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INSTITUTO DE INVESTIGACIONES FILOSÓFICAS Colección: CUADERNOS DE CRÍTICA Director: FERNANDO SALMERÓN Secretario: JAVIER ESQUIVEL CUADERNOS DE CRíTICA 1 H.P.GRICE Significado Versión castellana de ALINE MENASSÉ INSTITUTO DE INVESTIGACIONES FILOSóFICAS UNIVERSIDAD NACIONAL AUTóNOMA DE MÉXICO 1977

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INSTITUTO DE INVESTIGACIONES FILOSÓFICASColección: CUADERNOS DE CRÍTICADirector: FERNANDO SALMERÓNSecretario: JAVIER ESQUIVEL

CUADERNOS DE CRíTICA 1

H.P.GRICE

SignificadoVersión castellana

deALINE MENASSÉ

INSTITUTO DE INVESTIGACIONES FILOSóFICASUNIVERSIDAD NACIONAL AUTóNOMA DE MÉXICO

1977

El ensayo de H. P. Grice, "Meaning",apareeió originalmente en la revistaPhilosophical Review, Vol. LxVI (1957), que ha cedido a Critica los derechosde la versión castellana.

DR © 1977, Universidad Nacional Autónoma de MéxicoCiudad Universitaria, México 20, D. F.DIRECCION GENERAL DE PUBUCACIONESImpreso y hecho en México

SIGNIFICADO·

Consideremos las siguientes oraciones:

"Esas manchas significan (significaban) sarampión.""Esas manchas no significaban nada para mi, pero parael doctor significaban sarampión." .

"El último presupuesto significa que tendremos un añodifícil."

(1) No puedo decir, "Esas manchas significaban saram·pión pero él no tenía sarampión" y no puedo decir, "Elúltimo presupuesto significa que tendremos un año difícil,pero no lo tendremos." Es decir, en casos como los ante·riores, x significaba que p y x significa que p implican p.(2) No puedo pasar de "Esas manchas significan (sig-

nificaban) sarampión" a alguna conclusión sobre "lo quesignifican (significaban) esas manchas"; po.r ejemplo, notengo derecho a decir, "Lo que significaban esas manchasera que él tenía sarampión". De igual manera no puedosacar. de la afirmación acerca del último presupuesto la con-clusión, "Lo que significó el último presupuesto es que ten-dremos un año difícil".(3) No puedo pasar de "Esas manchas significaban sa-

rampión" a ninguna conclusi6n en el sentido de que alguienhaya querido decir talo cual cosa por esas manchas. Mutatismutandis, lo mismo es verdad sobre la oraci6n acerca delúltimo presupuesto.• [N. del T.: En muchos casos he traducido "mean", "meant" por "querer

decir" en lugar de "significa", "significaba" para mantener una expresión co-rrecta en español.]

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(4) Para ninguno de los ejemplos anteriores podemos en-contrar una reformulación en la cual después del verbo "sig-nifica" tengamos una oración o una frase entrecomillada.Así, "Esas manchas significaban sarampión" no se puedereformular de la siguiente manera: "Esas manchas signifi-caban 'sarampión'" o bien "Esas manchas significaban 'éltiene sarampión' ".(5) Por otro lado, para todos estos ejemplos puede en-

contrarse una reformulación aproximada que comience conla frase "El hecho de que ... "; por ejemplo, "El hecho deque él tuviera manchas significaba que tenía sarampión" y"El hecho de que el último presupuesto fuera como fue sig-nifica que tendremos un año difícil"..Ahora contrastemos las oraciones anteriores con las si·

guientes:"Esas tres llamadas del timbre (del camión) significanque 'el camión está lleno'."

"Ese comentario. 'Smith no podía seguir sin sus quejas nisus problemas' significaba que Smith encontraba indis-pensable a su esposa."

(1) Puedo utilizar la primera oración y decir, "Pero dehecho no está lleno --el conductor ha cometido un error";.y puedo utilizar la segunda y decir, "Pero de hecho Smithla abandonó hace siete años". Es decir, aquí x significa quep y x significaba que p no implican p.(2) Puedo pasar de la primera oración a alguna afirma-

ción acerca de "lo que significan (significaban)" las lla-madas del timbre y de la segunda a alguna afirmaciónacerca de "lo que significa, (significaba)" el comentariocitado.(3) Puedo pasar de la primera oración a la conclusión

de que alguien (a saber, el conductor) quiso decir o, encualquier caso, debió haber querido decir con las llamadasque el camión estaba lleno, y puedo argüir análogamente conrespecto a la segunda oración.

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(4 ) La primera oración puede reformularse de maneraque al verbo "significa" le siga una frase entrecomillada,esto es, "Esas tres llamadas del timbre significan 'el ca-mión está lleno' ". Así también la segunda oración.(5) Una oración como "El hecho de que el timbre se

haya tocado tres veces significa que el camión está lleno"no es una reformulación del significado de la primera ora-ción. Ambas pueden ser verdaderas, pero no tienen, ni si-quiera aproximadamente, el mismo significado.Cuando las expresiones "significa", "significa algo", "sig-

nifica que" se usan de la manera en que se usaron en elprimer grupo de oraciones, hablaré del sentido o sentidosen los cuales se usan, como el sentido o sentidos natural (-es)de las expresiones en cuestión. Cuando las expresiones. seusen de la manera en que se usaron en el segundo grupode oraciones, hablaré del sentido o sentidos en los cuales seusan, como el sentido o sentidos no natural (-es) de las ex-presiones en cuestión. Usaré la abreviación "significaNN"para distinguir el sentido o sentidos no naturales.Por conveniencia me propongo también incluir bajo el

encabezado de sentido natural de "significa" los sentidos de"significa" que pueden ejemplificarse en oraciones del si-guiente patrón: "A pretende (pretendía) hacer tal o cual(mediante x)" [en inglés "means (meant)", N.T.] en dondeA es un agente humano. Como los ejemplos previos muestran,por contraste, incluyo bajo el encabezado de sentidos no na-turales de "significa" cualesquiera sentidos de "significa"que se encuentren en oraciones del patrón "A significa (sig-nificaba) algo mediante x" o "A significa (significaba) me-9.iante x que ... ". (Esto es demasiado rígido, pero serviráde guía.)No quiero mantener que todos nuestros usos de "signifi-

ca" caen fácil, obvia y nítidamente dentro de uno de losdos grupos que he distinguido, pero pienso que en la ma-yoría de los casos deberíamos al menos estar fuertementeinclinados a asimilar un uso de "significa" a un grupo másque al otro. La pregunta que ahora surge es la siguiente:

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"¿ Qué más se puede decir sobre la distinción entre los casosdonde deberíamos decir que la palabra se aplica en un sen-tido natural y los casos donde deberíamos decir que la pala-bra se aplica en un sentido no natural?" Por supuesto quepreguntar esto no nos impide continuar buscando una expli-cación de "significadoNN" en términos de uno u otro sen-tido natural de "significa".Creo que esta cuestión acerca de la distinción entre sig-

nificados natural y no natural es la que pretenden alcanzarquienes muestran un interés por la distinción entre sig-nos "naturales" y "convencionales". Pero pienso que miformulación es mejor. Pues algunas cosas que pueden sig-nificarNNalgo no son signos .(por ejemplo, las palabras no loson) y algunas no son convencionales en ningún sentido or-dinario (por ejemplo, ciertos gestos); mientras que algunascosas que significan naturalmente, no son signos de los quesignifican (ef., el ejemplo del último presupuesto).Primero quiero considerar brevemente, y rechazar, lo que

podría llamar un tipo causal de respuesta a la pregunta" ¿Qué es significadoNN?" Podríamos, por ejemplo, tratarde decir, más o menos como lo hace C. L. Stevenson/ quepara que x signifiqueNN algo, x tiene que tener (aproxima-damente) una tendencia a producir alguna actitud· (cognos-citiva o de otro tipo) frente a un público y, en el caso deun orador, una tendencia que se producirá mediante esaactitud, donde estas tendencias dependen de "un elaboradoproceso de condicionamiento considerando el uso del signoen la comunicación"! Esto claramente no funciona.(1) Consideremos un caso en el cual una expresión, si

acaso califica como significandoNN algo, sea de tipo des-criptivo o informativo y, por lo tanto, la actitud adecuadaserá cognoseitiva; por ejemplo, una creencia. (Uso "expre-sión" como una palabra neutral para aplicarse a cualquiercandidato de significadoNN; tiene una ambigüedad acto-objeto

;].Ethics and Language (New Haven, 1944), cap. iii.11 lbid., p. 57.

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conveniente.) Sucede que mucha gente tiende a ponerse unfrac cuando piensa que va a ir a un baile y sucede también,sin duda, que muchas personas al ver a alguien po-nerse un frac, concluirían que la persona en cuestión estáa punto de ir a un baile. ¿Nos convence el que el ponemosun frac significaNNque iremos a un baile (o, en realidad,significaNNalgo)? Obviamente no. Para nada sirve referir-nos a la frase calificativa "que dependen de un elaboradoproceso de condicionamiento ... ". Pues si lo que esto sig-nifica es que la respuesta al ver que alguien se pone un fraces de alguna manera aprendida o adquirida, no excluirá elcaso actual como uno de significadoNN• Pero si hemos detomar seriamente la segunda parte de la frase calificati-va ("considerando el uso del signo en la comunicación"),entonces la explicación del significadoNN es obviamentecircular. Igualmente podríamos decir: "X tiene significadoNNsi se usa en la comunicación", lo cual, a pesar de ser ver-dad, no nos sirve.(2) Si esto no basta, hay una dificultad -realmente

pienso que es la misma dificultad- que Stevenson recono-ce: ¿cómo podemos evitar decir, por ejemplo, que "Joneses alto" es parte de lo que se quiere decir con "Jones esatleta", puesto que decide a alguien que Jones es un atletalo haría tender a creer que Jones es alto? Aquí Stevensonapela a reglas lingüísticas, a saber, una regla permisiva dellenguaje, a saber, que "los atletas pueden ser no altos". Estoes tanto como decir que no hay regla que nos prohiba hablarde "atletas no altos". Pero ¿por qué no lo tenemos prohi-bido? No porque no sea un error gramatical o porque nosea de mala educación, etc., sino posiblemente porque nocarece de significado (o, si esto es muy fuerte, porque deningún modo viola las reglas de significado para las expre-siones en cuestión). Pero esto parece que nos lleva a otroCÍrculo. Por otra parte, uno se preguntaría por qué, si es aquílegítimo apelar a reglas que distingan lo que se quiere de-cir de lo que se sugiere, esta apelación no se hizo anterior-mente, por ejemplo, para tratar el caso de los gemidos, que

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fue el caso por el cual Stevenson introdujo originalmentela frase calificativa acerca de la dependencia en el condi-cionamiento.Otra deficiencia en una teoría causal del tipo ahora ex-

puesto parece ser que, aun si la aceptamos tal como apa-rece, sólo se nos proporciona un análisis de afirmacionesacerca del significado standard, o del significado en generalde un "signo". No se dice nada acerca de cómo tratar afir-maciones acerca de lo que quiere decir un orador o unescritor particular con· un signo en una situación particular(lo cual bien puede divergir del significado standard delsigno) ; ni tampoco es obvio cómo podría adaptarse la teoríapara decimos algo acerca de esto. Podemos profundizar lacrítica aún más y mantener que la teoría causal ignora el he-cho de que el significado (en general) de un signo necesitaexplicarse en términos de lo que quienes lo utilizan quierendeCir (o deberían querer decir) con él en ocasiones particu-lares,y así esta última noción, que no explica la teoría cau-sal es, de hecho, la fundamental. Yo simpatizo con esta crí-tica más radical, a~que me doy cuenta de que este es unpunto controvertido.No me propongo considerar otras teorías del tipo de "ten-

dencia causal". Sospecho que ninguna teoría así podría evi-tar dificultades análogas a las que he señalado sin per-der por completo su pretensión de mantenerse como una teo-ría de este tipo.Consideraré ahora una idea diferente y, espero, más pro-

metedora. Si podemos elucidar el significado de:

"x significabaNN algo (en una ocasión particular)" y"x significabaNN que tal y cual (en una ocasión particu-lar) "

y de

"A quiso decirNNalgo mediante x (en una ocasión par-ticular)" y

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"A quiso decirNNmediante x que tal y cual (en una oca.sión particular)",

podríamos esperar razonablemente que esto nos ayudara con

"x significaNN (intemporal) algo (que tal y cual)","A quiere decirNN(intemporal) algo mediante x (que taly cual) ",

y con la explicación de "significa lo mismo que", "com-prende", "implica", etc. Hagamos de cuenta, por el momen-to, que tenemos que tratar sólo con expresiones que podríanser informativas o descriptivas.Una primera tentativa sería sugerir que "x significabaNN

algo" sería verdadero si quien expresó x, intentara induciruna creencia en algún "público" y que decir cuál fue lacreencia sería decir qué es lo que significabaNN x. Esto nonos sirve. Podría dejar el pañuelo de B cerca de la escenade un crimen para hacerle creer al detective que B es elasesino; pero no querríamos decir que el pañuelo (o el queyo lo dejara allí) significabaNNalgo o que yo, al dejarlo, que-ría deeirNNque B era el asesino. Claramente debemos agre-gar al menos que para que x haya significadoNN algo, nosólo debe haber sido "expresado" con la intención de produ-cir cierta creencia, sino también el orador debe haber in-tentado que un "público" reconozca la intención tras laexpresión.Esto, aunque quizá mejor, no es aún muy bueno. Con-

sideremos los siguientes casos:

(1) Herodes le da a Salomé la cabeza de San Juan Bau-tista en una charola.(2) Al sentir que se desmaya, un niño le deja ver a sumadre lo pálido que está (esperando que saque sus pro-pias conclusiones y lo ayude).(3) Dejo tirada la vajilla que mi hija rompió para quemi esposa la vea.

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Aquí parece que tenemos casos que, por lo pronto, sa-tisfacen las condiciones de significadoNN. Por ejemplo, He-rodes quería hacer creer a Salomé que San Juan Bautistaestaba muerto y sin duda también quería que Salomé reco-nociera que él intentaba que ella creyera que San Juan Bau-tista estaba muerto. Algo similar vale para los otros casos.Sin embargo, no pienso que quisiéramos decir que aquí te-nemos casos de significadoNN.Lo que queremos encontrar es la diferencia entre, por

ejemplo, "deliberada y abiertamente hacer que alguien sepa"y "decirlo" y entre "hacer que alguien piense que" y "de-cirlo".La salida es posiblemente la siguiente. Comparemos los

siguientes dos casos:(1) Le enseño al Sr. X una fotografía del Sr. Y mos-trándose excesivamente afectuoso con la Sra. X.(2) Hago un dibujo del Sr. Y comportándose de esta ma-nera y se lo muestro al Sr. X.

Encuentro que quiero negar que en (1) la fotografía (o elque yo se la enseñe al Sr. X) significaNN algo; mientrasque quiero afirmar que en (2) el dibujo (o el que yo lopinte y se lo enseñe) significabaNN algo (que el Sr. Y seportó con un exceso de afecto) o al menos que yoquise deeirNNcon él que el Sr. Y se había portado inde·bidamente afectuoso. ¿Cuál es la diferencia entre los doscasos? De seguro que en el caso (1) el reconocimiento, porparte del Sr. X, de mi intención de hacerle creer que hayalgo entre el Sr. Y y la Sra. X es (más o menos) irrele-vante para que produzca este efecto la fotografía. La foto-grafía haría al menos que el Sr. X sospechara de la Sra. Xaun si en lugar de enseñársela, la dejara yo en su cuarto poraccidente; y yo (quien muestra la fotografía) me daríacuenta de esto. Pero habría una diferencia con respecto alefecto de mi dibujo sobre el Sr. X si él piensa que quieroinformarle (hacerle creer algo) acerca de la Sra. X, y no

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sólo que estoy jugando o tratando de producir una obra dearte.Pero parece que ahora nos encontramos con una nueva

dificultad si aceptamos esta explicación. Consideremos aho-ra, por ejemplo, fruncir el ceño. Si frunzo el ceño espontá-neamente, en una situación cotidiana, alguien que me estéviendo puede considerar el fruncimiento como un signo na-tural de disgusto. Pero si lo frunzo deliberadamente (paracomunicar mi disgusto), aún podría esperarse que un es-pectador concluya que estoy enojado, con tal que reconozcami intención. Puesto que no se esperaría que hubiera unadiferencia en la reacción del espectador, sea que él' consi-dere mi fruncimiento como espontáneo o intencional, ¿nodeberíamos entonces decir que mi fruncimiento (delibera-do) no significaNN nada? Creo que podemos resolver estadificultad, pues aunque en general un fruncimiento delibe-rado puede tener el mismo efecto (por lo que toca a produ-cir una creencia acerca de mi disgusto) que un fruncimien-to espontáneo, puede esperarse que tenga el mismo efectosolamente con la condición de que el público lo tome comointentando comunicar disgusto. Esto es, si quitamos el reco-nocimiento de la intención, y dejamos las otras circunstan-cias (incluyendo el reconocimiento del fruncimiento comodeliberado), la tendencia del fruncimiento a producir unacreencia debe verse como deteriorada o destruida.Posiblemente podemos resumir lo que es necesario para

que A quiera decir algo mediante x de la siguiente manera:A debe desear producir una creencia en un público mediantex y debe desear también que su expresión sea reconocida conesa intención. Pero estas intenciones no son independientes.A desea que el reconocimiento cumpla con su papel de pro-ducir la creencia, y si no lo hace, algo debe haber resul·tado mal para satisfacer los deseos de A. Pienso además queel que A desee que el reconocimiento juegue este papel, im·plica que asume que hay una posibilidad de que de hechojuegue este papel, que no considera como una conclusión dadaque la creencia se producirá en el público sea que se reconozca

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o no la intención tras la expresión. En breve quizás podremosluego decir que "A quería decirNN algo mediante x" esaproximadamente equivalente a "A expresó x con la inten-ción de producir una creencia mediante el reconocimiento deesta intención". (Parece que esto implica una paradoja re-flexiva, pero en realidad no es así.)Quizás ahora es tiempo de abandonar la pretensión de

que tenemos que tratar únicamente con estos casos "infor-mativos". Empecemos con algunos ejemplos de imperativoso cuasi-imperativos. Un hombre muy· avaro está en mi cuar-to y quiero que se vaya, por lo que tiro un billete· por laventana. ¿Hay aquí alguna expresión con un significadoNN?No, porque al actuar como lo hice, no intenté que el reco-nocer mi propósito fuera un medio efectivo para que sefuera. Esto es paralelo al caso de la fotografía. Si, por otrolado, le hubiera señalado la puerta o le hubiera dado unpequeño empujón, entonces bien podría mantenerse que micomportamiento constituye una expresión significativaNN tansólo porque intentaría que el reconocimiento de mi inten-ción fuera efectivo para acelerar su partida. Otro par decasos serían (1) un policía detiene a un coche poniéndoseen su camino y (2) un policía detiene a un coche haciendouna señal con la mano.O, para volver brevemente a otro tipo de casos, si como

examinador repruebo a un hombre, bien puedo causarleaflicción o indignación o humillación; y si soy vengativo,puedo intentar lograr este efecto y aun intentar que reco-nozca mi intención. Pero no me inclinaría a decir queel que yo lo haya reprobado significahaNN algo. Por otrolado, si corto a alguien en la calle, me siento inclinado aasimilar esto a los casos de significadoNN y me parece queesta inclinación depende del hecho de que no podría razo-nablemente esperar que esta persona estuviera afligida (in-dignada o humillada) a menos que reconociera mi intenciónde afectarla de esta manera. (Cf., si me quitaran todo misalario en la universidad donde trabajo, los acusaría dearruinarme; si me quitaran $0.20 seguramente los acusaría

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de insulto; con algunas cantidades intermedias no sabríarealmente qué decir.)Posiblemente ahora podremos hacer las siguientes genera-

lizaciones.(1) "A quiso decirNN algo mediante x" es (aproxima-

damente) equivalente a "A tuvo la intención de que la expre-sión de x produjese algún efecto en un público mediante elreconocimiento de su intención"; y podemos agregar quepreguntar qué quería decir A es pedir una especificación delefecto deseado (aunque, por supuesto, puede no ser siem-pre posible obtener una respuesta directa con una cláusula"que", por ejemplo, "una creencia de que .•. ").

(2) "x significaba algo" es (aproximadamente) equiva-lente a "Alguien quiso decirNNalgo mediante x". Aquí otravez habrá casos en los que esto no funcione del todo. Mesiento inclinado a decir que (con relación a los semáforos)el cambio a rojo quiso decirNNque el tráfico tenía que pa-rar; pero sería muy poco natural decir, "Alguien (a saberel Municipio) quiso decirNNcon el cambio de luz roja queel tráfico tenía que parar". De cualquier forma, parece quehay algún tipo de referencia a las intenciones de· alguien.

(3) "x significaNN (intemporal) que tal y cual" podríaa primera vista igualarse con alguna afirmación o disyun-ción de afirmaciones acerca de lo que "la gente" (vago)intenta (con calificaciones acerca del "reconocimiento")llevar a cabo con x. Diré algo acerca de esto.¿Funcionaría cualquier tipo de efecto deseado o podría

haber casos en donde un··efecto es deseado (con los califi-cativos requeridos) y aun así no querríamos hablar de sig-nificadoNN? Supongamos que descubrí a una persona cons-tituida de tal manera que, tras decide que siempre queyo gruñera de una manera especial, deseaba que se ruhori-zase o que pescase una enfermedad, cuandoquiera quereconocía el gruñido (y con esto mi intención) ellase ruborizaba o pescaba la enfermedad. ¿Querríamos en-tonces decir que el gruñido significabaNN algo? No locreo. Esto apunta al hecho de que para que x tenga

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un significado~m, el efecto deseado debe ser algo que enalgún sentido esté dentro del control del público, o que enalgún sentido de "razón" el reconocimiento de la intencióntras x es para el público una razón y no únicamente unacausa. Parecería que hay un tipo de equívoco aquí ("unarazón para creer" y "una razón para hacer") pero no creoque esto sea un problema. Pues aun cuando sin duda, desdeun punto de vista, las preguntas acerca de las razones paracreer son preguntas acerca de la evidencia y así muy dis-tintas de las preguntas acerca de las razones· para hacer, noobstante, reconocer la intención de un orador al expresar x(una expresión descriptiva), tener una razón para creer quetal y cual, es por lo menos muy similar a "tener un motivopara" aceptar tal y cual. Las decisiones "que" parecen con-tener decisiones "para" (y es por esto que podemos "rehu-samos a creer" y también estar "obligados a creer"). (Elcaso del "corte" necesita un tratamiento un poco diferente,pues uno no puede, en un sentido claro, "decidir" ofender-se, pero uno se puede rehusar a ofenderse.) Parece entoncescomo si el efecto deseado debiera ser algo que se encuentrabajo el control del público, o al menos el tipo de cosa que estábajo su control.Diré algo más antes de considerar algunas objeciones. Pien-

so que de lo que he dicho acerca de la conexión entre sig-nificadoNN y reconocimiento de la intención se sigue (sóloen tanto esté en lo correcto) que sólo aquello que podríallamar la intención primaria de un orador es pertinente parael significadoNN de una expresión. Pues si expreso x, in-tentando (con la ayuda del reconocimiento de esta intención)producir un efecto E y deseo que este efecto E lleve a unnuevo efecto F, entonces en tanto se piense que la ocurren-cia de F depende solamente de E, de ninguna manera puedoconsiderar a F como dependiente del reconocimiento de miintención de producir E. Esto es, si (por ejemplo) deseo queun hombre haga algo dándole cierta información, no puedeverse como pertinente para el significadoNN de mi expresióndescribir lo que deseo que haga.

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Puede plantearse ahora una pregunta acerca de mi usobastante libre de palabras como "intención" y "reconoci-miento". Niego tener la intención de poblar toda nuestravida verbal con ejércitos de complicados sucesos psicoló-gicos. No pretendo resolver ningún enigma filosófico so-bre intenciones, pero quiero argüir brevemente que nin-guna dificultad especial surge a partir de mi uso de lapalabra "intención" en relación con el significado. Primero,habrá casos en los cuales una expresión esté acompañada oprecedida de un "plan" consciente o de una formulación ex-plícita de intención (por ejemplo, declaro cómo voy a usarx, o me pregunto cómo "comunicar algo"). La presenciade un "plan" así de explícito obviamente pesa mucho enfavor de que la intención (significado) del orador sea como"se planeó"; aunque pienso que esto no es conclusivo; porejemplo, un orador que ha declarado la intención de usar unaexpresión familiar de una manera no familiar puede caer enel uso familiar. Algo similar sucede en casos no lingiiísti-cos: si preguntamos por la intención de un agente, una ex-presión previa pesa mucho; sin embargo, un hombre podríaplanear tirar una carta al basurero y aun así llevada al co-rreo; al levantar su mano podría "volver en sí" y decir o bien"No deseaba hacer esto" o "supongo que intentaba ponerla".Intenciones lingiiísticas (o casi lingiiísticas) explícitamen·

te formuladas son sin duda raras. En su ausencia pareceríaque nos apoyamos en tipos de criterios bastante similaresa como lo hacemos en el caso de intenciones no lingüísticasen donde hay un uso general. A un orador se le toma comointentando comunicar lo que normalmente se comunica (o loque se intenta normalmente comunicar) y necesitamos unabuena razón (por ejemplo, nunca aprendió el uso general ose olvidó de él), para aceptar que un uso particular divergedel uso general. Algo similar sucede en casos no lingiiísti-cos: se supone que deseamos las consecuencias normales denuestras acciones.Asimismo, en los casos en los que hay duda, por ejem-

plo, de cuál de dos o más cosas intenta comunicar un ora-

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dor, tendemos a referimos al contexto (lingüístico o deotro tipo) de la expresión y preguntar cuál de las al-ternativas sería relevante a otras cosas que él está dicien-do o haciendo; o en una situación particular, qué inten-ción se adecuaría con algún propósito que él obviamentetiene (por ejemplo, un hombre que pide una "bomba" enun incendio no querría una bomba de bicicleta). Los para-lelos no lingtiísticos son obvios: el contexto es un criteriopara resolver la cuestión de por qué· un hombre que acabade poner un cigarrillo en su boca, pone su mano en el bol-sillo; la relevancia hacia una finalidad obvia es un criteriopara precisar por qué un hombre huye de un toro.En ciertos casos lingiiísticos le preguntamos posteriormente

al orador acerca de su intención, y en algunos de estos ca-sos (los más difíciles, como cuando a un filósofo se le pideque explique el significado de un pasaje poco claro en al·guno de sus trabajos), la respuesta no se basa en lo que élrecuerda, sino que más bien es como una decisión acercade cómo debe tomarse lo que dijo. No puedo encontrar unparalelo no lingüístico aquí; pero el caso es tan especialque parece no aportar una diferencia vital.Todo esto es muy obvio; pero seguramente mostrar que

los criterios para juzgar intenciones lingiiísticas son muysimilares a los criterios para juzgar intenciones no lingiiís-ticas es mostrar que las intenciones lingiiísticas son muysimilares a intenciones no lingiiísticas.

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CUADcritical. H. P. Grice

SIGNIFICADO2. Thómas Nagel

FISICALISMO3. H. L. A. Hart

OBLIGACIÓN JURíDICAy OBLIGACIÓN MORAL

4. H. L. A. HartUNA VISITA A KELSEN

INSTITUTO DE INVESTIGACIONES FILOSóFICASTORRE UNO DE HUMANIDADES, 40. PISOCIUDAD UNIVERSITARIAM:tXICO 20, D. F. MÉXICO

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