Duranti lengua como cultura (Tres Paradigmas)

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    Language as Culture in U.S. Anthropology; ThreeParadigms by Alessandro Duranti. CURRENTANTHROPOLOGY Vol. 44, Number 3, June 2003.pp.323-347.1

    Lengua como Culturaen la Antropologa Norteamericana.

    Tres Paradigmas2

    Por Alessandro Duranti

    El estudio de la lengua como cultura en laantropologa norteamericana rene unconjunto de diferentes prcticas, a menudo nodel todo compatibles, que puedencomprenderse por medio de la identificacinde tres paradigmas histricamenterelacionados. Mientras el primer paradigma,iniciado por Boas, se haba avocadopredominantemente a la documentacin, ladescripcin gramatical y la clasificacin(especialmente de lenguas indgenas

    norteamericanas) y se haba centralizado enla relatividad lingstica, el segundoparadigma, desarrollado en la dcada de1960, aprovech la nueva tecnologa deregistro y los progresos tericos paraexaminar el uso de la lengua en contexto,introduciendo nuevas unidades de anlisis

    1 Traduccin de Patricia Dreidemie para la ctedraElementos de Lingstica y Semitica, Profesor titular:Carlos Reynoso. Departamento de Antropologa, FFyL,Universidad de Buenos Aires, ARGENTINA. (3/11/03)2

    Versiones previas de este artculo fueron presentadasen University of California at Berkeley, EmoryUniversity, y en Universit de Padova. Agradezco a losparticipantes de dichos eventos por sus comentarios ysugerencias. Tambin me he beneficiado de loscomentarios detallados de Niko Vencer, Dell Hymes,Adrienne Lo, Sarah Meacham, Elinor Ochs y de cuatro

    jurados annimos que trabajaron para CURRENTANTHROPOLOGY. Todo error, mala interpretacin uomisin es, por supuesto, exclusivamente ma.

    como el evento de habla. Aunque fueconsiderado parte de la antropologa engeneral, configur un distanciamientointelectual del resto de la antropologa. Eltercer paradigma, con su atencin en la

    conformacin identitaria, la narracin y laideologa, constituye un nuevo intento derelacionarse con el resto de la antropologapor medio de extender los mtodoslingsticos al estudio de usos previamenteidentificados en otros (sub)campos. Aunquecada nuevo paradigma reduce la influencia yel atractivo del precedente, los tresparadigmas persisten actualmente. Laconfrontacin de sus diferencias constituyeuna contribucin para la disciplina.

    ALESSANDRO DURANTI es Profesor reconocido deAntropologa en la Universidad de California, Losngeles (Los ngeles, Calif. 90095-1553, U.S.A.[[email protected]]). Nacido en 1950, se formen la Universidad de Roma (Laurea in Lettere Moderne,1974) y en la Universidad de Southern California(Ph.D., in Linguistics, 1981). Ha enseado en laUniversidad de Roma, en Pitzer College y en laUniversidad de California San Diego. Ha sidobeneficiado con una beca postdoctoral del Australian

    National Universitys Research School for PacificStudies (1981) y del UCSDS Laboratory ofComparative Human Cognition (1983-84). Susintereses de investigacin incluyen agentividad eintencionalidad, oratoria, lengua y cultura de Samoa yesttica del jazz. Entre sus publicaciones figuran FromGrammar to Politics: Linguistic Anthropology in SamoanVillage(Berkeley: University of California Press, 1992),Linguistic Anthropology (Cambridge: CambridgeUniversity Press, 1997) y Linguistic Anthropology: AReader (London: Blackwell, 2001). El presente trabajofue presentado el 2/1/01 y aceptado para supublicacin el 8/1/02.

    El estudio de la lengua como cultura,en la antropologa norteamericana, no abarcaun campo unificado sino un conjunto dediferentes prcticas analticas y tericas, a

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    menudo no del todo compatibles, acerca delos fenmenos lingsticos. Las diferenciasentre estas prcticas se comprendenmediante la identificacin de tres paradigmashistricamente relacionados, donde el

    paradigma posterior reduce la influencia y lafuerza del anterior pero no lo reemplaza en sutotalidad. La coexistencia pacfica de variosparadigmas ha sido favorecida por lasupresin tanto de confrontacin pblica comode la publicacin de crticas recprocas. Almismo tiempo, la ausencia de un debateinterno entre los seguidores de los diferentesparadigmas ha dificultado la sistematizacinde los postulados tericos, promovidosdurante el siglo pasado, acerca de lanaturaleza de la lengua como un recursocultural y como una prctica social. Adems lacarencia de afirmaciones claras sobre quconstituye una mirada antropolgica sobre lalengua es en parte consecuencia delaislamiento que sufren los analistas de lalengua como cultura con respecto a laantropologa y a la lingstica. Lasperspectivas antropolgicas actuales sobre lalengua como cultura no pueden ser adoptadaso desafiadas fcilmente por aquellos quepertenecen a otros campos (por ejemplo,lingstica, psicologa, sociologa) o a otrossubcampos de la antropologa (por ejemplo,arqueologa, antropologa sociocultural oantropologa biolgica) porque sus postuladosestn usualmente implcitos ms queexplcitos, y ocultos entre estudios de casosms que reunidos en desarrollos sintticos ycomprensibles. Existe, por lo tanto, lanecesidad de reexaminar la historia de losestudios sobre la lengua en la antropologa delos Estados Unidos donde la perspectivaBoasiana sobre la lengua como una parteintegrante de y simultneamente unaventana a- la cultura contina siendoargumento para la inclusin del anlisislingstico dentro de la formacinantropolgica3.

    3 Por limitaciones de espacio, no revisar otras

    En una discusin previa sobre lasdiferentes denominaciones que recibe elestudio de la lengua como cultura antropologa lingstica, lingsticaantropolgica, etno-lingstica, y socio-

    lingstica he sostenido que ms quesinnimos estos rtulos corresponden adiferentes orientaciones tericas ymetodolgicas frente al objeto de estudio(Duranti, 200la). En el presente artculoavanzar un paso ms adoptando laconceptualizacin de desplazamiento deparadigmas [paradigm shift] como recursoheurstico para comprender los profundoscambios que se han sucedido en el modo deestudiar la lengua. La idea de desplazamientode paradigmas se deriva, por supuesto, deltrabajo de Kuhn (1962) sobre las revolucionescientficas; pero a diferencia de Kuhn, yoasumo que el advenimiento de un nuevoparadigma no significa necesariamente lacompleta desaparicin del anterior. (El mismoKuhn manifest dudas acerca de si todas lasciencias sociales poseen paradigmas comolos que l identific en las ciencias fsicas [p.15]). Segn el uso que hago aqu del trmino,el paradigma lo planteo como histricamentecircunscripto (es decir, como producto de unconjunto de prcticas particulares en relacincon el ejercicio y la promocin cientfica), peroque no pierde vigencia necesariamentecuando surge un nuevo paradigma.

    En los hechos, viejos y nuevosparadigmas pueden coexistir y continuarinfluencindose entre s a travs de lo quePeter Galison (1999) denomin zonas deintercambio [trading zones] en las cualescientficos con diferentes convicciones puedencoordinar esfuerzos e intercambiar logros (porejemplo, informacin). Para la fsica, Galisonrefiere el ejemplo de los laboratorios. En elestudio del uso de la lengua, los laboratorios(por ejemplo, el Language Behavior Research

    tradiciones, por ejemplo, la de la antropologa britnicao la de la antropologa francesa (sobre el rol del anlisislingstico en la antropologa britnica, ver Henson,1974; Hymes, 1970:253).

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    Laboratory de la Universidad de California enBerkeley), las organizaciones profesionales(por ejemplo, The society for LinguisticAnthropology [SLA] y the Society for the Studyof the Indigenous Languages of the Americas

    [SSILA]) y las publicaciones peridicasposibilitan que los investigadores se renanen torno a intereses compartidos (por ejemplo,segn un tpico particular, una lengua o unrea lingstica) y que intercambieninformacin relevante ms all de susdiferencias tericas y metodolgicas.

    Ms an, si bien la investigacinindividual es muy importante en el desarrollode un nuevo paradigma o en el afianzamientode la validez de uno ya establecido, unparadigma, segn yo lo defino aqu, nonecesariamente coincide con el recorrido deun investigador particular. Es posible que unoo varios individuos estn al frente de unparadigma o que flucten retomando oproyectndose sobre diferentes paradigmas.Cuando examinamos la historia del estudio dela lengua como cultura en los Estados Unidosdescubrimos que la relacin entreparadigmas, por un lado; y la relacin entreparadigmas y grupos de investigacin, por elotro, es compleja y problemtica dado queparticipan individuos o grupos no siempreconcientes de sus propios presupuestos ni delas implicanciones tericas y metodolgicasde sus trabajos o no siempre deseosos deadherirse plenamente a un paradigma sobreotro. De ah la necesidad de la indagacinhistrica sobre nuestra situacin actual.

    A los efectos de alcanzar este objetivoproveer la siguiente definicin funcional deparadigma: un emprendimiento deinvestigacin que posee un conjuntoreconocible y a menudo explcitamenteestablecido de a) objetivos generales, b)perspectiva sobre el concepto clave (porejemplo, lengua), c) unidades preferidas deanlisis, d) marco terico, y e) mtodospreferidos de recoleccin de datos. Estadefinicin identifica a los paradigmas como unconglomerado (clusters) de propiedades

    establecidas sobre la base de declaracionesexplcitas y de prcticas interpretativas en elestudio de la lengua. En lo que sigueidentificar el perodo y el clima intelectualque favoreci el surgimiento de los diferentes

    paradigmas y brevemente describir el trabajode los investigadores que fueron responsablesde desarrollarlos. Mi presentacin no pretendeser una revisin abarcadora del total de laliteratura producida en antropologa lingsticani de los campos de estudio que serelacionaron con ella durante el siglo pasado.He seleccionado, en cambio, un nmerorelativamente reducido de escritores ytendencias como ejemplificaciones de laconformacin de paradigmas que propongo.4

    Inevitablemente indagar en un largoperodo de la historia de la disciplina dentro delas limitaciones de un artculo acadmico meobliga a ser sinttico y, de este modo, aarriesgar simplificaciones an cuando lascomplejidades pudieran ser ms gratificantes.

    Espero poder demostrar que esteriesgo es compensado por la obtencin dealgunas observaciones relevantes sobre uncampo de investigacin que no se presenta nihomogneo ni catico en sus abordajes ycontribuciones.

    EL PRIMER PARADIGMA

    El primer paradigma surgi hacia finesdel siglo XIX como parte de la concepcinBoasiana de una antropologa compuesta porcuatro reas en la cual el estudio de la lengua

    4Mi estudio sobre la conformacin y el desplazamiento

    de paradigmas est relacionado -pero es diferente en elenfoque- con el estudio de Stephen O. Murray (1993,1998) sobre la importancia del liderazgo intelectual yorganizativo para el desarrollo de un nmero dedisciplinas, incluyendo sociolingstica, etnociencia, ylingstica antropolgica. En contraste con Murray,quien se centra en el aspecto sociolgico del liderazgo,la formacin de grupos y la marginacin, yo meconcentro aqu en tendencias terico-metodolgicas deorden general.

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    era tan importante como el estudio de lacultura, junto a los registros arqueolgicos ybiolgicos. Es imposible comprender laconsolidacin de este paradigma sin tener encuenta el papel desempeado por la Oficina

    de Etnologa (Bureau of American Ethnology)-ms tarde denominada Oficina de EtnologaAmericana (Bureau of American Ethnology,BAE)- y por su primer director, John WesleyPowell (1834-1902). Fue Powell quien financiel estudio del joven Boas sobre las lenguasChinook y sobre otras lenguas indgenasamericanas, y quien aval la tarea que devinoen el Handbook of American IndianLanguages (Boas 1911a; ver Darnell, 1998a;Hymes, 1970:249-51, Stocking, 1974;Voegelin, 1952).

    Powell patrocin los trabajos de campoen lingstica con la conviccin de querecogiendo vocabularios y textos de laslenguas indgenas americanas sera posiblereconstruir las relaciones genticas entre lastribus indgenas americanas para suclasificacin, objetivo prioritario de la Oficinade Etnologa Americana en su carcter deinstitucin dependiente del gobierno de losEE.UU (Darnell, 1998a). Si bien Boas eraescptico respecto de la posibilidad de unacorrelacin directa entre lengua y cultura (ysin dudas descart cualquier relacin entrelengua y raza), document las lenguasindgenas americanas y sus tradicionesculturales, a las que entenda como en riesgode desaparecer a causa de la colonizacineuropea (prctica que posteriormente seconoci como antropologa de salvataje). Atravs de sus escritos y de sus enseanzas,Boas ensanch la perspectiva de estudio ypromovi los mritos del trabajo de campolingstico que, con anterioridad a l, habaconsistido en la compilacin de listas devocabulario y en la coleccin ocasional demitos y leyendas. l tambin comunic aalgunos de sus discpulos- particularmente aEdward Sapir y a Alfred Kroeber- la pasin porla descripcin lingstica detallada y laconviccin de que las lenguas constituyen una

    herramienta fundamental no slo parafavorecer el trabajo de campo sino tambinpara el estudio de la cultura; especialmenteporque las categoras y reglas de la lenguaseran principalmente inconscientes, con lo

    que no estaran sujetas a racionalizacionessecundarias (Boas, 1911b). Es entoncesdesde la teora y la prctica Boasiana que sedesarroll la concepcin de la lingstica comoherramienta para el anlisis cultural (ohistrico). Esta concepcin determin el rolcentral desempeado no slo por la lenguasino tambin por los lingistas enantropologa. No obstante esto, en la tercerageneracin despus de Boas esta concepcinfue simplificada de forma utilitaria y la

    justificacin del trabajo del lingista dentro deldepartamento de antropologa se redujo acolaborar con los antroplogos culturales ysociales en la realizacin de sus tareas. Notodos aceptaron este rol secundario y algunosinvestigadores o migraron a departamentos delingstica o alentaron a sus discpulos atrasladarse. (Sapir, por ejemplo, aconsejaparentemente a sus estudiantes a obtenersus doctorados en lingstica [Darnell, 1998b:362]). A mi modo de ver, esto fue posibleporque dentro del primer paradigma loslingistas de los departamentos deantropologa y aquellos de otrosdepartamentos compartan muchospostulados tericos y metodolgicos. Es poresto que Sapir ha realizado importantescontribuciones a la lingstica histrica ytipolgica; y a la teora fonolgica, porejemplo, con su argumento en favor de lanaturaleza psicolgica del fonema (Sapir,1933, 1949). Es significativo dentro de estaconexin que Leonard Bloomfield -el lingistaamericano ms influyente de la primera partedel siglo XX y Sapir hayan tenido una cordial,aunque competitiva, relacin (Darnell, 1990):ellos compartieron una pasin, los patronesgramaticales. Si bien un investigador comoSapir ha trascendido sus objetivosgramaticales para aventurarse en el estudiode la cultura (Sapir, 1949a, l994; Silverstein,

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    1986), la identidad profesional preponderantede aquellos que trabajaron bajo su conduccinfue la de expertos en la gramtica de lenguasparticulares. A pesar de su amplia formacinantropolgica, estos lingistas concibieron la

    lengua como una entidad autnoma cuyalgica entendan sui generis, por lo que suabordaje requera herramientas especiales.5En consecuencia, la formacin en fontica yen morfologa fue enfatizada por sobre todo lodems. Este era el capital cultural (Bourdieu,1985) de los lingistas que trabajaban dentrodel primer paradigma.6 Sin embargo, en eltranscurso de la dcada del 50, estaespecializacin no fue ms vendible deforma sencilla a los antroplogos, y nosencontramos con los herederos de Boas ySapir debatindose para justificar la tenenciade un lingista propio en el departamento deantropologa (Voegelin y Harris, 1952: 326):

    En muchas universidades en lasque no existe un departamento delingstica independiente- la facultadde antropologa debe contar con unespecialista cuya competenciaincluya la formacin en modernastcnicas lingsticas. Donde existe

    5 "El trabajo de Chomsky me parece actualmente el

    ltimo desarrollo, la perfeccin si la hubiera, de latendencia dominante de la lingstica durante estesiglo. Es la lnea que motiv gran parte del trabajo deSapir y que dio forma a los esfuerzos constantes quebajo su influencia se realizaron para relacionar lenguacon cultura. En resumen, la tendencia favorece elaislamiento de la lengua como objeto autnomo deestudio. Ha sido alrededor de esa separacin que lalingstica moderna evolucion como disciplina. Elgrado de separacin y los fundamentos que la

    sostienen, sin embargo, han ido variando" (Hymes,1983: 339).

    6 "Si una universidad programa slo un semestre paradictar lingstica, lo mejor que el profesor puede haceres brindar un curso general que contenga unas tresclases sobre consonantes, tres sobre vocales, unasobre tono, tres sobre fonmica, tres sobre morfologa,dos sobre sintaxis, y una sobre fundamentosgenerales"(Pike, 1963: 321).

    ya un departamento independientede lingstica, el departamento deantropologa debe, de todos modos,contar con una formacin enlingstica antropolgica a cargo deun especialista que desempee la

    funcin de enlace entre laantropologa y la lingstica.

    En el mismo artculo, Charles (Carl)Voegelin y Zellig Harris (ambos integrantesdel equipo de Sapir en Yale (Darnell, 1998b:362)) parecen oscilar entre el orgullo sobre suconocimiento tcnico (es decir, su habilidadpara producir una descripcin gramaticalprecisa de cualquier lengua) y el deseo deevitar asustar a los estudiantes de

    antropologa cultural con asuntos que podranparecer demasiado difciles de aprender en elpoco tiempo otorgado al tema por losdepartamentos de antropologa (p.326, minfasis):7

    La importancia de relacionar laformacin antropolgica con lastcnicas lingsticas consiste en questas ltimas le brindan a laformacin antropolgica tcnicasnecesarias y no demasiado difciles

    para explorar la cultura. Los estudiosde la cultura sin consideracioneslingsticas tienden a reducirse a losociolgico ms que a ampliarsesobre lo antropolgico. Por otraparte, los estudios etnolingsticosrealizados por antroplogos sinconocimiento de las tcnicaslingsticas resultan tareas deaficionados.

    La preocupacin exclusiva por lasestructuras gramaticales se hace tambinevidente en el texto titulado Anthropological

    7 Como Voegelin (1961) sugiri posteriormente, el

    trmino "etnolingstica" fue empleado aqupeyorativamente y en contraste al de "lingsticaantropolgica". Se debe entender en referencia a lascomparaciones transversales entre lenguas (cross-linguistics) realizadas por antroplogos culturales.

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    Linguistics: An Introduction, escrito por JosephGreenberg y publicado en 1968 en serieseditadas por Harris y Voegelin. Una somerarevisin de su ndice de contenidos revela unaproblemtica extremadamente diferente a la

    que se encuentra en los textoscontemporneos (por ejemplo, Duranti, 1997;Foley, 1997) y en sus interpretaciones (porejemplo, Blount, 1995; Brenneis y Macaulay,1995; Duranti, 2001b):

    I. Naturaleza y Definicin de la LenguaII. La Lingstica como CienciaIII. Lingstica DescriptivaIV. Teora GramaticalV. Fonologa

    VI. Cambio LingsticoVII. Tipos de Clasificacin de LenguasVIII. Universales SincrnicosIX. Generalizacin DiacrnicaX .Explicaciones de nivel superior

    Considerar el libro de Greenberg comouna introduccin al estudio de la lengua desdeuna perspectiva antropolgica implica aceptaral menos los siguientes dos postulados: a) lalengua es la cultura (y por ello uno puedeconsiderar que est haciendo una tareaantropolgica analizando gramtica) y b) lalingstica descriptiva (incluyendo la lingsticatipolgica e histrica) es la disciplina-gua delos lingistas en el departamento deantropologa (y en cualquier otra parte),delimitando tanto unidades como mtodos deanlisis. Este segundo presupuesto estimplcito en la eleccin del trmino lingsticaantropolgica, trmino que devino popular enlos 50 y que puede ser interpretado comondice de que sus adherentes se identificaronen primer lugar con la lingstica y slosecundariamente con la antropologa (DavidSapir [1985:291] propuso esta denominacinindudablemente atendiendo a los interesesintelectuales de su padre). Si consideramos ladescripcin y la clasificacin de las lenguasbasadas en sus lxicos y en sus estructuras

    gramaticales como el principal objetivo deeste paradigma, la eleccin de editar en serieel libro de Greenberg para producir un textointroductorio en los 60 adquiere sentido dadassus importantes contribuciones a la lingstica

    histrica (1963a) y tipolgica (1963b, 1966).Estas son reas que continan siendo de graninters para antroplogos especializados yaque la reconstruccin lingstica puedeaportar evidencia de migraciones y contactos(a veces antes de que los registrosarqueolgicos estn disponibles) (por ejemplo,Kirch, 1984).

    Adems, el trabajo de Greenberg fuevisto por algunos lingistas antroplogos -entre ellos la discpula de Sapir, Mary Haas(1978: 121-22)- como aportando unaalternativa al nuevo paradigma en lingsticaformal, la gramtica generativatransformacional de Chomsky. Al contrario deChomsky, quien estaba en ese tiempoconcentrado principalmente en el anlisis delingls y quien sealaba la necesidad de quelos estudiantes trabajasen solamente sobresus propias lenguas (a fin de ser capaces defundamentarse en sus intuiciones nativas),Greenberg promova el estudio de tantaslenguas como fuera posible por lo que fuevisto como un extrao por los lingistasdescriptivos y de campo. Sin embargo, laexclusiva concentracin en la gramtica, juntocon el rpido crecimiento de programas y dedepartamentos independientes de lingsticaen los Estados Unidos, impactnegativamente sobre los que se identificabancomo lingistas antroplogos. Los nolingistas pertenecientes a los departamentosde antropologa comenzaron a cuestionar lanecesidad de tener sus propios lingistasdada la existencia de otros departamentos enel mismo campus dedicados al estudio de lalengua. Al mismo tiempo, el foco sobre ladescripcin gramatical y la dedicacin sobre ladocumentacin gramatical y textual delenguas que estaban en vas de extincin(Moore, 1999) alent la identificacin deltrabajo de campo de la lingstica

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    antropolgica con las descripcionesampliamente a-tericas de lenguas no-indo-europeas, principalmente sin escritura. Antesde convertirse en un estereotipo negativoentre los que no pertenecan a la sub-

    disciplina, esta visin simplificada de lalingstica antropolgica fue explcitamenteconstruida por algunos de sus lderes. Porejemplo, Harry Hoijer (1961: 10) defini lalingstica antropolgica como "un rea deinvestigacin dedicada principalmente alestudio, sincrnico y diacrnico, de lenguasque no poseen escritura", y Carl Voegelin(1961: 680) sostuvo que la lingsticaantropolgica est llamada a revelar laproblemtica de lenguas an desconocidas,tarea que era en general ms descriptiva queen otros campos de la lingstica (pp.673-74).

    Fue esta fascinacin por la descripcinprecisa de los patrones gramaticales delenguas no indo-europeas, especialmenteaquellas habladas por los indgenasnorteamericanos, la que produjo el postuladoterico ms durable de este paradigma: larelatividad lingstica, tambin conocido como"hiptesis de Sapir-Whorf" (Hill y Mannheim,1992). La hiptesis sostena que las lenguasprovean a sus hablantes nativos de unconjunto de predisposiciones difcilmentecuestionables (por ejemplo, percibir solamenteciertas distinciones de sonidos, favorecerdeterminadas clasificaciones, producirdeterminadas extensiones metafricas) quetendran un impacto en la interpretacin de larealidad, y, consecuentemente, en la conducta(como en el ejemplo de Whorf (1941) sobrelos tanques vacos de gasolina errneamenteconsiderados menos peligrosos que losllenos). El tema de la relatividad lingsticagener considerables debates que seprolongaron a lo largo de los aos (Koerner,1992). Hasta los 80, el postulado se mantuvoestrechamente ligado a este primerparadigma; y como tal, de poco inters paralos que abrazaron al segundo.

    Los aspectos generales del primerparadigma pueden resumirse de la siguienteforma:

    Objetivos: la documentacin,descripcin y clasificacin de las lenguasindgenas, especialmente las deNorteamrica (en un principio, parte dela "antropologa de salvataje").

    Perspectiva sobre la lengua: comolxico y gramtica, o sea, segnestructuras regidas por reglas querepresentan relaciones inconscientes yarbitrarias entre la lengua, entendidacomo sistema simblico arbitrario, y larealidad.

    Unidades preferidas de anlisis:oracin, palabra, morfema; y, desde ladcada del 20, fonema; tambin textos(por ejemplo, mitos, cuentostradicionales).

    Postulados tericos: unidades deanlisis adecuadas para estudioscomparativos (por ejemplo, paradocumentar clasificaciones o relacionesgenticas ), relatividad lingstica.

    Mtodos preferidos para larecoleccin de datos: elicitacin de listasde palabras, patrones gramaticales, ytextos tradicionales a partir del trabajocon hablantes nativos.

    EL SEGUNDO PARADIGMA

    El segundo paradigma es identificadocon frecuencia con los nombres deantropologa lingstica y sociolingstica.Como ocurre a menudo en ciencia, sedesarroll a partir de una serie de

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    circunstancias fortuitas que incluy, aparte dela mencionada apertura de los departamentosde lingstica en las universidades de losEE.UU., la simultnea convocatoria de dosprofesores jvenes y enrgicos a la

    Universidad de California en Berkeley y delnacimiento de la sociolingstica urbana conorientacin cuantitativa.

    Sea o no el programa de Chomsky parala lingstica una revolucin, segn loproclam Newmeyer (1986), es indiscutibleque el rpido crecimiento de losdepartamentos de lingstica en los EE.UU.durante la dcada del 60 coincide con elentusiasmo por la perspectiva chomskiana,que pareca combinar el rigor de las cienciasduras (al edificar modelos cuasi-matemticos)con una apertura sin precedentes hacia loscontenidos de los fenmenos mentales untipo de informacin anteriormente excluida porlos conductistas (ver DAndrade, 1995: 8-15).Pero la preferencia de Chomsky por losmodelos basados en las intuiciones de loshablantes nativos y por las descripciones quelas personas tienen del conocimiento de lalengua (competencia) ms que sobre lo queellas hacen con la lengua (actuacin) implicala exclusin de un amplio campo defenmenos potencialmente interesantes parala lingstica. Algunos investigadores jvenesaprovecharon esta oportunidad para brindarmiradas alternativas sobre la lengua yproponer nuevos mtodos para estudiarla.

    En la primera parte de la dcada del 60se inici la sociolingstica y una perspectivallamada etnografa de la comunicacin(inicialmente, etnografa del habla). Ambasperspectivas surgieron, o por lo menosencontraron un campo rico de trabajo, enCalifornia del Norte (Northern California). En1956 John Gumperz fue contratado paraensear Hindi en la Universidad de Californiaen Berkeley despus de retornar del trabajode campo en la India (Murria, 1998: 98). Allhaba estudiado el contacto lingstico y elmultilingismo por medio de mtodosetnogrficos como la observacin participante

    y tcnicas tradicionales de relevamiento (porejemplo, cuestionarios). El nombramiento ledio la oportunidad de colaborar con CharlesFerguson en Stanford ambos se habanconocido en la India (Murria, 1998: 97)- y de

    organizar una sesin en el encuentro anual dela American Anthropological Associationcuyos aportes fueron publicados con elnombre Linguistic Diversity in South Asia:Studies in Regional, Social, and FunctionalVariation [Diversidad lingstica en Asia delSur: Ensayos sobre variacin regional, socialy funcional] (Ferguson y Gumperz, 1960). Enla introduccin a la compilacin, Ferguson yGumperz revisaron viejos conceptos dedialectologa y lingstica diacrnica eintrodujeron la nocin de variedad(reemplazando el viejo trmino dialecto). Deeste modo, dieron lugar a la fundacin de loque ms tarde se llam sociolingstica(Labov, 1966:21; Murray, 1998: III). CuandoDell Hymes lleg a Berkeley (proveniente deHarvard) en 1960, comenz a colaborar conGumperz, enlazando su inters por el hablacomo actividad cultural con los intereses deGumperz en dialectos sociales y variacioneslingsticas. De este modo, la originariadenominacin de etnografa del habla deHymes (1962) fue extendida a lo que parecaun campo ms general, la etnografa de lacomunicacin, en dos colecciones: unapublicacin especial de la AmericanAnthropological Association titulada TheEthnography of Communication(La Etnografade la Comunicacin) (Gumperz y Hymes,1964) y la coleccin titulada Directions insociolinguistics: The Ethnography ofCommunication (Direcciones enSociolingstica: La Etnografa de laComunicacin (Gumperz y Hymes, 1972).Muy pocos, si es que alguno, de loscolaboradores en estas publicaciones sedenominaran a s mismos etngrafos, y anmenos podran haberse calificado comoetngrafos de la comunicacin en el sentidoestricto de este trmino, pero lascompilaciones funcionaron como manifiestos

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    sobre un modo de estudiar la lengua que erade muchas formas radicalmente diferentetanto de las anteriores versiones de laantropologa lingstica, la dialectologa y lalingstica histrica, como de la

    crecientemente popular lingstica generativa-transformacional de Chomsky. En laintroduccin a la compilacin de 1964 escritapor Hymes encontramos claramente elestablecimiento de algunos aspectosfundamentales del nuevo paradigma. Seargumenta que (1) la lengua debe serestudiada en su contexto de situacin(trmino tomado de Malinowski, 1923), (2) elestudio debe ir desde la descripcingramatical y etnogrfica hacia la observacinde los patrones en la actividad del habla, y(3) la comunidad de habla (como opuesta a lagramatical o al hablante-oyente ideal) debeser tomada como punto de partida. Mientrasque la referencia a la comunidad de hablatena obvia conexin con los intereses deinvestigacin y mtodos de Gumperz, losotros dos aspectos eran la esencia de lapropia visin de Hymes (1972 a) sobre unambicioso programa comparativo para elestudio de las actividades de habla o eventoscomunicativos, ms tarde llamados eventosde habla (ver Hymes, 1972). Estos aspectosconstituyeron los fundamentos para elestablecimiento del nuevo paradigma. Ydieron a los que se le afiliaron una identidadparticular, diferenciada de la lingstica (entanto no competan por el mismo territorio: lagramtica) pero tambin, en parte, menosdependiente de la aprobacin del resto de laantropologa.

    Casi al mismo tiempo, Hymes edit unamonumental coleccin de ensayos y extractostitulada: Language in Culture and Society: AReader in Linguistic Anthropology [La lenguaen la Cultura y en la Sociedad: Manual deAntropologa Lingstica] (1964) en la cualreuni una amplia gama de materiales sobreaspectos culturales y sociales del uso de la

    lengua y de su estructura8. En ese esfuerzono slo trataba de definir cmo la lenguadeba ser estudiada sino tambin promova loque se transform en una nueva perspectivarepresentada por su denominacin preferida

    antropologa lingstica

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    por sobrelingstica antropolgica (Hymes, 1963a, b,1964b). Reaccionando contra la identificacincon la lingstica sostenida por investigadoresanteriores, Hymes se pronunci por unaperspectiva antropolgica diferenciada quedeba ser desarrollada dentro -y no fuera- delos departamentos de antropologa. Escribique los departamentos de antropologadeben responsabilizarse por losconocimientos de lingstica que susestudiantes necesitan mediante laincorporacin de una especializacin enrelacin con ese conocimiento (1964b: xxiii):

    1) Es tarea de la lingstica coordinar elconocimiento sobre la lengua desde elpunto de vista de la lengua en s misma.

    2) Es tarea de la antropologa coordinar elconocimiento sobre la lengua desde elpunto de vista del hombre. Puesto entrminos de historia y prctica, la tesissostiene que hay un campo diferenciado,la antropologa lingstica, condicionado,como otros sub-campos de la lingstica yla antropologa, por ciertos corpus dedatos, un conocimiento nacional, figuraslderes, y problemas favoritos. En ciertosentido, es una actividad especfica, laactividad de aquellos cuyas preguntassobre la lengua estn configuradas desde

    8 Originalmente la coleccin, que sera coeditada con

    Harry Hoijer, iba a reunir investigaciones sobre la

    lengua y la cultura especficamente de comunidadesindgenas norteamericanas pero cuando Hoijerabandon el proyecto Hymes decidi expandirlo alestudio en general de la lengua en relacin con lacultura (Hymes, comunicacin personal, 4 de Diciembrede 2000).9El trmino antropologa lingstica es probablemente

    anterior al de lingstica antropolgica, dado que fueempleado a fines del siglo XIX por Otis T. Mason (verDarnell, 1998) y Horatio Hale (ver Hymes, 1970: 249).

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    investigadores que se denominabanlingistas antropolgicos, en el trabajo deinformantes para elicitar formas lingsticas(es decir, tems lxicos) en vez de documentarel uso de esas formas en eventos de habla.

    En el nivel terico, continuaron interpretandola relatividad lingstica como pertinente a laclasificacin lingstica (primer paradigma)ms que extenderla a la esfera de lasactividades lingsticas segn lo sugiriHymes (1966) (segundo paradigma).Finalmente, la ausencia en sus trabajos devariacin contextual es incompatible con elsegundo paradigma que est fundado sobre lanocin de variacin (Ferguson y Gumperz,1960) y de competencia comunicativa (comoopuesta a la estrictamente lingstica)(Hymes, 1972b). Los presupuestos tericosbsicos de Berlin y Kay y sus mtodos hanpermanecido sin cambios (ver Kay y Maffi,2000) y coexisten junto a tradicionesradicalmente diferentes dedicadas al estudiode la categorizacin (por ejemplo, Goodwin,1997) con las que no se relacionan.

    Por razones similares, el segundoparadigma comparte muy poco con la nuevaetnografa o etnociencia de los aos 60,conocida ms tarde como antropologacognitiva (DAndrade, 1995). A pesar de lainclusin del artculo de Gumperz sobrecomunidades multilinges en CognitiveAnthropologyde Tyler (1969) y del trabajo deFrake sobre los tipos de litigio en el libro deGumperz y Hymes (1972), en su mayor parteel segundo paradigma rompi con la tradicinBoasiana de concebir la cultura como unfenmeno mental, tendiendo a minimizar lacompetencia en favor de la actuacin(Bauman, 1975, Hymes, 1975)11 y

    11No es sorprendente que Frake haya sido incluido en

    la coleccin de Gumperz y Hymes (1972). Sus artculossobre cmo pedir un trago en Subanun y sobre cmoentrar a una casa Yakan (Frake, 1972, 1975) diseanuna perspectiva para interpretar la mente humana quefocaliza la clasificacin en acto y que est ms atenta ala accin social y al contexto que ningn artculo deotro contribuyente a la coleccin de Tyler (1969).

    consolidando una conexin perdurable con losestudios sobre folklore (por ejemplo, Bauman,1992). Fue Gumperz quien a mediados de los70 retom una perspectiva ms cognitivasobre la cultura, explorando las implicaciones

    del trabajo realizado por el filsofo Paul Grice(1957, 1975) sobre el significado y laimplicatura, para desarrollar una teora de laalternancia de cdigos y la (in)comunicacintrans-cultural (Gumperz, 1977, 1982). Noobstante, dado su inters en la interaccin yen las cualidades emergentes de lainterpretacin, su enfoque tambin estuvoorientado hacia la actuacin.

    Una revisin de la literatura producidadurante los 60 y los 70 por Gumperz, Hymesy sus respectivos discpulos y asociadosmuestra que en esos aos las dependenciasintelectuales de los seguidores del segundoparadigma no eran con la antropologa sinocon un nmero de proyectos de investigacinalternativos dedicados a otros sub-campos -que no pertenecan a la tendencia dominante-,entre los que se incluyen los anlisis de ErvinGoffman sobre los encuentros cara a cara, laetnometodologa de Harold Garfinkel y lasociolingstica urbana de William Labov. Afines de los 60 la convergencia de Goffman,Labov y Hymes en la Universidad dePennsylvania favoreci la creacin de unclima intelectual en el cual prevaleci elestudio de la lengua desde el punto de vistade cmo es usada en la vida social. El mismompetu fue experimentado en la costa oeste,donde William Bright -en un principio,discpulo de M. B. Emeneau y Mary Haas enla Universidad de California en Berkeley- en1964 organiz una conferencia en laUniversidad de California en Los ngeles(sobre sociolingstica) que incluy ainvestigadores de cambio lingstico,planificacin lingstica, contacto de lenguas yde estratificacin social en el uso de la lengua(Bright, 1966).

    Durante una dcada hubo una fuerteidentificacin entre la etnografa de lacomunicacin y el nuevo campo de la

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    sociolingstica. Esta identificacin se observaen una cantidad de iniciativas, entre ellas (1)la inclusin del trabajo de Willam Labov en lacompilacin de Gumperz y Hymes, (2) laadopcin del trmino sociolingstica como

    denominacin que inclua la etnografa de lacomunicacin (ver Directions inSociolinguistics: The Ethnography ofCommunication [Gumperz y Hymes, 1972] yFoundations in Sociolinguistics: AnEthnographic Approach[Hymes, 1974]), (3) laconformacin de la revista Language inSociety, y (4) la eleccin realizada por Hymesde Labov y Allen Grimshaw (un socilogo)como editores asociados de dicha revista, loque da a entender que, habindose pasado alDepartamento de Educacin de launiversidad, ya no se apoyabaexclusivamente en la antropologa comosoporte institucional o intelectual.

    Al revisar los libros y artculos que sedesarrollaron dentro del segundo paradigma,uno no puede ms que sentirse sorprendidopor la ausencia de la relatividad lingsticacomo tpico o tema de debate. En general,desde el principio de los 60 hasta el fin de los70, la polmica sobre la relacin entrelenguaje y pensamiento qued fuera de laagenda de investigacin de los seguidores delsegundo paradigma. Los pocos quecontinuaron preocupndose por la relatividadlingstica fueron los crticos de Whorf, porejemplo, Berlin y Kay, quienes venantrabajando con presuposiciones tericas(innatismo, universalismo) y con metodologa(elicitacin sin registro de habla espontnea)ajena a los seguidores del segundoparadigma. En cuanto Kay se interes ms enla sintaxis y en la semntica de prototipos -yse mud del departamento de antropologa dela Universidad de California en Berkeley paraintegrarse al departamento de lingstica en elmismo campus- y Berlin continu su trabajosobre clasificacin ethnobotnica y sobre elsimbolismo del sonido (por ejemplo, Berlin,1992), el inters en la relatividad lingsticasigui decreciendo en los 70 y en los 80

    (para resurgir en los 90: por ejemplo,Gumperz y Levinson, 1996, Lucy, 1992). Estadeclinacin estuvo relacionada con otrocambio importante: la lengua no era msconsiderada la ventana hacia la mente

    humana como lo haba sido para Boas y susdiscpulos. Es ms, era entendidafundamentalmente como un fenmeno social,con lo que deba ser estudiada no a partir desesiones privadas con uno u otro informantesino a partir de presenciar eventos de habla oprcticas discursivas (ver, por ejemplo, Basso,1979; Bauman y Sherzer, 1974; Gumperz,1982; Sherzer, 1983). An cuando eranempleadas tcnicas semi-experimentales (porejemplo, entrevistas, cuestionarios), elobjetivo era documentar y explicar la variacinlingstica entre hablantes o entre eventos(por ejemplo, Gal, 1979) ms que comprenderuna cosmovisin o percepcin particular de larealidad.

    Al comenzar la segunda mitad de los 60,los antroplogos lingistas y lossociolingistas estaban hermanados no slopor la atencin puesta sobre el uso de lalengua sino tambin por su carencia deinters en temas de psicolingstica. Elsegundo paradigma haba promovido, enotras palabras, un estudio de la lenguaseparado de la psicologa y, para muchos,incluso, anti-psicolgico; esto al mismo tiempoque Chomsky enlazaba ms estrechamente lalingstica con la psicologa (por ejemplo, ensus primeros desarrollos donde sostena quela lingstica deba ser entendida como partede la psicologa) y donde cognicin comoopuesto a conducta vena convirtindose enla clave de la psicologa norteamericana. Estedistanciamiento de la revolucin cognitivatuvo al menos dos efectos. Uno fue que losadherentes al segundo paradigma dejaron depensar la antropologa lingstica en sentidorestringido (especialmente dejaron desometerse a lo lingstico) para plantearsenuevas preguntas y observar usos. Adems,ste era un perodo de auto-afirmacin en elcual los antroplogos lingistas trabajaron

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    fuerte para organizar su propia agenda yreforzar su identidad como grupo. El otroefecto fue que la falta de inters en lacognicin distanci a los seguidores delsegundo paradigma de los antroplogos

    cognitivos de los 60 quienes estudiaban lalengua como un sistema taxonmico y dondeel anlisis lingstico era la metodologa-guahacia el estudio de la cultura-en-la-mente.Este distanciamiento intelectual representexactamente lo opuesto al objetivo original deHymes: la integracin de la antropologalingstica con el resto de la antropologa. Enla dcada del 70, los antroplogossocioculturales descubrieron el discurso,pero la idea de la cultura como texto comoen el influyente ensayo de Geertz ThickDescripcin [Descripcin densa] erasostenida por filsofos europeos (por ejemplo,Derrida, Gadamer, Ricoeur) ms que porantroplogos lingistas.

    En el plano terico, con algunasexcepciones, el segundo paradigma fuecaracterizado por una renuencia general adesafiar tanto al resto de la antropologa comoa la lingstica. Ms all de los escritos deHymes sobre competencia comunicativa,donde se critica explcitamente la nocin decompetencia de Chomsky (Hymes, 1972b), lamayora de los investigadores se ocuparon deidentificar las formas en las que el uso de lalengua se organiza culturalmente a travs desituaciones sociales. Cuando criticaban lasteoras era con frecuencia para mostrar queestaban demasiado occidentalmenteorientadas como para dar cuenta de losmodos en que la lengua es concebida y usadaen otras zonas, por ejemplo, el caso de loscontraejemplos de Malagacy a la mxima deGrice s informativo reunidos por Elinor[Ochs] Keenan (1977) y el ataque de MichelleRosaldo (1982) a los fundamentosepistemolgicos de la Teora de los Actos deHabla, basado en su trabajo de campo entrelos Ilongotes. En el segundo paradigma, lasgeneralizaciones fueron escasas; losinvestigadores hicieron muy poca

    comparacin, y an cuando se hicieroncomparaciones (por ejemplo, en el ensayo deJudith Irvine [1979] sobre eventos formales)fue para demostrar que un concepto analticocomnmente aceptado (por ejemplo, el de

    formalidad) era cuestionable en determinadascomunidades de habla y en contextosparticulares.

    Una notable excepcin a esta tendenciageneral fue el estudio de la cortesa lingsticade Penlope Brown y Stephen Levinson(1978) que present una teora bien articuladay empricamente verificable basada en lanocin de cara [face] de Goffman (1967), yen la teora de Grice (1957) sobre elsignificado fundamentada en la interpretacinde las intenciones del hablante y en elprincipio de cooperacin (1975). Brown yLevinson sostuvieron su modelo de eleccinracional con un amplio espectro de ejemplosrecolectados en la India entre los hablantesdel Tamil (Levinson, 1977) y en Mxico entrelos hablantes del Tzeltal (Brown, 1979) eincorporaron ejemplos de la literatura inglesay de otras lenguas (Malagacy y Japons enparticular). A pesar de compartir credencialescon los adherentes al segundo paradigma(haban sido formados en antropologa en laUniversidad de California en Berkeley,estudiando con John Gumperz y muchosotros), su teora no gener mayor inters entrelos antroplogos. Fue mucho ms popularentre los analistas del discurso y lospragmatistas fuera de la antropologa. Laausencia de tentativas por parte deantroplogos de comprobar estas teoras o almenos de comentarlas (las observacionescrticas de Hymes [1986] constituyeron unaexcepcin) sugieren una tendencia general aevitar la actividad crtica abierta dentro delmismo campo y/o la falta de inters poruniversalizar los modelos.

    Las caractersticas del segundo paradigmapueden ser resumidas del siguiente modo:

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    Objetivos: el estudio del uso

    lingstico entre hablantes y entreactividades.

    Perspectiva sobre la lengua:como un dominio culturalmenteorganizado y organizador de lo cultural.

    Unidades preferidas deanlisis: comunidad de habla,competencia comunicativa, repertorio,variedades de lengua, estilo, eventos dehabla, acto de habla, gnero.

    Postulados tericos: variacinlingstica, relacin entre lengua ycontexto.

    Mtodos preferidos derecoleccin de datos: observacinparticipante, entrevistas informales,grabaciones magnetofnicas de hablaespontnea.

    CONSOLIDACIN DEL SEGUNDOPARADIGMA Y POSTERIORESDESARROLLOS

    En la dcada del 80, el segundoparadigma se consolid por medio de unaproduccin considerable de publicaciones yproyectos. Para entonces muchos de losdiscpulos de Hymes y Gumperz obtuvieroncargos estables en varias universidades ycomenzaron a formar sus propios estudiantes.Los que trabajaban dentro de losdepartamentos de antropologa en programasde postgrado estuvieron, al menos enprincipio, en una mejor posicin para afianzarel segundo paradigma que aquellos queestaban en los programas de grado o en losdepartamentos de lingstica.

    Cuando, en 1983, como consecuenciade la reorganizacin de la AsociacinAmericana de Antropologa en seccionesseparadas (a fin de evitar el aumento en latasacin federal), se fund la Society for

    Linguistic Anthropology (Sociedad deAntropologa Lingstica) (SLA) no slo seratific la importancia del estudio de la lenguadentro de la antropologa norteamericana sinoque tambin esto se constituy en un implcitoreconocimiento a la perspectiva de Hymesacerca de la sub-disciplina -como se ve en supreferencia por el trmino antropologalingstica por sobre lingsticaantropolgica. (Hymes fue presidente AAAese ao e influy en la conformacin de laseccin a pesar de no haber estado presenteen el primer encuentro de negociacin.) Laidentificacin con la lingstica que habacaracterizado a los seguidores del primerparadigma continuaba vigente entre algunosde los miembros del SLA, especialmente entrelos investigadores de lenguas indo-americanas quienes en 1981 formaron supropia asociacin, the Society for the Study ofthe Indigenous Languages of the Americas (laSociedad para el Estudio de las LenguasIndgenas Americanas) (SSILA).

    En la dcada del 80 hubo tambindesarrollos intelectuales innovadores. Algunoseran ampliaciones y refinamientos dedirecciones ya establecidas pero otros eranideas y proyectos inspirados en perspectivastericas y metodolgicas surgidas fuera delsegundo paradigma. Voy a revisarbrevemente aqu cuatro de los principalesfocos de inters: (1) Performance (ejecucin-actuacin-desempeo); (2) Socializacinlingstica primaria y secundaria; (3)Indexicalidad; y (4) Participacin. Mientras (1)y (2) estaban relacionados msestrechamente a los escritos de Hymes y erancompatibles con su programa original, (3) y enalgn punto (4) estaban inspirados en otrostrabajos a menudo ajenos a la antropologa oa la lingstica.

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    1) 1) Perfomance: Comenzando a mediados delos 70, la nocin de ejecucin se extendi deluso de la lengua (por ejemplo, Chomsky,1965) y del habla como accin (por ejemplo,Austin, 1962) a la forma del habla en s y de

    las implicaciones del hablar como produccinque a menudo requiere habilidades especialesy que est cotidianamente sujeta a evaluacinpor sus dimensiones estticas, expresivas oestilsticas (Hymes, 1972b; Tedlock, 1983).Esta perspectiva tena varias de sus races enel folklore y en el estudio del arte verbal(Bauman, 1975, 1977; Hymes, 1975; Paredesy Bauman, 1972). El trmino creatividad,usado por Chomsky para referirse a lahabilidad del hablante nativo para generar enpotencia una infinita cantidad de oraciones apartir de un conjunto finito de elementos, fueas redefinido y extendido a otros territorioscon el presupuesto de que hablar constituaun elemento esencial de la vida social. Eldescubrimiento contemporneo de algunosantroplogos sociales (por ejemplo, Bloch,1975) del rol fundamental del habla en lanegociacin del status y el control deconflictos ubic a la retrica poltica como unaextraa zona de negociacin en la cual loslingistas y los antroplogos socioculturalespodan encontrarse para resolver problemascomunes (por ejemplo, Brenneis y Myes,1984; Watson- Gegeo y White, 1990). En ladcada del 90 esta lnea de trabajo seexpandi conectndose con el trabajo sobreperformatividad en relacin con la definicin yla negociacin de la identidad de gnero (Hall2001).

    2) Socializacin lingstica primaria y secundaria:La adquisicin de la lengua se convirti en elprincipal objeto de investigacin en la dcadadel 60 y del 70 -la Revista de LenguajeInfantil, Journal of Child Language, se funden 1974 para sumarse a las publicaciones depsicolingstica y psicologa evolutiva quecentraban su atencin principalmente en ellenguaje adulto (Cristal, 1974).

    Simultneamente, la adquisicin de lacompetencia comunicativa fue identificada ydefinida por Hymes y sus discpulos (porejemplo, Sherzer y Darnell, 1972) como unaparte importante del estudio etnogrfico del

    uso de la lengua. Sin embargo, un escasotrabajo emprico se estaba llevando a cabo apartir de los postulados bsicos del segundoparadigma. A pesar de los esfuerzos degrupos interdisciplinarios tales como elorganizado por Dan Slobin en la Universidadde California en Berkeley a mediados de los60, los primeros intentos de producir estudiosetnogrficos sobre adquisicin no fuerondemasiado exitosos (Duranti, 2001a:23-24).La situacin cambi radicalmente en ladcada del 80 cuando, en un artculo de laprincipal coleccin de antropologa cultural,Elinor Ochs y Bambi Schieffelin (1984)identificaron la socializacin lingstica comoun puente entre la antropologa y el desarrollode la lengua, entendindola tanto como unasocializacin en la lengua (el aspecto quefaltaba en lingstica y psicolingstica) comouna socializacin por la lengua (lo aceptadoya en antropologa cultural). Sobre la base deltrabajo realizado entre Samoans (Ochs) yKalulis en Papua Nueva Guinea (Schieffelin),describieron la investigacin moderna sobreadquisicin de lengua como [necesariamente]fundamentada en teoras locales sobre lamente y la sociedad y disearon un programade investigacin integrando mtodosdesarrollados en psicologa evolutiva(estudios longitudinales) con mtodosdesarrollados en antropologa cultural(etnografa). Su postulado de el habla infantil(un aspecto de Motherese [baby-directedspeech- o la lengua que se usa para hablarcon los nios]) no era universal, era slo lapunta del iceberg de un modelo desocializacin que deba ser documentado porlos trabajadores de campo alrededor delmundo (ver tambin Ochs y Schieffelin, 1995).Una de las ms prometedoras consecuenciasde esta lnea de investigacin ha sido laadopcin, extensin, y refinamiento de los

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    descubrimientos de Ochs y Schieffelin ensituaciones de contacto de lenguas (porejemplo, Duranti y Ochs, 1997; Garrett, 1999;Kulick, 1992; Rampton, 1995; Schieffelin,1994; Zentella, 1997).

    La socializacin lingstica es un procesoque se lleva a cabo a lo largo de toda la vida,por esta razn a menudo se hace ladiferenciacin entre socializacin primaria ysocializacin secundaria. Dentro del procesode socializacin secundaria, lo que hasuscitado mayor inters fue la alfabetizacin.En esta rea, la investigacin pionera deShirley Brice Heath (1983) realizada en trescomunidades de las montaas Carolinas(piedmont Carolinas) fue ejemplar por suvisin crtica sobre la dicotoma entre culturaescrita y oralidad (ver tambin Rumsey, 2001)y por focalizar los eventosde la alfabetizacin.Su aporte principal fue considerar que lasocializacin para la lecto-escritura no estabaaislada de otros tipos de socializacin,incluida la socializacin para desempearseverbalmente y para participar en eventosdonde se produce narrativa. El trabajo deHeath complement trabajos anterioresrealizados sobre las habilidades requeridas enlas escuelas (Cazden, John, and Hymes,1972) y fue continuado por otros trabajos deinvestigacin dedicados a la alfabetizacin y ala escolarizacin desde una perspectiva trans-cultural con fundamentos etnogrficos (verVencer, 1995; Collins, 1995; Schieffelin yGilmore, 1986; Street, 1984).

    3) Indexicalidad: Los filsofos, incluyendo aImmanuel Kant, Charles S. Peirce y EdmundHusserl, reconocieron hace tiempo queexisten diferentes tipos de signos, algunos delos cuales no representan nada (porejemplo, una idea) sino que adquieren susignificado a partir de una relacin espacio-temporal (o por memoria) con otro fenmenoo entidad. A la significacin de esos signos sepuede arribar solamente tomando enconsideracin las circunstancias en las que

    esos signos son usados. Los ejemplos tpicosincluyen los llamados decticos tales como losdemostrativos ingleses this y that (este yaquel) y los pronombres personales como Iyyou (yo y tu). Por ejemplo, el pronombre I

    (primera persona singular) cambia designificado de acuerdo a quin est hablando,o, mejor dicho, de acuerdo al personaje que elhablante est personalizando en un momentodado (Goffman, 1981 [1979]). Usando laterminologa de Peirce, podemos decir que el I(yo) ingls es un ndice. Un estudioantropolgico del lenguaje no puede menosque estar interesado en tales expresiones,dado el poder que ellas tienen para definircules son finalmente las categorasculturales socialmente construidas, porejemplo: locutor/destinador/autor versusoyente/destinatario/audiencia. Los primerostrabajos sobre expresiones indexicales sebasaron sobre formas lingsticas a partir desituaciones idealizadas, pero cuando lostrabajadores de campo comenzaron aexaminar la lengua en uso en contextosculturales especficos se dieron cuenta de quetoda expresin es indexical, o sea, quenecesita ser referida a un contexto paraobtener una interpretacin culturalmenteadecuada (ver tambin Garfinkel, 1967).

    A mediados de la dcada del 70,profundizando el trabajo de Peirce y RomanJakobson, Michael Silverstein comenz adesarrollar una lnea de investigacin que hizode la indexicalidad la piedra angular para elestudio de la lengua como cultura. En unartculo publicado en 1976 titulado Shifters,Linguistic Categories, and CulturalDescription ("Conmutadores, CategorasLingsticas y Descripcin Cultural"), delineuna diferenciacin entre ndices quepresuponen ("esta" en "esta mesa esdemasiado larga") e ndices que construyen ocreativos (por ejemplo, los pronombrespersonales tales como "yo" y "tu"), a los queentiende como partes de un continuum que vadesde aquellos ndices dependientes-de-contexto a aquellos configuradores-de-

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    contexto. Silverstein emple tambin la nocinde indexicalidad como una forma de repensarla relatividad lingstica en tal sentido, unabuena parte de sus escritos pueden serconsiderados como un puente entre el primer

    y el segundo paradigma. Su implicacin con larelatividad se volvi ms evidente en unacantidad de publicaciones subsiguientes enlas que critic a los tericos de los actos dehabla por focalizar solamente los usoscreativos del lenguaje correspondientes acategoras lxicas (por ejemplo, verbos dedecir, de hacer, etc., o sea, verbosperformativos segn la terminologa de J. L.Austin) (por ejemplo, 1977) e identific loslmites de la conciencia metalingstica (untrmino que evoca el de "funcinmetalingstica" de Jakobson [1960]) (2001[1981]) una cuestin importante para laantropologa porque determina en qu medidalos etngrafos pueden apoyarse sobre lasopiniones nativas. Con los aos, Silversteinextendi su marco terico para incluir lo quellama "funciones metapragmticas" de laexpresin lingstica (1993), es decir, al rangode las expresiones que se refieren a lo que lalengua hace (su fuerza pragmtica). El trabajode Silverstein sobre indexicalidad ha sidoadoptado, ampliado y modificado hasta ciertopunto por algunos de sus primeros discpulos(por ejemplo, Agha, 1998; Hanks, 1990).

    4) Participacin: Si bien uno de los componentesdel modelo de evento de habla de Hymes(1972) era "los participantes" incluyendo alhablante o emisor, destinador, oyente oreceptor o audiencia, y destinatario, estascategoras fueron analizadas en profundidadrecin a fines de los 70. Una contribucinimportante en esta rea fue el ya mencionadoartculo de Goffman sobre "posicionamiento(footing") (1981, [1979]) que incorpor, o almenos evoc, la nocin de indexicalidad y eltrabajo de Bakhtin sobre discurso referido, enprincipio conocido a travs de la traduccin delos escritos de V. N. Voloshinov (1971).

    Goffman introdujo la nocin de marco departicipacin como una configuracincombinada de estatutos de participacin(autor, animador, principal, oyente ratificado,oyente adicional o no ratificado, oyente

    imprevisto) activados por el uso de una formalingstica particular. Algunos de susdiscpulos aplicaron o ampliaron este anlisis.Susan Philips (1972) us la nocin departicipacin en su trabajo sobre interaccinen clase con el objetivo de comprender eldesempeo escolar de nios indgenas deWarm Springs. Marjorie Goodwin (1990)elabor sobre el marco de participacin sunocin de "marco participante", que implicasuponer que el anlisis de la conversacinilumina la comprensin del monitoreorecproco de hablantes y oyentes (porejemplo, Sacks, Schegloff, y Jefferson, 1974).Relacionado con esta lnea de investigacinse encuentra el estudio del rol de la audienciaen la determinacin de la forma y delsignificado del habla (Bauman, 1986; Duranti,1988, 1993; Duranti y Brenneis, 1986; C.Goodwin 1981).

    Los 80 fueron aos de intensa revisiny desplazamiento de paradigma dentro de laantropologa en general. La nuevaantropologa crtica representada por WritingCulture (Cultura Escrita) de Clifford y Marcus(1986) cuestion algunos de los fundamentosepistemolgicos y polticos de la disciplina, losderechos de los antroplogos para adquiririnformacin en ciertas condiciones socio-histricas y la posibilidad de sobrevivencia dela disciplina sobre los mismos presupuestosque haban sostenido el proyecto de Boas. Eldesplazamiento postmoderno realizado apartir de voces y puntos de vista alternativos eiluminadores conllevaron la crisis de identidadde la disciplina, o su crisis postmoderna, alcentro de la escena. Desde que la mismanocin de cultura fue atacada por exotizar alOtro, muchos antroplogos buscaron nuevasformas de referir su experiencia etnogrfica.En este clima intelectual, la antropologalingstica, con su larga tradicin de reunir y

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    analizar textos, fue, repentinamente, vistacomo posible aliada en la tarea de pensarsobre polticas de representacin. Fueentonces que el mercado laboral comenz aabrirse nuevamente para los antroplogos

    lingistas. Algunos departamentos deantropologa sintieron la necesidad derepensar la lengua desde una perspectivams amplia, con lo que entendieron que laantropologa lingstica poda participar de undilogo renovado.

    Al mismo tiempo, tal vez porque lalingstica formal y la sociolingsticacuantitativa parecan no haber sido afectadaspor la crisis de identidad que salpicaba a lasciencias sociales, los lingistas interesados enel contexto social del habla se sensibilizaronpor el rol de la lengua en la determinacin delas identidades de gnero, tnicas y de clase.Estos investigadores miraron a la antropologalingstica buscando inspiracin y comocampo con el que compartan intereses.Varios de ellos se convertiran en partcipesde la cohorte que posibilit el siguientedesplazamiento de paradigma.

    EL TERCER PARADIGMA

    A fines de la dcada del 80 y en ladcada del 90 se produjo un renacimiento deconstructivismo social que fue ms all delinters del segundo paradigma por lavariacin y el rol de la lengua en laconstitucin de los encuentros/conflictossociales. Las perspectivas sobre la interacciny las orientadas a la audiencia sostuvieron laidea de que muchos, si no todos, los usos delhabla se producen sobre una calibracin detono (o clave) en gnero o tipo de interaccinrealizada entre el hablante y su audiencia (porejemplo, Ochs, Schegloff y Thompson, 1996;Silverstein y Urban, 1996) y la idea de que lalengua es slo uno de los recursos semiticospara la produccin de ambos valores, elcontenido proposicional y el indexical (Farnell,

    1995; C. Goodwin, 1994; Hanks, 1990;Haviland, 1993; Streeck, 1993; 1994). Unacantidad de tericos del gnero adoptaron eltrmino "performatividad" (Butler, 1990) paradestacar el potencial creativo y socialmente

    vinculante de cualquier uso del habla en laconstruccin cultural e interaccional deidentidades (por ejemplo, Livia y Hall, 1997;Hall, 2001). Tanto gnero como otrasidentidades fueron descriptas comoinventadas, improvisadas y al mismo tiempolocalizadas entre las actividadesespecficamente culturales que les dansentido (por ejemplo, Bucholtz, Liang y Sutton,1999). Recientemente, el foco deinvestigacin se ha trasladado desde lasformas o actividades lingsticas por smismas hacia la dominacin simblica (Gal,2001 [1995]: 424).

    Si bien no siempre explcitamentereconocida o teorizada, la temporalidad havenido a jugar un rol importante en estosestudios, sea en la forma de constituir paso apaso los intercambios conversacionales o enla comprensin histricamente situada deprcticas lingsticas particulares (Hanks,1987). Se han realizado esfuerzos paradesarrollar soportes analticos y mtodos derecoleccin de datos que pudiesen capturar elhabla en su desenvolvimiento tmporo-espacial. La improvisacin se convirti, deeste modo, en un legtimo objeto deinvestigacin (Sawyer, 1997). El estudio denarrativas, al principio limitado a situacionesde entrevista (por ejemplo, Labov y Waletzky,1988) se introdujo en dominios msespontneos de la vida de los hablantes,contribuyendo a que los investigadorestuviesen la oportunidad de observar ms allde la organizacin estructural (Bamberg,1997; Ochs y Capps, 1996); y proponiendo unmodelo de estudio fundamentado en algunaspocas dimensiones claves donde la narrativaes entendida como actividad cooperativa(Ochs y Capps, 2001).

    La relacin entre la lengua y el espaciose convirti en foco de atencin, no slo en

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    relacin con las propiedades indexicales delhabla, sino tambin en trminos de losprerrequisitos espaciales necesarios para lainteraccin verbal y del reconocimientolingstico del modo en que los cuerpos

    humanos son usados en la configuracin deidentidades jerrquicas u opuestas (porejemplo, Duranti, 1992; M. H. Goodwin, 1999;Keating, 1998; Meacham, 2001; Sydney,1997).

    Mientras que el primer paradigmaestuvo caracterizado por la conceptualizacinde la lengua como gramtica y tom a lalingstica como su punto de referencia y elsegundo paradigma estableci una agendaindependiente de investigacin con el foco enla variacin y en el habla como organizadoresde la cultura y de la sociedad, los avancescontemporneos parecen moverse en unanueva direccin. Muchos investigadores de laactual generacin, incluyendo algunosdiscpulos de Gumperz y Hymes, y losdiscpulos de sus discpulos, con frecuenciaadoptan perspectivas tericas desarrolladaspor fuera de la antropologa o la lingstica,tales como la teora de la estructuracin deGiddens, la teora sobre la prctica deBourdieu, el dialogismo de Bakhtin yVoloshinov y los enfoques de Foucault sobreel conocimiento y el poder. Un buen ejemplode esta tendencia es la reciente literaturasobre ideologa lingstica (Woolard ySchieffelin, 1994; Schieffelin, Woolard yKroskrity, 1998, 2000). En el trabajo de unacantidad de reconocidos investigadoresinmersos con anterioridad en el segundoparadigma, la ideologa lingstica es ms unaperspectiva que un tpico y como tal invita alestudio de fenmenos inexplorados al tiempoque reorganiza los datos previamenterecolectados y analizados (Irvine, 1998;Kroskrity, 1998; Philips, 1998).

    Aquellos que actualmente trabajansobre identidad lingstica, interaccin,narrativa e ideologa comparten el anhelo deemplear los estudios de la lengua paraenriquecer otras disciplinas. Mientras que el

    segundo paradigma concibi el desarrollo desu agenda de investigacin relacionada peroindependiente de las de la lingstica y laantropologa, el tercer paradigma, lidiando coninquietudes tericas provenientes de otras

    partes, tiene una mejor oportunidad dereconectarse con el resto de la antropologatal como lo propuso Hymes en los 60. Elinters en capturar la escurridiza conexinentre estructuras y procesos institucionalesms amplios y los detalles "textuales" de losencuentros cotidianos (la llamada conexinmacro-micro) ha producido una nuevacorriente de proyectos que parten de lainquietud de contextualizar la investigacin enun campo terico ms amplio y del abandonodel presupuesto de que la lengua debe ser lanica o la principal preocupacin. Encontraste con las generaciones anteriores deinvestigadores que haban partido de lafascinacin por las formas lingsticas y laslenguas (en el primer paradigma) o de su usoen encuentros sociales concretos yculturalmente significativos (en el segundo),los investigadores contemporneos sepreguntan tpicamente cuestiones tales como"En qu contribuye el estudio de la lengua ala comprensin de un fenmeno social/culturalparticular (por ejemplo, a la formacin deidentidad, a la globalizacin, alnacionalismo)?" La formulacin de este tipode preguntas concibe a la lengua no ya comoobjeto primario de indagacin sino comoinstrumento para acceder a los complejosprocesos sociales (Morgan, 2002). MientrasHymes esperaba que los etngrafos de lacomunicacin se concentraran en lo que noestaba siendo estudiado por etngrafos ygramticos (el uso de la lengua en eventossociales con frecuencia constitutivos de losfundamentos de "lo social"), hoy, para muchos

    jvenes investigadores, la antropologalingstica es una herramienta para estudiarcuestiones que ya vienen siendo estudiadaspor investigadores en otros campos, comoraza y racismo (por ejemplo, Trechter yBucholtz, 2001). Ms influenciados por -y a

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    tono con- lo que pasa en el resto de laantropologa, los seguidores del tercerparadigma se proponen cumplir con elobjetivo de que la antropologa lingstica seaparte de la antropologa en su conjunto,

    reclamando, al mismo tiempo, accesoespecial a la lengua como medioindispensable para la transmisin yreproduccin de la cultura y la sociedad. Losaspectos del tercer paradigma pueden serresumidos como sigue:

    Objetivos: El uso de prcticaslingsticas para documentar y analizarla reproduccin y transformacin depersonas, instituciones y comunidadesen diferentes espacios y tiempos.

    Perspectiva sobre la lengua:como un producto interaccional cargadode valores indexicales (incluidos losvalores ideolgicos).

    Unidades preferidas de anlisis:prcticas lingsticas, marco departicipacin, concepcin desujeto/persona/identidad.

    Presupuestos tericos: relacinmicro-macro, heteroglosia, integracinde diferentes recursos semiticos,entextualizacin, corporizacin,formacin y negociacin deidentidad/sujeto, narratividad, ideologalingstica.

    Mtodos preferidos derecoleccin de datos: anlisis socio-histrico, documentacin audiovisual deencuentros humanos desplegadostemporalmente, con especial atencinsobre la dinmica inherente a laconfiguracin de identidades,instituciones y comunidades desarrolladapaso a paso.

    LA PERSISTENCIA DE PARADIGMASANTERIORES

    Al menos en las tradiciones que hevenido exponiendo hasta aqu, los paradigmasno mueren. A medida que los nuevos nacen,los viejos sobreviven y an pueden prosperar.A lo largo de la dcada del 90, el primerparadigma continu vigente en muchaspublicaciones, incluyendo la revistaAnthropological Linguistics (LingsticaAntropolgica) y Oxford Studies inAnthropological Linguistics (Estudios deOxford sobre Lingstica Antropolgica) deWilliam Bright. Las series de Brightconformaron dos libros que se ubicaronajustadamente dentro del primer paradigma:el estudio comparativo de Cecil H. Brown(1999) sobre prstamos lxicos en las lenguasnativas de Norteamrica y el trabajo OralTraditions of Anuta, a Polynesian Outlier in theSolomon Islands (Tradiciones Orales deAnuta, un exiliado polinesio en las islasSolomon) de Richard Feinberg (1998) queconsiste en 15 pginas de introduccin y 233pginas de textos en Anuta con su traduccininglesa. En varios aspectos el libro deFeinberg constituye un buen ejemplo de la"antropologa de salvataje" desarrollada porBoas y algunos de sus colaboradores (porejemplo, George Hunt) en los comienzos delsiglo XX. Los textos son monolgicos yelicitados con precisin con el propsito detraspasar la historia oral, percibida como envas de extincin, al registro escrito. Segndeducimos de la cndida descripcin deFeinberg sobre los mtodos que us (1998:7),los relatos recogidos en los comienzos de los70 fueron transcriptos con tcnicas que separecan en mucho a las que haban sidoempleadas por los antroplogos contratadospor la Oficina de Etnologa Americana antesde la invencin del grabador porttil de cintamagntica.

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    CONCLUSIONES

    Mientras los lingistas en la primera

    mitad del siglo XX lograron establecer lalegitimidad del estudio cientfico de la lengua ala que entendan como un sistema autnomoy sui generis, los antroplogos lingistas,trabajando durante la segunda mitad del siglo,pudieron con la misma facilidad adjudicarse elhaber devuelto la lengua a donde perteneca,es decir, al campo de las realidades humanasconcernidas en asuntos cotidianos. Cercana ala perspectiva inicial en la que la lengua era[entendida como] un sistema gobernado porreglas donde todo se estructurabaadecuadamente (a la Saussure) y que podaser representada por medio de reglasformales y explcitas, en los 60 la lengua pasa ser vista no como una ventana hacia lamente humana sino como un proceso socialcuyo estudio perteneca a la antropologatanto como a la lingstica. Ms que trabajarcon hablantes nativos para elicitar formaslingsticas (sea en tanto lexemas aislados oen tanto narraciones coherentes) aquellosencargados del segundo paradigma, oformados dentro de l, se interesaron endocumentar y analizar el uso corriente de lalengua. A travs de sus estudios sobreejecucin (performance), socializacinlingstica primaria y secundaria, indexicalidady participacin, los investigadores adquirieronuna comprensin ms profunda de la relacindinmica entre la lengua y el contexto(Goodwin y Duranti, 1992) con lo que la nuevageneracin de investigadores consider comopunto de partida no ya las formas lingsticassino las formaciones sociales (por ejemplo,

    jerarqua, prestigio, gusto) y los procesossociales (por ejemplo, configuracin delsujeto, comunidad de habla, o annacionalidad) a los que las formas lingsticasayudan a constituir.

    A medida que el objeto de investigacinse ampli en perspectiva y complejidad (por

    ejemplo, desde la gramtica al uso de lalengua en contexto), la especializacin de losinvestigadores no creci necesariamente en lamisma proporcin. Los investigadores queadoptaron o se sumaron al nuevo paradigma

    no necesariamente conocan ms que susantecesores, ni tampoco controlaban lasreas que complementaban los enfoquesanteriores. En cambio, estaban msdispuestos a adquirir conocimientosespecializados en las nuevas disciplinas y asumar mtodos o intereses sobre fenmenosque no haban sido parte de la agenda eninvestigaciones previas. Por ejemplo, mientrasen el primer paradigma era un requisito laformacin en el anlisis gramatical (porejemplo, fonologa, morfologa, sintaxis) y enla reconstruccin histrica, con eladvenimiento del segundo paradigma esteentrenamiento fue siendo menos comn,quedando a juicio de cada investigador decidirsi adquirirlo o no. De este modo, si bien eldesarrollo de cada nuevo paradigma hacontribuido a expandir el estudio de la lenguacomo cultura, han sido abandonadas algunasreas de investigacin y especializacin. Escada vez ms y ms difcil encontrar"lingistas" egresados de los departamentosde antropologa que tengan una buenaformacin en fonologa, morfologa, sintaxis ysemntica, tambin en lingstica diacrnica yen tcnicas de elicitacin (es decir, quetrabajen con hablantes nativos con el objetivode escribir gramtica). La diversidad deformacin y especializacin ha ensanchado,as, la brecha entre los lingistas de losdepartamentos de lingstica y los lingistasde los departamentos de antropologa.

    Al mismo tiempo, la ampliacin delconcepto de lengua y la adopcin deconceptos analticos usados por antroplogossocioculturales e investigadores de otrasdisciplinas, ha hecho que la antropologalingstica, en principio, y con frecuencia en laprctica, se vuelva ms atractiva para unpblico amplio que desborda la antropologa.Hubo un aumento en la cantidad de cargos

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    metodologa de los paradigmas iniciales,empleando, por ejemplo, la recoleccin o lasnotas manuscritas de los intercambiosverbales que presencia el investigador a pesarde la evidencia de que no podemos confiar en

    lo que un participante relata literalmente sobrelo que fue dicho o hecho en una ocasin dadasin tener registro en audio o en video (sonidoe imagen) de la interaccin. Considerandoque los investigadores en otros sub-campos,especialmente los antroplogos socio-culturales, continan empleando laobservacin a simple vista y las notasmanuscritas como su principal mtodo derecoleccin de datos, una verdadera discusinsobre los mtodos de recoleccin de datospondra a los antroplogos lingistas en laincmoda situacin de tener que desafiar laadecuacin de una gran parte de lainvestigacin antropolgica.

    4.- Los criterios para la transcripcin sonmencionados raramente, a pesar del hecho deque hay diferencias entre (y a veces dentrode) los paradigmas no slo en relacin con lasconvenciones de transcripcin sino tambinen relacin con la precisin con que el hablaes transformada en un registro visual. Latranscripcin fontica de los adherentes alprimer (y a veces al segundo) paradigma, porejemplo, regularmente no incluye pausas niinterrupciones ni las reformulaciones de tonoo clave (back-channel cues) producidas por elentrevistador/investigador. A pesar del trabajorealizado en el segundo y en el tercerparadigma sobre la conversacin como unlogro interactivo, las transcripciones son anfrecuentemente "limpiadas" (es decir,editadas) para ofrecer ejemplos lingsticosclaros. Al mismo tiempo, el uso de laortografa estndar por los seguidores delsegundo y del tercer paradigma presenta suspropios problemas. Adems, el hecho de quelos que trabajan en cualquiera de los tresparadigmas no compartan un cdigo estndarde transcripcin hace problemtico para losdems el uso de los datos recolectados.

    5.- El modelo racional de comunicacinimplcito en el trabajo de filsofos tales comoPaul Grice y John Searle ha sidorepetidamente criticado y cuestionado por

    investigadores (incluido yo) que encuentranproblemticos algunos presupuestoscompartidos sobre la nocin de persona ysobre el rol de la intencionalidad individual. Noobstante, con algunas pocas excepciones (porejemplo, Stroud, 1992) no se dijo muchosobre el hecho de que semejante modelosustenta una gran parte del trabajo hecho poralgunos de nuestros propios colegas (porejemplo, la nocin de "intencin" es muyimportante en el trabajo sobre problemas en lacomunicacin de Gumperz y parece implcitaen muchas investigaciones sobre alternanciade cdigo). Ningn modelo alternativo ha sidoestablecido claramente ms all de lostrabajos especficos sobre las concepcioneslocales reconstruidas acerca del sujeto y laresponsabilidad (Rosaldo, 1982).

    6.- El mtodo experimental y cuantitativo -alguna vez usado para la comparacin trans-cultural (por ejemplo, sobre la terminologa decolor o sobre la codificacin lingstica delespacio)- es contrario al uso (muy comn) deescasos ejemplos (relativamente)contextualizados con el objeto de generalizarsobre estrategias discursivas tanto localescomo universales.

    La ausencia de debates pblicos endonde confrontar estos y otros usosrelacionados con el estudio de las prcticaslingsticas ha prevenido discusionespotencialmente difciles entre colegas, peroello ha tenido su precio. Nos ha impedidodesarrollar modelos generales de la lengua entanto cultura que pudieran ser adoptados,rechazados, desafiados, criticados,modificados o superados. Para que esto seaposible es necesario que reconozcamosnuestras diferencias no slo para eliminarlas opara proclamar un ganador entre posibles

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    paradigmas alternativos sino para lograr unnivel de claridad que posibilite invitar a otrosinvestigadores, de la antropologa o decualquier otro campo, a entablar un dilogocon nosotros como compaeros.

    COMENTARIOS

    Laura M. Ahearn

    Departamento de Antropologa, RutgersUniversity, New Brunswick, N.J. 08903, U.S.A.

    ([email protected]). 5-XII-02."La lengua como cultura en la

    Antropologa Norteamericana. TresParadigmas" es un texto extremadamenteoportuno. La antropologa lingstica en losEstados Unidos, al haber tenido importantesvariaciones en los ltimos aos, est urgidade evaluaciones como la que presentaDuranti. No obstante algunos investigadorespueden no coincidir con la periodizacin ocaracterizacin de los tres paradigmas, eldebate tiene la potencialidad para ser muyproductivo. Como Duranti lo seala, haexistido una notable falta de debate internoentre antroplogos lingistas que conducenlneas de investigacin diferentes; esto hasido beneficioso y perjudicial a la vez. Unadiscusin respetuosa pero vigorosa de losfundamentos tericos y metodolgicos de laantropologa lingstica puede ser saludabletanto para la sub-disciplina como para laantropologa en su totalidad. Las seis "reasde incompatibilidad o desacuerdo entre losparadigmas" que Duranti identifica ofrecen unexcelente punto de partida para tal discusin.

    Al leer el artculo de Duranti, meencontr dudando sobre si el trmino"paradigma" era el mejor para referir estastendencias de la historia intelectual de la

    antropologa lingstica. Sin duda, sirven paradar comienzo al debate pero tambin serainteresante considerar cmo el uso de otrostrminos podra permitirnos pensar de formadiferente respecto de las mismas tendencias.

    Cmo cambiara nuestra comprensin (si esque cambiara) si Duranti hubiese utilizado eltrmino "escuela" en lugar del deparadigma? O bien, que sera del artculo silos tres paradigmas fueran rotulados "tesis","anttesis" y "sntesis"? Mientras quecualquiera de estas denominacionesestimulara el debate en forma interesante, yosoy partidaria de pensarlo en los trminos deRaymond Williams, como formas de cultura"dominante", "residual" y "emergente". Siusramos estos trminos, podramos situarnuestro anlisis de la historia cultural eintelectual de nuestra sub-disciplina msampliamente en el contexto de las teoras delos cambios sociales. De este modo tambinse clarificara por qu elementos de los tresparadigmas sealados por Duranti puedenestar, con frecuencia, presentes en el mismomomento histrico.

    En trminos de los avances msrecientes que este artculo describe, sea pormodestia o por falsa ingenuidad, Durantisubestima el rol importante que l mismo hadesempeado en la consolidacin del "tercerparadigma" de la disciplina. l ha estadoredefiniendo insistentemente la antropologalingstica a travs de sus mltiplespublicaciones, incluyendo notablemente elexcelente texto Linguistic Antropology (1997),el manual Linguistic Antropology: A Reader(2001b) y Key Terms in Language and Culture(2001c). Como parte del debate que esteartculo inevitablemente desencadenar,podramos considerar lo que est en juego(polticamente, intelectualmente,personalmente) en las redefiniciones de unode los cuatro sub-campos de la antropologa.Como alguien que participa de muchas de lastendencias que Duranti destaca en el "tercerparadigma", yo sin embargo quisiera ver al

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    menos alguna atencin en cmo y porquin(es) la antropologa lingstica estsiendo redefinida y/o fortalecida y en cmo yquin(es) est(n) construyendo el nuevo"canon", si es que esto es lo que est

    sucediendo.Finalmente, quisiera subrayar lo que

    considero que son dos cuestiones de las mstiles entre las que Duranti seala. Primero,parece ser verdad que la antropologalingstica cada vez ms es considerada comoindispensable a la antropologa socioculturalporque se incrementan los antroplogoslingistas que investigan temas concernientesa ese sub-campo. No obstante, no quisieraver que la antropologa lingstica se convierteen mera herramienta o sub-campo de laantropologa sociocultural, puesto que, comoDuranti ha demostrado en este artculo y enotras partes, la antropologa lingstica tieneuna historia intelectual propia, que bien seajusta a una disciplina que se sostiene por smisma an cuando contribuyasignificativamente con otros sub-campos de laantropologa, de la lingstica, y de otrasdisciplinas.

    Segundo, para sostener esta ltimavisin de la antropologa lingstica, creo quees esencial proveer a los estudiantes que segradan en antropologa lingstica deconocimientos serios en lingstica formal.Como Duranti nota, es cada vez ms difcilencontrar doctores graduados dedepartamentos de antropologa que seanexpertos en fonologa, morfologa, sintaxis ysemntica. Mientras que la adquisicin detales habilidades se constituye en un desafo,especialmente ahora que se espera de losantroplogos lingistas que demuestrenconocimientos exhaustivos en teora social yen sus recientes debates, sostengo que losgraduados en antropologa lingstica debenser obligados a adquirir al menosconocimientos bsicos en anlisis tipolgico ygramtica formal. Estas competencias

    enriquecern este campo de estudio deresonancia creciente.

    En conclusin, Duranti ha escrito unimportante artculo movilizador de conceptos

    que merecen debatirse vigorosamente.

    Jenny Cook-Gumperz y John Gumperz.

    School of Education. University of California,Santa Barbara, Calif. 93106. U.S.A. 19-XII-02

    En esta revisin ambiciosa y crtica dela antropologa lingstica, Duranti abre unasenda para sistematizar un campo que hastala ltima dcada no ha mostrado inters enreflexionar sobre sus propias premisasbsicas. La antropologa social, su disciplinahermana, tiene una larga tradicin de auto-crtica y debate pblico (Leach 1966 (1961);Clifford y Marcus, 1986; Geertz, 1988). Si biensu campo fue reconocido por Boas, en elprincipio del siglo, como un componentedistintivo de lo que llamamos las cuatro reasde la antropologa, los antroplogos lingistassiempre fueron pocos, y hasta la pasadadcada aproximadamente muy pocos hanparticipado en debates pblicos deantropologa (Lucy 1993; Silverstein y Urban,1996). Aportando un marco de referencia a lalarga historia de su establecimiento, Durantirevisa la disciplina desde sus orgenes ypromueve algunos tpicos importantes en laactualidad y con orientaciones futuras.

    Duranti utiliza la nocin de Kuhn de"paradigma" como un concepto organizadorque ilumina los complejos de ideas distintivosde lo que l analiza como tres paradigmas deinvestigacin. Estos tres, segn l, handominado el siglo entero, de tal modo queemergen como un nuevo conjunto depreocupaciones que se establece y reemplaza

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    prcticas anteriores. El primer paradigmaestuvo dominado por la preocupacin sobrelos orgenes histricos por lo que entenda ladescripcin gramatical y la reconstruccinlingstica como herramientas para recuperar

    el pasado de una nacin. La lengua y lacultura eran vistas como inter-dependientesen tanto servan a fines similares. El segundoparadigma se apart de estas preocupacionespara concentrarse en el estudio de la lengua ydel contexto como entidades estructuralmenteindependientes pero relacionadas. Esteenfoque promovi el inters en estudiardetalladamente las prcticas lingsticas y lavariabilidad cultural en las actividades dehabla. Estos dos paradigmas son vistos en laactualidad como parte de la historia: elprimero como parte de la antropologa generaly el segundo como fundacional de la sub-disciplina, entonces novedosa, de la socio-lingstica.

    No obstante, como expone Duranti,esta exclusividad paradigmtica ha sido sloparcial. Muchas investigaciones importantes,como la de Berlin y Kay sobre el color y susproyecciones en etno-ciencia, tienden unpuente entre los dos paradigmas.

    El tercer paradigma, al tiempo queprofundiza y ampla el tipo de eventosculturales y sociales investigados, se arriesgacircunstancialmente a abandonar el anlisislingstico detallado en pro del estudiodiscursivo y retrico como suficiente paracomprender la poltica del uso de la lengua.De este modo, parece que cada nuevoparadigma descarta al anterior a fin deexponer sus nuevas ideas. Sostenemos que,mientras la nocin de "paradigma" es til pararevelar continuidades y discontinuidadeshistricas, el enfoque de Kuhn confiere ciertosentido de contencin estructural al flujo deideas que son concebidas por quienes lasadoptan de forma mvil y superpuesta. Enconsecuencia, es ms fcil ver la existenciade paradigmas en trabajos pasados, es decir,

    desde una posicin de heredero y archivistade tradicin, que ubicndose en procesos decreacin innovadores. El mismo Duranti ponede manifiesto, a veces con aparente sorpresa,que muchos de los trabajos que considera

    fundamentales superponen paradigmas,especialmente el segundo y el tercero. l esconciente de que es precisamente en eltercero donde se enriquece y profundiza eltrabajo detallado de la lengua en uso coninnovadoras investigaciones sobre relacionesentre lengua y estructuras institucionales, conel estudio de las ideologas lingsticas y lasocializacin lingstica.

    Por ello, ms que pensar en estas trestradiciones en investigacin como paradigmasen el sentido Kuhniano, sugerimos otro modode pensar el cambio acelerado en los camposcientficos. El historiador de la ciencia GeraldHolton (1973) usa el concepto de "imaginacintemtica" para reconciliar lo que otros piensancomo una profunda divisin entre la teoraclsica y la teora cuntica en los abordajesde la fsica. l observa particularmente cmolas ideas pueden coexistir y fortalecerse entres como partes de un universo conceptual msamplio. Un tema abarcativo que atraviesa todala lingstica antropolgica desde lostempranos trabajos de Boas sobre el mito,pasando por el estudio de los eventoscomunicativos, hasta los ms recientesanlisis sobre dialogismo Bakhtiniano, ha sidoel estudio de las narrativas y de la narratividadcomo texto y ejecucin cultural. Este temaconecta todo el siglo, an con -como sealaDuranti- cambios tcnicos y diferente nfasisinstrumental. El foco sobre temas nos habilitaa comprender las similitudes y las relacionestericas, al tiempo que nos alienta a observarlo que, a travs del tiempo, nos mantieneunidos.

    Regna Darnell

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    Department of Anthropology. University ofWestern Ontario. London, Ont., Canad N6A5C2 ([email protected]) 12-XII-02.

    Duranti identifica tres paradigmas en el

    campo de estudio de la lengua en relacin conla cultura, que si bien son consecutivos,coexisten contemporneamente en laAntropologa Norte-americana, a pesar de noponerse en duda el desplazamiento deinters, en el paradigma del 90, hacia elconstruccionismo social. Mi propia experienciaconfirma la existencia de estos paradigmas;sin embargo, entiendo sus consecuencias demodo diferente. Como estudiante graduada afines de los 60, he sentido culpa por la faltade inters en lo concerniente a la agenda dela lingstica descriptiva, favorecido por laadopcin de un modelo terico que concibe lalengua como forma simblica que se actualizaen accin social. Yo concuerdo con Duranti enque la etnografa la comunicacindesarrollada por mi generacin deprofesionales fue autnoma en relac