Elecciones N° 3

  • Upload
    onpe

  • View
    221

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

  • 8/2/2019 Elecciones N 3

    1/244

    O F I CI N A N A C I O N A L D E P R O C E S O S E L E C T O R A L E S

    DIRECTORFer nando Tuesta Soldevilla

    EDITOR

    Carlos Reyna Izaguirre

    EDITOR ASISTENTERonny Cceres Mauricci

    CONSEJO EDITORIAL

    Samuel Abad Cristbal Aljovn Carlos Blancas Julio CotlerJuan Fernando Jaramillo Charles Kenney Csar Landa

    Carmen Mc Evoy Jos Molina Dieter Nohlen Catalina Romero

    Martn Tanaka Daniel Zovatto

  • 8/2/2019 Elecciones N 3

    2/244

    Oficina Nacional de Proces os Electorales (ONPE)Jr. Nazca 598, Lima 11, PerCentral telefnica: (51-1) 315-8080Corr eo-e: [email protected]: www.onpe.gob.pe

    Hech o el deps ito legal 2002-5121

    Lima, julio de 2004

    ESTILO Y CUIDADO DE EDICINRosa Daz S.

    DISEO Y DIAGRAMACINJorge Kajatt Mera

    CRDITOS DE FOTOGRAFAS

    ARCHIVO ONPE: p. 9, p. 41, p. 53, p. 74, p. 93, p. 135, p. 141, p. 148 y p. 202.

    PAULO CSAR BHERING CAMARO. O voto informatizado: Legitimidade democrtica.So Paulo: Empresa das Artes, 1997 (ONPE): p. 98, p. 118 y p. 124.

    http:/ / www.vheadline.com/ graf/ 040316_TSJ-demo_02.jpg: p. 191.

    http:/ / www.pj.gob.pe/ paginas/ gaceta/ GACETA/ 300602/ Fotos/ foto04.jpg: p. 212.

    http:/ / www.zapateropresiden te.com: p. 223.

    http:/ / home.arcor.de/ pontana/ picture/ fotos/ sonstiges/ ws20012002/ berlin/

    bundestag.jpg: p. 236.

    IMPRESINTAREA Asociacin Grfica Educativa

  • 8/2/2019 Elecciones N 3

    3/244

    NUESTRA TERCERA EDICIN de Eleccionesaparece en momentos en que laONPE se encamina a realizar una nueva consulta popular de r evocatoria deautoridades municipales en 188 distritos y una provincia, y una eleccinmunicipal complementaria en la provincia de El Collao, departamento dePuno. Por otr o lado, nuestra institucin se pr epara para cumplir una fun-cin adicional a la de organizar los procesos electorales: super visar los fon-dos par tidarios para que el financiamiento de los par tidos polticos en el Persea ms transparente y est mejor regulado.

    Adems, en el tiempo transcur rido desde nuestra anterior edicin hastaahora hemos promovido o par ticipado en procesos electorales en otros m-bitos de la vida institucional del pas. As, se ha prestado asistencia tcnica avarias elecciones internas de par tidos polticos y organizaciones sociales, y ala eleccin de representantes a los consejos de coordinacin regional o a losconcejos municipales. Tambin se ha colaborado activamente con iniciativasde nuevas normas electorales tales como los proyectos de reforma constitu-cional, el proyecto de nuevo cdigo electoral o las modificaciones a la ley delos derechos de participacin y control ciudadanos. Asimismo, se ha difun-dido en diversas instituciones nuestros prototipos de voto electrnico, y seest colaborando, en coordinacin con la Comunidad Andina, en los prepara-tivos de las elecciones al Parlamento Andino. De igual manera, nuevamenteen relacin a los partidos polticos, se estn verificando las firmas de aque-llos que buscan inscribirse, y se h an realizado talleres para difundir las inno-vaciones de la nueva ley de partidos que afectan a aquellos que ya estninscritos.

    La investigacin y la reflexin sobre lo electoral tambin han estado presen-tes en lo que va del ao 2004. Nuestro Centr o de Investigacin Electoral (CIE)

    Presentacin

  • 8/2/2019 Elecciones N 3

    4/244

    est ejecutando estudios sobr e los cambios en la demografa electoral de lasltimas dcadas, los procesos electorales entre 1978 y 1995 y el ausentismoentre los aos 1998 y 2002. En convenio con la Universidad Nacional Mayorde San Marcos se est desar rollando la segunda versin de la Diplomaturaen Gestin de Procesos Electorales. Igualmente, se ha par ticipado en misio-nes de obser vacin electoral o en seminarios sobre temtica electoral en va-rios pases de Amrica Latina. Y ahora, con nuestra revista Elecciones, en-tregamos a nuestros lectores un nuevo conjunto de ar tculos y ensayos acargo de un selecto conjunto de autores.

    La seccin especial de esta edicin est destinada al estudio de la auto-

    matizacin de los procesos electorales. Incluye tres ar tculos elaborados porel especialista ur uguayo Juan Rial, el jefe de ONPE, Fernando Tuesta Soldevilla,y el gerente de Informtica, Jorge Yrivarren, quienes, desde distintos enfo-ques, tratan sobr e las posibilidades, dificultades y perspectivas en la imple-mentacin del voto electrnico para los futuros procesos electorales tanto enel Per como en Amrica Latina.

    Tambin se presenta una seccin destinada a evaluar el fenmeno de lapar ticipacin y el abstencionismo electoral. Dieter Nohlen, habitual colabo-

    rador de nuestra revista, expone los diferentes criterios utilizados para valo-rar estas conductas electorales, segn distintos enfoques y realidades. AraceliMateos, politloga de la Universidad de Salamanca, analiza la participacinciudadana en las elecciones espaolas de 2000, indagando en las actitudespolticas de los electores y su influencia en la par ticipacin o abstencin.

    Igualmente, hay tres interesantes ar tculos sobre aspectos electorales pe-ruanos. Desde la perspectiva sociolgica, Carlos Vargas Len, vinculado anuestro Centro de Investigacin Electoral, presenta un ar tculo que muestrael perfil social de candidatos y cargos electos en el proceso de eleccionesmunicipales y regionales del ao 2002. A su vez, Luis Nunes, del InstitutoNacional Demcrata, es autor de un ensayo sobre cultura poltica y democra-cia. Y, desde la perspectiva del Derecho, Carlos Blancas Bustamante, profe-sor de la Pontificia Universidad Catlica del Per, escribe sobre el refern-dum como mecanismo de democracia directa en el marco de la democraciarepresentativa.

    En nuestra seccin Mundo Electoral, Omar Handabaka, politlogo perua-no graduado en la Universidad de Mnster, Alemania, comparte su personal

  • 8/2/2019 Elecciones N 3

    5/244

    Fer nando Tuesta SoldevillaJefe Nacional de la ONPE

    visin sobre el sistema poltico y electoral que comenz a funcionar con lareconstruccin del pas ger mano despus de la segunda guer ra mundial.

    Nuestra edicin se cierra con una miscelnea de notas sobre los ms im-portantes procesos electorales en varios pases, en lo que va del presenteao, que h an sido elaboradas por Ronny Cceres, del Centro de Investiga-cin Electoral. De es ta manera, entregamos la revista con verdader a satis-faccin pues aporta sugerentes ideas y anlisis acerca de este importanteaspecto de las sociedades contemporneas que son los procesos electorales.

  • 8/2/2019 Elecciones N 3

    6/244

    ELECCIONES Y SOCIEDAD

    Quines gobiernan los municipios y regiones?Per files de los candidatos y electos en el ao 2002Carlos E. Vargas Len

    Cultura democrtica y eleccionesLuis Fernando Nunes

    ESPECIAL: ELECCIONES EN LA ERA DIGITAL

    El voto electrnicoFer nando Tuesta Soldevilla

    Posibilidades y lmites del voto electrnicoJuan Rial

    Electrnica y democracia

    Jorge Yrivar ren

    PARTICIPACIN Y ELECCIONES

    La par ticipacin electoral como objeto de estudioDieter Nohlen

    Actitudes de votantes y de abstencionistas

    El caso de las elecciones espaolas de 2000Araceli Mateos Daz

    Contenido

    11

    35

    55

    81

    109

    137

    159

  • 8/2/2019 Elecciones N 3

    7/244

    DERECHO ELECTORAL

    El referndum en la Constitucin per uana

    Carlos Blancas Bustamante

    MUNDO ELECTORAL

    El sistema poltico alemn: balance y retosOmar Handabaka

    2004: elecciones en Latinoamrica y Espaa

    Ronny Cceres Mauricci

    193

    225

    249

  • 8/2/2019 Elecciones N 3

    8/244

    ELECCIONES Y SOCIEDAD

  • 8/2/2019 Elecciones N 3

    9/244

    Elecciones (2004) 3 , 11

    LOS CANDIDATOS, EN CUALQUIER tipo de eleccin poltica, buscan represen-tar al electorado que vot por ellos para que lo gobier nen. Esa representa-cin puede ser definida como una accin o como una reproduccin de pro-piedades. En el primer sentido, representar es actuar segn determinadoscnones de comportamiento respecto a cuestiones que concier nen a otrapersona o colectivo; en el segundo sentido, representar es poseer cier tascaractersticas que reflejan o evocan las de los sujetos u objetos representa-dos (Cotta, 2002).

    La diferencia principal entre ambos sentidos es que , en el primero, existeuna r elacin de control en la realizacin de una accin; mientras que en elsegundo no existe vnculo alguno entre representantes y representados. Enel primer sentido estamos definiendo la representacin poltica, en el segun-do, la representatividad sociolgica de los que ejercen la repr esentacin po-ltica que es una caracter stica ms y no un elemento definitorio de la repre-sentacin poltica.

    Este ar tculo trata sobre la representatividad sociolgica, mas no sobre larepresentacin poltica de candidatos y gobernantes en los mbitos munici-pales y regionales de gobierno. En ese sentido, se busca describir los perfi-les de los candidatos y gobernantes para entender quines se involucran

    Per uano. Licenciado en Sociologa en la Univers idad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) y egresadode la Maestra en Ciencia Poltica de la Pontificia Universidad Catlica del Per ( PUCP). Profesor delDiplomado en Gestin de Procesos Electorales de la UNMSM, investigador d el Centro de InvestigacinElectoral (CIE) de la ONPE y del rea de Sociologa y Ciencia Poltica del Instituto de Estudios Peruanos(IEP). Es autor de d iversas publicaciones sobre poltica y temas electorales.

    * Aunque las opiniones expre sadas e n este trabajo son de exclusiva res ponsabilidad del autor, ste r eco-noce las suger encias y aportes de Carlos Reyna, director del CIE ONPE.

    Quines gobiernan los municipios y regiones?Perfiles de los candidatos y electos en el ao 2002*

    Carlos E. Vargas Len

  • 8/2/2019 Elecciones N 3

    10/244

    CARLOS E. VARGAS LEN12

    ms en la actividad poltica y quines lo hacen menos, y si lo hacen medianteagr upaciones polticas nacionales o locales.

    Teniendo en cuenta la informacin disponible en el registr o electoral, sedescribe el perfil de los candidatos y gobernantes locales segn criterios degnero, edad y nivel de instr uccin. De estos criterios, la legislacin electo-ral pone lmites a la edad de los candidatos y futuros gobernantes, mas no algnero ni al nivel de instruccin.

    Estos tres criterios sociodemogrficos de descripcin de las candidaturasno nos llevan a cuestionar la representacin poltica ni a sealar si un gober-

    nante es bueno o malo, pues su integridad moral y su profesionalidad, as comosu capacidad de liderazgo, son atributos que no dependen de estos criterios.

    1. LAS CANDIDATURAS SUBNACIONALES EN EL PER ACTUAL

    Quines pueden presentar candidaturas?

    Las diversas legislaciones electorales de Amrica Latina sealan que las can-

    didaturas a cargos subnacionales deben ser promovidas por agrupacionespolticas nacionales y/ o locales. Dependiendo de dnde pr ovienen las candi-daturas, podramos hablar de un monopolio par tidista y/ o de una aper turahacia candidaturas locales.

    En algunos pases, la legislacin electoral exige que los par tidos sean losnicos encargados de presentar candidaturas.1 Al respecto se toma en cuen-ta dos exigencias: la afiliacin al par tido para ser candidato y la inscripcindel partido en el registro de organizaciones polticas, para lo que se tiene

    que cumplir con algunos requisitos. Ms all de los r equisitos de los par ti-dos, las candidaturas tienen que cumplir formalidades especficas; por ejem-plo, la cer tificacin de identidad del candidato, de afiliacin al par tido y deaceptacin de la candidatura.

    Sobre este ltimo punto es interesante analizar quines eligen a los candi-datos. Los mtodos pueden ser inclusivos o no dependiendo de los involucrados

    1. Para 1998, los pases que slo permitan que los partidos presenten candidaturas en elecciones

    subn acionales eran Argen tina, Bolivia, Brasil, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Mxico y Urugu ay. Ver alrespecto Molina y Her nndez, 1998, pp. 194-196.

  • 8/2/2019 Elecciones N 3

    11/244

    QUINES GOBIERNAN LOS MUNICIPIOS Y REGIONES? 13

    en la nominacin:puede tratarse de todo el electorado a travs de una eleccindirecta (internas abiertas); de slo los miembros registrados en el partido(internas cer radas); o de un rgano interno o por designacin del lder o loslder es del par tido (nacionales y/ o locales). La opcin por cualquiera de estosmtodos incidir sobre la institucionalidad de la agr upacin poltica.

    Estas formalidades tienden a flexibilizarse si se permite que las candida-turas independientes compitan en igualdad de condiciones con las candida-turas par tidarias.

    En la mayora de los pases la legislacin electoral permite la participa-

    cin de candidaturas independientes de los par tidos, siendo requisito paraello presentar la nmina de patrocinadores de la candidatura (en porcentajeo nmero fijo de electores inscritos).2 En algunos pases se exige a las candi-daturas independientes a cargos nacionales una s erie de requisitos comouna pliza de seriedad de la candidatura en Colombia, un documento desolvencia de cumplimiento impositivo en El Salvador, o una declaracin debienes en Brasil que r eemplacen la falta de filtro par tidario en su designa-cin (Fr eidemberg, 2003). Estos requisitos no son exigidos a los candidatosindependientes a cargos subnacionales de gobierno.

    En el Per, los ciudadanos que quieran ser candidatos a algn cargo p-blico local o nacional no necesariamente deben per tenecer a un partido cons-tituido, sino que pueden formar su propia agr upacin. Los candidatos quequieran presentarse fuera de los partidos deben formar un gr upo poltico yreunir un nmer o de firmas que apoye la inscripcin de su candidatura. Loque significa que siempre que se presente un candidato independiente debecontar con un gr upo poltico que lo respalde.

    Esto no es difcil, consider ando la barrera de inscripcin vigente que esdel 2,5%del total de electores hbiles de la circunscr ipcin local en la quese presentan los candidatos. En 2002, esta bar rera per miti que en 1.243distritos ( 76%del total de distritos con gobier no municipal) se inscribie-sen agrupaciones y listas de candidatos con menos de cien firmas de

    2. Los pases que h an per mitido la presentacin de candidaturas independientes de los partidos en e lec-ciones s ubnacionales son Chile, Colombia, Guatemala, Hait, Hondur as, Nicaragua, Panam , Paraguay,Per, Repblica Dominicana y Venezuela. Ver al res pecto Molina & H er nndez, op. cit., pp. 194-196.

    Sobre el desencantamiento d el monopolio partidista e n la presentacin de candidaturas ver tambinFer nnd ez Segado, 1998, pp. 353-355.

  • 8/2/2019 Elecciones N 3

    12/244

    CARLOS E. VARGAS LEN14

    adherentes.3 Este incentivo a la par ticipacin explica en par te la prolifera-cin de agr upaciones polticas independientes en las elecciones m unicipa-les y, en menor medida, en las elecciones r egionales.

    En sntesis podemos sealar que aquel que quiera ser candidato debecumplir, por una par te, los r equisitos que le exige la ley electoral nacional(factor externo) y, por otra, los que le imponga cada agrupacin poltica(factor inter no). Ambos e lementos inciden s obre quin puede y quin nopuede ser candidato. Con la crisis de r epr ese ntacin poltica y la prolifera-cin de agr upaciones polticas locales, las r estr icciones de los par tidos paraaceptar candidaturas son mnimas y dependen del mbito, sea ste local o

    nacional.

    Quines pueden ser candidatos?

    En todos los pases de Amrica Latina se exige a los candidatos a cargossubnacionales que cumplan con requisitos de ciudadana efectiva, de edad yde residencia en el lugar donde postulan. Ciudadana efectiva significa tenerla capacidad de par ticipar en el sufragio; en el Per slo estn excluidos losmiembros activos de las fuerzas del orden.

    3. En un documen to previo analizo con m s de talle los problemas d e r eprese ntacin poltica y los cam-bios en la legislacin electoral en las elecciones municipales de 1998 y 2002 (Vargas, 2002).

    CUADRO 1Requisitos para ser candidato a cargos r egionales y municipales

    CARGOS REGIONALESPRESIDENTE O CONSEJERO REGIONAL

    Ser per uano, nacido o con residencia efec-tiva en la regin en la que postula por unmnimo de tres aos.

    Ser mayor de 25 aos de edad para presi-

    dente y vicepresidente, o ser mayor de 18aos para consejero.

    Gozar del der echo de sufragio.

    Estar inscrito en el registro de la circuns-cripcin a la cual postula.

    CARGOS MUNICIPALESALCALDE O REGIDOR

    Ser ciudadano en ejercicio.

    Ser mayor de 18 aos de edad.

    Domiciliar en la provincia o el distrito don-de se postule cuando menos dos aos con-tinuos.

    Los extranjeros es tn facultados para ele-gir y ser elegidos excepto en las municipa-lidades de frontera, siempre y cuando es-tn debidamente inscritos en el registro co-rrespondiente.

    Estn impedidos de ser cand idatos y asumir funciones de gobierno en estos niveles autoridadesnacionales, funcionarios destituidos y personas inhabilitadas para cumplir la funcin pblica.

  • 8/2/2019 Elecciones N 3

    13/244

    QUINES GOBIERNAN LOS MUNICIPIOS Y REGIONES? 15

    En Ecuador y Venezuela se exige que el candidato a alcalde no sea clrigoni ministro religioso de cualquier culto. En el Per esto ya no es un impedi-mento. Un antecedente inmediato al respecto fue la Ley de Elecciones Muni-cipales de 1963 que prohiba la candidatura de los miembr os del clero secu-lar y regular, de los religiosos y religiosas, en concordancia con el EstatutoElectoral de 1962 que los inhabilitaba tambin para formar par te de algncomit u organismo poltico y de efectuar propaganda a favor o en contra dealgn partido o candidato.

    Hasta hace unos aos, en el Per estaban impedidos de ser candidatos elcnyuge y los parientes consanguneos dentro del cuar to grado, y los afines

    dentro del segundo grado, del candidato que postulaba a alcalde o regidorcuando lo hacan en la misma lista. Estas disposiciones de la Ley de Eleccio-nes Municipales de 1997 fueron derogadas en mayo de 2002.

    Es impor tante destacar es tos cambios de la legislacin electoral puestoque, en las ltimas elecciones regionales y municipales de 2002, una presi-dencia regional fue ganada por un r eligioso y varias de las listas de candida-tos a cargos municipales han estado integradas por parientes consanguneos,lo que ha derivado en crticas en sus respectivos distritos electorales.

    Cmo se presentan las candidaturas?

    En todo proceso electoral los integrantes del Ejecutivo pueden ser elegidosde manera directa o indirecta (cuando los miembros del Legislativo eligen al

    jefe del Ejecutivo), mientras que las autor idades legislativas lo son mediantelistas de candidatos.4

    Existen tres formas de presentar listas de candidatos: las agrupacionespolticas definen la lista de candidatos sin que el electorado pueda cambiarla(lista cer rada y bloqueada); los electores pueden decidir entre los candida-tos de una lista mediante el voto preferencial (lista cer rada pero no bloquea-da); o las agr upaciones polticas pierden e l control sobre la lista pudiendo elelector elegir candidatos de distintas listas (lista abierta).

    4. Los car gos ejecutivos s on e l alcalde en el nivel mun icipal y el pres idente y e l vicepresidente en el

    nivel regional, mientras que los cargos legislativos son los regidores municipales y los consejerosregionales.

  • 8/2/2019 Elecciones N 3

    14/244

    CARLOS E. VARGAS LEN16

    En e l Per, la eleccin de alcalde o pres idente regional es semidirecta,5

    puesto que es elegido como tal el candidato que ocupa el primer lugar de lalista que haya obtenido la ms alta votacin. Las listas de candidatos de nivelregional y municipal son cer radas y bloqueadas. Los escaos en disputa seasignan a los candidatos en el orden en que stos aparecen en la lista.

    El tipo de lista afecta el tipode control que las agrupacionespolticas puedan tener sobre ladesignacin de los candidatos y,por lo tanto, influye sobre la re-

    lacin existente entre las agru-paciones y los gobernantes, yentre estos ltimos y sus electo-res en cuanto a sus respuestas alas exigencias de la agr upacin,la disciplina inter na y la rendi-cin de cuentas al elector.6

    En ese sentido, la lista cer ra-

    da y bloqueada debera gener aruna mayor dependencia de loscandidatos y gober nantes res-pecto de sus agrupaciones, peroello no es as si la agrupacin po-ltica fuese constituida slo confines electorales, como es el ca-so de la mayora de agrupacio-nes independientes que par tici-paron en las ltimas eleccionesregionales y municipales.

    5. Sobre las formas directas, semidirectas e indirectas de e leccin de ejecutivos locales, ver Molina &Hernndez, op. cit., p. 189.

    6. Para la eleccin de legisladores subnacionales en Amrica Latina se han utilizado listas cerradas ybloqueadas en la mayora de los casos, y listas no bloqueadas en muy pocos. Entre los primeros seencuen tran Arge ntina, Bolivia, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatem ala, Hait, Hondur as,

    Mxico, Nicaragua, Parag uay, Per, Repb lica Dominicana y Uru guay. Los pases que introdu cen el votopreferencial son Bras il, Chile, Panam y Vene zuela (Molina & Her nnd ez, op. cit., pp. 194-196).

    GRFICO 1Per 2002: cdula de votacin

  • 8/2/2019 Elecciones N 3

    15/244

    QUINES GOBIERNAN LOS MUNICIPIOS Y REGIONES? 17

    2. LAS CANDIDATURAS EN EL 2002

    Cuntos postularon?En las ltimas elecciones municipales y regionales de 2002 se present unsignificativo nmero de candidaturas: 13.220 candidatos a alcalde en 1.634distritos, 1.799 candidatos a alcalde en 194 provincias, y 223 candidatos apresidente regional en 25 regiones, lo que indicara un alto inters por par ti-cipar en poltica en el nivel local y regional.

    Esta cantidad de candidaturas fue posible, entr e otros factores, por la cri-

    sis de representacin poltica que an persiste en el pas y porque las nor-mas electorales al respecto se hicieron menos restrictivas desde mediadosde la dcada del noventa (Vargas, op. cit.).

    Mayor inters por los cargos provinciales

    En 2002 se realizaron tres procesos electorales simultneos: eleccionesmunicipales distritales, elecciones municipales provinciales y elecciones

    GRFICO 2Per 2002: candidaturas en disputa por cargo

    Alcalde dis tr ita l Alcalde provincia l P residente regional

    15.000

    13.500

    12.000

    10.500

    9.000

    7.500

    6.000

    4.500

    3.000

    1.500

    0

    13.220

    1.634

    1.799

    194

    223

    25

  • 8/2/2019 Elecciones N 3

    16/244

    CARLOS E. VARGAS LEN18

    regionales; en ellos se presentaron 105.548 candidatos, siendo solamente12.416 los car gos en disputa.

    De acuerdo a la proporcin de candidatos por cargo podemos sealar quelas elecciones provinciales concitaron mayor atencin de las agrupacionespolticas por lo que el proceso electoral fue ms disputado en esos mbitos.El nivel provincial de representacin lleg a captar el inters tanto de lasagrupaciones nacionales como de las locales, puesto que se constituy enlas ltimas dos dcadas en un espacio legitimado de ar ticulacin de propues-tas de gestin de nivel local.

    El mbito regional era nuevo dentro de los espacios de representacinpoltica: recin un da antes de las elecciones se regul sus funciones y auto-noma presupuestal y administrativa respecto del provincial y distrital. Laselecciones regionales llamaron ms la atencin de las agr upaciones naciona-les que de las locales, teniendo estas ltimas problemas de inscripcin decandidaturas por el gran nmero de adherentes que demandaban.

    El mbito distr ital ha sido en la ltima dcada espacio de participacin delos independientes, lderes locales que toman distancia de las agrupaciones

    nacionales y la poltica nacional en su conjunto, salvo en algunos distr itos deLima, y que orientan su gestin hacia la solucin de los problemas vecinales.

    Ms candidatos donde hay ms electores

    El nmero de listas de candidatos fue mayor en las provincias con mayornmero de electores , puesto que fueron varios los cargos legislativos en

    CUADRO 2Per 2002: candidatos por car go en elecciones regionales y municipales

    CARGO

    * Cifra aproximada con obser vaciones de l Jurado Nacional de Elecciones (JNE).

    Distrital

    Provincial

    Regional

    Total

    1.634

    8.610

    194

    1.700

    50

    228

    12.416

    ELECCIN VACANTES NMERO PORCENTAJE

    Alcalde

    Regidor

    Alcalde

    Regidor

    Pdte. y vpdte.

    Consejero

    13.220

    71.602

    1.799

    16.433

    446

    2.048

    105.548

    8,1

    8,3

    9,3

    9,7

    8,9

    9,0

    8,5*

  • 8/2/2019 Elecciones N 3

    17/244

    QUINES GOBIERNAN LOS MUNICIPIOS Y REGIONES? 19

    disputa.7 As, en las 23 provincias con ms de cien mil electore s, el prome -dio de agrupaciones polticas en competencia fue de 12,5 y el de cargoslegislativos en tre 11 y 15 (salvo en Lima). Este pr omedio se reduce confor-me disminuye el nm ero de electores por provincia y, por lo tanto, el n-mero de cargos legislativos en disputa.

    7. La legislacin electoral municipal seala que el nmero de regidores a elegirse en cada circunscrip-cin es determ inado por el JNE en propor cin a su poblacin; en ningn caso es inferior a cinco ni mayorde qu ince, excepto en la provincia de Lima en la que s e eligen 39 regidores . En la designacin de repre -

    sentantes legislativos en el nivel reg ional no se toma e n cuenta el nm ero de habitantes sino la estructu-ra administrativa, siendo el nme ro de consejeros igual al nmero de provincias que la re gin alberga.

    Al respecto, es interesante observar que la participacin de las agrupa-ciones nacionales fue significativa incluso en las provincias con menor n-mero de electores , y su par ticipacin fue en promedio mayor que la de laslistas locales en competencia.

    La situacin fue diferente en las elecciones regionales en las que el pro-medio de listas electorales fue menor que el de las presentadas en el nivelprovincial.

    CUADRO 3Per 2002: listas locales y nacionales de candidatos

    segn nmero de electores en elecciones provinciales

    PROVINCIAS

    100.001 y +

    50.001 100.00025.001 050.000

    de 25.000

    ELECTORES LISTAS NACIONALES LOCALES

    23

    3157

    83

    12,5

    10,59,7

    7,6

    8,8

    6,96,4

    5,2

    3,7

    3,63,3

    2,4

    CUADRO 4Per 2002: listas locales y nacionales de candidatos

    segn nmer o de electores en elecciones regionales

    REGIONES

    750.001 y +

    500.001 750.000

    250.001 500.000

    de 250.000

    ELECTORES LISTAS NACIONALES LOCALES

    2

    9

    5

    9

    8,5

    9,9

    8,0

    8,6

    8,0

    8,3

    6,0

    5,6

    0,5

    1,6

    2,0

    3,0

  • 8/2/2019 Elecciones N 3

    18/244

    CARLOS E. VARGAS LEN20

    En el nivel de los segmentos constituidos por el nmero de electores porregin y, por lo tanto, el nmero de cargos para consejeros en disputa, elpromedio fue casi similar en todos los segmentos. El promedio de listas na-cionales fue mayor en las provincias con mayor nmero de electores , dejan-do espacio para la participacin de listas locales en las provincias con menorpoblacin electoral.

    Las agrupaciones nacionales presentan ms listas

    En estos tres tipos de procesos electorales las agrupaciones nacionales pre-sentaron mayor nmero de candidatos frente a las organizaciones polticas

    subnacionales. Comparando el promedio de listas de candidatos presenta-das por las agrupaciones nacionales y locales segn tipo de eleccin, pode-mos obser var que en las elecciones r egionales las agr upaciones nacionalespresentaron casi siete listas de candidatos por circunscripcin, mientras quelas agr upaciones regionales slo tuvieron, como promedio, dos listas de can-didatos por regin.

    Las diferencias tambin fueron significativas en las elecciones municipa-les. En las elecciones provinciales las agrupaciones nacionales presentaron

    seis listas de candidatos por circunscr ipcin, mientras que las agr upacioneslocales slo tuvieron, como promedio, tres listas de candidatos. De igualforma, en las elecciones distr itales las agrupaciones nacionales presentaroncinco listas de candidatos por circunscripcin, mientras que las agrupacio-nes locales slo presentaron, como promedio, casi tres listas de candidatos.

    CUADRO 5Per 2002: nmero de listas segn tipo de e leccin y agr upacin poltica

    PRESIDENTE Y VICEPRESIDENTE REGIONAL

    Agr upaciones nacionalesAgr upaciones r egionales

    ALCALDE PROVINCIAL

    Agr upaciones nacionalesAgrupaciones locales

    ALCALDE DISTRITAL

    Agr upaciones nacionalesAgrupaciones locales

    CANDIDATOS A NMERO PROMEDIO POR DISTRITO

    342104

    1.217582

    8.6904.530

    6,842,08

    6,273,00

    5,322,77

  • 8/2/2019 Elecciones N 3

    19/244

    QUINES GOBIERNAN LOS MUNICIPIOS Y REGIONES? 21

    Teniendo en cuenta el nmer o de listas de candidatos presentado por cadaagrupacin poltica nacional, podemos identificar las que tienen mayor pre-sencia en la vida poltica nacional y local: Par tido Per Posible, Par tido ApristaPeruano, Alianza Electoral Unidad Nacional y Partido Accin Popular.

    Es importante que estas agrupaciones institucionalicen su participacinen los espacios locales de gobierno para democratizar los niveles de repre-

    sentacin poltica y crear una conciencia electoral favorable a los par tidos.

    3. CADA MBITO EXIGE UN PERFIL DISTINTODE CANDIDATO Y GOBERNANTE

    Fuerte predominio masculino en las candidaturasa alcaldes y presidentes regionales

    Es interesante analizar las diferencias sociodemogrficas de estos candida-tos teniendo en cuenta indicadores de gnero, edad y nivel de instruccin.

    CUADRO 6Per 2002: nmero de candidatos segn tipo de cargo y agr upacin poltica

    AGRUPACIONES NACIONALES

    NMERO DE LISTAS

    Partido Per Posible

    Partido Aprista Peruano

    Unidad Nacional

    Partido Accin Popular

    Partido Democrtico Somos Per

    Movimiento Nu eva Izquierda

    Unin por el Per

    Partido Renacimiento Andino

    Fuerza DemocrticaFrente Independiente Moralizador

    Partido Primero Per

    Alianza para el Progr eso

    Movimiento Amplio Pas Unido

    Par tido Reconstr uccin Democrtica

    Vamos Vecino

    Movimiento Siempre Unidos

    Fren te Popular Agrcola del Per

    Total

    1.506

    1.460

    1.173

    1.100

    879

    504

    440

    352

    328200

    195

    160

    159

    139

    45

    42

    8

    8.690

    DISTRITAL PROVINCIAL REGIONAL

    180

    182

    161

    154

    125

    101

    75

    53

    4822

    24

    28

    24

    22

    10

    6

    2

    1.217

    22

    23

    22

    18

    20

    16

    13

    6

    92

    6

    4

    5

    5

    171

  • 8/2/2019 Elecciones N 3

    20/244

    CARLOS E. VARGAS LEN22

    As, hubo un alto porcentaje de candidatos hombres para cargos ejecutivos,principalmente para desempear cargos de alcaldes distritales y provincia-les, e igualmente para pres identes y vicepresidentes r egionales. La situacines diferente cuando vemos las candidaturas para cargos legislativos pues seaprecia un porcentaje algo ms alto de candidatas para regidoras y conseje-ras regionales.

    El nmero de candidatas aument en estricto cumplimiento de las cuo-tas electorales que demandaban a las listas de candidatos a los consejosre gionales y municipales la presencia de no menos de un treinta por cientode h ombr es o mujer es ( Vargas, op. cit.). En las listas distritales, la presen-

    cia de mujer es fue mayor al mnimo requerido en un 11%, en las provincia-les en un 8%, y en las re gionales en un 7%(cuadr o 7 y grfico 3 en la siguien-te pgina.)

    CUADRO 7Per 2002: candidatos segn gnero y tipo de eleccin (%)

    CARGO

    Distrital

    Provincial

    Regional

    ELECCIN HOMBRES MUJERES

    Alcalde

    Regidor

    Alcalde

    Regidor

    Pdte. y vpdte.

    Consejero

    93,48

    58,95

    93,31

    61,39

    88,92

    62,44

    6,52

    41,05

    6,69

    38,61

    11,08

    37,56

    Esta distribucin por gnero de las candidaturas no vara si vemos super tenencia a una agr upacin poltica nacional o subnacional pues los resul-tados nos muestran que persiste la desigual distribucin de los cargos. Enestas elecciones, de las 194 alcaldas provinciales, slo cinco fuer on ganadaspor mujeres (La Convencin en Cusco, Satipo en Junn, Caete y Huarochiren Lima, y Oxapampa en Pasco). De igual manera, de las 25 presidenciasregionales, slo tres fueron ganadas por mujeres (en Hunuco, Moquegua yTumbes).

    Las posibilidades de las candidatas de salir elegidas estuvieron mediadaspor su participacin en las listas partidarias. As, de las cinco alcaldesas pro-

    vinciales, cuatro per tenecan a agr upaciones nacionales, as como dos de lastres presidentas regionales. (Ver cuadro 8 en la pgina siguiente.)

  • 8/2/2019 Elecciones N 3

    21/244

    QUINES GOBIERNAN LOS MUNICIPIOS Y REGIONES? 23

    Los ms jvenes en los distritos y los mayores en las regiones

    Distribuyendo los candidatos por grupos de edad, podemos sealar que el

    gr upo mayoritario se encontraba entre los 41 y 50 aos de edad. Es intere-sante obser var que los candidatos a alcalde distrital fuer on ms jvenes (67%

    CUADRO 8Per 2002: candidatos segn gnero, tipo de eleccin y de agrupacin poltica (%)

    PRESIDENTE Y VICEPRESIDENTE REGIONAL

    Agr upaciones nacionalesAgr upaciones reg ionales

    ALCALDE PROVINCIAL

    Agr upaciones nacionalesAgrupaciones locales

    ALCALDE DISTRITAL

    Agr upaciones nacionalesAgrupaciones locales

    CANDIDATOS A HOMBRES MUJERES

    88,9288,88

    93,5892,71

    93,6593,14

    11,8211,12

    6,417,29

    6,356,86

    GRFICO 3Per 2002: candidatos se gn gnero y tipo de eleccin

    Alcald

    e distr

    ital

    15.000

    Hombres

    Mujeres

    80

    60

    40

    20

    0

    Regid

    or

    Alcald

    e prov

    incial

    Regid

    or

    Presid

    ente y

    Conse

    jero

    vicepr

    esiden

    te regi

    onal

  • 8/2/2019 Elecciones N 3

    22/244

    CARLOS E. VARGAS LEN24

    tenan entr e 31 y 50 aos), con una tendencia a ser mayores los candidatos aalcalde provincial (67%tenan entre 41 y 60 aos) y a la presidencia y vicepre-sidencia regional (72%tenan entre 41 y 60 aos). Es importante tener encuenta que la edad mnima para ser candidato a alcalde municipal es de 18aos y para ser presidente o vicepresidente regional, 25 aos. De algunamanera ello limit a los jvenes para tentar un cargo regional.

    Respecto a los candidatos a puestos legislativos subnacionales, es intere-sante observar que stos tuvieron en promedio menor edad que los candida-tos a puestos ejecutivos. Ms an, los candidatos a regidores en el niveldistrital fuer on ms jvenes respecto a los candidatos a regidores provincia-les o consejeros regionales. As tenemos que un 20%de los candidatos aregidores distritales tuvo menos de 31 aos. Las agrupaciones nacionalesubicaron candidatos de mayor edad que las agrupaciones regionales o loca-les en los diferentes tipos de eleccin.

    CUADRO 9Per 2002: candidatos segn gr upos de edad y tipo de e leccin (%)

    CARGO

    Distrital

    Provincial

    Regional

    ELECCIN de 30

    Alcalde

    RegidorAlcalde

    Regidor

    Pdte. y vpdte.

    Consejero

    5,46

    20,561,66

    15,41

    0,95

    8,36

    31-40 41-50 51-60 60 y +

    30,62

    3 5 , 4 0

    22,36

    31,36

    13,24

    24,46

    3 6 , 4 3

    22,724 1 , 5 7

    3 2 , 3 3

    3 8 , 5 3

    3 6 , 9 0

    19,93

    12,0025,56

    15,55

    34,04

    22,12

    7,57

    4,338,86

    5,36

    13,24

    8,15

    CUADRO 10Per 2002: candidatos segn grupos de edad, tipo de eleccin

    y de agr upacin poltica (%)

    PRESIDENTE Y VICEPRESIDENTE REGIONAL

    Agr upaciones nacionalesAgr upaciones r egionales

    ALCALDE PROVINCIAL

    Agr upaciones nacionalesAgr upaciones s ubnacionales

    ALCALDE DISTRITAL

    Agr upaciones nacionalesAgr upaciones s ubnacionales

    CANDIDATOS A de 30

    0,921,02

    1,511,95

    5,375,62

    31-40 41-50 51-60 60 y +

    12,0017,34

    21,4124,33

    29,8931,98

    3 7 , 8 4

    4 0 , 8 1

    4 1 , 4 8

    4 1 , 7 4

    3 6 , 0 63 7 , 1 1

    34,4632,65

    26,3023,97

    20,7018,43

    14,768,16

    9,277,99

    7,956,83

  • 8/2/2019 Elecciones N 3

    23/244

    QUINES GOBIERNAN LOS MUNICIPIOS Y REGIONES? 25

    Alcalde distrital

    Alcalde provincial

    Presidente y vice-presidente regional

    60

    40

    20

    0 de 30 31-40 41-50 51-60 61 y +

    GRFICO 4Per 2002: distribucin de candidatos a alcaldes , pres identes

    y vicepresidentes regionales por rangos de edad

    Regidor distrital

    Regidor provincial

    Consejero regional

    60

    40

    20

    0

    de 30 31-40 41-50 51-60 61 y +

    GRFICO 5Per 2002: distribucin de candidatos a regidores

    y consejeros regionales por rangos de edad

  • 8/2/2019 Elecciones N 3

    24/244

    CARLOS E. VARGAS LEN26

    El candidato ms joven en las elecciones regionales fue Wer ner Quezada,de 27 aos, candidato por el Par tido Aprista a la presidencia regional quien,finalmente, gan las elecciones en esa r egin con el 22,97%de los votos. Enel nivel provincial, el candidato ms joven fue Vladimir Meza, de 22 aos,candidato a alcalde en Huaraz por Per Posible cuya lista qued en cuar tolugar con el 11,28%de los votos. Finalmente, en el nivel distrital se presenta-ron dos candidatos de 19 aos de edad, Celso Reyes quien postul dentro deun movimiento regional para la alcalda de San Cristbal (Lucanas, Ayacucho),y Melba Vsquez como candidata del Par tido Accin Popular para la alcaldade Jos Manuel Quiroz (San Marcos, Cajamarca). Estos candidatos obtuvie-ron los ltimos lugares de las preferencias electorales en sus distritos.

    Teniendo en cuenta los resultados electorales, observamos que slo trescandidatos menores de 30 aos ganaron una alcalda provincial. El 48%delos alcaldes provinciales tena al momento de su eleccin entre 41 y 50 aos,el 26%entr e 31 y 40 aos, y el 21%entr e 51 y 60 aos. En el nivel regional,slo tres presidentes regionales tuvieron menos de 40 aos al momento desu eleccin.

    Candidatos regionales ms instr uidos que los municipales

    El nivel de instruccin, a diferencia de los datos sobre gnero y edad, es unindicador que puede variar desde la inscripcin de los ciudadanos en el pa-drn electoral hasta el momento de asumir una candidatura. Suponiendoque los ciudadanos que se inscr iben ante el Registro Nacional de Identifica-cin y Estado Civil (RENIEC) han sido sinceros respecto de su nivel de ins-truccin (puesto que no se exige documentacin), ste es menos fiable con-forme la edad del candidato sea mayor. Existe mayor nivel de cer tidumbr e

    CUADRO 11Per 2002: candidatos segn nivel de instr uccin y tipo de e leccin (%)

    CARGO

    Distrital

    Provincial

    Regional

    ELECCIN

    Alcalde

    Regidor

    Alcalde

    Regidor

    Pdte. y vpdte.Consejero

    0,24

    1,96

    0,11

    0,72

    0,000,36

    9,14

    25,50

    2,06

    8,32

    1,892,91

    40,07

    4 8 , 9 9

    16,58

    38,80

    6,6023,04

    4 9 , 3 3

    22,39

    8 0 , 9 6

    5 1 , 4 9

    9 1 , 5 17 2 , 9 9

    1,22

    1,15

    0,29

    1,16

    0,000,71

    NINGUNA PRIMARIA SECUNDARIA SUPERIOR TCNICA

  • 8/2/2019 Elecciones N 3

    25/244

    QUINES GOBIERNAN LOS MUNICIPIOS Y REGIONES? 27

    GRFICO 6Per 2002: distribucin de candidatos segn n ivel de instr uccin

    Alcalde distrital

    Alcalde provincial

    Presidente y vice-presidente regional

    100

    80

    60

    0

    40

    20

    Ning

    una

    Prim

    aria

    Secund

    aria

    Supe

    rior

    Tcnica

    GRFICO 7Per 2002: distribucin de candidatos segn n ivel de instr uccin

    100

    80

    60

    0

    40

    20

    Ning

    una

    Prima

    ria

    Secundari

    a

    Superior

    Tcnica

    Regidor distrital

    Regidor provincial

    Consejero regional

  • 8/2/2019 Elecciones N 3

    26/244

    CARLOS E. VARGAS LEN28

    respecto de aquellos que han seguido una educacin superior; sin embargo,cabe la posibilidad de que aquellas pers onas que se registrar on con un nivelde instruccin inferior h ayan superado ese nivel educativo a la fecha de laeleccin.

    Teniendo en cuenta estas reservas, vemos que los candidatos a cargosejecutivos tuvieron mayor nivel de instruccin que los candidatos a cargoslegislativos.

    Dentro de los cargos ejecutivos, los candidatos a presidente y vicepresi-dente regional tuvieron mayores niveles de instr uccin (91%de los candida-

    tos con educacin super ior) que los candidatos a alcalde provincial (80%coneducacin superior) y distrital (49%con educacin superior y 40%educacinsecundaria).

    El nivel de instr uccin fue menor en los candidatos a cargos legislativos.En este aspecto fue significativa la diferencia entr e candidatos a consejerosregionales y a regidores municipales. El 72%de los candidatos a consejerosregionales tena educacin superior; mientras que este porcentaje disminu-y a 51%para los candidatos a regidor provincial y a 22%para los candidatos

    a regidor distrital. La mayora de los candidatos a regidor distrital tena sola-mente educacin primar ia (25%) o secundaria (49%).

    En el nivel regional, las agr upaciones locales dieron mayor espacio departicipacin a candidatos con nivel de instruccin secundaria. En el nivel

    CUADRO 12Per 2002: candidatos segn nivel de instr uccin,

    tipo de eleccin y agr upacin poltica (%)

    PRESIDENTE Y VICEPRESIDENTE REGIONAL

    Agr upaciones nacionalesAgr upaciones r egionales

    ALCALDE PROVINCIAL

    Agr upaciones nacionalesAgr upaciones s ubnacionales

    ALCALDE DISTRITAL

    Agr upaciones nacionalesAgr upaciones s ubnacionales

    CANDIDATOS A

    0,16

    0,280,15

    1,533,03

    1,852,48

    9,368,69

    5,5310,10

    16,6116,51

    40,4539,31

    9 2 , 9 2

    8 6 , 8 6

    8 0 , 9 4

    8 0 , 9 9

    4 8 , 8 25 0 , 2 9

    0,42

    1,061,52

    NINGUNA PRIMARIA SECUNDARIA SUPERIOR TCNICA

  • 8/2/2019 Elecciones N 3

    27/244

    QUINES GOBIERNAN LOS MUNICIPIOS Y REGIONES? 29

    provincial, tanto las organizaciones nacionales como las locales promovie-ron candidaturas con nivel de instruccin secundaria. Esta diferencia pornivel de instr uccin es menor en el caso de los candidatos distritales, en losque ambos tipos de organizaciones polticas promueven, incluso, candidatoscon nivel de instr uccin primaria e iletrados.

    En las elecciones regionales, dos candidatos figuraron en el padrn elec-toral con un nivel de instruccin de primaria completa: Luzmila Templo,candidata por una agrupacin regional en Hunuco, quien gan las eleccio-nes con el 25,98%de los votos; y Csar Castro, candidato por Unin por elPer en Ucayali, quien qued en penltimo lugar con el 0,40%de los votos.

    En las elecciones provinciales se presentaron dos candidatos iletrados:Jos Gallardo, candidato en la provincia de Yauyos (Lima) , por Accin Popu-lar, quien qued en cuarto lugar con 13,90%de los votos; y Rafael Reao,candidato en la provincia de Fer reafe (Lambayeque), por Somos Per, quienqued en penltimo lugar con 2,61%de los votos.

    Finalmente, en las elecciones distritales se presentaron dos candidatos

    con educacin especial: Godofredo Huaypuna, candidato en el distrito deTisco (Caylloma, Arequipa) por Per Posible, quien ocup el ltimo lugar delas preferencias con 5,09%de los votos; y Marco Antonio Merino, candidatoen el distrito de Montero (Ayabaca, Piura) por una agr upacin independien-te, quien gan las elecciones con el 25,11%de los votos.

    El legislativo municipal como espacio ms accesiblea las candidatas jvenes

    Si hacemos un cr uce de las variables sobre gner o, edad y nivel de instruc-cin podemos extraer algunas conclusiones interesantes sobre los candida-tos en las elecciones municipales del 2002. (Ver cuadro 13 en la pgina si-guiente.)

    As, se obser va que, si bien los candidatos a regidores fueron ms jve-nes que los candidatos a alcaldes , stos fuer on, principalmente, mujeres. Enefecto, la mayora de candidatasa regidoras provinciales y distritales tuvie-

    ron menos de 41 aos, mientras que la mayora de candidatostuvieron entre31 y 50 aos. (Ver cuadro 14 en la pgina siguiente.)

  • 8/2/2019 Elecciones N 3

    28/244

    CARLOS E. VARGAS LEN30

    La diferencia de candidaturas por gner o no es tan notoria si se obser vael nivel de instr uccin de los candidatos. Los candidatos a cargos provincia-les fuer on ms instr uidos que los candidatos a cargos distr itales, y los candi-datos a alcaldes fueron ms instruidos que los candidatos a regidores, enninguno de los casos existen diferencias significativas por gnero.

    El nivel de instruccin de los candidatos a alcalde provincial fue ligera-mente mayor que el de las candidatas, ocurr iendo lo inverso en el caso decandidatos a alguna alcalda distrital. El nivel de instr uccin de los candida-

    tos a regidores distritales fue menor que los provinciales, aqu tampoco exis-ten diferencias significativas por gnero.

    CUADRO 13Per 2002: candidatos segn gnero y gr upos de edad

    por tipo de eleccin (%)

    Alcalde provincial

    Alcalde distrital

    Regidor pr ovincial

    Regidor distrital

    CANDIDATOS POR GNERO 18-30

    Hombre

    Mujer

    Hombre

    Mujer

    Hombre

    Mujer

    Hombre

    Mujer

    1,53

    3,42

    5,40

    6,36

    10,81

    22,72

    14,37

    29,44

    31-40 41-50 51-60 60 y +

    22,13

    24,79

    30,82

    27,68

    29,70

    3 3 , 9 9

    3 4 , 4 6

    3 6 , 7 4

    4 1 , 5 7

    4 1 , 8 8

    3 6 , 1 3

    4 0 , 6 4

    3 4 , 1 0

    29,51

    30,17

    24,20

    25,57

    25,64

    20,04

    18,26

    18,07

    11,53

    14,93

    7,78

    9,20

    4,27

    7,61

    7,07

    7,31

    2,25

    6,07

    1,83

    CUADRO 14Per 2002: candidatos segn gner o y nivel de instr uccin

    por tipo de eleccin (%)

    Alcalde provincial

    Alcalde distrital

    Regidor pr ovincial

    Regidor distrital

    CANDIDATOS POR GNERO

    Hombre

    Mujer

    HombreMujer

    Hombre

    Mujer

    Hombre

    Mujer

    0,06

    0,85

    0,181,06

    0,37

    1,28

    0,99

    3,37

    2,15

    0,85

    9,267,42

    8,36

    8,26

    25,93

    24,88

    16,19

    21,37

    40,5433,33

    35,74

    42,36

    4 8 , 0 7

    5 0 , 3 2

    8 1 , 3 0

    7 6 , 9 2

    4 8 , 8 4

    5 6 , 4 2

    5 4 , 5 5

    4 6 , 6 4

    23,98

    20,12

    0,31

    1,181,77

    0,98

    1,46

    1,04

    1,31

    NINGUNA PRIMARIA SECUNDARIA SUPERIOR TCNICA

  • 8/2/2019 Elecciones N 3

    29/244

    QUINES GOBIERNAN LOS MUNICIPIOS Y REGIONES? 31

    Como se seala lneas ar riba, analizar el nivel de instr uccin de los candi-datos puede ser engaoso, y depende de su edad. Mientras ms jvenes son,es probable que mantengan el mismo nivel de instruccin que tenan cuandose inscribieron en el RENIEC. En ese sentido podemos indicar, en general,que el nivel de instr uccin de los candidatos a alcaldes provinciales fue ma-

    yor que el de los distritales. En el caso de los candidatos a alcalde provincial,el nivel de instr uccin fue alto y no vari por la edad. En cuanto a los candida-tos a alcalde distrital, existi variacin, siendo los candidatos menores de 41aos menos instr uidos que los candidatos mayores.

    CUADRO 15Per 2002: candidatos segn grupos de edad y

    nivel de ins tr uccin por tipo de eleccin (%)

    Alcalde provincial

    Alcalde distrital

    CANDIDATOS POR EDAD

    18-30

    31-40

    41-50

    51-60

    60 y +

    18-30

    31-40

    41-50

    51-60

    60 y +

    0,22

    0,65

    0,14

    0,35

    0,11

    0,12

    0,71

    1,54

    0,96

    2,01

    9,03

    2,11

    4,54

    8,33

    12,49

    27,89

    34,48

    25,64

    12,79

    12,75

    18,71

    4 8 , 3 8

    4 8 , 0 1

    37,50

    33,83

    30,83

    6 5 , 5 2

    7 1 , 7 9

    8 6 , 2 4

    8 4 , 7 9

    7 1 , 6 1

    47,26

    45,37

    5 3 , 0 1

    5 2 , 7 6

    4 0 , 1 6

    1,03

    0,22

    2,11

    1,73

    1,05

    0,81

    0,41

    NINGUNA PRIMARIA SECUNDARIA SUPERIOR TCNICA

    CUADRO 16Per 2002: candidatos segn grupos de edad y

    nivel de ins tr uccin por tipo de eleccin (%)

    Regidor provincial

    Regidor distrital

    CANDIDATOS POR EDAD

    18-30

    31-40

    41-50

    51-60

    60 y +

    18-30

    31-40

    41-50

    51-6060 y +

    0,49

    1,04

    0,58

    0,36

    1,40

    1,65

    2,24

    1,98

    1,731,78

    3,41

    7,22

    8,14

    11,75

    20,07

    13,26

    22,23

    29,36

    3 7 , 9 25 1 , 1 5

    5 3 , 1 3

    43,43

    33,71

    26,83

    26,60

    6 4 , 8 3

    5 4 , 4 4

    4 1 , 8 6

    31,3623,87

    40,63

    4 6 , 8 8

    5 6 , 7 7

    6 0 , 5 4

    5 1 , 6 9

    18,32

    19,76

    26,12

    28,4022,85

    2,35

    1,44

    0,79

    0,52

    0,23

    1,94

    1,34

    0,69

    0,590,36

    NINGUNA PRIMARIA SECUNDARIA SUPERIOR TCNICA

  • 8/2/2019 Elecciones N 3

    30/244

    CARLOS E. VARGAS LEN32

    Respecto al per fil de los candidatos a regidores , el nivel de instr uccinfue mayor en los candidatos provinciales que en los distritales. Sin embargo,existi un buen porcentaje de candidatos provinciales menores de 31 aosque slo tuvieron formacin secundaria. La mayora de los candidatosdistritales menores de 51 aos tuvieron formacin secundaria mientras quelos mayores a esa edad slo tuvieron formacin primaria.

    4. OBSERVACIONES FINALES: DESCUBRIENDO EL ROSTRODE NUESTROS GOBERNANTES

    Los perfiles sociales de los candidatos y gobernantes varan de acuerdo acual sea el nivel de gobierno: regional o municipal. En general, el perfil delcandidato a presidente regional o alcalde municipal promedio fue el de unhombre de entre 41 y 50 aos de edad, con instruccin superior, que sepresent a las elecciones como integrante de una agrupacin nacional.

    Analizando los datos con ms detalle se desprende que:

    Existi un fuer te predominio como candidatos, y despus como go-ber nantes, de hombres en los cargos e jecutivos. La presencia demujeres aument en los cargos legislativos por el cumplimiento delas cuotas electorales en las listas de candidatos, que son del treintapor ciento. Esta des igual par ticipacin se registr tanto en las listasde candidatos promovidas por las organizaciones polticas naciona-les como en aquellas impulsadas por las organizaciones locales.

    Los jvenes tuvieron mayores posibilidades de ser candidatos y go-ber nantes en los mbitos distritales que en los provinciales y regio-nales. Los jvenes fueron tambin mayora entre los candidatos a

    cargos legislativos frente a los cargos ejecutivos. Las agr upacionesnacionales ubicaron a candidatos de mayor edad que el promedioen los diferentes cargos y niveles de gobierno. La poblacin no llega apoyar a los candidatos jvenes puesto que los elegidos tuvieronen su mayora edades super iores a los cuarenta aos al momento dela eleccin.

    Respecto al nivel de instr uccin, existi una diferencia entre loscandidatos a cargos r egionales, que fueron m s instr uidos, y los

    candidatos a cargos municipales. Manteniendo esta lgica, se ob-ser v tambin un desnivel entre el mayor grado de instr uccin de

  • 8/2/2019 Elecciones N 3

    31/244

    QUINES GOBIERNAN LOS MUNICIPIOS Y REGIONES? 33

    los candidatos a cargos ejecutivos y el menor grado de instruc-cin de los candidatos a cargos legislativos. La diferencia por ni-vel de instr uccin no fue significativa entr e los candidatos de lasagr upaciones nacionales y locales.

    Finalmente, de todo lo sealado resalta la necesidad de que las agrupa-ciones nacionales r evaloricen sus criterios de seleccin de candidatos, per-sistiendo en el objetivo de consolidarse como par tidos con legitimidad eimportancia como referencia para la participacin poltica en el nivel local.Un paso decisivo al respecto es empezar promoviendo el liderazgo de lasmujeres y los jvenes con mayor nivel de instruccin para que asuman en

    el futur o cargos ejecutivos. Esta puede ser la va para renovar la poltica ennuestro pas.

    REFERENCIAS BIBLIOGRFICAS

    COTTA, Maurizio. Representacin poltica. En : N. Bobbio, N. Matteucci & G. Pas-

    quino, Diccionario de poltica. Mxico, D. F.: Siglo XXI, 2002.

    FERNNDEZ SEGADO, Francisco. La candidatura electoral. E n : D. Nohlen, S. Pi-cado & D. Zovatto, Tratado de derecho electoral comparado de Amr ica Latina.Mxico, D. F.: Fondo de Cultura Econmica (FCE), 1998.

    FREIDENBERG, Flavia. Seleccin de candidatos y dem ocracia inter na en los par ti-

    dos de Amrica Latina. E n : I Curso de Especializacin sobre Rgimen Electo-

    ral, Gober nabilidad Democrtica y Resolucin de Conflictos. Mxico, D. F.:Uni-

    versidad Nacional Autnoma de Mxico ( UNAM) / Instituto Federal Electoral

    (IFE) / Programa de las Naciones Unidas para el Desar rollo (PNUD) / Tribunal

    Electoral, 2003.MOLINA, Jos & Janeth HERNNDEZ. Sistemas electorales subnacionales. E n :

    D. Nohlen, S. Picado & D. Zovatto, Tratado de derecho electoral comparado

    de Am rica Latina. Mxico, D. F.: FCE , 1998.

    VARGAS L.,Carlos. Las organizaciones polticas en las elecciones municipales de 1998

    y 2002. Un anlisis comparativo. Documento de trabajo N 5. Lima: CIE ONPE,

    2002. Disponible en http:/ / www.onpe.gob.pe.

  • 8/2/2019 Elecciones N 3

    32/244

    Cultura democrtica y elecciones

    Luis Fernando Nunes

    Elecciones (2004) 3 , 35

    EN LOS LTIMOS AOS, pero sobre todo en los ltimos meses, diversos estu-dios y anlisis, hechos y situaciones lamentables, con saldo de muer tos y heri-dos, han evidenciado severos problemas en el perfil de la cultura polticapre-dominante y una inestabilidad preocupante en la legitimidad polticade variasinstituciones del Estado; el reciente informe del PNUD sobre la democracia enAmrica Latina (2004) es, prcticamente, una granada que nos estalla en laconciencia y nos invita a ocuparnos ms que preocuparnosdel asunto.

    Aunque se acepte que la desconfianza pblica es un fenmeno generaliza-

    do, no hay duda de que sta ha crecido en los ltimos aos en todo el conti-nente en forma ms acentuada que en otras latitudes como Europa y seseala con claridad que ciertos segmentos poblacionales los ms pobres,pero tambin los ms numer osos evidencian insuficiencias de rasgos deesa cultura democrtica, que contrastan con cierto atractivo por otras for-mas de gobierno (y de desgobierno...) que en realidad tampoco han dadobuenos resultados, pero ya sabemos cun frgil es nuestra memoria histri-ca (Imasen, 2004). Por otra par te, se ha indicado que el arraigo de estosrasgos democrticos en aquellas personas que los poseen es un proceso queno slo toma tiempo, sino que r equiere ser nutrido de maner a constante.

    Esta situacin siempre se puede atr ibuir a especificidades culturales de laregin o a las ter ribles consecuencias del caudillismo y del clientelismo como

    Venezolano. Licenciado en Relaciones Inter nacionales y doctor en Ciencias Polticas con Maestra en Psico-loga de la Comunicacin. Ha sido consultor de la Fundacin Konrad Adenauer, del Centro de Estudiospara el Desar rollo de la Univers idad Central de Venezuela (CENDES), y del Instituto Republicano para Asun-tos Internacionales (IRI). Desde 1998 est ligado al Instituto Nacional Demcrata para Asuntos Inter nacio-

    nales (NDI) como director residente en el Per del Proyecto de Fortalecimiento del Congreso Nacional;adems es facilitador principal del Programa de Liderazgo del NDI en Amrica Latina y el Caribe.

  • 8/2/2019 Elecciones N 3

    33/244

    LUIS FERNANDO NUNES36

    frmulas de liderazgo fracasado; pero pareciera que el fenmeno tiene ra-ces ms profundas y ahora se refleja ms que nunca en una falta oportuna (elaqu y el ahora) de respuestas y soluciones, y en una falla en cadena (ElComercio, 28-4-2004) de todo el sistema democrtico.

    Otra posible explicacin se refiere al crecimiento de la inseguridad eco-nmica en la regin, pues ciudadanos y ciudadanas, cada vez ms, estnrepudiando y castigando en las nforas la volatilidad del crecimiento econ-mico que, paradjicamente como en el caso de Per est en las cifraspublicadas pero no al menos, no todava en los bolsillos de la mayoraque debe inventar mil y una formas para recursearse y salir adelante. Pero

    en esto debemos ser muy claros y recordar que tampoco los regmenes auto-ritarios pudieron realmente enfrentar el malestar social ante la crisis econ-mica, pero s fuer on ms exitosos en, por lo menos, marquetear sus pro-gramas, aunque stos hayan sido absolutamente populistas y clientelistas.

    Hacemos nfasis en que la poltica latinoamericana est mar cada por lar-gas experiencias de clientelismo y populismo en las que el voto se ofrece acambio de la expectativa de cier tas ventajas mater iales y esa visin no favo-rece una concepcin de la democracia como la eleccin de los mejores, sino

    como un mer o ejercicio de intercambio, una concepcin puramente instru-mentaldel voto y de una democracia delegativa que se percibe como un

    plebiscitopara la eleccin de un presidente en el que se ponen las mximasexpectativas y, si los resultados de su gestin no son satisfactorios, entoncesel apoyo a la democracia va cuesta abajo.

    El ex presidente ur uguayo Julio Mara Sanguinetti denomina a este com-por tamiento el voto bronca (El Clarn, 12-2001), que no cuestiona slo, niprincipalmente, al gobier no de tur no sino a la totalidad de los actores polti-cos porque expresa una desconfianza en las frmulas que se ofrecen comoalternativas. Juan Paredes Castro (2002) sentencia as: Gober nantes, legis-ladores y magistrados parecen haber olvidado, entre otras cosas, que su elec-cin tiene un plazo y que ese plazo les exige el cumplimiento de determina-dos resultados.

    Parafraseando a Felipe Gonzlez sobre el caso argentino (El Pas, 4-12-2001), afirmamos sin duda que el Per tiene un problema POLTICO con ma-

    ysculas. Y seguir tenindolo hasta que se defina el espacio pblico com-par tido, la res pblica, como proyecto de todos para el siglo XXI.

  • 8/2/2019 Elecciones N 3

    34/244

    CULTURA DE MOCRTICA Y ELECCIONES 37

    Estamos frente a serios desafos sociales, econmicos y polticos que sepueden resumir en elevados ndices de pobreza, desempleo, criminalidad ycor r upcin, sin olvidar la calidad y eficiencia de los ser vicios de salud y deeducacin y el ter rible estado del Poder Judicial, se que se sigue ensaandocon los ms dbiles y mostrndose complaciente con los poderosos.

    Democracia es mucho ms que elecciones. De qu sir ve una democra-cia electoral con ausencia de una ciudadana comprometida? Como diceEduardo Cceres (2003): la historia republicana del Per es una historia dedemocracias efmeras y recur rente autoritarismo; pero, ms adelante, se-ala: entre 1978 y el 2002, en el Per se desar rollaron 17 procesos electora-

    les, incluyendo seis elecciones presidenciales y parlamentarias, dos eleccio-nes de Asambleas Constituyentes, un Referndum y ocho elecciones muni-cipales (incluyendo la ltima y reciente eleccin de gobiernos r egionales).

    Democracia es tambin mucho ms que tener casi trescientos partidosaspirando a par ticipar en las prximas elecciones per uanas. Coincidimos ple-namente con Fer nando Tuesta cuando opina sobre el sistema per uano depar tidos e indica que: no existe sistema poltico democrtico con una multi-plicacin de par tidos as. Cuando uno ve un pas con un sinnmero de par ti-

    dos, medianos y pequeos, lo que observa es que hay una fragilidadinstitucional... (El Comercio, 20-10-2003). Tampoco es que estemos tratan-do de vender el modelo estadounidense del bipartidismo sino que cree-mos, ms bien, en un sistema de pocos (tal vez unos cuatro o cinco) par tidosque cubran todo el espectro poltico, sin exclusiones ideolgicas; pero parti-dos moder nos en los que la inclusin social, la transparencia y, en especial,la democracia interna sean los principales pilares. (Nos referiremos a estepunto un poco ms adelante.)

    Entendemos que, muchas veces, las reformas requieren que se tomendecisiones en el corto plazo que pueden ser polticamente sensibles, tantoque, en ocasiones, los tcnicos las califican de las reformas improbablesporque tienen casi todo en contra.

    En el ao 2004, que el Per opt por declarar como aquel de la Gober-nabilidad Democrtica, produce una gran fr ustracin la cantidad de ideas yproyectos que no pasan de ser una larga lista de buenas intenciones, porque

    los intereses particulares prevalecen sobre los colectivos y de ello no se es-capa nadie, pues caben en el mismo saco dirigentes polticos, empresariales,

  • 8/2/2019 Elecciones N 3

    35/244

    LUIS FERNANDO NUNES38

    sociales y hasta, en algunos casos, religiosos; as como muchos ciudadanosy ciudadanas que optan por el individualismo y el egosmo y slo reaccionande manera solidaria cuando algunos elementos subjetivos consiguen tocar-les el alma. Quitmonos la mscara: por falta de una verdadera voluntadpoltica, pero tambin personal, demasiadas cosas estn por hacer y siempreparece que estamos esperando que alguien las haga por nosotros.

    Y, en cuanto a las reformas de las instituciones pblicas, cada vez que selevanta una voz que habla de reforma salen algunos a defender la indepen-dencia y autonoma de los poderes como si la Patria no fuera patrimoniocomn. Ese es mi asunto dicen los magistrados cuando se habla de la

    reforma del Poder Judicial; o, Nosotros hacemos la reforma Constitucio-nal afirman algunos congresistas; y as cada quien exige lo que cree que esslo suyo, much as veces con gran parafernalia mejor si hay luces y cma-ras de televisin y, luego nada, en el ms puro estilo gatopardiano: quealgo cambie para que todo siga igual.

    En el hemiciclo del antiguo Senado del Per se realizan todos los dasseminarios, audiencias y conversatorios y las palabras que ms se utilizanson cambioy reforma. Pero, cunto media del decir al hacer?, acaso no

    deberamos empezar por cambiar nosotros mismos?

    La tarea de constr uir un sistema democrtico legtimo, representativo yeficaz no es algo que pueda postergarse, si de verdad aspiramos al desar ro-llo, con D mayscula. Lo fundamental de la gran promesa democrtica per-manece incumplido, eso es lo que piden a gritos ciudadanos y ciudadanas:una democracia que les funcione, no una rutina democrtica. Lo que noslleva al otro gran reto de revertir esa situacin para enfrentarla de verdadpromoviendo una profunda reforma del Estado pero, en especial, revistin-dola de VOLUNTAD POLTICA (Julio Cotler ya ni siquiera cree en ella)1 en elmarco de una discusin sobre cmo enfrentar las reformas y generar espa-cios en los que la sociedad pueda ser par te de esas decisiones, pero par te deverdad, no mero adorno, y pueda as comprometerse en su implementacin,sabiendo y entendiendo por qu esas medidas son necesarias y viables. Cuan-do se pretenden aplicar medidas acordadas solamente entre las cuatro pare-des de concilibulos y cpulas, y cuando la participacin e inclusin social

    1. Inter vencin en la presentacin de la II Encuesta Nacional sobre Corr upcin, Auditorio de Interb ank,febrero de 2004.

  • 8/2/2019 Elecciones N 3

    36/244

    CULTURA DE MOCRTICA Y ELECCIONES 39

    tienen que obtenerse a fuerza de constantes manifestaciones, protestas, tu-multos, rebeliones y a palo limpio La Paz, Ilave, Caracas, Lima, BuenosAires , Chimbote, Tilali, etc. todava es ms difcil. Las democr acias limi-tadas slo nos dejan pases cada da ms difciles de gober nar en los que losgobiernos encuentran mrgenes estrechsimos para encauzar la llamadavoluntad popular.

    Pas en par te con la Ley de Par tidos Polticos que r econocemos que hasido producto de largas horas de debate y de trabajo fructfero, encabezadoprincipalmente por el subgr upo de trabajo de la Comisin de Constitucin ycon los valiosos aportes de Transparencia e IDEA Internacional. Pero ya ha-

    bamos adver tido que el tema del financiamiento del Estado a los partidos noslo iba a ser uno de los ms polmicos y sensibles, sino tambin que recibi-ra una generalizada desaprobacin de la opinin pblica por lo que era nece-saria una fuerte campaa para vender esta idea, explicando en lenguajesencillo por qu es mejor (y, a la lar ga, ms barato) que los partidos recibandinero del Estado lase del Estado y no del gobier no de tur no, que es otrode los grandes er rores que a diario cometemos y no continen recibiendoaportes privados que, casi siempre, vienen acompaados de facturas aposteriori o por la puer ta falsa, o que son dinero producto de la cor r up-

    cin y hasta del narcotrfico. Pues tal campaa no se hizo o, al menos, no conla fuerza que requera, y tenemos toda una corriente en contra de que elEstado financie a los par tidos.

    El desencanto con los resultados de la democracia ha contribuido a llevara muchos pases de la regin a procesos de reforma poltica; muchos hanmodificado o sustituido su Constitucin y, en algunos casos, han r eformadoparalelamemte las leyes que rigen sus procesos electorales, de par tidos y deotras entidades. Los apor tes tericos y prcticos del Banco Interamericanode Desarrollo2 en estas tareas se han multiplicado, pero todava los resulta-dos estn muy lejos de satisfacer las expectativas.

    Algunas reformas polticas se han orientado a mejorar la rendicin de cuen-tas y for talecer el Estado de Der echo desde una dimensin horizontal. En eltranscurso de las ltimas dos dcadas, la mayor parte de los pases de laregin cre o reforz la institucionalidad de otros organismos con mandato

    2. BID: Democracia e n dficit, enero de 2001; La poltica importa, 2003. Ver lista de proyectos afines altema en www.iadb.org.

  • 8/2/2019 Elecciones N 3

    37/244

    LUIS FERNANDO NUNES40

    horizontal de rendicin de cuentas mediante un nexo institucional con algu-no de los poderes del Estado, pero dndoles autonoma funcional y adminis-trativa respecto de esos poderes, como es el caso de las defensoras. La gamade reformas destinadas a aminorar el desequilibrio de poderes, lograr unverdadero sistema de pesos y contrapesos y generar capacidades entre lostres poderes tradicionales es amplia: involucran al sistema electoral, a lospoderes conferidos al presidente por la Constitucin y las leyes y al PoderJudicial. Lo que tambin se necesita es una verdadera coordinacininterinstitucional entre todas las entidades que participan en estos procesosy que no se descuide ninguno de los tres pilares de la Reforma del Estadoque,para el caso de Per, tiene tres fases: descentralizacin, reforma tributaria

    y moder nizacin del aparato estatal.

    La primera fase ya est en marcha, con sus avances y r etrocesos, perohay que verla como un proceso que tendr r esultados en el mediano y largoplazo y en el que se debe tratar de er radicar verdaderamente los vicios delcentralismo burocrtico. Sobre la reforma tributaria, que influir en la mo-der nizacin del aparato estatal, debe hacerse ya, no slo para reducir el gas-to pblico al evitar la permanencia de un cuerpo estatal ineficiente y dema-siado grande, sino para optimizar el empleo de los recursos, pues es muy

    claro que existen carencias en la calidad y evaluacin del gasto; las estadsti-cas nos indican que, desde 1998, los ingresos corrientes slo han aumentadoen 13%, mientras que los gastos cor rientes lo han hech o en 31%, lo que signi-fica que el Estado gasta el doble de los ingresos que recibe.

    El Per posee una baja presin tributaria (12,5%del PBI) en comparacincon otros pases de Amrica Latina (17,5%) y, por lo tanto, es necesario incr e-mentar y hacer ms eficiente y equitativa la recaudacin tributaria; pero, sino se controla el gasto, esos ingresos tributarios van a ser absorbidos por elgasto corr iente. La administracin pblica debe acostumbrarse a detallarque no es lo mismo que maquillar en qu y cmo se gasta el dinero detodos los contribuyentes y establecer programas an ms exactos para con-trolar y evaluar los gastos. En eso es necesario un mayor protagonismo de lasociedad civil, acompaada por unos medios de comunicacin social quetambin entiendan su valioso pero riesgoso papel como formadores yorientadores de la opinin, no meros informantes.

    En este sentido, el esfuerzo de participacin ciudadana debera estar orien-tado a que podamos colaborar activamente en la constr uccin de esa Hoja de

  • 8/2/2019 Elecciones N 3

    38/244

    CULTURA DE MOCRTICA Y ELECCIONES 41

    Ruta, o Plan de Pas, como un verdadero Plan de Desar rollo Nacional; en el

    que la elaboracin y discusin del presupuesto que va a r espaldar ese plantambin cuente con la participacin ciudadana, tal como se viene haciendoen otros pases con excelentes resultados. Afor tunadamente, ya se est em-pezando a trabajar de esta manera, pero falta mucho por recor rer...

    Los elementos que consider amos bsicos para acompaar la Reforma delEstado son: 1) que se consiga vencer la batalla frente a la enorme descon-fianza pblica; 2) que las r eformas (tributaria, descentralizaciny moderni-zacin del Estado) marchen en paralelo a una permanente lucha contra to-das las formas de cor r upcin e impunidad, presentes en la esfera de lo pbli-co y de lo privado; 3) que en este proceso se abran reales y efectivos canalesde par ticipacin ciudadana, en especial con un sentido mucho ms inclusivo;y, 4) que efectivamente est presente y demostrada la voluntad poltica derealizar estas reformas por par te de los llamados actores polticos del proce-so. Los cuatro estn profundamente conectados.

    La comunidad internacional sigue muy atenta el proceso sociopoltico

    per uano, apuesta y colabora para que esta hermosa nacin consiga no slosuperar los retos de estos difciles aos de transicin hacia una verdadera

    Coordinador deONPEcapacita a miembros de mesadurante el proceso e lectoral de 2001.

  • 8/2/2019 Elecciones N 3

    39/244

    LUIS FERNANDO NUNES42

    democracia; sino que pueda construir esa visin compartida de pas en elque toda persona tenga las condiciones para un pleno desarrollo de sus capa-cidades, en un ambiente equilibrado y justo, luchando especialmente por lasuperacin de todas las formas de discriminacin en un mundo paradjica-mente rico en el que la pobreza es la ms grande de las injusticias.

    Par tamos entonces de la afirmacin de que la cultura polticaen la sociedadperuana se encuentra en transicin, es decir, en un proceso de cambio, en elque coexisten tanto insuficiencias (las ms) como avances (los menos), quenos ponen por delante el reto simultneo de disear estrategias y ejecutarprogramas que contribuyan a er radicar gradualmente las caractersticas sub-

    sistentes de una cultura poltica autoritariay de consolidar los logros alcanza-dos para dar vitalidad, soporte y continuidad a la vida democrtica del pas,porque la democracia es, precisamente, un juego de pesos y contrapesos.

    Nicols de Pirola, ese impetuoso arequipeo y caudillo civil, ya lo habadicho en su tiempo: el problema del Per es su falta de ciudadana....

    Una cultura cvica democrticadebe implicar la posesin por parte de laciudadana de cier tos niveles bsicos de informacin y conocimientos que le

    permitan comprender y valorar lo pblico, lo institucional; juzgar la actua-cin de los dirigentes polticos y sociales; y aprender a desenvolverse en elmbito de la participacin poltica democrtica.

    Si bien los bajos niveles de informacin no impiden que la ciudadanapueda participar en algunas actividades polticas, s influyen sobre el tipo deconsideraciones que tiene en cuenta al decidir el curso de sus acciones. Si norecibe adecuada informacin, cmo pedirle que perciba las diferencias en-tre las posiciones de par tidos, congresistas y candidatos y capte de manerams completa los aspectos trascendentales de la vida pblica que le afectan?

    Sea que caminemos por las calles de Lima o de cualquier otra ciudad delpas vemos academias para aprender computacin o ingls, hasta para apren-der quechua, pero no encontramos academias que nos enseen a ser ciudada-nos, a comportarnos como tales y a valorar y entender la democracia. Cmopedir entonces a la gente que sean ciudadanos y quieran a la democracia?Algunos dicen que eso y los valores se aprenden en casa y en la escuela. En

    casa, donde muchas veces prevalecen esquemas autoritarios en la relacinfamiliar y donde la situacin econmica no permite el tiempo suficiente para

  • 8/2/2019 Elecciones N 3

    40/244

    CULTURA DE MOCRTICA Y ELECCIONES 43

    que exista una adecuada comunicacin y educacin de padres a hijos? En laescuela, donde la mayora de los maestros est mal preparada, mal remunera-da y en la que los temas de educacin cvica estn muchas veces ausentes o seconvier ten en una letana de fechas y hroes patrios que se r epite mecnica-mente pero sin entender su alcance y significado?

    Amrica Latina no parece compartir la tendencia internacional que du-rante la dcada de los noventa ha venido acrecentando el inters y la aten-cin hacia programas educacionales para ayudar a los jvenes a ser ciudada-nas y ciudadanos competentes y responsables en los s istemas polticos de-mocrticos. En es te contexto, se sealan nueve tendencias en la educacin

    para la democracia: 1) una educacin cvica con base en tr es componentesinter relacionados: conocimiento cvico, destr ezas y virtudes cvicas; 2) ense-anza sistemtica de ideas fundamentales y de conceptos bsicos; 3) anlisisde estudio de casos; 4) desar rollo de habilidades para la toma de decisiones;5) comparacin y anlisis inter nacional; 6) desar rollo de habilidades para lapar ticipacin a travs de actividades cooperativas de aprendizaje; 7) uso deliteratura, tanto histrica como de ficcin, para ens ear vir tude s cvicas;8) enseanza activa de conocimientos cvicos, habilidades y vir tudes; y, 9) uninde contenido y proceso en la enseanza y aprendizaje de conocimientos, habi-

    lidades y virtudes cvicas.

    La Inter national Association for the Evaluation ofEducation Achievement(IEA) (Quigley, 2000) realiz un estudio durante la dcada de los noventa quereporta conclusiones de 24 pases que coinciden en que la educacin cvicadebiera basarse de manera importante en contenidos que cruzantransversalmente diversas disciplinas y ser participativa, interactiva, relacio-nada con la vida diaria, llevada a cabo en un ambiente no autoritario,concientizadora de los desafos que plantea la diversidad social, y constr uidaen cooperacin con los padr es de familia, la comunidad, las organizacionesno guber namentales, as como en la escuela.

    Este mismo estudio identifica las siguientes dificultades para la instru-mentacin de pr ogramas slidos de educacin cvica:1) las viejas generacio-nes, incluyendo las de maestros, se niegan a alterar su compor tamiento (re-sistencia al cambio); 2) los cambios institucionales en las escuelas ocurrencon lentitud, no slo respecto al ajuste de contenidos sino tambin a la intro-

    duccin de nuevos mtodos pedaggicos; 3) el nfasis resulta parcial, puesse desar rollan contenidos slidos pero sin utilizar metodologas interactivas;

  • 8/2/2019 Elecciones N 3

    41/244

    LUIS FERNANDO NUNES44

    4) se incur re en ineficiencias en un afn descentralizador mal implementado,cuando el diseo e instr umentacin de programas cur riculares se transfierea instancias locales y los recursos disponibles en el nivel local no son adecua-dos para llevar a cabo las tareas necesarias, lo que lleva a un insuficientedesempeo; 5) se presentan resistencias para adoptar los estilos de ensean-za democrticos y a que los es tudiantes tomen decisiones; 6) a la educacincvica se le otorga un menor estatus que a otras materias; 7) la enseanza dela educacin cvica no se lleva a cabo de manera rigurosa, explcita y sistem-tica; 8) la enseanza de esta materia tiene lugar slo en un ao escolar en elnivel secundario; 9) a la educacin cvica se le asocia con programas deadoctrinamiento desplegados en el pasado; 10) los maestr os no cuentan con

    una preparacin adecuada; y, 11) se enfrentan problemas para abordar tantola diversidad existente en la sociedad como la brecha entre las ideas plantea-das en los procesos de educacin cvica y la realidad.

    Estas deficiencias se pudieran corregir si se sistematizara la educacincvica al desarrollar y fijar estndares, planificar un marco curricular queabarque desde la primaria hasta el ltimo ao de secundaria, exigir de mane-ra obligatoria que todo estudiante curse la asignatura, desarrollar en parale-lo los materiales curriculares que acompaen este esfuerzo, ofrecer oportu-

    nidades de capacitacin a los maestr os y lderes y a grupos inter relacionadoscon otros actores en el mbito de la educacin cvica, desar rollar s istemasde evaluacin del aprendizaje de los estudiantes y exigir un per fil especficoy certificado para los maestros y profesores que impartan esta materia.Es sembrar para luego cosechar.

    En todo caso, no sera justo en el caso per uano obviar la referencia a exce-lentes proyectos de educacin cvica y democrtica que llevan adelante institu-ciones como Accin por los Nios, Grupo Tarea, Instituto Per uano de Educa-cin en Derechos Humanos y la Paz (IPEDEHP), Asociacin Civil Transparen-cia, Fe y Alegra, Centro de Estudios Sociales y Publicaciones (CESIP), Asocia-cin de Comunicadores Sociales Calandria, Veedura Ciudadana de la Comu-nicacin Social, Movimiento Manuela Ramos, Comisin Andina de Juristas yuna larga lista de instituciones, muchas de las cuales reciben por distintas vasfinanciamiento espaol, canadiense, alemn, estadounidense, sueco, holands,britnico, del PNUD, UNICEF, Banco Mundial, BID y un importante nmero depases y organizaciones internacionales. La iniciativa y el financiamiento de

    organizaciones e instituciones peruanas, ms all de la ONPE, el JNE , laDefensora del Pueblo y algunos grupos empresariales con visin social para

  • 8/2/2019 Elecciones N 3

    42/244

    CULTURA DE MOCRTICA Y ELECCIONES 45

    este tipo de proyectos, resulta insuficiente e inconsistente. Vale apuntar que elgobierno sigue mencionando el tema e indicando que el Acuerdo Nacional(22-7-2002) tiene polticas y metas sobre ste (por ende, debera incluir el temade los valores y las prcticas democrticas), pero carecemos de una visinintegral sobr e esta problemtica y de vas colectivas de accin.

    Al respecto, Larry Diamond seala:

    ...hay dos lecciones que debemos aprender de stos y de otros casos. Una,

    es que la salud de la democracia, como la de cada uno de nosotros, nuncase debe tomar como cosa segura. Si se la descuida, sufrir y ser vulnera-

    ble a la enfermedad. Al igual que el cuerpo humano, el sistema democrti-

    co, para estar en plena forma, necesita ejercicio, vigilancia y nutricin cons-tantes. Al igual que la familia humana, la democracia debe reproducirse, y

    su cultura e instituciones renovarse para cada generacin.3

    La segunda leccin es que, al igual que la salud, la democracia no estsencillamente presente o ausente. S, podemos mirar a una persona y afir-mar que est andando, hablando, trabajando; es decir, que est viva. Pode-mos mirar a una democracia y ver una Constitucin, partidos en competen-cia, elecciones libres y limpias, incluso la alternancia en el poder, y decirtambin que est viva. Pero estar vivo es ms que simplemente existir. Ylademocracia es ms que la celebracin de elecciones regulares y competiti-vas. Este es el principal reto que se nos presenta a los demcratas de lasAmricas al entrar en el siglo XXI. Tenemos que preocupar nos por la calidadde la vida. Tenemos que preocuparnos por la calidad de la democracia.

    La democracia requiere de la cooperacin de la ciudadana y sta se tornaausente cuando las personas se sienten al margendel sistema poltico o per-

    ciben que, al interior de ste, lo que se busca es atender y privilegiar losintereses de unos cuantos, dejando excluida a la gran masa.

    La aplicacin del principio de subsidiariedad, que respeta los espacios delas comunidades y de sus miembros y les confiere poder efectivo de decisincuando su accin puede resultar eficaz, contribuir a for talecer las per cep-ciones de los individuos en cuanto a lo que pueden lograr juntos, reforzandoas el sentido de eficacia de las personas. El mismo efecto positivo tendr el

    3. Intervencin en la Conferencia Civitas Panamericana, Buenos Aires, octubre de 1996.

  • 8/2/2019 Elecciones N 3

    43/244

    LUIS FERNANDO NUNES46

    acercamiento de la toma de decisiones pblicas a la poblacin (por ejemplo,los presupuestos participativos), resultante del impulso que se le d a unanueva arquitectura de gobiernos ms centrados en la gente y en las mlti-ples formas de cooperacin que pueden existir.

    El adecuado desar rollo de la nacin en tr minos de equidad es otro factornecesario para que la cultura democrtica se extienda a ms per uanas y pe-r uanos. A pesar de muchas inclinaciones egostas naturales pero no porello justificadas en los seres humanos, la obtencin de beneficios compar-tidos for talecer la inclinacin de la ciudadana a la solidaridad mutua y a laidentificacin colectiva necesaria para que tenga sentido conducirse confor-

    me a los rasgos propios de la cultura democrtica. La vivencia de la solidari-dad es tablece una vinculacin entr e las personas y for talece tanto el sentidode comunidad como los lazos de empata y lealtad colectivas, lo que contri-buye a la difusin de los rasgos propios de la cultura democrtica.

    Aunque no lo parezca, si el Estado peruano no hace un esfuerzo mayor porofrecer a la totalidad de per uanas y per uanos una cober tura bsica mnima enel sistema de seguridad social, aun cuando sean independientes y no asalaria-dos, se est contribuyendo a aumentar la inequidad social, lo que es contrario

    a la solidaridad que se busca y mina el sentido de su identidad como miembrosde la comunidad poltica; es decir que, para aquellos que se sienten excluidos,el sentido y el valor de la democracia prcticamente no existen.

    La democracia requiere tambin de la constr uccin de acuer dos de con-vergencia reales lo que difcilmente puede tener lugar cuando predomina lacreencia de que cada quien persigue slo sus intereses par ticulares. Cuandola cultura prevaleciente est marcada por un exacerbado individualismo, laspersonas dejan de considerar los intereses de los otros; lo que provoca quedisminuya el potencial para generar coaliciones de amplio espectroque per-mitan atender a lo que llamamos Bien Comn. De ah la impor tancia de queel sistema poltico opere con eficacia en el procesamiento de intereses legti-mos y colectivos y promueva la consideracin de los asuntos objeto de deci-sin desde una perspectiva tambin colectiva, que otorgue la debida aten-cin a todos los involucrados.

    Para ello no basta la operacin eficaz de las distintas instancias de gobierno

    del Estado per uano y del sistema de democracia representativa; tambin ha-cen falta vehculos para el ejercicio de la democracia semidirecta, condiciones

  • 8/2/2019 Elecciones N 3

    44/244

    CULTURA DE MOCRTICA Y ELECCIONES 47

    que favorezcan la vitalidad de las organizaciones de la sociedad civil y me-dios que contribuyan a promover una deliberacin per tinente, amplia, pro-funda, incluyente e informada en tor no a los asuntos pblicos, lo que contri-buye de manera decisiva a la formacin de lo que llamamos ciudadana. Hayuna perversa equivocacin en aquellos que piensan que la democraciapar ticipativa es rival de la democracia representativa cuando, en realidad, secomplementan y apoyan.

    El que todos los peruanos, independientemente de sus particularidades,reciban un trato digno por parte de sus autoridades, gocen de condicionesmnimas de igualdad de oportunidades y de bienestar evitar, en gran medida,

    seguir con esta evidente dificultad que en la actualidad se enfrenta: una socie-dad que casi no se identifica positivamente con la comunidad poltica y que nose conduce conforme a un per fil democrtico porque se siente ignorada demanera sistemtica por las instancias del poder, sufre un trato discriminatorioy de exclusin, es abusada por la autoridad, carece de las oportunidades msbsicas y vive (en una escandalosa proporcin) en condiciones de miseria.

    Para colmo, un entorno social en el que prevalece la corr upcin (Protica,2004) y el desapego a lo dispuesto por el orden jurdico desalienta la genera-

    cin, el arraigo y la extensin de los rasgos propios de la cultura democrticaentre las personas. Y ah es impor tante el ejemplo porque ayudara muchoque la ciudadana perciba que el primero en sujetar sus actos a lo dispuestopor el orden jurdico es el ser vidor pblico; son tantos y tan seguidos loshechos que demuestran que la impunidad reina en nefastas actuaciones deconocidas figuras pblicas que la poblacin se siente decepcionada y no obli-gada a actuar de manera diferente. Son estas disonancias las que ms ali-mentan esa insuficiencia democrtica.

    Llegados a este punto valdra preguntarse cmo se entiende entonces unacultura democrtica?Partamos de la base de que en ella se condensa un con-

    junto de motivaciones, medios y modos de actuar en la vida poltica compar ti-dos por amplios grupos sociales. Estos elementos expresaran la concepcinque las personas tienen acerca de la poltica, del sistema poltico y de s mis-mos como actores polticos que marcan su comportamiento y se reflejan ensus acciones.La cultura polticaes la forma en la que la ciudadana interiorizael sistema poltico a par tir de orientaciones que resultan de experiencias, sen-

    timientos, smbolos, actitudes, creencias, conocimientos, destrezas, juicios,valoraciones, concepciones, inclinaciones, hbitos y normas.

  • 8/2/2019 Elecciones N 3

    45/244

    LUIS FERNANDO NUNES48

    Cmo nos imaginanos a per uanas y per uanos conscientes y comprometi-dos en su cultura poltica? Como personas que se conciben a s mismas comoparte de una comunidad poltica y social en igualdad de condiciones ciudada-nas, que ejercen y hacen valer de manera prctica la calidad ciudadana queles otorgan la Constitucin y las leyes mediante el ejercicio de derechos, cum-plimiento de deberes y obligaciones y apego a responsabilidades. Personasaptas, dispuestas a desar rollar su potencial para: a) conocer, analizar, evaluar ytomar par te en acontecimientos o situaciones de carcter comunitario o pbli-co y hacerse corresponsables de stos; b) conocer los recursos y mecanismosde par ticipacin de que disponen, as como la amplitud y trascendencia de susposibilidades de empleo; y, c) involucrarse de manera creativa, activa, infor-

    mada, comprometida y productiva en acciones y/ o procesos polticos o socia-les dirigidos ya sea a hacer valer intereses ( individuales, de grupos o difusos)o a constr uir el bienestar colectivo dentro de las diversas comunidades a lasque per tenecen, desde el nivel bsico hasta el nacional e internacional.

    Sera mucho de lo que Rosa Mara Alfaro pide a gritosen su ltimo libroCiudadan@os de a de veras(2002). Para Julio Cotler (2001) el debate puederesumirse en cmo encontrar los medios para democratizar la democra-cia; as como para Jos Saramago4 quien, radicalmente, sentencia: la de-

    mocracia no es un punto de llegada sino un punto de par tida, [y aade] cmovoy a calificar un sistema que me permite nicamente quitar un gobierno yponer otro pero no me permite nada ms? El funcionamiento de la democra-cia no es democrtico.

    Estamos acompaando con mucho inters las recientes discusiones sobrela reforma de toda la legislacin electoral peruana, reforma por lo dems opor-tuna para que tenga coherenci