Analisis de La Obra de Nozick

Embed Size (px)

Citation preview

  • 8/8/2019 Analisis de La Obra de Nozick

    1/6

    Sylvain Le Gall

    ELCATECISMODELPENSAMIENTONEO-CONSERVADORESTADOUNIDENSE

    (THECATECHISMFOR USA NEO-CONSERVATIVETHOUGHT)

    comentario de la obra

    NOZICK, Robert (1974):Anarqua, Estado y Utopa

    Resumen

    La exgesis oscurantistadeAnarqua, Estado y Utopa est ganando terreno. De imponerse, podralograr convertirse en la ortodoxia en muchos crculos acadmicos, con el peligro de llegar luego a loscentros de enseanza. Esta interpretacin de la obra est desvirtuando y corrompiendo el autnticopensamiento del filsofo valioso, valiente y de amplia cultura humanstica propia de Robert Nozick.Una revisin hermenutica de su obra se hace urgente.

    Palabras clave:Anarqua, Estado, Utopa, Robert Nozick

    Abstract

    An obscurantist exegesis for Anarchy, State, and Utopia is gaining ground. In case it ends up to pre-

    vail, it could succeed in becoming the orthodoxy for many academic circles, threatening to land toscholar centres. This interpretation distorts the real worthy philosophical though, which is brave andhave a wide humanistic culture, as Robert Nozick himself. An hermeneutic revision grows urgent forits work.

    Keywords: Anarchy, State, Utopia, Robert Nozick

    Entelequia. Revista Interdisciplinar, n 5, otoo 2007 Recensiones de libros/ 325

  • 8/8/2019 Analisis de La Obra de Nozick

    2/6

    l estadounidense Robert Nozick(1938-2002) quien desarroll la mayorparte de su carrera acadmica como pro-

    fesor en la Universidad de Harvard se hizofamoso entre los crculos intelectuales de ha-bla inglesa a mediados de los aos setenta.

    Le lleg la fama con su obraAnarqua, Esta-

    do y Utopa (1974), la cual pronto le permi-ti gozar de un reconocimiento ms all delmbito universitario de la filosofa moral, enel que destacaba hasta entonces, y asalcan-zar un amplio pblico de lectores (convir-tiendo al carismtico Nozick en una persona-lidad meditica de la cultura norteamerica-

    na, digna de figurar en la popular revista del Readers Digest). Esta obra, que se convirtirpidamente en un clsico de la literaturaanaltica, no ha dejado de suscitar un interscreciente por parte de los politlogos, hastaconsiderarla, hoy en da, como el catecismodel pensamiento poltico neo-conservador enEstados Unidos. Slo querra explicar aqu,de forma muy escueta, por qu podemosafirmar que el libro de Nozick constituyeuna profunda fuente de inspiracin para la

    actual administracin Bush, no slo en losplanteamientos doctrinarios de un liberalis-mo radical, sino tambin en cuanto a su pro-pia lnea de actuacin. Lo que me interesa es

    poner de manifiesto la exgesis partidariaque podran hacer algunos lectores de laobra en los medios ms conservadores, des-

    virtuando as el verdadero pensamiento deNozick.

    E

    Como bien se sabe, Nozick redact su po-lmicoAnarqua, Estado y Utopa en respues-ta a la visin comprometida del Estado de

    Bienestar ofrecida en Teora de la Justicia(1971) por John Rawls, su prestigioso cole-ga de Harvard. Hoy esta obra de Rawls esconsiderada como una de las cumbres de lafilosofa del derecho en el siglo XX y asientaa su autor al lado de Montesquieu y Tocque-

    ville, en la ms brillante tradicin universa-lista del pensamiento liberal. Todo el pensa-miento de Rawls est impregnado por este

    ideal de bsqueda de convivencia equitativa

    basada en la nocin de contrato social. Sin

    duda la nocin de contrato en el modelo so-cialdemcrata de Rawls refleja la exitosa su-peracin de la traumtica crisis de los 30 por

    el providencial New Deal que propuso el pre-sidente Roosevelt y que permiti salir a suscompatriotas de la Depresin. La toma deconciencia del hambre que padeca buenaparte de la sociedad estadounidense en estapoca, tanto la clase obrera de las grandesfbricas de Pittsburgh o Detroit como las fa-milias de los pequeos agricultores en susmiserables granjas destartaladas del MedioOeste o del Viejo Sur molde la tica inter-

    vencionista del por aquel entonces joven

    Rawls1. Es decir: No slo el fomento del pro-tagonismo del Estado en el mbito econmi-co para resolver conflictos, sino tambin elcompromiso de ste con la Justicia Social, enla redistribucin de los beneficios de las em-presas con el fin de financiar su misin jus-ticialista: la Seguridad Social y la Educa-cin, los dos ejes fundacionales de la Polticade Bienestar.

    Nozick, sin nunca haber sido marxistacomo otros filsofos norteamericanos de sugeneracin (Richard Boyd, entre otros) o undestacado activista de izquierdas como fueel caso de su colega Hilary Putnam, quien

    milit en elProgressive Labor Partyen las d-cadas de los sesenta y los setenta, reconocisin embargo haber sido atrado un tiempo, aprincipios de los sesenta, por los plantea-

    mientos ideolgicos de la New Left estadou-nidense. Este dato no es slo relevante en elplano biogrfico. Permite entender mejor laconstante dialctica que teje el filsofo, tan-

    to en lo ideolgico como en lo de la praxis,entre socialismo y liberalismo. Sera poco su-til tildar a Nozick de intelectual de derechas.Su pensamiento, que algunos crticos califi-can de libertario, no se deja fcilmente ence-rrar en un marco terico bien definido yaque se trata de un pensamiento dialoganteque cuestiona constantemente, en un senti-

    1 Toma de conciencia por la que obraron tanto elgran fotgrafo Walker Evans en sus reportajes so-

    bre la miseria rural o los escritores Erskine Cald-well y John Steinbeck en sus soberbias novelas.

    Entelequia. Revista Interdisciplinar, n 5, otoo 2007 Recensiones de libros/ 326

  • 8/8/2019 Analisis de La Obra de Nozick

    3/6

    do casi socrtico, lo que acaba de formular.De ah la impresin de enfrentarse a un pen-sador que puede resultar huidizo, opaco,cuyo discurso no refleja la transparencia ide-

    olgica que esperamos. A veces lo hermticodel estilo de Nozick - como bien lo subraySaul Kripke respecto a la opacidad del estilode Wittgenstein2- contribuye al poder defascinacin que ejerce la obra sobre el lector.

    Y hablando del ejercicio de la lectura, diraque fue el desarrollo de una cierta lecturadel pensamiento poltico de Nozick, la quese prest a una recuperacin doctrinaria porparte de los albaceas de una derecha ultra-

    conservadora. O sea que estoy apuntandoaqu el problema hermenutico de cmo leer

    Anarqua, Estado y Utopa.

    Una lectura demasiado apresurada deAnarqua, Estado y Utopa, condicionada porla creenciafalsa de que nos estamos enfren-tando a un pensador de ndole reaccionariapodra inducirnos a la conclusin errnea deque la obra es un requisitorio puro y duro encontra de cualquier manifestacin del socia-

    lismo incluso en sus formas m

    s edulcora-das (si entendemos el modelo de la social-democracia sueca como un paradigma de li-

    beralismo igualitario de izquierdas). Esosperjuicios pueden llegar a ocultar uno de losaspectos ms relevantes del libro de Nozick:el recelo de su autor hacia las posturas mslibertarias en materia de liberalismo, es de-

    cir: el liberalismo salvaje o el anarcocapi-talismo, que Nozick rechaza. No obstante, elpunto de partida de la reflexin llevada acabo por el filsofo se funda sobre una lectu-ra detenidsima del concepto del Estado de

    Naturaleza. De a h surgen equivocacioneshermenuticas de las que podemos culpar ala exgesis reaccionaria.

    Entre los filsofos que, a lo largo de lahistoria de la filosofa, reflexionaron sobreeste concepto de Estado de Naturaleza, elms destacado, para entender la posicin delpropio Nozick al respecto, fue sin duda John

    2 S.A. Kripke, Wittegenstein on Rules and PrivateLanguage(Oxford, Blackwell, 1982)

    Locke. Y si hay algo que uno debe recordarcuando se refiere a la epistemologa (i.e. a lateora del conocimiento) de Locke es su re-

    chazo tanto del innatismo en materia de ad-quisicin de creencias como de las doctrinasdeterministas en el mbito de la accin mo-ral. Sin embargo, estos planteamientos noson incompatibles con la creencia al nivelcosmolgico de una armona preestablecida.Todo esto resulta ser una postura que com-parte tambin la tica de Robert Nozick. Loque explica que en ningn caso no se puedeagregar a Nozick en esta corriente influyente

    dentro de la filosofa analtica que es el rea-

    lismo metafsico (y tampoco a sta otra, to-talmente opuesta en el espectro doctrinal de

    la filosofa norteamericana que es el prag-matismo relativista de Richard Rorty3).

    Ahora bien; resulta tentador reducir laconcepcin del Estado de Naturaleza segnNozick a una posible rplica de la versin deLocke, slo justificada por la garanta de lapropiedad individual. Nozick insiste en laidea de Estado mnimo, que l tambin pare-

    ce defender (como postura te

    rica) y quenicamente se entromete para reprimir loscasos de violacin de los derechos individua-les como el robo o el fraude y castigar a loscriminales o malhechores. Esta propuesta es

    ya en smisma una construccin utpica. Elnervio de la argumentacin minimalista deNozick a favor de la instauracin utpica deun Estado mnimo es ms bien de corte kan-tiano. A Nozick lo que ms le molesta en elconcepto de reparto forzoso o de redistribu-cin impuesta (por el que abog tanto

    Rawls) es la postura instrumentalista del Es-tado quien, mediante el sistema fiscal, conci-be al individuo como una fuente de ingresos.El liberalismo igualitario es as percibidocomo una autntica estafa intelectual de laque participa la sociedad que la fomenta yque se nutre de ella, disfrazando de conside-raciones altruistas su verdadero fin: la mer-cantilizacin del individuo. He aqudonde el

    3 Postura ilustrada en su Consequences of Prag-

    maticism (Minneapolis, Univ.of Minnesota Press,1984)

    Entelequia. Revista Interdisciplinar, n 5, otoo 2007 Recensiones de libros/ 327

  • 8/8/2019 Analisis de La Obra de Nozick

    4/6

    filsofo reanuda con Kant, al tomar en consi-deracin la naturaleza transcendental del serindividual. ste constituye ya un fin en smismo.

    En definitiva la ontologa de Nozick seopone a cualquier instrumentalizacin mer-cantil del individuo. Y en este sentido pode-mos decir que la postura que adopta el pro-fesor de Harvard es moral, ya que juzga ina-ceptable que el reparto de la riqueza a favorde los ms desprovistos, mediante obligacio-nes tributarias, sea un deber impuesto por elEstado a los sujetos cuya renta se considera

    lo suficientemente alta (cuando alcanza unarbitrario umbral de riqueza). Indubitable-mente la tica redistributativa de la JusticiaSocial est influenciada por valores cristia-nas, sin embargo no es el papel del Estadodar lecciones de moral religiosa. Segn No-zick la nocin de deber moral no tiene queinterferir con el aparato jurdico fiscal delEstado y no es de su competencia imponer-lo. Esto significara entonces que los nicoshabilitados para obrar por la Justicia Social,

    desde un enfoque meramente moral, son elEjrcito de la Salvacin y otras obras caritati-vas de la misma ndole o las iniciativas filan-trpicas privadas que son tantas manifesta-ciones de Su bondad? Esto no es explcitoaunque la filantropa siempre ha sido, en latica estadounidense, la respuesta privada ala necesidad de financiar la educacin, la in-

    vestigacin cientfica y las artes, de las quela Administracin suele desentender en granmedida. Pero de ah surgen las posibles ex-trapolaciones con el discurso de algunos

    apologistas del puritanismo ms rigorista,cuando se refieren en sus prdicas al deter-minismo del designo que obra dentro decada individuo.

    En esta ptica teleolgica (cuando no seest hilando una argumentacin creacionistasubyacente) el fundamental derecho de li-bertad se deduce de las intenciones del Cre-ador y de un designo inteligente que actapor la supervivencia de la especie. La liber-

    tad no conoce entonces otro fin que la Ley

    Natural. Es decir, la manifestacin inmuta-ble de Su voluntad. Esta Ley Natural -queciertos filsofos llaman las leyes de funcio-namiento del Universo por analoga con lasleyes deterministas de la fsica clsica, lascuales expresan una visin creacionista delUniverso4 - constituye el nexo causal entre el

    verbo y la materia. Resulta accesible al en-tendimiento mediante esta disposicin quees la razn. Dotado del entendimiento elhombre tiene acceso a la Ley Natural y porlo tanto ha de imponer a la comunidad suscumplimientos (la reverencia y el temor aDios as como el amor al pr jimo o el deber

    filial), los cuales consisten en observar losmandamientos de Su justicia.

    De qu justicia se trata aqu? Obviamen-te estamos hablando de una Justicia Naturalque castiga a los transgresores de los decre-tos divinos. Por esto, el deber de los doctosreside entonces en la adecuacin de susmanuales de traduccin (para emplear elidiolecto de W.V. Quine5) o sea, la adecua-cin de sus producciones jurdicas a dichaley. De esta manera, obran a favor de la con-

    vivencia comunitaria. Ahora, cabe sealarque muchos abogados del iusnaturalismo,entre ellos eminentes metafsicos, localizanla esencia de la Ley Natural no ah fuera enlas convenciones que la comunidad se da

    para traducir Su voluntad (concepcin exter-

    nalista) sino ms bien dentro de cada indivi-duo.

    Acabo de presentar una cierta lecturafundacional sobre la que se podra asentar

    una interpretacin del Estado mnimo regidopor la necesidad de la Ley Natural. Hastaqu punto tal mundo resulta utpico, esto esalgo que ya nos podemos preguntar dadoque hoy en da la cuestin deja de ser tantrivial. El auge de los fundamentalismos teo-crticos en el mundo rabe, el sionismo radi-

    4 Recordemos que la fsica de Newton, o FilosofaNatural, es profundamente testa e ilustra la analo-ga calvinista del Gran relojero.

    5 Cfr. W.V.Quine, Ontological Relativity and OtherEssays(New-York, Columbia University, 1966)

    Entelequia. Revista Interdisciplinar, n 5, otoo 2007 Recensiones de libros/ 328

  • 8/8/2019 Analisis de La Obra de Nozick

    5/6

    cal de varios colonos recin asentados en tie-rra de Canan, as como la expansin de al-gunas poderosas sectas integristas, especial-mente en Estados Unidos, parecen alejarnoscada da un poco ms del ideal democrtico

    y racional nacido de la Ilustracin. La exge-

    sis oscurantista deAnarqua, Estado y Utopaest ganando terreno. Imponindose, podralograr convertirse en la ortodoxia en muchos

    crculos acadmicos, con el peligro de llegarluego a los centros de enseanza. Esta inter-pretacin de la obra est desvirtuando y co-rrompiendo el autntico pensamiento del fi-lsofo valioso, valiente y de amplia culturahumanstica que fue Robert Nozick. Una re-

    visin hermenutica de su obra se hace ur-gente.

    Entelequia. Revista Interdisciplinar, n 5, otoo 2007 Recensiones de libros/ 329

  • 8/8/2019 Analisis de La Obra de Nozick

    6/6

    Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 2.5

    Usted es libre de:

    copiar, distribuir y comunicar pblicamente la obra

    Bajo las condiciones siguientes:

    Reconocimiento. Debe reconocer los crditos de la obra de la maneraespecificada por el autor o el licenciador*.

    No comercial. No puede utilizar esta obra para fines comerciales.

    Sin obras derivadas. No se puede alterar, transformar o generar unaobra derivada a partir de esta obra.

    Al reutilizar o distribuir la obra, tiene que dejar bien claro los trminos de lalicencia de esta obra.

    Alguna de estas condiciones puede no aplicarse si se obtiene el permiso deltitular de los derechos de autor.

    Los derechos derivados de usos legtimos u otras limitacionesreconocidas por ley no se ven afectados por lo anterior.

    Esto es un resumen fcilmente legible del texto legal,la licencia completa la encontrar en:

    http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/legalcode

    * Debe incluir claramente el nombre de su autor o autores y el texto Artculo originalmente publicado enEntelequia. Revista Interdisciplinar. Accesible en .

    http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/legalcodehttp://www.eumed.net/entelequiahttp://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/legalcodehttp://www.eumed.net/entelequia