranjeros contcmporaneos, habrfan tornado ante todo Ia pauta innovadora en el nivel fonnal y Ia relevancia expresiva de Ia estructura narrativa. Habrfan conservado, sin embargo, Ia atenci6n a las peculiaridades tru1to tematicas como fonnales provenicntes de su propio entomo cultural, lo que explicarfa la heterogeneidad y riqueza de su narrativa. Deese modo, Guimaraes Rosa, por ejemplo, se nutri6 de los "mon6logos epico-lfricos de los narradores orales del interior de Brasil"; Onetti, de su propio mundo rioplatense; lo ·mismo habna ocurrido con Emesto Sabato, mientras que Juan Rulfo habrla concentra9o su atenci6n en el propio proceso cultural y social mexicano; Lezan1a Lima se habrfa nutrido de la visi6n poetica elaborando "un relato costumbtista que es tam bien un tratado sobre el cielo y el infiemo", en tanto que Julio Cortazar habrfa hecho del humor una modalidad expresiva propia de altfsiino valor estetico.

El esquema de Monegal continua dclineando un arden acumulativo ~n. e..l _ ' '- ---- --· -----· -·- ........ -...... -.. --··--·-···-'- - .... .. ·- ······ -· -..... --··-- - ·· ·-· .. .. . - --····--... - - -- -····- - --~- · ·· -···-·· · .... ·- --. ...... .. .. .. ..... ··- . .. ----- . .... --- ..

q!le cad a promoci6n trabaja a partir de las conquista~ __ q_~J~~-p_f.ecedentes. Asf, ··1 a -ieicera-·promoci6n.e.viCiei1cia· \it-i"a .nl"~s-IdciCia-·c·oriciencia dcfsi.gni"fiCado de Ia estructura novelesca y una mayor scnsibilidad para el lenguaje "como ma~eria prima de lo narrativo". Esta tercera promoci6n enriquece ellenguaje nat :ativo poniendolo en relaciqn con otros Icnguajes artfsticos, comoeljazz, los ritmos afrocubanos y las estructuras cinematograficas.

Pettcnccen a esta tcrcera promoci6n Carlos Martfnez Moreno, Clarice Lispector, Jose Donoso, Carlos Fuentes, Gabriel Garcia Marquez, G. Cabrera lnfante, Mario Vargas Llosa.

En algunos autores, como en Donoso, dice Monegal, se nota una profundizaci6n en Ia tradici6n narrativa (particulannente en el costumbrismo) de sus pafses. Lo que lcs pcnnite tanto realizar el examen del espesor de sus propias sociedadcs, mas alia de Ia mirada convencional, como hacer aflorar las cstructuras mas Intimas que rigen Ia vida de sus culturas. Con ello, al mismo tiempo, ponen en marcha una narrativa

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. .

eminentemente crftica, caracterizada porIa inconfonnidad con las aparien-cias y Ia descalificaci6n de Ia visi6n convencionaJ del mundo. La obra de Donoso, por ejcanplo, "describe una rcalidad que tiene doble y hasta triple fondo", en tanto que Carlos Fuentes plan tea "alegorfas de un pafs muy suyo que poco tiene que vcr con Ia supcrficie del Mexico de Ia revoluci6n insti tucional izada".

En otros autorcs de csta gcncraci6n (G. Marquez, V. Llosa, Lispector, C. Infante) Monegal dcstaca Ia consolidaci6n de una visi6n "esttictamente Iucida del caracter ficticio de Ia narraci6n" y su naturaleza de construcci6n verbal abicrta1ncnte proclarnado.

La cuar1a promoci6n esta integrada por las mas recientes narradores del contincntc: M. Puig, S. Sarduy, Nestor Sanchez, Gustavo L.ainz; "lo que los une, es prccisamcntc esa concicncia agravada de que Ia textura intima de Ia narraci6n no est ani en cl tern a, ni en Ia construcci6n extema, ni siquiera en los mitos. Esta muy sin1ple•ncnte en ellcnguaje" ... La novela usa Ia palabra no para decir algo en particular, sino para transformar Ia realidad lingiiistica narrativa n1isn1a".

Con la cuarta pro1noci6n de narradores se alcanzarla finalmente Ia coincidcncia objctiva de Ia naturaleza mas intima de Ia literatura con Ia concicncia estctica de los narradores, lo que marca la plena madurez de Ia novclfstica del contincnte. En ese mon1ento, en efecto, Ia "Nueva Novela" latinoa~ncricana habrfa realizado el conccpto tnismo de Ia literatura desde que en ella cn1crge finalrncnte "ellcnguaje como vcrdadero protagonista". De acucrdo con Moncgal, "cl tcma subtcrranco y dccisivo de la novela latinoamcricana de hoy (cs) el lema del lenguaje como Iugar (espacio y ticm po) en que 'real mente' ocurre Ia novel a".

De allf que Ia actividad de los escritorcs s61o pueda ser descrita en tenninos de "un combatc (a tnucrtc) entre el narrador y su vetllculo", con1plcta Moncgal. Dcntro de csta conccpci6n, a Ia crftica no·Ie cabc otra funci.6n que la de escribir Ia cr6nica de ese "cotnbate", explicitar para el lector las evoluciones que discfian y cl espacio en que se mucve su protagonista: ellcnguaje.

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En una porci6n iinport~lnte de casos, las nuevas conccpciones de Ia litcratura laLinoarr1crictma ilieron origen a un estudio critico de las nuevas obras que se intcnt6 circunscribir a Ia indagaci6n de las irmovaciones lingUfsticas y formales, las cuales pasaron a ser consideradas como el fund~unenlo de Ia definici6n de Ia liLcratura del contincnte. \JRM~cto !_mp9_r_t~le ___ cl~ esa dcfinici6n consisli6 en destacar __ e~ _ ~ues~o~~-~-~n!Q . . impl!cilo, tanto de ·Ia rcaUdad laLinoruncricana como delleng~aje lite~aJ:i9 . -rutlcrl'or ;-(}u.e -se c.ont-cili·a eulas nuevas obras. Esa funci6n en tic~ .~nmanente, ~r~~~;14~~~-ci .. ~f_ii!y~~i~~~-i~s_ i~oya<;ion(!s d~ estructura y Qe l~ngu~je, 4~~-~-a directrunente de un lipo qc_ con~cpci6n de la _li_leratura __ _como reali~ad" Jiog~fsti~a -~naloga a las expuestas por Fuentes y Monegal. ~uJematizaci6~ explfciq.l_ cooi6 por cucnta del CiiLico Fernando Ainsa.17

r-· ·-- - · - - . . .

Ainsa dcstac6 el caracter crftico propio de Ia creaci6n literaria a partir de las tesis de Michel 13utor acerca de la convenicncia de "elitninar algunas barreras entre novel a y critica, partiendo de Ia base de que toda invenci6n es una crftica de los rrtodelos que inspiraron otras invenciones previas y una crftica de la rcalidad ala que aparecen referidas".18

En el caso cspccffico de la nueva producci6n literaria latinoamericana, continua Ainsa, cs cvidcnte que esla intcrnlnlpi6 el funcionamicnto de los elementos rr1~~s conociuos de la novel a tradicional. Loque signific6el acceso a la concicncia de Ia autono1nfa de lo liLcrario. frente a las exigencias de reproducci6n y fidclidad respecto a la realidad. Esta situaci6n en que se coloc6la narraLiva, dice, represent a "una visi6n 'crfLica' tacita o expresa de lo que esas novclas rcpresentaban", Ia cual se realiza a traves de Ia suspcnsi6n de los elementos mas caracterfsLicos de Ia novela realista.

El dcsatTollo de Ia narrativa latinoamericana, entendido como un proceso de autocuestionanlicnto crftico inmanente, estarfa regido por un impulso que Ia lleva a inscribirse en una "estetica universal'', y que Ia obliga a cucstionar "las tccnicas y las fonnas, Ia escritura misma, a instaurar en el centro de la creaci6n novelesca la crftica de esa misma creaci6n".

La inscripci6n de la narrativa continental en esa "estetica universal", en . Ia medida que cristaliz6 conscientemente en el proyecto narrativo de los creadores, habrfa provocado una conmoci6n en el sistema literario latinoamericano y afcctado especfticamcnte a Ia crftica literaria, visto que su primera consccucncia consisti6 en haber dado origen a una pmctica crflica que era, de hecho, la prolongaci6n y explicitaci6n del principio critico irunanente de las obras: "El proceso de integraci6n y creaci6n de un mundo

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novelesco aut(HlOino, ha supuesto en los ultin1os afios ahondar en esa visi6n ·• 'crflica' que Ia propia invencion conlleva. Las direcciones son varias y los nivclcs estan cntrccruzados, los temas son ineditos o aparecen rcdcscubicrtos con un sesgo de aproxitnacion espccffica o novedosa. Y a estc proccso crftico de la invenci6n ha e1npczado -tam bien- a corresponder una nueva crftica,19, representada por autores como Juan Loveluck, Carlos f-;ucntcs, Ernir Rodrfguez Monegal, Alejo Carpentier, Julio Ortega, exprcsan1enre citados por Ainsa.

Las intcrpreLaciones de las obras lilcrarias realizadas desde las nuevas perspectivas te6ricas, parecfan encontrar en la poesfa un terreno mas adecuado para la fundamentaci6n de este modo de interpretar Ia funci6n crftica. En efecto, si como sefial6 Ainsa, el caracter crftico de Ia literatura esta impl.fcito en Ia naturaleza misma de toda invenci6n, es decir, en la suphmtaci6n y transfonnaci6n de los modelos que inspiraron las invcnciones prcvias, entonces desde el punto de vista de las nu~vas concepciones sabre la litcratura latinoameiicana que el mismo asume, el modclo a cuestionar no era otro que un detenninado uso y conciencia del lenguaje literario.

....

Esta es Ia tesis que desarroll6 el venezolano Guillenno Sucre en su libro de 1975, La 1nascara, Ia transparencia,20 y en su ensayo "La nueva crftica", recogido en el ya citado Atnerica Latina en su literatura. El plantca&niento de Guillermo Sucre es un intento de fundamentar ese modo de concebir Ia tare a y funci6n de Ia crftica, paniendo de una interpretaci6n global del desarrollo de la poesfa hispanoamericana desde Ia etapa n1odernista.

El punta de part ida de esa interpretaci6n es Ia ya conocida concepci6n de la literatura como creaci6n que se realiza en y por ellenguaje. A partir del mode.rnisno, dice Sucre, la poesfa latinoamericana entra en una fase de auloconsciencia de su propia naturaleza como creaci6n verbal y de su susLancia lingufstica con lo que abandona el modelo denotativo y expresionista instaurado por cl romanticismo y prolongado porIa narrativa realista y naturalista durante Ia primera mitad del presente siglo: "Ia liLeraturaes, finalmente, una creaci6n, un 'suc~de.rimaginario' cuya validez ----.-... -----... . ____ .. _ no reside en una supucsta correspondencia con lo real sino en Ia palabra 1nis1n a". 21

Est a concepcion de Ia litcratura crisLalizara en primer Iugar en Ia p0esia modernlsta hispanoatncricana, con la cual ellenguaje poctico se despoja de

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~n-lc16n referencial. Es el momento en que Ia poesfa hispanoamericana valcanza Ia conciencia de que el mundo no s6lo es "realidad", sino tambi~n

experiencia, "y Ia experiencia del poeta es sobre todo verbal". 0 tambi~n. como continua diciendo Sucre haciendo uso de un lenguaje fenomenol6gico: "en ultitna instancia, Ia realidad en que participamos reside en Ia mirada, en ellenguaje. El verdadero rcalismo o, quiz4s el Unico posible, es el de Ia imaginaci6n. Y el primer poder de esta, en literatura e5, sabemos, verbal".22

La entrada en vigencia de esta conciencia de Ia literatura como acontecimiento verbal o imaginativo que pasa a actuar como poetica objetiva a partir del modemismo, representa el momento de Ia sustituci6n crftica del modelo de lenguaje y de la conciencia literaria anterior. El momenta tambien en que Ia poesfa asume conscientemente su funci6n crftica iillllanente, la cual se ejerce en una doble direcci6n. Por una parte, si la nueva fase representa la ruptura con el modelo lingiifstico denotativo, por otra parte, "no conduce como podrfa creerse, a Ia confianza total (en el lenguaje) por parte del escritor. AI contrario, este comienza su obra interrogandolo, reflcxionando sabre su poder o su eficacia. Por un lado, qui ere llevar ellenguaje a su maxima posibilidad expresiva; porel otro, tiene conciencia no s6lo de Ia maxima in1posibilidad de lograrlo, sino tam bien del equfvoco que encierra la expresividad misma".23

Este segundo aspecto introduce una concepci6n mas compleja del caract.er crftico de la literatura como indagaci6n y cuestionamiento del lenguaje, una vez que Ia realidad misma, segun ha dicho Sucre, se disuelve en ellenguaje o la mirada. La crftica de Ia realidad no tiene otra via ni otra posibilidad de ejercerse que Ia crftica del lenguaje. De alli que toda transgresi6n de las formas expresivas ya experimentadas, que toda innovaci6n fonnal, represente, en el sentido mas profundo del termino, una crftica de Ia realidad fenomenol6gicamente concebida y que todo acoso del lenguaje se traduzca inmediatamente en un acoso del mundo. De alli tam bien, agrega Sucre, que "Ia literatura modema", o lomas vivo de ella, es anti-literatura, pero en Ia medida que quiere transgredir toda literatura".24

Trasladada a la producci6n literaria latinoamericana, esta concepci6n general de la literatura busca interpretarla a partir de Ia moderna conciencia estetica occidental, en los mismos tenninos en que ya lo propusieron, como vin1os, Fuentes y Monegal. Yes a partir de esa concicncia artistic a y literaria que, de acuerdo con Sucre, la ciitica latinoamericana debe pensar Ia

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producci6n literaria del continente. . Esa vinculaci6n de Ia crftica literaria con Ia conciencia artfstica

occidental mode rna, ticne para Sucre un car~cter organico y necesario. En efecto, como para Ainsa,. tambicn para el crftica y literatura comparten o responden a una mis1na naturaleza. Si para el primcro el punto de contacto entre una y otra lo proporciona el caracter crfticamente "inventivo" de a1nbas produccioncs, para Sucre esc vinculo proviene de Ia preminencia de Ia concicncia lingiifstica bajo la cual se colocan tanto Ia creaci6n literaria como el conocimiento crftico. Yes este punto de vista el que, mas all a de Ia diversidad de objetivos, caracteriza tambit~n a Ia "Nueva Crftica" literaria latinoamericana. En efecto, "la visi6n de Ia literatura como un mundo aut6nomo, con sus propias leycs y estructuras, de Ia obra como sfmbolo y encan1aci6n imaginaria de lo real, es lo que ha dado un nuevo tono a Ia crftica latinoamericana",25 dice Sucre.

S6lo Ia crftica asf definida esta en condiciones de cumplir con Ia _~~

. .Iu.n.dador~ _de l_~ __ propi;;t _ l~ter_~~~r~ q~~ _ le atribuy6 Octavia Paz; es <J.ecir, .hacer explfcito el sistema de rclaciones que pennite el dialogq _c_~e~tjvo entre - ·----·------. ~-~ - - - ' - . . -...... ·-·. . ~· ·- - - -

J-~~--~bxa~. ~Q. "f~~dado" c~incide _aq~f con u_~~ "n~eva" vi~i6n de Ia realidad ~-~~-~~~p~da de las fijaciones y cosificaciones a que Ia reduce ellenguaje no sometido a crftica, esto_ es: una realidad que se "inventa", recrea y amplfa --- -· ··---- . ----- ·- - -·-· ... . -· ··- - -

'!_Jr.~ry¢.~ __ 9e. _Ia (:~t:a~~qn_ l~t_e~~r~a_. Por eso, puntualiza Sucre, cuando Paz negaba la existencia de una crftica Iiteraria en nuestro continente, lo que hac{a era llan1ar la atenci6n hacia esa lucidcz autoconsciente que Ia crftica debe compartir con Ia litcratura. No existfa crftica, dice, porque, lo que pasaba portal era un discurso dependiente de una concepci6n de Ia literatura enteramente divorciada de la literatura en sentido modemo y actual a Ia que ya pertenecfa Ia nueva producci6n narrativa.

Este es el terreno comun que pennite identificar, en opini6n de Sucre, Ia emergencia de las nuevas tendencias de Ia cntica literaria latinoamericana. Sin embargo, aquella conciencia no representa un hallazgo nuevo o sorpresivo, sino que ya se encontraba presente "al comienzo de nuestra literatura modcma" y, entre sus representantes m~s destacados se encuentra Alfonso Reyes y Jorge Luis Borges, quienes "pusieron de relieve Ia imaginaci6n de Ia obra y, por lo tanto, de Ia crltica misma". Sobre ese mismo principia, agrega, se sustentan aquellas tendencias de Ia crltica sociol6gica que no estan interesadas s6lo en establecer sim pies relaciones causales entre las obras y el contexto social, sino que tambi~n perciben esas conexiones

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lnncguhlt~s ruauo uu uspl~clo de lu ilulHlllt'Ut:iu de la ohra. l.>csdc cslt: punto de vista. In l~rftica socioll)gicu noes "silupll~lllt'utc •coauproanctidu •. sino que nspira u dcsl:ubrir ct'unu dcutl'u <.lc In ohna sc vu tlcsarrulluntJu unu conl'cpriou dc:lulUI\do y Ia cou~icnciu de uun socil~dad ... ~·Pur cllu aulsrut,, dice. csa crttica lt~ndrfa qtH~ inSl'l'harSl' th:ulro dl! urul soriolu!!Cu de ln culluru cotuo la propuesta por 14uk4ics y ( juldalHtnu.

Pur otra parte, l~l postulado de Ia lluu:utcur ia de Ia uhra tuauhi~nlu hub! an l~ \ ~ '''I ) ~' 1 t i tl { ) 1 ' ' c 1 · f t i l: ~ l 1 ' ' ' i ~ tl is t i c ~' y c s l i 1 f s l i c 1\ • c ll y l) Jlll: a· i t u c t l 11 s i s t i t) c 11 ' •Ja t a he r cxploLndo con scutidu est~tico Ia uaturall·la lint•.tlfstit:u de Ia uhru" y cuyo lt·xtu represe ut~Hivtl l'S el cl~\sico cstudio d~~ Auuulo Aluuso,t•ucsiu y t'slllu dt· Pablo Ntruda. l )L'Utro de l:Sa auisuua conct'pl~ i(\n lichen colocnrse latuhit'n las Ul4)~~ rcrientcs tendeucins de lu rrft1ra cstaucturnlistn. Y. f1<)f

(\ltitHo. Ia rl•rt i ~· nte que Sul'al~ deuoaHiua ''rrfticu tic las graudcs ront·spol\denL·ias". Ia cual sc proponc cstnhleccr currclarioucs de siguificaci(:,u t'lltre la ohr.t y coutexlos culturales •u~\s tU1\plius. otrt)s tcxtus, otras culluras y tr~lt. tiL·ioues artfsticas y cuyu uu)s singular rcprcst·utantc scrfu ( )c t a v i o Pal.. . ·;~ , . . ~" , . . ., , \ . . l . • . • . • •· •. 1·) • . . J •• , • • • ..

(~on clio sc cicrra l~l cfrculo de lo que podrfaauos lhuu~'r dl~ ''pnn­inuHutcnLisnto" en Ia <;rflica hispauoan1cricann. cl cual. conao henuls visto, intent6 ccuucionar bajo un anisruo prinripiu -cl de lu naturnlczn lingOfstit'U de la literatura- las rn t\s helerogl~ncas ~orrientcs cst0tico·~ lill~ rnt·ias.

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3. FUNCJ6N IOEOt6GJ(;A Y CRISIS EJ,IS1~MOL6GJCA

EN LA CRll.I(~A Ll'fERARIA IJISI, ANOAMERJCANA

El aspecto mas rclcvante de las transfonnaciones cxperimentadas porIa crftica literaria hispanoamericana durante el perfodo que estamos estudiando, consisti6 en Ia diversificaci6n de los enfoques y altemativas en el ahordaje de las obras y en una clara polarizaci6n de las concepciones acerca de Ia literatura, vinculadas a las propuestas crfticas dominantes. En efccto, las transformaciones, en u~rminos generales, respondieron a una doble Jnolivaci(,n. Si bien, por una pane, Ia divcrsificaci6n de la~ corrientes cnlicas encontr6 un fundarncnto en la heterogencidad de concepciones sobrc Ia literatura, por otra parte, tam bien respondi6 a divergencias acerca de Ia fonrta de cotnprcnder y resolver los problemas generales de Ia propia criLica literaria: su naturalcza, su funci6n, la fundamentaci6n de su-., procedimientos interprcLativos, etc.

Arr1bos aspectos, sin duda, son concomitantes y se implican mu­tuamentc: ellos reprcscntan, por asf dccirlo, las dos caras de Ia transforma­ci6n de Ia crftica. Sin embargo, queremos scfialar que, distintamente a los caminos que sigui6 esa transfom1aci6n en el Brasil, donde los discursos ace rca de los problc1nas de Ia critica nose disociaron de mancra significaliva de las cueslioncs cspecHicas que planlcaba Ia interprctaci6n de las obras y : el cstudio de Ia evoluci6n literaria, en 1-lispanoamcrica se asiste a lo que 1 podrfamos denominar Ia hip6stasis de los problemas de Ia crfLica por ellos j ,

mistnos. Lo que dcten1lin6una clara tendencia a separarla discusi6n de los probleinas de la crftica de Ia del estudio de Ia literatura como preocupaciones difcrenc.iadas. Nose trat6, por cierto, de que el estudio de Ia literatura no hay a sidocl objcLivo ulLin1o de esas prcocupaciones; sino mas bien del hecho de que Ia rcflcxi6n metaciitica en cste caso, adquiri6 un caracter mucho mas pronunciado que tcndi6 a transformar los problemas paniculares de Ia crftica literaria en un campo aut6nomo de investigaciones. En efecto, micntras que en BrasilIa rcnovaci6n crflica se proces6 a traves de propuestas interpretativas de Ia propia tradici6n litcraria y su centro, por as{ decirlo, nunca dej6 de ser el esLudio de las obras y de los perfodos -como lo atestiguan 1as obras de Afranio Coutinho, Antonio Candido, Nelson Wcrneck Sodrc, en el campo historiografico, otra vcz Antonio Candido leyend<) Me1norias de un sargento de 111ilicias, o incluso, las relecturas de .

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~uzandrade y Kilkerry realizadas por Haroldo y Augusto de Campos-, en · Hispanoam~rica una gran parte de los autores tendi6 a concentrarse en Ia discusi6n de los problemas metacrflicos co1no un ~ampo aut6nomo cuyo esclarecimiento se consider6una condici6n previa y una actividad distinta a su propio ejercicio.

Esa diferencia penni.te caracterizar cl camino que sigui6 . Ia .transfonnaci6n de la disciplina en Hispanoamerica a traves del cual se distanci6 de las preocupaciones fundamentales de su propia tradici6n. De hecho, las divergencias te6ricas entre las conientes de Ia crftica hispanoamericana de este perfodo no consisten en respuestas desencontradas a problemas de orden hist6rico-literarios, por ejemplo, o en lecturas no coincidentes de un perfodo o autores de Ia literaria hispanoan1ericana en los que se hagan presentes enfoques y puntas de vista te6ricos divergentes. M-as bien habrfa que buscarlas en los meandros del discurso metacrftico, tan sobredimensionado en esta parte del continente. Ese discurso no dej6 de enfatizar Ia relaci6n entre Ia crisis de Ia crftica y Ia nueva nan·ativa. Pcro, lo que mas enfaticamente se destac6 en ese vinculo fue el impacto de la renovaci6n narrativa sabre la conciencia critica, en el senti do de hacer patente su inactualidad. Qui ere decir, que Ia emergencia de ... Ia nueva producci6n narrativa fue interpretada en todos los casos como desencadenante de Ia conciencia de Ia situaci6n de crisis en que ingres6la crftica hispanoamericana, de Ia urgencia de las tareas de reconstrucci6n de Ia disciplina y Ia renovaci6n de sus principios, que Ia sola existencia de tales obras imponfa a los crfticos. Esa actitud es indicativa de Ia direcci6n que adopt6la reflexi6n sabre Ia crftica en el senti do de Ia autonomizaci6n de sus problemas.

Colocandose en ese punto de vista, Desiderio Saavedra17 fonnul6 una explicaci6n.de Ia situaci6n de Ia crftica literaria hispanoamericana, segun I a cual, Ia crisis se originaba en Ia incongruencia o el dcsfase que se prod~jo entre, por una parte, cl nivcl de Ia conciencia estctica observable en las nuevas obras, las cuales evidenciaban Ia adopci6n de nuevos procedimientos artfsticos y de rcnovados critcrios de aprchcnsi6n est~tica de Ia realidad y, por otra parte, los criterios axiol6gicos y lo que podemos dcnominar· Ia ontologia con que hasta entonces habfa operado la crftica hispanoamericana. El hccho de que esos criterios reprcsentaban en verdad respuestas a otras circunstancias socio-culturalcs y a otros panimetros de .~- roducci6n literaria, comprometfa Ia capacidad de esa crftica para

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.,

comprender y explicar el sentido de las nuevas obras asf como su significaci6n en el renovado espacio social y cultural hispanoamericano de Ia scgunda mitad del siglo. En el momento en que se produce ese desencuentro entre Ia crftica y las obras, dice Saavedra, "se abre un perfodo de crisis en el desarrollo de una literatura". Esa crisis afectaba basicamente Ia propia concepci6n de Ia Iiteratura, que se mostraba incongruente con Ia ontologfa que manejaba implfcitamente Ia crftica. A esa incongruencia intcntaron responder las distintas tcndcncias en que se desdobl6 Ia crftica hispru1oamericana. Entre esas respuestas se cuentan las que examinamos en Ia secci6n anterior; en Ia prescnte secci6n nos detendremos en algunos auto res que propusicron Ia supcraci6n de la crisis porIa vja de Ia elaboraci6!! .de un concepto d.Ua litcratura CJ!Sl_q~e s~ . .P-fivilegiaron lqsJa~tQI~~ ideol6gi co~.Qu.e_de_te_IJD.jna.n.Ja_e v ol u.£i6~_!!!~.r~_ria:.

_Esos en(Qgt}_es~st~DJ_ejo_s_d~ corng~fl_~!~!)fu!~!l.~f!l~n!~ ~~sri.Je.rj~, tanto en lo que sc refiere al concepto m ismo de Ia litcratura que buscaron formular, como en lo que respccta a los fundamentos te6ricos y n1ctodol6gicos en los que Ia propia cntica debfa basarse. ~ca~-~-lm~ __ not'!bl~PUfllJU!~-~_QptactQ ~re ~llos_~l_o pueda_~st~htcce~~~--n~gatiyamenle!. _E~sto __ es:_.~rtJ?..~~ --~-J~s _ r~s~IYas __ y _repar:.o~- - t~t?.fi~o~---~-- !ge_ologj_cQ~- - _gl!~ .. mc~~f.Q.Q . a_J~ .... concepci6n_ inil_lan~nti~t-~ __ y _fQ~_ali_st_~ _c!~ !~ .t!~~ra~ur~=-Lo que no elimin6, como dijimos en otro Iugar, los sincretismo y los puntos de contacto, sobre todo en lo que respecta a las cucstioncs metodol6gicas, entre am bas concepciones criticas.

Por otra parte, ~la.YCJ1ic_o_d~_@~t~ __ r1_V.~-~ -~S.Q~~Q~.~-~~ru1~ comp_C!_f!.e ~il ~--~~g?J'!ClO_n___!J~_ ~_!}__f~a~ac_ter general ~e_J_~-l~~erat!:lr~. en . .Y!rtl!ci.Jl~l ~JI~ ~e e_!}[9.tiz.a . .s.u_yJncu.l~~i6n con l'!~Jq~_<?]og(~.Y-1-.~Q_g~_I}~~~-L~on los mOOos .. d~

-·- · ~ ~·-- ~-·----- ·-- ·-·

Ia conciencia social. ScgliQS_s.t.e _ _p_unto de vista,j~it_c.rat\lra rcQre:s_~D.Ja.J!O~ .,..._._.-~__.- .. - ·----·--- --··---~ ---.... ...... .. ... .. _ .. ___ ___ ~!~~Q!!_parti_~ular de las __ con~~..Q~ion~s__Q~l m~u.o.d.o Jl.U~_clabQ!-~ t~-

Qiv~r.s~~-G_lases y__ s~~torcs so~ia!cs . . h~.£rft!ca litcraria_!_~_~_gun est~QP-uest.a.,

~~~ Ia ful}c!Q~l __ g~ . .h.~~~~-~X._P_~f~~~~-=-~-~ -~~sc -~-~~f._ur~-9~ -~og~_osc~!iv~~_Q!OPtQ~ g_yisi6D-del.my_ngq_Q_ ~~_j_q~q!Qgfa _gu~ -~-~!-~C~f.~Lcn:!am_cnte _!;!~O~r~ _y _ _t:~_a__Q~~~C! __ ~~~ - . rcl~c~~~~-~ -~ill!~- ~-q~e:~!as _j.dcglQ_gfa_~ _ _y_ja~-- e~l~-~~r~ )laJJ~~t v ~ .. d.~ __ ta~_ Jll_! ~!11 -~.§.

_,&!QID_ai)_Q_Q__t~p_rpp'=!~~~a _d~~~a-y~dJ'!.!Jo illJe se cncontrarfa [email protected] d~ Ia cri~i~_que. __ '![~-~-HtJ.LeYQJu~lQ!! __ .9e 1Ja litcraturn_hispa.o..o..ameri~~a ~~

ju~.~_!lt~, ~~-- 4~scnc~~ntro_cntreJ_~QnGCR~iQn del m_un@. de las c!~e~~ ascen~~ g~~~~~_x..Q!~~-~~.!!.!~s _Ql)r_~~-g~J~ nucv a narratiya_y.las_conc_~iQI!~~ acerca de Ia lit~r~t~~fASll:!~ ~I!~El~~~jado Ia ct1~ic_~!~r~naJ:rispanoamericana. _________ ., .. - -.. - · - . ·- · -- - - ·-. .._..---- .

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J-~~-~-u~ll~s son d~~ ,~n~i~nt~s. en lf!!e_as g~n~~ll~s. d~ l~l_cosm_~yi~i~-~ los - -- -- ... -·- - ... _ ... _ . .. -~~ct lres olh1 ~\• uicos lrJdicionalistas .

....._ --- - ·- ·- .::..C.- - - - - - - -- --- ---- .... -- -

En el~l:to. d~sdc esta pcrsr~!~tiva la crisis t"n cl desarn>llo del sisten1a lit ~\rio llispano~Ultcril:~ulo sc cnconu:ui~l Jsociall~l. por u11a pane, a tr.tns­fonlla~ion~s ~n la ~unfunnal~i{ul y funcion~unicnlo d~ las clascs sociales, y p<)r )lt:l, a l~l agudizacit')n d\! tts dislorsioncs d~l dcs~urollo econ6anico y .: K:ial ~l p,ulir de los ~u1os sc~nla. De alli lJlh! lo qu\! <A:urre tanto en Ia lil('t:Uut~\ ~l)lll ) l"n la ~aiti~a no s~a sino una n1anifcstaci6n de esos conflictos t"ll lJ \.'On 'itlont'ia 1c las ~lasl!s nlcdias y d~ Ius sc~loa~s intcl\!ctuales, como vi v lone ia "klo Lt l' Iis is y ~Lllllu hlisqu~tl~l de 1\!Sput!Sl~L'i.

J?t~ ~h .. ·u" .. n.!~OI!_ es~~5_p_r~1~!~-~l~ ~l:lL\! iu11~a:~~-~va Ia fom1ulaci6n de una ""' - -· .. --- -----·

tCt)rf~l coh~a~nt\.lo y cs•)Ccifi~a de la lit~t~~~l:l'~' lusp~ultlllne•i~'u"' que sea cal1az - - -- - - - --- -- - t _ __ __ --- - ---- -··- - - --· - - -- ~- -~-- -------- _ __.....-_ ______ ·-

!_~~!~~~-~ -~ _tra~l_ucir _i_3_S~!~aci6t! ~~~!~~~onc~~a a J~ 9~!~- -·~-~~nde ~L~~arrollo _Q~-~~ ~it~r:tl~!!~'--~-9~l)~ __ q~_ QfQ1)0l'l:i9ll~l_!_':_l~l __ fun~~~ll_~_n~O_lCQ~ico -~ _Ia _5_rltica .litl!r:1ri~l t~nt~ntliJa cun1o un dis~urso en cl que s\! asun1cn conscictltemenle ------- ____ .... _. - - -- -- - - - .... .. ... _ .. _ - ·- _ .. ___ ____ ~ .. - - .. .. .. - - ..... - -- -- -----------~ -------lJ$ _con~~~~!·-~~~ci;~~- --~c-")ticL)-id~ull~gh:as d\! tti~ha tc<lrfa ap~if~~~-U~ -- - -. .. - -... .. - ... - - - .. - - ... .. - - - .. -- ----inl~_rp_rc~aci~l~ - ~~- --~~s __ ~?b_ras. En ~ullLl)l"ttancia Cl)ll cll{l, Ia c•ilica lilcrJria ~~~ber.l funda~~H!nt~~~~~-·!_~~~~·l~on~~~~~~!~_~c _la I it~r~Jyr;t ~QI!lO ~~P-n;~i.oo_@ _prl.~eso_s _ t-d~ol~~gj~ !~_cu_ los qu~ s~ ~l;too~~· -u~a ~9nccpc~9~~-~~l~~~-i•!~~~! de la rcalidad.

En csa tnisnl3 direccion se colocaron los trab~tj<.ls <1cl crftico colombiano ~il_~-_lQ~J~jq~!~!l, qui~n ha sido profundan1cnte intlucnl:iado p<lr lilS teorfas de 13 cst~Li~a d~ Ia rcce~i6n. cuyos prinl:ipios ha tratado de u-asladar al debate en ton1o l Ia caisis de Ia critica litcr~uia e11 An1~rica Latina .. Sus pYntos de vis!a ~_prcscnt~Ul .Y!LllllCillO l)Qr lie~~!_~ sus ullilllas £Q!lS_~CUCilCias Ia COI!~~i6n de la lit~r.llur:l contt) fcn6nlcno entl~l""alnentc reductible a las - -- -- - - ~ -- .. --- --- ------ __________ ..........- -- ....

id~ol~[;ls <.1~ c ~~~s~ ___ y _ _[orm.ula_r __ ~na tcQ~fa ___ d~-- ~~~ ct}ti_ca litcnlria en - - - ...

~l_!f~l f1l}J~1J~l <;.Qf\J!S.C_ ~-~~ l~~~S-~). 21

As f. JX)r cj~n1plo. en su <)piruon, las conccpciont:s ace rca de Ia litcrdtUr.l ct 1110 fcn()nlc.:no constitutivanlcnlc id\!ol6gico en l~ts que. sin crnoorgo. se acog~n Jl(.X.'ioncs Ct)O\O ''cstructura nan-ativa ... y ot~ts sin1ilures. resultan inconsccucnl~s pues. d\! hecho. tales nol'·ioncs se etlCUCiltran

con1pron1ctidas con una cont:epci6n cscncialisla de Ia literatura que . es contradicto1ia con su dcliiuci6n cruno fcn61neno fundaJlltntalmente id~ol6gi~o. Esc prcdon1inio de los corucrudos idL~l6gicos en Ia literJtura. a su vez. es entcrjfllcnte aplicablc a Ia dclinici6n de Ia clitica literaria y al establccinl icnlo de su funci6n y de su objeto, Este punto de vista pennite. en

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I .. 'ti ~ su opini6n, explicar Ia situaci6n de crisis que afecta a la disciplina · ~\ "-~ continent e.

La dcfinicil)n de la crftica literaria que prop(lnc Rinc6n privilegia Ia funci6n idl!ologica que la n1is1na ha dcscn1pcnado dcsdc sus orlgcnes, y ha intent ado corroborar su pun to de vista en sus estudios sobre Ia fonnaci6n de la crftjca hispanoatnc1icaua durante cl rotnanticis1no. Segun_f_~f!~l-~Y-~ .d~ csos cstudios cl c.aracter iJcol6oiru de Ia crftica litcraria nosee un doble

---- -- -·- - ·· _.J__ - ... • - .. - · - - - _ .. _ ----~ - .. __ ·-- ... - - - .. - ·- ·- -- . - ··- . __ .. _r, __ -. ----·· - --· . .. ... .. . ... - -scnti.do. l)or una narte, Ia ideolo(rfa de Ia crftica es considerada con s~o ----- - _____ .__. -- ---... -· _..,.___r_~-· ---- . --k!._ .. _ _ .. - .. -- --·---- ·---- . --··---· -····--------- ·--

£5~~~-~5l· ·-- ~-~~1~~>----~-~- -~!~-~~-C?_ s!~. ~~-- -- ~!!~<;!_Q_~-~ ---q~-~-·-- -~e~~~~"Q __ Qur.;mtc.. -~! ro!_I~-~!1.}_~~~~~~!~_9, -~u~n~_Q_i!~J~_Q -~-Q~_q ~Pr<:>Y.~~dqf~- d~ _l_a_J~QOC.it;D~J~- ~~!¢!i~~ d~ -- .

_!;!_~!-~!-~~--~-(_>.~~-~~! ~~--~~~~!1~~~: - -~-~- ~~fg!-!_e_~fa --~~QQ11~9or~~- J;n_ g~n~r.~!, .JXXJ~mos _ <J~t~~-q~~- }t~ f~!lc ·~gn_ iq_~q16gi~a ~n - ~e~~Ji{)_Q_ pq_~~-tiy_q _ se __ e~~a~~~ce _ ~u~nc;to 1'! crftica se hall a al scrvicio de una clase o sector social en fase ascendcnte. ··--·-- ... ·-· - ···- -. -~- -· - ~ -·· · ·· · .. . .... ... -· ·· · · ·--· ·---··· · - ..... ... .. _ .. . , .. . -··· - ... ·· - - . .. --Pcro, por otra parte, Ia funci6n idcol6g~-~-~ . P9.~~~ .t~mP.t~n __ un __ sent_idQ ~!:llil~_CrltC nCgiti~~: Csp~CfoC~\!~·~~te eSto_ocl:lrre cuandQ, desconociend~ su ~)rig~~-l~J~a [tJn<;i9.~ i~ic9~6_gi_c_~, _ s~ concibe a sf n1is1na co~_Q_l:ll}~ _aGtiyidaq .. . --- ..... -· · -· ...... - .. .. . ___ .... - . ... - -·· .

-~~LQQ.Qm;t \J~s~i!Hl~l~ _a d<;_scn~p~~_ar __ qp·~~- J~~~-~~9-~~s COil!_O~ __ pqr_ ~je~plo, las . P~~~pi~m~~t~ _ cog~~(~~~ili_v _~s..: En ninguno de los dos casas deja de ser una activillad escncialn1ente idcol6gica; pcro en el segundo lo es doblemente, por asf dccirlo, ya que no s6lo estarfa desconocicndo su propia naturaleza sino que adcmas, por clio mis1no, se convierte en instrumento ciego de fuer1.as sociales reaccionarias.

En cstc scntido, las "luchas litcrarias", de las que el cntico, de acuerdo con Rinc6n, es cl "cstratega", no poseen ningun otro car4cter que el ser luchas idcol6gicas cuyos verdaderos sujetos son las clases sociales en pugna. En efecto, mientras la situaci6n de la c1itica en el sistema literario romantico rcspondio cxplfcitamcnte a su funci6n ideol6gica de proveedora de Ia conciencia estctica de Ia burguesfa expo11adora y se coloc6j, por ello mismo, al lado del proceso fonnativo de los estados nacionales latinoamelicanos, debe _considerarsc su funci6n positivamente; y eso· significa, de acuerdo con 'f{inc6n, que su cjcrcicio n1ostraba inmcdiatamente el scr en sf de Ia crftica, sin n1edjacioncs distorsionantes. Estas ultimas surgiran a pa11ir del mon1ento en que, como consecuencia del ulterior ~~~rro!fO Y~~~lcj!~aCi60deJ __ cii<:~~to Ee J?rod~~Y_fQme~ll\l!.?:aif6~ Ji~!.~Eia, se rompa l~.Q~~g~n~rj~--~QIT~t~f-~Q~--~~!~~.~.!.J~~QI,_la .. obra.y.cl.autor. ..... _______ ··---- ....... -..

_y __ sc. __ auto~)9_~~cc Ia segu~g~- .9.~--~llas __ al.mi~mg __ p_~.mpQ. _Qu.e __ s_e _ _encubra .. el ... ...... ·--- ...... ··- .....

terccro bajo el cumulo idcol6gico d~l ~.~:~.t~~~~~~ador. La aparente "auton- · . .. . . ... .. ...__ .... ___ __ _ , ··-.. . ~ ' ... , .... - ····· ..- • . ... -· .. ~ ...... ·-· . .. ~ .. -.. . ..... .. .. ... ,_

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la obra que result6 de esc proccso, dio Iugar -agrega-, por una pa~, ultamlento del car~ctcr funcional-idco16gico de la crftica,la cual dcjaba

de desempcnar su funci6n de oricntaci6n al publico lector en base a un sisten1a de val ores y a una escalade prioridadcs clasistas, para concentrarse en el estudio de supuestas propiedades estcticas objetivas de las obras. Por otra parte, esos cam bios dieron origen a un dcsdoblamiento de Ia actividad crftica mediante el cual se constituy6 en una actividad diferenciada. de aquella y que. tcniendo como objctivo tatnbicn el estudio de las obras, las considera, sin embargo, dcsde el punto de vista de su autonomfa: Ia investigaci6n literaria, cuya meta es Ia indagaci6n de las mcncionadas cualidades esteticas.

Scgun esa explicaci6·n, el surgimicnto de Ia investigaci6n literaria de caracter erudito que se desarroll6 posterionnente integrandose a Ia crftica universitaria, se asocia al encubrimicnto de Ia autcntica naturaleza funcional-ideol6gica tanto de Ia crftica como de Ia propia literatura. Su aspiraci6n a alcanzar un conocimiento objctivo de Ia literatura, despojado de las molestas ii1tcrferencias idcol6gicas es, scguramente, una buena caracterizaci6n de Ia idcologfa negativa que, de acuerdo con Rinc6n, est~ en el origen de la investigaci6n literaria.

Esta concepci6n general de Ia crftica constituye cl marco dentro del cual este autor discute el problema de Ia crisis de Ia crftica literaria en 1-lispanoamcrica. En su opiJ1i6n, Ia di1ncnsi6n real de los problemas que se exprcsan en Ia situaci6n de crisis que vive Ia crftica, habria sido reducida por las explicaciones de los te6ricos y criticos de nucstra literatura a "una simple crisis en cl campo de los mctodos de abordajc del hccho literario", de donde ha resultado Ia proclamada necesidad de "rcnovaci6n mctodol6gica, de un remozamiento de conccptos instrumentales y proccdimientos de analisis".

Contrariam_cnt~--~-~~-~---P!JntQ_ d5!_yj~t'!_!~ductivo, Ia explicaci6n que pro pone Rinc6n sc orienta a del_!unci~r-~~a~ in-tcrPrci-acioOCs ·ae .. un in pie . -.. - , _____ ._. ... --_ .. ... _.._._ - . ----~· ... _

§Cntido. ~or una parte, esas intcr£_retaciones irnplicarlan una ocultac16n y r --- --- ------·-- ---·· ·-- ·- - ------ - · ···- ---· · -- . . cscamotcamiento de los verdadcros problcrnas que se est~n expresando en

_!!_cam p~)~CJ~= ¢@C_il~ ~sa--a~fu_<t:_:I?Qr J9_dc_md~_,~_!!q_ ~-!:_f~ •. lli _polf~c~ _rrl· idcol6gicamcnte inocente, puesto que al sugcrir una explicaci6n de Ia crisis · Cle-fa-ciitic~}c-~~!:ia -~!~iiiloamc-.~rc~~~~'-· i~~~!!~~~.~~ -uri agotamicnto metodo16gico de Ia critica tradiclonal, lo que se haceen-- feaiTdad-·es·

·"malitcnerincucstionaa-as-(~~~>Ia riinci6-r1 ·sociafy las bascs-ie6-ncas~ ias ·m4s de~"lasveccs t~citas e indctcinlinadas, de csa ·clitica ·Y de Ia· inye~~g~~6nn . . - -... -... .. . .. ... .. ... . . .... . . . . -. .. .. . , . - .. .. . ·- . . . - . . -. ._ . -- ........ ·-- . ~

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) fototra parte,.~~c6n, es~~_@caci6n o~i!~-~l..£lan!e~i~n!Q_del problema dela funci6r~_~o~~-a!_Qf_~ltaQ_Qr~_qy_~_yenf~-~~~~_!!l.~fi~dQJ~~~--!~ crftica como la invcstigaci6n literaria ya desde Ia fase anterior :_Q~_allf_.Q!l~ .... . . ------·---·--------...~ - ·- ··----·· .. -· ...... · ·~ -.. ~- ··--- .. ·-·· -··-----~~- - -- ·· ··-·-·-· --... . ··-··· --· _en segundo lu_g_~_ ~~n~~~-- ~-c~-~-~~ie_ el __ oc~~t~~ie~.t~, p~~ .. P.~~-~ c!e -~~-as explicaciones, de "las implicaciones polftica de toda toma de posici6n

. meto(foi~~a.en el-~cailirio __ ae-las'" l!J~!!a~ li~~_r.~_ri~s·'~. . - . ' Por ultimo, las implicaciones polfticas y la funci6[1 _ ide9l6~c;a q~e . ------ ··-----........ -_ .. .._ .... . -----· - .. ------·- ·- . ,---'"' - ·-· -- .... .. .. -·. . . .. . . . . envuclvcn Ia exQlicaci6n metodologica de Ia crisis de la crftica, conststtnan

- ~nclh~_I_!Q__g_~~J?Pr ~il~t~~~tiig st?Jnt~nt<l OcUtiar et vaiOI" sinlOffi~tico ge dicha crisis rcspecto a Ia crisis mas amplia de Ia ideologfa dominant~ en comercfo con Ia c·uai'se---11abfia·· .constltufdo .. la . crftica- tradicional y Ia . ------.. -----·-- ·-··--------·· ... ~-- - ~ . - ~- - ---- - -- ... . . · -· ... .. - . .

concepci6n de Ia literatura con que ella oper6 aun en Ia fase en que esa ide9logfa ~a se liabfa· tomaao-reaccionaria. ~ ------.. ..... _.. . ·· - ·-- . .

Como se ve, el pun to de vista adoptado por Rinc6n enfatiza el car~cter parcial y reduccionista de aquella explicaci6n en Ia medida en que Ia misma presupone una concepci6n tanto de Ia crftica como de Ia literatura que las hace independientes de las detenninaciones hist6ricas y sociales de las cuales el sistema literario en su con junto no puede ser desvinculado. Qe al!f Ia conexi6n direct'!__qu~ __ e~ -~~~~J?lece entre esa explica_ci6n de Ia situaci6n de - · ---. . .... . . ------- ·- . . ... .. . - -- - . . . .

fi!_si~ge Ia c~tj~-~' .. R2!_ ~n~ P~!1~_, _ y_Jas nu_~~as ~o~cepc~ones que ingresaron al c __ o~ti~n~!lt~--~ - p~_r:tj_r _g~_ l;;I_ <J~~~cl(l _de ~ 9~0, las_ cuales, de hecho, habrfan --~ - . . . . --- .

, !~J2ucsto un moq_9 ___ _9~ ---~Q_I~PT~~~~-r el fen6meno literario en terminos i . --- ' - ---·- . . . . . . _ . ..._ _ -- . - - - . . -

meramente fonnales y deshistorizados. En ef~cto, de acuerdo con Rinc6n, ------ --------....... .. .... - .. -- .... ..... - . --·· ·· --- . . ... . - ··-

"la nueva crftica latinoamericana aparece ell_!p~_~ent~9-~ ( ... ) _ -~-~ Ia receQci6n de Ia linea, seliada por Ia Ii!!giifstfca, en que se incluyen .. el ' . . - ·--·----- ·-·- --------"--·-·---· - ------- -- .. - ·-·- . ·- ... _ formalismo ruso, el estructuralismo cl1eco y el reciente estructuralismo --·- - .-~----;--·-·---· ~----· ·~- .. .._._~ ----·~· ····- ~ · - ·········- ----- -· - ·-·-·-- ·- -· . ··-·- --·--····· ···- -·- -·- .. -· ·----··-- ---

frances". Junto con esas tendencias, agrega, se incorporaron tambien el "myth-a~d-ritual-aproach ( ... )que se plante6 en USA.ante el agotamiento de las pesquisas fonnales del New Criticism-".

La recepci6n de ese heterogcneo instrumental metodol6gico, aceler6 y detennin6 Ia transfom1aci6n de Ia crftica literaria latinoamericana, principalmente en lo que respecta al modo de concebir Ia literatura del continente. En virtud de esa transformaci6n qued6 establecida una estrecha conexi6n entre Ia constituci6n del nuevo objeto de estudio de Ia cntica latinoamericana y Ia nueva metodologla fo1111al con Ia cualla misma intent6 renovarse. Por esos canales entraron en circulaci6n nociones tales como "Ia novela del lenguaje", "el lenguaje como protagonista principal de Ia

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. novcla", etc., en las cualcs se pcrdi6 de vista no solamcnte toda rcferencia al sujcto social de la escritura. sino tan1bicn Ia concrcci6n hisL6rica del sistema litcrario latinoamcric~mo en su conjunto.

Otro criterio en base al cual sc quiso explicar Ia siluaci6n de crisis de Ia crftica litcraria hispano:.uncricana, consis1i6 en scnalar Ia transformaci6n c fccti v am cntc c x pc riln cntada por Ia producci6n literaria de l·lispanoan1~rica y, cspcciallncntc, su narraLiva. De acucrdo con ese critcrio,' frcntc a Ia rcnovaci6u del discurso narraLivo habrfan perdido cficacia los conccptos y rnctodos cle abordajc con los que habfa trabajado Ia critica Lradicional, lo que cxplic~uia la situacion de crisis y Ia urgcncia (>Or rcnovar csos instrun1entos. Esc criteria, sin c1nbargo, sc fund:uncnta -de acuerdo con Rinc6n- en Ia postulaci6n de una COITlpatibilidad basica entre el trabajo crflico y la producci6n litcraria, en vi11ud de Ia cualla transforn1aci6n de la segunda debe conducir ncccsari~uncnte a Ia actualizaci6n de Ia primcra. En esa correlacion entre la "serie crfLica" que se transforma segun los rcqucrimientos de su objcto, por una parte, y la "scrie literaria" que atiende, por su parte, a sus propios condicionan1ientos inm:.u1cntes, debe verse, de acuerdo con Ri nc6n, una "il usi6n rnetaf 6rica t)casionada por una falsa visi6n de la histotia". Esa ilusi6n, continua, ha servido de fundamento a Ia "tcndcncia visible en la reflcxi6n poctol6gica y te6rico-literaria desde 1;1 aparici6n ~e la vanguardia, a convertirse en intento teorizador de una producci6n exclusiva".

Por el contrario, insiste Rinc6n, "no sc trata de que el estado corresponcliente ala evoluci6n litcraria y las exigencias de su interpretaci6n ( ... ) condicionen en sus multiples aspectos el advenimiento de una cdtica. Ni que la "serie literaria,, la que sc supone de acuerdo con los fonnalistas se renovarfa a sf misma, incluya dcntro de su autoregeneraci611 Ia de Ia crftica. El surgimiento y las funciones sociales de fen6menos como los que acabamos de exruninar, rcmiten m~s bien a Ia dimensi6n hist6rica en que se orienta el proceso social, a sus luchas concretas. Lo cual significa que su co1nprensi6n pasa, obviamente, por Ia considerdci6n de las nuevas mediaciones existente entre los procesos sociales de producci6n y recepci6n literarias".

De acuerdo con esta postura,la pregunta adecuada frente al problema de Ia crisis de Ia crftica literaria hispanoamericana, tendrfa que ser: l,desde~· , cu~les condiciones socio-hist6ricas percibimos ese fen6meno y qll6: ~ funciones sociales viene este ~ desempenar?. 0 fonnulado eon 01r•· .

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. palabras: l,qu~ nuevo tipo de rnediaciones han desplazado a las antigiaas en· el proceso social global de producci6n y recepcion litcraria?. Se tratarfa, con1o ya se intuyc, de n1ediaciones idco16gicas que, corno exprcsiones que son, de acucrdo con Rinc6n, de los vcrdadcros procesos y contlictos socialcs, rcprescntan aut~nlicas condiciones a priori de Ja cvoluci6n del sistetna literario y de las caractctisticas adoptadas porIa caitica en cada fase d~ t~sa evoluci6n. Tales n1cdiacioncs idcol6gicas son, por otra parte, constitutivas de Ia significacion social y de Ia funci6n que atribuianos al sistema literario en su conjunto. Y, en ultin1a instancia, elias rcprcsentan el unico contcnido real y t por tanto, la unica lcctura posible, de las obras litcrarias.

*******

Como ya scnalamos, cl tema central de las discusiones en ton1o a las transfonnacioncs experin1entadas porIa crflica litcraria en 1-lispanoamerica, es lo que se denomin6 Ia "crisis" en que ella ingres6 a panir del fin de Ia

· d~cada de 1950. Dicha crisis, coloc6la investigaci6n litcraria y Ia discusi6n en to1no a Ia situaci6n de Ia crftica litcraria en Hispanoamcrica ante una doble exigencia. Por una parte, Ia de estahlcccr y dcfinir los limites y Ia naturalcza de esa actividad, lo que Ia condujo a dcsliJ1dar su ambito de intcreses respccto a Ia litcratura en rclaci6n a los de otras disciplinas que estuvieran eventualmcntc rcfcridas al campo litcrario, con1o Ia sociologfa, el psicoanalisis, Ia lingufstica, etc. Porotra parte, Ia dctcnninaci6n del origen y Ia naturaleza de Ia crisis n1encionada, lo que condujo a Ia aparici6n y polarizaci6n de las nuevas oricntacioncs mctodol6gicas que no s6lo se refcrfan a los problemas cspccflicos plantcado£ por cl cstudio de Ia literatura, sino tantbicn a Ia exigida supcracit~n de Ia siLuaci6n de crisis. para lo cual sc exacerb6 cl peso de las cucstioncs cpistcmol6gicas. De tal mancra QUC las a1Lcn1ativas 111ClOdol6gicas no funcionaron SOlO COITIO factores de actualizaci6n de Ia ciiLica sino que tam bien funcionaron, en Ia mayor pane de los casas, con1o opcioncs "tcrapcuticas" rcspccLo al impase en que se hallaba Ia crftica hispanoamcaicana, actitud que no pocas veces contr~buy6 a au1ncntar Ia confusi6n tc6rica ya existente en cse campo. De allf rcsult6la incdita prolifcraci6n de rcvisiones y redcfinicioncs de su objcto de estudio

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ractcriz6 cl periodo y Ia gcneralizada prcocupaci6n con las soluciones ~ epistemol6gicas de todo tipo que concunieron a Ia reconstrucci6n de Ia

crftica litcraria como actividad cicnt!fica fundamentada. Ese proceso constituye, como ya hemos dicho, uno de los aspectos m4s

notorios de Ia crttica litcraria hispanoamericana del perfodo que estamos estudiando. El reconoci.Jnicnto gcncralizado de Ia situaci6n de "crisis" que viv{a Ia disciplina, origin6 una masa hcterog~nca de materiales de diverso valor te6rico y de cventos acadcmicos de Ia m~s variada fndole, cuyo tema central fue el itnpase en que se encontraba Ia disciplina critica. En ellos se intcnt6, en algunos casas, diagnosticar y camp render su situaci6n y. en casi todos, scnalarlc nuevas run1bos, proponerlc nuevas metas y, sabre todo, nucv JS opciones n1ctodol6gicas.

En general, los cstudiosos concordaron en que Ia necesidad de renovaci6n de Ia disciplina -otra exprcsi6n que design6 Ia situaci6n de Ia crisis- se habfa origin ado en Ia emergencia, a partir de Ia dec ada de 1950, de una "novfsin1a" producci6n narTativa caracterizada por Ia incdita modemidad de su discurso. Esc car~cter se interprct6 en dos sentidos. En prin1er Iugar, se rcconoci6 en ella emcrgcncia de una conciencia artistica de los narradorcs cuyas consccucncias para Ia crftica estudiamos antcrionnente. Y, en segundo Iugar, como Ia expresi6n de transfonnaciones significativas al nivel del funcionamiento de Ia sociedad y, consecuentcmcnte, del sistema litcrario latinoan1cricano en su conjunto.

Espccialmcnte desde este ultimo punto de vista se interpret6 que los cam bios a nivel del sistema literario eran de dos tipos, cada uno de los cuales afcctaba Ia crftica litcraria de distinta mancra pcro sicmpre en una misma dirccci6n. Esto es, impulsandola hacia su autotransformaci6n. En efccto, por una parte, Ia modcmizaci6n de Ia concicncia artfstica que se exprcsaba en las innovaciones a nivel del discurso narrativo, ubligaba a los crfticos a somctcr sus pautas mctodo16gicas y sus conccpcioncs, tanto de Ia literatura como de Ia crftica misma, a una profunda revisi6n con Ia finalidad de adaptarla a lo que, con toda evidcncia, testimoniaba el surgimicnto de nuevas condiciones de producci6n litcraria. Por otra parte, esas transfonnacioncs fucron intcrprctadas como una manifcstaci6n en el campo artfstico de una nueva ctapa de Ia his to ria social y polftica de Am~rica Latina, proponicndo Ia cxistcncia de una corrclaci6n entre Ia producci6n litcraria y Ia historia polftica y ccon6mica, asf como entre Ia nueva narrativa y Ia situaci6n de Ia crftica, para cuya comprcnsi6n era nccesario idcntificar los

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cambios socio-hist6ricos fundamentales que han afectado Ia conciencia social en los ultimos decenios, para saber qu~ es lo que hace surgirtendencla 'nuevas' en cl campo de Ia crltica.

Ahara bien, Ia crisis que, segun esas hip6tesis, originaron los cambios "socio-historicos" aludidos, habrfa afectado principalmcnte Ia naturaleza misma de Ia crltica y Ia justificaci6n del conocimicnto que producfa, al mismo ticmpo que puso de n1anificsto el car~cter implicito y m~ o menos difuso de los conccptos y categorlas interpretativas fundamentales que orientaban a la crftica traclicional y en los que habfa basado su funci6n cognosciti.va. De tal n1ancra que Ia crftica literaria hispanoamcricana no solatncnte se vio dcsfasatla rcspccto al rumbo adoptado por Ia producci6n literaria. sino que tam bien sc encontr6 colocada ante Ia tarca de llevar a cabo su propia rcconstrucci6n cpistemo16gica.

Esa tare a di6 origcn a un discurso ntctacntico que se puso como objctivo la indagaci6n de los lfn1itcs y fundamentos cpistemol6gicos de Ia crftica en general y de Ia latinoamcricana en particular.

De all{ que las investigaciones tnetacrfticas que se oricntaban a explicar cl origcn y el caractcr de Ia crisis que afectaba a Ia crltica literaria hispanoamericana. se hay an concentrado en cl esfuerzo por conciliar lo que, aparentemcnte, eran dos perspectivas contradictorias. Por una parte, las propucstas rclativas al analisis de los textos literarios como fundamento metodol6gico de Ia crftica; y, por otra parte, Ia elaboraci6n de concepciones generales acerca de Ia litcratura como fcn6meno dircctamcnte vinculado a los conflictos idco16gicos de Ia historia politica y social del continente. En ambas perspectivas, lo que .. cstaba puesto en discusion eran los problemas rclativos a Ia fundamcntaci6n tc6rica y n1ctodol6gica del conocimicnto producido por Ia crftica litcratia. Esc proyecto itnpregn6, Como no podia de jar de scr, Ia crftica marxista a partir de Ia dccada de 1960 -a Ia cuallas propuestas filos6ficas de Althusscr aportaron en Ia dccada siguicnte una justi ficacion cpistcmol6gicas analoga a Ia conci1iaci6n que acabamos de rcfcrir29 clarruncntc difcrcnciada, en lo que rcspccta a sus procedimicntos, de las correlaciones mccaiticas del sociologismo positivista que predomin6 en Ia fase anterior.

Estas dirccciones en que se dcsarro116 prcdominantemente Ia investigaci6n mctacrftica en Hispanoam~rica no anularon Ia importancia de otros aspectos pcrtincntcs para explicar las transformaciones expcrimcntadas por Ia crftica literaria en eJ pcrfodo que estamos

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examinando. En otras palabras, no dcsconoce Ia rclevancia de los factores que condicionaron inte1nan1ente Ia renovaci6n del discurso crltico e in1pulsaron su actualizaci6n, asf como tam poco dcscarta Ia importancia que en cl mis1no scnlido tuvicron los carrabios ocurridos en el funcionamiento cultural c intcl~ctual del conlincntc a partir de Ia decada de 1930. Al contrario, los prcsuponc, sin que ello signifique Ia rcducci6n de todo ~1 proceso a un rncro rcf1ejo de cste ultimo aspccto.

Entre tanto, Ia rcflcxi6n ntctacrftica di6 a los problemas epistcmol6gicos una itnponancia dccisiva para Ia supcraci6n de Ia crisis.

En un arlfculo de 1976, litulallo UProblema y perspectivas de Ia crltica lilcraria larino~u11ericana", cl critico peruano Antonio Cornejo Polardestac6 cl peso que, dcsdc su punta de vista, tenfan estos tc1nas para Ia explicaci6n de la situaci6n de crisis en que se hallaba Ia crflica liLcraria: "Dcsde que Ia crftica litcraria problcrnatiz6 su propio quehacer -escribe-, descubriendo que no podia seguir rcalizandose sin una previa autorreflexi6n, epistemol6gica en ullin1o termino, una vaga sensaci6n de desconcierto, de frustraci6n a veccs, aco1npana el ejercicio de sus vaaias modalidades. Si este rastreo interior vaal fonda de las cosas y hurga en cl sustra£o ulti1no de Ia crisis que inocultablementc afccta a nuesLra disciplina, queda en claro muy pronto que lo que esta en jucgo cs cl cstatuto cientffico del discurso critico o, si se quicre, Ia validcz del conociluiento que propone y, en dcfinitiva, Ia lcgitimidad de su existcncia misma.,. 30 En otros tcr1ninos, la crisis que afcctaba a Ia crilica litcr~uia hispano~uncricana, era de naturaleza csencia.ltncntc cpistctnol6gica, y plantcaba bjsicaincntc el problema de Ia lcgitinl3ci6n de la disciplina a traves de su rcfonnulaci6n co1no praclica cientfiica.

Este pun to de v isLa prcsupone una hip6tcsis f undaJncnlal, scgun Ia cual, lcgitimar Ia cxisLcncia de Ia critica litcraria en el ambito de los conflictos socialcs del contincntc (bajo cl supucsto de que esta tarea pudiese ser rcalizada en base a proccdiinicntos pur~uncntc mctodol6gicos) equivale a justificar epistcnlol6gi~anlcnte cl conocin1icnto que produce. Los problc1nas que csa hip6tcsis pkmtea, agrcga Coancjo Polar, no sc minimizan u opacan ante las urgcncias de Lipo politico y social propias de un conlinente confliclivo; al contrario, sc plantcan con mayor rigor y exigencia puesto que rcprcscntan un f;~ctor, tal vcz de los mas importantcs, en Ia lucha, en ultima instancia polflica, por Ia clarificaci6n conceptual. Lo que conviene el prcconizado rigor cicntffico y Ia exigcncia de fu~damentacion

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. . -<.

episteinol6gica en un instrun1cnto idco~6gico en cl marco de los conflictos · ~ socialcs del continente.

Esc cs, cxplfcitamcnte, el pun to de vista adoptado por cl crftico argentino Noc Jitrik, quicn propuso una sfntesis entre idcologfa y mctodologfa o, Uu11bicn, entre marxismo y estructuralismo, dcstacando la importancia de Ia justificaci6n metodol6gica del conocimiento que produce Ia crfl:ica para el corr1batc clc Ia ideologfa burguesa en el ainbilO de los cstudios literarios.l•

En cfccto, la cxplicaci6n del caractcr cpistcmol6gico de Ia crisis de la crftica litcraria hispano~uncricana que propone Jitrik poscc, en cse scntido, un valor paradigtnalico. De acuerdo con su punto de vista es iinperativo establcccr un nftido criteria de demarcaci6n entre las dos conccpciones, acaso irrcconciliablcs, sobre la naturaleza de la crftica literaria: por una parte, la crfLica entendida cotno producci6n de conocimientos ·cicnlificamente controlados y, por otra pane, Ia crftica como practica idcol6gica y acientffica. Ese deslinde implica Ia adopci6n de rigurosos procedi1nientos n1etodol6gicos y depuraciones conceptuales cuyo fundamento lo proporciona la sfntesis a que hicimos refere_ncia anteriotmcnte.

Esa distinci6n sc haec cxplfcita ya en su dcfinici6n de Ia litcratura como objeto de la crftica cicntffica: "Vamos a entrar -dice- en el campo de lo que se conocc como litcratura, hacienda un dcslinde inicial: se trata, ante todo, de un campo marc ado por una producci6n y no -como se decfa y aun se dice­de un 'recinto' de ob je Los 'c rcados' ode 'creaci6n' por excclcncia. Dcslinde materialisla, por lo tanto, que en su mcra fonnulaci6n ataca una ideologfa

. que acon1pana a Ia litcratura y que Liende, justamcnte, a ocultar su caracter esencialrncnte productivo". Esc dcslinde, sabre cl cual -hay que dccirlo- ya habfa lllll1ado Ia atenci6n Octavia Paz en un ensayo que comentamos en otra parte de estc trabajo, pcro tam bien Jorge Luis Borges en los varios pasajes de su obra en que discutc los orfgcncs de Ia I1ovcla policial, rcpresenta, de acuerdo con Jitrik, una "ton1a de posici6n cpistcmol6gica" y el fundamcnto de Ia distinci6n entre crftica cicntflica e ideologia de la litcratura.

En el catnpo que define como "producci6n litcraria", disting-ue dos subcampos: "el de producci6n de 'textos' y el de Ia producci6n de \conociinicntos' sobrc dichos textos". Esta "grave, distinci6n, aclara, es mcran1cnte metodo16gica y para fines de exposici6n, pucs desde cl punto de vista de Ia producci6n litcraria -dice- ambos subcampos fonnan una unidad indisccinible. El subcampo de Ia producci6n de conocitnicntos es el tcrrcno

51_

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que sc dcsarrolla cJ "trabajo cientffico" cl cual, agrega, dcbcra pcnsarse a sf n1ismo como productor de conocimicntos respecto al subcampo de Ia producci6n de tcxtos. Esc conocirr1icnto, continua, no consiste en Ia fortnulaci6n de un mcro juicio sabre las obras, sino en Ia producci6n de un "conocirnicnto cstructurado corno tal". Para cumplir con csa cxigcncia, Ia crfl.ica dcbcra "en cad a acto concreto, dar cucnta de su objcto y de sf misma :como pcrtcn~cientes ahara en fonna consciente a un clcnco de actividades que cngcndran, dcsarrolJan o reprin1cn ideologfas y, consccucntcmentc, los cfcctos idco16gicos que sus objctos pucdan cjcrcitar".

Cuando Con1ejo Polar sciial6 que cl caractcr cpistcmologico de Ia ctisis de Ia ctilica ponfa en jucgo "Ia lcgitimidad de su cxistencia misma" como consccucncia de Ia indctcnninaci6n de su cstatuto cicntffico, se rcfcrfa a Ia neccsidad de que Ia crftica problcmatizara su propia actividad y realizara esta autorenexion cpistcrno16gica. Esa tarca, scgun ha interprctado Jitrik, consiste csencialn1cntc en "reprilnir las idcologfas" que accchan t:onstantctncnte cl trabajo crftico tncdiante la sistctnatica explicitacion y .jcfinici6n de los conccptos y categorfas c1nplcados en Ia intcrprctaci6n de cada obra concrcta. Rcstaba saber si csos gcstos exhorcizantcs eran capaccs de garanlizar la procurada cientificidad del conoci1nicnto crftico.

******** Co1no sc ha vista, el punto de vista epistcmol6gico ha desempcfiado un

papcJ itnportantc en las discusiones accrca de Ia crftica literaria en Hispanoa•ncrica. Sin embargo, esa perspcctiva tan1bicn ha sido cmpleada para rcconstruir su evoluci6n y aJ mismo ticrnpo superar Ia excesiva simp I i ficaci6n que subyace en Ia distinci6n entre crftica idcol6gica y cicntffica con que, en general, sc trat6 de cxplicar su situaci6n.

Esc fuc cl proyccto que se propuso rcalizar cl peruano Alejandro Losada Guido . en un cnsayo de 1975 titulado "Discursos crfticos y ·proyectos socialcs en Hispanoamcrica". 32

De acucrdo con Losada, las difcrencias entre las nuevas tcndcncias de Ia critic a litcraria . hispanoamericana y los discursos crflicos tradicionales dcbcn cstablcccrsc en base a las filiacioncs filos6ficas y a las actitudcs epis.tcmol6gicas a que am bas rcsponden.

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Esc punto de vista pcnnitir~. adicionalmcntc. dctcnninar el signi ficadt> qur, para cl pr(M:cso intclcctual del contincntc, posccn las nuevas corricntcs de Ia critica:" los nuevas modos de discunir de los criticos litcrarios -cscrihc- sc caractcri1.an por cl intcnto de supcrar las divcrsas actitudcs, entre las qur p<xlctnos citar: el positivistnos historicista y crudito (Ricardo Rojas y Luis Alberto Sanchez), Ia interpretacion inlprt•siouista y subjrtivista (Mariatcgui, Rivas Aguero, Martfncz Estrada) c, inclusive, cl hun1anisn1o cultural (Rod6, Pedro Henriquez Urci\a o Alfonso Reyes). Estas tcntativas sc resucJvcn en trcs tcndcncias prcdon1iuantcs que sc cncucntrJn fucrtcmcntc innufdas por otras tantas curopcas: el forn1alis1no nco-positivista. el idealismo subjetivista y el . ,. lll3rXISillO .

l.o que signi fica, dicho en otras palabras, que cl caractcr mas notable de las recientes tcndcncias de Ia critic a liLcraria en 1-lispanoamcrica consiste en cl hccho de hallarsc colocadas bajo la influcncia de las mcncionadas corricntcs de Ia critica curopca que, a panir de un cicno momcnto y atcndicndo a cicrtas causas que vcrc1nos n1as adelante. se trasladan aJ contincnlc y sustituycn a las antcriorcs.

La caractcrizacion de las l"!~cy~s ~cndcncias de Ia crftica hispanoamc_~~-,_ - -- ,___ ... - ~ . . . .. ... . - - ~ - - - - - ·- . - ----- __ ,..__.... _

cana y de su regimen de inllucncias que haec Losada cs Ia siguicnte: cl · forn1alistno neo:po-sillvisla, en prTmcrlugir:"-qtie--cs dcpcndicnte. sobre-~----~- -~-- ~- · - - .. .. --------- -- --- - -todo, de Ia innucncia- -ac-ras nuevas conicntcs cstructuralistas francescs

--(Barth-cs.:fodorov 7GrCTmasT."toma porobjeto Ia significaci6n primcra de __ .... -------- --- ------------ ... - -·- · - -tcxtos particularcs. Establccc un metodo basado en cl anAlisisluiguTsilcO. G operacion lntelectuai que nev-a a-carx> cs exclu-sivamcriie-anatrifca y

"Clcsctipliva. La tinalidad que pcrsigue cs cl .dominio06Jclivo·ac·lastgiiifi~ ·caci6n primera -de los textos, ulciTn~dose en el prescnie por textosbrev~es L.... --- - - ~ • - - - - - -- .. -~ ----- -.,. .. - --....... ·-- - - -- - -- ---~- -.,... - • - •

~ - !.~z, _ Q_c Ia comRiiC'!~Lq~--~c._s~~- ~~_todos. Nose pone como tarea ni las grandcs obras- literari~ ni las _o_bras ffiis. -finEQrt~lCS ·de- Ufia--lttifitura-nacional. ni trata con conjuntos litcrarios. Dcsconocc Ia categorfa de lo ~ulite.rario" y tra~a OcfUndar ""una "Clcncia de Ia sigrufi-Cia6n .. ow un3-~'scmi6tica gcncr~-- - - ~ -- - - ··-··- .. _-- ------ ·~- - -~- - --,. . . .....-

EI idealismo subjetivista, por su parte. sigue Ia tradici6n alemana que pcrsigue Ia con1prcnsi6n del tcxto en su inmancncia a trav~s de un progre­sivo acercamicnto "controlado fcnomenol6gicamentc ... Esta tendencia a su

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vcz, se dcsdobla en dos dire~cion\!s. Por una parte, Ia que inrcrpn:aa Ia obra como espfritu obj~tivado de una cuhura, cuyos rcpn~scnl~UlLCS scrian W. Kayser. K. Vossler y L. Spit1cr. Porotr~ p~nc.la que interpret a Ia obra como un aspecto de Ia propia autocomprcusi6n rc(iri~ndola a Ia propia sub­jctivillad: r stc tipo de critica. dice. siguc ''cil!n::ts inJ1cJcioncs .. del U. Eco de ()peru·. \pt•rta y d~ George Polet. Aquf se ··ton1a p<)r ohjeto Ia rclacion dt:l tcxlo con cl aut or. con un grupo uacional, cou cJ IL·L"tor o con cl Jl!Undo de la cullura y trala dl! cutuprcnLlcrlos con1o objctivaci6u li~ una aclitud cspiritual ode un t'spfritu humano ...

La opcraci(ul congnosciuva que rcaliza cs, principJIJnenle, Ia her­nlcncutica y se hall a oricntad:t a Ia "dctennin~tcion dell realidad cui rural y, sobrc todo. cl cnriqucciu1i~nto existenciJl Je Ia propil subjctjvidad".

Por ulti1no, cl rnarxisnto, que ··rclJciona Ia obr3 y los con juntos litcrarios con los grupos socialcs y trata lie crucndcdos con1o idcolt)gfa de una SOl:icdatl". Por otra pane, csa tcndcncia rcficr~ los tcxtos a "las socicd=tdcs, no los consiuera autosuticicntcs sino hist6ricanleute condicionados y. sobre t<Xlo, los jpzga scgl1n pautas y v~tlorcs S<>cialcs". LJ tcndencia rnarxista es "prcdo&ninantcrucnle critica y valoraLiva, discrin1inando las obras scgun paul as soci~tlcs (. .. ). IntcrprcLJ los tcxtos co1no Ia concicncia de Ia existcncia social". Su ohjcto no son los tcxtos ni Ia subjcla viJ~uJ, "siuo Ia st>eicdad que tarr1bicn cn~ucntra su rcaJiJad en su concicncia id~ol6gica instilufda, entre otras cosls, por su =tutopruducirsc en Ia liLcratura··. Ocs~trrnlla un tipo de discurso que no cs solo aJlalftico ni hcnllcn~utico; "sol>rc tod<> es crfuco p<lrque, en csos tcxtos.juzga a un grupo d~ ho&nhrcs coucrctos eu su rclaci6n consigo misano, las dcrn3s clascs socialcs y C()ll Ia historia". Por ullin to. su finalidad es dialecLica. "lrlta de haccr siJnull3ncanlcute una crlaica de Ia cultura y una cultura crfLica de Ia socicdaJ; lrata de 1nostrar Ia ligaz6n que existc entre nuestros anodo de comprcndcmos, de actuar y de padcccr cl mundo, y nuestro tipo de scnsibilidld con rcspc<.:to a nucstras rclaci(>nes concretas con los dcm~s hombres y con sus posibilitladcs hist6ricas; trnta de estin1ular Ia acci6n para compn>•nctcr a los dcstinatarios de Ia critica en Ia reso1uci6n de las contradiccioncs mas cscaudalosas que oprian~n a su sociedad".

Las tres tendcncias se difcrcncian cscncialnlcnte por cl vinculo que actualizan entre Ia soluci6n cpistcrnol6gica y el proyecto social e ide-

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ologico, que rcprescntan; ello hace, sin embargo, que "las tres sean igualmcnte nccesarias y lcgflimas para fundar un discurso cientffico", si bien. no scan igualmcnrc validas, vigcntcs y prioritarias desde el punto de vist3 de las exigencias socialcs".

L.as nuevas h.:nd~ncias posccn un rasgo comun: elias proceden de acucrdo Cl) fl un criterio cpisttn·1ol6gico del cual no cncontramos anteceden­tes e ra las curricntcs de la critica nacional. Esto significa, dicho en otros tcrn1inos, que Ia sustituci6n de las antiguas corrientcs por las nuevas afect6 a Ia crftica hispano~nlericana en cl nivcl de las perspectivas epistemol6gicas que h~ts La ciHOHct= s Ia habf:m rcgido. En esto consistirfa el cambio fundamen­tal cxpc rirncrH~tclo por ella, y no en los conflictos 01iginados en divergencias progran1:iticas o de fnuoll! metodol6gica (las cuales actualizan m4s bien divcrgcncias idLol6gicas ode tipo social-funcional que, en todo caso, s6lo cncucntran funJamcnLo en la rcnovaci6n de la perspcctiva epistemol6gica). Eso cxplica al nlismo ticmpo, que de acucrdo con Losada, ninguna de las tendcncias tncncionadas haya alcanzado una prceminencia o una mayor relcvancia y difusi6n co1no alLcmaLiva crftica en relaci6n a las otras. En efccto, cso se debe, dice Losada, al hccho de que dichas tcndencias, porestar f ucrtemcntc inn ucnciadas por sus analogas europe as de las que, en realidad, son un lraslado, su funci6n consiste en ser vehfculos de Ia renovaci6n epislc1nol6gica del trabajo intclecLual en general en Hispanoam~rica. Esa rcnovaci6n, en su opini6n, constituyc Ia unica base s6Iida con que realmente ,

cont6 para d~sctnpcnar Ia funci6n idco16gica que estuvo a cumplir en las nuevas condiciones dl! rcalizaci6n del Lrabajo iillclcctual.

El fracaso rclativo que ilnplica cl hccho de que ninguna de las tendencias haya podicJo alcanzar una prcmincncia noto1ia en Ia cntica continental, guardJ rclaci6n con Ia imposibilidad en que se han visto de constituirse con1o cicncias. En cfccto, dice, "esras tres tendcncias ticncn en coml1n su prclcnci6n de fundar un discurso cicntffico opucsto a los modos tradicio­nales de discurrir. La scgunda tendcncia ha dominado el panorama de Ia d~cada de los scsenra tnicntras el estructuralismo y el n1arxismo, como tcndcncias rcnovadoras, son rclativamente recientes. Sin embargo, en ~lispanoamcrica 1tinguna de elias ha logrado lodavfa fundar una escuela o mostrar su vigcncia consLiLuyendo un objcto y un corpus discursivo que~ raz6n de las caracterislicas de nuestra literatura. Por ello, frente a las tcndcncias lradicionalcs como cl historicismo positivista ( ... ) y el impresio-

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( ... ), las nuevas propuestas no han podido constituirse como ciencia".

Ahora bien, silas nuevu tcndencias crfticas no han ·podido constituirse como ciencia, cabe preguntarse entonces basta q~ pun10 han logrado desempel\ar las funciones ideoJ6gicas a que antes se refui6 Losada y si es posible establecer diferencias entre elias en base a esas funciones. Y. en efecto, de acuerdo con Losada, Ia diferenciaci6n entre las corrientes de Ia crltica. visto que epistemol6gicarnente son equivalentes, debe hacerse en base a Ia funci6n ideol6gica. Y desde ese puntode vi~ta, eUas sc difercncian bajo dos aspectos.

Por una pane, se distinguen en base aJ objeto de estudio prcJpio que establece cad a tendcncia y, por otra, por las soluciones metodol6gicas que en cada caso adoptan. Sin embargo, esos dos a pectos todavfa no Mlfl

suficicntes para dist.inguir con toda precisi6n entre elias. porque en realidad cada tcndcncia rcprescnta un esfucrL.o por consolidar. dcsdc distintas perspectivas idcol6gicas y rcsporxJiendo. por tanto, a distintos pruycctos sociales, un sistema cienllfico de conocimienlo de Ia titcratura del conti­ncnte; y es esta orientaci6n lo que proporciona a cada una de cllas cl fundamento para dcscmpcnar funcioncs idcol6gicas· y socialcs difcrcn­ciadas. Es tsto lo que, en dcflltitiva, pcrmite cstablcccr difcrcncias preci~as entre elias. Dicho en otrc~s palabras, las nuevas tcndcncias de Ia crftica ruspanoamericana solo se distinguen por las rclacioncs espccfficas que establecen entre Ia orientaci6n epistcmol6gica que rcprcscnta cada una de elias y los proyectos socialcs a que las mismas sc vinculan en cl contcxto social hispanoamcricano. En eso radica, por asf dccirlo. su concrcci6n hist6rica.

Las razoncs que cxplican el surgimicnto de cstas nuevas corricntcs critic as son de fndolc h.ist6rica. Esto signi fica que su aparici6n ( o tcndrfamos que dccir, mAs bien, su traslado al contincntc) sc rclaciona, de acucrdo con Losada, con un momcnto hisl6rico de fractura de Ia concicncia intclcctual hispanoamcricana: el agotamicnto del .. humanismo ilustrado" que predo­min6 durante Ia prim era mitad del prcscntc siglo, tal como sc cjcmplifica en las obras paradigm~ticas de Rod6. P. Henriquez Urena o AJfonso Reyes. Nuestro ticmpo, continua Losada. ha abandonado ya csa actitud hu­manlstica y se encucntra oricntado mis bien hacia objctivos panicularcs donde el pcnsamicnto sc des vincula cada vcz m1s de los problemas nacion­ales y continentales, y adquicre rasgos crccicntcmcntc .. impcrsonaJcs••,

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intemacionales, cosmopolitas. Esos cam bios, que implican una transfonna­ci6n esencial de las relaciones del hombre hispanoamerlcano con el mundo y una alteraci6n fundamental de las fonnas de representaci6n de su universo, es el terre no en el que hunden sus raices y procuran legitimarse las nuevas formas de pensamiento y de crftica.

Lo que no impedi6, sin embargo, que el pensamiento crftico hispar1oamericano haya vivido una situaci6n de inestabilidad y, en defini­tiva, de crisis que se origin6, de acuerdo con Losada. en un nuevo fracaso en su intento por enraizarse en cl continente. En efecto, las nuevas tenden­cias de Ia crftica literaria habrfan fracas~do en Ia armonizaci6n de su orientaci6n epistemol6gica que, como vimos antes, representan su caracter esencial, y los proyectos sociales a los que cada tendencia se vincula. Qui ere decir que se trata de un "fracaso" a nivel del desempeno de Ia funci6n ideol6gica. En ese nuevo impase se originaron practicas crfticas desvir­tuadas en relaci6n a las aspiraciones cientfficas originates.

En efccto, segun ex plica Losada, la tcndcncia positivista y erudita de Ia crftica, por ejcmplo, rcpresentada en su opini6n por el uruguayo Emir Rodriguez Monegal, s6lo alcanz6 a expresarse a traves de un tipo de crftica "voluntarista", "individualista" y "declamatoria". La tendencia neo-posi­tivista, por su parte, present6 problemas de orden practico; en efecto, si bien "por un lado, ha escogido un objcto tan parcial que no puede dar raz6n de lo esencial del fen6meno de Ia literatura, por otro, ha constitufdo un metodo tan hermetico y sofisticado que no puede preverse una tarea eficaz sin un enorme costo operativo que es impracticable en nuestro ambiente". Y, por ultimo, Ia crftica marxista "no tiene sino gestos negativos, impugnadores, agresivos y abstractos, (y no) ha podido trascender a un estadfo positivo en el que de raz6n del fen6meno literario hispanoamericano ode una literatura nacional".

Se desprcnde de esta. caractcrizaci6n que Ia · crisis de Ia crftica hispanoamericana se exprcsarfa, ante todo, en Ia pobrcza de los resultados obtenidos por cada tcndcncia, antes que en obstaculos de orden episte­mo16gicos, segun han tratado de mostrar otros autores.

La crisis pucs, se originarla en Ia inadecuaci6n entre Ia intenci6n · cientffica y el proyecto social con el que se encontraron comprometidas en . cada caso las distintas corricntes. Ahora bien, enfocada desde otro pUJl._IO de -:

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vista, esa incongruencia tambien se ori~rina en con11ictos de otra indole, como por ejemplo, entre el car~ctcr profesional y especiali~ado (pero tambi~n au.toconciente y autoreflexivo) que adquiri6 cl trabajo crftico, por una parte, y la funcion ideol6gica y social que cs incompati~le con aquellas caracterfsticas, por otra. En esc caso, en c fccto, Ia intenci6n cientffica desvirtua Ia cficacia de la intervcnci6n idcologica en el proceso social. De allf que, de acuerdo con Losada, ·"Ia crisis hi~;panoamericana s6lo p<>dn1 . resolver su crisis cuando encucntrc, sin1ultan~amcnte, un sentido cientffico· y social a su tare a, ponicndo en .claro su funci6n ante Ia ciencia y frcnte a Ia sociedad.,.

Examinada aun desde otro angulo, la ciisis sc origina en transfonna­ciones de indole hist61ica; csto es, su genesis remilc a los ca1nbios de conciencia de las clases dirigentes hispanoamcricanas que acarre6 Ia crisis econ6mica de 1929. En efccto, "a pa1tir de la gran c1isis de 1929 -ruce Losada- tlispanoamerica ha tcnido la convicci6n de su estado de 'subdesar­rollo' y de 'dependcncia' extcma, abandon~u1do por pri1nera vez, unanime-

.....

mente, la crcencia de que nuestros males eran transitorios y de que estabamos transitando por las vfas del progreso. Con ello, las clases dirigcntes abandonaron tambien los idealcs humanistas y democraticos y comenzaron a vi vir una penn4mente situaci6n de emergcncia rcvolucion­aria, entregandose a I a acci6n polftica subversiva o represiva ... Act~tud que, obviamente, inter1ierc la exigencia de rigurosidad y cientifieidad a Ia que .aspir6 no s6lo la nueva crfLica literaria del conlinente sino Ia intel.igcncia hispanoamericana en su con junto. El fundamento ulti.n1o de esc proyecto lo proporciona, de acucrdo con Losada, el cambio en Ia actitud cpistcmol6gica del cual las nuevas corricntcs de la crflica litcraria son apcnas· manifes­taciones parcialcs.

*******

AI cxaminar las rcacciones de la crftica continental ante Ia moderni­zaci6n y Ia recepcion de las nuevas teorfas crft.icas, es prcciso dcsta~ar no Ia coincidencia, aunquc si tal vez la equivalcncia, entre las respucstas que

..

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dieron a ese proceso Ia crftica hispanoamericana y Ia brasilefta; divergentia: J: que debcn auibuirse a las diferencias rclativas al car~cter y aJa g~nesis hist61ica de las respectjvas tradiciones criLicas. En efecto, como vimos, un in1portante sector de Ia c•itic3 ttispanoamericana interprct6 Ia exigencia de

• actualizaci6n que plr~cfa intponl~ r Ia aparici6n de Ia obras de Ia nueva narrativa corno ruptura que finalmente libcraba Ia literatura del excesivo peso de los condicionamientos sociales y de Ia preeminencia de las lecturas tematicas que impcdfan, tanto a Ia crftica como a Ia literatura misma, constituirsc en vehfculos de una representaci6n modema, literariamente hahlando, del propio n1undo latinoamcricano. La nueva representaci6n literaria del mundo ostcntaba, vcrliginosamente, una clara colocaci6n en el pun to Jc vista de Ia conciencia cstetica occidental y reclamaba de Ia crftica un sa Ito en la misma direcci6n. En otras palabras, con Ia "nueva narrativa" el coutinentc hispanoan1ericano finaln1cnte alcanzaba Ia modemidad liter­aria, aunque lo hiciese con eltradicional dcsfase que ya registrara Alfonso Reyes.

La reacci6n de Ia crfuca ante el nuevo rumbo de Ia producci6n literaria fuc de perplejidad y de autoreflexi6n al mismo tiempo, e implic6 -como vimos- una valoraci6n negativa de su propia situaci6n. La condujo, po~ asf decirlo, a tomar conciencia del estado de "atraso" en que se encontraba en relaci6n a los nivelcs de conci~ncia estetica obseiVables en las nuevas obras. Ik allf el proyccto fundarncntal que se impuso a sf misma en el sentido de una iinpostcrgablc actuaJizaci6n de sus rccursos de ani~ isis e interpretaci6n tanto com~ las concepcioncs accrca de su funci6n y naturaleza que basta entonccs habfa rr1ancj3do. A Ia nueva narrativa debfa responder pues, una nuev~ crfLica, tan nueva como Ia narrativa misma. Eso implic6 postular una profunda fractura en Ia evoluci6n Hteraria hispanoamericana: Ia nueva narraLiva rcprcscnLaba scgun cstc punto de vista. Ia aparici6n propiamcnte dicha de hi liLcratura,33 y sc qui so que tuvicsc cl mismo significado para· Ia crflica. Con cso, cl pcnodo anterior, que comprcndfa nada m~nos que Ia historia complcta d~ Ia narrativa hispanoamcricana y una parte considerable de su pocsfa, paso a scr considcrada como un largo cnsayo de adicstramicnto sin cap:lcidad suficicnte para dar Iugar a una exprcsi6n propia y estclicamcnte valida.

De allf que el aspccto central del debate en tomo a lo que sc llani6la "crisis de Ia crftica litcraria" en Hispanoamcrica, haya estado directamente

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' . o a Ia intcrprctdci6n del fcn6meno de Ia nueva narrativa. Y de acuerdo • •

cse pun to de vista, Ia supcraci6n de dicha crisis pasaba porIa adopci6n 'de crilcrios mctodo16gicos m4s rigurosos en base a los cuales se legitimase cicntfficamcntc cl conochnicnto de Ia Jitcratura.

En cl caso de Brasil, Ia fractura de Ia concicncia litcraria, aunque tambi~n tuvo Iugar, no adquiri6la tnisma intcnsidad, lo que pcnniti6 a Ia crltica, en gran mcdida, prcscrvar una concicncia 1nas cstructurada tanto de sf misma como c.Jc Ia cvolucion de Ia litcratura.

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NOT AS

1. Cesar Fcnl3ndcz tv1orcno (org.), Anu!rica Latina en su literatura, Mexico, Fondo de Cullura Econornica, 1974. M-~

2. An1bos ensJyos cstan rccogidos en: Jose Antonio Portuondo, La emancipacion literaria de An1erica Latina, La 1-tabana, Casa de las Americas, 1975. r' .. f (,

3. Cf. l~cmando Tellez, "Azarcs y pcrplcjidadcs de Ia critica" y "EI Compromiso de Ia Crltica", ambos rccogidos en: Seleccion de Prosa, Bogota, Procultura. 1974. Baldon1cro Sanin Cano, "Ocaso de Ia critica", en: El oricio de Lector. Caracas, Biblioteca Ayacucho, vol. 48, pp. 293-297. Los tcxtos citados y los antcriores de Jose Antonio Portuondo11 pcrtcncccn a 1949. ~4 · .1(.

4. Jorge Rufinclli, "Cucstionario sobrc Ia Crilica11', en: Texto Critico, Valparaiso, NO 6, 1977. P(J . K-l-

5. Cf. Antonio Cornejo Polar, "Tareas y problemas de Ia CriLica litcraria contem­poranea", en: Sobre literatura y critica litera ria Latinoamericana, Caracas. Ediciones de Ia Faculrad de Humanidadcs y Educaci6n de Ia U.C.V., 1984. ft· .f

6. Octavio Paz, uuna narrativa sin critica", en "Papcl Litcrario .. , de El Nacional, Caracas, 15-2-1977. V case tam bien cl tcxto "De Ia critica". publicado en Corrientes Alterna, ~1cxico, Siglo XXI, 1967. n. tf g

7. Arturo Uslar Piclri, uMucrte de Ia Critica'·, en: Veinticinco ensayos,Carocas., Monte Avila, 1976. Poncncia prcscnaada aJ XIII Congreso de Litcratura lbcroamcricana, Caraca~, 1967. Salvo indicaciones expresas, todas las dem4s citas de este paragrafo se rcficren a este tcxto.

8. Octavio Paz, op. ciL, p. 40. h . 2tf

9. Carlos Fuentes, La nueva novela hispanoamericana, Mexico. Joaquin Moniz. 1969. 11 . ~ s··

10. Carlos Fuentes, .. La mucrte del rcalisrno burguCs sOlo anuncia el advenimicnto de una rcalidad literaria mucho mas podcrosa. Esaa realidad noseexpresaca_la