1943- Libertad en El Nuevo Mundo (folleto TJ)

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NO ES PROPAGANDA POLITICA, sirw LA VERDAD

para su consuelo!

"Freedom in the New World" Spanish

DERECHOS RESERVADOS, 1943 y PUBLICADO POR

WATCHTOWER BIBLE ANO TRACT SOCIETY, INC. Asociacin Internacional de Estudiantes de la Biblia

Internatlonal Blble Studenta Aasociatlon Brooklyn, N. Y., E. U. de A.

Impreso en .108 EStados Unidos de Amrica M8.de in. lle nlted . States of Amen_


LIBERTAD en el Nuevo Mundo

[

L !{UNDO LIBRE viene slo de la nlano del Dios Todopoderoso. Est a la puerta,

. y ningn poder en el cielo o en la tierra puede hacer que retroceda la mano del

Creador todopoderoso d e s u edificacin y presentacin en toda su gloria a las criaturas dignas. Ha de ser un mundo t o tal m e n t e c o m p u e s t o de hijos de Dios en el cual la Paternidad de Dios ser verdadera h a c i a todas las criaturas de buena voluntad. Su casa es una familia de criaturas libres, cada una en la imagen de su Padre vivificante, que no est en el cautiverio de esclavitud a nadie. La ver-dadera libertad en su plenitud es y siempre ser aqulla de los hijos de Dios. Su Padre todo-poderoso har esta tierra libre para la vida eterna y el gozo de sus hijos. K o es la voluntad de l que sus hijos sean sujetos a tiranos o dic-tadores, sino que sean todos miembros de su organizacin libre, . todos reconociendo la domi-nacin universal del Dios Altsimo.

El mundo libre que Dios crea no viene sin el costo de sangre, la preciosa sangre del amante ms grande de libertad que jams anduvo en la tierra. Ese precio pagado hace el nuevo mundo una esperanza segura, aunque todava hay lnuchos enemigos poderosos en el calnino. El nlundo de libertad perfecta vendr, por lo

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tanto, pero no sin el estrpito de una batalla gigantesca y derramamiento de todava ms sangre, la sangre de todos los enemigos hunla-nos de la libertad, en la "guerra del gran da del Dios Todopoderoso", la guerra que termina to-das las guerras.

Este Inundo actual no es libre. Qu es de extraarse, entonces, que la creacin entera gi-ma! ~~n desesperacin lucha para librarse por sus propios esfuerzos y esquemas, pero hasta hoy todOR stos han venido a la nada. La opre-sin sobre la raza entera acrecenta. .A nledida que personas pensativas observan la larga sen-da de la historia humana semhrada con las promesas quebrantadas de los polticos, el falso consuelo de la religin que no satisface y que sielnpre acohlpaa a los polticOR, y v~n como eontinuamente obstruyen y hacen estafa de to-dos 10H eRfuerzos del hombre para la reforIna y mejoranlento humanoH, ellas retiran su espe-ranza de los hombres de barro. En su deses-peracin confan en que hay un Dios de justicia y que l ve las condiciones y actuar en la vindi-cacin de la justicia y traer alivio duradero.

U n hombre que fu un campen de la libertad de los hijos de Dios y que tuvo parte en la escritura de ese gran Libro de Lihertad y Carta Constitucional de Libertad, la Biblia, aptamen-te describi la larga experiencia de la creacin hunlana cuando escribi: "Porque la ardiente expectacin de la creacin aguarda la manifes-tacin de los hijos de Dios. Porque la creacin fu hecha sujeta a vanidad, no de voluntad suya, sino a causa de aquel que la sujet, con espe-ranza de que tambin la creacin misma ser libertada de la servidumbre de corrupcin, y


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admitida en la gloriosa LIBERTAD de los hijQs de Dios. Porque sabemos que la creacin entera gime juntanlente con nosotros, y a una est en dolores de parto hasta ahora."! N o todos los hombres estn en tal expectacin y ansia por ese mundo libre, porque no todos los hombres creen en la emancipacin para todos los ponlbres que viven; ni tampoco anhelan de corazn todos los hombres un mundo de justicia, porque no todos los hombres desean practicar la justicia. Una gran parte prefiere que el mundo actual conti-ne para su propia satisfaccin. Tales odia-dores de la libertad y justicia tienen que ser y sern echados fuera. A pesar de ellos se ha acercado el da cuando la creacin terrestre ce-sar de gemir, porque la liberacin gloriosa de los hijos de Dios se habr introducido.

El mismo. hecho de que los estadistas del nlundo y amantes de la democracia hablan in-cesantemente de las "Cuatro Libertades" para todas las naciones prueba que el mundo est encadenado. N o se e


su propsito. Es la voz del conocimiento de Su verdad; porque ese conocimiento lo hace a uno libre de las tonteras y vanas imaginaciones de hombres ignorantes. Ningn hombre recibir el crdito por la edificacin o establecimiento de un nuevo mundo ni de la libertad que circun-dar el globo y de la cual entonces gozarn los hombres de buena voluntad. Los hombres que se imaginan poder llevar a cabo estas cosas con ensalzamiento para ellos mismos y sus partidos polticos y sectas religiosas verdaderamente se ponen en el camino del propsito de Dios. A pesar de todas sus buenas intenciones, si hu-biera alguna, vienen a ser opositores del Dios Todopoderoso, y el inlpedimento ms grande al verdadero y duradero bienestar humano.

PERDIDA DJ1J LA LIBERTAD La libertad de los hijos humanos de Dios ~e

desvaneci de la tierra por prilnel'a vez hace Heis nll aos, debido a la agresin de un intri-gante inicuo por la dominacin universal, Sa-tans el Diablo. Adn "era hijo de Dios". (Lu-cas 3: 38) Jehov Dios estableci un Inundo li-bre para este "hijo de Dios", entonces le di una mujer, y les di a los dos el nlandato divino de multiplicar su e~pecie y henchir la tierra con una prole libre y justa. Innlediatamente Sata-ns el Diablo se apoder del control absoluto de la raza hlunana desde su origen. Pata hacer eso tena que usurpar la libertad de ellos como hijos de Dios y hacerlos sbditos suyos. Haban re-cibido su libertad y la existencia nlisma bajo condicin que obedecieran perfectamente la ley teocrtica de su Creador. Al hacerlos violado-res de la ley como Satans de por s mismo



seran forzados fuera de la familia de los hijos de Dios y alIado del Diablo. Por eso el engao tena que ser empleado. Apareciendo como n-gel de luz el Diablo les prometi mayor libertad de la que tenan. ,Por qu medios' Lean y estudien el relato de la tentacin en el captulo tres del Gnesis, y vern ustedes que fu por medio de la religin. La aceptacin de aquello que niegue la palabra de Dios, y el proceder despus en desobediencia a la palabra y man-damiento de Dios, es religin. El Diablo intro-dujo la religin a Adn y Eva para hacerlos, como l dijo, 'sabios y como Dios'; pero el con-tagiarse con la religin tuvo otro resultado. Porque el punto en cuestin de la dominacin universal surgi aqu, Jehov Dios no priv a Adn y Eva de la libertad de religin y palabra que reprochaba el nombre de Dios. Nuestros primeros padres perdieron inmediatamente la libertad de temor y de carencia, siendo desalo-jados del paraso jardn del Edn como religio-sos y rebeldes, seguidores de Satans, el "padre de luentiras".

Fjense ahora cun gran prdida de libertad sfri la entera familia humana. Nuestros pri-meros padres cambiaron a poco precio mucho ms que la libertad de temor y carencia. Ellos sufrieron la prdida de aquello que es imposible que reemplazen o restauren los poderes pol-ticos, comerciales, y religiosos de esta edad mo-derna. Se separaron de la libertad del pecado y su pena; a saber, la muerte, con su cortejo de imperfeccin, pasin, enfermedad, fatiga, acci-dente, vejez, y la sepultura. Perdieron el servi-cio de Dios dentro de su organizacin libre y vinieron a ser siervos del pecado y del opresor



ms grande del hombre, el adversario de Dios. Con entera seguridad de sus garras sobre la raza humana, Satans reproch a Dios como que no poda poner a un hombre en la tierra quien puesto a la prueba a nlanos de Satans escogiera servir a Jehov Dios y pel'lnanecer fiel a El. Tal desafo pronostic el ejercicio de la intolerancia religiosa por Satans y sus cie-gos agentes religiosos en la tierra, y que ellos negaran, lo ms posible, la libertad a cualquie-ra de adorar a Jehov Dios en espritu y en verdad. La primera vctima de la intolerancia religiosa fu Abel, que muri como el primer testigo de Jehov.

Entonces se edific un mundo corronlpido. Satans, el superintendente invisible del hom-bre, arrastr a otras criaturas espirituales a su lado y las organiz en un poderoso cuerpo de deIllonios para pelear contra el gobierno uni-versal de Jehov y ayudar a Satans a dominar la raza humana. En la tercera generacin desde Adn la religin fu organizada, cuando los hombres eInpezaron a llamarse a s mismos o a dioses falsos por el nombre del Seor. La in-tervencin demonaca en los asuntos humanos fu el resultado; la contalninacin de la raza fu introducida; la impiedad acrecent con des-enfreno grosero en conler, beber, casanlientos y otras actividades, y se mostr indiferencia hacia el mensaje de los testigos de J ehov. Un rgimen de violencia se extendi sobre la tierra corrompida. El poder humano fu por com-pleto inadecuado para romper la opresin de los cielos demonacos sobre la tierra. Ningn libertador humano podra librar ninguna por-cin conservable de la raza humana de ese per-



verso mundo antiguo y transferirla a condicio-nes justas y a la paz. Solamente la destruccin de ese mundo por el poder omnipotente de Dios di a la humanidad un nuevo nacimiento de libertad. Solamente ocho personas fueron contadas justas a los ojos de Dios y que no estaban en el servicio de Satans y la religin. Esos ocho, No Y los de su casa, fueron llevados con vida a travs del fin del 'mundo que enton-ces era'.-2 Pedro 2: 5; 3: 6.

Aquel mundo antiguo tena aproximadamen-te mil seiscientos cincuenta y seis aos cuando el Diluvio poderoso puso fin a su corrupcin y violencia y difamacin del nombre de Jehov Dios. Otro mundo le sigui a aqul. & Ha tenido algn mejoramiento sobre el anterior 1 Hoyes ms viejo en degeneracin humana.. Es ms largo su registro de la religin aliada con la poltica y el mercantilismo, siendo que han pa-sado cuarenta y tres siglos desde el Diluvio. Ahora el grito por la libertad y por un mundo mejor y ms hermoso procede de muchos labios. ,A quin se dirige ese grito 1 A los guas pol-ticos de las naciones, al clero religioso, y' a los mgicos econmicos y comerciales. A nadie ms que a los hombres, en todos los casos! Re-cientemente un clrigo prominente de Nueva York dijo en cuanto a una de las necesidades de despus .de la guerra: 'El mundo fastidiado de g u e r r a espera que la RELIGIN "comience algo"; presumiblemente una cruzada moderna mundial.'-El Times de Nueva York del 14 de junio de 1943.

Abogan los hombres por la destruccin de este perverso mundo actual y su poltica, co-mercio egosta, y religin ? No, nada de eso;



sino nicamente por la "transformacin com-pleta de este antiguo Inundo", como dice uno. Podr tal transformacin humana traer a la humanidad la libertad de los hijos de Dios ~ Podr un antiguo mundo revestido escapar o detener la destruccin a la cual est condenado ~ El HIero razonamiento humano basado en la pa-sada historia del hombre tiene que contestar N o! Con todava mayor conviccin la fe en Dios, cuya Palabra da la correcta explicacin de las dificultades actuales del hOlubre y el ni-co remedio, conte~ta X o! r-n "nue,"o orden mundial" hecho por el hombre con sus promesas seductoras de libertades hlunananlent~ 'garan-tizadas resultar ser un engao. }1"]so solalnente pondr a los hombres ms completanlente bajo el poder del 'dios de este mundo', Satans, y los har nls desprevenidoR de la catstrofe n1s

de~tructora que jams ha de venir sobre la tie-rra. Dijo el I-lijo de Dios, el que derram su sang-re por el Xuevo ~rundo y el que es su ver-dadero Cimiento: "C01no eran los das de No, as ser la venida del Hijo del honlbre. Porque COlno en los das antes del diluvio, estaban co-miendo y bebiendo, casndose y dndose en lnatrimonio, hasta el da que K o entr en el arca, y no entendieron hasta que vino el diluvio, y los llev a todos; as ser la venida del Hijo del hombre."-n-fateo 24: 37-39.

En los das antes del diluvio los hombres se haban persuadido que la constitucin religiosa, social y gubernanlental de todas las cosas era fija y permanente. De lnodo que se mofaron de la amonestacin del fin del mundo como se di por el fiel testigo de Jehov, No, Y sus com-paeros, los miembros de su casa. La historia



se repetir. En el "nuevo orden" despus de esta guerra total, la propaganda oficial que adelantarn los que apoyan el arreglo de des-pus de la guerra persuadir a la gente comn que el mundo mejor y ms hermoso ha sido trado para permanecer; que manos humanas lo crearon, y que manos humanas lo conser-varn, con una fuerza de polica internacional. Grandes sern las esperanzas de libertad mun-dial que se expresarn, y la religin clamar que ste es el nuevo mundo del cnallos hombres han soado y que tiene la bendicin de la religin y que tiene que ser duradero. Pero detnganse y pregntense: &Por qu brotaron de repente, y especialmente desde 1918 d. de J. C., la propa-ganda y la proclamacin vigo roza por un mundo creado por los polticos y religiosos 1 quin est detrs de eso 1

Cuando los dictadores fascistas y nazistas haban concludo sus concordatos con la cabe-za religiosa de la Ciudad del Vaticano en 1929 y 1933, respectivamente, juntos empezaron su programa de agresin mundial declarando que su propsito era el establecimiento de un nuevo orden mundial, que durar mil aos. El pont-fice romano tambin or para que se edificara un nuevo orden de cosas, oracin que los poderes del Eje aceptaron como significando que el pon-tfice religioso haba comprendido sus aspira-ciones y pretensiones. (Noviembre 24, 1940). Las agresiones de los poderes del Eje condu-jeron a la guerra global. Los poderes que va-lerosamente resistan las agresiones se reunie-ron bajo un lema de contraste: la edificacin de un nuevo mundo en el cual las Cuatro Liber-tades regirn la tierra. La propaganda por tal



mundo democrtico se promueve en medio del ardor de la guerra total, y mediante ella la gente movilizada es espoleada a un esfuerzo ili-mitado para obtener una victoria que ganar la paz venidera. La profeca de Daniel, captulo once, predijo este conflicto mundial que se hace por el totalitario "rey del Norte" y sus aliados contra el democrtico "rey del Sur" y sus na-ciones unidas. La profeca inspirada declara que esto prueba que el mundo est en su "tiem-po del fin", un fin que incluye la destruccin de todo gobierno totalitario, empezando con Sata-ns y sus demonios y continuando con los hombres.

JV"GA...~DO CON LA LIBERTAD DELHO~IBRE

U stedes observan que debido a la crisis la "Cristiandad" ha levantado la bandera de libe-racin para la gente mediante un mundo hu-mano de un modelo nuevo. A Sern realizadas las esperanzas que se han despertado en la gente' La historia sagrada, escrita anterior-mente para instruir y guiar a los hombres de fe sobre quienes el fin del mundo haba de venir, contesta con un ejemplo amonestador. La "Cris-tiandad" religiosa en este "tiempo del fin" exac-tamente refleja a la antigua Jerusaln al tiem-po cuando la venganza de Jehov contra su hi-pocresa religiosa se estaba declarando contra esa ciudad infiel, y se haba sellado su conde-nacin y su fin estaba a la vista. El rey Sede-quas hizo 1m esfuerzo desesperado para apa-ciguar a la gente y retenerla para l. Hizo un "pacto con todo el pueblo que haba en J erusaleIn, para proclamarles la libertad". Esto



no denot ningn cambio interno de corazn en los gobernantes y maestros religiosos y econ-micos de la gente. Por qu no 1 Porque, poco despus de esa liberacin que le perteneca al pueblo de acuerdo con la ley de Dios, los gober-nantes "volvieron despus de esto e hicieron tornar a los siervos y a las siervas que haban dejado ir libres, y los redujeron otra vez a ser-vidumbre como siervos y siervas."

Ese fu un acto de traicin contra los intere-ses de la gente, y se cometi en el nombre de Dios por la combinacin religiosa y poltica. Por consiguiente Jehov Dios, por medio de su testigo Jeremas, les mand a ellos este mensa-je: "As dice Jehov: Vosotros no me habis escuchado para proclamar libertad .cada uno a su hermano y cada uno a su prjimo; he aqu que yo voy a proclamaros a vosotros libertad, dice Jehov, para morir a ESPADA y DE PESTE Y DE HAMBRE; Y os entregar al maltratamiento entre todos los reinos de la tierra. . . . S, a stos los entregar en manos de sus enemigos, y en manos de los que buscan su vida." (Jeremas 34: 1-22) La Jerusaln hipcrita y religiosa enga a los judos con su programa de liber-tad, pero en vano. Poco despus fu completa-mente destruda para la vindicacin del santo nombre de Jehov y la justicia.

La "Cristiandad", como aquella Jerusaln, pretende estar en relacin con Dios. En vez de guardar el pacto con l cumpliendo con su ley y mandamientos como se revelan en la Biblia, el verdadero Libro de Libertad, la "Cristian-dad" practica la religin. Ella le paga a la religin y la apoya para que sta bendiga sus planes para la dominacin mundial. Los tes-



tigos de Jehov le han proclal11ado por largo tiempo que ha llegado el tiempo para la era de libertad del Reino para la gente de buena vo-luntad, de acuerdo con la ley y decreto de Dios. La presente guerra global, y la precedente Gue-rra ~[undial y el hambre, pestilencia, terremo-tos y persecucin de los testigos de Jehov, prueban e~o Inisl110. Por qu! Porque eso cunlple -Ia profeoa del Hijo de Dios y testifica que el fin final de la "Cristiandad" opresora y toda la organizacin de Satans est cerca. La destruccin d~ stas vendr de las manos d~ ,I ehov, el glorioso Dios de Libertad, para pr~parar el call1ino para su X uevo :31 undo con Cristo Jess ('01110 Re~~ Teocrtico. & Por qu, entonces, debe la "Cristiandad", la que pretende representar a I>io~, laborar su propio progranla por un nuevo 111undo humano con liberacin de la gente de sus opresores? Es con el propsito

d~ mantener la esperanza de la gente prendida a los hOll1bres, honlbres que han fracasado, y cegar ms a la gente y alejarla de los 'nuevos cielos y la nueva ti~rra' que el Dios Todopode-roso prOlneti en su Palabra mucho antes de esta guerra global.-Jeremas 34: 1-22.

Igual que el rey Sedequas y sus nobles bajo premura de guerra, el propuesto nuevo orden 111undial, concerniente al cual se hacen muchas promesas atractivas ahora, comenzar con al-gunos verdaderos esfuerzos y arreglos para las libertades de la humanidad. Pero tan cierto como que Satans es 'el dios de este mundo', un mundo libre preparado por la mano del hombre no cristalizar. La Palabra de Dios Clarall1ente amonesta que la criatura internacional de des-pus de la guerra que se levantar no traer



libertad de la organizacin demonaca de Sa-tans. Su organizacin se simboliza por "Babi-lonia", y se representa visiblemente en la tierra por "la religin organizada", el consejero es-piritual de la "Cristiandad". Desde el Edn en adelante la religin ha sido el instrumento del adversario para mantener a la gente en cau-tiverio al pecado y la muerte. Cuando se estre-ne la cra tura del "nuevo orden" al terminarse las hostilidades internacionales, entonces la re-ligin organizada "comenzar algo". De acuer-do con sus planes presentes ella se sentar como ama sobre esa criatura de color escarlata. Hay una organizacin religiosa que domina a toda la religin organizada sobre la tierra. Con la astu-cia y maestra que originaron hace siglos, sa usar su influencia para que el "nuevo orden" sea hecho total y completo. El captulo dieci-siete del Apocalipsis predice esto; y no fallar, porque la Palabra de Dios no volver a l sin fruto ni sin cumplirse.

La religin y sus aliados polticos y comercia-les intentarn extender indefinidamente su do-minacin de la tierl'a, en desafo del N ueyo

~rundo de justicia para cuyo establecimiento ha llegado el debido tiempo de Jehov Dios. Nin-guna otra cosa espera a la gente que confa en el nuevo orden sino el ser trada a un cautiverio ms grande al 'dios de este nlundo' y al pecado, que significa oposicin a Jehov Dios. Las li-bertades que se esperan no sern realizadas ni tampoco durarn, porque ese substituto abo-nlnable por el reino de Dios bajo Cristo no tendr la bendicin de Jehov Dios. La nica libertad que El le proclamar es como est es-crito, "a vosotros libertad, dice Jehov . . a



espada y de peste y de hambre"; la cual fu el destino espantoso de la antigua Jerusaln. En-tonces ay angustiada religin! La profeca del Apocalipsis ahora puede entenderse, que antes del fin final del orden de despus de la guerra, los elenlentos polticos, militares, y co-merciales despertarn a la realidad de que la religin organizada ha sido una trampa mortal y 1m; ha atrado en su lazo hacia la destruccin en el Arll1agedn. J1Jn su amargura y luenospre-cio ellos se volvern contra la religin organi-zada y la expondrn y rompern su organiza-cin santurrona .a pedazos. :F'uriosamente con-tinuarn su lucha contra Jehov y su Rey del X uevo nI undo. Todo el mundo a excepcin de los comparativaluente pocos que creen en la promesa de Jehov y esperan en l por el Nuevo :ilfundo de vida y libertad, ser reghnentado para guerrear contra los Gobernantes Legti-nlOS del mundo, Jehov Dios y Cristo Jess. Ninguno de esos opositores del Nuevo ~Tundo Teocrtico sobrevivir. Dndose cuenta de ese fin seguro de los apoyadores de ese nuevo orden humano, que todo hombre de buena voluntad preste atencin a su propio camino ahora.-Apocalipsis 17: 12-18; 19: 19-21.

LA UNICA PROMESA CONFIABLE IIace mucho tiempo que el Seor Dios pre-

dijo la edificacin del Nuevo M:undo y sus ben-ditas libertades, y los hombres de fe creyeron que vendra. Ellos no consideraron que Dios se demoraba en cumplir su pronlesa. Ellos no asumieron que su promesa por consiguiente los autorizaba para tomar las cosas en sus propias manos y erigir ellos mismos el mundo prolueti-



do y tomar para s mismos la gloria, alabanza y crdito. N o; ellos esperaron el debido tiempo de Dios cuando l lo edificara. Mientras tanto vivieron ~n preparacin para ese glorioso mun-do de justicia y procedieron como testigos de Jehov llevando el testimonio de su venida. Entre sos se contaban Abrahn, Isaac, y J a-cob, y concerniente a ellos est escrito: "Por fe habit [Abrahn] como extranjero en la tierra de la promesa, como en tierra extraa, morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa: porque esperaba la ciudad que tiene los cimientos; cuyo arquitecto y ha-cedor es Dios. Conforme a la fe murieron todos stos, no habiendo recibido an las promesas; pero las vieron y las saludaron desde lejos, y confesaron que eran extranjeros y transeuntes sobre la tierra. Porque los que tales cosas di-cen, manifiestan que estn buscando la patria suya. y en verdad, si se acordaran de aqHella . de donde salieron, oportunidad tenan para vol-verse. Ahora empero anhelan otra patria me-jor, es decir, la celestial: por lo cual Dios no se avergenza de ellos, para llamarse Dios su-yo; porque les tiene preparada una ciudad." -Hebreos 11: 9, 10,13-16.

El apstol Pedro era otro que no fu enga-ado por las promesas seductoras hechas por los hombres con respecto a este mundo por cuya reforma y mejoramiento dicen que traba-jan. Llamando la atencin primero al destino del mundo anterior que pereci en el Diluvio, y despus al destino de este mundo, y finalmente al nuevo mundo prometido por Dios, el apstol escribe: "Por medio de las cuales aguas, el mun-do de entonces pereci, anegado en agua: pero



los cielos de ahora y la tierra, por la misma palabra estn guardados para el fuego, siendo reservados para el da del juicio y de la destruc-cin de los hombres inicuos. Empero conforme a su promesa [la de Dios], nosotros esperamos nuevos cielos y una tierra nueva, en los cuales habita la justicia." (2 Pedro 3: 6, 7, 13) Por lo tanto Pedro no entr en ningn contrato po-ltico ni concordatos con los gobernantes impe-riales, dictatoriales o totalitarios de este nlun-do, ya sea para sentarse encima de ellos como su gua espiritual y poder supernacional, o para convertir a este Inundo y salvarlo de su des-truccin. Pedro se dedic indivisiblemente al trabajo de Jehov Dios de 'sacar de entre las naciones de este mundo un pueblo para el nom-bre de Dios', para que ste pudiera ser prepa-rado para la vida en el reino celestial del X uevo ~lundo establecido por Dios.-Hechos 15: 7-14.

La LIBERTAD EX EL XCEVO l\I"C'NDO se descri-be claramente en la Palabra de Dios y por consiguiente es irrevocablemente garantizada por El. Ser un mundo gobernado por un Gobierno libre, un Gobierno celestial, y por lo tanto ser gobernado desde arriba, y no por la gente en la nueva tierra. Ese gobierno es la gloriosa "ciudad" que Abrahn y sus compa-eros herederos de la promesa de Dios espera-ban por la fe. Se prefigura bajo el smbolo de la Jerusaln celestial. El apstol Pablo fu en-gendrado de Dios el Padre para ser miembro o ciudadano de ese Gobierno celestial. Escribiendo a otros cristianos que estaban en lnea para el reino de los cielos Pablo dijo: "Empero la J eru-salero celestial [de arriba, V. V.] es libre; la cual es madre de nosotros." Ella se encuentra en con-



traste directo con la antigua Jerusaln que vino al cautiverio por medio de la religin, de modo que rechaz y mat al Rey del Nuevo :Mundo y por consiguiente fu destruda por el ejrcito imperial rOlnano en 70 d. de J. C. Por otra par-te, el Ungido, quien la Jerusaln religiosa clav en un madero porque "rehus inclinarse en ser-vidumbre a su religin, ahora reina libre como Rey en la Nueva Jerusaln, la cual est arriba. La Nueva Jerusaln jams ser pisoteada por las naciones gentiles ni sufrir destruccin, sino que gobernar para siempre como baluarte del Nuevo l\fundo de libertad y justieia. "Por lo cual, hermanos," termina el apstol Pablo, "no somos nosotros hijos de la esclava, sino de la mujer libre."-Glatas 4: 25, 26, 31.

Ese gobierno constituye los "nuevos cielos", y ante l "los cielos de ahora y la tierra" tienen que desaparecer. ~Jse hecho garantiza a toda persona de buena voluntad una libertad ms fundamental, y una que los polticos y religiosos y reforn1adores humanos no pueden atreverse a garantizar ni establecer. Por qu? Porque la edificacin del nuevo orden de despus de la guerra todava dejar a la raza humana arras-trndose bajo la inicua tirana del autor del pecado y de la religin, Satans el Diablo. Ese inicuo y su horda de demonios fueron echados del cielo desde 1914 d. de J. C. cuando Jehov Dios entroniz a su Hijo como Rey y el Gobier" no del Nuevo 1fundo naci. El Diablo y sus demonios fueron echados a la tierra. Por lo tanto todas las promesas humanas de mejores tiempos bajo los arreglos de despus de la gue-rra resultarn ser falsas; porque la Palabra de Dios dice: " Mas ay de la tierra y del mar; por-



que el diablo ha descendido a vosotros, teniendo grande ira, sabiendo que tiene ya muy poco tiempo !" ~1:ientras que est suelto, y puesto que no hay ninguna organizacin terrestre, religio-sa o poltica, con poder para atar al Diablo, los sobrevivientes de la guerra global pueden es-perar, no mayores libertades, sino un aumento de la regimentacin y opresin de los pueblos para retenerlos bajo el 'dios de este Inundo' y volverlos a la infidelidad y religin y por lo tanto contra Jehov y Su Reino. En toda esa reglalnentacin total de los pueblos y la limi-tacin progresiva de su libertad el blanco prin-cipal del Diablo ser aqullos que proclalnan y estn de parte del justo gobierno de Jehov lne-diante Cristo Jess, a saber, el resto de los hijos de Jerusaln la cual est arriba y la cual es libre. La palabra de Dios amonesta: "y cuando vi el dragn que haba sido arrojado a la tierra, persigui a la mujer que haba dado a luz el nio varn .... y airse el dragn contra la mujer, y se fu para hacer guerra contra el residuo de su simiente, los que guardan los mandamientos de Dios, y tienen el testimonio de Jess." -Apocalipsis 12: 1-17.

}1]s indudable que la lucha presente de los testigos de Jehov y sus cOlnpaeros de buena voluntad por la libertad de adorar, servir y alabar a Dios y a su Rey tendr que seguir y seguir hasta en el nuevo orden despus de la guerra. La lucha alcanzar su punto culminan-te en la batalla del .. :\..rmagedn. El gran Angel de liberacin de Jehov, Cristo Jess, inter-vendr en la lucha y refrenar al antagonista ms grande de toda libertad. Como se revela



en el Apocalipsis de Dios y se describe en sm-bolo: ay prendi al dragn, aquella serpiente antigua, que es el diablo y Satans, y le at por mil aos, y le arroj en el abismo, al cual cerr, sellndolo sobre l, para que no engaase ms a las naciones, hasta que fuesen acabados los

.' mil aos; despus de lo cual es menester que sea soltado por un poco de tiempo." La soltura de Satans despus que el mundo de justicia haya operado por los mil aos no tendr xito en corromper y volcar los nuevos cielos y la nueva tierra. Ese inicuo entonces ser extir-pado como por el fuego del Gehenna .que quema todo el desperdicio y purifica el universo.-Apocalipsis 20: 1-3, 7-10.

El Rey de la Nueva Jerusaln, cuando estuvo en la tierra como hombre y conocido como el "Ilijo del hombre" dijo: "Todo aquel que comete pecado, siervo es del pecado. Y el siervo no permanece en la casa para siempre: el hijo s, permanece para siempre. Si, pues, el Hijo os hiciere libres, seris verdaderamente libres." ( Juan 8: 34-36) La "Cristiandad" de despus de la guerra no puede ms que fracasar en li-bertar a la gente del pecado tan cierto como que fracasar en libertar a las naciones de su supe-rintendente invisible, Satans el Diablo, y todos sus inicuos demonios. N o importa que la "re-ligin organizada" cabalgue y gue el nuevo or-den y que se desarrolle "ms religin". Cmo pueden los que son esclavos ellos mismos eman-cipar a otros esclavos 1 Los religiosos y sus aliados, polticos, comerciales y judiciales son ellos mismos todos siervos del pecado, impo-sibilitados de vencer el pecado en s mismos e igualmente imposibilitados para legislar o echar



el pecado y el egosmo fuera de este mundo. Siendo siervos, y no hijos libres, no durarn por mucho tiempo. La esperanza de libertad de parte de ellos, mientras dure este mundo, es en vano.

El Rey del Nuevo :Mundo es el Hijo sin pe-cado de Dios y es libre. El ser el 'Padre Eter-no' de todos sus sbditos obedientes, y los har sus hijos e hijas. Cuando l los haga libres, en realidad sern "libres". Aunque fueron forma-dos en la iniquidad y concebidos en pecado como resultado de su descendencia natural de Adn y Eva, por razn de su buena voluntad y devo-cin al reino de Dios, sern adoptados por el Rey de los nuevos cielos y l los regenerar. J


que rinden a Dios todo lo que es de Dios. El Csar imperial y su capital Ror.~a y su aliada, la Ciudad del Vaticano, no volvern a invadir lo que es de Dios. Ellos habrn desaparecido PARA SIEMPRE. Aun ahora los "hombres de buena voluntad" que han venido a ser compaeros de los testigos de Jehov se unen a ellos repitiendo las palabras de la profeca debido a la libertad de que ya gozan por razn de la verdad, y agra-decidamente dicen a Jehov: "Jehov, t nos dars la paz; porque tambin todas nuestras obras las has hecho t por nosotros. Jehov, Dios nuestro, otros seores fuera de ti nos han seoreado; mas ahora, de ti solo y de tu N om-bre haremos mencin. }'Iuertos estn ellos, no vivirn; difuntos, no se levantarn; porque t los has visitado y destrudo, y has hecho pere-cer toda memoria de ellos." (Isaas 26: 12-14) Ningunos de los gobernantes polticos o religio-sos reclamarn entonces ser las "potestades superiores" "ordenadas de Dios". En vez, el Rey de la libertad har resonar su voz y todos los fieles profetas y patriarcas de la antigedad oirn, y saldrn "para resurreccin de vida", una "resurreccin mejor", a la per-feccin humana. Estos sern instalados como "prncipes en toda la tierra". Como represen-tantes visibles de su Dador de vida y Rey celes-tial, ellos recibitn los juicios celestiales y eje-cutarn justicia entre todos los hombres. "He aqu que en justicia reinar un rey, y prncipes presidirn en juicio." (Isaas 32: 1, V. V.; Juan 5: 28, 29; Sahno 45: 16) Por su fe y fidelidad hacia Dios y su justicia aquellos hombres de la antigedad sufrieron tod~ suerte de privacio-nes y dificultades y aflicciones a manos de los



religiosos, "no admitiendo la libertad, para al-canzar otra resurreccin mejor." Por consi-guiente su instalacin en oficio principesco en la tierra bajo la Teocracia celestial nos da lns seguridad que sta ser una tierra libre de la-trocinio, chanchullo, opresin y conspiracin rontra los intereses de la gente.-Hebreos 11: 32-40.

Con Cristo Jess y sus fieles seguidores y coherederos en la realeza de superintendencia celestial sobre la humanidad, y con estos fieles prncipes en funciones sobre la tierra purifica-da, ese mundo de justicia y equidad verdadera-mente ser un "nuevos cielos y una tierra nueva, en los cuales habita la justicia". N o ha-br calnpaas electorales democrticas, descr-ditos y gastos, ni revoluciones que causen con-nloein en ese mundo. El Gobierno que Jehov Dios establece "no ser dejado a otro pueblo, sino que desmenuzar y acabar con todos aque-llos reinos, en tanto que l mismo permanecer para todos los siglos". Y la gente bajo ese go-bierno para siempre gozar de felicidad y con-tentan1iento.-Daniel 2: 44.

Ese Gobierno ser COlno un guardin contra todo temor. El nlilitarismo podr ser y ser cOlnpletanlente quitado y no ser necesario Inantener ninguna fuerza policaca internacio-nal para hacer cumplir los decretos del Gobier-no y para evitar que se levante algn hijo de alguna organizacin religiosa y haga veces de "espada de esa secta religiosa" y usurpe la dictadura y dominacin mundial. Podero p


las fronteras sern borradas y desaparecern; todas las barreras traficantes y tarifas, y toda explotacin colonial,- todos los prejuicios, dis-tinciones y desigualdades de raza, sern borra-dos. N o hay acepcin de personas con el Rey Cristo Jess; su salvacin es para todas las personas de buena voluntad de todas las nacio-nalidades. Todas ellas y cada una tiene que re-cibir igualmente la vida como una bondadosa ddiva de l y venir a ser sus hijos, la familia humana terrestre del Redentor. Entonces ser como es ahora dentro de su verdadera iglesia; concerniente a la cual se dice: "N o hay Griego ni Judo, circuncisin ni incircuncisin, br-baro ni Scytha, siervo ni libre; mas Cristo es el todo, y en todos."-Colosenses 3: 11, Versin Valera.

Qu ayuda tan grande hacia el amor del hombre para el hombre ha de ser esto! Esto querr decir libertad del odio, que es homidicio. El amor del prjimo; que est de acuerdo con el segundo mandamiento, ser coronado por el amor del hombre por Jehov Dios con todo su corazn, mente, fortaleza y alma, el cual est de acuerdo con el primero y ms grande man-damiento. Tal amor, perfeccionado en el cora-zn del hombre, echar afuera todo temor; por-que el temor tiene tormento y no tiene lugar en el nuevo mundo de libertad.-l Juan 4: 17, 18.

Cuando Satans, que es el "padre de menti-ras", sea quebrantado bajo los pies del Rey en el Armagedn, entonces sus mentiras que son la base de la religin, cesarn con l. El perodo de la circulacin libre de mentiras y blasfemias religiosas contra Dios habr terminado y ya no se permitir que los clrigos religiosos y sus



mal instrudos parroquianos mientan libremen-te. ,Por qu no T Porque las mentiras traen a los hombres al cautiverio, mientras que el IIlundo venidero ser uno de libertad. Licencia para los falsos testimonios y mentiras no ser concedi-da, sino que la completa libertad de palabra y de verdad existir. Las tradiciones de los hom-bres, de demonios, y de religin se habrn es-fumado ante la luz reveladora de la verdad, y esa verdad est en la Palabra de Dios. Su Rey,

. Cristo Jess dijo: "Si permaneciereis en mi palabra, seris verdaderanlente lnis discpulos; y conoceris la verdad, y la verdad os har libres." ( Juan 8: 31, 32) Su regla de juicio con-cerniente al nuevo nlundo v su Gobierno Teo-crtico dice: "Los cobardes: y los incrdulos, y los ahominables, y los hon1cidas. y los fornica-rios, y los hechiceros, y los idlatras, y todos los mentirosos, su parte ser en el lago que arde con fuego y azufre: que es la nluerte segunda. y no entrar jalus en ella ninguna cosa in-munda, ni quien haga abominacin, o diga men-tira; sino solamente aquellos que estn escritos en el libro de la vida del Cordero/'-Apocalip-sis 21: 8, 27.

La ley que entonces ser guardada voluntaria y amorosaUlente por el pueblo libre en la tierra se declara as: "]1]stas son las cosas que habis de hacer: Hablad cada cual verdad con su pr-jimo, juzgad segn la verdad y lo conducente a la paz, dentro de vuestras puertas." (Zacaras 8: 16, 17; Efesios 4: 25) La tierra estar llena de la verdad, y todo odo la oir y toda lengua la hablar sin censura ni supresin, y el error no cegar los ojos. Como ha dicho el profeta: "En-tonces sern abiertos los ojos de los ciegos, y



los odos de los sordos sern destapados; enton-ces el cojo saltar como ciervo, y cantar [ser L 1 B R A D A (Versin Douay [en ingls]) ] la lengua del mudo." (Isaas 35: 5, 6) Las escue-las y seminarios religiosos, "la ciencia falsa-mente llamada as", y toda ignorancia sern hechos imposibles. En la "guerra del gran da del Dios Todopoderoso" l se levantar y har que toda criatura en existencia conozca y sepa que l es Jehov y es supremo y nico en la dominacin universal. " Porque la tierra estar llena del conocimiento de la gloria de Jehov, como las aguas cubren el mar!" (Ha-bacuc 2: 14) Ese conocimiento significa vida eterna para todos los que se baan en l y son hechos limpios por L El temor del Gobernador Universal y Edificador del 'mundo sin fin' es-tar sobre todos los humanos, con este resulta-do : "N o daarn ni destruirn en todo mi santo monte; porque estar la tierra llena del cono-cimiento de Jehov, como las aguas cubren el mar."-Isaas 11: 9; Juan 17: 3.

SEGURO CONTRA LA 1fUERTE y EL SEPULCRO

Libertad de todo problema debido a la falta de empleo llegar con el N uevo Mundo. El man-dato divino ser declarado de nuevo a todos los hombres de buena voluntad al comienzo del reino de los mil aos de Cristo Jess. Obedien-temente estos sobrevivientes de la batalla del Armagedn respondern como lo hicieron los hijos de X o Y sus mjeres despus del gran diluvio, y ellos participarn en llevar a cabo el mandato de henchir la tierra con una prole jus-ta. N o habr necesidad entonces de un progra-



ma gubernamental de "seguridad social" con seguros "desde la cuna hasta la tumba". Aqu-llos que llevan a cabo el mandato divino darn a luz a sus hijos en justicia, pero no para per-turbacin ni con el peligro de que la muerte invada la cuna. Con seguridad criarn a sus hijos ba jo alrededores justos y saludables, "en la disciplina y amonestacin del Seor". Al continuar en tal admonicin y servicio gozoso al Seor y su Rey, stos no experilnentarn vejez o peso de los aos para gatear al fin a la tUlnba. Su obediencia perfecta bajo la prueba, y especialmente bajo la prueba final que surge por un rato al ser suelto Satans por un corto perodo de tiempo, les asegurar su recompensa de vida eterna en perfeccin hUlnana a manos del Rey, su 'Padre Eterno', el "Prncipe de Paz".

IIabr empleo para todos sojuzgando la tie-rra y hacindola un paraso en todas partes; y el trabajo de sus manos no ser en vano, sino que permanecer. Cun agradecida ser la li-bertad del agotamiento debido a la presente imperfeccin hunlana! y todos los que activa-nlente sirvan al Seor en fe y devocin gozarn as de un sbado perpetuo, un jubileo sin fin. (Isaas 65: 17-25) El Rey, Cristo Jess, duran-te los cuantos das que pas sobre la tierra, san a todos los que le buscaban en fe. Ahora en el poder del Reino celestial, l cuidar de la salud de todos sus sbditos obedientes y fieles, sus hijos, sobre la tierra, mucho ms all de lo que pudiera ofrecer o efectuar cualquier pro-grama de seguro de higiene pblica o subven-cin de medicina por cualquier gobierno actual. El gran Mdico Real, que muri por la reden-cin de sus sbditos, les asegurar completa



libertad de enfermedad, vejez y la muerte mis-ma. N o por ciruga plstica u otros recursos humanos sino por el poder creativo que l po-sea cuando Dios le dijo, "Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejan-za", l restaurar a la humanidad quebrantada, imperfecta, y envejecida, y la rejuvenecer, y la reconstituir a la hermosura y fortaleza de la juventud perpetua. ,

Al tiempo que el Hey anduvo sobre nuestra tierra como hombre, no solamente san a los enfermos, restaur a los invlidos, y libr a los endemoniados, sino que tambin levant a los muertos. Bajo su Reino el .cumplimiento del mandato divino no poblar la tierra en exceso: ni- tampoco ser fuera del alcance del poder del . Creador mandar "Aparezca lq, seco [tierra, V..!.]." Cuando el mandato divino haya s.ido llevado a cabo, lo cual quiere decir tambin que el paraso se habr extendido hasta los fines de la tierra, entonces todos los "dems de los muertos>J en las tumbas recibirn los benefi-cios del sacrificio del rescate del Rey. Un poder obrador de milagros restaurar a stos de las tumbas, y "sal


en la tierra que dejen de retener su integridad hacia Dios durante ese 'corto tiempo' de prueba final sern castigados con la destruccin eterna, as como Satans talnbin lo ser.-Apocalipsis 20: 5,7-15.

El cunlplimiento del nlandato divino y la resurreccin de los muertos en la tierra no o bs-truir ni destruir la completa libertad de ca-rencia del Nuevo Mundo. Eso no resultar en ningn problel11a de all11entacin ni habr ne-cesidad de continuanlente emplear ninguna per-lnanente Oficina o COl11isin ~Iundial de Ali-111entos dando libros de racionan1entos y ha-ciendo distribucin de comestibles para las di-ferentes regiones de la tierra. Bajo las bendi-ciones de Dios el paraso de la tierra dar su aunlento. Carencia, hambre, sequa, plagas de insectos, pestilencias, s, hasta el tel110r de tales cosas, nunca volvern a invadir la tierra. El Rei-no de Jehov por Cristo se C0l11para a una 111on-taa innl0vible y concerniente a las bendiciones que ha comenzado a dejar caer en este da de Jehov sobre aqullos que han de ser los habi-tantes libres del Nuevo Mundo, la profeca di-vina declara:

"Yen este nlonte har Jehov de los Ejr- ' citos, para todas las naciones, un banquete de manjares pinges, banquete de vinos sobre las heces; de manjares pinges de mucho 1neollo, de vinos sobre las heces, bien refinados. Y des-truir en este 11lonte la cobertura de las caras, la que cubre todos los pueblos, y el velo que est tendido sobre todas las naciones. j Tragado ha a la muerte para siempre; y Jehov el Seor enjugar las lgrl11as de sobre todas las caras, y quitar el oprobio de su pueblo de sobre toda



la tierra! porque Jehov as lo ha dicho. Y se dir en aquel da: He aqu; ste es nuestro Dios; le hemos esperado, y l nos salvar! ste es Jehov, le hemos ~sperado; estaremos ale-gres, y nos regocijaremos en su salvacin!"-Isaas 25: 6-9.

Los ''hombres de buena voluntad" que ahora vienen al conocimiento de la verdad no se ~r. mitirn ser en~aados ahora en el curso eqmvo-cado. Ellos esperarn en Jehov Dios y en su Rey Cristo Jess. Lo anterior no es ninguna Utopa imaginaria soada por algn "santo" religioso, sino que es la Palabra escrita de Dios a la cual ha jurado sobre Su propio nombre y . es veraz. Acepten y crean su Palabra ahora y en adelante sea ella su gua de la vida y espe-ranza y consuelo. Si as lo hacen, quiere decir para ustedes el ganar la herencia de la vida eterna y

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1943- Libertad en El Nuevo Mundo (folleto TJ)