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Borrachera verde, de Bote/ho Gosá¡vez, una «Vorágine» boliviana’ La acción de Borrachera verde del boliviano Botelho (josálvez transcu- rre en el trópico boliviano. La elección de este espacio está motivada por su vinculación al cauce narrativo de la novela criollista, en su variante cíe la novela de los llanos y de la selva y. más en concreto, por su deuda al inode— lo propuesto por La Vorcigine Indudablemente Borrachera verde está escrita bajo el influjo de la novela colombiana que se manifiesta en las semejan- zas de procedimientos técnicos. eslructuralús y temáticos. Es una obra me- nor pero sintomática y que ayuda a completar el corpus (le narraciones or- ganizadas en torno al tema de la tierra. La estructura de Borrachera verde se resiente de una falta de equilibrio y desarrollo apropiado. La acumulación de funciones sin la distribución debida, la ausencia de un desenvolvimiento bien construido, demuestran una elaboración carente de una idea clara de lo que es necesario y de lo que es accesorio. La aceion propiamente dicha queda enmarcada por un prólogo y un epílogo redactados ambos por el autor-editor. En el primero se aclara la naturaleza y circunstancia del protagonista: «Si Teófano Cuéllar. el perso- naje ceniral de este relato, pudiese ponerle un prólogo, esto sería lo que es- cribiera...» Como tuás adelante se precisará el grado de identificación de autor y héroe y las consecuencias que esto provoca. permite afirmar que es- te es un alter ego del autor. El prólogo concluye con: «Pero Teáfano Cué- llar ha tnuerto”. La expí icacion dc esas cotnil las se encuentra en el epílo- go, en el instante en que se descubre qe la narración ha sido efectuada por un compañero del protagonista y que el editor ha sido quien la trasladó al papel. El epílogo su m inistra una información que obliga a reorganizar la lectura de todo lo anterior, es decir, provoca un efecto de retrorefiexión. La estructura externa se cotnpleta con dos capítulos de desigual tamaño que forman la narración en sentido estricto. El primero (le ellos, más largo, fi- Raúl Botelbo Gosálvez. Borrachera verde, La Paz, 1938. Anales de literatura b Lvpc¡n ocimerft ana, o ño,. 18. Ecl. ti ni y. Coni pl citen se. M a ti ri ci, 1989.

Borrachera verde

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Novela boliviana

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Borrachera verde, deBote/ho Gosá¡vez,una «Vorágine» boliviana’

La accióndeBorrachera verde del boliviano Botelho(josálvez transcu-rre en el trópico boliviano. La eleccióndeesteespacioestámotivadapor suvinculación al caucenarrativo de la novela criollista, en suvariante cíe lanovelade los llanosy de la selvay. másenconcreto,por sudeudaal inode—lo propuestoporLa Vorcigine IndudablementeBorrachera verde estáescritabajo el influjo de la novela colombianaquese manifiestaen las semejan-zasdeprocedimientostécnicos.eslructuralúsy temáticos.Es unaobrame-nor perosintomáticay queayudaa completarel corpus(le narracionesor-ganizadasen torno al temade la tierra.

La estructuradeBorrachera verde se resientedeuna falta deequilibrio ydesarrolloapropiado.La acumulaciónde funcionessin la distribucióndebida, la ausenciade un desenvolvimientobien construido,demuestranuna elaboracióncarentede una idea clara de lo que es necesarioy de loque es accesorio.

La aceion propiamentedicha quedaenmarcadapor un prólogo y unepílogo redactadosambospor el autor-editor.En el primero se aclara lanaturalezay circunstanciadel protagonista:«Si TeófanoCuéllar.el perso-najeceniral de esterelato,pudieseponerleun prólogo,estoseríalo quees-cribiera...» Como tuásadelantese precisaráel grado de identificación deautory héroey lasconsecuenciasqueestoprovoca.permiteafirmarquees-te es un alterego del autor. El prólogo concluyecon: «PeroTeáfanoCué-llar ha tnuerto”. La expíicaciondc esascotnil las seencuentraen el epílo-go, en el instanteen quesedescubreqe la narraciónha sido efectuadaporun compañerodel protagonistay queel editorha sidoquien la trasladóalpapel. El epílogo suministra una información queobliga a reorganizarlalectura de todo lo anterior,esdecir, provocaun efectode retrorefiexión.Laestructuraexternasecotnpletacon dos capítulosde desigualtamañoqueforman la narraciónen sentidoestricto.El primero (le ellos, máslargo, fi-

Raúl Botelbo Gosálvez.Borrachera verde, La Paz, 1938.

Anales de literatura b Lvpc¡nocimerft ana, o ño,. 18. Ecl. ti ni y. Coni plcitense. M ati ri ci, 1989.

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nalizaen el momentoen queTeófanose va a internaren la selva,el segun-do con su definitiva desaparición.

La novela se abre con una secuenciaque enlazacon el prólogo y locompletaen su intención de exponerla funcionescardinalesde la obra ylasclavesdel héroe.Hay un párrafoinicial en el quedemaneradiscursivaseexponenlas líneasideológicasque muevena Teófano.Su presentaciónno se retrasa,seagolpanlas determinantesquehanguiadosuandaduravi-tal y moral, La acción no avanza,es una secuenciaestáticaque secentraen consideracionesgeneralesy cuyo plano temporal se sitúa en un puntoposterioral comienzode los acontecimientos.

El protagonismosearticulaen torno a la figura del. Cuéllar,por la ín-dole biográfica de la narracióny por su posicióncentral en la jerarquíaagencial.Su descripciónahondaenel conflicto mo-al.profundizaen sust-tuaciónescindidaentreel arrepentimientoy «‘as malaspasiones».En unaconstanteoscilaciónsemuestracomoun serII .xadopor el amor, la nostal-ña de sufelicidad y la certezade sumuertepróxima. Su imagenestácons-tituida por los soliloquios, apóstrofes,reaccionesexaltadasy actitudespsi-cológicasextremas.

Débora,el protanonistafemenino,aparecedesdeun comienzocomounapersonalidadpasiva.Dos rasgos,sobretodo, definensu carácter:porun lado,su inmadurezintelectual,su mentalidadinlantil. es una«colegia-la caprichosa»;por otro, esposeedorainconscientedela energíasexual.Sudualidadcomportaunasumisiónpsicológica.como individuo social,perosu fuerzaeróticatiene un papelpeiturbadordecisivoen la acción.Déboracumpleel modelode la mujer delicaday frágil, ingenuay adaptadaal pa-pel de esposaobediente.En una figura.con todo, borrosa,tópica.porqueelautorestámáspendientedecrearun personajequeseacoplea unaformu-ladón teórica a priori que de proporcionarun perfil individualizado. In-clusoen la descripciónfísica no sedanrasgosparticularizadores.tatupocodel rostro, sino sólo del cuerno. dentro cíe la interpretaciondIC ser regidopor lo instintivo y sexual.

Es a partir cíe la segundasecuenciaque se inicia el juego dc tensionesnarrativas.De forma bruscay escuetasedescribela relaciónamorosaen-treTeófanoy Débora.con frecuentesanticipacionesy comentariosquede-moran la acción peroquecomunicanun ritmo intenso. En una páginaseproducela función desencadenantedel embarazode la joven. Las pruebasnegativasse acumulanaceleradamente:el matrimonio obligado por con-vencionalismossociales,el peligro quecorre Déborade perdersu vida, lamuertedel hijo y el angustiosodilema de Icófano entresus dosdestinos.El hilo de los acontecimientoses muy sencillo, no obstante,la expresiónestá siemprecargadade trascendencia.La última consecuenciade losamoresdelos dosagenteses supartidahacialas llanuras,abandonandolaciudad.Con la quinta secuenciaapareceel escenarionaturaly la acciónvaa seguir dosejes principales~-.la construccióndel conflicto personalentrelos protagonistasy la sucesiónde escenascostumbristas.A la anterioracu-

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mulaciónde funcionesnegativassucedeahoraun conjuntode secuenciasdistendidasen las que lo anecdóticoy colorista actúacomo catálisisde lasetapasprecedentes.Simbólicamentelos agentescmzan el río Ibarecomojalón en el destinocíe susvidas quelos separadel mundourbanoy los me-te en el natural.La acción sepliegaal esquematradicionaldel viaje del hé-roequedebepasarunaspruebasy conseguirciertosobjetivos,paravolvera seradmitidoen su comunidad.La idea del regreso,aunqueno se mate-rialice. recorre la acción hastael Final.

El eje de escenascostumbristasda comienzocon las primerasdescrip-cionesdela naturaleza,mezcladebellezay violencia—queenlazaránconlasde la selva— y secontinúaen las historiasde Ruperto: «... algunosre-cuerdlos pintadosdIc aventuray peligros». La importanciade estalíneacostumbristatadicaen queintroducela violenciacomo componentede larealidíadí natural. El costumbrismoentreveradode rasgosnaturalistasydlescripcionesmodernistasdel paisaje,prosigueconla llegadaa la hacien-da y con las escenasdel Inarcadlo y encierrodel ganado.El relatoadquiereun caráctermásdiscursivoexceptoen los motnentosen quesurgenlos sig-nos (le la coMí ictividíad principal.

El eje de la narraciónquedaprecisamenteformuladoen unade laseta-pasdcl viaje, la lucha entrelo que significa la mujer, a quien ya no creeamarkola no pero a la quese encuentrafatalmenteunido, y susanhelosde libertad dicladlos por su indlividualismo deconstruirun futuro de éxitosocial.El autorva a ir desarrollandoun conflicto subyacente,en principio,con inclusión (le funcionesocurrentesque sevan integrandoal juego deoposicionesy atracciones.

Teáfanolleva la iniciativa en la acciónconstantemente,recorreunase-rie dealternativas,seproponecinasmetas.experimentaunaspruebas.peroprontocii sucomportamientova a tenerlugarunatransformacióncaracte-rizadapor la oscilaciónde susobjetivos,por las alternativassentimentalesde amor-desprecio.Su conductavacilará entrela imprevista declaración:«... estahembraa quien ya no amo, desdequeel matrimonio la pusoenmis hombros,esmía cuandoquieroy como quiero»(20) y la ilusión deunavidía feliz en la haciendao el i mpulso de abandonarlotodIo pararecuperarsu libertad anterior.

Al iniciarsela vida en el ranchocon las faenasdel ganadola relaciónamorosapareceencauzarsefavorablemente:la profesiónde intencionesdel protagonistapor la quesecomprometea labrarseun futuro, medianteel trabajoen el campo. imprimen un sesgooptimista a la acción. El autorcoloca ahora la primeradescripciónde la selva,simbolizandoanticipada-mentecómo esasintencionesvan a frustrarsepor la influenciamalignadela naturalezasalvaje.La acción sometidaa cambioscontradictorios,moti-vadospor la confusapasión,desembocaen el último intento de Teófanopor hallar una solución, unificando los dos extremosirreductiblesde suconflicto —el principio natural y el intelectual—mediantela educacióny

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formación espiritual de Débora.Con estemotivo el nariadorembuteunaserie de comentariossobreescritores,como el de Atuiel. completatuentefuera de lugar, pueses pura pretensióncultista:

paraque(Débora)me leyesealgunospasajesde mis libios predilectos.con objeto de incitarla a la meditación,conducirla hacia lashuellasdelespíritu, y ella signifique algo másque la compañeraque aprisionalacarne. (31)

Al final el intentofracasay la relaciónsedirige haciasu desenlace.Lacrisis sentimentalse ha desatadoantela imposibilidad de establecerunacomunicaciónintelectualcon Débora.T. Cuéllarse deja llevar porla con-ciencia de la inutilidad de su vida. creeen la injusticia de la situacion,seencierraen la consideracióndic la superioridadde susvalorespersonales.Expresaopinionesanticlericalesy aíitiburguesas,proclamala superiori-daddel espíritu y reorientasu vida hacia la ensonaciondíel pasadlo.de suéxito ilusorio en los círculoscultos de la ciudad:

Cadavez que recuerdolas ciudadesen dondeviví y gocé,en dondemis buenasmanerasy mis refinamientosmehubieranabierto caminopara todaslas ambiciones,una queja sordanacede mi espíritu...(32)

En el mareode una secuencíasevuelven a agolparnuevasfuncionesnegativasque,al tietnpo que los cuadroscostumbristasdesaparecen,con-viertenen definitiva la degeneracióndel héroe; la influenciadel entornoselvático,suentregaal alcohol,la soledady cl resurgimiento de la concien-cia de fracasoo de su pasadode intelectual.La actitud hacia Déboraestádefinida por el ascoy el desprecioa partir de ahora: «...ella era para minaturaleza».

Segúnlas escenasde violencia y degeneraciónde Teófanose desarro-llan. la personalidadícíe la protagonistaadquiererasgosmáspositivos.Seconvierteen una mujer abnegada.que persisteen amargenerosamenteasuesposo.Cumplecon un estereotipode víctima y de seringenuoy entre-gadoal amorde quien va a acarrearlesu desgracia.

A travésdic la trayectoria de Teófanoel autorha preparadoel terrenoparala consumaciónde sudegradaciónqueseconcretaen el adulterioconHortensia.Como en el restode los procesosde la obra,el de seducciónenestecaso,estáapenasconstruido.En ásperocontrapuntoTcófanocomien-zaa serposeídopor los celos.Sumidoen un estadode autoinculpaciónpe-ro decelos también.Icófano acusaa Déborade adulterio en unaescenaefectistaqueculmiíia con su expulsióny la de su supuestoamante,el peónPedro.La acción se ha ralentizadopara destacarel momentoen el queelprotagonistapronuncia un soliloquio cieclamativoen el que muestrasupsicología arrebatada.Lo excesivode las pasiones,cl subjetivismo,impri-men a la acción un carácterdetuasiadoexagerado.Icófano creeque undestinofatal guía su vida: «Iluso, estásamarradoa la desuracia,un fatum

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te persigue».El delirio, las autoacusacionesy las reaccionesefectistassevuelven a reproducir:«Pedro.cálmate:no te manchescon mi sangre,lajusticia de los hombres no comprenderíatu nobleza.» O más tardeexclama:

Dios mio! ¿Quéhe hecho?Tú que nos creasy nosdasun destino,¿porquémedeparastesólo la fatalidad y la tragedia?...Máldito tú, y contigoyoque soy tu obra,sangrientoamasijode violencia, sexualidady tragedia.(45)

Con la muertedc 1)ébora.incapazde superarla crueldadde la expul-sión. se desataun nuevoepisodioexaltadoy artificial, con la llegadadelaancianaque traela noticiade su muerte.La reaccionde Teófanoy la apa-cíción artificial y espectacularde Pedirodiesembocanen una escenallenade gestosenfáticosen la queel héroeimpreca a Dios en el mejor estilo ro-mántico y decide finalmente internarseen la selva, llevado de su dese-quilibrio pasional.La primerapartesecierracon suenfrentamientosolita-rio con la selva,despuésdic un encuentrocasualcon los indios que: «Acle-másdic abandonaríne,me percatécíe qtíe los indios sehabíanbirlado michaquetade lona>’. (49) Lo que resultaextemporáneocon todo lo anteriory ejerceun efecto deridiculización del héroecomo resultadodic la imperi-cía del autor.

La segundaparte se inauguracon la extensadescripcióncíe la selvaysignifica,comootro jalón, la imposibilidíadabsolutade retornolo queem-puja al héroea la intensificaciónde su situacióncrítica, regidaahora porel temor, la diesesperacióny el arrepentimiento.Teófanooscilaentreconsi-cleracionesfilosóficas, reaccionescíue muestrantodavíasu fondo valiosoyel abandonoen el alcohol y las relacioneseróticasdegradadas.Se cia ex-presióndefinitiva a la tragedia dIc1 hombrecapazde realizarobrasde im-perecederavalía espiritualy, no obstante,impotenteantelas fuerzasadver-sas,frenteal mal. bajo el quesucumbe.El resultadoúltimo de su designiodesgraciadoes la muerte.pero tambiénésta aparececomo único acto que

puederedími río de stí corrupción.Se sucedendistintasperipeciascon ttnt=vidente caráctersimbólico (relevente a la lucha por la vida) previasa sueoccicii t ro con los «huilones»o huidos de las plantaciones.La amistad

q LIC entabla con ellos formaun nuevo núcleoilarrativo con la insercióndelascríticassol> re los sin ngalesy~ la sociedadboliviana.La acciónparecere—mansarseen esarelacionsolida ida quesequiebraenu n último vaivénconel enfrenta mierit() dIc los personajes,la tiestapopulary otra aventuraamo—rosa (leí protagonista.paraconcluir con el procesoascendentede exalta-ción de Teófano quese lo acabatragandola selva.tnientrassuscompañe-ros di rigen stts vicIas hacia la normalidací. El desenlaceaclquiere un signorelativamentepositivo. La condición dramáticadel héroey su ineluctablesucumbirantelas fuerzasde la naturalezabárbaraes lo principal, peroes-te fi rut 1 i n fauslo esaliviadopor su ainor idealizado(le Déboray por su vol-ver a creeren l)ios. lo cttal apuntaa su salvación.La confesióntambién

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aquípuedeserunaexpiación.El héroeposeeunatexturarománticatantopor su lucha contrael destinocomo por superversidad(aunquees ciertoquehayotraslíneasno románticas),por susdesafíosblasfemos.Su pasióncomo fuerzadominantey la constanteinsatisfacción.el anheloabsoltitode libertad,el conflicto entreamorideal/amormaterial,dían forma al es-quematradicional de oposicionesmateria/espírituo razón/sentimiento.Estemodelocodificadode personajeiconoclasta,libertino y malvadoquesesalvaen los momentosfinalesde suvida poí- el amorde unamujer,aun-queenestaocasiónlas funcionesnegativastenganmuchopeso,tienerecti-ficacionesevidentes,como acabamosdc aludir.

En el planteamientode esteconilicto codificado se registranvariantesinteresantes.El enfrentamientoindividuo/sociedadestá superadoen ini-portanciapor cl de individuo/naturaleza.LI protagonistaes un intelectualque reivindica constantementesu vinculación a la sociedad.El trabajomanualy el entornoselváticoson adversosa su carácterde hombreculto:«.. abandonadode Dios y de los hombres,en una tierra bárbara,refracta-ria a mi espíritude civil izadlo.»»(7). La st)ciedadlescli ttgar(le lo hutnanoyespiritual,por eso,cuandodebidoa losconvencionalismossociales,TeólÁ-no y Débora se venobligadosa casarse.Icóflino consideraquelas conse-cuenciasfatalesprovienende la partenaturaldel ser Ii u mano,de la mujerpríncípainiente, y no dic la social.que permaneceenmo aníuctipo o realdad ideal,

En la construccióndel héroe,así comoen la tramanarrativa,se aprecíaunacurtosaconfluencia(le motivos y funciones(le raíz naturalistaqueseentremezclancon otros de origen romántico.Cornoes de esperarhayunamutuainfluencia,lo naturalista estásuavizadio,Mí nquees posiblerecono-cer su presenciaen componentestan característicoscomoel Lictor de laherenciay del origen.Teóñinoeshijo natural.Lo biológico sedaen la (Idi-nición de Déboracomoespeciey en los comentariossobrelos itutios. Re-lacionadocon esto seencuentrael papel de lo er~ticocotno condlicionantepero modernizadio por utía inyeccionde un frecídismoavatil la Mire.

La importanciadICl medli() comodeterminantedIc los individuosya hasido mencionada.Las pampasinoldean a las gentesqueallí viven, comoRuperto,y especialmenteafectanal héroe. El milieu desatasus instintosprimarios,lo transtornay colaboracon otro factorsignificativo (leí codligonaturalista,el alcohol: « Yo llevaba en ni is tnanosla destrucción:y en micerebrola locura. Estaslejaníasy el alcohol son las en 1 pables».(9)

El determinismocomparteen el relato su actuacióncon el fatum ro-inántico. El desenlacetrágicoes un resultadodc laconfluenciade elemen-tos naturalistas y románticosque empujan (le principio a 1 tn a losprotagonistas.

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EL NARRADOR DE BORRACHERAVERDE

La categoríanarrativa planteacierto númerodic citestionesrelativas asu funcionalid=tdy a los procedimientosempleadosen su constitución. Elrelatosemonta sobretres nivelesquesehansucedidoenel tiempoperodelos quesólo el último es el que llega al lector y componela narración.Elcuerponarrativo recogeel relato (le las vicisitudesde 1’. Cuéllar,quien selas ha contadioa Arturo Méndliz, obrero escapadode las explotacionesdela selva.La trayectoriavital iniciadacon losamoresjuvenilesy concluidacon la muerteen la selvaes lo queMéndiz llega a conocer.Peroaúnexisteunamediacionmásantesde queseaalcanzadoel plano narrativofinal, eltestimoniode estoshechoses conocidoporqueMéndiz los volvió a contar«.. dic renresoa la casaJuárezHermanos...en charla confidencial a unosamigos...»entreestos,seencontrabael autor—editorquien es, por otra parte.el responsabledel prólogo y del epílogo.y quien efectivamenteredactaelrelatooral. Esteautorno se idlentifica másquecitando dice: «... sólo, el quelo escríbio...”. un attor unción,aparentemente.ha si—

Es pites cuya única fdo pasaral papella relaciónde los hechossin adiciónalguna.perohayba-ses para sospecharque esta organizaciónno funcionasistemáticamente.Los tres niveles (le si tu acióncornti nicativa son:

1 plano: 1. Cuéllar Arturo Méndiz2 plano: A. Méndiz .. Amigos (editor entre

ellos)3 plano: Autor—Editor Lector

La pretensióndel autoral establecerun mareo,como ocurre siemprequese usaeste recurso,es la dequeél ha sido un fiel reproductordel relato,y como pruebade que no ha añadido ni suprimido nadareconocecomopropiassólo unaparte(leí conjunto.Prólogoy epílogotienenunaFinalidadsemejante,son la coartadadel autory apoyanla verosimilitud de la histo-ria. En el prólogotrazaunaexplicacióny semblanza(leí héroe,pero dejabien cairo queesaes suvi sión personal.No obstante,en él sedelatasu re—Lic ion con los hechosen un aspectoqtie no diebieramantener:la identifi—cacion y comprensiónperfectaqueposeede T. Cuéllarquetendiráconse-cuenciasen cl texto.A su vez,el epílogo arroja tami> ién una dudarazona-ble hacia la imparcialidadí del autor—editor,por la forma comprometidaqueasumeen la relaciónde los acontecimientosprotagonizadiospor Teó—Lino. La novela secierra con una afirmaciónque por naturalezay expre-sion lo aproximansensiblementeal protagonista:«Esaslágrimassonestelibro « deformey desesperado».fruto dIc mi juventud, de mis dílecinueveaños bravosy plenos de lejanía.» (67> Dc estaspalabrassurgela incon-gruenciade queel editor se atribuyelas aventurasdel héroey de este mo-do, la finalidadí del marconarrativo no se logra porquearrojademasiadassospechassobre la actuacióndel autor.

La obra adopta la lorma de un relato contadopor un narradoryo—

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protagonista.La perspectivaestálocalizadaen los momentosfinales desuvida, y por tanto lo narradoesta coloreadopor estacircunstancia,por elprofundosubjetivismo.El personajequeoriginariamentecuentaha sufri-do una transformación entré el momento de vivir los hechos y el derelatarlos.

Hay unaseparaciónen el tiempopsicológicoentreel joven queseena-moray el queluegoviveen los llanosy a loscuatroañosdesaparece.La ín-doley rapidezdel procesolo diferenciandel tipo de narradoresquedesdesumadurezo vejezdancuentadesupasado.La enseñanzaqueéstosapor-tancon frecuenciaestácontaminadade un cierto escepticismo.de un jui-cio mesuradoy nostálgicode su juventud paraal final ofrecer«un casti-go»:algo semejantea un conocimientoverdadero.En Borrachera verdct porel contrario, se narra bajo la presión de las circunstancias,no existe laecuanimidady la enseñanzase ofrececuandoaún no ha habidoun distan-ciamientotemporal.Es unahistoria quecompartedirectamentela trage-dia de la experienciavivida.

Hay unanarraciónde los hechosy unanarracióncomentada.Hay untiempo de lo narradoquees el pasadoremoto.el propiode lo sucedidoyun tiempodelo comentado.tnomentode la narración,formadopor los pá-rrafosque incluyen reflexionesy apostillas.A estohayqueañadirlos co-mentanosprnpiQsdel autorqueseclbclítanen tm tiempodiferente.El em-pleode los tiemposverbalesen estosdosplanosno tienenusosistemático,con frecuenciase registranlapsuse inconsecuencias.Al tuismotiempo seempleaun cierto númerode recursospara relacionarsecon o itnplicar allector. Puederealizarsemediantesignos.comillas,paraindicar unaconni-venciacon el interlocutor: «... esteera todo nuestro‘nido de amo?».Enotra ocasiónla fraseentrecomilladaes una suposicióndel narradorres-pectoal conocimientodel lector.Cuandoduce: «Déboraerala deliranteju-ventud dela abeja».confíaen queel lector identifique la frase. Interroga-ciones:«¿Adóndeiba a irme?Nosrodleabael montey la llanurainfinita».La frasequesigueconfirma quela preguntase hacecomomedio de reía-etón. En el casode: «¿Quiénhubierapodidocontenermeentonces?»,estáaún más claramentemanifestadala relación emisor-receptorporque lapreguntase efectúaen el plano del inundocomentado,en el momentodela narracióny no de lo hechos.Exclamacionesse dirigen al lector espe-rando unaanuencia:«imalhayala hora quesolté las cadenasa las Fierasquevtvtanen mí!o-bien: «iCórnopudover tan destiudael almamiserablede los hombres!».Comentarios,manifestacionesconstantessobrela vida,el amor, el hombre, la muerte,etc., estánpresuponiendola importanciaqueel lector tambiénconcedea estasaprectaciones:«¡Cuángrotescoes elhombreen estastempestades!».«Tantascosashayqueaprender».«ento-daspartesel amorsepesacon oro». Inclusión del lector por medio del usode la primerapersonadel plural en comentariospropiosde alguienqueseconsideraun intelectual: «Los hombressomo unos extrañosinvasoresy

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nuestrafragilidad se refugiaen la astucia»,«Tantoque no sabemos,ni sa-bremosnunca!».s<... escritoresde nuestraAmérica india».

La presenciadel autor estáregistradaclaramenteen la narración. Elusurpa la palabraal narrador, incluye consideracionespropiase influyeen la relaciónde los sucesos.Se sabequeA. Méndiz hacontadola historiade la vida de 1. Cuéllar al editor que es quien la escribe.Esto es posibleaceptarlosin mayorproblemahastael instanteenqueTeófanoy Arturo seencuentranen laselva.A partirde aquíseríanecesarioqueArturo contasesegúnsu punto de vista algunasde las situaciones.Sin embargo,el relatocontinúa narrandoel encuentrode ambos desdela óptica exclusiva deTeófanoquese mantienehastael desenlace.Porestarazónlas últimasse-cuenciasresultan inverosímilespuesto que no es lógico que A. Méndizcuentesuencuentrocon Teólanodesdela perspectivade éste,diciendo loqueTeófanole pudocontara él sobreeseencuentro.Lo másverosímilse-ría que Méndiz c<>ntaseese momentosegúnsu propia óptica, sin necesi-dad de queIcófano se lo contasea él para luego volverlo a contardesdeel enfoquede 1. Cuéllar. Estoafectaal punto de vista, a un factor técnicoestructuralde primeraimportancia.La inverosimilitud aumentaennuevosepisodios.El relatode las cruelesexperienciasde los siringalesqueMén-diz y Jorgehabíancontadoa Teóíano,en el texto vuelvena sercontadasporTeófanoa los mismos,sustituyendoel estilodirectoporel indirecto.Esilógico que Méndiz refiera sus propias experienciaspor mediación deTeófano. No hay queolvidar que aquel, supuestamente,las está transmi-tiendo a un grupode oyentes.Otro seriael caso,si fueranpáginasescritas.Esto significa que la presenciade Méndiz como narradores un recursomal empleadoy estáahí sólo por un prurito literario. Del mismo modore-sultan increibleslas fasesúltimas,en ellasT. Cuéllarse adentraen la selva,el solo, y desaparece.Cuandodice: «Otravez la selva.Me internédemasia-do. He visto a los marimonos,y sé queviven en las profundidadesde losgrandesbosques.Ando... ando...ando»(65) Estasfrasesno puedenserco-nocidasporqueel héroeya no pudo contarlasa nadie.

Hay másocasionesen quesedetectala presenciadel autormanipulan-do la narración.En el episodioen quese recogela fiestadel puebloseutili-za el pronombre«nosotros»:

vítnos pasar,en procesión,las figuras de esos santonesonanistasenquienesnocreíamos;la candidezla habíamosdejadoenlas escuelasyenlas pilasdeaguabendita...Eramoslos incrédulosenmedio deeserebañode la teocraciaestultay feudal. (63)

AparentementeCuéllar hablay englobaen el nosotrosa los dos peo-nes.Pero el relator. Méndiz, como testigode la escenadeberíadecir«él»,en casode individualizar, o bien somos,ciertamente,seríala primeravezquesu perspectivaseharíapreceptible,peroesto nuncasucede.Además,un obrerodeun siringal es pocofrecuentequese strvade un léxicotan re-buscadoy tengauna actitud ideológicatan similar a la de Teófano. Si ni

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Méndiz ni 1. Cuéllarhanpodido decirverosímilmenteesasfrases,sóloca-be pensarquela responsabilidadesdel automx El protagonistanuncapudodecir esoporque seríaalgo ya sabidopara los tres. La explicaciónseen-cuentraen la intrusión del autor. Es debidoa esta intervenciónqueesaspalabrasse sitúanenel contextocorrecto.Alguienquese dirige a un públi-co diferentesi puededecirlas,este alguien es el autor Por lo mismo, seapreciaotro desliz a propósitode los comentariossobreAmiel y de otrasfigurasliterariaspuestoqueresultaimprobablequese transmitana dos in-terlocutorescarentesde unamínima lbrmacióncultural. La inverosimili-tud es tanevidentequesólo puedeinterpretarsecomo interpolacióncultis-ta del autor Es necesariorecordarademásqueCuéllardice

Cuandoquiserelatarlesini desgracia,un íntimo pudormeamarróla len-gua...Arturo y Jorgerespetarontui silencio y hablamosde cosasdiferen-tes a nosotrosmismos.(58)

El autordejacabossueltospuestoquenadahayen la obtaque justifi-que el cambio de actitud del héroe para contar Finalmente su vida aMéndiz.

En resumen,la utilización del narradorrevelagrandesfallosy convier-ten a Borrachera verde en unanovela fallida en estesentido.El autor,al nosaberemplearcoherentementeestosrecursos,ha hechofracasarel efectode verosimilitud y objetividad.

Borrachera verde expone abiertamenteunaconcretaactitud ideológicayun testimoniosocial tnuy particularBotelhoconvierteal héroeT. Cuéllaren suportavozideológicoe instrumentoparacriticar a la sociedadbolivia-na. El protagonistaes el representantede unaclasemediaintelectual,im-buido de superioridadrespectoa las demásclasesperfilada sobreunosmodelosliterarios, en virtud de suelevadacalidadespiritual.La críticaso-cial sebasaen la inmoralidad,corrupcióne incapacidadparagobernardela clasedominante.T. Cuéllarencarnaunaposturapretendidamentepro-gresistaqueintenta reformarel país tnedliantela moral y la cultura. Bote)-ho no se sientepartícipede la idea dic transformaciónsocial (ungida porlasclasespopulares,para él estaaccióndeberíanllevarla a cabolosespíri-tus cultivados,pero lo improbabledel proyectose refleja en la narraciónen los comentariospesimistasy escépticos.En sucrítica se articulandistin-tos temas:Denunciade la penetracióncolonialistade los paísesdesarro-lIados:«Hablamos(le Bolivia, de nuestrapobrapatria,trastajodelas conquis-tas del imperialismointelectualy económico».Acusacióna los diriszentespor su incapacidady venalidado consideraciónde la historia de su paíscomo un procesoabsurdoen dondelos actosde rebelióny represiónsonigualmenteinsensatos,procesosque se sucedencarentesde lógica: «.. laHistoria de Bolivia. que es la historia ridícula de unosdesorientados,consu tatuajede revolucionesy cuartelazossin cabeza».La luchapolítica vie-nea serun juegosucio,unaconstanteimposturaen la quelas clasesobre-ras son manipuladaspor personajessin escrúpulos,la rebelión popular

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Borrachera verde, de Botelbo Gonsálvez... 49

parecesiempreadulteraday tan insensatacomo la guerrapor interesesoli-gárquicoso un golpe militar: «los Presidentes...que soliviantanlas cana-llascon suverbamanida,paraconducirlasa la desgraciadeunaguerrao ala imbecilidadde una revolución,o al golpe deEstadoquecambialas mis-mnas tristesfiguras...» (59)

La convicciónde la superioridadintelectualque forma el núcleode laconcienciade clasedel protagonistase pone de manifiesto en su posturahacia las clasesbajas.peonese indígenas~.A diferenciadeotros narradoresel autormuestra,a travésdesu personaje,un claro despreciohacia los in-dios a los quecaracterizacomo seresreducidosa unasubhumanidad.pri-vados del dominio del lenguaje.ya queo bien no hablan por no saberelespañolo bien empleanun «dialectobárbaro».Sonirracionalesy carentesde sensibilidad.El medio naturalen el queviven los ha hechobrutales,notienen alturamoral paraapreciar«el dolor del carayana(hombreblanco)».sólo poseen«eseculto fetichistay lleno de tabúsde las hordasselváticas».

La caracterizaciónzootnórlicay la incomprensiónde los signoscultu-ralesindígenasescompleta: «Los indios bailabanel machetero.mnonorrít-mico, simiesco,capazde encandilarlos nervios al mástranquilo... El alco-hol poneen potenciael almaparíay dolorosade estasgentes».(63) La ac-titud racistade Teóíanoresultallamativamentecontradictoriacon susexi-genciasde justicia y libertad individual de las que él es un defensor.Enrealidad,el pensamientoexpuestoen la novelasemuestraconfuso,susde-nunciasy acusacionesparecentenerla intencióndeepater, máspropia deuna actitud personalistaquede ideasmaduras.Susdeclaracionesanticle-ricales, los tonos paternalistasal enjuiciar su país.su denuncia del eolo-nialismnotienen muchodeexclamaciónaltisonantey efectista.Su flagranteclasismomal searmonizacon susllamadasa la libertad y la denunciadelas empresassiringueras.

En contrastecon la reproduccióntipista de la sociedadcíe las llanurasa causadel tnétodo costumbristaempleado,las relacionessocíoeconómi-cascíe los siringalesestáncomentadasun poco másdetenidamente,aun-queesto hayqueatribuirlo otía vez a la influencia deLa Vorágine, esdecir.a un modelo literario. Se denuncíael trabajoagotador,la violencia de loscapataces,el asesinato,la degradaciónde los peones,las prácticasfraudu-lentasdelas: empresasperola descripciónde los sufrimientosde los asala-rtaclosy la condenadelos patronesno significa queBotelhose incline poraquellosabiertamente.Un episodiopuedeserpruebade cómo el autorlosaprovechapara trazarun ejuiciatnientonegativode los obreros:

Ciertavez, unostrabajadoreshabíanprotestadoen voz alta de tantain-justicia. habíanpromovidodesórdenesentre los gomerosincitándolosala rebelión, perofueron cogidos por sus propioscompañerosy entrega-dos...a golpede 1 atigo les ti icieron cavarsustu mbascon las m amios. y lime—go los entregaronvivos a la tierra metiéndoloshastael cuello...(58)

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EL ESPACIO NATURAL

La naturalezaen la narraciónde Boteiho está representadaprincipal-mentepor la selva. Su función es decisiva dentro de la estrttcturade laobra,porsu incidenciaen el procesodel protagonista.No obstante,no hayqueolvidar queenlas primerassecuenciasel espacionatural lo forman lasllanurasen dondetranscurrela vida en el rancho.Este ámbito secontra-ponea la ciudady en él sedesarrollaunaactividadeconómica.Aquí no seda tanto un enfrentamientodel individuo como unaactividadde coloniza-ción quetienelugaren un entornoáspero,por tanto hay una implicaciónsocialen la relaciónhombre-llanuras.Por esta razón los campossoncon-sideradoslugarde regeneraciónquepermitirán recuperarla ciudad,comoparadigtnaideal, y el estatussocial perdido.Es un lugarde pruebaen fun-ción de la ciudaddistante.Porel motnentolo naturalapareceen relacióncon una propiedadquecuidary desarrollar.Estaes la causapor la queelhéroepuedesentir todavía una afinidad con la naturaleza,mantieneunacomunicaciónafectiva,puedeapreciarsu bellezaen instantestópicosdelanochecero del amanecer,aunquehaya indicios amenazantes,y puededisfrutarde actitudesestéticasy poéticasexpresadasen los estadosespiri-tualesde subyugaciónanteel espectáculonatural.Es decir, un entornoenel queel libro de/mundo aún puedleser leídoy comprendidoporun espíritucivilizado y en el que lo salvajeestádominado:«El tigre y la nochesonaliados,por esoen estastinieblashemosde andarprevenidos...,cuidandoal mismotiempode la boyada.insomneshastaquese levanteelsol y medeen triunfo, incendiandonuevamentecon el ígneo resplandorla tierra».(19)

El peligro nocturnosucumbea la bellezadel amanecerfinal, identifi-candoéstecon el dominio del individuo sobreel medio.Duranteel viaje ylas primerasexperienciasen las llanurasla naturalezaestáinterpretadaeincorporadaaunaconcepciónbasadaenel proyectosocialquelleva acaboel protagonista.Su actividad que constituye un esquemasemejantea laempresapionera. determinael tipo de relación y la imagendel entornonatural.

Es despuésde la presenciavigilante de la selva que la caracterizaciónde las llanurasse transforma,al serafretadaspor suvecindad,comoapun-ta León Hazerarespectoa La Vorágine. Los llanos pasana ser la antesalade la selvay su significadocambia.Al fracasaren suproyectosocial y per-der los rasgoscaracterizadorescorrespondientes.T. Cuéllar es concebidoya no por susatributossocialessino por lo genérico,por su esencia.A suvez la naturalezase convierteen una realidad metafísicay la confronta-ción entreambosseefectuaráen términosabstractos.A partir de esepun-to, por tanto, las llanurasadquierenun valor negativo,aunqueno seaunmundonaturalabsolutamenteadversocomo sí es la selva:

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el monte,huertoterrible, laberíntico,..,queera una cárcelvegetal...Alotro lado,...el monteseabríade nuevoy se penetrabaa los llanos;enton-cesdabagustomirararriba,ya no se tendíanlos ramajescomo unaame-naza...ya no erael mundolóbrego,la selva sequedabadetrás,su misteriotraidor...(24)

La dualidadde los llanossecompruebaen la relación homogéneaqueel protagonistapuedemantenercon ellosen algunasocasiones:«Cuandome serenabasalíaal campocon cualquierpretexto,a contarmi desgraciaalos árboles,únicosconfidentesqueno me delataronjamás».Esta relaciónya no es posibleen la selva, ahora los árbolesson indilerenteso inclusohostiles:

Y la selvaoscura,ni conmovíaun ión de su grandeza:sólo la pávidamu-dezde sus árbolesy la angustiade la soledad.

susbóvedasse extiendensobreel hazdelos ríos y Lagos.yen ellas reper-cuteel ecode nuestrasvocesalargadashastaloscubilesdelas fieras,paravendernos,paraentregarnosa las fauceshambrientas.(45)

Botelhosiguemuy de cercalas formulacionespararepresentarla selvaquepusoen prácticaJoséE. Rivera. En primerlugarla describedesdeden-tro, el puntode observaciónestásometidoa su influencia. De usarun en-¡oque panorámico,distante,entonces,posiblementehabría una posturamenosafrcíada.La selvaconstituiríael sujetode unaconceptualizacióndi-ferente.A diferencia del contempladorno comprometidoo exótico, aquílos nombresde las plantasy animaleso bien tienen limitada importanciao bien adquierensentidosdiferentes.Se puedecomprobarcómo en la pri-merapartedela narraciónhayunaactitud diferenteanteel paisajecampe-ro. Se describeempleandolos téríninos autóctonosde flora y fauna. inter-calándosesignificativamentecon relatoscostumbristasy sin llegar a for-mar párrafosdescriptivos.Dentro de la óptica exóticade estasdescripcio-nes no se piensael paisajede maneraabstractasino quese le caracterizapor la variedadde componentes.Porcl contrario,en la selvael criterio des-criptivo <omnentaun conjuntode términose ideasquesuponenunadimen-sion abstracta.Es ya unarealidadsimbólicacontrapuesta,no al personajecostumbristasino al hombrecomo abstracción.Por esto,cuandolos ani-maleso plantasde la selvaaparecenlo hacenparaejempliFicarteorías,co-mo la de la lucha por la vida o consideracionessobrela civilización y lanaturalezainhumana:

un espectáculooculto a losojos de la civilización: la luchade dosene-migossempiternos,amboshechosparadestruirsemutuamente,parades-coyuntarseenpeleassingulares,de lasquesólo guardanmemoriaslos ár-boles: el caimány las londras.(47)

En el nivel léxico se apreciatambiénun catnbio. los vocablosreferentesa

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sensaciones.dc color, principalmente,se ven sustituidospor otros de uncampomásintelectual.

La obrada expresiónaun conflicto entrelibertad individual y determi-nismo, entre hombrey fuerzasnaturales,las cualesestánrepresentadaspor el espacioselváticode forma paradigmática.Sin olvidar queesasmís-masfuerzaspuedenhallarseen otros espaciose incluso definen la perso-nalidadde la mujery parcialmentela del hombre.La selvaes la expresiónde lo biológico.orgánicoy sexual,de tal modo queel esquemafundamen-tal seria: Sociedad-Libertad-Hombre/Selva-Determinismo-Mujer.

La selva también es interpretadacomo lugar de castigo.destinadaaaniquilaral hombre.El quecaebajo sudiominio pier(le susctlalídlades:dle—gradaciónmoral (le Icól anoy delos obrerosque trabajanen las explota-ciones.La lucha seplanteamuy claramenteentreel hombrey una reali-dad masiva,«totalitaria».anti—individual. Es un inundojerarquizadose-gún valoresy normasdiferentesde lasqueregulanla sociedad.Espacioce-rrado e inmenso regido por el destino/azar,sus leyes, sus dimensionesespacialesy temporalesno admitenuna clasificación según criteriosbu-manos,esun tiempo geológico.El protagonistase díesplazadesprovistodicsu saberpor inútil ante las «leyes imponentes»que rigen esteámbito noasimilable por causade su lógica diferente. Lo contradlictorio lo define:«La plantaquehierecura»;la desarmoníadelos volútnenes.lasdlimensio-nes no guardanla relaciónacostumbradía.Sus habitantesviven sometidiosa las leyes férreasde la constanteaniquilación y delas funcionesprescri-tas, cadaelementotiene su lugar.

Una forma muy frecuentede manifestarsela deshumanizaciónde laselvaseencuentraen su constantenotade opresión.Supresióndela liber-tad. dominacióny reduccióndel individuo, todo lo cual lleva a calificarlacomo «cárcelvegetal».Un tnodo de realizarsu dominio espor la vigilan-cia. Se sugierela imagende un enormerecinto en el que todos los movi-mientosdel queentraenél sonseguidosy observados,como si existierauninvisible panóptico.Esta concienciadie serespiadoprovocaun sentimnien—to de sojuzgamientoanteel que el individuo es impotente. La desapari-ción (leí protagonista.Teófano.traga(lo por la selva, motivo quese repiteen no pocasnovelas,essíntomadeuna preocupaciónideológicamuycon-creta: la de la pervivenciadel ser, el teínametafísicodcl destinodel horn-bre y del sentidodIc su existencia.La desaparicióndel protagonistaviene asignificar que su vidia quedíaborradiacotno sí nunca hubieraexistido. he-clic) que desataun agobiantesentimiento(le angustia.Poresto,el úiCUI5O

de hacerde la novela un documento—en otrasocasionesespor el hallaz-go de un dliario o un informe escrito—,de escribirlaa partir de la relaciónde las vicisitudes que constituyeronla vida de un hombre cumple unafunción importante: es un documentoque quieredejarconstanciade suexistenciay conjurar la ideadiC su gratuidiad.medianteun registro impere-cedero.

Otras(lescripcionescomplementariasreafirmanla ideadic encierro.La

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selva es concebidacomo una construcciónarquitectónicaque recuerdaediFicios fantasmagóricosdereclusión,penitenciariasy templosreligiosos.con la intención de sugerirunasdimensionesy atmósferadeshumaniza-(las. Pero estaprisión vegetalaterrorizay castigano por la inanición o laestaticidad.sino por la transformaciónincesante,por la metamorfosisab-solutade todo serquepierdesu identidad,máspor los cambiosvertigino-sosque por la disgregaciónpasiva.Es por lo queresultatan destacadoelpapel concedidoa la teoría de la lucha por la vida en la narración.

No es difícil percibir en la interpretaciónde la selvacomparacionescon contruccionesgrandiosasde signoreligioso. Se establecende manerapuntual las correspondenciasentre loscomponentesarquitectónicosy loselementosnaturales.

Todaella semejaun templodondehacende pilareslos troncoscentena-rios; susbóvedasse extiendensobreel hazde los ríos... L•a selvano guar-da ídolos,porqueen ella todossondioses.~ los ároolesbravíosque...tie-nen cólerasdivinas.., cuandoel vienmo, esecampanerosubeeleste,hacetemblarlas campanasde estetemplo. (51)

El autor, siguiendoestaevocación,describeuna tormentacon clarasconnotacionesapocalípticaso infernales:

todo se llena de resonanciassalvajes,algo como unaorquestacióndemuchedumbrevencida hay bajo el oleaje fatídico de las bóvedasverdesqueen sitios se desplomany ardenbajo el fuegodestructorde los rayos;entoncestodoparecedesgajarsey repercutir,infernal y Fantástico.(51)

Como ya anteriormentese ha mencionado,la selva se caracterizadeacuerdocon rasgosbiológicos y orgánicos.Es opom’tuno recordarque lonatural no perteneceexclusivamenteal reino de la naturaleza,se encuen-tra también en el individluo como instinto. como fuerza sexual —e irra-cional— queen el hombreestádominadapor el intelecto,esun sersocial,tníentrasqueen la mujer es dominantey exclusiva,puesesun sernatural.Portanto, la vinculaciónentrelo biológico y sexualy un puntode vista psi-cológico sc haceinevitable.La mii jer y. mnásparticularmente,la madreac-túan como símbolosde la selva; en las descripcionesse encuentranconnotable frecuencia:la noche,la vegetación,«las flores de mejor perfumeycolorido estáncustodliadaspor aceradaslanzasvegetales»y mencionesex-plícitas: «La selvaes el templode la lujuria de la tierra».Asimismo,espo-sible reconocersimbolos díel acto se&ual o dle la fantasíaintrauterina:LaentradadIc1 héroeo la tormentatropical.

L•a selva, así pues,aparececotno espaciocerrado,seno,que al mismotiempo) atraey asusta.Cuanoloel protagonistapenetraen ella sesientean-gustiadopor la represiónde un sentimientode atracciónpor la madreypor la culpabilidad queprovoca.Más tarde llegará a identificar madreyesposaen el desenlacedela obra,cuandoseinternaen la selvaparamorir.

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lis la relación íntima que feófano mantienecon la realidadsexualsubya-cente lo quecausasu trastornopsicológicoy conductaexaltada.La borra-chera verde es la consecuenciade la relacióncon la selva-madre.Esta es lamateria originaria, orgánica. sietupre presenteque el narrador defineabiertamentecomo: «... vida en que hay una atmósferaque trasciendeahumeolady podredumbre,un olor a semenprolífico, arbolespodíridos,re-sinas,sexo.»(53)

La selvaes el lugar del exceso,ole la transgresión(le los límites por laactím tílación y el movimiento constante.Toola contencionsocial o moralno tiene lugar. La norma éticaconio a horro) y ordíen no puedenadacontrala producción incesante,cl procesoinfinito de generacióny muerte.

Luís MARlul. To~íoUniversidadole Santiagode Compostela

(España)