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1 CUANTIFICACIÓN DE LA TABLA DEL ÍNDICE DE RESISTENCIA GEOLÓGICA Hoek, E. Vancouver, British Columbia, Canadá Carter, T.G. Golder Associates, Toronto, Ontario, Canadá Diederichs, M.S. Queens University, Kingston, Ontario, Canadá Copyright 2013 ARMA, American Rock Mechanics Association Este paper fue preparado para la presentación del 47° Simposio del US Rock Mechanics/Geomechanics llevado a cabo en San Franciso, CA, USA, 23-26 en Junio del 2013 RESÚMEN: La tabla original del Índice de Resistencia Geológica fue desarrollada asumiendo que las observaciones del macizo rocoso serían realizadas por geólogos o ingenieros geólogos cualificados y experimentados. Alguna uniformidad y cuantificación de la tabla parecen necesarias frente al incremento del uso de la tabla del GSI como base de la selección de los parámetros para diversos análisis numéricos, usualmente por personas sin un entendimiento geológico fuerte de la variabilidad del macizo rocoso necesario para interpretar la tabla gráfica del GSI apropiadamente. Este paper presenta una propuesta para la cuantificación de la tabla GSI sobre la base de dos parámetros bien establecidos, las Condiciones de las Discontinuidades y el RQD. Son presentadas algunas recomendaciones para desarrollos futuros de escalas más robustas. 1. INTRODUCCIÓN La tabla original del Índice de Resistencia Geológica (GSI) fue desarrollado asumiendo que las observaciones del macizo rocoso sería realizado por geólogos o ingenieros geólogos cualificados y experimentados. La descripción de las categorías de estructura y de condiciones de las discontinuidades del macizo rocoso se ha encontrado que trabaja bien cuando dichas personas están disponibles. Sin embargo, hay muchas situaciones donde son asignados personal de ingenieros en lugar de geólogos para recolectar la data, lo que significa que el cartografiado de los macizos rocosos o núcleos de perforación es llevado a cabo por personas que están menos confortables con estas descripciones cualitativas. Se ha dado prioridad a la cuestión de cuantificar el GSI como parte de una evaluación en marcha del uso y abusos de los sistemas Hoek y Brown y del Índice de Resistencia Geológica para la estimación de las propiedades de macizos rocosos. El GSI es el primer punto de entrada en el sistema y, a menos que este Índice será entendido y aplicado correctamente, la confiabilidad de las propiedades estimadas está abierta a cuestionamiento. La Figura 1 ilustra el flujo de datos cuando se usa el método GSI/Hoek-Brown para la estimación de los parámetros requeridos para un análisis numérico de las excavaciones subterráneas o superficiales en roca. Dependiendo de si los usuarios tienen un entendimiento de geología o ingeniería, tiende a haber opiniones muy arraigadas en si las condiciones geológicas observadas deben ser solo descriptivas o cuantitativas dentro de la caracterización de la tabla del GSI. Figura 1: Flujo de datos de entrada usando el sistema Hoek y Brown para la estimación de los parámetros del macizo rocoso para análisis numéricos.

Cuantificación de La Tabla Del Índice de Resistencia Geológica

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Cuantificación de La Tabla Del Índice de Resistencia Geológica

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Page 1: Cuantificación de La Tabla Del Índice de Resistencia Geológica

1

CUANTIFICACIÓN DE LA TABLA DEL ÍNDICE DE RESISTENCIA GEOLÓGICA

Hoek, E.

Vancouver, British Columbia, Canadá

Carter, T.G.

Golder Associates, Toronto, Ontario, Canadá

Diederichs, M.S.

Queens University, Kingston, Ontario, Canadá

Copyright 2013 ARMA, American Rock Mechanics Association

Este paper fue preparado para la presentación del 47° Simposio del US Rock Mechanics/Geomechanics

llevado a cabo en San Franciso, CA, USA, 23-26 en Junio del 2013

RESÚMEN:

La tabla original del Índice de Resistencia Geológica fue desarrollada asumiendo que las observaciones

del macizo rocoso serían realizadas por geólogos o ingenieros geólogos cualificados y experimentados.

Alguna uniformidad y cuantificación de la tabla parecen necesarias frente al incremento del uso de la tabla

del GSI como base de la selección de los parámetros para diversos análisis numéricos, usualmente por

personas sin un entendimiento geológico fuerte de la variabilidad del macizo rocoso necesario para

interpretar la tabla gráfica del GSI apropiadamente. Este paper presenta una propuesta para la cuantificación

de la tabla GSI sobre la base de dos parámetros bien establecidos, las Condiciones de las Discontinuidades y

el RQD. Son presentadas algunas recomendaciones para desarrollos futuros de escalas más robustas.

1. INTRODUCCIÓN

La tabla original del Índice de Resistencia

Geológica (GSI) fue desarrollado asumiendo que las

observaciones del macizo rocoso sería realizado por

geólogos o ingenieros geólogos cualificados y

experimentados. La descripción de las categorías de

estructura y de condiciones de las discontinuidades

del macizo rocoso se ha encontrado que trabaja bien

cuando dichas personas están disponibles. Sin

embargo, hay muchas situaciones donde son

asignados personal de ingenieros en lugar de

geólogos para recolectar la data, lo que significa que

el cartografiado de los macizos rocosos o núcleos de

perforación es llevado a cabo por personas que están

menos confortables con estas descripciones

cualitativas.

Se ha dado prioridad a la cuestión de cuantificar

el GSI como parte de una evaluación en marcha del

uso y abusos de los sistemas Hoek y Brown y del

Índice de Resistencia Geológica para la estimación

de las propiedades de macizos rocosos. El GSI es el

primer punto de entrada en el sistema y, a menos que

este Índice será entendido y aplicado correctamente,

la confiabilidad de las propiedades estimadas está

abierta a cuestionamiento.

La Figura 1 ilustra el flujo de datos cuando se usa

el método GSI/Hoek-Brown para la estimación de

los parámetros requeridos para un análisis numérico

de las excavaciones subterráneas o superficiales en

roca. Dependiendo de si los usuarios tienen un

entendimiento de geología o ingeniería, tiende a

haber opiniones muy arraigadas en si las condiciones

geológicas observadas deben ser solo descriptivas o

cuantitativas dentro de la caracterización de la tabla

del GSI.

Figura 1: Flujo de datos de entrada usando el sistema

Hoek y Brown para la estimación de los parámetros del

macizo rocoso para análisis numéricos.

Page 2: Cuantificación de La Tabla Del Índice de Resistencia Geológica

2

2. CONSTRUCCIÓN DE LA TABLA GSI

BÁSICA

La tabla GSI publicada por Hoek y Marinos

(2000) [1] es reproducida en la Figura 2. La escala A

ha sido adicionada para representar las 5 divisiones

de la calidad superficial dentro de un rango de 45

puntos, definidos por la aproximación de las

intersección de la línea GSI=45 en el eje. La escala

B representa las 5 divisiones de la escala del

entrelazamiento de los bloques con un rango de 40

puntos en la zona en que la cuantificación es

aplicada.

Figura 2: La estructura básica de la tabla GSI de Hoek y

Marinos (2000) y las posibilidades de su cuantificación.

El valor del GSI ha sido estimado en cada

intersección de las escalas A y B de las líneas de la

tabla GSI. Estos valores son mostrados como el

número superior en cursiva en el punto de

intersección. En los mismos puntos de intersección,

el número inferior en cursiva es igual a la suma de

los valores de A y B. Los dos números de cada

punto de intersección son mostrados en la Figura 3.

Esta figura demuestra que hay un gran potencial

para cuantificar el GSI a través de dos escalas

lineales que representan las condiciones

superficiales de las discontinuidades (Escala A) y el

entrelazamiento de los bloques de roca definidos

para estas discontinuidades que se intersectan

(Escala B).

Figura 3: Gráfico del GSI estimado de la tabla básica

GSI contra la suma de los valores A y B.

La figura 3 también muestra que hay una

tendencia simétrica para cada grupo de puntos

graficados y, mediante una examinación en la tabla

de la figura 2, es obvio que esta tendencia es debido

a que las líneas del GSI original, que fueron

dibujadas a mano, no son paralelas o tienen igual

espaciamiento.

El error de la tendencia de la figura 3 puede ser

eliminada completamente con una modesta

corrección en las líneas del GSI original para

hacerlas paralelas y de espaciamiento igual. Esta

corrección ha sido aplicada en la figura 5.

Cabe resaltar que la corrección de las líneas del

GSI y la adición de las escalas A y B no cambian la

función de la tabla original de estimar el GSI

mediante observaciones de campo de la blocosidad y

las condiciones de las discontinuidades,

caracterizado en términos de los bloques de títulos

en los ejes descriptivos. Así, la tabla mostrada en la

figura 5 tiene el potencial para satisfacer ambos

campos del usuario, lo descriptivo y lo cuantitativo.

Antes de proceder más lejos con esta discusión es

necesario definir un número de condiciones y

limitaciones de la tabla cuantitativa GSI propuesta:

1. La adición de las escalas cuantitativas en la tabla

del GSI no debe limitar el uso para el que fue

originalmente diseñado – la estimación del valor del

GSI desde observaciones visuales de las condiciones

del macizo rocoso en campo.

2. Una premisa esencial en el criterio de Hoek-

Brown para la estimación de los parámetros

mecánicos del macizo rocos es que la deformación y

la resistencia pico son controladas por el

deslizamiento y rotación de los bloques de roca

intacta definidos por la intersección de los sistemas

Page 3: Cuantificación de La Tabla Del Índice de Resistencia Geológica

3

de discontinuidades. Es asumido que hay muchas

familias de discontinuidades y que están

suficientemente cerca, relativo al tamaño de la

estructura bajo consideración, que el macizo rocoso

puede ser considerado como homogéneo e

isotrópico. Estos conceptos son ilustrados en el

diagrama de la figura 4.

Figura 4: Limitaciones en el uso del GSI dependiendo de

la escala.

3. Para macizos rocosos macizos o con

discontinuidades muy separadas, la tabla GSI no

debe ser usado como fuente datos de entrada en el

criterio de Hoek-Brown como se muestra en la

Figura 1. Esto se debe a que no hay suficientes

discontinuidades pre-existentes para satisfacer las

condiciones de homogeneidad e isotropía descritas

anteriormente. Así, para abolir esta confusión, la fila

superior de la tabla mostrada en la figura 2 ha sido

removida en el desarrollo de la tabla GSI

cuantificada. Los procesos de fractura frágil como

los ―rockbursts‖ y los estallidos de roca son

excluidos específicamente de la sección cuantificada

de la tabla GSI ya que estos procesos no involucran

la rotación y traslación de los bloques entrelazados

de rocas como se define en la sección 2.

Similarmente, las fracturas estructuralmente

controlas en rocas con pocas discontinuidades no

pueden entrar en la definición de homogeneidad

inherente en la definición del GSI.

4. La última fila de la tabla GSI original (2000) ha

sido removida ya que representa materiales

previamente cizallados o transportados o muy

alterados para los que las condiciones definidas en el

ítem 2 tampoco no aplican. Una segunda tabla GSI

para materiales heterogéneos y pre-cizallados como

los flysch ha sido publicado por Marinos y Hoek

(2002) [2] y Marinos et al (2007) [3]. En este caso se

debe aplicar esta tabla o se debe desarrollar un sitio

específico dentro de la nueva tabla para macizos

rocoso que se ubican dentro de la última fila de la

tabla dada en la figura 5.

Algunos enfoques para discutir ambos límites

vistos en los párrafos (3) y (4) de la tabla GSI son

sugeridos por Carter et al, 2008 [4].

5. Para poder cuantificar el GSI usando la tabla, las

cantidades usadas para construir las escalas A y B

deben ser calificaciones prácticas que sean

familiares para los ingenieros geólogos e ingenieros

geotécnicos que operan en el campo. También tienen

que estar bien establecidas en la literatura como

índices confiables para la caracterización de macizos

rocosos formados por sistemas de discontinuidades.

Es asumido que hay un suficientemente número de

discontinuidades que y que estén los suficientemente

cerca, relativo al tamaño de la estructura bajo

consideración, que el macizo rocoso será

considerado como homogéneo e isotrópico.

3. ESTIMACIÓN DEL GSI EN TÉRMINOS

DEL RQD Y LAS CONDICIONES DE LAS

DISCONTINUIDADES

La escala A en la figura 2 representa las

condiciones superficiales de las discontinuidades

mientras que la escala B representa la blocosidad del

macizo rocoso. Los primeros candidatos para estas

escalas son las valoraciones de las Condiciones de

Discontinuidades (JCond89) definidas por

Bieniawski (1989) [5] y la Designación de la

Calidad de la Roca RQD (Rock Quality

Designation) definido por Deere (1963) [6]. Estas

valoraciones son descritas en el apéndice 1.

La valoración JCond89 se corresponde bien con

las condiciones superficiales definidas en los

cuadros de textos del eje x de la tabla GSI en la

figura 5. Este parámetro de valoración ha estado

siendo usada por muchos años y los usuarios la han

encontrado simple y confiable para aplicarlas en

campo.

La valoración RQD ha estado siendo usada por

50 años y algunos usuarios la han encontrado

―aburridamente confiable‖. Así estas dos

valoraciones parecen ser ideales para su uso como

las escalas A y B para la cuantificación del GSI.

La figura 5 muestra la tabla en la cual la escala A

es definida por 1.5JCond89 y la escala B es definida

como RQD/2. El valor del GSI está dado por la

suma de estas escalas que resultan en la siguiente

relación:

(1)

Page 4: Cuantificación de La Tabla Del Índice de Resistencia Geológica

4

Figura 5: Cuantificación del GSI mediante las Condiciones de las Discontinuidades y el RQD.

4. COMPROBACIÓN DE CUANTIFICADOS

GSI CONTRA EL GSI CARTOGRAFIADO

Para comprobar si la cuantificación del GSI

propuesta funciona o no, es necesario comprobar los

valores del GSI predichas de la ecuación 1 contra los

valores del GSI cartografiados en campo. Al tiempo

de elaborar este trabajo, solo un conjunto de datos de

campo confiables, de un túnel de perforación y

voladura, era disponible para los autores. Los

valores del GSI calculados de las JCond89 y del

RQD son graficadas contra los valores del GSI

calculados en campo en la figura 6. Esta gráfica

muestra que la correlación entre los valores del GSI

calculados y cartografiadas está cerca a la relación

ideal 1:1 de un ajuste perfecto. Esto sugiere que, una

vez que se obtengan datos adicionales de campo, la

aplicación de esta cuantificación del GSI justificará

la transición de propuesta a recomendada.

Es posible que algunos ajustes en la posición de

las escalas de JCond89 y RQD en la Figura 5 sean

requeridos mientras más datos de GSI de campo

sean disponibles y mientras más experiencia sea

ganada en el uso de esta cuantificación.

Page 5: Cuantificación de La Tabla Del Índice de Resistencia Geológica

5

Figura 6: Comparación entre el GSI cartografiado y el

GSI predicho de las JCond89 y el RQD

5. ALTERNATIVAS ESCALAS PARA LAS

CONDICIONES DE LAS

DISCONTINUIDADES

Los autores han examinado dos opciones para

escalas alternativas para la calidad superficial de la

figura 5 reconociendo que los valores del JCond89 no

son siempre disponibles en los datos de campo.

El primer candidato en la versión de las J Cond

del 76, incluido en el paper de Bieniawski (1976) [7]

(ver Apéndice 1). El análisis de regresión de los

valores individuales datos en las JCond76 que se

sustituyen en la ecuación 1 resulta en:

(2)

Un segundo candidato es el coeficiente Jr/Ja

incluido en el Índice de Calidad de Túneles (Q) de

Barton et al (1974) [8]. Este coeficiente (Jr/Ja)

representa la rugosidad y las características de las

paredes de discontinuidades o rellenos.

Comparando las valoraciones para las JCond89

con las de Jr y Ja de Barton et al [7] (Ver apéndice

1) dan como resultado la relación

JCond=35Jr/Ja(1+Jr/Ja). La sustitución de esta

relación en la ecuación 1 da:

(3)

Los valores predichos de GSI son graficados

contra los valores de GSI cartografiados en campo

en la figura 7 para los mismos datos usados en la

preparación de la figura 6. Los resultados para la

regresión linear no son tan buenos como las

obtenidas para la ecuación1, el encaje es una

aproximación aceptable para aplicaciones

ingenieriles.

Figura 7: Comparación entre el GSI cartografiado y el

GSI predicho del coeficiente Jr/Ja y el RQD.

6. DETERMINACIÓN DEL RQD EN LA CARA

DEL MACIZO ROCOSO

Se disponen de tres métodos cuando no se tiene

núcleos de perforación y el RQD tiene que ser

determinado en el frente del túnel, las caras del túnel

o en las caras del talud.

El primero involucra una simple medición física

con una varilla o cinta métrica en el frente de la cara.

La longitud de los segmentos de roca intacta que

midan más de 10cm dentro de la longitud medida

será tomada para el RQD como si fuera una

perforación. Este procedimiento es descrito por

Hutchinson y Diederichs (1996) [9]. Una versión

virtual de este procedimiento puede ser determinado

por las fotos de alta calidad de los escáner LIDAR.

Priest y Hudson (1976) [10] encontraron una

estimación razonable del RQD mediante la medición

de las discontinuidades hecha en un núcleo de

perforación o en un afloramiento expuesto mediante

la siguiente ecuación.

(4)

Donde es el número promedio de

discontinuidades por metro.

Palmström (1982) [11], también estudió el RQD

pero en su relación con el Recuento Volumétrico de

Discontinuidades, Jv, una medida de los números de

discontinuidades dentro de un metro cúbico de roca.

Basado en los cartografiados en afloramientos o en

revisiones ortogonales subterráneas, la siguiente

expresión derivó en:

(5)

Page 6: Cuantificación de La Tabla Del Índice de Resistencia Geológica

6

Más recientemente, Palmström (2005) [12]

extendió su análisis mediante la inclusión de bloques

de diferentes tamaños y formas generados en

computadoras. Se encontró una nueva correlación

entre el RQD y el Jv que daba mejores resultados

que la de la ecuación 5, esta nueva ecuación es:

(6)

7. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

Con algunas modificaciones menores de la tabla

GSI publicada por Hoek y Marinos (2000) [1] se ha

encontrado que dos escalas lineales simples, las

JCond89 y el RQD, pueden ser usadas para

representar las condiciones superficiales de las

discontinuidades y la blocosidad del macizo rocoso.

Estas valoraciones están bien establecidas en la

práctica de la ingeniería geológica, son simples de

medir o estimar en campo y son posiblemente las

valoraciones que dan el mayor grado de consistencia

entre los diferentes geólogos que trabajan en un

mismo proyecto. Aún más importante, en una

revisión directa entre el GSI estimado de la suma de

estas valoraciones y el GSI obtenido del

cartografiado directo de la cara de un túnel se

encontró una relación aceptable para la

caracterización del macizo rocoso y obtener las

propiedades iniciales necesarias para los modelos

numéricos.

Reconociendo que los valores de las JCond89 no

son siempre disponibles en los datos de campo, se

han investigado dos escalas alternativas para estas

calidades superficiales. Una de estas es la relación

entre las JCond89 y las JCond76, una versión más

antigua de este parámetro que puede ser usado como

un remplazo directo de las JCond89. La segunda

alternativa es el coeficiente Jr/Ja que da una relación

con las JCond89 que provee una aceptable

aproximación para aplicaciones ingenieriles.

El objetivo de este paper fue construir un

conjunto de escalas para la tabla GSI, basadas en

escalas existentes y bien establecidas usadas en las

clasificaciones RMR o Q. Cai et al (2004) [13],

Somnez and Ulusay (1999) [14] y Russo (2007,

2009) [15, 16] tienen tablas cuantificadas del GSI

que incorporan escalas de las condiciones

superficiales y la estructura de la roca basados en

parámetros relativos a las usadas por los autores en

la construcción de la figura 5. Todas estas tablas

cuantificadas GSI incluida la propuesta en la figura

5 de este paper, tienen ventajas y desventajas. Sin

embargo, todas ellas sufren de dos deficiencias

significantes.

En primer lugar, los parámetros usados para

especificar las condiciones superficiales

(equivalentes de la Escala A en la figura 5) son

basadas en valoraciones de la rugosidad, alteración y

ondulación de las discontinuidades. Estas

valoraciones, con la excepción de la ondulación,

están basadas en la medición del grado de rugosidad

y alteración superficial en lugar de cualquier medida

física de la resistencia cizallante superficial misma.

Esta resistencia cizallante es un parámetro que

controla el comportamiento de los macizos rocosos

fracturados y es cuestionable si la naturaleza un

tanto arbitraria de las valoraciones de la rugosidad y

alteración, pueden proveer una medición confiable

de esta resistencia cizallante.

En segundo lugar, el uso del RQD por los autores

o alguna variación del Recuento Volumétrico de

Discontinuidades Jv o del volumen del bloque Vb,

por otros autores, limitan la definición de la

estructura de la roca a las dimensiones de los

bloques. Esto no toma en cuenta la proporción del

tamaño del bloque frente al tamaño del túnel o del

talud, como se muestra en la figura 4, que tiene una

influencia significante en la aplicación de la tabla

GSI para caracterizar el macizo rocoso.

La medición directa de las propiedades físicas y

el modelamiento numérico del proceso de fractura y

deformación de los macizos rocosos, aunque no

exento de retos y abusos por parte de usuarios sobre-

entusiastas, ofrecen el potencial para resolver

algunas de estas deficiencias.

La medición de la resistencia a la fricción de

corte de las superficies de especímenes pequeños es

bastante simple en un laboratorio de campo con

equipamientos básicos, similarmente, la medición de

la ondulación superficial de pequeña o gran escala

del problema antes mencionado. Combinando estas

mediciones con el ángulo de fricción básico de la

superficie de roca es un procedimiento bien

establecido y descrito por Barton y Choubey (1977)

[17]

Las técnicas numéricas como el modelo

Sintético del Macizo Rocoso (Mas Ivars et al. (2011)

[18]) provee los medios para incorporar la estructura

de las discontinuidades del macizo rocoso en

diferentes escalas. En su desarrollo, estos métodos

tienen el potencial de permitir un modelamiento

tridimensional de todos los componentes físicos de

un macizo rocoso y proveer una alternativa mucho

más rigurosa a la usada en la tabla GSI para la

caracterización empírica y de estimación de los

parámetros del macizo rocoso. En resumen, las

técnicas de modelamiento numérico pueden ser

Page 7: Cuantificación de La Tabla Del Índice de Resistencia Geológica

7

usadas para mejorar la escala de la estructura del

macizo para que se incorporen ambas la escala de

los bloques de roca y de la estructura ingenieril.

Las escalas de caracterización de macizos

rocosos basadas en valoraciones, como las usadas en

este paper, han desempeñado un papel crítico en el

desarrollo de herramientas prácticas de diseño para

la ingeniería de rocas. Sin embargo, mientras los

profesionales continúen aplicando estas

metodologías por algún tiempo, los investigadores

deben girar su atención hacia las reales propiedades

físicas de las discontinuidades de rocas, y el

modelamiento numérico de las redes de fracturas en

las rocas para desarrollar y aplicar un mejor

entendimiento del comportamiento de los macizos

rocosos fracturados.

8. REFERENCIAS 1. Hoek, E. and Marinos, P. 2000. Predicting Tunnel

Squeezing. Tunnels and Tunnelling International.

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Geology), 1 (1), 16-22.

7. Bieniawski, Z.T. 1976. Rock mass classification in

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8. Barton, N.R., Lien, R. and Lunde, J. 1974.

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9. Hutchinson, D.J. and Diederichs, M. 1996. Cable

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10. Priest, S.D. and Hudson, J.A. 1976. Discontinuity

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11. Palmström, A. 1982. The volumetric joint count—a

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12. Palmström, A. 2005: Measurements of and

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13. Cai, M., Kaiser, P.K., Uno, H., Tasaka, Y., Minami,

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14. Sonmez, H. and Ulusay, R. 1999. Modifications to the

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15. Russo, G. 2007. Improving the reliability of GSI

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Conditions, Madrid.

16. Russo, G. 2009. A new rational method for calculating

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17. Barton, N. and Choubey, V. 1977. The shear strength

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18. Mas Ivars, D., Pierce, M.E., Darcel, D., Montes, J.R.,

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The synthetic rock mass approach for jointed rock

mass modeling. Int. J. Rock Mech. Min. Sci. 48(2),

219-244.

9. AGRADECIMIENTOS

Los autores agradecen las contribuciones para la

preparación de este paper del Profesor Ted Brown,

Profesor Paul Marinos, Profesor Peter Kaiser, Dr.

Vassilis Marinos, Felipé Duran Del Valle, Jennifer

Day, Nicole Boultbee y Dabid Wood, quienes

participaron en la construcción de la tabla original

GSI.

Figura 8: Definición del RQD, de Deere (1963) [6].

Page 8: Cuantificación de La Tabla Del Índice de Resistencia Geológica

8

10. APÉNDICE 1 – DEFINICIÓN DE PARÁMETROS

La Designación de la Calidad de la Roca RQD (Rock Quality Designation) fue desarrollado por Deere

(1963) [6]. El índice fue desarrollado para proveer la estimación cuantitativa de la calidad del macizo rocoso

a partir de los núcleos de perforación extraídos. El RQD es definido como el porcentaje de las piezas de

núcleos intactos mayores a 100 mm (4 pulg.) del total de longitud del núcleo. El núcleo debe ser al menos

del tamaño NW (54.7 mm o 2.15 pulg. de diámetro) y debe ser perforado con al menos una barra de doble

núcleo. El procedimiento correcto para la medición de la longitud de las piezas de núcleo y del cálculo de la

sumatoria del RQD se presenta en la figura 8.

La definición de las JCond89 en la tabla es reproducida directamente de Bieniawski (1989) y las JCond76,

de Bieniawski (1976) [7] definida en la tabla 2.

Tabla 1: Definición de las JCond89 de Bieniawski (1989) [5].

Condición de las

discontinuidades

Superficies muy

rugosas

No continuidad

Sin separación

Superficie

inalterada

Superficies

ligeramente rugosas

Separación <1mm

Superficie

ligeramente alterada

Superficies

ligeramente

rugosas.

Separación <1mm

Superficie muy

alterada

Superficies cizalladas

o con relleno <5 mm

Separación de 1-5 mm

Continuidad de las

discontinuidades

Relleno blando

>5mm o

Separación > 5mm

Continuidad de las

discontinuidades

Valoración 30 25 20 10 5

Guía para la clasificación de las condiciones de discontinuidades Longitud de las

discontinuidades <1m 1 a 3m 3 a 10m 10 a 20m Más de 20m.

Valoración 6 4 2 1 0

Separación (Apertura) Nada <0.1 mm 0.1 – 1.0mm 1 – 5mm Mayor a 5mm

Valoración 6 5 4 1 0

Rugosidad Muy rugosa Rugosa Ligeramente

rugosa Lisa Cizallada

Valoración 6 5 3 1 0

Relleno Nada Relleno duro <5m Relleno duro >5m Relleno suave

<5mm

Relleno suave >

5mm

Valoración 6 4 2 2 0

Alteración Inalterada Ligeramente

alterada

Moderadamente

alterada Muy Alterada Descompuesta

Valoración 6 5 3 1 0

Tabla 2: Definición de las JCond76 de Bieniawski (1976)

Condiciones de las

discontinuidades

Superficies muy

rugosas

No continuidad

Sin separación

Superficie dura

Superficies

ligeramente rugosas

Separación <1mm

Superficie dura

Superficies

ligeramente

rugosas.

Separación <1mm

Superficie blanda

Superficies cizalladas

o con relleno <5 mm

Apertura de 1-5 mm

Continuidad de las

discontinuidades

Relleno blando

>5mm o

Apertura > 5mm

Continuidad de las

discontinuidades

Valoración 25 20 12 6 0

Tabla 3: Definición de Jr y Ja las superficies de discontinuidades (sin pre-cizallamiento) de Barton et al (1974) [8].

NÚMERO DE RUGOSIDAD Jr Valoración NÚMERO DE ALTERACIÓN Ja Valoración

Discontinuidades discontinuas 4

Discontinuidad muy estrecha, dura, no expandibles, relleno

impermeable 0.75

Rugosa e irregular, ondulada 3

Superficies inalteradas, solo manchas de alteración

superficiales 1.0

Lisa, ondulada 2

Superficie ligeramente alterada, minerales de relleno duro,

partículas arenosas, arcilla en menor proporción, etc. 2.0

Cizallada, ondulada 1.5

Rellenos de limo-arcilloso o areno-arcilloso, fracciones

pequeñas de arcillas 3.0

Rugosa o planar irregular 1.5 Arcillas suaves o de baja fricción, minerales de relleno de

caolinita, mica, clorita, talco, yeso, grafito, etc., y una pequeña

cantidad de arcilla expansiva. (Rellenos discontinuos, 1 – 2

mm o menos de grosor).

4.0 Lisa, planar 1.0

Cizallada, planar 0.5

Título original “Quantification of the Geological Strength Index chart” De Hoek, E., Carter, T.G., Diederichs, M.S.

(2013) Traducido por: Alcántara, E. (2014).