El Eslabon Perdido en La Educacion

5/16/2018 El Eslabon Perdido en La Educacion - slidepdf.com

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Núcleo de aprendizaje:Holismo, complejidad, desarrollo humano y

educación.

El eslabón perdido en la educación:

la visión holística y transdisciplinaria

Xalapa, Ver., 12 de Abril de 2010

G1N3 HÉCTOR MARTINEZ GUERRERO

IIINNNSSSTTTIIITTTUUUTTTOOO VVVEEERRRAAACCCRRRUUUZZZAAANNNOOO DDDEEE EEEDDDUUUCCCAAACCCIIIÓNNN SSSUUUPPPEEERRRIIIOOORRR SSSUUUBBBDDDIIIRRREEECCCCCCIIIÓÓÓNNN DDDEEE EEEDDDUUUCCCAAACCCIIIÓÓÓNNN SSSUUUPPPEEERRRIIIOOORRR

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CONTENIDO

Introducción………………………………………………………………………………3

El origen de nuestros desvíos: el síndrome de la fragmentación…………………..4

El camino para reeducar: enseñar la condición humana……………………………6

Reeducando al educador: la reforma del pensamiento……………………………..8

La estrategia: la visión holística y transdisciplinaria en la educación…………….10

Conclusión………………………………….……………………………………………12

Referencias bibliográficas……………………………………..….……………………13



Introducción.

La persistente ilusión y la confusión de nuestro pensamiento, producto de la visión del paradigmcartesiano del siglo XVII, está causando sus efectos en la comprensión del universo, de nuestrentorno y de la condición humana. Dicha confusión ha provocado la grave crisis que vivimos en actualidad, misma que no es restrictiva solo de cuestiones económicas, técnicas o científicas; sinademás, de una enorme falta de sensibilidad y consciencia que se traduce en actos de soberbiaintolerancia y supremacía entre las principales potencias que controlan al mundo, basando spredominio en la posesión de riquezas materiales y convirtiendo a las personas en objetos o cosas sningún otro valor más que el económico.

En el desarrollo de este escrito, intentaré poner de relieve los efectos del síndrome de lfragmentación y compartiré algunas reflexiones respecto de su impacto en la educación, así como ela práctica docente que promueve la visión enciclopédica y materialista que forma para el trabajinstrumental. Para hacerlo, me apoyaré en algunos conceptos e ideas que postula el paradigmemergente de las ciencias, lo que me permitirá perfilar una nueva visión educativa que aliente la idede una concepción más humana, espiritual, creativa y transdisciplinaria.

La idea es compartir reflexiones y experiencias desde una nueva visión educativa, que considerasumirnos como un todo; es decir, como una red de interacciones en la que cada elemento, es a vez un punto de bifurcación y de atracción de nuevas bifurcaciones y encuentros de simultaneidad interacciones.

El punto de partida de este trabajo es el análisis de las lecturas que conforman al núcleo daprendizaje “Holismo, complejidad, desarrollo humano y educación”, así como la de sus nodogeneradores, considerándolos como un entretejido que religa al todo.

De igual manera, en este trabajo se ponen de manifiesto las ideas y puntos de vista compartidodurante el análisis y reflexión de cada una de las lecturas que sirvieron de pretexto para que mi grupde aprendizaje comprendiera y juzgara lo que habitualmente hacemos al interior de nuestro hacepedagógico.

Para darle sentido y emoción a este ensayo, se enuncia en primer lugar los desvíos que nos alejarodel sentido y respeto por nuestro entorno ecológico, a partir del síndrome de la fragmentación deconocimiento que nos ha dividido y separado de nuestros semejantes; en seguida, se compartealgunas reflexiones respecto de la necesidad de reencontrar nuestra humana condición, enfatizandel papel que juega la educación y los educadores para enseñar la humildad, la tolerancia, el respetpor la tierra y por todos sus habitantes.

Más adelante se expresan algunas ideas respecto de la necesidad de reeducar a los educadores, partir de una reforma del pensamiento que nos haga más humanos, fraternos, solidarios y espiritualea partir de una visión holográfica del universo y de las relaciones entre los seres humanos.

Finalmente se justifica la necesidad de resignificar la educación y los conceptos de enseñanza

aprendizaje tomando en cuenta las aportaciones del paradigma emergente de las ciencias cuyaplicación a la educación representa una oportunidad para conocer y entender la realidad del munden constante transformación, desde una visión totalitaria, holísta y transdisciplinaria. Lo que sdescribe representa tan solo el esfuerzo por comprender nuestra humana actividad y no pretendedesde luego, ser una receta o modo de hacer pedagógico, porque dicha pretensión sería ociosa contradictoria con los postulados de la teoría del todo o de la complejidad; es solo una pequeñinterpretación de los principios y postulados de una forma de concebir a la educación como una tareacadémica compleja, caótica, incierta y transdisciplinaria en la que existe aun mucho todavía poaprender.

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El origen de nuestros desvíos: el síndrome de la fragmentación.

Desde la aparición del ser humano sobre la faz de la tierra, se ha

buscado afanosamente nuestra sobrevivencia utilizando todos losrecursos que la propia naturaleza nos brindó: razonamiento,pensamiento, consciencia, inteligencia y capacidades físicas, etc.Estos medios marcaron la diferencia con los otros miembros del

reino animal y nos dieron la posibilidad de crear la visión del mundo que deseábamos para sí.

Sin embargo, la evolución histórica del planeta y la propia, ha estado precedida por profundatransformaciones geográficas, biológicas, físicas y sociales, que muestran la existente de un mundcomplejo y caótico marcado por su propio devenir histórico. Así durante los primeros momentos dexistencia del ser humano, se aprecia a un sujeto que vivía dentro de la naturaleza , experimentabuna conexión directa entre su bienestar y el orden natural. Por tanto, respetaba las vicisitudeclimáticas, las fuerzas sobrenaturales, la flora y la fauna, tomando solo aquello que la naturaleza lprodigaba; fueron tiempos de ser en la naturaleza , de hermandad, magia, espiritualidad, sincronía fraternidad; era un estado de armonía basadas en el “altruismo recíproco” ( Snow, citado en Gallegos1997: 142).

No obstante, 10 000 años después, este “altruismo reciproco ” se romperá con descubrimiento de la agricultura, con la domesticación de animales, con laparición de las civilizaciones y la expansión del conocimiento, dando origen una nueva relación con la naturaleza , formando una “relación reciproca ” entrlos humanos y la madre tierra. “La tierra fue entonces la materia prima para laparición de actividades económicas; el surgimiento de grupos políticos y clase

sociales. “Los seres humanos ya no eran dominados por la naturaleza sino que se encontraban en eproceso de aprender a mezclarse como iguales con el ambiente natural”. ( Snow, citado en Gallego1997: 142). Naturaleza y humanidad eran complementarias, unos a otros coexistan para ssobrevivencia.

Conforme las civilizaciones del mundo crecen y progresan, aparecen nuevas necesidades y con ella

descubrimientos científicos que beneficiarán a las sociedades del siglo XVII y colocarían a lohombres de ciencia ante otra etapa en su proceso evolutivo: la revolución industrial. Artificies de estrevolución fueron Francis Bacon, René Descartes e Isaac Newton, quienes desarrollaron una visiódel mundo semejante a una gran máquina, dando origen con ello a una forma distinta de interpretar indagar la realidad llamado método científico, que suplantaría a la sabiduría de la época que explicabel origen de las cosas y la ciencia, filosofía y religión se vería desplazada por una nueva interpretaciódel mundo, las cosas y la propia creación del ser humano.

Dicho método asumirá la idea racionalizadora de analizar, separar, dividir el todo para descomponerlen partes y armarlo nuevamente como si fuera un reloj. La mente era considerada como privilegisupremo y la razón podía resolverlo todo. Suponían la separación entre mente y cuerpo, entre energíy materia y aquello que no era observable, tangible o medirse carecía de interés. La meta de la cienc

era el conocimiento que pudiera ser utilizado para dominar y controlar la naturaleza, fue la etapa de“hombre sobre la naturaleza ” .(Snow, citado en Gallegos, 1997; 144)

Esta visión reduccionista, dio origen a una nueva forma de ver la realidad, como cosas divididasseparadas, fragmentadas y creó la percepción egocéntrica, dominante, a través de la cual se larrancaron los secretos a la naturaleza, al mismo tiempo que la devastaron, le robaron su caráctesagrado, la aniquilaron hasta dominarla, hasta hacer de ella un medio de sobrevivencia. Se perdió o sdesvió la relación con nuestro entorno.

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“Estar confundido acerca de lo que

es diferente y lo que no lo es, es

estar confundido acerca de todo”

D. Bhom, 2002; 39

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Los efectos de esta visión, impuesta desde el siglo XVII que divide loindivisible, separa lo inseparable, desune lo que está unido y reducenuestra propia naturaleza humana, se alimentaría de la persistenteilusión de crear un mundo mejor, de mayor estado de bienestar, mejorescondiciones de salud y de vida; pero al mismo tiempo, hizo perder lahumana relación con la naturaleza y con nuestros semejantes. Son losefectos de una fragmentación humana que induce la visión de pensar enuna realidad objetiva, racional, que sólo se encuentra contenida ennuestro pensamiento (Bhom, 2002).

En nuestros días, el desarrollo de la ciencia y la tecnología, la sociedad de la información y deconocimiento, los proceso de globalización económica y planetaria, están produciendo mayoreniveles de bienestar económico y social, pero también alienta la separación en diversos escenariomundiales y la contrastación entre mundos opuestos: ricos y pobres. Bajo esta visión, la percepciódel ser humano y del mundo, se encuentra asociada con la idea de ser exitoso en razón del capitaque se tiene, de los bienes que se poseen, del tipo de educación que se recibe; perspectiva que hacalusión a lo material, perdiéndose de vista la esencia de nuestra humana condición.

La educación se encuentra también atrapada en esta vorágine de fragmentación. Impregnada de estvisión reduccionista postula la enseñanza uniformada y lineal; sus programas y planes de estudio sencuentran divididos en saberes especializados, inconexos; se contenta con la formación dprofesionistas o técnicos para su rápida incorporación al mundo laboral. Produce la sensación dirrelevancia, tedio, fastidio, de saberes insignificantes; sensaciones de soledad, desamparodesesperanza, desamor; enseñamos a la ciencia y a sus teorías como verdades absolutas, olvidamoque la teoría es tan solo una forma de mirar al mundo (Bhom, 2002). Presos de su seducción, engañy falsa ilusión, provocamos nuestra ceguera del conocimiento.

La sociedad, familia y la escuela nos educa desde pequeños enseñándonorespuestas sin preguntas; alimenta la comprensión de un mundo separado de naturaleza, en grupos sociales, clases, países ricos y pobres, negros y blancos; sforma o deforma para la vida, se enajenan mentes, se pregonan buenos contrmalos; se dividen la ciencias, se aleja de la espiritualidad, se nos enseña un sabe

enciclopédico, desunido, alejado de la realidad; nos obliga a permanecer calladosencerrados en un salón de clases; en fin, nos priva de la creatividad y l

innovación, nos aleja de la posibilidad de descubrir la verdad y verdadera razón humana de aprendeintegralmente.

Por tanto, la contribución de la educación para atender la grave crisis que vivimos no puede seguir euna actitud paralizante, se hace necesario despojarnos de nuestros egocentrismos, mirar al mundcon una nueva perspectiva, como un todo en armonía y sincronía, como una “totalidad no dividida emovimiento fluyente” (Bhom, 2002: 32), en la que consideremos al mundo y ser humano econstantes interacciones, retroacciones, interretroacciones y bifurcaciones; en un constante procesde incertidumbre y complejidad; en donde “la totalidad es lo que es real y las fragmentaciones lrespuesta de esta totalidad a la acción del hombre, guiado por una percepción ilusoria y deformadpor un pensamiento fragmentario” (Bhom, 2002: 27).

Hace falta comprender la forma en la que capta la realidad nuestro pensamiento, que lo objetiviza divide, y anteponer al pensamiento nuestra inteligencia como el medio para captar lo subjetivoespiritual, creativo, totalitario; la verdad que se encuentra ahí, delante de nosotros pero que nonegamos a ver, por nuestra ceguera del conocimiento, por nuestra persistente ilusión a ver solaquello que nos interesa, sin captar la verdadera realidad, lo implícito, lo plegado. Esta observaciósupone un acto de percepción original y creativa, de todos los aspectos de la vida, tanto mental comfísica, por medio de los sentidos y por medio de la mente (Bhom, 2002: 51)

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“El hombre intenta

romperse asimismo y su

mundo, para que así todo

parezca corresponder a su

modo de pensar”

Bhom, 2002; 21


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Somos nosotros los que complacidos con este espectáculo fragmentario, asistimos sin querer ver que se hace visible, asumiendo solo aquello que la ciencia, tecnología, sociedad, economía, políticacultura y escuela nos imponen; es el origen de nuestros desvíos, es el deseo desmedido de dominartodo, de colocarnos en la cúspide de la montaña, de dominar la naturaleza para dominar al mundo; efin, es el síndrome de la fragmentación que nos hacer perder nuestra humana condición.

El camino para reeducar: enseñar la condición humana

A partir de la persistente ilusión de sentirnos superiores a la

naturaleza y pretender dominarla y transformarla, perdimos elsentido de nuestra esencia humana y la relación recíproca queguardábamos con ella. La obsesión y el racionalismo impuestopor una sociedad consumista que alienta la acumulación debienes materiales han dividido al mundo en grandes gruposeconómicos que erosionan la forma de concebir a la humanidady al planeta.

El fenómeno de la globalización y la mundialización es una realidad conflictiva porque antepon

intereses que dividen, fragmentan. De esta manera hoy se percibe a países altamente industrializadoque han hecho de la naturaleza el medio para lograr su supremacía. El desarrollo de la tecnología y ciencia se han vuelto su principal capital económico, sin importar el daño que causan al mediambiente y a los propios seres humanos.

En este desmedido deseo de dominarlo todo y de convertirse en las potencias económicas mápoderosas del mundo, la degradación del planeta se hace evidente en las catástrofes ecológicas quenfrentamos: el fenómeno del calentamiento del planeta, la lluvia ácida, el efecto invernadero, descongelamiento de grandes bloques de hielo, terremotos, sismos, tsunamis y huracanes. Pero estcrisis también se hace innegable en la deshumanización y la pérdida de los principios éticos y moraleque lesionan gravemente a la especie humana: fanatismos, prejuicios raciales, religiones qudesunen, guerras absurdas, perversiones sexuales, secuestros, venta de órganos, xenofobia; tod

ello nos indica que hemos perdido nuestra condición humana y la de una ética para sí, de una ética drespeto para la madre-tierra, para el universo, para el prójimo, para el hermano.

Este modo absurdo de querer sobresalir y obtener la hegemonía de unos controtros impide mirar la realidad de modo distinto. Provoca que nos alejemos dnuevos procesos de inteligencia, de conciencia, que nos lleve a comprender loefectos de nuestros excesos en la naturaleza, a compartir con los otros, a sesensibles a sus necesidades, a sentir sus constantes interconexiones, comhermanos, a sentirnos unidos, a religarnos, a abrir nuestras mentes a espiritualidad, al misticismo. En conclusión, a darnos cuenta que somos serehumanos: físicos, biológicos, psíquicos culturales, sociales y que esta unida

compleja no se encuentra separada, ni desintegrada y que somos miembros de un mismo planeta.

Entonces revalorar y enseñar la condición humana se convierte en un asunto de extrema urgencipara reorientar y resignificar el sentido de la educación que se imparte en las instituciones escolaresen la familia, en la sociedad. Recuperar nuestra humana condición es reencontrarnos a nosotromismos y con la naturaleza; es tener presente que somos un planeta minúsculo del universo, perdiden medio de miles de millones de estrella de la vía láctea y que “…al igual que la vida terrestre eextremadamente marginal en el cosmos, nosotros somos marginales en la vida” (Morin, 2000; 44)

6

“ Abrirnos al cosmos es situarnos en la

aventura desconocida, donde somos

quizás a la vez exploradores y

extraviados…”

E. Morín, 2000: 44


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Para enseñar este saber es necesario abrirnos a laincertidumbre (Morín, 2001), tener presente la complejidadde un mundo dinámico, cambiante, turbulento, caótico, enpermanente interconexión con el universo, la naturaleza;como un todo entretejido, unido, religado; en donde el saberorganizado de las ciencias humanas, filosóficas, literatura,cosmología, las ciencias de la tierra y la ecología nosmuestran la unión indisoluble entre la unidad y la diversidad de todo lo que es humano.

Por tanto, enseñar la condición humana implica enseñar lo humano de lo humano (Morín, 2001). Eimprescindible enseñar la unidad-diversidad, reconocer y entender al sujeto como un ser biológicopsicológico-cultural-social, que además no sólo tiene una unidad cerebral sino mental, afectiva intelectual.

Para enseñar la condición humana, la educación y los educadores juegan un papel fundamental. Enecesario como educadores comprender nuestro destino como miembros que “estamos tanto dentrcomo fuera de la naturaleza” (Morín, 2000: 47), reconociendo nuestra condición cósmica, físicaterrestre y humana. Tener claro que la vida se formó a partir de un proceso de homonización quculminó en la humanidad de la que formamos parte; se hace necesario reflexionar respecto de qunuestra supuesta grandeza como miembros del universo es un falsa ilusión dado que no somos loúnicos, ya que existen universos inexplorados; asimismo, que la tierra se organizó a partir dsustancias físicas. En fin, que somos resultado del cosmos, de la naturaleza de la vida pero debido nuestra cultura, nuestra humanidad misma etc., nos hemos vuelto extraños al cosmos.

Es necesario que como educadores reorientemos nuestro sentido de la enseñanze incorporar en la práctica educativa preguntas detonadoras que hagacuestionarse a nuestros aprendientes respecto del sentido de la vida, la del planetaes vital cuestionarlos y hacerlos reflexionar respecto del papel que jugamos en lrelación con nuestro entorno, es importante preguntarse ¿quiénes somos, a dondvamos, de dónde venimos? El punto de partida debe ser situarnos en el universo considerarnos parte de él.

Enseñar la condición humana debe ser pues un acto de sensibilidad, creatividad, religaciónespiritualidad, que nos exige pensar en un mundo multidimensional, global; en donde las parteconstituyen el todo, pero el todo constituye las partes, todo esto nos debe llevar a la reforma dpensamiento, a una identidad y a una consciencia terrenal. Educar para este pensamiento es lfinalidad de la educación del futuro.

Si queremos transformar la visión reduccionista de la vida, se hace necesario enseñar la condicióhumana, introducir y desarrollar en la educación el estudio de las características cerebrales, mentaley culturales del conocimiento humano, visto como un gran entramado, articulado, coherente, sidivisiones, ni especializaciones. Por tanto la escuela debe combatir el saber acumulado, disciplinarioporque impide operar el vínculo entre las partes y el todo.

Como educadores debemos enseñar las grandes interrogantes sobre la posibilidad del conocer, haque desterrar el conocimiento simplista por el conocimiento complejo, hay que enseñar econocimiento que integra contra aquel que desune, tenemos que enseñar a comprendernos bioantropológicamente, es decir desde nuestra genética, nuestro origen como miembro de una sociedaddebemos enseñar a comprender que la búsqueda de la verdad puede desencadenarse a través de lautocrítica, la autoobservación, la metacognición, la propiocepción, el auto análisis y desterrar la falsmoralina.

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“La misión de la enseñanza es transmitir, no

el saber puro, sino una cultura que permita

comprender nuestra condición y ayudarnos a

vivir… “

E. Morín, 2000: 11

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Debemos instaurar la convivencia con nuestras ideas y mitos, enseñar a tener control permanentpara evitar el idealismo y la racionalización. Debemos enseñar a civilizar nuestras teorías, abrirnos teorías críticas, reflexivas, de incertidumbres. Finalmente todo esto nos lleva a una mayor lucidez dconocimiento pero sobre todo a una reforma del pensamiento.

Reeducando al educador: la reforma del pensamiento

Una de los mayores efectos de la visión del paradigma cartesiano delsiglo XVII, es la fragmentación del conocimiento. La enseñanza delas verdades absolutas se constituyó en uno de sus principalesmotores que alentaron la perspectiva cerrada, uniforme y objetiva dela realidad. Su vigencia en la actualidad se puede relacionar con elincesante desarrollo de las grandes potencias mundiales y con losprocesos económicos que alientan la formación de personas enáreas o especialidades que responden a los intereses mercantiles dela aldea globalizada en la que se ha convertido el mundo.

En ese sentido, los responsables del desarrollo económico mundial, asumen una perspectivcapitalista en la que asignan a la educación el papel sustantivo de formar en la especialización, segú

los ámbitos de exigencia y competencia laboral que demandan las grandes empresas e industrias mápoderosas del mundo. En esta visión limitada de la realidad y de un mundo materialista en la que loseres humanos son vistos como objetos o cosas que producen bienes o servicios, se atenta contra sintegridad y pierden su potestad para decidir sobre su destino e integridad humana. Pero también svuelven esclavas de sus propias necesidades; y su ámbito laboral se convierte en un espacio dsufrimiento y desesperación que consume gran parte de sus vidas, al suponer que sólo de estmanera podrán proporcionar a sus familias los satisfactores necesarios para una vida plena.

Bajo este escenario la sociedad y la familia perciben a la escuela como el espacio formativo en el qulas personas podrán prepararse para desarrollar una actividad profesional que les depare mejorecondiciones de bienestar o un status que los distinga de sus semejantes. En este sentido, la idea dacudir a la escuela se asocia no con la posibilidad de formarse integral y humanamente, sino d

competir y sobresalir en un mundo marcado por las diferencias de grupos y clases sociales.

En congruencia con esta visión limitada y deformativa de la escuelase diseñan planes y programas de estudio para formar médicoabogados, arquitectos, contadores, profesores, etc., a los que leofrecen, de acuerdo con dichos programas, un poco de todo. Loprocesos educativos que se llevan a cabo forman a estos futuroprofesionistas en la mejores técnicas y estrategias para curar, ganadiseñar, contar, enseñar; utilizando a la ciencia y sus teorías como u

cuerpo de conocimiento que no admite réplica, como un saber disciplinario absoluto; suponen qudicha formación será suficiente y acorde con la realidad en la que se insertarán comprofesionistas. Sin embargo, esta visión reduccionista que alienta la competencia individual entre lo

propios seres humanos, olvida que a la escuela los aprendientes no solo acuden para recibir teorías cuerpos de conocimientos acabados, sino que acuden por algo mas; por algo que lo haga máhumanos, por algo que les advierta de las complejidades del mundo, de la incertidumbres quenfrentaran, por algo que las técnicas y las estrategias no les resolverán.

8

“La ref orma del pensamiento

permitirá el pleno empleo de la

inteligencia para responder a

estos desafíos y facilitaría la unión

de las dos culturas separadas…”

E. Morín, 2000:22

“Una mente bien formada es una

mente apta para organizar

los conocimientos y de este modo

evitar su acumulación estéril”

E. Morín, 2000:29



La escuela olvida que además de la transmisión de los conocimientos y teorías que reproduce etiempos y espacios preconcebidos, la verdadera educación es aquella que forma para la vida, parhacer más conscientes a los seres humanos y por tanto, requiere contextualizarse y reflexionarespecto de los problemas del mundo que son “…cada vez mas multidisciplinarios, transversalemultidimensionales, transnacionales, globales y planetarios” (Morín,2000:13), por eso, se requierponer de relieve las grandes incertidumbres del universo, del mundo, de la naturaleza, del sehumano; debe enseñarse el respeto por el prójimo, la solidaridad con los desvalidos, la misericordipara los oprimidos y marginados, la espiritualidad que reina con la madre tierra, en fin, es precisreformar nuestro pensamiento.

Reformar el pensamiento para hacer frente al monopoliodel saber y a la hiperespecialización, para mirar la crisiseconómica, humana y ecológica como una alternativa pararesignificar lo que hacemos, porque “el desafío de laglobalidad es al mismo tiempo un desafío de lacomplejidad… porque la inteligencia que no sepa otra cosaque separar rompe la complejidad del mundo enfragmentos desunidos, fracciona los problemas,unidimensionaliza lo multidimensional” (Morín, 2000: 14-15).

Necesitamos de una reforma del pensamiento que permita responder a los desafíos culturales, cívicoy sociológicos para religar el bucle trinitario individuo/sociedad/especie, como un todo, interconectadque facilite el desarrollo pleno del ser humano.

Una reforma del pensamiento que brinde la posibilidad de poner en juego nuevas experiencias daprendizaje, en espacios inéditos a la escuela tradicional que aliente la curiosidad, la indagación, lcreatividad, la cooperación, el dialogo; el azar (Wagensberg, 1985), la fraternidad, solidaridadcooperación. Una reforma que transite por la subjetividad y por la capacidad de reconocer al otro comlegítimo ser de aprendizaje.

Pero esta reforma debe empezar por los educadores, son ellos quienes deben dar el salto evolutivpara transformar la perspectiva enciclopédica en la que nos formamos. El precio de esta reforma eabandonar nuestro estado de confort, es romper con el estigma del profesor experto, salirnos de loavances programáticos, trasgredir los tiempos didácticos y los recursos tradicionales, hacer alginsospechado, trasgredir el programa de estudio y decirles a nuestros alumnos que la verdad es la nverdad y que ésta se construye a partir del dialogo fluido, reconociendo los diversos significados dcada una de nuestras palabras y acciones como un todo auto-eco-organizado.

Reformar el pensamiento de los educadores es comprender el todo comconstituyente de las partes, pero las partes como constituyentes del todo; eabrirse a la complejidad porque “el pensador frente a la complejidad es pensador frente a la elección de las partes y sus todos” (Wagensberg, 1985:15)

La educación debe vencer la inercia del saber tabicado y aprender a educa

desde la inter y transdisciplinariedad, tomando en cuenta lo que las diversadisciplinas nos ofrecen sobre un mismo problema o conocimiento, para captadesde diferentes ángulos que nos provee la filosofía, el arte, lenguaje, literaturaensayos, novelas, cine, poesía, etc., la verdad subyacente.

9

“ La finalidad de nuestra escuela consistiría en

enseñarle al pueblo a repensar lo pensado, a

desaber lo sabido y a dudar de su propia duda,

que es el único modo de empezar a creer en

algo”

Juan de Mairena, citado en E. Morín, 2000:25

http://arzthaus.blogspot.com/





Es preciso reeducar a los educadores, tarea incierta y compleja que solo pueden llevar a cabaquellos que animados por la fe estén convencidos de la necesidad de resignificar, reinventar regenerar la enseñanza; es decir, aquellos que tengan en su interior el sentido pleno y vital de smisión. Para ello es preciso reflexionar respecto de la urgencia de reformar nuestro pensamiento, lque implica poner atención a las teorías y entenderlas como formas de observar siempre cambianteque pueden señalarnos o apuntar a una realidad que sólo está implícita y que no se puede escribir especificar en su totalidad, porque siempre habrá verdades y realidades por descubrir.

Reformar el pensamiento de los educadores podrá ayudar a terminar con el síndrome de fragmentación que nos separa y desune del contexto, permitirá comprender que existen múltipleescenarios para educar y que el educador es un recurso más para llevar a cabo el acto de educar, noayudará a romper con los procesos encasillados en disciplinas carentes de significado; en suma, nopermitirá trasgredir la simplicidad de los programas de estudio y conspirar en favor de la educación.

Por ello, resulta necesario enfatizar que “la reforma de la enseñanza debe conducir a la reforma dpensamiento y la reforma del pensamiento debe conducir a la reforma de la enseñanza” (Morín, 200023); es decir, una reforma es complementaria de la otra, se encuentran religadas, entretejidas como utodo complexus, pero finalmente debemos tener presente que “no se puede reformar la institución shaber reformado previamente los espíritus, pero no se pueden reformar los espíritus si no se hareformado las instituciones” (Morín, 2000:129), esta es la tarea en la que los educadores debemoconcretar nuestros esfuerzos si queremos transformar la educación, y hacer de ella un procestotalitario, trasversal, transdisciplinar, integral, espiritual y holístico.

La estrategia: la visión holística y transdisciplinaria en la educación

La grave crisis en la que nos encontramos está

provocando una profunda revolución en el campo delsaber, producida por una nueva comprensión del universo,de la naturaleza y de nuestra propia concepción humana.

Si antaño el predominio de la visión cartesiana redujo al serhumano y a la naturaleza a cosas y objetos materiales cuantitativas, perdiéndose la totalidad en la qunos encontramos insertos, la fraternidad, la cooperación, la tolerancia, el diálogo y la sincronía con lodiversos órdenes de la naturaleza, hoy vivimos una época distinta, marcada por profundatransformaciones que derivan en un nuevo mundo, más humano, basado en una perspectiva holísticaque nos muestra un nuevo orden universal, oculto durante siglos (Gallegos, 1997). Los excesos deparadigma dominante desde el siglo XVII, que alentó la división y fragmentación del conocimientecológico y humano, se encuentra colapsado por nuevas ciencias y teorías que ven a nuestra humannaturaleza como un todo que explica y conecta en una sola todas los fenómenos físicos conocido(Wilber, 1996).

Esta nueva perspectiva de la realidad se encuentra precedida por un conjunto de supuestos filosófico

y científicos surgidos desde hace aproximadamente 30 años, dentro de las cuales destacan la físiccuántica, el modelo holográfico del cerebro de Karl H. Pribram, la teoría del caos de Ilya Prigogine, resonancia mórfica de Rupert Sheldrake, la hipótesis gaia de James Lovelock, las ciencias cognitivade Fracisco Varela, la psicología transpersonal de Ken Wilber, el orden implicado de David Bohm, leconomía ecológica de Hazel Henderson, la ecoeduación de Fritjof Capra, la medicina holista de LarrDossey, el paradigma de la espiritualidad de Leonardo Boof, la teoría de la complejidad o de religación de Edgar Morín, entre otros.

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“La nueva educación deberá centrarse en la

formación humana integral y el despliegue

de la inteligencia”

R. Gallegos, 1997: III



Los conocimientos y descubrimientos que han aportado estas ciencias y teoríaconforman el nuevo paradigma emergente de las ciencias o las ciencias dfrontera, y son hoy en día los principios que abren insospechadas posibilidadepara que la humanidad pueda enfrentar la crisis económica, ecológica y humande este siglo.

El principio o entramado que se articula alrededor de este nuevo paradigm

encuentra su sustento en la idea de “totalidad”, percepción que reconoce interconexión con todo el universo formando sistemas, subsistemas, redesconexiones, bifurcaciones, encuentros y desencuentros, en el que las partes constituyen el todo, perel todo es constituyente de las partes (Morín, 2000). En tal sentido, el nuevo paradigma percibe universo no como un conjunto de objetos, sino como una comunidad de sujetos. La visión totalitardel nuevo paradigma es entonces integral, sumativa y ecológica, “su visión de toda forma de vida enuestro planeta es transversal, transdiciplinario y holístico”(Gallegos, 1998: 13).

En educación, la perspectiva de este nuevo paradigma de la totalidad u holístico está trastocando econcepto tradicional de la enseñanza y la visión disciplinar de los programas de estudio, el papel dprofesor, la naturaleza del aprendizaje, la función de las escuelas, los escenarios de aprendizaje, lorecursos y medios didácticos, así como las relaciones e interacciones entre educadores

aprendientes. Los alumnos ya no son vistos como agentes pasivos, sino como seres vivos econstante evolución y crecimiento, con sus propios conocimientos, pero también con distintanecesidades de aprendizaje. La educación holísta concibe al aprendizaje como un intenso proceso dinteracción, interrelación y auto-eco-organización; el educador cede su protagonismo a los alumnos se convierte en un recurso más como lo biblioteca, computadora o el ambiente. Los profesorecumplen el papel de asesores permitiendo que la curiosidad natural de niño (Gallegos, 1997).

Los principales fundamentos que giran en torno de la visiónholística de la educación son: los sistemas ecológicos, eldesarrollo humano, la creatividad, la libertad para aprender,la participación democrática, la educación integral y larecuperación de la dimensiones espirituales del niño, etc.(Gallegos,1997) Desde esta visión la ecoeducación es unaestrategia exhaustiva para reestructurar nuestras prácticas,así como la naturaleza y el contenido de los planes deestudios, la forma en que se agrupa a los estudiantes, la forma en que se administra el proceso denseñanza-aprendizaje, la forma en que se encuentra estructurado el sistema escolar en su totalidad las características de lo que podría llamarse la cultura de la escuela”. (Clark, citado en Gallego1997:73)

La educación se encuentra en función del cambio de percepción de la consciencia de los educadorey aprendientes, en ese sentido opone inteligencia a pensamiento para enfrentar los problemas dehombre, promueve el diálogo como una indagación religiosa de la verdad, la búsqueda del “yo”, edecir, la búsqueda del orden interno; la espiritualidad como un proceso de autoconocimiento profundo“la búsqueda de orden dentro de nuestra conciencia que se manifiesta de distintas formas como amocompasión o libertad” (Gallegos, 1998: 25).

Queda claro que la misión de los educadores desde la perspectiva holísta impone el reto de cambiar refundar nuestro quehacer pedagógico. Significa oponer a la visión enciclopedia en la que fuimoformados una visión transversal y transdisciplinaria; es decir, abrir nuestras mentes al conocimientde otras ciencias y parcelas del saber, para darnos cuenta que entre ellas existen punto de encuentroy desencuentros que nos pueden ayudar en la interpretación y comprensión de los problemas fenómenos del mundo.

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“La visión holística es una visión de curación

Es una visión de enmienda entre la

humanidad y la naturaleza. Es una visión de

paz. Y es una visión de amor”

Holistic Educatión Reviev, 1989, (citado en

Gallegos, 1997: 9





Creo que a partir de la reflexión personal sobre los orígenes que nos desviaron de la relación fraterncon la naturaleza, de la reconsideración de nuestra condición humana, como miembros de un pequeñplaneta perdido en miles de planetas y galaxias más, podrá gestarse una consciencia mas fraterna solidaria respecto de nuestra misión en el planeta. El punto de inicio, de la influencia sutil, puede ser lvisión holísta de la educación, pues nos muestra un rostro más ecológico, humano, espiritual creativo del acto de educar.

Como educadores es tiempo de erradicar prácticas estériles que soloreproducen el saber tabicado o disciplinar; es tiempo de resignificar el conceptode enseñanza para no seguir generando profesionistas con un saber técnicolimitado, es momento de suprimir actitudes académicas que reprimen, denigrany desmotivan el placer por aprender en nuestros aprendientes; por el contrario,es necesario reflexionar respecto de los conocimientos que la visión holístaaporta en el ámbito educativo, como una de los eslabones estratégicos paratransformar y regenerar la visión del mundo, la relación con la naturaleza ynuestra humana condición. El reto es atrevernos a transitar por esta nueva formade concebir a la educación y despojarnos de nuestros cinismos y falsas moralinas para reencantar resignificar con pasión nuestra humana tarea de educar.

La visión holística de la educación nos muestra el eslabón que nos une y hermana con el mundocomo un todo entretejido, sin atavismos, ni constricciones, ni divisiones entre países o grupos socialesdesde esta perspectiva de las ciencias de frontera, se abre la posibilidad para comprender lincomprensión y luchar por un mundo más humano, ecológico y espiritual, ese es el reto quenfrentamos como educadores.

Conclusión

En el desarrollo de este escrito se puso de manifiesto los excesos de la fragmentación que nos separdel mundo, la naturaleza y de nuestros semejantes; así como los motivos de los desvíos que noconducen hacia la degradación, deterioro y aniquilación de todo cuanto nos rodea, en aras de mayoreniveles de bienestar económico y social. En contrasentido, a esta visión del siglo XVII, se expresó l

necesidad de recuperar y resignificar nuestra humana condición para trazar un nuevo destinoreconociéndonos como seres físicos, biológicos, psicológicos, sociales y culturales, dejando de lado lvisión antropocéntrica que divide y aísla; porque esta unidad compleja no se encuentra separada, ndesintegrada al ser miembros de un mismo planeta que se encuentra en constante transformación.

Se señaló el apremio de reeducar a los educadores mediante una reforma del pensamiento, que solpodrán desarrollar quienes se encuentren convencidos de la necesidad de resignificar, reinventar regenerar la visión del mundo y de la educación, a través de una autoética y del sentido vital quasignen a su acción educativa. Para ello, se propuso oponer pensamiento a inteligencia como unforma de abrir nuestro mirar a la vida y descubrir las íntimas relaciones que guarda la realidad objetivy subjetiva con la sensibilidad, emoción, pasión y sentimiento a través del dialogo para construverdades comunes, sin imponer ni juzgar a nadie por sus ideas, tomando en cuenta las constante

interacciones que se generan entre los seres humanos, vistos como iguales, pero al mismo tiempdiferentes para construir un mundo más justo y equitativo; considerando para ello lamultidimensionalidades de los diversos saberes que conforman al paradigma emergente de la cienciaes decir, poniendo en práctica la inter y transdisciplinariedad.

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Todas las consideraciones anteriores llevaron como idea central, en este escrito, reflexionar respectde la necesidad de transformar la visión caduca y simplista de la realidad y la educación, para refundanuestra perspectiva de educar que considere a la vida, el medo ambiente y al propio ser humano comun todo entretejido, complejo, complementario, que requiere de la totalidad y la búsqueda de nuevaformas de participar en el creativo acto de educar.

Como estrategia para la nueva educación del siglo XXI, la visión holísta representa la posibilidad dreeducar no solo al educador, sino también a nuestros aprendientes, postula el reencuentro conuestro planeta, la ecoeducación, la espiritualidad, la religación, fraternidad, tolerancia; promueve rencuentro con la naturaleza y con nosotros mismos, con la creatividad, la incertidumbre de la vidacon la democracia cognitiva, con el diálogo, la transversalidad y la transdisciplinariedad de los saberehasta ahora enseñados en forma disciplinaria.

Asumir una perspectiva como esta, representa una enorme responsabilidad que bien vale la penponer en práctica, a fin de vislumbrar un mundo y una nueva conciencia humana de mayosolidaridad, tolerancia y respeto por el planeta y por nosotros mismos. Como bien afirma E. Morí(2000:129), “no se puede reformar la institución sin haber reformado previamente los espíritus, pero nse pueden reformar los espíritus si no se han reformado previamente las instituciones”; me parece questa es la paradoja por la que es necesario empezar.

Finalmente debo decir, en congruencia con todo lo expresado, que mi visión de la vida y de mpráctica docente ha quedado eclipsada por esta nueva forma de concebir a la educación y al sehumano, corresponde ahora intentar resignificar lo que cotidianamente realizo en el aula para quecuál resonancia mórfica o efecto mariposa, se introyecte en quienes me rodean y hagamos juntos algverdaderamente bello por lo que vale la pena luchar: educar en la totalidad y la creatividad parliberarnos de las ataduras de nuestros tiempos, este es el eslabón perdido en la educación y al mismtiempo el reto al que debo destinar mi pasión por educar.

Referencias bibliográficas

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Gallegos Nava, Ramón, et. al . (1997). El destino indivisible de la educación. Propuesta holísticpara redefinir el diálogo humanidad, naturaleza en la enseñanza . México: Editorial Fax.

Gallegos Nava, Ramón (Coordinador). (1998) Lo sagrado y la nueva ciencia. El nacientparadigma holístico de cara al siglo XXI . México: Editorial Fax.

Morin, Edgar (2000). La mente bien ordenada . Barcelona: Editorial Seix Barral.

Morin, Edgar (2001). Los siete saberes necesarios para la educación del futuro . MéxicoUNESCO.

Wagensberg, J. (1985). Ideas sobre la Complejidad del Mundo. Barcelona: Tusquets, SerMetatemas 9.

Wilbert, Ken. (1996). Una teoría del todo . Barcelona: Editorial Kairós

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El Eslabon Perdido en La Educacion