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1 EL HOSPITAL GENERAL DE VALENCIA Mª JESÚS SÁNCHEZ DE LEÓN SILVESTRE

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EL HOSPITAL GENERAL DE VALENCIA

Mª JESÚS SÁNCHEZ DE LEÓN SILVESTRE

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SUMARIO

1. INTRODUCCIÓN:

-Planteamiento del tema y objetivos del trabajo…………………………………….3

-Materiales y Métodos empleados………………………………………………………….4

2. DESARROLLO DEL ESTUDIO……………………………………………………………………5-19

3. CONCLUSIONES………………………………………………………………………………………..20

4. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

A/ Bibliografía…………………………………………………………………………………………21

5. APÉNDICE FOTOGRÁFICO…………………………………………………………………………22-35

3

INTRODUCCIÓN:

PLANTEAMIENTO DEL TEMA Y OBJETIVOS DEL TRABAJO

Cuando decidí optar por un trabajo para la asignatura, como siempre la primera

duda era cual debía ser el tema de elección. Tenía por supuesto que ser un edificio que

perteneciera a la Comunidad Valenciana, eso resultaba obvio, que fuera posible

visitarlo, y del que no tuviera demasiados conocimientos para que el trabajo me

resultara gratificante y me aportara un conocimiento que hasta la fecha desconocía. En

ningún momento me planteé, otro tipo de obra que no fuera de arquitectura, y es que

ahora que ya estoy al final de la licenciatura reconozco que es lo que más me interesa.

Me maravilla cómo el hombre con apenas pocos medios de ingeniería ha sido capaz de

levantar semejantes construcciones, que siguen en pie, y con apenas desperfectos, la

mayoría de los cuales no han sido producidos por su falta de pericia, sino o bien por la

barbarie o por las malas condiciones ambientales, de las cuales sí que es responsable.

Me decidí investigar sobre el Antiguo Hospital General de Valencia, del cual había oído

hablar mucho, que sabía que había sido la sede de la Facultad de Medicina, y que

como en tantas ocasiones los valencianos no habíamos sido capaces de reconocer que

algo nuestro debía ser conservado, y en los años 60, concretamente en 1964, fue

derribado para construir en aras de la modernidad uno nuevo, lo cual es perfecto, pero

se hubiera podido mantener el antiguo y darle alguna otra función.

El objetivo de mi estudio al iniciarlo era conocer una parte de la historia viva de

Valencia que ha ido cambiando a lo largo del tiempo, para irse adaptando a las

circunstancia del momento.

En cuanto a los materiales y métodos empleados para el estudio del mismo, tengo que

reconocer que no es un trabajo de investigación personal. Me he basado en los

estudios hechos por profesores muchos de ellos de esta Facultad, como son los

Profesores Bérchez, Benito, las Profesoras Gómez-Ferrer y López Terrada ML. y otros,

que cito en la bibliografía. Consultando en las bases de datos encontré la bibliografía

necesaria para emprender el tema de mi estudio, y el resto es fácil, tan sólo era

cuestión de acudir a la biblioteca, pedir prestado el libro, o en el caso de la Profesora

Mª Luz López Terrada, cuya tésis doctoral sobre dicho Hospital se encuentra en la

Biblioteca de la Universidad de la calle de la Nave, y esta microfilmada, acceder a ella,

de una manera que no había hecho hasta entonces, y esto sí que me gustó de verdad.

4

Era emplear un método para mí desconocido hasta ese momento. En cuanto al

apéndice fotográfico, algunas me han sido facilitadas por amigos y otras he recurrido a

Internet.

DESARROLLO DEL ESTUDIO

“Hospital, hospicio, hostería y hotel son derivados de la palabra latina “hospes,” la

pluralidad de palabras representan la gran cantidad de funciones del hospital

medieval: hospital, casa de caridad, asilo, orfanato, inclusa, casa de hospedaje para

viajeros y peregrinos y casa para pobres. Un documento del año 1232 nos habla de que

Esslingen1 recibía a los pobres, peregrinos, transeúntes, mujeres embarazadas, niños

abandonados, a los cojos y lisiados, en suma a todo el mundo. En el Occidente

cristiano la regla de San Benito, capítulo 53, dice que “todo forastero que llegue será

bien recibido como si fuera Cristo”. Los hospitales - inclusas y la casa de Lázaros, es

decir, el hospital de leprosos, son mencionados por primera vez en el siglo VI. El primer

documento que habla del Hôtel- Dieu2 de París es del año 829, de la misma época es el

famoso plano en pergamino de la Abadía de Saint Gall, donde sus funciones ya

aparecen claramente delimitadas: un alojamiento para peregrinos y pobres, al sur del

ábside occidental de la iglesia; una casa de hospedaje para huéspedes principales, al

norte del ábside occidental; la enfermería para enfermos y monjes viejos, con su

propia capilla y claustro. Saint Gall es benedictino, pero las casas cluniacenses y

cistercienses también tienen su propia enfermería. El trabajo diario era realizado en los

establecimientos cistercienses por los conversi, lo que quiere decir por los hermanos

seglares, y en las casas benedictinas tampoco lo realizaban los monjes.

1 Ciudad Alemana

2 Hôtel de Dieu es el nombre que se le daba al hospital Principal de las ciudades francesas

5

Gradualmente hermandades especiales de laicos se hicieron cargo de cuidar a los

enfermos y a los pobres. Caso especial lo constituyen las órdenes militares, una de las

primeras fue la de San Juan de Jerusalén, llamada de los Hospitalarios, la siguiente de

las órdenes fue la de Los Templarios, suprimida en el siglo XIV, y la tercera y más

famosa la orden de Los Caballeros Teutónicos, aunque esta pronto se dedicó a

ocupaciones militares. Otras órdenes fueron creadas especialmente para servicios

hospitalarios, los lazaretos para cuidar de leprosos, las antonitas para el cuidado de

enfermedades cutáneas.

A mediados del siglo XV, un nuevo tipo de estructura hospitalaria se estaba

desarrollando en Italia, cuyo primer ejemplo es Santa María Nuova, de Florencia,

fundada por Folco Portinari en 1286. En 1334 se construyó un nuevo departamento

para hombres que tenía forma de cruz, o sea, cuatro salas radiales a partir de un

centro donde estaba situado el altar, los brazos este y oeste eran más cortos que los

norte sur. En 1657-1660 se añadió una segunda cruz destinada a mujeres. El plano

esquema de Santa María Nuova constituyó una revolución en el diseño de un hospital.

Muy a principios del siglo XVI la planta en forma de cruz aparece una única vez en

Inglaterra y varias en España. El caso inglés fue el Savoy, construido por Enrique VII en

el emplazamiento del Palacio Savoy. Los primeros casos españoles son el Hospital Real

de Santiago de Compostela del año 1501-1511, el hospital de la Santa Cruz de Toledo,

1504-1514, y el hospital Real de Granada, que empezó también a construirse en 1504.

En el siglo XVI también se construyeron hospitales con planta de cruz en Sevilla y en

Valencia del que hablaremos a continuación.3

“El Hospital General de Valencia es uno de los conjuntos arquitectónicos más

significativos de la arquitectura renacentista valenciana y de la tipología hospitalaria

cruciforme en el ámbito hispánico. Su origen se remonta al siglo XV, y se consolida

arquitectónicamente a lo largo del XVI. El edificio se fue adaptando a las necesidades, y

se ha mantenido en su función hospitalaria hasta mediados de los años sesenta del

pasado siglo. Su origen fue como Hospital de Inocentes, también fue considerado

como el primer manicomio europeo. Se señala como la fecha de su inicio en 1512,

pero también hay que reseñar el grave incendio que sufrió en 1545 y la reconstrucción

posterior, en 1983 paso a formar parte del Conjunto Histórico artístico Nacional, e

incluido en el Catálogo de Monumentos y Conjuntos de La Comunidad Valenciana”.4

“El origen del Hospital general De Valencia se debe a la intervención de Fray Gilabert

Jofré. Nacido en Valencia el 24 de Junio de 1350, en la calle valenciana “Dels Chofrens”,

próxima a la iglesia de San Martín, estudió derecho en Lérida y en 1370 se incorporó a la Orden

3 (Pevsner N, (1980)pp164-168

4 Gómez Ferrer Lozano, M. (1998), pág .5

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Mercedaria en el Monasterio de El Puig (Valencia), donde cursó estudios de Teología.

En 1375 fue ordenado presbítero, dedicándose a la predicación "ministerio en el que fue

eximinio". En 1391 siendo vicario del convento de Lérida, acudió al rey Juan I en favor de la

redención de los cautivos. El hecho de que siendo sólo vicario y recurriera al rey significa que

ya gozaba de suficiente prestigio.

El primer domingo de Cuaresma, el veinticuatro de Febrero, se dirigía a predicar en la

Catedral de Valencia, y antes de entrar vio como un grupo de gente se entretenía en

insultar a un pobre hombre medio desnudo, con los cabello erizados, y todo el

cubierto de miseria. Este espectáculo no era nuevo, y se producía con cierta

frecuencia, los pobres locos eran entonces espectáculo de risa para unos, del diablo

para otros y de desprecio para todos. Desde el púlpito, una vez concluida la homilía

sobre el Evangelio, denunció de manera solemne el escándalo que acababa de

presenciar. Uno de los oyentes Lorenzo Salóm, concibió en aquel mismo momento un

proyecto y concluido el sermón, buscó a varios de sus amigos, diez burgueses: Bernat

Andreu, Ferránd García, Françesch Barceló, Juan Armenguer, Pere Çaplana, Juan

Dominguez, Hesteve Valença, Sanchis Calbo, Pere Pedrera, y Pere Bonía, y se propuso

construir un hospital que acogiese a locos y dementes que vagaban por la ciudad. Para

ello debieron obtener el consentimiento de Los Jurados y una bula del Papa Benedicto

XIII.

En el Libro de las Constituciones, constan las palabras de este eficaz sermón del Padre

Jofré:

“En la present ciutat ha molta obra pía e de gran caritat e sustentació; empero una hi

manca que es de gran necesitat, co es un Hospital o Casa hon les pobres ignoscentes e

furiosos fosen acollits. Car molts pobres ignoscents van per aquesta ciutat los quals

pasen grans desaires de fam, fret, e injuries….seria sancta cosa e obra molt sancta que

en la ciutat de Valencia fos feta una habitació u Hospital en que semblants folls e

ignoscents estiguessen en tal manera que no anassen per la ciutat, ni poguessen fer

dany nils ne fos fet”5

“Reunidos en diferentes ocasiones estos doce ciudadanos acordaron entre otras cosas

lo siguiente:

Los doce constituían una asociación o cofradía cuya institución tendría por

objeto buscar fondos para la construcción de una casa de locos y su

5 Narbona Arnau, B; Tormo Alfonso, V. (2008) pág 65

7

sostenimiento, quedando establecido y nombrado presidente o director

(hospitaler) Lorenzo Saloni.

Para la construcción del edificio, se eligió un terreno plantado de moreras,

existente a la salida de la ciudad, por la que entonces existía la puerta de

Torrent, que conducía al camino de este pueblo.

Poner el edificio y su instituto bajo la protección de la Municipalidad, o sean los

Jurados de Valencia y de su pueblo.

Solicitar el derecho de amortización, que estableciesen según las leyes y bienes

que debían adquirirse para la creación del Hospital y su mantenimiento.

El moreral se compró por 500 florines, autorizando su amortización el Rey D. Martín

por privilegio dado en Barcelona el 2 de Diciembre de 1409. El terreno y varias casitas

contiguas pertenecían a Bernardo Borrell y N. Samel. Los recursos de los fundadores se

vieron aumentados por numerosas limosnas, y con ello pudieron dar comienzo las

obras, y la construcción de una capilla, a cargo de un beneficiado, que constituyó en

vicario el Papa Benedicto XIII en Bula expedida en Barcelona el 26 de Febrero de 1410,

en el 5º año de su Pontificado. Este beneficio, con el nombre de vicaría, y bajo la

invocación de la Virgen de Los Santos Inocentes, fue fundado con la obligación de

celebrar misa todos los domingos y días de fiesta en su iglesia, administrar los

Sacramentos a los pobres dementes y familiares de la casa, enseñarles la doctrina

cristiana, y celebrar por último la misa matutina todos los días. Así consta por escritura

de fundación por los diez Diputados del Hospital ante Luis Ferrer en 1416.

Con la misma fecha se firmó otra Bula, autorizando a los administradores del Hospital

para que cobrasen los legados que los fieles dejaban, admitiesen las donaciones,

limosnas y obligaciones que se les hiciesen para la conservación del Establecimiento.

El 27 de Agosto de 1411, en San Mateo, diócesis de Tortosa, se concedió la facultad de

erigir una capilla de cien palmos de longitud, sobre cincuenta de latitud con el altar,

bajo la invocación de la Santa Cruz, sobre el Monte Calvario, de construir un

cementerio particular, donde fuesen inhumados los cadáveres de los locos y enfermos,

y de todos aquellos que solicitaran tener allí su enterramiento, aunque no hubiesen

muerto en el Hospital, salvos los derechos parroquiales. Con estas gracias apostólicas,

y en virtud de otro privilegio concedido por el citado Rey Martin, en 7 de Febrero de

1410 para que el nuevo Hospital pudiera adquirir censos, tierras, casas y alquerías u

otros bienes por título de compra hasta la cantidad de 5000 florines, los fundadores

establecieron definitivamente las siguientes claúsulas:

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1. Que el número de los Administradores fuese de diez valencianos, exceptuando

a los eclesiásticos, los caballeros, los jurisconsultos y los escribanos.

2. Que a falta de uno de los diez, por muerte o separación, el que sustituyera

había de entregar 500 sueldos reales de Valencia, para sostener las necesidades

de la casa.

3. Que la elección debía recaer en personas de Valencia o de su Reino.

4. Que de los diez administradores se eligiese un Clavario (Hospitaler), y no

queriendo admitir, sea excluido perdiendo los 500 sueldos: sus obligaciones

eran representar en todo los intereses del Establecimiento.

5. Que el Rey concediese licencia para pedir limosna por valencia y su Reino

6. Que el clavario del Hospital pudiese recoger por grado o fuerza los locos que

hallase por la ciudad, no comprendiéndose en esta medida a los que se

hallaban ya encerrados por sus padres y curadores.

7. Que si recogido algún loco por la calle, sin parientes, fuera reclamado, se

pasara la petición al Justicia Civil, quien determinaría lo conveniente, en el

concepto de que si se quedaba en el Hospital, teniendo bienes debía pagar los

alimentos.

8. Que cuando un loco muriese en el Hospital con bienes, sin que sus parientes

hubiesen querido encargarse de sus haberes cuando vivía pagando sus

alimentos, herede el Hospital en testamento y abintestado; y cuando aceptaron

la cura y pagaban su alimento, sean los herederos sus parientes.

9. Que el Rey se dignase a conceder el privilegio de adquirir casas y demás bienes

en los 5000 florines según su carta de 7 de febrero de 1410, y que los que se le

donasen y legasen.

10. Que interin no tenían edificada la Casa-Hospital que habían proyectado, se les

permitiese reunir, cuando les conviniese, en los puntos de la ciudad, que les

pareciere, sin pagar por ello multa, ni caer en pena.”6

En el año 1511, Valencia contaba con una porción de fundaciones particulares,

destinadas a la beneficencia pública, pero que no atendían ninguna de ellas la

generalidad de las dolencias, una atendía el socorro de los peregrinos, otra el de los

marinos, otra para el mal de San Lázaro, entonces fue cuando los Administradores del

6 Boix,V (1854) pp 145-153

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Hospital de Inocentes provocaron una junta de todos los que tenían a su cargo los

demás hospitales con el fin de reunir en uno todos.

“Desde la unificación de 1512, el hospital se convirtió en un centro de experimentación

técnica y formal, donde se reunieron los más importantes arquitectos de la ciudad, que

a lo largo del siglo XVI irán construyendo en diferentes fases, las enfermerías que

conforman el hospital valenciano, cuyas obras se prolongan hasta casi la cuarta década

del siglo, con elementos de la tradición tardogótica valenciana, como son los

entorchados, y otros que nos son ajenos, que provienen de fuera, como las

techumbres de par y nudillo con lacerías, u otras como las portadas “ a la romana”,

que nos muestran la lenta penetración de las novedades renacentistas. Con el incendio

de 1545, y la reconstrucción que se llevó a cabo, es dónde más claramente se aprecia

la huella de un Renacimiento técnico en Valencia. En estas estructuras reconstruidas

destacan las soluciones de abovedamiento, con una traslación al ladrillo de la

estereotomía de la piedra, que había caracterizado la etapa anterior y con el triunfo

definitivo de las técnicas tabicadas. Y por último, la construcción de un segundo

crucero para los enfermos de sífilis a partir de 1588, que evoluciona hacia una mayor

desnudez ornamental. En 1610 tienen lugar las últimas grandes intervenciones, a partir

de esta fecha, las obras más importantes que se llevan a cabo son la reforma de la

Iglesia en el año 1686, y otras en los siglos XVII y XIX.

Estudios sobre la construcción del Hospital han sacado a la luz a Maestros como

Gaspar Gregori, al que se menciona como “architector”, al que se deben gran parte de

los edificios más significativos de la segunda parte del siglo XVI, también hay que

destacar a Francesc Antón, arquitecto y tracista de muchos edificios en la transición al

siglo XVII, Joan Batiste Corbera, Joan María Quetze, o Joan de Ambuesa, todos ellos

tracistas. Luis Muñoz, Joan de Alacant, Miguel de Maganya, o Miguel de Oliva tuvieron

una participación muy importante en las obras del Hospital.

Los primitivos hospitales medievales de Valencia datan de los tiempos inmediatos a la

conquista de la ciudad, esto coincide con un periodo en el que florecía en toda Europa

la institución hospitalaria. En valencia a partir del siglo XIII surgen establecimientos

hospitalarios generalmente ligados a diferentes órdenes religiosas, movimientos

pietistas, e inquietudes burguesas. Uno de los primeros fue el de San Guillermo, que

fue reconstruido a finales del siglo XIV, convirtiéndose en una casa de religiosos que

cuidaban en enfermos.

El Hospital de San Lázaro, para los enfermos de lepra, a las afueras de la ciudad, del

que constan datos desde 1251, fue ampliado a lo largo de los siglos XIV y XV. El de San

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Vicente, que pertenecía al modelo hospital-monasterio, que estaba ligado a una orden

religiosa y que tenía por misión entre otras, la asistencia a pobres y enfermos.

Hospital de Santa Lucía, por legado testamentario de Doña Constanza de Sicilia, pero

pese a todo este despliegue de hospitales hay que decir que la asistencia que se

prestaba era más bien poca debido a lo pequeños que eran.

A lo largo del siglo XIV el concepto de hospital cambia, consolidándose el tipo de

hospital burgués, es decir fundados por miembros de la burguesía, gentes que

ostentaban el poder local y que son las que pasan a ocuparse directamente de la salud

pública frente al concepto de asilo que venía siendo lo usual. Estos hospitales tenían

un carácter asistencial, contaron con el apoyo de la ciudad, que posteriormente

pasaría a regirlos. Son fundaciones que rompen con el modelo hospital-monasterio, ya

que todas ellas fueron ajenas al control de una orden religiosa, aunque estuvieron

relacionadas con movimientos de piedad, como el de los beguines y cofradías.

En este siglo, en el XIV, se fundan unos seis establecimientos hospitalarios en Valencia,

la mayoría por la oligarquía local, y muchos de ellos ligados a algún movimiento

religioso, como el de Clapers, en 1311. Otro importante fue el hospital fundado por

Ramón Guillem Catalá, el hospital de Santa María, conocido popularmente como

Hospital de Beguins, era una institución mixta, casa-hospital. Se trataba de una

edificación de tipo conventual a la que se adaptó un recinto para hospital, se sabe que

en la parte delantera tenía un porche sobre dos pilares por el que se permitía pasearse

a los enfermos. También de este siglo datan la fundación hospitalaria realizada por el

farmacéutico y ciudadano Pedro Conill destinada a acoger pobres y peregrinos, el

hospital den Bou, mandado edificar en 1395, por Pedro Bou, mercader, para prestar

asistencia a pescadores pobres.

También aparecen en este siglo iniciativas particulares, y fundaciones hospitalarias

ligadas a instituciones religiosas, como los Hospitalarios de san Antonio que erigieron

un hospital, o la Cofradía de Santa María de la Seu, que erigió el hospital de Santa

María, más conocido como Hospital de Pobres Sacerdotes. Algunas de estas

instituciones que habían sido fundadas en este siglo y en el anterior, pasaron a lo largo

del siglo XIV a estar bajo el control municipal, lo que suponía la ayuda económica a las

instituciones, la vigilancia de su correcto funcionamiento, y la gestión de estos

hospitales denominados como “municipales”. Los hospitales se incluían entre los

destinatarios de las “Almoinas”, que la corporación repartía con motivo de algunas

festividades especiales, ya que el hospital seguía siendo en esta época un centro de

asistencia para pobres. Cuando se producía una emergencia, como una epidemia, o un

periodo de carencia especial, se les dotaba de subvenciones especiales para cubrir los

déficits. Con forme avanza el siglo XV, el control por parte del municipio irá en

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aumento, de tal manera que este será el encargado de la gestión administrativa, y de

mantener la economía de los centros a su cargo.

A lo largo del siglo XV no se fundará ningún hospital importante a excepción del

Hospital de Inocentes, que se erigió en 1409, siendo este una institución totalmente

independiente, y ajena al control municipal, este hospital de dedicó

fundamentalmente a la atención de dementes, se erigió a iniciativa del padre Gilabert

Jofre, contando con el apoyo de un grupo de valencianos burgueses. A petición de los

jurados, el Rey don Martín aprobó el comienzo de la construcción del Hospital dels

Ignocents, Folls, e Orats, el 2 de Diciembre de ese mismo año, y por otro privilegio,

otorgado en Barcelona el 7 de febrero de 1410, dio por amortizadas todas las casas,

tierras, censos, rentas, que fueran necesarias para la conservación y manutención de

dicho Hospital. Se redactaron sus constituciones para la fundación y gobierno del

mismo, y que fueron presentadas al Rey y aprobadas el 15 de Marzo de 1410, y el 15

de Mayo de 1410 dieron comienzo las obras.

Al principio del siglo XV, cuando se concibió el hospital fue pensado únicamente para

atender a locos, mas adelante a lo largo del siglo se amplió para dar atención a

enfermos no dementes, para ello se construyeron unas enfermerías de planta

cruciforme que fueron el núcleo del futuro Hospital general que se fundó en 1512. Hay

que resaltar que este fue uno de los primeros manicomios que se fundaron en Europa.

La arquitectura de este primitivo Hospital de Inocentes se conoce de manera

fragmentaria, la documentación lo que aporta fundamentalmente son los nombres de

los maestros de obras y los pagos que se efectuaban a los jornaleros, no se describen

las obras que se estaban realizando. Si se sabe que eran obras modestas en cuanto a

materiales. A finales del siglo XV, el Hospital estaba constituido por las denominadas

casas de locos y locas, la Iglesia y las diferentes dependencias auxiliares que facilitaban

el funcionamiento del hospital. Estaba situado en la zona oeste de la ciudad, cerca del

Portal de Torrent, rodeado por un muro, y el interior se organizaba en torno a un

patio al que daban las principales edificaciones. La iglesia y la capilla de la Virgen de los

Desamparados con su porche abierto al patio y campanario. Al lado de la Iglesia, las

dos casas de locos, en dos edificaciones separadas por un pequeño patio y, cercano al

muro de delimitación del recinto, las dependencias secundarias como cocinas, baños,

almacenes y casas de los oficiales que regentaban el Hospital. Dispuestas en torno a

ese patio también se ubicarían las casas independientes para enfermos de mayor nivel

que recibían atención especial. Rodeando estas edificaciones se encontraría la casa

situada en el huerto donde los diputados llevaban a cabo sus reuniones.”7

7 Gómez Ferrer Lozano, M ( 1998) pp 7-8

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“Es en 1512, cuando por Sentencia Arbitral se dictaminó la unificación de los

Hospitales de la ciudad de Valencia, y se dictaminó que la nueva institución resultante

de este proceso, fuera ubicada en el recinto que hasta entonces era ocupado por el

Hospital de Inocentes.

A lo largo del siglo XVI, es cuando se construyó el Hospital, entre 1512, y 1522 se

acondicionó el Hospital de los Inocentes para convertirlo en Hospital General, en 1545

después del incendio se reconstruyó el edificio central, que era donde estaban

situadas las enfermerías de fiebres, y a partir de 1587 se inició la construcción del

segundo crucero, para instalar allí la Sala nova del mal de sement (sífilis o morbus

gallicus).A finales del XVI, el Hospital General estaba formado por dos cruceros, en los

cuales se ubicaban las enfermerías de fiebres, sífilis y heridos, en el piso bajo los

hombres y en el alto las mujeres, y rodeándolos había toda una serie de dependencias,

como la Iglesia, las cocinas, habitaciones de los empleados y del Clavario. Junto a la

Iglesia, pegado a la muralla estaba la sala de los locos, que se había mantenido en el

antiguo Hospital de los Inocentes. Entre los dos cruceros y el resto había una serie de

patios y huertos destinados a diferentes usos, como por ejemplo el situado junto a la

Iglesia y las habitaciones del Clavario denominado el Ort dels Diputats, que era donde

se realizaban las reuniones o ajusts de los administradores, para tomar las decisiones

necesarias para el gobierno del Hospital.”

“Gracias al inventario de Bienes del Hospital, realizado por el Clavario Joan de Brizuela

en 1584, es posible reconstruir como era el Hospital en ese momento. Brizuela

acompañado del entonces Vicario del Hospital, Miquel Joan Tenca, realizó el primer

inventario y el más completo de todos los realizados en el siglo XVI. El Hospital General

tenía dos tipos de dependencias:

Salas para enfermos y niños expósitos

Servicios de mantenimiento

Servicios de administración y gestión

Viviendas y despachos del personal del Hospital:

- Asistencial

- De servicios

- Eclesiástico

La Iglesia

El Teatro (Casa de les Farces)

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Todas estas secciones excepto el Teatro y el Hospital de leprosos (Hospital de Sant

LLazer) estaban ubicadas en el mismo edificio del Hospital General, que se fue

progresivamente ampliando a lo largo del siglo XVI.

Todos los acogidos en el Hospital se agrupaban atendiendo a su enfermedad y sexo,

había distintas secciones para febres, mal de sement, orats, nafrats, borts, las tres

primeras secciones estaban a su vez subdivididas en hombres y mujeres, por lo que se

refiere a nafrats estaba destinada exclusivamente a hombres. Las Salas se

denominaban “quadras” disponían de enseres comunes, pero también tenían

peculiaridades en el ajuar y en el mobiliario acorde al fin a que estaban destinadas.

La sala o quadra de Febres dels homens, era la sala con más enfermos del Hospital,

resulta curioso observar en el inventario, según documenta la profesora López

Terrada, que dicha sala albergaba 87 camas de madera de pino y 14 llits de camp,

había además 184 colchas de lana y 29 jergones, 268 sábanas, 182 mantas, 45 cojines y

102 colchas. Resulta imposible con arreglo a dichos datos saber el número de

enfermos que eran asistidos en dicha sala, porque el número de colchones es mayor

que el de camas, lo que indica que había enfermos en el suelo que se acostaban sobre

el colchón, además según señala dicho inventario había siempre más de un enfermo

por cama.

La Sala de fiebre de mujeres constaba de 95 camas, de las cuales 4 eran llits de camp

(grandes con dosel), 36 de peu de gall y 55 petjes plans. Tenía también 160 cochones,

15 jergones, 26 colchas, 200 sábanas, 152 mantas, 110 cojines, de los que sólo 77 eran

utilizados en las camas. Al fondo de esta quadra había “un altar parat ab unes toalles

blanques, ab un cristo crucificat y pintat en tela”, con objetos destinados a celebrar

misa.

Las salas de sífilis tanto de hombres como de mujeres eran de menor capacidad, y

ambas poseían imágenes, la de hombres un altar con una imagen de San Lázaro, y la

de mujeres con un altar donde se hallaba Nuestra Señora de la Esperanza, un Crucifijo,

y un Cristo “encarnat de nou”.

Sala de Locos, en esta sala relata la Profesora López Terrada, los objetos contenidos

eran diferentes, en ella se encontraban todos los elementos necesarios para las

peticiones de limosnas realizadas por los locos, como las doce “marraquetas” para los

acaptes de Nadal y Pascua, y los objetos del Bisbet. El Bisbet era un loco del Hospital

que iba por la ciudad de Valencia en un mulo, vestido con una mitra y tocando el

tambor, para recoger dinero. Lo más característico de esta sala eran la serie de

objetos para reprimir y atar a los locos. Los objetos que aparecen descritos son un

cepo de madera con candado y llave, 25 grilletes de hierro, 6 cadenas de hierro, 3

esposas, de las cuales una tenía una cadena de hierro, seis candados con sus llaves en

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las puertas de las gabias (jaulas donde se encerraba a los locos que se consideraba

furiosos, según terminología de la época), 2 bozales de hierro, 7 argollas de hierro para

el cuello, y 2 pilones.

En la Sala de Nafrats (heridos), había al igual que en todas camas y colchones, un altar,

pero lo más característico de esta era una” taula llarga ab los petjes per a los aparell

del curar”.

La Sala de expósitos (Quadra dels Borts), tenía 6 camas grandes encajonadas, que

debían ser ocupadas por más de un niño, pero lo más especial de esta sala era la

presencia de una cabra para leche para las criaturas, de esta manera sabemos que los

niños no eran criados por amas, sino con leche de cabra.

Los asistidos, excepto algunos locos, algunas prostitutas y los niños expósitos iban al

Hospital por voluntad propia. En algunos casos eran los familiares de los locos los que

los llevaban para que fueran aislados y tratados, en cuanto a los niños expósitos eran

abandonados en el torno del Hospital.

Cuando una persona llegaba al Hospital era atendido por un “rebedor de pobres”, que

lo conducía hasta unas camas situadas junto al crucifijo central, en este lugar

permanecía hasta que fuera confesado, lo que se realizaba todas las mañanas, los que

no se querían confesar permanecían aislados en estas camas. De igual manera el

enfermo era examinado por un experto (médico, bachiller o cirujano) que determinaba

la enfermedad que padecía, y por tanto la sala a la que debía ser derivado.

Pasados estos trámites el rebedor registraba en su libro la entrada del enfermo,

haciendo constar la fecha de entrada, el nombre, apellido, lugar de nacimiento,

ocupación, nombres del padre y de la madre, ropa y dinero que llevaba y la sala a la

que iba destinado. Mientras tanto el enfermo había sido desnudado por los serviciales

y su ropa y demás bienes quedaban en depósito en los almacenes del Hospital. Hasta

1589 los ingresados estaban desnudos en las camas, pero en esta fecha se dispuso que

se les hicieran unos camisones.

Los ingresos del Hospital fueron fundamentalmente las limosnas, unas llegaban de

forma directa, otras a través de bacines, cepillos, predicaciones y diferentes actos de

culto, también por legados testamentarios. Las limosnas se recogían de manera directa

las que se le entregaban al Clavario y recibían el nombre de “cartiats comuns o caritats

voluntaries”. Los Bacines, las huchas, que llevaba una persona elegida por el Hospital y

que iba pidiendo caridad por diferentes lugares. Los cepillos (maguerres o caixetes)

colocados en distintos lugares de la ciudad. Las predicaciones, sermones hechos con el

15

fin de solicitar la caridad, finalmente se obtenían limosnas a partir de actos de culto,

como jubileos, procesiones, adoraciones etc.”8

Escribe la Profesora Gómez Ferrer, que” la regulación de la práctica médica en Valencia

había quedado establecida por primera vez en las decisiones tomadas por las Cortes

valencianas en el año 1329, y que correspondía a un modelo de profesión médica que

se venía configurando en Europa durante el periodo de los siglos XII al XIV. Las

peculiaridades contenidas en esta legislación definían la distribución de los diversos

oficios que integrarían la profesión médica, dividida normalmente en médicos,

cirujanos, barberos y que incluía también indirectamente a los boticarios. El control de

la profesión médica se realizaba por medio de exámenes, que se extendieron a

médicos, cirujanos y barberos. En el escalafón de la profesión médica, los primeros en

organizarse y precisar de título universitario fueron los médicos propiamente dichos.

Los estudiantes valencianos, al carecer de Estudi General, acudieron a formarse a

aquellas ciudades que sí lo tenían como Montpellier o Lérida, y a su vuelta a Valencia

eran examinados por los examinadores de la ciudad para poder ejercer.

En el siglo XVI, el Hospital General no era un lugar de acogida de pobres y marginados,

sino que tenía un verdadero carácter asistencial. El personal de servicios era muy

abundante, cocineros, lavanderas, panaderos, mientras que el personal eclesiástico, en

un principio fue muy escaso, ya que hasta 1585 sólo había un vicario y un sacristán. En

cuanto al personal asistencial era de dos tipos muy diferenciados, los que eran

profesionales cualificados definidos a través de una enseñanza y unos títulos, como los

médicos, cirujanos y el boticario, y el mero personal de ayuda de desempeño para

personas sin formación específica, como los enfermeros y serviciales”9.

“La excelente administración llevada a cabo en este Hospital, dio una estabilidad

económica, lo que propicio la idea de reunir en un sólo Hospital todas las fundaciones

que de aquella índole existían en Valencia. Así por laudo y sentencia arbitral de 17 de

Abril de 1512, quedó constituido el Santo Hospital General, que agrupaba todos los

anteriormente existentes excepto los especializados de: Pobres Sacerdotes, En Conill,

En Bou, y de los Beguines. El Hospital eligió por patrona la primera Aparición de Cristo

Resucitado a María, que aparece siempre como su blasón heráldico. El 15 de Enero de

1545 se produjo un gran incendio que prendió en los artesonados de madera del

techo, lo que hizo que se propagara por todo el edificio y ocasionó la muerte de 30

enfermos. Este suceso motivó la necesidad de reconstruir la enfermería a base de salas

abovedadas sostenidas por columnas de piedra. Se hizo un segundo crucero, de sólo

tres brazos, con forma de T, compuesto por tres naves del mismo orden fue levantado

8 López Terrada, ML.( tesis Doctoral)

9 Gómez ferrer, Lozano M.(1998) pp 65-66

16

en 1664 a expensas del cirujano del Hospital Vicente Navarro, y a lo largo de los siglos

XVII y XVIII se fueron construyendo otras series de dependencias y salas de enfermos

sufragadas por donativos de particulares.”10

Un cambio se produce en esos momentos en la concepción del loco que pasa a ser

considerado como enfermo, al igual que otros que padecieran problemas físicos u

orgánicos, dejan de ser personas poseídas por el demonio, para ser seres humanos

incapaces de valerse por sí mismos. Al ser ingresados en un centro además de estar

protegidos ellos mismos, protegen de la misma manera al resto de la población.

“El conjunto resultante de la reconstrucción, inauguró una desconocida arquitectura

valenciana, un renacimiento técnico y estructural en palabras del Profesor Bérchez,

que renovó en clave clásica una tradición arquitectónica basada en la albañilería. Del

mismo modo se produjo un abaratamiento de costes, la cantería era muy cara, los

abovedamientos de crucería o las cubiertas de madera con el peligro de incendio que

conllevaban, fue determinante en la implantación de esta modalidad constructiva.”11

“En 1875, Sebastián Monleón12, arquitecto valenciano que también intervendría en la

construcción de una estufa del Jardín Botánico de Valencia y en los Jardines de

Monforte, y en la Plaza de Toros, realizó el proyecto en estilo neoclásico para la

construcción de la Facultad de Medicina en terrenos de este Hospital, obra que fue

llevada a cabo por su discípulo Antonio Martorell, que la llevó a término en 1886. En

1887 se reedificó la fachada principal del Hospital sobre proyecto neogótico del

arquitecto de la Diputación Joaquín Mª Belda, y es en esas fechas cuando su nombre

cambia pasando a denominarse Hospital Provincial, y desde 1827 las Hijas de la

Caridad habían sustituido en el cuidado del establecimiento al personal contratado.

En 1960 se trasladó el Hospital a su nuevo emplazamiento, lo que motivó que se

abandonaran las primitivas edificaciones, algunas de las cuales comenzaron a ser

derribadas, como la Iglesia, la farmacia, enfermería nueva, la Facultad de medicina,

etc., pero un decreto de 28 de noviembre de 1963 conllevó la declaración de conjunto

histórico artístico para algunas de las construcciones subsistentes como la Enfermería

Vieja, Capitulet , la Ermita de Santa Lucía.”13

10

Benito Goerlich, D. (1983) pág. 344

11 Bërchez,J1994); Jarque F.(1994) pág.94

12 Sebastián Monleón Estelles arquitecto Valenciano

13 Benito Goerlich, D. (1983) pp 344-346

17

El Crucero

“Constituye el ejemplo más importante de la arquitectura manierista en Valencia. Cada

uno de sus brazos está formado por tres naves de dos pisos, abovedadas, sostenidas

por columnas de piedra con basa y capiteles decorados. Los de la planta baja son de

orden compuesto, y los del piso superior son de orden toscano decorados con triglifos

según modelos serlianos. Adosadas a los muros hay semicolumnas de igual orden en

cada piso. Los arcos formeros y fajones están rebajados con su intradós decorado con

yeserías. Cuatro columnas en los ángulos y ocho en círculo forman este espacio central

en la planta baja, de sus capiteles parten grandes canes de piedra en forma de volutas

decorados con ángeles de yeso que sostienen tarjas con los anagramas de Jesús y

María. Sobre ellos esculturas en yeso de animales fantásticos sirven de base a

representaciones alegóricas de virtudes que decoran las enjutas de unos

abovedamientos rebajados entre los canes sobre los que se desarrolla un balcón

octogonal.

En el segundo piso, las columnas sostienen arcos de medio punto sobre los que se

levanta una cornisa sostenida por mensulones de yeso, en el friso cabezas de ángeles y

medallones con bustos de los santos patronos del Hospital, en las enjutas grutescos en

altorrelieve en diversas composiciones.”14

“Las columnas son de fuste robusto, las del crucero de brazos enguirnaldados, y de

formas variadas los capiteles, compuestos, zoomórficos, antropomórficos, de

caulículos invertidos o dóricos con vaso estriado y junquillos, a la manera de los

divulgados en las últimas ediciones por Diego de Sagredo15 o por Serlio, estas

columnas cuando se construyeron no se hicieron para estar desnudas como en la

actualidad, sino que fueron pensadas para ser estucadas y ofrecer una apariencia

marmórea”16.

En la intersección de los brazos se levanta una cúpula con alto tambor octogonal

donde estaba situado el gran altar de cuatro frentes destinado a la asistencia espiritual

de los hospitalizados.

14

Benito Goerlich, D. ( 1983), pp 346-348

15 Diego de Sagredo (Burgos, c.1490 - Toledo, c. 1528) fue un arquitecto (especialista en obras efímeras,

como arcos conmemorativos o monumentos del Corpus Christi) y un tratadista sobre arquitectura

español, autor de Medidas del Romano (1526), primer tratado sobre arquitectura europeo escrito en

lengua vulgar, en el que difunde los preceptos de Vitrubio. Su estudio de los órdenes clásicos tuvo una

enorme influencia sobre la arquitectura renacentista española.

16 Bérchez, J Jarque, F. pág.94

18

El tambor de la cúpula está formado por columnas jónicas de fuste acanalado

rematadas por estatuas femeninas acuclilladas con alas. Entre ellas se abren ventanas

de medio punto y adinteladas de manera alterna. A ambos lados de las ventanas se

abren nichos vacios decorados con veneras. La cúpula es gallonada, los nervios

decorados con yeserías, y en su ápice un anillo de serafines enmarca un altorrelieve

con la representación de la Virgen de la Misericordia que está protegiendo a algunos

enfermos se encuentran arrodillados.

El tejado es a dos aguas con teja moruna y deja espacio en el centro para que se

ubique el tambor en el que se integran un orden mayor y otro menor, como reflejo del

interior.”

Portada Gótica (s. XVI):

Esla antigua portada principal del Hospital, que ahora forma un cuerpo independiente.

Está formada por un arco adintelado bajo arquivoltas ojivales y un doble alfiz, que

forma un arco conopial y una moldura cuadrada que se unen para descansar sobre

ménsulas decoradas con dragones alados. A ambos lados del muro, restos fuertes de

machones. La obra es de sillería escuadrada y ha sido retranqueada respecto de su

primitivo emplazamiento. El tímpano es diáfano y deja espacio a una escultura

moderna de la Virgen con el Niño que ha sustituido al original perdido, a ambos lados,

un doble tejadillo sobre canes de madera labrada protege el ingreso.

Capitulet (s. XVIII)

Esta capilla fue levantada en 1730 por la Cofradía de Nuestra Señora de los Inocentes

Mártires y Desamparados, a expensas del cofrade Andrés Bosch, en el lugar donde se

suponía fue fabricada y recibía culto la imagen titular hasta su traslado a la Catedral en

1487. Además de cómo oratorio, servía para las reuniones del Capítulo de la Cofradía

de donde viene su nombre. Es un edificio de planta rectangular con un hastial

mixtilíneo, coronada por una pequeña espada. La portada es de obra y está formada

por pilastras dóricas que sostienen un arquitrabe y el escudo en piedra de la Cofradía.

El interior es una estrecha nave con tres tramos de bóveda de medio cañón con

lunetos sobre fajones sostenidos por pilastras dóricas. En uno de sus muros se abren

arcosolios de escasa profundidad.

En los jardines que circundan este conjunto de edificaciones permanecen restos del

antiguo Hospital, como las columnas de piedra de orden toscano y acusado énfasis

procedentes de la enfermería nueva y patios porticados. Así mismo se conservan la

19

planta baja de la portada de la Facultad de Medicina y algunas esculturas de José

Aixá17 que la adornaban.

En 1960 el traslado del Hospital General a un nuevo emplazamiento motivó el

abandono de sus primeras edificaciones, algunas de las cuales comenzaron a ser

derribadas, la iglesia, farmacia, enfermería nueva, facultad de medicina, etc. Sin

embargo un decreto de 28 de Noviembre de 1963 conllevó la declaración de conjunto

histórico para algunas de las construcciones subsistentes: Enfermería vieja, Capitulet y

ermita de Santa Lucía.

Un acuerdo posterior, de 1969, por el que la Diputación provincial cedía el crucero de

la enfermería para instalar allí la Casa de la Cultura, inaugurada en 1979, fue el primer

paso para la conservación de lo que aún estaba en pie y la instalación de un espacio

ajardinado sobre parte de los solares que integrase el conjunto de los preservado. La

farmacia reedificada en 1979, sirve ahora de Centro Coordinador de Bibliotecas.”18

17

Escultor, la Diputación de valencia le encargó una escultura para el Antiguo Hospital provincial que

representa al Padre Joan Gilabert Jofré

18 Benito, Goerlich, D. (1986) pp346-3600

20

CONCLUSIONES

El estudio llevado a cabo sobre el Hospital General de Valencia, me ha resultado muy

interesante por varias cuestiones.

De una parte me ha hecho ver cuál era la situación de Valencia en materia hospitalaria

en los muy primeros años del siglo XV, los diferentes hospitales que existían y a los

enfermos/transeúntes que atendían. Cómo se produce la unificación, la importancia

que tiene la gente emprendedora que es capaz con su impulso de modernizar una

sociedad que vive anclada en la Edad Media, cuáles eran los medios económicos que

tenían para sufragar el mantenimiento de dicha institución. Como conforme pasa el

tiempo, se van añadiendo diferentes construcciones y cómo del primitivo hospital con

planta de cruz, de los primeros que se construyen en España, según modelo italiano, se

termina en el siglo XIX por construir una moderna faculta de Medicina. Para terminar,

como en tantas ocasiones ha sucedido en valencia con diferentes construcciones,

derribada, y construido un moderno hospital en otro lugar. Seguramente esto era

necesario pero hubiera sido muy interesante poder guardar la construcción en su

totalidad como recuerdo del pasado, para que las generaciones futuras.

Afortunadamente semejante barbaridad se detuvo, y si no se pudo salvar en su

totalidad al menos algo de ella queda dándole un uso diferente y acorde con los

tiempos actuales. Afortunadamente hoy tenemos una Ley de Patrimonio de La

Comunidad Valenciana que impide que hechos como este vuelvan a ocurrir, o al

menos debe de impedirlo.

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BIBLIOGRAFÍA

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(1500-1570), Banco de Valencia.

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Valencia, Imprenta de D. Mariano Cabrerizo, Valencia.

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