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1 Incidencia de los cambios en las políticas sociales entre los colectivos de inmigrantes y posibles efectos en los procesos de integración The impact of the change in social policies on the inmigrant population and the effects on the processes of social integration Miquel Ángel Oliver Perelló [email protected] Universitat de les Illes Balears (UIB) Fernanda Caro Blanco [email protected] Universitat de les Illes Balears (UIB) Resumen En el actual contexto de crisis económica, duradera y de gran impacto para amplios sectores de la población, resulta necesario identificar situaciones concretas por la que están atravesando determinados colectivos de la sociedad española, especialmente a partir de la adopción, por parte del gobierno central y los distintos gobiernos autonómicos, de una serie de medidas que suponen cambios muy importantes en áreas clave del Estado de Bienestar y que afectan a ámbitos esenciales de la vida de las personas. En el caso concreto de las personas inmigrantes y partiendo de una mayor vulnerabilidad existente en el citado colectivo, el presente trabajo describe, por una parte, los efectos que dichas medidas representan en el momento actual y, tomando también como modelo de análisis la situación en el contexto concreto de las Islas Baleares, reflexiona acerca del impacto que las mismas pueden significar en los procesos de integración de las personas inmigrantes en la sociedad de acogida y las posibles repercusiones para el conjunto de la sociedad en relación a la pretendida cohesión social.

Incidencia de los cambios en las políticas sociales entre ...... · [email protected] Universitat de les Illes Balears (UIB) Resumen En el actual contexto de crisis económica, duradera

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Incidencia de los cambios en las políticas sociales entre los colectivos de inmigrantes y posibles efectos en los

procesos de integración

The impact of the change in social policies on the inmigrant population and the effects on the processes of

social integration

Miquel Ángel Oliver Perelló

[email protected]

Universitat de les Illes Balears (UIB)

Fernanda Caro Blanco

[email protected]

Universitat de les Illes Balears (UIB)

Resumen

En el actual contexto de crisis económica, duradera y de gran impacto para amplios

sectores de la población, resulta necesario identificar situaciones concretas por la que están

atravesando determinados colectivos de la sociedad española, especialmente a partir de la

adopción, por parte del gobierno central y los distintos gobiernos autonómicos, de una serie de

medidas que suponen cambios muy importantes en áreas clave del Estado de Bienestar y que

afectan a ámbitos esenciales de la vida de las personas. En el caso concreto de las personas

inmigrantes y partiendo de una mayor vulnerabilidad existente en el citado colectivo, el presente

trabajo describe, por una parte, los efectos que dichas medidas representan en el momento actual

y, tomando también como modelo de análisis la situación en el contexto concreto de las Islas

Baleares, reflexiona acerca del impacto que las mismas pueden significar en los procesos de

integración de las personas inmigrantes en la sociedad de acogida y las posibles repercusiones

para el conjunto de la sociedad en relación a la pretendida cohesión social.

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Palabras clave: Políticas sociales; colectivos de inmigrantes; integración; cohesión social;

vulnerabilidad.

Abstract:

In the actual context of long-lasting economic crisis, which is having an important impact on

large sectors of the population, it is urgent to identify the concrete situations endured by certain

groups of the Spanish society as a consequence of the measures adopted by the central and

regional governments of a series of measures that have had an important impact on key areas of

the Welfare State. In the case of the immigrant population, the situation is even harder given the

higher insecurity in which they were placed. The present paper describes, on the one hand, the

general effects of these (liberal?) measures, and it takes the Balearic Islands as a case of study to

analyse the impact that these measures have on the processes of integration of the immigrants

and the possible consequences for social cohesion.

Keywords: Social policies; inmigrant population; social inclusion; social cohesion;

vulnerability/insecurity

1. Introducción: la crisis como telón de fondo

La crisis global propiciada por la crisis financiera que se inició en el año 2007 con la

quiebra de Lehman Brother, junto con el acceso generalizado al poder de gobiernos neoliberales,

está generando profundos cambios en las estructuras de bienestar, muy especialmente en los

países de la Europa del Sur.

Sin duda, uno de los datos que mejor reflejan la crisis en España lo constituye el

espectacular aumento del desempleo que, según la Encuesta de Población Activa (EPA)

publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) para el primer trimestre de 2013, sitúa la

tasa de paro en el 27,16%, un punto más con respecto al cuarto trimestre de 20121 y representa

la cifra de 6.202.700 personas2, destacando un paro especialmente significativo en los jóvenes de

entre 20 y 24 años y situando a España como el país con mayor tasa de desempleo de la UE, cuya

media del conjunto de países es del 9,7%. Si nos referimos específicamente a la población

extranjera, según la misma fuente y referido al primer trimestre de 2013, hay que reseñar una

1 El Fondo Monetario Internacional (FMI) ya alertaba sobre la posibilidad de que en el año 2013 el desempleo en España llegara al 27 %. 2 Según la misma fuente (EPA del INE) en un año la cifra total de desempleados se ha incrementado en 563.200 personas.

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subida del paro de 80.500 entre los extranjeros, lo que representa una tasa de paro de este grupo

de población del 39,21%, 14,1 puntos superior a la de las personas de nacionalidad española

(25’11%).

A las altas tasas de desempleo, tanto las referidas a la población general como a grupos

específicos, hay que añadir el impacto de las políticas de austeridad, que se han visto reflejadas en

sucesivas reformas que han afectado directamente a los principales sistemas de protección social

de un ya maltrecho Estado del Bienestar español. Las reformas en los Sistemas Públicos de

Protección Social del estado español se inician a partir de la aprobación del Real Decreto-ley

8/2010, de 20 de mayo, por el que se adoptan medidas extraordinarias para la reducción del déficit público. Este

decreto, con el que se inicia un rápido proceso de reforma la protección social española, tiene

importantes y sucesivos efectos en el conjunto de áreas propias de las políticas sociales a partir de

reformas legislativas claves3.

Una primera observación sobre las repercusiones que tanto el desempleo como los

recortes en políticas sociales están teniendo sobre la población española la aporta el Informe Anual

de 2012 del Observatorio de la Sostenibilidad en España (OSE), que indica que la tasa de pobreza en

nuestro país - una de las más elevadas de la UE, situándose junto a países como Portugal, Grecia

y Polonia, y sólo superada por Rumania y Letonia- afectó en ese año al 21’8% de la población.

Según el informe del OSE, el aumento que se ha producido en la tasa de pobreza en España se

puede relacionar tanto con el aumento del desempleo al que anteriormente hemos hecho

referencia, como a las políticas de austeridad.

La Fundación FOESSA (2012) alerta acerca del incremento de la exclusión social, así

como de la disminución en el umbral de pobreza, de forma que ahora, en España, “los pobres

ahora son más pobres”. Según los datos aportados por FOESSA la pobreza en nuestro país se ha

hecho más extensa, dado que se ha incrementado en número de hogares y personas; más

intensa, debido entre otras razones, a las dificultades de acceso a los derechos básicos; y más

crónica, porque las situaciones de pobreza ya no pueden ser calificadas como pasajeras. Se

3 En el Mercado de Trabajo el Real Decreto-ley 3/2012, de 10 de febrero, de medidas urgentes para la reforma del mercado laboral; en el Sistema de Salud el Real Decreto-ley 16/2012, de 20 de abril, de medidas urgentes para garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud y mejorar la calidad y seguridad de sus prestaciones; en el Sistema Educativo el Real Decreto-ley 14/2012, de 20 de abril, de medidas urgentes de racionalización del gasto público en el ámbito educativo, además de la actualmente en discusión Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE). Por otra parte, la reforma de la Justicia anunciada por el Gobierno de Rajoy, con el Ministro Gallardón al frente, augura profundos cambios en este Sistema que incluirán también reformas en la Ley del Menor, aunque por el momento, en este mismo sistema, se ha aprobado la Ley 10/2012, de 20 de noviembre, por la que se regulan determinadas tasas en el ámbito de la Administración de Justicia y del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses. Respecto al Sistema de la Dependencia, el Real Decreto-ley 20/2012, de 13 de julio, de medidas para garantizar la estabilidad presupuestaria y de fomento de la competitividad, introduce profundas reformas que representan una práctica paralización de su aplicación.

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destacan, asimismo, dos importantes aspectos. Por una parte, la existencia de más de 900.000

personas a las que se puede considerar “trabajadores pobres”, referido a aquellas personas que aun

disponiendo de empleo la precariedad del mismo no les permite superar el umbral de la pobreza.

Junto a esto se destaca también el importante riesgo de ruptura de la cohesión social que se

empieza a reflejar en la distancia entre la renta correspondiente al 20% más rico de la población y

al 20% más pobre, siendo este aumento el mayor de los 27 Estados de la UE.

Desempleo, aumento de la pobreza y crecimiento de la desigualdad4 como consecuencias

más impactantes de la crisis, junto con un escaso gasto social que, en España, se sitúa 15 puntos

por debajo del de la mayoría de los países del euro con mayor nivel de renta, golpea de manera

muy significativa a los sectores más vulnerables de nuestra sociedad, entre los que se encuentra la

población inmigrante.

2. La vulnerabilidad de la población inmigrante

Existen una serie de elementos que configuran una especial vulnerabilidad de la población

inmigrante frente a la población autóctona, y que se agravan significativamente con la crisis.

Describimos brevemente algunos de ellos.

La inestabilidad jurídica puede considerarse tal vez el principal factor agravante de las

condiciones de vida y que suponen un grave riesgo de marginación social para las personas

inmigrantes, no sólo por la situación en sí sino por todas las consecuencias que comporta

respecto a la pérdida de ciudadanía social.

El prejuicio étnico, el racismo y la xenofobia constituyen otro factor de

vulnerabilidad. Algunas interpretaciones explican que en un contexto de desigualdades crecientes,

fomentada por la escasez de recursos laborales y sociales, la competencia social por un puesto de

trabajo o por una determinada prestación, se vive en términos de competencia desleal entre

extranjeros y autóctonos y se elabora en el marco de un discurso xenófobo y racista. Gran

responsabilidad tienen en esta situación los discursos de determinados representantes políticos y

de los medios de comunicación con la difusión sistemática de imágenes negativas y estereotipadas

de los extranjeros que hacen que se vincule a estos con la delincuencia, la prostitución o el tráfico

de drogas.

4 El crecimiento de la desigualdad en España duplica el de Francia, triplica el de Alemania y es casi cinco veces mayor que el de la media de la UE de los quince.

5

La competencia lingüística, constituye también un aspecto a destacar puesto que

impide que las puedan "manejarse" en las situaciones habituales: comprender y hacerse

comprender ante la administración, en el trabajo, el colegio de los hijos, etc. Esta situación se

agrava en Comunidades Autónomas, como es el caso de la de Illes Balears que cuenta con una

segunda lengua oficial, además del castellano.

El desconocimiento del medio social de acogida, constituye uno de los factores que

comparten sectores de la población autóctona e inmigrante, y hace referencia al desconocimiento

del funcionamiento de la administración pública, de los procedimientos y tipos de gestión, así

como de los valores y costumbres que regulan las relaciones entre los miembros de la sociedad,

etc. En relación a las necesarias relaciones con la administración, la desorientación que el

desconocimiento de ello representa se traduce en no pocas ocasiones, en un tráfico por las

instituciones con la consecuente pérdida de tiempo y frustración, viéndose limitadas además las

capacidades de las personas para ejercer sus derechos como ciudadanos y su participación en la

sociedad.

En el déficit en las redes de apoyo naturales es donde se encuentran muchas de las

situaciones de vulnerabilidad que se dan en nuestra sociedad y destacan sobremanera en el caso

de las personas inmigrantes. La menor disposición de redes de apoyo familiar en destino por

parte de las personas inmigrantes, conlleva a que en determinadas situaciones se dé un mayor

riesgo de transitar desde la vulnerabilidad a la exclusión social. Si bien es cierto que entre el

colectivo de personas inmigrantes se dan también redes de apoyo formadas por miembros del

propio colectivo de origen que trascienden a la familia y que llegan en cierta medida a sustituir a

ésta, resultando en ocasiones fundamentales en el asentamiento en la nueva sociedad, no es

menos cierto que el hecho de que las redes sociales queden restringidas a la comunidad de origen,

además de interpretarse como resultado de las afinidades socioculturales que vinculan a sus

miembros, puede también ser resultado de las barreras que interfieren en el proceso de

integración social y como efecto de los procesos de exclusión.

3. Medidas estatales como respuestas a la crisis e impacto de las

mismas sobre la población inmigrante

Ya en la última legislatura del partido socialista, y aún a pesar de algunas tímidas medidas

de apoyo a la familia y fomento del empleo puestas en marcha a principios del 2009, destacan

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como medidas que se adoptaron para hacer frente a la crisis, el recorte del gasto público social5

que suponen la congelación de las pensiones, la reducción del salario de los empleados públicos y

la puesta en marcha de una reforma laboral muy contestada socialmente y de dudosos resultados

para la mejora de la situación económica del país en su conjunto. Será sin embargo a partir del

año 2011, con el nuevo gobierno conservador, cuando se producen los recortes más

significativos: nueva reforma laboral y medidas como el aumento del IVA, recortes en los

derechos de los trabajadores - como la disminución de la base reguladora del seguro de

desempleo - , y en sistemas de protección públicos como la sanidad y la educación. Estas y otras

medidas, iniciadas desde el gobierno del estado, han sido aplicadas por los gobiernos

autonómicos, suponiendo un retroceso sin precedentes en las políticas sociales, en base a los

importantes recortes que se han realizado en áreas esenciales del Estado del Bienestar.

En este contexto, la inmigración, considerada como un factor estructural de riesgo de

exclusión (Foessa. 2009), está siendo progresivamente excluida de determinados derechos

sociales. Por si fuera poco, algunas de las reformas que están causando esta exclusión parecen

encontrar su argumentación en el el hecho de señalar a los inmigrantes como causantes de las

dificultades financieras del sistema, con lo cual se contribuye a que éstos sean percibidos por gran

parte de la población como una carga social y una competencia en la lucha por conseguir

prestaciones sociales que ya de por sí son escasas. Un escenario que, sin lugar a dudas, contribuye

a reforzar la estigmatización de la población inmigrante.

Si nos centramos en el análisis de las respuestas institucionales a la crisis observadas en las

Islas Baleares, y su impacto sobre los procesos de integración de los colectivos de inmigrantes,

podemos identificar claramente un antes y un después en las políticas de inmigración en esta

comunidad y que nos hace transitar de un panorama esperanzador a un escenario de profunda

desolación.

Manteniendo la tendencia de las dos últimas décadas, a principios de 2013 Baleares sigue

siendo la comunidad del estado español con un mayor porcentaje de población extranjera,

representando un 20,1 % respecto al total de la población balear6, frente a un 11,7 de la media

estatal. Aún a pesar de este alto porcentaje cabe tener en cuenta que a comienzos de 2013 residían

5 Con el Real Decreto-ley 8/2010 anteriormente mencionado, se procedió a un recorte del gasto público social por valor de unos 15.000 millones de euros. Entre las partidas recortadas se aplicó una reducción media del 5% del sueldo de los trabajadores públicos. Otra de las medidas fue la eliminación del cheque-bebé y la congelación de las pensiones (excepto las pensiones mínimas y no contributivas). 6 Avance de resultados del Padrón Municipal. Instituto Nacional de Estadística (INE). 22 de abril de 2013

7

en Islas Baleares un total de 223.605 personas de otros países7, frente a las 242.570 de un año

antes. Se trata de un descenso del 7,8 por ciento, el más alto de todo el Estado entre ciudadanos

extranjeros. Los extranjeros que más han reducido su presencia en Baleares son, en primer lugar

los ciudadanos de la Unión Europea, seguido del colectivo de latinoamericanos, con cerca de

4.500 menos que hace un año.

Con respecto a la política migratoria, es importante reseñar que en el caso concreto de

Baleares se habían dado avances muy importantes en la materia. Como ejemplos de ello puede

citarse la existencia en 2005 de una consejería específica de inmigración, de servicios específicos

de orientación laboral para personas inmigrantes, así como el hecho de que las personas en

situación irregular podían acceder a determinadas acciones de formación. La atención a

inmigrantes se venía realizando tanto a partir de dispositivos normalizados como específicos,

como las Oficinas de Información, Orientación y Asesoramiento a Inmigrantes (OFIM), que aún

continúan funcionando hoy en día y constituyen instrumentos válidos para favorecer los procesos

de integración de las personas inmigrantes en el territorio concreto de Baleares.

Podría afirmase con ello que en los últimos años y hasta el inicio de la actual legislatura,

en las islas se ha venido facilitando a la población inmigrante un acceso bastante normalizado al

conjunto de prestaciones dirigidas a la población general, y al mismo tiempo se ha ido dotando

también al sistema de una serie de recursos específicos de apoyo a la integración de las personas

inmigrantes desde la consideración de la existencia de dificultades particulares que afectan citado

colectivo.

Es sin embargo a partir de mediados del año 2011, con la llegada al conjunto de

instituciones públicas de gobiernos conservadores, cuando se producen cambios importantes en

esta situación y los avances que se habían ido dando en esta materia han ido desapareciendo

rápidamente.

Las distintas medidas legislativas aprobadas desde el gobierno del estado y aplicadas al

conjunto del territorio español tienen claras repercusiones en el acceso a derechos y prestaciones

en cada uno de los ámbitos de protección social. Reseñamos a continuación los aspectos más

significativos y su especial incidencia en el territorio balear.

7 Entre el colectivo de extranjeros, los que disponen de más población en el Archipiélago son los procedentes de la Unión Europa (118.574). Por países de origen, Alemania, con 29.934 habitantes, se sitúa a la cabeza. Le siguen Marruecos (24.473), Reino Unido (21.918), Italia (17.443), Rumanía (13.697), Ecuador (9132), Argentina (8369) y Colombia (7.823). Los municipios de las Islas con un mayor porcentaje de población extranjera son aquellos de entre 50.001 y 100.000 habitantes, en los que se concentran el 32 % de ciudadanos extranjeros.

8

3.1. Medidas y repercusiones en el ámbito sanitario

Una de las medidas adoptadas por el gobierno central para reducir costes y que tiene

como víctimas a los inmigrantes en situación administrativa irregular es su exclusión de la

asistencia sanitaria normalizada8. Si hasta ahora era suficiente con estar empadronado para

disponer de la tarjeta sanitaria, a partir del cambio reglamentario se exige la residencia legal, es

decir, tener permiso de residencia en vigor y tener a los familiares directos también regularizados.

Los que se hallen en situación administrativa irregular, solo podrán ser atendidos en urgencias, y

se respeta la garantía de asistencia básica a menores y mujeres embarazadas. Una medida que tira

por tierra los avances en materia de atención a la salud conseguidos a partir de la aprobación de la

ley 4/2000 de derechos y libertades de las personas extranjeras en España.

Baleares se encuentra entre las 9 comunidades autónomas que aplican a rajatabla el Real

Decreto Ley 16/2012 del gobierno central. Además de afectar ello especialmente a personas con

enfermedades crónicas, puede también - como ya han indicado diversos expertos -, afectar a la

sanidad pública por la no detección de enfermedades contagiosas, con especial riesgo en cuanto a

la dificultad de prevención de enfermedades de transmisión sexual. Tal y como ha denunciado la

entidad Médicos del Mundo, en Baleares además, se iniciaron una serie de prácticas que

restringen el acceso a la salud de las personas inmigrantes antes de la entrada en vigor de la

normativa: retirada de las tarjetas sanitarias próximas a caducar, paralización de la emisión de

nuevas tarjetas facturación de la atención personas extranjeras con derecho a asistencia según el

propio Real Decreto, casos de inasistencia a menores, casos de facturación por asistencia al parto,

ausencia de asistencia farmacológica a personas con enfermas crónicas, falta de asistencia

farmacológica por patologías severas, entre otras medidas como la reducción del número de

mediadores interculturales adscritos a los hospitales.

3.2. Medidas y repercusiones en el ámbito Educativo

Si bien la legislación sobre extranjería establece el derecho de los menores inmigrantes a la

educación, ello no resulta suficiente para garantizar que esta se realice en igualdad de condiciones

con respecto a los autóctonos, lo que se traduce en peores resultados académicos y en mayores

probabilidades de abandonar antes los estudios, con las repercusiones que esto tiene en el acceso

al mercado de trabajo (Moreno Fuentes y Bruquetas Callejo. 2011).

8 Según datos del Ministerio de Trabajo esta medida puede afectar aproximadamente a medio millón de personas.

9

La realidad de la situación actual muestra que los recortes adoptados por las

administraciones en materia educativa muestran un camino muy distinto al recomendado por el

Plan Estratégico de Ciudadanía e Integración 2011-2014 español (intensificar la educación en valores,

desarrollo de programas de integración y convivencia; desarrollo de programas de acogida y

planes de convivencia escolar, programas de mediación social intercultural…) Los recortes en

materia educativa en España afectan a las inversiones, al gasto de funcionamiento y muy

especialmente a los gastos de personal, lo cual supone: la reducción de un 14,4 % de gasto en

política educativa que se traduce en un recorte de 2.600 millones de euros; una pérdida de 62.000

trabajadores en el sector educativo mayoritariamente público; la reducción de la partida de becas

y ayudas en un 3,8 por ciento; el recorte de 7 millones de euros en la partida de becas para libros

de texto; el incremento en un 20 por ciento en la ratio de alumnos por clase; el aumento del

número de horas lectivas del personal; la suspensión de la obligación de ofertar dos modalidades

de bachillerato; la no cobertura de bajas inferiores a diez días.

Todos estos recortes afectan especialmente a alumnado con mayores necesidades

educativas, o a aquellos cuyo núcleo familiar vive situaciones de precariedad que no les permite

suministrarse otro tipo de apoyos.

Sumadas a estas medidas estatales, el ejecutivo autonómico balear pone en marcha

medidas complementarias como la eliminación del Programa de Acogida, Integración y Refuerzo

Educativo para inmigrantes recién llegados (PAIRE), la reducción de las ayudas de comedor o en becas

para libros y en subvenciones para la realización de las actividades extraescolares o la reducción

de la oferta de cursos de Catalán para personas extranjeras.

3.3. Medidas y repercusiones en el ámbito Laboral

El impacto de la crisis sobre el empleo afecta en mayor medida a la población inmigrante,

lo cual se demuestra con la existencia de tasas muy superiores de desempleo en este colectivo, tal

y como se ha apuntado anteriormente en referencia a datos aportado por la EPA. Entre las

causas de dicha situación cabe destacar, la concentración de la población extrajera en sectores

laborales más afectados por la crisis como la construcción y los servicios.

Además de la ausencia de ingresos que conlleva la pérdida del trabajo, en el caso de los

extranjeros la pérdida de empleo supone también consecuencias directas para la renovación de las

autorizaciones de residencia ya que nuestra legislación de extranjería, resultado de un modelo

migratorio basado en el mercado laboral, renueva los permisos de residencia y trabajo sólo en la

medida en que la persona inmigrante ha cotizado a la Seguridad Social. Con ello, y una vez que la

10

persona inmigrante no dispone siquiera de prestaciones de desempleo, se cae en situación de

irregularidad administrativa, aumentando los riesgos de explotación y precarización laboral al

verse obligados a trabajar en la economía sumergida para poder subsistir. En definitiva una

pérdida de derechos en cadena que impide además el acceso a prestaciones tanto contributivas

como asistenciales como la Renta Mínima de Inserción (RMI), y la pérdida del derecho a iniciar

procesos de reagrupación familiar, con lo que se desprovee a la persona extranjera, además, de

redes primarias de apoyo.

En Baleares, la eliminación de las figuras de los Orientadores Laborales y Agentes de

Desarrollo Local contratados a través del Servicio de Ocupación de las Islas Baleares (SOIB) contribuye

a dificultar a la formación profesional y la cualificación necesaria para que las personas

extranjeras accedan a nuevos sectores de ocupación.

3.4. Medidas y repercusiones en el ámbito de los Servicios Sociales

En el ámbito de los Servicios Sociales, las medidas de mayor impacto parece ser que están

aún por llegar, pero se las espera con la anunciada reforma de la administración local9 que en su

exposición pretende suprimir las 3.725 entidades locales menores existentes y eliminar las

mancomunidades cuya sostenibilidad financiera no esté asegurada mientras que sus competencias

pasarán a ser ejercidas por las Diputaciones provinciales. Respecto a los Servicios Sociales, el

Anteproyecto de Ley pretende su eliminación o privatización en 7.741 de los 8.116

ayuntamientos que hay en España, es decir, aquellos que tienen menos de 20.000 habitantes y

que representan, por otra parte, el 95% del total de corporaciones.

Según los datos aportados por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad en la

memoria del Plan concertado para la Prestaciones Sociales Básicas (PPB) correspondiente al

periodo 2010-2011, en los servicios sociales municipales trabajan actualmente cerca de 50.000

personas y cada año, siete millones de ciudadanos se benefician de ellos. De forma que con la

eliminación de los servicios sociales en los municipios de menos de 20.000 habitantes se

condenará a la marginación a las zonas rurales toda vez que en ellas los servicios sociales no solo

cumplen una función social y solidaria sino que además, son un elemento que favorece la

permanencia de los habitantes en el territorio. Pero además, también los grandes municipios se

verán afectados a través de una drástica reducción de las competencias en políticas sociales

obviando lo que vienen destacando todos los expertos en las últimas décadas: la importancia y el

9 Anteproyecto de ley para la Racionalización y Sostenibilidad de la Administración. Consejo de Ministros, 15 de febrero de 2013.

11

liderazgo que debe ejercerse desde la administración local en esta materia por ser la más cercana

al ciudadano y las mayores facilidades de organización para adaptarse a las necesidades de la

población desde un mejor y más cercano conocimiento de las mismas.

En Baleares, las medidas concretas de reducción del Sistema Público de Servicios Sociales

(SPSS) no se ha hecho esperar, y esta se está llevando a cabo a través de: la reducción del

presupuesto de la RMI y la modificación de los requisitos para acceder a la RMI a las personas

extranjeras en situación irregular; la eliminación del servicio de Teletraducción a Víctimas de Violencia

de Género, dependiente del Instituto Balear de la Mujer (IBD); la suspensión del Fondo Estatal para la

Integración de las personas Inmigrantes del cual dependen la mayoría de contrataciones y subvenciones

para Entidades Locales y ONG’s, para la atención a la población inmigrante a través de la

contratación de profesionales especializados, programas de formación y programas de

sensibilización e inserción.

3.5. Medidas y repercusiones en otros ámbitos y prestaciones

Llama la atención constatar que, junto a las citadas medidas de recorte del gasto público,

se han visto reforzadas sin embargo otro tipo de acciones como la referida al Programa de Retorno

Voluntario10 destinando el Gobierno entre 2,4 y 6,9 millones de euros a dichos programas de

retorno voluntario de personas inmigrantes, solicitantes de asilo o personas que gocen de alguna

protección internacional, con el objetivo de propiciar "una reintegración positiva en el país de origen" y

con el compromiso de estos de no retornar a España en el plazo de tres años a partir del

momento de su salida para realizar una actividad lucrativa o profesional por cuenta propia o

ajena.

En Baleares, también resultan llamativas algunas medidas como el aumento de la

dotación presupuestaria para la ejecución de las expulsiones. Al mismo tiempo se ha producido

un retraso considerable en la tramitación de los expedientes en la Oficina de Extranjeros, se han

modificado las condiciones para la Reagrupación Familiar de ascendentes mayores de 65 años y

se ha aprobado un aumento de las cuantías de ingresos para poder solicitar la reagrupación

familiar de hijos y cónyuge, junto a la supresión de los convenios con programas de mediación de

alquiler de viviendas.

Los efectos de algunas de las citadas medidas quedan reflejados en la memoria de Caritas

Mallorca 2011, que destaca que el 67,1% de las personas atendidas en esta entidad son de

10 Resolución de 20 de marzo de 2013, de la Dirección General de Migraciones, por la que se convocan subvenciones para programas de retorno voluntario de personas inmigrantes (BOE, núm. 78, 1 de abril de 2013)

12

nacionalidad extracomunitaria. En muchos casos, se trata de familias inmigrantes que se

encontraban en situación regular y que debido a la pérdida del trabajo durante un largo periodo

de tiempo, han perdido también la situación de regularidad administrativa, y en bastantes de estos

casos, la pérdida de ingresos ha supuesto también la pérdida de la vivienda. La citada memoria

resalta como significativo el caso de los hombres inmigrantes, mayoritariamente nigerianos y

senegaleses, jóvenes y muchos de ellos con cargas familiares en sus países de origen, en situación

administrativa irregular y con muy pocas posibilidades de obtener la regularización debido a la

ausencia de ofertas de empleo.

4. Apuntando conclusiones acerca de las políticas sociales y los

procesos de integración de las personas inmigrantes: efectos en los niveles

de cohesión social

La complejidad del fenómeno migratorio y lo acelerado de los cambios en las políticas

sociales que se están produciendo actualmente en la mayoría de las sociedades occidentales y de

manera particular en España, no permite en este momento llegar a conclusiones rigurosas que

permitan señalar de manera clara los efectos que estos tendrán sobre los procesos de integración

de los inmigrantes en un futuro.

No obstante, sí es posible a partir de la identificación de las distintas tendencias, señalar

los posibles efectos de las mismas tanto en relación a los procesos de integración de la población

inmigrante como para la sociedad de acogida en su conjunto.

Las cuestiones que nos planteamos a este respecto tienen que ver con las dificultades para

avanzar en un modelo de integración cuando está claramente limitada la estabilidad laboral y

jurídica de las personas extranjeras y cuando la convivencia social se hace cada vez más difícil en

un contexto de progresiva marginación respecto a los derechos de ciudadanía de determinados

grupos dentro de un mismo territorio. Nos preguntamos entonces cómo afectará todo ello a la

identidad de los individuos, entendiendo que esta siempre es percibida en el encuentro con el

otro -el otro individual, pero también el otro institucional- cuando esta se ve confrontada por

actitudes de rechazo.

Considerando, por tanto, los elementos presentes que contribuyen a aumentar el riesgo de

exclusión de las personas inmigrantes así como el riesgo de alteración de la convivencia y la

cohesión social, destacamos las siguientes conclusiones preliminares:

13

4.1. La escalada de recortes sociales disminuye la igualdad de oportunidades,

genera un marco de desigualdad creciente y dificulta los procesos de integración

Resulta evidente que las familias inmigrantes lo tienen hoy más difícil que hace una

década, y sus dificultades actuales de acomodación así como las actitudes de rechazo que

perciben, pueden tener consecuencias en un futuro próximo. Pero además, las dificultades

actuales de los adultos, no pasarán desapercibidas por sus hijos e influirán indudablemente en

ellos.

Con las medidas de reducción en las políticas generales y la generación de una estructura

de oportunidades desigual algunas cuestiones trascendentales, como el éxito educativo, será

mucho más difícil de conseguir entre los colectivos más vulnerables y con mayores dificultades,

que verán mediatizada de forma muy negativa su futura inserción laboral, y como consecuencia

su posición social. Y esta posición social influye también en los sentimientos de pertenencia e

identificación con la sociedad de acogida.

Otras dificultades como la adquisición de la lengua, las dificultades para acceder al

mercado de trabajo y la inestabilidad jurídica que determina el marco normativo, condicionan los

procesos de integración y pueden convertir a las personas inmigrantes en una subclase

socialmente marginada y dependiente de las instituciones del Estado.

Si la persona inmigrante precisa dotar de sentido su presencia entre nosotros, el hecho de

cercenar o dificultar el acceso y la igualdad en el ejercicio de determinados derechos en distintos

ámbitos conducirá probablemente a que la persona se sienta en riesgo, “en tierra de nadie”, lo que

facilitará su camino hacia procesos de exclusión social.

Las políticas sociales constituyen un elemento fundamental para la cohesión social, y al

verse estas tan gravemente modificadas en un contexto como el actual sin duda redundará en una

profundización en la desigualdad, a la vez que se está contribuyendo de manera acelerada a la

formación de una sociedad dual.

En el caso español, donde el fenómeno migratorio puede calificarse aún como reciente, la

mayoría de los inmigrantes se han ido adaptando hasta ahora al hecho de ocupar los sectores

laborales en las condiciones más duras de nuestro mercado laboral, en trabajos precarios, mal

pagados y poco valorados socialmente. Sin embargo, cabe preguntarse si los hijos de los

inmigrantes que han nacido aquí o han crecido entre nosotros, aceptarán ocupar el mismo status

social con resignación, conocedores de que no han disfrutados de las mismas oportunidades que

los nacionales y que han crecido en un contexto que los discrimina en función de su origen o de

la situación jurídica y social en que los coloca el origen de sus progenitores.

14

4.2. Estigmatización de grupos sociales que comparten un mismo territorio

Los discursos que ofrecen únicamente una visión negativa y estereotipada del fenómeno

migratorio, legitiman respuestas institucionales que favorecen la exclusión de las personas

inmigrantes de determinados derechos, contribuyendo a la estigmatización de un sector de la

población con el cual se comparte un mismo territorio.

Esto representa un cuestionamiento de la ciudadanía, entendida como la privación del

ejercicio de los derechos humanos fundamentales. La globalización y el multiculturalismo que, de

modo irreversible, caracteriza a nuestras sociedades, debe también contemplar entre sus objetivos

la integración del conjunto de ciudadanos que comparten un mismo territorio y dicho objetivo

resulta inalcanzable con medidas que significan segmentación y estratificación social. Puesto que

la diversidad de nuestras sociedades es inevitable, enfrentarse a ello con hostilidad posibilita

sentar las bases para la aparición de nuevos problemas o para el agravamiento de los ya existentes,

como puede ser la competencia entre distintos grupos que se hallan en contextos de

multiculturalidad. En cualquier caso, las respuestas que ofrecen los gobiernos en esta materia,

representan de algún modo, posicionamientos a través de los cuales se va definiendo la sociedad

con respecto a la inmigración.

4.3. Marco de competencia por los recursos sociales y riesgo de actitudes y

comportamientos xenófobos

La posibilidad de que se incremente el rechazo que determinados sectores de población

autóctona manifiesta ya hacia la población inmigrante resulta evidente, y con ello también

aumenta el riesgo de alteración de la convivencia en un escenario percibido como de clara

competencia entre distintos sectores de población por unos recursos sociales cada vez más

escasos. Las mayores dificultades creadas para el acceso a necesidades básicas de colectivos

vulnerables, como el que representa el colectivo inmigrante, suponen un elemento más a añadir

al conjunto de ingredientes que dificultan de manera notable los procesos de integración.

El aumento generalizado del paro, un volumen considerable de inmigración en Europa, la

percepción de competencia por parte de algunos sectores de población en relación al acceso a

unos recursos cada vez más escasos en un contexto de recesión económica y de

desmantelamiento del Estado del Bienestar, ha generado un clima propicio para la extensión de

los discursos xenófobos heredados de épocas fascistas. Los inmigrantes son así presentados

como una carga y un problema -ligado a cuestiones de inseguridad ciudadana- y se opta desde

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estas posiciones por ofrecer respuestas populistas y simples para resolver situaciones que resultan

ser de una gran complejidad.

Es el caso de la emergencia de partidos de ultraderecha en Europa, caracterizados todos

ellos por la exaltación de la xenofobia y el rechazo “al diferente”. Esta situación, que se inició a

finales de la década de los 80 en países como Francia con el Frente Nacional o con la Unión por el

Futuro (BZÖ), que llegó a ser la segunda fuerza más votada en Austria, y ha continuado en los

años posteriores con la Liga Norte en Italia11 o el Partido de la Libertad en Holanda, se ha visto

agudizada en el actual periodo de crisis. Sirva como ejemplo el caso de Grecia, donde el partido

de extrema derecha Amanecer Dorado, ha llegado a pedir12 “la reinstauración de la pena de muerte en el

país para los inmigrantes culpables de crímenes violentos” argumentando que “inmigrantes asesinos han

transformado el país en una selva” y solicitando “que la policía tenga permiso para emplear armamento militar

con el que combatir a las bandas criminales de inmigrantes fuertemente armadas”. Conviene no olvidar que

el partido Amanecer Dorado obtuvo 21 diputados en el Parlamento griego en 2012 gracias al apoyo

de casi el 7 % de los votantes, muy probablemente provenientes, gran parte de ellos, de las clases

trabajadoras.

El auge de este tipo de partidos en Europa y con la crisis económica de fondo ha

supuesto como era de esperar, un endurecimiento de las políticas de inmigración: ha sucedido en

el caso del Reino Unido, con el endurecimiento del acceso para los inmigrantes a las prestaciones

sociales o en Francia anteriormente, con el endurecimiento también de las condiciones de acogida

de personas extranjeras en el año 2011 por parte del gobierno de Sarkozy, del cual cabe también

recordar las expulsiones de gitanos rumanos en el verano de 2010, y también en España, con la

exclusión de los inmigrantes en situación irregular del Sistema Nacional de Salud (.SNS)

4.4. Escasa contribución desde las políticas sociales actuales a la creación de

vínculos identitarios de las personas inmigrantes con el entorno de acogida, con claro

riesgo de alteración de la convivencia

Es precisamente en la interrelación entre autóctonos e inmigrantes, donde se modela la

identidad y con ello las respuestas y conductas que se irán dando en el futuro. ¿Cómo se irán

construyendo estas respuestas si la percepción de determinados colectivos es de marginación o

11 La Liga Norte, propuso atajar la inmigración ilegal calificándola de delito castigado con penas de prisión de entre uno y cuatro años, y en el año 2011 el ejecutivo de Berlusconi instauró la obligatoriedad del examen de italiano para renovar los permisos de residencia y el visado por puntos para todos los inmigrantes, ampliando de seis a 18 meses el plazo máximo de retención a ciudadanos extranjeros en los centros de expulsión. 12 En Publico.es de 30 de marzo de 2013.

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discriminación? ¿Cuáles serán las estrategias y decisiones de las personas que perciban un entorno

como conflictivo?

La reivindicación y expresión de pertenencia a un grupo desfavorecido puede

manifestarse de muchas maneras, y una de ellas es con actitudes de hostilidad hacia el entorno.

Las actitudes de rechazo conducen no solo a conflictos de identidad entre las personas

inmigrantes, sino que también llevan a la conflictividad social.

Si la pertenencia a una determinada comunidad se realiza fundamentalmente a través de

vínculos identitarios que es necesario cultivar, en relación a ello adquieren especial importancia la

igualdad en derechos y deberes, debiendo estos recoger: los referidos a la salud, la educación, el

acceso al trabajo y a la vivienda, y en el caso concreto de las personas inmigrantes además, el

reconocimiento del derecho pleno a la reagrupación familiar sin que se haga de ello un

instrumento más de la política migratoria. El respeto por los derechos individuales constituye sin

duda, un instrumento importante sobre el que construir la convivencia en la diversidad, y en todo

ello hay una responsabilidad pública de los gobiernos que debe ser exigible por parte de los

ciudadanos, entre otras razones, porque también la sociedad civil ostenta determinadas

responsabilidades públicas.

Con las medidas actuales de limitación de derechos, se dificulta la formación de

sentimientos de pertenencia y de identificación con la sociedad receptora, favoreciéndose la

generación de actitudes defensivas por parte de las personas inmigrantes frente a la percepción de

discriminación o rechazo. En este escenario se ven disminuidas al mismo tiempo las posibilidades

de establecimiento de vínculos con miembros de la sociedad de acogida que resultan

imprescindibles para favorecer los procesos de integración.

4.5. Ausencia de políticas claras y gestión “cortoplacista” del fenómeno migratorio

La habitual mirada “cortoplacista” de los responsables políticos parece olvidar lo que

debería ser una preocupación por el devenir futuro de la sociedad en relación a la gestión del

fenómeno migratorio, puesto que lo que se está poniendo en juego, más allá de medidas y

acciones concretas, es un modelo de sociedad y un modelo de integración.

Hace ya más de dos décadas la propia Comisión europea manifestaba en uno de sus

informes que “no habría paz social en Europa si no se solucionaba la buena integración de los inmigrantes”13,

y eso actualmente parece haberse olvidado. Del mismo modo que parecen haber pasado al olvido

13 Informe final sobre las “Recomendaciones y Propuestas a los Responsables en las Relaciones Intercomunitarias e Interétnicas en Europa”, núm. 2, Estrasburgo. Consejo de Europa, 1991.

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otras situaciones más recientes como las revueltas de años atrás en Francia protagonizadas por

los jóvenes franceses hijos de familias inmigrantes y que deberían servirnos para reflexionar

acerca de las condiciones en que se desarrollará la segunda generación de inmigrantes en España

y cómo influirán en ella las medidas que se están tomando en la actualidad. ¿Cuál es el entorno y

el contexto en el cual están creciendo los hijos de las familias de inmigrantes y cómo afectará el

mismo a la vinculación emocional de estos con nuestro país? ¿Podemos ser optimistas con

respecto a sus logros futuros si se consolida un contexto de discriminación? ¿Cuál será su nivel de

integración y cómo responderán estos jóvenes a ello?

5. Algunas propuestas y consideraciones para la mejora de los

procesos de integración en contextos de crisis

Resulta evidente que la complejidad del fenómeno migratorio, más aún en el actual

contexto de crisis, no permite aventurar “fórmulas o recetas mágicas” al respecto, pero si en cualquier

caso es posible realizar algunas consideraciones que deben considerarse como propuestas para

mejorar la integración de las personas inmigrantes y el marco de convivencia en situaciones tan

particulares como la actual:

• Trabajar en la línea de ofrecer una mayor garantía de derechos, entendiendo que

con ello se favorece la integración social: por todo lo expuesto hasta ahora, deben

ampliarse al conjunto de personas que residen en un mismo territorio los derechos

básicos que resultan fundamentales en la vida de las personas, independientemente de la

situación administrativa, evitando la estigmatización y la generación de grupos excluidos

socialmente.

• Generar espacios para el encuentro que debiliten la estigmatización de

determinados grupos: deben dedicarse esfuerzos en crear espacios para el encuentro

común entre las distintas culturas que comparten el territorio y desde la comprensión

definitiva que los procesos de integración son de doble sentido, entre inmigrantes y

población autóctona.

• Adoptar medidas de refuerzo para evitar abusos y situaciones de explotación de

las personas inmigrantes: es importante poner en marcha de una serie de medidas que

desde un enfoque preventivo actúen para evitar el abuso y explotación de los trabajadores

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inmigrantes que se dan en contextos que favorecen el trabajo irregular14, no únicamente

por la explotación que representan sino por las consecuencias futuras respectos a la

limitación en el acceso a prestaciones. Este tipo de actividades laborales han tenido, y aún

tienen, una extraordinaria importancia en la consolidación del fenómeno migratorio de las

Baleares, actuando por una parte como elemento de atracción y como factor favorecedor

de conflictividad social por otra.

• Desarrollar estrategias que favorezcan los procesos de integración de las personas

inmigrantes eliminando las políticas asistencialistas: El objetivo de la integración

no debe entenderse en términos de solidaridad, porque como señalan Laparra y Cachón

(2009), la inmigración es entonces solo percibida en términos de costes, olvidando los

beneficios que para el conjunto de la sociedad y a distintos niveles esta misma representa.

La exclusión social es el resultado de las condiciones de un contexto caracterizado, entre

otros factores, por el debilitamiento de la protección social, la inestabilidad jurídica, la

existencia de áreas marginales, es decir, es entendida como un fenómeno multicausal que

necesita intervenciones integrales, desde los distintos sistemas de protección. La atención

de las personas inmigrantes prácticamente en exclusiva desde los Servicios Sociales le

otorga un cierto carácter de marginalidad.

• Procurar el fortalecimiento de las redes sociales, imprescindible en un contexto

donde las necesidades superan a los recursos: La administración por si sola ha

demostrado ser incapaz de resolver problemáticas sociales complejas que afectan a

distintos actores y a diferentes ámbitos. Deben crearse canales que favorezcan

participación social, especialmente importante en el contexto local, sin olvidar que la

responsabilidad principal recae en la administración.

• Desarrollo de planes de actuación con enfoque comunitario y la participación

conjunta entre los distintos agentes: Evitar las medidas aisladas y plantear respuestas

globales que incluyan a los distintos agentes con capacidad de generar cambios. Insistir en

cualquier caso, en el liderazgo que debe ejercer, especialmente, la administración local.

Es cierto que la intensidad en el volumen de llegadas al territorio español en un periodo

muy corto de tiempo ha sido de tal magnitud que ha planteado no pocos retos en ámbitos como

el educativo, el sanitario, el de la propia convivencia en la comunidad. Sin embargo, puede decirse

14 La economía sumergida en España, estimada por la OCDE en el 20% del PIB, era preexistente a la llegada de la inmigración.

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que tanto en el territorio concreto de Illes Balears como en el conjunto del estado, se han

conseguido avances muy significativos respecto a la integración social y la convivencia. El

contexto actual pone en grave riesgo estos avances y con ello los niveles conseguidos de cohesión

social. Sólo por esta razón se hace imprescindible que tanto las instituciones públicas como la

ciudadanía en su conjunto, articulen mecanismos urgentes para revertir esta tendencia.

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Integración para los años 2011-2014.