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La Biografia Difusa de Sombra Castañeda

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Novela de Marcio Veloz Maggiolo

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    Dep6sito Legal It. 81-2.674

    Portada I Eskenazi & Viano Impreso en Venezuela por Cromotip Printed in Venezuela

    @Monte Avila Editores, C.A. 1980 Apartado Postal 70712. Zona 1071, Caracas Caracas I Venezuela

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    se oyeron voces que nadie ha de volver a escuchar. Y el rumor se quedo solo, sin cura, sin general, sin secretario de estado, sin banda municipal, sin trompetas, sin medallas, sin mandatos, sin tam tam, sin sucubos de la noche, sin cotidiano rezar; las soledades vinieron a cubrir la soledad, y el otono y el verano iguaillegaron; igual que las palabras dormidas, y que la muerte letal Goberno, azul de retoricas, cual sombra de su heredad.

    -- . '.

    PRIMER MOVIMIENTO

    "c:D6nde estan las flores de imtafio? Una tarde, tras algunas semanas de gestaci6n, se derrumM todo el edificio de mis quimeras patemales. Se fue el embri6n sin haber llegado al punto en que es posible distinguir a Laplace de una tortuga ... "

    MACHADO DE ASIS

    Memorias P6stumas de Bras Cubas

  • ESCULAPIO RAMIREZ

    PARTE A

    Carcomido por el terror, Esculapio Ramirez, que habia nacido en el barrio de Villa Francisca, cae de bruces. Pero

    ~por que han de perseguirte mas?, Ie dice su mujer, llamada Ausencia, si ya no eres sino un pobre diablo. .. Pero Esculapio no puede olvidar sus aiios de opositor. Piensa en aquella tarde culipandeada en la que Ie quitaron los calzones y 10 enviaron al sisal. Esculapio Ramirez, estudiante de me- dicina primero, politico despues, fue juzgado por un tribunal militar. Intento hacerse el bobo, pero puso bombas en la calle de EI Conde; preparo panfletos en Santiago; perdi6 a su padre en una redada de la que milagrosamente pudo escapar saltando por los viejos patios del vecindario.

    Sus amigos dedan que Esculapio estaba completamente loco. Pero nada habia de cierto en ello. Por las noches hubiese sido facil tomarlo por sorpresa jugando domin6 en d callejon de dona Lola, pero Ie queriamos tanto que... Al fin y al cabo era un buen tipo; su unico defecto, si puede decirse, era que odiaba a Trujillo ...

    Escu1apio Ramirez cae de bruces, y 10 llevan al hospital Padre Billini. Se ha golpeado duramente en la cabeza. Esta

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    vez esta ebrio, y ademas 1a debilidad 10 ha llevado al desahilo; Escu1apio, Escu1apio, Escu1apio, grita 1a mujer. Y en verdad ella grita por gritar, porque el hombre esta casi muerto, y solo tiende a mover los parpados y a sentir como una brisa de montana que Ie trae a 1a mente, en vue10 rapido, e1 resoplido de una aventura distante. Escu1apio Ramirez va muriendo, .precisamente, cuando los partes de radio han comenzado a dar 1a noticia de 1a muerte del tirano, cuando 1a voz anunciadora del presidente dice que ha caido el rob1e centenario, (es un murmullo). Esculapio Ramirez agoniza.

    CAPfTULO I

    -::....~,-

    DE COMO VIVO, MIS AMIGOS, QUE RAGa Y A QUIENES CONOZCO

    Mi madre dijo que yo habria de ser un personaje destacado, porque a los siete afios se me habia borrado 1a sombra del ombligo.

    Pero no ha sido asL Por e1 contrario, poco a poco me he ido relegando yo mismo a1 silencio, a la montana, a 1a sombra. Admiro los ruisefiores grises que hacen gargaras musicales con eI aire de 1a madrugada. Por las noches siento que a1guna estrella se me acerca 1entamente, iluminandome 1a espa1da y ni siquiera intento vo1ver 1a cara. Pienso que tal vez es culpa de 1a timidez, del deseo retenido, 0 de las viejas creencias religiosas con las que enantes vivi, y ahora repudio.

    Sentado en 1a fa1da del monte miro mi poderio: son sierras lejanas en donde viven los insectos, .las 1agartijas y los grillos. Pau1atinamente he ido domefiando el mundo. Poco a poco he podido olvidar 1a vieja ciudad, con sus ma1ditos periodicos, con sus cinematografos, con sus prostitutas de aguarras y salitre, y me he perdido para siempre en 10 que es mi dominio. Aqui canto, aqui vivo, aqui me

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    dito, aqui me considero el unico y posible llder de todo; el bosque se inclina a mi paso; desde los fusilamientos que iniciaron mi dominio las lagartijas me reverencian; por las naches los grillos -unicos opositores a los que no he podido veneer porque solo chillan entre sombras-, critican el estado de cosas, pero no se atreven a levantar la voz en pleno dia.

    Cuando bajo al arroyo, las carpas y los dajaos me miran y meten rapidamente la cabeza en el agua. Saben que la paz ha sido creada por mr, y por ello me temen: "toda paz es una tragedia para alguien", dije cuando hube de tomar el poder y decidi d6nde colocar mi heredad. .. Sabia que en los libros b1blicos los judfos fundaban ciudades, y me dije: he de fundar mi heredad.

    Por las noches he sonado muchas veces con volver al pasado, al tiempo "real", pero no, me asedian los dolores, dudo mucho de todo y me siento perdido, como esas naves...

    Recuerdo que cuando la voz padre habl6 de mi nacimiento, dijo: "el es familia de los conquistadores", sus abuelos, es decir, mis abuelos, eran conquistadores, y menciono apellidos ilustres, como Ovando, Bastidas, Bejarano, Ocampo y Salvatierra... Recuerdo que en los primeros anos la voz padre tenia un trapiche; indios, 0 descendientes de indios con barrigas llenas de pujos, moHan la cana; luego se dijo que la cosa del azucar estuvo mala, y nos mudamos para los lados de Jaina, en donde todo el mundo querfa lavar oro, y se vendia por tomines, no en onzas como ahora; porque han pasado siglos desde entonces y la yedra "trep6 por los ba1cones que guardaban las bocas de mil bronces" ... Recuerdo que s610 quedaba el Ozama, cuyas aguas verdes estaban pobladas de manatfes. .. Desde aquella vez en que

    miles de camiguamas y guabinas aparecieron envenenadas flotando, y el gobemador de entonces, un tal Garda, grit6 muerte, no me he vuelto a acercar por esos lugares. Y m~ pongo a recordar y recuerdo la primera hembra que cay6 en mis manos: fueron los dfas de la llamada Independencia, y yo estaba detras de la muralla (porque imagfnese, pasarse uno casi tres siglos sin hacer la cosa) y ella caminaba con su flor en el pelo, y ya cuando la vi de cerca y la tuve en mis manos, supe que se llamaba Dorotea, y que era una esclava que habfa muerto en 1586, cuando la invasion de los piratas. .. Pero ya no tenfa remedio, porque habia sentido de grandes asf sus muslos y sus gruesos senos negros; y entonces me volvf de espaldas y la deje que desapareciera, y pocos dfas despues son6 el grito de la separaci6n, y los haitianos, mismamente, se pusieron a gritar y a correr calle abajo y calle arriba buscando al senor Sanchez. Fue despues, cuando el primer gobierno de Santana, que comence a quedarme perplejo por las tantas cosas y los fusilamientos y las enredinas, y desde entonces comence a pensar en probar mi propia dictadura, y fue casi cien anos despues que me decidf, y eso se 10 dire a todos los poHticos en pocas palabras y en unos momentos.

    * * *

    Por' debajo de la canada, montana abajo, vive Curibamg6. No Ie conoda cuando llegue a estos parajes despues de tanto vagar. Curibamg6 se habfa quedado viviendo debajo del agua en los dfasposteriores a las 6ltimas invasiones haitianas. Era un negro bemb6, que tenfa el cuerpo lleno de nanaras y nacidos; el dice llamarse don Pedro, y ser mas viejo. La primera noche que sa1i6 del agua, con varios peces en una mano, me silb6 con un silbido maldito. Yo mire perplejo, porque crela que se trataba del indio Miguel, al que vengo tratando, y del que les hablare luego.

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    Pues bien, Curibamgo, con sus peces en- la mano, me dijo: ---Compay, em ere el que no tiene jombligo? ---Como 10 sabes, maldito negro, Ie dije. .. con fineza. -Porque soy un petro ped-dio en el jagua. Yo quedan

    dome cuando to el mundo se fuendo. Pero yo tando ante ...

    Curibamgo vivia en el arroyo Mordan, cerca del sitio donde en 1650 castraban a los negros, y se habia quedado debajo del agua. EI mismo era agua. Yo no Ie crda hasta que Se hizo charco entre mis pies, charco de agua lodosa.

    -Te da cuenta, maldito blanco.

    Le mire aturdido, aunque para mi estas cosas no eran del todo extranas, porque mis poderes me permiten crear seres imaginarios y hacerlos desaparecer. Pero Ciribamgo era criatura de espiritus del oeste, y yo no Ie habia visto nunca. Nos hicimos amigos, y en las noches de luna opaca, Curibamgo, apestoso, saHa del agua lodosa para visitarmey tomar cafe. Asi fue como entablamos una dudosa amistad y hasta compartimos ideas y mujeres juntos. En la oscuridad de los campos, Curibamgo violaba las jovendtas de catorce anos, y yo era quien senda las convulsiones de su orgasmo ...

    Para que se comprenda mi historia, es preciso que _se conozcan algunos de sus integrantes. Es importante que se sepa quien es el indio Miguel, y como anda por aqui, por los lados de Azua, con una perra de tetas blandas y un puerco jabaH que vive junto a el desde 1515.

    EI indio Miguel vive en la guacara del norte, pero pri. mero fue recogedor de oro, trapichero y por fin trabajo en el hato de Pa-Terancio, alIa en Pueblo Viejo, que entonces era, mismamente, pueblo nuevo.

    Cuando me acerque a la sierra de Martin Garda, con mi proyecto de gobierno, el primero en oponerse fue el indio Miguel; como nunca tuvo mujer, sino puerco-jabaH y c perra de tetas blandas, el indio Miguel, ademas de su idiarna, sabia hablar lengua de cerdos y palabra de canes. De ahi que ni siquiera el castellano 10 hubiese aprendido bien porque- despues, oyendo las historias de los campos, me entere --cuando quise iniciar la campana de alfabetizaci6n de todas las bestias de Barrero-- de que desde fecha bien antigua el indio Miguel andaba por las lomas con esa perra y ese puerco, y con ellos cazaba otros puercos, hasta que 10 llevaron a La Vega, adonde el Obispo Fuenleal, que era una personalidad de entonces, y este quiso ensefiarle unas palabras. Pero el indio Miguel entonces hablaba solo la lengua de los indios, y un dia se escapo otra vez hacia Martin Garda, subio con sus dos animales la sierra y Ie declaro la guerra a los blancos; se entendio desde muy antes con los negros que pelearon en los palenques de Guarocuya, cristianito rebelado. Sabia Miguel mas que el castellano, la lengua de los indios y la de los negros de Manieles. De modo que cuando nos encontramos no podia yo entenderme con el. Por suerte tenia yo a Curibamgo como asistente, y con ayuda de este pude saber que el indio Miguel se acostaba con la perra, y andaba vendiendo y cambiando tasajo de puerco cimarr6n por 10 que Ie dieran. Y que cuando llego Trujillo al poder, en 1930, el indio Miguel se dedico a quemar carbon, que fue otra de sus profesiones. Porque este resto de raza indigena que todavia anda por ahi se las ha arreglado para seguir persistiendo y perviviendo, sin que nadie la note.

    EI primer encuentro con Miguel fue rudo, porque dentro de mis planes de fundar gobierno, no estaba el enfrentarme con voluntades, ni cosas parecidas. Lo mio era vencer la naturaleza, organizar los grillos, dar ordenes precisas al viento y a la lluvia, atemorizar las lagartijas, condecQrar to

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    dos los ruisenores y asimilar las garzas a las nubes de la region. Todos eran proyectos claros, que no tenfan por que ser parte de accion humana. De manera que el dominio del indio Miguel de toda esa zona resultaba para mf positivo y negativo a la vez. Positivo porque si 10 convertfa en mi aliado, podrfa entonces tener gran informacion, una informacion de siglos; negativo porque si el indio Miguel intentaba irse con el santo y la limosna, podrfa tomar mis ideas, y formar eel su propio territorio, con mandatos propios.

    Cuando me acerquea Miguel ---cuyo nombre verdadero era Guacamoel-, el puerco cimarron que Ie acompanaba grun6 drasticamente; la perra sarnosa ---consorte sin duda del indio Miguel- engrif6 los pelos del lomo y emitio unos ladridos como rabiosos; Curibamgo miro hacia el infinito y vio en la nina de los ojos del indio aves de rapifia; los dioses de Miguel tenfan todos el pelo muy lacio; los mfos no se dejaban ver aun y se mantenfan ocultos en la polvareda de los caminos. Curibamgo emiti6 como un quejido y la perra se quedo muda; sin embargo, el jabalf sigui6 grunendo, y Miguel se acerco. Hablo con Curibamg6 en lengua mezcla de viejas rakes indfgenas e idiomas africanos; deda Miguel que ese territorio Ie pertenecfa, y que por siglos 10 habfa utilizado. Era su coto de caza. Mostro su lanza grande y aceitada con manteca de cerdo, y los ojos enfebrecidos se voltearon tornandose blanquecinos, mientras el jabali grunfa y grunfa. Le dije a Curibamgo que Ie dijera al indio Miguel que me pareda conocerlo, que yo tambien venfa desde la colonia, y que estaba aquf porque en la era de Trujillo era diffcil ya vivir en las ciudades; el indio Miguel pregunt6 que cosa era la era de Trujillo. Aproveche para explicarle al traves de Curibamg6 que era algo asf como el gobierno de don Diego Colon, y que habfa reinas, y carnavales, y poesfa en la corte; y que colgaban a las gentes como se colgaba en aquella ocasion a los esclavos. Entonces

    tenfa 113 mujeres, habfa nacido en 1936, y ya a los 14 anos el indio Miguel, cuyos testfculos salian por debajo de un faldellfn de algod6n, y bruscos topaban con el suelo, se clio por enterado. Dijo que para 61 la vida continuaba siendo caza y ladridos, grufiidos y todo 10 demas. No Ie importaban los tiempos. Oyo canones y habfa pensado, hasta hoy, que eran tronadas. Y eso, claro, Ie perturbo un poco porque eI era un experto en tronadas, y solo una tronada artificial podrfa explicar fallas en sus predicciones del tiempo.

    Aquella vez se me olvido decirle que desde el mismo siglo XVI venfa yo recolectando libros y recetas; y que estaba a las ordenes para instruirle, aunque el, como ente humano, no entraba dentro de la categorfa de seres gobernables. Le explique que estando en la ciudad pude hacerme, comenzado el siglo veinte, de mi famosa enciclopeclia Espasa, la que me aconsejaba en el arte de buen gobernar y de definir, claro esta, la constitueion ffsica de cuanto estaba bajo mi gobierno.

    Decrete esa tarde que los terrenos del indio Miguel estarfan ubicados al oeste de la sierra Martfn Garda en donde todavfa hay puercos cimarrones que bajan al Barrero, y se ayuntan con las puercas criollas, generando cerditos de hocico largo y pelambre dura, como la pelambre de los mulatos.

    Nunca Ie dije al inclio Miguel cuando entrada el decreto en vigor, pero Curibamgo Ie hizo saber que podfa tambien atrapar puercos cimarrones en nuestros predios, siempre y cuando trajera alg6n tasajo para repartir en la poblacion del Barrero, a traves de Mimilo, caballo de Curibamgo.

    Nuestro representante en la poblacion del Barrero era Mimilo. Tenfa poderes y por tales razones era el unico habitante de la zona que podia codearse con nosotros. Mimilo

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    era brnjo, profesi6n que hered6, junto a unos tambores y un recetario de hojas, de su abuelo Publio, que muri6 de tuberculosis y erisipela durante la intervencion norteamericana de 1916.

    Mimilo supo que era brujo porque su abuelo predijo que naceria en 1936, y que tendria poderes.

    Cuando Mimilo nos invocaba, bajabamos de la sierra a resolver sus problemas. Generalmente su invocaci6n se hacia con grandes tambores y deren. Mimilo tenia buena parte de la gente del Barrero haciendo tafia y deren en la orilla del arroyo. En alambiques de hojalata, los hombres y mujeres del Barrero hadan ron del malo, que bebian por la noche antes de hacer la invocaci6n. Cuando escuchabamos eI tambor de Mimilo, bajabamos segUn fuesemos llamados.

    A veces bajaba Curibamg6, quien tenia poderes contra rampanos y rajaduras. Espantador de las niguas y la mazamorra de los pies, Curibamgo solo se dejaba ver de MimiIo, porque nunca quiso mostrarse como era ante la genta del Barrero. Emergia del arroyo lleno de moscas, y gritaba en medio de la noche, pasando por el conjunto de borrachos que caian al suelo, y pedan a gritos ser tocados por la mana del petro.

    En otras ocasiones venia el indio Miguel. Primero se oian en la casa de Mimilo el ladrido de la perra y el grumr del puerco cimarr6n; entonces la voz esponjosa de Miguel, hablando medio en lengua de indios y medio en lengua de perros, salpicaba de sonidos raros los oidos de los participantes. El indio Miguel no se dejaba ver, y su voz pareda venir como de abajo de la cama en la que Mimilo se pasaba las noches haciendo el caito con sus 113 mujeres, de las cuales, una, Manuela, tenia 111 afios de edad.

    pocas veces era yo el llamado. MimiIo conocia mi destino. Yale habra dicho que mi intenci6n era ordenar la naturaleza. Hacer cambiar de color el subido gris de los ruisefiores; empantanar las derras secas para producir el arroz en donde ahora se producia el yagrumo; veneer el vuelo de las auras tifiosas; almidonar el inmenso caminar de las nubes resopIandoles agua para verlas caer convertidas en verdaderos bultos blancos que se revientan sobre el suelo.

    Pero, en una ocasi6n, hubimos de reunirnos. Cada quien deberia poner en daro sus asuntos. Y esa es parte importante de esta historia.

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  • CAPiTULO II

    DE COMO ME LLAMa SOMBRA CASTANEDA Y HE TENIDa QUE ESCUCHAR EL SENTIR DE LOS DEMAS

    PARA PENSAR EN MI MISMO

    A la reunion asistieron Miguel, Curibamg6, la perra y el puerco jabaH, asi como Antonio el baca. Mimilo habia tenido una hemorragia durante aquellos dias, y los aeuerdos a que llegariamos sedan informados a el tardiamente, euando hubiese superado su enfermedad.

    Mimilo era hermafrodita -y su espiritu 10 es aun-, de modo que los dias de luna nueva Ie bajaba duramente la cuesti6n, y 10 postraba. De esa manera tenia la posibilidad de entender mejor a las mujeres, y de hacerse blando con ciertos hombres cuando Ie convenia.

    Antonio el baca fue la segunda personalidad que conod en la sierra. Result6 avistado por mi cernicalo Alfredo euando venia convertido en serpiente verde, en pequefiita serpiente verde. AHredo vo16 sobre Antonio el baca sin saber que era Antonio el baca, y de improviso 10 tom6 por la cabeza y levant6 el vuelo. Entonces Antonio vino a su forma humana habitual y cayeron los dos, cernicalo y baca, desde 10 alto, con tan mala suerte que Antonio aplast6 a AHredo para siempre. Cord, porque el alma de la cuyaya es gritona,

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    y pude escuchar a una enormedistancia eI resoplido del pulm6n del Alfredo, y eI trotar de las palabras maldicientes de Antonio. En segundos me desplace: habfan cafdo sobre unas cercas de espinosas alquitiras y raquetas; la ardiente leche de la raqueta resbalaba sobre la pieI de Antonio haciendo burbujas, como el bicarbonato de sodio sobre las monedas de plata. Pense que pronto eI Ifquido blanco Ie crearfa grandes IIagas, pero Antonio se pas6 la lengua sobre los lugares maguIIados, y la hedionda leche de la raqueta se convirti6 como en humareda, IIenando de un vaho terrible toda la sierra. Debajo de Antonio el baca estaba Alfredo. jAplastado!

    -jQuit':n carajo eres!, Ie dije. -Soy antonio eI baca (10 senti con minusculas), y quie

    ro ayudarte. Venfa hecho culebra mansa y tu maldito eernfcalo, cuyaya del demonio, me tom6 por la cabeza y tuve que venir a mi forma humana, y zas, cafmos, reventandose tu animal.

    -Lamento mucho esto, Antonio el baca. :..-Te servire de cernfcalo --dijo--, podras ayudarte con

    migo; vivo solo desde 1825, pero he dedicado mi vida a ayudar a los demas, y los demas no quieren ayuda.

    Entonces Antonio e1' baca me narr6 su historia. Y era como sigue: que habfa muerto a los 16 anos en 1825, cerca de Ounatninthe, en la parte de Haiti, y que, como era tan joven, produjo mucha pena. Vino entonces Santimili6n, un viejo manejador de suertes, y compr6 eI muerto, comp~ metiendose a levantarlo para eI. A cambio, entreg6 al padre de Antonio el baca un chivo, que cuidarfa sus haciendas. Y fue asf como Antonio se sinti6 revivir y comenz6 a sentirse otro, y cuando nadie 10 esperaba, pens6 en ser pajaro carpintero, y sali6 volando con forma de pajaro carpintero. Antonio e1 baca se pas6 para la parte espanola ,de la isla

    en 1840, y pronto aprendi6 las costumbres dominicanas, y Ie gustaron. Sin dueiio, desatento al IIamado' que Ie hacian sus seres del oeste, se meti6 por lasierra de Martin Garda y allf vivi6 largo tiempo, hasta que nos conoci6 a nosotros; Hasta entonces fue un exiliado.

    AqueI dfa de junio Antonio el baca me dijo: Jaremos un compromiso ... Yo me convierto en 10 que

    tu digas, y me dejas que te a)lude ... Jaremos un compromiso ...

    Me quede silencioso, porque ese dia miles de ciguas Madam Saga giraban en tomo a mi cabeza con sus gritos de calandrias amarilIas; eran como un sfmbolo de la premonici6n a la que me impulsaban las palabras de Antonio el baca. .. Sabfa yo que los baca son seres encamados en animales que cuidan eI territorio de su amo, y que hacen compromiso; pero tambien sabfa que los baca son seres malos, hasta que pude comprobar la otra cara del baca, la cara buena, porque segtin su historia, Antonio habfa huido de su' oeste querido simplemente porque no querfa que se hicieran ofrendas y sacrificios en su nombre.

    -Yo sere tu cuyaya, me dijo. -Puedo conseguir otra cuyaya, Ie conteste. -Yo sere tu puerco jabalf, entonces. - Yael indio Miguel tiene puerco jabalf y perra de tetas

    blandas, Ie conteste. -Yo quiero estar aquf, ayUdame. Muy bien, muy bien, me pareci6 decide para mis aden

    tros, y pense en la vieja cotorra que en 1670 gritaba en la ciudad de Santiago de los Caballeros los partes de guerra y los bandos de poIida.

    -Seras mi cotorra santiaguera, Ie senale. Recibiras mis instrucciones. Tengo que hacer el deereto de lugar.

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    Y en seguida me puse a redactar el amplio decreto, y mientras 10 redactaba me di cuenta de que no debfa relegar a Antonio el baca a una sola actividad, porque podia set ademas de cotorra santiaguera, espia, francotirador, perro citadino, tantas casas. Serfa mi mejor aliado, pensaba, y el barruntaba 10 mismo, porque lleg6 a senalarme:

    -No necesito nada. La tengo todo. Cuando necesito algo 10 busco en el ambito que mas me place. Y convertido en perro, se ayunt6 con la perra de Miguel, quien dormia, al parecer, un sueno de siglos.

    * * *

    La reuni6n comenz6 cuando puse sobre la mesa de cuaba los papeles rayados. Cada quien al final inscribi6 su nombre, su asistencia al acto. No podia haber luego tapujos. Cada quien, ademas, deberia sincerarse.

    Se presentaba un problema fundamental: la sombra de los pinos sugerfa que el indio -Miguel diffcilmente podrfa narrar su vida, su manera de vida. Pero Antonio se convirti6 en negro manielero y tradujo para nosotros 10 que decia Miguel, y 10 que pensaban el puerco jaball y la perra de tetas blandas.

    Era de noche, y la luz de los luceros resbalaba, chillona, sobre el crestero de la cordillera gris. Los resplandores amariUos chorreaban desde el pezon hasta la falda de la montana, metiendose luego en los arroyos de la altura, los que, a su vez, bajaban convertidos en un oro I1quido que manchaba de madurez las rocas noetumas. .

    Los ojos de Ahona, la perra de tetas blandas, se hab{an enrojecido mas de 10 acostumbrado, y paredan besar y encender los fuegos fatuos de mi cementerio de lagartijas. Por

    que inaugure mi gobiemo fusilando lagartijas cuando a6n no conoda a los que luego serian mis ayudantes. Se rascaba con la pata izquierdala nariz derecha, y los cascarones de sarna volaban por los aires, convirtiendose en escamas luminosas que bajaban luego, suspendidas en un viento flaco, hasta depositarse en los yagrumos. Los bostezos de Ahona resecaban de pronto los petalos de las campanitas, cuyo matiz morado se iba tornand6 azuloso como el de un envenenado.

    Estabamos alrededor del fuego que la luna re1ejaba. iLa luna caliente a una sola senal del indio Miguel, prendi6 fuego en la cuaba alrededor de la cual nos arremolinamos! Los pies agrietados de don Pedro el petro, se re1ejaban sobre el valle, como cuando un espejo rechina la luz y la distribuye en movimientos enceguecedores. Abajo, las casitas del Barrero, apenas paredan puntos en el firmamento de un cielo invertido. Lamparas de gas kerosene, trozos de madera resinosa, fantasmas sonolientos cuidados en el cementerio por el Baron Samedi, al que nunca vimos, pero del que siempre' tuvimos noticias al traves de Mimilo. Antonio el baca, con su juventud, sus musculos duros, sus anillos de cobre en las orejas y su voz casi infantil, contaba las nubes en espera de que pudiesemos ponernos de acuerdo.

    En ese momento recorde la Noria del Barrio de San Lazaro, en donde en 1812 salla el espiritu del dueno del pozo. La recorde can tal fuerza que sus cadenas fueron escuchadas por todos los de la reunion. Tuve que excusanne. ExplicarIe que en los viriles dias anteriores a la llegada al poder del senor Nunez, los espiritus de los soldados espanoles gozaban con hacer sonar la noria. En aquellos dias no sentia el carino que siento por el mando; poco a' poco la historia me fue ensenandoque se manda desdeadentro y no desde afuera; poco a poco, siguiendo las eras, andando

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    de ciudad en ciudad, comprendf que debe ordenarse primero el medio para reordenar el hombre. Fue una de las caracterfsticas de mi pensamiento. Hubiese logrado escribir un Iibro sobre eIIas. Ordenar el medio para reordenar el hombre.

    Esperaba que los perros del Barrero comenzasen a aulIar; serfa la senal para el inicio de una reunion en donde yo, Sombra Castaneda, propondria un nuevo modelo de reorganizaci6n que, transmitido a Mimilo, podrfa luego aplicarse a seres de aldea, a seres de ciudades. Desde el fondo de las urbes, las que vi crecer como crecen las hojuelas de harina tostadas por eI fuego, eI aceite y el viento que contienen, senti la amenaza de muchos seres con deseos de muerte, de venganza; me dije que la muerte, el odio y la venganza solo desaparecerian cuando alguien dominara eI contorno de la reaIidad. En el fondo esta posici6n era una especie de huida, de escapada, de ruptura con un silencio sigiloso y secular. Me lanzaba a una aventura que solo podfa lIevar a cabo en la soledad plena, en esa soledad en la que nada esta hecho y todo puede hacerse al modo de nuestros deseos. Encontrar aestos amigos fue para mi algo desconcertante, en un inicio, porque mi proyecto estaba concebido en la soledad, pero poco a poco me di cuenta de que la soledad continua siendo la misma soledad si logramos convencer a los otros de que estamos realmente solos, aunque estemos juntos. Hacer sentir solos a ,los demas es eI camino mas placido para lIegar al poder y mantenerlo. Las lagartijas me rodearon en cuanto lIegue al seno y a la cupula de la sierra. Busque mi enciclopedia y, antes de iniciar la ejecuci6n, aprendi en mucho su anatomia, su sistema nervioso, eI genero y la especie a las que pertenecian; mi ejemplo de dominio de la naturaleza se producirfa solo si lograba entender 10 que exterminaba. No es una forma comUn entre los dictadores. Tnijillo, alIa, en la sombria cUpula de su capital, no sabe 10 que mata. No tiene conciencia de 10 que extermina;

    no ha estudiado 10 que destruye. La dictadura es una dencia, no un arte. Por eso mi primera decision se produjo con el estudiosopesado.

    El primer grupo de lagartijas cayo fulminado por mis palabras ungidas de polvora. Curibamgo, tambien lIamado don Pedro, por si mismo, dice que el invento un baile en el cual los esdavos bebian tafia con polvora, y que debido a el se IIaman petro todos los espiritus sensuales y violentos. Tafia con polvora; esta noche sugerimos el baile, y MimiIo, alIa, en su casa de tabla de palma y santorales, se levanto del lecho como lIevado por una fuerza y trago el deren endulzado por la polvora de una bala 38, escondida en su colchoneta desde hacia seis anos.

    Los perros del Barrero aullaron todos a corD; se les oia chillar y el eco de sus gritos y ladridos retumbaba entre los montes como una pelota rabiosa, generando temor y soledad entre los habitantes de la montana. Las luces del Barrero se apagaron lentamente. Primero la de la casa de MimiIo; luego la de sus 113 mujeres, todas de apeIIido Behre; Curibamgo se froto las manos y estas sonaron como el cemento ru.stico cuando 10 rasca la suela de un zapato con herradura; el indio Miguel musito algo en lengua desconocida: se echo el pelo hacia detras y comenz6 a hablar en lenguaje de manieles, rriientras Antonio et bad traducia con cara de sapo y en una mano la cola de la perra de tetas blandas.

    A su decir, el indio Miguel dizque era hijo de cacique, y a su madre la lIevaron -siendo el pequeno-- a La Vega, en donde los blancos ponian a trabajar al indio y Ie daban naguas y babuchas de regalo; siendo muy jovenzuelo se lanzo bacia la sierra; tenia que morir algUn dia y al tercer dia se

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    levant6, y ha seguido asf hasta hoy. La perra apestosa que 10 sigue estaba parida con cachorros amarillos cuando Miguel pas6 por Jaquimey, cerca del no Yaqui, en donde tambien Iavaban oro, y 10 persiguieron como a un endemoniado, subiendose el a la serranfa, en donde estuvo luego con Guarocuya y con los otros escapados; alIi conod6 a Yelambe, quien Ie ensen6 algunas palabras y lenguas con las que entendetse. Perocuando Guarocuya devolvi6 los esclavos, ya Miguel se habfa ido por el rumbo de Martin Garda, no sin antes haber sido apresado y vuelto a escapar, como se dijo anteriormente.

    Miguel conod6 en su recorrido a otros seres y personalidades. Al puerco jabaH Ie conod6 en 1515, 10 mismo que a la perra, cuando 10 tomaron por prisionero y 10 lIevaron a la Vega Real. Al puerco jabaH 10 conod6 cuando caz6 a vadas cerdos escapados y se encontr6 con puerca parida a la que dio muerte, camiendose ocho puerquitos y dejando viva al que Ie ha acompanado durante todos estos siglos. (Se Ie han saltado las Jagrimas y dice ser sen,timental cuando habla del puerco jabaU que Ie acompana); y dice ser este puerco jabaH como casi su hijo 0 mas que eso, y la perra de tetas blandas, como su mujer y mas que eso. Se considera el indio Miguel como un ser de las sombras, como unprategido de los rlOS, los mares y las lIuvias, de donde todavia seglin dice, un dios Hamado Baigua, Ie asiste y otros dioses de sus antepasados llamados Guabancex, Guatauba y Coatrisquie, Ie dan mandatos. A veces los brujos de hoy Ie Ilaman, y el llega soHdto, y habla, sin dejarse ver, de huracanes, rlOS revueltos, muertes y miseria. Pero nadie Ie entiende. Su perra ladra y el puereo jabaH grune. Ha dicho que puede ayudarme a manejar las fuerzas del aguacero y del reJampago. " y luego se ha callado, ha entrado en e1 mutismo, ha sentido que el sonido de sus pala

    bras debera recorrer todavfa la verdad que significan las crestas de los montes, donde cada voz es una semilla que, cafda en la tierra, germina y crece y se reproduce aunque los demas no la comprendan.

    Miguel tiene los dedos gruesos. Me mira 0 mejor dicho, me mir6 y empezo a sudar; agua pura bajaba de su frente y se convertfa rapidamente en canada que arrancaba de ralz los yerbajos; mir6 al delo y trono en plena noche estrellada; se oy6 el ruido del huracan, y las luces de Barrero de nuevo se encendieron; oiamos las oradones, los ensalmos a la naturaleza; mire dulcemente a Miguel, y Antonio el baca Ie dijo, en voz baja, pero que se, escucho en casa de Mimilo:

    -Muy bien, 10 has demostrado.

    Fue entonces cuando Miguel puso su mana en el pliego de papel rayado y se dibujaron en el caminos, bohios lIenos de iguanas maceradas en ajr montesino, canoas lIenas de personas navegando en la mar embravecida, mujeres pariendo niDOS antes de tiempo y hombres con Jatigos grandes y guadanas cortando cabezas: iEra su firma!

    Curibamgo estaba embebido mirando el silencio que hacen las siIuetas lejanas de los arboles. Comenzo a definirse con voz leprosa, humeda, profundamente guturaI. Completaba sus palabras con un hipo tenso, como si hubiese comido empanadas de cerdo 0 las deliciosas salchichas de la calle del Comercio.. Curibamb6 nacio... ya se sabe, y se qued6. Yo quie ded ta quedando dende jace tiempo; yo conace mucho gente aquL Yo diga ute que cotandome myi jabla bien pa entende. Yo se, Don Pedro, don Petro. Gente serie campai; que queda cuando la invasion, no quise regresa po que yo tando aqui, en leste, ante de la invasion. Yo ded ute que son veda. Epiritu de veda. Yo digo tengo

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    fuedza pa move mucho podere. Yo maneja ahora sere fuedte~ Yo ded: protege de la peligra y ttl ta protegi. Yo ded no te entra mal por ninguna parte, y no ta entra. Te grita yo l' abaja la rayo, la luce, to 10 que quema, y se abaja. Yo dice a ti muera Ie enemf, y enemf se va pa la rnerde; yo son duro, son petro, son Don Pedro; yo diciende la amore buena pa ti, y la amore buena. Yo mira pal masalIa, y ded to cuan pue pasa... Yo tiene mis amf, muches samf, gente , de mi gremia, que hacie 10 que yo pedi. Yo ded a Mimilo 1 que tie que jace pa ta bien con petro. Ded, Mimilo tie que come poco, y guarda promesa; ttl tie que jace t6 bajo el cama; ttl tie que conoce lasoja de la mata y ta ensena ti; ttl tie que sabe traga la senisa, y tie que sabe quie va pa tu altare. ; . Yo llama gente y persona mfa y venf conmigo aquf. " Yo deef que mi gente sali6 de 10 que 10 jotro pensando. Si ttl piensa fuedte, tu jase tu jase tu sere. Yo ta con mi sere. " Yo me llama Curibamb6, pero tambien don Pedro, rey petro. " Quiere decidte que ayude a to 10 que pide, pero pa pedf hay que tene. .. fum.

    Yo, Sombra Castafieda, mire los ojos encendidos de Cu

    ribamgo. .. Ciertamente el habfa creado seres con s610 pen

    sarlos. Era capaz de dar vida a los pensamientos ajenos. Cierta noche, Mimilo pens6 en una mujer desnuda, y Curi

    bamg6 se la envi6 en la mafiana en medio del arroyo. Desde entonces vive junto a Mimilo, y cuida el altar y es como Mimilo la pens6. " Los dedos rajados de Curibamg6 estaban poblados de niguas. Cerca del cementerio no podian soportarlo porque allf viven seres limpios, con bombines del siglo XIX, y con flores en la solapa; tiene sus pleitos y regafios con otras personalidades. .. Le deje hablar largamente. Hizo enumeracion de sus poderes, y dijo no saber para que gobernar cosas, cuando se pueden gobernar gentes.

    -Es cuesti6n de ordenar el medio, y luego de ordenar a los que viven en el.

    Esta frase filosOfica apareda ya en mi plan de gobierno, en el escudo de la sierra, en el ruido de las mariposas al pasar sus alas llenas de polen sobre la cabeza del naranjal; habfa sido mi primera frase, el meollo de cuanto pretendia. Al silencio de Curibamg6, cuyas amistades comenzaron a moverse en torno a el, como los miembros de una gran orquesta silenciosa, sigui6 un murmullo de personalidades que habfan subido la cresta de la sierra al solo pensamiento de don Pedro, el creador de materias. .. Los mire moverse, como en un desfile de modas. Uno dijo llamarse Gran BUll del Norte, y narro sus aventuras en la epoca en' que la madera era cortada en el sur de la isla para ser vendida a los barcos franceses surtos en el sitio de Leogane y en Petit Goave; vino al este huyendo de la matanza, Ie molestaba profundamente ver la sangre de blancos y negros rodando; odiaba las cabezas rodando; se sentfa triste cuando el cleren se terminaba y lloraba de angustia, asustado, cuando no escuchaba el rumor de los pinares, 0 el canto negro de las aves nocturnas. Le pregunte a Gran Bua del Norte que podia hacer, y me dijo que casi nada, se habfa convertido en un serviI desde hada tiempo; recibfa 6rdenes y nada mas. Su chaleco dorado me pareci6 provenir de tiempos ricos en decoraci6n; 10 habfa conseguido en el palacio del rey Cristophe, una noche en que uno de los mozos de campo se emborrach6 y fue despojado de su vestimenta y asesinado por tres guardianes del propio rey que tenfan sangre mulata. .. Gran Bua del Norte era uno de la legi6n pensada por Curibamg6, porque luego vino el Cabo Polis6n Frontier, habitante de la frontera entre Santo Domingo y Haiti. Trajo entre sus manos la charretera militar de un rango superior al que ostenta desde 1804, fecha de la independencia de su pafs. Le acompafiaban Mamita MambO y Liborio, quien casi

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    no quiso hablar, y se refirio duramente a las fuerzas americanas de intervencion de 1916... Liborio tenia polainas amarillas, roidas, un sombrero de cana ancho, y fumaba un cachimbo azul... Pasaron estas personalidades asombrosas que se acercaban a mi mundo traidas por mis futuros colaboradores. Mientras Liborio hablaba, y explicaba sus viejas andanzas, Curibamgo dibujo un gesto con los dedos, como un mago, e hizo desaparecer sus hechuras sin alboroto. Un silencio enorme y penetrante se hizo cargo de la sedienta atmosfera. Los nombres de los visitantes quedaron grabados de improviso en la hoja de papel rayado, y Curibamgo interpreto este gesto insolito de la naturaleza, como su firma ...

    Antes de que hablara Antonio el baca, la lechuza buho canto dos veces. Amenazaba una pequena llovizna al traves de la cual volvian a verse las ultimas rayas del horizonte. EI mar, distante, centelleaba como un caldero de plomo hirviente; se quemaban los peces y las algas en la azulada inmensidad; las nubes se hicieron mas densas, y el velamen de una goleta azul y verde se recorto en el infinito. '. Las pesadillas comenzaron a salir y a danzar, como siempre 10 hacen: eran los suenos de la gente del Barrero, que, como el humo, se elevaban sobre el firme de la cordillera y bailaban ante nosotros en ese momento. Antonio el baca no sabia de eso; 10 suyo no eran suenos, 10 suyo era vida material, animal del monte, sensualismo, moriquetismo, conversion de 10 uno en 10 otro, resoplar con mugido de vaca, o calentarse, al sol convertido en iguana a orillas de la playa pedregosa y lejana, expuesto a morir aplastado por la piedra de cualquier mortero.

    Cierta vez bajo al Barrero convertido en cigua palmera con tan mala suerte que Ie alcanzo una piedra lanzada por uno' de los muchachos del arroyo. Cinco dfas se debatio '

    ante el dolor que Ie quitaba las fuerzas para retornar a su forma humana. Despues me explico que la supervivencia de un intermedio entre el baca y el galipote depende de su rapidez para transformarse; si 10 hace con lentitud, sentira la misma agonia que el animal que representa y entonces su mision habra terminado. Es parte del pacto. Es parte de su propia naturaleza.

    Mientras mis dudosos colaboradores expresaban su mundo, yo pensaba en el mio. EI dominio del aire; pensaba en las instituciones: Dominio, Ie Hamarfa dominio a cada rincon de poder; en vez de Ministerio, Dominio, fuerza, dominio, manera de poder hacer. .. Por mi mente cruzaban los soldados enviados por Trujillo a galvanizar su frontera; miles de haitianos borbotando; no habia modo de acomodar el hombre al medio; las dictaduras no dominan el medio, dominan al hombre; pero era mi interes dominar el medio, y su contenido luego, serfa resultado del ambiente vital creado.

    EI rumor de mis palabras quemantes hizo cenizas el pajon. EI murmurio del viento sirvio de bando para pregonar que mi organizacion habia iniciado su proceso demostrando un dominio sobre los habitantes del medio, precursor del dominio sobre el medio y sus habitantes. Mientras elIos, mis dudosos colaboradores firmaban con su actitud el libro rayado, yo pensaba en e1 exodo. Habia salido de Santo Domingo, la ultima ciudad, acobardado por la fuerza de un solo seguidor de instintos. Los habia habido anteriormente, Santana, Lilis, Baez, pero ninguno tenia entre las manos tanto poder de hombre ... Mire la montana, y vi el futuro, yo que he venido caminando desde el pasado y que he morado en las paginas de enormes libros y en el pensamiento de curas, soldados, intelectuales, sombras desoladas, revolucionarios y atletas.

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  • Dominar el media, para mejorar el hombre... Pense para mis adentros barruntando que nadie se enteraba, pero Antonio el baca, se sonrio con su sonrisa mulata y me dijo:

    -Sombra Castaneda, usted parece desorientado. .. Y se rio brevemente mientras la luna se cortaba en el filo de sus

    if dientes bianquisimos, capaces de trozar la noche de un solo',( tajo ...

    Fueron palabras que los demas escucharon sin comprender. .. Mimilo, alIa en su lecho del Barrera, dio varias vueltas. Hada s6lo unos dlas habla entrado en su aldea el primer militar: un sargento de apellido Beltran, quien se puso a las ordenes de Mimilo el de Barrero.

    Barrero era entonces una aldea cerrada; solo los hacedores de carbOn la visitaban a lorna de mulo una vez por semana. Sus casas estaban desparramadas desde el mismo siglo dieciocho a 10 largo del arroyo que tambien se lIamaba Mordan. .. Millares de rocas de duro pedernal, redondeadas par el arrastre, rodean la aldea. Mas abajo, a pocas leguas, esta e1 sitio de Los Negros, donde en e1 siglo XVU castraban a los esclavos que se rebelaban en los pocos hatos e ingenios de amcar. Fue aquella la primera vez que record Barrero. Carnine largamente, y pude ver las casas de tabla de palma pintadas de blanco. Dentro los fogones de barro, y las pailas tambien de barro, con bastimentos y carne de cerda. La mierdita de los ninos flotaba en las aguas del arroyo, e iba a dar al mar, en donde jureles y lisas , hadan caso omiso de tan impudico festin ... Epoca en que la cotorra era abundante, y con el verde de sus alas terminaba de cubrir de colores el follaje ot05al y semimuerto de la cresta serrana.

    En Barrero nadie recuerda sus odgenes. Se dice que cuatro primos se casaron entre Sl generando las familias que

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    viven en el lugar. Una bruja de escoba cay6 una vez en e1 patio de los primeros Beltre y se qued6 a vivir para siempre en la aldea. Tuvo dos hijos (Persiles y Segismunda), tambien de apellido Beltre. La mayoda de los recientes inmigrantes nuevos vinieron por la sierra de Ocoa, y eran tambien de una misma familia: los Perez. AlH se mezc1aron con los Beltre, forj~ndo las familias Beltre y Perez, y Perez y Beltre, los que, con los siglos, han degenerado en seres con pies torcidos, ojos bizcos, narices encorvadas, y manos dobles en muchos casos. Mimilo vino de fuera, pero se dice que su abuelo fue uno de los descendientes de la bruja de escoba que cayo en el Barrero por los anos de 1800. Son decires. Los ninos del Barrero tienen resguardos para brujas. Los llevan colgando, porque cada uno 0 dos anos, desaparece un nino y se Ie ve luego remontar el cielo y volar sobre e1 Barrera en naches de luna acompafiado de senoras muy pasadas de edad, montadas en largas varas voladoras yean ropas muy raldas.

    Por eso el Barrero es el sido ideal para un plan como el mlo. AlH esta toda la realidad que se han tragado los siglos. AlH nada es mas anorrnal que la vida misma. AlIl el indio Miguel puede decir los anos que tiene, Curibamg6 puede decir que vive en el fonda del arroyo, y Antonio el bad puede convertirse en sapo delante de las gentes, sin que nadie 10 ponga en dudas, sin que nadie se aterrorice. Alli los seres vagan can la confianza de las almas en pena, y modifican la vida de las comunidades can el consentimiento de elIas,

    Antonio el bad fue el ultimo en hablar. Su historia, conocida, qued6 sellada cuando el amanecer, convertido en calandria, canto para nosotros con silbo tenue, mientras el ramaje de los yagrumos se inc1inaba levemente, y las demas calandrias de la cordillera callaban, arrobadas por su trino.

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  • MUSICA DE FONDO

    Tristfsimo (Parte I)

    "He aqui, senores, tronchado por el soplo de una rafaga aleve, el roble poderoso que durante mas de treinta afros, desafia todos los rayos y salia vencedor de todas las tempestades. El hecho horrendo consterna nuestro animo y estremece con fragoroso estrc~pito de catastrofe el alma nacional".

  • ESCULAPIO RAMIREZ

    PARTE B

    La monja Ie mira sin saber que hace apenas unas horas hubiese sido calificado de peligroso. Pero,

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    Mire, ese es Esculapio Ramirez, sentado en su poItrona ' e1ectriea siendo aun mas viejo que los demas. Le colocan barras cargadas de electricidad por los testfculos que el siente crecer desmesuradamente. Agoniza. Mirenlo. Sufre 10 indecib1e. Piensa en las redadas. Esta listo. No sabe por que un dfa 10 1anzan a 1a calle completamente inutil, con eI pecho marcado por mil llamaradas de odio; Escu1apio Ramirez, estudiante del tercer ano de medicina salvandos en el sisal porque al coronel Ie atacaban enormes toses eque s6lo eran curab1es en la capital. Esculapio Ramirez recetando alquitiras y emplastos, salvandose de la muerte segura.

    La monja dice que no terminara 1a noche sin que haya expirado. El olor a ron apesta. La chata de Carta Real que Esculapio tenia en eI bolsilIo izquierdo se fragmento y es por .eso que Ie corre la sangre pierna abajo y por 10 que gime a veces. Tiene grandes vidrios enterrados en el gluteo. Las monjas 10 desnudan y pueden ver sus castrados testicu10s flotar como panuelos en un viento tragieo. Se cubren eI rostro; eI medico ha llegado y dice que 'solo es cuestion de dejade reaccionar; no cree que viva, esta debiI, 1a sangre se escapa por los oidos, y ello es senal casi segura de rotura de la base del craneo. Se oyen sirenas. Se endenden los aparatos de radio. Estan transmitiendo eI funeral. Los tiranos terminan bajo tierra.

    CAPITULO III

    DE COMO MIMILO TRANSMITIO EL MENSAJE Y EL MILITAR PENSO EN PROTEGERSE.

    Y TAMBIEN DE COMO SE NOTO QUE NO SERIA FACIL LLEVAR A CABO EL PROYECTO. SITIO

    DONDE SE PREDICE EL PRESENTE

    Mimilo tomo el tambor grande y el tambor chico y los entreg6 a los muskos. El altar estaba Iisto. Dos mujeres Ie aguardaban. El primer trago de cIeren abri6 la brecha de la vida. Sonaron los tambores, y Mimilo invoc6 los seres. Pasaban por Ia ventana los primeros rayos de luna que, intrepidos, se convertian en paralelas anchas sobre el piso de tierra.

    Los habitantes del Barrero habian sido convocados para escuchar el Hamado del futuro. Desnudos, los ninos de escapularios y resguardos contra las brujas, paseaban sus barrigas en forma de ahuyama sobre las piedras redondeadas por la acci6n del viento. Los cocuyos volaban compitiendo con los distantes luceros. El militar se habia sentado en la silIa de cana, y bebfa 10 mismo que el alcalde de Los Negros, comunidad distante pocas leguas. El alcalde de Los Negros se llamaba Remigio el gaga, tenia grupo gaga desde 1957, Y manejaba fuerzas oscuras re1acionadas tambien con Don Pedro, eI que vivia en el fondo del arroyo.

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    Mire, ese es Esculapio Ramirez, sentado en su poltrona electrica siendo aun mas viejo que los demas. Le colocan barras cargadas de e1ectricidad por los testfculos que el siente crecer desmesuradarnente. Agoniza. Mfrenlo. Sufre 10 indecible. Piensa en las redadas. Esta listo. No sabe por que un dia 10 laman a la calle completamente inutil, con el peeho marcado por mil llamaradas de odio; Esculapio Ramfrez, estudiante del tercer ano de medicina salvandos en

    eel sisal porque al coronel Ie atacaban enormes toses que s610 eran curables en la capital. Esculapio Ramirez reeetando alquitiras y emplastos, salvandose de la muerte segura.

    La monja dice que no terminara la noche sin que haya expirado. EI olor a ron apesta. La chata de Carta Real que Esculapio tenia en el bolsillo izquierdo se fragment6 y es por eso que Ie corre la sangre pierna abajo y por 10 que gime a veces. Tiene grandes vidrios enterrado en el glUteo. Las monjas 10 desnudan y pueden ver sus scastrado tes

    stfeulos Iotar como panue10s en un viento tragico. Se cubren el rostro; el medico ha llegado y dice que 's6lo es cuesti6n de dejarle reaccionar; no cree que viva, esta debil, la sangre se escapa por los oidos, y ello es senal casi segura de rotura de la base del craneo. Se oyen sirenas. Se endenden los aparatos de radio. Estan transmitiendo el funeral. Los tiranos terminan bajo tierra.

    CAPITULO III

    DE COMO MIMILO TRANSMITIO EL MENSA]E Y EL MILITAR PENSO EN PROTEGERSE.

    Y TAMBIEN DE COMO SE NOTO QUE NO SERIA FACIL LLEVAR A CABO EL PROYECTO. SITIO

    VONDE SE PREDICE EL PRESENTE

    Mimilo tom6 el tambor grande y el tambor chico y los entreg6 a los musicos. 1 altar estaba listo. Dos mujeres Ie aguardaban. 1 primer trago de deren abri6 la brecha de Ja vida. Sonaron los tambores, y Mimilo invoc6 los seres. Pasaban por la ventana los primeros rayos de luna que, intrepidos, se convertfan en paralelas anchas sobre el piso de tierra.

    Los habitantes del Barrero habfan sido convocados para escuchar el llamado del futuro. Desnudos, los nifios de escapularios y resguardos contra las brujas, paseaban sus barrigas en forma de ahuyama sobre las piedras redondeadas por la acci6n del viento. Los cocuyos volaban compitiendo con los distantes luceros. EI militar se habia sentado en la silla de cana, y bebfa 10 mismo que el alcalde de Los Negros, comunidad distante pocas leguas. 1 alcalde de Los Negros se llamaba Remigio el gaga, tenfa gruPO gaga desde 1957, y manejaba fuerzas oscuras relacionadas tambien con Don Pedro, el que vivfa en el fondo del arroyo.

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  • p6lvora, como atraida por una aspiradora, ca1a dentro trago de c1eren que Mimilo tomaba con violencia.

    En el recinto hab1a pocas banderas; Sl muchos panos de colores y la imagen de santos casi desconocidos dibujados por la mano diestra de Mimilo. Pronto los tambores hablaron tambien; la multitud miraba y comprend1a que necesitaban reverencia. Poco a poco fueron pasando todos ::-inc1u1dos los ninos de ombligo gigante- y besaron el pie del tambor grande. Mimilo giraba la cabeza como la gallina a la que se retuerce e1 cuello. De improviso su voz fue mas que una voz:

    -Jum. To e1 mundo ta qUI, no?.. Yo quie deci alguna cosa pa to el mundo. Jum. Yo quie deci que la combina ta echa. Pronto t6 va ja cambia. La mata se iran pal sitio que deben tao La sagua, 10 rio, van a mejora la tierra. Ya se jab16. Ya se dijo. Jum ...

    El recipiente cargado de c1eren pasaba de mano en mano. 1 militar pensaba en sus casquillos vados, regresados no se sabe por que mano a su correa portadora de tiros. Las mujeres de Mimilo, algunas prenadas, se arrodillaban en tomo al marido. Sentado en el fondo de la habitaci6n, sin que nadie pudiese verlo, Curibamg6 fumaba un tabaco azul, comido por las polillas y los peces al mismo tiempo. El cernkalo volaba en representaci6n de Antonio el bad, posandose en la ventana, a buen recaudo.

    -Yo tan ded que se ja combinao. Pero yo tan ded que no son mu convendo.. . Yo ded que ami Sombra Castaneda tie to en la mano, y la mano cambia t6. No perro trite, no gente hambre, no muchachite con barriga podri ... Noj6 tiene ayuda; noj6 hace la intenta.

    y poco a poco, al ritmo de esa jergainaudita, los habitantes del Barrero comenzaron a darse cuenta de que los cursos de los rios cambiarian para mejorar las haciendas y conucos; desaparecerian las grandes sequias porque estarian presen alli, para siempre, la lluvia, el relampago y el trueno.

    tes1 dominio de fuerzas grandes cubrida el Barrero, y las ag de lodo blanco se convertidan en manantiales clatiuassimo , con profunda transparencia de grueso cristal de

    aumes . Las fronteras del Barreto sedan protegidas. .. Los ntopuercos cimarrones bajadan todos a beber al arroyo y a

    qued definitivamente siendo parte de la poblaei6n. AlIi, arse en las orillas del mar Caribe, a poca distancia de la desembocadura del surtidero, venddan los manaties, como en la colonia, a comer yerba dulce y a dejarse atrapar sin haeer ning resabio... 1 mangle creceria y e1 carbon vegetal seriaunabundante, grandes industrias 10 compradan, y todo el mundo andaria vestido; el canaveral creceria v el cleren seria vendido en todas las pulpedas sin que n~die importunase.

    La voz de Mimilo anunciaba, con fonetica inspirada en Curibamg6, una nueva era. 1 militar se sobrecogia. Venia de un mundo real, en donde la vida se manejaba con el soborno y la vio1encia; procedia de un universo creado por la dictadura de Trujillo, que era similar al de las otras dictaduras. Desde su cenaculo de sombras, alIa en la cresta de Martin Garda, Castaneda, cuyo fino oido rompia distancias, escuchaba los designios de Mimilo, Y sentia, en 10 profundo de su anhelo el pensamiento arisco del militar.

    Mimilo guardo silencio, y se ateso como un cuero al sol. Se mordi6 los labios hasta sangrarlos y sus convulsiones revelaron que la sombra de Curibamg6 venia ahora con mas fuerza.

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    -Yo son 1a mensajero 'de to. Yo guie dece que CaInbiando 1a cosa de afuere, cambian la Cosa de adentre... Yo son 10 mensajero. Yo dec{ que pa seguf jablando, tie que 1avarme mi cabese...

    Las atendedoras mojaron la cabeza de Mimilo, que ahora, se expresaba mas claramente. Senalaba -eon bel1as palabras casi santas- como los luceros bajarfan a beber en las aguas del arroyo Mordan; como las brujas roba-nmos abandonarfan sus escobas de Plastico, y las utilizarfan para barrer el piso de tierra de las viviendas; la sola luz de la luna cambiada por narices rectas las encorvadas narices de los vividores de Barrero; los bizcos comenzarfan aver sencillamente las cosas como son, y no las dobles realidades que hasta e1 momento hablan percibido, y que conduc{an a la equivocacion permanentemente. Expreso Mimilo, con taciturnidad, que dioses ingentes se posarfan en los bohfos para evitar el paso de 1a lluvia por las rendijas, cuando los vientos y las aguas iniciaran la transformacion de todo.

    En el Barrero llovfa una vez al ano, los dfas 15 de junio, indefectib1emente. Las aguas del arroyo no se alime-ntaban de la lluvia propiamente, sino de manantiales que, relacionados con la sierra de Gcoa, se continuaban en el norte de la sierra de Martin Garda, de donde vinieron una vez los Perez, para confundirse con los Be1tre.

    Pensar en el aguacero era una especie de fruici6n. En todos los alrededores del Barrero llovfa a cantaros en diversas ePOCas del ano. Los padres llevaban los ninos a Los Negros, el batey de Remigio e1 gaga, para que cono

    cieran mejor la lluvia, porque la de Barrero, por poca, y separada, apenas daba el aspecto de unas cuantas goteras cayendo sobre un territorio de pape1 secante, en el cual el agua no corda, sino que se esfumaba en un talco mas fino que la 1umbre.

    Cuando se hab16 de lluvia hubo primero terror. Barrero no estaba hecho para recibir lluvias. Las mujeres de Mimilo dedan que el dfa que lloviese durante dos minutos, los yerbajos de la cresta de la cordillera bajarfan como grandes caballos desbocados cubriendo de grillos y lagartijas el poblado. Temfan, ademas, que el viento hiciese desaparecer los bohfos, y se imaginaban al poblado de Barrero volando por encima de las crestas y cayendo en medio de la ciudad de Azua, en donde los automoviles, camiones y camionetas, no podrfan transitarlo, 0 Ie pasarfan par encima, aplastando a sus habitantes. Los barrerenos no tenfan interes por ]a Iluvia; aunque Mimilo hablaba de grandes logros, y era seguido como un Hder, los viejos habitantes del Barrero sentfan gran recelo, porque no queria entregar a nadie sus poderes. Tal sucedio cuando Hamada a la capital, la hija de Petra Beltre murio tragada por una calentura producto de un envfo hecho desde el batey Los Negros. A pesar de que se Ie pidio que dejara la medicina, Mimilo dijo cumplir con un deber dejando morir a la hija de Petra, porque .habfa prometido a Curibamgo no dar sus secretos sino a la hora de la muerte. Y Curibamgo que estaba sentado allf, en el oscuro rincon, 10 sabia. La comunicacion no resultarfa tan facH como 10 sonaba Sombra Castaneda, maldito blanco sentado alIa en su trono de Martfn de Garda. Curibamgo sabfa que habfa odios, y resentimientos profundos, y que el Barrera habfa sido hecho casi con el pensamiento de sus habitantes, que ni eran agricuItores, ni ganaderos, ni obreros, ni jornaleros, sino seres lanzados contra .Ia naturaleza en un aislamiento que s610 las voces de los alrededores entienden.

    Antonio el baca, que hacia tiempo no hahfa sentido resentimiento capto el pensamiento oscuro de Curibamgo. En principio se sintio mal, pero luego se percato de que, realmente, no era facil controlar un mundo sin estar in

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    merso' en el. Se paso de cernkalo a perro realengo y camino hacia el oscuro rincon en donde Curibamgo miraba atento' la ceremonia. Curibamgo, sin notar que se trataba de Antonio el baca, paso su mana humeda sobre la cabeza del can, que poco a poco, creci6 hasta lograr su figura humana. Don Pedro 10 mir6 sin asombro.

    -He ofdo; habra que convencer.

    Curibamga solo alargo el sentido de la audici6n, estaba atento a las palabras que emitfa Mimilo; al fin y al cabo eran sus propias palabras, las que el hubiese dicho en caso de que, personalmente, hubiera podido sentarse en el trona del duefio del humfo.

    La voz de Antonio el bad sono como una voz dejada caer desde 10 alto de un enorme pino. Primero suave, diminuta, luego mas densa y pesada, al final, explosiva y tensa.

    Curibamgo voIvia en sf, y al mismo tiempo Mimilo termino su larga perorata en lengua de fango y peces humedos.

    -Ta cumpliendo promesa. Somo la responsabilite.

    Antonio el bacn no quiso discutir. Volvio a reducirse, y ya era pequeno cerdo manchado que se perdio al trote por el pie de la sierra. 1 militar 10 miro pasar por debajo de sus pies y sintia como un escalofrfo. Torno un trago de deren, y dormito lentamente pensando en que las casas aUf dichas eran difkiles de entender, y en que 10 mejor era que Mimilo fuera llevado a Azua para que el coronel Ie interrogara.

    50

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    Remig el gaga venia can la idea de organizar las festiviiodades de semana santa. Espero que los tambores disminuye

    ran su sonido. Cuando la noche se parti6 en dos, quebrandose en madrugada plena de olores, converso con Mimilo. Baron Samedi seria informado de que Barrero seria el gran templo gaga para el ano venidero.

    por el camino polvoriento, con pasos graves, pero sin tocar la tierra, Curibamgo descendia la quebrada. Ni siquie

    ra el' talco del camino marcaba el duro y ancho surco de sus neg huell . Se Ie vio meter el pie derecho en el agua.

    asPocoras tiempo despues, sobre su cabeza, giraba un pequeno rem de hojas pulverizadas, y sobre la cUpula de los

    olinoyagrumos, los paiaros enyesados del holoceno, cantaron una cand6n que s610 Antonio el baca, en la dma de Martin Garda escuch6 a plenitul.

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  • MUSICA DE FONDa

    'fristfsimo (Parte II) "Jamas la muerte de un hombre produjo tal sentimiento de constemacion en un pueblo ni gravito con mayor sensaci6n de angustia sobre la conciencia colectiva. Es que todos sabemos que con este muerto glorioso perderemos al mejor guardian de la paz publica y al. mejor defensor de la seguridad y e1 reposo de los hogares dominicanos. El acontecimiento ha sido de tal modo abrumador, que aun nos resistimos a creerlo. iLa tierra vaci1a todavia bajo nuesttos pies y parece que e1 mundo se ha desplomado sobre nuestras cabezas!"

  • CAPITULO IV

    DE COMO REMIGIO EL GAGA ODIA A MIMILO, Y DE COMO BELTRAN INSISTE EN DEFENDERSE

    Remigio el gaga siempre habia sido un potencial enemigo oculto de Mimilo. AHa, en su bodega de Los Negros, encendia lamparas y realizaba ensalmos para nublar el poder del maestro de la zona.

    Trabajaba con fuerzas de Don Pedro, que alIa en tierra de Los Negros se identificaba como Selemin Mamb6, yaqui, en territorio del Barrero como Curibamgo.

    En realidad Curibamgo no podia hacer nada en la pugna. Siendo protector de Mimilo y de Remigio el gaga, no podda tomar partido. Todo dependia de la habilidad de cada quien para librar una pelea que se veia venir.

    Desde 1957 Remigio habia organizado en el Batey Los Negros el rito gaga. Era hombre con aspiraciones espirituales. Caminaba por las noches buscando inspiracion entre las barracas en las que se oyen, todavia, los gritos de los castrados. Por la tierra de Los Negros estaban las plantaciones del sisal, industria de los duefios del poder politico de Santo Domingo, en la que modan, dia por dia, cientos

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  • de presidiarios. Con todo, Remigio habia aceptado el cargo de alcalde, y ahora deseaba extender su dominio aI Barrero. Barruntando los poderes del alcalde, Mimilo Ie trataba con carifio de compadre, pero Ie repeHa con teson de enemigo oculto.

    Cuando el alcalde Ie dijo que el proximo afio celebrado el gaga en el Barrero, Mimilo penso para sus adentros que Remigio deseaba hacer mas amplio su campo de accion.

    Pregunto a Curibamgo, y este, como gran poHtico se quedo en silencio del mismo modo que se quedaba en si lendo Selemin Mambo cuando Remigio trataba de indagar algo sobre MimiIo.

    Curibamg6 deda que cada vez que dividia su entendimiento, podia sentir afecto y odio al mismo tiempo, 10 mismo que hablar verdades y mentiras simultaneamente.

    Pero para el no resultaban secreto ni las andanzas de Remigio ni las preocupadones de Mimilo. Por eso cuando eI militar visit6 al alcalde dos elias despues de la ceremonia, puso atencion en aqueIIa conversacion que pareda compIicar eI mundo que se entretej{a en dias anteriores. -Compadre mi alcalde, que Ie pareci6 10 que se dijo.

    Dkese que van a cambiaIo to. Que to el mundo va tene como vivi; y mire, compadre mi alcalde, yo como que no me guta intepreta, pero si la gente de la capita se jentera, jata nosotro corremo peligro.

    Remigio eI gaga se puso Hvido. La muerte era para el algo injustificable. Como duefio de bodega tenia el temor de morir cuando el negOOo comenzaba a progresar. Sabien

    .~

    para saber susdo que el sargento Beltran 10 "puyaba" solo atendio aopiniones sobre eI asunto, el bodeguero

    responder:

    -Pue mire que yo si creo que ute tine razone _Yo no creo que la gente del Barrero te revela contra

    10 jefe, pero esa palabra de Mimilo son de peligro, credo yo.

    El batey Los Negros huele a brisa de mar, y a berenjena de la morada. No hay mucha diferencia entre los nifios del Barrero y los de este lugar. Sin embargo, el mar ruge par la noche, y las ranchetas se IIenan de salitre, anunciando los chinchorros de la madrugada. Los pescadores de Puerto Viejo venden su pescado en los caminos, y entre las profesiones mas distinguidas de Los Negros, esta el cazar rolas y rolones para venderlos a los transeuntes. Se dice que durante cientos de afios los habitantes del litoral Ie han quitado su voz al paisaje roblndole los trinos que hoy formarian gigantescos corales de arruIIo y melodia. Por 10 demas, Los Negros esta situado justo donde comienza el camino al Barrero. AIH los primeros colonizadores fonnaron cuadriIIas de cazadores para perseguir a los esclavos alzados en los manieles.

    "Fue un caso de mucha novedad en esta isla, e principio para mucho mal, si Dios no 10 atajara, la rebelion de los negros; y no seria razon que cosa tan sefialada se dejase de escribir; porque si se caIIase la forma de como paso, tambien se caIlaria el servicio que algunos hombres de honta de aquesta cibdad en ellos hicieron. Y porque esta culpa no se me pueda dar, ni se crea que queda por mi de inquerir la verdad del fecho, dire 10 que en este caso he podido saber de personas que en ello pusieron las manos; y tenga por derto el que lee, que si algose deja de decir, que sera

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  • por falta de los que informan y no del que escribe. As! que dire 10 sustancial de este movimiento y alteracion de los negros del ingenio del almirante don Diego Colom: que por sus esc1avos fue principado este alzamiento (y no por todos los que tenia). E dire 10 que del mismo almirante e de otros caballeros e hombres principales supe de esta materia; y es aquesto.

    Hasta veinte negros del almirante, y los mas de la len- , gua de los jolofes, de un acuerdo, segundo dia de la Natividad del Cristo, en principio del ano de mill e quinientos e veinte e dos, salieron del ingenio e fueronse a juntar, con otros tantos que con ellos estaban aliados, en cierta parte. E despues que estovieron todos juntos hasta cuarenta dellos, mataron algunos cristianos que estaban descuidados en el campo e prosiguieron su camino para adelante, la via de la villa de Azua... Despues que en el discurso de su viaje hobieron muerto nueve cristianos, fueron a asentar real a una legua de Ocoa, que es donde esta un ingenio poderoso del licenciado Zuazo, oidor que fue en esta. Audiencia Real, con determinaci6n que el dia siguiente, en esc1areciendo, pensaban los rebeldes negros de dar en aquel ingenio e matar otros ocho 0 diez cristianos que alH habia, e rehacerse de mas gente negra... E pudieronlo hacer porque hallaran mas de otros ciento e veinte negros en aquel ingenio; con los cuales si se juntaran, ternan pensado de ir sobre la villa de Azua y meterla a cuchillo y apoderarse de la tierra, juntandose con otros muchos mas negros que en aquella villa hallaran de otros ingenios... Es de saber que entre los que alH se hallaron con el almirante estaba Melchior de Castro, vecino desta cibdad, al cual habian fecho en su hacienda el dano que se dijo de suso ... E entre la gente de caballo que el almirante envi6 a tener Compania a Melchior de Castro para detener los negros tebelados, fue el principal Francisco Davila, vecino desta

    cibdad, que agora es uno de los regidores della... Los caballeros, viendo la batalla aparejada, sin atender al almirante, por las causas que es dicho y no esperar que los negros se juntasen con los de aquel ingenio, determinaron de romper con ellos, e embarazaron sus adargas, e puestas sus lanzas de encuentro, llamando aDios y al ap6stol Sanctiago, todos dace de caballo fechos un escuadr6n de pocos jinetes en numero, pero de animosos varones, estribera con estribera, a rienda tendida, dieron por medio del bata1l6n contra toda aquella gente negra, que los atendio con mucho animo para resistir el impetu de los cristianos; pero los caballeros los rompieron, e pasaron de la otra parte. E deste primero encuentro cayeron algunos de los esc1avos; pero no dejaron por eso de juntarse encontinente, tirando muchas piedras e varas e dardos, e con otra mayor grita atendieron el segundo encuentro de los caballeros cristianos. El cual no se les dilato, porque no obstante su resistencia de muchas varas tostadas que lanzaban, volvieron luego los de caballo sabre ellos, con el mismo apellido de Sanctiago, e con mucho denuedo dando en ellos, los tomaron a romper, pasando por medio de los rebelados .. , E volvieron las espaldas, puestos en huida por unas penas e riscos que habfa cerca de donde este vencimiento paso, e qued6 e1 campo e la victoria de los cristianos, e alH tendidos, muertos, seis negros, e fueron heridos dellos otros muchos. Y al dicho Melchior de Castro Ie pasaron el brazo izquierdo con una vara y quedo mal herido .. , E lleg6 e1 almirante e la gente que con el iban, aquel dia cuasi a hora de wis peras; y de 10 que hallaron fecho, todos los cristianos dieron muchas gracias a Dios Nuestro Senor por la victoria habida... Y quedando el almirante en e1 campo, hizo buscar con tanta diligencia los negros que habian escapado de la batalla y eran culpados, que en cinco a seis dias se tomaron todos, e mand6 hacer justicia dellos, e quedaron sembrados a trechos por aquel camino en muchas horcas. Pero como los

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  • 60

    que escaparon de Ia bataIIa se habfan metido en partes asperas, fue necesario que los siguiese gente de pie, de la, cual fue por capitan Pero Ortiz de Matienzo, el cual los sigui6 e pele6 con ellos, e mat6 a algunos, e prendi6 a aquellos de quien se hizo la justicia que he dicho. Y en la verdad, este hidalgo se hobo como muy varon en esto, segund Ia dificultad e aspereza de Ia tierra donde los aleanz6 e desbarat6 a los fugitivos. Por manera que Ia diIigeneia de Melchior de Castro (mediante Dios y el esfuerzo del y de Francisco Davila, que fue en su ayuda e socorro por capitan, como es dicho de aquellos ocho caballeros, que juntados con Melchior de Castro todos fueron doce de caballo) , saito eI vencimiento a tan buen fin e victoria como es dicho, y el castigo hobo perfecta ejecucion por eI animoso ejecutor que siguio los negros e mato parte dellos e prendi6 los restantes para coIocallos en Ia horca e horcas.

    Y fecho este castigo, el aImirante se torn6 a esta cibdad: en 10 cual el cump1i6 muy bien con eI servicio de Dios y de Sus Majestades y con quien el era; y desta manera quedaron los negros que se Ievantaron penitenciados como convino a su atrevimiento e locura, e tOOos los demas espantados para adelante, y certificados de 10 que se had con e110s si tal cosa les pasare por pensamiento, sin que se tarde mas en castigarlos de cuanto se tardare Ia ventura suyaen descubrir su maIdad".

    Par las naches las mujeres de Los Negros se cubren los senos con tela oscura, porque espfritus chupones les sacan Ia Ieche quedandose los recien naeidos en eI puro hueso, 10 que trae !argas y permanentes muertes entre los muchaelUtos. .

    Solo Remigio tiene mas de una mujer, pero envidia Ia soledad del Barrero, en don~ Mimilo es casi e1 padre de

    Ia comarca. Hasta hace poco los habitantes de Los Negros rezaban a Ia palma cana. Cuando Remigio llego desde Lorna de Cabrera, se encontro can que Ia palma era Ia madera mas importante y vital: sus hojas servfan como techumbre, su tronco como poste para las viviendas, su madera como tabla rasurada para las casas, su corazon como paImito para las pailas coIectivas, su fronda como lugar de descanso y sortilegio.

    Remigio habfa vivido antes en Barahona, en donde se puso en contaeto can los gaga. Se dio cuenta de que era un eIegido una tarde en que escuchaba un juego de beisboI; antes de que se produjera Ia jugada, antes de que e1 locutor la dijera, ella habfa presentido, Ia habfa reconstruido con pelos y senaIes; se dio cuenta de que, reaImente, un ser que desconocia Ie habfa metido en Ia cabeza 10 que habria de suceder segundos despues. Salio del batey --en donde vendia camisas de fuerte azul a domicilio- y se reunio con su compadre Andres Pie, miembro del gaga.

    -Yo cree que tu va a tene podere. Ven paca.

    Caminaron juntos y fue llevado a Ia palma del gaga; Iugar de donde se cortan ramos para Ia fiesta de los espiritus.

    -Un Iua dice que si; tu ta eIegL

    La historia es Iarga. Durante Ia proxima semana santa se inidarfa en e1 gaga. TembIoroso, IIegaba a un mundo real y manejabIe, con seres que respondian a los IIamados. Senda, de improviso, que eI era eI e1egido, y pronto los seguidores comenzaron a sentir su fuerza, la fuerza de Remigio, que de una risotada echaba por tierra los calderos, y que cuando pisaba las brasas tambien se moria de Ia risa.

    J

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  • Fue alla, en el batey, cuando se puso por vez primera en contacto con Selemfn MambO, Don Pedro, Don Petro, ahora tambien llamado Curibamgo.

    La promesa 1a hizo a1 traves de Pie. Dijo a Selemfn que Ie servirfa en los proximos siete anos. Se harfa duefio del gaga, y 10 organizarfa en honor de todos los muertos de los lugares. AI ritmo de 1a gran maquinaria que transporta 1a cafia de azucar, Remigio reconstrufa sus premoniciones, sus miles de premoniciones, ahora comprendfa. Hablando con el sargento Beltran, dijo cierta vez:

    -Me resultaba extrafio que por 1a noche taba yo tranquilo y me movfan 10 pie. Me ja1aban la sabana. Me hadan to tipo e cosa. Cuando Pie me llevo a donde el jugan, ete me dijo que yo tenfa podere, que por que no me hacia "duefio" de un gaga, que yo tenfa dinero y era comeciante, y podfa cubrir 1a fieta. Y que con eso tenfa el pretigio y podfa tene 1a asitencia. Lo pense mucho, poque, no e cosa faci1, yo conoda como se hada to. E1 duefio dene mucha reponsabilida, ute sabe, Beltran. Par ejemplo, Ie bua ded: yo tengo que nombra en mi gaga a1 presidente, a1 vice, a1 jefe de mi fuerza armada, a mi secretario de guerra, a mi coronele y mayore, que son mucho, a 1a reinases, que son cinco, y reciben 10 sepfritu de 10 muerto. .. To eso e reponsabilida del duefio, y hace1e 1a fieta con 10 musico, que tambien e reponsabiIida mfa, porque 1a musica va dirigida a 10 sepfritu, para protesion nuetra ... Yo en principio, compadre Beltran, no tenfa gran pratica, se 10 digo, pero empece a domina 1a cosa, y solo Mimilo me Ileva en gracia, porque 10 mfo e solo en semana santa y 10 del en to el ano. Yo se que en el Barrero esta eI muerto rna jantiguo enterrao por aquf; e un Baron del Cementerio fuerte, rna fuerie que 10 de 10 bateye de Barahona; pero Selemfn no quiere tene mucha relacione ahora con e1 ...

    Pue bien, acete 10 que dijo Pie y me hice duefio; comence a subf; porque 10 duefio son gente protegida, y hada mi cosa bien cada semana santa. To 10 sere venfan con fuerza sobre nuetra gente, y a1guna vece, se hadan familiare, como si una familia muerta viniera y se hiciera ser.

    Cuando me vine para Lo Negro tuve que dejar el gaga por largo tiempo, pero poco a poco vo1vf a recontruir eso. Ahora to el mundo e parte del gaga aquf, to el mundo siente por 1a noche cuando dende 1ejo a1guien llama. Lo 1ua vienen, y dicen, y han dicho que Mimilo trabaja pa eI. Mimilo ta contra 10 jefe, y no e verda que puede se alcalde, cuando no difunde la cosa buena que jace el gobierno, cosa que hago yo cuando aconsejo, y cuando 1a gente viene a ve como e que tamo organizandono.

    Fue 1a primera vez que el sargento Beltran oyo hab1ar de un Mimilo antigobiernista. En la zona entre el Barrero y Los Negros, para esa epoca, solo habfa un miIitar "de puesto", los demas iban y venfan en los camiones que lIevaban presos al sisal, y recogfan cadaveres cada mes y medio 0 dos meses. Deda Remigio que cuando inicio las celebraciones de semana santa en Los Negros, las almas en pena de los muertos en el sisal eran las primeras en "mont'arse" sobre la gente de su cofradfa. Pedfan ayuda, oraciones, y algunas mucho ron.

    EI sargento Beltran, cuyo primer hijo habfa muerto de alfereda cuando vio una sombra can alas en la ventana de su cuartito, dudaba todavfa en si denunciar a Mimilo, y a la vez, sefialar que el unieo amigo del gobierno en el sido era realmente Remigio el gaga, cuyas fuerzas estaban al servicio de los jefes.

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  • MUSICA DE FONOO

    Tristlsimo (Parte III)

    "iQuien nos hubiera dicho que el hombre extraordinario a quien hace apenas dos dias vimos partir sonriente de su despacho del Palacio Nacional, iba a volver a el pocas horas despues cobardemente inmolado! Pero ahi esta la tremenda realidad con toda su elocuencia aterradora. Muda esta ya la boca de donde salieron tantas ordenes de mando. Inmoviles se hallan sobre el pecho, donde el coraz6n ha cesado de latir, las manos que sostuvieron la espada que simboliz6 durante cuarenta ailos toda la fuerza fisica de la nacion. Exanime y vilmente atravesado por los proyectiles, yace ahi el pecho heroico donde flameD orgullosamente, como si flotara en su asta, el lienzo tricolor".

  • ESCULAPIO ~RAMIREZ

    PARTE C

    Ausencia quiere decir olvido; Esculapio, en. sus dias de fiesta, cantaba; malditas borracheras. Todo destrufdo por un afan que no 10gr6 hacerse realidad sino ahora, en mOo mentos como este. Las seis de la tarde y Esculapio Ramirez parece respirar con mayor intensidad. No hay oxigeno en el hospital, han tenido que traerlo los del barrio haciendo una colecta. No hay plasma en el hospital, han tenido que conseguirlo con Paco, el visitador a medicos de la calle Ravelo 107; no hay compresas en el hospital, han tenido que conseguirlas prestadas en la cHnica de Mojica; no hay suero en el hospital, han tenido que aprovechar una farmacia de la calle Jose Trujillo Valdez en donde tenia credito don Papito, muy conocido en el barrio.

    Ausencia no tiene ya esperanzas. La vida de Esculapio Ramirez, se agota; se vera su nombre, eso si, en todas las listas de 10 que a partir de hoy sera la antigua oposici6n. Todo el mundo vera en los libros de interrogatorio la foto de Esculapio, mugriento, con la barba crecida, los ojos salidos, y el dolor reflejado en e1 rostro flacido y doloriento.

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  • 68

    10 lamentable, piensa Ausencia, es que morira en el silendo profunda del final de los dictadores. En vez de la CAPiTULO V musica de fonda comun a los velatorios de las grandes personalidades de Ia historia, Ia emisora ha vuelto a pasar el discurso del presidente. .. Se oye en la grabadon eI sonido de la brisa cordillerana. Sombras gigantescas Ilenas de medallas caminan por las crestas del horizonte enfebrecido; los ojos de Esculapio Ramirez se Ilenan de Iagrimas. Ausencia se acerca, y enjuga con su panuelo Ia mejilla. Todavia escucha, todavfa es capaz de sentir.

    La ciudad esta sumida en un siIencio profundo. EI terror seguira a toda tentativa de libertad. Esculapio Ramirez mueve con dificultad el puno derecho y 10 levanta lentamente. Ahora 10 deja caer con violencia como si apIastara una cucaracha gigantesca. Moriras, dice. Y es como si estu. viese en los Hmites del delirio, en las fronteras de un mundo diferente al que ha vivido.

    DE COMO ENTRA LA POLITICA EN LA VIDA DEL BARRERO Y DE COMO SERAPIO RENDON FRUSTRA

    EL PLAN DE SOMBRA CASTA~EDA

    El mismo dia en que Remigio el gaga y el sargento Bel tran hablaron, paso en una mula torpe un hombre entrado en aiios, mulato, de ojos verdes y bigote gris. LIevaba dentro de las arganas bacinillas y una cantadera con platos galvanizados decorados con flores rojas y azules... En su mirada perdida se notaba que venia de lejos. En llegando a Los Negros detuvo su montura y sac6 un cachimbo amarillo y negro. Remigio sali6 a la puerta de su bodega y mira con disimulo al hombre que se apeo y pidi6 una cerveza.

    -Por aqui no hay celveza, amigo, dijo Remigio. Agua del arroyo, con la color de la leche, e 10 que bebemo.

    -Ah, dijo eI forastero, vengo de la ciudad y no conozeo estos campos.

    A Remigio Ie pareci6 sospechoso. Un hombre asi, con .buenas botas, hablar fino, y camisa de seda, caminando solo, de noche, por esas rutas llenas de espiritus y fantasmas.

    ~No seria acaso eI fantasma de Enrique Blanco, desandando por esas sierras, por esos caminos polvorientos y tentando

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    m'r:jtrt~ rztw. ..:.

  • a la gente? .. }um, se &jo, Remigio, 10 mejor e no metese en enredo. No quiso saber ni el nombre, pero se entero de que el hombre de la mula se llamaba Serapio Rendon, porque eI mismo 10 dijo:

    -Me llamo Serapio Rendon, y vivo solo. Ando buscando un pueblo apartado para vivir, donde nadie me moleste, y me han dicho que en el Barrero ...

    ~ Acaso no seda otro de los trucos de Mimilo? Todos iban a parar al Barrero, un pueblo sin discos, sin pulperfas, sin prostitutas, sin fiestas; pero todos iban, buscaban ese maldito rincon blanco y qeprimente como la leche, para ubicarse en el. Lo mismo hadan los cientos de emigrantes de apellido Perez que ahora bajaban por detras, desde las lomas de Ocoa, llegaban hasta Los Negros, y reculaban hacia el Barrero nuevamente. Mimilo tenia una fuerza oculta, que atrafa las gentes.

    Una vez se hubo bebido el jarro de agua pantanosa, Serapio Rendon emprendio el camino del Barrero. Quedaban largos kilometros a lomos de mula cuando tuvo la primera aparicion: un negro desnudo de la cintura hacia arriba, Ie dedas adios desde la orilla derecha del camino. Serapio se desmonto, saco la botella de ron, tomo un trago, y cuando termino de paladearlo, ya el negro habra desaparecido, como convertido en humo azulado. Tres perras siguieron luego la montura, y una ladraba, la otra deda palabras obscenas y la mas pequefia deda llamarse Antonio.

    -Serapio Rendon, me llamo, ~y que cono quieren ustedes?

    Las perras huyeron despavoridas. Entonces la luna se hi zo plUmbea, igual que el ojo de un catalejo, y cayeron varilJ,s gotas de lluvia a dos metros de distancia de la montura de Serapio Rendon. Los tambores de Mimilo comenzaron a oir

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    se. Curibamgo Ie habia dicho que un hombre de poderes venia por el camino, un hombre de fuerza politica, un grande hombre. Y Mimilo tocaba el palo mayor y bebia deren, mientras, en la cresta de la sierra Sombra Castaneda comenzaba a sentirse incomodo. Escuchaba, con su oido milenario. el paso tardo de la mula en que viajaba Serapio Rendon. Curibamgo habia dado ordenes a Cacalacua-Guede para que recibiera con primores a Serapio Rendon. Como petro era ser fuerte y Ie gustaban los temperamentos fuertes; para Don Pedro esta nueva personalidad que entraba al Barrero, tenia los poderes polfticos de Cristophe, de Heureaux, de Luperon; se sabia que el exito de su visita al Barrero podria echar por tierra los planes de Sombra Castaneda, pero Curibamgo no era, al fin y al cabo, fiel a nadie; ser fiel hubiese significado adherirse a la blanca vision del mundo de Sombra Castaneda, a quien ayudarfa en 10 posible, porque el pacto estaba ya establecido, sin olvidar que no era otra cosa que un dudoso colaborador.

    Por la cresta montesina, Sombra Castaneda dejo correr su llamada. Meses despues respondio el, Indio Miguel, quien vino acompanado de una pequena perra con lacia melena, hija del engendro de el mismo con la perra de tetas blandas. En principio los dioses del agua, Coatrisquie, Bonayel, Bai-. gua, y otros tantos, tenian encargos sigilosos que cumplir. No podrfan estar presentes en los alrededores de Barrero sino largas lunas despues.

    Curibamgo, sin embargo, habfa dicho que podrfa hacer las cosas tal y como 10 habia prometido. Su funcion era nada mas que la de mensajero ... Antonio el baca se las pasaba haciendo cambios de personaIidad; volando como cotorra, 0 lamiendo restos de pescado en la playa convertido en perro sarnoso. .. Ni siquiera se habfa ocupado de conseguir la colaboracion de aquellos amigos que prometio traer. No obs

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  • tante, siguiendo adelante un plan que ya estaba largamente premeditado, la noche que Serapio Rend6n lIeg6 al Barrero, Sombra Castaneda organiz6 y distribuy6 sus dominios: dio al Indio Miguel y a sus personalidades el dominio de los sembrados, el viento, la lluvia y el mar; a Antonio el bad Ie dio el dominio del trinodel ruisenor, y el de la forma de todo 10 viviente, desde el canto del grillo hasta el movimiento de la hoja; a Curibamg6 Ie concedi6 la comunicacion con todos los seres no humanos, como hormigas, hicoteas, serpientes, mariposas, palomas, cotorras, lagartos, abejas, aranas, acaros y espfritus de la noche. Sombra Castaneda tom6 para sf el dominio del sueno, el control del sueno de todos los habitantes del Barrero, tambien el dominio del sonido distante y el de las voces perdidas, dejando a Mimilo la propaganda al traves de los seres manejados por Curibamg6. Hizo su aparici6n entonces Cancalacua, amigo de Don Pedro, pero cortejador de los muertos/del Baron, alIa en el viejo cementerio del Barrero, y Cancalacua, como Serapio Rend6n, se constituyo en una fuerza nueva que podfa cambiar el futuro de la polvorienta aldea rodeada de secos pinares y feroces ventarrones de ceniza.

    Cambiar el medio para cambiar el hombre. Pero alIa, en 10 mas profundo del coraz6n de Serapio Rend6n, acurrucada como una paloma tibia, vivfa la otra concepci6n: cambiar al hombre para modificar el medio.

    Pag6 cinco pesos por un hohfo de tabla cana, y puso sus cosas en el suelo. Tir6 el jerg6n y durmi6 sobre el mismo hasta que los vftreos pajaros del yagrumo emitieron un sonido como de cristal de roca, un trino filoso, de crestas azules, en cuyas aristas resbalaban los primeros rayos solares, haciendose trizas y cayendo como sutiles navajas de diamante, tan finas, que flotaban de un lado hacia otro, per

    - diendose luego empujadas por la brisa.

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    Serapio Rend6n se restreg6 los ojos. Un nino Ie trajo una ramita de naranjo machacada para que se cepillara los dientes. La puerta del bohfo qued6 entreabierta y Mimilo paso, sin anunciarse, 10 que evidenciaba su dominio de aquelIa poblaci6n de fantasmas calcinados.

    -Ya me han dicho que viene huyendo. -No tanto as!, dijo Serapio. '" - Ya me han dicho que 10 han perseguido mucho. -No tanto asf, no tanto as!, contest6 Serapio. - Ya me han dicho que no se llama Serapio Rend6n,

    sino Esculapio Ramfrez.

    Ciertamente alguien Ie habfa ayudado a cambiar la ceduta. Porque bajo el nombre de pila habfa sido sentenciado a motir varias veces, logrando escapar a duras penas. Serapio Rendon no era profesional, pero se habfa criado en el barrio de Villa Francisca, que es como decir, en la universidad mas grande de Santo Domingo. Conoda desde pequeno las tretas de los perseguidores; ayud6 a muchos amigos cuando la guardia recogfa vagos en las calles para llevarlos en grandes camiones al sisal, y el mismo grit6 abajo el gobierno en varios sitios de la capital, siendo presQ por ello.

    Dondequiera que podia, enfilaba su voz contra la jefatura; odiaba los regfmenes absolutos; se sabfa la marsellesa y cantaba de vez en cuando canciones de la guerra civil espanola, llegadas a Santo Domingo con los refugiados de 1939.

    Serapio Rend6n sabfa eseribir; habfa hecho varios Iibros de lectura a mana para niiios pobres, y los reproduda uno por uno, con tal de alfabetizarlos.

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    Pronto se dio cuenta de que estabaen terreno fertil para resistir el embate del enc:m.igo. Aprendio a defenderse de Remigio el gaga, de quien pudoohtener suficiente informacion, 10 mismo que del sargento Beltran.

    Sin embargo, poco a poco se olvido de la politica, y se dedico con mas ahinco a proteger a los ninos y mujeres de Barrero. Desarrollo facultadesincrefbles para la curaci6n, y Mimilo Ie tendio su mana, porque vio en el a alguien que un dia podda sustituirlo.

    "Cuando Barrero se llenaba de luciernagas, la lucha contra 10 putrido, comenzaba. Yo ponia en Manos de Mimilo mis actitudes, mis reservas. El sacaba las fundas lIenas de recetas. Eran su archivo. Entonces, casi desde mi lIegada, Milnilo y yo, cantabamos la marseHesa, en frances, y era una cancion desconocida en el Barrero. La cantabamos acompaiiados -de un tambor que Mimilo habia recibido en pago al curetaje de un rampano. Despues de mascar las yerbas que el mismo buscaba montana adentro, Mimilo entraba como en un trance sudoroso, y se empeiiaba en desctibirme 10 que veia entre el ciello briIloso y cuajado de estrellas.

    "AlIa,a 10 lejos, estaba Cancalacua, dios de los rolones, las frutas podridas y el mal de ojo; mas arriba de Cancalacua, que hablaba frances en las reuniones consultivas, estaba Manga, que era hijo de Cancalacua, y cantaba entre dientes loas al generalisimo.

    "Mimilo, que habia visto muchas veces a Cancalacua, 10 describia como un ser sudado, desnudo de la cintura hacia arriba, con limos y sapos colgando sobre el- pecho, un ser de la lnisma estirpe de Curibamg6, pero menos inteligente; deda que Cancalacua bajaba par las:-noches a la parte mas

    cenagosa del arroyo con la finalidad de beber agua podrida con 10 que mantenia vivo su virtuoso sentido de la fetidez;su hija Manga recogia los montoncitos de mierda que Cancalacua dejaba a su paso; Manga olia los pedos de su padre, para gastar las fetidas huellas odorantes dejadas por este; por esta razon Manga tiene la nariz ancha y profunda, ya que es su funcion la de sanear el aire que deja su padre al trotar.

    "La noche siguiente a mi lIegada el Barrero se llen6 de tambores. Las mujeres me miraron y enseguida pense que un hombre allf era para elIas como una bendicion. Mimilo me entero de sus pertenencias, pero no me prohibio que tomase alguna en particular. Desde el primer dia me gust6 el rostro fdo y sensual de Ausencia ... , que como se sabe, quiere decir olvido.

    "Pasaron los meses, y Mimilo me informo de los ultimos mensajes transmitidos por las fuerzas distantes. Pero ni la lIuvia, ni los cambios anunciados se produclan, y sin embargo la gente comenzo a venir al Barrero atraida por las curaciones de Mimilo, cada vez mayores, y luego por las Mias. Me olvide tranquilamente de la ciudad y de los generalfsimos. Me queM en el Barrero casi sin darme cuenta. Mimilo fue mi companero, porque me ayudo y me puso en camino de una vida mejor. Fue asi como despues mi fama supero la de el.

    "Aquella noche, ya mordido por el cIere, yo tambien vi dioses bajando sobre el manglar del mar Caribe. Por encima de los mangles, tras el ruidoso temblequeo de los cangrejos,