La Reduccion de Lo Posible

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reducción de lo posible

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  • Tomado de THEORIA, Revista de teora, historia y fundamentos de la ciencia,

    Vol. 22, N 59 : 233-252 (2007).

    LA REDUCCION DE LO POSIBLE

    RENE THOM Y EL DETERMINISMO CAUSAL

    Miguel Espinoza

    Est el mundo sujeto a un determinismo riguroso o hay

    acaso un azar irreductible a toda descripcin ? Planteado

    as, el problema es evidentemente metafisico y slo una opcin

    igualmente metafsica puede resolverlo. En tanto que filsofo,

    el cientfico puede dejar la pregunta abierta, pero en tanto que

    cientfico tiene la obligacin de principio so pena de contradiccin interna de adoptar una posicin determinista y de postular que nada en la naturaleza es inconocible a priori.

    Ren Thom

    Descriptores: Determinismo causal Inteligibilidad natural Explicacin

    cientfica Ren Thom Ciencia y metafsica realista.

    Key words: Causal determinism Natural intelligibility Scientific

    explanation Ren Thom Science and realist metaphysics

    Resumen. La tesis principal de este ensayo estipula que el determinismo

    causal es una propiedad de la naturaleza y el primer principio de la

    inteligibilidad natural. Se expresa, por ejemplo, en la frase de Lucrecio: Nada

    surge de la nada ni va hacia la nada. Todo lo que existe es efecto de una red de

    causas y es a su vez causa de otras cosas. Se sigue que la teora cientfica

    orientada hacia la inteligibilidad diferente de la ciencia positivista y

    pragmtica es la bsqueda de determinismo causal. El desarrollo de esta tesis

    utiliza como hilo conductor el pensamiento de Ren Thom. Esto significa que el

  • determinismo causal se examina en su relacin con (I) la estabilidad y la

    inestabilidad, (II) el desafo de la mecnica cuntica, (III) las races aporticas

    de la ciencia tal como la dualidad determinismo indeterminismo, y finalmente

    (IV) en su relacin con el mtodo para ponerlo de manifiesto, es decir la

    reduccin de lo posible estrategia que es, en este dominio, una de las ideas

    ms originales de Thom.

    Abstract. The main thesis of this essay is that causal determinism is a

    property of nature and the main principle of natural intelligibility. It can be

    expressed in Lucretius words: Nothing comes out of nothing or passes into

    nothing. Everything is the effect of a web of causes and is, in its turn, cause of

    something else. It follows that the essence of an intelligibility-oriented scientific

    theory which is different from science in a positivist or pragmatist sense is

    the search for causal determinism. The development of this thesis is guided by

    Ren Thoms thought. This means that causal determinism is analysed, first, in

    its relation to stability and instability; second, in its relation to the prima facie

    indeterminism of quantum mechanics; third, in its relation to the aporetic roots

    of science such as the duality determinism indeterminism, and, finally, in its

    relation to the method which allows science to follow the causal determinist

    ideal: the reduction of the possible a strategy which is, in this field, one of

    Thoms most original ideas.

    1. Determinismo y estabilidad estructural

    El inters por la causalidad y el determinismo se despert temprano en el Ren

    Thom filsofo y su preocupacin por estos problemas lleg a la cspide de su filosofa

    en el momento de su controversia con los sectarios del caos. (Thom 1990a, pp. 62-

    63). Thom emplea a veces la expresin determinismo causal y otras veces dice

    simplemente determinismo. Como veremos, estas nociones no son sinnimas y hay

    que saber que cuando Thom dice determinismo lo que est implcito es el

    determinismo causal porque l estara de acuerdo para reconocer que no se concibe

    cmo nuestras previsiones unvocas, exactas o estadsticas son posibles a menos que

    haya una ontologa subyacente causalmente estructurada y por lo tanto estable.

    Coherente con su constatacin de que el mundo es ms bien estable que inestable, de

  • que est ms bien ordenado que desordenado, Thom piensa que el mundo es conocible

    gracias al determinismo causal.1 Y al contrario, el postulado de que la ciencia se

    acomoda a la creatividad y a la libertad si y solamente si el cientfico ubica el azar entre

    los principios del mundo, le parece una seudosolucin, la prueba de que no se ha

    entendido la naturaleza del trabajo cientfico. Pinsese, por ejemplo, en el azar ciego o

    clinamen de Epicuro, o ms cerca de nosotros en el tiempo, en el tiquismo de Ch. S.

    Peirce.

    Como Aristteles y DArcy Thompson, a quienes aprecia como sus principales

    precursores en biologa terica, Thom est fascinado por las formas, por su nacimiento,

    desarrollo y desaparicin. Una de sus creencias es que la explicacin de la forma es el

    problema principal del espritu humano y que, en este dominio, todo es asunto de

    geometra, de cinemtica y de dinmica. DArcy Thompson escribe: No hay ninguna

    razn para que la formas materiales de la materia viva escapen a los conceptos [del

    sistema material de las fuerzas mecnicas] clulas y tejidos, conchas y huesos, hojas

    y flores son diferentes parcelas de materia; es en conformidad con las leyes de la fisica

    que sus partculas constitutivas han sido ubicadas, moldeadas, que han adoptado la

    forma adecuada Los problemas de forma de la materia viva son ante todo problemas

    matemticos y sus problemas de crecimiento son problemas de fsica (Thompson

    1961, pp. 7-8).

    Nuestro universo no es catico, los seres que lo componen son formas,

    estructuras dotadas de una cierta estabilidad (Thom, 1977, cap. 1)2 Cmo creer en el

    azar ontolgico o en la existencia de lo aleatorio in re si nuestro mundo est ordenado

    de tal manera que nos reconocemos, si reconocemos los objetos de nuestro entorno, si

    una forma no se construye de cualquier manera, si su desarrollo obedece a leyes, si los

    principios organizadores de rganos y de organismos deben someterse a las leyes de la

    mecnica, de la fsica y de la qumica para dirigir los elementos y las fuerzas? Seran

    acaso posibles las analogas y las inducciones en un mundo desordenado? Y por

    supuesto las analogas y las inducciones existen porque sin ellas no habra ni

    aprendizaje animal ni aprendizaje humano. No hay vida sin permanencia. El solipsista

    ms convencido, si contina viviendo y actuando, debe necesariamente someterse al

    orden de las cosas exteriores, admitir su invariabilidad estructural para usarlas; qu

    1 De manera independiente yo estipul en mi Thorie du dterminisme causal (2006) que

    la filosofa subyacente a este libro es la idea segn la cual el determinismo causal es el primer principio de la inteligibilidad natural. (Ver, por ejemplo, pp. 6 y 56). 2 Sobre la estabilidad se puede estudiar tambin Liapounoff, A. (1988).

  • significa esto, sino que les reconoce, gracias a este hecho, una cierta realidad? (Thom,

    1977, p. 11).

    En el estudio de las formas se impone el concepto de estabilidad estructural, la

    insensibilidad ante las pequeas perturbaciones: un proceso (P) es estructuralmente

    estable si una leve variacin de las condiciones iniciales conduce a un proceso (P)

    isomorfo a (P) en el sentido en que una pequea perturbacin sobre el espaciotiempo

    un -homeomorfismo, en geometra transforma de nuevo el proceso (P) en (P)

    (Thom, 1980, p. 12). Si somos capaces de descubrir una forma, si podemos

    representarnos un objeto, es porque son estructuralmente estables. El mundo no sera lo

    que es si la mayora de las formas u objetos de nuestro entorno, despus de la menor

    perturbacin, llegara a ser otra cosa, o, peor an, si se aniquilara. La estabilidad

    estructural es as condicin de existencia y de conocimiento. El yo al cual nos

    identificamos, el objeto que percibimos, ambos existen en la medida en que son

    estructuralmente estables. Para conocer un fenmeno hay que manipularlo y modificar

    sus parmetros, y al final del proceso el fenmeno debe ser reconocible.

    Ntese que los fenmenos estudiados por la mecnica cuntica no son,

    aparentemente, estructuralmente estables puesto que la observacin los transforma. En

    este campo lo observado se encuentra en la interseccin o superposicin de los

    fenmenos cunticos y de los aparatos de medida (clsicos) por lo que el efecto de estos

    aparatos no es completamente eliminable. En tales circunstancias se entiende lo que

    quiere decir Thom cuando apunta que la estabilidad estructural es un concepto clave en

    la interpretacin de los fenmenos de toda disciplina, excepto tal vez en mecnica

    cuntica: En todo proceso natural aparece una especie de escala natural ms all de la

    cual la estabilidad estructural y la posibilidad de calcular llegan a ser incompatibles. En

    mecnica planetaria, esta escala tiene una duracin tal que la incompatibilidad no es

    sensible; en mecnica cuntica, al contrario, la escala es de una pequeez tal que la

    incompatibilidad es inmediatamente sensible; la fsica actual ha sacrificado la

    estabilidad estructural al clculo y yo quisiera creer que no tendr que arrepentirse de

    esta eleccin (Thom, 1977, pp. 31-32). Que la estabilidad sea condicin de existencia y

    de conocimiento no sorprende a los filsofos: este concepto es el heredero de la

    identidad que era la condicin de existencia y de conocimiento para Parmnides, leccin

    asimilada por Platn y fuente de su Teora de las Formas. Cmo apreciar la existencia

    de algo sumamente efmero, y qu hay que hacer, qu estrategia adoptar para

    conocerlo? El esfuerzo por conocer, en este caso, vale la pena?

  • Veamos ahora algunos de los vnculos principales entre esta reflexin sobre la

    estabilidad y nuestro problema especfico del determinismo.

    2. Inestabilidad, determinismo e indeterminismo

    El ncleo del ataque thomiano, que lleg a estar personalizado contra los

    sectarios del caos, del azar y del indeterminismo,3 se encuentra ya desde el comienzo de

    Estabilidad estructural y morfognesis (1972) y consiste en la idea de que la ciencia y el

    indeterminismo se excluyen mutuamente. Hemos observado que nuestro entorno es una

    sucesin de formas y de objetos que son, por lo general, estructuralmente estables. No

    vivimos a sobresaltos (en condiciones normales) como si estuviramos en una selva

    inhspita, yendo de sorpresa en sorpresa, ni en un mundo mgico donde nada dura. La

    estabilidad estructural y el orden natural nos llevan a pensar que nuestro mundo est

    causalmente determinado. Yo pienso que la estabilidad estructural y el determinismo

    causal no tienen exactamente el mismo contenido porque el concepto de determinismo

    causal es ms vasto: todo lo estructuralmente estable est causalmente determinado,

    pero no todo lo que est causalmente determinado es estructuralmente estable. Un punto

    de bifurcacin en el que un perodo estable de un sistema se termina y otro perodo

    estable comienza no es un punto estable, pero, por una parte, afirmo que sera irracional

    pensar que en ese punto toda influencia causal desaparece repentinamente, y por otra

    parte es imposible probar que el punto de bifurcacin no est determinado causalmente

    ya que tal prueba requerira el conocimiento exhaustivo del mundo. La inestabilidad

    estructural no implica el indeterminismo causal.

    Ningn criterio experimental permitir distinguir un fenmeno

    estructuralmente inestable y determinado de un fenmeno fundamentalmente

    indeterminado. Por eso, cuando se vaca el problema del determinismo de su trasfondo

    filosfico, se reduce, en el plano de los fenmenos, a la afirmacin siguiente,

    difcilmente discutible: hay fenmenos ms o menos determinados; el carcter ms o

    menos determinado de un proceso se expresa esencialmente por la continuidad ms o

    menos lisa (diferenciable) de la evolucin de este proceso en funcin de las condiciones

    iniciales (Thom, 1977, p. 123). El contexto no deja duda de que por proceso ms o

    menos determinado Thom quiere decir aqu ms o menos previsible. Se trata en

    3 Thom se refiere sobre todo, aunque no exclusivamente, a intelectuales franceses de la

    segunda mitad del siglo XX tales como Jacques Monod, Edgar Morin, Henri Atlan y Michel Serres. Otros sectarios del caos son Patrick Suppes y uno de los ms eminentes es, evidentemente, Ilya Prigogine.

  • consecuencia de una situacin epistemolgica de nuestra capacidad de describir y

    sobre todo de prever que no prejuzga nada acerca de la situacin ontolgica de

    cmo son las cosas en realidad. Thom no lo dice en el contexto de Estabilidad

    estructural y morfognesis, pero est claro que la observacin segn la cual ningn

    criterio experimental permitir distinguir un fenmeno estructuralmente inestable y

    determinado de un fenmeno fundamentalmente indeterminado neutraliza y deja sin

    valor operatorio nada menos que la pretendida base emprica del discurso sobre la

    existencia del indeterminismo en las cosas.

    Los gneros de probabilidades que se encuentran en la termodinmica o en la

    mecnica cuntica (la probabilidad en mecnica cuntica no es del mismo gnero que

    aqulla de la termodinmica) ya no son, para un cientfico como Ilya Prigogine, lo que

    eran para Pierre-Simon Laplace, la expresin de nuestra ignorancia: para el qumico

    ruso las probabilidades existen en las cosas mismas. La prueba? Hay sistemas

    inestables, es decir sistemas cuyos modelos exhiben una combinacin de estadios

    deterministas y probabilistas. Se los puede modelizar mediante una serie de

    bifurcaciones. Algunas ecuaciones diferenciales admiten

    soluciones inestables, hay entonces una bifurcacin.

    Recordemos que una solucin de una ecuacin diferencial es estable si una variacin

    muy pequea en las condiciones iniciales o de frontera genera cambios muy pequeos

    en el desarrollo de la solucin. He aqu un ejemplo de bifurcacin. Sea la ecuacin

    diferencial y = ay donde a es el parmetro. Si a > 0, entonces la solucin es

    exponencial. Llammosla solucin A. Si a = 0, entonces la solucin es una recta, es el

    caso lmite (solucin B). Si a < 0, entonces la solucin es sinusoidal (solucin C). Una

    variacin infinitesimal de a hace pasar de A a C. Otro ejemplo: una bolita ubicada en el

    fondo de una esfera est en equilibrio estable mientras la esfera comienza a girar

    lentamente, pero hay un umbral de velocidad a partir del cual el equilibrio al fondo de la

    esfera ya no es estable y aparece otra posicin de equilibrio a cierta distancia del fondo,

    y es ahora esta nueva posicin la que es estable. As, en el punto de bifurcacin el

    sistema llega a ser inestable y emerge entonces un par de nuevas soluciones. Los

    estadios deterministas en el desarrollo de un sistema son aqullos en los cuales se

    encuentran soluciones nicas, mientras que los estadios probabilistas consisten en

    soluciones mltiples. Cuando se habla de ramificacin se quiere decir que cada rama

    puede a su vez escindirse, ser el lugar de una nueva bifurcacin, lo que produce una

    historia que explicara la irreversibilidad de muchos fenmenos: el hecho de que un

  • proceso se encuentre en un estadio dado implica que ya atraves tal y cual estadio.

    Incluso si conocemos el estado inicial del sistema, los procesos que lo han constituido

    y las condiciones lmites, no podemos prever cul de los regmenes de actividad elegir

    el sistema (Prigogine 1996, p. 84). La propiedad notable de estos sistemas es su

    sensibilidad: pequeas modificaciones en la naturaleza del sistema conducen a una

    eleccin preferencial de una rama en vez de otra (Prigogine, 1994, p. 31). Uno de los

    primeros ejemplos de azar que se le ocurre a Poincar es el equilibrio inestable. Para

    prever el desarrollo de un sistema recordemos al demonio laplaciano hay que

    conocer con exactitud el estado inicial y las leyes de evolucin del sistema; ahora bien,

    puede suceder que diferencias nfimas en las condiciones iniciales engendren

    diferencias muy grandes en los fenmenos finales escribe Poincar en su artculo El

    azar de 1907; la previsin llega a ser imposible y tenemos el fenmeno fortuito.

    Tres observaciones: en primer lugar, los sistemas inestables introducen una gran

    complicacin para la previsin y por lo tanto para el determinismo epistemolgico. Pero

    ste puede progresar, al menos en algunos dominios como en la previsin del tiempo

    meteorolgico, a medida que mejora la eficacia de los algoritmos. Para todo algoritmo

    llega un momento en que pierde su eficacia y se cae, en consecuencia, en el

    indeterminismo; y si los algoritmos se perfeccionan, entonces lo que estaba

    indeterminado llega a estar gradualmente determinado, hasta alcanzar un nuevo lmite, y

    as sucesivamente. Ntese que en estos casos el indeterminismo no es lo opuesto del

    determinismo sino su lmite provisorio en continuidad con el determinismo. En segundo

    lugar, la dificultad que se encuentra en la previsin de la evolucin de un sistema

    inestable no significa que el sistema est desordenado en s puesto que el

    descubrimiento de atractores de seres geomtricos muestra la existencia de

    estructuras algebraico-geomtricas y sugiere que tales seres y estructuras existen

    probablemente incluso en los sectores en los cuales todava no se los ha encontrado

    optimismo panmatematista . En tercer lugar, los cientficos no afirman que los puntos

    donde los sistemas se muestran sensibles los puntos de bifurcacin son, si se me

    permite la expresin, hoyos en las redes de las relaciones causales: hay quiebres de

    simetra o de causalidad, pero no se tiene el derecho a afirmar que en esos puntos las

    causas, imperceptibles tal vez, quebradas y mltiples, estn reducidas a nada. La idea de

    que todas las causas fsicas se aniquilan simultneamente en un punto dado es, como se

    sabe, un postulado central del dualismo anticuado del cuerpo y de la mente: el mundo

    fsico estara regido por la causalidad mientras que la conciencia sera un proceso o una

  • funcin inmaterial y absolutamente libre. Yo pienso, por mi parte, que slo una especie

    de monismo neutro es razonable porque si hay interaccin causal entre el cerebro y la

    mente para referirme ahora slo a este gnero de dualismo dada su popularidad

    entonces el cerebro y la mente se encuentran en un estado de continuidad espacial y

    temporal, lo que significa que pertenecen a una sola y misma sustancia, a un solo y

    mismo mundo, como William James ya lo hizo notar.

    Una conclusin clara e ineludible de las distinciones sistema inestable y por lo

    tanto imprevisible / sistema realmente determinado, incapacidad de prever /

    determinismo ontolgico es que la retrica segn la cual la realidad en s est

    indeterminada no se justifica. A las afirmaciones tajantes como las de Richard Feynman,

    de Patrick Suppes y de tantos otros de que el determinismo causal in re est muerto

    porque la mecnica cuntica as lo prueba, hay que oponer observaciones como las de

    Grete Hermann o Max Born. Ella hace notar que en ese campo hay una causalidad que

    se puede describir hacia atrs: lo que se registra en los instrumentos de medida es el

    efecto de un proceso causal. Ahora bien, tal proceso causal conocible solamente a

    posteriori es imprevisible porque la visin corpuscular y la visin ondulatoria de las

    partculas se limitan mutuamente poniendo lmites definitivos a la previsin mediante el

    clculo es lo registrado con exactitud por las relaciones de indeterminacin de

    Heisenberg (Hermann, 1935, p. 93). Y Max Born expresa su propia opinin diciendo

    que l renuncia al determinismo en el dominio del tomo, pero agrega lcida y

    honestamente que se trata de una posicin filosfica para la justificacin de la cual los

    argumentos fsicos solos son insuficientes (Born, 1926).

    3. Magia o geometra : el desafo de la mecnica cuntica

    Casi todas las acepciones de los trminos azar e indeterminismo, siendo

    manifestaciones de nuestra ignorancia de causas, son compatibles con la visin

    determinista y causal del mundo. Por ejemplo, segn la definicin de A. A. Cournot, el

    azar es el encuentro de series o de lneas causales independientes (generalizando

    podramos decir que el azar es el encuentro de sectores causales independientes), lo que

    significa que la razn del encuentro no se ve en ninguna de las series. Pero se trata de

    series o de redes causales, lo que sugiere que si se considera la situacin desde un punto

    de vista global y no local, si se toma la distancia apropiada, se ver que el encuentro de

    series causales era necesario y previsible. Recordemos el ejemplo tan mencionado del

    transente a quien le cae una teja en la cabeza: el transente no previ el accidente

  • porque no vio a tiempo o que pasaba en el techo, el techador no se dio cuenta a tiempo

    de las coordenadas del transente. Pero no hay encuentro por azar ni para las leyes de

    la naturaleza, ni para el observador ubicado en el punto de vista apropiado. Adoptar un

    punto de vista global apropiado: ste es, en efecto, como lo ensea la historia de la

    ciencia, una de las mejores maneras de avanzar que tiene el conocimiento, de ganarle

    terreno a lo ininteligible: primero est la sorpresa ante lo azaroso de un fenmeno, ante

    lo que nos impresiona como una excepcin al orden del mundo, pero al ensanchar la

    visin, se termina por darse cuenta de que lo fortuito era slo una apariencia, el

    resultado del punto de vista local.

    Para algunas personas existe al menos una excepcin al determinismo causal y

    sta se encontrara la mecnica cuntica. Cabra mencionar (I) la supuesta

    espontaneidad del salto cuntico, (II) la interpretacin ortodoxa de las relaciones de

    indeterminacin y (III) la concepcin objetivista de las probabilidades. La estructura

    ltima del mundo sera estadstica y no causal. Que la estructura ltima es causal es lo

    que se supona en mecnica clsica. Ahora bien, segn Thom, las regularidades

    estadsticas expresadas en las leyes de la mecnica cuntica no pueden ser sino el reflejo

    de invariantes estructurales subyacentes (como en una partida de cara o cruz, la simetra

    rigurosa de la moneda con que se juega se expresa en la igualdad asinttica del nmero

    de las caras y de las cruces) (Thom, 1980, p. 12).

    Impresionados por el indeterminismo epistemolgico de esta nueva mecnica,

    varios cientficos y filsofos, entre otras razones probablemente por no tomar suficiente

    distancia con respecto a la ciencia de su tiempo, llegan a convencerse de que el

    determinismo causal no es una condicin de la ciencia. Abandonan la bsqueda de

    inteligibilidad y se concentran en los aspectos utilitarios del saber. Esa es la actitud

    positivista y pragmtica. Los realistas, por su parte, se dan cuenta de que la fsica ya no

    es lo que fue: una filosofa natural, una actividad intelectual dotada de alcance

    ontolgico. No es intil hacer notar que la fisica relativista, cuyo espritu es clsico,

    intenta hacer contribuciones ontolgicas fundamentales sobre nada menos que el

    espacio, el tiempo, la materia y la energa. El realista siente mucho que la mecnica

    cuntica como lo dice por ejemplo Emile Meyerson en su memoria sobre el

    determinismo y la fisica cuntica de 1933 sea incapaz de ofrecer lo que la humanidad

    siempre espera de ella: una imagen fsica del mundo (Meyerson, 1933). Ahora bien,

    el pesimismo o la falta de confianza en la fisica no es la reaccin de Thom para quien el

    determinismo es una condicin de la ciencia. Y acerca del desafo de la mecnica

  • cuntica temible porque segn muchos ah se encontrara la nica prueba de un

    indeterminismo ontolgico el gemetra propone varios comentarios que no habra que

    descartar sin mayor consideracin, sea prejuzgando que el nico programa de

    investigacin para esta teora es aqul de la interpretacin positivista ortodoxa, sea

    dictando que la mecnica cuntica es una ciencia revolucionaria cuyo indeterminismo

    marca necesariamente una ruptura con el determinismo buscado en la ciencia clsica. Si

    se quiere evitar el dogmatismo, no hay que asfixiar las ideas diferentes de las que

    dominan en un momento dado, y segn el testimonio de algunos especialistas, por lo

    menos desde los aos 1930 la fsica institucional se ha mostrado dogmtica en este

    sentido.

    Una de las distinciones recurrentes hechas por Thom opone la ciencia a la

    magia. La magia se caracteriza no solamente por la creencia en frmulas eficaces, sino

    tambin por la creencia en la accin a distancia, lo que significa una modificacin de la

    topologa usual del espaciotiempo. Los enlaces entre las cartas locales que definen el

    espacio estaran modificadas por la voluntad de los magos o de los brujos. Esa no puede

    ser la visin cientfica puesto que ella presupone el reconocimiento de un espaciotiempo

    nico, vlido universalmente. Con la ciencia se intenta explicar el nacimiento y la

    evolucin de las formas, y la explicacin implica la descripcin de un proceso

    localmente y de manera continua. Si existe un espacio nico, entonces toda propagacin

    causal requiere tiempo para transitar, lo que excluye la accin instantnea a distancia

    del dominio de lo inteligible. La actitud cientfica, al contrario de la actitud mgica,

    exige la localidad y rechaza la accin a distancia. La actitud de Einstein, dice Thom, por

    su exigencia de localidad, aparece como el modo de actuar cientfico por excelencia.

    Digamos, por nuestra parte, que el espacio tiene un rol privilegiado en la comprensin

    del mundo porque gracias a su ambigedad espacio en tanto que entidad real, espacio

    en tanto que concepto matemtico sirve de puente entre el mundo externo y el

    pensamiento. As la ciencia del espacio, la geometra, est en el centro de la

    inteligibilidad, y La deduccin relativista de Emile Meyerson es una ilustracin

    magistral de esta observacin (Meyerson, 1925). Los grandes xitos prcticos de la

    ciencia han estado vinculados siempre a la explotacin de acciones aparentemente no-

    locales, afirma Thom. Ejemplos: la ley de la atraccin de Newton, luego en

    electromagnetismo, la interaccin coulombiana entre dos cargas elctricas y la accin

    de un imn sobre una corriente son aparentemente acciones a distancia. Al contrario,

    las teoras localizantes, a pesar de su inters terico, casi no tienen aplicaciones

  • prcticas en ellas mismas (pinsese en la teora general de la relatividad, por ejemplo)

    (Thom, 1980, pp. 132-138).

    Volvamos a la mecnica cuntica: en ella y en la teora cuntica de campos los

    efectos no pueden ser apreciados sino estadsticamente, y la propagacin est definida

    no sobre el espacio mismo, sino en un espacio funcional, lo que trae como consecuencia

    un carcter de causalidad no-local sobre el espacio de partida (Thom, 1988, p. 45).

    Dirac, en el prefacio a los Principios de la mecnica cuntica, rechaza como si fuera

    algo desdeable la imposibilidad de dar un contenido intuitivo a los conceptos de base

    de la mecnica cuntica. Pero yo no estoy seguro de que en un universo donde todos los

    fenmenos estuvieran regidos por un esquema matemticamente coherente, pero

    desprovisto de un contenido descriptible con imgenes, el espritu humano estara

    plenamente satisfecho. No estaramos entonces acaso en plena magia? Desprovisto de

    toda clase de inteleccin, es decir de interpretacin geomtrica del esquema dado, o

    bien intentar el hombre crearse, a pesar de todo, por medio de imgenes apropiadas,

    una justificacin intuitiva del esquema dado, o bien zozobrar en una incomprensin

    resignada que la costumbre transformar en indiferencia Magia o geometra, se es el

    dilema que plantea toda tentativa de explicacin cientfica Los espritus preocupados

    por la comprensin nunca tendrn, con respecto a las teoras cualitativas y descriptivas,

    desde los presocrticos hasta Descartes, la actitud despreciativa del cientificismo

    cuantitativo (Thom, 1977, pp. 5-6). Est claro que aparte de la aplicacin general de

    esta observacin sobre las teoras cualitativas, Thom tiene en mente el destino de su

    propia Teora de Catstrofes: por su sustancial componente topolgico se la clasifica

    como una teora cualitativa de la analoga natural, y porque adems, salvo excepcin, no

    proporciona una previsin cuantitativa, algunos epistemlogos la han considerado no-

    cientfica.

    Desde el punto de vista de la inteligibilidad, varios cientficos han criticado la

    manera en que se ha desarrollado la mecnica cuntica, y el reproche principal

    concierne, como poda esperarse, la oscuridad de varios de los conceptos bsicos. Los

    entes cunticos presentan un comportamiento ondulatorio y corpuscular, lo que es raro

    desde el punto de vista clsico, aqul que nuestra experiencia humana normal comparte

    con la fsica clsica. El doble comportamiento ondulatorio y corpuscular es la fuente de

    las relaciones de indeterminacin de Heisenberg. Y cmo entender que un

    comportamiento tan sorprendente, constituido de aspectos incompatibles, sea erigido

    nada menos que en principio, el principio de complementariedad? Se ha hecho observar

  • que la complementariedad presupone la compatibilidad, la coherencia: son

    complementarios, por ejemplo, los rganos de los animales herbvoros. Nuestros

    predecesores no habran aceptado que una oscuridad se erija en principio puesto que un

    principio es clsicamente une fuente de inteligibilidad, la cual, gracias a la deduccin,

    se transmite necesariamente a las proposiciones derivadas. Si las bases de la mecnica

    cuntica son oscuras (el principio de complementariedad no es el nico ejemplo),

    entonces la oscuridad ser transmitida al resto de la teora no se puede dar lo que no se

    tiene .4

    Una de las observaciones de Thom sobre las bases de la mecnica cuntica

    recurre a la ontologa thomiana de saliencias o formas salientes (saillances) y de

    pregnancias o formas pregnantes, significativas o imponentes (prgnances) (Thom,

    1988, cap. 1). Esta distincin corresponde en parte (veremos inmediatamente por qu en

    parte solamente) a la distincin fisica entre los sistemas (tomos y molculas, por

    ejemplo) y las fuerzas o interacciones. Los sistemas tienen una frontera y por lo tanto

    tienen un interior y un entorno, y son sensibles a cierto tipo de fuerzas o interacciones

    con los otros sistemas del entorno. Pero de hecho el origen de la ontologa thomiana es

    biolgico, y por eso la distincin fsica entre sistemas y fuerzas corresponde slo

    parcialmente a la distincin entre saliencias y pregnancias: las formas salientes son

    formas u objetos vividos que se separan del fondo continuo, del espacio-sustrato en el

    cual habita la forma. La forma saliente tiene una frontera y un interior; su impacto sobre

    el aparato sensorial de un sujeto es a veces de corta duracin, pero no siempre es as

    porque segn la naturaleza de la forma y el estado del organismo presencia del

    alimento para el animal hambriento, de una pareja sexual en perodo de reproduccin

    la reaccin del sujeto puede ser muy viva, enrgica e interesada. Tales formas son por lo

    tanto muy significativas (pregnantes) y su carcter especfico es la pregnancia. Las

    pregnancias son entidades no localizadas, emitidas y recibidas por las formas salientes.

    Cuando una forma saliente captura una pregnancia, queda investida por esta pregnancia;

    experimenta a causa de eso transformaciones de su estado interno susceptibles de

    producir manifestaciones exteriores en su forma.

    Lo que importa para nuestro problema de la causalidad es el modo de

    comunicacin de las pregnancias: Se puede considerar una pregnancia como un fluido

    4 Hay gente, como Richard Feynman, para quienes la filosofa de la naturaleza es una

    especulacin intil y para quienes las cosas en fsica cuntica son as, raras y ms bien divertidas, y todo lo que quedara por hacer es tomar acta. Es verdad que la profundidad

    de espritu no parece ser la propiedad ms repartida entre los fsicos actuales.

  • invasivo que se propaga en el campo de las formas salientes percibidas, donde la forma

    saliente se comporta como una grieta de lo real por donde se filtra el fluido invasor de la

    pregnancia. Esta propagacin ocurre segn dos modos: propagacin por contigidad,

    propagacin por similitud, mediante los cuales John Frazer, en The Golden Bough,

    clasificaba las acciones mgicas en el hombre primitivo. Sealemos el inters del

    reconocimiento de la pregnancia, una especie de apertura, de relacin externa que llega

    a ser interna, de percepcin o de feeling segn el trmino de A. N. Whitehead. Sera

    interesante profundizar la comparacin entre la ontologa whiteheadiana de entidades

    actuales y de objetos eternos y la ontologa thomiana de formas salientes y de

    pregnancias, desarrollada de manera independiente (Thom, 1988, cap. 1). No es ste el

    lugar para desarrollar este tema y me limito a sealar aqu una coincidencia: ninguno de

    los dos matemtico-filsofos se sentira conforme con la ontologa de la fsica si se

    dijera que finalmente todo estara compuesto exclusivamente de partculas

    puntualmente ubicadas en el espacio y en el tiempo.

    Todo lo que existe no es forma saliente y el nico modo de presencia no es la

    colisin. El ideal de la ciencia contempornea y del positivismo es reducirlo todo a

    formas salientes donde la nica interaccin permitida es la colisin entre las formas

    salientes y eliminar as completamente las pregnancias. Este objetivo no se alcanza (es

    el caso de la mecnica cuntica) sino renunciando a la inteligibilidad porque, en ese

    caso, la partcula entidad saliente y el campo entidad pregnancial llegan a identificarse.

    Se tiene sin embargo en mecnica cuntica la nocin de partcula de intercambio

    (exchange particle) que es un monstruo bastardo de forma saliente y de pregnancia. Hay

    que notar adems que los fermiones, debido al principio de Pauli, participan de la

    impenetrabilidad de la forma saliente, mientras que los bosones son tpicamente

    radiativos (como el fotn) (Thom, 1988, cap. 1).

    Se sabe que el indeterminismo en fsica cuntica est ntimamente vinculado a

    su formalismo, y mientras se lo mantenga es intil suponer que en el futuro la teora

    podra completarse de tal modo que las perturbaciones producidas por la medida sean

    controladas permitiendo as la previsin exacta gracias al clculo (Hermann, 1935, pp.

    34 y s.). Sobre el formalismo cuntico Thom tiene algunas cosas que decir que tienen

    que ver tanto con toda teora fsica que no est fundada en una matemtica segura as

    como con la capitulacin que representa una ciencia indeterminista. Dejando de lado el

    tono a veces provocador de los comentarios de Thom, habra que retener que lo que el

    gemetra busca es una matemtica significativa, es decir un formalismo bien fundado,

  • una coherencia o medida comn entre, por una parte, la precisin orgullosamente

    exhibida en los clculos y, por otra parte, la claridad y la precisin exigida en los

    conceptos. No se encuentra nada de eso en los formalismo cunticos: En la teora

    cuntica de campos, se confiesa que no se sabe muy bien multiplicar las distribuciones,

    y sin embargo, se las multiplica de todas maneras; se postula en consecuencia que esta

    operacin es lcita, la gente se las arregla para sacar de ah un clculo, etc. Pero

    desgraciadamente, los esfuerzos destinados a establecer que este clculo es riguroso,

    incluso cuando se trata del caso mejor establecido fsicamente, la electrodinmica

    cuntica, no han dado un buen resultado. Y es ste otro sntoma inquietante, se trata tal

    vez del primer caso en que los fsicos han realmente introducido un formalismo que los

    matemticos no han podido justificar (Thom, 1983, pp. 32-33). Este diagnstico

    indica lo que habra que remediar, pero el problema es saber cmo: he ah un tema de

    investigacin para los especialistas.

    Pocas personas han hecho valer con tanto conocimiento y fuerza que Thom la

    necesidad de los elementos a priori en ciencia. (La idea de que hay necesariamente a

    priori cientficos nos trae a la mente, entre otras cosas, el rol que tiene el principio de

    relatividad en la fsica relativista). Tradicionalmente las matemticas han precedido a la

    fsica. Entre las excepciones se encuentran la teora de las series de Fourier y los

    formalismos cunticos. Le parece a Thom que la prioridad de las matemticas sobre la

    fsica es una condicin de sentido y de claridad. Tngase en cuenta tambin

    subraymoslo por nuestra parte que el razonamiento matemtico es determinista,

    vehicula una necesidad. Dados el sentido y la claridad de los axiomas y de las

    proposiciones probadas, se derivan necesariamente otras proposiciones que heredan el

    sentido y la claridad de los axiomas y de las proposiciones precedentes. (No est de ms

    hacer notar que hay axiomas y proposiciones que describen seres y hechos matemticos,

    y por eso slo una parte de las matemticas, tal vez la menos interesante, es reductible a

    la lgica.)

    Thom rechazara una afirmacin como sta de Pierre Duhem, vieja de un siglo y

    renovada por varios epistemlogos anglosajones: Una teora fsica ser un sistema de

    proposiciones [que] no tendr por objetivo proporcionar una explicacin, sino una

    representacin y una clasificacin natural de un conjunto de leyes experimentales

    (Duhem, 1981, p. 157). La ciencia no es solamente, ni ante todo, una observacin y

    clasificacin de hechos: es terica, su objetivo es explicar y hacernos comprender el

    mundo, y no hay teora sin imaginacin, sin idea preconcebida, sin matemticas. El

  • juicio de Thom es severo en cuanto a la hipertrofia del experimentalismo: la

    acumulacin, a la que se asiste hoy, de observaciones y de experimentos sin mtodo

    matemtico a priori, es fuente de insignificancia. Los fenmenos que cuentan en ciencia

    son los que responden a preguntas tericamente bien planteadas.

    4. Determinismo indeterminismo : una apora fundadora de la ciencia?

    Thom tiene algo que proponer sobre las races de las ciencias: todas ellas estn

    atravesadas por la separacin unidad / diversidad que se despliega en una serie de

    oposiciones paradigmticas.5 As, en la raz de las matemticas se encuentra la

    oposicin entre el continuo geomtrico, que se sita al lado de la unidad, y el

    discontinuo de la sucesin de los nmeros enteros naturales que estara al lado de la

    diversidad. En la fsica existe, por una parte, la hiptesis de un espaciotiempo vaco

    unidad , y por otra parte los sistemas fsicos observables diversidad . Luego en la

    medida en que la fsica es matemtica, hereda la particin matemtica entre el continuo

    y el discontinuo. La oposicin entre el determinismo y el libre albedro, dicho de otro

    modo, el problema de la relacin entre lo fsico y lo mental, est en la raz de la

    sicologa y de las ciencias de la vida. Si es verdad que estas oposiciones son aporticas,

    entonces no son decidibles, y sera en consecuencia ilusorio querer determinar de una

    vez y para siempre una solucin recurriendo, por ejemplo, a la ltima palabra de tal o

    cual teora.

    El artculo de Thom que tengo en mente donde expone los fundamentos

    aporticos de la ciencia (Temas de Holton y aporas fundadoras) data de 1982; ahora

    bien, unos aos antes (Thom, 1977) escribi: Nuestros modelos [de la Teora de

    Catstrofes] ofrecen el primer modelo rigurosamente monista [todo lo que existe es de

    un solo y mismo gnero] del ser vivo, ellos disuelven la antinomia del alma y del cuerpo

    en una entidad geomtrica nica. Saquemos la siguiente conclusin, no explicitada por

    Thom: dado que nuestro autor reconoce el vnculo ntimo que existe entre la oposicin

    determinismo indeterminismo y la relacin entre el cuerpo y la mente, se sigue que en

    la medida en que un modelo catastrofista disuelve la antinomia del cuerpo y del espritu,

    disuelve al mismo tiempo y por la misma razn la antinomia del determinismo y del

    indeterminismo. Y si lo que disuelve el problema de la relacin entre el cuerpo y la

    mente es un monismo ontolgico que se expresa en un modelo geomtrico nico,

    5 La lista completa de estos temas holtonianos se encuentra en el artculo Thmes de

    Holton et apories fondatrices , in Thom, R. (1990), p. 479.

  • entonces hay una continuidad ontolgica entre el determinismo y el indeterminismo

    susceptible de ser expresada por un modelo geomtrico nico. Esta unidad no tendra ya

    que sorprender a nadie, por lo menos desde el punto de vista epistemolgico, porque tal

    vez el lector recuerda que todo algoritmo, en algn momento, llega a su lmite de

    eficacia, y as el determinismo epistemolgico se convierte gradualmente en

    indeterminismo. E inversamente: ah donde en un momento dado no hay algoritmo

    eficaz ni modelo geomtrico determinista, tal vez se encontrar un algoritmo eficaz que

    restaurar el determinismo epistemolgico, o bien se encontrar un ser geomtrico (por

    ejemplo, un atractor) que demostrar que el indeterminismo ontolgico era slo una

    apariencia. Si los modelos catastrofistas disuelven la antinomia del alma y del cuerpo en

    una entidad geomtrica nica, significa esto acaso que las oposiciones paradigmticas,

    estas races de las ciencias como el determinismo y el indeterminismo, no siempre son

    insolubles? Es pensable. Est claro en todo caso que en cuanto al destino del problema

    de lo fsico y lo mental Thom fue ms optimista en los aos 1970 que ulteriormente.

    Thom hace alusin a los temas de Holton. Los themata son numerosos y se

    presentan a menudo como alternativas: constancia y cambio, continuo y discontinuo,

    evolucin e involucin, holismo y reduccionismo, simplicidad y complejidad,

    invariancia y variacin, unidad y estructura jerrquica, etc. (Holton, 1988). Las dadas

    recientes mencionadas por Thom y Holton nos traen a la mente, entre otros, las

    antinomias kantianas, y dos conjuntos de ideas probablemente menos conocidos: los

    dilemas de la metafsica pura de Charles Renouvier y las ideas opuestas de Albert

    Lautman. Los dilemas de la metafsica pura de Renouvier conciernen lo condicionado y

    lo incondicionado, la sustancia y la ley o la funcin de los fenmenos, lo infinito y lo

    finito, el determinismo y la libertad, y finalmente la cosa y la persona (Renouvier,

    1913). Para Lautman el progreso de las matemticas resulta de una tensin entre ideas

    opuestas, todava ms abstractas que las matemticas: simetra asimetra, local

    global, finito infinito, continuo discreto. Se trata de ideas dialcticas que actan en

    el trasfondo de las matemticas y que las dominan (Lautman, 1977). En todos estos

    casos, se trata de ideas o de smbolos profundos a veces conscientes, pero la mayora de

    las veces inconscientes, que dirigen, mediante una lucha o tensin, la evolucin de las

    ideas cientficas. Es interesante constatar que hay constantes en estas listas de pares de

    categoras opuestas a pesar de que han sido elaboradas por autores diferentes, en

    perodos diferentes y con objetivos diferentes. En consecuencia e incluso si uno no

    piensa que las races de la ciencia se reducen a pares de conceptos opuestos, por

  • eminentes que sean estas dadas el estudio comparativo de estas listas tendra que

    darnos informaciones indispensables sobre la estructura del intelecto. Pero el desarrollo

    de este tema estara aqu fuera de lugar y volvamos entonces a nuestro problema

    principal.

    Hay que preferir el determinismo ontolgico a su contrario? Thom, lo hemos

    visto, se inclina hacia el determinismo, aunque de acuerdo con el epgrafe del presente

    ensayo (Thom, 1990a, pp. 62-63), ni el filsofo, ni el cientfico en tanto que filsofo,

    estn forzados en su eleccin. Pero resulta que el cientfico, en tanto que cientfico, es

    determinista puesto que la ciencia es determinista por razn de principio (Thom,

    1986, p. 24). Aunque invocar el azar, o una indeterminacin radical de los fenmenos

    es contrario a la tica cientfica, y aunque slo el conocimiento de un determinismo

    causal permite tener un control absoluto de los fenmenos, tambin le ocurri a Thom

    expresarse a veces de manera menos categrica reconociendo que hay ocasiones en que

    el cientfico se ve en la obligacin de satisfacerse con descripciones e incluso con

    explicaciones indeterministas. Esto ltimo le permite al cientfico, por ejemplo, creer a

    la vez en la libertad y en la posibilidad de formalizar la sintaxis de un idioma. Sobre el

    carcter a priori del determinismo causal as como sobre la libertad, lo dicho por Thom

    no siempre es unvoco y claro una prueba ms de que los problemas de los filsofos

    no son nunca sencillos. Yo pienso, por mi parte, que el determinismo causal es una

    propiedad natural susceptible de ser expresada mediante los formalismos del lenguaje

    natural o de las matemticas, por eso el determinismo causal existe a la vez en la

    naturaleza y es una exigencia a priori: hay una colaboracin entre las dos. El concepto

    de a priori tiene una larga historia. Lo que yo quiero decir aqu es que nuestro cerebro y

    el intelecto que emerge de l estn hechos de tal manera que no se satisfacen a menos

    que se descubra un determinismo causal en el devenir de las cosas. Y puesto que somos

    sistemas naturales, la libertad no puede ser nunca absoluta, un hoyo en la red de

    relaciones causales, sino solamente relativa. (Volveremos sobre la libertad en la

    prxima seccin).

    5. La reduccin de lo posible y la lucha contra lo arbitrario

    Explicar, segn la frmula thomiana, es reducir lo arbitrario de la descripcin.

    Una ley emprica es un resumen de lo esencial de muchos fenmenos, una teora es un

    resumen de lo esencial de varias leyes, empricas y tericas. La ley y la teora son

    ejemplos de la simplificacin de lo arbitrario. Un evento aleatorio o radicalmente

  • indeterminado, como una serie de nmeros que aparentemente no es generada por

    ninguna regla, no admite reduccin y lo nico factible es reproducirlo o registrarlo tal

    cual. Si lo aleatorio es inexplicable e incluso probablemente indescriptible puesto que es

    irreductible, entonces no es objeto de ciencia. Esta afirmacin es por supuesto

    compatible con la idea de que si finalmente lo aleatorio se presta a la aplicacin del

    clculo de probabilidades, entonces es susceptible de conocimiento. Si hay un clculo de

    probabilidades, ya lo hemos dicho, es porque hay un espacio determinista subyacente.

    Incluso la descripcin de eventos fortuitos es problemtica puesto que es imposible

    describir correctamente un fenmeno que no se entiende. (Ntese de paso que esta

    ltima observacin justa de Thom corrige una de las consignas principales de la

    fenomenologa: se trata ante todo de describir en detalle la riqueza de los fenmenos y

    no de explicarlos causalmente. En efecto, esta corriente de pensamiento es crtica de la

    explicacin causal porque su bsqueda implica el abandono prematuro de la descripcin

    de los fenmenos. Observemos tambin que si se trata de describir detalladamente la

    riqueza de aspectos de los fenmenos, entonces no es raro que los mejores

    fenomenlogos sean artistas, como tampoco sorprende, por simetra, que no haya una

    ciencia fenomenolgica).

    Si un fenmeno es objeto de conocimiento a medida que se suprime lo arbitrario

    de la descripcin, entonces esto significa (y esto lo afirmo yo de manera ms personal)

    que se descubren en l elementos que no podran ser de otro modo, es decir que se

    descubre una necesidad. Ahora bien, uno de los dos modos de aparicin de la necesidad

    es la relacin causal y por eso la cientificidad es indisociable de la bsqueda del

    determinismo causal. No basta la previsin gracias al clculo ni las leyes puramente

    funcionales y a veces muy sofisticadas construidas por el hombre. (El otro modo de

    aparicin de la necesidad es la manera en que transita una verdad, una falsedad o alguna

    otra propiedad por ejemplo una indeterminacin o una oscuridad de las premisas a la

    conclusin de un razonamiento. Tanto en el caso de la causalidad como en el del

    razonamiento, la necesidad es ante todo la propiedad de una relacin o del modo de

    propagacin de una forma o de una informacin).

    La reduccin se opera a travs de los mecanismos generativos que permiten

    construir una gran clase de fenmenos E1 a partir de una subclase E0. Postular que los

    mecanismos de generatividad son siempre del tipo de aqullos definidos por la difusin

    de una pregnancia. La teora ser cientfica, aceptable por todos, si estos mecanismos

    de generacin pueden ser formalizados de una manera precisa y si son inteligibles, por

  • ejemplo reductibles a un encadenamiento de mecanismos causativos elementales

    (Thom, 1983, p. 158). Hay que empezar por la imaginacin de un espacio virtual, por la

    prolongacin de lo real por lo imaginario: se es el procedimiento original de la

    cientificidad. Toda asercin cientfica tiene por objetivo reducir lo posible (o de

    aumentar lo real) en la inclusin (real posible) (omnis determinatio negatio est)

    (Thom, 1990c, p. 582). Le parece a Thom que la fsica aristotlica, por fundamentarse

    en la distincin entre la potencia y el acto, es decir entre lo posible y lo real, es la

    primera teora cientfica en sentido propio (Thom, 1990c, p. 579). No hay ciencia sino

    en la medida en que se sume lo real en un [espacio] virtual controlado. Y es gracias a la

    extensin de lo real en un [espacio] virtual ms grande que se estudian luego las fuerzas

    o las presiones que definen la propagacin de lo real en el seno de este [espacio] virtual.

    La mecnica no es otra cosa. Usted tiene el espacio de todas las posiciones y

    velocidades posibles de vuestro slido, y luego el producto por el tiempo; usted tiene la

    trayectoria, usted se da la realidad, que es la posicin inicial, los datos iniciales. Lo que

    dice el formalismo, es: toda la trayectoria estar recorrida por la realidad. El punto

    representativo es el mapeo inyectivo de lo real en lo virtual. Se lo entiende bien en el

    campo de la mecnica, pero es la misma cosa en aqul de la biologa (Thom, 1991, p.

    122). Una condicin de la introduccin de estos procesos virtuales es que deben ser

    todos, en principio, realizables no se ve para qu servira un virtual irrealizable.

    Dado que para Thom no hay ciencia sin determinismo, cara a cualquier

    fenmeno aparentemente indeterminado, en fsica cuntica o en otros lugares, l

    preconiza la bsqueda de variables ocultas. Esta operacin consiste esencialmente en

    sumir los fenmenos aparentemente indeterminados en un espacio determinado. El

    fenmeno aparentemente indeterminado existe en un espacio externo U; ahora bien, este

    espacio puede ser multiplicado por un espacio interno S de variables ocultas, y es

    posible considerar luego el fenmeno inicial en U como proyeccin de un sistema

    determinista en el producto U x S. Desde este punto de vista, dice Thom, la estadstica

    no es otra cosa sino una hermenutica determinista cuyo objetivo es reinstaurar el

    determinismo ah donde aparentemente falla. Se sustituye [as] al espacio inicial M un

    espacio M ms grande, pero en este nuevo espacio se mantiene el esquema

    determinista (M, X) porque no se puede hacerlo de otra manera (Thom, 1990a, p. 76).

    El problema principal es encontrar los buenos parmetros, es decir los objetos menos

    cargados en virtualidad susceptibles de conducir a una representacin determinista. En

    este sentido el cientfico que emplea modelos estadsticos se facilita a veces el trabajo

  • ms all de lo razonable porque esos modelos estn demasiado cargados de virtualidad,

    y parece entonces legtimo pedirle que haga un esfuerzo suplementario. La estrategia de

    Thom presupone la continuidad de los fenmenos y de su sustrato. Este postulado le

    permiti concebir la Teora de Catstrofes cuya esencia consiste en tomar las

    discontinuidades aparentes y llevarlas de vuelta a la manifestacin de una evolucin

    lenta subyacente, y el problema entonces es determinar esta evolucin lenta que exige

    en general la introduccin de nuevas dimensiones, de nuevos parmetros (Thom, 1961,

    p. 62).

    El cientfico terico que imagina posibles de donde puede salir lo real, el

    experimentalista que juega con los parmetros para saber si un fenmeno es o no

    estructuralmente estable o determinado, ejercen ambos su libertad. La ciencia es

    determinista por razn de principio, pero presupone en cambio la libertad del cientfico

    en la prctica. Si se ve aqu una paradoja, es solamente una apariencia, como lo veremos

    ahora. Me importa hacer notar algo que no es subrayado por Thom aunque es

    compatible con sus ideas y, lo ms importante es que permite preservar el determinismo

    causal universal mientras se reconoce la libertad del cientfico: ni la imaginacin de

    posibles de donde puede emerger lo actual ni la variacin de parmetros expresa una

    libertad absoluta. Ni lo uno ni lo otro son actos espontneos, vinculados a nada, hoyos

    en la red de relaciones causales. La razn es que el yo que decide, sea cual sea la

    circunstancia, no es una nada sino un sistema complejo que acta en funcin de las

    causas o de las necesidades que nos constituyen y que son de varios rdenes (fsico,

    biolgico, sicolgico, social). Uno se siente libre en la medida en que acta sin

    determinaciones externas. Nadie quiere que sus proyectos ms importantes fracasen por

    causas externas. Pero quin puede asegurar que elige libremente sus actos voluntarios,

    que elige libremente sus propios deseos? El hombre hace siempre lo que quiere,

    escribe Schopenhauer, y sin embargo lo hace necesariamente.6 Somos sistemas fsicos,

    biolgicos y sicolgicos que participan del orden natural, y por eso el hecho de que a

    6 Schopenhauer, A. (2000), pp. 157-158. Esta cita, El hombre hace siempre lo que quiere,

    y sin embargo lo hace necesariamente contina as: Lo que se explica porque l es ya lo

    que quiere, pues de lo que l es se sigue, necesariamente, todo lo que pueda hacer. Si

    consideramos su hacer objetivamente cobraremos el conocimiento apodctico de que se halla sometido a la ley de causalidad en todo su rigor; subjetivamente, por el contrario, cada cual siente que hace siempre lo que quiere. Lo cual no quiere decir otra cosa sino que

    su accin es la manifestacin pura de su ser peculiar. Del mismo modo habra de sentir

    cualquier ser natural, aun el ms nfimo, si es que pudiera sentir. Schopenhauer trata de todas maneras de salvar la libertad recurriendo al dominio transcendental escapatoria ininteligible .

  • veces podamos hacer lo que queremos no significa de ninguna manera que seamos

    libres para elegir nuestros deseos. La libertad humana es la interiorizacin de la

    necesidad. La libertad que necesita el cientfico en su prctica no significa que sea capaz

    de sustraerse a toda influencia causal simultneamente. Ocurre que nuestro cerebro es

    un sistema dinmico causal complejo compuesto de un nmero elevado de partculas en

    interaccin, y sa es una de las razones por las cuales es imposible calcular nuestro

    comportamiento, vale decir conocerlo con exactitud cuantitativa. Nuestro siquismo est

    regido por una causalidad cuyo conocimiento nos escapa y es tan poco descriptible que

    podemos, si queremos, considerarnos libres. Pero presupongo que el conocimiento

    causal exhaustivo de todo lo que influye en el comportamiento humano revelara que la

    libertad no existe.

    Esta incursin en la libertad del cientfico que debe hacer variar los parmetros

    nos da la ocasin de ver lo que Thom dice sobre el libre albedro: La sensacin de

    libertad puede explicarse, creo, con la ayuda de un modelo relativamente sencillo.

    Consiste en un mecanismo que opera en nuestro cerebro como un generador de azar

    cada vez que hay necesidad de tomar una decisin urgente. Por ejemplo, estamos

    cruzando la calzada de una calle muy oscura y el semforo de los peatones se pone rojo

    cuando hemos alcanzado, digamos, los dos tercios del trayecto. Se plantea una eleccin:

    continuar o regresar. El problema es que uno no puede estar demasiado tiempo

    elaborando esta eleccin. Hay que decidirse. Una solucin es mejor que otra, pero lo

    ms peligroso es no tomar ninguna decisin. Por eso creo que nuestro cerebro est

    dotado, por razones biolgicas, de un mecanismo capaz de romper simetras. Tal

    mecanismo utilizara criterios virtualmente irrelevantes pero que nos proveen de la

    decisin que necesitamos. Este tipo de mecanismo es uno de los componentes claros de

    nuestra sensacin de libre albedro.7 El libre albedro sera entonces un mecanismo

    biolgicamente determinado por nuestra necesidad de sobrevivir. Corresponde a los

    especialistas del cerebro (aunque no exclusivamente a ellos) pronunciarse sobre la

    verosimilitud de la hiptesis thomiana. El gemetra reconoce que lo que propone es uno

    de los componentes claros del libre albedro. Ahora bien, se pueden buscar tambin

    otros componentes que estn vinculados, por ejemplo, con nuestra experiencia moral.

    Esto es razonable porque la preocupacin por nuestra vida biolgica (la sobrevivencia),

    7 Se trata de una contribucin de Ren Thom a un debate sobre el determinismo y la

    libertad in Wagensberg, J. (1986), p. 205.

  • aunque fundamental y omnipresente, no parece agotar todas las dimensiones ticas del

    libre albedro.

    6. El determinismso causal : condicin de la ciencia y de la metafisica realista

    Volvamos a la explicacin cientfica. En lo que respecta a la cuenta que se da de

    un fenmeno, hay personas que por conviccin o indiferencia pueden dejar la ltima

    palabra al azar (en el nico sentido interesante de este trmino, es decir, en tanto que

    indeterminismo ontolgico), a la contingencia o al accidente (admitiendo que las cosas

    podran haber ocurrido de otra manera). Por un lado, un determinista no puede sino

    criticar esta actitud porque ve en ella una demisin; por otro, le incumbe al determinista

    probar que ah donde se vea azar, contingencia y accidente, hay de hecho un

    determinismo causal revelado por la reduccin de lo arbitrario de la descripcin y por la

    subida en la escala de la necesidad. Desde el punto de vista de la comprensin, el

    determinismo causal es el motor de la investigacin, y por eso sera un grave error ver,

    en el hecho de que la carga de la prueba recae sobre el determinista causal, una crtica al

    determinismo, una falta. Error ms grave an: considerar que esa seudocrtica basta para

    adherir al indeterminismo. Pues bien, es precisamente esta falta grave de apreciacin

    que es cometida, por ejemplo, por quien es considerado como uno de los grandes

    epistemlogos de la segunda mitad del siglo XX, Karl Popper. Escribe: Una razn

    importante para aceptar el indeterminismo es que la carga de la prueba recae sobre el

    determinista (Popper, 1982). Pero la crtica se devuelve inmediatamente: el

    indeterminista aparece como un perezoso que hace su trabajo slo a medias. Scrates se

    dirige a Menn en estos trminos y slo reemplazo virtud por determinismo:

    Entonces no hay que creer en este razonamiento sofstico de que el azar sera un

    principio ltimo: nos convertira en perezosos y es a los cobardes a quienes les gusta

    escucharlo. Mi creencia en el determinismo, al contrario, exhorta al trabajo y a la

    investigacin: es porque tengo fe en su verdad que estoy resuelto a buscar contigo lo que

    es el determinismo.

    Resulta que The Open Universe de Kart Popper, fuente de la cita que recin

    mencion, contiene errores graves varias veces cometidos por varias personas: (I)

    confusin de la previsin exacta con la causalidad, (II) asimetra lgica: un solo evento

    imprevisible basta para probar el indeterminismo mientras que un alto nmero de

    eventos previstos no basta para probar el determinismo. As la ausencia de prueba

    concluyente del determinismo bastara para probar el indeterminismo. Pero segn esta

  • lgica, primo, por qu un evento previsto no bastara para probar el determinismo, y

    secundo, por qu saltar del carcter no concluyente de la prueba del determinismo al

    indeterminismo? (III) Segn Popper, el pasado est sujeto a la retrodiccin causal,

    mientras que el futuro no es causalmente previsible. Pero no hay razn vlida para

    mantener esta distincin. Puesto que Popper confunde causalidad y previsin, es

    legtimo preguntarse: por qu se podra calcular con exactitud solamente el pasado y no

    el fututo? Las ecuaciones diferenciales no autorizan esta distincin: posibilidad de

    calcular el pasado / imposibilidad de calcular el porvenir.

    Afirmar, como lo hace Thom, que el determinismo es una conquista y no un

    dato, quiere decir que tiene en mente una bsqueda del determinismo, un intento de

    prueba. Esta se construye con la imaginacin gracias a la generatividad de los

    formalismos, gracias a la aplicacin de ciertas ideas preconcebidas tales como la

    continuidad del espacio subyacente al espacio de los fenmenos aparentemente

    indeterminados, y gracias a los procedimientos que permitan reducir lo posible de donde

    sale lo real, o reducir lo arbitrario de la descripcin. El determinismo causal cientfico

    no es un asunto de todo o nada, de demostracin concluyente o no: se avanza

    difcilmente, gradualmente, sobre todo ahora que se est ms consciente que a

    comienzos del siglo XIX (la poca de Laplace) de las complejidades del modelo

    diferencial tales como la ausencia de soluciones, o la existencia de soluciones

    (trayectorias) mltiples, la discontinuidad de la solucin con respecto al dato inicial.

    Todo esto disminuye el dominio de aplicacin del modelo diferencial que era aqul del

    determinismo laplaciano. Y a estas complicaciones matemticas que dificultan o

    imposibilitan la previsin mediante el clculo habra que agregar la dificultad que hay

    para discernir las causas de un fenmeno. Resulta que las causas no solamente son de

    especies diferentes, sino que pueden adems ramificarse y debilitarse. Pequeas causas,

    casi insignificantes en s, pueden colaborar juntas para producir el efecto notable que se

    quiere explicar (pinsese en la sensibilidad a las condiciones iniciales).

    Es irracional pretender que el determinismo causal es legtimo solamente si se

    prueba lo imposible, es decir, que todo est causalmente determinado. Por eso la

    creencia en el determinismo causal universal es una actitud metafsica que la ciencia

    corrobora slo parcial y localmente. Puesto que hay un solo universo, es imposible

    modificar libremente los parmetros del universo considerado como un todo, sea para

    probar que su desarrollo sigue una necesidad, sea para probar lo contrario. Thom escribe

    con la reserva y la prudencia necesarias: Dado que nuestro universo es a priori nico,

  • su historia es igualmente nica y es posible, con tanta verosimilitud o inverosimilitud,

    considerarlo como predeterminado o contingente. Para dar contenido a la afirmacin del

    determinismo, hay que sumir la evolucin real en un conjunto de evoluciones

    virtuales. Slo una cierta forma de localidad permite definir las evoluciones virtuales

    en sentido estricto, la nica manera de definir las evoluciones virtuales consiste en

    recurrir al sustrato espacial del universo, i. e. a su topologa, a su geometra. Se decreta,

    lo que es bastante evidente, que un estado global del universo es la suma de sus estados

    locales. Se puede entonces perturbar localmente un estado global, y se define as todo

    un continuo de estados virtuales, lo que posibilita la obtencin de evoluciones virtuales.

    Visto as, el problema del determinismo requiere la invariancia postulada de la

    geometra (topologa?) del universo. Exige tambin el carcter local del determinismo

    fsico; dos puntos sobre los cuales la situacin no est clara.8

    Algunos no es el caso de Thom estn dispuestos a reconocer esta evidencia:

    la ciencia, en su historia y en su progreso, presupone el determinismo epistemolgico.

    Sin embargo, estas mismas personas, mediante un razonamiento incongruente cuya

    lgica se me escapa, afirman que no hay que creer que el universo en s est

    determinado causalmente indeterminismo ontolgico. Para restablecer la coherencia

    entre el determinismo epistemolgico y el determinismo ontolgico, propongo enraizar

    el primero en el segundo, es decir, sumir la investigacin cientfica en la metafsica del

    vasto determinismo causal universal. Tal asimilacin de la ciencia por la metafsica era

    de esperar ya que la ciencia, para contribuir a la bsqueda de inteligibilidad, debe

    integrarse a una metafsica realista apropiada.

    El determinismo causal universal no es demostrable cientficamente, pero es una

    condicin de la metafsica realista sin la cual la ciencia orientada hacia la inteligibilidad

    no existe. La conclusin se impone: la ciencia que busca la comprensin del mundo y la

    metafsica realista presuponen el determinismo causal.

    * * *

    Referencias bibliogrficas

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    * * *

    Nota bio-bibliogrfica

    Miguel Espinoza, Profesor de Filosofa de la ciencia, Universidad de Estrasburgo,

    Francia. Miembro del Consejo Nacional de las Universidades, seccin Filosofa de las

    ciencias. Areas de inters: filosofa de la naturaleza, filosofa de la fsica y de las

    matemticas. Publicaciones principales: Essai sur lintelligibilit de la nature (Toulouse, 1987), Thorie de lintelligibilit (Toulouse, 1994 y Pars, 1998), Les mathmatiques et le monde sensible (Pars, 1977), Philosophie de la nature (Pars, 2000), Thorie du

    dterminisme causal (Pars, 2006).

    Direccin postal :

    Dpartement de Philosophie

    Universit de Strasbourg

    14, rue Ren Descartes

    67084 Strasbourg Cedex

    France