Documento del Capítulo general 2015

7/24/2019 Documento del Captulo general 2015

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Documento del Captulo generalOrden de los Hermanos MenoresAss, Pentecosts 2015

HACIA

LAS PERIFERIASCON LA ALEGRA

DEL EVANGELIO

Fratres et Minores

in Nostra Aetate

Curia general OFMRoma 2015


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OFM Communications OfficeVia di Santa Maria Mediatrice, 2500165 Rome

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Documento del Captulo generalOrden de los Hermanos Menores

Ass, Pentecosts 2015

HACIA LAS PERIFERIASCON LA ALEGRA DEL EVANGELIO

Fratres et Minores in Nostra Aetate

Curia general OFMRoma 2015


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OFM Communications OfficeVia di Santa Maria Mediatrice, 2500165 Rome

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PRESENTACIN

del Ministro general

Queridos hermanos,

El texto que os presentamos es el resultado del ltimo Captulo general, quehemos celebrado en Ass por la fiesta de Pentecosts. El Captulo, ciertamente,ha sido una experiencia ms grande de aquella que los textos pueden expresar;

sin embargo, creemos que atravs de estos textos podemos compartir con voso-tros algunos elementos esenciales de la experiencia que hemos tenido. De estemodo deseamos que se pueda comenzar una experiencia similar, e incluso me-

jor, para todos los hermanos de la Orden.

Os entregamos tres textos: el Documento final, las Decisiones del Captulopara el sexenio y los textos relativos a la hermosa audiencia que el Papa Francis-co nos concedi. Mientras que el Documento, partiendo de la experiencia que

vivimos en el Captulo, recoge algunas reflexiones generales surgidas en aque-

llos das, las Decisiones, por su parte, tienen un estilo ms operativo y prctico.Finalmente, Los textos de la audiencia son la grata memoria de un momentoexcelso para toda la Orden, en presencia del Papa.

Hemos procurado escribir un texto bastante breve y proponer un nmerolimitado de decisiones por una exigencia de sobriedad que se traduce tambinen la decisin de no multiplicar las palabras, pero s de dar el justo peso a aque-llas que se dicen. En particular, subrayo la decisin de usar un estilo narrativopara el Documento final con numerosas referencias a la experiencia vivida en

el Captulo. Del mismo texto surge tambin la conviccin de reflexionar sobresituaciones que estamos viviendo mediante la escucha de la Sagrada Escritura: laescogencia de los Iconos bblicos, que estructuran dicho texto, quiere expresaresta conviccin.

El Ttulo del Documento Hacia las periferias con la alegra del Evangelioexpresa la decisin de fondo, que es aquella de salir de cada recinto que nos tieneencerrados, para llevar la Buena Noticia a aquellos que hoy la necesitan ms quenunca, con la alegra que nace del Evangelio.

El subttulo del mismo Documento, Fratres et Minores in Nostra Aetate, ex-presa la forma de nuestro caminar por el mundo: no solos, sino en fraternidad,


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no con medios poderosos, sino como menores, con los pobres instrumentosque tenemos y que somos.

Os confiamos estos textos al inicio de este sexenio para que todos podamos

renovar nuestra decisin de ser de verdad hermanos y menores en nuestro tiem-po, movindonos con decisin hacia las periferias con la alegra del Evangelio.

Que el Seor nos acompae hoy y siempre!

Roma, 1 de noviembre de 2015Fiesta de Todos los Santos

Fr. Michael A. Perry, OFMMinistro general y Siervo

Prot. 106007


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DOCUMENTO

DEL

CAPTULO GENERAL


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1. Paz y bien desde Ass! Nosotros, vuestros hermanos, nos hemos reunidoen la Porcincula para el Captulo de Pentecosts 2015, con la presencia de 129hermanos de varios pases del mundo. Por un mes hemos orado juntos y noshemos escuchado los unos a los otros en un clima sereno y positivo que ha fa-

vorecido nuestro trabajo en servicio de toda la Orden. Ciertamente nosotros,vuestros Ministros y Custodios, os transmitiremos el contenido de nuestros tra-bajos y os informaremos sobre lo que discutimos y decidimos juntos, segn seexpresa en los mandatos que han sido votados, ya que estos asuntos os ataenpersonalmente a todos vosotros. Pero el Captulo, en su conjunto, tambin quie-re llegar a vosotros con este documento, para ilustrar el significado de esas deci-siones y proporcionar las razones que inspiran las opciones, para dar a todos loshermanos una nueva energa y un nuevo entusiasmo en el camino que tenemospor delante. Por otra parte, al Documento del Captulo 2015 le adjuntamos, en el

Apndice 1, las Decisiones votadas y, en el Apndice 2, el saludodel Ministro ge-neral al Papa Francisco y el discursodel Papa Francisco. No solo para recordar elevento, que es mencionado en el texto (cfr. nn. 19-20), sino porque en el saludose indica el horizonte hacia el que tendemos y en el discursopodemos conocerlo que la Iglesia espera hoy de los Hermanos Menores.

A la escucha de los hermanos

2. Francisco ha querido que se celebrara el Captulo durante la esta de Pen-tecosts, la cual recuerda no solo el don del Espritu Santo, sino tambin el donde la Ley en el Sina. El libro del xodo narra que Moiss ley el libro de laalianza ante el pueblo, que respondi: Haremos todo lo que ha dicho el Seory le escucharemos1. Israel se compromete a hacer y luego a escuchar. Por estarazn, en la tradicin juda, eso se compara con el manzano que primero daun pequeo fruto en la or y luego da las hojas. Para entender una instruccindebe ser puesta en prctica, hacer para entender, concluye la tradicin bblica.Y Francisco, que est bien situado en esta tradicin, ya que la sabidura de Dios

se da a los pequeos y a los pobres2

, inicia nuestraRegladiciendo que la reglay vida de los hermanos menores es sta: observar el santo Evangelio, vivien-do en obediencia, sin nada propio y en castidad3. l haba comprendido bienesa perspectiva bblica, que rearma cuando nos invita a tener el Espritu delSeor y su santa operacin4, porque tanto sabe el hombre cuanto obra5. La

1Ex24,7.

2Cfr.Mt11,25.

3Rb1,1.4Rb10,8.

5COMPILATIOASSISIENSIS105; cfr. Egidio de Ass,Dicta16, edicin crtica a cura de


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accin est profundamente ligada con el Espritu y la verdadera comprensindel Evangelio pasa a travs de su puesta en prctica. No se entiende el amor, sino se es amado y si no se ama.

3.Nuestro mundo est pasando hoy por muchos cambios radicales, entrelos cuales la revolucin econmica vinculada a la globalizacin, la revolucin

digital, que con el internet permite difundir las noticias en tiempo real, y la re-volucin biotica que trastorna la forma en que actuamos sobre la naturaleza.

Nuevas formas de pobreza estn naciendo, tales como el creciente nmero dejvenes que no encuentran trabajo, la globalizacin de la violencia y el miedo, yel problema de enormes masas de personas que tienen que emigrar a otros pa-ses. A todos estos cambios radicales se tiene que aadir el cambio climtico, queest empezando a preocupar a todos los gobiernos, as como otros problemas

ecolgicos mayores, tales como la deforestacin, la prdida de la biodiversidad,y la polucin de nuestras aguas y nuestra tierra, que afectan sobre todo a lospobres6. Nos encontramos en una encrucijada importante en la historia de la hu-manidad. Un nuevo mundo est naciendo y sufre los dolores de parto. La mujerque da a luz sufre, pero cuando nace su hijo encuentra la alegra7.

4. Como el mundo est cambiando rpidamente, de la misma manera nues-tra Orden se enfrenta a grandes cambios. La Orden tiene Entidades jvenes lle-nas de dinamismo y nuevas iniciativas, con florecientes vocaciones, que tienen

que invertir fuertemente en la formacin de formadores y en necesarios centrosde formacin. Por otro lado, hay Provincias donde la mayora son ancianos, quemerecen nuestro agradecimiento por su fidelidad y perseverancia. Para todosnosotros, este mensaje quiere ser un mensaje de esperanza y aliento.

Cuatro imgenes bblicas pueden acompaar nuestra reflexin para entenderlas perspectivas de este Captulo.

Escuchando la Palabra de Dios

5. La primera imagen, en la que hemos reexionado juntos en el primer da,es la tempestad calmada. Subi Jess a la barca, y sus discpulos lo siguieron.En esto se produjo una tempestad tan fuerte, que la barca desapareca entre lasolas; l dorma. Se acercaron y lo despertaron gritndole: Seor, slvanos,que perecemos!. l les dice: Por qu tenis miedo, hombres de poca fe?. Se

Stefano Brufani, Espoleto 2013.

6Cfr. PAPAFRANCISCO, Carta encclicaLaudato si. Sobre el cuidado de la casa comn, 24de Junio de 2015.

7Cfr.Jn16,21.


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puso en pie, increp a los vientos y al mar y vino una gran calma. Los hombresse decan asombrados: Quin es este, que hasta el viento y el mar lo obede-cen?8.

6.Todos nosotros hemos conocido algunas de estas tempestades, cuandotodo se oscurece y la barca de nuestra vida comienza a hacer agua por todos

lados, mientras que Jess parece estar ausente o dormido. Durante nuestros pri-meros das juntos hablamos de las olas impetuosas que sacuden nuestras bar-cas provinciales, como los desafos del laicismo agresivo y el debilitamiento dela religin tradicional, el creciente proselitismo de las comunidades eclesialescristianas evanglicas, la crisis econmica creada por la creciente disparidad delos ingresos entre los pocos ricos y los muchos pobres, el desafo planteado porelementos radicales dentro del Islam, la disminucin en el nmero de muchas

Entidades, y la consiguiente retirada de los lugares donde la Orden estuvo pre-sente durante mucho tiempo e incluso la crisis de identidad causada por la rees-tructuracin de nuestra provincias.

7. Tambin pueden estallar tormentas en nuestras fraternidades locales cuan-do no somos verdaderamente hermanos, cuando no oramos juntos, cuando nocelebramos captulos locales eficaces, cuando no prestamos suficiente atencina la lectura orante de la Palabra de Dios en nuestra vida personal y fraterna,cuando nos aislamos de los dems hermanos con nuestras computadoras, cuan-

do consideramos nuestras fraternidades como simples hoteles. En tales casos,la tentacin de abandonar la Orden llega a ser ms fuerte. La Eucarista es unmomento de nuestra vida fraterna que nos interpela a todos a que recordemosque Cristo debera ser el centro de nuestras vidas y que la fraternidad es un dondel Resucitado.

8. Y todos nosotros tenemos que confrontarnos con los efectos de la tempes-tad que ha golpeado a la Curia general de nuestra Orden: un revs econmicoque ha provocado en algunos hermanos incluso la prdida de confianza en

nuestro Gobierno central.

Estamos convencidos que nuestro hermano Francisco nos invita a ver y a com-prender, cmo Dios pudiera estar obrando aun en estos desafiantes momentosde la vida, como l mismo tuvo que aprender en diferentes circunstancias.

9. Un texto de la Carta a los Romanos nos ayuda a hacer frente a los desafosque estamos viviendo: Por otra parte, sabemos que a los que aman a Dios todoles sirve para el bien; a los cuales ha llamado conforme a su designio 9. San

8Mt8, 23-27.

9Rm 8, 28.


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Pablo dice que todas las cosas y san Agustn aade etiam peccata10, inclusolos pecados.

Tambin para nosotros este acontecimiento difcil y triste puede convertirse

en algo que coopere a nuestro propio bien: se trata de transformar esta gran di-ficultad en una oportunidad para una nueva fidelidad al Evangelio.

10. Mantener la confianza en Dios es el mensaje principal de la tempestadcalmada. Aquel da, lo que salv a los discpulos del naufragio fue el hecho deque haban llevado a Jess en la barca, antes de comenzar el viaje, y el hechode que lo han despertado en medio de la dificultad. Esto es tambin para no-sotros la garanta contra las tempestades de la vida: tener a Jess con nosotros.La forma de mantener a Jess en la barca de la propia vida y de nuestra Familia

Franciscana es la fe, la oracin y la obediencia a su voluntad.11. En el pasado, cuando la tempestad se desataba en el mar, los marineros

solan lanzar al agua el peso innecesario, como lo atestigua tambin el libro deJons11. Tambin nosotros somos invitados a volver a la pobreza y a librarnosde lo superuo. En nuestros tiempos, nosotros tambin debemos tirar nuestrasfalsas seguridades y remontar la ola del miedo y la ansiedad por medio de nues-tra fe en Dios. La falta de fe que Jess reproch en esa ocasin a los apstolesconsista en el hecho de que ellos ponan en duda que l se preocupara por

ellos y por su seguridad, no te importa que perezcamos?. Debemos creer enel Seor y renovar nuestra conanza radical en l.

12. Cuando la tempestad se ha calmado, Jess y los discpulos arriban a laotra orilla, la tierra de los paganos, que esperan un mensaje de liberacin. Hoyes urgente que dialoguemos con otras religiones y culturas en el espritu de Ass.El Islam, en particular, estaba muy presente en la mente de Francisco. Para llevarla luz y la esperanza al choque de civilizaciones se impone el dilogo con el Islamtanto en Oriente como en Occidente, en el Norte y en el Sur del mundo. Ese tra-

bajar por la paz que merece la bienaventuranza de Jess significa colaborar en laconstruccin de la justicia y de la paz con respeto por la creacin.

Un tiempo de exilio

13. La segunda imagen que queremos evocar es delPrimer Testamentoy es

10AUGUSTUNUS,De libero arbitrio3, 9-26, Opera Omnia, PL 32;De doctrina christiana3,23-33, Opera Omnia, PL 34.

11Cfr.Jon1,5.


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la profunda crisis que conoce el pueblo de Dios durante el exilio en Babilonia,cuando perdi el Templo, el sacerdocio, sus estructuras y su tierra. Esta travesanocturna marc el nal de un mundo: el pueblo conoci la noche de las insti-tuciones. Despojado de todas sus caractersticas distintivas y disperso entre las

naciones paganas, Israel regres a su desnudez primitiva12

, y volvi a la pobrezaesencial del hombre. Ahora ya no sabe de antemano lo que Dios quiere y cami-na en la noche. No es ya del Sina de donde viene la palabra de Dios, sino dela profundidad del corazn destrozado: un corazn quebrantado y humillado,t, oh Dios, t no lo desprecias13. Tocando fondo, Israel experimenta un nuevonacimiento. El pueblo de Dios recobra la importancia del corazn nuevo y delespritu nuevo14. En lo profundo del abismo se forja una esperanza indestructi-

ble. Puede atravesar la noche a la luz de la palabra de Dios. Puede creer al Diosque devuelve la vida a los muertos15.

14. Si queremos ser hijos de Dios y Hermanos Menores en medio de un mun-do postmoderno y reencontrar nuestra identidad, debemos ante todo renovarnuestra conanza en Dios que nos habla, incluso en la oscuridad y cuya Palabraes siempre viva. Debemos creer en el Dios que nos llama a vivir la forma delsanto Evangelio en el sacramento que es nuestra Fraternidad en nuestro tiempo.Estamos invitados a recuperar la radicalidad evanglica, para ser verdaderamen-te hermanos e hijos de Dios en el mundo de hoy. Debemos repetir con Pedro yJuan, a los paralticos modernos que nos piden limosna: No tengo plata ni oro,

pero te doy lo que tengo: en nombre de Jesucristo Nazareno, levntate y anda16

.

S, Cristo est resucitado y vivo y nos comunica el don de la fe en l, con eln de ser sus testigos en un mundo secularizado, siempre proclamando la paz:Paz a vosotros. No tengis miedo17. Y el mundo humano y toda la creacinnecesitan urgentemente esta paz, especialmente en muchos pases en los quehoy los cristianos son perseguidos otra vez y all donde los recursos se acaban.El miedo que bloquea las nuevas iniciativas debe ser eliminado, a pesar de laedad avanzada de muchos hermanos y del abandono de nuestras las de otros.

15. En el prximo ao jubilar dedicado a la misericordia, que coincide conel VIII centenario de la Indulgencia de la Porcincula, Francisco nos invita demanera especial a cuidarnos mutuamente: Si la madre nutre y ama a su hijo

12Cfr.Ez16,8.

13Sal51,19.

14Cfr.Jr31,33.

15Cfr.Ez37.16Hch3,6.

17Jn20,19;Mc16,6.


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carnal, cunto ms amorosamente debe cada uno amar y nutrir a su hermanoespiritual?18. Cuando Francisco dice madre, tiene ante s el ideal de una madrenatural, pero tambin nos invita a dar un paso ms all, para vivir una materni-dad espiritual. Ser misericordioso signica tener entraas de madre, que desea

dar todo lo bueno a su nio. Este ao de misericordia tambin nos recuerda quela conversin de Francisco ocurri cuando l practic misericordia con losleprosos19, tambin hoy nosotros estamos llamados a ser atentos y compasivoscon los marginados de nuestros das.

Inclusive entre las familias de la Primera Orden y de la Tercera Orden Regularest surgiendo el deseo de una comunin ms profunda entre todas ellas, clarospasos en este sentido se han presentado para el perodo 2015-2018. Tratando desuperar nuestras divisiones histricas, queremos tomar iniciativas de colabora-

cin para aprender a caminar juntos como hermanos.

El Papa Francisco recuerda que los cristianos estn llamados a vivir la alegradel Evangelio e invita a pensar sobre el hecho de que cuando en una familiase pierde la capacidad de soar, los nios no crecen y el amor no crece, la vidase debilita y se apaga20. Una vez ms, debemos cultivar nuestros sueos de unavida ms plena.

16.Entre estos problemas, adems del desafo de dilogo entre religiones yculturas, que ya hemos mencionado, nos parece importante recordar la crecien-

te distancia entre los ricos, que progresivamente disminuyen en nmero y au-mentan en riqueza, y los pobres, que al contrario van creciendo en nmero,incluyendo entre ellos cada vez ms a aquellos que una vez formaron parte de laclase media. Escuchamos el grito de los pobres y unimos nuestras voces para de-safiar las estructuras de pecado que crean y perpetan esta situacin. Debemosser agentes de cambio, cada vez ms convencidos de nuestra llamada a abrazar lasituacin de nuestros hermanos y hermanas cuya vida de pobreza no es volun-

taria, como la nuestra, sino deshumanizante.

17. Estamos llamados a demostrar con nuestra fraternidad y nuestra minori-dad un modelo alternativo de vida, vlido y proftico para los hombres y muje-res de nuestro tiempo. Nuestra Fraternidad nos da seguridad en las duras reali-dades de la vida y esto puede demostrar una manera concreta para combatir elproblema ms acuciante de nuestros contemporneos, principalmente el de la

18Rb6,8.

19Test2.20PAPAFRANCISCO,Discurso en Manila en el encuentro con las familias, 16 de enero de

2015.


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soledad y la precariedad debida al aislamiento en el que vive cada uno, con susconsecuencias a nivel econmico, relacional y humano. La minoridad nos llamaa vivir sobriamente y a descubrir las razones ms autnticas de la felicidad hu-mana, tan diferentes de las que promociona el consumismo.

Nuestra vida podra ser una llamada continua a la fe y al amor, las nicascaractersticas que hacen nacer la alegra que vuelve atrayente la vida religiosa.

Como el ciego, Bartimeo

18. La tercera imagen es de un pasaje del Evangelio ledo en la Eucaristadurante el Captulo. Es la historia de la curacin del ciego Bartimeo21. Lo encon-

tramos sentado a la vera de un camino polvoriento a la entrada de Jeric, reci-biendo a veces una moneda en su mano extendida, y apretando con fuerza esaspocas monedas, que podran ser la diferencia entre el hambre y la supervivencia.Y saba que maana sera igual, y tambin el da siguiente. Pero ese da oy deimproviso a la multitud gritar que Jess pasaba por all, aquel Jess de quien sedeca que sanaba a la gente de sus enfermedades. Bartimeo, de alguna manera,en su corazn, saba que Jess poda ayudarle y que para l se abra una posibili-dad de cambio. Este era un buen momento! y por ello haba recuperado su vozy gritaba ms fuerte: Hijo de David, Jess, ten compasin de m!.

19. Hermanos, creemos que hoy en da nos encontramos en un momentocrtico en la historia de nuestra Orden. Lo que se necesita en este momento, siqueremos tratar de hacer realidad esos sueos que hemos evocado antes, es quenosotros, los Hermanos Menores admitamos nuestra necesidad de ser sanadosy le gritemos al Seor para obtener su misericordia y compasin. En la tercerasemana del Captulo, fuimos a Roma para ser recibidos en audiencia por el PapaFrancisco. l nos record que la minoridad consiste principalmente en recono-cer nuestra verdadera condicin: que somos pequeos, necesitados y pecado-

res delante de Dios. De hecho, cuanto ms seamos conscientes de esto, tantoms estaremos cercanos a la salvacin; cuanto ms estemos convencidos de serpecadores, tanto ms estaremos dispuestos a ser salvados. Por tanto, queremosreconocer que nosotros, los Hermanos Menores somos dbiles, y pecadores ynecesitados de la misericordia de Dios y de su pueblo. En particular queremosreconocer que se han cometido errores, a veces graves, en la administracin denuestros bienes temporales.

20. Al igual que Bartimeo, nosotros los hermanos reunidos en el Captulo

general hemos pedido al Seor que recobremos la vista. Ciertamente, la rea-

21Mc10, 46-52.


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lidad con la que nos enfrentamos en este Captulo es el grave dao causado porla crisis econmica que ha golpeado a la Curia general de la Orden. Este eventoha sido una demostracin dramtica de nuestra minoridad, de que nosotros,Hermanos Menores, somos en efecto pobres y necesitados. El dao no ha sido

simplemente material sino tambin espiritual y moral. En este Captulo, hemoscontemplado los efectos que esta crisis nos ha causado. Percibimos la indigna-cin de los hermanos que generosamente han subvencionado la administracincentral de la Orden con el fruto de su trabajo y ahora se cuestionan qu pascon esas contribuciones. Sentimos el dolor de esos hermanos, especialmente elde aquellos de las entidades emergentes, cuyas necesidades urgentes tendrndificultades para ser satisfechas por la administracin central a causa de nues-tras actuales dificultades econmicas. Tambin sabemos que esta situacin hadaado nuestras relaciones con muchos hombres y mujeres que durante aos

nos han ayudado generosamente as como a muchos proyectos de la Orden. Porlo que debemos llevar en el corazn el consuelo y el desafo de las ltimas pa-labras que el Papa Francisco nos dirigi: habis heredado una autoridad en elpueblo de Dios con la minoridad, con la fraternidad, con la mansedumbre, conla humildad, con la pobreza. Por favor, conservadla! No la perdis! El puebloos quiere, os ama.

Por lo tanto, durante este Captulo, hemos tomado medidas para garantizaruna mejor transparencia en la administracin de nuestra Curia general y proveer

una tutela adecuada de los bienes que recibimos del Seor y de su pueblo. Ospedimos a todos vosotros que renovis vuestra conanza en la Orden, especial-mente en los hermanos que hemos elegido para nuestro gobierno en este Cap-tulo. Mientras asumen la tarea que les hemos encomendado, que puedan escu-char las palabras sanadoras de Jess a travs de vuestra comprensin y vuestraconanza: Anda, tu fe te ha salvado!.

21. Pero la actual crisis econmica que afecta a nuestra administracin cen-tral, as como el desafo del Papa Francisco que hemos citado, toca realmente untema que nos concierne a todos los Hermanos Menores. Se reere al modo enque usamos el dinero y los bienes materiales. En el relato de Bartimeo hay otrodetalle interesante. Cuando los discpulos le dicen ten nimo, levntate, que tellama, l solt el manto, dio un salto para llegar a Jess lo ms pronto posi-

ble. Bartimeo abandona la posesin ms preciada de todo mendigo que vive enlas calles: su manto que le calienta en las noches. Y probablemente tambin dejcaer y perdi las pocas monedas que apretaba en su mano, a causa de la emocin

por contestar a la pregunta de Jess, Qu quieres que te haga?. La llamada de

Jess a una vida nueva le hace olvidar todas sus antiguas seguridades. Cuandoen este Captulo evocamos nuestra llamada a ser hermanos y menores, recorda-


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mos nuestro compromiso fundamental franciscano de vivir sin nada propio22.Tambin este ao de la Vida consagrada nos ha recordado frecuentemente nues-tro compromiso para vivir en alegre pobreza. Desgraciadamente, algunas veces,muchos de nosotros parece que lo hemos olvidado. Debemos preguntarnos si a

veces no tratamos las cosas materiales, que nos ha encomendado el pueblo deDios, como si fueran nuestras posesiones personales, para usarlas a nuestro an-tojo, sin ningn sentido de responsabilidad hacia nuestros bienhechores y hacialas personas que hoy viven en la pobreza. Tal vez nos guardamos el fruto denuestro trabajo, sin devolverlo al bien comn de la fraternidad? Y algunas fra-ternidades locales no acumulan dinero para ellas sin ningn sentido de respon-sabilidad hacia las necesidades de toda la fraternidad provincial? No sucedeque algunas provincias tratan de asegurar principalmente su propia seguridady confort, ignorando las necesidades de toda la fraternidad de los Hermanos

Menores? La actual crisis econmica en la que estamos envueltos debera ha-cernos volver a las bases de nuestra vida evanglica; nuestro deseo de seguirlas enseanzas y las huellas de Nuestro Seor Jess, que dice Si quieres ser

perfecto, anda, vende tus bienes, da el dinero a los pobres - as tendrs un tesoroen el cielo - y luego ven y sgueme23. Esto signica que ciertamente no debe-mos tener nada propio, sino estar unidos como hermanos en una sola Familia,que gozan juntos de las bendiciones de Dios, compartiendo libre y mutuamenteesos bienes y con los pobres del Seor. Francisco nos dice que debemos ser, sinexcepciones, Hermanos Menores24.

22. Tambin reflexionemos sobre las ltimas palabras de la historia de Barti-meo: al momento recobr la vista y lo segua por el camino. Su camino futurono significara una vuelta a su vida anterior, sino que sera incorporarse a unacomunidad de discpulos que sigue a Jess por el camino hacia su muerte y re-surreccin en Jerusaln para una vida nueva. En este Captulo general hemosorado desde el primer da para tener el valor de observar el santo Evangeliocomo nuestra Regla de vida nos dicta, y para ser hermanos y menores en nues-tro tiempo.

23. Sabemos que esto signica que debemos seguir las huellas de Jess en elauto-anonadamiento, en el amor humilde, yendo ms hacia las periferias, haciala Galilea de los gentiles, y estando ms cercanos a los pobres y a aquellos dequienes nadie se preocupa. Esto es lo que Francisco dice en su primera formu-lacin de nuestra Regla de Vida: Y deben gozarse cuando conviven con gente

baja y despreciada, con los pobres y dbiles, con los enfermos y leprosos y con

22Rb1,1.23Rnb1,1-2; cfr.Mt 19,21.

24Cfr.Rnb6,3.


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los mendigos que estn a la vera del camino25. El Seor resucitado est ya pre-sente y vivo en esas periferias.

Durante el tiempo de Pascua que acabamos de finalizar, hemos escuchado,

ejemplo tras ejemplo, en los Hechos de los Apstoles, cmo aquellos primeroscompaeros de Jess eran desafiados constantemente a ampliar sus horizontes ya reconocer que el Espritu de Dios estaba actuando entre los corruptos paganosy tambin en lugares extraos, incluso hostiles. Pero para seguir a Jess a esasperiferias, nosotros, como Bartimeo, debemos desechar el manto viejo de nues-tras seguridades, y como Pedro y Pablo, perder algunas de las cosas y prejuiciosque mantenemos fuertemente por razones varias, y depositar toda nuestra fe enJess, caminando juntos con alegra hacia el Reino de Dios.

Como Abrahn y Sara

24. El Captulo general, con las estadsticas en la mano, nos ha mostrado quela Orden de los Hermanos Menores est disminuyendo y envejeciendo en al-gunas partes del mundo, mientras en otras est creciendo, llena de dinamismo.Una visin realista debe considerar ambos elementos: la crisis de algunas Enti-dades y el crecimiento de otras.

All donde la Orden est decreciendo numricamente, aunque pueden estarocurriendo muchas cosas positivas, algunos hermanos se cuestionan por su fu-turo. Frente a esta crisis es posible una actitud de desaliento: el barco se hunde.Slvese quien pueda!. Esto no se grita en los techos, pero muchos hermanos lopiensan sin admitirlo abiertamente. Y con esta excusa se inicia a preparar unaposicin de retirada de la vida fraterna, abriendo cuentas privadas para finan-ciar su tarjeta de crdito. Esta actitud es contraria a la fe total a la que el Evange-lio nos llama.

La nica actitud positiva es la de no permanecer en el sufrimiento de la no-che, sino de atravesarla a la luz de la Escritura, hasta que despunte el da y ellucero amanezca en vuestros corazones26.

25. Nuestra llamada a permanecer abiertos a la esperanza ya ha sido vividade una manera proftica por los Patriarcas, especialmente por Abrahn, quienrecibi la promesa cuando era viejo: tena 100 aos27y su esposa Sara tena 90.

25Rnb9,2.262P1,19.

27Cfr. Gn21,5.


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Despus pasaron tres extranjeros junto a la encina de Mambr. Abrahncomo buen oriental practica la hospitalidad con estos desconocidos. Ordenatraer agua para lavarles los pies. Ordena preparar un poco de pan y matar unternero. Prepara cuajada.

Abrahn llama a los tres huspedes Seor mo28. El autor de la carta a losHebreos comenta: no olvidis la hospitalidad: por ella algunos, sin saberlo,hospedaron ngeles29. Y nosotros podremos aadir que otros, practicando lahospitalidad, han recibido novicios.

26. Sara escuch el mensaje del ngel: Tu mujer tendr un hijo. La sonrisade Sara, que ella misma quiso negar, puede interpretarse como un signo de faltade fe. Pero esta sonrisa recuerda la sonrisa de Dios en el Salmo 2 que barre todas

las dudas: el Seor se re, se mofa de sus enemigos30

. La sonrisa de Dios sabetransformar a la humanidad. Dios se re ante los obstculos. Su risa desarma.Nada es imposible para Dios. Esta frase la retomar el ngel Gabriel para Maraen la Anunciacin. Y Sara crey. Lo conrma el autor de la Carta a los Hebreos:Por la fe, tambin Sara, siendo estril, obtuvo vigor para concebir cuando ya lehaba pasado la edad, porque consider el al que se lo prometa31.

27. El problema fundamental es un problema de fe. En un mundo que cambiavelozmente se trata de acoger con fe la situacin actual no como una catstrofe,

sino como un misterio lleno de llamadas que forman parte de los designios deDios. Tenemos ms conrmada la palabra proftica y hacis muy bien en pres-tarle atencin como a una lmpara que brilla en un lugar oscuro.32Se necesitacontinuar la sonrisa de Sara y ser testigos de la alegra. Dios que abri el senode Sara es capaz hoy de hacer fructfera la Orden franciscana de 800 aos edad.

28. Durante el Captulo, hemos podido contemplar el dinamismo y la energade algunas Entidades de la Orden en preciosos vdeos que prepararon diversasProvincias, que ilustran su vida. Adems de una palabra de agradecimiento y

aliento, queremos expresar nuestra confianza y estima a todas las Provincias yCustodias jvenes que son el futuro de la Orden. Ustedes son un don de Diospara nosotros.

29. Con gran humildad y realismo nos gustara hacer algunas sugerencias,

28Gn18,3.

29Hb13,2.

30Cfr. Sal2,4.31Hb11,11.

322Pe1,19.


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sin caer en el paternalismo. Sin copiar las culturas occidentales, las Entidadesjvenes deben vivir el estilo de vida franciscana, inspirada en el Evangelio, res-petando las culturas locales e integrndolas en el espritu de Ass. Francisco fueun hombre universal y la belleza de su carisma es capaz de transformar todas las

culturas, introduciendo en ellas una nueva levadura. Le toca a cada uno efectuarel discernimiento necesario.

30. Sabemos que la cantidad de las vocaciones no excluye su calidad. De for-ma especial, formadores bien formados deben transmitir a los hermanos jvenesel sentido de familia que caracteriza a nuestra Orden. No deberan dejarse llevarpor el virus del activismo que afecta a muchas partes del mundo. No debemosrepetir algunas equivocaciones cometidas por las entidades ms viejas.

31. El hijo de Abrahn y Sara se llam Isaac, que significa el hijo de la sonri-sa. La vocacin de nuestras Entidades ms jvenes es ser la sonrisa de Dios ensus propias culturas para todos los que les rodean; de esta forma la alegra delEvangelio se transmitir a un mundo que busca la paz. Si nos abrimos al Esp-ritu, podremos llegar a ser profetas en el mundo. Que Francisco nos ensee acumplir la voluntad de Dios, como hizo Isaac.

Llamados a salir con alegra

32. Hermanos, hubo un mensaje claro durante el mes de Captulo general:estamos siendo llamados una vez ms a salir de la comodidad de nuestras casasy de nuestras vidas. Hace ocho siglos, en este lugar de la Porcincula, Francis-co envi a sus primeros hermanos de dos en dos a predicar el Evangelio conel ejemplo y usando las palabras cuando fuese necesario. Igualmente tambinnosotros estamos llamados a ser de nuevo ministros de la alegra del Evangelio.Estamos llamados una vez ms a ser ministros de la misericordia de Dios. Y es-tamos siendo llamados, de nuevo, a salir hacia las periferias, hacia los que estn

marginados, hacia los lugares donde la gente ms lo necesita ya sea muy lejos,en el fin del mundo o sea ms cerca, en el camino a casa. Este ha sido siempre elncleo de nuestro modo de vida franciscano y se nos est desafiando a empezarde nuevo.

33. Durante este mes, hemos examinado atentamente la cantidad de retos alos que nos enfrentamos, unos internos y otros que surgen del mundo que nosrodea, pero tambin nos hemos sentido alentados por la cantidad de signos de

vida que existen en nuestra Fraternidad. Nuestro sentimiento como hermanos

reunidos en el Captulo general no fue de resignacin ante las realidades difci-les, sino un profundo sentimiento de esperanza y de posibilidad. Esta esperanza,sin embargo, solo se lograr si todos renovamos nuestro compromiso con nues-


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tra forma de vida evanglica. Todos debemos hacer la eleccin en el mbitopersonal, local y provincial de ser verdaderos hermanos y menores y salir ha-cia los lugares de nuestro mundo donde la alegra de Dios y la misericordia sontan profundamente anheladas. De este modo este documento no ser un trozo

de papel, sino que se encarnar en nuestras vidas.

34. Al dejar este lugar consagrado a Santa Mara de los ngeles, pidamosque nos gue con las palabras del Papa Francisco33:

Virgen y Madre Maraaydanos a decir nuestro sante la urgencia, ms imperiosa que nunca,de hacer resonar la Buena Noticia de Jess...

Consguenos ahora un nuevo ardor de resucitadospara llevar a todos el Evangelio de la vidaque vence a la muerte.Danos la santa audacia de buscar nuevos caminospara que llegue a todosel don de la belleza que no se apagaEstrella de la nueva evangelizacin,aydanos a resplandecer en el testimonio de la comunin,del servicio, de la fe ardiente y generosa,

de la justicia y el amor a los pobres,para que la alegra del Evangelio.llegue hasta los confines de la tierray ninguna periferia se prive de su luz.

33PAPAFRANCISCO, Exhortacin ApostlicaEvangelii gaudium 288, 24 de noviembre de

2013.


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APNDICE 1

DECISIONES

DELCAPTULO GENERAL 2015


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Decisiones del Captulo general 2015

A. A nivel del Gobierno general

Instituto mixto

1. El Gobierno de la Orden y de las otras Entidades promuevan la igualdadentre los hermanos (CCGG 3), reforzando la identidad del hermano laico en laOrden.

2. El Captulo general manda al Definitorio general dirigir nuevamente una

solicitud al Santo Padre, para que sea llevado a cumplimiento cuanto est indi-cado en Vita consecrata61, respecto a los institutos mixtos.

Formacin inicial y permanente

3. El Definitorio general, junto con el Secretariado general para la Forma-cin y los Estudios, promueva la cultura y la pastoral de las Vocaciones y de laFormacin permanente e inicial en la Fraternidad universal, a partir de la RFFy

todos los dems documentos OFM, con herramientas pedaggicas adecuadas yorganizando Congresos de formadores por Conferencias y para toda la Orden,sobre el tema del acompaamiento.

4. El Definitorio general junto con el Secretariado general para la Formaciny los Estudios, promueva el desarrollo del patrimonio intelectual franciscanopor medio de la investigacin, la enseanza y las publicaciones de alto nivelcientfico; fomente la colaboracin entre los Centros de Estudios SuperioresOFM; convoque un Congreso para los Centros de Estudio OFM sobre temas de

actualidad, para la vida y misin de la Orden en la Iglesia, a partir de una pers-pectiva cultural y teolgica global; estudie y favorezca las posibilidades de unamayor colaboracin acadmica de la PUA y otros Centros de Estudio OFM, contoda la Familia Franciscana.

5. El Definitorio general, junto con el Secretariado general para la Formaciny los Estudios, contine favoreciendo las Casas y las experiencias formativasinterprovinciales, internacionales e interculturales; acompae experiencias mi-sioneras en los proyectos internacionales de misiones de la Orden; igualmen-

te acompae el proyecto de vida de la fraternidad franciscana Beato GabrieleAllegra de Roma.


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Fidelidad y Perseverancia

6. El Definitorio general mantenga viva una Comisin internacional para elServicio de Fidelidad y Perseverancia, en colaboracin con la Procura gene-

ral de la Orden, el Secretariado general para la Formacin y los Estudios, elSecretariado general para las Misiones y la Evangelizacin, la Pontificia Uni-versidadAntonianumy otros expertos del sector. La Comisin tendr la tareade profundizar ulteriormente las motivaciones vocacionales frente a las crisis, yproponer estrategias para renovar y revigorizar la fidelidad carismtica a travsde: la formacin permanente e inicial; el Captulo local y el servicio de la autori-dad; el estudio de los desafos culturales de hoy y de las varias etapas de la vida;subsidios on lineque ayuden a los hermanos y a las fraternidades a replantearsecontinuamente la cuestin vocacional.

Lneas gua sobre el eremitorio y la casa de oracin

7. El Definitorio general anime con la publicacin de las lneas gua y las in-dicaciones de medios concretos a cada Entidad, o al menos a cada Conferencia,a constituir una fraternidad de eremitorio o casa de oracin (cfr. EEGG 15 1),particularmente dedicada a la vida de oracin y devocin. A los hermanos lessea permitido dedicar tiempo y formacin a un estilo de oracin franciscana,

que pueda ser til tambin para las otras fraternidades.

Subsidio para la vida de pobreza y minoridad

8. El Definitorio general elabore un subsidio para ayudar a los Ministros pro-vinciales, a los Custodios y a todos los hermanos, a animar y evaluar regular-mente cun honestamente, concretamente y autnticamente vivimos como po-bres y menores en medio de los pobres, para asegurar que todas las Entidades y

las fraternidades locales se conviertan en comunidades de presencia y solidari-dad con y en el servicio a los pobres.

Comisin Internacional para los Asuntos Econmicos

9. El Definitorio general establezca una Comisin internacional de asuntoseconmicos (EEGG 160), compuesta por frailes expertos y laicos profesionales.La Comisin presentar un informe anual al Definitorio general y durante elencuentro anual de Presidentes de Conferencia.


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Subsidio sobre la integridad de la Creacin

10. El Definitorio general redacte un Subsidio sobre el cuidado de la Crea-cin que tenga una slida base bblica, eclesial, franciscana y cientfica, y provea

orientaciones para que nuestras Entidades puedan responder a los retos ecol-gicos de nuestro tiempo.

11. Cada Entidad, por medio del Moderador para la Formacin Permanen-te, del Animador para la Evangelizacin y del Animador de JPIC, siguiendo lasorientaciones del subsidio general, confeccione un programa para que esta di-mensin entre a formar parte de nuestro estilo de vida y de la actividad pastoraly social de las Entidades. Este objetivo se compruebe en los encuentros de losPresidentes de las Conferencias con el Definitorio general.

Nuevas formas y fraternidades de presencia y evangelizacin

12. El Gobierno de la Orden y de las dems Entidades, en colaboracin con losrespectivos Secretariados para la Formacin y los Estudios, para las Misiones y laEvangelizacin, y de la Oficina de JPIC, en perspectiva de una vida franciscanarenovada y proftica segn los siete puntos del Documento Ite nuntiate(2 1) yteniendo en cuenta las categoras ilustradas en el Instrumentum laborisdel Captu-

lo general nn. 84 y 98 promuevan en la Orden (a todos los niveles), experienciasy movimientos de salida hacia los pobres y las periferias (geogrficas y existencia-les), mediante las Nuevas Formas y fraternidades de presencia y evangelizacin.

Lneas gua sobre la evangelizacin misionera

13. El Definitorio general, con el Secretariado general para las Misiones y laEvangelizacin, elabore lneas gua (cfr. Mandato 16, Captulo general 2009),

sobre la evangelizacin misionera a partir de las propuestas contenidas en elinforme capitular del SGME.

Formacin misionera

14. El Definitorio general, a travs del Secretariado general para las Misionesy la Evangelizacin, contine la formacin inicial y permanente de los misio-neros en la fraternidad N. Sra. de las Naciones en Bruselas, abierta a todos los

miembros de la Familia Franciscana, previendo el compromiso de la UCLAFcon un proyecto anlogo para Amrica Latina.


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Apoyo a los Vicariatos apostlicos confiados a la Orden

15. El Definitorio general contine apoyando los Vicariatos apostlico con-fiados a la Orden, sensibilice a toda la Fraternidad sobre este servicio solicitado

por la Iglesia, ayude a las Entidades encargadas en trminos de personal y derecursos econmicos, verificando, en dilogo con la Santa Sede, la sostenibilidaddel actual nmero.

Apoyo econmico al SGME

16. El Captulo general establece que la obligacin prevista por los EEGG 722 (El Secretariado general para las Misiones y la Evangelizacin debe ser apo-

yado econmicamente por todas las Entidades de la Orden. El Captulo generaldebe establecer la forma y metodologa de este apoyo), debe ser satisfecha me-diante la estructura basada en la actual modalidad de las franjas usadas por laOrden para la contribucin de solidaridad.

Apoyo econmico al SGFE

17. La prctica que fue establecida por el Definitorio general junto con los

Presidentes de las Conferencias en Mayo de 2012, en relacin a la financiacindel Secretariado general para la Formacin y los Estudios, contine hasta elprximo Captulo general, con una revisin anual durante la reunin con losPresidentes.


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B. A nivel de las Entidades

Vida fraterna: programacin y verificacin

18. El Ministro provincial y el Definitorio, el Custodio con el Consejo, juntocon los Guardianes, programen y verifiquen anualmente, cmo animar las fra-ternidades en los aspectos esenciales de la vida fraterna.

Programa ecolgico de la fraternidad local

19. Cada fraternidad en el proyecto de vida y misin, elabore un programa

ecolgico que promueva estilos y opciones concretas de vida que manifiesten elrespeto y el cuidado por la Creacin (cfr. SubsidioEl Cuidado de la Creacin enla Vida Cotidiana de los Hermanos Menores, publicado por la Oficina general deJPIC 2011). Los Visitadores generales en su servicio a las Entidades, tengan elcuidado de verificar y promover este programa.


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APNDICE 2

SALUDO

DEL MINISTRO GENERAL

AL PAPA FRANCISCO

DISCURSO

DEL PAPA FRANCISCO


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1. Saludo del Ministro general al Papa Francisco

Ciudad del Vaticano, Sala Clementina, 26 de mayo de 2015

Santidad, nuestro amadsimo seor Papa Francisco, con profunda alegra leofrezco un saludo cordial de parte de todos los miembros del Captulo generalde la Orden de los Hermanos Menores.

Desde el pasado 10 de mayo estamos reunimos en Ass, en Santa Mara de laPorcincula, donde san Francisco de Ass quera que se reunieran sus herma-nos. Cada uno de nosotros y todos juntos queremos agradecerle de corazn labenevolencia que siempre nos muestra.

En particular le expresamos nuestra gratitud por la audiencia que hoy nosconcede y por la exquisita atencin que ha tenido para nuestro Captulo me-diante la presencia amable de su Delegado, el cardenal Francisco Javier Err-zuriz Ossa, que con su discrecin fraterna y su autoridad paterna nos ha trans-mitido la vigilancia y el cuidado amoroso del Papa por nuestra Orden.

En una breve frase hemos resumido el tema que estamos afrontando en elCaptulo Fratres et minores in nostra aetate. Hay dos aspectos de este lema:

hermanosy menoreses el nombre que san Francisco escogi para l y sus com-paeros; la atencin a nuestro tiempo es la perspectiva a partir de la cual que-remos preguntarnos sobre cmo ser ms y ms hermanosy cada vez ms me-nores. Estamos, de hecho, convencidos de que la profeca que el mundo de hoyespera de nosotros sea ante todo aquella fraternidad y minoridad que quere-mos testimoniar de manera creble.

Hemos venido aqu con usted, seor Papa, como deca san Francisco, paraexpresar nuestra firme resolucin de ser siempre fieles a la santa Iglesia roma-

na, y tambin para recibir indicaciones, correcciones y sugerencias a fin de quesiempre podamos seguir ms fielmente las huellas de Jess.

Sabemos que dentro de poco tiempo nos har partcipes de su reflexinsobre el tema de la ecologa. Este es un tema muy querido por todos nosotroslos franciscanos. Le prometemos desde ahora que haremos todo lo posiblepor traducir en opciones concretas cuanto nos quiera indicar tambin en estembito.

En la Sede del Captulo general y en este encuentro con usted queremosencontrar un nuevo impulso, nimo y audacia para nuestra vida de HermanosMenores. As podremos volver a los pases de los cinco continentes de los que


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venimos, confirmados en la voluntad y con las fuerzas renovadas para poderanunciar la paz, don del Resucitado, y ser testigos de la alegra del Evangelio,Evangelii gaudium!

Algunas veces, sucede que nuestro testimonio de vida vacila, hacindonospoco crebles. Como Usted bien sabe, Santo Padre, nuestra coherencia con elcarisma de la minoridad y de la pobreza recientemente ha fallado, especialmentecon opciones de administracin econmica discutibles. En este Captulo hemosquerido hablar con honestidad y claridad tambin de esto. Le pedimos a Diosque estas situaciones problemticas y provocativas puedan ser, por la gracia deDios, una muerte que florece en la resurreccin de la vida segn el Evangelio,el Evangelio que hemos prometido vivir. El Evangelio es el nico fundamentoslido de nuestras vidas. Le pedimos al Seor que sane, con su Espritu Santo,

las heridas a la confianza fraterna que estos eventos han causado.

Al principio y al final de nuestra Reglasan Francisco une estrechamente elobservar el santo Evangelio con la obediencia y reverencia al seor papaHonorio y a sus sucesores cannicamente elegidos y a la Iglesia Romana. Poreso quiero terminar este saludo con la cita con la que concluye nuestra Reglay que explica por qu estamos hoy aqu frente a usted: para que, siempresometidos y sujetos a los pies de la misma santa Iglesia, estables en la fe catlica,observemos la pobreza y la humildad y el santo Evangelio que firmemente

prometimos.

F. M A. P, OFMMinistro general


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2. Discurso del Papa Francisco

Queridos hermanos menores,

Sed bienvenidos! Agradezco al Ministro general, padre Michael Perry, suscordiales palabras y le expreso mis mejores deseos para la tarea en la que ha sidoconfirmado. Extiendo mi saludo a toda la Orden, especialmente a los hermanosenfermos y ancianos, que son la memoria de la Orden y la presencia de Cristocrucificado en la Orden.

Durante estas jornadas de reflexin y oracin os habis dejado guiar, en par-ticular, por dos elementos esenciales de vuestra identidad: la minoridad y lafraternidad.

He pedido consejo a dos franciscanos amigos, jvenes, de Argentina: Tengoque decir algo sobre esto, sobre la minoridad, dame un consejo. Uno me ha res-pondido: Dios me la conceda cada da. El otro me ha dicho: Es lo que trato dehacer todos los das. Esta es la definicin de minoridad que estos dos amigos,

jvenes franciscanos, de mi tierra, me han dado.

La minoridad llama a ser y sentirse pequeo ante Dios, encomendndose to-talmente a su infinita misericordia. La perspectiva de la misericordia es incom-

prensible para cuantos no se reconocen menores, es decir, pequeos, necesita-dos y pecadores delante de Dios. Cuanto ms seamos conscientes de esto, tantoms estaremos cercanos a la salvacin; cuanto ms estemos convencidos de serpecadores, tanto ms estaremos dispuestos a ser salvados. As sucede en el Evan-gelio: las personas que se reconocen pobres ante Jess son salvadas; al contrario,quien considera que no tiene necesidad de ella, no recibe la salvacin, no porqueno se le haya ofrecido, sino porque no la ha acogido. Minoridad tambin signi-fica salir de s mismos, de los propios esquemas y puntos de vista personales;significa ir ms all de las estructuras que, sin embargo, son tiles si se usan

sabiamente, ir ms all de los hbitos y las seguridades para testimoniar cerca-na concreta a los pobres, a los necesitados, a los marginados, con una autnticaactitud de comunin y servicio.

Tambin la dimensin de la fraternidad pertenece de manera esencial al testi-monio evanglico. En la Iglesia de los orgenes los cristianos vivan la comuninfraterna hasta tal punto que constituan un signo elocuente y atractivo de unidady caridad. La gente se quedaba asombrada al ver a los cristianos tan unidos en elamor, tan dispuestos a la entrega y al perdn mutuo, tan solidarios en la miseri-cordia, en la benevolencia, en la ayuda recproca, unnimes al compartir las ale-gras, los sufrimientos y las experiencias de la vida. Vuestra familia religiosa est


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llamada a expresar esta fraternidad concreta mediante una recuperacin de laconfianza recproca y subrayo esto: recuperacin de la confianza recprocaen las relaciones interpersonales, para que el mundo vea y crea, reconociendoque el amor de Cristo sana las heridas y une.

En esta perspectiva, es importante que se recupere la conciencia de ser porta-dores de misericordia, de reconciliacin y paz. Realizaris con fruto esta voca-cin y misin, si sois cada vez ms una Orden en salida. Por otra parte, estocorresponde a vuestro carisma, testimoniado en el Sacrum commercium. En esterelato sobre vuestros orgenes se narra que a los primeros frailes se les pidi quemostraran cul era su claustro. Para responder, subieron a una colina y mostra-ron toda la superficie de la tierra que podan divisar, diciendo: Este es nuestroclaustro (SC63). Queridos hermanos: En este claustro, que es el mundo entero,

id an hoy impulsados por el amor de Cristo, como os invita a hacer san Francis-co, que en la Reglabuladadice: Aconsejo, tambin, amonesto y exhorto a mishermanos en el Seor Jesucristo, a que, cuando van por el mundo, no litiguen nise enfrenten a nadie de palabra, ni juzguen a otros; sino sean apacibles, pacficosy mesurados, mansos y humildes, hablando a todos honestamente En todacasa en la que entren, primero digan: Paz a esta casa. Y sales lcito comer detodos los manjares que les ofrezcan (Rb 3, 10-14). Esta ltima cosa es buena!

Estas exhortaciones son de gran actualidad; son profeca de fraternidad y mi-

noridad incluso para nuestro mundo de hoy. Cun importante es vivir una exis-tencia cristiana y religiosa sin perderse en disputas y habladuras, cultivando undilogo sereno con todos, con apacibilidad, mansedumbre y humildad, con me-dios pobres, anunciando la paz y viviendo sobriamente, contentos con lo que senos ofrece! Esto requiere tambin un compromiso decidido en la transparencia,en el uso tico y solidario de los bienes, con un estilo de sobriedad y despojo.

Al contrario, si estis apegados a los bienes y a las riquezas del mundo, y po-nis all vuestra seguridad, ser precisamente el Seor quien os despojar de

este espritu de mundanidad para preservar el valioso patrimonio de minoridady pobreza al que os ha llamado por medio de san Francisco. O sois librementepobres y menores, o terminaris despojados.

El Espritu Santo es animador de la vida religiosa. Cuanto ms espacio le de-mos, tanto ms ser el animador de nuestras relaciones y de nuestra misinen la Iglesia y en el mundo. Cuando las personas consagradas viven dejndoseiluminar y guiar por el Espritu, descubren en esta visin sobrenatural el secretode su fraternidad, la inspiracin de su servicio a los hermanos, la fuerza de su

presencia proftica en la Iglesia y en el mundo. La luz y la fuerza del Espritutambin os ayudarn a afrontar los desafos que estn ante vosotros, en parti-cular la reduccin numrica, el envejecimiento y la disminucin de las nuevas


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vocaciones. Este es un desafo. Tambin os digo: el pueblo de Dios os ama. Elcardenal Quarracino me dijo una vez estas palabras, ms o menos: En nuestrasciudades hay grupos o personas algo anticlericales, y cuando pasa un sacerdo-te le dicen ciertas cosas: Cuervo en Argentina le dicen esto; lo insultan,

no fuertemente, pero algo le dicen. Jams, jams, jams me deca Quarraci-no dicen estas cosas a un hbito franciscano. Y por qu? Habis heredadouna autoridad en el pueblo de Dios con la minoridad, con la fraternidad, con lamansedumbre, con la humildad, con la pobreza. Por favor, conservadla! No laperdis! El pueblo os quiere, os ama.

Que os aliente en vuestro camino la estima de esta buena gente, as como elafecto y el aprecio de los pastores. Encomiendo toda la Orden a la proteccinmaternal de la Virgen Mara, a quien veneris como patrona especial con el

ttulo de Inmaculada. Os acompae tambin mi bendicin, que os imparto decorazn; y, por favor, no os olvidis de rezar por m, lo necesito. Gracias!

P F


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NDICE

PRESENTACIN DEL MINISTRO GENERAL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5

DOCUMENTO DEL CAPTULO GENERAL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9

APNDICE 1

DECISIONES DEL CAPTULO GENERAL 2015 . . . . . . . . . . . . . . . . . 25

APNDICE 2

SALUDO DEL MINISTRO GENERAL AL PAPA FRANCISCO . . . . . 33

DISCURSO DEL PAPA FRANCISCO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35


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Documents

Documento del Capítulo general 2015