82
1 Estudio del evangelismo personal por Jean-Baptiste Sawadogo Preparado en colaboración con el personal de la Oficina Internacional de Global University Especialista en desarrollo instructivo: A. Juanita Cunningham Ilustraciones de: David Ohlerking, Jr. Versión Castellana: Edwin Sipowicz Global University 1211 South Glenstone Avenue Springfield, Missouri 65804 USA

Estudio del evangelismo personalspanish.globalreach.org/spanish/images/L5150ES_Entire.pdf · 4 Primero, conversemos Una palabra del autor de nuestra guía de estudio Luego de haber

  • Upload
    others

  • View
    1

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

  • 1

    Estudio delevangelismo personal

    porJean-Baptiste Sawadogo

    Preparado en colaboración con el personalde la Ofi cina Internacional de Global University

    Especialista en desarrollo instructivo:A. Juanita Cunningham

    Ilustraciones de: David Ohlerking, Jr.

    Versión Castellana: Edwin Sipowicz

    Global University1211 South Glenstone AvenueSpringfi eld, Missouri 65804

    USA

  • 2

    Dirección de la ofi cina de Global University-ICIen su zona:

    Este libro fue publicado originalmente en inglés con el título: Personal Evangelism.

    Las citas bíblicas se han tomado de la Versión Reina-Valera Revisión 1960, a menos que se indique de otra manera.

    Primera edición 1982Segunda edición 1984Tercera edición 2001Cuarta edición 2002

    © 2002 ICI University, L5150S-90-4eda division of Global UniversityAll Rights Reserved ISBN 0-7617-0645-3

  • 3

    ContenidoPágina

    Primero, conversemos ................................................................................................................. 4

    UNIDAD UNO

    Lección

    1 Elaboremos un plan ........................................................................................................... 7

    2 Preparémonos .................................................................................................................... 14

    3 Comprometámonos ........................................................................................................... 22

    4 Compartamos nuestra experiencia .................................................................................... 30

    UNIDAD DOS

    5 Entendamos la tarea .......................................................................................................... 39

    6 Superemos las barreras ...................................................................................................... 49

    7 Analicemos nuestro método de acercamiento ................................................................... 57

    8 Esperemos recompensas ................................................................................................... 65

    Informe del Alumno .................................................................................................................... 72

    Hojas de Respuestas .................................................................................................................... 77

  • 4

    Primero, conversemosUna palabra del autor de nuestra guía de estudio

    Luego de haber aceptado a Jesucristo como nuestro Señor y Salvador, sin duda que nos habremos formulado infi nidad de preguntas. ¿Cómo es la vida cristiana? ¿Qué se espera de cada uno de nosotros?

    Bueno, en primer lugar, no estamos solos. Muchos otros, antes que nosotros, se formularon las mismas preguntas. Una de esas personas, el mismo día que conoció a Jesús, le preguntó al Señor: “¿Qué más me falta?” (Mateo 19:20). Jesús le respondió: “Ven y sígueme” (Mateo 19:21).

    Jesús es nuestro ejemplo y modelo para llevar las buenas nuevas al resto de la humanidad. Quiere que compartamos con otros esas buenas nuevas dondequiera que nos encontremos. No importa quiénes seamos, hemos sido escogidos por Dios para hablarles a otros de nuestra experiencia con Jesucristo y de su poder salvador. ¡Eso es evangelismo personal!

    Este curso nos ayudará a entender la verdadera naturaleza del evangelismo personal. Nos capacitará para hablar de Cristo con la gente que nos rodea, de una manera más convincente, más efectiva y más positiva. Nos ayudará a explicar nuestra experiencia a personas de un trasfondo cultural distinto al nuestro. Los modernos métodos autodidactos nos ayudan a lograr un fácil aprendizaje de los principios involucrados y a poner los mismos inmediatamente en práctica.

    La guía de estudio

    Estudio del evangelismo personal es un libro de trabajo que puede llevar consigo y estudiarlo cuantas veces disponga de algún tiempo libre. Procure apartar todos los días algún tiempo para ello.

    Usted notará que al principio de cada lección se incluyen objetivos. La palabra objetivo se usa en este libro para ayudarlo a saber lo que se espera de usted en el estudio. Un objetivo es como una meta, un propósito. Estudiará mejor si recuerda los objetivos.

    Estudie cuidadosamente las primeras dos páginas de cada lección. Así preparará su mente para lo que sigue. Después estudie la lección, sección por sección, y siga las instrucciones que se le dan en la sección Tareas que cumplir. Si no hay sufi ciente espacio para sus respuestas en la guía de estudio, escríbalas en un cuaderno, para que las use como referencia cuando repase cada lección. Si está estudiando este curso en grupo, siga las instrucciones del director del grupo.

    Cómo contestar las preguntas de estudio

    Esta guía de estudio contiene diferentes clases de preguntas. He aquí unos ejemplos de varias clases y cómo contestarlas.

    SELECCION MULTIPLE En esta clase de pregunta se le pide que escoja una respuesta de varias que se le ofrecen.

    Ejemplo:

    1 La Biblia tiene un total dea) 100 libros.b) 66 libros.c) 27 libros.

  • 5

    La respuesta correcta es: b) 66 libros. En la guía de estudio, encierre en un círculo la letra b) como sigue:

    1 La Biblia tiene un total dea) 100 libros.b) 66 libros.c) 27 libros.

    (En algunas preguntas de esta clase, quizá más de una esté correcta. En este caso, encerrará en un círculo cada respuesta correcta.)

    CORRECTA-INCORRECTA. En esta pregunta se le pide que escoja, de entre varias, las declaraciones CORRECTAS.

    Ejemplo:

    2 ¿Cuáles declaraciones son CORRECTAS?a La Biblia tiene un total de 120 libros.b La Biblia es un mensaje para los creyentes de hoy.c Todos los autores de la Biblia escribieron en el idioma hebreo.d El Espíritu Santo inspiró a los escritores de la Biblia.

    Las declaraciones b y d son correctas. Usted encerrará en un círculo las dos letras para dar a conocer lo que ha escogido, como en el ejemplo anterior.

    EMPAREJAMIENTO. En esta clase de pregunta se le pide que relacione lo que corresponda, como nombres con descripciones, o libros de la Biblia con sus autores.

    Ejemplo:

    3 Escriba el número del nombre del líder frente a cada frase que describa alguna de sus acciones.

    . . . . a Recibió la ley en el monte Sinaí

    . . . . b Condujo a los israelitas a través del Jordán

    . . . . c Marchó alrededor de Jericó

    . . . . d Vivió en el palacio de Faraón

    1) Moisés2) Josué

    Las frases a y d se refi eren a Moisés y las frases b y c a Josué. Usted escribirá 1 frente a la a y la d y 2 frente a la b y c, como en el ejemplo anterior.

    El informe del alumno

    Si usted está estudiando para obtener un certifi cado, necesitará el Informe del Alumno y las Hojas de Respuestas, que se encuentran al fi nal de esta guía de estudio. Este curso consta de dos unidades. En el Informe del Alumno hay preguntas para cada unidad. También, hay una Hoja de Respuestas para cada una de estas unidades. La guía de estudio le indicará cuándo responder las preguntas de cada unidad y llenar la hoja de respuestas correspondiente.

    Siga las instrucciones que se le dan en el Informe del Alumno para enviar las Hojas de respuestas a la ofi cina de Global University-ICI de su zona. Encontrará la dirección impresa en la segunda página de esta guía de estudio. Si no aparece, envíe las hojas de respuestas a la dirección de la ofi cina internacional que se encuentra en la primera página Después de enviarlas recibirá un bonito certifi cado, o un sello, si ya ha obtenido el certifi cado por haber completado otro curso de esta unidad.

    1

    2

    2

    1

  • 6

    Datos acerca del autor

    Jean-Baptiste Sawadogo es instructor del Instituto Bíblico de las Asambleas de Dios en Nagabagré, Mto Volta, país de su nacimiento. Ha servido como pastor en las Asambleas de Dios y ha tenido actividades en el ministerio radial y como instructor de seminarios en el África Occidental. Se graduó en el Collège Protestant de las Asambleas de Dios del Alto Volta, y estudió en Inglaterra en el Instituto Internacional de Estudios Bíblicos. En la actualidad cursa estudios de postgraduado en la Universidad de Ouagadougou del Alto Volta.

    Ahora está usted listo para empezar la primera lección. ¡Qué Dios lo bendiga en sus estudios!

    Ayudas adicionales

    Otros materiales disponibles para su uso con este libro de estudio autodidacto consisten en una Guía del Maestro y Material del Maestro (sólo para maestros.)

  • 7

    Elaboremos un plan

    Si quisiéramos edifi car una casa, ¿cuál sería el primer paso a dar? Antes de iniciar el trabajo, debemos contar con un proyecto. Tenemos que decidir cuántas habitaciones queremos y dónde pondremos las puertas y las ventanas. Necesitamos un plano para dirigirnos en la construcción. De hacerlo así tendremos excelentes resultados.

    Leemos en el Antiguo Testamento que Dios ordenó a su pueblo que construyera un lugar donde habría de adorarlo. Le entregó un plano. Llegó al extremo de decirles siete veces que se ajustaran a dicho plano estrictamente y al pie de la letra. Le obedecieron; la obra se hizo a su entera satisfacción, y Dios se mostró conforme y agradado.

    Si queremos ganar almas para Jesucristo, tenemos que ajustarnos a un plan, a un proyecto, a un modelo. Dios nos ha dado un plan de acción. Este está en su Palabra: Observamos dicho plan en la vida y en el ministerio de Jesucristo y en los ejemplos de los primeros cristianos. A medida que vayamos aprendiendo del plan de Dios, podremos aplicar el mismo en nuestro propio ministerio de esparcir las buenas nuevas de Jesucristo. Esto es Evangelismo Personal.

    En esta lección estudiaremos. . .

    El plan de DiosLa vida de CristoEjemplos de los primeros cristianos

    Está lección nos ayudará a. . .

    • Entender la verdadera naturaleza del plan de Dios para el evangelismo personal.

    • Aplicar a nuestra vida cotidiana el ejemplo de Cristo y el de los primeros cristianos.

    EL PLAN DE DIOSObjetivo 1. Explicar cuál es el plan de Dios para el evangelismo personal.

    ¿Nos hemos preguntado alguna vez por qué Dios decidió crear el universo, el cielo y la tierra, las estrellas, los mares, las montañas, los valles y, por supuesto, al hombre? Mucha gente se hace

    Lección

    1

  • 8

    esta pregunta. La respuesta es bien simple. Dios tiene un propósito, un plan para todas las cosas. Nada fue creado sin un propósito.

    Desde el comienzo, aun antes de la creación del hombre, el propósito de Dios fue compartir con el hombre todo lo que tiene y todo lo que él es. Y justamente, el verdadero plan, el verdadero enfoque para el evangelismo personal ¡es compartir lo que tenemos!

    “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen” (Génesis 1:26). Dios compartió con el hombre la bendición de que éste fuera hecho conforme a su imagen. Resulta ser una noticia muy buena el que Dios compartiera tal cosa con el hombre. Además, Dios le entregó todo lo que había creado para que lo administrara. Más adelante, en el precioso huerto del Edén, Dios vino y compartió personalmente con ese hombre, Adán, de la misma manera que un padre camina con su hijo. Conversaron largamente. Existía entre ambos un perfecto entendimiento. ¡Cuánto quisiera yo ser un gran artista! Pero aunque lo fuera, me resultaría imposible pasar al lienzo la hermosura indescriptible de aquel huerto.

    Una de las realidades más asombrosas es que el compartimiento del amor de Dios no se limitó solamente a Adán. Cuando el hombre pecó, Dios se entristeció, pero su actitud no cambió. Volvió otra vez y compartió con el hombre las buenas nuevas de la venida del Salvador. En Génesis 3:15 leemos el primer anuncio de estas buenas nuevas. Dios le habla a la serpiente, Satanás, y le dice: “La simiente suya. . . te herirá en la cabeza.” Hablaba de su Hijo, Jesucristo. Dios dio a entender que la serpiente, Satanás, aplastó a Adán cuando lo tentó para pecar, pero Dios enviaría a Jesucristo, su Hijo para aplastar a Satanás.

    El amor de Dios no conoce límites. En Juan 3:16 leemos: “De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna.” Este versículo bien conocido constituye el meollo del plan de Dios para el evangelismo personal. Su amor es un amor personal, un amor gratuito y disponible para todos, incluyéndolo a usted.

    El amorde Dios

    En cada una de estas secciones tituladas Tareas a cumplir, las preguntas o ejercicios nos ayudarán a repasar o aplicar lo que hemos estudiado. En los dos primeros ejercicios, escojamos las respuestas correctas que corresponden a cada frase. Encerremos en un círculo la letra que corresponda a nuestra elección.

  • 9

    1 Dios manifestó su plan de evangelismo personal ala) caminar con Adán.b) poner a Adán en un hermoso huerto.c) compartir su propia naturaleza con Adán.

    2 Cuando Adán pecó, Dios continuó manifestando su amor hacia los hombres ala) entregarnos a su Hijo Jesús.b) castigar a la serpiente.c) estar triste.

    3 ¿Por qué quiso Dios hacer partícipe de sí mismo y de la persona de su Hijo a todos los hombres y mujeres?

    ..................................................................................

    En la última página de esta lección hallaremos las respuestas a estos ejercicios. Comprobemos ahora nuestras respuestas con estos ejercicios.

    LA VIDA DE CRISTOObjetivo 2. Señalar qué nos dijo Jesús sobre el plan de Dios para el evangelismo personal.

    El hombre pecó. Como resultado de ese pecado se emplazaron en el mundo la enfermedad, la tristeza, las guerras, aun la muerte. Si bien es cierto que Dios dejaría de caminar con el hombre como solía hacerlo, contaba con un plan que le permitiría compartir su amor con los hombres. Ese plan fue enviarnos a Jesús.

    Hablando de su propia tarea y de su misión, Jesús dijo:

    El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; a predicar el año agradable del Señor (Lucas 4:18,19).

    Hace poco en mi propio país del Alto Volta, en África Occidental, asistía yo un día a una asamblea de alrededor de seiscientos creyentes. Cantaban las siguientes palabras:

    ¡De no haber sido por tu sanidad,y tu poder salvador, Señor,

    Los cerros habrían sido mi morada,y el infi erno mi porción!

    Jesús nos enseñó, por su propio ejemplo, el modelo del evangelismo personal. No hizo distinción alguna entre las personas: Recibía a hombres instruidos, como a Nicodemo y a griegos inquisitivos; visitaba a pecadores en su casa y almorzaba con ellos; los leprosos recurrían a él y él los curaba. Hasta los endemoniados se allegaban a su persona y él los liberaba. Cuando necesitaba

  • 10

    descansar, en vez de hacerlo, se ocupaba de los niños. Soldados y viudas, buscaban su ayuda y él los ayudaba. ¿Quién jamás se atreverá a decir que se mostró indiferente a cuantos vinieron a él en busca de ayuda?

    Jesús tenía una sola meta: cumplir la obra y hacer la voluntad de Quien lo había enviado. El apóstol Pedro, hablando de la vida y del ministerio de Jesús, dijo: “Anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él” (Hechos 10:38). Dios actuaba a través de Cristo, perdonando pecados y haciendo que la gente se volviera a él.

    Cristo estaba dispuesto a todo tipo de sacrifi cios para llevar a cabo el plan de su Padre. Dejó su hogar en el cielo, su trono, su gloria, para venir a nosotros. Nació en un pesebre porque a quienes vino a ayudar no lo recibieron. Pero su máximo sacrifi cio fue cuando voluntariamente entregó su vida en la cruz. Entonces fue que Jesús exclamó: “Consumado es” (Juan 19:30). Fue un grito de satisfacción. Había hecho su obra. Quedaba para siempre en claro el modelo de evangelismo personal, es decir, el dar a conocer las buenas nuevas.

    Efectivamente, Cristo probó la muerte para que nosotros pudiéramos vivir. Pagó nuestra deuda a Dios. Cristo, Señor de señores y Rey de reyes, caminó en esta tierra como un siervo, sin tener dónde reclinar su cabeza. Lo hizo porque nos amaba. ¿Hay, tal vez, mejores nuevas que éstas? Claro está que no las hay.

    4 A continuación algunas afi rmaciones relativas a Jesús. Encierre en un círculo las letras que tienen las respuestas correctas.a Fue enviado por Dios.b Se interesaba por la gente.c No ayudó a todos los que se acercaron a él.d Su poder era limitado.e Su meta era hacer la voluntad de Dios.f Estaba dispuesto a sacrifi carse.

    5 ¿Por qué estuvo dispuesto Jesús a entregarse por nosotros?

    ..................................................................................

    Compruebe sus respuestas

    EJEMPLO DE LOS PRIMEROS CRISTIANOSObjetivo 3. Explicar por qué podemos tomar como ejemplo a los cristianos de la iglesia primitiva para

    esparcir las buenas nuevas sobre Cristo.

    Cristo vino, como ya hemos visto, para hablarnos de Dios y de su amor. Hombres verdaderamente malvados lo clavaron en una cruz. Pero no permaneció en la tumba. Volvió a la vida, se levantó de la tumba y está sentado ahora a la diestra de su Padre en el cielo. Pero gracias sean dadas a Dios, que su plan para hacer conocer las buenas nuevas a los hombres no se detuvo con Cristo. Cristo entregó el plan a sus apóstoles y discípulos. Les dio claras instrucciones: “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura” (Marcos 16:15).

  • 11

    Esta orden dada por Cristo no es solamente para ser obedecida por un grupo selecto de personas, tales como los apóstoles, los evangelistas, los diáconos, los pastores o los maestros. La orden es para todos nosotros.

    ¿Pero cómo envió Jesús a sus discípulos? Bueno, en la oración elevada a su Padre, Cristo dijo: “Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo” (Juan 17:18). ¿Cómo envió Dios a Jesús? Lo envió con una misión. Lo envió con poder y con autoridad. Lo envió a todas las gentes. Lo envió no para condenar, no para juzgar, sino para liberar a la gente. Esta es la misión que Jesús nos ha ordenado ejecutar. Es como si hubiera dicho: “Padre, así como me enviaste a mí, envíalos a ellos. Guárdalos como me guardaste a mí. Escúchalos como me escuchaste a mí. No te apartes de su lado, así como tampoco te apartaste de mi lado.” ¡Qué maravilloso es saber que somos los mensajeros de Dios!

    Miremos a Pedro, con los ojos de nuestra imaginación, cuando predicó sobre este mismo Jesús en el día de Pentecostés. El relato de lo ocurrido fi gura en Hechos 2:14-39. Imaginémoslo de pie frente a la multitud, hablando de Cristo a los demás. Oigámoslo hablar delante de los jueces. Casi podemos oírlo cuando dice: “¿Cómo no habré de compartir con otros lo que yo he visto y oído con mis propios ojos y oídos?”

    Sigámoslo ahora a la casa de Cornelio, ofi cial romano, hombre que buscaba a Dios. Nuevamente lo vemos testifi cando sobre Cristo (Hechos 10:34-43).

    El libro Hechos de los Apóstoles nos relata muchísimos detalles sobre el apóstol Pablo y sus viajes. Acompañemos a Pablo en sus viajes y escuchemos lo que dijo. No hablaba de otro que no fuera Cristo, y Cristo crucifi cado. El ganar personas para Cristo y compartir su experiencia personal con otros, fue el anhelo ferviente del apóstol Pablo.

    Pablo estaba dispuesto a sufrir con tal de difundir estas buenas nuevas. Fue echado en la cárcel, golpeado, encadenado, pasó hambre, soledad, y fue olvidado y abandonado por sus colaboradores. Nada de ello impidió que compartiera con otros las buenas nuevas. Si no podía hablar, entonces escribía su mensaje, o le pedía a alguien que se lo escribiera. Hizo esto hasta el día en que pudo decir: “Yo ya estoy para ser sacrifi cado. He acabado la carrera” (2 Timoteo 4:6,7).

    En Africa, en tiempos pasados, cuando un cazador mataba un elefante, volvía corriendo a su casa y anunciaba a todos la buena noticia. Cuando los americanos pusieron pie por primera vez en la luna, esta buena noticia fue difundida por radio, por televisión, por los diarios, por todos los medios de información masiva, al mundo entero. Es parte de la naturaleza del hombre compartir las buenas noticias con los demás. Nosotros, que tenemos noticias mucho más importantes, ¿no deberíamos anunciarlas a los cuatro vientos?

  • 12

    Cuando Jesús se reveló a sí mismo a la mujer samaritana, ella, al igual que el cazador africano, corrió adonde estaban los suyos y les refirió todo lo que Jesús había hecho en su vida (Juan 4:5-29).

    6 ¿Qué tenían en común el apóstol Pedro, el apóstol Pablo y la mujer samaritana?a) Eran personas educadas.b) Querían anunciar a Cristo a los demás.c) Querían que la gente los respetara.

    7 ¿Por qué los cristianos de la iglesia primitiva tenían tanta urgencia en compartir con los demás las buenas nuevas de Cristo?

    ..................................................................................

    ..................................................................................

    8 A continuación hay un gráfi co para explicar cómo y por qué Dios envió a Jesús a la tierra. Bajo el encabezamiento: Los discípulos fueron enviados, pongamos una X en los espacios en blanco, si fueron enviados de la misma manera por Jesús. Luego pongamos una X en los espacios en blanco que indican cómo y por qué somos enviados nosotros.

    Jesús fue enviado

    Los discípulos fueron enviados

    Nosotros somos enviados

    • Con una misión ......................... ....................• Con poder ......................... ....................• Para sufrir ......................... ....................• A todas las personas ......................... ....................• A libertar a las

    personas ......................... ....................• A difundir las buenas

    nuevas ......................... ....................• Para ser un ejemplo

    del amor de Dios ........................ ....................

    Por sus testimonios y su predicación, los primeros cristianos pudieron difundir las buenas nuevas de Jesús en Jerusalén, en Judea, en Samaria y en todo el Imperio Romano. Los creyentes iban por todas partes. Predicaban y compartían con los demás su experiencia cristiana. Fueron en realidad los incrédulos los que les dieron el apelativo de cristianos, cuando los vieron hablar, vivir y actuar como Cristo. La palabra cristiano signifi ca “iguales a Cristo” o “seguidores de Cristo”.

    Aquellos primeros cristianos sentían un amor tan grande por los demás y estaban tan agradecidos por lo que él había hecho por ellos, que no podían dejar de hablar sobre las buenas nuevas. Queremos compartir con otros lo que Cristo hizo por nosotros, por idénticas razones: porque lo amamos y queremos que otros disfruten de su amor.

  • 13

    1 c) compartir su propia naturaleza con Adán.

    2 a) entregarnos a su Hijo Jesús.

    3 Porque nos ama tanto.

    4 a Correcto. b Correcto. c Incorrecto. d Incorrecto. e Correcto. f Correcto.

    5 Porque nos ama.

    6 b) Querían anunciar a Cristo a los demás.

    7 Debido a su amor por Cristo y por sus semejantes.

    8 Debió haber escrito una X en todas las líneas de las dos columnas.

  • 14

    Preparémonos

    ¿Recordamos el día cuando empezamos a aprender a leer? ¡Fueron días muy difíciles! Al principio no sabíamos nada del arte de leer. Luego nos enseñaron a leer las primeras letras del alfabeto. Pronto pudimos leer una palabra, luego una frase. Paso a paso aprendimos a leer, hasta que ahora lo hacemos con toda naturalidad.

    Seguramente recordamos también cuando nos educábamos para obtener un empleo. No lo aprendimos todo en un solo día. Aprendíamos las cosas poco a poco, luego practicábamos lo que aprendíamos, hasta que al fi n estuvimos capacitados para hacer bien el trabajo.

    Lo mismo ocurre con nuestro testimonio cristiano. Hay mucho que aprender a medida que damos a conocer a Cristo a otros. En la primera lección aprendimos acerca del plan de Dios para difundir las buenas nuevas a hombres y mujeres. Veremos ahora qué tipo de preparación necesitamos en nuestro deseo de ganar almas para Cristo.

    En esta lección aprenderemos a . . .

    Conocer a CristoSer llenos del EspírituUtilizar las mejores herramientas

    Esta lección nos ayudará a . . .

    • Entender los requisitos básicos que nos preparan para el evangelismo personal.

    APRENDER A CONOCER A CRISTOObjetivo 1. Explicar cómo conocer mejor a Cristo.

    Todos nosotros hemos sido salvados con un propósito. Se nos llama a testifi car y a dar a conocer a otros lo que el Señor ha hecho en nuestra vida. Para conocerlo a El es preciso que pasemos parte de nuestro tiempo con El. Porque ¿cómo habremos de hablar de alguien que no conocemos? ¿Acaso algún tribunal de justicia nos llamaría para servir de testigos en un caso del que nada sabemos?

    Lección

    2

  • 15

    Cierto es que Jesús envió a sus discípulos hasta los últimos términos de la tierra para difundir las buenas nuevas. Pero también es cierto que les ordenó que esperasen hasta estar plenamente preparados. Esta preparación toma su tiempo.

    No demanda mucho tiempo memorizar ciertos versículos bíblicos o estudiar distintas maneras de acercarnos a las personas. Tampoco toma mucho tiempo observar cómo otros obreros llevan a las personas a los pies de Cristo. Pero aprender a conocer a Cristo, conocer el poder de su resurrección, y la profundidad de su amor requieren toda una vida de aprendizaje en la escuela del propio Señor. Siempre que trabajamos para él, queremos conocerlo mejor.

    Respecto a esto el apóstol Pablo escribió a la iglesia que se reunía en Corinto. Dijo que se propuso fi rmemente no saber cosa alguna de nada ni de nadie, excepto de Jesucristo, y de éste crucifi cado (1 Corintios 2:2).

    También los discípulos dedicaban un tiempo al aprendizaje. Este tiempo dedicado al aprendizaje fue la clave del secreto de su éxito al difundir las buenas nuevas sobre Cristo, su Señor. No tenemos la menor duda de que desde el primer día en que Cristo llamó a sus discípulos, creyeron en él. Creer en Jesús y aceptarlo, no toma más que un instante. Pero así como los bebés no pueden crecer y caminar en un solo día, así también les tomó mucho tiempo a los discípulos aprender a conocer a Jesús. ¡Les tomó toda su vida!

    Leemos en la Biblia que Cristo transformó el agua en vino en ocasión de unas bodas. Cuando sus discípulos vieron esto creyeron en él. Cuando reprendió al viento y al mar embravecido, el viento dejó de soplar y el mar se aquietó. Sus discípulos, asombrados, se preguntaron: “¿Quién es éste?” (Marcos 4:41). Ese día también llegaron a conocerlo mejor. Vieron más de su poder. Y este conocimiento del poder ilimitado de su Señor les infundió paz.

    Más adelante, según las Sagradas Escrituras, al fi nal del ministerio de Jesús en la tierra, muchos de sus discípulos lo abandonaron. Pero no los doce que llegaron a conocerlo tan bien. Pedro, en nombre de los demás, exclamó: “¿A quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna” (Juan 6:68). Este solo conocimiento los unía estrechamente a su Señor.

    Tomas, uno de los discípulos, se sintió abrumado por la muerte de Jesús en quien había creído. De la noche a la mañana se transformó en un incrédulo confundido, lleno de duda. Rehusó aceptar el hecho de que Jesús había resucitado de entre los muertos. Pero cuando Jesús se le apareció,

  • 16

    Tomás, se postró y exclamó: “¡Señor mío, y Dios mío!” (Juan 20:28) Este conocimiento personal de Cristo lo acercó nuevamente a su Maestro.

    Pedro había contemplado el esplendor de Jesús en el monte de la Transfi guración (Lucas 9:29). Dios le reveló la verdadera naturaleza de su Hijo, Jesús. Tres veces recibió la orden de Jesús de ayudar a otros creyentes. Después hablaba con poder y autoridad respecto al nombre de Jesús. No obstante, desconocía la magnitud y la grandeza del amor de Dios. No sabía que el amor de Dios era para todas las personas, sin importar su raza o su color. A Dios le costó trabajo convencer a Pedro a que fuera a la casa de Cornelio. Entonces él comprendió que Dios no hace acepción de personas (Hechos 10:34).

    Vemos, pues, que los discípulos llegaron a conocerlo solamente por su permanente experiencia de estar siempre con Jesús, de escuchar su voz, de hablar con El. De la misma manera debemos aprender a conocerlo, antes de poder testifi car de El a los demás.

    1 Encierre en un círculo las letras que correspondan a las respuestas correctas de la siguiente pregunta: ¿De qué manera podemos llegar a conocer mejor a Cristo?a Dedicar tiempo para estar con él.b Ejecutar tareas de memorización.c Observar cómo actuó El en la vida de las diferentes personas.d Escucharlo.e Hablar con El.f Estudiar distintas formas de hablar con la gente.

    2 Anote dos cosas que los discípulos aprendieron cuando llegaron a conocer mejor a Cristo.

    Aprendieron respecto a su .................................

    y su .....................................................................

    3 ¿Cuánto tiempo demanda conocer realmente a Cristo?

    ..................................................................................

    Compruebe sus respuestas

    SER LLENOS DEL ESPIRITUObjetivo 2. Describir de qué manera el Espíritu Santo puede ayudarnos para poner en práctica el

    evangelismo personal.

    Necesitamos poder.

    Para lograr resultados positivos para Cristo en nuestro servicio personal cristiano, necesitamos poder. Antes de que Cristo pudiera iniciar su ministerio, le fue dado el poder del Espíritu Santo (Lucas 4:18). Cristo sabía perfectamente bien que sus discípulos enfrentarían difi cultades y, por ende, necesitarían ayuda. Antes de dejarlos para retornar a su Padre, les dijo: “Recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y [entonces] me seréis testigos” (Hechos 1:8).

    El Espíritu Santo ha sido enviado para darnos osadía y poder. Nos ayuda en nuestro diario testimonio de Cristo.

  • 17

    En el año 1965, en momentos en que cursaba estudios universitarios, el Alto Volta experimentó un gran avivamiento. Los fi nes de semana salíamos a testifi car. Vimos crecer muchas iglesias y vimos fundar otras. Esto ocurrió por el poder del Espíritu Santo

    Pero cabe la pregunta: “¿Cómo podemos ser llenos del Espíritu Santo?” Simplemente, abriendo nuestro corazón ante el Señor, hablarle de nuestra debilidad y de nuestro deseo de hacer participes a los demás de sus buenas nuevas. El Señor nos llenará de su Espíritu y de su poder, y conoceremos el gozo de estar bien equipados para la tarea. Y esta promesa es para TODOS los que creen en Jesucristo (Hechos 2:14, 39).

    En estos ejercicios, debemos escoger la respuesta correcta de las dos alternativas que fi guran entre paréntesis y escribirla en el espacio en blanco.

    4 El resultado normal de ser llenos del Espíritu Santo es que recibimos .......................................(poder/buenas nuevas) y llegamos a ser .................................................. (apóstoles/testigos).

    5 Cristo les dijo a sus discípulos que esperasen hasta ser llenos del Espíritu. Lo hizo así porque

    sabía que tendrían ............................................................ (cosas que aprender/problemas) y necesitarían ........................................................ (libros/ayuda).

    Compruebe sus respuestas

    Necesitamos ser guiados

    La orden de Jesús es que vayamos hasta los últimos términos de la tierra. El campo donde actúa Jesús es amplísimo. Para no perder tiempo, necesitamos ser dirigidos por el Espíritu. Jesús les asegura a sus discípulos que el Espíritu, cuando venga, los guiará a toda verdad (Juan 16:13).

    La gente, en todas partes, quiere ser dirigida y guiada. Para ello, algunos recurren a sus antepasados muertos. Otros buscan directivas en las estrellas, en el sol o en la luna. Cuando nosotros buscamos lugares para servirle, nuestras directivas provienen de Dios. No importa dónde

  • 18

    nos dirija, nos consta que sabe lo que hace, porque El es el camino. De la misma manera que es posible dirigir un avión en la oscuridad y en medio de las nubes hasta aterrizar, así también Dios nos dirige hacia las personas a quienes tenemos que ir, y en el momento oportuno.

    Felipe fue dirigido por el Espíritu al desierto, a un hombre que buscaba con ansias la verdad (Hechos 8:29). Pablo fue guiado por el Espíritu al lugar desde el cual pudo oír el pedido de auxilio de un macedonio que clamaba por su ayuda (Hechos 16:9).

    En el año 1921, Dios, por su Espíritu Santo, guió a los primeros misioneros de las Asambleas de Dios a Sierra Leona, en el África Occidental. De ahí atravesaron la Guinea de habla francesa y llegaron a Mali, al corazón del África Occidental, hasta arribar al Alto Volta.

    Si el Espíritu Santo no hubiera guiado a estos misioneros, podrían haberse detenido en cualquiera de los países que atravesaron. Pero en razón de que obedecieron las directivas del Espíritu, muchísimas personas en el Alto Volta creyeron y aceptaron a Jesús. Estos nuevos cristianos fueron el medio de que se valió Dios para que las buenas nuevas de Jesús se esparcieran por casi todos los países circunvecinos.

    6 Responderá a estas preguntas con un SI o un NO.a ¿Pueden nuestros antepasados muertos ayudarnos a saber qué debemos hacer en la vida?b ¿Debemos estudiar las estrellas pidiendo dirección cuando queremos tomar una decisión?c ¿Nos guiará siempre el Espíritu Santo si se lo pedimos?

    7 Hemos hecho comentarios de tres distintas oportunidades en que diferentes personas permitieron al Espíritu Santo que las dirigiera. ¿Cuál fue el resultado en las tres oportunidades?

    ..................................................................................

    Compruebe sus respuestas

    UTILIZAR LAS MEJORES HERRAMIENTASObjetivo 3. Explicar cuáles son las herramientas que se necesitan para poder resistir al diablo y

    difundir las buenas nuevas sobre Jesús.

    La espada del Espíritu

    En el Alto Volta hay un proverbio que dice: “Manos vacías no matan serpientes.” Jesús no nos envía al mundo con las manos vacías. Nos ha provisto de herramientas para el trabajo. La tarea es grande y no podemos llevarla a cabo confi ados en nuestras propias fuerzas.

    Hay alguien que procura evitar que difundamos las buenas nuevas de Cristo. Ese alguien es el diablo. Primero evitó que Adán, el primer hombre, hiciera la voluntad de Dios. Logró que el pueblo de Israel desobedeciera a Dios. Hasta trató de evitar que Cristo comunicara a los hombres el amor de Dios. Jesús lo combatió y pudo vencerlo. ¿Qué utilizó Jesús para combatir al diablo? Utilizó la Palabra de Dios, llamada “la Espada del Espíritu.” Si nosotros echamos mano de la Espada del Espíritu, también podremos derrotar a Satanás. En Hebreos 4:12 leemos:

    La palabra de Dios es viva y efi caz, y mas cortante que toda espada de dos fi los; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.

  • 19

    El propio Jesús utilizó esta espada cuando fue tentado en el desierto (Mateo 4:4).

    Esteban utilizó la misma espada, y sus acusadores quedaron confundidos y enojados (Hechos 7:54)

    Pablo escribió a los efesios y les indicó que se vistieran de toda la armadura de Dios. La batalla contra Satanás es terrible. No combatimos contra seres humanos, sino contra malignas fuerzas espirituales. Pablo dio la ilustración de un soldado que se viste con su armadura, que lo protegía contra el enemigo. En Efesios 6:14-17 leemos los detalles de esa armadura. Los anotamos a continuación:

    Coraza dejusticia

    Yelmo de lasalvación

    Ceñidor dela verdad

    Espadadel Espíritu

    Apresto delevangelio de

    la paz

    Escudo de la fe

    Verdad CeñidorJusticia CorazaDisposición para difundir las buenas nuevas CalzadoFe EscudoSalvación YelmoPalabra de Dios Espada del Espíritu

    Cuando nosotros aceptamos a Jesús como nuestro Salvador, recibimos el yelmo de la salvación. Nuestra fe es nuestro escudo. Cuando predicamos la verdad, nos ajustamos el ceñidor. Nuestra nueva vida es limpia y pura; es nuestra coraza de justicia. Nuestro calzado es el deseo que tenemos

  • 20

    de compartir con los demás las buenas nuevas sobre Cristo. La Biblia es nuestra espada del Espíritu. Si nos vestimos de toda esta armadura ¡ganaremos la batalla!

    El nombre de Jesús

    Jamás debemos olvidar que nos ha sido dado el privilegio de anunciar las buenas nuevas acerca de Jesucristo. No hablamos en nuestro propio nombre sino en el nombre de Jesús. Los embajadores no hablan por su propia cuenta. Hablan en nombre de su país.

    Es el nombre de Cristo el que salva. Aparte de su nombre no hay salvación. Si nos acercamos a Dios por intermedio de ese maravilloso Nombre, Dios nos oirá y contestará nuestras oraciones y peticiones. Cristo no nos dejó oro o plata. Pero nos dejó algo que el dinero no puede comprar. ¡Nos dejó su maravilloso Nombre! No es de extrañar que millares de cristianos canten en todo el mundo acerca del nombre de Jesús: “¡Hay algo especial en ese Nombre!”

    Se llamará su nombre Admirable, Consejero, Padre eterno, Príncipe de paz (Isaías 9:6).

    8 ¿Qué herramientas uso Jesús para evitar que el diablo impidiera su ministerio?

    ..................................................................................

    9 ¿Qué herramienta especial nos dejó Jesús?

    ..................................................................................

    10 Supongamos por un momento que no nos vestimos con la armadura de Dios. ¿Qué nos ocurriría?a) Le resultaría fácil al diablo hacer que desobedezcamos a Dios.b) El diablo no podría impedir que obedezcamos a Dios.

    11 Señale con una X el espacio en blanco para indicar las armas que usted lleva puestas.

    Si NoCeñidor . . . . . . . . . .Coraza . . . . . . . . . .Calzado . . . . . . . . . .Escudo . . . . . . . . . .Yelmo . . . . . . . . . .Espada . . . . . . . . . .

    Compruebe sus respuestas

    Ojalá que haya disfrutado de la segunda lección. Antes de continuar con nuestro estudio, debemos pensar en alguien a quien queremos ayudar a encontrar a Cristo. Oremos a Dios para que nos ayude a compartir con esa persona nuestra experiencia de aceptar a Cristo como nuestro Salvador personal. Escribamos aquí el nombre de esa persona y oremos por ella.

    ..................................................................................

  • 21

    1 a Correcto. b Incorrecto. c Correcto. d Correcto. e Correcto. f Incorrecto.

    2 poder, amor.

    3 Toda una vida.

    4 poder, testigos.

    5 problemas, ayuda.

    6 a No. b No. c Si.

    7 Guiaron a otras personas a Cristo

    8 La Palabra de Dios

    9 Su Nombre.

    10 a) Le resultaría fácil al diablo hacer que desobedezcamos a Dios.

    11 Si el alumno no pudo señalar con una X bajo el título SI para toda la armadura, debe pedirle a Dios ahora mismo que lo vista con toda su armadura.

  • 22

    Comprometámonos

    Un proverbio africano dice: “Una mano sola jamás construirá una casa.

    Un proverbio francés dice: “La unión hace la fuerza.”

    Un proverbio inglés dice: “Dos cabezas piensan más que una.

    La Biblia dice: “Cordón de tres dobleces no se rompe pronto” (Eclesiastés 4:12).

    Estos proverbios son correctos. Para edifi car una casa hacen falta muchas manos. El albañil por sí solo no puede hacer toda la tarea.

    Cristo dijo: “Edifi caré mi iglesia.” Pero nos ha llamado para trabajar con El en esta formidable tarea. Cada uno de nosotros tiene que cumplir una parte de la obra.

    En la segunda lección analizamos la necesidad de estar preparados. Ahora veremos que tenemos que comprometernos personalmente. Porque Cristo, en su gran tarea, tiene un trabajo que solamente nosotros podemos hacer ¡Que el Señor nos bendiga en nuestro estudio!

    En esta lección aprenderemos a . . .

    Ser obedientesSer como la salSer responsablesComprometernos

    Esta lección nos ayudará a . . .

    • Describir diversas maneras en que podemos realizar evangelismo personal.

    • Entender cómo la obediencia y la responsabilidad son necesarias para el evangelismo personal.

    Lección

    3

  • 23

    SER OBEDIENTESObjetivo 1. Explicar la importancia de la obediencia en el testimonio personal.

    Recordemos que mencionamos anteriormente una ceremonia de bodas, durante la cual Jesús transformó el agua en vino. El consejo que María, la madre de Jesús, les dio a los servidores, debe ser el lema de todo creyente. Dijo: “Haced todo lo que os dijere” (Juan 2:5).

    A no ser que haya obediencia, no podrá haber implicación personal ni éxito en el evangelismo personal. Es verdad que se nos ha ordenado ir por todo el mundo; orden que Cristo nos ha dado. ¿Cuál será nuestra respuesta?

    ¿Por qué se retiró Felipe de un gran avivamiento en Samaria para dirigirse a un desolado desierto? ¡Porque el Señor se lo había ordenado! Ya que se lo había ordenado Dios, Felipe obedeció (Hechos 8:26).

    ¿Por qué abandonó Abraham a su país, a sus amigos y sus campos para dirigirse a un destino desconocido? Lo hizo así porque el Señor se lo había ordenado (Génesis 12:1). ¿Por qué tomó a su hijo unigénito, a quien tanto amaba, y se lo ofreció a los propósitos de Dios? En aquel momento puede ser que él no haya entendido las razones que movieron a Dios. Pero de todas formas obedeció, pues Dios se lo había ordenado (Génesis 22:9,10). Su obediencia impactó al mundo.

    A lo largo de los siglos mucha gente sufrió por haber obedecido a Cristo. Algunos escogieron la muerte antes que negar a Cristo. Su regla y meta fue la total obediencia a Dios.

    La Biblia nos compara con soldados (2 Timoteo 2:3). Cristo es nuestro capitán. Como soldados de Cristo le debemos total obediencia a nuestro Jefe. Si un soldado no obedece a su ofi cial, se perderá la batalla. ¡La obediencia es la clave de la victoria de un ejército!

    1 ¿Cuál debe ser la regla de oro de todo creyente que practica el evangelismo personal? (Escoja una respuesta).a) Hacer lo que le parezca más razonable.b) Hacer lo que Cristo nos dice que hagamos.c) Hacer lo que alcance al mayor número posible de personas.

    2 El creyente es como un soldado cuando practicaa) obediencia total.b) obediencia a las cosas que entiende.c) diversas formas para evitar el sufrimiento.

    3 ¿Qué podemos esperar cuando somos obedientes?

    ..................................................................................

    Compruebe sus respuestas

    SER COMO LA SALObjetivo 2. Explicar las diversas formas en que la naturaleza de un cristiano es como la sal.

    Antes de poder hacer realmente algo para Cristo, tenemos que ser lo que El quiere que seamos. Habremos de ser testigos. Nuestro testimonio no se limita solamente a lo que hacemos, es mucho más: es lo que somos. El hecho de testifi car no es solamente nuestra tarea obligatoria, sino que es

  • 24

    parte de nuestra propia naturaleza. Por eso fue que Jesús les dijo a sus discípulos: “Vosotros sois la sal de la tierra” (Mateo 5:13).

    ¿Por qué nos comparó Jesús con la sal? Como bien sabemos, la sal se utiliza con muchísimos propósitos. Veremos algunas de las ocasiones en que la sal se utiliza en mi país.

    La sal une a la gente. En mi país del Alto Volta, en África, la sal se utiliza para unir a dos personas, a dos familias y aún a dos tribus. Antes de contraer matrimonio un joven, entrega un simbólico obsequio de sal a los padres de su novia. De esta forma queda formalizada y sellada su unión. De la misma manera, Jesús nos hizo sal, para que podamos unir a la gente con Dios.

    La sal crea amistad. La sal fue uno de los primeros obsequios que llevaron los exploradores blancos para ganarse la amistad y voluntad de los jefes africanos. El pecado hizo que todos los hombres fueran enemigos de Dios. Somos su sal para traerlos de vuelta a Dios.

    La sal hace la paz. Mi padre tenía un toro. Ese toro tenía cuernos muy afi lados y nadie se atrevía a acercarse a él. Pero mi abuelo tenía un secreto. Cuando quería aproximarse al toro sostenía en sus manos una barra de sal. Cuando el toro veía la sal se acercaba a mi abuelo, manso como un cordero.

    Jesús nos ha enviado a este mundo para ser hacedores de paz. Si hacemos que la gente vea que nos preocupamos por sus necesidades, podremos hacerlos copartícipes de la paz de Dios.

    La sal preserva. En todas partes del mundo, y especialmente en los países en desarrollo, la sal se usa para evitar que se pudra la carne. Si Dios no hubiera puesto sal en el mar, la vida del hombre sería imposible en el planeta tierra. La contaminación del agua habría sido total. Nuestra presencia en el mundo como sal de Dios, preservará a los hombres y mujeres del pecado, cuando les hablemos de Jesucristo.

    La sal condimenta. Cuando Cristo nos comparó con la sal, era otra manera de decir que el mundo es como una comida sin sabor. Eso es muy cierto, porque la vida sin Cristo, la vida sin Dios, es una vida sin esperanza. No hay auténtica felicidad en la vida para quienes no conocen a Cristo. Si somos sal para la gente que nos rodea, les ayudaremos a encontrar un nuevo signifi cado para su vida.

    La sal no es alimento en sí mismo. La sal no es la parte principal de la comida, y sin embargo nos damos claramente cuenta de su presencia. Si vivimos una vida semejante a la de Cristo, nuestra manera de ser hará que otros se percaten de Cristo. Nuestra sola presencia puede signifi car un mensaje más importante del que podríamos predicar.

    ¿De dónde proviene la sal? Habitualmente de la tierra. En África hay yacimientos de sal. ¿Puede salir algo bueno de la tierra? La respuesta es afi rmativa. Dios nos creó del polvo de la tierra. Somos

  • 25

    el fruto de la tierra, y así nos ha hecho Cristo. Decidió que nosotros, que éramos sus enemigos, que estábamos alejados de él, fuéramos hechos sal. ¿Puede algo bueno salir de la tumba? La respuesta es afi rmativa. ¡Cristo salió de la tumba! ¡Qué maravilloso poder!

    La sal abunda en todas partes. No hay país, ni hogar, ni familia donde no haya sal. De la misma manera, la sal de Cristo penetra en todo el mundo.

    Cristo quiere que seamos sal en nuestra familia y en el sitio donde trabajamos, de modo tal que a través de nuestra vida la gente vea la obra maravillosa de Cristo en nosotros y glorifi que a Dios.

    4 Ponga por escrito cuatro diferentes maneras en que uno puede ser sal en el ámbito donde uno vive.

    ..................................................................................

    ..................................................................................

    ..................................................................................

    ..................................................................................

    5 Encierre en un círculo la letra colocada delante de las frases que indican las lecciones que podemos aprender de la sal.a El cristiano hace enemigos.b El cristiano ayuda a la gente a encontrar a Dios.c Nuestra naturaleza es ser como Jesús.d Nuestras palabras son más importantes que lo que somos nosotros.e Nuestra vida debe ser tal que la gente quiera conocer a Jesús.f La vida sin Cristo es como la comida sin sal.

    Compruebe sus respuestas

    SER RESPONSABLESObjetivo 3. Defi nir la responsabilidad del cristiano en ayudar a los demás a conocer a Cristo.

    Supongamos que hemos sido testigos de un accidente automovilístico. Como resultado del cual hay heridos que gimen y piden ayuda. ¿Qué haríamos en tal caso? Podríamos trasladarlos al hospital más cercano o llamar una ambulancia. Pero en lugar de hacer una de esas cosas, nos retiramos tranquilamente del lugar. ¿Qué ocurriría?

    Aunque nosotros no los conocieramos y además no hubiéramos provocado el accidente; aún así estaríamos quebrantando la ley. Hasta podríamos ser detenidos y llevados a la cárcel por no haber ayudado a esas personas en momentos de necesidad.

    Leamos lo que Dios dice en su Palabra:

    A ti, pues, hijo de hombre, te he puesto por atalaya a la casa de Israel, y otras la palabra de mi boca, y los amonestarás de mi parte. Cuando yo dijere al impío: Impío, de cierto morirás; si tú no hablares para que se guarde el impío de su camino, el impío morirá por su pecado, pero su sangre yo la demandaré de tu mano. Y si tú avisares al impío de su camino para que se aparte de él, y él no se apartare de su camino, él morirá por su pecado, pero tú libraste tu vida (Ezequiel 33:7-9).

  • 26

    Es lamentable que tantos cristianos no toman conciencia de su responsabilidad o de su deber hacia los demás. Cada uno de nosotros tiene una responsabilidad dada y defi nida. No podemos darnos el lujo de mostrarnos indiferentes Pensemos en quienes nos rodean: en nuestra familia, en el sitio donde trabajamos, en los lugares públicos. ¡Cuántos de ellos luchan y se esfuerzan sin Cristo! ¿Y hemos de permanecer sentados tranquilamente y dejarlos morir? ¡No, mil veces No! Muchísimo mejor es decir con Isaías: “He aquí, envíame a mí” (Isaías 6:8).

    Cierto día Jesús curó y liberó a un hombre dominado por el diablo. Andaba desnudo y vivía en el cementerio. Luego de curarlo, Jesús le dijo: “Vuélvete a tu casa, y cuenta cuán grandes cosas ha hecho Dios contigo” (Lucas 8:39). ¡Podemos imaginarnos al hombre anunciando de casa en casa las buenas nuevas del maravilloso poder de Jesús! Nuestros familiares, nuestros amigos, los miembros de nuestra comunidad jamás sabrán de las maravillosas cosas que hace Jesús, a menos que se las digamos.

    El apóstol Pablo sintió su responsabilidad. Aunque fue escogido por Dios para llevar el mensaje a los gentiles, que no formaban parte de su propio pueblo, no descuidó a ninguno. Por dondequiera que fuese, primero llevó el mensaje a los suyos y luego a los gentiles. Creemos que Jesús, en Hechos 1:8 nos dice que hemos de ser testigos primero en Jerusalén (nuestro propio hogar), luego en Judea (nuestro país), más tarde en Samaria (los países limítrofes al nuestro), y fi nalmente en todos los términos de la tierra (el mundo entero). Cristo quiere hablarles a los nuestros. Quiere salvarlos. Quiere escribir sus nombres en el Libro de la Vida. Pero no lo hará solo. Nuestro Señor Jesucristo quiere trabajar con nosotros y por intermedio nuestro.

    Cuando Pablo habló a los dirigentes de la iglesia de Efeso, les dijo, entre otras cosas, lo siguiente:

    No he rehuido anunciarles ni compartir con ustedes ni proclamarles noche y día cuál es el propósito de Dios. Por lo tanto, cuídense ustedes y asuman la responsabilidad con la cual el Espíritu Santo los ha investido (Hechos 20:27, 28).

  • 27

    6 Como atalayas designados por Dios, ¿cuál es nuestra obligación más importante?a) Estudiar la Biblia.b) Advertirles a los incrédulos la condición en que ellos se encuentran.c) Salvar a la gente.

    7 Primero hablaré a .................................................. sobre Dios.

    8 Segundo hablaré a .............................................. sobre Dios.

    9 Luego hablaré a .................................................. y a ........................................................ sobre Dios.

    10 Supongamos que Dios nos dio la oportunidad de hablarle a alguien sobre Cristo, y no lo hicimos. Más tarde esa persona murió sin haberle hablado. ¿Cómo nos habremos de sentir?

    ...........................................................................................................................................................

    ...........................................................................................................................................................

    11 Supongamos ahora que sí le hablamos a alguien sobre Cristo, pero no quiso escucharnos. Luego murió esa persona. ¿Cómo nos habremos de sentir?

    ...........................................................................................................................................................

    ...........................................................................................................................................................

    Compruebe sus respuestas

    COMPROMETERNOSObjetivo 4. Dar razones de porqué tenemos que comprometernos a difundir las buenas nuevas .

    A pesar de que la tarea es grande, Dios se complace en utilizar una herramienta humana, un testigo humano, para difundir las buenas nuevas a todos cuantos creyesen. El solo hecho de saber que Dios quiere utilizarnos, debería ser más que sufi ciente para querer comprometernos a testifi car sobre Jesús.

    A Dios no le faltan obreros. De haberlo querido, habría enviado infi nidad de ángeles para hablar sobre Cristo. Lo podrían haber hecho de la noche a la mañana. Cierto es que Dios envió ángeles para anunciar a los pastores las buenas nuevas del nacimiento de Cristo. También es cierto que fueron ángeles los que anunciaron las nuevas de la resurrección de Cristo en aquella mañana de Pascua. Y es posible que envíe ángeles para ministrar a su pueblo. Pero no escogió ángeles para testifi car sobre la cruz. ¡Nos escogió a nosotros, sencillos y débiles seres humanos, para anunciar esta buena nueva en todos los ámbitos de la tierra!

    ¿No es maravilloso saber que el Todopoderoso Dios decidió depositar en nosotros la tarea de traer a la gente a los pies de Cristo? Dios no quiere que los incrédulos mueran en sus pecados. ¡Ese solo hecho constituye una excelente buena nueva que bien vale la pena comentar con todos! Pero Dios necesita más pies, más manos, más lenguas, más personas para difundir su palabra de vida a los que aún no la han hallado.

    Muchas veces los cristianos dicen que esperan ansiosos el día en que Cristo ha de retornar a la tierra. Sobre su segunda venida se han escrito muchos himnos y muchos coros. También se han

  • 28

    escrito numerosos libros sobre el tema. Muchas veces hemos orado, al igual que el apóstol Juan: “Ven, SeñorJesús” (Apocalipsis 22:20).

    A menudo olvidamos las condiciones que el propio Señor Jesús nos impuso. Dijo Jesús: “Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fi n” (Mateo 24:14).

    ¿Queremos que Jesús venga pronto? ¿Queremos estar para siempre con él? De ser así, no perdamos un minuto más y dediquémonos de lleno a difundir las buenas nuevas. ¡Que sea un compromiso personal de entrega!

    Cuando el apóstol Pablo escribió a los romanos sobre este tema, les dijo: “Os ruego, por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrifi cio vivo, santo, agradable a Dios” (Romanos 12:1). La palabra dedicado tiene el mismo sentido que la palabra comprometidos Signifi ca que nos hemos entregado íntegramente a algo. ¡Entreguémonos completamente a esparcir las buenas nuevas sobre Jesucristo!

    12 Anote dos razones por las que nos hemos de comprometer a dar a conocer a los demás las buenas nuevas acerca de Jesús.

    ..................................................................................

    ..................................................................................

    13 ¿Quiere usted entregarse totalmente a la tarea de predicar las buenas nuevas acerca de Jesús?

    .............. ¿Por qué no ora ahora mismo al respecto?

  • 29

    1 b) Hacer lo que Cristo nos dice que hagamos.

    2 a) obediencia total.

    3 Exito, victoria.

    4 Puede haber escrito: Puedo guiar personas a Dios. Puedo ayudar a que las personas sean amigas. Puedo ser un hacedor de paz. Con mi ejemplo puedo combatir el pecado. Puedo explicar cuán maravillosa es la vida para un cristiano. Puedo ser como Jesús.

    5 a Incorrecto. b Correcto. c Correcto. d Incorrecto. e Correcto. f Correcto.

    6 b) Advertir a los incrédulos la situación en que se encuentran.

    7 mi propia familia

    8 mis amigos y vecinos

    9 los países limítrofes al mío, todo el mundo.

    10 Muy triste, porque murió sin la oportunidad de conocer a Cristo, y no hice lo mejor que pude.

    11 Triste, porque rechazó la advertencia. Pero contento porque hice todo lo posible para ganarlo para Cristo.

    12 Porque Dios nos escogió para realizar esta tarea. Porque queremos que Jesús vuelva pronto.

    13 Es de esperar que la respuesta haya sido afi rmativa. Dios quiere usarnos.

  • 30

    Compartamos nuestra experiencia

    En el principio de mi ministerio, estando involucrado en la enseñanza de las Escrituras, el Señor dirigió mis pasos hacia un hombre de edad. Le hice conocer mi experiencia de haber oído hablar sobre Jesucristo, y de qué manera llegó a ser mi Salvador personal.

    Una semana después el anciano me mandó a buscar. Al llegar a su hogar me vino a la memoria la casa de Cornelio, relatada en la Biblia. La familia estaba reunida. El hombre y toda su familia estaban preparados para mi visita. Esa misma noche dieciséis miembros de una familia africana entregaron su vida a Cristo. Su número creció desde entonces. ¡Hoy en día se reúnen para glorifi car a Dios como una congregación, como una iglesia!¿Saben mis lectores por qué yo creí en Cristo? Se debe a que cierto día una persona compartió conmigo su experiencia. ¿Y saben mis lectores por qué sigo siendo cristiano? Porque he experimentado a Jesús personalmente en mi propia vida. Ya hemos hablado de la necesidad de comprometernos en este asunto. Ahora veremos cómo comprometernos, dando a conocer a otros lo que Cristo hizo por nosotros. ¿Cómo habremos de guardar sólo para nosotros semejantes buenas nuevas? ¡Tenemos que darla a conocer a los demás!

    En esta lección aprenderemos a . . .

    Compartir nuestra experiencia en todo momentoCompartir nuestra experiencia sin vergüenzaDar a conocer el cambio que puede producirse en las personasCompartir nuestra experiencia aunque cueste

    Esta lección nos ayudará a . . .

    • Entender la importancia de estar preparados para dar a conocer nuestro testimonio cristiano en toda oportunidad.

    • Comprometernos a una vida de testimonio personal, sin importar lo que pueda costar.

    Lección

    4

  • 31

    COMPARTIR NUESTRA EXPERIENCIA EN TODO MOMENTOObjetivo 1. Exponer razones por las cuales debemos estar preparados para dar a conocer nuestro

    testimonio en todo momento.

    Nada hay que produzca mayores resultados en el evangelismo personal que dar a conocer nuestras propias experiencias. Es el centro de toda la tarea.

    Es posible que hayamos conocido a Cristo y su poder salvador en nuestra vida y que hayamos recibido el poder de su Espíritu. Cristo puede haber hecho por nosotros grandes y maravillosas cosas. Pero a menos que demos a conocer esas cosas a los demás, ¿cómo habrán de saberlo? A menos que hablemos con la gente, ¿cómo habrán de oír? Y a menos que oigan, ¿cómo podrán creer y ser salvos? (Romanos 10:14-15).

    Supongamos por un momento que Jesús nunca nos hubiera dicho nada de las buenas nuevas de Dios para nosotros. ¿Cómo habríamos sabido del amor de Dios?

    Supongamos que la mujer samaritana se hubiera guardado para sí misma su experiencia que tuvo con Jesús. ¿Cómo habrían oído de Cristo las personas de la localidad?

    El propio Jesús les hablaba a las personas dondequiera que El fuera. Las recibía sin importarle dónde estuviera. Al leer los cuatro evangelios, lo vemos caminando por la playa del mar y hablando con la gente en las calles. En cierta ocasión les dijo a sus discípulos: “Vayamos a otras ciudades y aldeas, porque mi misión es dar a conocer el amor de Dios a todos” (Marcos 1:38; traducción libre de una paráfrasis). Ordenó a sus discípulos que fueran a todo el mundo, hasta los últimos términos de la tierra.

    El año pasado mi esposa y yo tuvimos la inmensa dicha de guiar a ocho personas a los pies de Cristo, por el simple expediente de darles a conocer lo que el Señor había hecho con nosotros. ¿Cómo podemos callar cuando tenemos tan buenas noticias para anunciarles a los demás?

    Tenemos que dar a conocer las buenas nuevas de Cristo en cualquier circunstancia. El apóstol Pablo, escribiendo al joven Timoteo, le dijo:

    Te encarezco delante de Dios . . . que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo (2 Timoteo 4:1,2).

    Cristo aprovechó cuanta oportunidad se le presentó para predicar y anunciar las buenas nuevas. Hasta en la cruz, donde murió, aprovechó ese momento para hacer participe de las buenas nuevas al criminal que estaba crucifi cado a su lado. Le dijo: “De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso” (Lucas 23:43).

    El apóstol Pablo nunca desaprovechó ninguna oportunidad para predicar las buenas nuevas de su Señor. Proclamaba las buenas nuevas aun cuando tenía sus pies y sus manos en cadenas. Encadenado estuvo frente al rey Agripa cuando le hablaba acerca de Cristo. (Ver Hechos 26:29.)

    Hay ciertas oportunidades que se cruzan en nuestro camino una sola vez en la vida. Tal vez nunca más se presenten. Si Pablo hubiera sido lerdo en predicar al carcelero necesitado, éste podría haber muerto en sus pecados. Tenemos que estar permanentemente preparados para anunciar a cualquiera que necesita oír las buenas nuevas acerca de Cristo.

  • 32

    1 Encierre en un círculo las dos mejores respuestas. Si perdemos la oportunidad de hablar con un amigo sobre Cristo,a) podría suceder que no tengamos otra oportunidad para hablarle.b) algún otro probablemente lo haga.c) Dios nos castigará.d) nuestro amigo tal vez nunca encuentre al Señor.

    2 Escoja la mejor respuesta. ¿Cuál fue el método que adoptó Jesús para anunciarle las buenas nuevas a la gente?a) Solamente las anunciaba si se acercaban a él.b) Jesús se acercaba a ellos y buscaba las oportunidades para hablarles.

    3 ¿Cúal es el mejor lugar para dar a conocer a otros el mensaje de Cristo?

    ............................................................................................................................................................

    ............................................................................................................................................................

    Compruebe sus respuestas

    COMPARTIR SU EXPERIENCIA SIN VERGUENZAObjetivo 2. Explicar por qué no debemos avergonzarnos de dar nuestro testimonio .

    En la vida diaria parece que hay mucha gente que se avergüenza de hablar de Cristo. Cierto es que cuando hacemos partícipes de nuestra fe a la gente que nos rodea, es posible que seamos mal entendidos y mal interpretados. Alguna gente llega a reírse de nosotros. Pero cuando pensamos que Cristo estuvo dispuesto a sufrir todo tipo de padecimientos sin sentirse avergonzado, no podemos menos que seguir sus pasos. Jesús es nuestro maravilloso ejemplo.

    Consideremos por un momento a Jesús en la cruz. La gente que pasaba se reía de El. Los mismos que El alimentó, los mismos a quienes curó las enfermedades, los mismos a quienes enseñó, ahora lo estaban exponiendo a la vergüenza. Estuvo dispuesto a morir una muerte vergonzosa porque era la única manera en que la gente podía salvarse. Nosotros no debemos avergonzarnos de dar a conocer a los demás nuestra experiencia, porque es el camino que escogió Dios para atraer así a los hombres y a las mujeres de este mundo.

    El apóstol Pablo no se avergonzó de la cruz. Fue golpeado, encarcelado y encadenado. Y allí, en la cárcel, no se avergonzó de anunciar a los otros prisioneros las buenas nuevas de su Señor (Hechos 16:25).

    Cuando estuvo en Roma, encarcelado y olvidado por sus amigos, aun entonces no se avergonzó.

    En Africa hemos visto personas hablar acerca de Cristo en los mercados y viajar de aldea en aldea esparciendo las buenas nuevas de su Salvador y Señor. Jesús no se avergonzó de aproximarse a mí, no se avergonzó de llamarme su amigo, no se avergonzó de abogar a mi favor ante Dios. ¿He de avergonzarme yo de hablar acerca de su Persona?

  • 33

    4 Roberto quería contarle a su nuevo amigo, Juan, las buenas nuevas acerca de Jesús y de su amor. Pero temía que Juan se riera de él. Hay dos cosas que debe recordar Roberto. ¿Cuáles son?

    a ............................................................................

    ............................................................................

    b ............................................................................

    ............................................................................

    5 Memorice este versículo y recuérdelo todas las veces que quisiera testifi car de Jesús pero siente vergüenza de hacerlo.

    “No me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree” (Romanos 1:16).

    Compruebe sus respuestas

    DAR A CONOCER EL CAMBIO QUE PUEDE PRODUCIRSE EN LAS PERSONASObjetivo 3. Señalar diversas maneras en que cambia la vida de las personas cuando les damos a

    conocer a Cristo.

    Un proverbio africano dice: “Si quieres que el perro suelte el hueso, ofrécele un jugoso trozo de carne.”

    Es lo que ocurre cuando damos a conocer a Cristo a otras personas. Si queremos que la gente se vuelva de los ídolos y del pecado, no les ofrezcamos otra religión. De eso han tenido más que sufi ciente. No tratemos de ofrecerles nuevos sistemas o una nueva fi losofía. Ellos han visto cómo esas cosas han fracasado. Sencillamente hablemos con ellos de Jesucristo, como lo hizo Felipe con los samaritanos. Jesús es el agua viva para quienes tienen sed. Es el pan de vida para quienes sufren hambre. Es el sanador para los que están enfermos. Es luz para los que están en tinieblas. Es el Padre de los huérfanos, comienzo y fi n de todos los que en El confían. Es todo lo que el hombre puede necesitar.

  • 34

    El apóstol Pablo era un erudito. Pronto habría de ser un caudillo en su comunidad. Estaba entregado en alma y cuerpo a defender la religión de sus antepasados. Nadie habría podido imaginar que abandonaría la religión de sus padres. Y sin embargo eso fue exactamente lo que ocurrió. Cuando se encontró con Jesús personalmente, de inmediato soltó su “hueso”. He aquí lo que dijo:

    Yo tengo también de qué confi ar en la carne. Si alguno piensa que tiene de qué confi ar en la carne, yo más: circuncidado al octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo de hebreos; en cuanto a la ley, fariseo; en cuanto a celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia que es en la ley, irreprensible. Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo (Filipenses 3:4-7).

    Pablo, por haberse encontrado con Cristo, pudo considerar que todas las cosas son inservibles. ¿Cómo entender semejante milagro? Les tomó mucho tiempo a los demás discípulos y apóstoles entender el gran cambio ocurrido en la vida de Pablo. Su experiencia personal con Cristo lo cambió totalmente. Estaba contento de poder cambiar el hueso por la carne.

    Zaqueo era un hombre rico, un dirigente. También era conocido como ladrón. Nadie habría podido imaginar que un día dejaría de robar. Pero cuando encontró a Jesús, tuvo una experiencia personal, y el cambio que se produjo en él fue absoluto y total (Lucas 19:1-10).

    Moisés fue criado en un palacio. Se le enseñó toda sabiduría. Era poderoso en palabras y en hechos. Pudo haber sido uno de los más grandes faraones que jamás existieron. Poseía todo lo que quería. ¿Qué más podía desear? Pero leemos en el Antiguo Testamento que cuando vio personalmente, por fe, la gloria de Cristo, muchos siglos antes del año en que Jesús vino a la tierra, estuvo dispuesto a cambiar. Hay poder transformador en una experiencia personal que le da sentido a nuestra vida. ¿Por qué otra razón, si no esa, abandonaría Moisés riquezas, su popularidad, su trono, por una vida de sacrifi cio y soledad en el desierto?

    No hace mucho leímos el maravilloso testimonio de un joven que abandonó un empleo bien pagado porque encontró a Cristo. Comprendió que el empleo que tenía no era del agrado de Dios. Y en razón de que su vida cambió al encontrarse con Jesús, él joven optó por obedecer la voluntad de Dios.

    La Biblia dice que: “Si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (2 Corintios 5:17).

    Hay una verdad incuestionable. Un encuentro personal con Cristo cambia a la gente, tanto en su interior como en su aspecto exterior.

    El pastor de mi localidad murió cuando yo cursaba estudios en la escuela bíblica. Era un hombre que Dios había utilizado notoriamente. Algo asombroso ocurrió el día en que lo enterraron. Asistieron muchas personas al entierro, tanto cristianos como no cristianos. Entre los que asistieron había dos que eran enemigos entre sí. No se hablaban entre ellos, y ni siquiera se saludaban. Sin embargo, ese día, por primera vez en veinte años, se dieron la mano sobre la tumba de este hombre de Dios. Fue algo maravilloso que pude presenciar. Trajo a mi memoria un cambio mucho mayor que se produjo entre Dios y el hombre, luego de la muerte de Cristo en la cruz. Ya sea que vivamos o que muramos, nuestro testimonio puede cambiar vidas.

  • 35

    6 ¿Cuál es la mejor manera de lograr que una persona abandone sus erróneas creencias y acepte a Cristo?a) Explicarle que sus creencias no son buenas.b) Decirle que su vida es pecaminosa.c) Mostrarle las maravillosas cosas que Cristo hará por él.

    7 Escoja de la lista que anotamos a continuación, tres cosas que Cristo provee y que ninguna otra religión o creencia pueden dar plenamente.a) Verdadera felicidadb) Exitoc) Signifi cado a la vidad) Mejor educacióne) Sabiduríaf) Vida eterna

    8 Cuando decimos que Jesús es el pan de vida para los hambrientos, ¿qué queremos decir?a) Nunca nos dejará hambrientos.b) Satisface el hambre o el deseo profundo de conocer a Dios.c) Si no tenemos comida, El nos la proveerá por medio de un milagro.

    9 Anote por lo menos tres cosas que cambiaron su vida por haber conocido a Cristo.

    a .....................................................................................................................................................

    b .....................................................................................................................................................

    c .....................................................................................................................................................

    Compruebe sus respuestas

    COMPARTIR NUESTRA EXPERIENCIA AUNQUE CUESTEObjetivo 4. Dar ejemplos de quiénes anunciaron las buenas nuevas aun cuando les costó algo.

    A veces cuesta algo compartir nuestra experiencia. Hemos oído cuánto sufrieron los primeros cristianos en el Alto Volta. Algunos todavía viven y se mantienen fi eles a Cristo. Muchos de ellos fueron maldecidos y separados de sus familias. Esto es difícil para un africano, pues ser maldecido y separado signifi ca que es considerado muerto. Nadie en la familia o en la aldea lo saludará ni tomará nada de su mano. Otros que estaban a punto de contraer enlace, tuvieron que soportar que se les quitara su prometida y se la entregara a otro hombre. Para muchos, el asistir a la iglesia el domingo signifi caba un ayuno forzoso. No se les daba alimentos a las personas que asistían a la iglesia.

    Podríamos mencionar muchísimas maneras en que la gente ha sufrido en el Africa por el hecho de ser cristiana. Gracias sean dadas a Dios que se mantuvieron fi eles a Cristo aun cuando les costó pruebas muy difíciles. Debido a ello pude yo experimentar a Jesucristo en mi vida.

  • 36

    Consideremos el caso de los tres jóvenes hebreos en el Antiguo Testamento. Para ello será preciso leer Daniel 3:8-25. Estos tres jóvenes pertenecían al pueblo de Dios. Decidieron servir a Dios de todo corazón, sin importar lo que podría ocurrirles. Debido a su testimonio ante el rey, fueron arrojados en un horno ardiente. Escogieron morir antes que negar su fe en Dios. Así como ellos sentaron un precedente, también nosotros podemos ser inspirados para dar a conocer nuestra vida cristiana.

    El compartir le costó a Dios su Hijo. Para poder hacer partícipes a los hombres de su gran amor, Dios tuvo que enviar a su único Hijo. Debido a que el hombre pecó, fue el único recurso que tuvo Dios para lograr la comunión con el hombre. Tiene que haber sufrido muchísimo cuando vio cómo los hombres trataban a su Hijo. Pero debido a su amor por nosotros, estuvo dispuesto a obrar así y así lo hizo.

    El compartir le costó a Jesús su vida. Jesús conoció muchos padecimientos. Razón tenía el profeta Isaías de llamarlo “varón de dolores” (Isaías 53:3). En todo el tiempo que duró su ministerio, se vio rodeado de hombres que querían matarlo. Pero no había otra manera en que El pudiera salvar a la gente de sus pecados. Cargó sobre sí mismo nuestros pecados. Bien sabía cuánto cuesta probar la muerte y quedar separado de Dios. Pero debido a que nos amaba, estuvo dispuesto a pagar el precio de nuestra salvación.

    ¿Acaso no les dijo Jesús a sus discípulos: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz y sígame” (Mateo 16:24)?

    Hay un precio si verdaderamente queremos dar a conocer a otros nuestra experiencia cristiana. Es posible que perdamos amigos. Nuestros padres podrán no entendernos. Podemos parecer raros a los ojos de los demás.

    No permitamos que los padecimientos, cualesquiera que ellos sean, obstaculicen o impidan que manifestemos nuestra fe. Recordemos lo que Cristo estuvo dispuesto a hacer por nosotros. Dicho recuerdo nos ayudará a compartir nuestra fe con los demás, no importa lo que cueste.

  • 37

    10 ¿Cree usted que Dios sufrió cuando crucifi caron a Jesús?

    ...........................................................................................................................................................

    11 ¿Por qué estuvo Dios dispuesto a sufrir, y por qué estuvo Jesús dispuesto a sufrir?

    ...........................................................................................................................................................

    12 ¿Conoce usted a alguien que haya sufrido por el hecho de ser cristiano?

    ...........................................................................................................................................................

    ¿Cómo sufrió esa persona?

    ...........................................................................................................................................................

    13 ¿Cómo pueden ayudarnos estos ejemplos para anunciar a los demás las buenas nuevas acerca de Jesús?

    ...........................................................................................................................................................

    ...........................................................................................................................................................

    1 a) podría suceder que no tengamos otra oportunidad para hablarle. d) Nuestro amigo tal vez nunca encuentre al Señor.

    2 b) Jesús se acercaba a ellos y buscaba las oportunidades para hablarles.

    3 No hay un mejor lugar. ¡Podemos anunciar a Cristo en cualquier parte!

    4 a Jesús no se avergonzó de morir por nuestros pecados. b No debemos avergonzarnos de hablar sobre Jesús, porque es el medio que escogió Dios, el

    único medio, para que la gente conozca a Cristo.

    5 Ahora que hemos aprendido este versículo, pidámosle a Dios que nos ayude a no sentirnos jamás avergonzados del evangelio de Cristo.

    6 c) Mostrarle las maravillosas cosas que Cristo hará por él.

    7 a) Verdadera felicidad. b) Signifi cado a la vida. c) Vida eterna.

    8 b) Satisface el hambre o el deseo profundo que hay en nosotros de conocer a Dios.

    9 La respuesta del alumno. Con toda seguridad usted estará contento porque Jesús le cambió la vida.

    10 Hemos de creer que Dios sufrió de la misma manera que sufre un padre cuando su hijo tiene un dolor.

    11 Porque ellos nos aman tanto que quisieron hacer posible salvarnos de nuestros pecados.

  • 38

    12 La respuesta es del alumno.

    13 El comprender que otros están dispuestos a sufrir por Cristo, nos infunde fuerzas para servirle, cueste lo que cueste.

    Habiendo completado las cuatro primeras lecciones, usted está preparado para contestar la primera sección del Informe del Estudiante. Repase las lecciones del 1 al 4, luego siga las instrucciones dadas en el Informe del Estudiante, llenando la hoja de respuestas. Una vez hecho esto retorne la hoja con las respuestas a la dirección que fi gura en la última página del Informe del Estudiante.

  • 39

    Entendamos la tarea

    Ocurrió un hecho en el Alto Volta, que pasamos a relatar. Finalizaban tres meses de intensa labor rural. Cayeron buenas lluvias y la cosecha era excelente. El jefe invitó a una gran fi esta para celebrar el grato acontecimiento. Hombres y mujeres, niños y niñas, llenaban la gran plaza del mercado. Acudieron de los cuatro puntos cardinales.

    Grupos de bailarines actuaban en la ocasión. La gente caminaba de un lado a otro. Al parecer todos los habitantes de la aldea se habían dado cita en el mercado. Alrededor del mediodía se escuchó un grito tremendo, ensordecedor, que partió de alguien que estaba en esa multitud. La persona que gritó parecía estar en peligro. La atención de todos los presentes se centralizó en él.

    “¿Qué ocurrió?” Ninguno dejó de formularse esa pregunta. Algunos pensaron que el que gritó se había vuelto loco. Pero no fue así. El hombre explicó la razón de su alarido. El dijo, “cuando miré esta multitud, se me ocurrió pensar que llegaría un día en que todos nosotros estaríamos bajo la misma tierra sobre la cual ahora pisamos. La sensación de pérdida irremisible fue tan grande que no pude evitar que me saliera un grito de la garganta. Mi intención fue llorar en la profundidad de mí ser, pero no pude controlarme. ¡Simplemente salió!”

    Esta historia trae a mi memoria el último día de una festividad en Jerusalén. Personas provenientes de todas las naciones estaban a punto de abandonar Jerusalén, sin haber realmente entrado en contacto con Dios. Cristo, con una terrible sensación de pérdida, tuvo que exclamar: “Si alguno tiene sed, venga a mí y beba” (Juan 7:37).

    La exclamación de Cristo surgió de su intenso deseo de ayudar. La necesidad abunda a nuestro alrededor. La gente muere sin Cristo. Y a menos que entendamos cabalmente esta situación, no haremos el máximo posible, ni pondremos todo nuestro empeño en informar a los demás respecto a nuestra experiencia. Anhelo que esta lección le de una nueva perspectiva para que usted vea la tremenda necesidad que hay del evangelismo personal, ¡de dar a conocer a otros las buenas nuevas!

    En esta lección aprenderemos que . . .

    Se necesitan obrerosSe necesita visión

    Lección

    5

  • 40

    Se necesita dedicaciónSe necesita oraciónSe necesita humildad Se necesita entendimiento de la comisión y de la Biblia

    Esta lección nos ayudará a . . .

    • Saber lo que necesita un obrero para que su esfuerzo de evangelismo personal sea efectivo.

    • Comprender la urgencia e importancia de hacer partícipes a los demás de las buenas nuevas.

    SE NECESITAN OBREROSObjetivo 1. Dar las razones por las cuales cada uno de nosotros debe entregarse con verdadera pasión

    al evangelismo personal.

    Si dirigimos una mirada a nuestro alrededor, veremos millones de personas que viven sin Cristo. Si visitamos los hospitales, veremos infi nidad de gente que muere sin Cristo. Vayamos a las playas, vayamos a los estadios deportivos y veremos muchísimos más que jamás oyeron hablar de Cristo y de sus buenas nuevas.

    Cuando Jesús habló a sus discípulos, explicándoles la grandeza de su obra, la comparó a un enorme campo sembrado, listo para la siega. Y añadió que los obreros eran pocos (Mateo 9:37).

    Muchos creyentes no están conscientes de esta gran necesidad. Algunos han llegado a afi rmar que no es responsabilidad de ellos el ganar almas. Otros se ven detenidos por temor y otros porque no saben cómo acercarse a las personas. Sin embargo, ahora más que en ningún otro momento de la historia, el Señor de la mies cuenta con pocos obreros. Todos los días clama y ruega: “¿Quién irá por mí? ¿Quién le informará al incrédulo de mi sacrifi cio por él? ¿Quién será mis pies para caminar y mi boca para hablar?”

    Los ángeles estarían más que dispuestos a realizar el trabajo, pero Dios no los escogió a ellos para esta tarea. Si cada uno de los cristianos se involucrara en la tarea del evangelismo personal, no hay duda que muchísimas personas no morirían en sus pecados, y habría muchísimos más creyentes en el mundo.

    La orden de Jesús no se limitó a una sola nación. La orden la impartió a todo el mundo. Era para todas las naciones. Tenía que proyectarse hasta los últimos términos de la tierra. No es pequeña la tarea que nos encomendó Jesús. Es más de lo que podemos imaginar. En todas partes se necesitan obreros.

    Cierto es que hoy en día mucha gente acude a Cristo. Millones lo adoran y alaban por toda la tierra. ¡Gracias sean dadas a El por esta obra maravillosa! Pero la población del mundo crece a ritmo acelerado. Esto signifi ca que los sembrados crecen a pasos agigantados. Cuando vemos lo que aun resta por hacer, nos acongojamos, porque millones de personas viven aún en pecado.

  • 41

    Tal vez pensemos que nuestro trabajo en la siega es como arrojar piedras a una montaña o echar un balde de agua en el mar. Pero cuando cada uno de nosotros tome en serio la tarea del evangelismo personal, plenamente consciente de nuestra responsabilidad por los perdidos que viven en derredor nuestro, comenzaremos a ver resultados ampliamente positivos.

    Oremos al Señor de la mies, que mande obreros a recoger en su cosecha. Cuando nos pongamos a orar, debemos estar dispuestos a responder: “Señor, heme aquí, envíame a mí.” Si hacemos esto, conoceremos el gozo de trabajar conjuntamente con Cristo.

    Cierto es que hay diversos ministerios en la iglesia. (Leer Efesios 4:11.) Pero el evangelismo personal es para todos y cada uno de los cristianos. Alguien dijo correctamente, que “el evangelismo personal es toda la tarea de toda la iglesia, para todo el mundo.” Hemos nacido de nuevo. Ya no nos pertenecemos más a nosotros mismos. Por lo tanto, debemos servir plenamente a nuestro Señor y Maestro.

    1 ¿Quién es el Señor de la mies? ....................................................................................................

    2 ¿Quiénes son los obreros de la mies? ..........................................................................................

    ............................................................................................................................................................

    3 ¿Qué es lo que se cosecha? ..........................................................................................................

    ............................................................................................................................................................

    4 Encierre en un círculo la letra que corresponda a cada una de las razones correctas por las cuales hay un défi cit de obreros para el evangelismo personal.a Los creyentes no saben cómo actuar.b No hay sufi cientes creyentes para realizar la tarea.c Muchos creyentes no se dan cuenta de cuántas personas mueren sin Cristo.d A veces los creyentes tienen miedo de testifi car.e Dios ha escogido solamente a pocos obreros para cada área.

    5 ¿Cuál es la respuesta de Dios a la necesidad deobreros para la siega de sus campos?a) Quiere que oremos para que vayan obreros.b) Enviará ángeles para realizar la tarea.c) Quiere que el Espíritu Santo haga la obra.

    6 Anote tres razones según las cuales cada uno de nosotros debe comprometerse a la acción del evangelismo personal.

    a ............................................................................

    b ............................................................................

    c ............................................................................

    Compruebe sus respuestas

  • 42

    SE NECESITA VISIONObjetivo 2. Explicar por qué se necesita visión en el evangelismo personal.

    Vivimos días difíciles y perturbadores. Algunos llegan a perder su fe en Dios. Otros obedecen a espíritus de mentira y se adhieren a enseñanzas impías. Tal parece que el mundo entero va de mal en peor. Cambian los valores morales. Se resquebrajan las instituciones sociales. La radio, la televisión y la prensa escrita nos hablan de asesinatos y guerras; la carestía se acentúa en todas partes y mucha gente muere de hambre. Se oyen por todas partes los gritos angustiosos de almas desesperadas.

    Pero a menos que Dios nos conceda una visión, no seremos capaces de ver la necesidad y de oír el clamor. Como personas embarcadas en la tarea del evangelismo personal, debemos tener una clara visión o comprensión de la condición en que se hallan los que no son salvos. Esta visión nos infundirá un imperioso deseo de ayudar a toda esta gente necesitada.

    Cuando el apóstol Pablo vio la visión del macedonio que clamaba pidiendo ayuda (Hechos 16:9), no perdió tiempo. El y sus colaboradores fueron de inmediato y, como resultado de ello, esa parte de Europa entró en ebullición. Desde entonces, miles de personas fueron ganadas para el Señor Jesucristo.

    Cuando Jesús contempló la condición general de los habitantes de Jerusalén, se puso a llorar entristecido. Bien sabía que si lo hubieran aceptado a El, los habría cobijado, como la gallina cobija a los polluelos bajo sus alas (Lucas 13:34).

    La visión nos da fuerza y aliento en nuestra diaria batalla contra el pecado. La visión nos ayudará a mantener fi jos nuestros ojos en la pronta cosecha y ver a la gente como la ve Dios. La visión nos ayudará a rescatar a la gente de la muerte.

    A menos que contemos con esta poderosa visión, la gente que nos rodea morirá en sus pecados. No hay tiempo que perder. Pidámosle al Señor de la mies que nos dé esta visión, para que El pueda hacer su voluntad.

    7 Tener visión signifi ca vera) todas las cosas que andan mal en el mundo de hoy.b) a los hombres