El palacio de Diocleciano, en Spalato Francisco-José PORTELA SANDOvA

7/29/2019 El palacio de Diocleciano, en Spalato Francisco-Jos PORTELA SANDOvA

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El palacio de Diocleciano, en Spalato

Francisco-Jos PORTELA S A N D O vA L

Un reciente viaje a tierras yugoslavas nos ha permitido tomar denuevo contacto con este grandioso edificio> capital para la arquitec-tura romana y altamente importante para la de tiempos posteriores.El palacio imperial de Diocleciano en Spalato siempre se ha mante-nido para nosotros un poco ignorado, tal vez por razones de distanciageogrfica, y por ello hemos querido describirlo y comentarlo concierta amplitud en este trabajo, modesto homenaje al profesor An-tonio Garca y Bellido, quien, a travs de su trato personal y de sus

lecciones y publicaciones, supo introducimos en el amor y conoci-miento del arte romano.

Innumerables son los testimonios de arquitectura romana queexisten en el territorio de la actual Repblica Federal de Yugoslavia>

sobre todo en la Dalmacia> entre los que se cuentan los restos sub-sistentes en Solin, la antigua Salona> patria de Diocleciano 1; los ves-tigios del foro en Zadar, la romana Jadera> y el palacio imperial de

Spalato, la actual Split. Pero tambin en Eslovenia pervive la me-

moa de la romana Poetovium> actualmente Ptuj, al igual que enIstria se mantiene vivo el recuerdo romano en el templo tetrstilode Augusto> la Porta Aurea o Arco de los Sergios y el todava majes-tuoso anfiteatro de Pola> hoy Pula, este ltimo uno de los cinco me-

jores de todo el Imperio.A orillas del Adritico, mar que sabe a sal y a culturas de tiempos

pasados, se encuentra Split, ciudad hoy la principal de la Dalnuoa,

1 Recientes excavaciones efectuadas en el recinto de la antigua Salona hansacado a la luz los restos de un teatro, de un gran anfiteatro con capacidadpara ms de 20.000 espectadores, y de unas termas romanas, as como vesti-gios de varios templos cristianos fechables entre los siglos IV y X.

Anejos de Gerin, 1-1988. Edil. Universidad Complutense. Madrid.


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Tetrarqua, compartiendo el mando tambin con Galeno y Constan-cio Cloro, a quienes> calificados de caesares o corregentes, encomen-d la vigilancia de la frontera con los brbaros. Los cuatro gober-nantes los tetrarcas se repartieron consiguientemente el Imperioen esferas de influencia y eligieron como residencia cuatro ciudadesdiferentes desde las que gobernaban las zonas limtrofes. As, Cons-tancio Cloro se afinc en Trveris; Galeno, en Tesalnica; Maxiniia-no, en Miln, y el propio Diocleciano se estableci en Nicomedia,actuando as como precursor del posterior desplazamiento del Im-perio desde Roma hacia Bizancio.

Pero, poco ms tarde, el palacio de Nicomedia> a orillas del Marde Mnnara, en Asia Menor, fue pasto de las llamas, razn por laque Diocleciano determin trasladarse a una zona prxima a su tierranatal, idnea adems por el clima y, sobre todo, por la abundanciade material ptreo para llevar a cabo la empresa de edificar un granpalacio. Ante tales aspectos favorables, el emperador dlmata aco-meti la construccin del magno conjunto palaciego de Spalato,donde residi de manera continuada desde su abdicacin en el ao305, en que, al parecer ya estaban terminadas las obras, hasta sufallecimiento en el 316. A propsito de la eleccin de este lugar, al-gunos historiadores, menos romnticos y por tanto menos adictos

a la idea imperial de residir en un lugar prximo a Salona, su lugarde nacimiento, admiten la posibilidad de que este emplazamiento

fuera elegido por Diocleciano para pasar los ltimos aos de su vida

fundamentalmente por su situacin a distancia media entre los li-mites occidental y oriental del Imperio, con el fin de vigilar mejordesde all la evolucin de las reformas polticas y sociales que habaacometido y poder actuar rpidamente en caso preciso.

A la cada del Imperio, el palacio fue paulatinamente utilizadocomo residencia por los habitantes de la ciudad surgida en su derre-dor, de manera especial a raz de la invasin eslava del ao 629, enque los habitantes de la cercana localidad de Salona hallaron slidadefensa tras sus muros al tiempo que su ciudad era arrasada.

Durante la Edad Media y el renacimiento, el palacio, ms o me-

nos transformado, fue utilizado como ncleo habitable y tambin,por desgracia, como cantera, al igual que tantos otros edificios ro-

manos. Ya a mediados del siglo XVIII, el arquitecto ingls RobertAdam, padre del neoclasicismo en Gran Bretaa, acudi a Split pararealizar un detenido estudio del recinto y con l comenz la valora-cin de este colosal edificio 2 Evaluacin que tendra afortunada

2 Robert Adam, Ruins ot tire palace of dic Emperor Diocletian at Spalatoin Dalmatia; Londres, 1764.


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La planta del conjunto palacial de Spalato, que Willy Zschietzsch-mann ha calificado de trapecio issceles, es ligeramente trapezoidaly ofrece cierta irregularidad que ha dado pie a variadas hiptesis.As el profesor Garca y Bellido estimaba que tal irregularidad pu-

diera deberse ms a un error de replanteo, como ocurriera en el forode Leptis Magna, de idntica asimetra, que a necesidades de adapta-cin al terreno, opinin hacia la que se inclina Tomislav Marasovic ~.

La fachada sur, que mira al Mar Adritico, mide 157,50 metrosde torre a torre, es decir de extremo a extremo; y la septentrional,150, 95 metros, siendo menos acusada la diferencia entre los latera-les este (191,25 metros) y oeste (192,10 metros). Las dimensionesson, sin embargo, muy variables en las diferentes publicaciones alrespecto, ya que, por ejemplo, Belga von Heintze indica como me-didas correctas 1 81 y 1 75 metros para las fachadas sur y norte, res-

pectivamente, y 215,15 metros para las dos laterales, al tiempo quePevsner7 no entra en muchos detalles y dice que es un rectngulode 210 por 171 metros ~.

El trazado del conjunto palaciego, que est rodeado por fuerte

muralla de dos metros de espesor por veinticuatro de altura, denotaclaramente su inspiracin en la planta tradicionalmente utilizadaen los castra o campamentos romanos, con dos calles que se cruzanen el centro, cardo y decumanus, y en cada uno de cuyos extremosse abren cuatro puedas, tres de ellas en este caso flanqueadas portorres octogonales, en tanto que la cuarta daba acceso a un peque-o embarcadero. La calle norte-sur, el cardo mo.ximus, comunicaba

la Porta Aurea con un peristilo que da acceso, por un lado, a un tem-plo y, por el otro, al mausoleo del emperador, ms tarde habilitadocomo catedral, denotando la proximidad de ambos edificios, temploy tumba, la sacralizacin del emperador Diocleciano, calificado comoDonzinus Sacratissimus, quien despus de atribuirse el sobrenombrede Jovius, consinti que se le invocara como a un dios, siendo J-piter su genio inspirador.

Willi Zschietzschniann, Arte etrusco y arte romano (Historia del Arte

Moretn, vol. VI), Bilbao, 1967, p. 174.Antonio Garca y Bellido, Arte romano (2! ecli. Madrid, 1972, p. 635.Tomislav Marasovic, Le palais de Diocltien, Belgrado, 1967, p. 7.Helga von Heintze, Roman Art, Londres, 1972, p. 59.Nikolaus Pevsner, Esquema de la arquitectura europea, Buenos Aires,

1968, p. 23.Recordemos, en este sentido, que Johannes 3. Winckelmann, en su Historia

del Arte en la Antiguedad (ed. Aguilar, Madrid, 1955, p. 1076) indica, siguiendoal britnico Robert Adam, que cada fachada del palacio de Diocleciano enEspalato, en la Iliria, meda unos setecientos cinco pies ingleses y que tenacuatro calles principales de treinta y cinco pies de anchura. Asimismo precisaque la calle norte-sur, el cardo inaximus, era de doscientos cuarenta y seispies de longitud, y la transversal de cuatrocientos veinticuatro pies.


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trono que se hallara en el piso superior. Estos subterrneos tuvieronespecial importancia por dos razones fundamentales: una, para aislarel palacio de las humedades procedentes de la vecindad al mar; otra,para salvar el desnivel del suelo y facilitar el paso desde el peristilo

central hasta la puerta sur del recinto palatino, paso que se haciaa travs del protiron en sentido descendente.

En estos stanos se encuentra una amplia gama de salas de todoslos tipos de plantas conocidos: cuadrada, rectangular, circular, tre-bolada, basilical, de cruz griega, etc. Sus cubiertas muestran asimis-mo una enorme variedad, que discurre desde las bvedas de aristay de medio can hasta las de horno y cpulas, habindose empleado

en su ejecucin el ladrillo, la piedra y, sobre todo, el mortero.Muy curiosa por su planta es una amplia estancia cubierta con b-

vedas de arista y dividida en tres naves por seis robustos pilares, cuya

cabecera presenta forma semicircular a modo de bside. Dirase quese trata de una baslica paleocristiana, a cuyo tipo ms frecuente detrazado se aproxima. De igual forma y distribucin espacial seria lasala del piso superior que descansaba sobre sta del subsuelo y que,como arriba indicbamos, parece seguro se correspondera con elsaln del trono.

De los apartamentos imperiales, que han sufrido numerosas muti-laciones y reformas, slo queda en su aspecto original el vestbulo,que est cubierto con una bveda que reposa sobre un cilindro en el

que se abrieron cuatroamplios

nichos oexedras

laterales en la partebaja, dispuestas de forma diagonal, y otros varios a diferentes altu-ras posiblemente para aligerar los muros. Es de suponer que el inte-

rior de esta sala abovedada estuviese recubierto de mosaicos y apli-caciones de mrmoles para lograr un efecto ornamental de gran vis-tosidad, pero no quedan restos de unos y otros. Algunos especialis-tas estiman que la cubierta tendra forma de cpula semicircular to-talmente cerrada, pero no sera raro, a nuestro entender, que hu-biese podido estar abierta en su parte central a modo de lucernario,siguiendo el tipo de la Cmara Ochavada de la Domus Aurea nero-

niana o, mejor, de la bveda del Panten de Roma.Desde los aposentos imperiales descenda una escalera, reciente-

mente descubierta, por la que el emperador tena acceso al prticoprincipal del peristilo, cuya arquitectura, en rica mezcla de arcos

y dinteles, servira de inigualable marco a la persona imperial cuan-do sta se mostraba al pueblo y a su corte bajo aspecto divinizado,para recibir la aclamacin, en una disposicin que, aunque a menor

escala, pudiera ser recordada, entre otras, por la escena representadaen el clebre Disco de Teodosio de la madrilea Real Academia de laHistoria, todo dentro de la cada vez ms acusada orientalizacin


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de San Ambrosio de Miln, siendo el vestbulo imperial de Spalato el

equivalente al nrtex de los templos paleocristianos.Al lado derecho del peristilo, y precedido de dos templetes redon-

dos perpteros, cuya decoracin debi ser extremadamente rica a te-nor de los restos de cornisas encontrados, que son los nicos vestigios

que perduran de tales edificios, se alza el templo consagrado de J-piter, dios cuyo culto estaba ntimamente ligado al del emperador divi-nizado. El templo, que fue transformado en baptisterio en el siglo vn,es de planta rectangular, se eleva sobre un pequeo podio y muestra

todava comisas y capiteles corintios de prolija decoracin. La partems sorprendente del mismo es la excelente bveda de medio canrealizada a base de ocho filas de otros tantos casetones de piedra,profusamente decorados con elementos florales y cabezas humanas.Bajo ella, por la parte interior del recinto, vuela una saliente cornisaque apea sobre carnosos mtulos, cubierto todo asimismo con ovasy motivos vegetales.

En el interior del templo hay varias tumbas medievales que per-tenecen a obispos que ocuparon la sede de Spalato y, en el centro,sobre un altar decorado en su parte frontal con relieves de talla abisel y tosca factura, fechables en los siglos x y xi y procedentesde la antigua fuente bautismal, se alza un estilizado San Juan Bautista,a quien se consagr el templo pagano en poca medieval; trtase deuna obra contempornea de Ivn Mestrovic (1883-1962), uno de losmejores escultores europeos de la presente centuria, desgraciadamen-te no valorado con justicia todava y de quien tenemos preparado unestudio a publicar en otro lugar. Bajo la cella del templo se halla unacripta con bveda de idntica disposicin, pero hecha con hormigny menor ornamentacin.

En el lado opuesto del peristilo, se levanta el mausoleo imperial,harto transformado en su actual aspecto. El edificio, de planta octo-gonal por fuera y circular por el interior, se alza sobre un podio detres metros de altura y conserva un prtico coluinnado en seis de loslados, prtico que originariamente se extendera a todo el perfmetrohasta formar una especie de porche octogonal, disposicin que nos

trae al recuerdo la iglesia romnica de Eunate (Navarra), edificadapor los templarios a fines del siglo xii, posiblemente con la finalidadde servir de capilla sepulcral, aspecto en el que tambin coincide conel mausoleo de Diocleciano, edificio que pudo haber sido por los ca-balleros del Templo en sus viajes a Tierra Santa. Asimismo, recorde-mos que la planta central, poligonal o de cruz griega, sera poste-riormente muy utilizada por el arte cristiano en edificios de carcterfunerario.

En principio, la puerta de acceso al mausoleo se hallaba en ellado occidental, justamente en el lugar en que hoy se levanta la


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semicircular alternativamente dispuestos. Las columnas, monolticas,son de orden corintio y sobre ellas descansa un rico entablamento con

cornisas de prolongado vuelo, sobre las que apoya un cilndrico segun-do cuerpo de columnas, tambin de orden corintio, cuyo entablamen-

to, semejante al inferior, parece servir de base a la media naranjaque lo cubre. Este segundo piso conserva todava varios relieves his-toriados, entre los que aparecen dos medallones bastante deteriora-dos con los bustos del emperador Diocleciano y de su esposa Prisca,

junto a otros relieves de carcter funerario como un Hrcules Psico-pompo o conductor de las almas al ms all.

En realidad, tanto las columnas inferiores como las del cuerposuperior no tienen otra finalidad que la decorativa, ya que la cpulacarga en realidad sobre el cuerpo prismtico octogonal exterior. Lacubierta es, pues, una de las partes ms interesantes del edificio.

El uso del ladrillo y del arco de descarga revelan una tcnica perfec-tamente conocida y puesta en prctica. Consiste en dos cascos semies-fricos sabiamente adheridos, como encajados el uno en el otro, enuna disposicin que lleva a recordar las posteriores cubiertas de lacatedral florentina por Brunelleschi y de la baslica vaticana por MiguelAngel. Ambos cascos, sin embargo, fueron construidos por separado

y segn distintos procedimientos. La cpula interior es de ladrilloy est integrada desde el arranque al punto central por una serie depequeos arcos de descarga que se encaraman unos sobre otros, for-mando una especie de escama de pez, de tal manera que cada ladrillo

es la dovela de un arco y cada arco viene a descargar sobre las dove-las centrales o claves de los inmediatos inferiores. La cpula exterior

es de hormign ligero, vaciado dentro de una pirmide octogonal, si-guiendo el polgono externo. Cubierta exterior que debi soportar eltejado, el cual hubo de ser de bronce o de cermica en lugar de laactual cobertura de tejas. Tambin el interior de la bveda pudo haberestado revestido de cermica, ya que el vestbulo circular del palacio,antes comentado, as lo estuvo.

En el centro del mausoleo se encontraba el sarcfago imperial, hoy

desaparecido tras las reformas litrgicas del edificio. En la actualidadhay diferentes altares y piezas de~ varios estilos artsticos, entre losque destaca, a la derecha del altar mayor, un rico templete gtico aSanta Anastasia, que es obra realizada a mediados del siglo xv porGiorgio Dlmata. Tambin es interesante el plpito de estilo romnico,que reposa sobre seis columnas de tipo bizantino, cuyos capiteles ofre-cen labores de trpano; es de mrmol y tiene pares~de marmreas co-lumnillas de diferentes colores en la parte superiot. A su vez, bajoel pavimento existe una cripta con acceso independiente desde elexterior por el lado sur del mausoleo.


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Adems de la parte residencial del emperador ya descrita, en lazona norte del palacio el cardo, en forma de galera columnada al igualque el decumanus, divida las edificaciones en dos grandes cuarteles,en los que se alzaban unas dependencias de dos pisos destinadas a la

servidumbre y al cuerpo de guardia. Hoy, sobre esas dependenciashan ido surgiendo pequeas y estrechas callejuelas, en las que las mis-mas piedras romanas han servido como material para levantar vi-viendas y palacios de varias pocas, entre los que destacan los deno-minados de Agubio, Papalic y Cindro, as como las iglesias dedicadas

a San Felipe Ner y San Roque.El palacio de Spalato, pues, es una de las obras ms interesantes

de la arquitectura imperial romana en la poca de Diocleciano, noslo por su magnitud de proporciones, sino tambin, y sobre todo,por atestiguar la inseguridad del Imperio en esta poca, ya que todo

se ha vuelto en l carcter fortificado y militar, cuando apenas unsiglo antes en la villa de Adriano en Tvol todo era refinamiento yornato, sin preocupaciones de orden defensivo. Bien es cierto que,geogrfica y politicamente no era lo mismo la bella localidad prxi-ma a Roma que la ciudad enclavada en las costa dlmata, ms fcilpresa de las hordas brbaras que empezaban ya a amenazar la fron-tera oriental del Imperio. Pero sta no era ms que una de las muchasmuestras de enfermedad interna y de la consiguiente debilidad econ-mica, poltica y social que por entonces empezaba a padecer el Im-peno y que han sido perfectamente expresadas por Lot en su estudio

sobre el final del mundo antiguo y el comienzo de la Edad Media.

Mrida, 1973

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