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TOMAS B. SEPULVEDA WHITTLE, GUARDIAMARINA DE 1.a CONTADOR. ESPIONAJE Y CONTRA-ESPIONAJE BIBLIOTECA NACIONAL SECCIÓN CONTROL CONFERENCIA DICTADA EN LA ESCUELA DE ARTILLERIA NAVAL EN 3 DE JUNIO DE 1936. TALCAHUANO IMPRENTA DEL S. DP. A. S. (T). 1936.

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  • TOMAS B. SEPULVEDA WHITTLE, G U A R D I A M A R I N A DE 1.a C O N T A D O R .

    E S P I O N A J E Y

    CONTRA-ESPIONAJE B I B L I O T E C A NACIONAL

    SECCIN CONTROL

    C O N F E R E N C I A D I C T A D A EN LA

    ESCUELA DE ARTILLERIA NAVAL EN 3 DE J U N I O DE 1936.

    T A L C A H U A N O

    I M P R E N T A D E L S. DP. A. S. (T).

    1 9 3 6 .

  • EDITADA A BENEFICIO

    D E L

    D E S A Y U N O E S C O L A R

    D E L

    APOSTADERO NAVAL

    DE TALCAHUANO

  • BIBLIOGRAFIA:

    1. The Black Invader. Capitn Franz von Rintelen. (Lovt Dickson Ltd., Londres, 1933).

    2. La Chasse Aux Espions. Sir Basil Thomson. (Payot, Paris, 1933).

    3. L'Espionnage et le Contre-espionnage Pendant la Guerre Mondiale D'Apres les Archives Militaires du Reich. (Traduccin del alemn del Cap. Lacaz. Payot, Pars, 1934)

    4. Modem Spies Tell Their Stories. R i c h a r d W . E o w a n .

    (Hutchinson & Co. Londres, 1935).

    5. Espionaje. H. R. Berndorff. (Editorial Espaa, Madrid, 1930).

    6. El Servicio de Informaciones. Capitn Ferdinand Tuohy. (Armada Argentina, Bs. Aires 1922).

    7. La Espa da los Cabellos Rubios. C h a r l e s L u c i e t o .

    (Osiris, Santiago, 1933).

    8. I Was a Spy. Martha Mckenna. (Jarrolds, Londres, 1934).

    9. Memoirs Of a spy. Nicholas Snowden. (Jarrolds, Londres, 1934);

    10. Servicio de informaciones. Conferencia de don Jorge Ossa. (Academia Guerra Naval, Chile, 1935).

  • I N D I C E .

    C A P . P G S .

    I. JUSTIFICACION D E L E S P I A 9 Cada ser tiene su misin; sentido heroico de la del espa.

    II. CLASIFICACION D E L A G E N T E SECRETO. 11 Agentes masculinos: Por Patriotismo puro; por dinero; traidores; Agentes femeninos: Por Patriotismo puro; por amor; por necesidad; aventureras.

    I I I . O R G A N I Z A C I O N D E L S E R V I C I O D E I N -FORMACIONES 18 Origen, desarrollo, desenvolvimiento; su importancia vital; el Caso Yon Spee: el ca-blegrama Zimmermann; espionaje y contra-espionaje; censura y propaganda. Forma en que funcion en la ltima gran guerra; m-todos de seleccin y entrenamiento de espas.

    IY. CONTRA-ESPIONAJE 27 Su misin; la psicosis del contra-espionaje; mtodos audaces para burlar el contra-espio-naje; algunas pruebas prcticas de medios de trasmisin y trasporte de informes.

    Y. BIOGRAFIAS Y ANECDOTAS D E DOS ES-P I A S C E L E B R E S 31 Capitn Yon Rintelen; Mademoiselle Docteur

    YI. E L SECRETO MILITAR 42 La discrecin en los comentarios; necesidad de doctrinar a los ciudadanos en caso de guerra.

  • I. J U S T I F I C A C I O N D E L ESPIA. C A D A SER TIENE SU MISIN; SENTIDO HEBOICO DE LA DEL E S P A .

    Toda creafcura de la Naturaleza tiene su misin que cumplir, ha sido creada con algn fin. Por humilde que sea su tarea, por insig-nificante que nos parezca su existencia, si la estudiamos, si la anali-zamos, encontraremos que est destinada a algo, es decir, que se justifica el lugar que ocupa en esta maravillosa organizacin que es el Universo.

    As, la larva, que apenas si llama nuestra atencin, se convierte ms tarde en crislida y luego en mariposa, y no solo sirve de solaz a los entomlogos, sino que procura una actividad a miles de per-sonas que viven de la industria del gusano de seda.

    Por otra parte, el ms vilipendiado de los insectos, el zngano, de quien siempre hablamos con desprecio, tiene una misin tan im-portante que desempear, que, sin l, la vida de las colmenas sera imposible, puesto que es el encargado de hacer procrear, una vez en su vida, a la Reina de las Abejas, y aun cuando muere en segui-da y el resto de sus compaeros es a la vez ajusticiado por las obreras, ya ha cumplido con el deber que las leyes inalterables que rigen nuestros destinos le haban sealado.

    He citado estos sencillos ejemplos del reino animal, para justi-ficar, entre los humanos, la existencia y la funcin de un personaje que ha sido tratado hasta ahora, salvo por aquellos que se han com-penetrado del papel que desempea en la defensa de un pas en muchos casos con menosprecio, en otros con repulsin, y, en gene-ral, con injusta censura.

    Me refiero al Espa, al hroe annimo que expone su vida minu-to a minuto de su existencia, que renuncia a su tranquilidad perso-nal, que sacrifica su serenidad de espritu, y que an pasa por en-cima de los escrpulos y vence a sus propios instintos, para luchar con todas las fuerzas de su inteligencia por los altos intereses de su Patria.

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    Al decir esto, no hablo, por supuesto, del que trabaja en el Servicio de Informaciones mercenariamente, sino de aquel que yo llamo Espa Patriota.

    En ese libro maravilloso que todos ustedes conocen, y que se llama Corazn, de Edmundo D'Amicis, hay una figura, tal vez la ms simptica, al menos, la que me impresion ms fuertemente a los 11 12 aos, El Pequeo Viga Lombardo.

    No s si Uds. recuerden ese episodio de la guerra talo-austria-ca: Un pequeo muchacho lombardo, a cuya aldea acababa de llegar una compa de Ejrcito, se ofreci espontneamente al Oficial que la comandaba para subirse a la copa de un rbol de gran altura y vigilar los movimientos de las tropas austracas, y en el desempeo de esta comisin una bala enemiga le arranc la vida.

    Pues bien, este balilla italiano, es de la misma pasta de los que titulo Espas Patriotas, de ls que abandonan sus tareas nor-males, sus comodidades, las tibiezas del hogar o las expectativas de una carrera brillante, por acud-ir al llamado de la Patria y poner al servicio de la nacin, su actividad, sus energas, su cerebro, enro-lndose en un ejrcito annimo, para librar a cada instante una lucha obscura contra adversarios poderosos y ocultos, con el mismo fervoroso entusiasmo con que el soldado va a la batalla dispuesto a conquistar una victoria siempre gloriosa.

    Lgicamente, hay diversas clases de espas; no todos responden a esta categora privilegiada, pero, antes de hacer una clasificacin, aclararemos algunos conceptos que se relacionan con todos los agentes secretos.

    El espa no es un ser misterioso y se parece tanto al individuo taciturno y repulsivo que nuestra imaginacin infantil se figuraba cuando ramos nios, como una gota de agua a un-elefante...

    Es decir, el agente secreto por excelencia, es una persona cult-sima, de trato afable, y, por lo general, de una facilidad excepcional para captar simpatas, lo que se traduce en una ayuda eficaz en su tarea de obtener informaciones, ya que, mientras menos sospechas despierte, con ms eficacia podr actuar en el corazn mismo del enemigo.

    En realidad, es un antiguo error el de creer que el prototipo del espa es el que cumple con el viejo adagio chino: Ser ciego, sordo y mudo. Al contrario, el espa debe ver mucho, oirlo tocio y hablar lo necesario; y, lo que es ms, debe actuar, casi siempre, solo, dependiendo exclusivamente de su iniciativa, de su sangre .fra y de los recursos de su inteligencia.

    El tipo de espa que vemos en algunas pelculas, con cara ele circunstancias, bigotes postizos y mirada de evadido de la Isla del

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    Diablo, no sirve para nada y me atrevo a decir que no existe, salvo, tal vez. entre los amateurs del espionaje, de los cuales dice Charles Lucieto que siempre causaron ms perjuicios a si mismos que al enemigo.

    l i . C L A S I F I C A C I O N D E L A G E N T E SECRETO.

    A G E N T E S MASCULINOS: Por Patriotismo Puro; por dinero; traidores;

    A G E N T E S F E M E N I N O S : Por Patriotismo Puro; por Amor; por necesidad; aventureras.

    Del estudio de los diferentes Agentes Secretos, los que pode-mos dividir en dos grandes grupos iniciales: masculinos y femeni-nos hemos deducido una clasificacin personal, basada en los mviles que impulsan a los individuos a ingresar a un servicio ingrato al que saben que deben sacrificar, cuando menos, su tran-quilidad, y, al menor traspis, su vida, como ya se ha dicho.

    En general: a) Espas por Patriotismo Puro; b) Espas por dinero, (incluyendo necesitados y aventureras); c) Traidores;

    y, para los Agentes Femeninos, debemos agregar, aunque Uds. sonran al orlo: Espas por Amor.

    Entre los agentes de la Clase A, Por Patriotismo Puro, los ms eficaces son los Oficiales en servicio activo, por su conocimiento del trabajo en especial, de los asuntos profesionales que deben investigar lo que facilita enormemente su labor, porque no exigen ninguna remuneracin extraordinaria y porque su espritu de sacri-ficio no conoce lmites. El nico peligro que encierra el empleo de Oficiales en esta misin, es que pueda ser revelada su identidad, lo que produce siempre escndalo y puede comprometer el honor de la nacin, a pesar de que sta no se siente nunca obligada a respon-der por l, ya que tiene cuidado de instruirlos de acuerdo con la consigna: Usted va a hacer tal y tal cosa en el pas enemigo; si lo sorprenden, no espere ningn apoyo oficial.

    Lo ms comn es que si llegan a capturarlo, termine de espal-das a una muralla con un pelotn de soldados al frente, como el Teniente de la Marina Imperial Alemana, Cari Hans Lody, ejecutado en la Torre de Londres, en Noviembre de 1914, o sea condenado a largos aos de reclusin, como el Capitn Yon Eintelen, que slo pudo regresar a Alemania en 1921, despus de haber permanecido preso en Estados Unidos durante i aos.

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    Por supuesto que gran nmero de Oficiales ha ejercido el espio-naje con mejor suerte. Entre los ms afortunados, figura el Capitn Trench, de la Marina Britnica, quien, agregado al Intelligance Service, actu en Alemania en 1913 y logr obtener, entre otros documentos de importancia, fotografas de los planos del Crucero Yan der Tann, recin construido en Wilhemshaven, y del Cdigo de Seales de la Escuadra Alemana, escapando de la polica en forma espectacular.

    Durante la Guerra Europea, el Teniente Baurmeister, del Ejr-cito Prusiano, tuvo el honor de ser condenado a muerte por los rusos y ejecutado en ausencia, es decir, como no pudieran captu-rarlo, se efectu la ceremonia sin su presencia, despus de lo cual se ingeni para entrar 30 veces al territorio ruso, a pesar de haberse ofrecido una enorme suma por su cabeza.

    Entre los espas por Patriotismo Puro, han sobresalido algunos civiles, de los cuales, el ms famoso, sin duda alguna, ha sido el Coronel Thomas H. Lawrence, quien conquist este grado por la valiossima labor en en el Servicio de Informaciones en Egipto y Mesopofcania, la que contribuy en forma muy eficaz a la victoria de los aliados sobre los turcos y alemanes en toda la regin. Es in-teresante anotar que este joven empleado del Ministerio de Relacio-nes Exteriores, que haba sido eximido del Servicio Militar por debilidad fsica, ide y realiz personalmente un plan de levanta-miento de las tribus rabes, y en el cumplimiento de esta misin, hi-zo, en cierta oportunidad, 200 kilmetros en dos das, sin apearse de su camello, para ir a destruir el ferrocarril de Damasco a La Meca.

    Ms tarde, fu Jefe del Servicio Secreto Britnico en Egipto, Consejero del Rey de Hedjaz y considerado como un ser sobrena-tural por los beduinos y otras tribus a las cuales comand durante sus 4 aos de actividad en el desierto. Para apreciar lo que esto significa, es necesario tener en cuenta la resistencia enorme que encuentra un blanco en la desconfianza de los habitantes de esa re-gin hacia todos los infieles, resistencia que el Coronel Lawrence venci a fuerza de valor y de astucia, pues adems de haberles demostrado su valenta, hizo vida de perfecto beduino, an en la alimentacin y en la prctica de los ritos religiosos.

    Vuelto a Inglaterra, se retir a su casa de campo, donde escri-bi un libro 'de filosofa profunda, Los Siete Pilares de la Sabi-dura, editado exclusivamente para sus amigos. Aos ms tarde, ingres a la Real Fuerza Area de Gran Bretaa, como simple soldado y con nombre supuesto, pero como so descubriera su iden-tidad, se licenci y se mantuvo alejado del mundanal ruido. Mucho se ha escrito sobre l ltimamente con motivo de su muerte, que se

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    produjo en un accidente de motocicleta, por evitar que fuera atro-pellada una pequeuela. Una muerte muy de acuerdo con su vida aventurera y romntica...

    Al Este del Canal de Suez, otro espa por Patriotismo, el joven Cnsul alemn Wassmuss, lleg a ser un verdadero mulo del Coro-nel Lawrence. Profundo conocedor del idioma persa y de los hbitos y costumbres de ese pas, se intern entre las tribus y organiz una resistencia activa contra los britnicos, dificultando enormemente sus medidas militares. Adems actuaba como espa alemn, infor-mando a Constantinopla todos los movimientos de tropas en ese frente de las operaciones, el estado de los preparativos blicos en la India, etc., y logr mantener durante todo el curso de la guerra le Sur de Persia bajo la influencia alemana. Las autoridades britnicas ofrecieron 50.000 por la captura de Wassmuss, pero, a pesar de ser un hombre blanco, y el nico entre esas tribus, y de que sus fondos se haban agotado, nunca fu entregado por los persas, y, al contrario, cuando haba gastado todo el dinero de que dispona para su misin, los nativos lo alimentaron y mantuvieron y hasta le re-galaron un caballo. Al igual que Lawrence, soport toda clase ele privaciones en su vida en comn con las tribus, y fu ms lejos aun en su afn de servir a su patria: a fin de afianzar su asociacin con esa gente, procedi a casarse con la hija de uno de los jefes de tribus persa...

    Otro agente voluntario de gran actuacin en la liltima Guerra Mundial, fu Joseph CrOzier, abogado francs y Director de Bancos en Lyon y Bruselas. A.1 estallar la guerra, el Second Bureau del Estado Mayor General francs, lo eligi, por su capacidad financiera y su inteligencia, para que dirigiera el Servicio de Espionaje en Ho-landa. En Amsterdam, Monsieur Crozier asumi una doble perso-nalidad: Para el pblico, era un comerciante mayorista en petrleo y combustibles, con un ambiente hecho ex-profeso de ser un rene-gado francs para quien el oro era el nico dios; para el Servicio de Informaciones, era el Teniente Pierre Desgranges, organizador de un ncleo de agentes secretos muy eficaces, entre los cuales se con-taban la famosa Condesa Elisa de B-ollemberg, el Capitn De Les-port, el Doctor Deblauw y el Padre Dom Bernard, un sacerdote fanticamente patriota.

    Como proveedor de petrleo, entr en relaciones con el Depar-tamento Central de Adquisiciones del Gobierno Alemn, gracias a lo cual obtuvo valiosas informaciones, a cubierto de toda sospecha, a la vez que las amistades adquiridas en su trato continuo con los alemanes fueron de gran ayuda en su labor de espionaje.

  • -H

    Muchos otros casos podrn citarse de esta categora, la ms no-ble, de espas, pero, desgraciadamente, la extensin en que debemos encuadrar este trabajo no lo permite. Baste agregar a estos ejem-plos, que siempre ha habido y habr ciudadanos amantes de su patria, dispuestos a servirla en esta lucha de cerebros del Espio-naje y Contra-espionaje, pero lo difcil es que dichas personas sean idneas para tan delicada actividad.

    Los espas por dinero, salvo rarsimas excepciones, no han dado resultado eficaz como jefes u organizadores de centros de informaciones, y, por lo general, se les encomienda slo misiones aisladas, concretas, o, si son agentes sedentarios, reciben instruccio-nes precisas acerca de lo que deben averiguar. Es decir, no se confa mucho en ellos, puesto que lo mismo pueden vender sus servicios a un pas que a otro, a menos que sean connacionales y se tenga antecedentes que aseguren su lealtad.

    Por esta misma causa se puede dividir los espas mercenarios en dos clases: Los que cumplen correctamente, y los falsos, (dobles, chantagistas, etc.), que trabajan a la vez para dos potencias enemigas o envan informes no verdicos.

    Tal vez entre los espas a sueldo, el ms xltil es el espa-polica, como Charles Lucieto, pero no podemos desconocer que muchas in-formaciones de alto valor militar se obtuvieron por medio de los mi-les de miles de espas ocasionales, pagados a tanto la informacin y que fueron reclutados, durante la Guerra Europea, entre agentes de las ms diversas clases sociales, de ambos sexos y de todas las actividades imaginables: desde altos funcionarios de Estado hasta porteros de hoteles, de damas aristocrticas a infelices muchachas de lupanares, de caballeros de frac a mozos de cuerda, a travs de toda Europa y Oriente, de Pars a Salnica, de Bruselas al Cairo, de Amsfcerdam a San Petersburgo, y, en especial, en Suiza, punto de reunin de todos los agentes europeos y verdadera Feria de Espionaje.

    Dinero! Dinero! Por el afn ele lucro fu que el Ministro de Guerra Ruso, Soukhumlinov, se vendi a Alemania, y despus de haber causado con su poltica anti-patriota y con sus informes, miles de vctimas entre sns connacionales, di como toda excusa en su proceso: Tena una mujer muy gastadora, a quien deba proporcio-nar pieles riqusimas y piedras preciosas!!! Y, por 10 francos, una jnuchac.ha empleada de una cantina de una aldea de la frontera franco-alemana, dio a los enemigos de su patria una informacin sobre movimiento de tropas, oda a Oficiales indiscretos, que cost la vida a todo un Regimiento.

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    Pero, 110 siempre los que, se hacan pagar sus informaciones obraban exclusivamente por amor al dinero. En especial, las perso-nas de responsabilidad, que aqu inclumos en la categora de Traidores, sirvieron al enemigo movidos por odio a su propia patria o porque se vieron abocados a situaciones desesperadas, que el ojo siempre avisor del espa enemigo descubri oportunamente y explot con xito.

    Citaremos solamente dos ejemplos de esta clase de espas, los que verdaderamente merecen todos los eptetos que se han vertido sobre el gremio.

    Uno de ellos, Ignatius Thimotey Trebisch-Lincoln, tiene una historia tan extraa que se hace difcil de creer. Nacido en Hungra, de origen judo, se traslad a Inglaterra, donde fu sucesivamente, Catlico, Anglicano, y pastor de la Secta Baptista, y, habindose nacionalizado ciudadano britnico, ingres al Partido Liberal, por el cual, gracias a su astucia y a sus intrigas, lleg a ser Miembro del Parlamento Britnico.

    Descubierto en algunas incorrecciones, se le trat tan dura-mente como corresponda, a raz de la cual tom un odio profundo a su pas de adopcin, aunque sin demostrarlo en absoluto. En 1914, obtuvo el puesto de Censor Postal Britnico, por su dominio de las lenguas hngara y romana, y por influencias de sus amigos polti-cos, y desde ese cargo de confianza, empez a trabajar a favor de Alemania, aunque sin xito, por haberse sospechado de l y habr-sele separado. Poco despus, logr obtener algunas informaciones de importancia de fuentes germnicas, las que entreg al British Intelligence Service, insistiendo en querer pertenecer a este orga-nismo, con el pretexto de demostrar su cario a Inglaterra, pero con la idea de trabajar en contra de ella y satisfacer as su sed de ven-ganza contra quienes no haban hecho otra cosa que honrarlo acep-tndolo en su seno. Antes de que pudiera desarrollar sus nefastos planes, fu descubierto, pero logr escaparse al extranjero. Actual-mente es Monje Budista.. . De l se ha dicho que si no Irabiera existido el espionaje, l lo habra inventado a fin de poder utilizar su habilidad para la traicin y la intriga.

    El otro caso, es ms desgraciado, por tratarse de un Oficial de alta graduacin, an ms, de Estado Mayor. El Coronel Alfredo Redi, Jefe del Servicio de Informaciones del Estado Mayor General Austraco, trabajaba a favor de Rusia, la enemiga natural de su pas.

    Cmo pudo ocurrir tal cosa? Ya hemos dicho que un agente secreto inteligente tiene siempre el ojo abierto para ver los puntos dbiles del enemigo, y, por supuesto, el factor hombre es de tal

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    importancia, que constantemente se estudia la posibilidad de que personal de las fuarzas armadas llegue a servir de espa en contra de su propia nacin.

    Desgraciadamente, esto no es t a s imposible como parece a pri-mera vista, y la prueba es que se han dado estos casos vergonzosos en casi todos los pases de Europa. Hemos hablado del Ministro de Guerra ruso vendido al enemigo; todos Uds. conocen el famoso Caso Dreyfuss, en que hubo varios Je fes del Ejrcito Francs comprometidos, aunque el citado militar resultara inocente al rea-brirse el tan bullado proceso; se cita el hecho de que el Acorazado Leonardo da Yinci, de la Armada Italiana, fu hundido traidora-mente por la explosin de una bomba infernal que slo pudo haber sido colocada por un individuo del buque; y, as, sigue la lista de las traiciones de esta gnero, de las cuales parece que una de las pocas potencias europeas que se ha visto libre es Inglaterra.

    E n el affaire que vamos a referir, el espionaje ruso, despus de estudiar el escalafn del Alto Comando Austraco, escogi 2 3 Je fes a quienes se empez a trabajar, como se dice en la jerga del Servicio por medio de algunas jvenes de condiciones espe-ciales, debidamente aleccionadas. Como llamara la atencin que el Coronel Red i no cayera en las redes tendidas por las interesantes e interesadas aventureras, un hbil espa ruso logr conocer la debili-dad de este jefe, y, una vez que obtuvo pruebas de ella, procedi a extorsionarlo, pidiendo como precio por su silencio, algunas infor-maciones, por las cuales, adem, le pagara generosamente.

    Abocado a esta situacin, R e d i tuvo la cobarda de anteponer su prestigio social a los altos intereses de su patria, y empez a pro-porcionar datos de la mayor importancia militar. An te las exigencias cada vez mayores del Servicio Secreto del Zar, lleg a entregar el plan general de maniobras del Ejrcito Austraco en la f rontera con Rusia, y, ms tarde, al lmite mximo de la traicin, al dar a cono-cer al enemigo la relacin de los agentes austracos que operaban en territorio ruso, lo que produjo la captura de 66 de ellos en un solo da, Al ser descubierto, f u obligado a suicidarse inmediata-mente. Tal vez sea interesante referir que, a fin de evitar un escn-dalo, se guard el mayor secreto acerca de la razn de este trgico fin, pero algunos Oficiales jvenes lograron enterarse de ella y se resistieron a cumplir la orden de rendirle los honores correspon-dientes a su grado en los funerales, por lo que dicha orden hubo de derogarse y el Coronel Red i fu a dar con su huesos a la fosa comn.

    Agentes femeninos.Debemos reconocer que se ha hecho mucha novelera acerca de los agentes femeninos, ya que, salvo contadas excepciones, las mujeres no son buenas espas, por adolecer de

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    defectos propios de su temperamento, los ms graves de los cuales son su despreocupacin por el detalle, su tendencia a exagerar la importancia de los informes que dan, (generalmente por vanidad), y su facilidad de romantizar. . .

    Sin embargo, las mujeres tienen algunas ventajas para este servicio: Intuicin innata para advertir el peligro oportunamente, y, ms que todo, condiciones excepcionales para trabar amistades, aprovechando para ello los infinitos recursos de su simpata o su belleza.

    Entre las Espas Patriotas, ocupan un lugar preponderante dos enfermeras: Miss Edith Cavell, que pag con la vida su valiosa labor a favor de los heridos aliados, a quienes ayudaba a repatriarse des-pus de cuidarlos en su hospital particular en Blgica, y Martha Knockaert, ms tarde Martha Me Kenna, una joven belga condeco-rada con la Cruz de Hierro Alemana por su abnegacin en aliviar a los heridos y, en especial, por el espritu de sacrificio de que di prueba con ocasin del bombardeo areo efectuado por los aliados durante una misa de campaa en Westroosebeke. Lo interesante es que Martha, que serva en el espionaje bajo el nombre de Laura, haba sido quien inform al Intelligence Service Anglo-Belga de'la realizacin de esta misa de campaa.

    Adems de sus valiosos informes y de su cooperacin a la obra de repatriar recluidos ingleses, esta valiente joven, ayudada de otros patriotas belgas, hizo explosar un depsito de gases asfixiantes alemanes. Por un pequeo descuido, fu sorprendida, procesada y condenada a muerte. Solamente por su comportamiento en el hospi-tal de guerra alemn y por el hecho de estar en posesin de la Cruz de Hierro, le fu conmutada la pena de muerte por la de presidio perpetuo, y de sta se vi libre al pactarse el Armisticio.

    Muchas otras mujeres, principalmente, belgas, trabajaron en el Servicio de Informaciones guiadas por su amor a la tierra natal, con tan fervoroso celo e intensidad que en vano los alemanes, los inva-sores, vigilaban, amenazaban o fusilaban: durante todo el curso de la guerra, el espionaje funcion en Blgica y en la zona francesa ocupa-da por el enemigo, a base de hombres y mujeres de gran patriotismo.

    En la historia, del espionaje de la Gran Guerra, abundan los nombres de mujeres que practicaban este ingrato oficio por dinero, pero hay que reconocer que las ms clebres de ellas no lo hicieron nica y exclusivamente por el vil metal, sino, en gran parte, atra-das por lo que tiene de aventurero y novedoso la profesin de ao-ente secreto. Por lo menos, ese es el caso de, la famosa bailarina O 7 Mata-Hari, cuya biografa se ha divulgado tanto que creemos su-perfino relatarla aqu.

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    Otras, tal vez las ms, aceptaron vender informes por necesidad, y entre stas pueden contarse las innumerables demitnondaines que pupulaban en todas las ciudades de importancia militar, y las muchachas de los cafes, bares y burdeles de los puertos o las can-tineras de las aldeas en que haba tropas acantonadas. Algunas de ellas se limitaban a escuchar conversaciones indiscretas o a registrar correspondencia y equipaje de los pasajeros en los hoteles cosmopo-litas, pero otras hacan una labor ms activa, empleando sus encan-tos para seducir a algn Oficial y obtener en esta forma, por lo general con sacrificio de su dignidad femenina, informes a veces voliossimos.

    Y si era difcil su tarea, ms difcil aun sera evitar que se ejerciera.

    Tal vez el nico remedio sera tratar de conquistarlas para el propio Servicio de Informaciones, pero n ofrecindoles mayor sa-lario, sino por un solo sistema, que,aunque ha dado resultados,no es muy recomendable: enamorarlas!

    En realidad, las mejores espas han sido aquellas enroladas en el Servicio por su amor a un agente seci-eto, generalmente, un Ofi-cial. Este es el caso de Mademoiselle Docteur, querida del Capitn Winanky, y de quien hablaremos ms adelante por estar conside-rada como la espa ms completa de que haya memoria, y el de Ana Wittig, cuyo amor por el Conde Chilly, Oficial Francs del Servicio de Informaciones, la llev a preparar y realizar la estratagema que sirvi para adquirir la certeza de que Mata-Hari era espa alemana. Tiempo despus, acosada por el remordimiento, se suicid.

    I I I . O R G A N I Z A C I O N D E L S E R V I C I O DE I N F O R M A C I O N E S .

    Origen, desarrollo, desenvolvimiento; Su importancia vital; el caso Von Spee; el cablegrama Zimmerman; espionaje y contra-espionaje, censura y propaganda; Forma en que funcion en !a ltima Gran Guerra: Centralizacin de organismos directivos; centros de informaciones en pases neutrales; labor de Adictos y Cnsules; agentes sedentarios y agentes trans-portadores; Mtodos de seleccin y entrenamiento de espas; requisitos que se requieren para actuar con probabilidades de xito; Escuelas de Espionaje.

    Si quisiramos conocer el origen del espionaje, tendramos que remontarnos, probablemente, a los albores de la civilizacin; al menos, su existencia parece ser tan antigua como los tratados de

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    paz, ya que en ambas instituciones, el espionaje, la paz, son inherentes a la guerra, y la guerra, bien lo sabemos, existe desde la creacin de la especie humana.

    Desde luego, el espionaje, y el Servicio de Informaciones mis-mo, tienen sus races bblicas: Moiss envi espas a Canaam en busca de noticias sobre la situacin que reinaba en la Tierra Prome-tida; un agente femenino, Dalilh, fu comisionado por los filisteos para hacerle la corte a Sansn y obtener el secreto del origen de la fuerza del poderoso enemigo de su tribu, y el precursor del Servicio de Informaciones, indudablemente, fu No, al utilizar por primera vez un sistema que todava hoy s-e emplea: la paloma mensajera. . .

    Sin embargo, a pesar de haberse desarrollado este servicio en todo tiempo y en todo lugar, no nos remontaremos tanto, cronol-gicamente, y como quiera que slo en la ltima Guerra Mundial pudo apreciarse debidamente su valor militar, nos limitaremos a hablar sobre su papel en esta conflagracin.

    La importancia del Servicio de Informaciones, del cual forman parte principal el Espionaje y Contra-Espionaje, fu tan grande, que se ha dicho, no sin razn, que sin un Servicio de Informacio-nes en el campo de batalla no se podra haber ganado la guerra, co-mo no se podra haber triunfado sin los tanques o sin la aviacin. (Cap. Ferdinand Tuohy, ver Bibliografa.)

    Por supuesto que, adems de preocuparse de obtener datos y noticias del enemigo por todas las fuentes posibles, de seleccionar estos datos y proporcionar al Alto Comando aquellos que se consi-deren verdicos, el Servicio de Informaciones en caso de un conflicto tiene otras funciones no menos importantes y delicadas: la de evitar que el enemigo se imponga de las noticias propias, (censura de prensa, postal y telegrfica), la de vigilar el silencio radiotelegrfico, y la de mantener en la Nacin entera la confianza en sus fuerzas armadas y en el triunfo final, a la vez que procurar por todos los medios la desmoralizacin del enemigo, (propaganda).

    Para demostrar la influencia enorme que tuvo el Servicio de Informaciones en la Guerra Europea, citaremos dos casos, sobre cuya veracidad dan fe, por una parte, Sir Basil Thompson, Jefe del British Intelligence Service y el Almirante Sir Reginald Hall, Jefe de la Divisin Naval del mismo organismo, y por la otra, el Capitn Franz von Rintelen, Oficial del Almirantazgo Alemn en 1914, j , ms tarde, el agente secreto ms eficaz de esa potencia.

    El Caso Von Spee.La Escuadra del Almirante Von Spee haba arribado a Valparaso, despus de su victoria sobre la Escuadra del Almirante Craddock, a la altura de Coronel, en Noviembre de 1914.

    . El Almirantazgo Britnico saba el peligro que representaba para la

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    seguridad de su abastecimiento que una Escuadra enemiga surcara libremente estos mares, aparte de la amenaza que encerraba la pro-babilidad de que el Almirante Yon Spee llegara a- reunirse con la Escuadra Alemana del Mar del Norte. Sin embargo, se presentaban dos dificultades a los ingleses: en primer lugar, el envo de dos aco-razados, nicos buques que podran destruir al Gneisenau y al Scharnliorst, no podra pasar inadvertido a los agentes alemanes que informaran inmediatamente a Berln, y, por otra parte, se saba que Yon Spee estaba en Valparaso, pero no poda saberse donde iba a estar en un da determinado.

    En combinacin con el IntelligenCe Service, el Almirantazgo Britnico ide un plan al respecto. Se empez por un camouflage, al transformar dos buques mercantes en acorazados y remolcarlos hasta las islas del Mar Egeo, donde fueron anclados de noche, en el mismo fondeadero que ocupaban el Invencible y el Inflexible, que zarparon a toda mquina hacia Sud Amrica. Mientras tanto, el Almirante Yon Spee reciba un cablegrama cifrado en el Cdigo Secreto Alemn v dirigido al Almirante Comandante de la Escua-' O dra-Personal en la misma forma que los que acostumbraba reci-bir del Estado Mayor Alemn ordenndole dirigirse a las Malvi-nas y destruir la Estacin R.adiotelegrfica de Port Stanley. Pero, esta vez, el cable, no emanaba del Almirantazgo Alemn, sino que haba sido redactado por el Almirante Hall, del Intelligence Service Britnico, y enviado desde Alemania por uno de sus agentes.

    El resultado todos lo conocemos: el 8 de Diciembre de 1914, los buques del Almirante Sturdee destruyeron la gloriosa Escuadra del Almirante Yon Spee en las Malvinas.

    El Kaiser, de su puo y letra, escribi el siguiente comentario en el informe que le presentaron sobre este desastre: Es inexplica-ble que Yon Spee haya atacado las Malvinas.

    Todo lo que saban en Alemania en ese tiempo, era que el Al-mirante haba convocado a una reunin en Valparaso, a bordo del buque-insignia, a su Estado Mayor y a los Comandantes de sus cruceros y les haba hecho saber su decisin de atacar las Islas Mal-vinas. A pesar de la oposicin de todos sus Oficiales, l mantuvo su propsito, aunque no revel a nadie que haba recibido orden ter-minante de destruir la radioestacin de Falkland. En realidad, la mensin Personal en dicho cable, indicaba que no deba ser cono-cido sino por el propio destinatario. Sin embargo, el Almirante Von Spee saba que atacar las Malvinas no era ena empresa sin peligro, y, como un presentimiento, cuando le fu obsequiado un ramo de flores, en el banquete ofrecido por la Colonia Alemana en Valpara-so, coment en voz baja: Van a servir para mi tumba.. .

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    Hay muchas versiones acerca de la maneras como logr el British Intelligence Service entrar en posesin de la Clave Secreta Alemana: Unos creen que fu buceada del casco a pique del Mag-deburgo, hundido a principios de la guerra en Kronstadt, (Rusia); otros afirman que fu copiada por un joven austraco, hijo de inglesa, Alejandro Schz, que prestaba servicios en el Cuartel General Ale-mn en Bruselas, en 1914, y que desapareci misteriosamente, se dice que muerto por los mismos agentes britnicos a quienes haba servido, a fin de evitar de que, en un momento de debilidad, reve-lara su secreto, ya que entonces los alemanes habran cambiado el Cdigo y el trabajo habra sido intil; y, por ltimo, los jefes del Intelligence Service declaran que fu descubierta, es decir, decodi-ficada ntegramente, por los Oficiales criptgrafos de la famosa Cmara 40, del Almirantazgo Britnico, donde se cifraban y descifraban miles de mensajes diarios durante la guerra.

    Como quiera que sea, en Marzo de 1915, los alemanes decidie-ron cambiar su Cdigo Ms Secreto. Dos aos ms tarde, los in-gleses lograron decodificar un mensaje que decidi la entrada de Estados Unidos a la guerra: el llamado Cablegrama Zimmermann, dirigido por el Ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, al Ministro en Mjico, instruyndolo para gestionar que Mjico decla-rara la guerra a Norte Amrica y se uniera a los Poderes centrales en contra de los aliados.

    Conviene hacer presente que, en 1916, el Capitn Yon Rintelen, de su propia iniciativa, haba entrado en relaciones con el ex-Presi-dente Huerta, en New York, comprometindose a proporcionarle dinero, armamento y municiones para restablecerlo en la Presidencia de Mjico, y, en compensacin, el Presidente Huerta declarara la guerra a los E.E. U.. Poco tiempo despus, Huerta fu envenena-do en la frontera mejicana, por su cocinero, pero nunca se dieron a conocer ms detalles de su muerte.

    El cablegrama de Zimmermann al Ministro Yon Eckha.rdt, fe-O 7 chado en Enero 16-1917, deca textualmente, aunque, por supuesto, en el Cdigo ms Secreto:

    El 1. de Febrero empezaremos la guerra submarina sin cuartel. Sin embargo, esperamos que E.E.- U.U. se mantenga neutral. Si no conseguimos esto, propondremos a Mxico una alianza en los siguientes trminos:

    Sostendremos la guerra y firmaremos la paz en comn. Nosotros proporcionaremos toda, clase de ayuda financiera y estipularemos que le sean devueltos a Mxico los territorios de New Mxico y Arizona, que perdi en 1848. Usted se encargar de los deta- lies. Se requiere que Ud. sondee a Carranza en estricto secreto, y

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    tan pronto como la guerra contra E.E. U.U. sea un hecho, Ud. lo inducir a entrar en negociaciones con Japn por su propia inicia- tiva, pidindole que se alie a Mxico y ofrecindose como inter- mediano entre Japn y Alemania. Haga ver a Carranza que la guerra de submarinos sin restricciones har posible que Inglaterra se sienta angustiada y obligada a implorar la paz en unos pocos meses. Acuse recibo. Zimmermann.

    El British Intelligence Service descifr este cablegrama, pero el Gobierno ingls no hizo uso de l hasta que se present la opor-tunidad favorable. El 24 de Febrero, entreg copia al Embajador de E.E. U.U. en Londres, quien lo retransmiti al Ministro del Interior de su pas, para su conocimiento y el del Presidente de la Repiiblica, exclusivamente. A pesar de habrsele dado los datos referentes al origen del documento y la decodificacin, el Gobierno Norteamericano no poda creer que fuera autntico. Londres infor-m entonces que el cablegrama haba sido enviado por conducto de la Embajada Alemana en Washington, para su retransmisin a Mjico, en vista de lo cual se obtuvo una copia en las oficinas de Cable de Washington, la que se envi a Inglaterra por medio de un diplomtico comisionado especialmente, en cuya presencia fu decodificada en la Cmara 40, concordando en todo con la primera traduccin. Despus de esta prueba fehaciente, el cablegrama fu hecho pblico y los agentes britnicos se encargaron de levantar en E.E. U.U. una ola de indignacin contra Alemania por atentar contra la seguridad de la nacin tramando una guerra de Mjico y, ms que todo, despertando el antiguo fantasma de un ataque japons. Tenemos, pues, que este mensaje y la propaganda britnica, deci-dieron la entrada de Norteamrica a la Guerra Mundial, con lo cual la balanza deba inclinarse incuestionablemente a favor de los aliados y decidir su victoria final.

    Hemos dicho que antes de esta guerra, no haba habido opor-tunidad de apreciar debidamente la eficacia del Servicio de Infor-maciones, lo que se debe en gran parte al hecho de que nunca haba sido necesario dirigir las actividades blicas hacia todas las fuentes de recursos del enemigo: no slo interesaba ya, como antao, cono-cer los efectivos militares del contendor y el movimiento de sus tropas, sino que se hizo indispensable extender el radio de accin del Servicio Secreto hacia la situacin moral, econmica, industrial, haca todo aquello que significa la potencialidad de una nacin en armas.

    De ah, que el Servicio de Infoi-maciones,-que hasta 1910 estaba prcticamente reducido a la labor de los diplomticos y

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    Cnsules, y, en especial, de los Adictos, tomara un incremento enorme en los aos que precedieron al estallido de la conflagracin europea. i

    De manos de los Ministerios de Relaciones Exteriores, el Ser-vicio pas a las de los Estados Mayores del Ejrcito y de la Marina, separadamente, hasta que al principio de la guerra, se vi la nece-sidad de establecer un Comando Unico, que controlara y dirigiera su organizacin en la forma ms eficiente y con el mximo de economa. De este criterio, nacieron el British Intelligence Service, la ms completa y perfecta de las instituciones de espionaje y con-tra-espionaje que haya existido; el Evidenzbureau, en Austria, a cargo del Comando Supremo de la Guerra; la Ochrana, en Rusia, bajo el control directo del Gran Estado Mayor General, establecido en San Petersburgo, y la Divisin de Investigaciones, en E.E. U.U., con un Goneral de jefe autnomo del Servicio.

    Adems de esta centralizacin de direccin, los aliados se re-partieron la labor de acuerdo con un plan definido: Francia y Rusia se dedicaban al espionaje militar, e Inglaterra, a las costas y flota alemanas.

    Las bases, llamadas Centros de Informaciones, que se estable-cieron tomando en cuenta la situacin geogrfica de los beligerantes, eran las siguientes:

    Para Francia: Suiza; Para Inglaterra: Holanda, Noruega y Dinamarca; Para Rusia: Suecia.

    Como puede verse, se busc pases neutrales para asiento de los Centros de Informaciones, debido a la imposibilidad absoluta de mantener un servicio de espionaje permanente y seguro en un pas beligerante, por lo que se recurre a ciudades limtrofes a la frontera del adversario, donde haya concurrencia de noticias del pas enemi-go, llevadas por la prensa, viajeros, correspondencia, corresponsales de guerra, heridos, convalescientes con licencia, etc., y por los agentes destacados dentro del territorio enemigo, que trabajan con las mayores precauciones y deben enviar sus informes por los medios ms curiosos que cabe imaginarse.

    La direccin de estos Centros de Informaciones en pases neu-trales, se hallaba en manos de los Adictos Militares o Navales, de quienes puede decirse que son Espas con patente.. .

    En cooperacin directa con stos, trabajaban los Cnsules, quienes mantenan sus agentes y reunan las informaciones que ha-can llegar en seguida a los Adictos, para su estudio, seleccin y transmisin al organismo central. A los Consulados se agregaba agentes secretos, enviados por el Servicio de Informaciones, bajo el

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    aspecto de Secretarios, Asesores, etc. Aparte de esto, se distribuan agentes de acuerdo con la importancia de los sectores que se nece-sitaba explorar o con la perspectiva de obtener informaciones pol-la proximidad de fuentes de inters.

    Por ejemplo, el Servicio francs en Suiza, compr una fbrica de relojes, cuyos vendedores viajeros estaban dedicados al espiona-je, y lleg hasta mantener ciertos agentes dentro de la misma Polica Suiza, los que estaban en situacin de poder advertir oportunamente a los personajes que debido a sus actividades iban a ser detenidos por las autoridades helvticas y facilitarles su fuga.

    Sin embargo, no todo era tan sencillo como parece, aun en territorio neutral, pues desde 1914 a 1917, fueron descubiertas y sometidas a juicio por los tribunales suizos, 145 personas acusadas de actos de espionaje a favor de Francia.

    En un pas beligerante, la tarea de los espas era mucho ms difcil y complicada, como Uds. pueden suponerlo. El jefe de un Centro de Informaciones era, por lo general, un agente sedentario, establecido con anterioridad a la guerra, y que tena una profesin u oficio fijo, a fin de no despertar sospechas. Este agente, de toda confianza, haca de Buzn, es decir, reciba las informaciones de sus satlites, a quienes l mismo, por su propia seguridad, haba escogido cuidadosamente, puesto que todos sus subordinados lo conocan y podan delatarlo. En cambio, stos no tenan ningn contacto entre ellos mismos, con lo que se obtena la seguridad de que en caso de ser sorprendido uno de los espas slo podra delatar al Buzn, que era el nico con quien se entendan para entregar sus noticias, cobrar su salario o recibir instrucciones.

    Parece que las profesiones de farmacutico, relojero y comer-ciante en general, y las de sacerdote y enfermera, fueron las que se prestaron mejor para ejercer el espionaje sin causar recelo.

    El agente buzn deba tambin aguzar su. ingenio para trans-mitir las informaciones en la forma ms rpida y discreta posible. Para ello, utilizaba todos los medios de comunicaciones: desde ca-blegramas en clave, simulando asuntos comerciales, y cartas de apariencia familiar inofensiva, conteniendo mensajes en tinta invi-sible, hasta piezas de msica cifradas y sellos de correo de signi-ficado convencional; desde seales con molinos de viento y campos arados en forma pre-acordada, para ser observados por la aviacin en sus vuelos de reconocimiento ms all de las lneas de combate, hasta palomas mensajeras, algunas de las cuales estaban premunidas, de mquinas fotogrficas de peso nfimo y de funcionamiento auto-mtico para tomar vistas areas. Pero, tal vez, uno de los mtodos ms ingeniosos, ha sido el de la publicacin de avisos en cdigo

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    fijado de antemano, los qne vajiaban de ofertas de mercaderas a solicitudes de soldados pidiendo Madrinas de Guerra, por lo que era casi imposible para la Censura catalogar los que en realidad encerraran informaciones para el enemigo.

    A propsito, para demostrar lo prctico que es este sistema, hemos publicado en EL SUR, de hoy, un pequeo aviso que cree-mos que no habr llamado la atencin de muchas personas, al me-nos en la Administracin del diario no caus ninguna sospecha, y por el cual se anuncia esta Conferencia en la clave ms elemental: la de que ciertas palabras, escritas en lenguaje corriente, y todos los nmeros, tengan significado real o convencional, y el resto sirvan solamente de camouflage. Por ejemplo, en este aviso, palabra por medio debe ser considerada como informacin y las otras, sin valor.

    E L S U R CONCEPCIN, 3 DIS J U N I O DE 1 9 3 6 P G I N A 1 0

    A V I S O S E C O N O M I C O S .

    SELLOS

    Serie Conferencia, compro 3, 6, 16, 50. E. A.N., Correo Apostadero, Talcahuano.

    Traducido, o deeodificado, quedara: Conferencia, 3/6, (Junio), 16,50 (horas). Escuela Artillera Naval, Apostadero, Talcahuano.

    Como Uds. comprenden, este es un ejemplo rudimentario, pero que demuestra que el mtodo de avisos en clave presenta recursos inagotables de transmisin de noticias, con la ventaja de la facilidad de circulacin y transporte que tiene la prensa.

    Adems del buzn, trabajaba en el pas beligerante el agen-te ambulante o transportador de informes, el que deba ser escogi-do esmeradamente, ya que estaba ms expuesto a la observacin del contra-espionaje.

    Los medios de que estos agentes se valan para conducir sus informes, que casi siempre eran escritos en clave y con tinta sim-ptica o escritura invisible, son innumerables: Mensajes cosidos en los rellenos y forros interiores de las ropas, ocultos en tacones de zapatos, bajo la peluca, dentro de dentaduras postizas o de pipas y cigarros, en botones ahuecados especialmente, introducidos en tiles de tocador o pintados en cuadros dobles. Ms adelante, haremos algunas demostraciones prcticas de estos medios de envo y transporte de informaciones.

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    Mtodos de seleccin y entrenamiento de agentes.

    Despus de todo lo que se ha dicho, es lgico suponer que no sera posible enviar como agente secreto a un pas neutral, y menos aun a territorio enemigo, personas que no renan las condiciones necesarias para desempear tan delicada misin y que no tengan conocimientos especiales de la labor a desarrollar.

    Los principales requisitos que debe cumplir un agente del Ser-vicio de Informaciones, a nuestro juicio, son: Iniciativa, gran cultu-ra, conocimiento perfecto del pas en que operar, (idioma, costum-bres, idiosincrasia), dominio absoluto de sus nervios, discrecin mxima, gran memoria, (especialmente retentiva), y adaptabilidad perfecta a cualquier ambiente social.

    Ya hemos dicho que los espas ms eficaces son aquellos selec-cionados entre los Oficiales en servicio activo, principalmente, los de Estado Mayor. A estos Oficiales se les imparte instrucciones especiales y se confa a su valor, personalidad y habilidad el cum-plimiento de ellas.

    Cuando se trata de civiles, se les somete a cursos, cuya dura-cin y materias varan de acuerdo con las cualidades del candidato a agente y con la naturaleza de la misin que se le encomendar.

    En algunos pases, se establecieron durante la guerra, Escuelas de espionaje. En la del Intelligence Service, que es la ms completa de todas, los alumnos deben permanecer 3 aos, con 8 horas de clases diarias, y estudiar cuestiones profesionales: tcnica del espio-naje, dibujo, ilustracin militar, a la vez que reciben instruccin en el arte de la defensa propia, (tiro al blanco, jiu-jitsu, box, natacin) y en aspectos sociales y deportivos que despus les sern de gran ayuda, (bridge, bailes, equitacin, etc.). En Alemania funcion, du-rante ese tiempo, una Escuela de Espionaje en Badn- Badn, la que lleg a tener 80 alumnos, a quienes se instrua en conjunto, pero enmascarados, a fin d evitar que se reconocieran y trabaran amistad entre ellos, precaucin elemental para prevenir las delacio-nes. De esta Escuela provino Nicholas Snowden, un muchacho checoeslovaco que hablaba siete idiomas, y que antes de cumplir 20 aos de edad haba sido condecorado personalmente por el Kaiser con la Cruz de Hierro y la Medalla de Oro por Valor en el Combate, por haber logrado introducirse en dos ocasiones en la fortaleza aus-traca de Przemysl, sitiada por las tropas rusas y protegida ntegra-mente por alambradas electrificadas. En Rusia, el Capitn Andreas Peekas organiz una Escuela con alumnos que raptaba, despus da haberlos estudiado cuidadosamente, y-enclaustraba en un convento

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    abandonado, cuya ubicacicta estratgica ellos mismos no conocan, y solamente los comisionaba cuando estaba seguro de que se desempearan con probabilidades de xito.

    IV. CONTRA E S P I O N A J E . Su misin; La psicosis del contra-espionaje; Mtodos audaces para burlar el contra-espionaje; Algunas pruebas prcticas de medios de transmisin y transporte de informes.

    La misin del contra-espionaje es tan vasta y delicada como la del espionaje, aunque en realidad comprenda la accin contraria. Es decir, su papel consiste en contrarrestar las actividades de los espas enemigos, localizndolos para anularlos; es el encargado de vigilar a los propios agentes para que no se corrompan y comprobar la veracidad de sus informaciones y la lealtad de sus procedimien-tos; debe evitar el sabotaje y la propaganda que pueda desarrollar el enemigo, y tiene a su cargo la tediosa pero importante tarea de la censura postal y telegrfica.

    Como un ejemplo tpico de la manera de operar del Servicio de Contra-Espionaje, consignaremos el hecho de que ste conoca la mayora de los agentes alemanes que operaban en Inglaterra antes de 1914, y las dejaba actuar como si nada sospechara. Al romperse las hostilidades, la organizacin de espionaje alemn en las Islas Britnicas se quebr de golpe, con la captura y enjuicia-mientp de la casi totalidad de sus agentes. Y hubo algunos espas alemanes que no fueron detenidos, exclusivamente para dejar que siguieran enviando informaciones al extranjero, pero que al pasar por manos de la censura eran convenientemente tergiversadas, a fin de proporcionar al enemigo noticias falsas que lo llevaran a tomar medidas intiles o determinaciones errneas. A pesar de que Alemania poco menos que invadi el territorio ingls con nuevos agentes, no logr nunca rehacer la red de espionaje que posea an-tes de la guerra y no se registr un solo caso de sabotaje en las Islas Britnicas durante los 4 aos de la guerra.

    Por supuesto que esto significa que el British Intelligence Ser-vice hubo de estar alerta en todo momento para evitar la introduc-cin o inutilizar la labor de los agentes enemigos, pero los Jefes de dicho Servicio han reconocido que su tarea hubiera sido punto me-nos que imposible si no hubieran contado con la valiosa cooperacin de muchos ciudadanos que no pertenecan a la organizacin. Por

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    ejemplo, para vigilar en una ciudad populosa, a los individuos sos-pechosos, se procedi a dividirla en zonas o sectores de defensa contra el espionaje, a cargo de un vecino prominente, cuidadosa-mente seleccionado y convenientemente instruido en el plan a desarrollar, quien daba cuenta a un jefe especial del Servicio de Informaciones, de la llegada a estos verdaderos compartimentos estancos de todo individuo extrao, o de las actividades sospecho-sas de los residentes extranjeros, para lo cual buscaba sus colabo-radores en personas eminentemente patriotas y dignas, que por sus funciones y relaciones estuvieran al corriente de estas cosas, como el Alcalde, el Cura Prroco, un Director de Escuela, etc., todo lo cual deba hacerse en el ms estricto secreto, para no exponerse a crticas mal intencionadas y evitar la alarma en el vecindario.

    A este respecto, es necesario hacer presente que, en caso de un conflicto, hay el peligro de que una poblacin sea atacada de espio-nite, como llaman los franceses a una psicosis del espionaje, una especie de fiebre que atac a algunas regiones durante la guerra europea y que haca ver visiones a los habitantes, y adems de causar unas cuantas vctimas inocentes, en muchos casos produjo situaciones que comprometieron el xito de la movilizacin. Era tal el grado de sper-exitacin en que se encontraban los espritus, especialmente en algunas ciudades de Alemania y Austr ia-Hungra, que el Je fe de Polica de Stuttgart se vio en la necesidad de dictar la siguiente orden a sus subordinados: Agentes: La poblacin co-mienza a perder la razn; las calles estn llenas de personas de ambos sexos que se dedican a un deporte indigno. Cualquiera ve en su vecino un espa ruso o francs; las nubes son tomadas por aviones, las estrellas por dirigibles; se cuenta que las lneas telef-nicas y telegrficas han sido cortadas en plena ciudad, los puentes destruidos, los espas fusilados y el agua potable envenenada. Es imposible preveer donde llegaremos a este paso, si los tiempos se tornan realmente difciles. Agentes, conservad vuestra sanare fra!. CJ * O Las noticias falsas abundaban sin cesar y se cre una atmsfera de desconfianza tal que varios funcionarios fueron acusados de negli-gencia culpable y todo el que no estaba contagiado de esta mana colectiva era sospechado de traicin. Lo ms grave es que esta psi-cosis lleg a atacar a la misma tropa y an a Oficiales de Estado Mayor.

    Como consecuencia de esta verdadera epidemia, los espas de verdad adoptaron procedimientos cada vez ms audaces, como el de disfrazarse de Oficial y servir como tal en el Ejrcito enemigo. A primera vista, parece infantil pensar en la posibilidad de esta si-tuacin, pero si analizamos, por ejemplo, la composicin del Ejrcito

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    Britnico, con sus miles de miles de Oficiales de todo el Imperio, muchos de ellos voluntarios, vemos que para un espa inteligente no sera tan difcil apropiarse de la identidad de uno de los nume-rosos Oficiales Coloniales y actuar dentro de la organizacin de su adversario, con amplias garantas de seguridad y con toda clase de facilidades para cumplir su misin. Desde luego, podemos citar dos casos comprobados:

    E L DEL M A Y O R F R A N C S , quien oper en Palestina tan hbil-mente que no slo logr introducirse varias veces en las lneas aliadas, sino que acometi con xito la atrevida empresa de inspec-cionar todos los batallones britnicos del sector Jaffa-Jerusalein, como Oficial de Estado Mayor, preguntando detalladamente a cada jefe las medidas que haba tomado para el prximo ataque y regre-sando a las filas turcas sin ser sospechado. Naturalmente, sus haza-as dieron lugar a> la Alarma Francks en Palestina, y muchos inocentes Oficiales fueron detenidos por sospechas, mientras el pro-pio Francks, disfrazado de Oficial Australiano, fu detenido por dos centinelas de la misma nacionalidad, a quienes hizo arrestar inmediatamente.

    L A HAZAA DE B O B W E R N E R , Oficial de Ejrcito Alemn, es an superior. Mientras estaba hospitalizado en el hospital alemn de Turnhout, trab amistad con el Capitn White, Oficial del 12 Re-gimiento de Voluntarios Canadienses, quien falleci poco despus, lo que aprovech Werner para suplantarlo y, despus de hacer cir-cular una verdadera leyenda sobre su evasin, llegar a Inglaterra, en Noviembre de 1915. All fu tratado con toda clase de conside-raciones y, apenas convalesciente de sus heridas, fu agregado al Ministerio de Guerra, donde, como se supondr, no perdi su tiempo. Solamente cuatro meses despus, el Contra-Espionaje bri-tnico supo sus actividades, pero Werner, mientras tanto, haba seguido un Curso de Oficiales Voluntarios de Aviacin, en sus horas libres, de lo cual se aprovech para escapar en avin desde el aerdromo de Croydon, la noche de un bombardeo de zeppelines sobre Londres. Es considerado como el Maestro del espionaje alemn, a pesar de que este pas tuvo agentes como Von Rintelen y Mademoiselle Docteur,

    Cuando se analiza el valor, la habilidad y la audacia de estos espas, se puede uno dar cuenta de las condiciones que requiere el agente del Servicio de Contra-Espionaje para poder desempear con eficiencia su cometido, ya que, adems de ser un individuo de toda confianza, debe tener tal preparacin profesional que conozca o sea capaz de descubrir todos los procedimientos empleados por

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    los espas, aparte de que precisa su temperamento a prueba de sentimentalismos, puesto que ha de ser muy triste tarea la de man-dar a la Corte Marcial a una atrayente agente enemiga, por ejemplo, o tomar medidas inmediatas y fatales contra alguna simptica colaboradora del propio servicio que se haya convertido en doble.

    Vamos a presentar algunos ejemplos de procedimientos utiliza-dos por espas, que el agente de contra-espionaje debe estar en condiciones de observar entre el equipaje de aquellos viajeros sospechosos que tanto abundan en tiempo de guerra.

    (En la Conferencia se demostraron prcticamente los siguientes sistemas de transporte de informes:

    a) Un pauelo, en el cual se haba dibujado un plano, con una solucin de Ferrocianuro de Potasio, perfectamente incolora a simple vista, pero que, tratada con una solucin de Cloruro Frrico, se torn legible con facilidad;

    b) Dos o tres sobres para cartas, en cuyos espacios en blanco se haba escrito algunas informaciones, utilizando una solucin de Cloruro Cobaltoso, muy fcil de pasar inadvertida si no se tiene la precaucin de aplicarle otra de Acido Oxlico;

    c) Obleas de apariencia medicinal y un pan de jabn de toca-dor, en el interior de los cuales se haba introducido mensajes en papel finsimo, de escritura invisible y en clave;

    d) Algunos huevos de gallina, libres de toda sospecha, sobre los cuales se haba escrito con agua de almidn de arroz, la cual se torna visible al aplicrsele una solucin de yodo. Este mtodo tiene la ventaja que en su aplicacin no se emplea ningn elemento que, como las tintas qunicas, puedan delatar la calidad de espa, del que los tenga en su poder, ya que tanto los huevos, como el arroz y el yodo se encuentran en toda casa de vecino;

    e) Un paisaje al leo, bajo el cual se haba diseado el croquis de una base area, con nitrato de plata. Se le aplic esencia de tre-mentina, la que hizo desaparecer la pintura, sin atacar al nitrato de plata, comprobando as la eficacia de este sistema).

    Naturalmente, estos slo son unos poqusimos de los innume-rables medios de que se vale el espa para burlar o tratar, por lo menos, de burlar, la vigilancia del contra -espionaje, especial-mente en las fronteras. En materias de tintas simpticas, por ejem-plo, se avanz tanto en la guerra europea que los labor ato ristas tuvieron mucho trabajo y no pocos dolores de cabeza para descu-brirlas.

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    Sin embargo, creemos que estas sencillas demostraciones bastan para llevar a Uds. el convencimiento de que al Servicio de Contra-Espionaje le est reservada una tarea abrumadora en caso de un conflicto.

    V. BIOGRAFIAS Y A N E C D O T A S DE DOS ESPIAS C E L E B R E S .

    El Capitn Von Rintelen; Mademoiselle Docteur.

    Hemos querido ilustrar esta Conferencia con las biografas de dos agentes secretos de fama mundial, uno, Oficial de Marina; el otro, una jovencita enamorada, a fin de que pueda apreciarse mejor la eficacia de su labor y la vigorosa personalidad que es ne-cesario poseer para descollar en la ingrata profesin del Espionaje.

    Capitn Von Rintelen. Al estallar la Guerra Europea, el Capitn de Corbeta Franz Yon Rintelen, prestaba sus servicios en el Estado Mayor del Almirantazgo Alemn, donde encuentra campo propicio para desplegar su inteligencia y su iniciativa. En Agosto 15 de 1914, ms o menos a las 19,00 horas, se recibe un cablegrama del Almirante Souchon, Comandante en Jefe de la Escuadra Alemana del Mediterrneo, solicitando el envo urgente a Constantinopla, de 5 millones de marcos oro, que necesita para hacer frente a compro-misos inmediatos, por haber perdido su valor en el mercado el marco papel. Von Rintelen recibe orden del Almirantazgo de preo-cuparse de la solucin de este verdadero problema, y a pesar de lo avanzado de la hora y de ser da Sbado, se pone en actividad inmediatamente: Yisita al Vice-Presidente del Reichsbank, y obtie-ne su autorizacin para disponer de esa gruesa suma, no obstante las restricciones legales de la Comisin de Finanzas, (organismo correspondiente a nuestro Control de Cambios), y en seguida, debe buscar por todo Berln a los jefes del Banco que mantenan las lla-ves de la bveda; conseguir que se cuente y embale inmediatamente dicha suma; obtener de Otro Banco el envo de un empleado idneo para que se encargara de su custodia en el viaje; lograr, despus de muchas dificultades, que los Ferrocarriles pusieran a su disposicin un tren especial, debidamente resguardado, para transportar tan valioso cargamento; hacer los trmites del caso ante las Embajadas de los pases por los cuales deba atravesar hasta llegar a Constan-tinopla, etc. Todo esto, en el transcurso de una noche, teniendo que intervenir personalmente en cada una de estas gestiones y vencer la incompresin de muchos funcionarios extraados ante el

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    hecho inslito de que un Oficial de Marina los hiciera abandonar el lecho a altas horas, pai-a exigirles cosas completamente fuera de rutina.. . Y, a las 9 de la maana, Yon Rin telen presencia, satisfecho, la partida del convoy con la preciosa carga, la que lleg a poder del Almirante Souclion, en Constantinopla, el Sbado siguiente. Mientras tanto, el cablegrama haba seguido el conducto regular, hasta llegar al Departamento que deba atender este asunto, en el curso de la semana. El Jueves 20, un alto funcionario visita a nues-tro hroe y le comunica que se acaba, de recibir un cable del Almirante Souchon, solicitando algunos millones de marcos oro, y le pregunta si crea posible que una suma tan elevada fuera enviada a travs de toda Europa, j dnde y cmo podra obtenerse dicha suma...

    Cuando, a principios de 1915, el Alto Comando del Ejrcito Alemn inform al Gobierno de que los aliados estaban empleando, en ambos frentes, municiones norteamericanas de gran poder explo-sivo. y ste reclam en vano a E.E. TJ.U. por esta violacin de la neutralidad, el Ministro de la Guerra ofreci al Capitn Yon Einte-len la comisin de trasladarse a dicho pas y tratar de evitar el envo de material blico a los aliados. Yon Rin telen no titube en aceptar, a pesar de que en esos das haba sido propuesto por el Kai-ser para formar parte del Parlamento Alemn, distincin que por pri-mera vez se haca a un Oficial de Marina. En Marzo de 1915, premu-nido de papeles de identidad y consulares, que lo acreditaban como el ciudadano suizo Emil Y. Gach,, se embarca en un vapor noruego desde Cristiana, con destino a New York, donde en corto tiempo habra de llevar a cabo una labor excepcional, no slo por la mag-nitud de ella, sino tambin por las circunstancias y las consecuen-cias. Conviene hacer presente que, debido a su misin, operaba autnomamente, sin depender en absoluto del Embajador ni de los Adictos, y an sin ninguna cooperacin de estos ltimos. Ya en Nw York, y despus de entregar el Cdigo Ms Secreto al Attach Naval, (Alemania haba decidido cambiarlo, por sospechar que era conocido por los ingleses, lo que hemos visto que era efectivo), se puso en contacto con algunos alemanes residentes en esa ciudad, de los cuales tuvo inmediatamente la ms valiosa y decidida ayuda. A fin de evitar toda suspicacia acerca de sus actividades, fund la fir-ma E. V. Gibbons & Co Importadores y Exportadores, instal una oficina en el barrio comercial y le di la apariencia perfecta de una casa de comercio. Mientras tanto, haba ideado un plan de ac-cin para ejercer el sabotaje en los transportes aliados y cuando desesperaba de obtener detonadores para llevarlo a la prctica, logr ponerse en relaciones con un qumico alemn, el Dr. Scfieelo,

  • inventor de una bomba de tiempo eficacsima. Esta consista en una cpsula de plomo, del tamao y la forma de un cigarro puro, con dos depsitos, uno de cido pcrico y otro de cido sulfrico, divididos por un disco de cobre, cuyo espesor se regulaba a volun-tad, para determinar el tiempo que tardaran los cidos en ponerse en contacto, y cuando sto suceda, la reaccin era tan enrgica que produca una intensa llama de 20 a 30 centmetros y la cpsula de plomo quedaba reducida a cenizas. En posesin de un arma tan eficaz, el Capitn Von Eintelen reuni a un grupo de Capitanes Mercantes alemanes de los buques internados en New York y a algunos marinos irlandeses cuya buena voluntad se haba conquis-tado y quienes no conocan su identidad pero estaban dispuestos a trabajar en contra de Inglaterra, y les expuso su plan de accin, que fu aprobado entusiastamente.

    Tan pronto como la fbrica instalada a bordo de uno de los barcos alemanes internados, estuvo en condiciones de proveer una buena cantidad de detonadores, los colaboradores del Black Inva-der, se ingeniaron para colocarlos en las bodegas de los transportes con municiones que zarparan de New York. Los resultados no se hicieron esperar y el Shipping News se encargaba de informar* muy a menudo, que el transporte ingls, ruso o francs de tal nom-bre, haba sido torpedeado en el Atlntico o se haba incendiado durante la travesa, y si algunos lograron llegar a puerto fu sola-mente despus de haber sofocado el incendio y haber tirado por la borda todo el cargamento de municiones, para evitar una explosin; es decir, en todo caso se cumpla con el objetivo.

    Pronto los aliados tomaron precauciones, custodiando severa-mente sus buques mientras permanecan atracados en los malecones de los puertos americanos, y aunque los trabajadores martimos alemanes e irlandeses eran los encargados de estibar la carga a bordo y, por lo tanto, tenan amplias facilidades para colocar los cigarros del Dr. Scheel, el Capitn Von Eintelen cambi de tc-tica, y procedi a obtener el control de la carga de algunos buques, para lo cual consiguio para su firma E. Y. Gibbons & Co., un fuerte contrato con los agentes rusos para abastecer a este pas de municiones y vituallas, en la seguridad de que nunca llegaran a su destino, y con la ventaja de que le ofreca pinges ganancias. Gracias a esta situacin de privilegio, logr hundir seis transportes rusos, sin que sus clientes sospecharan que el proveedor tena algo que ver con los accidentes ocurridos a sus buques, ya, que tambin bar-cos con cargamento de otras firmas se incendiaban en alta mar. Sin embargo, la casa E. V. Gibbons quebr su contrato con los agentes rusos, por la imposibilidad de abastecerles 21 barcos con municiones,

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    pero ya haba obtenido un prstamo bancario de $ 3.000.000 de dollares con la garanta de dicho contrato. Cuando los rusos inicia-ron una demanda en su contra, la firma E. Y. Gibbons Co. ya no exista... Despus de esto, se extendi la organizacin a Boston, Baltimore y otros puertos y se sigui colocando bomba tras bomba, casi siempre con resultados positivos para Alemania aunque funestos para los aliados, especialmente para Rusia, cuyo Ministro Prncipe Miliukok declar a la Duma, en Julio 5, 1915, que el atraso en el envo de municiones desde Amrica se tornaba cada vez ms grave, y que era necesario tomar medidas para descubrir la causa y casti-gar los responsables. Adems, los comentarios de prensa y las actividades de la Polica Secreta Norteamericana, obligaron a Yon Rintelen a cesar el fuego en materia de detonadores y concebir otro medio de llevar a cabo su misin: Nos referimos a la paraliza-cin del embarque de municiones en el puerto de New York, gestada y dirigida por este Oficial Alemn en territorio extranjero y fran-camente hostil a sil causa y contra los poderosos intereses de los fabricantes de armamentos y en lucha sorda, la lucha de cerebros del Servicio de Informaciones, con los enemigos de su patria, a quienes infligi verdaderas derrotas.

    No resistimos a la tentacin de traducir algunos prrafos del libro The Black Invader en que el propio Capitn Von Rintelpn nos relata esta hazaa:

    Un da le en un peridico que algunos de los obreros de ma-lecones de New York (dockers) se haban declarado en huelga. Yo saba que peridicamente pasaba sto, debido a demandas para au-mentos de salarios, pero que no duraban porque no eran apoyadas por los sindicatos. Adems, me inform que la maj'ora de los tra-bajadores martimos de New York y otros puertos americanos eran irlandeses, que demostraban su odio a Inglaterra declarndose en huelga de vez en cuando, para entorpecer el embarque de municio-nes, en la esperanza ele que si Inglaterra perda la guerra, Irlanda se vera libre de su dominacin. Pero estas huelgas eran siempre consideradas ilegales y no prosperaban, porque Samuel Gompers, Presidente de la Federacin Americana de Trabajo era muy parti-dario de los aliados y no tena la menor intencin de aceptar una huelga que los perjudicara.

    Sin embargo, los trabajadores estaban divididos por esta causa y hasta se haba atacado a Gompers de ser pagado por Inglaterra. Entonces se me ocurri una idea que al principio me pareci fants-tica: fundar mi propio Sindicato. (Unin). Un Sindicato que estuviera registrado debidamente podra declarar una huelga legal.

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    Si, adems, pagara subsidios de huelga, se podra conseguir algo, y, ciertamente, yo tena dinero para hacerlo.

    Tena que obrar con mucha precaucin y ponerme en contacto con los dirigentes obreros. Si se llegaba a saber que yo era un ale-mn que planeaba una huelga con el slo propsito de perjudicar a los enemigos de su pas, mi proyecto fracasara irremediablemente. Por lo tanto, hube de recurrir a una estratagema. Como conoca a algunos dirigentes obreros de origen irlands y uno que otro ger-mano-americano, quienes me crean netamente americano, empec por consultarles su opinin acerca de la exportacin de explosivos a Europa, y todos estaban de acuerdo conmigo que sto era un acto reprobable y que no era posible que los trabajadores de un pas en-viaran municiones para que se mataran sus hermanos en otras naciones, y juraron por la Internacional, desaprobando la exporta-cin de armamentos en los aspectos moral y tico. Debo reconocer que enga a estos hombres, pero yo era un Oficial de la Marina Alemana y no me poda estar deteniendo en los medios para cumplir mi cometido, por las circunstancias en que me encontraba.

    En seguida, refiere cmo arrend un teatro para organizar una asamblea, en la cual atacaron duramente a la exportacin de muni-ciones numerosos oradores, entre ellos dos Parlamentarios, el ex-Embajador de los E.E. U.U. en Espaa, varios Profesores Univer-sitarios y dirigentes obreros. Ninguno de los oradores tena la ms leve sospecha de que estaba actuando a.1 servicio de un Oficial Alemn sentado annimamente entre el auditorio. Al da siguiente, en unin con los leaders trabajadores, fund un nuevo Sindicato, Labour's National Peace Council, del cual, por supuesto, Yon Rintelen no era miembro, pero era considerado como un americano de fortuna interesado en el bien de la humanidad y en los ideales de fraterni-dad, y, adems, haba ubicado en el directorio del naciente Sindi-cato a uno de sus hombres de confianza, de origen alemn, que estaba trabajando en los docks exclusivamente para ser elegido miembro de dicha Unin.

    Una semana despus, se produjo una huelga legal, y el hecho de que el Labur's Peace Council pagara subsidios an a aquellos que hubieran sido miembros por un da, decidi a miles de trabaja-dores a ingresar a este Sindicato y declarar la huelga, como protesta por la exportacin de armamentos. Durante todo el mes de Junio de 1915, estuvo prcticamente paralizada la carga de los transportes aliados en New York y otros puertos americanos, y la campaa a favor de una ley que prohibiera la exportacin de armamentos y municiones fracas exclusivamente por las altas influencias puestas en juego por los fabricantes de- armamentos. Naturalmente, stos

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    tambin hicieron abortar la huelga, pagando salarios fabulosos a los que volvan al trabajo y financiando generosamente a la organiza-cin de Gompers para contrarrestar la obra de Yon Rintelen, aun-que nadie poda suponer que fuera ste u otro hombre el que dirigiera un movimiento que pareca tener hondas races y que en realidad tena un objetivo muy diferente que el de fraternidad universal.

    Pero cuando se haba restablecido el transporte de municiones, Yon Rintelen asest otro golpe a sus enemigos, esta vez a insi-nuacin del Embajador de Austria: Los empleados y operarios de la fbrica ms grande de armamentos de Estados Unidos, (Bethle-hem Steel Works), abandonaron sus tareas sin previo aviso. La mayora de ellos era de origen austraco, nacionalizados americanos. Como en el caso de los obreros martimos, se trab una verdadera lucha entre los poderosos representantes de la industria y los que obedecan a las rdenes del Oficial Alemn, con alternativas para ambos bandos, y con fuertes prdidas para los fabricantes y grave perjuicio para las operaciones de los aliados.

    Mientras tanto, el Capitn-Espa ejerca otras actividades ten-dientes al mismo fin, y pactaba con el ex-Presidente Huerta, como hemos explicado al hablar del cablegrama Zimmerman, la ayuda a este poltico mexicano y la declaratoria de guerra de su pas a los E.E. U.U. Al mismo tiempo, entr en conversaciones con los diri-gentes de la revolucin irlandesa contra Inglaterra, que operaban desde New York, y los puso en contacto con Berln, donde el leader irlands, Sir Robert Casement, se encontraba gestionando la ayuda alemana.

    Cuando se encontraba preocupado de estos importantes asuntos y mientras todava sus colaboradores colocaban bombas en los transportes, el Capitn Yon Rintelen recibe orden, por intermedio del Adicto Militar Alemn, de restituirse a Berln a la brevedad posible. A pesar de la orden perentoria, tard casi un mes en cum-plirla, y a fines de Julio, convertido nuevamente en el ciudadano suizo Emil Y. Gach, se embarc en el vapor holands Noordam, con destino a Rotterdam. El 13 de Agosto, al fondear en Ramsgate, (Inglaterra) una escolta fu a bordo en busca de Emil Y. Gach, quien fu conducido a un crucero auxiliar, a pesar de sus protestas. Durante tres das permaneci en ese buque, tratado con toda clase de consideraciones, aunque sometido a continuos interrogatorios.

    En seguida fu llevado a Londres, para ser interrogado por el Jefe del Naval Intelligence Divisin, Almirante Hall, ante quien tambin protest de su condicin de ciudadano suizo y obtuvo autorizacin para reclamar ante el Ministro de este pas, a quien no

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    solamente convence de su nacionalidad helvtica, sino que, adems, logra interesarlo por su suerte, invocando la amistad entre su su-puesto padre, Monsieur Gach y el referido diplomtico. Sin em-bargo, el Almirante Hall no est satisfecho de estas pruebas y hace preguntar a la Legacin Britnica en Suiza acerca del paradero de Emil Y. Gach. Al tener conocimiento de este paso, Yon Rintelen, que saba que el verdadero Emil Y. Gach resida en Berna, se entrega prisionero de Guerra al Almirante Hall, quien lo felicita por su actuacin y lo invita a comer a su Club, en compaa de Lord Herschell, con quienes el Oficial Alemn departe amigable-mente. Al da siguiente es enviado a la Torre de Londres y poco despus a un Campo de Concentracin, (Donnington Hall), donde permanece cerca de dos aos.

    En Mayo de 1917, E.E. U.U. obtiene la extradicin del Capitn Von Rintelen, a pesar de tratarse de un prisionero de guerra. Con el regreso a New York empieza su verdadero calvario: se le colocan esposas en las manos para desembarcarlo, es recluido en un presidio, sin ninguna consideracin a su calidad de Oficial, y se le entabla juicio por los siguientes cargos:

    1) Causar graves daos al transporte por mar; 2) Transportar y almacenar explosivos sin el permiso corres-

    pondiente en territorio norteamericano; 3) Yiolar las leyes sociales, organizando un Sindicato de obre-

    ros ficticio e ilegal para producir huelgas; 4) Conspirar contra la seguridad de los E.E. U.U. forjando

    planes de guerra con una potencia extranjera, (Mxico); 5) Entorpecer las buenas relaciones entre los E.E. U.U. y pa-

    ses amigos, fomentando la rebelin en el territorio de esos pases. (Inglaterra e Irlanda).

    Fu condenado, junto con algunos compaeros, a cuatro aos de reclusin, pena que cumpli en diversas crceles pblicas, y solamente pudo volver a Alemania en Febrero de 1921, es decir, seis aos despus de haber zarpado en cumplimiento de la delicada comisin que se le confiara y cuando ya nadie recordaba los valiosos servicios que haba prestado a su Patria!

    Mademoiselle Docteur.La primera parte de su biografa corres-ponde a la historia comn, aunque n vulgar, de la muchachita burguesa de alma romntica que, por seguir los impulsos de su corazn, se entrega enteramente a un amor, sin importarle las con-sideraciones de sus familiares ni los prejuicios sociales. Enamorada

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    de un brillante Oficial de la Guardia Imperial Alemana, el Capitn Winanky, es sorprendida por su padre y expulsada de su casa. Desde entonces, une su vida a Winanky a pesar de que la familia de ste, de nobles abolengos, impide que se realice esta unin y lo hostiliza en tal forma que se v obligado a retirarse del Ejrcito. Vienen tiempos difciles para los jvenes enamorados, pero un buen da, el ex-Oficial se encuentra con un antiguo compaero que le su-giere la idea de ingresar al Servicio de Informaciones del Estado Mayor General Alemn, y lo presenta a Herr Mathesius, el Je fe de dicha organizacin. Se le enva en comisin a Francia, a guisa de prueba, y en vista de haber demostrado excelentes cualidades para esta delicada tarea, entra a prestar sus servicios al Espionaje Ale-mn. Cumple con xito otra comisin, pero Ana Luisa, ms tarde conocida umversalmente como Mademoiselle Docteur, protesta de la soledad en que la deja durante sus viajes, por lo que decide llevarla, sin sospechar siquiera que muy luego ser una valiosa colaboradora. En efecto, pronto la muchacha, no tena ms de 17 aos en esa poca, demuestra gran espritu de observacin, faci-lidad para aprender los complicados detalles tcnicos de la misin, y, principalmente, un sentido hipersensible de intuicin del peligro. Por ejemplo, una noche, en Blgica, mientras dorman en un hotel, Ana Luisa despierta a su compaero y le ruega que huyan, porque tiene el presentimiento de que estn bajo observacin del Servicio de Contra-Espionaje. El se resiste, pero, ante su insistencia, accede. Ya en la estacin, ven un grupo de agentes revisando los wagones del tren internacional, y, reconocen sbitamente a uno que durante la ltima semana, sin que pudieran darse cuenta consciente de ello, lo haban encontrado como guardabosque, cartero, vendedor, y, a la hora undcima, mozo del hotel. Gracias a una hbil estratagema, lograron escapar en automvil hacia la frontera.

    Desgraciadamente, al llegar a Berln, Winanky fallece de una bronconeumonia. Ana Luisa, desesperada por la prdida de su gran amor y humillada por las orgullosas hermanas del Capitn, que le atribuyen la prdida de la carrera y an la muerte de su amante, piensa en el suieidio como nico paliativo a su dolor.

    Cuando preparaba una pcima de veronal, llega hasta su habi-tacin el antiguo compaero de Winanky, quien logra disuadirla de su intento y la convence para ir a la Oficina de Matthesius a explicar el ltimo informe secreto. Una vez all, le hablan de la misin por desarrollar, invocan su patriotismo, etc., sin lograr entu-siasmarla y solamente se decide a ingresar al Servicio de Espionaje ante la idea de que su dedicacin a esta causa sera grata al espritu de su fallecido amante. Desde ese momento, se entrega a su misin

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    don verdadero apasionamiento, trabajando intensamente y expo-nindose a todos los riesgos del Espionaje, como si tratara de embeberse en estas cosas para no pensar en su soledad interior!

    De ah, pues, que hayamos dicho que Mademoiselle Docteur representa el tipo de las Espas por Amor, puesto que su cario y su lealtad hacia un hombre la transformaron, de una joven pesimis-ta y sin voluntad, en la ms abnegada y audaz de las Agentes del Servicio de Informaciones de su Patria, y, segn nuestra opinin, de cuantas se han conocido.

    A principios de 1914, desempea su primera comisin, en Francia, en la frontera con Suiza, donde se realizan las maniobras del Ejrcito Francs. Caracterizada como una estudiante de pintura, se aloja en una pensin donde acuden Oficiales,- con los cuales pronto simpatiza. Aprovecha la debilidad que siente hacia ella un Mayor, para visitar en su compaa las fortificaciones, sacar foto-grafas, que constituan en ese tiempo su predileccin, y pintar algunos inocentes paisajes, que despus seran traducidos en Berln. El mismo Mayor facilit sus planes, declarndole su amor y pidindole que consintiera en casarse con l. Mademoiselle le habl de su austero padre, de su familia, con quienes tena que con-sultar un paso trascendental para su vida como era ese, y le prome-ti volver a Suiza a obtener el consentimiento para el matrimonio. El Mayor puso un Suboficial a su disposicin, para que acompaara a la frontera a la novia del Comandante de la Guarnicin, la que pudo regresar impunemente a Alemania con sus fotografas, sus cuadros y sus valiosas observaciones sobre el enemigo...

    En Julio de 1914, tiene la audacia de presentarse al Estado Mayor General Francs, en Pars, pretextando ser una Hermana de la Caridad Belga, que deseaba trasladarse a su patria y que no poda hacerlo por las restricciones de la movilizacin. Su figura delicada y su expresin de jovencita ingenua contribuyen al xito de esta estratagema y consigue pasaje en un autobs del Ejrcito, en el que viaja hasta Bruselas en compaa de 4 Oficiales de Estado Mayor, los que no tienen ningn cuidado para discutir important-simos asuntos militares en presencia de esta Hermanita belga tan patriota y tan simptica... Al trmino del viaje, Mademoiselle hubo de usar de todos los recursos de su inteligencia para evitar que uno de los Oficiales la acompaara hasta la presencia de la Madre Supe-riora del Convento al cual haba dicho que se presentara... Una vez libre de las atenciones de sus amables compaeros de viaje, se ins-tal en uno de los mejores hoteles de Bruselas. Muy pronto su distincin y su belleza llamaron la atencin de los Oficiales que

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    frecuentaban el hotel, entre los cuales eligi a un Teniente de Estado Mayor que poda servirle para su misin. Una copa que se cae oportunamente, una leve herida de un frgil dedo y la gentileza de un joven Oficial producen el efecto deseado: empieza as una amis-stad entre Mademoiselle y el Teniente Ren Austin, y como ambos estaban en plena juventud, y l era apuesto y distinguido y ella, boni-ta y atrayente, todo el mundo crey que seguira su curso normal y se trasformara en idilio... Todos, incluso el galn, y exceptuando, lgicamente, a Ella, cuyo corazn estaba subordinado a los intereses de su Patria y se mantena, en el fondo, fiel al recuerdo de su primer amor.

    Mademoiselle, que esta vez adoptaba la identidad de hija hur-fana de un General francs, supo sacar ventajas de su influencia sobre el Oficial belga y obtuvo de l importantes informaciones, por el sencillo mtodo de herir su amor propio, haciendo compara-ciones entre el Ejrcito francs y este Ejrcito de juguete de Uds. los belgas... Adems, para satisfacer sus deseos de darle a conocer el pas, ella adquiri un pequeo automvil, en el que jun-tos hacan hermosas excursiones, ricas para la Espa en observacin personal de asuntos militares, especialmente durante las visitas a los fuertes y cuarteles, donde los compaeros de Austin los aten-dan amablemente.

    Sin embargo, nada hay eterno.. . Una tarde, mientras l repa-raba un panne del automvil, en pleno campo, ella quiso tomar nota de algunos datos interesantes que tema podan olvidrsele, con tan mala suerte que el viento le arrebat una hoja de su libreta. Cuando l trat de recogerla, Mademoiselle le rog que no hiciera, que no tena importancia, y slo se trataba del consumo de bencina por kilmetro, tal vez con cierta nerviosidad, que lo incit a coger el papel y darle una ojeada. Rene Austin estaba enamorado, pero, a pesar de la ceguera que se atribuye a las vctimas de Cupido, vio de qu se trataba, aunque no dijo nada, sino que aceler el coche hacia el pueblo ms cercano. Ella comprendi instintivamente el peligro y cuando el Oficial se detuvo frente a un puesto de polica y baj sin decir palabra, ella, aunque no saba manejar, tom el volante y gui el coche lo mejor qiie pudo hacia la frontera, poro como no supo detenerlo, hubo de descender con el automvil en marcha, el que se volc e incendi al chocar con un rbol. Esta impericia la salv de sus perseguidores, que se dedicaron a buscarla entre los escombros, mientras Mademoiselle llegaba hasta el ro, a cuya orilla se desnud, y colocando entre sus dientes su libreta de notas y algunos billetes de mil francos, se lanz al agua, en demanda de una barcaza. Al verla en esa tenida, el patrn de la barcaza no pudo

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    evitar que se le cayera la pipa de la boca... Repuesto de su impre-sin, no tuvo inconveniente en proporcionar a Mademoiselle algunas ropas y llevarla al otro lado de la frontera.

    Otra hazaa digna de mencin de esta famosa espa, fu la de ob-tener colocacin como empleada domstica en la casa signada con el nmero 3 de la Ru Francois de Pars, para lo cual hubo de adoptar el disfraz de campesina francesa, desastrada y corta de entendi-miento, pero muy trabajadora y poco exigente en materia de salario. E n esta casa funcionaba el organismo central del Contra-Espionaje francs. Al cabo de algunos meses de rudo trabajo, fregando pisos hasta altas horas de la noche, viviendo miserablemente, en espera de una oportunidad, Mademoiselle consigui dar el golpe y ro-barse valiosos documentos, volviendo a Alemania sin contratiempos.

    Su ltima aventura, ya al final de la guerra, empez en Barce-lona, donde organiz una expedicin de la Cruz Roja Espaola para ir hasta el f rente de cmbate aliado a aliviar a los heridos.

    Desempe tan perfectamente su papel de esposa de un rico filntropo sudamericano, que entusiasm a algunas damas de la alta sociedad hispana, y despus de largos trmites diplomticos, entre los gobiernos de Francia y Espaa, obtuvieron autorizacin para dirigirse en una caravana de automviles hasta la misma fron-tera franco-alemana. All coopera eficazmente como Enfermera y se capta el aprecio de mdicos y enfermos, mientras en la sombra ejerce su verdadera misin y prepara una vasta red de espionaje alemn en ese lado de las lneas. De pronto, se produce lo impre-visto, algo que no tena siquiera probabilidades remotas de suceder; en una guerra en que luchaban millones de hombres, en un hospital en que se atendan apenas cien heridos, Mademoiselle Docteur encuentra al nico hombre capaz de reconocerla: el Teniente Belga Ren Austin! A los gritos del Oficial, que trata de incorporarse de su lecho para seguirla y clama porque la detengan, nadie toma nin-guna decisin. Estaba tan fuera de sospechas esta simptica y abne-gada Enfermera espaola, que todos miran al herido compasiva-mente y piensan que est delirando.. Mientras tanto, Mademoiselle se ha apoderado de una Ambulancia, en la que huye hasta un lugar estratgico, desde donde sigue a pie hacia las lneas alemanas. Des-cubierta pqr una patrulla, es llevada a presencia de un Oficial Alemn que la hace detener por espa... Despus de largas horas obtiene autorizacin para comunicarse por telfono con el Comando de la Divisin, quien pide informes a Berln y recibe orden de ha-cerla trasladar inmediatamente por avin a la capital.

    Despus de esta hazaa, Mademoiselle Docteur se retir del Servicio de Espionaje. Agotada por la excesiva tensin nerviosa y

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    desgastada por las privaciones, especialmente durante la poca-que actu de empleada en Pars, haba recurrido a la morfina, y por este camino lleg a una Casa de Dementes en Suiza, donde an se encuentra recluida, sta que fuera la ms completa de las Espas por Amor!

    VI. EL S E C R E T O M I L I T A R . La discrecin en los comentarios; Necesidad de doctrinar a los ciudadanos en caso de guerra.

    Creemos que no se puede hablar de Espionaje sin referirse, a la vez, a la necesidad imperiosa de acostumbrarnos durante la paz a guardar la debida discrecin sobre los asuntos de la Defensa Nacional, nica forma de que, en caso de guerra, no facilitemos la tarea del Servicio de Informaciones enemigo con nuestras infidencias.

    Es increble el nmero de datos de valor militar que un Agente sagaz puede deducir de los comentarios indiscretos a que el personal de las Fuerzas Armadas es tan aficionado. No slo me refiero a nosotros mismos; igual debilidad es propia de marinos, militares y aviadores, aqu, como en Portsmouth, como en Ham-burgo, como en Toulon. Tenemos el hobby de comentar las cuestiones del servicio, fuera del servicio, y, lo que es peor, muchas de nuestras familias tambin lo tienen, adquirido, naturalmente, por contagio...

    A propsito, creo que vale la pena referirles una ancdota que ocurri durante la guerra, en Poma, pero que poda haber tenido por escenario cualquiera otra ciudad europea de esos das. Una no-che, en un vestbulo de un lujoso hotel, donde concurran muchos Oficiales aliados, y, por lo tanto, haba probabilidades de que mero-dearan agentes alemanes a la pesca de noticias, un grupo de seoras comentaba en a