Glave Luis Miguel - La Quintrala e Chile. Sociedad Colonial Imaginacion Colectiva y Mujeres Extraordinarias

  • Upload
    paulina

  • View
    221

  • Download
    1

Embed Size (px)

Citation preview

  • 8/16/2019 Glave Luis Miguel - La Quintrala e Chile. Sociedad Colonial Imaginacion Colectiva y Mujeres Extraordinarias

    1/17

  • 8/16/2019 Glave Luis Miguel - La Quintrala e Chile. Sociedad Colonial Imaginacion Colectiva y Mujeres Extraordinarias

    2/17

    REVlsrA

    pE

    HrsroRlA

    ocrAL

    y pE

    LAs

    MENTALTDADEs

    o3,

    TNVTERNo

    999,

    pp.

    9l

    -206.

    LA

    QUINTRALA

    DE

    CHILE

    SOCIEDAD

    COLONIAL,

    IMAGINACION

    COLECTTVA

    Y

    MUJERES

    EXTRAORDINARIAS

    LUISMIGUELGI-AVE

    INTRODUCCIóN'

    P¡nvÍr¡s¡v¡

    TNICIAR

    staspíginas

    con

    un

    testimonio

    personal,

    en

    mucho

    responsable

    e

    ellasy

    también.de

    u argumentación

    nterpretariva.

    os

    viejos

    libros

    rondaron

    mi

    curiosidad

    durante

    muchos

    años.

    Tal

    ue,

    fu.ron

    los pririre-

    rosque

    vi

    en

    una

    biblioteca.

    astaque

    poco

    a

    poco

    esta

    e

    convirtió

    en

    a

    mía.

    Ambos

    tenían

    dibujada,

    de

    distinta

    manera,

    a una

    mujer

    en Ia

    cubierta

    de

    la

    tapay parecíannovelas,de las quemi madreacostumbiaba leercon fiuición

    y

    conservaba

    on

    sobrio

    cariño.

    Hube

    de

    limpiar

    la

    biblioteca

    cuando

    se

    fue

    haciendo

    mía.

    No

    sin

    (ahora

    conocidos)

    amentables

    rrores,

    me deshice

    de lo

    que por

    entonces

    onsideraba

    uperfluo,

    de

    manera

    que

    fuera

    reemplazado

    or

    lo

    central

    y

    lo

    conecto.

    Esos

    ibros

    de

    dibujos

    casi

    infantiles

    en

    la

    cubierta,

    invocando

    una

    mujer

    de

    novela,

    ntre

    mágica,

    ruely

    de

    elegancia

    ensual,

    eran

    seguros

    candidatos

    a la

    eliminación

    nquisitorial

    de una

    arrogante

    gno_

    rancia

    naugural.2

    ero

    nunca

    me pude

    deshacer

    e

    ellos.

    Eran

    ibros

    acerca

    e

    un

    mismo

    personaje

    e nombre

    lamativo

    e intrigante.

    no de ellos, irmadopor un hombrede apellidogualmente

    onoro,

    Viiuña

    Mackenna,

    e quien

    un

    escolar

    imeño

    debía

    aber

    scuchado

    lgo

    en

    alguna

    lase

    e historia

    .rp..to

    a la

    guerra

    con

    Chile.

    No

    los

    eché y

    los

    fui

    coiservando

    con

    mayor

    aprecloJ

    aunque

    unca

    os

    eía

    másallá

    de

    a

    cubierta

    alguna

    eña

    ndicial.

    Se troca_

    ron

    de

    candidatos

    l

    deshecho

    n

    tesoros

    rometidos

    ara

    alguna

    vez...

    Este

    rabajo

    ue

    posible

    gracias

    a

    una

    beca

    concebida

    por

    la

    John

    Sirnon

    Guggenhein

    Y,:T::lll,f^":lll,lll: ayi:-

    expresar

    iagradecimienton, _.unii,".,upoyo,

    m¡s nvesttgacrone\obre istoria

    olonirl

    andina.

    Se

    trataba_

    e los

    de:

    Benjamín

    Vicuña

    Mackenna,

    L

  • 8/16/2019 Glave Luis Miguel - La Quintrala e Chile. Sociedad Colonial Imaginacion Colectiva y Mujeres Extraordinarias

    3/17

    Sociedadcolonial,

    imaginarios coleclivos

    y

    mujeres

    Mucho tiempo

    después, n mis estudiosacerca

    de la historia social,de

    la Colonia,

    me fui

    percatando

    del carácter

    iterario de muchos de

    los

    docu-

    mentos

    que

    con esmero

    por

    años

    ui recopilando, omo solemnes

    estimonios

    de

    la verdad

    que

    me enseñaron

    buscar.Más

    que

    desecharlos

    omo

    puede

    haberhechocon aquellos

    ibros de mi madre,mi curiosidad

    me llevó

    por

    de-

    roteros

    inesperados e

    la investigación.

    ¿Por

    qué

    no leerloscon la misma se-

    riedadcon

    la

    que

    encaramos

    os

    "datos", pero

    con la libertad de saberlos am-

    bién

    parte de as ficciones an

    realescomo los

    personajes

    ue

    os engendraron,

    y que

    son,

    a fin de cuenta,

    os

    que queremos

    onocer?

    Así fue como llegué a una

    historiade novela.

    La de JuanRecio de Le-

    ón: militar, aventurero,

    uncionario,

    procurador

    de

    indios

    y

    beneméritode las

    conquistasya sólo imaginarias- del siglo xvtl. Era testigode lasdificulta-

    des

    y

    del

    proceso

    que

    se encaró a

    propósito

    del

    poblamiento,el trabajo

    y

    la

    política

    ndiana del

    primer cuarto de aquel siglo.

    Terminó siendoun arbitrista

    y,

    por

    lo tanto, a la vez, un

    teórico

    y

    un

    literato del siglo xvll. Su discurso

    ite-

    rario era entonces

    anto documento

    de la historia

    económica omo

    muestrade

    las

    fantasías las aventuras

    e aquéllos

    que

    vieron un mundo en transforma-

    ción.3

    Al

    poco, cayeron en

    mis manos referenciasde

    un

    personaje

    desqui-

    ciante,Catalina

    de Erauso,

    a Monja Alférez.

    Mujer

    que

    "en

    hábito de

    varón",

    recorrió en fantásticas venturasgran partede América. Paraprobar que sin

    suscontemporáneos

    o supieran,ella

    habíasido un

    "é1"

    más ntrépido,

    varonil

    y

    fuerte

    que

    los

    "ellos", pidió

    al

    Recio

    que

    testificaraacerca

    de su

    participa-

    ción en

    las hazañas

    ue

    éstehabíacapitaneado.

    onfirmados

    susméritos,

    eci-

    bió un

    reconocimiento

    por

    la

    propia corona española.

    No estaba,

    pues,

    ante

    ningún

    evento, seres

    de came

    y huesocontaron

    cosas

    que

    con

    serenidadno

    puedensercalificada

    sino de

    nverosímiles4

    A entender

    a relaciónentre

    o real

    y

    lo imaginario,entre

    o histórico

    y

    lo literario,

    entre as

    formas de

    lo cultural

    y

    sus

    proyecciones n los imagina-

    rios, decidídedicaralgunosesfuerzos e investigación.Pero,¿porqué a fama

    acompañaba

    esamujer

    transgresora

    ue

    fue

    la Monja alférez?

    ¿Era

    el único

    caso emenino

    de transgresiónt

    Víctor M. Maúrtua, /a¡cio

    de límítes

    entre Perú

    y

    Bolivía.

    Prueba

    peruana,

    Barce-

    lona,

    Imprenta de

    Henrich

    y

    Comp.,l90ó,

    tomo vl:

    "Gobiemo

    de Alvarez

    Mal-

    donado

    y

    Laegui

    Urquiza".

    Las referencias

    ue

    usamos

    son de las

    pp.263-271' la

    Relaciónde

    los serviciosde

    Recio

    que formó el Consejode

    Indias.

    Ahora

    todo esto se

    puede

    ener

    Ba la mano en

    un solo volumenB

    en una

    pulcra edi-

    ción. Ver Rima de Vallbona, Vída i sucesosde la Monja Alférez,

    autobiogtafía

    atribuida

    a doña Catalina

    de Arauso,

    edición,

    ntroducción

    y

    notasde...,Tempe,

    Ari-

    zona,Center

    or Latin American

    Studies,

    Arizona State

    University,1992,

    p

    236.

    192

  • 8/16/2019 Glave Luis Miguel - La Quintrala e Chile. Sociedad Colonial Imaginacion Colectiva y Mujeres Extraordinarias

    4/17

    Luis Míguel

    Glave

    Mi búsqueda e llevó a

    pensar n un modelode

    nterpretación. uje-

    res

    que -para

    decirlo

    de manerasimplemente

    edundante-

    "existieron

    real-

    mente", e

    convirtieron n íconos, ímbolos,

    e unos maginarios

    ue ermina-

    ron encanando n

    historias acionales.

    igurashistóricas evenidas n

    perso-

    najes

    iterarios,cuyos atributos,exagerados

    presentados

    e

    manera

    que pare-

    cieran istorsiones,

    asconvirtieron

    n

    perversa

    dmiradas.s

    Al leer tantas afirmaciones

    elocuentes

    obre la fantásticamaneraen

    que

    una mujerdesafió

    odos os

    patrones

    e comportamiento

    n el siglo xvlr,

    recordaba

    as

    distintas

    maneras n

    asque el discursomisógino

    --de

    distintos

    grados y formas- traído desdeultramar

    y

    asumido en América, había

    pre-

    sentado las mujereq on

    poderes cultos,

    eligrosas

    esviaciones

    compro-

    badas ncapacidades.

    echiceras,

    ísticas,

    ero

    embusteras,as

    que

    a fin de

    cuentas eguían on a manzana emonio, ersiguiendoa "inocencia"mascu-

    lina.De ese ipo de afirmaciones

    stabalena a literatura olonial,

    la

    que

    a

    continuaba.6

    na travestiera

    una figura todavíamás abierta

    y

    altisonante.

    Co-

    mo ella,otrasexhibieron

    us

    pecados peligros,

    on

    grany

    notorioescándalo

    de as

    plumasmasculinas

    ue

    contribuyeron

    perpetuarlas

    n a memoria.

    Teníaen el repertorioigurasdiversas,

    ue

    siguieron la Monja Alfé-

    rez.7Casquivanasomo

    nésde Hinojosa n Tunja,endemoniadasomo

    Ma-

    ría del

    Prado

    o

    Maúa

    Centenos

    la

    minera del

    imaginario

    popular-

    en An-

    tioquía,

    místicasentre a herejía

    y

    la santidad omo

    Luisa Melgarejo

    y

    Maria-

    na de Jesús. ue entonces uerecordé quellos iejos ibros.La Quintrala a-

    bía

    pedido,

    desde ierrpo,

    su legítimo derechoa encabezar n elenco

    de tal

    envergadura.

    Sentadosrentea

    un televisor,os miembros e una

    amilia

    cualquiera

    en Chile

    veía

    a una

    mujer cabalgando n una verde

    pradera,

    asi del color de

    En la vasta iteratura

    que

    la figura de

    Catalina

    de Erausoha

    generado,

    n texto tiene

    una inter?retación

    que

    se emparentacon el

    programa

    que

    proponemos;

    ver de

    Stephanie

    Merrim, "Catalinade Erauso:From Ano¡naly o lcon"., en JavierCevallos-

    Candau

    y

    otros

    (ed.),

    Coded Encou,lrers,

    Writítlg,

    Cender,

    and Etlntíci¡ in

    Colonial

    ltttín America, Amherst,UniversityofMassachusetts ress,1994,pp. 177-205.

    Eni de Mesquita Samara, La mujer en la historiografía

    atinoameric¡na

    eciente",en

    JorgeNúñez Sánchez

    ed),

    Histortu ¿e a nnjer

    t

    lu

    tunília,

    Quito,

    Editora Nacional,

    1991,

    p.

    153-169.

    Los

    primeros

    trabajossobre este ema

    yl

    han sido

    publicados.

    Luis Miguel

    Glave,

    Cinco

    ntujeres

    y

    una

    llístotía

    ¡:

    cuhLo'a,Lima, Pontificia Universidad

    Católica del

    Perú,1995,

    p.

    89-l l5;

    "Sociedad

    oloni¡1, iscurso

    iterario imaginario

    olectivo;

    Inés

    de

    Hinojosa las nujeresextraordinarias",n MoisésLemlij

    y

    Luis Millones

    (eds.),

    Hístoriu, nenoría

    y

    Jíc<

    titt, Lima, Bibliotec¡ Peruana e Psicoanálisis,

    996,

    pp.320-335.

    La referencia la he tomado de una interesanteesis de maestría

    que prepara

    Neyla

    Casti l loEspitia.

    193

  • 8/16/2019 Glave Luis Miguel - La Quintrala e Chile. Sociedad Colonial Imaginacion Colectiva y Mujeres Extraordinarias

    5/17

    Sociedadcolonial, inngitnrios colectivos

    y

    nlujeres

    los

    ojosde a estrella. erminaba naserie e diez

    capítulos edicada la figu-

    ra

    de

    la

    Quintrala.

    Acaba

    de

    morir

    en

    el capítulo inal,

    pero

    os directores o

    terminaron on unaescena repuscular,inocon una íricay evocadora. íc-

    tima de su

    propio

    pacto

    demoniaco, nciana,

    urgando

    n vida sus

    pecados,

    Catalina de los

    Ríos, interpretada

    por

    la actriz TeresaFricke, terminaba

    sus

    días arrepentida.

    Raquel Argandoñahabíahechoel

    personaje

    n los añosmo-

    zos

    y

    adultos,

    n unjuegode escenasxplicativas

    la

    Quintrala,

    firmando

    ue

    no era a únicaencomenderaevera on

    os ndios,el énfasis n el

    criollismo

    de la fanrilia)

    y

    otro de tópicos

    que

    no se desprendían e una figura f'undada

    por a

    historiografía

    acional hilena el siglo xtx

    (ella

    echandoa imagen el

    Señorde Mayo porqueen su casano habíahombreque a pusieramalacara,

    ceremonia

    iabólica aciendo

    acto

    con Belcebú);odo,acompañadoon tra-

    masde novel

    (romance

    pasionado contradictorio

    on Juande Moya, nqui-

    na con MercedesMechado).

    La

    versiónde

    televisiónde Telmo Meléndez

    contócon a asesoría

    istórica

    e

    Armandode Ramón.

    Algunosde los televidentes

    e a seriedebían abervistoo escuchado

    acercade una

    película

    proyectada

    iempo atrás sobreel

    personaje.

    Según un

    cronista, l

    público

    a adoptó omo suya,

    haciendo l

    personaje

    ás

    popular.e

    Ya entonces irculaban

    ariasnovelas una constante creativa radición

    oral, y vendríanmás, unto con obra de teatro.Todas estas ormasde repre-

    sentación

    uvieronun éxito sólo explicable

    n la fuerzasimbólica

    popular

    del

    personaje.

    Catalina e

    los Ríos

    y

    Lisperguer,

    a

    Quintrala

    1603-1665),

    a sido

    una igura siempre

    resente

    n la tradición,

    a historia la literatura hilena.

    Su sobrenombre

    ienedel diminutivocatrala

    que

    se daba

    as

    Catalinas,

    e a

    recuerda

    omo una mujercruel,

    poderosa,

    orrupta.Casi

    por

    compasión e a

    piensa nferma, nicaexplicación

    e su sevicia.

    ue acusada e envenenar

    su

    padre,

    sesinar un amante

    a muchos

    ndiose indias, el ntentode asesi-

    natode

    un vicarioal

    quepersiguió on un cuchillo,de corrupcionesarias, e

    pasionesnconfesables,e abusos

    on los indios

    y

    los esclavos,

    ero,

    sobre

    todo, de bruja

    y demoníaca.Su

    figura enfermizahabría

    sido

    producto

    de un

    linaje comupto,

    ncuentro

    e sangres de

    desviacionesíquicas,

    onde as

    mujeres

    epresentaronn

    papel

    rucial.

    En el

    impacto

    permanente,

    ue

    en sucesivas

    eneraciones

    e chilenos

    ha tenido, a

    figura iteraria iene

    un origenhistórico.

    Desde a h istoriografía,

    la fuentebásica

    e las acusaciones

    iguesiendo

    un conjunto e cartas

    ue

    es-

    Joaquín

    EdrvardsBello, Ia

    Quüttrttlct,

    Po¡tale¡

    \

    algo

    arás,Santiago,Editorial Uni-

    versitrria. 969,

    . 125.

    t94

  • 8/16/2019 Glave Luis Miguel - La Quintrala e Chile. Sociedad Colonial Imaginacion Colectiva y Mujeres Extraordinarias

    6/17

    Luis Miguel Glavc

    cribiera

    n Obispo,Francisco e

    Salcedo algúnsucesor.lo l recopilador,

    n

    presbítero,

    ncluyó

    nteresantes

    resúmenes"

    e las cartas.En ellos,

    Catalina

    de los RíosLisperguer, lias a Quintrala, parece omo"ferozencomendera"

    actriz de

    "espeluznantes

    arraciones".En una nota,

    añade,

    por

    ejemplo:

    "Este

    hechovienea confirmarme

    másen la idea

    que

    as

    crueldadese la

    Quintrala

    eranefectode unaenf'ermedad,

    n

    que

    el torrnento, casionado or

    ella a sus

    semejantes,e

    producía

    na ntimacomplacencia,rincipahnente

    n los

    c¿rsos

    en

    que

    oshechos

    enían lguna azón e mpúd icos".

    El obispoacusador,

    n español n ticriollo,a

    denunció n 1633,

    esta-

    c¿rndoa conupción einante

    el nepotismo e las

    autoridadesel reino.El

    conflictose nició con el nombramiento

    el Dr. PedroMachado

    omo iscalde

    la Real Audiencia.Como muchosotros uncionarios e estaépoca,entabló

    rclaciones on los vecinos

    más

    poderosos,

    travésdel

    parentesco:

    u red se

    tejió casando dos

    sobrinas uyascon GasparTornás

    Calderón con

    Juan

    Ludolfo

    Lisperguer,

    rimo

    hermano

    de Catalinade los Ríos

    Lisperguer,a

    Quintrala.

    n mayode 1633,

    l Obispodenunció

    r-re

    a

    Quintrala

    su marido,

    Alonso

    de Carbajal,llmandaronmatar

    en susestancias"al

    parecer

    in cau-

    sa"- al vicariode a localidad.

    a zonaeraLa

    Ligua, erritorio ominado or'

    la

    lamilia de Catalina

    por

    ella en su momento,

    omo un feudomedieval.

    l

    ejecutordel intentode homicidio

    ue un cura agustino,

    mparentado

    on la

    Quintrala, n compañía e un negro,un indio y un mestizo.Denunciado l

    casono

    plocedió, or

    el

    poder

    de Catalina.Nótese

    l elenco

    que

    Salcedo

    re-

    senta n la

    escena: n frailecriollo

    de una ordenacusada

    e

    vínculos

    on los

    criollos

    poderosos,

    treshombres

    e asrazasmarginales

    subordinadas,os

    fantusmas

    e

    un ogrdo hapetón.

    En agosto el mismo

    año,el

    Obispoemprendeerozcrítica

    al

    poder

    de

    los oidores

    criollos,

    aconchavadoson los

    poderosos

    ocales.

    Su discurso e

    remitíahasta

    a

    guerra

    e Arauco,

    naherida

    abierta

    ue

    sangrabaa

    economía

    local: os gobemadores

    o contaban on recursos, asta uese creóel "situa-

    do"

    -fondos

    de a Real

    Hacienda ue

    seenviaban

    ara

    socorrer los guerre-

    ros-

    solucionandoas

    angustias conómicas.

    ero,

    reada a RealAudiencia,

    los

    oidores ranabusivos

    excesivos

    ara

    o

    pequeño

    e la sociedad.

    e en-

    grandecían

    on casos

    e

    poca

    montaque

    no

    ustificaban

    ussalarios.

    ompe-

    t0

    Estiin recopilarlas

    n Elías Liza¡¡a M.,

    Cclerción

    dc ck¡cuntantr¡sistórícrts.

    Recolti

    lodos

    dcl Ar

  • 8/16/2019 Glave Luis Miguel - La Quintrala e Chile. Sociedad Colonial Imaginacion Colectiva y Mujeres Extraordinarias

    7/17

    Sociedad 'oloniul, inLtgitnrios culect¡vos ntujeres

    tían entre los oidores

    y

    el

    presidente

    e la Audiencia, ormabanalianza

    para

    garantizar

    el nepotismo.

    No

    levabana los mestizos

    y

    "vagamundos"

    para

    la

    guerra-{omo antes con los gobernadores- sino que amparaban ombres

    perversos racias

    a los fondos eales.Mientrasellos

    procedían

    así,

    sus

    mujeres

    se adornaban on vestidos

    y

    joyas

    finísimas, a sensualidad ortesana istraía

    los recursosde los vecinos,

    que

    así terminabanendeudados. os andamiosde

    la

    sociedad

    riolla

    puesta

    a crítica.

    En un momento, el obispo Salcedose extrema

    y

    acusaa los frailes

    criollos de esconder raficantes

    ue

    evadían mpuestos

    ---

  • 8/16/2019 Glave Luis Miguel - La Quintrala e Chile. Sociedad Colonial Imaginacion Colectiva y Mujeres Extraordinarias

    8/17

    Luís

    Miguel Glave

    posteriormente.

    n caso

    que

    estremeció

    a

    sociedad antiaguina. u estela

    hubode

    proyectarse

    astaa actualidad,argada e significados.

    noscuantos

    folios de estas artas,

    ista

    de

    procesos,

    omo antísimos trosno

    explotados,

    permitierona Benjamín Vicuña Mackenn¿r,ran historiadornovecentista,

    construirun discurso

    historiográfico,

    argado e tintesnovelescos. n largo

    camino,de un temamuy complejo,

    ue

    se enc¿lrnan un solo personaje:

    na

    mujer ransgresora.

    HISTORIA Y CREACIONDE IMAGINARIOS LOCALES

    Santiago la nuevasociedad hilena el siglo xvtt fireron

    el territorio

    del confín

    y

    de la

    guena,

    antoen a historia omo en a representaciónitera-

    ria quede ella se ue tejiendo. a historia e su tundación o podía enerotro

    signo.

    Todavía

    esperanzadon conquistar lgo maravilloso

    ue

    o resirrciera

    de

    la

    envidia

    que e

    causabaa

    posición

    e su socioPizarro,Almagro

    partió

    desdeel Cusco

    para

    Chile en 1535.Lo acompañoCristóbalPablo

    (Paullo)

    Inca,

    para

    dotarlo

    de

    guen'eros

    paraneuttalizar

    a

    posible

    esistenciae los

    naturales el sur.En 1536 ngresó or

    Copiapó,

    uego

    de atravesala cordillera

    de os Andes.En la costa, ncontró n navío

    que

    e había

    ido enviado esde

    el Callao,apurando

    el

    caminodel Inca" hastaPuangue Melipilla, para

    r

    haciael Mapocho.La desventura el viaje 'uegrande.No halló nadasin re-

    sistencia desde ntonces e ormóunr nueva

    uerra

    ivil en os Andes.

    La segunda ez

    que

    entraronos españolesue

    con Pedrode Valdivia,

    quien

    salióen enerode 1540 ambién

    desde

    l

    Cusco,

    pero

    viajando

    por

    los

    despobladosel sur del Perúhasta

    Copiapó.

    a travesía,esistida

    enazmente

    por

    os naturales,uróun añohasta l Mapocho.Así,

    en un apsode cienaños,

    el None Chico

    y

    la regióncentralde

    Chile,

    ecibieron

    uatro nvasiones,

    os

    incas

    y

    dos castellanas.

    a

    población

    ue variasveces rasladada,

    iendoasí

    que

    as educcionesispanas

    enían n antecedentenca.

    Valdivia supuso ue Manco nca Habíacomunicado

    los indios

    que

    resistieran,

    araque

    os españolese egresaran

    omoocurió con el

    desdicha-

    do Almagro.Luego

    de negociaciones,in embargo,os mismos

    ndiosayuda-

    ron a la fundación

    e Santiago n 1541. a fundación

    stuvo eguida e

    cinco

    a ocho añosde

    precariedad:

    onspirlciones,

    justiciamientos,taque

    de los

    indios

    que

    destruyeron ariasveces

    odo lo hecho,hambruna,

    ostigamiento

    permanente,

    emor.Los indios

    se

    replegaron, rimero,

    dejando

    de

    producir,

    después, ifundían umores

    amparados

    en el caos

    que

    causara

    l asesinato

    de Pizarro- que

    sedesparramabanesde tacama

    asta l Mapocho.

    En 1544 eciénseconsolidan siempre ólo por la

    ayuda

    que

    Ilegaba

    191

  • 8/16/2019 Glave Luis Miguel - La Quintrala e Chile. Sociedad Colonial Imaginacion Colectiva y Mujeres Extraordinarias

    9/17

    Socíedatl olonial,

    imaginarios colectivos

    y

    mujeres

    por

    mar,

    vía Valparaíso.

    Pero todavía en

    1554 se

    produjo una

    gran

    rebelión

    general e los ndios

    del sur,

    que se epitióen 1598.

    A los ndios

    ebeldes e

    sumabaa furia de la natur¿ileza:nundaciones tenemotos.En oleadassuce-

    sivas,

    esta sociedadse

    mantuvo

    en alerta

    permanente,ormando una

    fuerte

    identidad

    egional en donde

    a ciudadde

    Santiago erminaba

    siendoel refugio

    de

    los

    perseguidos

    olonizadorss,

    entro del

    poder

    y

    de la defensacontra

    as

    acciones

    ndias,

    porque,

    en

    la otra cara, sra

    una

    "ciudad

    de

    paz",

    apacible

    y

    reglada,admirada

    querida

    por

    esta

    pujante

    y

    fuertesociedad

    egional.r2

    El

    primer

    orden económico

    estuvo

    dado

    por las encomiendas el oro.

    En oro fundido,

    por

    ejemplo,

    en una década

    156'7-1511)

    e

    produjo

    más de

    mediomillón

    de

    pesos, ara o

    que

    era

    necesario ovilizar

    manode obra

    por

    el servicio

    personalquese estableció e f'actopara as encomiendas. ambién

    por la

    producción

    de

    granosy vid,

    junto

    a la ayuda

    externadesde

    Lima

    por

    la

    importancia

    de la zona.

    Por

    ser ciudad de

    confín

    y

    región

    guerrera,era lugar donde

    legaban

    soldados

    sueltos,

    gente muchas

    veces

    perdida,que

    generabaprácticasdelin-

    cuenciales

    n a villa.

    También, celerando

    a

    prostitución.

    Mestizaje

    muy

    pronunciado,ona

    pasajera,

    lterada,

    ecibía ndiosde

    diversas

    partes,movía

    población,

    que nacíamestiza.Gente,

    a la vez,

    muy mó-

    vil, que se sentía ibre en las zonas urales,ésaera la población mayoritaria,

    junto

    con a

    india, a

    pasajera

    ,

    sólo

    muy lentamente,

    a criolla,

    que

    surgióde

    algunas

    amiliasespañolas

    fincadas

    muy

    prolíferas. n 1570

    había166so-

    lares repartidos

    en Santiago.

    Vásquezde Espinoza

    da: 306

    hombrescasados,

    230 solteros, 02

    railes

    monjas,

    odosde origen

    español.

    n esamisma

    épo-

    ca,

    por

    1610,

    tra uente

    alcula

    1.717 spañoles

    criollos.

    Más 8.600 ndios

    y

    trescientos

    egros.Un cálculo

    aproximado

    da

    mil habitantes

    españoles

    n la

    época

    heroica,

    asando dos mil a

    inicio del

    siglo xvttt'

    Los

    indioserande

    diversas

    partes,

    por

    entonces

    en su

    mayoría estaban

    acriollados

    o eran

    "del

    lugar", perooriginariosde Arauco o del noroeste rgentino.

    Bernand

    avalléha

    levadoadelante,

    n os

    Andes, n

    programa

    e

    n-

    vestigación

    ara

    descubrir

    a coniente

    criolla en

    la escritura

    el siglo xvtt.

    Fruto de sus

    estudios,

    oncluye

    brillantemente

    n

    a manifestación

    e un

    géne-

    ro, también

    andino, en

    las letras

    ocales,

    el elogio

    de las ciudades

    capitales

    dentro

    de un

    esquema

    enacentista

    einterpretado

    or las

    plumascriollas. Lima

    se

    convierte

    en una ciudad

    maginada

    omo

    escenario

    e un

    mesianismo rio-

    llo,

    una afirmación

    de

    identidad,

    que

    figurativamente

    adquiere

    a forma de

    estrella.Una revisión literaria de los escritosdel siglo, en una suertede mor-

    Amando de

    Ramón,Sarrrrcgo

    e Chíle

    (

    51l -1991)

    Historio

    de una sQcieda¿l

    rbct'

    ¡a.

    M¡clrid.Ed.

    Mapfre, olección

    e Ciudades

    c

    beroamérica'

    992, 342

    t2

    198

  • 8/16/2019 Glave Luis Miguel - La Quintrala e Chile. Sociedad Colonial Imaginacion Colectiva y Mujeres Extraordinarias

    10/17

    LuísMiguel

    Glute

    fología imbólica

    rbana, os

    arrojaese esultado stelar.l3

    En

    Santiago, mediados

    el siglo, ambién,

    l

    esuita

    chileno

    Alonso

    de

    Ovalle se encarga

    e crearun espacio

    rbanode afirmación,

    u crónica,

    Históricct ektcióndel Reino de Chile.seconvierteen un venerode "Imágenes

    para

    un mito".14

    La primera

    audiencia

    e Ia NuevaToledo

    secreóen 1563

    en

    Concep-

    ción,

    pero

    uego

    de su extinción

    diez añosdespués,

    ólo fue en 1606que

    se

    restableció

    n Santiago. or

    entonces,os

    problemas

    ara

    subordinar

    los ma-

    puches

    mpulsaban

    crear nstituciones

    'uertes reducir

    a servidumbre

    los

    indiosde

    guerra

    aunque

    a la vez

    se

    promulgaban

    as

    normas

    enerales

    on-

    tra os servicios ersonales

    e os ndios.

    En ese

    escenario e

    guerra

    s donde

    nació a figura

    de nuestro

    ersonaje.

    a Audiencia

    ra un

    paso

    a tirvorde los

    intereseshilenos y tenenodeconflictos epoder ocal)y a ella legóun pre-

    sidente

    ue

    había

    sido Capitán

    General, uis Merlo

    de la Fuente.

    Su figura

    retrata

    el ambiente:hombre

    de leyes ue,

    sin embargo,un

    soldado eroz

    contra

    los indios.

    mpugnó as normas ue prevenían

    os abusos

    ontra os indios

    y

    llevó adelante

    edidas unitivas

    ontra o

    que

    consideraba

    ctos riminales

    e

    los naturales.ls

    Conviene ncluir,

    entonces,

    n

    la

    formación e

    un imaginario

    ultural:

    la vertiente

    ndia representada

    n la Iiteratura

    riolla.El guenero

    ndomable

    conel

    que

    se uchaba que

    uera educido

    n unanueva

    ultura

    a través e un

    mestizaje

    iológico cultural,másporapropiación uepor concesión.untoa

    ese maginario

    ndio rebelde, os

    cliollos crearon

    u sentir

    nacional ambién

    inspirado

    n su situación e confín.

    Ovalle

    culminaba u

    "retrato

    de vigoroso

    l3

    En el siglo

    XVII,cuando

    pol

    lin

    ternrinó constr-r¡cción

    e la murtlla

    que

    Ia

    ccrcó

    hrsta

    el siglo xlx, la ciudad

    adc¡uirióu ii)rmanrimeliz¿rda

    on a ir¡agcn

    de una es-

    trella

    que

    el cronista rancisco e Echrvey

    AssuBcaballcro

    le

    Santialo cor.r.egidor.

    del

    Cercado e LimaB

    usóen la delinición

    de su

    patriotisnro

    irncño

    en: kt es¡relLu

    de

    Line

    colvct tíde

    e soL obra sus res

    coronasel b¿utt¡

    Toribit Allittso

    illrryrotero

    su

    vgwrlo Arzobis¡¡o,

    mbe¡es, 688.

    Crandezn e Li¡ra.

    "nri

    patrir"

    como a l)a-

    rnürí¡ el místicopadreJuan de Alloza en otra obru de caDtocriollo, Cido (str¿ludo

    tlc

    trtil

    y

    tevÍe

    y

    dos excntpkts

    de Muríu, Mttl¡itl.

    1655: olra

    crónicir 'vocando

    as

    cstrellusclentiñcadasor

    osastrólogos,

    oncle través

    e ll imagen

    marirna,

    eala-

    lrab¡ h

    ciudad nataldel

    autor.

    Berni¡rrl Lavallé,

    Las

    prontesa.s

    nbiguas, criollistnt¡

    olonial

    c los A¡ules.

    Lit¡it,

    Ptmtilicia

    U¡rivcrsidad

    atólica

    el

    Perú,

    1993. 24 pp.

    Tienc

    un capítulo

    edicado

    Orallc.

    ¡rp.

    143-1,1-5,

    ue

    esel

    que

    nos nteresa ara

    sla

    ubicacitin

    el discurso

    r¡o,

    l [ ¡

    cn Chi lc.

    \1¡nLrcl lorevrr y

    Paz Solilín,

    Estu¿ios ¡stóri@s.

    ima,

    Pontif lcia

    Universidad

    Clttil ie¡

    r lelPcr'ú. 994. .546,

    (rno

    ."Biografírs

    e Oiclores

    el siglo

    XVrr. ot.os

    e\rudi():

    ]

    I-Lris

    ctkr de a

    Fuente.

    idorde Lim¿,Gobernador

    Caoitín

    General

    Jr Chi le .

    l5

    199

  • 8/16/2019 Glave Luis Miguel - La Quintrala e Chile. Sociedad Colonial Imaginacion Colectiva y Mujeres Extraordinarias

    11/17

    Sociedadcolonial.

    imaginarios

    colectivr.ts

    mujeres

    carácterde sus compatriotas"con expresiones el tipo:

    "Si

    quieren

    levarlos

    por

    mal, muerden a manta

    y

    lo hacen

    peor...".Pensemos

    ntonces n la

    perti-

    naz del carácterguenero y firme de Catalinade los Ríos,¿noes la expresión

    del alma chilena retratadadesdeesa

    literatura

    auroral?Un

    "alma

    nacional"

    afincadaen una fuerza a

    prueba

    de batallas,un

    país

    de

    gueneros

    dondeno es

    dable siquiera

    pensar

    en

    a

    derrota.

    Esto sería

    suficiente

    undamento

    par

    apoyar a

    posibilidad

    de

    que

    a fi-

    gura

    de la

    Quintrala

    fuera

    parte

    de esacreaciónde

    "imágenes

    para

    un mito",

    en cuanto

    que

    contextohistórico,momentocultural en el

    que

    fluyen las repre-

    sentacionesmaginarias

    que

    se

    plasman

    en tradiciones

    persistentes.

    ero Ova-

    lle nos ofrece más todavía, en la lisonja de sus

    paisanos,

    señalacómo son

    "naturalmentemás inclinados a la guerra que otros... en sonando a caja o

    trompetase nquietende manera

    que

    no

    paranhasta

    asentar

    plaza

    de soldados

    porque

    es

    agrada

    más a libefad de la milicia

    que

    a sujeción

    y

    disciplina

    de

    las escuelas.

    on

    notablementenclinados andara caballo ..".16 n recipro-

    cidad de las condicionesdel reino de Chile

    por

    entonces, seera un resultado

    casi natural.Además,era, segúnLavallé una manerade reclamara los limeños

    o

    pen¡anos

    u escasa alentía.Finalmente, ecordemos

    la

    Quintrala

    montada

    a caballo como diestraamazona. a seriede televisión erminabacon

    la

    jineta

    recorriendopor variosminutosunapradera.

    TRAMANDO LA HISTORIA

    Otras fueron las

    motivaciones

    de

    los escritores hilenosdel siglo xlx

    (Amunátegui,

    Barros Arana, Vicuña

    Mackenna),en la era de la fundaciónde

    sus discursos

    nacionales,

    para

    entronizara la

    Quintrala

    en el reino del siglo

    xvII. Francisco

    Encina,en 1938,

    pensaba ue por

    odio a

    lo

    español

    su

    afir-

    mación nacional rente al tiempo

    que

    había

    que

    releer añadiúamos- o

    "falta

    de tino", erigieron a Catalina como "símbolo del siglo xvl". Afirmaba, en

    cambio,el

    historiadormencionado,

    ue

    el de la

    Quintrala

    no fue

    sino un caso

    patológico,que

    nteresaba

    la historia

    por

    la curiosidadde su figura. Mientras

    que

    a sociedad hilena

    que

    la incubó

    habría

    sido,

    más bien,

    "la

    más moral de

    la América española".

    r

    Pero la imagen era muy fuerte como

    para

    ser detenida

    por

    la

    piadosa

    miradade Encina.EduardoSolarCorrea

    1891-1935)

    o

    pudo

    dejarde men-

    cionar a

    "figura

    siniestra"de Catalina

    quien, por

    suscrímenes sádicosamo-

    Alonso de Ovalle,citado en Lavallé,

    zs

    promesas...,

    p. cit.,

    p.

    157.

    F¡ancisco A. Encir

    ,

    Hístoria de

    Chíle,

    desde a

    prehistoria

    hasta 189.1,40

    edición,

    Santiago,

    Editorial Nascimento,1955,

    p.

    717, tomo

    IV.

    l6

    t7

    zoo

  • 8/16/2019 Glave Luis Miguel - La Quintrala e Chile. Sociedad Colonial Imaginacion Colectiva y Mujeres Extraordinarias

    12/17

    res, ue la figura

    representativae una época

    sensual,

    evota,suntuosas

    bárbara".r8

    Benjamín Vicuña Mackenna

    ue el legítimo

    padre

    del

    personaje

    su

    discursodentro de un nuevo maginarionacional.Su reconocida abilidad

    expositiva,

    ue

    hacía

    dudaral lector

    especto la naturaleza e lo escrito, i

    ficcióno

    historia, o llevó a un

    lugardestacadon la

    fabricación

    e

    imágenes

    históricas. us

    historias enían

    --{omo todas- muchas

    icciones.

    in

    embar-

    go,

    su

    arteha de ser econocido

    omode

    os mejores: n ejemplode historiar.

    El libro sobre os Lisperguer

    ra una ntento

    pol'retratar na época, briendo

    las

    puertas

    e un tiempo

    a través e las

    ntimidades e unos

    personajes.

    n el

    Perúhuboun ibro

    quepretendió

    o mismo, obre

    a mismaépoca, l

    que

    Jorge

    Basadre edicó al

    conde de Lemos.

    Vicuña Mackenna etratóa todos

    os

    miembrosde la familia Lisperguer,ncluidos os sucesorese la Quintrala

    (una

    de ellas, andidata

    santa, ivió en Lima). Se

    basóen abundante aterial

    documental.

    ue

    su

    obra acerca e

    la

    Quintrala

    na de las

    que

    más éxito

    ha

    tenido.re uego

    de su edición, l

    historiador

    ublicó

    un artículo n

    1884

    itula-

    do:

    "El

    último de oscuarenta

    sesinatose

    doñaCatalina e os Ríos".Aque-

    llos cuarentacrímenes

    ueron

    a n.rejor magen ograda

    por Vicuña Mackenna

    rgspecto una trama

    olletinesca

    que

    entonces

    odavía e estilaba

    or

    entre-

    gas)

    de la historia.

    Por esesonoroapéndice,

    or

    lo llamativode la figura

    e-

    menina ransgresora,

    ue

    ue hábilmente olocada

    n el centrode su discurso,

    h lectura de

    su l ibro cobró una

    vida independiente.sa

    lectura, echo

    por

    alumnos,

    ucesores émulos,

    a sido

    parte

    de

    la construcción e un discurso

    histórico

    ue

    iende

    la leyenda,levandontrínseca

    nasentencia.

    Tantocomo

    os

    discursos

    e a historia,

    osde a iteratura,ncluida

    por

    el

    fundador e un

    género, RicardoPalma, uvieron

    un

    papel

    mportante n la

    f'undación e a figura

    de Catalina. asado n

    os

    clásicos

    e a historiografía,

    sobre odo Barros

    Arana,

    pelo proclamando u carácter e

    "tradicionalista",

    AurelioDíaz Meza,

    puntualiza

    ue

    en la Colonia uerondos

    mujeresos sím-

    bolosde una

    época:Catalina e

    os Ríosy nadamenos

    ue

    CatalinaErauso,

    a

    Monja Alférez.

    BamosArana ue

    ustanrente

    no de

    os másdevotos

    ergeña-

    doresde mproperios¿r la vezquede encendida dmiración- para a Erau-

    so. levando a tradición

    e la Monja Alférez

    a

    Chile.

    Juntoa la mujervestida

    dc

    hombre.

    scandalizaba

    los

    historiadores motivaba l tradicionalista,a

    cnlernriza cruel Catalina

    e

    los Ríos,sirbolo de una épocn

    que

    había

    que

    I:clu¡rcioSolar Con

    e¡. Lus tres tt¡lo¡titts. Ensutt¡ lc íttter¡tretcrt:irit

    ¡is/¿í¡ir:r¡.r¡enos

    \rrcs. Ecl.Francisco e

    Aguirle. 1970,

    p.

    139. 43-,15, 2. La

    primera

    dicióndata

    J¡ lt)13.

    . . . . r ' l r r i rekennrt .t 'sLt . t l , t ' r tutr . . , ' l ' . i t .

    201

  • 8/16/2019 Glave Luis Miguel - La Quintrala e Chile. Sociedad Colonial Imaginacion Colectiva y Mujeres Extraordinarias

    13/17

    Sc¡ciedad olonial, itnaginarios colectivos

    y

    mujeres

    superar, uentede aventuras autivantes

    ara

    devotos

    y

    numerososectores.20

    Ins amores del

    gobernador

    don Alonso de

    Ribera,

    de

    Aurelio Díaz

    Meza, se refiere al caso del intento de asesinato el Gobernadorpor partede

    María

    y

    Catalina

    Flores Lisperguer,

    unto

    a su madre Agueda Flores, a des-

    cendientede los caciques

    de Talagante. o

    que

    acuna a idea de una sucesión

    de

    brujas desde

    a era

    precolonial.

    Ello viene reafirmado en otra tradición,

    "Los

    brujos de Talagante".No falta una tradición sobre

    "La

    Quintrala

    y

    el

    Señorde Mayo"

    y

    otrascomo

    "La

    tiranade la

    Ligua".En cambio,Valdiviay

    el amancebamiento

    ue

    tuvo con

    la que fuera

    abuela

    de la

    Quintrala,

    casada

    para

    ocultarlo con un adicto del conquistador,Gonzalo

    de los Ríos el

    primero,

    pudiendo

    ser tema de otra sabrosa

    ieza

    iteraria,es un dato referido en libros

    en¡ditosde historiografía.

    Las historiasmás

    generales

    modemas

    no han

    dejadode

    incluir

    en su

    repertorio el asombro

    por

    el caso de

    la

    Quintrala.

    Así,

    por

    ejemplo,

    Jaime

    Eyzaguirre

    (discípulo

    de

    Vicuña Mackenna

    y

    "amplificador"

    de su discurso)

    escribe:

    y

    aunqueno

    pueda

    exhibirse

    como exponente ípico del tiempo,

    por

    ser un simple caso

    patológiconacido

    de

    la

    obscura

    confluenciade tarashere-

    ditarias,hay

    que

    recordar

    aquí

    por

    su acciónen la épocaa Catalinade los Ríos

    Lisperguer a

    Quintrala,

    que

    deja una estela úgubre de asesinatos actosde

    sadismo".Menciona, entonces, l enfrentamiento on el obispo Franciscode

    Salcedo

    i625-1634)

    y

    el cohecho

    ue

    uvo con os funcionarios

    or

    su

    posi-

    ción de

    poder.2r

    Una

    temática gualmente escandalosa limentó

    también la literatura

    historiográfica.Un caso,

    relacionado ntimamentecon el de

    la

    Quintrala

    da

    una deaal

    respecto.

    principios

    el sigloxvtt un

    funcionarioicencioso

    aba

    que

    hablar

    en

    la capital del norte.

    En

    Quito,

    el

    fiscal Blas de Tones Altamira-

    no llevaba ilícitos amorescon una

    mujer

    casada,

    que

    eran

    vigilados

    por

    sus

    enemigos,el Obispoy el presidente e la Audiencia.Tanto se difundió la es-

    pecie

    de

    esteentuertoamoroso

    que,

    con

    anuenciadel

    propio

    Viney, el

    presi-

    dente barra destenó

    a la mujer de

    la ciudad.Pero al

    poco,

    ausente l Obispo

    y

    fallecido el

    Virrey, la adúltera etomó

    y

    continuaron

    as relaciones on desen-

    voltura,

    que llevó a enfrentamientos allejeros

    del segundomarido de la doña

    con el amante.

    El Presidenteapresóa Torres

    y

    éste

    ue sentenciado ejando

    Quito

    al

    poco

    tiempo.

    Mucho

    poder

    enía,

    por lo que

    debió

    suscitar os recelos

    Aurelio Díaz Meza, cyentlas

    y

    episodios /rllenos,Santiago,Soc.

    mp.

    y

    Lit. Univer-

    so, 1930,

    p.

    317,

    vol. vl: "En

    plena

    olonia".

    La

    obra

    leva

    prólogo

    de JoséToribio

    Medina. Sobre a Monja Al férez,

    véase nfra.

    Jaime

    Eyzaguirre,Historia de Cft¡le,Santiago,

    Ed. Zig-Zag, 1964,691

    pp.

    168, 192,

    222. Eyzaguine fue editor

    de una de las

    ve¡siones

    el original

    libro

    de

    BenjamínVi-

    cuña

    Mackenna.

    20

    2l

    202

  • 8/16/2019 Glave Luis Miguel - La Quintrala e Chile. Sociedad Colonial Imaginacion Colectiva y Mujeres Extraordinarias

    14/17

    Luis Miguel Glave

    de lbara,

    pero

    ambién,

    uando

    l

    poco

    iempo

    ue nombrado

    iscalen

    Lima.

    Era una

    época

    {omo muchas-

    donde

    os

    pecados

    rivados,más

    que

    suce-

    sos

    de la

    puerta

    para

    dentro,

    se convertían

    n acontecimientos

    úblicosque

    revelaban ás a tramadelpoderque ospliegues el alma.

    El

    comportamiento

    icencioso

    el

    poderoso iscal

    vienea cuento,

    no

    sólo

    por su similitud

    en el escándalo

    ino

    por

    el entronque

    ue

    su biografía

    tuvo

    con la de

    nuestro

    personaje.

    las

    de Torres

    Altamirano

    se casó con

    AguedaMauricia

    de

    los Ríos Lisperguer,

    ija

    de Gonzalode

    los Ríos Encío

    (el

    Mozo)

    y

    Catalina

    loresLisperguer,

    hermana ntera e Catalina.

    uestra

    Quintrala.

    Por el

    casorio,Blas

    obtuvouna

    dote abulosa:

    50.000

    e

    los c¡ue

    30.000

    ecibióen ef'ectivo

    el

    restoen un¿l

    ¿lrgamento

    e charque, ordoba-

    nes

    y

    sebos. a

    pomposa oda

    no le acarreó

    l marido

    mayores onlplicacio-

    nes,pues ehizopor poder, n casa e a abuela l I 6 de octubre e l6 I 6. ante

    el

    propio

    Obispo,

    on

    otro mitrado

    de

    padrino, n oidor

    de representante

    el

    novio

    y

    todo

    o imaginable e

    Santiago

    eunido, alvo

    Blas...

    Así siguió

    a vida de

    Torres, ntre

    escándalos,

    onflictos

    cargos

    pú-

    blicos

    del más

    altonivel,

    hasta idorde

    a Audiencia

    Metropolitana.22

    ueuno

    de

    os firmes

    apoyos e

    os ntereses

    e su cuñada,

    ctriz

    de escándalosomo

    Iosdel

    ejano

    pariente

    olítico,mientras lla

    alimentó

    a imaginación

    la lite-

    ratura, l apenas

    djetiva

    a erudición

    e algún

    historiador.

    Las

    referencias

    intentos e

    ficciones

    itelarias n

    la

    Quintrala

    ienen

    desde l siglopasado. ero ue con el libro de Magdalena etit

    y

    los de

    Raúl

    Montenegro

    illo,

    Mercedes

    aldivieso otros,

    que

    el tema

    seha hecho

    rác-

    ticamente

    n

    género,

    xpresando

    na

    polifonía.23n esediscurso,

    l

    personaje

    se

    ha do explícitarnente

    ndependizando;

    asta e

    a censura ubliminal,

    e ha

    abicrto

    asounavoz

    emenina e autoafirmación.

    LA MUJER

    REINSTALADA

    EN EL DISCURSO

    Dejaremos

    e

    lado

    por

    ahora

    a novelit

    dc Raúl Montenegro,

    ue

    no

    lbandonael tono

    histórico

    mdntiene

    a conclent

    ue

    naugurara

    a histo¡io-

    Manuel

    Moreyra

    y

    Paz Soldírn,

    Ettdios ltisltirico.t,

    intl. Ponti l iciaUniversidad

    C¡tólicadel Perú,

    1994,

    p. 107-136,onro l:

    Il iogritfí¡s e Oidt¡r'eslcl

    iglox\'l l ,

    y

    dros estudios",

    na iterrtL¡r'a

    istótici l c cuno

    nt¡ydil¡lcnteül

    dc l¿isrldiciones e

    Díaz

    Meza.

    Dc la l i teralura

    eleridaa Catrl inr

    de los Ríos.

    no hc

    podido

    consultar n¡

    novcla

    rcciente.

    anadora

    le un

    premio

    atinoamericrno

    e l iteraturlt:

    -¡utafoYltnkits.)r¡ñ¿t

    Cut. üút. Ll

    rcino

    poru

    lct

    Quintr¿lrt..

    antiago.

    rbe.1972;Miria¡r B¿rlbo¡

    chcve-

    t¡í.t.Doñ| Cutclina,

    ob"ade

    teahocn dos act

  • 8/16/2019 Glave Luis Miguel - La Quintrala e Chile. Sociedad Colonial Imaginacion Colectiva y Mujeres Extraordinarias

    15/17

    Sociedad

    coloniaL, maginarios

    colectívos

    mujeres

    grafía:

    "Catalina...

    culminación

    del crimen

    y

    del honor, síntesis

    de cuanto

    ya

    habíanhecho

    sus antepasados,

    us fechorías

    ueron

    tal exponente

    e crueldad

    y espanto omo no seconocenadaparecidoen a historia.2a

    Dos noveles

    sobre

    el

    personaje

    an

    sido escritaspor

    mujeres.

    Magda-

    lenaPetit

    1903-1968),

    utora

    de kt

    Quüttrala

    en 1930, a primera

    hecha or

    unamujer, ogra

    ndependizar

    Catalina el

    discurso istoriográfico.

    a

    otra,

    Mercedes

    Valdivieso

    (1926-1993),

    da una

    perspectiva

    eminista

    a su novela

    Maldita

    yo

    entre as mujeres

    de l99l.2s

    En

    un estudio rítico

    se analizan stas

    ovelas.26

    u autor, . Massone,

    destaca

    en su

    presentación

    el

    personaje

    as

    características

    e

    "india

    ingober-

    nable"

    a la vez

    que "encomendera

    espiadada",

    esafiando

    l ser humano

    y

    el

    celestial, rigendel entusiasmoovelescoelpersonaje.

    El episodio

    el Señor

    e Mayo o

    Cristode a Agoníano

    tienesustento

    his¡órico -señala

    Massone-; parece

    que

    'ue difícil que

    la imagen

    estuviera

    en casa

    de Catalina,

    pero

    a sentencia ue

    supuestamenteronunciara:no

    quiero

    en mi

    casa ningún hombre que

    me ponga

    mala cara",

    ha

    pasado

    a la

    historia,

    n manifiesto

    iscurso

    emenino esafiante,

    o sólo a

    "insumisión

    e

    su carácter",

    que ya

    era

    parte

    del

    atractivo

    "nacional"

    de su figura.

    Pero la

    condición

    emenina

    e

    a

    Quintrala

    incentivó

    namayor

    censura

    or

    parte

    de

    los iempos".

    El

    aspecto ísico

    es mportante

    para

    definir a Catalina:

    susojos verdes,

    su cabellera

    lara,un

    aspecto mbrujador, deal para

    una

    bruja.27 la tradición

    de

    sucesivasrujas,

    e sumaunasirvienta ue

    a introduce

    n la demonología

    (parte

    centralde la

    seriede televisión).

    Por eso es

    que

    JoaquínEdwards

    Bello,

    cronista uepor

    más

    de cincuenta ños

    escribierareando

    na

    visión

    de

    Chile,

    se detiene

    en su fisonomía,

    en lo

    que

    la hacía

    atractiva.Afirmaba que

    no fue

    "bonita",

    pero

    representa

    la

    chilena.Fijabasu atención

    n una

    película

    que

    fue adoptadapor la imaginaciónpopular y que la hizo una creación popular

    chilena.28

    o

    que,

    añadiríamos,

    e reafirma

    en

    la

    estética e la

    presentación

    el

    personaje

    n a más ograda

    seriede televisión.

    La

    Quintrala

    ----continua

    a

    crítica de Massone-

    representa

    na

    "si-

    multaneidad"

    de tradiciones

    u

    "repertorios

    de culturasque pugnaban

    por

    im-

    25

    26

    27

    28

    Montenegfo, a

    Quintala,

    op.

    cít.,p,8,

    MagdalenaPetit, a

    Suintrala,

    Santiago,Zig-Zag,

    1994,

    p.

    159,

    (10

    edición 1932);

    MercedesValdivieso,Maldíta

    yo

    ente las rri4eres,

    Santiago,Planeta, 991, 143 pp.

    JuanAntonio

    Massone, La

    Quintrala,

    protagonista

    igilada",

    en Revistade Humani-

    dades,2,Santiago,

    niversidad acional ndÉs Bello,

    994,

    pp.

    115-131.

    Balboa,

    op. cit, recalca

    que

    fue M. Petit

    quien

    retrató ísicamente

    la

    Quintrala

    con

    ojos

    verdesy

    cabellera oja

    brillante.

    EdwardsBello, lz

    Quítltt'q|a...,

    p. cít.

    204

  • 8/16/2019 Glave Luis Miguel - La Quintrala e Chile. Sociedad Colonial Imaginacion Colectiva y Mujeres Extraordinarias

    16/17

    ponerse sobrevivir

    n el

    claroscuro

    olonial

    en tanto

    diseñábase

    na

    ndecisa

    iisonomía

    riolla",

    como

    hemos

    venidoseñalando.

    ero

    había

    más,otra

    cara

    de esa

    sociedad

    ue

    el

    comportamiento

    e Catalina

    etrata

    Los enredos

    e

    alcoba los escándalosstuvieron resentesn esa ramade búsquedae bo-

    tines

    sociales

    económicos,

    omo

    hemos

    visto.La

    mejor

    partede este exto

    habladel

    mundo

    social

    estrecho

    jerárquico

    onde

    as

    transgresiones

    ueron

    permanentes

    arabuscar

    satisfacciones

    n

    lo sexual,

    o económico

    la res-

    petabilidad

    ocial

    que

    escabullesen

    ormas

    controles,

    l tiempo

    que comba-

    iieran

    el

    tedio

    pueblerino

    la inseguridad

    ¡ue

    imanaba

    e

    Ia

    guerra e

    Arau-

    co".

    Ést"

    es

    la

    partecomplementaria

    n el siglo

    xvtt

    al surgimiento

    el

    crio-

    llisrno.

    Sobre

    a novela

    le

    Petit,

    b¿sada,

    odavía,

    n

    asobras

    e

    os historiado-

    les: VicuñaMackenna infaltable básico),Maturana,Medinay Arnunátegui

    logra ndependizar

    l

    personaje e

    os documentos

    hacerlo

    ibre. iterario.

    A

    ella se

    debe

    el desarrollo

    e la

    relación

    strecha

    ue

    tuvo

    la

    Quintrala

    on el

    agustino

    iay

    Pedro

    Figueroa.

    sta rama

    está

    asociada

    su

    usode a

    hechice-

    ría

    paraatraerlo,

    la

    vez

    quecon situaciones

    ímite

    como

    cuanclo

    eentera

    e

    la aventura

    romance

    ue

    el

    fiaile

    habría

    enido on

    su

    madre'

    Como

    señala

    M.

    Balboa,

    a

    Petithabía

    ogrado

    onerjuntoa las

    cruel-

    dades

    e

    la

    Quintrala,

    n aura

    de belleza

    'atal

    ue seducía;

    unque

    sa

    seduc-

    ción

    seguía

    tada

    la

    hechicería.

    assone

    ostiene,

    demhs,

    ue' al entrar

    en

    la nanación ovelesca, . Petit etrata l almadecatalina, as uchasnternas

    que vivió,

    las

    posibiliclades

    edentoras

    ue

    enía.

    No

    se

    quedóen

    la censura

    "l

    .tprntu

    queacompañaron

    as

    plumas

    masculinas

    esde

    a del

    propioobispo

    Salceclo,

    asancio

    or Vicuña

    Mackenna

    asta

    ossucesores

    is recientes'

    Pioponienclo

    na

    visión

    lel

    personaje

    esde

    a rnarginalidad

    emenina,

    Valdivreso

    olrece.

    pol fin. una

    nueva

    mirada

    para un

    personaje

    ue hacía

    tiempo

    era

    parte

    ic

    la

    cullLrra

    opular'. atalin¿l,

    onsciente

    e su

    papel de

    afirmación

    emenilt¡

    r

    dc':u

    linltje.es

    malclita

    orquesólo

    a travésdel

    mal

    logrará

    rascentler

    '

    :cr reco¡tladlt.

    e ese

    discurso

    iterario,

    e vocación

    cmi-

    nista,se abrepasoull¡ c()rrillltcqLl ' cstittlvcal personaje, la mujer,en el

    texto

    ,

    por

    anto,

    n

    ¿Li \1 l . ) r1 ' r .

    Una

    obra

    de teltrt¡.

    qLr: lcr.r

    tlnil

    illtroducci(in

    rluy

    interesante'

    e

    J.r t t r r

    on

    la

    Quintrala

    L) l l l \

    'L : .1 ' : r

    ' ' ' thr jr- i rL¡

    le

    r inlaginación

    olonial" '

    l ) : ' lnanora

    onsciente.

    Ier t

    r t l r i : : ; l - "

    . : l : . r

    r l l .rLi l l lLci( in

    t ist t i l icat ln

    a cl t te

    . :

    : r ¡ lo l -man

    os comportalniel ' l io '

    - . : : . i1.: : :

    ' :

    l : ' L l l l l t

    ' l tg l t

    l l lo i lcrn¿ de

    las

    ' I ln

    este exto

    de tcaü-o

    ()

    | rc i r : . - :

    ; r : j

    : :

    _

    :-

    '

    "

    : '

    '

    r ' r : l '1JLr '

    iL

    () l i i l l l

    rner{e:

    quiero

    d

    r una lr lnuil i ' .1¡. i ' l : l

    : J '

    l :1 ) lr 'nlo-

    - . , r la f i rntasía, uiero exPrc\rr l , ' ' . ] - ' - ' - : ' ' : . l l . ' r l ' r iLr l t r

    . .1Jcscle

    un sucño.

    Qt l icro

    e\aui i l . : :

    . - '

    - '

    r - '

    : ' l : r ]

    \ r

    lo:

  • 8/16/2019 Glave Luis Miguel - La Quintrala e Chile. Sociedad Colonial Imaginacion Colectiva y Mujeres Extraordinarias

    17/17

    Sociedadcolonial, imaginarios t'olectivos

    y

    mujeres

    primeras

    novelas

    y

    obrasde representación,

    as

    que

    crearon

    un

    personaje

    ite-

    rario de una evocación

    histórica. Lo crearon

    y

    lo condenaroncomo mujer

    transgresora. ero, a la vez, lo dotaron de una capacidadcontestariaque le

    vino desde a fuerzade

    a verdadhistóricamisma.desde

    a

    existencia amal de

    Catalina

    de los Ríos, mujer de sociedad

    riolla de un nuevo reino andino mar-

    ginal.

    Mientras las representaciones

    rimeras

    no

    postularon

    su vocación de

    "inventar",

    las últimas

    no

    ocultan

    su vocaciónde conferir al

    personaje

    epre-

    sentado

    una

    voz

    no endemoniada ino siemprevacilanteentre signo cruel

    y

    llamaradade alegúa,

    reflejando un existir más allá de su

    realidad,

    entre las

    callesde Santiago

    y

    su

    propia

    fantasía, ejiendohistorias

    y

    crueldades bsesi-

    vasy siempredeseando, iempreoscilandoentre a muertey la historia como

    su

    propiopueblo...".30

    La autorabusca

    eponer a voz de la mujer, oculta en el discursode

    la

    historia

    que la

    sanciona,

    en manifiesto riunfo del

    "deseo

    de lo imaginario"

    frente

    a

    lo real

    (combate

    de todos los discursos

    historiográficossegún H.

    White).

    Sus

    pecados

    eran

    pecados

    sociales,asesinos

    ran los encomenderos

    varones,

    ero

    de ellos no salieronnovelaselectrizantes.

    Todavía hoy,

    y

    seguramente

    n el siglo xxt, Catalinaseguirá iendo

    y

    cabalgando n la

    pradera

    de

    la memoria,de la identidad

    y

    los mecanismos e

    las relaciones egéneroen supueblo.

    cuandonadie

    as oye". Señalaal empezar

    u trabajo.Miriam

    Balboa Echeverría,Do-

    ña Cat.tlína...

    op. cít.

    Op. c¡t., x-x.0