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Disparidades regionales y convergencia en España. 1980-1995 Juan R. Cuadrado Roura Rubén Garrido Yserte Tomás Mancha Navarro Universidad de Alcalá BIBLID [0213-7525 (1999); 55; 109-137] PALABRAS CLAVE: Disparidades, Crecimiento, Convergencia, Productividad, Empleo, Estructura productiva, España. KEY WORDS: Disparities, Growth, Convergence, Productivity, Employment, Productive structure, Spain. RESUMEN: El objetivo fundamental de este trabajo es mostrar cuál ha sido la evolución de las disparidades de las regiones españolas en el período 1980-1995 partiendo del hecho de que éstas han conoci- do tasas de crecimiento desiguales en relación con el Valor Añadido Bruto (VAB), el empleo y la población, que se han traducido en un comportamiento de las disparidades en términos de VAB por habitante y de VAB por ocupado también diferenciado. El estudio de las conocidas convergen- cia sigma y convergencia beta, tanto absoluta como condicionada, permitirá concluir si se ha producido un proceso de reducción de las disparidades entre las regiones españolas o si, por el contrario, el estancamiento ha sido la característica común de este proceso. Adicionalmente, se mostrarán algunos factores explicativos de este comportamiento regional. ABSTRACT: The main purpose of this paper is to show the evolution of the disparities among the Spanish regions for the period 1980-1995 taking as a starting point the fact that they have experienced different growth rates with respect to the Gross Value Added (GVA), the employment and the population. These differences have resulted in an also differentiated behaviour in terms of GVA per capita and GVA per employment. The study of the well-known sigma convergence and beta convergence, both absolute and conditioned, allows to conclude whether there has been a process of reduction of disparities among the Spanish regions or quite the opposite if the stagnation has been the common characteristic to this process. Additionally, some explanatory factors of this regional behaviour will be shown. 0. INTRODUCCIÓN El objetivo fundamental de esta contribución es mostrar cuál ha sido la evolución de las disparidades de las regiones españolas en el período 1980- 1995 partiendo del hecho de que éstas han conocido tasas de crecimiento des- REVISTA DE ESTUDIOS REGIONALES Nº 55 (1999), PP. 109-137

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Disparidades regionales y convergenciaen España. 1980-1995

Juan R. Cuadrado RouraRubén Garrido YserteTomás Mancha NavarroUniversidad de Alcalá

BIBLID [0213-7525 (1999); 55; 109-137]

PALABRAS CLAVE: Disparidades, Crecimiento, Convergencia, Productividad, Empleo, Estructura productiva, España.

KEY WORDS: Disparities, Growth, Convergence, Productivity, Employment, Productive structure, Spain.

RESUMEN:

El objetivo fundamental de este trabajo es mostrar cuál ha sido la evolución de las disparidadesde las regiones españolas en el período 1980-1995 partiendo del hecho de que éstas han conoci-do tasas de crecimiento desiguales en relación con el Valor Añadido Bruto (VAB), el empleo y lapoblación, que se han traducido en un comportamiento de las disparidades en términos de VABpor habitante y de VAB por ocupado también diferenciado. El estudio de las conocidas convergen-cia sigma y convergencia beta, tanto absoluta como condicionada, permitirá concluir si se haproducido un proceso de reducción de las disparidades entre las regiones españolas o si, por elcontrario, el estancamiento ha sido la característica común de este proceso. Adicionalmente, semostrarán algunos factores explicativos de este comportamiento regional.

ABSTRACT:

The main purpose of this paper is to show the evolution of the disparities among theSpanish regions for the period 1980-1995 taking as a starting point the fact that they haveexperienced different growth rates with respect to the Gross Value Added (GVA), the employmentand the population. These differences have resulted in an also differentiated behaviour in termsof GVA per capita and GVA per employment. The study of the well-known sigma convergenceand beta convergence, both absolute and conditioned, allows to conclude whether there hasbeen a process of reduction of disparities among the Spanish regions or quite the opposite ifthe stagnation has been the common characteristic to this process. Additionally, someexplanatory factors of this regional behaviour will be shown.

0. INTRODUCCIÓN

El objetivo fundamental de esta contribución es mostrar cuál ha sido laevolución de las disparidades de las regiones españolas en el período 1980-1995 partiendo del hecho de que éstas han conocido tasas de crecimiento des-

REVISTA DE ESTUDIOS REGIONALES Nº 55 (1999), PP. 109-137

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iguales en relación con el Valor Añadido Bruto (VAB), el empleo y la población,que se han traducido en un comportamiento de las disparidades en términosde VAB por habitante y de VAB por ocupado también diferenciado.

Bajo esta perspectiva, este artículo dedica su primer apartado al estudiodescriptivo de las disparidades regionales en términos de VAB, empleo, pobla-ción, y VAB por habitante. En un segundo apartado se abordará el estudio delas conocidas convergencia sigma y convergencia beta, tanto absoluta comocondicionada, que permitirá concluir si se ha producido un proceso de reduc-ción de las disparidades entre las regiones españolas o si, por el contrario, elestancamiento ha sido la característica común de este proceso. Adicionalmente,se mostrarán algunos factores explicativos de este comportamiento regional. Eltercer apartado destaca las principales conclusiones obtenidas.

1. UNA PANORÁMICA DE LA EVOLUCIÓN DE LAS REGIONES ESPAÑO-LAS 1980-1995

El enfoque adoptado en este apartado es esencialmente descriptivo y tie-ne por objeto mostrar los hechos estilizados de la evolución de las disparidadesregionales como preámbulo a aproximaciones más analíticas. En concreto, con-sideramos que tiene mucho interés mostrar lo que ha ocurrido en cinco frentesespecíficos: cómo han evolucionado las tasas medias de crecimiento del ValorAñadido Bruto a precios de mercado (VABpm) a escala nacional y por regiones;qué variaciones ha experimentado el peso relativo de las distintas comunida-des autónomas en el conjunto, en términos de VAB total, de empleo y de pobla-ción; y, finalmente, cómo han progresado las distintas comunidades autónomasen VAB por habitante durante los tres quinquenios del período analizado.

A estos efectos, lo que haremos será presentar de forma muy sintética y,en lo posible, gráfica, algunos indicadores y resultados que nos parecen parti-cularmente significativos. La base de datos utilizada para el VAB es la elabora-da por Campo, Cordero y Gayoso (1996) expresada en pesetas constantes apartir de la base de datos de Contabilidad Regional de España. En los casosde la población y el empleo los datos de base proceden de las series oficialesproducidas por el INE de Contabilidad Regional de España.

1.1. Tasas medias de crecimiento por regiones

La economía española ha vivido en los últimos años una serie de fasescíclicas que hay que tener en cuenta al encarar este punto. El período aquíanalizado (1980-1995) tiene su arranque dentro de la fuerte recesión y se cierra

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cuando la economía española inicia la fase de recuperación con estabilidad enla que todavía nos encontramos. En consecuencia, si bien la tasa mediaacumulativa de crecimiento del VAB en el período es, para el conjunto de laeconomía española, del 2,39 por 100 (valores en pesetas de 1986), cuando setoman en consideración las distintas fases cíclicas se obtienen valores muydispares: 1,42 por 100 entre 1980 y 1985; 4.68 por 100 de crecimiento medioacumulativo durante la fase expansiva inmediata; y caída al 1,19 por 100 en elperíodo 1991-95, teniendo en cuenta que se incluye un año –1995– en el que yase inicia una nueva etapa de recuperación económica.

Cuando descendemos a escala regional, los datos nos muestran dos as-pectos interesantes:

1) De las 17 comunidades autónomas, nueve alcanzan tasas de crecimientomedias más elevadas que la media nacional, mientras que las ocho restan-tes quedan por debajo de ésta, aunque Murcia y Andalucía a muy escasadistancia. Asturias ocupa el último lugar (0,85 por 100) y Canarias es la quemás crece (3,79 por 100); prácticamente cuatro veces y media más queaquélla. Entre las que más crecen están todas las que integran el llamado‘eje del Ebro’, dos del ‘eje Mediterráneo’ (Cataluña y la C. Valenciana), Ma-drid, los dos archipiélagos (Baleares y Canarias) y Extremadura.

2) Conviene destacar un hecho que sin duda es importante al considerarla evolución de los desequilibrios regionales. La mayor parte de las re-giones españolas que suelen calificarse como menos desarrolladas sóloconsiguieron tasas de crecimiento inferiores a la media nacional (Galicia,Castilla y León, Castilla-La Mancha, Andalucía y Murcia)1. Obviamente,esto significa que las posibilidades de que estas regiones puedan daralcance a las más ricas o desarrolladas son prácticamente nulas, yaque para lograrlo, o bien deberían haber crecido y crecer por encimade la media y más que aquéllas, o bien, como alternativa, deberían re-gistrar pérdidas de población, si las disparidades se miden en términosde VAB por habitante. Sin embargo, como veremos, esta posible pérdi-da de población prácticamente no se ha producido.

Las diferencias en las tasas de crecimiento regional que acabamos desubrayar han dado lugar a cambios en el peso relativo que cada comunidadautónoma tenía y tiene en el conjunto nacional. Aparentemente las ganancias/

1. Adicionalmente, dos regiones que desde hace años viven un proceso regresivo –Asturias yCantabria– tampoco logran tasas de crecimiento superiores a la media española. Esto apuntahacia una pérdida de posiciones dentro del conjunto nacional.

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pérdidas podrían parecer reducidas, pero al calcular las variaciones porcentua-les de cada una durante el período, los porcentajes resultantes son realmenteimportantes (Cuadro 1).

CUADRO 1PESO DE LAS CC.AA. POR VAB TOTAL

1980 1995 Variación

CC.AA. A B En puntos En porcentajesC=B-A C/A

Andalucía 13,59 13,41 -0,18 -1,33

Aragón 3,26 3,42 0,16 4,83

Asturias 3,09 2,46 -0,63 -20,32

Baleares 2,16 2,29 0,12 5,77

Canarias 3,05 3,74 0,69 22,56

Cantabria 1,41 1,35 -0,06 -4,05

Castilla y León 6,48 5,75 -0,74 -11,36

Castilla-La Mancha 3,79 3,61 -0,17 -4,58

Cataluña 18,62 19,13 0,51 2,74

Com. Valenciana 9,75 9,96 0,21 2,15

Extremadura 1,72 1,82 0,10 6,02

Galicia 6,52 5,46 -1,06 -16,22

Madrid 14,02 15,28 1,26 8,99

Murcia 2,48 2,47 -0,01 -0,47

Navarra 1,61 1,64 0,03 1,69

País Vasco 7,30 6,86 -0,44 -6,05

La Rioja 0,89 0,97 0,08 8,73

Ceuta y Melilla 0,21 0,27 0,06 29,34

España 100 100

Fuente: Elaboración propia.

Diez regiones han ganado peso en su participación en el VAB, mientrasque las restantes han perdido. El mayor avance en puntos corresponde a Ma-drid (aumenta 1,26 puntos), pero en términos porcentuales es Canarias la quemás avanza sobre su peso anterior (+22 por 100), seguida de Madrid y Rioja

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(+9%), Baleares, Extremadura, Aragón y Cataluña. Entre las perdedoras, Galiciaocupa la primera posición en puntos (-1,06), pero los mayores porcentajes depérdida individual corresponden a Asturias (-20 %), Galicia (-16 %) y Castilla yLeón (-1%), seguidas del País Vasco y Castilla-La Mancha. Las tendenciasresultantes muestran la concentración hacia el Nordeste peninsular (Ebro yMediterráneo), Madrid, y los dos archipiélagos. Sólo una región de las histórica-mente menos desarrolladas se une a este grupo: Extremadura.

1.2 Efectos de la caída de las migraciones interregionales y de las tendenciasdemográficas

Desde el punto de vista demográfico, uno de los hechos más destacablesdel período analizado ha sido la práctica paralización de las migracionesinterregionales. Desde finales de los setenta, las regiones que habían sido másexpulsoras netas de población en los sesenta y primeros setenta, Extremadura,Castilla-La Mancha, Andalucía y Castilla y León, pasaron a tener tasas migratoriasnetas casi nulas2. Al propio tiempo, las regiones que tradicionalmente habíansido receptoras netas (País Vasco, Cataluña, Madrid y la C. Valenciana) tam-bién registran tasas migratorias nulas y en algún caso (P. Vasco) incluso nega-tivas (García Greciano, 1997). El resto de las regiones registran también movi-mientos muy bajos, lo que no es incompatible con la continuidad de los proce-sos de concentración de población en la mayoría de las capitales, en otrasgrandes poblaciones y en las de tamaño medio/bajo (entre 10.000 y 50.000habitantes).

Otro hecho demográfico relevante del período estudiado es que, si bien lapoblación española continúa registrando una caída en la tasa de natalidad y unavance en la media de vida, lo que se traduce en una tendencia generalizada alenvejecimiento de la población, subsisten diferencias importantes a escala re-gional. Las tasas de natalidad de algunas CCAA (por ejemplo Canarias, Anda-lucía y Murcia) se han mantenido relativamente altas, mientras que en otras lacaída –siguiendo una tendencia histórica ya conocida– o el mantenimiento amuy bajo nivel ha sido evidente (Galicia, Asturias, País Vasco).

El resultado de ambos hechos es muy claro en el período que estamosconsiderando. Las regiones con una natalidad elevada y donde apenas se pro-ducen ya migraciones netas hacia el exterior (Andalucía, Murcia) incrementan

2. A finales de los ochenta, Extremadura, Castilla y León y Castilla-La Mancha, muestran ciertaexpulsión de población neta, al tiempo que otras son receptoras netas, como Baleares, Cana-rias, Madrid y a mayor distancia, la C. Valenciana. Estos movimientos son, sin embargo, muybajos en valores netos si los comparamos con la etapa histórica anterior.

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su peso relativo, o su participación, en la población española total. Algo quetambién ocurre en regiones que simplemente tienen una tasa de natalidad alta(Canarias) o donde dicha tasa no es tan baja y/o han registrado todavía unossaldos migratorios positivos (Baleares, C. Valenciana, Madrid). El resto, si ex-cluimos Ceuta y Melilla, han experimentado pérdidas en su participación relati-va en el total, con porcentajes de variación negativos que a veces son bastanteelevados (Asturias, País Vasco, Galicia, Castilla y León, y Aragón, por ejemplo).Véase el Cuadro 2.

CUADRO 2PESO DE LAS CC.AA. POR POBLACIÓN TOTAL

1980 1995 Variación

CC.AA. A B En puntos En porcentajesC=B-A C/A

Andalucía 17,02 18,09 1,07 6,30

Aragón 3,19 3,02 -0,17 -5,45

Asturias 3,01 2,75 -0,26 -8,70

Baleares 1,74 1,86 0,12 7,07

Canarias 3,61 3,94 0,34 9,38

Cantabria 1,36 1,34 -0,02 -1,50

Castilla y León 6,87 6,40 -0,48 -6,92

Castilla-La Mancha 4,38 4,28 -0,10 -2,22

Cataluña 15,84 15,49 0,35 -2,19

Com. Valenciana 9,67 9,96 0,29 2,98

Extremadura 2,83 2,72 0,11 -3,83

Galicia 7,47 6,95 -0,52 -6,96

Madrid 12,44 12,81 0,37 3,00

Murcia 2,53 2,75 0,22 8,83

Navarra 1,35 1,34 -0,01 -0,97

País Vasco 5,70 5,29 -0,41 -7,19

La Rioja 0,67 0,67 -0,01 -1,30

Ceuta y Melilla 0,32 0,33 0,02 5,37

España 100 100

Fuente: Elaboración propia.

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1.3. Variaciones en el empleo por regiones

Uno de los rasgos del período analizado es, sin duda, el mantenimiento deuna elevada tasa de desempleo en el país (14,3 por 100 en 1980; 22,9 por 100al cerrar 1995). Los factores explicativos generales son tanto de tipo económi-co, como demográfico, pero las diferencias en los niveles de paro y en la crea-ción neta de empleos entre regiones han sido y son muy notables. La conse-cuencia de ello es que cuando se compara el empleo total de las distintas regio-nes al inicio y al final del período analizado observamos cambios muy significa-tivos. Cambios que están relacionados con la evolución de la productividadaparente del trabajo y con la limitada convergencia en productividad, tal comoanalizaremos más adelante.

El Cuadro 3 presenta el perfil de los cambios que han registrado las distin-tas CCAA en cuanto a su peso relativo en empleos dentro del conjunto español.La región que más puntos pierde es Galicia (-1,22), seguida de Castilla y León(-0,95), Asturias (-0,70) y el País Vasco (-0,62), pero la variación negativa máselevada en valores porcentuales corresponde a Asturias (-20%). Además de lascuatro CCAA citadas, otras seis registran retrocesos en su participación relativaen el empleo, mientras que las que incrementan su peso relativo en términos deempleo son siete, entre las que destaca claramente Madrid (avance de 1,78puntos, con un incremento individual del 15%), Baleares y Canarias (20% y 12%de incremento, respectivamente, aunque su participación en el conjunto es baja)Andalucía, Murcia, la Comunidad Valenciana y Cataluña.

Estas variaciones dan como resultado un mapa en el que todas las regio-nes que han incrementado su peso en términos de empleos en el ámbito nacio-nal están localizadas en el litoral mediterráneo, más Canarias y Madrid. En con-secuencia, hay cuatro regiones que durante el período analizado registran unamayor concentración en términos de empleo y que también lo han hecho encuanto a VAB total, como anteriormente quedó expuesto. Se trata de: Madrid,los dos archipiélagos, Cataluña y la Comunidad Valenciana. Aunque en diferen-te medida, todas ellas han ganado peso económico en el conjunto del paísentre 1980 y 1995.

1.4 Variaciones en el VAB por habitante

El Cuadro 4 muestra los índices regionales del VAB por habitante en 1980y en 1995, tomando la media española como referencia. Su análisis permitesubrayar algunos hechos significativos.

El primer aspecto a subrayar es que el índice de varias CCAA menos desa-rrolladas muestra una caída en términos relativos (Andalucía, Castilla y León,

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Castilla - La Mancha, Galicia), al tiempo que varias de las más desarrolladasregistran mejoras relativas (Cataluña, Madrid, Navarra, La Rioja, e incluso elPaís Vasco). Esto apunta ya a una falta de convergencia entre las CCAA. enVAB per capita (VAB p.c.), que será objeto de comprobación y análisis en laspáginas siguientes. Otros hechos a reseñar son el singular retroceso de Asturias,prosiguiendo una línea ya iniciada con bastante anterioridad a 1980, y los avan-ces de Aragón, Canarias, Extremadura.

CUADRO 3PESO DE LAS CC.AA. POR EMPLEO TOTAL

1980 1995 Variación

CC.AA. A B En puntos En porcentajesC=B-A C/A

Andalucía 13,67 14,34 0,67 4,88

Aragón 3,45 3,31 -0,14 -3,93

Asturias 3,45 2,75 -0,70 -20,19

Baleares 1,88 2,26 0,38 20,27

Canarias 3,31 3,71 0,40 12,22

Cantabria 1,59 1,30 -0,29 -18,07

Castilla y León 7,27 6,32 -0,95 -13,03

Castilla-La Mancha 4,04 3,78 -0,25 -6,30

Cataluña 17,04 17,26 0,22 1,31

Com. Valenciana 9,66 10,27 0,60 6,25

Extremadura 2,39 2,23 -0,17 -6,96

Galicia 9,11 7,89 -1,22 -13,39

Madrid 11,95 13,74 1,78 14,92

Murcia 2,35 2,67 0,32 13,44

Navarra 1,56 1,48 -0,08 -5,29

País Vasco 6,21 5,59 -0,62 -10,02

La Rioja 0,79 0,75 -0,04 -4,72

Ceuta y Melilla 0,24 0,29 0,05 22,21

España 100 100

Fuente: Elaboración propia.

117DISPARIDADES REGIONALES Y CONVERGENCIA EN ESPAÑA. 1980-1995

CUADRO 4VARIACIÓN EN EL VAB PER CÁPITA POR CC.AA. 1980-1995

(ESPAÑA=100)

1980 1995Tasa media de Variación sobre

CC.AA. A Bcrecimiento anual tasa media

1980-1995 españolaAndalucía 79,86 74,13 1,60 -0,50

Aragón 102,29 113,42 2,81 0,71

Asturias 102,58 89,52 1,18 -0,92

Baleares 124,63 123,13 2,02 -0,08

Canarias 84,71 94,91 2,88 0,78

Cantabria 103,26 100,59 1,92 -0,18

Castilla y León 94,30 89,80 1,77 -0,33

Castilla-La Mancha 86,51 84,43 1,94 -0,16

Cataluña 117,55 123,48 2,44 0,34

Com. Valenciana 100,77 99,96 2,05 -0,05

Extremadura 60,81 67,03 2,77 0,67

Galicia 87,28 78,60 1,39 -0,71

Madrid 112,70 119,25 2,49 0,39

Murcia 98,20 89,81 1,50 -0,60

Navarra 118,92 122,12 2,28 0,18

País Vasco 128,08 129,66 2,19 0,09

La Rioja 131,73 145,13 2,76 0,66

Ceuta y Melilla 66,72 81,90 3,51 1,41

España 100 100 2,10 0

Fuente: Elaboración propia.

La última columna del cuadro ofrece las variaciones, positivas o negativas,de las tasas de crecimiento regional de VAB p.c. respecto a la tasa media espa-ñola. Sus valores muestran qué regiones pueden calificarse como perdedoras,en términos relativos, y cuáles aparecen como ganadoras. Ambos calificativosno tienen un significado absolutamente claro, aunque lo que no puede ocultar-se es que un buen número de las regiones que normalmente consideramosmenos desarrolladas o en regresión, alcanzaron tasas de variación de sus VAB

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per capita inferiores a la tasa media española, como sucede en los casos deAndalucía, Asturias, Cantabria, Castilla y León, Castilla - La Mancha, Galicia yMurcia.

A pesar de su simplicidad, las tasas, índices y valores que hemos presen-tado en este apartado, nos han permitido establecer una primera aproximacióna algunos cambios y propensiones de cierto calado en el comportamiento delas distintas regiones dentro del conjunto nacional. Lo que hemos pretendidomostrar son una serie de tendencias que no pueden ni deben quedar en lasombra cuando se aborda un análisis sobre la convergencia / no-convergenciainterregional como el que nos hemos propuesto llevar a cabo.

La evolución de la producción, el empleo y la población apunta ya a unode los hechos fundamentales en el comportamiento regional entre 1980-1995:el estancamiento de la convergencia económica interregional, al menos en tér-minos de producto por habitante. Como se verá a continuación, el análisis deconvergencia permite no sólo detectar que las diferencias en producto por ha-bitante o por ocupado han tendido incluso a incrementarse en algunos ejerci-cios, sino que el estancamiento de la convergencia puede explicarse en razónde diversos factores, hechos y causas, aunque no siempre éstos sean total-mente claros, ni fáciles sus posibilidades de corrección cara al futuro.

2. LA CONVERGENCIA INTERREGIONAL EN VAB POR HABITANTE Y VABPOR OCUPADO

La existencia de disparidades de renta entre regiones y su posible tenden-cia histórica a incrementarse o a disminuir ha sido el tema en el que se hancentrado muchas teorías sobre las relaciones interregionales. Al propio tiempo,el diseño y la puesta en práctica de ‘políticas regionales’ también ha partido,generalmente, de la necesidad de reducir las diferencias observadas dentro deun determinado país, bajo el convencimiento de que el mercado no resuelvepor sí mismo el problema.

Esta preocupación por la evolución de las disparidades ha experimentadoun resurgimiento de la mano de los nuevos teóricos del crecimiento que hanacuñado, desde los pioneros trabajos de Sala i Martin (1990) dos conceptos deconvergencia muy extendidos en la literatura y que son los que vamos a estu-diar: la convergencia sigma (s) y la convergencia beta (b)3.

3. Existe una abundante literatura sobre este tema cuyo análisis excede el objetivo de este artícu-lo. En Cuadrado, Mancha y Garrido (1998) se encuentra una relación exhaustiva de esta litera-tura. La bibliografía de este artículo contiene una selección de las contribuciones más sobresa-lientes en este campo.

119DISPARIDADES REGIONALES Y CONVERGENCIA EN ESPAÑA. 1980-1995

Como es conocido, la convergencia s es una medida de dispersión queindica el grado de desigualdad existente entre distintas economías, tomandocomo referencia una determinada variable económica –VAB por habitante o porocupado–4.

La convergencia b analiza un fenómeno distinto ya que lo que se intentacontrastar es si una situación de retraso relativo en un momento dado, tiende areducirse con el paso del tiempo. Dicho de otra forma, si las regiones que par-ten de posiciones más retrasadas registran tasas de crecimiento mayores quelas más adelantadas, de tal manera que se produzca un efecto de ‘caza’ o‘catching-up’5.

Para estimar este tipo de convergencia se ha utilizado un panel de datospara las regiones españolas en el período 1980-1995. Utilizando un esquemasimilar a Raymond y García Greciano (1994), la ecuación de convergencia ab-soluta o no condicionada es la siguiente:

lnΠit – lnΠt = (lnΠt-1 – lnΠit-1) + vit

En el primer miembro de la ecuación se analizan las diferencias en el cre-cimiento de la productividad de una región i con respecto al crecimiento medionacional. Dicha diferencia ha de depender positivamente de la existente en elperíodo t-1 entre el valor del nivel de la productividad nacional y el valor de laregión i, es decir, del gap de productividad existente.

La utilización de un panel de datos permite la estimación de la convergen-cia b condicionada que no es más que la contrastación de la siguiente ecua-ción:

lnΠit – lnΠt = i (lnΠt-1 – lnΠit-1) + vit

Esta es la formulación de un modelo con efectos fijos regionales, es decir,lo que se denomina también estimador intragrupos. Esta forma de estimar laconvergencia b condicionada tiene la ventaja de que no es necesario estable-cer supuestos sobre las variables determinantes del estado estacionario de cadauna de las economías regionales consideradas. Adicionalmente, intenta salvarel inconveniente de la ausencia de datos regionales que permitan estimar ade-cuadamente dichas variables. Por otra parte, presenta una desventaja funda-

4. Tanto en los cálculos de la convergencia s como de b se excluirán siempre Ceuta y Melilla,dado que su incorporación distorsiona claramente los resultados.

5. En Sala-i-Martin (1994) se realiza una argumentación acerca del interés que puede tener estetipo de convergencia.

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mental a la hora de interpretar el valor de los efectos fijos estimados ya queestos constituye una “caja negra” que es necesario descifrar con análisis com-plementarios.

2.1. Principales resultados6

El resultado más significativo de nuestro análisis permite afirmar la prácti-camente absoluta estabilización del indicador de dispersión calculado (Figura1), lo que equivale a concluir que las disparidades entre las regiones españolasno han experimentado -en su conjunto- ni mejoría ni empeoramiento, aunque desde1988 se advierte incluso una muy ligera pero clara tendencia a empeorar.

FIGURA 1CONVERGENCIA σ EN VAB POR HABITANTE

Fuente: Elaboración propia.

6. En Cuadrado, Mancha y Garrido (1998) se realiza un análisis más pormenorizado de estosresultados junto con la aportación de una abundante evidencia empírica sobre algunos factoresque influyen en la convergencia regional.

0,00

0,05

0,10

0,15

0,20

0,25

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1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995

121DISPARIDADES REGIONALES Y CONVERGENCIA EN ESPAÑA. 1980-1995

Estos resultados coinciden con los obtenidos por otros estudios donde semuestra que desde 1955 hasta 1981 se produjo en España un marcado proce-so de convergencia en términos de PIB por habitante que se detiene a partir deesa fecha7.

A partir de este resultado cabe preguntarse, sin embargo, cómo se hancomportado las distintas comunidades autónomas en el interior de esta tenden-cia general detectada. Los resultados obtenidos al calcular las desviacionesdel logaritmo del VABpc. de cada región con respecto a la media –total nacio-nal– y sus respectivas tendencias durante el período 1980-1995 permiten dife-renciar tres tipos de comportamiento regional:

a) Comportamiento divergente. Esta categoría incluye las regiones que hanmostrado una tendencia significativa a la divergencia respecto a lamedia. Se trata de un grupo relativamente numeroso en el que se inte-gran, por una parte, las regiones que han tendido a distanciarse de lamedia porque mejoran: Aragón, Cataluña, Madrid y Navarra, y, por otra,las que empeoran –siquiera ligeramente– su relación con la media, comoson: Andalucía, Asturias, Castilla y León, Galicia y Murcia.

b) Comportamiento neutro. Se incluyen en este grupo las comunidadesautónomas que, durante el período 1980-1995 no han contribuidosignificativamente ni a la convergencia ni a la divergencia, como son:Cantabria, Castilla-La Mancha, País Vasco y La Rioja se ubican dentrode este grupo.

c) Regiones con un comportamiento sensiblemente convergente. Es decir,aquellas regiones en las que su VABpc ha evolucionado aproximándo-se progresivamente hacia la media, bien sea partiendo de posicionespor encima o por debajo de la misma. Dentro de este bloque hay quesituar a Baleares8, Canarias9, la Comunidad Valenciana y Extremadura.

Dos notas destacan a partir de estos resultados. La primera es que, en lamayoría de los casos, los movimientos individuales hacia la convergencia o ladivergencia son bastante modestos. Asturias, que experimenta una notable caída,constituye la principal excepción, a la que pueden sumarse –aunque en menormedida– los avances hacia la media que registran Canarias y Extremadura. La

7. Ver, por ejemplo, Raymond y García Greciano (1994) o Villaverde (1996).8. Desde 1989 esta comunidad autónoma ha estabilizado, sin embargo, su posición e incluso

muestra cierta tendencia a diverger de la media al mejorar su nivel relativo de VABpc.9. Canarias siguió una línea de progreso que la situaba como divergente hasta 1988, si bien pos-

teriormente se estabiliza en una posición próxima a la media, aunque por debajo de ella.

122 JUAN R. CUADRADO-ROURA / RUBÉN GARRIDO YSERTE / TOMÁS MANCHA NAVARRO

segunda nota a señalar es que el comportamiento convergente o divergente delas distintas regiones no parece guardar relación con el nivel de partida de surespectivo VABpc en 1980. Entre las regiones ‘divergentes’ figuran economíascon un nivel de desarrollo elevado, como Cataluña e incluso Aragón, junto conotras que están claramente por debajo de la media, como Galicia o Andalucía.Algo similar ocurre en los demás grupos. En el tercero, por ejemplo, Baleares yExtremadura muestran tendencia a converger respecto a la media nacional, perosus niveles de producto por habitante eran y siguen siendo claramente distintos.

Los resultados anteriores pueden completarse y matizarse si analizamos laconvergencia s agrupando las regiones en función de sus niveles iniciales deVABpc. Esto nos permitirá estudiar la existencia o no de los denominados clubsde convergencia, mediante la descomposición de la convergencia s en doscomponentes. El primero mostrará la convergencia intragrupos, es decir, si existeconvergencia entre las regiones que integran un determinado grupo, y el se-gundo sobre si se produce un proceso de aproximación entre las regiones per-tenecientes a grupos diferentes (convergencia intergrupos)10.

Los resultados muestran que la dispersión es más elevada entre las regio-nes que partían de una posición de mayor retraso relativo y, por otra parte, lasregiones que han mostrado un comportamiento más desfavorable son las quetenían un nivel de desarrollo intermedio, ya que su dispersión muestra tenden-cia a empeorar. Esto determina que la convergencia sigma sea mayor dentro decada grupo de regiones que en términos intergrupos, como se demuestra porlos menores valores de la convergencia intragrupos de la Figura 2. Este resulta-do permite apuntar, aunque dentro de unos limites modestos, que el proceso deacercamiento de los niveles de VABpc se ha producido con mayor intensidadentre las regiones con un nivel de desarrollo similar, lo que coincidiría con laidea apuntada por algunos autores acerca de la ‘condicionalidad’ de la conver-gencia. En otras palabras, durante el período estudiado, la convergencia pare-ce haberse circunscrito, en especial, a determinados grupos o ‘clubs’.

Teóricamente, este fenómeno de polarización podría coexistir, por supues-to, con un proceso global de convergencia, en el supuesto de que se produjerasimultáneamente cierta movilidad entre las regiones11. Los resultados obteni-dos para la convergencia intergrupos en España permiten concluir, sin embar-go, que estos cambios no se han producido12.

10. Se han dividido las regiones en tres grupos de acuerdo con el nivel de renta por habitante en1980.

11. Es decir, si regiones que se sitúan en las primeras posiciones del ‘ranking’ según su VABpcpasaran a ocupar posiciones más alejadas y viceversa.

12. Este hecho queda confirmado al utilizar un coeficiente de correlación de rangos; por ejemplo, elcoeficiente de Spearman. Los valores obtenidos, altos y próximos a la unidad, indican que seproducen muy pocas variaciones en el ‘ranking’ regional.

123DISPARIDADES REGIONALES Y CONVERGENCIA EN ESPAÑA. 1980-1995

0

0,05

0,1

0,15

0,2

0,25

1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995

INTRAGRUPOS EXTRAGRUPOS TOTAL

Para mostrar alguno de los factores que están detrás del estancamientodel proceso de convergencia anteriormente mostrado podemos descomponerla convergencia sigma en niveles de VAB por habitante en dos elementos: laproductividad aparente del trabajo y los empleos por habitante.

La identidad contable de la que partimos es que, para cualquier región “i”se verifica que:

VAB EMPVAPPC = ––––– • –––––

EMP POB

En otras palabras, el nivel de valor añadido por habitante de una región esigual al cociente entre el valor añadido total y los empleos por el número deempleos por habitante. A partir de ello podemos calcular la evolución de laconvergencia s en términos de empleos por habitante y de productividad apa-rente del trabajo, cuyos resultados nos muestra la Figura 3.

El hecho más destacable que se deduce de este simple análisis es quemientras entre 1983 y 1993 se observa convergencia sigma en términos deproductividad, que empeora en 1994-95, la dispersión en términos de empleospor habitante es bastante más errática y es la que determina la tendencia alestancamiento mostrada por el VAB por habitante, sobre todo a partir de los

FIGURA 2LA CONVERGENCIA σ EN VAPpc.

CONVERGENCIA INTRAGRUPOS Y CONVERGENCIA ENTRE GRUPOS

Fuente: Elaboración propia.

124 JUAN R. CUADRADO-ROURA / RUBÉN GARRIDO YSERTE / TOMÁS MANCHA NAVARRO

0,1

0,11

0,12

0,13

0,14

0,15

0,16

0,17

0,18

1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995

0,1

0,11

0,12

0,13

0,14

0,15

0,16

0,17

0,18

1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995

FIGURA 3DESCOMPOSICIÓN DE LA CONVERGENCIA σ

a) Convergencia σ en productividad.

b) Convergencia σ en empleo per cápita.

Fuente: Elaboración propia.

125DISPARIDADES REGIONALES Y CONVERGENCIA EN ESPAÑA. 1980-1995

últimos ochenta. En concreto, el repunte de la dispersión que observábamos apartir de 1993 se debe, en buena medida, al empeoramiento de la convergen-cia en términos de empleos por habitante. En otras palabras, la dinámica decreación de empleos netos por parte de las regiones muestra diferencias clarasque están en la base del mantenimiento de las diferencias en VABpc. Al propiotiempo, si bien la productividad por empleo muestra una línea tendente a unamenor dispersión, su avance es muy lento en los últimos años13.

Por lo que respecta a la convergencia los resultados que hemos obteni-do al tomar el VAB por habitante de las regiones como referencia y aplicar elmodelo 1 (convergencia beta ‘absoluta’) y el modelo 2 (convergencia beta con-dicionada) permiten destacar dos hechos muy significativos (Cuadro 5):

• El primero, es que durante el período analizado no existe convergencia‘beta’ absoluta en VAB por habitante entre las regiones españolas14,como indica el valor no significativo del parámetro b estimado en elmodelo 1.

• El segundo es que, al aplicar el modelo de efectos fijos individuales(modelo 2), el coeficiente de convergencia alcanza un valor muy signifi-cativo (0.27 como parámetro b, y estadístico t de 6.74), e indica que seproduce un importante cambio en la velocidad de convergencia de lasregiones españolas. Sin embargo, esta convergencia aparece ‘condi-cionada’ por la existencia de coeficientes regionales o efectos indivi-duales que manifiestan la presencia de factores que en unos casos re-tardan (coeficientes individuales de signo negativo) y en otros impulsan(coeficientes con signo positivo) el progreso del VABpc de las regiones.Esto significa que, a pesar de que algunas comunidades autónomastengan la aparente ventaja de ser atrasadas y, por ello, de poder crecermás rápidamente, no lo hacen hacia el mismo valor de equilibrio a largoplazo.

13. El cálculo de un índice de Theil aporta una información similar. Mientras en 1980, más del 70por 100 de la explicación de la desigualdad interregional podía atribuirse a diferencias en pro-ductividad, éstas han ido perdiendo poder explicativo de forma que, en 1995, el 58 por 100corresponde a los llamados ‘factores laborales’ (realmente, el ratio empleo/población) y la pro-ductividad solamente supone algo más del 42 por 100.

14. Dada su dimensión económica real, Ceuta y Melilla han quedado excluidas en todos los cálcu-los, ya que su incorporación distorsiona claramente los resultados.

126 JUAN R. CUADRADO-ROURA / RUBÉN GARRIDO YSERTE / TOMÁS MANCHA NAVARRO

CUADRO 5CONVERGENCIA β REGIONAL EN VAB PER CÁPITA. 1980-1995

Modelo 1 Modelo 2Variables explicativas Coeficiente Estadístico t Coeficiente Estadístico tParámetro β 0,0011 0,1422 0,2723 6,7430

Andalucía – – -0,0787 -6,3562

Aragón – – 0,0306 4,5119

Asturias – – -0,0219 -3,5857

Baleares – – 0,0640 5,6984

Canarias – – -0,0089 -1,4171

Cantabria – – 0,0002 0,0410

Castilla y León – – -0,0262 -3,8979

Castilla-La Mancha – – -0,0424 -5,0593

Cataluña – – 0,0500 5,5295

Com. Valenciana – – 0,0019 0,3202

Extremadura – – -0,1093 -6,0295

Galicia – – -0,0631 -6,2193

Madrid – – 0,0489 5,5205

Murcia – – -0,0214 -3,4334

Navarra – – 0,0565 5,6615

País Vasco – – 0,0656 5,8441

La Rioja – – 0,0884 6,5636

Coeficiente de Determinación: 0,00894 0,44371

Error standard: 0,02429 0,02249

Nº observaciones 255 255

Se han excluido Ceuta y Melilla.Modelo 1: Beta absoluta.Modelo 2: Beta condicionada (modelo de Efectos Fijos).Fuente: Elaboración propia.

Los obstáculos a los que aludíamos pueden proceder de diversas fuentes,como son una peor dotación de factores, la propia estructura productiva regio-nal, problemas de localización y otros elementos más intangibles, como el climaempresarial, el nivel de formación de la mano de obra, etc., que les impidenaprovechar –al menos en parte– la supuesta ventaja de ser regiones atrasadas.

127DISPARIDADES REGIONALES Y CONVERGENCIA EN ESPAÑA. 1980-1995

Por el contrario, algunas regiones con un VABpc claramente por encima de lamedia, como Baleares, Cataluña, Madrid, Navarra, País Vasco y La Rioja (a lasque se une también Aragón), parece que cuentan con ventajas y elementos queson favorables a la existencia de un nivel de equilibrio a largo plazo más eleva-do (signo positivo en su efecto individual).

Un análisis idéntico puede aplicarse utilizando como referencia la produc-tividad aparente del factor trabajo (VAB por persona empleada). Los resultadosobtenido al hacerlo para el conjunto de los sectores productivos y con referen-cia al período estudiado son los que aparecen en el Cuadro 6.

CUADRO 6CONVERGENCIA β REGIONAL EN VAB POR OCUPADO. 1980-1995

Modelo 1 Modelo 2Variables explicativas Coeficiente Estadístico t Coeficiente Estadístico tParámetro β 0,0190 1,6036 0,2946 6,4067Andalucía – – -0,0175 -2,4250Aragón – – 0,0051 0,7380Asturias – – -0,0345 -3,9491Baleares – – 0,0296 3,2509Canarias – – -0,0206 2,8350Cantabria – – 0,0020 0,2855Castilla y León – – -0,0369 -4,0480Castilla-La Mancha – – -0,0218 -2,8007Cataluña – – 0,0311 3,7252Com. Valenciana – – 0,0039 0,5600Extremadura – – -0,0678 -4,9160Galicia – – -0,1165 -6,0917Madrid – – 0,0381 4,0216Murcia – – -0,0103 -1,4944Navarra – – 0,0234 3,1260País Vasco – – 0,0540 5,1204La Rioja – – 0,0526 5,4181Coeficiente de Determinación: 0,10031 0,42492Error standard: 0,02841 0,02671Nº observaciones 255 255

Se han excluido Ceuta y Melilla.Modelo 1: Beta absoluta.Modelo 2: Beta condicionada (modelo de Efectos Fijos).Fuente: Elaboración propia.

128 JUAN R. CUADRADO-ROURA / RUBÉN GARRIDO YSERTE / TOMÁS MANCHA NAVARRO

Los resultados están en la línea de los obtenidos para el VAB per capita. Esdecir, la convergencia b en productividad es un fenómeno condicionado. Esdecir, aparecen un conjunto de elementos y sinergias que en unos casos favo-recen y en otros dificultan los avances en productividad de las regiones. Larelación entre el valor de estos elementos (efectos fijos regionales) y los nivelesde productividad iniciales permiten prever que las diferencias existentes tende-rán a mantenerse o, al menos, a reducirse con gran lentitud.

No vamos a analizar aquí las distintas vías por las que las regiones espa-ñolas han avanzado en términos de productividad (véase Cuadrado, Mancha yGarrido, 1997 y 1998) pero parece claro, sobre todo cuando se observan lasdisparidades existentes en términos de empleo, que alguna de dichas vías,como la reducción del empleo, tienen claramente unos límites. Por contra, losavances que han registrado otras regiones parece que se han basado muchomás en la introducción de mejoras en la organización, la incorporación de nue-vas tecnologías y una mejor adaptación competitiva a los mercados, que a unasimple reducción del empleo. Las posibilidades de evolución de las productivi-dades regionales en el futuro son, por tanto, distintas, y sus resultados a medio-largo plazo, incluyendo la evolución del empleo y del VAB total, también discre-parán, como lo han hecho en el pasado próximo.

2.2. Los ‘efectos fijos’ regionales: algunos factores explicativos

La existencia de los llamados ‘efectos fijos’ de signo positivo y negativoplantea la necesidad de tratar de aclarar cuáles son sus raíces o, al menos, quétipo de factores explican su existencia y su magnitud. El economista se encuen-tra, sin embargo, ante un tipo de pregunta que no es nada fácil de responder yaque, en realidad, cada uno de los ‘efectos fijos’ es el resultado de la agregaciónde una serie de factores positivos y negativos bastante diversos a los que ya seha aludido en el apartado anterior. El inventario de dichos factores incluye, enprimer lugar, la estructura productiva de cada región, en cuanto que la presen-cia de sectores cuya productividad crece más o menos rápidamente acabarádeterminando los avances que en este terreno se están registrando y puedenregistrarse en el futuro. Pero, dicho inventario incluye asimismo, o puede incluir,la influencia de otros muchos factores, como la dotación de infraestructuras, elnivel de formación de la población, la existencia de economías externas locali-zadas, el espíritu empresarial y la disponibilidad de energía, así como otrosligados a aspectos todavía menos aprehensibles que algunos de los citados,como la atmósfera política o el clima socio-laboral15.

15. En Cuadrado y García Greciano (1995) se realizaron una serie de ensayos que mostraban laexistencia de relaciones entre la situación de las regiones y su nivel de dotación de infraestructuras

129DISPARIDADES REGIONALES Y CONVERGENCIA EN ESPAÑA. 1980-1995

La estructura productiva de las regiones se presenta, al respecto, como unposible factor explicativo importante; al menos, como uno de los posibles facto-res condicionantes de su crecimiento económico, sea en VAB absoluto o enproductividad. Varios autores (Mas, Maudos y otros, 1994; Dolado et al., 1994)mostraron ya que el peso del sector agrario en el producto total resultaba signi-ficativo para explicar la ecuación de convergencia del PIBpc, por regiones en elprimer caso y por provincias en el segundo. Raymond y García Greciano (1994)mostraron, por otra parte, que la estructura productiva ha tendido a ser cadavez más homogénea en términos de empleos, debido –esencialmente– a laprogresiva reducción del peso de la ocupación en actividades primarias quehan experimentado las regiones menos desarrolladas. En Cuadrado y GarcíaGreciano (1995) se señaló ya que este último hecho podía tener una influencianegativa en la evolución del VAB por ocupado y, por tanto, en la convergenciaen productividad, cosa que puede comprobarse al introducir la diferencia depeso del empleo agrario de las regiones respecto a la media en una ecuaciónde convergencia beta16 (véase Cuadro 7).

CUADRO 7CONVERGENCIA β REGIONAL EN VAB POR OCUPADO. 1980-1995.

(teniendo en cuenta la evolución del empleo agrario).

Modelo 1Variables explicativas Coeficiente Estadístico tParámetro β 0,0728 2,6003

Andalucía -0,1034 -2,1173

Coeficiente de Determinación: 0,16541

Error standard: 0,02822

Nº observaciones 255

Fuente: Elaboración propia.

públicas, educación, sanidad, comunicaciones energía y otros. En Cuadrado (1994) se aportanlos resultados de una investigación sobre una serie de regiones europeas –algunas de ellascatalogables como ricas, pero otras simplemente de desarrollo intermedio– que han obtenidobuenos resultados en términos de crecimiento económico, tratando de extraer los factores quepueden considerarse como un ‘común denominador’ de la mayoría de ellas. Algunos de losfactores citados aparecían claramente en todas las regiones analizadas.

16. Al incluir dicha variable se evidenció que el gap previo de productividad resultaba reforzado.Las diferencias en el peso de la ocupación en el sector agrario aparecían, así, como un factorsignificativo y de signo negativo para las regiones en las que el empleo en el sector seguíasiendo elevado. La productividad, en su conjunto, crecía menos en dichas regiones que en lasque ya habían eliminado empleo en el sector, generalmente identificables con las más desarro-lladas. La base de datos utilizada para el análisis fue la serie BBV.

130 JUAN R. CUADRADO-ROURA / RUBÉN GARRIDO YSERTE / TOMÁS MANCHA NAVARRO

La convergencia entre regiones se incrementa sustancialmente al aplicareste supuesto: la convergencia sería más clara y más rápida si no pesara nega-tivamente la existencia de unos altos niveles de empleo agrario, especialmenteen algunas regiones. El peso de la mano de obra agraria aparece, pues, comoun factor condicionante de la evolución de la convergencia en productividad,prolongando en el tiempo la reducción de las diferencias que existen entre lasregiones españolas.

Un análisis más desagregado de las estructuras productivas regionalespermite detectar en qué medida la especialización en ciertas actividades ‘con-diciona’ también el crecimiento de la productividad en cada región y, con ca-rácter más general, la evolución del VAB regional. En Cuadrado, Mancha y Ga-rrido (1998) se adopta específicamente este enfoque y en él se aportan resulta-dos que complementan lo anteriormente señalado. Puede indicarse, por ejem-plo, que las regiones con una estructura industrial especializada en actividadesde media y alta tecnología se corresponden con las que registraban efectosindividuales positivos, y que, asimismo, las que están más especializadas enactividades manufactureras menos evolucionadas coinciden con las que pre-sentan efectos individuales más negativos.

¿Las estructuras productivas y el grado de especialización son, pues, losúnicos factores explicativos de las diferentes posiciones de las economías re-gionales en cuanto a la mejora de su VABpc y/o de su productividad?. Evidente-mente, no. Existe una abundante literatura que relaciona los beneficiosos efec-tos de la inversión en capital público sobre la productividad privada. Son abun-dantes, asimismo, las aportaciones sobre el papel del capital humano en elcrecimiento. Y en los últimos años ha crecido, de nuevo, el interés por el papelde las economías de aglomeración, o de la mayor y más diversificada disponi-bilidad de energía y de comunicaciones.

Algunos trabajos han intentado encarar estos temas desde una óptica ana-lítico-formal (De la Fuente, 1996; Maudos, Pastor y Serrano,1998), adoptandopara ello modelos y variables con especificaciones relativamente arriesgadas.Otras aproximaciones se han planteado únicamente detectar la existencia derelaciones más o menos significativas entre los efectos individuales (positivos onegativos) de las regiones y la dotación relativa de algunos factores, utilizandoindicadores simples o complejos (Cuadrado y García Greciano, 1995). En unalínea similar a ésta, aunque mediante una aproximación metodológica diferente,hemos tratado de investigar las relaciones que podían existir entre los efectosfijos detectados al estudiar la convergencia beta en VAB por habitante y en VABpor persona ocupada y varios indicadores regionales, como la tasa de crecimien-to del capital público, los años de escolarización de la población ocupada, la ener-gía, la especialización en servicios no destinados a la venta, el porcentaje de titula-dos universitarios en la población ocupada por regiones, o la tasa de paro.

131DISPARIDADES REGIONALES Y CONVERGENCIA EN ESPAÑA. 1980-1995

El Cuadro 8 presenta un resumen de los valores del coeficiente de correla-ción de Pearson que se obtienen al relacionar dichas variables.

Los años de escolarización de la población ocupada proporcionan un re-sultado que parece bastante significativo tanto en el caso del VABpc como en elde la productividad. El aumento de la dotación de capital público muestra unacorrelación considerable con los efectos fijos en el caso de la productividad. Elnivel de titulados universitarios en la población ocupada y el grado de urbaniza-ción de la población por regiones aportan unas correlaciones positivas bastan-te elevadas con los efectos fijos que aparecían en el caso del análisis de laconvergencia en productividad.

CUADRO 8RELACIÓN ENTRE LOS EFECTOS FIJOS Y DIVERSOS INDICADORES.

VALORES DEL COEFICIENTE DE CORRELACIÓN DE PEARSON

IndicadorE.F.

Prob. E.F. productividad Prob.VABpcAES 0.754 0.000 0.734 0.001

CKPUB 0.392 0.154 0.576 0.016

Energía -0.509 0.037 -0.585 0.014

SNDV -0.683 0.002 -0.579 0.014

Universidad 0.516 0.034 0.629 0.007

U30.000 0.378 0.135 0.481 0.051

Tasa de Paro -0.682 0.003 -0.270 0.295

E.F. VABpc – – 0.849 0.000

E.F. VAB p.c.: Efectos fijos obtenidos de la convergencia ß condicionada del VAB por habitante1980-1995.E.F. productividad: Efectos fijos obtenidos de la convergencia ß condicionada del VAB porocupado 1980-1995.AES: Años de escolarización de la población ocupada (1992).CKPUB: Tasa de crecimiento del capital público (1964-1975). IVIE.Energía: Variable ficticia de especialización del VAB en energía.SNDV: Variable ficticia de especialización del VAB en Servicios No Destinados a la Venta.Universidad: % de universitarios de la Población Ocupada.U30.000: % de la población que vive en núcleos superiores a 30.000 habitantes. Censo dehabitantes-1991.Tasa de paro: Tasa de paro masculino (media del periodo).Fuente: Elaboración Propia

132 JUAN R. CUADRADO-ROURA / RUBÉN GARRIDO YSERTE / TOMÁS MANCHA NAVARRO

Adicionalmente, la producción de energía, por una parte, y el peso de losservicios no destinados a la venta en el ámbito regional, por otra, proporcionanresultados que confirman la importancia de la especialización productiva regio-nal. Por último, la tasa de desempleo media del período ofrece una correlaciónnegativa con los efectos fijos detectados al estudiar la convergencia en VABpc,lo que indicaría que una mayor tasa de paro regional se corresponde con meno-res posibilidades de convergencia, a la vez que dicha relación no resulta signi-ficativa en el caso de la productividad. Ambos resultados tienen mucha lógica,aunque evidentemente se trata de relaciones muy simples.

3. PRINCIPALES CONCLUSIONES

Los resultados obtenidos del estudio de la evolución de las disparidadesregionales en España permiten destacar los siguientes aspectos:

1. La producción , medida en VAB total, ha tendido a concentrarsesignificativamente en el período 1980-1995. El Nordeste mediterráneo,el valle del Ebro, Madrid y los dos archipiélagos ganan peso en el con-junto español.

2. La evolución del empleo también ha dado lugar a unas ganancias depeso relativo por parte de algunas CCAA sobre el resto. En cinco casosconcretos, tales ganancias coinciden con las de producción: Madrid,Cataluña, la C. Valenciana, Baleares y Canarias.

3. La variaciones en la población regional nos muestran también que unaserie de regiones han incrementado su peso relativo en el conjunto. Pero,dado el casi total estancamiento de las migraciones netas interregionales,los aumentos registrados responden prácticamente siempre a la propiademografía, con excepción de Baleares y, en menor medida, de la C.Valenciana.

4. La evolución del producto por habitante por regiones entre 1980 y 1995deja claro que, si bien todas las CCAA experimentaron aumentos, va-rias de las que convencionalmente se incluyen entre las menos desarro-lladas o en un proceso histórico regresivo han tenido crecimientos infe-riores a la media española. Simultáneamente, algunas CCAA regular-mente incluidas entre las más ricas registraron aumentos superiores a lamedia española (Cataluña, Madrid, Navarra, La Rioja, e incluso el PaísVasco, a pesar de la profunda crisis que sufrió su economía). A ellas seune un pequeño grupo de regiones con niveles de VAB p.c. más bajos

133DISPARIDADES REGIONALES Y CONVERGENCIA EN ESPAÑA. 1980-1995

(Aragón, Canarias y Extremadura) que asimismo creció por encima dela media española.

5. Estos resultados están detrás de los obtenidos cuando se analiza laconvergencia sigma y beta tanto en VAB por habitante como en VAB porocupado. El primer hecho a destacar es el estancamiento de la conver-gencia económica interregional. Por contra, parecen detectarse la for-mación de grupos o clubs de convergencia de tal manera que, por unaparte, la reducción de las disparidades es más intensa dentro de estosgrupos, y, por otra, como consecuencia de lo anterior, los niveles deproductividad y VAB per cápita de equilibrio son también significa-tivamente distintos entre regiones.

6. Estos resultados son la muestra de la existencia de un conjunto de fac-tores de diversa naturaleza que es necesario analizar con un mayordetalle y que pueden determinar los niveles de VABpc o productividad alargo plazo. Muchos de estos factores tienen una naturaleza endógenay presenta claras inercias temporales difíciles de vencer. Como se mues-tra en Cuadrado, Mancha y Garrido (1998) este comportamiento regio-nal español se explica, fundamentalmente, por factores que residen enla propia estructura productiva regional y en otros elementos, que setraduce en un crecimiento diferencial del empleo, la producción y laproductividad a escala regional.

134 JUAN R. CUADRADO-ROURA / RUBÉN GARRIDO YSERTE / TOMÁS MANCHA NAVARRO

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