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1 23 Conferencia y Asamblea General de la Asociación Internacional de Estudios en Comunicación Social (AIECS) Sección: Economía Política / Political Economy Presidente: Graham Murdock Session Four: Cultural Labour: Altered Times / New Questions? Chair: Graham Murdock, Loughborough University, UK. Comunicación: Las Editoras de Prensa en el Mundo Digital / Press Editors in a Digital World Luis Alfonso Albornoz [email protected] La creciente diversificación de la prensa on line La salida de las publicaciones de prensa diaria a la arena de la WWW, a mediados de la década del noventa, conoció, en un principio, una fase de mimetismo en la cual las empresas editoras comenzaron a colgar , con muy pocos recursos, “ediciones espejo” de las ediciones impresas. En general, estas ediciones, realizadas por un puñado de trabajadores provenientes del sector informático y algún que otro periodista profesional, eran versiones reducidas de las ediciones impresas, puesto que se llegaban a volcar en la Red sólo algunas de las noticias publicadas en papel. Esta fase, plagada de ensayos (con sus éxitos y fracasos), ha estado marcada por la necesidad de captar nuevos lectores y por el temor al transvase de los lectores de la edición impresa. Pese a no contar con un modelo de negocio definido, ya que la mayoría de los diarios on line contaron con su gratuidad como carta de presentación, había una clara conciencia que se debía estar en la Red. Esta fase de mimetismo pronto dio lugar a una segunda etapa, en la cual los editores comenzaron a concebir publicaciones originales para la Red que procuraran explotar las tres características principales de Internet: la navegación, la hipertextualidad y la

23 Conferencia y Asamblea General de la Asociación ... · y de productos: buscadores de información y/o sitios, información especializada (cotizaciones en bolsa, últimas noticias,

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23 Conferencia y Asamblea General de la Asociación Internacional de Estudios en Comunicación Social (AIECS)

Sección: Economía Política / Political Economy Presidente: Graham Murdock Session Four: Cultural Labour: Altered Times / New Questions? Chair: Graham Murdock, Loughborough University, UK. Comunicación:

Las Editoras de Prensa en el Mundo Digital / Press Editors in a Digital World

Luis Alfonso Albornoz

[email protected]

La creciente diversificación de la prensa on line

La salida de las publicaciones de prensa diaria a la arena de la WWW, a mediados de la

década del noventa, conoció, en un principio, una fase de mimetismo en la cual las

empresas editoras comenzaron a colgar, con muy pocos recursos, “ediciones espejo” de las

ediciones impresas. En general, estas ediciones, realizadas por un puñado de trabajadores

provenientes del sector informático y algún que otro periodista profesional, eran versiones

reducidas de las ediciones impresas, puesto que se llegaban a volcar en la Red sólo algunas

de las noticias publicadas en papel.

Esta fase, plagada de ensayos (con sus éxitos y fracasos), ha estado marcada por la

necesidad de captar nuevos lectores y por el temor al transvase de los lectores de la edición

impresa. Pese a no contar con un modelo de negocio definido, ya que la mayoría de los

diarios on line contaron con su gratuidad como carta de presentación, había una clara

conciencia que se debía estar en la Red.

Esta fase de mimetismo pronto dio lugar a una segunda etapa, en la cual los editores

comenzaron a concebir publicaciones originales para la Red que procuraran explotar las

tres características principales de Internet: la navegación, la hipertextualidad y la

2

interactividad. Las casas editoras dan batalla esgrimiendo una estrategia de diversificación

de la actividad empresarial y de los contenidos y servicios ofertados en los sitios web1.

Entonces comienzan a hacerse comunes los enlaces con otras noticias publicadas o,

directamente, con las fuentes de información y se populariza la sección Archivo dentro de

los sitios que da acceso a los fondos de la publicación. Por otra parte, con el afán de

conocer con mayor profundidad los intereses del lector en digital, se inauguran foros, chats,

encuestas de opinión y entrevistas on line que permiten una medida participación del

público. A su vez, por ejemplo en el caso del diario español El País (www.elpais.es), cada

artículo puede ser enviado a través del correo electrónico y se establecen Servicios

Estadísticos donde el lector puede hacer conocer su interés por tal o cual noticia y consultar

cuáles han sido las noticias más leídas del día y de la semana.

Asimismo, algunos de los grandes grupos editores (como por ejemplo la filial MIA de Le

Monde) y de los diarios locales, han creado portales2 donde, al margen de los contenidos

informativos tradicionales en un diario impreso, ofertan un paquete amplio de servicios:

sitios “verticales” de información especializada (salidas, nuevas tecnologías, educación,

anuncios inmobiliarios); venta de pasajes, libros o DVD’s; canales de información

financiera con el seguimiento de las cotizaciones en Bolsa; servicios de cables; juegos on

line; envío de titulares y resúmenes informativos a dispositivos móviles; foros de debate;

chats; correo electrónico; etcétera.

1 Esta diversificación tuvo su origen en América del Norte hace ya más de dos décadas y ha sido asimilado en diversas partes del mundo. Como resultado del mismo, la actuación de las casas editoras se volcó a elaborar informaciones especializadas destinadas a públicos específicos, ofertar servicios de proximidad (horarios de transportes, guías de salidas, gestión de inscripciones en las universidades, etc.) y a participar en promociones de carácter identitario e institucional (esponsoreo deportivo, mecenazgo cultural, animación del espacio público, etc.). En el mundo on line este movimiento de diversificación se refuerza (Pélissier, 2000). 2 Por portal se entiende a aquel sitio web que a través de su página de entrada oferta una variedad de servicios y de productos: buscadores de información y/o sitios, información especializada (cotizaciones en bolsa, últimas noticias, resultados deportivos, metereología, etc.), una cuenta de correo electrónico, chat o páginas amarillas. Además de este tipo de portales generalistas (por ejemplo, Terra: www.terra.es), existen portales temáticos (por ejemplo, El Portal de la Comunicación : www.portal-comunicación.com).

3

Desde el punto de vista de la oferta informativa se evidencian diferencias en relación con el

tipo de contenidos que vehiculizan las ediciones digitales en cada región. Por ejemplo, de la

comparación entre los contenidos de los sitios web de Norteamérica y de Europa Occidental

surge que “hay más diarios en Estados Unidos que han decidido dirigirse hacia contenidos

de servicios on line independientemente del contenido del diario, o por lo menos incluir

contenidos no pertenecientes al diario impreso, que en el caso en Europa”. Son más los

diarios que en Estados Unidos permiten el uso del correo electrónico y otras aplicaciones

interactivas; mientras las publicaciones europeas tienden a concebir sus actividades on line

aparte de la función del resto del diario (Bierhoff y otros, 1999).

Un párrafo aparte nos lo merece la interactividad propia de la WWW y la posibilidad que el

público lector, a través de la interacción con el medio, se convierta en productor de

contenidos de las ediciones digitales. Sin embargo, la inmensa mayoría de los medios

desdeña esta posibilidad y ven a sus lectores como meros receptores o suministradores de

atención. Un análisis de los contenidos realizado en cien diarios on line estadounidenses

(Schultz, 1999) demostró que muchas de las publicaciones analizadas ofrecían

posibilidades interactivas meramente simbólicas3. Entre las conclusiones de este estudio se

constató que:

?? Los sitios web periodísticos no son necesariamente interactivos.

?? El correo electrónico se ha convertido en una herramienta a disposición de los lectores.

?? Los sitios de los periódicos más pequeños carecen de posibilidades interactivas como

foros de discusión y chats.

?? Muchos de los grandes periódicos confían en muy pocos y conocidos sitios para

feedback, y casi nunca desarrollan otras posibilidades interactivas (por ejemplo, no se

encontraron videoconferencias).

?? Sólo un tercio de los periódicos examinados presentaban foros de discusión y

únicamente unos cuantos entre éstos contaban con la participación de periodistas.

3 Este estudio de Shultz ha estado precedido por la publicación de un puñado de análisis (Kamerer y Bressers, 1998; Niekamp, 1996; Tremayne, 1997; en Alemania: Neuberger y otros, 1997, 1998; Werner, 1997) que “han demostrado que las webs periodísticas en realidad no explotan al máximo las oportunidades que ofrece el nuevo medio” (Schultz, 1999).

4

Los trabajadores de prensa on line

La concepción exclusiva de contenidos y servicios digitales repercute directamente en la

configuración de las casas editoras y en sus trabajadores. Así se pueden identificar dos

modelos de grupos de prensa que deifican una sección especializada en la producción de

información on line (redacción digital) separada de la edición off line (Pélissier, 2002):

?? Uno en el cual la participación de periodistas profesionales baja. Generalmente las

redacciones digitales de estos medios cuentan: con una fuerza laboral joven y adiestrada

en el uso de las NTIC, horarios flexibles, ritmo de trabajo continuo (24x24 horas),

salarios bajos, etcétera (Ejemplos: Soleil de Québec (www.cyberpresse.ca/soleil) o

Nice-Matin (www.nicematin.fr)). Dentro de este modelo están aquellos grupos

periodísticos que transforman a la tradicional redacción en una sala de producción

multimedia que elabora contenidos para soportes analógicos y digitales (Ejemplo: The

Chicago Tribune). En este caso, pese a que se perpetúan las diferencias entre

periodistas que trabajan en la edición papel y los que lo hacen en la edición digital, se

producen interacciones más ricas entre ambos.

?? Otro, en el cual la participación de periodistas profesionales es alta. En este caso, las

plantillas profesionales y los contenidos exclusivos para las ediciones en la Red tienden

a ir en aumento (Ejemplos: Clarín (www.clarin.com.ar) o Le Monde

(www.lemonde.fr)). Sin embargo, la falta de claridad en el modelo de negocio atenta

contra el desarrollo de este tipo de modelo, obligando a los periodistas, en muchas

ocasiones a “efectuar prestaciones de servicios de lo más diverso, ligados al desarrollo

de una información práctica, lúdica y utilitaria, para los cuales no han sido

forzosamente mejor preparados que otras profesiones ligadas a la comunicación y al

tratamiento automatizado de la información”.

Una de las consecuencias de esta estrategia de diversificación, sostenida y promovida por

las tecnoestructuras de los grandes grupos accionarios, “ha sido el ascenso, en el seno de las

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organizaciones mediáticas, de las funciones del marketing, la publicidad y las relaciones

públicas” (Pélissier, 2000).

Esta última observación nos introduce en el debate actual acerca de las diferentes

estrategias que desarrollan los diarios digitales para ganar porciones de mercado y asegurar

su viabilidad económica. Así, un tema de máxima preocupación es la constatación que la

tradicional y clara diferenciación entre la línea editorial del medio y la comercial, está

cediendo frente al mix deliberado (y en aumento) de ambas, con el consiguiente peligro de

deterioro de las democracias occidentales (Klinenberg, 2000; Sparks, 2000; Pélissier,

2002). Si pensamos que uno de los lugares claves de incidencia de la prensa es la esfera

pública y que la información es un insumo de primer orden para las elecciones de los

ciudadanos que atañen a la res publica, este hecho es de gran importancia pues degrada el

funcionamiento de los sistemas democráticos.

Por otra parte, si bien la incorporación de las NTIC junto a un modus operandi

determinado, ha servido a las empresas de prensa para abaratar costos y aumentar el

rendimiento del proceso de producción, nada prueba que éstas hayan mejorado en forma

efectiva la calidad de la información ofertada4.

Muy por el contrario, Klinenberg, al analizar la situación de los periodistas que trabajan en

The Tribune Company (responsable del rotativo The Chicago Tribune), constató que la

producción de contenidos por parte de un mismo profesional para una multiplicidad de

ediciones y soportes (en la sede de The Tribune, “el equipo local produce ocho versiones y

tres ediciones del diario, siete emisiones de información televisada y un número

4 Hoy, en un mercado profesional saturado y con índices de sindicalización bajos, “los periodistas trabajan más; disponen de menos tiempo para realizar sus investigaciones y para escribirlas; producen informaciones más superficiales. Cuando, en los años 70 y 80, los sociólogos norteamericanos estudiaron las condiciones de trabajo de los periodistas, mostraron que los apremios de tiempo pesaban sobre la producción y, en consecuencia, disminuían su calidad, en particular en la televisión, donde los reportajes se realizan aún con mayor rapidez (Lé ase a Herbert Gans (1979): Deciding What’s News , Vintage, Nueva York; y Todd Gitlin (1980): The Whole World is Watching, University of California Press, Berkeley). Esas observaciones datan de una época en que los periodistas trabajaban sobre un tema dado y para un solo tipo de medio” (Klinenberg, 2000).

6

incalculable de productos diversos para Internet”), disminuye el tiempo que los periodistas

profesionales dedican a las tareas de investigación. Así, “bajo la presión de los gerentes, los

redactores jefes utilizan las nuevas tecnologías como un argumento que les permite

reafirmar su control jerárquico y con ello reducir un poco más el carácter democrático del

trabajo periodístico”, el resultado de la tan promocionada polivalencia mediática “es una

disminución de las informaciones serias propuestas al lector” (Klinenberg, 2000).

Los comunicadores on line en España

Precariedad laboral

Como señalamos, a medida que las publicaciones on line han cobrado forma,

diferenciándose de las impresas, se han creado redacciones propias. Pero, en el caso de

España, los trabajadores de las mismas desarrollan sus tareas generalmente en precarias

condiciones laborales, tanto o más precarias que las sufridas por los trabajadores de la

prensa impresa.

En general, los sueldos que ganan los trabajadores de prensa en Internet son bajos. Las

redacciones que trabajan en ediciones on line se encuentran compuestas, en gran parte, por

becarios o jóvenes graduados de carreras afines al periodismo que poseen conocimientos

informáticos y gran entusiasmo, capaces de soportar largas jornadas laborales en un medio

que no tiene hora de cierre. Parte de las jóvenes plantillas profesionales están nutridas por

estudiantes (las denominadas “prácticas laborales” que entablan instituciones educativas y

empresas) o graduados con nula o poca experiencia laboral previa que son utilizados como

mano de obra barata.

Así, muchos periodistas de medios on line se sienten discriminados al no tener un

reconocimiento social los sitios web para los cuáles realizan su trabajo. En España, durante

el último Congreso de Periodismo Digital (Huesca, 2002) se realizó un llamamiento a las

asociaciones y organizaciones de periodistas “para que intensifiquen sus esfuerzos a favor

de la equiparación plena de los informadores del medio Internet con sus colegas de la

7

prensa escrita, radio, televisión, agencias de prensa y cualquier otro medio así como para la

defensa de sus derechos profesionales”.

Sin embargo, actualmente, en su conjunto, los editores de prensa on line españoles marcan

la necesidad de mejorar la calidad de los contenidos periodísticos que se ofertan. Una vez

cubierta la necesidad de contar con periodistas hábiles en el manejo de las actuales

herramientas tecnológicas, la atención se centra en una formación académica de calidad que

otorgue a los nuevos periodistas conocimientos y capacidades para interpretar y relacionar

hechos. Asimismo, hay un interés en sumar firmas de periodistas prestigiosos del medio

gráfico a las ediciones on line.

La propiedad intelectual a debate

La irrupción de las nuevas redes digitales de transmisión de contenidos, con Internet a la

cabeza, está trastocando los sistemas de retribución por derechos de propiedad intelectual

del conjunto de las industrias culturales. Una de las preocupaciones de los profesionales de

prensa es la protección de sus derechos de propiedad intelectual, ya que “el desequilibrio en

la relación entre las empresas editoras y los profesionales a la hora de negociar la defensa

de los derechos de propiedad intelectual”, se ha visto agudizado “con la aparición de los

medios digitales”5.

Una de las características principales de un periódico es que es una obra colectiva

compuesta por varias obras (textos, fotografías, gráficos, chistes, etc.) de diferentes autores.

Las ediciones on line mantienen la característica de ser obras complejas, en las que

intervienen obras de naturaleza escrita, sonora, visual o de programación. Existe una serie

de figuras a ser protegidas bajo el paraguas del derecho de autor6: los autores7 (escritores,

5 Conclusiones del III Congreso de Periodismo Digital (Huesca, 17 y 18 de enero de 2002): www.congresoperiodismo.com/conclusiones.htm. 6 La ley 1/1996 de Propiedad Intelectual ha incorporado la directiva 93/98 de la Unión Europea que protege “todas las creaciones originales (...) expresadas por cualquier medio o soporte, tangible o intangible, actualmente conocido o que se invente en el futuro” (art. 10). 7 En el caso de los periódicos, se diferencias dos grupos de autores, con sus niveles de protección jurídica: (1) la empresa periodística y (2) los trabajadores productores de contenidos. “Tengamos en cuenta que existe, por otro lado, cesión de diversos derechos, sobre todo de los segundos a los primeros. Y que, según cuál sea

8

fotógrafos, realizadores, periodistas, etc.), los editores (selección y puesta en común de

obras8) y los generadores de información secundaria (compiladores o productores de bases

de datos/servicios de información)9.

La relación contractual, ya se trate de un contrato civil o laboral, entre la empresa y el

trabajador, se define a través de la negociación de los derechos patrimoniales. Éstos atañen,

fundamentalmente, a la explotación, reproducción, distribución y comunicación pública de

una obra determinada, y pueden ser cedidos, total o parcialmente, por su autor/creador a la

empresa contratante. A través del tipo de relación contractual, muchos periodistas ceden su

producción concebida para los medios impresos para que sea utilizada libremente en las

ediciones on line10.

En España una práctica muy extendida de las empresas dedicadas a la producción de

contenidos periodísticos on line es la de contar con trabajadores freelance o colaboradores.

Este tipo de vinculaciones “flexibles” entre empresa y trabajadores (también comunes en el

mundo off line) son muy favorables para las empresas, y, en muchos casos, esconden

relaciones permanentes de hecho a pesar de que no exista una relación de dependencia

legal.

En el caso de existir un contrato tipo que relaciona colaborador y empresa, éste

compromete al trabajador a “colaborar periódicamente aportando artículos periodísticos

la relación contractual de los profesionales para con la empresa, la protección jurídica de la propiedad intelectual se despliega de manera bien diferente” (Díaz Noci y Meso, 1999). 8 En el caso de las ediciones on line, los editores son comprendidos en su aspecto de realizadores de productos audiovisuales o multimedia. 9 En la actualidad, los tipos de obras protegidas y formatos habituales en una página web son: 1) los textos (definiciones, descripciones, obras literarias, artículos de prensa, poesía, etc.) en formatos HTML, TXT, DOC y PDF; 2) los gráficos y dibujos (esquemas, diagramas, gráficos estadísticos, etc.) en GIF y JPG; 3) las fotografías en GIF y JPEG; 4) animaciones en GIF ANIMADOS, JAVA, AVI, MOV, ACTIVE X, MMM y ANI; 5) sonidos en WAV, REAL AUDIO, MIDI, MP3; y 6) vídeo en AVI, MOV y MPEG (ARCE, 2000). 10 En junio de 2001, el Tribunal Supremo de EEUU dio la razón a una demanda, presentada en 1993, de un grupo de periodistas contra algunos medios norteamericanos (el diario The New York Times, la revista Time , el grupo Tribune y dos compañías de bases de datos) porque se negaban a que sus trabajos fueran reproducidos en soportes no pactados previamente. Según el fallo emitido, los colaboradores tienen derecho a controlar y cobrar la reproducción de sus textos y fotografías en Internet (Noticias de la Comunicación, Nº 205).

9

para la creación y desarrollo de contenidos en Internet”. Estas relaciones contractuales

regulan las condiciones de las “colaboraciones”, donde el trabajador cede una serie de

derechos sobre su producción intelectual (es la cláusula más extensa en este tipo de

contratos). Esta cesión, tanto de los derechos de propiedad intelectual como de los de

explotación derivados, se realiza “a nivel mundial” y “hasta la extinción de estos derechos”.

Asimismo, la empresa se reserva la potestad de divulgar los artículos “a través de Internet,

o de cualquier medio audiovisual o de radiodifusión o modalidad técnica o gráfica

conocida” y, de considerarlo oportuno, de ceder los derechos de transmisión a favor de

terceros.

La competitiva arena digital

A medida que la penetración de Internet crece en todo el mundo y las empresas editoras de

prensa escrita desarrollan sus sitios web, la oferta de los diarios on line comienza a sufrir la

competencia de numerosos otros sitios (principalmente portales y sitios web informativos

de estaciones de radio y televisión).

La reducción, aunque no la desaparición, de las barreras de entrada en el mundo on line

propicia esta competencia, mientras que la multimedialidad propia de Internet hace que las

marcadas diferencias entre los medios dedicados a la información se difuminen. Así, el

costo de montar un sitio ‘respetable’ no varía significativamente de un mercado a otro: “En

esencia, el ambiente on line ‘democratiza’ las barreras económicas para que un medio de un

pequeño mercado produzca un sitio web de ‘calidad’ para atender a su audiencia y

promover su propia institución” (Lin y Jeffres, 2001).

Con la creciente comercialización de Internet, el suministro de información general deja de

estar exclusivamente en las manos de los editores de prensa y de los servicios informativos

de radio y televisión. Por lo tanto, en el paisaje de la Red es posible discriminar cuatro tipo

de competidores de una publicación de prensa diaria on line (Sparks, 2000), a saber:

10

1) publicaciones de otras localidades del mundo, saltándose las limitaciones físico-

geográficas;

2) programas y medios que, tradicionalmente llegan al público a través de distintos soportes

y en diferentes tiempos y lugares, en el mundo on line compiten desde sus respectivos sitios

en igualdad de condiciones;

3) publicaciones de periodísticas exclusivas del mundo on line;

4) nuevas fuentes de información (las mismas que en el mundo off line necesitan de la

“intermediación” de las publicaciones periódicas para alcanzar a sus audiencias).

Se puede pensar que este nuevo escenario trae aparejado el pluralismo de contenidos y

formatos de la producción informativa y cultural. Aún así, el panorama no parece ser tan

claro ni esperanzador y se teme por una concentración empresarial aún mayor, de tipo

vertical y horizontal, en el ámbito de los contenidos informativos.

Los portales son un claro ejemplo de concentración de tipo vertical. A través de compras y

alianzas de diversa índole entre diferentes sectores de la producción simbólica (empresas de

telecomunicaciones, software y televisión con productores de contenidos), las empresas

propietarias de los portales ofertan una serie de servicios y contenidos para que el

internauta no tenga “necesidad” de salir del sitio web. El desafío de los portales pasa por

saber cómo organizar la información, y su principal virtud-defecto es que son generalistas y

enciclopédicos, con lo cual carecen de la especificidad y profundidad que puede ofertar un

sitio temático especializado.

Un ejemplo de lo expuesto nos lo brinda Terra, la firma para Internet de la empresa de

telecomunicaciones Telefónica. Terra es la propietaria del buscador español de páginas web

11

más importante, Olé11, y ofrece en su portal de acceso a la Red una completa gama de

servicios: correo electrónico, chat, tienda virtual, etc. En el caso de los contenidos

informativos, ofrece noticias escritas (a partir de una alianza con la agencia de noticias Efe)

y vídeos (suministrados por FORTA y Reuters), información meteorológica y la

suscripción a un boletín de noticias, según diferentes categorías (Última hora, Actualidad,

Novedades Terra, Gastronomía, etc.). Actualmente, los portales concentran el máximo

número de visitas con Terra a la cabeza superando los cinco millones de visitas diarias

(Control, 2001).

Frente al competitivo panorama on line y a la gran cantidad de información disponible en la

Red (mucha de ésta es información basura), la propia marca del medio impreso se convierte

en el principal activo de los diarios on line. Ésta se convierte en una fuente de credibilidad,

basada en una trayectoria construida a través de años de ediciones impresas.

Por otra parte, si bien las diferencias entre los sitios pertenecientes a diferentes medios

tradicionales parecen difuminarse en la Red, recientemente los investigadores Lin y Jeffres

(2001) publicaron los resultados de un análisis de los contenidos de 422 websites asociados

con periódicos (30 diarios), estaciones de radios y de televisiones en los principales 25

mercados de Estados Unidos, que revelaron que cada tipo de medio tiene contenidos

relativamente distintivos y que cada medio procura utilizar su propio sitio web para

alcanzar sus objetivos institucionales12.

Así, del análisis de contenidos surge: en el caso de los sitios web de empresas editoras de

diarios, es evidente la falta de elementos de autopromoción. Este fenómeno tiene su

explicación en el hecho que los centros urbanos estadounidenses, con algunas excepciones,

11 Telefónica compró el buscador Olé por 30 millones de euros y, a fines de 2000, compró el buscador norteamericano Lycos por unos 12.000 millones de euros. 12 Asimismo, concluyen que el tamaño del mercado es irrelevante en cómo los propietarios de los medios dan forma a los contenidos de los sitios web; eso sí, los medios perteneciente a mercados más grandes tienen más posibilidades de contar con anunciantes y vínculos de interés pertenecientes a otros medios para el sitio. Asimismo, más allá de ciertas superposiciones inevitables en el contenido de los sitios de cada tipo de medio, la estructura de los diferentes mercados de medios masivos de difusión determina, de manera considerable, las características de los sitios web correspondientes (Lin y Jeffres, 2001).

12

poseen sólo un diario en posición dominante (monopolio): “la falta de competencia en este

medio otorga a los diarios locales una posición privilegiada en el mercado”, que les permite

enfatizar en otros elementos, como por ejemplo: vínculos con otros sitios web de la

comunidad y otros medios impresos. Asimismo, en términos de contenidos,

cuantitativamente tienen una mayor presencia los servicios de índole comunitaria, la

publicidad y las noticias. El correo electrónico y herramientas de feedback, elementos que

pretenden acercar las opiniones de los lectores, también se destacan en este tipo de sitios

web13. En síntesis, este estudio revela que los periódicos se ven a sí mismos como “el

‘titular incorruptible estándar’ de noticias y el guardián de los actos de los gobiernos

locales; éstos toman posición como el ‘medio intelectual’ y se destacan como la más

versátil ‘puerta de información’ para servir a su audiencia”.

Por su lado, debido a la naturaleza competitiva del mercado radiofónico, el elemento más

“destacable” al analizar los sitios de estaciones radiales es la promoción de la propia

emisora; mientras que el rubro “noticias” no es su fuerte. Por su parte, las estaciones locales

de televisión estadounidenses, ligadas a las principales emisoras y operando en un mercado

oligopólico, ponen el énfasis de sus contenidos en: correo electrónico y feedback, vínculos

a sitios de radio/televisión y buscadores. Asimismo muchos de estos sitios se han

convertido en portales que alojan ricos archivos y listados de medios.

¿Pagar o no pagar?, esa es la cuestión

Ante todo, debemos señalar que no todas las editoras de diarios han optado por ingresar al

mundo on line; muchas están a la espera de que, finalmente, se encuentre un modelo de

negocio estable o, simplemente no ven ventajas en duplicar esfuerzos. Aquellas que sí lo

han hecho, la mayoría pertenecientes a los países desarrollados tecnológicamente, están en

13 Este estudio, realizado hacia mediados de 1998, viene a confirmar, en términos generales, las conclusiones de estudios pasados realizados por Massey y Levy (Brian L. Massey y Mark R. Levy: “Interactivity, Online Journalism and English-Language Web Newspaper in Asia”; Journalism & Mass Communication Quarterly 76 (spring 1999): 138-51) , Li (X. Li: “Web Page Design and Graphic Use of Three U.S. Newspapers”, Journalism & Mass Communication Quarterly 75 (summer 1998): 353-65), y Thalhimer (Mark Thalhimer: “High-Tech News or Just ‘Shovelware’?”, Media Studies Journal 8 (winter 1994): 41-51) sobre los contenidos de los sitios web de periódicos (Lin y Jeffres, 2001).

13

la búsqueda permanente de nuevas formas y fórmulas, que en algunos aspectos (por

ejemplo, la actualización permanente de noticias) tiende a una estandarización de las

ediciones y del modelo de negocio.

Frente a los altos costes de impresión, distribución y almacenamiento que tienen que

soportar las empresas de prensa diaria en el mundo off line, la edición on line presenta

grandes ventajas desde el punto de vista económico. Los diarios en la Red tienen costes

nulos de impresión y distribución, y bajos costes de almacenamiento. Por ejemplo, el

proceso físico de producción y distribución de un diario impreso publicado en Estados

Unidos insume alrededor del 50 por ciento; el diario on line no tiene ninguno de estos

costos, sólo los gastos que acarrea la compra o alquiler de espacio en un servidor.

Asimismo, mientras en el mundo on line las casas editoras de diarios ahorran costes, los

costes de distribución (y parte de las veces de impresión) corren por cuenta de los lectores

que deben afrontar los gastos derivados del acceso electrónico (telecomunicaciones) y de la

compra, mantenimiento y actualización del equipamiento informático.

Sin embargo, no todas son buenas noticias para las editoras de diarios impresos. Sparks

(2000) señala dos dificultades básicas que deben afrontar las casas propietarias de diarios.

En primer lugar, producir una publicación on line no las libera de seguir editando el diario

impreso; ya que la inmensa mayoría de diarios impresos continúan publicándose pese a

lanzar sus cabeceras en la Red. Por lo tanto, los costes que implican la concepción,

desarrollo, diseño y alojamiento de una publicación en la Red se suman a los costes

globales de la empresa. Asimismo, el ritmo de trabajo y parte de los contenidos y servicios

ofertados por una publicación on line son diferentes a los de una edición impresa y

necesitan de una plantilla de profesionales (periodistas, diseñadores e informáticos)

propia14. En segundo lugar, el desarrollo de un medio on line puede llegar a perjudicar el

14 Sparks reseña que el diario Washington Post invierte cerca del 10 por ciento de sus ingresos en sus iniciativas electrónicas, lo cual representó alrededor de 40 millones de euros en 1998 (Sparks, 2000).

14

flujo de ingresos del medio off line si se verifica un transvase de lectores y anunciantes de

una edición a otra.

Por otra parte, la gran incógnita que atañe al sector, puesto que la gran mayoría de los

diarios on line no son rentables desde el punto de vista económico, es cuál es el modelo

económico que les permitirá a los editores on line obtener beneficios de sus publicaciones

electrónicas.

Las opciones para obtener ingresos al alcance de cualquier empresa periodística editora de

diarios on line pasan por la venta de sus contenidos y servicios de archivo, las suscripciones

a la publicación, la publicidad, el patrocinio, el comercio electrónico y las subvenciones.

Muchas empresas ensayan hoy fórmulas mixtas, en sincronía con la diversificación de

bienes y servicios apuntada anteriormente, de acuerdo a sus posibilidades e intereses, sin

embargo, los ingresos para mantener las ediciones digitales provienen mayoritariamente de

empresas de comunicación pertenecientes al mismo grupo y de créditos bancarios.

La gran mayoría de diarios que intentaron cobrar por los contenidos ofertados en Internet,

incluidos diarios de renombre internacional como The New York Times, han fracasado. En

gran medida este fracaso se debe a que la gratuidad es parte constitutiva de la Red15. Por

otra parte, el acceso gratuito a los contenidos debe ser entendido como una forma de

promoción de las ediciones on line y de seducción de un nuevo público mientras se

exploraba un medio-soporte inédito (Albornoz, 2002).

Sin embargo producir contenidos de calidad en exclusiva para las publicaciones en la Red

es caro y la caída de los ingresos por publicidad desde el último trimestre de 2000, obliga a

las empresas a buscar afanosamente fórmulas de cobro. Entre las soluciones propuestas han

estado en boga los micropagos (pagos inferiores a 10 dólares) en función de los materiales

a los cuales se quiere tener acceso. Pese a que aún hoy se encuentran defensores de pagos

15 Ver: Richard Barbrook: “The Hi-Tech Gift Economy”, First Monday, Peer – Reviewed Journal on Internet; www.firstmonday.dk/issues/issue3_12/barbrook.

15

por notas (nueva unidad de venta), hay quienes (Shirky, 2000) critican los micropagos

aduciendo que éstos atomizan los actos de decisión de compra, con su carga de angustia y

confusión16.

Una de las pocas excepciones a la gratuidad imperante la presenta el caso del The Wall

Street Journal (www.wsj.com) que basando el modelo de negocio de su sitio web en la

publicidad y las suscripciones, hacia finales de enero de 2002 superó los 625.000

suscriptores. En Francia la edición digital del diario Le Monde inauguró, en abril de 2002,

un servicio de pago. El pago de 5 euros mensuales permite al usuario tener acceso, a partir

de las 8:45 horas de la mañana, a una síntesis de informaciones, una revista de prensa

internacional y un avance de los contenidos de la edición impresa que se distribuye horas

más tarde en la región de París y en el resto de Francia y en el extranjero a la mañana

siguiente17. Otro diario que tiene intenciones de cobrar algunos de los contenidos y

servicios que oferta a través de su sitio web es el Financial Times (www.ft.com), propiedad

del grupo Pearson. Los directivos de este rotativo británico anunciaron en marzo de 2002 su

intención de cobrar un máximo de 162 euros anuales a los usuarios que deseen acceder a

todos los contenidos y servicios de su sitio, aunque continuará ofreciendo información

gratuita y recibiendo ingresos por publicidad.

Para ser rentables algunos diarios digitales, como parte de la estrategia de diversificación

anteriormente señalada, experimentan un amplio conjunto de fuentes de ingresos:

publicidad, avisos clasificados, actuando como ISP, ofreciendo opciones de comercio

electrónico, alojando otros sitios web, proveyendo servicios externos de diseño, proveyendo

servicios de telecomunicaciones, vendiendo archivos y contenidos a otros sitios de Intranet

e Internet y otros servicios (Bierhoff y otros, 1999).

16 Ver: Clay Shirky (2000): “The Case Against Micropayments”: www.oreillnet.com/pub/a/p2p/2000/12/19/micropayments.html. 17 “Asimismo el abonado podrá recibir informes sobre asuntos de actualidad y colecciones de dibujos publicados, así como la consulta de 25 artículos de archivo (“Nuevo servicio de pago de la edición digital de ‘Le Monde’”; en el diario El País, Madrid, 16.04.2002).

16

La lógica de portal de información a través de la incorporación de canales digitales

especializados, es otra de las fórmulas implementadas. Por ejemplo, el grupo Caneta

Electrónica, editor del Diário Digital (www.diariodigital.com), primer diario exclusivo on

line portugués con información de ámbito nacional, debido a los magros resultados

económicos obtenidos durante el año 2000, decidió a alojar en el sitio correspondiente al

diario a otros dos sitios, el de Desporto Digital y el de Super Elite, antes independientes18.

La situación en España: en busca de modelos de negocio

Desde hace varios años, los grandes grupos de comunicación españoles han conformado

divisiones para desarrollar contenidos y servicios que nutran a las nuevas redes digitales y

vienen financiando mayoritariamente los sitios web con ingresos provenientes de otras

empresas de comunicación del mismo grupo y con préstamos de entidades bancarias.

En consonancia con la mayoría de las publicaciones de prensa diaria editadas en Internet en

todo el mundo, hasta el momento la gratuidad de la oferta de contenidos periodísticos viene

siendo característica del sector en España. El acceso gratuito a los contenidos debe ser

entendido como una forma de promocionar las ediciones on line y de procurar llegar a un

nuevo público que no compra periódicos o los compra de forma muy irregular. Recordemos

que la lógica de la gratuidad es constitutiva de Internet. Ésta se ha visto alterada,

inaugurando la característica tensión gratuidad-pago, a partir de la irrupción en la Red de

empresas comerciales y sus lógicas de pago por el acceso a bienes y servicios. En el caso de

las publicaciones de prensa digitales, la gratuidad heredada se vio fortalecida por los

intentos fallidos de cobro por parte de las editoras de otras regiones del mundo. Asimismo,

la gratuidad fue asumida como parte de una táctica de seducción de lectores mientras se

exploraba un medio-soporte inédito. Hoy uno de los debates candentes es cómo lograr que

los lectores de publicaciones diarias en la Red comiencen a pagar por acceder a

determinados contenidos. Algunas empresas periodísticas ensayan nuevas fórmulas de

financiación de sus sitios web que incluyen el pago por el acceso a contenidos editoriales.

18 “Simplesmente, digitais”; en revista Meios, Abril 2991, pág. 18, AIND – Associaçao Portuguesa de Impresa, Lisboa.

17

Por ejemplo, Mundinteractivos, filial de Unedisa, lanzó a finales de 2001 El Mundo de la

Tarde (www.elmundo.es/delatarde), un diario vespertino de pago19 en formato PDF. Esta

puede llegar a ser una práctica común en un mediano plazo. Una vez que ha estallado la

burbuja de las puntocom , el sector de prensa on line ha entendido la necesidad de contar

con contenidos propios de calidad y se pregona la exigencia de contar con recursos para

producirlos y cobrar por el acceso. Por ello una de las apuestas, pregonada durante el III

Congreso Nacional de Periodismo Digital (Huesca, 2002) es al micropago a partir de una

especie de monedero virtual.

Una vez más, el gran temor de muchos empresarios de este sector es que las ventas de sus

productos impresos caigan como consecuencia de la posibilidad de acceder a los mismos a

través de Internet. Aún es muy pronto para confirmar si este temor tiene justificación o no.

Sin embargo, numerosos analistas coinciden en señalar que la profecía del “efecto de vasos

comunicantes”, o “canibalización”, viene siendo contrarrestada por una dinámica de

estímulos mutuos hacia dos tipos de productos que utilizan soportes y tienen posibilidades

tecnológicas de desarrollo diferentes. Mientras que en los últimos años no se ha apreciado

una disminución de las tiradas en los diarios impresos que conviven con sus ediciones on

line (pese a la gratuidad y diferentes hábitos de lectura), “en el campo de las revistas

culturales hay ejemplos de ediciones electrónicas que no han repercutido en las ediciones

en papel”20 (ARCE, 2000). Hoy la presencia en la Red es percibida más como una

oportunidad para desarrollar un medio complementario que como una amenaza.

Por el momento el principal recurso al alcance de las editoras para rentabilizar sus sitios

web, al margen de la marginal importancia del comercio electrónico, es la publicidad de

marcas y/o productos. Si bien las ediciones de prensa on line fueron, en una primera etapa,

19 El Mundo de la Tarde es un diario vespertino, publicado de lunes a viernes, que contiene un resumen de las noticias más importantes ocurridas durante la mañana y primera hora de la tarde. Para descargarlo, media una suscripción que se puede realizar por móvil, Internet o correo postal. Las tarifas (enero de 2002) son: descarga diaria= 0,9 euros (+IVA); suscripción trimestral (+1 mes gratis)= 15 euros; suscripción semestral (+2 meses gratis)= 25 euros; suscripción anual (+3 meses gratis)= 40 euros. 20 El caso del sitio bilingüe (español-inglés) de El Croquis, revista especializada en arquitectura, que funciona como promoción de la publicación, puede ser un buen ejemplo: en sus primeros tres años ha obtenido 600 nuevas suscripciones.

18

el espejo de gran parte de los contenidos editoriales de las publicaciones impresas, la

publicidad presente en éstas últimas no se incluyó ni se incluye en las ediciones digitales ya

que las publicaciones en Internet cuentan con su propia contratación publicitaria.

Según un análisis comparativo de la publicidad entre las ediciones en Internet y las

impresas de los diarios El País, El Mundo, Abc y La Vanguardia21, “hay una clara vocación

en los diarios digitales a incluir publicidad relacionada con la propia Red y con los

productos informáticos, mientras que en los convencionales, en general dominan los

capítulos de ‘Ocio’, ‘Banca’ y ‘Otros’”. La presencia de publicidad sobre Internet y

hardware-software es una característica compartida por la mayoría del resto de los sitios

web. Por otro lado, “la publicidad que aparece en los diarios en papel es, en cifras

absolutas, infinitamente superior a la del nuevo canal, donde, en general, está más

concentrada en unos cuantos apartados” (Armentia y otros, 2000).

La medición de audiencias en España

El tema de la medición de las audiencias en la Red es un tema sensible. Existe un recelo por

parte de los planificadores de campañas publicitarias acerca de los datos que regularmente

dan sobre el mercado on line la Oficina de Justificación de la Difusión (OJD) o el Estudio

General de Medios (EGM). Estos suelen desconfiar de la manera en que se miden las

audiencias y reclaman una mayor segmentación. Pese a los pocos títulos controlados se

observa que hay un crecimiento continuo en el número de sitios web consultados y páginas

visitadas. El gran desafío es conocer los perfiles de los usuarios que navegan en Internet y

qué tipo de productos consumen. El desarrollo de herramientas para conocer estos perfiles

se encuentra en permanente experimentación. Actualmente, se estudian nuevas formas de

medir el tráfico de internautas a partir de los datos generados por los propios servidores de

publicidad y el software asociado a éstos22. También han aparecido en el panorama español

21 Realizado por investigadores de la Universidad del País Vasco, del 15 al 21 de mayo de 2000. 22 Según la última tendencia del mercado publicitario “el secreto está en los llamados servidores de publicidad o adservers. Básicamente es una herramienta que distribuye de forma centralizada los elementos publicitarios. Buscando un símil en los medios tradicionales, es como si la publicidad en televisión no

19

compañías (Júpiter MMXI, Nielsen Net Ratings o NetValue) cuyos estudios del mercado se

basan en paneles de usuarios de Internet a partir de los cuáles se realizan extrapolaciones

estadísticas.

Por el momento, la contratación publicitaria en un diario on line, al igual que en el resto de

los sitios web, se estandarizó a partir de una tarificación que tiene como base el CPM

(Coste Por Mil impresiones). El anunciante contrata un número determinado de

impresiones estableciéndose un índice tarifario. La duración (días, semanas o meses) de un

número determinado de impresiones depende, entonces, del número de personas que

visualizan dicho anuncio publicitario, siendo el más común el banner, cuyo coste varía en

función de las páginas y lugar donde se inserte. Al cliquear sobre los banners se entra en el

sitio web del anunciante. El coste de un anuncio se presupuesta según dos fórmulas: (1) por

número de impresiones y (2) por criterios de selección (página, navegador, dominio,

sistema operativo, frecuencia, franja horaria, día de la semana, etc.) para ubicar temporal y

espacialmente el anuncio23. Actualmente, el medio Internet ofrece el coste por impacto más

barato del conjunto de medios tradicionales.

Asimismo, se ensayan otras fórmulas de tarificación. Por ejemplo, el Grupo Zeta ofrece lo

que denomina ‘Campaña House’ que no garantiza un número x de impresiones sino que se

trata de la aparición en las páginas de El Periódico de Catalunya durante un cierto período

estuviera integrada en la programación; se emitiría un spot u otro en tiempo real, en función de la audiencia y el perfil de exactos que en ese momento estuvieran ante la televisión. A través de los adservers los anunciantes pueden enterarse desde qué ordenadores han sido vistos sus anuncios, cuáles son los usuarios que han pinchado en los mismos, el rumbo de la navegación posterior, entre otros” (Biosca, I.: “¿Es realmente medible Internet?”, en revista Control, Año 40, Nº 471. Madrid, noviembre de 2001). Asimismo, DoubleClick desarrolló “una tecnología para soporte y gestión de banners denominada DART (Dynamic Advertising Reporting and Targeting) que sirve para segmentar el público y programar las campañas con facturación on line. DART permite recibir anuncios mediante los enlaces incorporados a las páginas de un sitio web a una velocidad de 15 milisegundos. Esta tecnología ha sido ya licenciada a NBC y a Excite Europe” (Armentia y otros, 2000). 23 El precio por impresión varía en función de la cantidad de criterios de selección utilizados. Como ejemplo, las cifras que hoy se manejan en el mercado publicitario se incrementan en 3 euros si el anunciante se decide por utilizar un criterio de selección en la inserción de su anuncio; si se vale de dos criterios de selección aumentan otros 3 euros; si los criterios de selección son tres o más, se agregan otros 3 euros. Por lo tanto, si un anunciante decide ubicar su campaña publicitaria en el banner superior, hasta las 100 mil impresiones debe abonar unos 36 euros.

20

de tiempo (mínimo de tres meses), facturándose las impresiones conseguidas. Para el caso

de El Correo Digital el cobro es, también, por impresiones y posee un sistema de registro

que funciona con cookies, lo que permite hacerse una idea del perfil de quien lo consulta

(Canga y otros, 1999); asimismo, el anunciante dispone de una serie de criterios de

selección divididos en genéricos (días, sección, sistema operativo, navegador, etc.) y

personales (sexo, edad, país de origen de la consulta, etc.).

La prensa diaria on line: en busca de una nueva lógica

A lo largo de los años se ha ido tejiendo alrededor del concepto de I.C. una teoría tendiente

a facilitar la compresión del funcionamiento de los sectores relacionados con la producción

de bienes de carácter cultural. Al interior de ésta el concepto de modelo o lógica24, a

permitido distinguir las lógicas principales actuantes en el mercado cultural.

Por lo hemos considerado oportuno contrastar las características principales de la lógica

emergente del funcionamiento del sector de la prensa diaria en el mundo off line con las

características evidenciadas en el mundo on line, como se puede apreciar en el cuadro

siguiente. Asimismo, estamos persuadidos de que la lógica de la información periódica on

line comparte numerosas características con el resto de las I.C. cuando éstas se digitalizan

por completo.

24 Como señalan Lacroix y Tremblay (1997), el concepto de “lógica” en la literatura sobre las IC se refiere tanto al conjunto de reglas que orientan la estructuración y funcionamiento de un sector industrial particular, las cuales determinan las características y las articulaciones entre creación, producción, distribución y consumo de productos culturales; como a la forma institucional dominante de mercantilización e industrialización de la cultura en un momento histórico determinado.

21

Cuadro: Lógicas de la prensa diaria

Diarios Off line On line

Características Generales

Mercancía industrial: original + copias Soporte material (papel) Densidad baja Nº limitado de ejemplares (tirada) Continuidad periódica (una edición diaria) Contenido: letra impresa e imagen fija Producto efímero Pago por consumo Difusión punto – masa Mercados segmentados Espacio limitado Estética y ergonometría alta

Mercancía industrial: original on line Soporte inmaterial Densidad alta Sitio web Actualización permanente (momentánea) Contenido: todas las morfologías (letra impresa, imagen fija y animada, sonido) Producto efímero Oferta gratuita Difusión punto – masa / Interactividad Mercados segmentados Espacio ilimitado Estética y ergonometría baja

Función Central

Dirección editorial: selección de lo noticiable, organización de la cobertura, línea editorial, responsabilidad por los contenidos

Dirección editorial: ídem off line. Nuevos servicios con participación de los lectores (foros, chats, encuestas, votaciones, etc.)

Profesiones Creativas

Periodistas, analistas profesionales, técnicos especializados Derechos de autor y asalariados

Periodistas, analistas profesionales, técnicos especializados, profesionales del multimedia Derechos de autor y asalariados

Distribución

Física de ejemplares: red de transporte terrestre y aérea

Conexión electrónica, acceso a través de tecnología Internet (protocolos TCP/IP, WWW, protocolo wireless)

Financiación Fuente principal: venta de espacios publicitarios Otras vías: venta de ejemplares (en exposición durante algunas horas) y suscripciones

Fuente principal: subsidios y publicidad Gratuidad de contenidos y servicios

Consumo

Acceso temporal y espacial restringido Lectura y visionado individual del ejemplar

Acceso permanente (24 hs. / desde cualquier lugar) Lectura, audición y visionado individual de contenidos digitales No portabilidad: lectura in situ

22

Portabilidad del ejemplar Recuperabilidad baja (servicios de hemeroteca, traspaso de soporte –ej.: microflime, digitalización)

Recuperabilidad alta (búsquedas aleatorias e interactivas)

Cadena Económica

Grupos industriales comerciales privados Altos costes de impresión, almacenamiento y distribución (propietarios) Modelo de negocio estable Mercado doble (ventas ejemplares y espacios publicitarios)

Grupos industriales y pymes comerciales privados Bajos costes de almacenamiento; nulos costes de impresión y distribución (propietarios) Costes de equipamiento informático y telecomunicaciones (lector) Nulos costos de distribución Modelo de negocio inestable Mercado diversificado (publicidad, suscripción, comercio-e, servicios de pago, etc.)

Fuente: Elaboración propia (Fuentes consultadas: Lacroix y Tremblay, 1997; Miége, 2000; Codina, 2000). En defensa de la diversidad, el desarrollo y el espacio público democrático

En el mundo off line, desde hace varios años, los Estados de Occidente vienen adoptando

distintos dispositivos legales a fin de evitar la creciente concentración empresarial del

sector de la prensa diaria escrita -que hoy se autoproclama “no partidaria” e

“independiente”- con la consiguiente amenaza al pluralismo ideológico.

Existen diferentes tipos de políticas estatales dirigidas a poner freno a la creciente

concentración en el campo de las publicaciones periódicas. Subsidios indirectos, como

tarifas postales y de telecomunicaciones reducidas, préstamos sin intereses y reducción del

IVA para las publicaciones, son comunes en muchos países. Existen, también, subsidios

directos; la forma y nivel de éstos, también, varía según cada país.

A pesar de estos dispositivos, la legislación anti-trust no ha sido exitosa en detener la

concentración horizontal y diagonal de medios. En países con leyes anti-trust y anti-

propiedad cruzada, los grupos de prensa han expandido sus actividades hacia otros países a

23

fin de escapar a las restricciones impuestas en su mercado nacional. Sin embargo, como

señaláramos, la participación extranjera en mercados de prensa cotidiana es excepcional, a

no ser en mercados especializados como la prensa de información económica y deportiva,

y, recientemente, en el mercado de los diarios gratuitos.

En el mundo on line, la oportunidad que tiene cualquiera de publicar su sitio web de

información, a un relativo bajo costo, “sugiere que la pluralidad en la prensa no necesita ser

estimulada” (Bierhoff y otros, 1999). Las opciones de la autorregulación del mercado y de

la no intervención del Estado en sus diferentes niveles, son las más aceptadas. Los

defensores del libre mercado en el sector de la prensa on line estiman que estas opciones

son las más adecuadas para garantizar la libertad de prensa.

Sin embargo, los análisis de las nuevas estructuras del mercado digital, de los cuáles se da

cuenta a lo largo del presente capítulo, temen por una excesiva comercialización del sector

y una creciente concentración del mismo. Por otra parte, las notorias diferencias que exhibe

el sector en distintas regiones y países (la vanguardia norteamericana y el infradesarrollo

africano) son mayoritariamente atribuidas al subdesarrollo y a la falta de iniciativas

empresariales y gubernamentales, desconociendo las raíces de tales diferencias.

Ante estos hechos es necesario que los sectores público y privado de aquellos países y

regiones que aún no lo han hecho, tomen conciencia real (no sólo en el plano discursivo) de

la necesidad de producir y garantizar el acceso a información de calidad en las nuevas redes

digitales.

Asimismo, en los países desarrollados y en vías de desarrollo, la democracia, en su versión

occidental actual, corre el riesgo de degradarse aún más frente a un sector de la información

más preocupado por la actualización permanente de noticias y la comercialización de

contenidos y servicios que por su función de servicio público. En este sentido, es necesario

erradicar esa “cierta ausencia de jerarquización entre la oferta de información ética

(servicio de interés general destinado a enriquecer el espacio público democrático) y la

24

oferta de información estratégica (al servicio de los intereses particulares de las

instituciones públicas y privadas ligadas por diversas asociaciones al grupo de prensa

propietario del sitio)” (Pélissier, 2002) que caracteriza a muchos sitios de prensa en la Red.

Los esfuerzos para que la prensa on line se convierta, de alguna manera, en el contrapeso de

la concentración empresarial y la falta de diversidad de la prensa impresa, deben ser

coordinados e involucrar tanto al propio sector privado dueños de la producción como al

sector público y al tercer sector de cada sociedad. En este sentido permítasenos examinar

dos ejemplos; el de la BBC en el Reino Unido, competidor directo de los diarios on line y

exitoso representante del sector público, y el de la región sur de África francófona:

?? En el poblado paisaje digital británico, la radiodifusora pública, BBC News Online

(http://news.bbc.co.uk) ofrecía, hacia mediados de 1998, alrededor de 140.000 páginas

de contenido, de las cuales 61.000 están dedicadas a las noticias. La sección noticiosa

de la BBC on line, una de las mayores del mundo, cuenta con 90 periodistas, 250

corresponsales extranjeros y 50 sucursales en diferentes partes del mundo. La calidad

de los servicios de la BBC y la gratuidad en el acceso a sus contenidos hace que su sitio

sea uno de los más consultados por ciudadanos de diferentes partes del mundo (18

millones de hits en marzo de 1998). En este caso la calidad y confianza del sello BBC

viene a enriquecer la oferta de contenidos informativos en la Red.

?? En África, en una situación diametralmente opuesta, la ventaja de la publicación on line

para los diarios políticamente amenazados, “es el garantizar, aún en el mismo caso que

la edición impresa sea censurada, el acceso de sus artículos a través de la Red, como ha

ocurrido repetidamente con Le Messager de Camerún” (www.wagne.net/messager), por

tomar un ejemplo (de La Brosse, 2001). Asimismo, en los inicios del año 2000, en este

continente se constituyó una red de intercambio de información entre diarios on line

francófonos del Sur, financiada por la Agencia Intergubernamental de la Francofonía

(AIF). Esta iniciativa, tendiente a modernizar la prensa y promocionar los intercambios

entre periódicos africanos, ha financiado cerca de 50 periódicos en diferentes frentes

25

(adquisición de equipamiento informático, conexión a Internet, formación profesional,

etc.). Asimismo, ha reunido a las publicaciones francófonas del sur de este continente

involucradas en el intercambio de información y la producción de dossieres temáticos a

través de una plataforma en Internet.

Si bien la diversidad de niveles de desarrollo a nivel internacional de la información on line no nos permite elaborar propuestas de carácter más específico, confiamos que la sociedad civil en su conjunto y las Administraciones, conscientes de la importancia del sector de la prensa diaria en las sociedades de hoy, deben dirigir sus esfuerzos en función de: ?? Diagnosticar, cuantitativa y cualitativamente, el sector de la prensa on line a nivel

internacional (en el caso de Iberoamérica, esta es una prioritaria tarea aún no realizada)

?? reforzar el tejido industrial de editoras de diarios digitales, ofreciendo ayudas de diferente tipo a aquellas publicaciones nuevas y empresas de prensa pequeñas y medianas

?? garantizar la presencia y visibilidad a través de los buscadores de los diarios on line, dado el mecanismo de funcionamiento de la Red todos aquellos sitios que no tienen ganado un lugar en los buscadores más utilizados corren el riesgo de perder numerosas consultas por parte de los lectores

?? estimular la presencia de minorías étnicas, raciales y lingüísticas en la prensa digital ?? establecer políticas de discriminación positiva a favor de las pymes editoras, a

travésd de subsidios, premios, desgrabaciones fiscales, etcétera ?? formar redes regionales y proyectos colectivos de diarios on line, entre ciudades,

regiones, países y continentes ?? proyectar una fuerte presencia del sector público y del tercer sector en la

información on line basada en la calidad de la información a ofertar y en la diversidad de expresiones sociales

?? velar por la calidad de los contenidos y servicios ofertados a través de los sitios web de diarios, en este sentido las asociaciones profesionales, los organismos de defensa al consumidor y las distintas Administraciones tienen un deber que cumplir

?? promover contenidos locales y regionales ?? alentar la constitución de foros de discusión a través de los diarios on line, sobre

temas que atañan a las distintas problemáticas y procurando la participación del conjunto de la sociedad involucrada

?? estimular la interactividad entre usuarios y medios, hasta ahora muy acotada por los propios medios, como mecanismo para fomentar la participación ciudadana y mejorar la comunicación pública

?? crear hemerotecas digitales de acceso público y gratuito ?? digitalizar los archivos de diarios impresos, como parte de una política de

conservación del patrimonio cultural e histórico de la sociedad

26

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