UNIVERSIDAD DE MÉXICO

La naturaleza del· prejuiciQ.H

Por Ricardo LEDESMAlltlstraciones tomadas de THE REPORTER

En un libro ya indispensable para el en­tendimiento de uno de los más I1ramáti­c~s y vigentes fenómenos contemporá­neos (Th~ Nature of Prejudice, Double~

day Anchor Books, .Garclen City, NewYork, 1958), su autor, Gordon W. AU­port, psicólogo de Harvard y Cambrid­ge, realiza una clasificación extraordina­ria de las causas y manifestaciones de!prejuicio, indaga en su proyec~ión y susignificado y analiza sus aplicaciones con­cretas ~n lo .que a los negros y ~os judíosse refiere. Estas notas intentan ofrecerun resumen' de las prindpales observa­ciones de AUport, aquellas que- mejor con­tribuyen.a explicar los acontecimientos,que, en Sudáfrica o en' Alabama," con­mueven a la opinión mundial.

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En una época consagrada a estudiar elmanejo de 'las re!aQÍones humanas, esfundamental localizar'~ con precisión alprejuicio y sus inanifestaciones agresiv~s.

Por eso, resulta indispensable adarar m~

foi-inaciones erróneas: la primera, la vin­culación del prejuicio con el concepto ra­cial. En principio, tal asociación de ideases más bien infortunada, porque a tra­vés de la historia humana, e! prejuiciotiene poco que ver con la raza y este úl­timo concepto no lleva más de un sigloen actividad. Casi siempre, el prejuicioy la persecución se han producido porotros motivos, principalmente el factorreligioso. Así, por ejemplo, no fue sinoen un pasado reciente cuando el acosoa los judíos surgió de causas raciales yno religiosas. Los negros fueron escla­vizados sobre todo por razones económi­cas y sólo paulatinamente tal explicaciónse transformó en una teoría racial.

¿Por qué se populariza e! concepto deraza? Por un lado, la religión perdió granparte de su celo proselitista, lo que le pro­curó de inmediato que tenninara en susfunciones de designadora de membresías.Más aún, la simplicidad de la "raza" tra­jo éonsigo una marca invisible que, sedijo, servía para señalar a las víctimasde la aversión. Y e! invento de la infe­rioridadracial se' volvió una justifica­ción irrefutable del prejuicio: Poseía elsello de la finalidad biológica y le evita­ba ala gente la pena de examinar elcomplejo de las condiciones económicas,culturales, políticas y psicológicas queintervienen en las relaciones 'de grupos.

II

Conviene aclarar que, en general, es pre­ferible el término "étnico" a "raza". Loétnico nos refiere al problema de las ca­racterísticas de los grupos que pueden ser,distintamente,de carácter físico, nacio­nal, cultural, lingüístico, religioso e ideo­lógico. "Étnico" se emplea para los gru­pos que participan de cualquiera de lasformas de cohesión cultural.

-Como palabra, el prejuicio ha conocidotres etapas. Para los antiguos, pfa~jt~~i­cium signifi-eaba un precedente, un JUICIO

basado en decisiones y experiencias an­t~rjQres, Luego pasó a ser el juicio asu-

mido antes de! examen v consideraciónde los hechos. Finalmente: el término ob­tuvo su actu'ál connotación de favor odisfavor que acompaña a un juicio pre­vio, gratuito. El prejuicio puede ser re­presentado. por. fras.es ("un antisemitaes una persona que odia a los judíos másde lo que es absolutamente necesario";"the only trouble with the yanks is thatthey are over-paid, over-sexed and ove'rhere") y se describe rápidamente: pensarmal de otros sin autoridad suficiente. Ala vez, el prejuicio puede expresarse osentirse y tiene dos fases, siempre com­plementarias: las de' actitud y creencia."No puedo soportar a los negros" (ac­titud) y "los negros huden mal" (cre('/I­cia). El prejuicio es una antipatia que sebasa sobre la generalizacióú inflexible yque se dirige o hacia un g-rupo. conside­rado como un todo. o hacia un individuopor ser miemhrb de ese grupo.

Hf

Un ejemplo típico dc la racionalizacil>ndel prejuicio,de adaptación de la. creen­cias a las actitudes, podría ser el siguiente:

K-El problema de los judios es quesólo se preocupan de su propio grupo.

Y.-Pero las estadisticas de las caln­pañas de la Beneficencia Púhlica ll1ues­tran que ellos aportan, proporcionaitncn­te, más dinero que los no judíos.

X.-Eso prueba que están siemprc tra­tando de comprar el favor público y deentrometerse en asuntos cristiano. ]:.l1ospiensan únicamente en el dinero; 1or esohay tantos banqueros judíos.

Y.-Pero un estudio reciente ll1uestraque el promedio de judíos en el negociobancario es insigni ficante en relación alde los nojitdíos.

X.-Eso es, justamente: no entran ennegocios respetables: sólo están en el ne­gocio del cine, o regentean cabarets.

IV

En el desarrollo del prejuicio se puedenadvertir diversos grados de acción nega­tiva que van del menos enérgico al másviolento.

1. Recha::o verbal. La mayoría de losdetentadores de prejuicios suele hablar deellos. El antagonismo se expresa libre­mente ante los amigos de mentalidad si­milar y ocasionalmente con extraños. Pe­ro muchos individuos nunca van másallá del grado de la antipatía activa.

2. Evitar el coI/tacto. En este caso. eldetentador del prejuicio no causa un dañodirecto en el sector humano que le di ­gusta. T0111a el asunto dd acomodo- a­cial enteramente sobre .j mi -mo.

J. DiscrilllillaciúlI. La persona prejUI­ciada formula di:ootinci n~'s ncgatinls. Em­pieza por xc1uir a lodos los int 'granle­del grupo cn ciertos Cll1pleos. 1I:s il1lpielvivir cn dctcrl1lin~ldas zonas resid 'n ·iales.le niega porlunidadcs 'ducali\'as y re­cr at ivas. dcn' -hos polil icos. aen'so a igl '­sia -. y ha I ilal ':00. y ;dgunos lit ros J ri\'ill'­gios. La se yregaciún l'S un asp 'rlo inst i­tucianal el' la disl'1'ilnina(il'Hl y ~~. apoyaen la ley cu j;¡ (ostUlllhre col 'rtiva.

4. '1taquf físico. ":1 pr ·juiciu. ~ujelt)

él las coneliriou~'s d' la ell10Cilín in 'ont ,­niela, uel' (ollduri r a ;( -tos ti· violen -iaO ca -i viol'nla. L"na familia 11 'gra 1/01/

grata -crá expuklda por la fuerza d' unvecindario {) ser;'¡ (;ln gra \. 'mente ame­nazada qu huir[l por tem r.

S. Exterlllillio. Lim:humienlos, po~ro­

mo., matanzas y el plan (T nacida de Hi­tler.

/

vPara explicar congruentemente ~l rechazode lo que califican los sociólogos norte­americanos como out groups (grupos ex­ternos), es necesario partir del entendi­miento de los in-groups (grupos en losque se está, donde el ptonombre nosotrostiene el mismo significado esencial paratodos sus miembros). Un hombre mediopodrá pertenecer a múltiples grupos: sufamilia paterna, su familia materna, sufamilia de orientación (donde se for­mó), familia de procreación (mujer ehijos); su círculo de infancia (ahora unamemoria borrosa), su escuela primaria(sólo en la memoria), su escuela secunda­ria (también en la memoria), la universi­dad como un todo, su generación univer­sitaria, su iglesia, su profesión, el lugar

• de trabajo, su "pandilla"', su estado na­tal, ,su país, su partido político, etcétera.También el sexo es un in-group y paraalgunos -los misóginos, entre ellos­permanece a través de sus vidas comoelemento preponderante. Desde el siglopasado las membresías nacionales y ra­ciales han crecido en importancia, ante ladecadencia de las membresías familiaresy religiosas (que sin embargo todavía po­seen cierta preeminencia). En algunas si­tuaciones, un individuo que activamenterepj.idia a un in-qroup no puede evitarpertenecer a él. Surge un concepto paraaclarar el hecho: el grupo de referencia,que se define como "aquel donde el in­dividuo se siente integrado como parte ocomo el grupo hacia el cual el individuoaspira a pertenecer psicológicamente". Elmiembro de una minoría étnica tiende amoldear sus actitudes a la manera de lamayoría dominante, que se convierte pa­ra él en un grupo de referencia.

Volviendo al prejuicio. éste es, en últi­ma instancia, un problema de desarollo yformación de la personalidad-no se dandos casos iguaJes de prejuicios. Pero allado de esta proyección individual, corres­ponde también anotar que una de las raícesmás constantes, quizá la más constante,del prejuicio, proviene de la influenciade un in-group que se revela en necesi­dades y actitudes.

VI

El biólogo francés Felix Ledantec insisteen que todas las unidades sociales, desdela familia hasta la nación, únicamentepueden existir en virtud de la presenciade algún "enemigo común". Apuntala estatesis el viejo truco maquiavélico de crearun enemigo común para cimentar unasociedad: Hitler inventó la amenaza judíamenos para destrui r a los miembros deestil: raza, que para consolidar el podernazI en Alema111a. Con todo, es evidenteque aunque no podemos advertir nues­tros in-groups, sino en contraste con e!exterior, con las fuerzas externas éstossig4en siendo psicológicamente de~isivos.La hostilidad hacia lo extra5.o ayuda afortale~er nuestro sentido de pertenenciaa un ~n-yroup, pero no es un requisitoindispensable. '.

. La exciusión de los out-groups puedeIl.evarse a· cabo de tres maneras, que sesIguen una de otra y de algún modo co­r~esponden ~ ~tapas de un proceso casisIempre mecamco:

A) Rechazo ve:bal, gue cuando llega aun alto grado de mtensldad, puede vincu­larse con. la discriminación activa y abier­ta y posIblemente con la violencia.

/

B) Discriminación, que tiene lugarcuando se le niega a individuos o gru­pos -de personas la igualdad del tratoque pueden requerir. En las NacionesUnidas se define así el tema: "La discri­minación incluye cualquier conducta ba­sada en una distinción que se efectúa encampos de categorías sociales y naturales;esta distinción no se relaciona ni con losméritos y capacidades individuales, ni conla conducta concreta de la persona indi­vidua!."

Entre las formas de discriminaciónoficialmente practicadas en distintas par­tes del mundo las Naciones Unidas regis­traron las siguientes:

Injusto reconocimiento ante la ley (ne­gación general de derechos a grupos par­ticulares) .

Injusticia en la seguridad personal(obstáculos, arrestos, menosprecio por

pertenecer a determinado sector humano) .Injusticia en la libertad de movimi-ento

y residencia (ghettos, viajes prohibidos,zonas vedadas, restricciones marcadas porel toque de queda).

Injusticia en la protección de la liber­tad de pensamiento, de conciencia, dereligión.

Injusticia en el goce de la libre comu­nicación.

Injusticia en el derecho de asociaciónpacífica.

Injusticia para los nacidos fuera de!matrimonio.

Injusticia en el goce del derecho de ca­sarse y fundar una familia.

Injusticia en e! goce de la libre e!ec­ción de empleo.

Injusticia en la regulación y el tratode la propiedad.

Injusticia en la protección de derechosde autor.

Injusticia en materia de oportunidadespara la educación o el desarrollo de lahabilidad o el talento.

Injusticia en materia de oportunidadespara compartir los beneficios de la cul­tura.

Injusticia en materia de servicios ren­didos por el Estado (protección a la sa­lud, facilidades recreativas, habitación).

Injusticia en e! goce de! derecho de lanacionalidad.

Injusticia en el derecho de participaren el gobierno.

Injusticia en e! acceso a las oficinaspúblicas.

Trabajos forzados, esclavitud, impues­tos especiales, e! uso obligado de marcasdistintivas, leyes suntuarias y difamaciónpública de los grupos.• La lista puede extenderse: oportunida­des para empleos, promociones o crédi­tos. Negación de oportunidades residen­cia�es o de idénticas facilidades en mate­ria de educación, como también el hechode ser excluidos de hotele~, cafés, restau­rantes, teatros y otros lugares de espar­cimiento. La segregación es una de las

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formas discriminatorias que colocan líini­tes espaciales de algún tipo específico,para acentuar las desventajas de los miem­bros de un out-group.

Por lo que se refiere al alojamiento,la segregación es una costumbre suma­mente extendida. Es regla en las ciudadesnorteamericanas e! encontrar a .Ios ne­gros situados en regiones segregadas-, Noporque lo deseen o porque las rentas 'seanmás baratas donde ellos viven. Por '10 'co­mún, los habitantes de los "distrito~ brani:cos" pagan menos renta por iguales o me­jores lugares. Las presiones sociales 'de­dicadas a evitar la exp<insión residenciálde los negros se reflejan en convenios res­trictivos que contienen cláusulas de estaíndole: , " ~I

"', 'q"t"."'·"Y además, ningún lote Sl7rá.,yen(fip.q

o alquilado u ocupado por nirig!iiJa pe.r­sona que no sea de la raza c¡mcásica:" ..

"Se anticipa, además, que el concesio­nario no venderá a negros ni permitiráuso u ocupación por parte de ésto.s, ex­cepto como criados domésticos."

"No se permitirá la ocupación por .ne­gros, hindúes, sirios, griegos o cua1quiercorporación controlada por los mismos."

"Ninguna parte de la zona puede seradquirida u ocupada por ninguna pe,rsonade sangre negra o por cualquier perso­na que tenga más de un cuarto de raza se­mítica ... , incluyendo armenios, judíos,hebreos, turcos, persas, si¡;'os y árabes."

Estos convenios, aunque prohibidos porla decisión de la Suprema Corte de losEstados Unidos en 1948, se siguen ce­lebrando. con el carácter de gentlemen'sagreement.

VII

En algunos estados de la Unión Ameri­cana, la discriminación educativa se pro­duce abiertamente y con violencia. En ~l

norte es más sutil y con variantes. La dis~

criminación en lugares públicos se refle­ja incluso en los anuncios de ocasión:"Sólo para gentiles",. "Católicos de pre­ferencia",. "No se admite a gente de co­lor", etcétera. Esto produce como conse­cuencia un gran despilfarro económico:.porque muchas veces una persona puede"ser muchísimo más eficiente y productivaqt:.e su competidor blanco y es rechazadaa causa de! prejuicio. Es claro que resultadesastroso mantener dos:.típos de escuelas,salas de espera,' hospitales, etcétera,cuan".do uno solo puede servir, O, mantener .:agrandes g-rupos de la pobla¿¡ón 'en mi.ní:vel económico tan bajo que les. impi"diadquirir bienes y de ese m6d6estiinularla producción. No es casual que en losEstados con mayor índice de discrimina­ción existan los más bajos niveles de viday que los Estados con mayor índice detolerancia tengan los más altos. Al res­pecto cabe mencionar que incluso la "be­nemérita" Cruz Roja, en la Segunda Gue­rra Mundial, "segregó" en muchos lugaresla sangre donada por negros de la donadapor blancos. Se prefirió respetar, así, lamitología socia!. Con: todo, en e! aspectoefectivo de! problema, la protesta verbalsiempre es más grande que la discrimina-ción rea!. o'

VII11

C) Condiciones del ataque físico. EnJoscasos donde se produce un estallido deviolencia, se pueden señalar casi indefec­tiblemente los siguientes pasos prepara­torios,

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1. Han existido durante un largo pe­riodo prejuicios categóricos. Se ha clasi­ficado con anticipación al grupo víctima.La gente ha empezado a perder la facul­tad de pensar en los miembros de unDut-group como personas.•

2. Hubo a continuación un largo perio­do dé quejas verbales contra la minoríavictimada. Los hábitos de sospecha e in­criminación han arraigado con firmeza.

3. El proceso de discriminación ha sidoreciente (por ejemplo, las leyes de Nü­remberg contra los judíos, a las que si­guió rápidamente el programa de exter­minio).

4. Se ha hecho alguna presión exteriorcontra los miembros del in-group. Hanpadecido· largamente la privación econó­mica, se piensan situados en un nivel devida muy bajo, o están irritados debidoal proceso político: restricciones del tiem­po de guerra o miedo al desempleo.

5. La gente está cansada de sus pro­pias inhibiciones y se ha llegado a un pun­to culminante. Para muchos, el irracio­nalismo empieza a poseer un fuerte atrac­tivo. Se desconfía de la ciencia, la demo­cracia, la libertad. Están de acuerdo enque "quien enriquece el conocimiento,acrece la pena". i Abajo con los intelec­tuales! j Abajo con las minorías!

6. Los individuos descontentos han sidoatraídos a movimientos ·organizados. In­gresan al partido nazi, al Ku-Klux-Klano a los Camisas Negras. 0, en caso dado,sus propósitos pueden ser servidos poruna organización menos formal: una tur­ba.

7. Formales o informales, de estos or­ganismos el individuo extrae valor yapoyo. Advierte la aprobación social parasu irritación y su ira. Y justifica su im­pulso hacia la violencia a través de losprincipios de su grupo. .

.8. Tiene lugar algún incidente preci­pitado. Lo que antes hubiera sido unaprovocación trivial, se vuelve una catás­trofe. El incidente promotor puede sertotalmente imaginario o exagerado a tra­vés del rumor.

9. Cuando se produce la violencia, laoperación llamada de "facilidad social"asume una gran importancia al sustentarla actividad destructora. El propio nivelde excitación y conducta se ve impulsadopor la visión de otras personas igual­mente excitadas que participan en el acon­dicionamiento de una muchedumbre fre­nética. Ordinariamente, uno observa elrobustecimiento de sus impulsos persona­les y la disminución de sus inhibicionesprivadas.

IX

D) Tumultos y linchamientos. En Nor­teamérica las dos formas más graves enque se manifiesta el conflicto étnico sonJos tumultos y los linchamientos. Los pri-

Iperos ocurren, en su mayoría, cuando seha suscitado algún cambio rápido en lasituación social prevaleciente. Los negros"invadieron" un distrito residencial, o losmiembros de cierto grupo étnico han Ile­gado a una región industrial para tra­bajar como esquiroles, o en una regiónmás bien empobrecida se ha producidoun aUmento considerable de la pobla­ción inmigrante. Por sí solas, tales con­diciones no producen tumultos. Se nece­sita disponer el campo de la hostilidadprevia y de las ideas hechas sobre el "pe­ligro" de ese grupo particular que estásiendo atacado. Y por supuesto la inten­sa y prolongada hostilidad verbal.

Los participantes en el motín provienenpor lo general de las clases sociales másbajas y suelen ser extremadamente jó­venes. Ciertamente los factores directosde su irritación radican en el promiscuoapiñamiento en que viven y en la insegu­ridad y privación de su existencia. Porregla general, los participantes son hom­bres marginales.

Los linchamiento tienen lugar princi­palmente cuando la discriminación y lasegregación se han establecido con vigory se han visto reforzadas por la severaintimidación. El linchamiento requierede otra condición especial: un bajo nivelde la fuerza de la ley en la comunidad.El que los segregados no sean preveni­dos, y que los linchadores, aun cuandosean identi ficados, rara vez sean apre­hendidos y casi nunca castigados, reflejala silenciosa aprobación de la policía y delas cortes.

Esta práctica macabra depende en ungrado considerable de una costumbre cul­tural. Entre los hombres incultos y margi­nales de ciertos lugares, ha existido latradición de la caza del hombre. La fra~l:

get your nigger es emblenn de un depor­te permisible y un deber virtual.

X

E) El papel del rumor. Sin ser precedidoo ayudado por el rumor, no ocurre nin­gún tumulto ni linchamiento. El procesopodría ser el siguiente:

1. El crecimiento gradual de la ani­mosidad que antecede a una crisis violen­ta, es fomentado por historias de lamaldad del grupo al que se odia. Uno es­cucha sin cesar la noticia de que la mino­ría en cuestión conspira, guarda ri fles ymuniciones.

2. Después de los rumores prelimi.n~­res nuevos rumores prestan su servIcIoco~o llamado para motines o partidasde linchamiento: "Algo va a suceder estanoche en el río", "Atraparán al negro es­ta noche y lo matarán."

XI

De entre los rasgos que las víctimas ~~­quieren, por el violento efecto del preJUI­cio los más notorios se relacionan con lasdefensas del yo. Tales rasgos, que es inú­til negar, y que se I~vantan co.ntr~ ~lridículo, el menosprecIO y la dlscnml­nación, no son siempre desagradable~ yalgunos alcanzan el rango de 10 SOCial­mente positivo. En amplia medida el pro­blema de su desarroIlo es un problema deindividuos. Algunas de las formas másfrecuentes de la defensa del yo son:

Preocupación obsesiva. El sentimientofundamental de los miembros de los gru­pos minoritarios, objeto de prejuicio~ esel de inseguridad, esto JIeva a la actitud

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de: "Nos han herido tan frecuentementeque aprendimos a protegernos, a no con­fiar en ningún miembro del grupo quetanto nos ha injuriado. Desconfiamos detodos." La preocupación obsesiva condi­ciona por un lado la vigilancia y resientepor otro la hipersensibilidad.

N egación de la membresía. Quizá ladefensa más simple es el negar que sepertenece a un grupo menospreciado. Esosucede muy fácilmente con aquellos queno poseen color, apariencia o acento dis­tintivo, y que no sienten ninguna lealtado apego a su grupo. Tal oportunismo losha llevado a sentirse traidores a su clase.

Retraim:iento y pasividad. Desde tiem­po inmemorial, los esclavos, los prisione­ros y los parias, han escondido sus verda­deros sentimientos bajo una aparienciade asentimiento pasivo. Máscara de con­tentan1iento, la pasividad es un medioeficaz para sobrevivir.

Bufonería. Si el amo quiere que se ledivierta, el esclavo suele obligatoriamenterealizar funciones de clown. En el in­group mismo se extiende la bufoneríaprotectora. Los soldados negros, entreellos, adoptan en ocasiones una "formanegra de hablar", que mientra más anti­gramatical sea má~ les gustará. Ase. inarla gramática resulta para 1I0s un placer,una salida simoúlica para su~ ~entimiento.

de frustración.Fortafccinú(,lIlu de los 1'íJlC/llos drf iJl­

group. El ataque de un enemigo omltn noe~ la única ba·c de la asot'ia ·j(·m hllmall"l,pero <:s un súlido -imi 'nto. Nunca e.I;·1(all cohesionada nlla na -iún como en ticnl­po~ de la gllclTa. Así, el s 'ntimiento dedan puccl ' ~er el rr.wJiado dc la persu:lI­ción, allnqll lo~ perseguidores lo l'on~i­

c1crc'n como la ca lisa. I.()~ !YnlP()~ l11inori-

tarios desarrollan una olidaridad e~pe­

cial. En su interior, se ríen y se burlande sus perseguidores, celebran sus pro­pias fiestas y sus propios héroes y "i"enjuntos muy bien. De allí hay sólo un pasopara dar un tratamiento e pecial a lo~

de su propia clase. Si la salvación per­sonal está en el iJI-group uno crece pre­juiciado a fa\"Dr de sus miembros. 1,11judío tenderá a favorecer a sus compañe­ros étnicos y el lema negro "N o comprescosas en un lugar en donde no puedastrabajar" es un fenómeno del mismo or­den.

Astuc.;a. y marrullería. A través del pro­ceso histórico, una de las acusaciones máscomunes contra los out-grollps nos diceque sus miembros son deshonestos, maño­sos y ruines. Se encuentra la raíz de talformulación peyorativa en el doble prin­cipio étnico que ha marcado desde unprimer momento las relaciones humanas.l no espera un mejor trato de los de supropia raza que de los extraños. Entrela gente primitiya. la deshonesticiad era

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un concepto .que sólo tenía sentido enrelación a los miembros de una mismatribu. Y así se procedía también para lassanciones. Engañar a extraños resultabahonesto y digno de elogio.

Esta tendencia se agrava si para 50­

brevivár se depende de la bellaquéría.En muy diversos momentos de la his­toria, muchos judíos no hubieran resis­tido la expropiación y a los pogiomos,de no haber desarrollado su astucia paraengañar a los perseguidores. Estos "tra­tos tramposos" también son la manifesta­ción de un pequeño desquite. El más débildespoja al más fuerte. Tan lógico es este

. tipo de respuesta entre las víctimas del·prejuicio que uno se pregunta asombra­do por qué no se encuentra con mayorfrecuencia.

Identificación con el grupo dominante:odio a ftnO mismo. Un mecanismo mássutil está presente en los casos donde lav.ktima, en vez de pretender estar deacuerdo con sus "superiores", realmenteestá de acuerdo con ellos y ve a su pro­pio grupo desde el punto de vista de lamayoría. La razón primaria es que ennuestra cultura occidental se sostiene ladoctrina de la responsabilidad del indi­viduo. Éste da forma a su mundo o, almenos, eso se piensa. Cuando las cosasmarchan mal, el culpable es el individuo.De allí que el inmigrante se sienta aver­gonzado de su acento defectuoso, su faltade gracia y ligereza social, su educaciónlimitada.. La, ag~~si~n contra el. propio grupo. El

termmo od\(~ a uno mIsmo" se ha apli­cado al sentIdo personal de vergüenzapor poseer las despreciables cualidadesdel propio grupo, ya sean éstas reales oimaginarias. También se aplica a la re­pugnancia que se siente por otros miem­bros del grupo que "poseen" tales atribu­tos. Ambas acepciones del odio a uno mis­mo son muy posibles. Véanse si no lasdistinciones clasistas, particula;mente ~gu­das, que privan entre los negros. Losestratos sociales son señalados con durezapo~ el color, la ocupación y el nivel edu­catIvo.

Prejui~io en contra de otros grupos.Las víctImas del prejuicio pueden, porsu.puesto, asestar a otros el golpe que ellosmls~os han recibido. Así, en una investi­gaClon efectuada en dos, universidadesde Georgia, al compararse los prejuiciosde estudiantes blancos y negros, los se­gu~dos re6ul~aron en promedio menosamlst<;>sos haCIa to.dos los grupos étnicosy naCIOnales enemIstados, que los prime­ros (con la única excepción del gruponegro) ..Y. ~o sólo lo.s negros respondencon preJUIcIO al prejuicio. Aun cuandol~ ~rustración y la ira personales de lav~~tIma s~n la razón principal de su hos­tlhdad (li~ecta o, indireota hacia otrosgrupos, eXIsten otras causas de desarrollodel prejuicio. A través de su ejercicio sepu:de encontrar una ventaja si uno se re­laclO.na poco c0Il: la mayoría. Un blancogentIl puede deCIrle, o darle a entendera un negro que después de todo ningun~de los dos es un judío.

e~mpasión . .La calidad de víctima sóloen c.lrcl;m.stanclas muy extremas dejará aun .11~d!vlduo con un grado normal depreJUilclO. La víctima ha de tomar enadelante uno de dos posibles caminos: ose u?e al orden. establecido y trata a losd~mas de la mIsma m~nera en que hasld? tratado, o ha de eVItar, consciente ydelIberadamente, esta tentación. Dirá:. _-

"Esta gente es víctima como yo mism9soy víctima: mejor estar con ellos, nocontra ellos."

La lucha: la militancia. "Aquel que sesiente odiado por otro -afirm9 Spino­za- y cree que no le ha dado ningunacausa para el odio, odiará al otro en re­compensa." En lenguaje psicoanalítico, lafrustración engendra la agresión.

Esfuerzos por mejorar. Algunos miem­bros de grupos minoritarios ven en sucondición un obstáculo que debe ser supe­rado, merced a un esfuerzo extraordina­rio. Después de trabajar todo el día, al­gunos inmigrantes asisten a la escuelanocturna para aprender el lenguaje y elpensamiento de Norteamérica. En todogrupo minoritario existen individuos queadoptan esta forma de compensación di­recta y exitosa.

NIejora simbólica del estado social. Encontraste con esta superación directa yeficaz, se encuentra una variedad de es­fuerzos descentrados que intentan las víc­timas del prejuicio para elevarse social­mente. Algunos se entusiasman de modoespecial por la pompa y la circunstancia.En el ejército, hay soldados negros queparecen dedicados primordialmente a losdesfiles, los zapatos brillantes, la ropa

bien planchada y otros signos del militarmuy cumplido. Son los símbolos del statussocial.

Una "compensación por substitución"similar puede llevar a un interés obsesivoen las conquistas sexuales. El miembrodespreciado de un grupo minoritario sue­le encontrar potencia, orgullo y respetoa sí mismo en tales actividades. Es proba­ble que el negro no se resienta por sureputación de vigor sexual. La acepta co­mo un tributo, como una gratificación.

Una forma curiosa de mejorar sim­bólicamente en la situación social se daen el uso pretencioso del lenguaje. Parala persona de posición inferior las gran­des palabras le parecen recursos que laelevan en la escala social.

Neurosis. Hay evidencias de que elgrado psiconeurótico es relativamente altoentre judíos. La hipertensión es comúnentre los negros. Pero, en conjunto, lasalud mental en los grupos minoritarios nodifiere grandemente de la salud mental dela mayoría. Pensar en las víctimas en tér­minos de compensaciones neuróticas espor 19 común una actitud menos justa yapropIada que la que las sitúa como vivien­do en un estado marginal, algunas vecesaceptadas y otras no. Lewin las compara

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con la condición de adolescentes, que nun­ca están seguros por completo de si seránadmitidos en el mundo de los adultos do­minantes. Padecen torme~tas y tensionesy ocasionalmente quiebras irracionales.Aunque, para hacer un ajuste maduro, unotiene que pertenecer a un mundo definiti­vo. A muchos miembros del grupo mino­ritario jamás se les permite pertenecer ple­namente, participar de manera normal osentirse en casa. Como el adolescente, nopertenecen a ningún lugar específico. Sonseres marginales.

La profecía que se cumple a sí misma.liasta cierto punto, somos 10 que '¡a gentepiensa de nosotros. Si un hombre entra enun grupo creyendo que todos los presentesparticipan de una agresividad hacia él, secomportará muy probablemente de mane­ra tan ofensiva e insultante, que la ver­dadera agresión surgirá. Ya alguien hadicho que es el antisemita quien determi­na al judío, de alguna manera.

Resulta imposible condensar, para los pro­pósitos de estas notas, el severo, inteligen­te análisis' que del problema del prejuiciorealiza Gordon W. Allpoi"Í. El interés bá­sico es suscitar la atención y el deseo deestudiar libros que, como Tite Nature ofPrejudice, abordan desde un punto de vis­ta responsable, científico, un tema que seha prestado perennemente a la sensiblería,a la demagogia y al lugar común. Sóloqueda, para concluir, la glosa de algunasideas de Sartre, a propósito de los asuntosvivamente relacionados con la acción ne­gativa del prejuicio en nuestros días: hayque tener presente en primer término quetodas las personas que colaboran con sutrabajo en la grandeza de un país tienenen ese mismo país el más pleno derechode ciudadanos. No les da este derecho laposesión de una problemática y abstracta"naturaleza humana", sino su participa­ción activa en la vida de la sociedad. Losnegros son solidarios de la empresa nacio­nal: son ciudadanos, tienen derechos so­bre tal empresa. Pero los tienen o debe­rían tenerlos a título de negros, es decir,como personas concretas. Hay que acep­tarlos con su carácter, sus costumbres, susgustos, su nombre, sus rasgos físicos. Yesta aceptación, si es total y sincera, fa­cilitará primeramente al negro la elecciónde su autenticidad, y después, poco a poco,hará posible sin violencia, por el cursomismo de la historia, su asimilación.

Todos -sigamos con las ideas de Sar­tre- somos solidarios del negro, puestoque el racismo conduce directamente alnacional-socialismo. Y si nosotros no res­petamos, ¿quién nos respetará? Si somosconscientes de esos peligros, si hemos vi­vido en la vergüenza nuestra complicidadinvoluntaria con los racistas, que han he­cho verdugos de nosotros, quizá empece­mos a comprender que es necesario lu­char por el negro ni más ni menos que pornosotros mismos. La causa de los negrosestaría ganada si sus amigos encontraranpara defenderlos tan sólo un poco de lapasión y la perseverancia que sus enemi­gos ponen en hundirlos. Cada uno de nos­otros ha de tener en cuenta que el destinode los negros es nuestro destino. Ni unsolo norteamericano será libre mient(aslos negros no gocen de la plenitud de susderechos. Nadie estará seguro en tantoque un negro, en Norteamérica, y en elmundo entero, pueda temer por su vida.