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Don Republicano, el guardían del dinero CUADERNOS EDUCATIVOS BANCO DE LA REPÚBLICA

CUADERNOS EDUCATIVOS BANCO DE LA REPÚBLICA … · 3 l cielo de Rocolandia era transparente en verano. Un solazo abrasaba los campos a toda hora y entibiaba la brisa, que corría

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Don Republicano,el guardían del dinero

CUADERNOS EDUCATIVOS BANCO DE LA REPÚBLICA

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CUADERNOS EDUCATIVOS

Don Republicano,el guardián del dinero

BANCO DE LA REPÚBLICA

Jacqueline Goldberg y Víctor Fajardo CortezAUTORES

María Isabel MasILUSTRACIONES

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Banco de la República de Colombia

Junta DirectivaAlberto Carrasquilla BarreraMinistro de Hacienda y Crédito Público

Miguel Urrutia MontoyaGerente General

Sergio Clavijo VergaraJuan José Echavarría SotoSalomón Kalmanovitz KrauterFernando Tenjo GalarzaLeonardo Villar Gómez

Gerardo Hernández CorreaSecretario Junta DirectivaGerente Ejecutivo

José Darío Uribe EscobarGerente Técnico

SubgerenciasJosé Tolosa BuitragoSubgerente Monetario y de Reservas

Hernando Vargas HerreraSubgerente de Estudios Económicos

Luis Fernando Restrepo ValenciaSubgerente Administrativo

Darío Jaramillo AgudeloSubgerente Cultural

Néstor Plazas BonillaSubgerente Industrial y de Tesorería

Luis Francisco Rivas DueñasSubgerente Informática

Joaquín Bernal RamírezSubgerente Operación Bancaria

Heriberto Estupiñán CastroSubgerente Seguridad

Auditor GeneralLuis José Orjuela Rodríguez

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l cielo de Rocolandia era transparente en verano. Un solazo abrasaba loscampos a toda hora y entibiaba la brisa, que corría a duras penas entre lospasillos de las casas.—Y pensar que en invierno este mismo cielo es un manto gris que lanza rayosy asusta a todos con sus truenos –dijo un agricultor a su compañero–, mientrasobservaban el atardecer sobre los valles de aquel reino que alguna vez vivióde la extracción de las rocas rocosas y había sufrido en carne propia los golpesde la inflación.—Además de las inundaciones –añadió el otro–, porque nada es peor eninvierno que esos aguaceros feroces que desbordan los ríos y amenazan condestruir las cosechas.—Pero también es terrible la sequía –pronunciaron casi en coro–, los camposse ponen tristes, amarillosos y a punto de desmayarse.La noche sorprendió a los dos amigos conversando sobre las calamidades delas estaciones y soñando con el día en que inventasen algo para controlar losantojos del cielo.Los entristecía sentirse impotentes ante las fuerzas de la naturaleza.Regresaron a sus casas con un nudo en la garganta.

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—Todo tiene solución, aseguró el maestro Atanasio a los agricultores deRocolandia que, reunidos un domingo en la plaza, discutían sobre qué hacerante la venidera sequía.—¿Solución, cuál, cómo, dónde?, preguntaron angustiados todos.—¡Calma! He oído que en un reino al otro lado de la frontera construyeronuna represa que alivió buena parte de los problemas. Se trata de una complejaobra de ingeniería que almacena las aguas en una especie de laguna a fin deregular su paso y así garantizar su presencia todo el año.—¡Bah!, olvídenlo, eso debe ser carísimo, dijo uno de los presentes.—Un momento –señaló el maestro Atanasio– no hay por qué perder eloptimismo. Si todos juntamos fuerzas podríamos conseguir el dineronecesario.—Es verdad –apuntó otro preocupado trabajador de la tierra–, hay muchasmaneras de conseguir dinero y gente que nos puede ayudar. Además, peordiligencia es la que no se hace.Así, el maestro Atanasio y un grupo de agricultores fueron los encargados debuscar los recursos para construir la tan necesaria represa de Rocolandia.

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Primero acudieron al Rey Roco, cuyos aportes en ocasiones anteriores habíanpermitido edificar la torre de la iglesia, el puente y la plaza.—Los tiempos han cambiado –expresó el Rey–. La represa es una obra deinversión muy necesaria para el reino y yo puedo ayudar, pero comprendanque no dispongo de todo el dinero que hace falta. Habrá entonces que buscarla colaboración de los empresarios y los bancos.—Pero Rey Roco, usted tiene ahorrado mucho dinero, afirmó uno de losagricultores más entusiastas.—Es cierto, porque aprendí que un buen gobierno ahorra en tiempos debonanza. Pero también es cierto que la Corte me ha prohibido excederme enlos gastos, así que no puedo gastar todos esos ahorros.Debemos ser más rigurosos en la manera de administrarnos…El Rey hizo una pausa y continuó diciendo:—La Corte también ha creado el banco central y ha nombrado a DonRepublicano para que lo dirija. Este Instituto será el guardián de nuestrodinero. Nadie conoce mejor que Don Republicano los secretos del dinero,añadió el Rey.—¿Un banco central en Rocolandia?, preguntó en voz alta un distraído.—Sí, –respondió emocionado el Rey– esa institución será de ahora enadelante la encargada de acuñar las monedas, emitir y poner en circulación losbilletes, así como cuidar que circule sólo la cantidad de dinero quenecesitamos.El Rey Roco quiso ahondar en sus ideas y explicar que tampoco el bancocentral podía prestarles el dinero. Pero antes que terminara de hablar, todoshabían salido corriendo hacia las oficinas de Don Republicano.

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Una vez sentados alrededor de la larga mesa de reuniones que ocupaba elcentro del despacho de Don Republicano, los agricultores y el maestroAtanasio explicaron la razón de su visita y demostraron la confianza quetenían en que el nuevo banco central hiciera realidad el sueño de todos.Pero una vez más debieron escuchar razones que no les agradaron del todo:—Construir una represa para Rocolandia es sin duda la gran solución que noshará mirar hacia el futuro. Pero no es el banco central el que puede prestarlesel dinero –argumentó Don Republicano ante los cabizbajos visitantes–. Mioficio aquí es cuidar que no haya ni mucho ni poco dinero en circulación yevitar la reaparición del “fantasma de la inflación” que tanto nos perturbó enel pasado.—Bueno, de eso se trata –intervino un hombre con ojos color melaza–, ustednos presta el dinero y construimos una represa que con nuestro trabajo va apermitir desarrollar los campos y producir más en nuestro reino. ¡Eso es cuidarel valor del dinero!—No, no me expliqué bien. La represa se puede construir, porque en el reinohemos ahorrado y contamos con recursos suficientes para hacerla. El problemaes que debemos cuidarnos del impacto que tendrá este gasto sobre los precios.Recordemos que, en el pasado, el gasto excesivo sin producción trajo alfantasma de la inflación. Es mi obligación alertarles sobre este peligro.Y añadió en seguida Don Republicano:—Rocolandia se rige ahora por lo que los economistas llaman una “políticamonetaria”, es decir, un conjunto de decisiones y acciones que toma el Bancode la República para adecuar la circulación de monedas y billetes a lasnecesidades de la producción que creamos con nuestro trabajo. Mecorresponde a mí, como autoridad monetaria del reino, velar por elcumplimiento de este sabio principio.

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Un alboroto se escuchó en la enorme oficina. Todos se miraron anonadados yun poco molestos. De repente, un hombre bajito se dirigió acaloradamente aDon Republicano:—Entonces el dinero no sirve cuando uno más lo necesita y de nada vale quesu banco central tenga mucho guardado.—Eso no es así, amigo mío –aclaró enérgico Don Republicano. El dinerosirve para mucho, pero mal administrado puede provocar consecuenciasterribles sobre toda la población. Los gastos del Rey y el crédito de los bancosdeben marchar al ritmo de lo que somos capaces de producir. No olviden quela economía es como un “subi-baja”. Cuando hay poco para vender y muchodinero para comprar, las cosas aumentan de precio y se desata la inflación.De nuevo un murmullo se sintió en la reunión, y Don Republicano concluyó:—El Banco de la República tiene prohibido prestarle dinero a particulares.Nuestras operaciones son con los bancos directamente. Cuando la economíanecesita más dinero y es sana su inyección, el Banco de la República leconcede créditos a la banca para que atienda las necesidades de sus clientes.—Vamos a hablar con los bancos entonces, ripostaron al unísono varios de losvisitantes.El maestro Atanasio tuvo una magnífica idea:—Y si no nos alcanzara con el préstamo de los bancos, podríamos acudir a losempresarios, que son gente muy interesada en hacer negocios y seguro quequieren invertir en una obra tan importante.—No perdamos la paciencia, acordaron. Poco a poco todo se consigue.Uno debe andar por la vida sin prisa pero sin pausa…

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De nuevo en marcha y confiando en el buen consejo de Don Republicano, elmaestro Atanasio y los agricultores acudieron a un banco privado, cuyopresidente, el señor Zamora, los atendió amablemente y prometió invertir:—Les cubriré una porción del costo a través de un crédito y ustedes debenconseguir el resto, además de las garantías que respalden ese préstamo. Noolviden que deben hacer las cosas muy bien, pues el dinero que presta unbanco privado proviene de los ahorros y depósitos de todos los habitantes delreino, incluso de los niños que han guardado sus monedas en alcancías.Ya sólo faltaba una parte del dinero y las garantías del préstamo, las cualespodrían llegar a cubrirse mediante la venta de agua a las familias, lasindustrias y los agricultores, ofreciéndose estos mismos ingresos en garantía albanco. La experiencia demostraba que hay que ser perseverantes. Losagricultores acudieron entonces a los empresarios, personas emprendedorasque siempre quieren ver crecer sus negocios.

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A la primera que visitaron fue a Doña Clotilde, próspera empresaria del reino.Esta dudó por un instante, pero al comprender la importancia de la obra en laque invertiría, estuvo de acuerdo:—Pues sí, voy a poner parte de mis ahorros para la construcción de la represa.Además, como empresaria me conviene invertir en una obra que al final mereportará beneficios, pues sin duda habrá más personas trabajando, la genteganará más dinero, aumentarán las ventas y así crecerá la prosperidad deRocolandia.El señor Todolotrae no quiso quedarse atrás, y al ver que su amiga secomprometía, él también se sumó al negocio.Pero el más entusiasta resultó ser Don Euforio, dueño de una gran industria,quien hizo un significativo aporte. Seguramente en su sueño rondaba el podercontar con mayor carga de energía eléctrica para expandir sus negocios.Por fin la represa no sería un sueño.

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Transcurrieron tres años de duro trabajo y llegó el día y la hora de presenciarla inauguración de la magnífica obra. El cielo de Rocolandia estabatransparente aquella mañana. Un solazo se deslizaba contento sobre las aguasdel lago que se había formado al embalsar los ríos. Colibríes, mariposas yguacamayas revoloteaban sobre las verdes orillas, en un alboroto al que seañadían los rostros risueños de todos los habitantes del reino.Antes de dar vuelta a la llave que pondría en funcionamiento la represa, seescucharon las palabras del Rey Roco y del maestro Atanasio.El Rey, ante todo, dio las gracias a los bancos privados y los empresarios quehicieron posible la obra, y resaltó con palabras emocionadas la admirableiniciativa de los agricultores que habían impulsado el gran proyecto.Al día siguiente, Noti Roco, el periódico matutino de Rocolandia, destacó congrandes titulares el histórico acontecimiento:

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Cuentan que Rocolandia se hizo con el tiempo un territorio mucho máspróspero. El trabajo de sus hombres y mujeres aumentó la riqueza del reino.Las tierras comenzaron a producir enormes hortalizas y frutas dulcísimas;siempre había agua y electricidad para la industria y para mover los carritoschocones del parque de diversiones.Ya el futuro no estaba centrado en la extracción de las rocas rocosas.El Rey estaba satisfecho por haber apoyado la realización de ese granproyecto, sin excederse en sus gastos. El buen manejo del dinero y lacomprensión de las delicadas funciones del Banco de la República, erangarantía de una vida económica sin sobresaltos ni fantasmas.Ya no hubo temor ante los días demasiado soleados ni asustaban los truenosde los feroces aguaceros...

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Sabes que...Agricultura: es el arte de cultivar latierra, y es la actividad económica que tienepor objeto producir vegetales útiles a loshumanos, entre ellos, los destinados a sualimentación.Ahorro: es la parte del ingreso que seguarda para satisfacer necesidades futuras opara atender emergencias.Crédito: viene del latín credere, quequiere decir creer o fiarse de alguien.El crédito es un acuerdo entre personas oinstituciones y personas, en el cualconvienen que una de las partes le ceda o lepreste a la otra un bien, un servicio o dinero,a cambio de la obligación de pagarle loprestado más una cantidad adicional llamadainterés.Dinero: es el medio de pago aceptado porla sociedad, respaldado legalmente y que seutiliza para las operaciones de compra yventa de bienes y servicios.

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Empresario: es quien promueve, realiza ymantiene en funcionamiento una empresaque produce bienes y servicios con fineseconómicos.Energía: fuerza para poner a funcionardiversos aparatos o maquinarias.La energía puede obtenerse de variasfuentes, entre ellas el sol, el petróleo y elagua. Una represa, en este sentido, produceenergía cuando la fuerza del agua que correpor ella pone en funcionamiento unacompleja maquinaria.Industria: es un conjunto de empresasque producen los mismos bienes y servicios,mediante el procesamiento de materiasprimas con la ayuda de maquinarias ytrabajo.Por ejemplo, la industria del calzado, laindustria petrolera y la industria eléctrica.

Intereses: es el pago que se hace por eluso del dinero concedido en préstamo o porel valor de un bien o servicio que ha sidovendido a crédito.Inversión: es la parte del ingreso que sedestina a producir bienes y servicios.Política monetaria: es el conjunto deacciones y decisiones que toma el Banco dela República con el fin de regular la cantidadde dinero en circulación y las condicionesdel crédito en la economía.El Banco de la República es el formulador yejecutor de la política monetaria.Precio: es la cantidad de dinero que sepaga para adquirir un bien económico oservicio.Trabajo: esfuerzo humano aplicado a laproducción de riqueza.Tecnología: conjunto de conocimientos,instrumentos y procedimientos propios deun oficio o actividad humana.Riqueza: abundancia y calidad de factoresde producción, tales como capital, fuerza detrabajo, recursos naturales y conocimientos.La principal fuente de riqueza de una naciónes el trabajo de su gente.

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© BANCO CENTRAL DE VENEZUELA, 2002www.bcv.org.ve

Jacqueline Goldberg y Víctor Fajardo CortezINVESTIGACIÓN Y TEXTOS

María Isabel MasILUSTRACIONES

Rosana FaríaPERSONAJE DON REPUBLICANO

Luis GiraldoDISEÑO ORIGINAL DE LA SERIE

María Isabel Mas y Francisco NuñezDIAGRAMACIÓN Y DIGITALIZACIONES

Adaptación para ColombiaBANCO DE LA REPÚBLICA, 2003Departamento de Comunicación InstitucionalSección de Publicacioneswww.banrep.gov.co

ISBN.

La publicación de estos Cuadernos Educativos ha sidoexpresamente autorizada por el Banco Central de Venezuela.

Impreso porEn Bogotá, D.C., Colombia, diciembre de 2003

La palabra economía viene del griegooikos: casa y némein: administrar.De ese primer significado de cuidar ymanejar los bienes de una casa, la pa-labra tomó el que tiene ahora de admi-nistrar la riqueza pública de una co-munidad, región o país, y el de cienciaque estudia los procesos económicos.

Con esta serie de cuadernos educati-vos, el Banco de la República quiereponer al alcance de los niños colom-bianos, a través de textos sencillos ydivertidas ilustraciones, algunos temasy conceptos básicos de economía, quele permitan comprender la compleji-dad del mundo económico de hoy.