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Pocas ocasiones en la vida se celebran con la abundancia de la celebración de una boda. Es un momento universal de festividad. El mismo Jesús, con un poco de insistencia de su madre, contribuyó a la gala de la boda de Caná asegurando una buena provisión de vino. Bien sea de manera generosa o modesta, las bodas emanan optimismo por el futuro y gratitud por el pasado. Ellas reúnen familias alejadas, primos olvidados por mucho tiempo, así como también a viejos y nuevos amigos. Y todo esto sucede para celebrar a dos personas dispuestas a comprometerse en amor a un convenio para toda la vida. Esto es algo para celebrar. Para el corresponsable cristiano, esta relación de pacto es aquella que atestiguará a Cristo en el mundo. La Iglesia católica enseña que el matrimonio entre dos personas bautizadas es un sacramento, un signo de la presencia activa de Cristo; y la relación de cada pareja expresa de una manera única el vínculo de amor inquebrantable entre Cristo y su pueblo. La Constitución Dogmática del Concilio Vaticano II sobre la Iglesia declara que la familia es “la iglesia doméstica.” (Lumen Gentium # 11). Esta hermosa frase nos dice que esta familia creada por el matrimonio será donde los esposos, esposas e hijos encuentren juntos a Cristo de una manera profundamente personal. Esta iglesia doméstica es el fundamento del que fluye un compromiso hacia la comunidad, una vida de corresponsabilidad, y una unión con la Iglesia. El Papa Francisco ha llamado a un Sínodo extraordinario de Obispos en el mes de octubre, para examinar “los desafíos pastorales para la familia en el contexto de la evangelización.” Claramente, la iglesia doméstica es de suprema importancia en su pensamiento. El Papa Francisco escribió en una carta a las familias de todo el mundo, que este sínodo especial estaría dedicado a los “desafíos del matrimonio, de la vida familiar, de la educación de los hijos; y del papel de la familia en la vida de la iglesia.” Bien sea que usted tenga, o no, una boda o a un aniversario en el mes de junio, tome tiempo para celebrar un buen matrimonio – esta institución, la cual establece una nueva iglesia doméstica. Dedicar tiempo para orar juntos, jugar juntos, y reflexionar acerca de cómo ser buenos corresponsables del convenio matrimonial, revela el vínculo inquebrantable de amor entre Cristo y su pueblo. El Convenio Matrimonial: Corresponsabilidad de la Iglesia Doméstica International Catholic Stewardship Council Corresponsabilidad Católica Junio 2014 • e-Boletín Para el corresponsable cristiano, esta relación de pacto es aquella que atestiguará a Cristo en el mundo. ORACIÓN DE CORRESPONSABILIDAD para el Mes de Junio Dios bondadoso, Tú intentas ofrecernos constantemente una conciencia serena de tu presencia. Siempre está ahí, pero nosotros, no desaceleramos lo suficiente para estar conscien- tes de ella. Ayúdanos a ir más despacio para apreciar este don, y llegar a un entendimiento más profundo del movimiento de tu Espíritu en nuestras vidas. Ayúdanos a reconocer esos momentos cuando tú nos rescataste, nos sanaste, y nos reconciliaste. Aumenta nuestra confianza en tí, muéstranos cómo ir más allá de nosotros mismos para atender a otros, y danos la sabiduría para ser mejores corresponsables y sacramentos de tu presencia cada día. Nosotros te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén. 2014 Conferencia Anual Orlando, Florida | 5-8 Octubre

Conferencia Anual - yakimadiocese.org Parish Enews_JUNE 14 SPA_… · emanan optimismo por el futuro y ... La Constitución Dogmática del Concilio Vaticano II sobre la Iglesia declara

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Pocas ocasiones en la vida se celebran con la abundancia de la celebración de una boda. Es un momento universal de festividad. El mismo Jesús, con un poco de insistencia de su madre, contribuyó a la gala de la boda de Caná asegurando una buena provisión de vino. Bien sea de manera generosa o modesta, las bodas emanan optimismo por el futuro y gratitud por el pasado. Ellas reúnen familias alejadas, primos olvidados por mucho tiempo, así como también a viejos y nuevos amigos. Y todo esto

sucede para celebrar a dos personas dispuestas a comprometerse en amor a un convenio para toda la vida. Esto es algo para celebrar. Para el corresponsable cristiano, esta relación de pacto es aquella que atestiguará a Cristo en el mundo. La Iglesia católica enseña que el matrimonio entre dos personas bautizadas es un sacramento, un signo de la presencia activa de Cristo; y la relación de cada pareja expresa de una manera única el vínculo de amor inquebrantable entre Cristo y su pueblo.

La Constitución Dogmática del Concilio Vaticano II sobre la Iglesia declara que la familia es “la iglesia doméstica.” (Lumen Gentium # 11). Esta hermosa frase nos dice que esta familia creada por el matrimonio será donde los esposos, esposas e hijos encuentren juntos a Cristo de una manera profundamente personal. Esta iglesia doméstica es el fundamento del que fluye un compromiso hacia la comunidad, una vida de corresponsabilidad, y una unión con la Iglesia.

El Papa Francisco ha llamado a un Sínodo extraordinario de Obispos en el mes de octubre, para examinar “los desafíos pastorales para la familia en el contexto de la evangelización.” Claramente, la iglesia doméstica es de suprema importancia en su pensamiento. El Papa Francisco escribió en una carta a las familias de todo el mundo, que este sínodo especial estaría dedicado a los “desafíos del matrimonio, de la vida familiar, de la educación de los hijos; y del papel de la familia en la vida de la iglesia.”

Bien sea que usted tenga, o no, una boda o a un aniversario en el mes de junio, tome tiempo para celebrar un buen matrimonio – esta institución, la cual establece una nueva iglesia doméstica. Dedicar tiempo para orar juntos, jugar juntos, y reflexionar acerca de cómo ser buenos corresponsables del convenio matrimonial, revela el vínculo inquebrantable de amor entre Cristo y su pueblo.

El Convenio Matrimonial: Corresponsabilidad de la Iglesia Doméstica

International Catholic Stewardship Council

Corresponsabilidad CatólicaJunio 2014 • e-Boletín

Para el corresponsable cristiano, esta relación de pacto es aquella que atestiguará a Cristo en el mundo.

ORACIÓN DE CORRESPONSABILIDAD para el Mes de Junio

Dios bondadoso,

Tú intentas ofrecernos constantemente

una conciencia serena de tu presencia.

Siempre está ahí, pero nosotros, no desaceleramos

lo suficiente para estar conscien-tes de ella.

Ayúdanos a ir más despacio para apreciar este don,

y llegar a un entendimiento más profundo

del movimiento de tu Espíritu en nuestras vidas.

Ayúdanos a reconocer esos momentos cuando

tú nos rescataste, nos sanaste, y nos reconciliaste.

Aumenta nuestra confianza en tí, muéstranos

cómo ir más allá de nosotros mismos para atender a otros,

y danos la sabiduría para ser mejores

corresponsables y sacramentos de tu presencia cada día.

Nosotros te lo pedimos en el nombre de Jesús.

Amén.

2014Conferencia AnualOrlando, Florida | 5-8 Octubre

San Justino MártirJustino fue considerado un gran corresponsable de las enseñanzas cristianas un siglo después de los apóstoles, y es reconocido como el primer filósofo cristiano notable. Algu-nos, incluso lo consideran como la persona más prominente de la cristiandad entre San Pablo (n/a-67 D.C.) y San Ireneo (n/a-200 D.C.).

Nació de padres griegos en la antigua ciudad de Siquem (ahora Nablus en el Banco Occidental), estudió retórica, poesía, historia y filosofía. Después de estudiar y enseñar filosofía, Justino se convirtió a la cristiandad alrededor del año 130, quedó muy impresio-nado con la conexión entre Cristo y las profecías del Antiguo Testamento, así como con aquellos que sufrieron el martirio por su fe.

Justino fue atraído por los escritos del filósofo griego, Platón, y por cómo ellos com-plementaban las enseñanzas cristianas. Pero fueron las enseñanzas de Jesucristo las que se convirtieron para él en lo que llamó “la única, segura, y útil filosofía.”

Después de su conversión, Justino continuó enseñando filosofía, pero ahora como cristiano, enseñando primero en Éfeso y eventualmente en Roma. Él debatió públicamente con otros, incluyendo a eruditos judíos, y a aquellos quienes abrazaron otras religiones y

rindieron culto a las deidades romanas. Alrededor del año 150, fundó una escuela de filosofía, enseñó la fe cristiana y escribió sus trabajos más notables. Sus escritos revelan información importante acerca de los ritos contemporáneos del Bautismo y la Eucaristía. Él quiso mostrar que no eran ritos “mágicos” como los paganos afirmaban. También es importante mencionar que Justino enseñó basándose en la tradición vivida en la comunidad cristiana, y no en el Nuevo Testamento, ya que esta porción de las Sagradas Escrituras no se había desarrollado aún como nosotros la conocemos hoy. Los escritos de Justino fortalecieron la moral de los cristianos de ese tiempo.

Justino fue arrestado en Roma y en su juicio él confesó abiertamente su fe y se rehusó a rendir culto a los dioses romanos. Fue golpeado severamente y decapitado.

Justino Mártir es el santo patrón de los filósofos y su fiesta es el día 1º de junio.

SANTO DE LA CORRESPONSABILIDAD PARA EL MES DE JUNIO

Corresponsabilizando a Nuestras Familias en el Hogar y en la Iglesia

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Conferencia AnualOctubre 5-8 | Orlando, Florida

1. Cultive la virtud de la hospitalidad en la Misa. Muchos asistentes a la Misa tienden a reunirse en pequeños grupos e ignorar a aquellos que no son miembros de su grupo particular. Ellos, en realidad, no son inhospitalarios, solo desatentos a la necesidad de hospitalidad. Haga de la hospitalidad un nuevo hábito cuando asista a misa.

2. Llegue temprano, salga tarde.En lugar de llegar apresuradamente para estar a tiempo en la misa, y apresurarse a salir al concluir, tome el tiempo para llegar temprano y permanecer un poco más tarde. Haga un espacio en su ocupada vida para saludar y pasar tiempo con otros en misa.

3. ¡Vaya en paz a saludar a alguien! Busque a alguien que no haya conocido antes. Extienda su mano, preséntese usted mismo, y tome unos minutos para darle la bienvenida a su hogar parroquial, la casa de Dios.

4. Dé la bienvenida a todos. No solamente los visitantes necesitan su cálida bienvenida, también es necesario saludar amigablemente a quienes asisten a misa con regularidad. Desarrolle un buen apretón de manos y sea entusiasta acerca de su parroquia. Usted está saludando a otros en el nombre de Cristo.

5. Ayude a los recién llegados a relacionarse. Al conocer a los nuevos visitantes, preséntelos a otros feligreses cuando sea oportuno. Siéntase en libertad de invitar a los visitantes a sentarse cerca de usted.

6. Despídase con genuina calidez. Después de misa, despídase de los visitantes, invitándolos a regresar la siguiente semana. Si surge la oportunidad preséntelos con el párroco.

Diez Mandamientos para Dar la Bienvenida a los Visitantes en la Misa

Dar la bienvenida a quienes llegan por primera vez a su parroquia, no sólo es trabajo del personal pastoral, de los acomodadores, o de los ministros de hospitalidad o de bienvenida. Es responsabilidad de todos. Aquí se mencionan diez cosas que usted puede hacer para ofrecer una mejor hospitalidad en su parroquia.

7. Evite los negocios parroquiales. Evite conducir negocios parroquiales con otros inmediatamente, bien sea antes o después de la misa. Enfóquese en los visitantes.

8. Proporcione a los visitantes información acerca de la parroquia. Asegúrese de que el visitante tenga un boletín y otra información acerca de la parroquia antes de retirarse. Si hay una reunión social después de misa, invíteles.

9. Sea parte del equipo del ministerio de recepción. Las parroquias tienen siempre necesidad de personal de recepción para apoyar regularmente, dar la bienvenida, y proveer formación continua a nuevos receptores. Ayude, sea un receptor. Si su parroquia no tiene receptores, ¡ahora es el momento de iniciar!

10. Salude a quienes ya forman parte del ministerio de hospitalidad. No necesita desatender a las personas que ya son ministros de hospitalidad para hacer sentir en casa a los visitantes. Un simple saludo y una sonrisa significan mucho.

Debido a que lo he experimentado personalmente, yo creo que cuando las personas poseen las diez virtudes en sus vidas experimentan un amor más profundo con Dios, en Cristo, lo cual naturalmente les lleva a desarrollar un ardiente deseo de compartir ese amor con otros. Con su fe ardiente por el poder del Espíritu Santo, ellos se esfuerzan por ser los mejores discípulos y corresponsables que puedan ser. La vida de las personas es transformada.

El cultivar las diez virtudes de oración, humildad, confianza, paciencia, responsabilidad, gratitud, generosidad, sencillez, misericordia y perseverancia, guiará consecuentemente al discípulo cristiano a vivir una vida de corresponsabilidad.

Oración: si nosotros hemos de crecer en santidad y en nuestra relación con Dios, la oración es absolutamente esencial. Humildad: la dependencia total de Dios es el sello de la humildad. Un corresponsable cristiano está lleno de humildad no de orgullo. Confianza: el corresponsable cristiano busca confiar más en Dios y confiar menos en sí mismo. Paciencia: “El amor es paciente” 1 Corintios 13:14. El corresponsable cristiano es paciente con Dios, con los otros y consigo mismo. Responsabilidad: “Bien, siervo bueno y fiel” Mateo 25:19. Ser responsable es entender primero que nosotros no somos nuestros propios maestros, o los dueños de todo lo que poseemos. Nosotros pertenecemos a Dios, y todo lo que tenemos nos ha sido dado por un Dios bueno y generoso. Todo es un don para ser usado y compartido responsablemente. Gratitud: ser corresponsable

significa vivir cada día en gratitud, no en envidia. El secreto para la felicidad no se encuentra en tener más, sino en querer menos. Generosidad: para el corresponsable, la auténtica generosidad nace de una actitud de gratitud. Para el corresponsable cristiano, la acción de dar es motivada por una necesidad de dar más que por dar a una necesidad. Sencillez: “Vivir simplemente para que otros puedan simplemente vivir,” beata Madre Teresa. Adoptar un estilo de vida más sencillo le permitirá apreciar la abundancia que usted disfruta comparada con la de millones de personas en el mundo. Esto además abre la puerta para vivir más generosamente. Misericordia: una de las medidas más grandes de la misericordia es la habilidad para perdonar. Los corresponsables cristianos están dispuestos a perdonar a otros y a ellos mismos. Perseverancia: la forma de vida de la corresponsabilidad es gozosa y gratificante, pero al mismo tiempo es desafiante y algunas veces difícil, por tanto, la virtud de la perseverancia es vital en la jornada. “Los discípulos maduros toman una decisión consciente, firme, llena de acción, para ser seguidores de Jesucristo sin importar el costo para ellos.” (Corresponsabilidad: La Respuesta del Discípulo, 1992 USCCB)

Es importante recordar que esto no se trata de un arreglo rápido; la transformación no pasa en un solo momento, sino en toda una vida. La corresponsabilidad es un camino, y citando a ese gran corresponsable, el fallecido Arzobispo Thomas Murphy, “¡Es un camino que bien vale la pena tomar!”

Este artículo es la décima segunda y última parte de una serie de 12 reflexiones sobre las virtudes de la corresponsabilidad, escrito por Dan Potvin, miembro de ICSC, Director de Corresponsabilidad de la Arquidiócesis de Winnipeg, Canadá.

Los Frutos de las Diez Virtudes

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corresponsabilidad!

International Catholic Stewardship Council

¿Quién es el ICSC?El International Catholic Stewardship Council (ICSC) es una organización profesional reconocida internacionalmente como fuente de educación, de establecimiento de contactos profesionales e información, para desarrollar el ministerio de la corresponsabilidad Cristiana como una forma de vida en la Iglesia Católica Romana, y promover mundialmente la causa de la filantropía Católica en diócesis y parroquias.

ICSC es la única organización dedicada exclusivamente al avance de la corresponsabilidad Cristiana, la filantropía Católica y el desarrollo de recursos en Norteamérica, así como también en el resto del mundo. Fundado en 1962, ICSC tiene más de 1,200 miembros que representan más de 800 diócesis y arquidiócesis, comunidades parroquiales, organizaciones Católicas y firmas profesionales.

ICSC Provee:• Consejo experto para implementar la corresponsabilidad Cristiana en su comunidad

parroquial.

• Recursos continuos para renovar y revitalizar la corresponsabilidad en su parroquia.

• Ideas prácticas de corresponsabilidad.

• Apoyo para la enseñanza de la corresponsabilidad a los niños.

• Reflexiones para predicar la corresponsabilidad.

• Una red de expositores para las parroquias y las reuniones diocesanas.

• Conferencias que ofrecen alto grado de conocimiento y experiencia de aquellos comprometidos a la corresponsabilidad como una forma de vida.

• Retiros que ofrecen profunda reflexión y estudio sobre la corresponsabilidad Cristiana.

• Publicaciones que informan y elevan nuestra comprensión de la corresponsabilidad.

• Acceso a recursos de corresponsabilidad, modelos y muestras en línea.

• Oportunidades de intercambio de ideas e información sobre corresponsabilidad con parroquias en Norteamérica e internacionalmente.

• Las mejores prácticas para promover la corresponsabilidad en la parroquia.

La Membresía Incluye• Descuentos para conferencias,

institutos y publicaciones.

• Directorio de asociados.

• Acceso a presentaciones de conferencias anteriores.

• Boletines electrónicos parroquiales mensuales que ofrecen reflexiones semanales, oraciones, insertos del boletín y mucho más.

• Sección en el sitio de Internet sólo para socios, con los recursos más actualizados de la corresponsabilidad parroquial.

• Acceso a herramientas de planeación de liderazgo parroquial.

• Oportunidades de intercambio de ideas, de investigación, de compartir las mejores prácticas y de crecimiento en la fe.

“La promoción de la práctica de la corresponsabilidad es importante para la misión de la Iglesia y para el bienestar espiritual de cada individuo cristiano. Todos se benefician del ofrecimiento del sacrificio que cada uno hace de su tiempo, talento y tesoro.” -Papa Benedicto XVI

Llamado. Transformado. Enviado para Servir.

La Ascensión del Señor Fin de Semana de Mayo 31/Junio 1º de 2014 En el Evangelio de hoy, Jesús comisiona a sus seguidores para “ser discípulos de todas las naciones.” ¿Qué sucede aquí exactamente? ¿En qué consiste esta Gran Comisión? Los buenos corresponsables saben que ellos son guiados a compartir la corresponsabilidad que ejercitan sobre: su vida de fe en Cristo Jesús. Ellos saben que Jesús no los instruyó para ir a la iglesia y quedarse estáticos; o para ir a su vecindario, a su trabajo o a la plaza y sólo ser amables. Las Buenas Nuevas de Cristo son para ser compartidas. Mucha gente en nuestras comunidades no sabe acerca de Jesucristo. ¿Qué tanto nos preocupa esto? ¿Nos interesa? ¿Estamos conscientes acerca de que se supone que hagamos algo al respecto?

Séptimo Domingo de Pascua (Si la Solemnidad de la Ascensión del Señor es celebrada por su Diócesis el jueves 29 de mayo)Fin de Semana de Mayo 31/Junio 1º de 2014En la segunda lectura de hoy, nosotros escuchamos la proclamación de que somos bendecidos si compartimos los sufrimientos de Cristo. Entonces, ¿qué significa “compartir Sus sufrimientos” en este contexto? La mayoría de nosotros no vivimos en un lugar del mundo en el que pudiéramos ser asesinados por ser seguidores de Jesús. Pero podríamos enfrentar o “sufrir” burlas, ridiculización y desaprobación de parte de otros. Con demasiada frecuencia, y por varias razones, quienes profesan la fe en Cristo actúan como si se avergonzaran de Él. Pero actuar avergonzados, es lo mismo que una negación. Los corresponsables de las Buenas Nuevas nunca están avergonzados de revelar su amor por el Señor.

Domingo de PentecostésJunio 8 de 2014 Misa durante el DíaEste fin de semana nosotros celebramos la Fiesta de Pentecostés y la venida del Espíritu Santo entre los creyentes de la primera Iglesia. San Pablo nos recuerda el poder especial que el Espíritu Santo ha vertido sobre nosotros, y cómo este poder nos provee el potencial para vivir extraordinarias vidas de fe. Los buenos corresponsables reconocen este poder y usan sus dones a través del canal de la gracia de Dios, para transformar sus vidas y las vidas de otros, y por consecuencia apresuran el Reino de Dios. Los buenos corresponsables saben que a través del Espíritu Santo ellos pueden proclamar: “Jesús es el Señor.”

UN MOMENTO DE CORRESPONSABILIDAD

Solemnidad de la Santísima TrinidadFin de Semana de Junio 14/15 de 2014 En la segunda lectura de hoy, el llamado final de San Pablo es un llamado a la unidad. Dios creó esa unidad. Los buenos corresponsables, quienes comparten la vida de Cristo en la Eucaristía, pertenecen el uno al otro, así como Dios se regocija en la unidad de tres personas, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Nosotros somos una íntima parte de la relación divina de Dios, de la “familia” de Dios. San Pablo sostiene que nosotros tenemos que actuar de esta manera. En la Iglesia hay una relación familiar, sin embargo, hay abundante espacio para la variedad. Los Cristianos corresponsables usan la variedad de sus dones únicos para vivir una fe Trinitaria, en unidad, promoviendo la paz y la justicia de Cristo. ¿Cómo promovemos nosotros la unidad en nuestra parroquia?

Solemnidad del Santísimo Cuerpo y la Santísima Sangre de CristoFin de Semana de Junio 21/22 de 2014Entre los apremiantes temas Eucarísticos proclamados en las lecturas de hoy, está la noción de la “participación” como se encuentra en la carta de San Pablo a los Corintios. Los buenos corresponsables son parte de la familia Eucarística: amorosos, acogedores, serviciales. Una parte importante de vivir como corresponsable proviene de las muchas maneras en las que podemos participar en la vida de la Iglesia. Sin importar cuánto tiempo tenemos para dar, sin importar nuestras habilidades o intereses, sin importar cuál es nuestro nivel de compromiso, hay una manera de participar como buen corresponsable para enriquecer nuestras vidas y las vidas de otros para construir el Cuerpo de Cristo.

Solemnidad de los apóstoles San Pedro y San Pablo Fin de Semana de Junio 28/29 de 2014 En el Evangelio de hoy nosotros escuchamos a Pedro proclamar quien es realmente su amigo y maestro cuando dice a Jesús: “Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios.” Pedro experimenta muchos altibajos como seguidor de Jesús. Él puede ser impetuoso, impaciente, temeroso y hasta falto de fe. Después de que Pedro había alardeado su fidelidad al Señor, él categóricamente lo negó tres veces. Tal parece que Pedro había “incendiado sus puentes,” pero Jesús amorosamente los reconstruyó y restableció a Pedro para servir. Pedro se convertiría en el principal corresponsable del Evangelio en la primera iglesia. Pedro había fallado a Jesús, pero con Jesús la falta no es el final. Reflexione este fin de semana sobre las veces que usted ha fallado a Jesús. ¿Estuvo usted abierto al perdón de Jesús? ¿Esto le hizo ser un mejor corresponsable del Evangelio?