4-Laclau - Del Post-marxismo Al Radicalismo Democrático

Embed Size (px)

Citation preview

  • 8/16/2019 4-Laclau - Del Post-marxismo Al Radicalismo Democrático

    1/21

     

    r

    w

    _

    .

    º

    o

    ' O

    r

    O

    w

    La democracia

    es

    fundamental-

    mente ambigua

    e

    indeterminada,

    en

    la medida en

    que niega

    la existencia

    de

    un

    punto de

    la

    sociedad apartir del

    cual

    [a

    verdad hablarla sin

    media-

    c1'Jnes; el totalitarismo, al contrario,

    se

    funda n

    el · mito

    de la

    sociedad

    transparente :

    hay un

    punto privi-

    legiado

    del

    tejido

    social

    la

    clase,

    l

    partido,

    e l e . que es ep istemo-

    lóg í

    camente

    privilegiado ya que en

    él

    se

    fundan

    saber

    y

    poder

    .

    Fundamen-

    tación apodlctica últ ima y demo-

    cracia son, por

    tanto

    , conceptos

    inadecuados .

    ERNESTO LACLAU : es poli-

    tólogo

    e

    la Universidad

    e

    E ,

    J

    nglaterra

    ..

    f

    Del

    Post Marxismo

    al radicalismo democrático

    Entrevista a

    Ernesto I adatt

    77

  • 8/16/2019 4-Laclau - Del Post-marxismo Al Radicalismo Democrático

    2/21

    F

    335.4

    L1 1d

    Laclau, Ernesto

    Del posl-marxismo

    al

    radicalismo

    dernocrcitico;

    Entrevista

    a Ernesto

    Laclau

    DE LOS NUEVOS

    1 Evers.

    JDUCCION

    DE LA

    VERDAD

    EN

    EL MARXISMO, Bernardo

    Sorj.

    3. IDEOLOGIA,

    CIENCIA

    Y ACCION. TAREAS FU

    TURAS Y DESAFIOS DE LAS CIENCIAS SOCIALES,

    Uif Himmelstrand.

    4.

    DOMINACION

    Y EXPLOT/.i..CION,

    Alfredo

    Errandonea

    h.).

    5. DEMOCRACIA Et·J

    CUESTION

    Y REDEFINICION DE

    LA POLITICA,

    Mario

    dos Santos y Daniel García

    Del

    gado.

    6.

    LA

    DEMOCRATIZACION DEL ESTADO, Juan Carlos

    Por\antiero.

    7. ¿DE QUE ESTAMOS HABLANDO

    CUANDO

    HA

    BLAMOS

    DE LO POPULAR?, t ~ é s t o r Garcla Canclini.

    8 DEMOCR/.i..CIA Y SOCIALISMO: ¿ETAPAS O

    NI-

    VELES?, José Nun.

    9. PROBLEMAS DE LA DEMOCRACIA Y

    LA

    POLITICA

    DEMOCRATICA EN AMERICA

    LATINA,

    Angel Flis

    fisch, Norbert

    Lechner

    y Tomás Moulian.

    10. DEMOCRATIZACION ECONOMICA Y

    DEMOCRA

    TIZACION POLITICA, Luis Razeto.

    11. LA AUTOGESTlmJ COMO

    REHABILITACION

    DE

    LO

    POLITICO,

    Pierre Rosanvallon.

    12.

    NOTAS ACERCA

    DE LA IDEA

    DEL

    REFORZAMIEN

    TO DE LA

    SOCIEDAD CIVIL, Angel Flisfisch.

    13. DEL

    POST-MARXISMO AL

    RADICALISMO

    DE

    MOCRATICO, Ernesto Laclau.

    14.

    LOS

    DEBATES SOBRE LA

    MODERNIDAD

    Y EL

    FUTURO

    DE

    AMERICA LATINA,

    José

    Joaquln

    Brun-

    ner

    15 MODERNIDAD Y POSMODERNiDAD

    (1).

    POSMO

    DERNIDAD Y CRISTIANISMO y 11 . UN DEBATE

    SOBRE

    LA SOCIEDAD

    ACTUAL,

    José Maria

    Mar

    dones.

    16. LA DEMOCRATIZACION

    EN

    UNA CULTURA POS

    MODERMA,

    Norbert

    Lechner.

    Del Post-Marxismo

    al radicalismo

    democrático.

    Entrevista a

    Ernesto

    adau

    ~

    0\-

     

    ~ - ~

    ~ \ (

    FL.L .\CSO

    -Y '\

    - 3EOE )

    1

    ~

    ~ MEXICO

    1

    M TERI LES P R '\?' 1 A ~ ~ /

    EL DEB TE CONTEMPORANEO 1 , q - f R t r ~ N A

    l.3

    · · ·

    78

  • 8/16/2019 4-Laclau - Del Post-marxismo Al Radicalismo Democrático

    3/21

    • Esta

    entrevista

    fue

    publicada

    por

    M TERI LES

    E

    KRtTlC Sé1r1fiéJgc Ce Ct: e, agosto de 1986) con et

    titulo

    Ampliar

    la lucha por la libertad la igualdad

    : campos cada vez

    más

    vastos .

    •·ERNESTO LACL/1,U,

    argentino,

    politólogo,

    Universidad

    de Essex Inglaterra}.

    Contribuir

    al

    DEBA

    TE CONTEMPORANEO

    es

    fa

    in-

    tención que

    persigue

    esta nueva colección del CLAEH.

    Se trata de una Colección de MATERIALES, for-

    mados en este caso por artlculos o por traba/os

    cortos,

    muchos

    de

    los cuales ya

    /Jan

    sido publicados en revistas

    o libros pero no /Jan tenido

    difusión adecuada en

    nuestro

    medio. Están

    destinados

    a una

    lectura

    critica que

    los

    convierta a su vez en la materia

    prima

    para elaborar

    nuevas propuestas de teorla

    o

    de

    acción social.

    EL DEBATE

    l que

    se refiere

    la Colección

    es

    el que

    gira en torno tos fundamentos de las diversas visiones

    del mundo y de la

    sociedad,

    tal como

    éstos

    se

    proyectan

    en las imágenes de los futuros deseables y en las formas

    de construirlos

    mediante l acción colectiva.

    Es el de-

    bate sobre

    l o s ~ p r d i g m s

    y supuestos de las ciencias

    sociales, pero a la vez sobre

    los

    fundamentos de la

    ac-

    ción social polftica

    transformadora.

    Ante todo son materiales para un debate CONTEM-

    PORANEO sensible a nuevos problemas, abierto a los

    nuevos desafíos,

    dispuesto construir caminos

    en un

    territorio que ya no es el mismo del

    que

    fue hace 100, 50

    o 20 años.

    Contemporáneo

    por los

    problemas

    y

    por

    las

    propuestas, este

    debate tiene

    escalas

    y ámbitos diversos

    que abarcan desde

    lo especlficamente uruguayo

    a lo

    más

    universa/: dentro

    de esa variedad

    elegimos priorizar lo

    79

  • 8/16/2019 4-Laclau - Del Post-marxismo Al Radicalismo Democrático

    4/21

    regional lo

    continental sin

    perder

    por ello

    fa

    perspec

    tiva general ni

    la

    conexión con lo propio, en la

    convic

    ción

    de

    que el debate

    uruguayo debe integrarse

    no

    di lu i rse-

    en

    ámbitos mayores que

    le dan su verdadero

    sentido

    Las

    teméllicas de esta

    Colección estaran centradas

    en la discusión de paradigmas del pensamiento

    social,

    en

    la

    interpreiac1ón

    de

    procesos sociales

    y

    po/fticos

    ac-

    tuales

    o

    recientes.

    en los problemas

    de

    la

    teorla polltica

    y en

    la

    reflexión

    sobre

    proyectos sociales alternativos.

    Durante la dictadura,

    el

    CLAEH

    editó una

    serie

    denominada

    ESTUDIOS , que

    apuntaba a

    recoger de

    las

    ciencias sociales latinoamericanas los

    elementos

    más

    significativos

    y reveladores para nuestra

    situación; los

    MATERI LES Pl\RA

    L DEBATE

    CONTEMPORANEO

    actualizan

    ese

    impulso

    y se ponen

    al

    servicio

    del

    nuevo

    contexto. Problematizando, reínterpretando, proponien-

    do

    r uavcs enfoque ; que enriquezcan o susr ftuyan

    os

    anteriores,

    estos

    materiales quieren

    contribuir a

    las

    búsquedas vinculadas a la democracia y a la transfor

    mación

    social que

    llevan adelante

    una gran

    parte de

    los

    uruguayos.

    l

    Post Marxismo

    ¿Cuál ha

    sido

    tu relación

    con

    el

    marxismo

    en

    los distintos momentos de tu desarrollo intelectual,

    desde tus primeros trabajos sobre feudalismo Y

    capitalismo en América Latina hasta tu

    últ imo

    libro,

    escrito en colaboración con Chanta Mou fe, dando

    hablas de una perspeclíva

    post-marxista?

    Mi aproximación

    al

    marxismo

    fue, desde

    el

    comienzo,·

    de un carácter no

    dogmatice.

    E

    pro

    blema

    teórico-pol tíco

    básico que

    se

    planteaba

    en

    la

    Argentina a comienzos de los años sesenta era

    el

    l de

    cómo

    pensar la

    especificidad

    del

    peronismo

    Y

    'cómo conceb ír una pol tic.a de _izquierda q ~ e pasara

    por la construcción de 1dent1dades nacionales Y

    populares, que eran esenciales

    en el

    peronismo Y

    que Iban creando un cercamiento c r e c i ~ n t e y

    r

    erosión del

    sistema o l i g á r ~ u i c o

    La

    rad1cal1zac16n

    del peronisrno y del

    conjunto de

    sus

    símbolos

    pollticos

    fue

    el

    hecho fundamental de la

    hístoría

    ar-

    -en"nr

    n 1-- - -s

    S O S '

    v ' º ' ºnt : : i

    y l l l f

    et t t

    llV .. VI I \ . ' - ' J o . I

    ........

    ....

    Es

    dentro de este marco social

    y político

    que

    es necesarío entender

    el

    impacto profundo que tuvo

    en

    mi desarrollo intelectual la recepción del

    althus-

    80

  • 8/16/2019 4-Laclau - Del Post-marxismo Al Radicalismo Democrático

    5/21

    8

    serianismo.

    En su ensayo sobre "Contradicción y

    Sobredeterminación

    ,

    Althusser planteaba la

    · noción de que toda contradicción de clase está

    siempre sobre-determinada.

    Esto me llevó

    a

    pensar

    - n o

    solamente

    a

    mi sino

    a un

    conjunto

    de per

    sonas que

    trnbajal)an

    política

    e

    intelectualmente

    en

    una perspeclíva

    simi lar-

    ~ e r a posible superar

    un planteo estrictamente clasista, ·e1 cJJal tenla

    oco

    que

    ver

    con

    una realidad argentina

    en

    la

    cual

    ~ en

    1

    ·a es nac1ona es y popu ares e os agen

    tes sociales tenian· una dimensión

    más vasta que la

    exclusivamente ele clas_e o sea,

    que desde el

    comienzo mi reflexión teórica se centró en un es

    fuerzo por distanciarme de la perspectiva estric

    tamente

    clasista

    que

    habla sido

    caracterlstica del

    marxismo

    c asico.

    Mi

    otra

    forma de

    relación con

    el

    marxismo

    en

    esta etapa, que

    es la

    que

    se da,

    por

    eiemplo, en el

    ensayo

    sobre "Feudal ismo y Capitalismo en

    América

    Latina"

    al que

    l J

    aludías, iba, creo, fun

    damentalmente

    en la

    misma dirección.

    En este

    caso se

    trataba

    de

    limitar

    el área de validez de cier

    tas calegorfas n-1arxistas

    sobre

    la base

    de una

    definición

    rigurosa

    de las

    mismas.

    Esto iba"

    contra

    la corriente" de

    ciertas tendencias intelectuales

    muy influyentes en esa época.

    En

    los

    análisis

    de

    Gunder

    Franl<

    durante este

    periodo, por

    ejemplo,

    habla una

    hiper-inflación del concepto de

    capitalis

    mo,

    por

    el

    que finalmente

    se

    lo

    hacía coincidir con

    toda relación

    de

    explotación

    llevada a

    cabo

    a través

    de los

    mecanismos

    del

    mercado mundial.

    En ese

    caso

    el

    capitalismo

    pasaba a

    cubrir

    la

    totalidad

    de

    :a :;

    ~ G c : . c : o n e s sociales su concepto perdía

    toda

    especificidad analítica.

    Mi

    intento

    era por un lado

    más "marxista", en e sentido que

    "capital ismo",

    "feudalismo", etc., pasaban a

    aludir

    pura y sim

    plemente a

    modos

    de producción; pero,

    por otro

    ) ·:.

    9

    lado, esta definición más estricta limitaba e area

    cJe

    su validez y

    operatividad,

    lo que

    obligaba

    a

    elaborar

    categorías

    distintas, que iban ciertamente

    más allá

    del marxismo, para pensar la

    especificidad

    1

    de otras relaciones políticas y sociales. Esto se

    ligaba también a una

    discusión

    estrictamente ar-

    ¡

    en tina de

    la

    época:

    la alternativa l iberalis

    mo/

    revisionismo

    .

    como

    perspectivas generales

    acerca de la l1istoria del país.

    La

    v i s í ó ~ planteaba

    la

    incorporación del

    pals al

    mercao

    mundial

    capitalista

    como criterio

    esencial del progreso y establecla una rl ida

    oposición entre europeización c1ones nativas

    que se

    expresaba

    en a a

    ternativa sarmientista en-

      tre civilización y b a r b a r i ~ ; la visión

    r e v i s i o n i ~

    en

    t

    lgunas de sus variantes, sfrlfr a Ytta al

    contrario

    el

    carácter Jeforrnante que tuvo esta Incorporación.

    rtls

    escritos

    clP la

    época

    se

    u b 1 c . a h a 0 - e ~ L e S t a ú l l i n l a _ _

    p_Qfspectiva. -

    En todo ío

    que

    he escrito desde entonces. si

    Qj_en

    el

    lenguaje

    ha variado, no

    creo que pueda

    _

    se sino

    un

    desarrollo y protunCl1ZaCl_Qrr_Qe_e_sas_j..¡:¡-

    lenc1ones

    ong1narias 1 a -noción de sobredeter

    mínación, por ejemplo, me llevó a estudiar la am-

    01gÜedad

    rnherente a toda 1denl1dad social y po':

    IHica. Es bueno recordar -que el concepto de

    ...,.,_sobre'determinación procede del

    psicoanálisis.

    Para

    Freud

    héty sobredeterminación siempre que el

    sentido de una identidad aparece

    subvertido

    por

    una pluralidad de otros sentidos que se incorporan

    al mismo. Si, por ejemplo, a través de ia represión

    de

    un deseo

    lo

    desplazo

    de su verdadero objeto

    hacia

    otro

    que mantiene con

    el

    primero

    una

    relación

    de contigüidad, este desplazam:a1ito qua as u ~ a de

    las dos

    formas

    de

    la

    sobredetermlnaclón crea un

    sentido

    segundo que

    subvierte

    y deforma e sentido

    originario.

    La otra forma de la sobredeterminación

    81

  • 8/16/2019 4-Laclau - Del Post-marxismo Al Radicalismo Democrático

    6/21

    10

    es la

    condensación,

    en la

    que ciertos contenidos

    aparecen como puntos ele confluencia de una

    variedad de

    dimensiones simbólicas.

    Ahora bien,

    pienso

    que

    en el

    campo

    de ia

    polftica los símbolos populares se construyen

    exactamente

    de la

    misma

    manera.

    Si

    en un

    cierto

    momento

    ciertos símbolos

    comienzan a expresar

    antagonismo

    y reivínclicac1ones de típo

    diferente,

    por

    un

    lado esos símbolos

    se

    empobrecen

    porque

    es cada vez rnenos posible

    ligarlos

    a contenidos

    precisos

    y

    determinados,

    pero por otro lado, com1

    su

    función

    es cada

    vez menos

    la de definir

    concep

    tos

    y

    cada

    vez más

    ia

    de expresar y construir dis

    cursivamenle

    una pluralidad de

    antagonismos,

    su

    área de

    influencia

    se expande en la

    medida misma

    en que

    este

    proceso de

    empobrecimiento concep

    tual se

    verifica.

    Piénsese,

    por ejemplo, en

    el

    proceso

    de rápida

    sobredeterminación

    que expe

    rimentaron los slmbolos

    del

    islamismo

    en el

    proceso

    que

    condujo

    a la

    calda

    del Sha.

    En el

    proceso

    del

    peronismo hubo

    en ios años sesenta y

    setenta

    una enorme expansión del área de

    circu

    lación

    ele slmbolos

    que

    originariamente

    l1abfan

    tenido

    una base obrera en el proceso de la resis

    tencia perónista

    de

    los

    años

    5

    pero

    que luego,

    dada la

    profunda crisis orgánica

    en la

    que

    la so

    ciedad

    argentina entró a

    partir

    de

    entonces

    y ia im

    posibilidad

    de constituir un

    sistema institucional

    estable,

    penetraron y se difundieron cada vez más

    en

    vastos sectores

    de la

    clase

    media. Mi

    interés

    desde

    el punto

    de vista.

    teórico

    se

    concentró

    en

    es

    tudiar aquellas

    corrientes teóricas que

    permitían

    bord í estos

    fenóiT1eno s

    de p:uía idad de s c r t l d c ~

    y

    metaforización

    de los

    significados políticos por

    ejemplo,

    el

    análisis

    de

    Wittgenstein

    de

    lo

    que él

    denomina juegos

    de

    lenguaje

    y de

    ciertos

    análisis

    del e i d e ~ ¡ g e r de la última época.

    11

    Ouisie"ra agregar

    al90

    en lo que se refiere al as

    pecto

    de mi

    post-marxismo

    al que tú has

    hecho

    referencia en tu

    pregunta. Hemos

    introducido con

    Chanta este

    término

    no para

    afirmar

    que

    el marxis

    mo

    corno teorla social y teorla de la historia esté

    simplemente perdido, sino

    para

    afirmar, al con

    tr_ario que el desarrollo de un conjunto de

    lógicas

    y

    discursos teóricos

    originariamente

    elaborados

    al

    interior

    del

    marxismo nos

    obligan

    hoy

    a

    ir

    mas allá

    de Marx. Ciertos

    supuestos fundamentales

    del pen

    samiento

    de Marx

    hoy no

    pueden ser man.tenidos.

    Pero este

    proceso

    de

    reelaboración

    se

    produce

    a

    partir

    del mismo

    marxismo

    y es en

    cierta

    medida un

    movimiento interno

    del

    propio pensamiento marxis

    ta. Por eso

    hemos

    insistido en

    nuestro

    libro que si

    por

    un

    lado nos considcra111os

    post-rnarxislns

    (subrayando el

    post),

    por

    otro lado nos conside

    ramos también

    post-marxistas (subrayando

    el 1T1ar-

    xistas).

    Hay

    otros aspectos básicos

    en

    que

    es

    hoy

    necesario ír mas

    allá

    del

    marxismo.

    En

    primer

    .

    término,

    el

    marxismo compartla

    con el

    he

    ~ mo

    y con e con1unto de la

    tradición ele

    las

    filo-

    ¿oflas

    de la

    historia,

    la idea

    ele q e

    la hi'.i>loria

    tiene.

    1 · y

    contenido

    subyacente último ele

    carácter

    ra-

    e/ c1onal, y

    que

    puede ser ca turad · ·

    }

    ,

    Jl

    a

    n1ve e .

    con

    e t s.

    Es decir

    que

    la

    historia

    Lf -vh.I..

    7 · uede ser

    conceptualmente aprehendida

    como

    ,totalidad . . La concepc1 n ege 1ana

    de

    la

    astucia

    de la

    razón

    es la

    expresión

    más

    clara de

    esta.

    visión.

    Hoy día ésta es una

    concepción

    totalmente

    perimida:

    la

    historia

    es

    simplemente

    el

    conjunto

    de

    los

    hechos

    pasados, pero no t1ay ninguna razón

    para pensar

    que el conjunto ele

    los

    hechos pasados

    tenga que

    articularse

    en un

    todo

    estructural que

    puede ser aprehendido racional y conceptualmente.

    El segundo

    aspecto

    básico que

    nos ubica

    en

    82

  • 8/16/2019 4-Laclau - Del Post-marxismo Al Radicalismo Democrático

    7/21

      2

    un terreno

    postmarxista

    se l iga al

    hecho

    de

    que

    es-

    ta

    categorla

    de totalidad , que aparece desplazada

    del campo

    de la

    historia,

    tampoco puede

    ser man

    tenida

    al nivel del análisis de la sociedad. La idea

    de

    que

    el conjunto de

    los

    hechos sociales tiene

    una

    estructura unificada,

    orgánica y

    últimamente

    in

    teligible, es un prin.cipio que debe ser abandonado.

    Es por eso que yo no puedo

    aceptaí

    una noción

    como la determinación

    en

    última

    instancia

    por la

    economla ; no

    porque

    la economfa

    no

    sea

    muy im

    portante en cualquier tipo de sociedad

    -obviamen

    te

    lo

    es: la reproducción material de la sociedad

    es

    siempre

    un hecho de

    primera importancia-

    sino

    porque un

    concepto como

    determinación en

    última instancia sólo tiene

    sentido

    en el

    campo

    de

    una totaiidc.d plenamente estructurada e

    inteligible,

    y

    sólo

    es

    compatible con

    una

    concepción

    racio

    nalista

    de lo social, que afirma una esencia de la

    sociedad y por

    consiguiente,

    la reducción radical

    de

    lo

    real

    al

    concepto.

    Es

    decir, que

    los

    hechos

    económicos tienen una enorme influencia sobre la

    sociedad,

    pero

    no

    porque la economfa

    constituye

    una instancia

    primaria

    a partir de la cual eí todo

    social

    pasa a

    ser inteligible

    en sus leyes estruc

    turales básicas, sino por la fuerza y la capacidad

    hegerr16nica de

    los

    grupos

    económicos

    para im

    poner sus objetivos

    a otros grupos.

    Por

    ejemplo el

    hecho

    de que haya

    en

    este

    momento

    una tasa de

    inversión tan baja en la econornla británica, está

    ligado e11tre

    otras

    cosas al poder polflico de

    los

    sindicatos:

    es

    decir

    que las leyes de la

    acumu

    lación capitalista, lejos

    de

    dictar

    el

    contenido

    de

    ias reiacíones poUUcas,

    üíi

    paício.1íilc:-1 o m tadas

    y

    determinadas por

    estas últimas. No se trata tam

    poco desde lue90 de que las relaciones políticas

    determinen a las económicas,

    sino

    de la imposi

    bilidad ele

    establE cer un

    mecanismo

    general a

    priori

    3

    que establezca relaciones

    de

    determinación.

    Determinación no es un proceso natural sino una

    relación de

    poder,

    y lodo

    poder

    se

    constituye

    prag

    máticamente.

    Más allá de la perspectiva

    clasista

    El

    concepto

    de hegemonía

    ha

    devenido uno

    de

    los cohceptos

    claves

    del instrumental teórico

    del

    marxismo. Tú te propones realizar la genealogía o

    arqueología de la

    noción

    on

    función de

    una

    em

    presa ele

    reformulación

    de a

    práctica

    política y

    donde

    afirmas

    que

    el marxismo constituye una

    de

    las vertientes claves para una tal reformulación.

    ¿Cuál es el

    nücleo

    critico que tú rescatas del

    mar

    xismo

    para realizar

    una

    tal

    reformulación

    de

    la

    política?

    Bien, es importanle

    en

    primer término recordar

    cómo

    el

    concepto ele hegemonía ha surgido

    en la

    tradicíón

    teórica

    marxista.

    Originariamente no in

    tentaba expresar una relación

    positiva sino

    cubrir

    un hialo gue

    s

    había

    abierto

    en la cadena

    de

    la

    necesidad histórica.

    Ei

    concepto de hegemonla fue

    formulado

    por primera vez en la

    social-democracia

    rusa, en

    los escritos

    de Plejanov y

    Axelrod. Según

    ellos Rusia

    se

    aproximaba

    a una revolución de-

    mocrático-burguesa

    para

    derrocar

    al

    absolutismo

    zarista, considerado como expresión de la super

    vivencia

    de relaciones feudales. La burguesía rusa

    sín embargo, llegada muy tardiamente a la arena

    histórica

    en un periocio en

    que exlstia

    ya

    un mer

    cado capitalista mundial,

    era incapaz de asumir

    83

  • 8/16/2019 4-Laclau - Del Post-marxismo Al Radicalismo Democrático

    8/21

    14

    esas tareas

    democráticas que

    debfan

    por consi-

    1

    guiente,

    pasar al

    proletariado.

    Este

    asumir por

    par-

      } te de una clase las tareas

    que

    eran

    propias

    de

    otra

    es lo que se denominó hegemonfa . Es

    decir,

    que

    el concepto cubrla una

    relación

    anómala

    desde

    el

    · punto de vista de

    la sucesión

    de

    estadios

    y

    mo

    mentos estructurales formulada por

    el

    marxismo

    clásico.

    El

    concepto

    de

    hegemonía, desde

    el

    co

    mienzo, complementa

    pero al

    mismo tiempo sub

    vierte ias cotegorfas

    marxistas. Todo

    el

    argumento

    de

    nuestro libro

    es que desde el punto de

    vista

    histórico, el

    campo

    abarcado

    por

    las relaciones

    hegemónicas

    se fue

    ampliando constantemente,

    mientras

    que

    el

    campo

    de las relaciones estric

    tamente clasistas en

    el

    sentido

    tradicional- se

    fue limitando cada vez más.

    El

    concepto de de

    sarrollo

    desigual

    y

    combinado ,

    por ejemplo,

    tal

    como es

    formulado

    en

    la social-democracia rusa

    y

    más tarde en la Tercera

    Internacional, ínsistfa

    en el

    hecho

    de que ia

    existencia

    de un mercado

    capitalis

    ta

    mundial podla

    generar

    una crisis

    en un

    punto

    del

    sistema que produjera dislocaciones de fuerza en

    otros puntos, y que como

    resultado

    de esta dis

    locaciór se abriera la posibilidacl de una reso

    lución

    revolucionarla

    de la

    crisis

    en paises

    que no

    estaban

    maduros

    para

    ella

    desde el

    punto

    de

    vista

    de una

    concepción ortodoxa

    de las etapas.

    Esto

    abrfa el

    camino

    para

    una

    extensló11 del

    campo

    de las relaciones

    hegemónicas

    -diferentes

    según l1emos

    dicho

    de las

    estrictamente clasis

    t as a todo ei

    campo

    de las relaciones

    sociales.

    Pienso

    ue

    el

    epicentro

    de

    esta nueva

    teorización

    que 3 CUCrGa un q ro

    r ; : . l ~ . . - k "JI

    f nnront

  • 8/16/2019 4-Laclau - Del Post-marxismo Al Radicalismo Democrático

    9/21

    16

    pensar que los

    conflictos al interior

    de

    la

    fábrica

    que

    por lo

    demás distan

    de

    estar unificados

      tengan una prioridad fundamental sobre los otros

    ¡ conflictos.

    Supongamos que una gran firma mul

    tinacional

    instala

    en cierta región una fábrica que

    produce

    la polución del

    ambiente

    y genera, por

    consiguiente, protestas de los pobladores en torno

    a

    la

    misma,

    ¿cuál

    va

    a ser mas radical

    en

    su

    oposición, la

    protesta de los pobladores o la

    protesta de los obreros

    al

    interior de la fábrica? Con

    frecuencia éstos toman el partido de las

    multi

    nacionales como forma de proteger su empleo. Es-

    ta escisión entre demandas salariales y demandas

    ecológicas

    muestra

    que las

    dos

    no se artículan de

    manera espontánea y necesaria, y que el tipo de ,

    relación que pueda existir entre ellas dependerá de

    una

    construcción

    hegemónica. Creo que

    en

    las

    sociedades

    actuales es más válida que nunca s i

    , eliminamos sus residuos esencialistas- la idea

    gramsciana

    de que los agentes

    sociales

    son

    volun

    tades colectivas creadas a través de complejos

    procesos de articulación polltíca.

    Pues bien, esta parábola del concepto de

    hegemonla es un claro ejemplo de lo que antes

    decía acerca de la relación entre marxismo y post

    marxismo. La radicalización del

    concepto

    de he

    gernon fo. hasta el punto que nos lleva mas allá de

    una perspectiva clasista, nos sitúa ciertamente en

    un terrnno post-marxista. Porque para Marx los

    agentes

    históricos

    son las clases sociales. Pero,

    por otro lado, este post-marxismo sólo ha sido

    posible

    sobre la base de radicalizar

    conceptos

    que

    ya estaDan

    presemes

    en

    la tradición íílaíxista

    y

    hablan producido en ella parte de sus efectos. Yo

    argumentarla que hay muchos conceptos en la

    tradición marxista que están en una

    situación

    si

    milar y requieren un proceso de radicalización y

    7

    redefinición

    teórica. Por ejemplo, conceptos tales

    como función

    nacional

    de la clase obrera .

    democracia progresiva , partido nuevo qué

    Togliattl formulara a fines de la guerra como base

    de la hegemonla del Partido Comunista I tal iano-,

    son

    categorías que

    ciertamente

    aparecen formu

    ladas

    ai interior

    del marxismo, pero que tienden in

    cipientemente

    a

    romper

    con una serie' de deter

    minaciones esencialistas de clase ·que eran

    Impor

    tantes

    para el marxismo clásico. Y yo

    argüiría

    que

    una concepción como la de Mao acerca de la

    nueva

    democracia

    y la pluralidad de contradic

    ción está también avanzando en la

    misma

    direc

    ción.

    En el campo de las revoluciones nacionales y

    coloniales (sobre el que creo que volveremos más

    tarde en esta entrevista) la formación de Identi

    dades

    colectivas

    y políticas que

    exiglan

    ser pen

    sadas mas allá de una estricta perspectiva clasista,

    ha

    generado una

    multitud

    de

    conceptos

    y

    estra

    tegias heterodoxas desde el punto de vista de las

    categorlas del marxismo clásico. O sea que el mar-.

    xismo ha sido una superficie discursiva ambii l l :@_

    perra: pensar

    la pollt1ca. En sus mejores

    momentos

    especialmente en

    los

    discursos estratégicos- ha

    comenzado a elaborar conceptos que permitían Ir

    más allá las categorías esencíalistas. Pero, por

    otro

    lado, es innegable que estas categorías esen

    cialistas

    han

    tenido

    un peso fundamental en su

    his

    toria. Yo no creo que tenga

    mucho

    sentido ese

    tipo

    de ejercicio que consiste en afirmar que, en rea

    lidad, todo

    lo

    que hoy

    decirnos es

    perfectamente

    compatible

    con

    el

    pensamiento

    de Marx y que,

    con

    secuentemente, la forma en que

    1

    años de mar

    xismo han interpretado su

    pensamiento

    estaba fun

    damentalmente equivocada. Marx es, simplemente,

    un pe>nsador de su

    tiempo;

    es parte de nuestra

    85

  • 8/16/2019 4-Laclau - Del Post-marxismo Al Radicalismo Democrático

    10/21

    18

    tradición como

    son también parte

    de

    nuestra

    tradición

    1

    Freud o Saussure. Pero su pensamiento

    no tiene

    ninguna primacla

    más allá

    de

    lo que de

    él

    podernos rescatar para nuestras luchas y tareas

    tuoles. Ciertamente Marx no nos provee con

    nin

    guna

    iluminación total

    y

    absoluta acerca del u r ~ o

    de la

    historia.

    Me parece simple.mente absurdo

    pensar que

    el

    destino

    de

    la

    sociedad

    industrial

    le

    fue lntegramente revelado a un pensador

    nuestro

    hace

    100

    años.

    Luego

    de

    concluir que

    no hay

    posibilidad

    de

    aprehender la

    historia

    y el

    conjunto de los hechos

    soc alns como

    totalidades

    Inteligibles y qua

    no

    hay

    clase

    fundamental

    en

    el núcleo

    de un

    proyecto

    hegemónico

    ¿cómo

    sitúas

    el concepto

    de clase en

    relación al conflicto social y a

    la

    articulación de

    hcgümonía?

    Hav

    dos problemas distintos

    que en

    nuestro

    libro nós ha parecido importante aclarar respecto al

    concepto de clase. El primero

    se

    refiere espe

    cíficamente

    a la. clase obrera,

    el

    segundo a

    ia dis

    persión de

    posiciones

    de

    sujeto.

    Marx,

    en

    el

    siglo

    XiX,

    pensó

    que

    la identidad

    de la clase obrera era.el

    resultado de

    la

    superposición de dos procesos d1s-

    . tintos:

    por

    un lado un proceso de generalización de

    ías relaciones salariales a áreas cada vez más am

    plias

    de las relaciones sociales y por

    el otro

    lado,

    un

    incremento en

    el peso masivo de la clase obrera

    industrial.

    A través de las leyes de la acumulación

    cap ta is\B

    tendrlamos

    un proletariado creciente

    mente empobrecido y numeroso. Creo que Marx

    tenía razón respecto al primer proceso y no al

    segundo.

    Es

    verdad que ha

    habido

    en

    todas

    las

    socied¿\dos

    industriales y

    no soiamente Indus

    tr iales-

    una generalización de las relaciones

    19

    salariales;

    pero,

    por

    otro lado, esta generalización

    no ha

    coincidido

    con una proletarización de sec

    tores cada vez más

    amplios

    de la

    población a

    menos que quisiéramos

    concluir

    que los managers

    de

    las empresas, que reciben un salario, son parte

    integrante

    de la clase obrera.

    Es decir,

    que

    lo

    que

    para

    el marxismo clásico

    era

    el

    espacio

    homogéneo

    de la clase obrera se nos revela hoy como ia com

    binación

    y articulación inestable de una pluralidad

    de

    posiciones

    de

    sujeto.

    El

    segur-ido

    problema es

    que

    el concepto

    de

    clase, tal

    como lo

    formulara

    el marxismo, atribula

    el

    papel

    privilegiado

    a la

    posición

    que

    el

    agente

    ocupa en

    las relaciones de

    producción. Tomemos

    el

    caso

    de

    un obrero blanco inglés actual,

    cuyo

    lugar

    de habitación se ubica

    on

    un área donde existe

    violencia

    racial.

    El

    hecho de que sea

    muy mllltanle

    al

    nivel de

    la

    fábrica,

    ¿significa

    que va a ser ne

    cesariamente anti rraclsta? Evidentemente no. Su

    relación con los inmigrantes puede ser

    construida

    a

    través de una infinidad de discursos en los que se

    afirma que "los

    malditos

    Inmigrantes vienen a robar

    el

    trabajo

    de los obreros

    ingleses",

    y puede,

    por lo

    tanto. compartir

    una cantidad de

    prejuicios

    racis

    tas. Dei mismo

    modo

    su grado de

    militancia no

    es·

    en

    absoluto incompatible

    con el hecho que en su

    casa

    tenga actitudes

    sexistas

    hacia

    su

    mujer.

    Es

    decir

    que" cada agente social es penetrado por

    una

    multiplicidad de posiciones de sujeto

    que no en

    cuentran un eje

    aglutinante

    necesario en

    la posi

    ción

    de ese agente en las relaciones de

    producción.

    Si en

    el

    siglo

    XIX no habla

    conciencia

    clara de

    esta multiplicidad era, en

    primer

    lugar,

    porque

    el

    obrero pasaba

    muchas

    horas

    en ia

    fábrica

    y

    en

    segundo

    iugar, porque habla una ligazón

    inme

    diatamente

    perceptible entre ser obrero

    y habitar

    ciertas áreas,

    participar

    de

    cierto modo

    en

    la

    vida

    86

  • 8/16/2019 4-Laclau - Del Post-marxismo Al Radicalismo Democrático

    11/21

    2

    cultural del pals. Este conjunto relativamente fijo

    de

    posiciones

    constitula la identidad obrera.

    Piénsese

    por ejemplo en

    los

    cinturones

    rojos

    en

    Francia, que comenzaron a desintegrarse en la

    segunda postguerra). Pero en ias últimas décadas,

    con la multiparticipación de los agentes sociales en

    una variedad de esferas y con la

    inestabilidad

    de

    estas

    últimas,

    no hay ninguna razón para pensar

    que

    en

    la

    determinación

    de las

    conductas

    poi

    l i ~ a s

    y sociales globales de estos agentes, la pos1c1ón

    que ocu¡¡en

    en

    las relaciones de producción va a

    tener una influencía determinante. O sea que nos

    encontramos

    aqu 1 nuevamente con el problema de

    la hegemonla. La forma en que ciertos intereses

    obreros van a ser

    construidos

    a

    partir de ciertos

    discursos

    y luchas

    pollticas,

    y van a ser ligadas a

    otras .posiciones de ·sujeto de estos

    mismos

    obreros en áreas distintas de la vicia social, va a

    depender fundamentalmente

    de una lucl1a

    polltica

    y

    hegemónica;

    es decir, que el ciclo futuro de las

    relaciones sociales no aparece garantizado por

    nin

    gún principio a prlorí.

    No

    hay filosofla de la historia

    que permita. predecir el curso del capitalismo.

    Para terminar con este punto quisiera decir

    que, en

    muchos

    sentido$, somos hoy herederos de

    1968

    Creo que cuando se piense retrospectivamen-

    te los

    puntos

    de inflexión fundamentales

    en

    la

    his

    toria de las sociedades occidentales, se verá que

    1968 constituyó un

    punto

    tan importante como 1848

    y

    1789 En

    cada

    uno

    de estos

    momentos hubo

    una

    profundización radical en el proceso de la revo-

    lución

    democrática, que marcó profundamente las

    formas de constitución de las identidades

    colec

    tivas.

    2

    a historia como creación contingente

    ¿Qué

    lugar

    le darías entonces al

    concepto

    de

    clase

    en

    tu

    argumentación?

    ·

    Con respecto al término clase, creo que hay

    dos estrategias intelectuales posibles, ambas

    legitimas, aunque yo prefiero claramente una de

    ellas.

    Una primera consiste

    en

    entender por

    ciase ··

    sólo una de ias posiciones de sujeto que Inter-

    vienen

    en

    la

    constitución

    de las Identidades

    colec

    tivas. la posición de los agentes sociales en las·

    relaciones de

    producción,

    Este es

    el concepto

    mar-

    xista tradicional de clase y es el que yo personal

    mente mantengo. Pero una

    vez

    que se ha dicho que

    las clases

    son posiciones

    en

    las

    relaciones

    de

    producción, no se sigue nada acerca de las po-

    siciones que estos

    mismos

    agentes ocupan en

    otras relaciones socíales.

    Es

    decir, que la

    noción

    marxista

    de clase se mantiene, pero se ie

    quila

    todo efecto de determinación necesaria

    sobre otros

    niveles sobrEt lo que tradicionalmente se llamaba la

    superestructura ). La forma en que la posición en

    las relaciones de producción va a ser articulada a

    las otras posiciones depende fundamentalmente de

    una lucha¡ hegemónica . El concepto de hegemon

    fa

    es justamente

    el

    que introduce una cierta retota

    llzación

    -como

    horizonte

    porque

    como

    fun -

    mento ya he dicho que el concepto de toiaiiaaa es

    insostenible-

    en

    la constitución de bloques his

    tóricos e identidades colectivas.

    La otra estrategia es llamar

    clase

    no a las

    87

  • 8/16/2019 4-Laclau - Del Post-marxismo Al Radicalismo Democrático

    12/21

    22

    pos1c10nes en las relaciones de producción sino a

    los agentes concretos en tanto colectividades

    en

    lucha. t ~ o hay nada

    intrínsecamente

    erróneo en este

    planteo, excepto

    que

    entonces

    el

    concepto

    de clase

    pierde todo valor analltico. Porque como esos

    agentes sociales a los que

    se

    denomina "clase" no

    tienen una identidad que pueda aprehenderse a

    través de una referencia conceptual única, sino una

    identidad precaria, resultante de la articulación

    hegemónica

    de una

    pluralidad

    de

    posiciones

    de

    sujeto,

    "clase"

    significa

    tan sólo "esa gente que

    está alll".

    En este caso hay que apelar a otras

    categorlas n l í l l c ~ ...

    ¿La idea de movimient.o social?

    SI, por ejemplo, excepto que Touraine ya no

    t1abla de cli.\se.

    ¿Cómo analizas

    el

    probiema

    de la

    totali

    zación

    como

    una necesidad del proceso político?

    Oigamos lo siguiente: toda práctica articula-

    ' toria "tbtaliza" en cierta medida. Por

    ejemplo,

    si a

    través de un discurso político

    tratamos

    de crear

    una

    articulación permanente y estable entre -d iga

      os

    anli-sexlsrno

    y

    anti-capitalismo, estamos in-

    troduciendo

    un cierto horizonte de totalidad.

    Lo que estoy afirmando es que cada

    posición

    aislada no es una posición estable, ya que intenta

    articularla

    diferencialmente. Tomemos

    el caso de la

    cafda de

    /\ lende.

    Podemos verla

    como

    un vasto

    proceso por

    e

    cuai

    ios discursos

    dernocíáticos quo

    en

    Chile Clparecfan articulados a ciertas formas ins

    titucionaies,

    a ciertas prácticas y organización de

    los partidos, a cierto tipo de formación de las iden

    tidades colectivas, empiezan a experimentar un

    {

    23

    \ proceso de desintegración y desarticulación, hasta

    ei

    punto que la noción de democracia pasa a ser un

    \ significante absolutamente más débil en este con-

    \

    1 texto, y a ser progresivamente apropiado y arti

    culado por la derecha. O sea, que

    por

    un lado toda

    identidad, toda posición de sujeto es eminente

    ¡

    mente relacional, ya que aparece ligada a otras

    J

    posiciones y, por lo tanto, la forma en

    que

    esa

    ligazón se efectúa no

    es

    estable.

    Tornemos, en

    el

    caso del mundo anglosajón,

    un

    significante que aparece sometido a condiciones

    de

    intenso

    debate pol[tico: el significante

    "mujer".

    1

    Hay

    ciertos discursos

    que construyen la signifi

    / cac1ón de lo femenino como articulada a "familia",

    \

    "subordinación al

    hombre",

    "Mr. Reagan", etc.;

    otros que

    por

    el contrario intentan articular mu

    ieres, grupos

    oprimidos.

    grupos marginales,

    nuevas

    reivindicaciones,

    etc.

    El signif icante

    /

    "mujer",

    en sociedades en que el

    feminismo

    · a

    ¡

    pasado a ser un

    componente importante

    del debate

    1 polltico, es esencialmente inestable porque aparece

    sometido a las

    presiones

    hegemónicas de discur-

    \

    sos diversos que tratan de construirlo de manera

    . diferente. Toda subjetividad social y p ~ l l l i c se

    1

    i

    constituye a través de un proceso que es a la vez

    \

    relacional e intrínsecamente inestable. Hay cier-

    . ( ) tamente muchos significantes que son particular-

      ·vi

    mente

    estabfes en el

    lenguaje

    de

    nuestras

    socíe-

    \? dad es, pero son

    los

    menos

    importantes:

    "mesa",

    "silla",

    etc·.,

    tienen poca

    área de

    variación

    hege-,

    ,

    1 mónica. Pero desde

    el

    momento en que un sig

    \ \

    )

    nificante

    pasa a

    ser

    el

    meollo

    de 1u chas poi fticas y

    ~ \ \

    \ ?v soc i

  • 8/16/2019 4-Laclau - Del Post-marxismo Al Radicalismo Democrático

    13/21

    24

    ' tiplicidad de discursos hegemónicos que intentan

    construirlo diferencíalmente a través de la arti

    culación. Pero esta imprecisión conceptual, lejos

    ' de

    implicar

    la no operatividad del concepto, señala

    por el contrario su centralidad

    en

    nuestra cultura

    ·

    poiltica:

    por el hecho de ser muy importante es por

    lo que distintas fuerzas sociales luchan por he

    gemonizarlo

    y de este

    modo

    io ambigüizan y lo

    transforman

    en

    un

    significante flotante

    y poco

    ; precisable. Creo que esto es también lo que está en

    la ralz de la tan mencionada

    imprecisión

    de los

    slmbolos populistas.

    Como ves, esta concepción de la articulación

    hegemónica se opone directamente a la forma de

    tratar el problema ele las articulaciones aparen

    temente aberrantes,

    en

    ciertas corrientes marxistas.

    tales

    como

    la lukácsiana. Para éstas, si había

    ticulación

    entre, por ejemplo, racismo y

    anti-

    ,

    capitalismo por

    parte de

    los

    obreros, es porque

    se

    i

    trataba do

    falsa conciencia

    un concepto que se

    .·reduce a der.:ir que la gente no piensa lo que no-

    so.tros creemos que deberla pensar. Para

    nosotros,

    por el contrario, la posibilidad de articulación entre

    racismo y

    anlicapitalismo

    procede del hecho que en

    tre antirracísmo y anticapitalismo no hay relación

    necesaria, y de que el proceso de unificación de es

    tos

    dos

    1. .lltimos contenidos depende de una lucha

    hegemónica. Es decir, que la historia es creación

    contingente y no

    el

    progresivo despliegue de una

    esencia

    predeterminada desde

    el

    comienzo. Esto

    no$ lleva

    oor

    una oarte, si

    se

    ouiere, a una

    visión

    más pesimista y realista de ia 't1istoria: nada nos

    esta absolutamente garantizado. Pero, por

    otro

    lado, a un

    miiitantismo

    más radical, ya que la falta

    de garantías implica que sólo la lucha decidirá el

    futuro.

    5

    a exp nsión del im gin rio soci list

    ¿Cuál es el status que en tu discurso tiene la

    Idea del socialismo?

    \

    -

    O

    La

    idea clásica

    de

    socialismo

    presentaba a un

    --.

    " con¡unto de

    ideales

    de e m a o . c ~ ~ m e =

    L ; . ~ .JJDificaclos y garantizados

    por

    un proceso histórico·-==

    de :::arác er nece · . Se pensaba que la

    elimi-

    aclón de la alienación

    económica,

    que

    implicaba

    eí fin de la prehistoria humana, era al

    mismo

    tiem-

    po la base a

    partir

    de la cual una sociedad ente

    ramente libre

    podla

    ser edificada.

    MI primer de

    sacuerdo con este concepto de sociC1.1iSl1w es

    { ; - J o J + l - - F l - f ~ ~ Y - < ~ + u . J ~ . L - - 1 . l l l l . L J J , . , Q . . I J . . \ . L _ ~ e g u n la

    concepción clásica

    la

    lógica económica

    del ca

    pitalismo conducirla

    a un proceso revolucionario y

    a a

    posterior implantación

    de una humanidad

    finalmente liberada. Creo, por el contrario, que la

    eliminación

    de la propiedad privada de los medios

    de producción no es una base suficiente para

    realizar la liberación humana integral que el ideal

    clásico del soc ialismo postula. Uno puede perfec

    tamente imaginar una sociedad en ia cual la pro

    piedad. privada de los medios de producción ha sido

    eliminada

    y en la que, sin embargo, la represión a

    los homosexuales o la subordinación de las

    mu

    jeres

    continúan plenamente

    vigentes.

    Es

    decir,

    que

    los

    distintos aspectos

    del ideai

    socialista l l a -

    mémoslo

    as

    por

    el

    momento-

    han de ser reali

    zados,

    ellos

    tienen que ser el resultado de la

    movilización especifica de cada uno de los grupos

    interesados en las diversas reivindicaciones. De la

    89

  • 8/16/2019 4-Laclau - Del Post-marxismo Al Radicalismo Democrático

    14/21

      6

    misma manera que la liberación de los trabajadores

    ha de ser la obra

    de

    los trabajadores mismos, es

    sólo la

    organización

    de las mujeres la que va a

    hacer posible la superación de la

    condición

    fe

    menina subordinada que existe

    en

    nuestra so

    ciedad, y es la

    lucha

    de los

    distintos

    grupos

    li

    gados a las

    poblaciones marginales,

    a las reivin

    dicaciones culturales, a las minarlas sexuales, la

    que va a

    permitir

    crear una sociedad

    en

    la que estas

    formas de

    subordinación no

    existan.

    O sea, que respecto al

    tipo

    de unidad existente

    entre los varios componentes del ideal

    clásico

    del

    socialismo, uno tiene que pensar en los

    mismos

    términos de contingencia

    hegemónica

    que utili

    záramos

    al

    referirnos a la articulación de las po

    siciones de sujeto. Hay un punto

    que

    me parece

    importante subrayar

    en conexión con el

    problema.

    \

    .

    El

    término s o c i a l ~ "

    m b . l g . u 0 p . o r ~ a z o n e . s . .

    s1m

    n dujéramos en la conexión con

    ·. , la

    a ·

    r

    rl8 ".

    Por un

    ·

    I

    Ll¡vVv

    \lado,

    por socialismo

    se

    ha eote.ndi.d-G-todo-llp.o_de

    l_t 'reivindíc3ciones antisistems que se muevan

    e1+-1J.Aa

    . direcció ·- · · · -

    er+te.A=-

    l \¡ dido n

    modo de o r ~ c i é n de las r n l ~

    · /:productivas fund La alirninaci-ó+l--de la pra-

    l

    :

    ieda privada de los medios de prod11cción. Y aqul

    es necesario

    poners acuerdo:

    cgmo las otras

    1 crac ones" no van a ser ei res11ltado necesar.io..

    .-de

    esta

    última elimin b.am.

    1en e

    rm1110

    "socialismo" es definido en un -

    'sentido

    amplio abarcando la totalidad de sus

    ideales emancipatorios iniciales entre los cuales,

    sin embargo, ya

    no existe ningún vinculo

    nece-

    \

    . sario, o se lo

    define

    en

    sentido restrictivo

    como la

    socialización

    de los medios de producción. Per

    sonalmente de la

    misma

    manera que con ei

    J término "clase", que con

    el

    1érmino "capitalismo"

    7

    -c reo

    que

    es

    necesario. para

    introducir

    algún nivel=

    de rigor

    c ~ c e p t u a l ,

    elegir la_d.efinición restriogida =

    El socialismo

    es una ucha parcial, encaminada a la

    eliminación de la propiedad privada de los medios

    de producción

    que

    es la fuente de numerosas

    desigualdad.es y formas de

    subordinación-

    pero

    librado a si mismo, no se

    encamina

    a la superación

    de aquellas

    desigualdades

    y formas de

    subordi

    nación que son aíenas a su esfera y con las que es

    tuvo tradicionalmente asociado.

    El

    intento de una

    radical eliminación de las desigualdades, que en

    globa al socialismo como

    uno

    de sus

    c o m p o ~ e n t e s

    restringidos, pero es mucho más amplio y no re

    conoce limitación de esferas creo que aparece i

    planteado mejor

    a través del

    término

    "revolución ,

    Jemocrálica". Es

    a esto proceso ui que se liga

    el

    proyecto

    de una

    democracia

    radical,

    cuyo concepto

    he intentado

    formular

    conjuntamente con Chanta .

    d

    En

    tal sentido, el socialismo no tiene que presen

    tarse corno

    modelo

    de sociedad,

    sino por

    el

    con

    trario,

    como un coníunto de demandas

    concretas

    por la abolición de formas de subordinación deter

    minadas

    en la esfera

    económica.

    Pero el proyecto de una éliminación más global

    de las formas de subordinación y de desplazamien

    to del imaginario igualitario a zonas sociales cada

    vez más amplias, sobrepasa en mucho a la libe

    ración económica lmpl

    lcita

    en la noción de so

    cialismo.

    Quisiera en este punto añadir algunas preci

    siones al concepto de democracia radical que

    hemos

    elaborado en

    nuestro libro,

    y que

    prolonga

    en iérminos de una teoría de ia hegemonía ciertas

    tendencias del pensamiento francés contempo

    ráneo

    -especialmente

    los trabajos de Claude

    Lefort-. Antes de la Revolución Francesa domi

    naba un imaginario poi ltico de carácter fundamen-

    90

  • 8/16/2019 4-Laclau - Del Post-marxismo Al Radicalismo Democrático

    15/21

    28

    talmente jerárquico; es decir, que

    las

    reivindica

    ciones sociales políticas

    se planteaban en

    tér

    minos

    del derecho de cada

    sector

    a

    ocupar

    su

    lu

    gar

    específico dentro

    de una

    jerarqula

    social univer

    sal. Las

    reivindicaciones

    de

    los campesinos

    fren

    te a

    los

    señores, por

    ejemplo,

    procedían de que

    los señores

    transgredian

    los derechos campesinos

    consuetudinarios; eran

    por tanto reívindicaciones

    defensivas del status diferencial del campesino,

    que

    no cuestionaban

    las

    categorías señor y

    campesino

    corno tal. Es

    solamente

    con la Re

    volución Francesa que se introduce la idea de

    una

    igualdad

    humana sin distinciones,

    con

    esto

    las

    formas de la

    racionalidad política y

    de la

    lógica

    polltica,

    sufren una transformación

    decisiva. Con la

    Revolución Francesa el áre i rle

    ejercicio

    de esta

    lóaica igualitaria

    es aún

    restringida: se

    limita al

    campo

    de la

    ciudadanía.

    Pero

    con

    los discursos

    socialistas

    del síglo XIX hay un

    desplazamiento

    de

    este

    imaginario igualitario

    del

    campo

    de la

    política

    al

    campo

    de la economla. El socialismo se cons

    tituye como momento

    de un arco

    temporal más

    vasto

    que

    abarca el conjunto de la

    revolución

    democrética.

    Y en las

    sociedades

    presentes

    vemos

    el

    desplazamiento

    del

    imaginario democrático

    -igualitario,

    de las

    dos

    áreas a las

    que estuvo con

    finado originariamente,

    a relaciones

    sociales

    cada

    vez

    más

    vastas.

    El

    fenómeno

    de

    los

    llamados

    nuevos

    movimientos sociales

    puede as

    ser visto

    como un

    nuevo

    momento

    en este

    proceso

    de

    ex

    pansión y radicalización

    de ia

    revolución demo

    crática.

    Por

    eso decía antes

    que

    1789 1848

    y

    1968

    dnn

    ' 'r

    "ic:-•o"

    ... ..q-. .. ...... hitnc -

    rlo,...¡ ¡,,nc:-

    nn ni l\1-:=:in

    ¡JL Vtt

    >VI

    l l.Jl

    >

    l l l tll\ .VV .._..VVl - l V\.J

    v11

    . . . \ A t ~ t t

    ce

    hacia

    un nuevo

    modo de construcción

    de

    lo

    social.

    Es en este

    sentido que

    el ideal socialista

    como

    mito

    social

    en el

    sentido soreliano

    que

    desde

    luego

    no

    constituye ningún matiz

    peyora-

    29

    t1vo: la

    dimensión

    imaginaria

    es constituyente

    esencial de toda relación social- debe ser refor

    mulado

    y

    ampliado.

    Y esto crea la base no sola

    mente para una

    crítica

    de las formas de dominación

    ideológica, social y

    económica

    del mundo

    capi

    talista, sino

    también

    de.las limitaciones

    racionales

    GOn que

    nos

    enfrentan los

    llamados

    socialismos

    realmente existentes . Hoy

    contamos

    con la po

    sibilidad

    de constituir

    un imaginario igualitario

    y

    libertario mucho

    más radical que todo lo que haya

    sido concebido

    en el pasado.

    La

    formulación

    que con Chanta hacen de la

    idea de

    revolución democrática,

    ¿no tiene una

    rein

    troducción de una idea de

    finniismo?,

    es

    decir,

    ¿de

    una

    acción

    humana que tiende hacia la libertad,

    hacia la

    emancipación

    humana? De

    alguna

    manera,

    eso estaría en

    contradicción

    con una idea

    que

    expresabas

    antes,

    de la falta de

    sentido prefijado

    del

    conjunto

    de

    disputas

    hegemónicas que

    se

    plan

    tean.

    La

    centralidad

    que sigue

    ocupando

    en la

    noción de democracia

    radical la

    noción

    de

    orden

    natural, vuelve a plarttearse

    como

    la matriz en la

    cual se

    forma

    el

    pensamiento

    político

    moderno

    y a

    partir de

    la cual es

    posible pensar

    este

    desplaza

    miento

    de

    urt imaginario igualitario desde

    su reivin

    dicación

    en derecho político hasta su

    reivindica

    ción

    en

    derecho económico

    y hasta su

    lectura más

    contemporánea

    todavía, como

    reivindicación

    de

    gru

    pos que se constituyen sobre la base

    de

    identida

    des

    que

    escapan a

    la

    identidad

    política tradicional. ..

    Creo que las dos preguntas

    plantean

    pro

    blemas importantes

    y emparentados.

    Respecto al

    finalismo,

    creo

    que

    tenemos

    que

    distinguir aquí

    dos

    aspectos. Uno es

    la cuestión

    de

    91

  • 8/16/2019 4-Laclau - Del Post-marxismo Al Radicalismo Democrático

    16/21

    3

    si ha

    existido

    un proceso

    histórico

    objetivo, que ha

    / o p e ~ d o durante

    los

    últírnos 200 años, por

    el

    que ha

    hab1ao, en los hechos, este desplazamiento del

    imaginario democrático. Un

    segundo

    aspecto que

    creo está a la base de tu preocupación y que no

    tiene que ser confundido con el

    primero- es

    si es

    te proceso opera con una dirección prefijada y un

    punto de arribo de carácter teleológico.

    Respecto

    al

    primer aspecto

    respuesta

    es

    si

    y respecto

    al

    segundo es no. Pienso que una

    vez

    que

    el

    íma-

     

    ginarío

    igualitario surge

    en

    cierta

    área central dé

    \ relaciones sociales es muy diflcil

    -especialmente

    en períodos de

    disolución

    creciente de las rela

    ciones sociales

    tradicionales-

    es muy difícil,

    digo,

    una

    vez

    que

    se

    ha

    producido

    este primer

    surgimien

    to del imaginario igualitario, evitar que

    se

    expanda

    crecientemente hacia otras áreas sociales. Toc

    queville habla

    visto

    muy bien

    en el

    siglo XIX que

    una vez que los hombres aceptan la legitimidad de

    la igualdad corno criterio

    en

    cierta área de rela

    ciones sociales,

    es muv

    diflcil evitar que

    los mis

    mos

    criterios comiencen

    a expandirse a otras áreas.

    Uno de

    los

    casos que hemos mencionado

    en

    nues

    tro

    libro

    es el de Mary

    Wollstonecraft,

    la primera

    teórica del

    feminismo

    inglés, que a

    principios

    del

    siglo XIX intentó d8splazar los principios iguali

    tarios

    irnpl icitos en los derechos del hombre y dei

    ciudadano, de las

    relaciones

    ciudadanas a las

    relaciones de subordinación sexual de las mujeres.

    Y el desplazamiento ocurre igualmente

    en

    otras

    áreas.

    Este

    proceso

    puede ser

    descrito como

    un

    proceso objetivo que está teniendo lugar anie nues

    tros

    ojos,

    sin que

    implique

    necesariamente un

    finalismo

    en

    el sentido teleológico

    clásico (por

    ejemplo,

    en

    el sentido de la sernilla que necesa

    riamente evoluciona hacia la forma árbol). Porque

    3

    este desplazamiento del imaginario igualitarto no

    avanza

    hacia

    ninguna forma determinada, ni mucho

    menos, unificada. l imaginario o lógica del

    igualitarlsmo corno lógica de construcción de las

    relaciones sociales- puede avanzar

    en

    las direc

    clones más diversas hacia objetivos ultraconser·

    vadores como hacia objetivos absolutamente liber

    tarios.

    Por

    ejemplo,

    una vez que se acepta

    el

    derecho

    de

    todo hombre

    a , éste puede ser cons

    truido

    también como

    el derecho de los padres a en

    viar a sus hijos a las escuelas privadas,

    el

    derecho

    de los

    empresarios

    a recibir una retribución de

    acuerdo

    a ciertas pautas, etc. El imaginario

    igualitario no avanza hacía un contenido que sería

    una liberación total concebida como estadio final.

    homogéneo

    y

    unificado,

    sino que puede avanzar en

    dirección absolutamente divergente. No hay un

    finalismo predeterminado.

    Simplemente,

    a partir de

    cierto

    momento

    la lógica del igualitarismo pasa a

    ser

    muy importante

    para la

    comprensión

    de cual·

    quier significación social o para la construcción de

    cualquier significado

    social.

    Pero la

    dirección

    de

    este proceso permanece

    en

    gran medida Indeter-

    minada. ·

    Esto nos lleva a la segunda pregunta. Las

    primeras

    teo¡las de

    la

    democracia, en el siglo XVIII,

    aparecen efectivamente ligadas a la

    postulación

    positiva

    de una naturaleza humana.

    s

    decir, que la

    liberación

    implicada

    por

    fa

    revolución democrática.

    tal como era

    concebida por

    estos

    teóricos,

    era

    el

    avance hacia

    el

    pleno

    ejercicio

    y

    despliegue de una

    naturaleza humana que las relaciones sociales exis

    tentes distorsionaban y

    ie

    impedlan axprnsarse,

    y

    que

    constitufa

    el fundamento positivo

    y

    racional de

    todo el proceso de

    cambio.

    Esto puso

    lnmedia·

    lamente

    al

    pensamiento democrático frente a

    92

  • 8/16/2019 4-Laclau - Del Post-marxismo Al Radicalismo Democrático

    17/21

    3

    paradojas

    difícilmente

    superables. Por

    ejemplo,

    puso a Rousseau frente a la paradoja de tener que

    afirmar, respecto

    a

    situaciones

    en

    que

    la

    gente

    defendiera sus derechos democráticos

    a

    luchar por

    objetivos

    que iban

    contra

    la naturaleza

    humana

    postulada por

    el

    iluminismo, que los hombres

    lenlan que ser obligados

    a ser libres.

    En

    el

    planteo

    que

    estamos haciendo

    es este

    tipo

    de paradojas el

    que intentamos precisamente evitar. No

    hay

    nin

    guna

    naturaleza

    humana como fundamento

    del

    proqeso; lo

    que hay son derechos que histórica

    mente

    se

    construyen, históricamente se adquieren

    e

    históricamente se

    defienden.

    El "hombre" sin

    distinciones,

    como

    sede de derechos

    no

    sim

    plemente como entidad

    puramente

    religiosa, em

    pieza a existir a partir de

    cierto

    momento

    entre

    los

    siglos XVII y XVllL Y

    ésla

    fue una compleja cons

    trucción discursiva.

    A

    partir

    de esta construcción

    discursiva,

    que fue

    un punto noc.Jal fundamental

    en

    la

    constitución

    de la

    modernidad,

    se

    procede

    en el

    siglo

    XIX

    á

    la "humanización" de multitud de

    otras

    relaciones sociales. Estos

    derechos

    de;nocráticos

    no se fundan en un orden

    prediscursivo que los

    discursos

    simplemente

    reconocen

    sino

    que, al

    con

    trario, son

    los

    mismos discursos y

    prácticas

    so

    ciales los que

    los construyen.

    Ahora

    bien, en este

    punto

    podria formularse

    una

    pre.gunta

    bastante

    obvia: ¿por qué, en este

    caso,

    defender

    más

    ciertas reivindicaciones

    que

    otras,

    por qué tratar de·unir

    a

    algunas

    de ellas en

    torno

    a

    un

    objetivo

    po r

    ejemplo,

    la

    democracia radical

    y

    no urm as

    n

    \orno

    a

    obietivos diferentes

    pero

    igualmente

    depencJientes de una

    lógica igualitaria?

    Mi

    respuesta

    es que

    sólo

    puede

    haber argumen

    tación a

    partir

    de una

    situación, nunca sub species

    aeternitatis.

    Podemos

    argumentar en defensa

    de

    ciertas soluciones sociales

    y

    políticas, sin que

    33

    podamos

    basar nuestros

    argumentos

    en ningún

    funclarnenlo

    ontológico último. Esto

    es,

    por

    lo

    derrn ls lo que hacemos en

    fa

    vida cotidiana.

    donde

    fundamentamos

    nuestras

    decisiones en l a

    vero-

    similitud de

    ciertos argumentos

    y rara vez en fa

    apodicticidad

    de los

    mismos.

    Defendemos

    ciertas

    posiciones políticas

    a

    diferencia

    de

    otras porque

    pensamos

    que

    hay

    ciertos

    valores

    que

    las

    prácticas

    a las cuales nos

    estamos oponiendo, niegan.

    Al

    mismo tiempo

    podemos fundamentar

    estos valores

    en otros valores, pero esta regresión de unos a

    otros tiene que detenerse en

    algún

    punto y este

    punto

    será siempre más o

    menos arbitrario.

    Re-

    cuerdo un eíemplo

    de los lacanianos,

    que

    dicen

    que

    los diccionarios

    son siempre

    tautológicos, porque

    si

    buscamos

    el

    significado

    de una palabra, esto

    nos

    explica

    en

    otras

    palabras,

    estas últimas

    re-

    miten

    a otras,

    etc., y el

    proceso nunca se

    cierra.

    Ahora bien, yo creo que toda

    argumentación social

    o

    polltica

    es un proceso

    que

    nunca

    se cierra,

    por

    que si se cerrara en

    algún

    punto

    habrlamos

    fijado

    el

    sentido de

    toda

    la serie y de este

    modo habrfamos

    determinado

    una esencia a

    priori

    de lo

    social.

    Y es

    e x a c t a ~ e n t e

    en e

    rechazo de esta posibilidad c¡ue

    todo mi argumento

    está basado.

    erdad verosimilitud en l

    construcción democrátic

    Quisiera

    Incorporar

    una

    pregunta que

    me surge

    frente a

    lo

    que estás

    diciendo.

    Si no

    hay

    un rasgo

    filosófico

    racional que

    suponga

    una

    naturaiaza

    humana

    democrática

    orientada hacia la

    Igualdad

    y

    si,

    por

    lo

    tanto,

    la

    constitución histórica demuestra

    que lo que preceda

    al desplazamiento

    da lo

    lma-

    93

  • 8/16/2019 4-Laclau - Del Post-marxismo Al Radicalismo Democrático

    18/21

      4

    ginario

    hacia el

    igualitarismo

    y la

    democracia,

    es el

    discurso, ¿de dónde arranca

    entonces

    ese

    fun

    damento

    de la

    democracia

    radical

    que

    postulas?

    Creo que es preciso distinguir, por un lado, lo

    que

    podriarnos llamar

    la

    lógica operativa de

    la

    equivalencia

    igualitaria y por otro lado, los

    con

    tenidos

    entre

    los

    cuales esta

    equivalencia iguali

    taria opera. Porque, segun

    hemos dicho, corno

    la

    equivalencia igualitaria

    puede avanzar en

    direc

    ciones

    diversas y no provee

    por

    tanto,

    en cuanto

    tal, la

    dirección

    del proceso, hay que

    decidir,

    sobre

    la base de un

    argumento diferente,

    por qué· uno

    quiere hacerla avanzar

    en una dirección

    más que en

    otra.

    Estos

    dos niveles de

    argumentación e l

    que

    poderr.os

    llamar

    formal en

    cuanto lógica

    general de

    la

    equivalencia igualitaria,

    y el que podernos llamar

    material, en cuanto

    elección de

    los contenidos

    sobre

    los cuales

    la

    lógica

    igualitaria opera-

    aun

    que se mezclan

    constantemente

    en

    la argumen

    tación polilica,

    es

    importante mantenerlos

    ana

    liticamente separados.

    En

    cuanto

    a

    los motivos

    últimos de la

    elección

    de

    ciertos contenidos

    "materiales"

    sobre

    los

    que la

    equivalencia

    de

    mocrátíca

    debe operar, me

    remito

    a

    mi respuesta

    anterior acerca de la imposibilidad de un cierre

    final.

    Toda lógica

    polltica

    es el

    movimiento

    de un

    argumento a otroª. gumento y es

    esto

    precisar1en

    te lo

    que

    funda la indeterminación

    propia

    de la

    lógica

    democrática

    en el

    proceso

    de construcción

    ·

    de

    argumentos

    y

    significaciones políticas.

    .1\hí

    en 0nces

    yo

    preguntaría.

    ¿entonces

    la

    democracia

    aparece

    como

    un

    valor

    puramente ar

    bitrario ...? O sea, entre

    democracia

    y totalitarismo,

    ¿cómo

    haces tú la evaluación en

    términos

    de

    bueno

    o malo,

    moral.

    ..

    5

    Nuevamente, es

    preciso determinar el sentido

    de tu

    pregunta.

    Si es

    una pregunta

    ontolóqica acer

    ca de cómo elegir, en

    términos

    de certeza

    más

    apo

    díctica,

    entre un régimen

    totalitario

    y un

    régimen

    democrático,

    la

    respuesta

    es

    imposible.

    Si tú

    dices

    que en uno

    existe libertad

    y en el

    otro

    no,

    tienes

    que

    explicar

    por qué la

    libertad

    es mejor

    que

    la

    opresión; esto

    a su vez

    implicará otras elecciones

    que

    requieren a su vez ser

    fundadas

    y

    rápidamente

    se

    entra

    en

    un

    proceso

    de regresión

    infinita.

    Pero si

    la

    tuya

    es una

    pregunta

    teórico-polltica acerca de

    ·por

    qué

    -dado un conjunto de valores

    y supuestos

    aceptados

    por

    un

    grupo-

    un régimen

    democrático

    es

    mejor

    que un régimen

    totalitario, entonces mis

    razones pueden

    aducirse

    para

    preferir

    el

    primero.

    Perrnllcme por

    lo demás recordarle que la

    diferen

    cia entre democracia

    y tolé.ditarismo reside pre

    cisamente,

    en\re otras

    cosas,

    en las distintas

    am

    biciones "epistemológicas"

    de

    ambos

    pos ele

    régimen,

    como

    lo ha

    registrado Lefort.

    La

    demo

    cracia

    es

    funclamenlalmenle ambigua

    e

    indeter

    minada,

    en la medida en que

    niega

    la existencia de

    un punto de la

    sociedad

    a

    partir

    del cual la verdad

    hablarla sin mediaciones;

    el

    totalitarismo, al

    con-.

    trário, se

    funda

    en

    el milo

    de la

    sociedad transpa

    rente:

    hay un

    punto privilegiado

    del

    tejido social

    l a ciase, el

    partido,

    etc. que es episternológica

    rnente

    privilégiado

    ya que en

    él

    se fundan saber y

    poder. Fundamentación

    apodlctica última y de

    mocracia son, por tanto, conceptos incompatibles.

    .

    ..

    Es

    decir,

    la naturaleza

    humana

    está

    llamada

    a

    ser democrática

    o

    llamada

    a ser

    regida por un

    sacerdote ...

    Claro,

    todo está

    en saber

    desde

    el

    comienzo el

    carácter

    limitado

    de

    toda respuesta.

    Vuelvo al

    pun-

    94

  • 8/16/2019 4-Laclau - Del Post-marxismo Al Radicalismo Democrático

    19/21

    36

    to anterior:

    es

    necesario

    distinguir entre

    un

    ar

    gumento que intenta probar la verosimilitud

    de

    una

    conclusión que tradicionalmente corresponde al

    campo

    de la

    retórica-

    y un

    argumento

    que

    trata

    de

    demostrar su verdad que pertenece

    al

    campo de

    la

    lógica.

    En un

    razonamiento

    de

    tipo lógico trata

    mos

    de

    determinar

    lo

    que es absolutamente

    verdade-

    ro frente a lo

    absolutamente

    falso. En un argumento

    de

    verosimilitud

    se trata, al

    contrario,

    de

    proveer

    razones que den más

    peso

    a una

    decisión que

    a

    otra. Aristóteles

    distingula entre una razón de

    tipo J

    teórico, que se

    funda en los principios de la lógica,

    la razón especulativa, y

    una

    razón práctica. o de

    buen

    sentido, con

    la

    que

    decidimos

    en cada

    cir

    cunstancia

    de

    nuestras

    vidas.

    Ahora

    bien, en políti

    ca,

    en

    el

    95% ele

    las

    circunstancias estamos utilizan

    do

    argumentos

    de

    razón

    práctica.

    ...

    en

    el caso concreto la

    democracia partiría

    de

    la razón

    práclica ..

    o sea, en el caso chileno, la

    democracia

    empieza a

    parecer

    cada vez

    más como

    un valor a

    partir ele

    una

    práctica

    que ha

    negado

    una

    serie de

    fenómenos

    fr,..nte a los cuales la

    d e r n o ~

    cracia aparece

    como

    una realización ...

    Exactamente, y por eso mismo me parece

    que

    el

    fundamento

    más

    importante que s

    le

    puede dar

    a la

    democracia

    en

    Chile

    es que haya

    una

    gran

    pluralidad

    de espacios

    discursivos, respecto

    a los

    cuales

    aquello

    a que

    1 ª democracia

    se p ~

    9-parezca

    como

    algo

    que

    hay que superar: es

    deC ,[

    gue desc e

    la

    tor l J [a la

    arbitrariedad económica y

    la

    'corrunc.ión hasla

    las

    limitaciones§.

    Ja

    expresión

    del

    pensarnjento

    haya gcio

    un

    tejido arg111r1eolat ivo

    en

    esa sociedacl, que

    ap nte

    en una dirección der

    r

    moc@ lca.

    Porque es as como la hegemonia

    de

    un

    sentído

    cornl"1n

    democralico

    se

    construye.

    La

    37

    defensa

    de la

    democracia

    a partir de un razona

    lniento analllico

    abstracto, divorciado

    del

    s n t i f f o ~

    común

    de las m aca ctar__

    so 1

    ez

    a un §.i;;tema polltico

    Si en

    cierto momento

    la gente empieza a

    ligar

    la

    experiencia

    de

    la

    de

    mocracia como sistema

    a la

    violencia,

    a la

    ines

    tabilidad,

    al no saber lo que

    va

    a

    ocurrir mañana ..

    bueno, ese t ipo de

    angustias

    puede

    fácilmente

    llevar

    al

    colapso

    de

    todos los

    valores

    democráticos,

    Por

    el contrario,

    la

    democracia

    se afianza a través

    de la proliferación y

    expansión

    de una multiplicidad ;

    de

    espacios

    y

    discursos concretos,

    nunca a

    partir ¡

    de

    razonamientos abstractos

    y

    unificados.

    1

    Este es el

    punto

    en

    el que

    creo

    que

    en

    ciertos

    aspectos, paradójicamente,

    un

    pensamiento

    de

    mocrático radical se acerca

    hoy

    dla más

    al

    pen

    samiento

    conservador

    del siglo XIX que al pen-,

    samiento

    liberal.

    Estoy pensando

    especialmente

    en

    el

    pensamiento conservador inglés

    un

    Burke,

    por

    ejemplo-

    ya

    que él

    parte de una

    teorla

    de la

    imper

    fección humana,

    y, en la

    medida

    en que

    los

    hom

    bres son

    imperfectos,

    las soluciones políticas y

    los

    arreglos institucionales tendrtan

    siempre

    que ser

    pragmáticos. Ahora bien, no hay nirigún motivo

    para

    que

    esta

    visión

    pragmé'.itica de la pol tica se

    ligue exclusivamente

    a

    prácticas conservadoras;

    puede

    ligarse también

    a

    una

    transformación de tipo

    d e m o c r á t i c o ~ r d i c l

    o socialista, en la

    medida

    en

    que

    esta

    última

    se

    base no en la

    idea

    de un

    dominio

    sobre el significado último de la

    sociedad,

    sino de

    una serie de avances que en ciertos momentos

    puedan llevar a rupturas, eso nunca se sabe

    de an

    temano-

    pero en

    todo

    caso

    supone siempre

    un

    poder

    que se

    construye pragíí áticarncntc

    3

    partlr

    de

    relaciones

    sociales

    dadas.

    Política

    -

    bricolage. Es

    decir, que

    creo que

    renunciar

    a la ídea de un

    poder

    politico

    que

    tenga un caracter fundacional

    respecto

    95

  • 8/16/2019 4-Laclau - Del Post-marxismo Al Radicalismo Democrático

    20/21

      8

    a lo socié11 es la

    primera

    condición de

    una sociedad

    democrática.

    Es en esta

    dirección

    en que creo

    que

    se podria prolon9ar el argumento en lo que respec

    ta a la

    quiebra de

    las

    dictaduras latinoamericanas,

    acerca de

    cómo los aspectos democráticos que se

    van

    abriendo

    y construyendo

    son

    incipientes, di

    fíciles,

    precarios, incompletos, y

    decir algo más

    en

    positivo

    acerca

    ele

    la

    consolidación

    de los re

    gimenes democráticos.

    Tú has

    afirmado

    varias veces

    que

    en tu ar

    gumentación no se puede afirmar nada positivo

    sobre lo

    social,

    sobre la forma a seguir

    de lo so

    cial

    Yo

    no

    he dicho

    que

    no se puede afirmar nada

    positívo

    respecto a lo

    social. Lo

    que he

    afirmado es

    que no se puede

    fundar el analisis social

    en

    una

    esencia a

    priori

    de

    carácter positivo. Si tiJ quieres,

    que

    la sociedad

    en

    general

    no es un

    objeto

    ie

    gltimo

    de

    discurso.

    Pero es

    perfectamente

    posible

    hacer

    afirmaciones positivas

    acerca de

    sociedades

    y

    situaciones concretas.

    ...¿pero eso está

    fundado

    en qué?

    ...

    En

    la multiplicidad y complejidad histórica

    que

    constituye una sociedad determinada. Incluso

    las

    abstracciones

    sólo adquieren su sentido

    a través de

    su

    referencia

    a

    los complejos institucionales

    en

    los

    que están inscritas. Si uno dice por ejemplo todos

    los

    hombres son iauales

    ante la ley , uno

    formuia

    -- - - - > - - : ~ : ~ n h ~ l : : ; r - t n n t :> Ín

    Pmh;:irnn

    t iene

    Una

    ll ~ J l l l l L t l t J V

    C A U V l . . 1 \ . . A - ' ~ -1 ........... ._ . , ,

    ···

    . : ;J

    - -

    realidad

    concreta,

    ya que se

    materializa

    en códigos,

    en instituciones, en el Poder

    Judicial,

    en

    una

    can

    tidad de

    prácticas

    a través de las cuales estas abs

    tracciones

    pas;rn a

    organizar ciertas

    rel ac Iones

    9

    sociales.

    Es por eso que te decla antes

    que

    se

    puede razonar y

    argumentar

    desde

    dentro

    de una

    tradición

    y a

    partir

    de una

    situación

    pero no al

    mar

    gen de toda tradición o

    situación.

    Es por eso

    que

    el

    principio de

    igualdad, por ejemplo,

    al

    que nos

    referiamos

    antes,

    sólo

    puede ser

    defendido

    y ser la

    base de argumentos opuestos a

    partir

    de contextos

    históricos determinados que

    le

    dan su sentido.

    Claro,

    bueno,

    el

    problema

    que se

    presenta

    ahí.

    ..

    por

    qué

    la

    igualdad

    va a ser más válida o

    mejor

    que

    la

    jerarquía

    y la

    desigualdad.

    Planteada, as ,

    en abstracto,

    ésta es

    una

    pregunta

    imposible de responder. Es imposible

    pl0ntear el problema

    corno si se tratara

    ele un

    universo platónico: ¿La idea abstracta de

    igualdad

    /

    es

    mejor

    o

    peor que

    la iclea

    abstracta

    de

    jerarqu[a?:

    Esto no tiene

    respuesta posible,

    entre

    otras

    cosas :

    porque

    no hay

    forma de organización social po sible

    ·

    que

    no combine, de modo diverso y en distinta

    medida, ambos

    principios.

    Como

    sabes,

    todo

    el

    debate acerca

    de

    la

    democratización

    del

    proceso

    de

    producción o la

    democratización

    de las institu

    ciones

    educativas

    no

    ha llevado en

    ningún

    caso a

    eliminar

    en un

    cien por ciento el principio

    de

    jerar

    quía.

    Cómo lo s dos principios

    pueden

    llegar

    a

    com

    binarse sólo

    puede

    determinarse por

    referencia a un

    contexto. Un argumento o un conjunto de ar

    gumentos-

    que tiende

    a

    defender

    un

    proceso

    de

    democratización creciente

    de las

    sociedades

    la

    tinoamericanas, por tanto,

    es un

    argumento

    que si

    ha

    de

    ser más

    que

    un slogan tiene aue

    acompañar

    la

    experiencia de

    las masas y

    no formularse

    en

    términos

    de la

    lógica interna

    de un

    razonamiento

    abstracto.

    Hay que

    argumentar por ejemplo,

    en

    términos

    de la

    explotación

    y

    violencia

    polltica

    exis-

    96

  • 8/16/2019 4-Laclau - Del Post-marxismo Al Radicalismo Democrático

    21/21

    4

    tente en ciertas rn[1iones, del derecl10 a organizarse

    de sec.tores de la .

    o b l a c i ó n ' sometidos ~ . e s t a

    violencia de la v1ab1l1dad de un

    sistema

    po 1l1co y

    económico distinto que reemplace al actualmente

    vigente en esas áreas, etc. Y así para cada sector

    de la sociedad.

    Todo

    esto supone

    el

    desarrollo de

    complejas lógicas

    y

    discursos argumentativos

    de

    tipo

    económico

    político ético et'c .. y es través de

    esta

    complejidad como

    se va

    constituyendo

    una

    tradición popular de luct1a y de gestión del poder

    que puede en ·cierto momento modificar las rela-

    ciones

    hegemónicas

    al nivel de la sociedad

    global.

    Y

    como