1227
La esclavitud en Barcelona a fines de la Edad Media (1479-1516) El impacto de la primera trata atlántica en un mercado tradicional de esclavos Iván Armenteros Martínez Aquesta tesi doctoral està subjecta a la llicència Reconeixement – SenseObraDerivada 3.0. Espanya de Creative Commons . Esta tesis doctoral está sujeta a la licencia Reconocimiento – SinObraDerivada 3.0. España de Creative Commons. This doctoral thesis is licensed under the Creative Commons Attribution -NoDerivs 3.0. Spain License.

La esclavitud en Barcelona a fines de la Edad Media …diposit.ub.edu/dspace/bitstream/2445/35575/5/IAM_TESIS.pdf · Los imperios del Sudán occidental: Malí y Songhai ... De la

Embed Size (px)

Citation preview

  • La esclavitud en Barcelona a fines de la Edad Media (1479-1516)

    El impacto de la primera trata atlntica en

    un mercado tradicional de esclavos

    Ivn Armenteros Martnez

    Aquesta tesi doctoral est subjecta a la llicncia Reconeixement SenseObraDerivada 3.0. Espanya de Creative Commons. Esta tesis doctoral est sujeta a la licencia Reconocimiento SinObraDerivada 3.0. Espaa de Creative Commons. This doctoral thesis is licensed under the Creative Commons Attribution -NoDerivs 3.0. Spain License.

  • LA ESCLAVITUD EN BARCELONA A FINES DE LA EDAD MEDIA

    (1479-1516)

    EL IMPACTO DE LA PRIMERA TRATA ATLNTICA EN UN MERCADO TRADICIONAL DE ESCLAVOS

    Ivn Armenteros Martnez

    Universitat de Barcelona

    2012

  • Departament dHistria Medieval, Paleografia i Diplomtica, Universitat de Barcelona Programa de doctorado: Histria Medieval i Moderna. ltimes lnies de recerca Bienio: 2005-2007 Doctorando: Ivn Armenteros Martnez Directora: Dra. Roser Salicr i Lluch, Instituci Mil i Fontanals, CSIC Tutor: Dr. Josep Hernando i Delgado, Universitat de Barcelona Fecha de defensa: 12 de noviembre de 2012 Tribunal: Presidente: Dr. Antoni Furi Diego, Universitat de Valncia Secretaria: Dra. Teresa Maria Vinyoles i Vidal, Universitat de Barcelona Vocal: Dr. Wolfgang Kaiser, Universit Paris I, Panthon - Sorbonne

  • LA ESCLAVITUD EN BARCELONA A FINES DE LA EDAD MEDIA

    (1479-1516)

    EL IMPACTO DE LA PRIMERA TRATA ATLNTICA EN UN MERCADO TRADICIONAL DE ESCLAVOS

    - I -

  • The more we learn about slavery, the more difficulty we have defining it

    David. B. Davis

  • NDICE

    VOLUMEN I

    ABREVIATURAS, MONEDAS Y NORMAS DE TRANSCRIPCIN 13 INTRODUCCIN 17 FUENTES Y METODOLOGA 25

    PARTE I

    LA ESCLAVITUD EN EL OCCIDENTE CRISTIANO

    1. GNESIS, DESARROLLO Y DISOLUCIN DE LA ESCLAVITUD ANTIGUA 77 La esclavitud antigua 78 La pervivencia de la esclavitud rural en Europa occidental 89 Esclavos, comercio y crecimiento econmico en la Europa altomedieval 102

    2. LAS BASES DEL SISTEMA: DE LA GUERRA FRONTERIZA AL TRFICO DE ESCLAVOS ORIENTALES 123

    El nacimiento de un nuevo modelo 124 La esclavizacin del enemigo: guerra fronteriza y cautiverio islmico 127 La comercializacin del esclavo: de la expansin mediterrnea al trfico interregional de esclavos 133

    La expansin de la esclavitud en Europa occidental durante la baja Edad Media 138

    De Caffa a Ragusa: los espacios de reserva del trfico de esclavos 141 Muerte, crisis y esclavos 150

    3. SOABAN LOS HOMBRES MEDIEVALES CON MUJERES ORIENTALES? GNERO, ESCLAVITUD Y SEXO EN UN MEDITERRNEO INTERCONECTADO 165

    Al otro lado del Mediterrneo 171 Gnesis y evolucin del sistema militar mameluco 175 Una historia comparada del Mediterrneo bajomedieval 183

    4. HACIA EL MEDITERRNEO ATLNTICO 191 El redescubrimiento medieval del Mar Ocano 193 La formacin de un nuevo espacio de confrontacin y descubrimiento: la rivalidad luso-castellana en el Atlntico medio 198 Ms all del cabo Bojador: el descubrimiento europeo de la geografa africana 203 La reactivacin de la rivalidad luso-castellana por el control del Atlntico medio 208

  • 5. ORO, SAL, CABALLOS Y ESCLAVOS. DINMICAS INTERNAS EN EL FRICA NEGRA, SIGLOS XIII-XVI 215

    Los imperios del Sudn occidental: Mal y Songhai 221 Los imperios del Sudn central: Kanem y Born 227 En la periferia de los imperios: el impacto de la llegada de los europeos en las sociedades senegambianas 231

    6. LA ORGANIZACIN DE LA PRIMERA TRATA ATLNTICA 237 De la cabalgada a la trata 237 La lgica de la trata 245 El ciclo del azcar 255

    7. EL IMPACTO DE LA PRIMERA TRATA ATLNTICA EN LA PENNSULA IBRICA 265 Caribes, sarracenos y negros 266 Cruce de caminos 270 La lgica de la distribucin: bajo la sombra de la compaa Cambini 284 La Corona de Aragn ante el Mediterrneo Atlntico 290

    PARTE II LA ESCLAVITUD EN LA BARCELONA DEL RENACIMIENTO

    8. LA CONSOLIDACIN DE BARCELONA COMO MERCADO DE 297 ESCLAVOS, SIGLOS XIV Y XV

    De los Usatges de Barcelona a las primeras ordenanzas municipales 298 Normativas para un mercado en expansin 304

    9. BARCELONA, EL OTOO TARDOMEDIEVAL DE UNA POTENCIA MEDITERRNEA 327

    Una ciudad sumida en la posguerra 330 Los primeros aos del reinado de Fernando II 335 La recuperacin econmica 339

    10. LA POBLACIN ESCLAVA 343 Ritmos, tiempos y dinmicas 347

    Las disrupciones coyunturales 354 La oferta 357 La demanda 365

    El gnero y la percepcin del color 374 La procedencia 386 Los trminos de la procedencia 387 Los resquicios orientales de un modelo agotado 395

    La constante inalterable: moros, sarracenos, berberiscos y rabes 399

  • Esclavitud atlntica en un mercado mediterrneo 405 Una esclavitud residual: cautivos nacidos en tierras cristianas 416

    La edad 421

    11. DE LA NAVE A LAS CALLES DE BARCELONA 433 Del Mediterrneo al Atlntico. Viejos negocios en un nuevo espacio 434

    La variabilidad del abastecimiento 455 Comprar y vender esclavos en la Barcelona del renacimiento 461 De la nave al mercado 466 Comprar y vender esclavos 467

    Los actores secundarios: fiadores, procuradores, administradores y albaceas 473 Especulacin, plusvala y rendimiento 475 En los mrgenes del negocio: donaciones, empeos y permutas 483 El comercio exterior 486

    El valor de los esclavos 490 La economa de la liberacin 515

    12. LOS DUEOS DE LOS ESCLAVOS 529 Aproximacin a la distribucin socioeconmica de los propietarios 529 Categoras socioeconmicas 534 Actividades agropecuarias 537 Artesanado 539

    Hostaleros y subsector de la alimentacin 545 Mercaderes, profesionales del comercio urbano y gentes de mar 547 Profesiones liberales, oficios pblicos y oficios sanitarios 556 Alto funcionariado 562 Brazo militar 566 Clero 574 Otros propietarios de esclavos 583

    13. EL ESCLAVO EN LA SOCIEDAD TARDOMEDIEVAL 589

    Esclavos para servir, esclavos para trabajar 590 Del hombre animal al ser humano 612 Los caminos de la socializacin 618 La esclavizacin como ruptura de la

    socializacin primaria 620 La adecuacin a las nuevas normas sociales 625 Resistencia y adaptacin 629 El acceso a la libertad 631

    La vida en libertad, culminacin de la socializacin o construccin de una identidad alternativa? 639

    Hermandades y procesiones en la Barcelona del renacimiento. La cofrada de Sant Jaume y la asimilacin de la negritud 645 Las ordenanzas fundacionales 647

    Las hermandades de negros en el movimiento asociativo cristiano tardomedieval 651 Hermandades y procesiones 657

  • CONCLUSIONES 663 BIBLIOGRAFA 679 FUENTES PUBLICADAS 721

    VOLUMEN II

    APNDICE DOCUMENTAL I. DOCUMENTACIN NOTARIAL 731 II. DOCUMENTACIN MUNICIPAL 1.153

  • NDICE DE FIGURAS

    Fig. 1 - El trfico de esclavos en el Mediterrneo, siglo XIII 137Fig. 2 - Difusin de la peste negra, 1347-1351 152Fig. 3 - El trfico de esclavos en el Mediterrneo, siglos XIV y XV 160Fig. 4 - Trfico de esclavos hacia el sultanato mameluco, siglos XIV-XV 182Fig. 5 - Expansin portuguesa por frica occidental, 1415-1486 207Fig. 6 - El comercio transahariano, siglos XIII-XVI 219Fig. 7 - Estados africanos y reas de influencia, siglos XIV-XVI 228Fig. 8 - Organizacin del primer trfico atlntico, 1490-1521 247Fig. 9

    -

    Gnero de los esclavos en los principales mercados ibricos no portugueses 278

    Fig. 10

    -

    Secuencia cronolgica de las ordenanzas publicadas en Barcelona entre 1290 y 1515 303

    Fig. 11 - Poblacin esclava y liberta en Barcelona, 1472-1479 344Fig. 12 - Tipologas notariales 346Fig. 13 - Evolucin de la poblacin de origen esclavo, 1479-1516 349Fig. 14 - Evolucin de la poblacin esclava, 1472-1516 350Fig. 15 - Poblacin esclava y compraventas, 1479-1516 354Fig. 16 - Ventas de esclavos senegambianos y guineanos, 1479-1516 358Fig. 17 - Ventas de esclavos procedentes de Barqah, 1479-1516 359Fig. 18 - Ventas de esclavos granadinos, 1479-1516 361Fig. 19 - Ventas de esclavos magrebes, 1479-1516 362Fig. 20 - Ventas de esclavos sarracenos de origen desconocido, 1479-1516 363Fig. 21 - Ventas de esclavos canarios, 1479-1516 364Fig. 22

    -

    Contratos laborales, poblacin esclava y ventas de esclavos, 1479-1516 369

    Fig. 23 - Percepcin del color y gnero de la poblacin de origen esclavo 375Fig. 24 - Gnero de la poblacin esclava y liberta 375Fig. 25 - Gnero y color de la poblacin esclava y liberta 376Fig. 26 - Poblacin de origen esclavo definida como lora 379Fig. 27 - Percepcin del color de la poblacin sarracena 381Fig. 28 - Poblacin de origen esclavo, color desconocido 382Fig. 29

    -

    Nacin y procedencia de la poblacin de origen esclavo, segn aparece en la documentacin consultada 387

    Fig. 30 - Procedencia de la poblacin de origen esclavo 395Fig. 31 - Procedencia de la poblacin sarracena de origen esclavo 402Fig. 32

    -

    Distribucin por gnero y procedencia de la poblacin sarracena de origen esclavo 404

    Fig. 33 - Ventas de esclavos sarracenos con origen desconocido, 1479-1516 405Fig. 34

    -

    Procedencia geogrfica de la poblacin subsahariana de origen esclavo 409

    Fig. 35 - Procedencia regional durante el primer trfico atlntico 411Fig. 36 - Poblacin subsahariana de origen esclavo, grupos etnogeogrficos 415

  • Fig. 37 - Procedencia de los esclavos nacidos en tierras cristianas 417Fig. 38 - Ascendencia de los esclavos nacidos en tierras cristianas 418Fig. 39 - Color de los esclavos nacidos en tierras cristianas 420Fig. 40 - Divisin por grupos de edad en base al valor de los esclavos 423Fig. 41 - Edad de la poblacin esclava 426Fig. 42 - Esclavos con edades comprendidas entre los 14 y los 30 aos 426Fig. 43 - Edad de la poblacin liberta 427Fig. 44 - Edad y procedencia de la poblacin esclava 428Fig. 45 - Edades y procedencia de la poblacin de origen esclavo 429Fig. 46 - Edad de la poblacin esclava subsahariana 430Fig. 47 - Origen de los mercaderes, operaciones de venta 438Fig. 48

    -

    Seguros para el transporte de esclavos y otras mercancas contratados en Barcelona, 1492-1506 452

    Fig. 49 - Ventas temporales, 1483-1516 478Fig. 50 - Ritmo de las ventas temporales, 1479-1516 480Fig. 51

    -

    Procedencia y nmero de operaciones llevadas a cabo por compradores forneos 488

    Fig. 52 - Evolucin del precio medio en Barcelona; 1390-1509 491Fig. 53 - Pagos en especie, 1479-1516 494Fig. 54 - Precios por gnero y edades 496Fig. 55

    -

    Evolucin del precio segn la edad; mujeres y hombres de 5 a 45 aos, 1479-1516 497

    Fig. 56

    -

    Evolucin del precio de los esclavos con edades comprendidas entre los 14 y los 30 aos, 1479-1516 498

    Fig. 57 - Precio anual de la cuartera de trigo, 1493-1516 500Fig. 58

    -

    Evolucin del precio de los esclavos de 14 a 30 aos de edad en relacin a la cotizacin anual de la cuartera de trigo, 1493-1516 500

    Fig. 59 - Valores segn procedencia y gnero; esclavos de 14 a 30 aos 502Fig. 60 - Valores segn procedencia y gnero; grupos ms representativos 502Fig. 61

    -

    Precios medios, por edades, de los esclavos subsaharianos y sarracenos 505

    Fig. 62 - Valores de esclavas embarazadas 510Fig. 63 - Valores de esclavas vendidas junto a sus hijos 511Fig. 64 - Modalidades de acceso a la libertad 518Fig. 65 - Esclavos musulmanes rescatados 525Fig. 66

    -

    Distribucin de los propietarios de esclavos segn categoras socioprofesionales

    534

    Fig. 67

    -

    Gnero de los esclavos y categoras socioprofesionales de los propietarios 535

    Fig. 68 - Categoras socioprofesionales; operaciones de venta y compra 536Fig. 69 - Procedencia y gnero de los esclavos. Actividades agropecuarias 538Fig. 70 - Procedencia y gnero de los esclavos. Artesanado 539Fig. 71 - Propietarios de esclavos, subsectores artesanales 540Fig. 72 - Procedencia y gnero de los esclavos. Hostaleros 546Fig. 73 - Procedencia y gnero de los esclavos. Mercaderes 548Fig. 74 - Procedencia y gnero de los esclavos. Gentes de mar 552

  • Fig. 75 - Procedencia y gnero de los esclavos. Comercio urbano 554Fig. 76 - Procedencia y gnero de los esclavos. Oficios sanitarios 556Fig. 77 - Procedencia y gnero de los esclavos. Oficios pblicos 558Fig. 78 - Procedencia y gnero de los esclavos. Profesiones liberales 560Fig. 79 - Procedencia y gnero de los esclavos. Alto funcionariado 563Fig. 80 - Procedencia y gnero de los esclavos. Brazo militar 567Fig. 81 - Propietarios eclesisticos, en nmeros absolutos 574Fig. 82 - Procedencia y gnero de los esclavos. Clero 575Fig. 83 - Libertos con oficio conocido y antiguos propietarios, 1479-1516 598Fig. 84

    -

    Libertas documentadas ejerciendo la alcahuetera o la prostitucin, 1401-1460 606

    Fig. 85 - ndice de conversin al cristianismo 628

  • 13

    ABREVIATURAS, MONEDAS Y NORMAS DE TRANSCRIPCIN

    Abreviaturas

    a.: arroba

    AC / DC: antes de Cristo / despus de Cristo

    ACA: Archivo de la Corona de Aragn

    AHCB: Archivo Histrico de la Ciudad de Barcelona

    AV: Arxiu del Veguer

    C: Consellers

    CC: Consell de Cent

    AHPB: Archivo Histrico de Protocolos de Barcelona

    AGI: Archivo General de Indias

    ap.: apndice

    APSB: Archivo Parroquial de Sant Boi

    ARV: Archivo del Reino de Valencia

    ASP: Archivio di Stato di Palermo

    cap. / caps.: captulo / captulos

    cf.: cnfer

    d.o.: ducado de oro

    doc.: documento

    l.: libra

    l.b.: libra barcelonesa

    m.: millar

    mrs.: maravedes

    n. / nn.: nota /notas

    p. / pp.: pgina / pginas

    r.: recto

    s.d.: sin datos

    ss.: siguientes

    s.b.: sueldo barcelons

    s.p.: sin paginar

    t.: tomo

  • 14

    v.: vuelto

    vol.: volumen

    Monedas1

    1 cruzado = 390 reales portugueses

    1 dobla de haenes = 450 mrs.

    1 dobla de oro = 408 mrs.

    1 ducado de oro = 24 sueldos barceloneses = 375 mrs.

    1 florn = 11 sueldos

    1 libra = 20 sueldos = 312,5 mrs.

    1 onza siciliana = 60 sueldos = 3 libras

    1 pacfico = 18 sueldos

    1 real portugus = 1 maraved castellano

    1 sueldo = 15,625 mrs.

    Normas de transcripcin

    Las transcripciones de los textos siguen los criterios habituales que se utilizan en

    la edicin de textos medievales, tanto en latn como en cataln. Se ha decidido mantener

    la fidelidad de la fuente, por lo que pueden observarse grafas diferentes de una misma

    palabra. Asimismo, las dobles consonantes han sido respetadas, siempre y cuando no se

    encuentren a principio de palabra. Se ha regularizado el uso de maysculas y

    minsculas. En los textos en latn, ante la vacilacin c y t delante de i, se ha adoptado la

    c cuando el sonido ha perdurado despus en castellano y/o en cataln, y en aquellos

    casos en los que aparece , se ha respetado su uso. Tambin se ha regularizado la

    separacin de palabras y el uso de u y de j (i larga) con valor consonntico, escribiendo

    v e i en las transcripciones de documentos latinos, pero normalizando el uso de i larga

    en la documentacin catalana, haciendo prevalecer la forma j. En cataln, se ha usado el

    apstrofe y el guin segn el uso actual de la lengua, y se ha recurrido al punto volado

    para las elisiones y aglutinaciones.

    1 Cf. JIMNEZ (2003), La evolucin, pp. 35 y 44; SALAT (1818), Tratado, pp. 83-84; PELEZ (1981), Catalunya, p. 135.

  • 15

    En lo que respecta a la puntuacin, han sido aplicados los criterios modernos.

    Despus de cada documento se han hecho constar, con notas alfabticas, los diversos

    accidentes que afectan al texto: correcciones, repeticiones, tachaduras, interlineados,

    etc. Cuando el estado de conservacin ha hecho imposible la lectura de la palabra, se

    han aadido, entre claudtors, la letra o letras que se han podido suplir. Cuando no se ha

    podido hacer, se ha sealado con puntos suspensivos, tambin entre claudtors. Para

    indicar que no se ha transcrito algn fragmento, se han utilizado los puntos suspensivos

    entre parntesis.

    En cuanto a los nombres de persona, en las transcripciones ha sido respetada la

    forma original del documento, mientras que tanto en los regestos como en el texto han

    sido normalizados adoptando la forma catalana y no la castellana2, excepto en los casos

    en los que ha podido ser establecida, con claridad, una procedencia fornea. Los

    nombres no cristianos han sido respetados segn aparecen en los documentos, tanto en

    los regestos como en el texto. En lo que respecta a los apellidos cristianos, han sido

    normalizados atendiendo a la base de datos del Institut dEstadstica de Catalunya3,

    haciendo prevalecer la forma ms parecida a la original del documento, y los precedidos

    de artculo salado o de preposicin han sido aglutinados (sa Pila = Sapila; des Pl =

    Despl).

    2 Por lo que se leer Maria y no Mara, Joan y no Juan, o Caterina y no Catalina. 3 http://www.idescat.cat/cognoms/

  • INTRODUCCIN 17

    INTRODUCCIN

    En el paisaje de la esclavitud de los ltimos tiempos medievales, Barcelona

    aparece como un lugar alejado de las principales reas ibricas en las que comenzaba a

    vertebrarse la primera trata negrera. Ciudades como Lisboa, Lagos, Sevilla, Cdiz o El

    Puerto de Santa Mara haban pasado a ser los nuevos centros de negociacin de un

    modelo econmico fuertemente marcado por la expansin atlntica y por la articulacin

    del comercio euroafricano. Capitales y hombres de negocios castellanos, flamencos,

    italianos y portugueses haban confluido en aquel espacio para aportar su experiencia en

    el gran comercio internacional y enriquecerse con los amplios beneficios que las nuevas

    corrientes de intercambio haban puesto sobre la mesa. A los cueros en bruto y las

    conservas de pescado, la revolucin comercial atlntica haba aadido los azcares

    canarios y madeirenses y los esclavos africanos. Incluso Valencia, alejada fsicamente

    de los puertos andaluces y portugueses, haba sabido aprovechar aquella feliz

    confluencia para convertirse en el principal mercado catalanoaragons, capaz de atraer

    las miradas y las inversiones de las grandes compaas y sociedades bancarias del

    momento.

    Pero Barcelona pareca haber quedado relegada a una posicin poco ms que

    marginal, completamente condicionada por las terribles consecuencias polticas,

    econmicas y sociales de la guerra civil catalana de 1462-1472 y, consecuentemente,

    enteramente dependiente de las dinmicas de redistribucin de los agentes que operaban

    en suelo ibrico. Y todo ello a pesar de que, durante buena parte de los siglos

    bajomedievales, la ciudad catalana haba sido uno de los principales mercados de

    esclavos del Mediterrneo occidental cristiano.

  • INTRODUCCIN 18

    La historia de la esclavitud a fines de la Edad Media y durante los primeros aos

    de la Modernidad es una historia estrechamente relacionada con los importantes

    cambios que se estaban produciendo en las redes comerciales interregionales y en el

    equilibrio de poderes de la cuenca mediterrnea. La paulatina expansin otomana,

    consolidada desde mediados del siglo XV, y el inicio de las navegaciones europeas por

    las costas africanas, decididamente estimuladas desde que Gil Eanes lograra rebasar el

    cabo Bojador, en 1434, confluyeron para reconfigurar el modelo de esclavitud que,

    hasta entonces, haba sido hegemnico en las principales ciudades cristianas del

    Mediterrneo occidental. En apenas tres dcadas, el esclavo negro de frica occidental

    sustituy al de origen oriental, eslavo y balcnico. En los puertos atlnticos castellanos

    y portugueses su hegemona fue prcticamente absoluta, apenas discutida por la

    presencia del cautivo musulmn apresado en la guerra de conquista del reino nazar de

    Granada o en las campaas lanzadas contra el norte de frica. En definitiva, la

    pennsula ibrica haba pasado a ser el perfecto laboratorio en el que experimentar un

    nuevo modelo que no olvidaba sus bases jurdicas, econmicas e ideolgicas

    medievales, un espacio en el que consolidar un sistema de explotacin cuya repercusin

    para las sociedades coloniales del Nuevo Mundo son sobradamente conocidas.

    Pero Barcelona, decamos, pareca haber quedado al margen de todo aquel

    proceso. O, al menos, esa es la visin que se desprende de una historiografa que, por

    otro lado, y salvo la notable excepcin de Jaume Vicens Vives, a la que quizs pueda

    aadirse el retrato de la Catalua de posguerra publicado por Manuel J. Pelez Albandea

    en 19811, apenas se ha interesado por la historia de la ciudad catalana durante los

    ltimos aos del siglo XV y las primeras dcadas del XVI.

    Es probable que esta omisin se deba al espacio excesivamente generoso que ha

    venido ocupando, en el pensamiento historiogrfico, la idea de que, tras la guerra, el

    principado de Catalua y, con l, la ciudad de Barcelona, haban quedado relegados al

    ostracismo comercial y a la inevitable prdida de mercados estratgicos. Ante un

    panorama depresivo sera de esperar, por lo tanto, que la estructura del sistema esclavo

    hubiera quedado igualmente daada. Adems, no solo se haba interrumpido el trfico

    de esclavos desde el mar Negro y los Balcanes, como haba advertido Charles

    Verlinden, pese a que su apreciacin puede ser matizada2, sino que, tambin, la larga

    crisis catalana del siglo XV, exacerbada por los desastres del conflicto blico, dibujaban

    1 VICENS (1936-1937), Ferran II; PELEZ (1981), Catalunya. 2 VERLINDEN (1955), Lesclavage, I, pp. 343-356.

  • INTRODUCCIN 19

    el peor de los escenarios para que el fenmeno de la esclavitud pudiera perpetuarse ms

    all del espectacular auge que vivi hasta mediados del cuatrocientos. En el mejor de

    los casos, pues, durante los aos finales de la Edad Media la esclavitud no poda sino

    ser un tenue reflejo de lo que haba sido.

    Sin embargo, la posguerra no fue eterna. Una vez superada, la economa

    barcelonesa se recuper. Adems, cuando lo hizo, nada impide pensar que su tejido

    productivo no fuera capaz de absorber, como haba hecho hasta entonces, nuevos

    trabajadores. Y poco importaba si se trataba de personas libres u hombres y mujeres

    esclavizados, especialmente si se tiene presente la larga experiencia en el comercio de

    cautivos que Barcelona vena acumulando desde, cuando menos, las primeras dcadas

    del siglo XI.

    Probablemente, el objetivo de esta investigacin ha quedado suficientemente

    aclarado. Las pginas que siguen tratarn de analizar y evaluar, desde una perspectiva

    demogrfica, econmica y social, el impacto de un nuevo modelo de esclavitud, el de la

    primera trata negrera, en un mercado tradicional de esclavos enraizado en la experiencia

    medieval pero adaptado al contexto atlntico. Como muchas otras ciudades ibricas,

    Barcelona vivi la llegada de un nuevo grupo de poblacin hasta entonces desconocido,

    el esclavo negro procedente de las costas mauritanas, senegambianas y guineanas, y la

    abrupta desaparicin de quienes haban sido cautivos en las comunidades del

    Mediterrneo occidental cristiano desde mediados del siglo XIV, hombres y mujeres

    orientales, eslavos y balcnicos. Y todo ello en un perodo, el reinado de Fernando II

    (1479-1516), en el que la llegada intermitente de cautivos musulmanes se mantuvo

    constante, nicamente estimulada tras las conquistas de Granada, Buga, Orn y Trpoli,

    haciendo de los sarracenos el segundo colectivo en importancia numrica entre las

    poblaciones esclavas de las principales ciudades ibricas.

    Queda claro, pues, que el marco geogrfico y cronolgico en el que se encuadra

    este trabajo es el de la Barcelona de 1479 a 1516. El espacio corresponde a la ciudad de

    intramuros y a las zonas rurales que la rodeaban, en las que es preciso incluir algunas

    poblaciones que, en la actualidad, forman parte del municipio, como Sants, Sarri, Sant

    Andreu o Pedralbes, y aquellas otras que no han sido absorbidas, como Sant Boi de

    Llobregat o LHospitalet de Llobregat. En definitiva, buena parte de lo que hoy

    constituyen las comarcas del Barcelons y el Baix Llobregat, pese a que el grueso de la

    documentacin atae, por razones obvias, al ncleo urbano de Barcelona, y pese a que,

    tambin, el trabajo en los archivos ha hecho aflorar numerosas noticias sobre otras

  • INTRODUCCIN 20

    localidades catalanas, debidamente analizadas en los epgrafes que abordan el comercio

    de redistribucin que, desde Barcelona, lleg a buena parte del principado. Y el tiempo

    queda ceido al reinado de Fernando II, un perodo fundamental para la organizacin de

    la primera trata negrera. Durante aquellos aos, y una vez resueltas las tensiones entre

    Castilla y Portugal por el control del Atlntico medio, la corona lusitana puso en marcha

    un sistema de licencias y concesiones de explotacin monopolstica para articular la

    comercializacin masiva del esclavo africano, cuyas repercusiones para las economas

    ibricas fue sustancial. Como demostr Vicenta Corts para el caso de Valencia, el

    trfico negrero irradi con fuerza en la ciudad levantina, haciendo de ella,

    probablemente, el mercado de esclavos ms importante de todos los territorios ibricos

    no portugueses hasta los primeros aos del siglo XVI3. Y, en ese contexto, y a pesar de la

    especial situacin que atravesaba Barcelona, era de esperar que la ciudad catalana

    percibiera, del mismo modo, aunque probablemente con matices, el impacto de la

    primera trata atlntica4.

    El trabajo se estructura en dos partes con un total de 13 captulos, adems del

    apndice documental, que se incluye en un segundo volumen.

    Los siete primeros captulos son, cuando menos, peculiares. Y lo son,

    bsicamente, porque, pese a que en ocasiones destacan las pocas noticias que se

    conocen sobre la presencia de esclavos en tierras catalanas en cronologas anteriores, no

    analizan la esclavitud en la Barcelona del renacimiento. De hecho, el primero ni tan

    siquiera se ocupa de la esclavitud bajomedieval, sino que se aleja hasta la antigedad

    clsica y los siglos altomedievales repasando una serie de cuestiones a mi juicio

    fundamentales para comprender tanto la implantacin como el desarrollo y la disolucin

    del sistema esclavista antiguo en Europa occidental. El segundo desgrana los

    importantes cambios que se produjeron a partir del siglo XI cuando el cautivo

    sarraceno comenz a llegar a las ciudades cristianas del Mediterrneo occidental y las

    naves italianas se abrieron paso en las redes comerciales del mar Negro para abordar el

    auge de la esclavitud en el Occidente medieval tras la irrupcin de la peste negra. El

    tercer captulo se adentra en una temtica tan polmica como poco tratada, y aventura

    3 CORTS (1964), La esclavitud. 4 Por otro lado, cabe mencionar que la eleccin de este marco cronolgico encaja perfectamente con el propuesto por Antoni Albacete i Gascn, con quien el entendimiento ha sido excelente, embarcado en un proyecto de tesis doctoral que analiza la esclavitud en la Barcelona de 1380-1462. Sus resultados, sumados a los publicados por Josep Hernando para el siglo XIV HERNANDO (2003), Els esclaus, sin duda ayudarn a comprender el fenmeno de la esclavitud en la ciudad catalana desde una amplia perspectiva diacrnica.

  • INTRODUCCIN 21

    una serie de hiptesis que, desde una visin global que entiende el mar Mediterrneo

    como un espacio interconectado, tratan de explicar la anormal desproporcin de gnero,

    siempre a favor de las mujeres, que se dio en la esclavitud bajomedieval del Occidente

    cristiano. En el cuarto captulo se repasa el proceso de expansin atlntica desde las

    navegaciones mallorquinas hacia Canarias, a mediados del siglo XIV, hasta la

    circunnavegacin del continente africano, a finales del cuatrocientos. El captulo quinto

    se interesa por el Sudn central y occidental durante los siglos XIV y XV, una cuestin

    que, aunque pueda parecer desproporcionada, no deja de ser fundamental para

    comprender el tipo de esclavitud que se desarroll en la pennsula ibrica en los ltimos

    tiempos medievales, as como para profundizar en las particularidades de las principales

    zonas de abastecimiento de las que se sirvieron los mercados europeos. Una vez vistas

    estas cuestiones, en el sexto captulo se propone un anlisis sobre el desarrollo del

    primer trfico atlntico desde la tradicional tcnica de la cabalgada desarrollada

    durante la guerra fronteriza en suelo ibrico hasta el ms sofisticado sistema de la trata

    que no habra sido posible sin la participacin de agentes europeos, rabes y

    africanos. Y, finalmente, el sptimo captulo, que cierra esta primera parte, evala el

    impacto de la primera trata atlntica en la pennsula ibrica, repasando la importancia

    que alcanz en aquellas ciudades en las que ha sido estudiado el fenmeno de la

    esclavitud y atendiendo no solamente a los grupos de poblacin subsaharianos, sino

    tambin a los hombres y mujeres canarios esclavizados tras la conquista realenga de

    Gran Canaria, La Palma y Tenerife, los musulmanes capturados en Granada y el norte

    de frica o los pocos indios americanos que llegaron a la pennsula durante las primeras

    navegaciones transocenicas.

    Despus de esta visin de conjunto sobre la evolucin de la esclavitud en Europa

    occidental, la segunda parte se ocupa, ahora s, de la ciudad de Barcelona. Tomando

    como base la documentacin normativa emitida por el consistorio municipal y la

    bibliografa publicada, el captulo octavo aborda la consolidacin del mercado de

    esclavos de la ciudad catalana durante los siglos XIV y XV. El siguiente captulo se

    preocupa por describir la situacin por la que atraves Barcelona despus de la guerra

    civil catalana, atendiendo a los aos inmediatamente posteriores al conflicto blico y a

    las reformas impulsadas por Fernando II que conduciran hacia la recuperacin

    econmica. El dcimo captulo analiza, pormenorizadamente, las caractersticas

    demogrficas de la poblacin esclava y liberta atendiendo, en primer lugar, al ritmo de

    la llegada de los cautivos para abordar, despus, cada una de las variables que

  • INTRODUCCIN 22

    definieron a los hombres y las mujeres esclavizados En el captulo 11 se proponen,

    desde una perspectiva econmica, una serie de explicaciones sobre la dinmica del

    abastecimiento tratando de profundizar en los medios de los que se sirvi la ciudad

    catalana para acceder a las redes de distribucin de la primera trata atlntica. Asimismo,

    se disecciona el funcionamiento del mercado de la Barcelona del renacimiento

    atendiendo a la variedad de operaciones de tipo econmico en las que poda intervenir

    un cautivo. El captulo decimosegundo se centra en el perfil socioprofesional de los

    dueos de los esclavos. Finalmente, el ltimo captulo sita en el centro del anlisis al

    cautivo, abordando las distintas formas con las que la comunidad libre aprovech su

    capacidad para el trabajo y analizando los distintos caminos que tom el proceso de la

    socializacin, muchas veces condicionados por el tipo de relacin establecido entre amo

    y esclavo, para dedicar las ltimas pginas al estudio de la cofrada de negros de Sant

    Jaume y la proliferacin de hermandades negras en el sur de Europa occidental, claro

    sntoma de la importancia que lleg a alcanzar la trata atlntica en el Viejo Continente.

    Como toda investigacin, este trabajo es el resultado de una idea que naci, hace

    algunos aos, de una manera un tanto inesperada. Mi inters por la historia africana y

    mi formacin como medievalista me condujeron, de manera prcticamente natural,

    hacia la esclavitud en la Barcelona del renacimiento. Y lo que tan solo era una idea

    comenz a tomar forma cuando, en septiembre de 2003, decid matricularme en el curso

    de doctorado, una vez finalizada la licenciatura en historia.

    Sin embargo, el proyecto tuvo que ser aparcado durante un tiempo hasta que, en

    junio de 2005, fui contratado como tcnico de investigacin en la Instituci Mil i

    Fontanals (CSIC), donde, junto a quien sera mi directora de tesis, la dra. Roser Salicr i

    Lluch, retom aquella idea, ms madura y meditada, cuya primera materializacin vio la

    luz en octubre de 2007, cuando obtuve el Diploma de Estudios Avanzados5. Aquella

    ocasin me brind la posibilidad para evaluar la viabilidad de un trabajo ms ambicioso.

    Y los resultados no me defraudaron: para un perodo cronolgico breve (1472-1480), el

    vaciado documental llevado a cabo en el Archivo Histrico de Protocolos de Barcelona

    confirm que el fenmeno de la esclavitud continuaba siendo una realidad palpable

    incluso en el perodo de mxima depresin por el que pas la ciudad catalana. Si la

    5 ARMENTEROS (2007), Aproximacin. Cabe mencionar que, en las pginas que siguen, en ms de una ocasin har uso de documentos que no se cien al reinado de Fernando II, procedentes todos ellos de este trabajo. Su utilizacin queda plenamente justificada por la calidad de la informacin que contienen.

  • INTRODUCCIN 23

    investigacin haba sido satisfactoria, no se poda esperar menos para los aos 1479-

    1516. Y creo que puedo decir que no andaba equivocado.

    Cuando escrib las ltimas lneas del trabajo para la obtencin del Diploma de

    Estudios Avanzados, en agosto de 2007, inclu una nota preliminar en la que reconoc

    que aquellas pginas deban ser entendidas como lo que eran, una propuesta

    metodolgica aplicada al estudio de la esclavitud tardomedieval. Lo cierto es que, cinco

    aos despus, no puedo ms que repetir aquellas palabras aadiendo, tan solo, que,

    efectivamente, esta tesis doctoral no es ms que una propuesta que pretende analizar,

    desde la lectura y el anlisis crtico de las fuentes notariales y municipales, la esclavitud

    en la Barcelona del renacimiento. El trabajo realizado tan solo habr valido la pena si es

    ledo, criticado, corregido y mejorado.

    Como toda investigacin, esta tesis doctoral tiene una gran dosis de trabajo

    solitario. Pero no habra sido posible sin la inestimable ayuda de todos los compaeros

    del Departamento de Estudios Medievales de la Instituci Mil i Fontanals,

    especialmente de quien ha supervisado todo este proceso, Roser Salicr. Sus

    orientaciones han sido fundamentales. Su implicacin, imposible de valorar. Su

    direccin, inmejorable. Asimismo, en incontables ocasiones los consejos de Pere

    Verds, Manuel Snchez, Josefina Mutg, M. Teresa Ferrer, Pere Orti, Carles Vela,

    Jordi Morell, Elisa Soldani, Miquel Raufast, Albert Mart y Vicent Baydal, los

    documentos y las guas bibliogrficas que han querido compartir, o las innumerables

    charlas que he mantenido con cada uno de ellos han ayudado a construir ideas, a

    descartar otras o a mejorar argumentos. Y no puedo dejar de agradecer a todos los

    compaeros de la biblioteca de la Instituci Mil i Fontanals la exquisita atencin

    recibida durante estos aos de investigacin.

    Tambin quiero dar las gracias al personal del Archivo Histrico de la Ciudad de

    Barcelona y del Archivo Histrico de Protocolos de Barcelona, especialmente a Jordi

    Tor Azorn, cuya profesionalidad tan solo es superada por su amabilidad. A Jos Luis

    Ruiz-Peinado, Javier Lavia y Ricard Piqueras, del departamento de Historia de

    Amrica de la Universidad de Barcelona, por haberse interesado en no pocas ocasiones

    por mi trabajo, as como a todos quienes, desde el departamento de Historia Medieval

    de la misma universidad, han seguido con inters el desarrollo de la investigacin. Y no

    quiero dejar pasar la ocasin para agradecer a Antnio de Almeida Mendes las largas

    conversaciones que hemos venido manteniendo en los ltimos aos, fundamentales para

    aclarar conceptos, definir procesos y entender globalmente la revolucin comercial

  • INTRODUCCIN 24

    atlntica. Sin ellas, las pginas que siguen habran quedado irremediablemente

    empobrecidas. Y, como no puede ser de otra manera, mis agradecimientos, tambin, a la

    Fundacin Ramn Areces por haber credo en este proyecto y haberlo hecho viable

    mediante la concesin de una beca predoctoral que disfrut desde noviembre de 2006

    hasta octubre de 2010.

    Pero nada de todo esto habra sido posible sin el apoyo incondicional de mis

    padres y mi hermano Luis, de mis amigos Noelia, Edu, Chelo, Boro y Mara. Y de la

    infinita paciencia de Nika y Sofa, verdadero punto de apoyo para resistir en una carrera

    de fuerte desgaste que ha durado poco ms de cinco aos.

  • FUENTES Y METODOLOGA 25

    FUENTES Y METODOLOGA

    Debido a la enorme masa documental conservada en los archivos de Barcelona y

    a la incidencia que la esclavitud tuvo en las sociedades del Mediterrneo occidental, son

    pocos los historiadores que, en el transcurso de sus investigaciones, no hayan topado

    con alguna noticia referente a esta institucin. Colegas y compaeros han querido

    compartir, haciendo alarde de una loable generosidad, informaciones, noticias

    documentales o trabajos aparecidos en publicaciones especializadas confirmando,

    contra algunas convicciones todava recubiertas por la ptina positivista, que el estudio

    de la esclavitud tardomedieval y premoderna dista mucho de ser una temtica agotada.

    Cierto es que desde el decisivo impulso que el belga Charles Verlinden supo dar

    a la investigacin de la esclavitud en la Europa medieval1, ha sido mucha la

    documentacin consultada en los archivos y numerosas las noticias rescatadas que dan

    fe de aquella parte de la historia de Barcelona protagonizada por hombres y mujeres de

    distintas razas, edades y confesiones marcados por el estigma de la esclavitud.

    Sin embargo, pese a no ser escasa la produccin cientfica que ha venido

    apareciendo en los ltimos aos, se ha insistido poco en abordar el fenmeno

    incluyendo las perspectivas social y cultural en una visin de conjunto que se aleje de la

    insuficiencia que el anlisis puramente jurdico y econmico reducido, a veces, al mero

    ejercicio descriptivo y cuantitativo parece brindarle a regaadientes. Y a esta situacin,

    a esta manera de abordar la investigacin de la esclavitud bajomedieval en el

    Mediterrneo occidental, en general, y, ms concretamente, en la ciudad de Barcelona,

    1 VERLINDEN (1955-1977), Lesclavage, I y II.

  • FUENTES Y METODOLOGA 26

    no se ha llegado, precisamente, ni por escasez documental ni por una apriorstica

    pobreza narrativa.

    Bien es sabido o, quizs, conocido por los historiadores pero ignorado por

    buena parte de la comunidad cientfica que uno de los grandes patrimonios de la

    ciudad de Barcelona es el que se grab con tinta en innumerables folios y pergaminos,

    verdadero panten de lo que ha sido llamado memoria histrica. Pero el orgullo de

    albergar una de las ms grandes colecciones documentales de poca medieval encierra

    un peligro que todo historiador, tarde o temprano, debe advertir y tratar de sortear.

    Para el caso que nos ocupa, el investigador que decida emprender un estudio

    monogrfico que tenga como objeto profundizar en el trfico humano que se dio en la

    Barcelona tardomedieval y premoderna atendiendo a sus consecuencias econmicas,

    jurdicas, sociales, culturales e ideolgicas deber ejecutar, a ser posible con casi

    absoluta precisin, una estrategia que le permita sortear, satisfactoriamente, las

    dificultades impuestas por la enorme cantidad de documentacin conservada en los

    archivos pblicos y privados de la ciudad catalana. No deber descuidar, por otro lado

    y a pesar de que estas producciones se circunscriban, principalmente, al mbito

    castellano y portugus y no exclusivamente al catalanoaragons, la consulta de

    numerosas fuentes publicadas que, bien narrando las experiencias de viajeros y

    exploradores por el Atlntico medio, bien retratando desde los escritos jurdicos y

    moralizantes a las sociedades antiguas y medievales de la cuenca mediterrnea, emergen

    como el perfecto espejo en el que observar, sin descuidar sus aberraciones, algunos de

    los mltiples reflejos de la esclavitud y sus protagonistas.

    Queda claro, pues, que la propia idiosincrasia de la institucin de la esclavitud

    un fenmeno que traspasa las divisiones cronolgicas convencionales y las fronteras

    territoriales ha hecho que las noticias que dej en los registros documentales de la

    Barcelona tardomedieval y premoderna alcancen un elevado ndice de dispersin.

    Por un lado, al ser sus facetas jurdica y econmica los aspectos por los que ms

    se preocup una sociedad la catalana renacentista slidamente arraigada en la

    consuetudina latina y el intercambio comercial, la esclavitud incidi, de manera notoria,

    en la produccin documental de mbito privado y en la redaccin de ordenanzas

    municipales que trataron de regular y dar solucin tanto a aspectos relacionados con la

    comercializacin de los esclavos como a situaciones y problemticas de distinta

    naturaleza.

  • FUENTES Y METODOLOGA 27

    Del mismo modo, adems del reflejo que puede observarse en las obras literarias

    anteriormente aludido, la esclavitud tambin repercuti, aunque en menor medida, en la

    documentacin emanada de la cancillera real de la Corona de Aragn.

    En cierto modo, en estas pocas lneas han sido esbozadas algunas de las distintas

    tipologas documentales utilizadas para la elaboracin de este trabajo. Sin embargo, no

    est de ms dedicar las siguientes pginas a presentar, pormenorizadamente, la

    naturaleza de las fuentes que han sido consultadas y analizadas en esta tesis doctoral, sin

    dejar de sealar tanto la elevada dispersin de testimonios susceptibles de ser hallados

    en los archivos barceloneses como las amplias posibilidades que las colecciones

    documentales ofrecen al estudio de la esclavitud tardomedieval y premoderna. O, al

    menos, esa es la conviccin de la que se parte y que, a continuacin, tratar de precisar

    con mayor exactitud.

    Documentacin notarial

    Hace ya ms de tres dcadas, Alfonso Franco afirmaba que, cuando menos en el

    mbito castellano, las fuentes documentales prioritarias para el estudio de la esclavitud

    deban ser las notariales2. Para el caso de Barcelona, trabajos coetneos y posteriores,

    como los de Dimes Sancho, Roser Salicr, Teresa Vinyoles, M. Teresa Ferrer, Fabienne

    Plazolles, Josep Hernando y Antoni Albacete, entre otros, han venido a confirmar esta

    premisa3.

    An considerando que la dinmica del notariado barcelons ha favorecido que

    parte de la produccin escrita no haya perdurado o lo haya hecho en lamentables

    condiciones4, una de las grandes ventajas de la documentacin notarial de la ciudad

    catalana es el alto nmero de registros que conserva. A los pocos protocolos que datan

    de fines del siglo XIII se les suma, desde mediados del trescientos y, sobre todo, a partir

    de la centuria siguiente, una mayor cantidad de volmenes que acredita la consolidacin

    y la expansin de la institucin notarial conforme avanzan los siglos bajomedievales.

    As, para el perodo cronolgico propuesto en esta investigacin (1479-1516),

    los archivos barceloneses disponen de cerca de dos millares de registros

    correspondientes a la produccin de poco ms de 80 notaras, documentacin que, por 2 FRANCO (1979), La esclavitud, pp. 114-115. 3 SANCHO (1979), La esclavitud; SALICR (1998), Esclaus; VINYOLES (2000), Integraci; FERRER (2000), Esclaus; PLAZOLLES (2000), Trayectorias; EADEM (2000), Barcelona; HERNANDO (2000), Els esclaus, IDEM (2003), Els esclaus; ALBACETE (2006-2007), Els lliberts; IDEM (2008), Les formes. 4 PAGAROLAS (1988), L'estat, p. 54.

  • FUENTES Y METODOLOGA 28

    otro lado, y pese a ser el Archivo Histrico de Protocolos de Barcelona la institucin

    que atesora la prctica totalidad de los registros conservados, se haya dispersa en otras

    colecciones documentales como la del Archivo Histrico de la Ciudad de Barcelona, la

    del Archivo de la Catedral de Barcelona, la del Archivo Histrico de la Biblioteca de

    Catalua o la del Archivo del Hospital de la Santa Creu y Sant Pau.

    Si lneas atrs reconocamos el privilegio de disponer de tan elevada cantidad de

    documentacin notarial para un perodo cronolgico relativamente limitado, no menos

    cierto es que la apremiante necesidad de economizar tiempo y esfuerzo ha aconsejado,

    en los inicios de esta investigacin, acotar el volumen a consultar y a analizar. Y se ha

    decidido hacerlo en base a dos criterios: trabajar nicamente en el archivo que ms

    documentacin conserva, que en este caso es el Archivo Histrico de Protocolos de

    Barcelona, alojado en el Colegio de Notarios de Barcelona, y hacerlo en base al

    funcionamiento de la labor notarial5.

    Desde el primer cuarto del siglo XIV, la actividad contractual privada de la

    Barcelona bajomedieval inici una dinmica que condujo a la paulatina divisin de los

    registros notariales en manuales cuadernos en los que los fedatarios anotaban, de

    manera etceterada, los datos necesarios para la redaccin in extenso del instrumento

    definitivo y en libros especficos dedicados a negocios concretos, en los que se

    copiaban ntegramente los documentos, como los libros de compraventas, de pocas o

    recibos, de procuraciones, de captulos matrimoniales y testamentos, de comandas, de

    seguros o de inventarios y encantes, entre otros6. El manual es, por lo tanto, y en el caso

    de Barcelona, el registro base de cualquier notara, el principal protocolo que

    potencialmente rene toda la documentacin presumiblemente redactada por aquella y

    en el que puede medirse la actividad de la misma segn cun cerca se encuentre del

    horror vacui el aprovechamiento del papel.

    Por contra, los libros especficos, reservados, tericamente, a la redaccin

    completa de los instrumentos abreviados de los manuales7, son, en el mejor de los casos

    5 Cabe sealar que, asimismo, tambin ha sido consultada la documentacin notarial del Archivo Histrico de la Ciudad de Barcelona. Por el contrario, no han sido analizados los registros notariales conservados en el Archivo de la Catedral de Barcelona, el Archivo Histrico de la Biblioteca de Catalua y el Archivo del Hospital de la Santa Creu y Sant Pau, donde se conserva, para el reinado de Fernando II, un total de 33 manuales y seis libros de testamentos, cuya informacin difcilmente puede hacer variar los resultados de la investigacin. 6 Cf. GNZBERG (2004), Los notarios, p. 52. 7 As lo establecieron las cortes de Perpin de 1351 al ordenar, entre otras disposiciones que afectaban al oficio y a la funcin notariales, que los fedatarios redactasen in extenso los instrumentos abreviados de sus manuales, en el plazo mximo de dos meses, a fin de facilitar la comprobacin de su validez; ibdem, pp. 56-57.

  • FUENTES Y METODOLOGA 29

    y salvo contadas excepciones como las series de testamentos o de seguros martimos

    un perfecto aparador de folios en blanco que posiblemente solo sirva para apreciar y

    analizar la variedad de marcas de agua8 y la ociosidad ocasional de algn que otro

    escribano asediado por el tedio y el aburrimiento9.

    Queda claro, pues, que la principal base documental sobre la que se sustenta este

    trabajo es la que forman los 668 manuales producidos por 73 notarios entre 1479 y 1516

    conservados en el Archivo Histrico de Protocolos de Barcelona. No obstante, y con tal

    de explotar las posibilidades que ofrece este tipo de documentacin, se ha considerado

    tan til como conveniente incluir la consulta de los 95 libros de testamentos y de los 14

    libros de seguros martimos que se conservan para este perodo. Como se ver a

    continuacin, estos dos registros ofrecen informacin capital para la comprensin de

    algunas de las facetas de la esclavitud tardomedieval y premoderna10.

    No obstante, antes de detallar el tipo de informacin que guardan estos tres

    registros quizs sea til esbozar, an con pocas palabras, la impresin comnmente

    compartida por quienes utilizan la consulta sistemtica de la documentacin notarial

    como base de sus investigaciones.

    Nadie discrepar o, al menos, esa es la impresin de quien escribe de que el

    carcter disperso, fro y montono de este tipo de documentacin implica la inversin

    de un elevado nmero de horas que, pacientemente, deben ser dedicadas a consultar

    documento por documento, protocolo por protocolo, incontables minutas y notas.

    Es as como nace la necesidad de leer las compraventas, los compromisos y los

    captulos matrimoniales, las dotes, las procuraciones o cualquier otro tipo de

    instrumento en el que podamos hallar aquellas noticias que nos informen sobre la

    esclavitud y sus actores. Sin embargo, no es difcil sucumbir al desnimo producido por

    horas, das e, incluso, semanas de infructuoso trabajo. Tampoco lo es perder la

    esperanza de encontrar la singularidad entre tantos instrumentos que comparten, con 8 Como, por ejemplo, han hecho algunos trabajos con las filigranas que aparecen en los registros bajomedievales de la corona catalanoaragonesa BALMACEDA (2008), Apuntes, del reino de Murcia ABELLN y ABELLN (1981), las filigranas o de las localidades de Estella CABANES y CABANES (1974), Filigranas, El Puerto de Santa Mara PIQUERAS (1998), Filigranas y Crdoba CRDOBA (1987), Filigranas, entre otros. 9 Cf., para el caso murciano, el estudio que Paloma Cruz dedica a las anotaciones marginales, dibujos y pruebas de tinta que llenan los folios de la guarda del Cdice de Juan de Bondreville CRUZ (2001-2002), Ejercicios. Estos muestrarios de la ociosidad, la prctica o la expresin de ideas y vivencias materializadas bajo la pluma del escribano pueden ser tambin observados en numerosos registros de los archivos barceloneses. Un bonito ejemplo es el registro de ordenanzas especiales que lleva por ttulo Administraci de les places de Barcelona, que tamb s administrador del pes, conservado en el AHCB. 10 Lo que sube la suma de notarios a 81; cf., con ms detalle, en el listado de fuentes documentales que se incluye al final de esta misma seccin.

  • FUENTES Y METODOLOGA 30

    ms regularidad de la deseable, una desesperante pobreza narrativa que el investigador

    podr certificar sin excesivos esfuerzos. Pero, afortunadamente, tambin sern hallados

    aquellos otros documentos que, por sus particularidades, ofrecern una calidad

    informativa inesperada sugiriendo facetas de la esclavitud difcilmente apreciables entre

    la monotona y los legalismos propios de los instrumentos notariales.

    En este sentido, y a pesar de que no sea el patrn dominante, la documentacin

    notarial no solo ofrece datos de carcter cuantitativo con los que extrapolar unos

    resultados ms o menos representativos del peso especfico que la esclavitud tuvo en tal

    o cual municipio. De tanto en tanto dispondremos de un documento en el que el

    propietario, el esclavo o el liberto, desmarcndose de la monotona propia del acta

    notarial, hable en primera persona. Podremos conocer casos particulares en los que la

    relacin entre libres y esclavos se evidencie mucho ms compleja de lo que a simple

    vista pudiera parecer. En otros podremos intuir, o determinar con exactitud, algo que

    podramos definir como solidaridades inter e intragrupales, y en otros tantos

    constataremos las posibilidades de promocin social y econmica de las que disfrut

    aquel liberto que, gracias a una causalidad un tanto azarosa, fue comprado por un

    artesano que supo ver sus aptitudes y cualidades ensendole un oficio con el que

    prosperar.

    Retomando, ahora, la descripcin de los registros notariales, cabe sealar que,

    pese a ser el manual el protocolo ms utilizado, es preferible iniciar esta relacin

    abordando, en primer lugar, el libro de seguros martimos para continuar y concluir,

    despus, con el manual y con el libro de testamentos. As, se habr establecido una

    perfecta analoga entre las distintas fases de la vida de un individuo esclavizado y

    posteriormente liberado y la cronologa de redaccin de la documentacin que suscit.

    Respetando, pues, este orden ideal, lo primero a destacar es que el inters de los

    datos que contienen los pocos libros de seguros martimos que se conservan para este

    perodo radica en la informacin que aportan no solo sobre la forma en la que buena

    parte de los esclavos vendidos en Barcelona llegaron a la ciudad sino, tambin, sobre las

    distintas estrategias de participacin desplegadas por algunos mercaderes catalanes en el

    inicio del nuevo comercio atlntico que comenzaba a definirse a fines del siglo XV.

    Gracias a la valiossima documentacin de los libros de seguros martimos ha sido

    posible contribuir a la reconstruccin de los circuitos de comercializacin y distribucin

  • FUENTES Y METODOLOGA 31

    de esclavos en las costas ibricas11, comprender el funcionamiento de las vas de

    abastecimiento de las que se sirvi Barcelona y apreciar el alto grado de participacin

    de algunas familias barcelonesas en el comercio de esclavos, azcar y otros productos

    atlnticos en un perodo en el que la ciudad catalana pareca haber quedado condenada

    al ostracismo comercial por una historiografa tradicional que pas por alto la existencia

    de esta documentacin12.

    En lo que respecta al manual, quizs una de las caractersticas que mayormente

    condicionan el tipo de informacin que en ellos encontraremos es, en gran medida, la

    prctica de escritura de un notario y su notara. De ello depender que las actas

    recogidas en sus folios tan solo mencionen el nombre de los contratantes y la

    transaccin que se realiza o, en el lado opuesto, brinden todo tipo de detalles que nos

    permitan identificar al esclavo o liberto y definir la relacin que mantuvo con la

    sociedad. As, sabremos de qu manera lleg a la ciudad; si fue vendido, alquilado,

    empeado o ahorrado; si pag su libertad en pecunia o con su capacidad laboral; si

    contrajo matrimonio, rescat a familiares o formaliz contratos laborales o de arriendo,

    y un largo etctera en el que quedar sobradamente constatada la elevada capilaridad

    que lleg a alcanzar en una sociedad de la que era parte indisociable.

    Finalmente, tan solo nos queda referirnos a los libros de testamentos, un tipo de

    registro en el que abundan las noticias sobre esclavos y libertos. En estos protocolos es

    posible apreciar, por ejemplo, cmo, en sus ltimas voluntades, ciertos propietarios

    decidieron manumitir graciosamente a sus cautivos legndoles algunos bienes mientras

    que otros optaron por venderlos, alquilarlos o donarlos a terceros.

    11 Estos datos se suman a los publicados por, entre otros, Antonio de Almeida Mendes sobre la organizacin de la trata atlntica durante los siglos XV y XVI por ejemplo, DE ALMEIDA (2008), Les rseaux; IDEM (2008), The Foundations, Manuel Lobo Cabrera sobre las interrelaciones del archipilago canario con el comercio de esclavos entre otros, LOBO (1982), La esclavitud; IDEM (1983), Ideologa, Alfonso Franco Silva sobre la importacin y distribucin de esclavos en y desde la Sevilla de fines del siglo XV e inicios del XVI FRANCO (1979), La esclavitud, Ral Gonzlez Arvalo que, para la misma cronologa, se interesa por el mercado de Mlaga y sus conexiones comerciales GONZLEZ (2006), La esclavitud, o Vicenta Corts Alonso, verdadera pionera del estudio de la esclavitud tardomedieval ibrica que, para el caso de Valencia, deja entrever buena parte de las complejas redes de distribucin que operaron en las costas peninsulares a fines de la Edad Media e inicios de la Moderna en el extenso apndice documental que se incluye en CORTS (1964), La esclavitud. 12 Pese a que Josep Maria Madurell publicara, hace ms de medio siglo, tres artculos en los que editaba algunos documentos notariales del perodo 1498-1638 sobre las relaciones comerciales establecidas entre Barcelona, Canarias y las colonias americanas MADURELL (1957), Notas; IDEM (1959), Los seguros; IDEM (1961), El antiguo. Por otro lado, tanto los trabajos de M Teresa Ferrer i Mallol FERRER (1997), El comer como los ms recientes de Juan Manuel Bello por ejemplo, BELLO (2010), La presencia, a los que habra que sumar mis propias investigaciones, como ARMENTEROS (en prensa), Barcelona, han insistido en subrayar el dinamismo del comercio ultramarino barcelons en Andaluca y Canarias a fines del siglo XV e inicios del XVI.

  • FUENTES Y METODOLOGA 32

    Sin embargo, y a pesar de la diversa casustica que atae a la esfera propietaria,

    interesan, principalmente, los testamentos dictados por libertos por aportar un tipo de

    informacin escasamente presente en los manuales13. As, ha sido posible apreciar las

    relaciones que establecieron con la sociedad libre, en general, y con la familia

    propietaria y el entorno cercano, en particular. Se ha podido constatar la variada

    casustica de las trayectorias sociales de los libertos y los distintos caminos de la

    edificacin de una vida en libertad, los grados de participacin social o las

    continuidades y las rupturas entre la esclavizacin y la ahorra. Libertos artesanos

    altamente especializados, otros dedicados al trajn de mercancas o a tareas espordicas;

    mujeres horras cadas en pobreza, familias desestructuradas por el cautiverio y

    reunificadas, despus, en libertad, son distintas expresiones de un mismo fenmeno que

    no hacen ms que confirmar la compleja plasticidad de una esclavitud que hunde sus

    races en las bases de la sociedad cristiana del Occidente tardomedieval.

    Para concluir la descripcin de las fuentes notariales es preciso dedicar unas

    pocas lneas a quienes las redactaron. En este sentido, no est de ms sealar que una de

    las preguntas que fcilmente se plantea el investigador al iniciar un trabajo que se basa,

    mayoritariamente, en la consulta y el anlisis de fuentes notariales gira en torno a la

    posibilidad de que ciertos notarios fueran especialistas de un determinado campo de

    asuntos o negocios. Obviamente, de ser as el trabajo se vera gratamente aligerado y el

    ahorro consecuente de tiempo y esfuerzo podra ser invertido en otras tareas de la

    investigacin.

    Desafortunadamente, no es posible determinar, con rotundidad,

    especializaciones sectoriales. No obstante, sera igualmente falso afirmar que las

    tipologas documentales de todas las producciones notariales se caracterizan por una

    amplia diversidad. Cierto es que, de entre las 81 notaras estudiadas, la mayora de ellas

    dispusieron de clientes de perfiles diversos que acudan a los fedatarios pblicos para

    formalizar multitud de contratos y documentos. Sin embargo, tambin lo es que

    sobresalen unas pocas en las que, con absoluta claridad, se detecta, si no una

    especializacin, s un alto grado de dedicacin a asuntos que comparten una misma

    naturaleza.

    13 Cabe mencionar que, en el AHPB, se encuentra a disposicin de los investigadores una til base de datos que recoge las informaciones bsicas de los testamentos que fueron redactados desde mediados del siglo XIV hasta el ao 1500. A partir de esa fecha, la consulta documental se ha realizado directamente sobre los libros de testamentos. Del mismo modo, cuando ha habido dudas sobre posibles errores de forma en la aplicacin informtica, se ha recurrido a la consulta directa de los registros correspondientes.

  • FUENTES Y METODOLOGA 33

    As, por ejemplo, la notara de Antoni Joan, fedatario que actu entre los aos

    1445 y 1494, formaliz, casi exclusivamente, instrumentos relacionados con el mercado

    secundario de la compraventa de censales, violarios y otras rentas. Otros, como Joan

    Vilana (1488-1528), hijo del jurista Gaspar Vilana de quien aprovech, posiblemente,

    sus conexiones con los crculos de poder, redactaron numerosos instrumentos a

    peticin de altos cargos de la corte, as como ventas y cesiones de rentas emitidas por la

    Diputaci del General y por personajes ilustres. Por su parte, los 12 manuales de Joan

    Palomares que han sido consultados guardan un volumen singularmente elevado de

    documentacin relacionada con distintos oficiales de la Inquisicin, y los instrumentos

    de los manuales de Andreu Mir (1469-1490) y de su hijo, Llus Carles Mir (1491-1517),

    dan buena fe de que el hecho de disponer de notara junto al edificio de la Llotja de Mar

    aseguraba una clientela estrechamente relacionada con la actividad mercantil.

    Para el caso que nos ocupa, sobresalen algunos nombres. En primer lugar, y por

    encima de todos, el del notario Pere Triter (1473-1506), quien comparta vecindad

    laboral con los Mir14. Triter se dedic activamente no solo a la redaccin de una amplia

    tipologa de instrumentos comerciales15, sino tambin a la escrituracin de numerosas y

    diversas operaciones realizadas con esclavos, a la validacin de actas de todo tipo

    encargadas por libertos y a la formalizacin de documentos sobre redenciones de

    cautivos en tierras islmicas a peticin de la orden mercedaria16. Tras l, Galceran

    Balaguer (1474-1524) es el segundo notario que ms documentos referidos a esclavitud

    redact y, a una distancia considerable, se sitan Llus Carles Mir, Andreu Mir y

    Guillem Jord, menor (1459-1496). El resto de la documentacin hallada en los

    registros notariales queda repartida, ms o menos uniformemente, entre los restantes 77

    notarios consultados.

    14 As lo indican, tanto en el caso de las notaras de Andreu y Llus Carles Mir como en la de Pere Triter, las constantes alusiones que aparecen en sus manuales. 15 No en vano, de los 14 libros de seguros martimos conservados para finales del siglo XV y los primeros aos del XVI, nueve fueron redactados en su notara. 16 La existencia de este ltimo grupo de documentos pueda ser explicada en base a las dinmicas y estrategias llevadas a cabo por los mercedarios para redimir cristianos. Siendo la notara de Pere Triter un lugar al que acudan numerosos mercaderes, comerciantes y gente de mar y donde se redactaban numerosos fletes y seguros que tenan como punto de escala diversos puertos del Magreb, probablemente los mercedarios aprovechaban la actividad mercantil all desplegada para encargar a patrones, pilotos o mercaderes la negociacin de las liberaciones, cuestin que no ser abordada en este trabajo por rebasar el estricto lmite temtico en el que se enmarca.

  • FUENTES Y METODOLOGA 34

    Documentacin municipal

    La naturaleza del documento notarial hace que su estricta utilizacin para el

    estudio de la esclavitud no resuelva todas las preguntas que debemos formular sobre la

    especial situacin en la que se encontraban tanto el individuo esclavizado como el

    liberto. Afortunadamente, es posible salvar este obstculo recurriendo al uso de fuentes

    alternativas que nos informen sobre aquellos otros aspectos difcilmente apreciables en

    el acta notarial.

    El segundo grupo de documentacin consultada, por tanto, es la que fue

    redactada en las escribanas del consistorio municipal de Barcelona. De entre la

    abundante documentacin que alberga el Archivo Histrico de la Ciudad de Barcelona

    han sido analizadas, en primer lugar, las series Llibre del Consell, Registre

    dordinacions, Ordinacions originals y Ordinacions especials de la seccin Consell de

    Cent, a lo que habra que aadir diversas consultas especficas llevadas a cabo en

    Deliberacions y algunas noticias dispersas aparecidas en las series Lletres Closes y

    Clavaria, de la misma seccin, a lo que habra que aadir la consulta de las Rbriques

    dordinacions, conservadas en la seccin Manuscrits, y la serie Gremis de la seccin

    Documentaci corportativa i gremial.

    Con tal de completar algunos aspectos que quedaban vagamente definidos en

    estas series, tambin se ha decidido consultar, en la seccin Consellers, algunos de los

    registros de Inquisici, Processos y Cerimonial. Sin embargo, los resultados obtenidos

    han sido, en general, pobres. Adems, la imposibilidad de consultar los pocos procesos

    originales de la Inquisicin en Catalua que se conservan para el siglo XVI debido a las

    tareas de restauracin a las que estaban siendo sometidos ha hecho del todo imposible

    poder evaluar la potencialidad que, a priori, puede tener este tipo de documentacin17.

    No obstante, es de destacar la inesperada riqueza que guarda la serie Cerimonial,

    especialmente en lo que concierne a la participacin de los libertos y esclavos

    negroafricanos en las celebraciones pblicas, como tendremos ocasin de comprobar.

    La dilatada cronologa de las carpetas consultadas que llega a adentrarse hasta iniciado

    el siglo XVIII ha servido para certificar la significativa presencia de esclavos,

    especialmente negros, hasta, cuanto menos, los aos finales del siglo XVI.

    Como venamos diciendo, el ncleo principal de la documentacin analizada en

    el Archivo Histrico de la Ciudad de Barcelona es el que corresponde a las ordenanzas

    17 AHCB, C, Inquisici, XVIII-7; XVIII-8.

  • FUENTES Y METODOLOGA 35

    aprobadas y emitidas por el Consell de Cent barcelons durante el perodo comprendido

    entre 1301, ao en el que comenz la seriacin de las ordenanzas municipales y de los

    bandos publicados por el consistorio18, y enero de 1518, fecha en la que concluye el

    registro correspondiente a los ltimos aos del reinado de Fernando II19.

    El conocimiento de este tipo de fuente nos permitir comprender de qu manera

    la ciudad actu ante un fenmeno que creci en intensidad y complejidad desde

    mediados del siglo XIV. Nos informar, entre otros asuntos, sobre la regulacin de las

    operaciones de compraventa y de la adecuacin al derecho de las transacciones

    realizadas con un producto radicalmente diferente al resto de los bienes que se

    intercambiaban en el mercado. Tambin lo har sobre los intentos por corregir,

    mediante la prohibicin punitiva, determinados comportamientos delictivos o inmorales

    llevados a cabo por los esclavos o sus propietarios, o sobre las relaciones profesionales

    y extraprofesionales establecidas entre esclavos, libres y libertos tanto en el mbito

    artesanal y domstico como en el de las labores de gran desgaste fsico y nula

    especializacin, por ejemplo. Aportar datos de gran inters para la comprensin de

    fenmenos ntimamente ligados a la esclavitud, como puede ser el de las fugas, trazando

    una perfecta genealoga entre la irrupcin de una problemtica determinada y la

    consolidacin de un corpus legislativo concebido, tericamente, para mitigarla o

    erradicarla. Y, gracias al anlisis de estas mismas ordenanzas, tambin podrn

    apreciarse dinmicas sociales subyacentes en el ritmo diario de la ciudad y en sus

    mltiples y complejas relaciones humanas. Unas dinmicas que hablarn, desde el punto

    de vista del esclavo y del liberto, sobre los lazos establecidos entre los habitantes de la

    ciudad, sobre los vehculos de la socializacin o sobre los mecanismos de la

    construccin, o reconstruccin, de identidades nicas o superpuestas. 18 A pesar de que los primeros testimonios de la actividad normativa de la ciudad se remontan a 1251 FONT (1994), La potestat, p. 135y que se conservan noticias indirectas sobre ordenanzas aprobadas desde 1290, algunas de ellas recopiladas en la serie Rbriques dordinacions; cf., tambin, CARRERAS (1924), Ordinacions; IDEM (1925-1926), Ordinacions. 19 Si bien es cierto que el marco cronolgico fijado en esta investigacin arranca en enero de 1479 y finaliza en diciembre de 1516, la propia naturaleza de la documentacin municipal aconsej la consulta de una de sus principales series, la normativa, desde los primeros registros conservados hasta las ltimas disposiciones aprobadas en la segunda dcada del siglo XVI. Precisamente, desde los inicios de la actividad reguladora municipal exceptuando, no obstante, el texto regio de los Usatges, del siglo XII, que ya recoga algunas disposiciones referidas a esclavos, como comprobaremos ms adelante, el mecanismo de aprobacin de disposiciones se caracteriz por una dinmica acumulativa en la que era habitual volver a publicar, enmendar, limitar o ampliar ordenanzas ya existentes mientras eran discutidas y ordenadas otras nuevas. A travs de esta lgica legislativa, pues, fue modelndose un corpus normativo y una jurisprudencia especfica que, en el caso de la esclavitud, qued consolidada, en gran medida, a mediados del siglo XV. Por este motivo, en el momento de seleccionar las series documentales que deban ser analizadas en esta investigacin se decidi, como no poda ser de otra manera, consultar toda la produccin normativa emitida por el consistorio barcelons desde sus orgenes hasta 1518.

  • FUENTES Y METODOLOGA 36

    Para el caso de Barcelona, la serie ms antigua que debemos consultar para

    estudiar la actividad normativa del municipio es el Llibre del Consell. Pese a los vacos

    cronolgicos que presenta, las diversas tipologas documentales de sus 29 volmenes20

    constituyen la produccin primigenia de la documentacin municipal, abarcando un

    dilatado perodo que arranca en 1301 y concluye en 1433.

    En la medida en que la administracin municipal fue hacindose ms compleja,

    la serie Llibre del Consell se diversific en otras ms especializadas. De entre todas

    ellas interesa, en primer lugar, la serie Ordinacions, concretamente sus 13 primeros

    volmenes (1359-1518), por recoger las normativas, bandos y ordenanzas aprobados y

    publicados por el consistorio municipal. La documentacin que aparece en esta serie

    queda completada por los registros de Ordinacions originals recopilacin de los

    bandos originales que fueron pregonados por las calles de Barcelona y que, en

    ocasiones, incluye documentos singulares que dejan entrever el proceso de redaccin,

    correccin y consolidacin definitiva de textos normativos, y por otros tres volmenes

    de la serie Ordinacions especials, concretamente los que son encabezados por los

    epgrafes Administraci de les places de Barcelona, que tamb s administrador del

    pes, Registre dalcabots i dalcabotes y Bans, festes, diversions, esclaus.

    En cuanto a la serie Deliberacions cuyos volmenes recogen, entre otros

    asuntos y sin pauta definida, las actas de las sesiones deliberativas en las que se avalaba,

    o rechazaba, la aprobacin de algunas de las ordenanzas municipales publicadas por el

    consistorio de la ciudad, despus de evaluar las posibilidades de la documentacin se

    ha decidido consultar, nicamente, algunos de los registros coincidentes con las fechas

    de publicacin de determinadas ordenanzas con tal de hallar las deliberaciones previas a

    su aprobacin, con escaso xito.

    El trabajo sobre la documentacin municipal ha sido completado con la consulta

    de algunos registros de las series Inquisici, Processos y Cerimonial de la seccin

    Consellers, como ya se ha comentado, as como del fogaje realizado en 1516, en el que

    han sido halladas algunas noticias de libertos y libertas, predominantemente negros, que

    contaban con residencia estable en la ciudad, y con el anlisis de las diversas noticias de

    inters sobre el fenmeno de la esclavitud y otras cuestiones que se encuentran en las

    obras Manual de Novells Ardits, Llibre de les Solemnitats de Barcelona y Cerimonial

    dels Magnfics Consellers i Regiment de la Ciutat de Barcelona, todas ellas editadas.

    20 Actas de las reuniones del Consell de Cent y del Trentenari, ordenanzas, correspondencia, cartas de ciudadana o documentacin econmica, entre otras.

  • FUENTES Y METODOLOGA 37

    Instituciones superiores: Generalitat y documentacin real

    Obviamente, el historiador no debe contentarse con recurrir, nicamente, a estos

    dos tipos de fuentes, sino que es su deber examinar la documentacin susceptible de

    contener informacin que sirva a su propsito o, cuando menos, evaluar sus

    potencialidades. Por lo tanto, otro grupo de documentacin que deber consultar es la

    producida en las escribanas de las instituciones civiles superiores.

    En primer lugar, en el fondo Generalitat que se conserva en el Archivo de la

    Corona de Aragn, concretamente en los registros de la correspondencia expedida por la

    seccin Escrivania Major, se encuentran, entre otras noticias, algunas denuncias de

    fugas de esclavos e instrucciones dirigidas a guardias fronterizos y otros oficiales para

    facilitar su captura.

    Es preciso sealar que estas denuncias de fuga y las descripciones fsicas de los

    prfugos que las acompaan guardan una estrecha relacin con el registro Llibre de

    lAdministrador de la Guarda dEsclaus, alojado en la misma seccin de Generalitat,

    especialmente con las disposiciones que se aprobaron tras la disolucin, en 1434, de

    esta peculiar institucin. Dada a conocer por Miret i Sans y analizada, ms

    recientemente, por Roser Salicr21, una de las singularidades de la documentacin que

    produjo la Guarda dEsclaus es el censo de la poblacin esclava masculina que mand

    elaborar en 1424, uno de los pocos documentos de este tipo que, junto al Liber

    sclavorum genovs22, se conserva para una cronologa tan temprana.

    La documentacin emitida por la Generalitat queda completada por la consulta

    de la serie que forman los sucesivos dietarios redactados por los escribanos mayores de

    la Diputaci del General, todos ellos publicados, entre los que se encuentra el clebre

    Dietari o Llibre de Jornades (1411-1484) de Jaume Safont, y que contienen numerosas

    noticias que han servido para definir y dotar de mayor nmero de detalles algunos

    aspectos de los acontecimientos que vivi Barcelona en las dcadas posteriores a la

    guerra civil catalana de 1462-1472.

    En cuanto a la documentacin especficamente real, el trabajo se ha centrado, en

    primer lugar, en el anlisis de algunas series de las cuales tenamos conocimiento

    certero de que albergaban numerosas noticias sobre esclavos, y, en segundo lugar, en la

    consulta de documentos ya conocidos, a los que habra que aadir aquellos de los que

    he tenido conocimiento gracias a las pistas dadas a conocer por algunos colegas.

    21 MIRET (1917), La esclavitud; SALICR (1998), Esclaus. 22 Cf. GIOFFR (1971), Il mercato.

  • FUENTES Y METODOLOGA 38

    Comenzando por la sede del archivo municipal, esta institucin tambin acoge

    las series y los registros que forma el Archivo del Veguer, importante coleccin

    documental, ms desconocida que trabajada, de la que han sido analizadas, tras una

    evaluacin extensiva, dos de sus series. La primera es la que lleva por ttulo Crides del

    Veguer i del Batlle, compuesta por tres cajas que conservan, entre volmenes cosidos y

    legajos sueltos, bandos y ordenanzas publicados tanto por mandato del veguer como por

    el del baile de Barcelona entre los aos 1355 y 1540. Se trata de normativas que,

    contrariamente a las emitidas por el consell de la ciudad, fueron redactadas en las

    escribanas de estos dos oficiales reales y publicadas por sus pregoneros. Interesan,

    especialmente y salvo algunos bandos aprobados por el veguer referidos a cuestiones de

    jurisdiccin criminal, las ordenanzas emitidas por orden del baile por ser el oficial sobre

    quien recaa la jurisdiccin de esclavos desde un privilegio otorgado por Juan I en

    139523.

    La segunda es, sin duda, la fuente indita que ms riqueza narrativa tiene de

    entre todas las que han sido consultadas. Se trata de la serie de procesos judiciales,

    civiles y criminales, presentados en las cortes del veguer y del baile y derivados, en

    algunos casos, a la real audiencia24. Entre las 42 cajas consultadas y los ms de 500

    procesos que guardan para el perodo 1453-151825, han sido estudiados tanto los

    relativos a conflictos sobre la propiedad de esclavos como los que dirimieron las

    demandas de libertad presentadas ante el baile o los juicios celebrados por actos

    criminales en los que, ya fuera en calidad de acusados, testigos o vctimas, testificaron

    esclavos y libertos. Se trata, sin duda, de una fuente de gran valor que permite

    trascender la frontera del anonimato que tan frecuentemente impone la documentacin

    notarial.

    23 Cf. LALINDE (1966), La jurisdiccin, p. 146. Desafortunadamente, y a diferencia de lo que ocurre con la veguera, no se ha conservado ninguna coleccin documental o archivo que rena la documentacin que presumiblemente produjo la baila de Barcelona. Sin embargo, y a pesar de que el volumen sea nfimo, el Archivo del Veguer custodia documentacin emitida por la escribana de la baila, lo cual, sumado a las noticias que, en ocasiones, aparecen en algunos protocolos de los notarios que tambin trabajaron como escribanos de aquella institucin, hace posible entrever algunos de sus distintos campos de actuacin, especialmente en lo que respecta al control sobre los esclavos. 24 De los que desconocemos las resoluciones. Por otro lado, si bien la mayor parte de ellos se encuentra en el AV del AHCB, en el AHPB se conserva un pliego de procesos judiciales del notario Narcs Gerard Pili correspondiente a los aos 1474 y 1483 con la signatura 235/21. 25 La eleccin del ao de inicio del vaciado no ha sido aleatoria. Por el contrario, responde al intento de hallar indicios que arrojaran nuevos datos sobre la fundacin, en marzo de 1455, de la cofrada de negros de Sant Jaume de Barcelona. La reconstruccin del nacimiento, desarrollo y desaparicin de esta institucin ha sido un verdadero quebradero de cabeza debido a la escassima documentacin que se conserva.

  • FUENTES Y METODOLOGA 39

    Finalmente, las ltimas dos fuentes documentales de carcter real consultadas

    tienen la ventaja, adems de ser notoriamente conocidas, de encontrarse publicadas, lo

    que facilita enormemente su consulta. Se trata de las Constitucions i altres drets de

    Catalunya, compendio de pragmticas y constituciones, aprobadas por los monarcas

    catalanoaragoneses durante el perodo 1283-1705, entre las que se encuentran algunas

    regulaciones que afectaron al comercio de esclavos y a otros aspectos relacionados con

    la esclavitud, y los Usatges de Barcelona, corpus jurdico de carcter feudal compilado,

    entre 1149 y 1151, por mandato de Ramn Berenguer IV a partir de resoluciones de la

    corte condal, fragmentos del derecho romano y del derecho gtico, y cnones religiosos,

    y entre cuyas disposiciones se encuentran algunas que afectaron, especficamente, a

    esclavos sarracenos.

    Otras fuentes

    Para concluir el apartado dedicado a presentar la documentacin utilizada en la

    elaboracin de este trabajo, tan solo nos queda describir, rpidamente, el heterogneo

    grupo formado por aquellas otras fuentes que no encajan, por su naturaleza, en ninguno

    de los epgrafes precedentes pero que comparten, no obstante, la caracterstica de haber

    sido publicadas.

    Como ya se ha comentado, la monotona y la parquedad de las fuentes notariales

    hacen que el camino a recorrer hacia la comprensin amplia del fenmeno de la

    esclavitud discurra, inevitablemente, por un rido desierto. De tanto en tanto, quien

    camine por l encontrar algn que otro oasis formado por la singularidad y la riqueza

    informativas que aguardan algunas series documentales de origen real y municipal. Pero

    sern, no obstante, los tratados jurdicos y moralizantes y, especialmente, las crnicas y

    los relatos de viaje las fuentes que emerjan a semejanza de un verdadero vergel colmado

    de valiossimas noticias para el estudio de la esclavitud. Siguiendo sus senderos, el

    investigador se adentrar en la reconstruccin de diversos aspectos difcilmente

    apreciables en las series privadas o normativas y, tras recorrer su extensin, podr

    acabar de concebir, con sus inevitables deformaciones, el mapa que comenz a dibujar

    cuando inici la recopilacin extensiva de documentacin indita.

    La proliferacin de noticias, temticas y lneas argumentales en las que el

    esclavo predominantemente subsahariano, pero tambin trtaro, magreb, turco o

    canario, su lugar de origen o las prcticas de captura y comercializacin a las que

    estuvo sujeto se convirtieron en eje discursivo, es un fenmeno estrechamente ligado al

  • FUENTES Y METODOLOGA 40

    auge de la esclavitud en Europa occidental desde el ecuador del siglo XIV. Sin embargo,

    pese a que durante los siglos bajomedievales es posible documentar numerosas

    alusiones e incluso captulos enteros en los que la esclavitud y sus protagonistas ocupan

    un lugar destacado, no fue hasta el inicio de las navegaciones europeas por las costas

    africanas y la vertebracin de la primera trata atlntica que la intensidad del fenmeno

    esclavista y su expansin por buena parte de los territorios ibricos estimularon la

    adopcin de este tipo de temticas en una serie de obras cuyo mbito espacial de

    produccin se concentr, fundamentalmente y salvo algunas excepciones, en territorio

    castellano y portugus.

    A priori, estas dos premisas, la cronolgica y la espacial, podran plantear serias

    dudas sobre la validez de utilizar este tipo de fuentes en el anlisis de un estudio de caso

    que, fsicamente, dista mucho de las ciudades de la Castilla meridional o de la corona

    portuguesa y que, temporalmente, en muchas ocasiones no es coincidente. Sin embargo,

    las reflexiones, anotaciones e informaciones que contienen permiten entender la

    complejidad de un fenmeno de amplio alcance en el que se insert la Barcelona del

    renacimiento.

    Comenzando por las obras religiosas y moralizantes, interesa destacar los

    captulos 341-348 del Dotz del Cresti, redactado por el franciscano Francesc

    Eiximenis, entre 1385 y 1386, por encargo de Pedro III26. Retomando la teora

    aristotlica de la esclavitud natural, Eiximenis, en un texto cargado de citaciones y

    referencias a obras latinas, examina la naturaleza de la institucin diseccionando las

    posibles formas de caer en cautiverio y las relaciones que deben prevalecer entre

    esclavos y amos. Ms all de estas consideraciones, interesa la percepcin

    contempornea del franciscano, las constantes alusiones que hace a la realidad que l

    mismo percibe, justo cuando la llegada de esclavos a las ciudades del Occidente

    cristiano haba comenzado a incrementarse, y sus impresiones sobre un fenmeno que,

    lejos de circunscribirse al estricto mbito occidental, era comn en todas las orillas del

    Mediterrneo.

    Siguiendo con la literatura tratadista, tambin pueden ser tiles las obras de

    algunos autores clsicos, como Marco Terencio Varrn, Marco Porio Catn o Lucio

    Julio Moderato Columela, en las que se analiza la percepcin que la sociedad de la

    antigedad clsica tuvo de los esclavos, as como el rol productivo que les asign o los

    26 La obra sigue sin contar con una publicacin crtica moderna, por lo que la edicin utilizada para este trabajo es la publicada en Valencia, en 1484, por el editor Lambert Palmart; cf. CRESTI.

  • FUENTES Y METODOLOGA 41

    prejuicios y acusaciones que lanzaron contra ellos, muchas veces sorprendentemente

    coincidentes con los que encontramos en la literatura normativa medieval.

    Sin embargo, son, sin lugar a dudas, las crnicas y los relatos de viaje los textos

    que ms cuantiosos y valiosos datos aportarn sobre la comercializacin de los esclavos

    y sobre su experiencia desde la captura hasta la llegada a las ciudades cristianas.

    Comenzando por las primeras, las obras de Alonso de Palencia, Ruy de Pina,

    Juan de Abreu Galindo, Hernando del Pulgar, Gomes Eanes de Zurara o Pedro Lpez de

    Ayala son fundamentales para analizar el proceso de expansin atlntica y las

    rivalidades que despert entre Portugal y Castilla, un fenmeno que sera fundamental

    para la articulacin tanto de la economa europea de la primera modernidad como de la

    trata negrera. Asimismo, y en estrecha relacin, las experiencias recogidas por Alvise

    Cada Mosto, Eustache de la Fosse, Duarte Pacheco Pereira y Andr Alvares de Almada

    en la costa atlntica africana, o por Len el Africano en el Sudn central, contienen

    valiosas informaciones sobre la articulacin del primer comercio euroafricano, pero

    tambin sobre los pueblos que, por vez primera, encontraban los navegantes europeos y

    que, en poco tiempo, pasaran a ser el principal espacio de reserva del que se

    abasteceran los mercados ibricos de esclavos, o sobre las rutas transaharianas que,

    desde la antigedad, suministraban cautivos y otras mercancas africanas a la ribera

    mediterrnea. De un modo parecido, las impresiones de los caballeros Jernimo

    Mnzer, Nicolaus von Popplau y Len de Rosmithal a su paso por la pennsula ibrica

    han dejado valiosas descripciones de Porto, Lisboa, Mlaga o Valencia, ciudades todas

    ellas en las que la cotidianidad de la esclavitud dej impresionados a los viajeros

    europeos. Y lo mismo podra decirse, aunque para cron