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  ENSAYOS Utopía y Praxis Latinoamericana /  Año 9. Nº 27 (Octubre-Diciembre, 2004) Pp. 87 - 95 Revista Internacional de Filosofía Iberoamericana y Teoría Social / ISSN 1315-5216 CESA – FCES – Universidad del Zulia. Maracaibo-Venezuela La filosofía militante de Karel Kosík (1926-2003) The Militante Philosophy of Karel Kosik (1926-2003)  Néstor KOHAN Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo.  Buenos Aires, Argentina  RESUMEN En este ensayo se presenta una visión de sín te sis delpensa mientodelfilósofocheco Kar el Kosíck, en ocasión de su desaparición física. Su obra, inspirada en la dialéctica marxista y la fi lo- sof íade la pra xis , esy seconvertiráen un ref ere n- te teórico para la comprensión del desarrollo del modo de produc ción capit alis ta. La actua lidad de sus ideas y la claridad política de sus análisis so- ciales, le permiten adelantar una verdadera con- cepci ón de la crít ica como princ ipio de valid a- ción cient ífica del conoci mient o histó rico: legí ti- ma, incl uso para la dog máti ca de la que el propio marxismo fue objeto en la Rusia revolucionaria. Hacer presente la reflexión filosófica de Kosick en est os tie mpo s de glo bal iza ció n neolib era l y de  postmodernidades, bien pudiera reabrir esos ho- rizontes utópicos tan necesarios para la realiza- ción de la libertad de los seres humanos. Palabr as clave: Kare l Kosíc k, marxi smo,crítica  política, capitalis mo, socialismo.  ABSTRACT In this essay a vision of the synthesis of thought on the part of the Checkoslovakian phi- losopher Karel Kosick is presented. His work inspired by the Marxist dialectic and the philos- ophy of praxis, is, and will become ever more so, a theoretical reference for the understanding of the development of the capital ist production syste m. The up-t o-dat edne ss of his idea s and the  political clarity of his social analysis, permit the understanding of a true concept of his critici sm of scientific validation of legitimate historical knowledge, even in the dogmatism to which Marxism was subjected in the revolutionary Russia. Clarifying the reflections of Kosick in these times of neo-liberal globalization and  postmodern ity, could re-open the utopic hori- zons so necessary for the realization of human liberty. Key words:  Karel Kosick, Marxism, political criticism, capitalism, socialism. Recibido: 26-08-2004   Aceptado: 17-10-2004

Karel Kosik Kohan

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  • ENSAYOS

    Utopa y Praxis Latinoamericana / Ao 9. N 27 (Octubre-Diciembre, 2004) Pp. 87 - 95Revista Internacional de Filosofa Iberoamericana y Teora Social / ISSN 1315-5216CESA FCES Universidad del Zulia. Maracaibo-Venezuela

    La filosofa militante de Karel Kosk (1926-2003)

    The Militante Philosophy of Karel Kosik (1926-2003)

    Nstor KOHANUniversidad Popular Madres de Plaza de Mayo.

    Buenos Aires, Argentina

    RESUMEN

    En este ensayo se presenta una visin desntesis del pensamiento del filsofo checo KarelKosck, en ocasin de su desaparicin fsica. Suobra, inspirada en la dialctica marxista y la filo-sofa de la praxis, es y se convertir en un referen-te terico para la comprensin del desarrollo delmodo de produccin capitalista. La actualidad desus ideas y la claridad poltica de sus anlisis so-ciales, le permiten adelantar una verdadera con-cepcin de la crtica como principio de valida-cin cientfica del conocimiento histrico: legti-ma, incluso para la dogmtica de la que el propiomarxismo fue objeto en la Rusia revolucionaria.Hacer presente la reflexin filosfica de Kosicken estos tiempos de globalizacin neoliberal y depostmodernidades, bien pudiera reabrir esos ho-rizontes utpicos tan necesarios para la realiza-cin de la libertad de los seres humanos.Palabras clave: Karel Kosck, marxismo, crticapoltica, capitalismo, socialismo.

    ABSTRACT

    In this essay a vision of the synthesis ofthought on the part of the Checkoslovakian phi-losopher Karel Kosick is presented. His workinspired by the Marxist dialectic and the philos-ophy of praxis, is, and will become ever moreso, a theoretical reference for the understandingof the development of the capitalist productionsystem. The up-to-datedness of his ideas and thepolitical clarity of his social analysis, permit theunderstanding of a true concept of his criticismof scientific validation of legitimate historicalknowledge, even in the dogmatism to whichMarxism was subjected in the revolutionaryRussia. Clarifying the reflections of Kosick inthese times of neo-liberal globalization andpostmodernity, could re-open the utopic hori-zons so necessary for the realization of humanliberty.Key words: Karel Kosick, Marxism, politicalcriticism, capitalism, socialism.

    Recibido: 26-08-2004 Aceptado: 17-10-2004

  • Slo os pido una cosa: si sobrevivs a esta poca,no olvidis.No olvidis ni a los buenos ni a los malos.

    Julius Fucik

    ENTRE LA RESISTENCIA A LOS NAZIS

    Y LA REPRESIN BUROCRTICA

    Aunque Karel Kosk falleci el 21 de febrero de 2003 (haba nacido en Praga el 26 dejunio de 1926), sigue estando con nosotros.

    Nunca fue un disidente, esa figura tpica de la literatura poltica de la guerra fra. Alo largo de toda su vida Karel Kosk fue un militante y un revolucionario. Desde esa ptica,creemos, hay que leer su obra filosfica.

    En su juventud Kosk milita como miembro del Partido Comunista en la resistenciacontra el nazismo y la ocupacin alemana. Los nazis se haban adueado de todo, menoscomo sealara Julius Fucik en su Reportaje al pie de la horca de la dignidad de los com-batientes que los enfrentaban. Bastante ms joven que Fucik, Kosk es apenas un jovencitocuando realiza su primera experiencia poltica en la resistencia. Esta ltima no triunfa. Es elEjrcito Rojo el que libera Checoslovaquia de los nazis, lo cual explica la subordinacinpoltica de los comunistas checos hacia la URSS.

    En ese clima de vnculos estrechos entre la URSS y Checoslovaquia, Kosk viaja en-tre 1947 y 1949 a Mosc y Leningrado para realizar estudios filosficos. En 1956 este jo-ven pensador publica un artculo sobre Hegel que causa revuelo en su medio. Dos aos des-pus publica el ensayo La democracia radical checa.

    Ms tarde, ya en clima de aparente deshielo (despus del XX Congreso del PCUSdonde una fraccin stalinista aggiornada reemplaza en la URSS al viejo equipo stalinistaclsico), Kosk publica un trabajo en un volumen colectivo, editado en Occidente por ErichFromm. Ese volumen tuvo por ttulo Humanismo socialista. All tambin se incluan textosyugoslavos del grupo Praxis. Contra este tipo de interpretaciones Louis Althusser escribirsu famoso ensayo Marxismo y humanismo (redactado en 1963 y publicado en 1964),donde defenda la tesis del supuesto anti-humanismo terico de Marx. El pequeoensayo de Kosik recopilado por Fromm se denominaba: El hombre y la filosofa.

    En ese breve interregno de aparente aflojamiento de las tensiones polticas Kosk pu-blica Dialctica de lo concreto [en checo Dialektika konkrtniho], su obra magna.

    Dialctica de lo concreto aparece editada en Praga en 1961. Sus ideas principales ha-ban sido expuestas en dos conferencias de 1960. La primera fue pronunciada en el Colo-quio Filosfico Internacional sobre dialctica (celebrado en Royaumont Francia en sep-tiembre de 1960). Ese primer texto fue publicado en la revista italiana Aut-Aut (de tenden-cia fenomenolgica) en mayo de 1961. La segunda parte haba sido expuesta en diciembrede 1960 en los debates de la Conferencia Nacional de Checoslovaquia sobre cuestiones delingstica marxista.

    Por ese entonces, Kosk mantena una buena relacin con la direccin del Instituto deFilosofa y la Academia Checoslovaca de Ciencias, las dos instituciones oficiales en la ma-teria. En esos aos viaja a Occidente (Francia, Italia, Mxico) y participa de diversos con-

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  • gresos acadmicos centrados en el debate sobre el marxismo. As se vincula con diversosmarxistas occidentales. No resulta casual que los italianos (por entonces embarcados en lasacaloradas discusiones entre Galvano Della Volpe, Lucio Colletti, Luciano Gruppi, NicolaBadaloni y Enzo Paci acerca del mtodo de Marx) hayan sido los primeros en traducir Dia-lctica de lo concreto aparece en Miln en 1965 y en publicar su ponencia al Encuentrodel Instituto Gramsci de 1964 Dialctica de la moral y moral de la dialctica. Ese ao, enla Universidad de Miln, Kosk tambin pronuncia una conferencia sobre La razn y lahistoria.

    En Italia, Lubomir Sochor saluda Dialctica de lo concreto y hace una valoracinmuy positiva de ella en el primer nmero de la revista Crtica Marxista de 1964. En Espaa,Francisco Fernndez Santos hace algo anlogo en 1966 en su obra Historia y filosofa.

    Ms tarde, en 1967, Adolfo Snchez Vzquez traduce Dialctica de lo concreto delitaliano al espaol y la publica a travs de la editorial Grijalbo, en el volumen N18 de la co-leccin Teora y praxis. Esta coleccin encarna todo un proyecto pedaggico destinado adifundir el marxismo dialctico y a cuestionar al DIAMAT (materialismo dialctico ensu versin sovitica). Snchez Vzquez lo haba conocido personalmente a Kosk en 1963,cuando el joven filsofo checo asiste en Mxico al XIII Internacional de Filosofa. Prolo-gando su obra, lo describe como un pensador de aire juvenil y de aspecto no muyintelectual.

    Ese mismo ao, en 1967, Dialctica de lo concreto aparece traducida al alemn. Dosaos despus, en 1969, Leandro Konder quien por entonces, junto con Carlos NelsonCoutinho, se cartea con Gyrgy Lukcs y difunde a Antonio Gramsci en Brasil prologa laedicin brasilea de Dialctica de lo concreto impresa por editorial Paz e Terra.

    A mediados de los 60 la burocracia checoslovaca todava se permita soportar aKosik mientras se planteaba una poltica cultural de apertura hacia la intelectualidad oc-cidental. En septiembre de 1964, por ejemplo, aparece en Praga la segunda edicin de Dia-lctica de lo concreto. Por entonces a Kosk se le permite publicar libremente sus ensayos ylibros y discutir sus artculos. En esos mismos aos, Jean-Paul Sartre visita Praga. Para ho-menajearlo, la revista Plamen de aquella ciudad organiza un coloquio para discutir la no-cin de decadencia y la obra de Kafka (hasta ese momento rechazado por la doctrina ofi-cial del realismo socialista debido a su pesimismo radical). En ese coloquio participan, jun-to a Sartre, el marxista austraco Ernest Fischer, el ensayista checo Jiri Hasek, el traductoral checo de las obras de James Joyce Adolf Hoffmeister, los escritores Petr Pukman, MilanKundera y el profesor de literatura alemana Eduard Goldstcker.

    Este ltimo, presidente de la Unin de Escritores checos, cuando visita Brasil en1966 seala a Dialctica de lo concreto como la principal obra filosfica publicada enaquella dcada en Checoslovaquia.

    En el filo de 1968, cuando todo se trastoca y se fractura en Checoslavaquia, Koskpublica en Francia un pequeo pero brillante texto titulado El individuo y la historia (enel N 9 de la revista Lhomme et la socit de 1968).

    Pero la tolerancia burocrtica dur poco. A la infiltracin dentro de aquella socie-dad de los cuadros de inteligencia de la CIA se le suman, casi inmediatamente, el endureci-miento de la burocracia interna y la invasin de los tanques soviticos.

    Que la inteligencia norteamericana haba penetrado el muro en Checoslovaquia noconstituye una sospecha ingenua o paranoica. Por ejemplo, varios bigrafos nos informanque hasta el mismo Che Guevara tuvo que recurrir a la clandestinidad absoluta cuando sali

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  • del Congo, pas algunos meses en Praga durante 1966 y de all march a Cuba (antes de ir aBolivia) debido al temor de ser detectado por la inteligencia norteamericana. Segn Ernes-to Guevara, tambin conocido como el Che, el voluminoso y documentado libro de PacoIgnacio Taibo: Guevara desconfa profundamente de los checos y no quiere tener nadaque ver con sus servicios secretos. Sola decir que si ellos se enteraban [que l estaba enPraga], lo sabra la CIA.

    Sobre esa particular situacin poltica que atravesaba el pas de Karel Kosk, puedenconsultarse los escritos polticos y satricos que el revolucionario y poeta salvadoreo Ro-que Dalton escribiera durante su estancia en Praga. Dalton, quien aos ms tarde sera unode los fundadores del Ejrcito Revolucionario del Pueblo-ERP de El Salvador (muere en1975 asesinado por una fraccin de esta organizacin), en aquella poca trabajaba comomiembro del Partido Comunista Salvadoreo en la Revista Internacional con sede enChecoslovaquia.

    Rindose de los burcratas oficiales que lo golpearon salvajemente en 1966, en supoema No, no siempre fui tan feo de Un libro levemente odioso (La Habana, 1970-1972),Dalton escribe:

    (...) la otra vez fue en Praga nunca se supo/ me patearon cuatro delincuentes en uncallejn oscuro/ a dos cuadras del Ministerio de Defensa/ a cuatro cuadras de lasoficinas de la Seguridad/ era vspera de la apertura del Congreso del Partido/ porlo que alguien dijo que era una demostracin contra el Congreso/ (en el hospitalme encontr con otros dos delegados/ que haban salido de sus respectivos asal-tos/ con ms huesos que nunca)/ otro opin que fue un asunto de la CIA para co-brarse mi escapatoria de la crcel/ otros ms que una muestra de racismo anti-lati-noamericano/ y algunos que simplemente las universales ganas de robar/ el cama-rada Sbolev vino a preguntarme/ si no era que yo le haba tocado el culo a algunaseora acompaada/ antes de protestar en el Ministerio del Interior/ en nombre delPartido Sovitico/ finalmente no apareci ninguna pista/ y hay que dar gracias aDios nuevamente/ por haber continuado como ofendido hasta el final/ en una in-vestigacin en la tierra de Kafka/ en todo caso (y para lo que me interesa sustentaraqu)/ los resultados fueron/ doble fractura del maxilar inferior/ conmocin cere-bral grave/ un mes y medio de hospital y/ dos meses ms engullendo licuado hastalos bistecs....

    En ese singular y enrarecido clima poltico que conjugaba la represin interna y lapenetracin del imperialismo norteamericano con el pegajoso aliento sovitico en la nuca,Karel Kosk participa de la llamada primavera de Praga. No sali inmune a la invasin delos tanques rusos. De all en adelante, no aparece ms pblicamente. Pierde todos sus car-gos en la docencia y no slo ello. Segn Snchez Vzquez: Kosk ha pagado duramente sucontribucin a esa experiencia, no slo con las medidas persecutorias dictadas contra lsino, sobre todo, con el silencio y el aislamiento forzosos impuestos a su pluma y supalabra, es decir, a su labor terica marxista como trabajador docente y comoinvestigador.

    Esa imposibilidad de seguir trabajando regularmente y en forma pblica no le impi-di seguir pensando y escribiendo en la vida privada. A diferencia de quienes siempre seacomodan en forma oportunista con la onda del momento y nadan para donde marcha elagua, el filsofo Kosk segua pensando contra la corriente.

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  • Quizs por ello, siete aos despus del 68, el 25 de abril de 1975, la represin estatalle secuestra e incauta ms de 1.000 (mil) pginas inditas de sus manuscritos filosficos.Ese 25 de abril la polica checa allan el domicilio del filsofo y durante seis horas estuvorevolviendo sus papeles para finalmente llevrselos. All le incautan los borradores de dosobras que iban a prolongar el impulso terico y el programa de investigacin filosfica deDialctica de lo concreto: la primera iba a llevar por ttulo De la prctica y la segunda De laverdad.

    El Estado todopoderoso le tena miedo al filo cortante de su reflexin terica. Al to-mar nota de esta represin estatal contra el pensamiento de Kosk queda histricamente cla-ro que la identificacin [marxismo dialctico = estatismo] construida en forma apresuradapor Michael Hardt y Toni Negri en Imperio resulta completamente caprichosa, falsa y arbi-traria. Nada ms alejado de esta identificacin que la filosofa del propio Karel Kosk...

    Despus de 1975 la burocracia haba completado su labor. A travs del silencio siste-mtico y el ostracismo lo haba acallado definitivamente. Para darse una idea cabal del gra-do de represin que ejerca el aparato burocrtico en aquel pas puede consultarse con pro-vecho la brillante pelcula de Constantin Costa-Gavras La confesin (1970). En sta, aun-que se retratan las purgas checoslovacas impulsadas por Stalin y sus seguidores locales enla dcada del 50 (a las que, dicho sea de paso, se opuso Kosk), se pinta un fresco de todoese rgimen poltico que vea como peligroso y hasta sospechoso, por ejemplo, a todomilitante comunista e internacionalista que hubiera participado de las Brigadas Internacio-nales en la Espaa republicana...El film de Costa-Gavras, contundente y desgarrador, ter-minaba con una escena conmovedora: unos muchachos pintaban en una pared de ladrillosla sintomtica leyenda: Lenin despierta! Se han vuelto locos!.

    Recin despus de la cada del muro de Berln volvieron a aparecer publicados enEuropa Occidental escritos de Kosk. A diferencia de reconocidos stalinistas, reconverti-dos sbitamente en dulces socialdemcratas o incluso en cidos neoliberales, Kosk seguafiel y leal al pensamiento polticamente radical. Por ejemplo, en el artculo La lumpenbur-guesa, la democracia y la verdad espiritual (que apareci en Francia, en Italia y en Argen-tina hacia fines de los 90), Kosk caracteriza al nuevo sector dominante en los pases delEste despus del derrumbe burocrtico de 1989 como una lumpenburguesa que reclutasus miembros entre los nuevos ricos, pero a diferencia de la burguesa normal, stos no du-dan ante la estafa, ni frente a la asociacin con el ambiente o las organizaciones mafio-sas. En ese trabajo, uno de los ltimos que public en vida, Kosk deja sentada lacontinuidad de su radicalismo poltico y filosfico.

    Mientras vuelve a impugnar, como antao, la invasin sovitica de 1968, se quejaamargamente de la falsa identificacin que los nuevos liberales hacen entre la dictadura bu-rocrtica del llamado socialismo real y el comunismo. No slo se opone a la restauracindel capitalismo en Checoslovaquia, sino que adems seala: El viejo rgimen [anterior a1989] ha usurpado el calificativo de socialista refugindose detrs de la clase obrera. Enrealidad, ha desacreditado y descalificado a los dos: al socialismo tanto como a la claseobrera. Ms adelante agrega: La ideologa oficial [posterior a 1989] condena al socia-lismo real, as como a la dictadura burocrtica y policaca que est asociada a ella, ponin-dolos en la misma bolsa etiquetada de comunismo. Esto le permite ocultar la naturalezade una alternativa, pues en su opinin, Marx est definitivamente muerto. S, en susltimos escritos el viejo Kosk sigue fiel al pensamiento de Marx y al comunismo.

    En completa soledad poltica, pero acompaado de todos los combatientes anticapi-talistas contra los nazis y la burocracia, Kosk muri poco antes de iniciada la nueva inva-

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  • sin norteamericana a Irak. Su tiempo nunca fue de calma. Toda su vida estuvo atravesadapor las grandes conmociones sociales guerras, revoluciones, revueltas, invasiones que lasociedad capitalista y la resistencia de los pueblos vienen provocando en el ltimo siglo.

    LA FILOSOFA MILITANTE

    La visin filosfica de Karel Kosk pertenece a aquellas corrientes dialcticas delmarxismo que lo conciben no como una metafsica materialista y cientfica sino comouna filosofa poltica militante y activista, una filosofa de la praxis. Por ello resulta inexpli-cable que Louis Althusser no lo incluyera en Lire Le Capital ([Para leer El Capital],1965) cuando enumera las corrientes marxistas izquierdistas (junto con Franz Mehring,Rosa Luxemburg, Bogdnov, Len Trotski, Antonio Gramsci, el joven Gyrgy Lukcs,Karl Korsch y el Che Guevara).

    De manera anloga, resulta incomprensible que en Consideraciones sobre el marxis-mo occidental (redactado en 1974 y publicado en 1976) Perry Anderson ni siquiera hagamencin de su obra cuando analiza a los representantes del pensamiento crtico y a los fil-sofos marxistas (que l considera alejados del marxismo clsico), impugnadores delmarxismo sovitico.

    En este ltimo libro, Anderson no slo recorta arbitrariamente su objeto de estudiodejando fuera de su radio a Karel Kosk. Tambin lo hace con numerosos marxistas latinoa-mericanos (como Jos Carlos Maritegui, Anbal Norberto Ponce, Ernesto Che Guevara,Adolfo Snchez Vzquez, Carlos Astrada, Marta Harnecker, Fernando Martnez Heredia,Carlos Nelson Coutinho, Leandro Konder, etc., etc...). Asimismo, repite la misma opera-cin de silencio con diversos marxistas europeos, como los yugoslavos antes de que Yu-goslavia derivara en el nacionalismo, la xenofobia y la guerra civil de la revista Praxis(Gajo Petrovic, Mihailo Markovic, Milan Kangrga entre otros) o el checo Jindrich Zeleny.

    Este ltimo es autor de La estructura lgica de El Capital de Marx, una obra detanta importancia filosfica como Dialctica de lo concreto. El texto de Zeleny pertenece ala misma poca poltica que el de Kosk. Fue originalmente publicado en idioma checo en1962 por la Editorial Acadmica de Praga. En 1968 fue traducido al alemn. De esa edicinalemana se vali el marxista espaol Manuel Sacristn para traducirlo y publicarlo en1974.

    La brillante y erudita obra de Zeleny escapa a la rigidez y a las antinomias que divi-dieron a la filosofa francesa de los 60 entre los seguidores de la estructura y los partida-rios de la historia. Zeleny defina el mtodo dialctico de Marx como un mtodo proce-sual-estructural al mismo tiempo. Su mirada tiene mucho en comn, no slo con el pensa-miento dialctico de su compatriota Karel Kosk sino tambin con la lectura de los borrado-res de El Capital ensayada por el historiador, economista y filsofo (nacido en Lvov) Ro-man Rosdolsky, autor de Gnesis y estructura de El Capital de Marx (publicadopstumamente en Alemania, apenas un ao despus de su muerte, en 1968).

    El otro marxista importante que durante los 60 se anim a poner entre parntesis enlos pases del Este el rudimentario DIAMAT fue el sovitico Edwald Vaslievich Ilienkov,autor de Dialctica de lo abstracto y lo concreto en El Capital de Marx (1960, traducidoy publicado en Italia por editorial Feltrinelli en 1961) y Lgica dialctica (1974, publicadoen Cuba en 1984 en la editorial de Ciencias Sociales con el ttulo Lgica dialctica, ensa-yos sobre historia y teora), entre otros.

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  • Pero, a diferencia de Zeleny y sobre todo de Karel Kosk, Ilienkov segua creyendoen la filosofa marxista entendindola como una gran ontologa. Es cierto que sus escritosescapan a la exasperante aridez y a la indignante vulgaridad de los manuales de la Acade-mia de Ciencias de la URSS (pues, entre otras cosas, Ilienkov era un conocedor de Hegel deprimera mano y no un repetidor de tercer orden). Pero, a pesar de ello, no se animaba a rom-per con una visin del marxismo que en filosofa privilegiaba la teora cosmolgica y natu-ralista acerca del ser por sobre la teora histrico-social acerca de la praxis. Ilienkov era,si se quiere, un engelsiano ortodoxo (seguidor al pie de la letra del Anti-Dhring y del Lud-wig Feuerbach). De primer nivel, pero ortodoxo al fin de cuentas. En cambio Zeleny y Ko-sk (como tambin Rosdolsky) haban roto amarras con esa visin privilegiadamente onto-lgica del marxismo. Por eso eran polticamente mucho ms radicales que Ilienkov. En Ko-sk la ontologa s juega un papel, pero en sus escritos siempre se trata de una ontologapraxiolgica, es decir, centrada en la praxis histrica de la humanidad, no en la metafsicade la materia cosmolgica natural.

    Anderson pasa olmpicamente por alto a todos estos marxistas crticos (a excepcinde Rosdolsky). Lamentablemente, su eurocentrismo galopante lo impulsa a sobredimen-sionar hasta el paroxismo la determinacin europeo occidental del marxismo crtico de laURSS y de la ortodoxia stalinista. En ese sentido, no podemos dejar de preguntarnos: porqu puede entrar en su lista de marxistas occidentales el hngaro Lukcs y no el checoKosk? Su criterio que ni siquiera se limita a un canon estrictamente geogrfico, ya de pors discutible, no por ser convencional resulta menos arbitrario.

    De cualquier modo, ms all de lo limitado de las clasificaciones enciclopdicas y lasenumeraciones pedaggicas, la filosofa de Karel Kosk constituye una de las principalesherencias de la tradicin radical del joven Lukcs y de Antonio Gramsci.

    TODO SU PENSAMIENTO GIRA EN TORNO A TRES EJES:

    LA PRAXIS, LA TOTALIDAD CONCRETA Y LA CRTICA

    DE LA PSEUDOCONCRECIN COSIFICADA Y FETICHISTA

    En esta ltima dimensin, la mirada crtica de Kosk pone en discusin la pretensinfenomenolgica de ir a las cosas mismas a travs de la intuicin inmediata. No existemundo pre-ideolgico ni pre-discursivo y, si existe, este mundo antepredicativo no es otroque el mundo histrico de la praxis.

    Como Antonio Gramsci, Karel Kosik somete a crtica desde el punto de vista filos-fico- al mismo sentido comn que tanto elogian las versiones aggiornadas del populismo(como si el sentido comn pudiera ser puro y virgen, y nunca se manchara por laideologa del poder).

    Junto a la crtica de Edmund Husserl y sus derivados, Kosk tambin arremete sinpiedad contra Martn Heidegger (padre inconfesado del actual posmodernismo). Pero no lohace desde el insulto fcil o sealndole, nicamente, su ya inocultable militancia nazi. Lacrtica de Kosk a Heidegger (que pas desapercibida, incluso, para sus admiradores mar-xistas) es mucho ms profunda. El checo le reprocha al alemn que conciba la praxis huma-na slo como actividad manipuladora pero no bajo su verdadera dimensin de apertura deun nuevo mundo: el mundo humanizado por el propio ser humano por sobre el mundo delas cosas y la naturaleza. Kosk se mete de lleno en una crtica interna de la metafsicaheideggeriana abordando tambin el tratamiento de la vida cotidiana.

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  • Si el aristocratismo antimodernista de Heidegger despreciaba la vida cotidiana de lasgrandes urbes por su supuesto olvido del ser, Karel Kosk descentra completamente eseabordaje. Para el autor de Dialctica de lo concreto el problema no pasa por el desprecio delas grandes masas trabajadoras (tpico del elitismo tradicionalista de Heidegger) sino por lacrtica impiadosa del mundo de la pseudoconcrecin que impide a esas masas vivir unavida plena, autntica y autnoma.

    En otras palabras: el problema de las masas no reside en el olvido del ser, metafsi-co y recluido en el corazn recndito del hombre, sino en la alienacin histrica que generael capitalismo fetichista. El problema a resolver no es metafsico sino histrico y poltico!Para Kosk la solucin no consiste en refugiarse, mediante un lenguaje crptico repleto deneologismos acadmicos, en una aproximacin mtico-potica y metafsica de la vida. Laapertura a un nuevo tipo de vida cotidiana vendr de la mano de la revolucin entendidacomo praxis desalienante y proceso ininterrumpido y continuado.

    Esa crtica demoledora de Heidegger debera prolongarse hoy en da en el cuestiona-miento de la herencia posmoderna del pensador alemn. Nada ms lejos de Kosk que laapologa populista de la inmediatez y el culto fantico del fragmento, lo micro y la dis-persin de los movimientos sociales y sus particularidades aisladas en nombre de la pseudohorizontalidad y la diferencia.

    En el mencionado trabajo de madurez La lumpenburguesa, la democracia y la ver-dad espiritual, Kosk se queja una y otra vez de la mscara y el analfabetismo posmoder-nos ya que a partir de ellos las imgenes toman el lugar de las personas verdaderas. Enesa descripcin, Kosk vincula la ideologa posmoderna con las nuevas formas de lo que ldenomina supercapital en un gesto que recuerda la caracterizacin que Jameson realizadel posmodernismo como la lgica cultural del capitalismo tardo.

    La tradicin revolucionaria de pensamiento que se inspira en Kosk rechaza de planoel relativismo que equipara todos los discursos y pone en suspenso al marxismo comogran relato intil o al menos no apropiado para dar cuenta de la opresin femenina, lasculturas indgenas, la destruccin del medio ambiente y otras opresiones contemporneas.

    Si el pensamiento dialctico de Kosk brinda pistas para una crtica actual del posmo-dernismo, qu decir de su impugnacin contra el ya raleado positivismo? Simplementeque Kosk fue un defensor consecuente del papel de la mediacin frente al empirismo de as-cendencia positivista. No hay hechos puros y vrgenes al estilo del primer Wittgenstein,el crculo de Viena o de Bertrand Russell sin mediaciones. Si los hay, ellos constituyenapenas una totalidad catica, irracional e incomprensible.

    En cuanto a la dimensin de la totalidad concreta (eje central, por ejemplo, de Histo-ria y conciencia de clase), Karel Kosk formula a partir de ella un programa terico que re-sulta sumamente til para hacer poltica al interior del actual movimiento de los movi-mientos contra la globalizacin capitalista.

    No hay posibilidad de llevar a buen puerto los reclamos y las reivindicaciones pun-tuales contra el patriarcalismo, la destruccin del medio ambiente, el autoritarismo escolar,la discriminacin racial o cualquier otra dominacin cotidiana si no se lucha al mismo tiem-po contra la totalidad del modo de produccin capitalista. Sin esta lucha por la emancipa-cin radical contra el conjunto de la sociedad capitalista, los movimientos feministas, eco-logistas, indgenas, juveniles, etc., sern neutralizados e incorporados por el sistema. Losaparatos de represin del imperialismo norteamericano se dan el lujo de tener comandantesde sus Fuerzas Armadas negros y latinos, mujeres de origen asitico asesoras en temas de

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  • seguridad e incluso militares homosexuales. La emancipacin anticapitalista ser total oya no ser nada. Podr, a lo sumo, convertirse en vlvula de escape para realizar larevolucin pasiva y la modernizacin (pluralista) dentro del orden imperialista, siempredesde arriba y dejando intacto el capitalismo como modo de vida.

    Finalmente... el concepto filosfico de praxis...esa categora tan temida por todas lasmetafsicas materialistas (desde las rumiadas por los dinosaurios stalinistas hasta los ag-giornados discpulos de Althusser, pasando por los mediticos admiradores sipinozianosde Toni Negri...).

    Para Kosk, la dimensin praxiolgica del marxismo constituye el principal gozneterico para abordar la actividad humana como una apertura radical en el plano ontolgico.Su ontologa no est centrada en la naturaleza fsico-qumica con su inevitable teora delreflejo, sea mecnico o dialctico... sino en la actividad transformadora de la sociedad.El mundo de la vida del ltimo Husserl o de Maurice Merleau Ponty y la precompren-sin del ser de Heidegger son superados en el mundo de la praxis humana. sta emergecomo trabajo, pero tambin como prctica poltica revolucionaria que crea un mundonuevo y un ser humano nuevo inserto en relaciones sociales desalienadas ydesfetichizadas.

    En su reflexin filosfica, la praxis se convierte en el eje terico con el cual se nom-bra la militancia vital en pos de la revolucin socialista enfocada contra el capitalismo y en-frentada a toda burocracia. En ese horizonte poltico debe inscribirse el cuestionamientoradical que Kosk hiciera ya en los 60 de la petrificacin dogmtica de aquellos mismosque hoy conversos y/o escpticos abrazan entusiasmados los discursos legitimantes denuestros enemigos.

    En tiempos como los nuestros, de guerra imperialista, masacres planificadas, cinis-mo, doble discurso y triple moral (a derecha e izquierda...), el ejemplo y la coherencia devida de Karel Kosk siguen siendo un fsforo. De esos que sirven, como dijera hace muchotiempo un seor que tena problemas de calvicie, para incendiar la pradera.

    Utopa y Praxis Latinoamericana. Ao 9, No. 27 (2004), pp. 87 - 95 95

  • Graciela Maturo ha reunidoen este volumen trabajos pertene-cientes a sucesivas etapas de supropuesta terica sobre la literatu-ra, expuestos con la pasin dequien sabe que apuntala una iden-tidad en un territorio intelectualinvadido por especulaciones amenudo parciales, reductivas oadversas a esa identidad en suconstitucin misma. Traza unahoja de ruta que se remonta a latradicin clsica, toma distanciade la lingstica positivista y susderivaciones e intenta una feno-menologa hermenutica cuyoshitos insoslayables son la reivin-dicacin de la razn potica y elpensar desde Amrica. InsSanta Cruz.

    Creo que este libro, fruto demuchos aos de estudio y refle-xin, replantea de raz el tema dela creacin potica, el lenguaje y

    la teora literaria, descubriendo al mismo tiempo la esencia ms profun-da de nuestro ser cultural. Silvio Maresca.

    Graciela Maturo supera ampliamente el carcter de un crtico deobras literarias. Ella es una pensadora que se hace cargo de la realidad, ypor ello tambin de la crisis cultural argentina. Y lo hace con un com-promiso profundo hacia su identidad personal y la de la comunidad delas naciones iberoamericanas, que le permite defender en condicionespoco favorables el humanismo de races metafsicas prolongado porlos poetas en nuestros das de economicismo. Julio Ral Mndez.

    La escritora e investigadora Graciela Maturo es conocida por sularga trayectoria en universidades argentinas y el CONICET, y por suspublicaciones que abarcan la poesa, el ensayo, la teorizacin literaria yla crtica dedicada a autores argentinos e hispanoamericanos. En 1970fund el Centro de Estudios Latinoamericanos que edit la revista Me-gafn junto con una serie de trabajos individuales y grupales e instalen los mbitos del rea el tema de la teora literaria latinoamericana.

    (Ver resea de Roberto Walton en el Librarius en la pgina 113)