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MTI UNIVERSITY UNIVERSITY OF MANAGEMENT AND TECHNOLOGY ESCUELA DE DIPLOMADOS PROGRAMA PARA AMÉRICA LATINA-VENEZUELA FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES DIPLOMADO EN CIENCIAS POLÍTICAS Y COMPORTAMIENTO SOCIAL ESCUELA DE SOCIOLOGÍA SEGUNDA ASIGNACIÓN: SOCIOLOGÍA I ALUMNO: JOSÉ J. LEAL RIVERO C.I: 9.169.597 1

Actividad 2 Socilologia Gral I

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Estado e individuo, ensayo

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MTI UNIVERSITYUNIVERSITY OF MANAGEMENT AND TECHNOLOGY ESCUELA DE DIPLOMADOS PROGRAMA PARA AMRICA LATINA-VENEZUELA FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALESDIPLOMADO EN CIENCIAS POLTICAS Y COMPORTAMIENTO SOCIALESCUELA DE SOCIOLOGA

SEGUNDA ASIGNACIN: SOCIOLOGA I

ALUMNO: JOS J. LEAL RIVERO C.I: 9.169.597 SEMESTRE: I

VALERA, VENEZUELA. FEBRERO 2012NDICE

NDICE2INTRODUCCIN3DESARROLLO DEL TEMA5El Estado. Generalidades5Relacin entre Individuo y Estado9La Democracia como Forma del Estado12CONCLUSIONES21BIBLIOGRAFA24

INTRODUCCIN

El papel que debe jugar el Estado, tal como lo seala Emile Durkheim, no es slo el de expresar, resumir el pensamiento irreflexivo de la multitud, sino agregar por encima de este pensamiento irreflexivo un pensamiento ms meditado, y que por consiguiente, no puede ser sino diferente. Es, y debe ser, un factor de representaciones nuevas, originales, que deben poner a la sociedad en condiciones de conducirse con ms inteligencia que cuando se mueve simplemente por los sentimientos que la trabajan.

Ahora bien, al analizar los modelos del Estado presentes en nuestras sociedades, es indudable que la democracia es el mejor modelo de organizacin poltica que la humanidad ha encontrado. Sin embargo, all donde se introdujo dentro del contexto de las relaciones dedicadas al capitalismo de produccin, sin encontrar el equilibrio con las necesidades y obligaciones sociales, para con los individuos, vive en permanente crisis. Por su propia lgica interna, tales relaciones producen desigualdades sociales y exclusiones que corroen por su base la idea misma de democracia.

Una democracia que convive con la miseria y la explotacin, se transforma en una farsa, y representa la negacin de la misma democracia, dando pie al renacimiento de ideologas fracasadas como el socialismo o el comunismo.

A pesar de esta contradiccin, nunca cesa el deseo de hacer de la Democracia un valor universal, sueo imperecedero del notable terico italiano, Norberto Bobbio, o la Democracia sin fin, de Boaventura de Souza Santos, quiz el mejor pensador poltico portugus, es decir, la democracia como proyecto a ser realizado en todos los mbitos de la convivencia humana, y perfectible indefinidamente. En todas partes se procura romper el pensamiento nico y el modo nico de produccin capitalista, inventando formas participativas de produccin y abriendo brechas nuevas a travs de las cuales se pueda concretizar el espritu democrtico. Pero cabe preguntarse, lo estamos haciendo bien?.

Dentro de ese contexto, el presente trabajo se enfocar en el anlisis interpretativo del material facilitado por la universidad, basado en el texto Sociologa General de Emile Durkheim, el cual toca como temas el Estado, su relacin con los individuos y la democracia.

DESARROLLO DEL TEMA

El Estado. Generalidades

Reconocer y entender qu es el Estado, no estn fcil como pareciera, esto debido a las diferencias culturales, sociales y polticas existentes. En ese sentido, por ejemplo, la nocin de Estado para Mndez y Molinero (1984), se encuentra enmarcada en dos componentes bsicos; la territorialidad, como la capacidad de controlar un espacio determinado y el de la sociedad o comunidad polticamente organizada.

Para lvarez (2011: 07), esto que se denomina Estado, no siempre fue llamado as, ya que la organizacin poltica es un fenmeno ya observado siglos atrs, y quien primero uso el termino estado fue Maquiavelo, "cuantos estados, cuantas denominaciones ejercieron y ejercen todava una autoridad soberana sobre los hombres fueron principados..." al hablar de Estados se pretenda sealar a las agrupaciones de un pas, luego se us para cualquier agrupacin que tuviera una organizacin poltica. Como ejemplo de ello, se seala que (ob.cit):

En Grecia: A la ciudad con limites determinados los griegos lo denominaron POLIS, luego al crecer y rebasar esos lmites se le llamo COMUNIDAD. En roma: CIVITAS concepto que evoluciono y luego utilizaron el vocablo de RES (cosa) PUBLICA (palabra que da origen a la palabra REPUBLICA.) luego roma crece y tiene mucho poder y al poder se le llamo IMPERIUM despus de que roma se transform en un imperio.

Molina (1998), por su parte observa al Estado, como un concepto central de la Ciencia Poltica, determinando la forma de organizacin jurdica y poltica de una sociedad. Mas globalmente, para otros, el Estado es la unidad poltica independiente, que posee reconocimiento internacional, para ejercer la soberana sobre un rea terrestre, permitindose as la idea de soberana, al Estado como la formalizacin de una autoridad permanente y pblica, que domina un espacio territorial cerrado as como a las personas que en l viven.

Ahora bien, en el material de estudio facilitado, basado en el texto Sociologa General de Emile Durkheim se aprecia lo siguiente (MTI 2011:02): Hay, se dice, una relacin permanente entre toda nacin y un territorio dado. El Estado, dice Bluntschli, debe tener su dominio; la nacin exige el pas. (p. 12) Pero la familia no est menos ligada, al menos en un gran nmero de pueblos, a una porcin determinada de suelo: tambin ella tiene su dominio, del cual es inseparable, porque ste es inalienable. Hemos visto claramente que, a veces, el patrimonio inmobiliario era verdaderamente el alma de la familia; es esto lo que hace la unidad y la perennidad de la misma; ste era el centro alrededor del cual gravitaba la vida domstica. En ninguna parte el territorio poltico desempea papel ms considerable en las sociedades polticas.

Agreguemos, por otra parte, que esta importancia capital unida al territorio nacional es de fecha relativamente reciente. En principio, parece muy arbitrario negar todo carcter poltico a las grandes sociedades nmades cuya organizacin es a veces muy sabia. Por otra parte, en otras ocasiones, se consideraba el nmero de ciudadanos, y no el territorio, como elemento esencial de los Estados.

Entonces, podra decirse que el Estado existe para satisfacer las necesidades de una sociedad, regulando sus conductas, con base en normas destinadas a la proteccin de los intereses primigenios, comprendiendo as, que si la sociedad se encuentra organizada la misma constituir un estado.

No obstante, es muy interesante resear, lo sealado como concepto de Estado, por parte de lvarez (2011: 03):

El estado es una realidad, estamos en el estado desde que nacemos (nos tenemos que inscribir hacer constar que nacimos en una oficina estatal, hasta que morimos levantando una partida de funcin) es una sociedad humana asentada en un territorio que le corresponde, que tiene su sede en un territorio, no va de un lugar a otro, estructurada y regida, regulada por un orden jurdico, para regular la conductas, y este orden jurdico. Est definido o sancionado por un poder soberano, es decir que a nivel temporal no hay en ese estado un nivel ms alto, no hay otro poder ms alto, poder supremo pero no absoluto, que pretende alcanzar su fin es en bien comn pblico temporal temporalidad humana.

De all se comprende como los individuos se juntan en sociedad para satisfacer necesidades y establecer relaciones con otros, para de esa manera satisfacer sus necesidades con mayor facilidad y eficacia, a travs de los dems de manera cooperativa en una relacin ganar - ganar.

Debe tomarse en cuenta en este punto, que existe cierta autonoma entre los estados, misma esta que podra ser limitada de no estar los mismos asociados a otros, por ejemplo en confederaciones, aunque no por esa razn su existencia deje de ser importante. En la medida en que cada miembro depende sino de s mismo, o en que no depende del poder central de la confederacin, constituye una sociedad poltica, un Estado propiamente dicho (MTI 2011:04).

Como sociedad poltica, en la medida que se subordinen sus miembros a algn rgano superior, esta pasa a conformar un grupo secundario, dejando de ser un todo y configurndose como como una parte del sistema. En ese sentido no se pueden establecer con precisin, divisiones entre sociedades polticas, tal como superiores o inferiores, ya que las primeras sern conformadas y alimentadas por las segundas.

En el material de estudio puede encontrarse al respecto lo siguiente: Las sociedades polticas superiores estn formadas por el agregado lento de sociedades polticas inferiores; hay, pues, momentos de transicin en los cuales, guardando algo de su naturaleza original, stas comienzan, sin embargo, a convertirse en otra cosa, a desarrollar caracteres nuevos, en los cuales, por consiguiente, su condicin es ambigua.(Ibidem)

En ese orden de ideas, la moral vinculante de las sociedades polticas, son el resultado del conjunto de reglas que rigen la forma en que se relacionan los individuos conformantes de las mismas, entre ellos y para con la autoridad soberana de quienes los representan y rigen, designndose a estos representantes con autoridad, como el Estado. Sin duda, es muy frecuente que se llame Estado no a un rgano gubernamental, sino a la sociedad poltica en su conjunto, al pueblo gobernado y su gobierno tomado como totalidad.. (Ob.cit:05)

Emile Durkheim considera necesario llamar Estado a los agentes de la autoridad soberana, y sociedad poltica al grupo complejo cuyo rgano eminente es el Estado. Donde, los primeros deberes de la moral cvica son aquellos que los ciudadanos tienen hacia el Estado, y los que ste tiene hacia los sujetos.

Actualmente pueden observarse algunos arreglos macroestatales muy interesantes tales como el de La Unin Europea (UE) y la Comunidad de Estados Independientes (C.E.I.), que sustituye a la URSS (menos las repblicas blticas). La UE fue concebida como federacin, ms hoy en da se ha observado una cesin progresiva de soberana por parte de los Estados miembros.

Segn Busturia, (1992), ya en el Tratado de Maastricht (1929), se sealaba la unin poltica sin concebirse la idea de supranacionalidad. Puede verse como, la Poltica exterior, defensa y seguridad no se han integrado en el proceso de unidad, evidencindose un juego entre lo confederal (intergubernamental) y lo federal (supranacional), la UE no sustituye al Estado-nacin, lo protege a cambio de ceder ciertas cuotas de soberana, vase el caso de Grecia, Portugal y Espaa en la crisis econmica 2011-2012. Este modelo estatal asumido por la Unin Europea podra denominarse segn Martn de la Guardia y Prez (2001) Estado red con autoridad compartida por varios pases, aunque a distinto nivel.

En el caso especfico de La Comunidad de Estados Independientes (C.E.I.), la misma constituye una confederacin muy disminuida para lograr cierta unin y cooperacin econmica, energtica y militar, primordialmente entre estos Estados.

Se puede ahora establecer, que segn el sistema poltico imperante en cada Estado, a grandes rasgos se encontraran entre un denominado sistema capitalista, creador de contrastes territoriales, dualidades y desigualdades, y el otro conocido como sistema socialista comunista, bastante disminuido, con algunos brotes como los evidenciados hoy en da en Latinoamrica, basado ms en el populismo y la acumulacin de poder en manos de cpulas militares apoyadas por grupos polticos de izquierda y financiados con los recursos econmicos que les son negados a sus pueblos, quienes padecen las consecuencias de las malas praxis y corrupcin desmedida de los gobiernos que se dicen de derecha. Tambin es vlido considerar una dicotoma entre pases desarrollados vs. Pases subdesarrollados, a los que se puede anexar aquellos estados en transicin, pases como los ex-comunistas europeos.

Algunos autores como Taylor, P. (2000), diferencian los estados, segn el rgimen poltico imperante en: Estados no democrticos, aquellos basados en el totalitarismo, dictaduras, regmenes de partido nico, monarquas tradicionales, y similares; y los Estados liberal-democrticos de rgimen parlamentario o presidencialista.

Mndez y Molinero (1984), arguyen que el significado econmico de un Estado puede apoyarse en conceptos territoriales como la posicin, la dimensin y la accesibilidad, donde la posicin absoluta del mismo no es hoy un factor determinante. Sin embargo, la posicin relativa respecto a los dems s puede influir positiva o negativamente, por ejemplo al manejar el contexto econmico geopoltico (caso de Venezuela), posibilidad o no de acceso a vas de comunicacin internacionales, ocanos, grandes ros, (caso Bolivia, Chile), situacin como rea intermedia entre dos potencias (caso Israel no fsicamente pero si geopolticamente).

Relacin entre Individuo y Estado

El individuo vive en sociedad porque necesita de esta, pero la misma no imperiosamente puede verse como la suma de individuos, por ejemplo los animales al agruparse lo hacen por instinto, mientras que los hombres lo hacen de manera libre, consciente y normalmente no guiados por motivaciones sino por un ejercicio racional. Esta naturaleza social explica la razn por la que no puede sobrevivir en forma aislada desde su infancia, sosteniendo su supervivencia en una sociedad capaz de materializar sus potencialidades fsicas, intelectuales y espirituales, y la cual le permite adaptar el medio a sus necesidades, preservarse y prolongar su especie.

No obstante, las relaciones entre los individuos y la sociedad han estado llenas de conflictos y contradicciones, debindose sta realidad a que el fin propio de la sociedad ha sido el logro y desarrollo del bien comn contra el del individuo mismo quien busca, valga la redundancia, el bien individual, lo cual para algunos justifica que la sociedad en algunos casos someta al individuo a sacrificios y molestias, llegando a incluir privacin de derechos debidamente legitimados, lo que ha conllevado a lo largo de la historia a la presencia de posiciones extremas, donde en una se encuentran los individuos tomando partido por el individualismo, donde prevalecen los intereses individuales por encima de los sociales, y en la otra el colectivismo, con la subordinacin del individuo a la sociedad.

Al respecto en el texto de Emile Durkheim se aprecia lo siguiente (MTI 2011:10):

El Estado debe tender a revelar su naturaleza. Se dir que este culto del individuo es una supersticin de la cual es necesario desembarazarse. Pero esto sera ir contra todas las enseanzas de la historia; pues cuanto ms se avanza, mayor es la dignidad de la persona. No hay ley mejor establecida. Es as como toda empresa que pretenda establecer las instituciones sociales sobre el principio opuesto, es irrealizable, y no puede tener ms que xito momentneo. Pues no se puede hacer que las cosas sean de otra manera de lo que son; no se puede hacer que el individuo deje de convertirse en lo que es, es decir en un foco autnomo de actividad, un sistema que impone fuerzas personales cuya energa no puede ser destruida, as como tampoco las de las fuerzas csmicas. Es tan imposible como transformar a tal punto nuestra atmsfera fsica en cuyo seno respiramos. Pero entonces, no acabamos en una insoluble antinomia? Por un lado, verificamos que el Estado se desarrolla ms y ms, por el otro, que los derechos individuales, que pasan por ser antagnicos con los del Estado, se desarrollan paralelamente.

Aqu puede sostenerse el axioma de que todos los extremos son dainos, ya que en el primero se desarrollan sentimientos de egosmo, la ambicin, el desinters social y los afanes de lucro mientras que en el segundo se da la perdida de libertades, de la iniciativa individual y de la creatividad personal, dando pie a suponer que la contraposicin de alguno de ellos por sobre el otro podra constituirse en una manera ideal para la relacin individuo - estado.

Pero la realidad impone que las funciones del Estado sean extendidas sin menoscabo de los derechos individuales, ni que el individuo se desarrolle sin que el Estado quede en minusvala, ya que el individuo sera, en ciertos aspectos, el producto mismo del Estado, y la actividad del Estado sera esencialmente la liberadora del individuo.

Para lvarez (2011: 19), existe una relacin triple entre el hombre y el estado la cual se dara de la siguiente manera:

1. La relacin de los individuos con el estado, el CAUSAL, por que la poblacin es el factor creativo del estado.

2. Relacin TELEOLOGICA: la poblacin se encuentra a favor de quien se realizan los fines del estado.

3. Relacin JURDICA: la poblacin es el mbito humano en que se ejercita el poder del estado, y por esto el poder del estado debe estar limitado.

Entonces, tal como se observa en el material de estudio, para asegurar y fomentar el desarrollo individual, adems de contar con una sociedad amplia, se requiere que el individuo pueda moverse con suficiente libertad sin correr el riego de ser retenido y acaparado por grupos secundarios. Es necesario, la existencia de un poder general que haga la ley para todos, que mantenga la cohesin que recuerde a cada uno de ellos que es no un todo sino una parte del todo, y que no debe retener para s lo que, en principio, pertenece al todo (MTI 2011:13).

Por ende, la forma en que se puede asegurar el prevenir cualquier tipo de particularismo colectivo y sus consecuencias para el individuo, conlleva a la existencia y consolidacin de algn un rgano especial, cuya funcin principal sea la de representar ante las colectividades particulares a la colectividad total, sus derechos e intereses. Donde, los mismos se confundan con los del individuo. Y dando cabida a la funcin esencial del Estado como rgano liberador de las personalidades individuales.

La Democracia como Forma del Estado

A partir de lo sealado en el material de estudio, se establecen las consideraciones relativas las formas del Estado, las cuales han sido clasificadas desde tiempos remotos, sealando por ejemplo que Aristteles lo clasificaba segn el nmero de quienes participaban en el gobierno. Mientras que para Montesquieu Cuando el pueblo como grupo tiene el poder soberano, dice, es una democracia. Cuando el poder soberano est en las manos de una parte del pueblo, se llama aristocracia.(MTI 2011:21)

Siendo muy importante resaltar la siguiente acotacin (Ibidem):

En s un gobierno monrquico es aquel donde gobierna uno solo. Con todo, para Montesquieu no hay monarqua verdadera ms que cuando el rey gobierna segn leyes fijas y establecidas. Cuando, por el contrario, uno solo, sin ley y sin reglas, arrastra todo por su voluntad y sus caprichos, la monarqua toma el nombre de despotismo.

As, salvo esta consideracin relativa a la presencia o ausencia de una constitucin, Montesquieu define por el nmero de gobernantes la forma del Estado.

En ese mismo estilo, Claudio (2011:01), seala a Juan Jacobo Rousseau como, el gran terico de la democracia, y quien bajo la influencia del ejemplo de la democracia antigua y los pequeos cantones suizos, consideraba a la misma como algo directo, donde La soberana no puede ser representada, por la misma razn que no puede ser enajenada; consiste esencialmente en la voluntad general, y la voluntad general no se representa: es ella misma o es otra, no hay trmino medio.

De all que para para Rousseau, los diputados del pueblo no son ni deben ser representantes, al ser estos slo comisionados, no pueden decidir nada. Enfatizando que Toda ley que el pueblo en persona no ha ratificado es nula; no es una ley (ibdem).

No obstante, la democracia, se puede asemejar a los regmenes aristocrticos, ya que frecuentemente la voluntad de la mayora hace las leyes sin importarles las minoras. En ese sentido, esta mayora se comporta tan opresivamente como una casta. Es importante comprender al respecto, que tampoco puede gobernar todo el mundo, ya que eso indicara una falta absoluta de gobierno.

Ahora bien, la mayor capacidad y formacin intelectual del hombre que posee conciencia de s mismo, le permite adaptarse y cambiar con mayor facilidad de lo que pudiera hacerlo un hombre inculto, facilitando esto la cualidad de maleabilidad y flexibilidad a las sociedades democrticas, debindoles esta condicin a una conciencia gubernamental extendida, que abarca la comprensin colectiva. Emile Durkheim al respecto seala (MTI 2011:26):

En un punto extremo, la conciencia gubernamental est lo ms aislada posible del resto de la sociedad, y tiene un mnimo de extensin. sta corresponde a las sociedades de tipo aristocrtico o monrquico, entre las cuales quiz sea difcil hacer una distincin. Cuanto ms estrecha se hace la comunicacin entre la conciencia gubernamental y el resto de la sociedad, ms se extiende esta conciencia y comprende ms cosas, mayor es el carcter democrtico de la sociedad. La nocin de democracia se encuentra, pues, definida por una extensin mxima de esta conciencia, y, por esto mismo, se decide por esta comunicacin.

De all que la democracia se observa como la forma poltica ms adecuada para que la sociedad alcance un nivel de conciencia ms pura de s misma. Un pueblo es tanto ms democrtico cuanto la deliberacin, la reflexin, el espritu crtico desempean un papel ms considerable en la marcha de los asuntos pblicos (ob.cit:29).

Pero lo contrario, como premisa vlida, apunta hacia que se es menos democrtico cuanto el inconsciente, los hbitos no conocidos, los sentimientos oscuros, los prejuicios en una palabra, son ms preponderantes. Siendo entonces, cierto que la democracia es el carcter adquirido, cada vez ms relevante, por las sociedades con el transcurrir del tiempo.

En ese contexto, el cambio permanente es sinnimo de progreso, y cuanto ms complejo el medio social, ms movilidad posee, hacindose preponderante que las organizaciones sociales posean la capacidad de cambiar y adaptarse en la misma medida, lo cual slo es posible s stas se hacen conscientes de s mismas y posean la capacidad de reflexionar colectivamente. En este punto cabe parafrasear, un cita atribuida, al genio Albert Einstein, quien sealaba "Locura es hacer la misma cosa una y otra vez esperando obtener diferentes resultados", comprendindose as que cuando las cosas pasan siempre de la misma manera, el hbito basta para la conducta; pero cuando las circunstancias cambian sin cesar, es necesario a la inversa, que el hbito no sea dueo absoluto. (ibidem).

La prctica reflexiva, es el mecanismo que conlleva a descubrir las prcticas nuevas que son tiles, pues slo ella puede anticipar el porvenir. Por ello el desarrollo de asambleas deliberativas se convierten en instituciones cada vez ms generales, facilitando las herramientas y momentos para que las sociedades reflexionen sobre s mismas con las consecuentes transformaciones casi ininterrumpidas que necesitan las condiciones actuales de la existencia colectiva. La existencia y convivencia de las sociedades actuales reclaman la existencia de rganos sociales cambiantes al ritmo de los tiempos, hacindose necesario que la reflexin social siga atentamente los cambios que se producen en las circunstancias y organice los medios de adaptarse a ellos.

Actualmente existe una forma de democracia semidirecta o mixta, donde la democracia representativa se combina con ciertas formas de democracia directa como el referendum, la iniciativa, el veto y el plebiscito, que permite una la democracia, ms adecuada como rgimen poltico acorde a la concepcin actual del individuo.

El material de estudio seala como escasos la existencia de Estados despticos, con suficiente fortaleza que les permita colocarse por encima de la crtica y menos an sus creencias o sus prcticas, sobre las que no permiten las controversias, en estos casos seguramente entrarn el rgimen actual venezolano, el cubano, el ugandes, entre otros. Como consecuencia de ello, los ciudadanos no estn contenidos desde afuera por el gobierno, porque ste se halla a remolque de aqullos, ni desde dentro por el estado de ideas y sentimientos colectivos que llevan en s, todo, en la prctica como en la teora, se hace materia de controversia y de divisin, todo vacila, podra asegurarse que se fomenta o permite la ANARQUIA como modus vivendi.

En las sociedades ebullitivas como las sealadas en el prrafo anterior, les falta una base firme en su accionar, lo cual al combinarse con el espritu crtico desarrollado por la globalizacin, facilitando la libertad de pensamiento y la comparacin con sus semejantes en otros rincones del planeta, alimenta los niveles de angustia individuales y por ende colectivos. De all el aspecto catico que muestran ciertas democracias, su perpetua movilidad e inestabilidad. Son los saltos bruscos, una existencia desordenada, jadeante y agotada. Si an tal estado de cosas se prestara para las transformaciones profundas! Pero los cambios que se producen all no son frecuentemente sino superficiales. Pues las grandes transformaciones demandan tiempo, reflexin; exigen la continuidad del esfuerzo. (MTI 2011:31)

Actualmente se observan manifestaciones desviadas de la democracia, muy especialmente en Amrica Latina, pareciendo inevitable que estas substituyan a la forma original, siempre que el Estado y la masa de individuos estn relacionados directamente, sin intermediario alguno intercalado entre ellos, tal como lo seala Emile Durkheim, como consecuencia de esta proximidad, se hace mecnicamente necesaria que la fuerza colectiva ms dbil, la del Estado, sea absorbida por la ms intensa, la de la nacin(ob.cit:32). Al encontrase el Estado con demasiada proximidad a los particulares, tiende a ser dependiente de los mismos y al mismo tiempo se molestan entre s. Al los ciudadanos elegir directamente sus representantes, es decir, los miembros ms influyentes del rgano gubernamental, no es posible que estos representantes dejen de preocuparse, ms o menos exclusivamente, por expresar fielmente los sentimientos de quienes lo han elegido, y no es posible que estos ltimos dejen de reclamar esta docilidad como un deber.

En las reflexiones de Emile Durkheim, se halla la necesidad de mantener separados de alguna manera a los gobernantes de las masas para asegurar la funcionabilidad del Estado, para el autor Mientras los arreglos polticos coloquen a los diputados o a los gobernantes en contacto inmediato con la multitud de ciudadanos, es materialmente imposible que stos dejen de hacer la ley, adems los arreglos polticos que ubican a los diputados en contacto directo con la masa no organizada de los particulares, es inevitable que sta haga la ley.

Durkheim seala como frmula apropiada lo siguiente (ob.cit:35):

Es cierto, en efecto, que el nico medio de liberar al gobierno es inventar intermediarios entre ste y el resto de la sociedad. Sin duda, es necesario que haya comunicacin continua entre ste y todos los otros rganos sociales; pero es necesario que esta comunicacin no llegue a hacer perder al Estado su individualidad. Es necesario que est en contacto con la nacin sin ser absorbido por sta. Y, para esto, es necesario que el Estado y la nacin no se toquen inmediatamente. El nico medio de impedir que una fuerza menor caiga en la rbita de una fuerza ms intensa es intercalar entre la primera y la segunda cuerpos resistentes que amortigen la accin ms enrgica. Desde el momento en que el Estado sale menos inmediatamente de la masa, sufre con menor fuerza su accin; puede disponer en mayor medida de s mismo.

En ese sentido, el autor coloca como ejemplo la manera de realizar la eleccin de sus representantes gubernamentales a pases desarrollados como los Estados Unidos de Amrica, no siendo esta la nica forma que cumple con esta condicin y no necesariamente es imperfectible.

En contraposicin con las ideas anteriormente sealadas, para otros autores existe un principio elitista y representativo de la democracia, lo cual conlleva a cuestionar la propensin democrtica de algunos pases. En un primer momento se trat de definir las condiciones estructurales que posibilitaran la instauracin y permanencia de la democracia como forma de gobierno. Posteriormente, las discusiones acadmicas a nivel mundial se centraron en la compatibilidad entre la democracia y el capitalismo, facilitando esto la incorporacin de los marxistas al debate, quienes sostenan que en las sociedades capitalistas era imposible democratizar la relacin entre capital y trabajo. Siendo esta, la razn por la cual se cuestionaba el modelo liberal de la democracia y se pudieron discutir modelos alternativos como la participativa, la popular en los pases de Europa del Este, la desarrollista de los pases recin llegados a la independencia (Santos, 2004:36)

Para otros, una vez que el modelo liberal de la democracia se extiende a Amrica Latina y Europa del Este la tesis de las condiciones estructurales de la democracia pierde sentido. Es entonces cuando surge el debate en torno a los modelos normativos de democracia. Es en este debate en torno a modelos de democracia que Cohen y Arato (2000:29) ubican lo que ellos denominan el debate entre la democracia elitista y la democracia participativa. Ellos sostienen que este debate no ha sido muy fructfero porque los tericos de la participacin presentan modelos institucionales que tratan de sustituir, en vez de complementar, los aspectos que no son lo suficientemente democrticos en el modelo elitista. Esta afirmacin parecera parcialmente cierta, ya que slo aplica en las propuestas ms normativas de quienes evitan la discusin en torno a las posibilidades de institucionalizacin de los modelos.

Respecto a los modelos democrticos Maz (2003:54) considera los siguientes: la democracia representativa, la democracia participativa, la democracia deliberativa y la democracia inclusiva. Los dos primeros son completamente antagnicos mientras que entre los tres ltimos comparten la idea de ampliar la participacin de la ciudadana. Sin embargo existen significativas diferencias entre estos tres modelos participativos. La democracia participativa se concibe como democracia directa que se lleva a cabo mediante mecanismos agregativos como el referndum, el plebiscito y las consultas pblicas.

La democracia deliberativa parte de una posicin individualista donde no se toman las preferencias de los individuos como dadas, y se considera que el sistema poltico de toma de decisiones debe basarse en la participacin ciudadana a travs del intercambio de ideas y argumentos. Mientras que la democracia inclusiva introduce mecanismos de representacin de las minoras o sectores vulnerables.

Sin embargo, esta representacin no es igual a la de la democracia elitista sino que se abre a mecanismos deliberativos y participativos en el interior de los grupos o comunidades. MacPherson (1981:130) presenta su concepcin participativa de la democracia de la siguiente forma: el modelo ms sencillo de lo que cabe calificar correctamente de democracia participativa sera un sistema piramidal, con la democracia directa en la base y la democracia delegada en todos los niveles por encima de ella. Por su parte Habermas (1998:78), propone a la poltica deliberativa como un tercer modelo que llena las carencias de las concepciones liberal y republicana. Este modelo vincula el ejercicio de la soberana popular con el Estado de Derecho y ampla la participacin ciudadana a mecanismos centrados en el uso pblico de la razn.

Ahora bien al hablar de democracia deliberativa, inclusiva, radical o cualquier otro adjetivo se hace referencia a los niveles o intensidades que asume la participacin ciudadana en ese modelo. En el marco de este debate la concepcin hegemnica de la democracia, constituida por las ideas prevalecientes de los debates previos, ser cuestionada por teoras contra hegemnicas, modelos de democracia, que tendrn como eje normativo a la participacin ciudadana.

Al respecto de la concepcin hegemnica, la misma se considera gira en torno a tres cuestiones fundamentales:

1) la relacin entre el procedimiento y la forma.

2) el papel de la burocracia en la vida democrtica, y

3) la condicin inevitable de la representacin en las democracias.

Ante lo que, el ya citado, Santos (2004:44), afirma que la concepcin hegemnica:

Ignora que la representacin abarca por lo menos tres dimensiones: la de la autorizacin, la de la identidad y la de la rendicin de cuentas (esta ltima introducida al debate democrtico muy recientemente). Si es verdad que la autorizacin va representacin facilita el ejercicio de la democracia en escala ampliada, como argumenta Dahl, tambin es verdad que la representacin dificulta la solucin de las otras dos cuestiones: la de la rendicin de cuentas y la de la representacin de mltiples identidades.

Ahora bien, aqu se debe aclarar que el vnculo representacin-rendicin de cuentas ser un punto de tensin entre dos concepciones de democracia. Por un lado se tiene una democracia como una forma de organizacin social que implica demandas y procedimientos de rendicin de cuentas, respeto y ampliacin de los derechos ciudadanos, as como mecanismos de participacin. Por el otro lado est la democracia concebida como forma de organizacin de la competencia poltica entre grupos, donde se requiere de un sistema electoral eficiente y transparente.

Por otra parte, la democracia representativa es es un rgimen en el cual los puestos de gobierno se ocupan a partir de elecciones competitivas (Przeworski, 1999:80). Esta definicin supone e implica una estructura representativa bsica de al menos tres elementos:

1. Los gobernantes son seleccionados a travs de procesos electorales libres y competitivos.

2. Los ciudadanos son libres de discutir, criticar y demandar todo el tiempo pero no tienen la posibilidad legal de dar instrucciones al gobierno fuera de los procesos electorales donde lo hace a travs del voto.

3. Los gobernantes son sujetos a elecciones peridicas, en la mayor parte de los casos con la posibilidad de ser reelectos.

Este modelo de democracia supone lo que Ackerman (2004:3) denomina el modelo clsico de rendicin de cuentas donde la influencia ciudadana en los servidores pblicos se da a travs de los cargos de eleccin popular. Pero se complementa con los infaltables mecanismos de rendicin de cuentas horizontal cuya variedad depende de la estructura gubernamental en que se desarrollen.

En tal sentido, el mecanismo de rendicin de cuentas por excelencia son los procesos electorales. Se trata de un mecanismo endeble donde si no existe la posibilidad de reeleccin se rompe el esquema de influencia-informacin que caracteriza la relacin entre Estado y sociedad. Pero adems de sta existen otras fallas severas que hay que considerar y que a continuacin procedo a analizar.

En este caso, los procesos electorales slo permiten la influencia ciudadana sobre un nmero limitado de funcionarios pblicos. De tal manera que el incentivo de la reeleccin no aplica para todos y queda abierta la posibilidad de que un grupo amplio de funcionarios siga en sus cargos a pesar de su incapacidad. Otra falla radica en el hecho de que entre un proceso y otro hay un periodo de aos donde la rendicin de cuentas no se realiza. Lo cual deja a los ciudadanos en una situacin de indefensin ante las arbitrariedades o malos manejos de los funcionarios.

Una falla ms, de este caso, puede observarse en el supuesto de que las elecciones sirven para enviar seales a los polticos sobre las polticas pblicas que se debern implementar. Esto es falso ya que no es posible mandar seales claras a los polticos pues el sentido del voto depende de muchas variables. Adems, aunque las seales fueran claras y perceptibles no resuelve el problema del abstencionismo y sus consecuencias. Al respecto de esto ltimo Ackerman (2004:09) considera lo siguiente:

El hecho de que la mayor parte de los polticos son elegidos por apenas una pequea parte de la poblacin con frecuencia obliga a tales polticos a patrocinar el clientelismo, los favoritismos indebidos o las prcticas corruptas en torno a las iniciativas que, a largo plazo, podran ser beneficiosas al pblico en general.

Otro tipo de mecanismos se encuentran en la estructura que institucionaliza el sistema de pesos y contrapesos, o controles internos al propio Estado. Sin embargo, aunque estos mecanismos son relevantes debido a su carcter complementario y la fuerza legal de la sancin que pueden imponer hay que reconocer que su desempeo ha sido bastante irregular. Es decir, aunque todos los pases cuentan con ellos no en todos lados tienen los mismos resultados.

La situacin anterior, puede deberse a diversas cuestiones que van desde el diseo institucional hasta influencias polticas y casos de corrupcin. La nica forma de mejorarlos es incluyendo la participacin ciudadana ya sea al interior de la institucin responsable de ejercer el mecanismo o como medio de presin para su ejecucin. Pero el modelo representativo de la democracia no contempla la participacin ciudadana ms all de los procesos electorales. De hecho considera un valor positivo la apata ciudadana y trata de evitar a toda costa una sobrecarga de demandas que el sistema democrtico sera incapaz de procesar.

CONCLUSIONES

Los Estados son, actualmente, las sociedades ms organizadas que existen. Ciertas formas del cosmopolitismo estn demasiado prximas a un individualismo egosta. Tienen por efecto denunciar la ley moral existente, ms que crear otras de mayor valor. Y por esta razn tantos espritus resisten a estas tendencias, aun sintiendo lo que hay en ellas de lgico e inevitable.

Habra una solucin terica del problema: imaginar la humanidad organizada como sociedad. Pero hace falta decir que tal idea, si no totalmente irrealizable, debe ser colocada en un porvenir tan indeterminado que no hay lugar, verdaderamente, para que se la tome en cuenta. En vano se representa como paso intermedio, a sociedades ms vastas que las existentes en la actualidad, una confederacin de los Estados europeos, por ejemplo. Esta confederacin ms vasta sera a su turno como un Estado particular, con su personalidad, sus intereses y su fisonoma propia. No ser la humanidad.

Hay, con todo, un medio de conciliar estos dos sentimientos. El ideal nacional se confunde con el ideal humano; los estados particulares se convierten, cada uno segn sus fuerzas, en rganos por los cuales se realiza este ideal general. Que cada Estado se asigne como tarea esencial no el crecer, el extender sus fronteras, sino el adecuar mejor su autonoma, el llamar a una vida moral cada vez ms alta, al mayor nmero de sus miembros, y toda contradiccin entre la moral nacional y la moral humana. Que el Estado no tenga otro fin que el hacer de sus ciudadanos hombres, en el sentido total de la palabra, y los deberes cvicos no sern sino una forma ms particular de los deberes generales de la humanidad.

Como se observa en el cuerpo del trabajo, el Estado es: una sociedad humana (estudio de la gente la poblacin), asentada en un territorio, sujeta a un poder soberano, que crea o define un orden jurdico y que pretende alcanzar un fin

En resumen, existen dos teoras fundamentales para explicar al Estado. La atmica o individualista, que slo concibe la existencia del individuo como real, explicando la asociacin o comunidad, el Estado, como una simple ficcin jurdica. Afirma que en la realidad slo existe el individuo; que cuando se asocia con otros y surge el Estado slo podemos llegar a explicarlo por medio de una simple ficcin.

Todo esto puede interpretarse como el individuo de la misma forma en que debe mantener la inviolabilidad de su ncleo ntimo, de su personalidad o sea estar investido tanto de dignidad como de libertades, no condicionadas ni sujetas a sumisin por su condicin poltica o ideolgica.

Adems de tener libertad de ejercicio de sus derechos reconocidos y protegidos tiene que estar abierto a la colaboracin obligatoria de la consecucin del bien comn y en el cumplimiento de los deberes instituidos para con la sociedad donde se realiza.

Es en la consecucin de esta meta donde se hace necesario trabajar; en la consecucin del perfeccionamiento democrtico, rechazando la instauracin de cualquier tipo de dictadura o rgimen sea este autoritario o totalitario, logrando la instauracin de un sistema donde las relaciones de colaboracin armnicas permitan poner en ejercicio los valores de la vida social garantizando la pluralidad de pensamiento, de criterio y de accin, rechazando para siempre y por siempre la idea de que la sociedad es algo artificial, violento y convencional para el hombre.

Sino todo lo contrario: aceptando que la misma nace y surge con l de una formas natural y espontnea como enriquecimiento de su personalidad y constituye un imperativo para l no solo perfeccionarla sino tambin desarrollarla y prolongarla ya que la razn de ser de la misma son los individuos que la integran y que ajena a estos no constituye una realidad sustancial, por lo que sus objetivos no deben entrar en contradiccin con los de aquellas personas que la constituyen

Y esto solo es lograble en una sociedad donde el individuo se tenga como principio, sujeto y fin de la misma y el mismo sea capaza de reconocerla como persona jurdica y moral y sepa asumir sus deberes y obligaciones para con ella de la misma forma que esta ser capaz de acudir en ayuda de sus instituciones o individuos cuando estos estn necesitados de su ayuda

Libertad es el poder que el hombre necesita para vencer las arbitrariedades de los gobiernos, la incultura, la miseria, la Intemperancia, la enfermedad y todos los obstculos que se opongan al acrecentamiento de su personalidad Libertad es el poder que necesita una nacin para defender su soberana exterior e interior, para que sus destinos queden en manos de los representantes que sus ciudadanos elijan libremente, y no sean as patrimonio de ningn poder extranjero, ni de ninguna familia, persona ni clase. Libertad es el sentimiento de responsabilidad individual y colectiva, que obliga a los individuos y a las colectividades al cumplimiento de sus respectivos deberes.

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