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UNIVERSIDAD .DE MEXICO 23
"una adecuada distribución de la propiedad de la tierra"
DOCUMENTOS:Entre 1aintervención y la homeopatía
Prometedora, pero con una condición
El intento de intervención fue un fracaso
La "voluntad general" de los cubanospuede ser desconocida actualmente, si tenemos en cuenta que Cuba está viviendoahora bajo un gobierno autoritario. Peroesto no justifica la intervención extranjera en los asuntos domésticos de Cubapor la ayuda de intereses extraños, distintos a los cubanos.
Además, el punto de vista prácticode la política de intervención en Cubano es más brillante que el meramenteético. El intento de invasión armada delaño 'pasado fue un completo fracaso; yel intento actual de provocar la caídadel doctor Castro apretando el tornilloeconómico parece que será también inútil, si consideramos que Cuba ha logradoya alcanzar éxito llevando la mayor parte de su comercio exterior al mundo comunista y Canadá - un estado americano que no se ha unido a la OEA.
La política de Estados Unidos de ayudaral resto de Latinoamérica a inmunizarsecontra la infección de gérmenes cubanoses, por otra parte, mejor, y además tieneel conspicuo mérito de ser respetablemoralmente.
Es mejor, sin embargo, con una condición. Si esta positiva y constructiva política de Estados Unidos tiene éxito, loselementos dirigentes en los países latinoamericanos, fuera de Cuba, deben tomarla decisión de hacer suya esa política yaplicarla con eficacia y fe. El problemaconsiste en atreverse a llevar a cabo unarevolución social pacífica para salvarsede ser devorados por una revolución violenta como la de Castro.
La poderosa y privilegiada minoríagobernante en Latinoamérica est{l, porsupuesto, tan ansiosa como el presidente
Revoluciones sociales pacificas
En cambio, la otra política que EstadosUnidos está siguiendo es positiva. Estátratando de hacer al resto de Latinoamérica inmune al peligro de revoluciones como la de Cuba, induciendo a loselementos dirigentes en Latinoaméricaa aceptar un tratamiento homeopático.Estados Unidos les ofrece ayuda substancial si consienten en alejar la amenazade revoluciones comunistas o semicomunistas llevando a cabo revoluciones sociales pacíficas, como las que han sidorealizadas en los países Escandinavos· yen Inglaterra.
Aunque es posible, para Estados Unidos, patrocinar estas dos clases de política al mismo tiempo, hay un mundo dediferencia entre ellas. La política de derribar el régimen del doctor Castro enCuba es moralmente vulnerable y tienemuy pocas pos.ibilidades de alcanzar eléxito. Desde un punto de vista moral¿qué derecho tiene Estados Unidos, ocualquier otro país americano, para intentar derribar el régimen establecido enCuba, simplemente porque este régimenes políticamente ofensivo para los elementos dirigentes de los países vecinosa Cuba? El régimen que Cuba debetener sólo puede ser decidido por lo~
cubanos mismos, a la luz de lo que lamayoría cree que es más convenientepara los intereses de su país.
Por Arnold TOYNBEE
La Organización de Estados Americanosse ha reunido dos veces durante los últimos seis meses en Uruguay; la primeraen el verano y la segunda la semana pasada.
La reunión del verano pasado fue organizada para discutir la oferta de Estados Unidos de crear una "Alianza parael Progreso". El Presidente Kennedyofrecía a .los países latinoamericanosayuda económica para realizar reformasen busca de una mayor justicia social;pero con la condición de que los gobiernos de Latinoamérica, por su parte, siguieran los pasos necesarios para ponersus cosas en orden.
Los dos pasos sobre los que los Estados Unidos insistían particularmenteeran una adecuada imposición de impuestos a los ricos y una adecuada distribución de la propiedad de la tierra.En otras palabras, el plan tratado en esaprimera reunión era, en la superficie,social y económico, mientras que el de laconferencia de la semana pasada fuefrancamente político. .
Estados Unidos estaba exigiendo a lospaíses latinoamericanos que se le unieran para aplicar sanciones contra unode ellos: Cuba. Sin embargo, bajo la superficie, el asunto tratado en las dosconferencias fue el mismo, y puede serresumido simplemente. La pregunta es:¿puede hacerse algo para prevenir querevoluciones como la de Fidel Castro enCuba se realicen en los demás países latinoamericanos?
Evitar que esto pase es un objetivo deprimera importancia para Estados. Unidos. Si el resto de Latinoamérica se veenvuelto en revoluciones comunistas osemicomunistas, la Unión Soviética podría rodear los flancos de Estados Unidos. Regímenes prosoviétivos en Méxicoo Guatemala, por ejemplo, serían tandesagradables para los Estados Unidoscomo los actuales regímenes pro EstadosUnidos en Turquía y Grecia lo son parala Unión Soviética. En el conflicto actual por el poder mundial resulta perturbador ver la ideología del propiooponente afirmarse frente a la puertadel contrario.
Estados Unidos está tratando de alejarel peligro de un avance mayor del comunismo en Latinoamérica siguiendo dosclases de política simultáneamente. Por,un lado, es.tá tratando de derribar elrégimen de Castro antes de que tengatiempo de precipitar revoluciones similares en otros países latinoamericanos.
Después de fracasar el año pasado ensu intento de derribar al primer ministroCastro organizando la abortada invasiónde Cuba por los exilados cubanos, Estados Unidos está tratando de derribarlomovilizando contra él presiones económicas en lugar de invasiones armadas.Esta política, ya sea llevada a cabo pormedios militares o económicos, es negativa. Se propone simplemente acabar conel castrismo, sin remover sus causas.
¿Crisis en la Unión Soviética?
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Kennedy ante la posibilidad de que larevolución de Castro los derrote. Y contoda razón porque, después de todo, sieso pasa, son ellos, y no el presidenteKennedy, los que verán sus propieda?~sexpropiad~s y serán lanzados al eXIlIoo, tal vez, muertos.
El interés de la minoría gobernantelatinoamericana por convertir en un éxito la política homeopática del presidente Kennedy es patente tanto para elloscomo para él; y hay algunos países latinoamericanos -como México y Uruguay,por ejemplo- que se han adentrado bastante en este camino por propia inicia-
-tiva, antes de que el presidente Kennedysacara a la luz su política constructivapara Latinoamérica y ofreciera la ayudade Estados Unidos para convertirla enrealidad.
Los dueños de la tierra estanate1'rorizados
Desafortunadamente, Uruguay y México son excepciones. En la mayor parte
IPor Isaac DEUTSCHER
La Unión Soviética pasa por una cnSISmoral que tiene un significado muchomás profundo que el que podría tenercualquier pelea o rivalidad en el Kremlino La crisis afecta a la nación comototalidad. El impacto del XlI Congresoha sido mucho más fuerte que el del xv;y es de una clase diferente.
La conmoción de 1956 se sintió, dentro de la Unión Soviética, principalmente en los cuadros del Partido Comunistaque conocían el discurso secreto deJruschiov; pero no llegó a las masas.Los cuadros fueron entonces confundidos y sacudidos; pero para la mayoríade ellos la conmoción fue suavizada porla sensación de alivio que provocaba elconocimiento de que habían salido alfin de la histórica cámara de horrores enla que habían vivido.
El xv Congreso ha sacudido a las masas. Ahora se discute apasionadamenteen toda la Unión Soviética, y muchasveces apasionada y cálidamente. Las reuniones del partido que por lo generaleran atendidas por sólo unos cuantos yeran soporíferas, están ahora abarrotadas, son tensas y a menudo terminan entumulto. La audiencia acosa a los instigadores oficiales con preguntas investigadoras y cuando los instigadores tratande engañarlos con respuestas rutinarias,ellos abuchean y se burlan y les gritan.
La gente siente que, inclusive ahora,sólo se les dice una parte de la verdadsobre el legado stalinista. Y gritan pidiendo la verdad completa.
Su alivio por haber dejado atrás losterrores de la era de Stalin se está haciendo insuficiente. Y de allí viene suirritación por los trucos casi stalinistasd.e la propaganda oficial; por la arbitranedad burocrática, su incapacidad y sudeshonestidad; la escasez de productosde consumo y las restricciones a la lib<:r~ad de expresión. Además, se ha permitIdo que las masas miraran un momento dentro de los sistemas gangsterilesde los hombres que durante mucho tiem-
de los países latinoamericanos, el poderestá todavía en manos de una poderosaminoría privilegiada, que est.á interesadaen sí misma sin ver con clandad.
El estado de ánimo de estos grandespropietarios latinoamericanos es, en :ealidad, el mismo que el de sus eqUivalentes en Irán. Tiemblan llenos de terrorante la posibilidad de una revol~ciónviolenta; pero no pueden o no qUierenadelantar un paso hacia la salvación desí mismos, haciendo voluntariamenteconcesiones a la justicia social mientrashay tiempo todavía de que estas concesiones sean políticamente efectivas.
¿Podrán ser inducidos estos difícilesmoribundos, en la penúltima hora, acambiar de posición, ahora que la posibilidad de una revolución violenta lesestá haciendo .explosión en la cara? Hoy,en Latinoamérica, como en Irán, ésa esla pregunta crucial.
[Tomado de The Observer]
po formaron el grupo dirigente, y queen parte pertenecen todavía a él. Nomenos que las revelaciones acerca de lasequivocaciones de Stalin, esto ha hechoa la gente consciente de la degradaciónmoral y la ciénaga política en la cualStalin ha dejado a la sociedad soviética,a pesar de todo el progreso económicoy educativo.
El fermento moral es casi tan intensocomo lo fue la agitación en Polonia yHungría en 1956, aunque no sea tanexplosivo. Mientras más hace Jruschiovpor pacificarlo, más lo agrava. Él ha estado sacando las manos de los antiguosstalinistas de los puestos oficiales en masa. Pero estos de~pidos hacen que la gente se dé cuenta de cuántas de estas antiguas manos siguen todavía en sus puestos y qué poco significan los cambios depersonal sin un cambio posterior y fundamental en los métodos de gobierno.
Si la agitación es menos explosiva quela de Hungría y Polonia, esto se debesolamente a que le falta un foco político.En Polonia y Hungría el nacionalismoantirruso creó ese foco; y además, lagente ahí no había vivido bajo el stalinismo lo suficiente para perder el hábito de formular programas, crear lemasy organizar una acción independiente.
Estos hábitos faltan en Rusia. Los estados de ánimo políticos son por tantomás complejos e informes: una ampliay girante nébula a través de la que nopuede verse ninguna proyección sólida.Hay muchas nuevas ideas en el aire, perocristalizan lentamente.
Tampoco hay ninguna división política larga y claramente cortada; sólo corrientes cambiantes y rápidas. En la superficie está, por supuesto, la divisiónentre aquellos que apoyan la era de Sta·lin y los desestalinizantes. Pero en ambos lados hay una confusa variedad dematice.s'y sombras. Y por debajo de lasuperfICIe, pero cerca de ella, partiendoesta división, están las ramas opuestas
UNIVERSIDAJ} DE MEXICO
de nacionalismo e internacionalismo,centralistas y anticentralistas, conservadores y radicales ...
Un exasperante ctmsmo
Sobre estos temas los desestalinizantesestán tan divididos como los stalinistas.y la conmoción, la desilusión y el sentido de que la nación está siendo alimen- /tada todavía con una verdad a medias,en lugar de la antigua gran mentira,produce un exasperante cinismo que amenudo se transforma en nihilismo.
Sin embargo, hay en estos fermentosmuchos aspectos que pueden unirse dentro de nuevas y grandes corrientes deopinión, transformándose en algo parecido a una nueva Izquierda y una nueVaDerec~a (aunque no en el sentido occidental de los términos). Lo que falta,a juzgar por los informes de la UniónSoviética, son centros de pensamientospolíticos y acción capaces de producirideas vitales que puedan inspirar a lagente y reagruparla. Como están las cosas ahora, los críticos de la política oficial murmuran mucho y se encierran así mismos en conversaciones sin fin, pero no parecen capaces de formular, parano hablar de diseminar, ningún programa de acción.
Que tales centros, grupos y programasemergerán eventualmente, puede asegurarse - pienso yo. Pero el proceso esdesesperadamente lento y debido a estabúsqueda de un camino hacia afuera elconflicto tiende a ser tan frenético como incoherente.
Jruschiov está trabajando muy fuertepara controlar el conflicto, como lo hizo después del XII Congreso. Éste fue elpropósito de las últimas conferencias depropagandistas y organizadores del partido en Moscú. Pero es mucho más difícil detener una enfermedad grave quedestruir una revuelta. Los tanques noson de ninguna utilidad. La crisis puedeser detenida sólo con ideas y política;y :l Jruschiov parecen faltarle esas doscosa~.
Acelerador y freno
Él está sobre todo ansioso de evitar laformación de cualquier corriente de oposición dentro y fuera del partido. Tratade detener la búsqueda y el debate quela nación ha empezado. Pero difícilmente puede tener éxito en esto. No puedeparar la desestalinización, ni puede seguir fácilmente con ella.
El problema de Jruschiov ha sido creado en gran parte por él mismo. Lo querecientemente le ha estado dando a lagente son gestos simbólicos y provocati.vos, como la expulsión del cuerpo deStalin del mausoleo, más que verdaderareforma. Las reformas pueden calmar elestado de ánimo nacional; los gestos espectaculares sólo lo excitan.
Su brusca manera de tratar de liberalizar el régimen y luego de parar la li·beración, hace las cosas todavía peores.Acelera y frena demasiado seguido y demasiado vigorosamente. Por el momentoél parece estar presionando muy fuertelas dos cosas, el acelerador y el freno.
El Presidium, así, parece estar casi tanalarmado y dividido como lo estaba du-