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o Thames & Hlld$on lId ., londr($. 2002

o Ed,clOnes Akal, $. A., 2005

para I ~ n g l l ' ..sp. "ola

$«Ior Foresta, I

28760 Tres CantOl

Td .: 918061996

Fu : 918 044 028

www •b.I .oom

ISBN · IO; 84·0160· 2062 -9

ISBN-U 918-&-1 -461).2062-2

Impr"" en ~ v e l , S A.

~ I u m . n e s (Madud)

Reserv;¡dos todos los du"cho$. rx . t u ~ l d o . lo dISpuesto

en d "t. 210 del CódIgo ""nal, podrln ser "' It'gados Con

penas multa y p" ...Clón de hbcrtad qUIen .. r<"p1oduzan.wn la prKepti ... alllorÍUltlÓn O pl.glen, en todo o enparte, IIn. obr. I"eru .. , "tistiea O c,enufia, fi¡a.b encualqUIer llpo de soporte.

l '.' fl "- '

La Mente en la CavernaLA CONCIENCIA Y LOS ORíGENE S DEL ARTE

D AVID LEWIS-WILLlAMS

Traducci6n

Enrique Herrando Pérez

., - ..

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CAPiTULO 7

Un origen de la realizaciónde imágenes

Los estudios de casos concretos, como los dos que he ofrecido en los capitulas 5 y 6,

enriquecen enormemente nuestra comp ren sión de las maneras en las que los seres h u ~manos no sólo se enfrentan al espectro completo de la conciencia cambiante, sino que

también la explotan de forma activa. La etnografía aporta la carne y la vida al esquele

to -la estructura- que proporciona la neuropsicologla. Pero incluso los dos estudios

que he presentado demuestran que [as simples analogías etnográficas aisladas pueden

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180 La mente en la caverna

ralmente, de imágenes muebles y parietales. Está claro que todas estas áreas de cambioeran interdependientes, estaban entreluadas. No eran unas cuantas . lnvenciones» dIS pares realizadas por individuos especialmente imeligemes; más bien, eran parte delpropio tejido de una sociedad dinámica. Al mismo tiempo. hay pruebas arqueológicasque sugieren que no estaban entrelazadas en el se ntido en que consti tu [an un paqueteindivisible lcapÍlulo 3 ). Sin duda, el Paleolítico superior de Europa occidental no fue

un periodo de estancamiemo social, tecnológico y conceptuaL Es Indudable que porfin un importante cambio global estaba en marchal .

Una implicación de esta nueva dinámica es que el P a l ~ l í t i c o superior fue un pe

riodo de dwusidnd lOCml, un momento en el que las distinciones sociales y las tensiones sociales proliferaron y llegaron a ser la fuerza motriz d entro de la sociedad.

Si hemos de buscar un mecanismo motriz parn la . Explosión creativa» de Europa oc

cidental, éste debe encontrarse en la diversidad y el cambio social. Esto significa que necesitamos examinar las funciones dIVISOrias de la realización de imágenes. Al hacerlo, nosdistanciamos de anteriores explicaciones funcionalistas, como las del arte por el arte, la

magia simpática, los mitogramas binarios yel in tercambio de información, todas las cuales consideran que el arte conttlbuye a la estabilidad social. En lugar de ello, seguimos yOesarrollamos las ideas de Max Raphael. Fue él quien dijo que las comunidades del Pa leolítico supenor fueron . pueblos forjadores de historia par acellence- l ¡ él se dio cuenta de que su arte no fue simplemente una expresión idílica de alegría, un florecimIento deun sentido estético .e levado», sino más bien un ámbito de pugna y cuestionamie.n to.

Para entender cómo la realización de imágenes pudo nacer en el cuestionamientosocial, vuelvo sobre las ideas acerca de la conciencia que desarrollé en capltulos anteriores y presento dos nuevos conceptos: la conciencia plenamente humana y la conciencia prehumana.

Conciencia e imágenes mentales

Ya he señalado que la realización de Imágenes y personas no pudo haberse desarrolladoa partir de, por ejemplo, la pintura corporal. La idea de que una imagen es un mode.lo aescala de otra cosa (por ejemplo, de un caballo) requiere un conjunto de sucesos y con\'enciones mentales distinto de aquellos que perciben el simbolismo social de unas seña

les rojas sobree.1

pecho de alguien. El adorno corporal no evolucionó -no podrla haberevolucionado- hacia la realización de imágenes. Los historiadores del arte han prestadomucha atención a las maneras en las que las imágenes gráficas se perciben como proporcionadas respecto a las imágenes mentales y a los objetos del mundo¡ la escala, la perspectiva, y la selección de rasgos distintivos son sólo algunas de las ideas que ellos discute.n. Aunque es ta s ideas contribuyen a explicar cómo la gente interpre ta actualmente un

'S obre d gmb,o amb'ental y soc iloJ d" .nte d P.lc-ol!uco ' ' 'penor vélntt Joch'm 11983) y Cambie (1 999). So·

brelo, ,,(:Idos alterados y.1 u mb,o soc . vtate Bou'"""l"on ( ¡9 n )

• Rooph<ld (1945, P ))

'-,

Un origen de la leallzacfón de Imágenes t87

patrón de líneas sobre una superfiCie como una Imagen de algo distinto a si mismo, no

explican cómo la gente llegó a cree r en un pnnclpio que es tas marcas podian traer a la

mente un bisonte, un caballo o un mamut peludo, SI es que. realmente lo hadan.Como cabía e s ~ r a r . el abate Henri Breuil tenía firmes opiniones sobre la cuestión

de los orígenes del arte.. Todas sus ideas se basaban en la postura innalista_En el capitulo 2 vimos alguna de las limitaciones de la idea de. que. los seres humanos tienen unImpulso artístico tnnato y que es ta característica les lleva, casi les obliga, a re.alizar. ¡magenes_ Breuilllamó a este supuesto impulso . 1.1 temperamento artístico oon su adoración de la Belleza»J. Pero el también abordó el problema en términos mas prácticos,

preguntándose cómo la gente pensó en un primer momento en hacer imágenes figurativas. Una de sus ideas fue que las Imágenes evolu cionaron a pa rtir de máscaras, aunque no dijo exactame nte cómo pudo haber sucedido esto. Una idea suya más influye nte. fue que la gente de. repente distinguió la SIlueta de, por ejemplo, un caballo enunas marcas naturales sobre. la pared de un abrigo. Inmediatamente se dieron cuentade que ellos mismos podían hacer estas marcas -y no sólo de. caballos sino también deotros animales-. Breuil también señaló los llamados «macarrones», arabescos y meandros que la ge nte del Paleolltloo superior hada con sus dedos en el barro blando de las

paredes de las cavernas. Entre es tos bucles y marcas aparentemente fútiles, segúnBreuil, la gente distinguió partes de animales y se dio cuenta de que podría hacer imágenes de manera. AdemáS, Breuilsltuó, ¡un to a las marcas naturales y los . macarrones », las hue.lIas de manos, y afirmó que estas marcas evolucionaron. de alguna for

ma, hacia las imágenes figurativas de animales. aunque no explicó exactamente cómo.ni cuáles habrían sido las etapas intennedias. •

Después está la explicación-atajo para el origen de la realización de imágenes que no

necesita de señales prea istente s ni de . macarrones». De repente, alguna penona excepcionalmente inteligente sencillamente inventó la realización de imágenes. La idea prendió deinmediato, y otros empezaron a hacer sus prop ias imágenes de animales. Los arqueólogosy especialistas en arte de cuevas franceses Brigine y Giles Muc resumen esta postura:

Hace aproximadamente 30.000 a"os, en el Aunftaclense, al comIenzo del PaltOlillCO su

penor, alguien o algun grupo de la reglón de Eyzies mvenló el dibujo. la representilcI6n

en dos dImenSiones sobre la superficie de la piedra de lo que en el entorno apareda en

tres dlmensiones4•

Estas explicaciones, que son tod3 vla populares y están ampliamente publicadas, tienen problemas importantes. En primer lugar, las pruebas de las cuevas indican que los. macarrones » no fueron las primeras seña les realizadas en las paredes; se hicieron a lolargo de todo el Paleolítico superior. En segundo lugar, las explicaciones a menudo están expresadas en plural: . La gente de repente dIstinguió ..». Pero lo que se quiere de-

• Breu,] p. 2) )• Pcl/uc y Ikl1uc ( 1986)

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a

188 la mente en la caverna

cir con esto es qut: unos mdrvlduos especialmente brillantes (como admiten los De[[uc)

aqul y alla, en Europa occidental, Inventaron las imágenes o vieron un parecido entrt:

las marcas naturales o los «macarrones» y un animal y después hablaron a otros sobre

ello. Pero. ,¡por un individuo examinó tan atenlamente unas marcas O «macarro

nes" si o ella, no tenia alguna t:xpc:ctatlva previa de lo que podla encontrarSt: en

ellas' Aun admlllendo la efectividad de una mirada fortulla y de afortunado descubn

miento casual de un occidental del siglo XXI sobre. por ejemplo, unas marcas de hu

medad sob re una part:d. hemos de decir que uno no puede «vC'r- una imagen figurati

va C'n una masa de lineas a no St: r quC' uno tenga ya una idea dC' lo que son las Imágenes.

y tal idea dC'be tenerSt: socialmente; no puC'dC' ser propiedad exclusiva de un individuo.

Hay una buena razón para llC'gar a t:sta condusión. DC' hecho. el propIO BrC'u¡] rt:la

ta una historia qut: va en contra de su propia explicación. DicC' que Salomon Reinach,

t:1 autor qut: antC'rlormt:ntt: habla propagado la idt:a de la magia Simpática, dC'scubrió

qut: un oficial turco al que habla conocid o t:n su etapa dt: t:studiantt: t:n Att:nas era m

capaz de reconocer el dlbu}o dt: un caballo aporque no podía moverst: alrededor de

~ I . ) . El Islam, naturalmentt:, prohíbe la rt:alización de imágenes figurativas. Al ser rou

sulman, al oficial le eran totalmente extrañas las pinturas figurativas.

El antropólogo Anthony Forge descubrió lo mismo cuando trabajaba entre los abe

lam de Nueva Guinea. Halló que estas personas realizan tallados tridimensionales de

espínlus y a m b i ~ n pmtan motiVOS de espiritus policromos, bidimensionales y bnj[an

tes en sus estructuras ntua[es. Aunque el propio motivo es básicamente el mismo en

ambos casos. las versiones bidimensionales disponen los elementos dt: formas distin

tas; por ejemplo, los brazos pueden surgir desde debajo de las narices en las figuras,

mientras que los tallados tridimensionales tienen los brazos en el lugar habitual. ¿Por

qué a los abelam no les parece extraña esta diferencia? La respuesta a esta pregunta es que

ni las versiones tr idimensionales ni las bidimensionales son representaciones: no mues

tran e.! aspecto que tienen los esp¡rilus; mas bien. son avatares de los esplrnus. «No hay

una Iden. descubrió Forge ..de que la pintura sobre la superficie una proyección

del grabado o un Intento de representare.! objeto tridimensionalen dos dimensiones»6.

Las pinturas no se hacen con la intención de que se «parezcan» a algo de la naturaleza,

como nosotros suponemos con tanta facilidad.

Como consecuencia de su comp rensión de la naturaleza no figurativa de la pintura los abelam tenian dificultades para «ver» fotografias1• Si se les mostraba una foto

grana de una persona Situada rígidamente de frente padlan reconocer lo que se mos

traba. Pero si la fotografia mostraba a la persona en acción o en cualqUier otra pose

distinta a la de mirar directamente a la cámara se encontraban de¡'(.I' ientados. A veces

Forge tenIa que trazar una gruesa linea en torno a la persona en una fotografia para

que la ge nte pudiera retener el «verla_. Esto no significa que los abelam St:an inheren-

•8rt>."t (1952 , p 21)

• Fot&t (1970 , P 281 )

- Vn .., I ~ m b l t n et <11 ( 1%6).

Un ongen de la realización de I m ~ e n e s 189

temente mcapaces de entender las fotograffas. Porge consigUiÓ enseñar a algunos mu

chachos abelam a entender las convenciones de las fOlografias en unas pocas horas.

pc:ro hasta que fueron instruidos. el «ver» fotograflas no era una de sus habilidades.

Como lo expresa Porge ..su vis ión ha sido socializada de una forma qu e hace que las

fotografías resulten especialmente Incomprensibles»'.

Por lo tanto, el «ver» Imágenes bidimensionales es algo que aprendemos a hacer. no

es una parte Inevitable de lo que es ser humano. Entonces, ¿cómo pudo la gente del Pa

lC'olitlco supe rior «ver- Imágenes en las circunvoluciones de los «macarrones» si no te

nían ya una idea de tales imágenes?

Pese a esta (en mi op inión , insupc:rable) dificultad, los autores han St:guldo mten

tando soslayar el problema porque no pueden concebir Olra manera en la que la gen

le pueda haberse tropezado con la idea de realizar imágenes bidimensionalt:s sobre las

paredes de las cuevas. El mtento más ingemoso -y complejo- ha venido de la man o del

historiador de arte 'wtlllney Davis'.

Davis entiende pl enamente el problema fundamenlal de suponer que, al ocuparnos

de las primeras imágenes au riñacienses, nos es temos realmente ocupando de Imágenes .

Como expresa sucintamente Forge cuando C'SCnbe acerca de los abelam: «Debemos

cuidarnos de suponer que ellos ven lo que nosotros vemos y viceversa_. Este es el quid

de 1'\ cuestión. Además, Davis también rechaza la idea de que una «sensibilidad estéti

ca» en desarrollo llevara a la realización de imágenes10. Pero no encuentra otra opción

que no (a) continuar como si las imágenes del Paleolítico supc:rior fueran repre

sentaciones de cosas de la vida material real y (b) suponer que el re<:onocimiento de la

imagen bidimensional evolucio nó inevitablemente.

Aun a riesgo de simplificar en exceso su trabajo. podemos decir que, aunque re

chaza que el origen de las imágenes St:an los «macarrones», afirma que la gente hi zo

«marcas» aleatorias, incluso durante eJ Paleolltico medio. Pero que, al principio,...no

adoptaron una aproximación d e .ver como» a su trabajo; es decir. no vieron las mar

cas como representaciones de otra cosa.$i admitimos esta idea de garabatos aleatorios,

,adónde vamos a partir de aquí? Es en este punto donde me parece que se trunca la lí-

nea de razonamiento de Davis_ escribe:

El acto de marcar conlllluamente el mundo aumentará contllluamente las probabilidadesde que las marcas .se perciban como cosas. Con el tiempo, conjuntos muy complejOS de

marcas -no importa SI se agrupan intenCionadamente o simplemente se perciben casual mente como un grupo- denvarán C'n ocasIonales interpretaciones perceptP/as de algunasmarcas como objetos muy complej'OS, como los contornos cerrados de los obje tos naturales .

La producción de marcas sobre superficies y todo tlpode actividades diversas, desde el ador

no corporal a la conStrUCCIón. añaden pOlendalmente marcas y manchas de color al mun-

I F o ' l ~ (1970, P 281)

' D' IS (1986, 19811

.. [)avIS (1936 . p. 20 1).

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Un

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lL L .; ¡z¡ t El! ,6 t. .

proponer .. modelos lIeuro16glco5 expllcitos» que expliquen cómo surgió la concie ncia

durante la evolución. Además. cualqUier explicación debe proponer "p ruebas estrictas

para los modelos que propone en térmmos de hechos neurobiológ icos,.. Finalmente.

la explicación debe «concord ar con observaciones científicas conocidas actualmente

que procedan de cua lquier ámbito de invesligación. y. sobre todo. con aquellas proce

dentes de la cienc ia del c e r e b r o , . ' ~ . Edelman resume aquí algunos de los criterios para

evaluar hipóteSIs que señalé en el capitulo 2.

Pero,tcuál es la neurología básica del cerebro? Todos los neurobiólogo s aceptan que

el tipo de célula fu ndamental del cerebro es la neurona. Las neuronas están conectadas

con otras neuronas mediante sinapsis. Estas conexiones las facilita la generación deneurotransmisores, sustancias químicas que permiten que impul sos eléctTlcos crucen

de una neurona a otra. El córtex cerebral, la . piel,. exterior del cerebro, contiene tanto

como diez mIl millones de neuronas, Esta compl ejidad puede resul tar desalentadora.

Pero es a partir de las comp lejas interacciones entre estos miles de millones de neuro-

nas que nace la conciencia.

Ahora necesitam os distmguir entre el sis tema límbico y el sistema talamoco rtical.

Ambos están compuestos por neuronas, pero difieren en su organizació n. El sistema

límbico se ocu pa de comportamientos básicos y no racionales : apetito, comportamien

to sexual y comportami ento defensivo. Está extensamente conectado a muchos órganos

corporales diferentes y al sistema nervioso autonómo. As!. regula [a respiración, la di-

gestión, los ciclos de sueño, etcétera, El sistema límbico evolucionó tempranamente

para regular el funcionamiento del cuerpo. En contraste, el sistema talamocortical evolucionó para dar sentido a las entradas complejas procedentes de fuera del cuerpo.

Comprende el tálamo, una estructura cerebral central qu e conecta las señales senso ria

les y otras seíiales cerebrales con el córtex, y el propio córtex. El sistema talamocortic.al

se desarrolló después del sistema Iímbico y pasó a estar estrechamente conecta do con él.

Si le hacemos plena Justicia a las ideas de Edelman, no nos.quedará más espacio

para analizar la realizació n de imágenes d el Paleolítico superior. Por tanto, pasemos a

la identificación por parte de Edelman de dos tipos de conciencia: la condencia pri

maria y la conciencia de ni vel superior.

La conciencia primaria la experimentan hasta cierto punto algunos ammales como (casi

sin duda) los chimpancés, (probab[emente) la mayoña de los mamíferos., y algunos pájaros,

pero (probab[emente) no [os reptiles. As! es como Edelman define la conciencia pnmaria:

la conCiencia pnmaria es un es tado de ser co nsciente de cosas en e! mundo. de tener

Imágenes mentales en el presente. Pero no está acompanada por mnguna Idea de una

persona co n un pasado y un futuro l .. ]. [I.a conciencia pflmaria depende de] un cir

cUila de reentrada espeCial que surgió durante la evolución como un nuevo componen

te de la neuroanatomía 1.. . Como seres humanos que poseen una conciencia de nivel

superior, nosotros experimen tamos la conCIencia pnmana como una .-representación"

" E<.klman (l994. p t i} )

origen de la realización de Imágenes 193

o una .,magen mental_ de aconteCimien tOs categonzados que es tan en curso. 1.·1La

conCienCIa primana es una especie de _presente recordado•. ] . . ] Está limitada a un pe '

queño mtervalo de recuerdo en torno a un segmento temporal que yo llamo presente

Carece de una Idea o concepto explicito de un yo personal, y no proporciona la capac I

dad de modelar el pasado o el futuro como parte de una escena correlallva.

Un ammal con conCienCIa pnmana ve una sala de la manera en la que un rayo de luz la

ilumina. Sólo aquello que se encuentra en el rayo está explicitamente en el presente re-

cordado; todo lo demás es oscundad. Esto no Slgntl'ica que un ammal con concienCia

primaria no pueda tener una memoria. lalBo plazo o actuar confonne a ella. Obvia

mente puede, pero no puede, en genenl, ser consciente de esa memoTla o planear pa n

si mISmo un fu turo prolongOldo bas .do en esa memori•. ¡ .. ILas criaturas con concien

cia primaria, aunque poseen Imágenes mentales, no llenen capacidad para contemplar

esas imágenes desde la posición ventajosa de un yo socialmente c o n S l r u l d o '

Antes de señala r la relevancia de este tipo de concie ncia para la transición, ofrezco

el resumen de Edelman sob re la conciencia de nivel superior. Es el tipo de conciencia

que posee el Homo sapu!ns:

La conciencia de nivel supe rior implica el reconocimiento por parte de un SUjeto peno

sante de sus propios actos o afec tos. Encarna un modelo de lo personal, y de! pasado y el

fuluro, as! como del presente. [ ..1Es lo que nosotros, como humanos, tenemos además

de la conCienCia primaria.Somos conSCien tes de ser conSCIentes. { .. I ¿Cómo puede rom perse la tinnla del presente recordado? La respuesta es: me<hante la evo lución de nuevas

fonnas de memona Simbólica y de nuevos slStemu al servicio de la comunicaCión y la

transmisión social. En su forma mú desarrollada, esto SIgnifica la capacidad evolullva

pa n el lenguaJe. Puesto que los seres humilnos son la única especie con len_guaje, tamblen

significa que la co nciencia de nwel supcnor ha florecido en nuestra espet:le 1.. .

¡La conciencia de nivel supenorl implica la c .pacidad para construir una penonaliUad

bilsada SOCialmente, para modelar el mundo en ttrmmos del pasado y el futuro, y pa n

ser directamente conscienles. Sm una memona Simbólica, estas capacidades no pu«ien

desarrollarse. 1..1 l almacenamiento a largo plazo de relaciones simból.Jcas, adquLrido

mediante intencciones con otros individuos de la misma especie, es crucial pa n el con

cepto de uno mismo".

Com o ya he dicho, Edelman explica la evo lUCIón de la conciencia de nivel superior

en térmmos neurobiológicos. pero no es necesario qu e tengamos en cuenU todos los

detalles aqu i. La conciencia de ni vel superior está situada, por asl decirlo, sobre los,hom-

bros de la conciencia primaria, Por expresarlo de una forma sencilla . la evolUCIón

unos CIrcuitos neuronal es de reentrada enormemente complejos en el cerebro permIt IÓ

" Eddm.n (I994,p It2 -tH ).

ktEddman (l 994,p 1121)21_

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194 la mente en la caverna

el desarrollo. Estos circuitos crearon IlpOS de memoria más eficaces. De hecho, la dIferencia entre la conciencia primaria y la conciencia de nivel supenor es que los miembros de la esp«ie Homo sapleIlS, la única especie que la tiene, pueden recordar mejor yusar la memoria para dar forma a sus propias identidades individuales y a sus «escenasmentales . de hechos pasados, presentes y futuros. tsta es la cuestión fundamental.

Tambifn es cierto que el lenguaje plenamente moderno es una condición sine qua

non para la conciencia de nivel superior. Un corolario a esta observación es que el lenguaje hace posible las alucinaciones auditivas. Es sólo con el lenguaje que las «voces in

teriores . pueden decirle a la gente quf hacer. De esta manera, las alucinaciones visualesadqUIeren una nueva dimenSión: les hablan a aquellos que las expenmentan. No sólo«ven . los chamanes a sus esprntus ayudames animales; los espíritus t a m b i ~ n les hablan.

¿Cuándo tuvo lugar esta transición de un tipo de conciencia a o t r a ~ Edelman creeque la conciencia de nivel superior evolucionó rápidamente, aunque no st aventura adar un número aproximado de años. En realidad, se necesitan relativamente pocas mutaciones g e n ~ t i c a s para provocar cambios relativamente grandes (u na nueva memona

>: nuevos circuitos de reentrada ) en el cerebro. Pero Edelman st resiste a arriesgarst respecto a cuándo, exactamente, tuvo lugar el cambio.

Una reconsideración de la transición del Paleolítico medio al superior

Para los fines de mi argumentación, y teniendo en mente la investigación reciente quebosquejf en los capítulos 3 y 4, creo que es razonable suponer que la conciencia de ni vel superior se desarrolló neurológicamente en Africa antes de la segunda oleada de

emigración a Oriente Medio y Europa. El patrón de comportamiento humano moderno que hizo posible la conciencia de nivel superior se ensambló poco a poco e. intermitentemente en África. Ahora las piezas del rompecabezas que he presentado en capltulos anteriores comienzan a encajar. Parece probable que el lenguaje plenamentemoderno y la conciencia de nh-eI superior estuvieran. como sostiene Edelman, vinculados: es imposible tener una cosa sin la otra. tsta es una cuestión que algunos investigadores de los orígenes del lenguaje no aprecian. Cuand o hablamos de la adquisicióndel lenguaje plenamente moderno tambu!n estamos, en efecto, hablando de la evolución de la conciencia de nivd superior.

En resumen, en Europa occidental en la ~ p o c a de la transición, los neandertales,descendientes de la primera emigración procedente de África, tenia n una forma deCOnciencia primaria y las comunidades de Horno sapiens tenían una conciencia de ni vd superior. Esta hipótesis aclara varias cuestiones enigmáticas.

En primer lugar, explica por los neandertales pudieron tomar prestadas ciertascosas de sus nuevos vecinos pero no otras. Debido a que su conciencia y su forma delenguaje se limitaban básicamente al «p resente recordado ., los neandertales podíanaprender cómo fabricar buenas hojas pero no podlan concebir un mundo de espíritusal que iba la gente tras la muerte. Ni tampoco podían concebir distinciones sociales quedependIeran de categorizaciones de generaciones, pasadas, p r ~ n t e s y futuras. Los en-

Un ongen de la reahzaclón de Imágenes 195

tlerros elaborados con enseres funeranos carecian, por tanto, de ~ n t i d o , aunque puede que no sucediera lo mi smo con el entIerro mmedlato. Unas estrategias de caza cuidadosamente planeadas que previeran la migración de manadas en momentos y lugares específicos yque exigieran una planificación compleja t a m b l eran ImpOSIb les . Engenera l, las Jerarquías sociales que se extendieran mas aUa del prcso!nte inmediato (end que predominaban la fuerza y d género) estaban más all" de su a!cance. Podianaprender algunas cosas pero no otras. Tal como Edelman lo desc ribe, la concienci" pn·

maria parece encajar con lo que sabemos sobre los neandertales.

En segundo lugar, y puede que esto sea algo aún mas r devante , el cambIO de la conciencia primaria a la de nivel superior faciluó una experiencia diferente y una comprensión socialmente consensuada dd espectro de la conciencia humana. La memonamejorada hizo pOSIble el recuerdo a largo plazo de sueños y VIsiones y la construcciónde estos recuerdos en forma de un mundo de espímu s. Simult.áneamente, el espectroampliado de la conciencia proporcionó un nuevo instrumento para la diSCriminaciónsocial que no estaba ligado a la fuerza y al g ~ n e r o . Esta es la parte de la histOria queEdelman no anahza en ninguna profundidad, a unque se pregunta si lo que ~ l l l a m a el

abandono de la concienCia de nivel superior es lo que buscan los mlsticosl1. Los míSllcos son personas que explotan el extremo autIsta del espectro de la conCiencia no sólopata su satisfacción personal sino también para stparar se de los otros.

Dormir, sona r y la acti·lidad del cerebro en los estados alterados de conciencia son

una parte esencial dd funcionamiento electroquímICO de las neuronas. El soña r llenelugar durante el sueño de «mOVimiento rápIdo de los ojos .. (REM). Este estado tiene lugar aprOXimadamente durante enlre una hora y media y dos a lo largo de una buenanoche de sueño. Parece que todos los mamíferos experimentan el sueño REM y probablemente el soñar; los reptiles, que tienen un sistema nervioso más primitIVO, no. Unfeto humano de aproximadamente 26 semanas pasa todo su tiempo durmiendo enREM . Por consiguiente, parece probable que el soñar es algo que sucediera cuando. durante la evo lución, el sistema Iímbico primitiVO se hiciera comple tamente articuladocon el sistema talamocortical que st estaba desarrollando.

Algunos Investigadores creen que el soñar es lo que ocurre cuando se disminuyenen gran medida las entradas sensoriales dirig idas al cerebro: el cerebro, entonces, «obraa su antojol>, las sinapsis se disparan mas o menos al azar, y el cerebro trata de dar sentido al flUJO de Imágenes resultante. Sea como fuere. todavía necesItamos preguntarnossi sonar tiene algún valor para las personas y para ciertos ammales; si no lo tiene, ¿por

evolucionó? Al fin y al cabo, dormir reduce las posibilidades de supervivencia enun entorno hostil. La respues ta es que, en el sueño profundo, el cerebro produce proternas a un ritmo más rápido que durante la vigilia. Las proteínas sun esenciales paramantener el funcionamiento de las célu las , Incluyendo a las neuronas, y durante el sueño el cuerpo humano elabora una reserva de proteinas l l . Dormir (junto con los suenOS

"Eddm.n (1994,p (24)"G , ..nfirld (1997, p 2001).

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196 La menle en la caverna

que tienen lugar durante el sueño REM, el preludio y la coda del sueño profundo) es,

por tamo, importante biológicameme, más que psicológicamente, y el cerebro evolu

cionó de una forma que facilitara el dormir por buenas razones biológicas. No hubo

una selección evolutiva para el soñar como tal , sólo para la fabricación de proteínas.

Soñar es un subproducto no adaptativo, pero no ¡nadaptativo. El contenido de los pro

pios sueños no.es relevame. Pero la geme siempre ha semido la necesidad de _exp lican.

los sueños, )":1 sea como \'oces de los dioses o como invasiones por parte de demonios.

El análisis de los sueños más moderno propuesto por los freudianos y los junguianos

es SImplemente una manera contemporánea de dar sentido a los sueños. Es, en el sentido estricto de la palabra, un mito moderno que intenta dar se ntido a una aperiencia

humana que no necesita ese tipo de explicación.

Ahora bien, como ya he señalado, parece que los perros y otros animales sueñan.

Esto puede determinarse observando su comportamiento y mediante estudios de elec

troencefalogramas ( E E G ) I ~ . Pero -y ésta es la cues tión fundamental- ellos no recuer

dan sus sueños, ni comparten sus sueños. Con sólo una forma limitada de concIencia

primaria a su disposición, podemos ve r aho ra por qué esto ha de se r asi, independien

temente de si tienen una forma si mple de comunicación o no. Los seres humanos, por

otro lado, pueden recordar sus sueños y son capaces de conve rsar acerca de ellos. De

este modo, son capaces de socializar el sonar : la gente de una comunidad dada a l c a ~ -za, más o menos, un consenso acerca de lo que significa el soñar.

Es ta cuestión nos lleva de nuevo al espec tro de la conciencia humana. A la gente nole queda más remedio que socializar el extremo autista del espect ro. alargan valor a al

guna de las experiencias del extremo autista según unos .conceptos socialmente cons

I r u ~ d ~ s a c e ~ c a del ~ ñ a r . Esto también es válido para estados pertenecientes a la trayec

tona mtenstficada mducida -v isiones y alucinaciones-. Estas expe riencias son posibles

porque, con conciencia de nivel superior, las personas son capaces de recordarlas r ,

con e n g u a J ~ plenamente moderno, de hablar sobre ellas. De este modo, los sueños y

las \'ISlones se mtroducen de forma inevitable en la socialización del yo ye n conceptos

de lo que es ser humano, conceptos que cambian a lo largo del tiempo.

Según este razonamiento, los Horno sapll!flS podían soñar, tal como nosotros enten

~ e m o s el. término. y habla r sobre los sueños, pero los neandenales no; ellos, con su par

ticular nrvel de candencia primaria, no podían recordar sus sueños, aunque deben ha

ber pasado por per iodos de sueño REM. Tampoco podían aprehender visiones. aun si

algunos vecinos Horno sapiens les enseñaran cómo indudr estados alterados de con

ciencia y, aun en el caso de que conseguieran entrar en un estado alterado (cosa que

probablemente podíar. hacer), no tendrfan ningún recuerdo relevante de lo que había

sucedIdo durante el transcurso del mismo.

Yo sostengo que fue es ta dIstinción entre Horno sapiens y neandertales lo que constitu

yó un factor fundamental en la relación entre las dos especies y a la hora de desencadenar e

"EEG es ~ l l C r ó m t n o d ~ . e l « l r ~ n c t r a l o l f 1 l l l a ~ , una ¡tema que m,,;le l. IC1,v,dad tltCluCl d,"ersu I"'rlndel , ! ' b r o me<:hame et«lIodoJ fi'ldoJ.1 CU tro ~ l I u d o

Un origen de la realizaCIón de imégenes 197

impulsarel florecimiento de 11 re:lll:r.ación dt: Imágenes que comenzó en la transición yque,

mucho tiempo despub de que los neandertales hubieran desaparecido, aumentó vertigi

nosamente durante todo el resto del PaleolítiCO superior. Las comunidades Horno sapleru

vieron que tenían una capacidad que los neandertales no tenlan; los neandertales eran ateos

congénitos. La capacidad más JV;1ll/.ada de los Horno saplen5 en este ámbito mental puede

haber hecho que fuera imporl.1llle para ellos cultivar la distinción mediante (en parte) la

manifestación de sus visioncs t!11 fiJrma de imágenes bidimensionales y tridimensionales..

¿De qué forma responde, pues, esta comprensión a la pregunta con la que comen

zaba es te capítulo? ¿Cómo IIll;.1fon a darse cuentG los seres humano s de que unas marcas sob re una superficie plan.l 11 una pieza tridimensional de hueso tallada podlan re

presentar a un animal?

Imágenes bidimensionales

La respuesta se encuentra el1 1'.lrle en la capacidad para recordar y socializar sueños y

visiones y en 'parte en una c.lr.\Cterfstica especifica de las imágenes visuales que se ex-

perimentan en los es tados alterados de concienc ia.

A finales de la década de 1920, Heinrich Khive r descubrió que tanto los fenómenos

entópticos de lo que yo he lIalll.ldo conciencia alterada de la Fase 1como las imágenes

¡cónicas mentales de animales y demás de la Fase 3 parecen si tuarse en paredes, techos

u ot ras superficies lo. Esta es una experiencia corriente y estas imágenes se han descrito como «pinturas pintadas .lllle tu imaginación. 11 y como _una película o exhibición

de dlapositivas. u . Kluver también halló que las imágenes (lo que se: denomina _imá-

genes posteriores.) regresab;¡n despub de que hubiera ~ e s p e r t a ~ o de un estado .a lte

rada y que también ellas se proyectaban sobre el techo . Estas. Imágenes p o s t e ~ l o r e spueden quedar suspendidas en la visión de uno durante mlfluto o más. Relchel

Dolmatoff confirmó esta eX'I'eriencia: los tucanos ven sus Im ágenes mentales pTOrec-

radas sobre superficies planas, y. como Imigenes posteriores, pueden regresar de esta

manera durante va rios meses14 . Asi, tenemos una variedad de circunstancias en las que

las imágenes mentales se proyectan sobre superficies _como una película o una exhi

bición de diapositivas•. Puede suceder mientras una persona se encuentra realmente

en un estado al terado, o puede suceder inesperadamente, en fo rma de imágenes pos

teriores fuera de lugar, retrocesos a anteriores estados alterados de conciencia.

Una vez que los seres hu m.lIlos hubieron desarrollado la conciencia de nivel supe·

rior, tuvieron la capacidad de ver imágenes mentales proyectadas sobre supe rficies y de

experimentar imágenes posteriores. Yo propo ngo qu,= es aqul donde se encuen tra la

• Kluvcr (1926. pp, sos, S 0 6 l ~ "t-, ... 1>I1,b,tn Knoll" aL (1963 . p 2(8),

" Sir¡d r ¡.rv,k ( 1975. p. l09l

"Sitgd (1911. p, IJ4 ).

¡j KI"ser (l9H. p, 179)

,. Rcochd .Dolmalofl' (1978 ••P 11 )

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198 la mente en la caverna

respuesta al enigma de las imágenes bIdI mensionales. La gen te no ...inventÓ . las imá

genes bidimensionales; ta mpoco las descubrió en marcas natu rales y ..macarrones". Alcontrario, su mundo estaba ya envuelto de Imágenes bidimensionales; tales Imágenes

eran un produClo del funcionamientO del sistema nervioso humano en estados al tera

dos de conciencia y en el contexto de la conciencia de nivel superior.

Debido a que las comunidades necesitan alcanzar algún tipo de consenso acerca

del espectro completo de la conciencia, inclure ndo los estados alterados, y llegar a al

gún tipo de comprensión del significado de desplazarse a lo la rgo de ¿stas ya ha

brian desarrollado un conjunto de imágenes mentales compar tidas socialmeme, que

se convertlrlan en el repertorio de motivos del Paleolitico supenor, mucho antes de

que comenzaran n hacer imágenes gráficas. Esta formu lación previa explica por

el repenorio de motivos parece haberse establecido inmediatamente desde el princi

pio de la transición en Europa occidental (aunque los elementos destacados dentro

del repertono cambiaran a I r a v ~ s deluempo y del e s p a c i o No hubo un periodo

durante el cual los individuos realizaran cualesquiera imágenes que desearan, segul

doce un periodo de imágenes más restringidas socialmente. Tampoco hay pruebas de

que se diera una primera fase de realización de marcas al azar. En todo caso, la rea/i-

zaci6n de imágenes no es un rasgo esencial de una sociedad chamanística: por ejem

plo, las comumdades san que viven actualment e en el desierto de Kalahari (y que han

vivido all! durante milenios) no tienen una t radición de pintura. No hay rocas en eseyermo de arena sobre las que pudieran haber realizado imágenes. No obstante, pese a

cierto grado de peculiaridad, si tienen un repertorio de animales que . ven . en trance

y una cantidad hmitada de experiencias que esperan tener en el mundo de los espíri

tus. Lo fundamental para las sociedades chamanísticas es la tenencia y socialización

de imágenes mentales. Las imágenes no tienen que expresarse gráficamente.

lCómo, entonces, llegó la ge nte a realizar imágenes figura tivas de animales y demás

a partir de imágenes mentales proyectadas? Yo sostengo que en un momento dado, y

por razones sociales, las imágenes proyectadas de los estados al terados fueron msufi

den tes y que la gente necesitó ..fijar» sus visiones. Alargaron la mano hacia sus visio

nes emocionalmente cargadas e intenta ron tocarlas, mante nerlas en su sitio, quizá so

bre superficies blandas y con sus dedos. No estaban inventando imáge nes. Es taban

simplemente tocando lo que ya estaba aflí.De este modo, las primeras imágenes bidimensionales no eran representaciones bidi

mensionales de objetos tridimensionales del mundo material, como han supuesto siem

pre los investigadores. Más bien, eran imligenes mentales ..fijadas .. Con toda probabili

dad, quienes las realizaron no suponían que ...representaran ll animales auténtiCOS más

que lo que los abe lam pensaban que sus imágenes pintadas y talladas representaran ob

jetos del mundo material. SI pudiéramos transportarnos atrás en el tiempo, Justo al co

mienzo del Paleolítico superior, de fonna que pudiéramos fe licitar a un pintor por el«realismo" de su pintura, Cfeo que nos habrlamos encontrado con una reacción de in-

u Vbse l o u ~ (1996) sobre Iot amblO< ICnUlI<05 (n el an( del P ~ ] c o J J U ' o tUp"flor

Un oogen de la realizacIón de imágenes 199

credulidad ..Pero ., puede que hubiera respondido el plOtor, "eso no es un auténtico bi

sonte: no puedes caminar al rededor de él; y es demasiado pequeño. Eso es una "visión':

un "bisonte espiritu': No hay nada "real" en ello .. Para quienes las realizaron, las pintu

ras y los grabados eran vis iones, no representaciones de visiones, como, de hecho, suce

dia en el caso de los san africanos y de los chamanes norteamericanos (capítulos 5 y 6).

No es toy afirmando que las personas - fija ran . sus visiones proyectadas mientras seencontraban en un estado de conciencia profllndamml<! alterado. Si los buscadores de

visiones hubieran estado catalépticos o _inconscientes . no podrían haber realizado

imágenes en las paredes de las cuevas. Pero. como hemos visto, hay es tados en los que

uno puede moverse y relacionarse con su entorno, aunque esté viendo visiones. Losbuscadores de visiones habrían podido alargar su mano hacia las visiones mientras seenconlraban en es tados más lige ros, experimentando imágenes posteriores, o. tras ha

ber pasado a un es tado más alerta, mtentaban reconstitult sus visiones sobre las su

perficies donde las hablan visto flo tar.

Las propias Imágenes panetales del Paleolítico superior proporcionan un apoyo

adicional a esta opini ón: tienen varias caracterlsticas en común con las imágenes de los

estados alterados de conciencia. Por ejemplo. las imágenes par ietales están desligadas

de cualquier tipo de entorno natural. Solamente en unos pocos casos (por ejemplo, lacueva de Rouffignac) hay alguna indicación de lo que pudiera ser una linea de suelo

(una mancha natural en la pared de roca); no hay ninguna indicación del tipo de entorno en el que viven los an imales rea les: ningún árbol, ni río, ni llanu ra cubierta de

hie rba. Además. las imágenes parietales del Paleolítico superior tienen 10 que Halver

son llamó perspicazmente su .p ropia existencia de libre flotación .. Están situadas _sinninguna conside ración respecto a su tamaño o posición relativa mutua . '. Estas ca

racterísticas son exactamente lo que se esperarla de unas Imágenes mentales proyecta

das y fijadas que se acumularon a lo largo de un periodo de tiempo. Las imágenes men

tales flo tan libremente e independientemente de cualquier entorno natural.En ocasiones. la impresión de flotación la intensifican otras dos caracterlsticas. A

menudo, las imágenes parietales de animales del Paleolítico superior no tienen cascos;

las patas presentan terminaciones abiertas, de una ma nera q ue a algunos de los pri

meros investigadores les sugerla que los que realizaron las imágenes es taban represe n

tando animales que estaban de pie sobre una hierba que ocultaba sus cascos; pero, porsupuesto, jamás se muestra hie rba alguna (Iám. 12). Otros investigadores han sugerido

que los animales pueden estar representados como SI estuvieran muertos, pero en la

mayoría de los casos estan cla ramente vivos. Es más razo11able suponer que la ausen

cia de cascos implique una ausencia de «es tar de pie sobre el suelo,.. Ademlis, cuando

se pin tan los cascos, éstos también se encuentran en una posici6n más de estar col

gando que de pie (lám. 13) . En Lascaux y olros emplazamientos, los cascos es tan pin

tados de fo rma que se muestra su cara toferior, Osu huella. El efecto combinado de es

tos rasgos es especialmente intenso en la Galeria Axial de Lascaux, donde las imlige nes

,. H¡lvtn.on ( 19&1. pp.66-61)

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200 la mente en la caverna

parecen flotar en lo alto de las paredes y sobre el techo, creando así un túnel de imáge

nes flotantes y envolventes (capítulo 9), o en el panel tupidamente grabado del san

tuario de Les Trois F r ~ r e s (fig. 44 ).

Esto no quiere decir que todas las represe ntaciones del Paleolitico superior sean imá

genes fijadas en estados alterados de conciencia o durante la experimentación de imáge-

nes posteriores. Una vez dado el paso inicial, el desarrollo del arte de! Paleolítico superior

probablemente siguió tres direcciones. Una corriente continuó componiéndose de imá

genes mentales fijadas mient ras se experimentaban. Una segunda corriente derivó de lasimágenes mentales recordadas; tras recuperarse de [a experiencia, la gente intentaba re-

constituir sus visiones examinando atentamente la superficie donde éstas habían flotado.

No sólo miraban atentamente la pared o el techo de roca; tamb ién palpaban sus contor

nos y protuberancias. A veces sólo necesitaban añadir unas pocas lineas, quizá unas patas

44 . ParTe del p"'''' '''p"d".",,,gl'tlbada del SIln/ulma de w Trau

Frbe$. El slIpufira rnrtrprfre de arca

"ulS/cnl, wn CQbtUl de b'Sf)nlt, se

fncuelUra en ti txlrema mferlar

d ~ r t d l a de In capllJ

y una parte inferior de! animal,

para completar la visión/imagen

que estaba, para eUos, inheren

temente en la superficie de la

roca. Una tercera corriente

derivó de la contemplación

#Un origen de la realización de Imégenes 20 1

de los productos gráficos de las dos primeras corrientes y de la comprensIón de que al-

guien que nunca había experimentado un estado alterado podrfa duplicarlos. Muchos

chamanes creen que los animales espíritus, aquellos que ven en sus visiones, también se

mezclan con manadas de animales reales; había, por tanto, un vinculo en tre animales es-

píritus y reales. En algunos casos se producían colectivamente grandes pinturas de ani

males, ya fueran reales Oespíritus: aunque puede que una persona hubiera sido res¡ronsa

ble de decidir e! tema, y quizá, el trazado general, varias personas cooperaban en la

realización de la imagen.Es tos pasos trascendentales se dieron durante una época de cambiO y diferencia

ción social. La conciencia de nivel superior permitió a un grupo de personas dentro de

una comunidad más amplia apoderarse de las experiencias de la conciencia alterada y

apartarse de aquellos que, por las razones que fueran, no tenían esas experiencias. El

extremo final del espectro intensificado se convirtió en el COlo vedado de aquellos que

dominaron las técnicas necesarias para acceder a visiones. Aunque todo el mundo tie

ne el potencial neurobiológico para entrar en estados alterados de conciencia, esos es-

tados no están socialmente abiertos a lodos.

El espectro de la conciencia humana se convirtió así en un instrumento de discri

minación social -n o el único, pero si uno importante-. Su importancia estribó en la

forma en la que la socialización del espectro dio origen a la realización de imágenes .

Debido a que la realización de imágenes estuvo relacionada, al menos inicialmente,conla fijación de visiones, el arte (por volver al término general) y la religión nacieron de

forma simultánea en un proceso de estratificaCión social. El arte y la religión , por con

siguiente, fueron socialmente divisorios.

A primera vista, uno podría alarmarse ante tan horrible idea y llegar a la conclusión

de que, debido a que el arte y la religión no contribuían directamen te a la cohesión so

cial de una manera global y funcionalista, no habrían durado demasiado. Al contrario,

fueron precisamente esas discriminaciones sociales que creó el proceso de la diVisión

de! espectro las que i mpulsaron hacia delante a la sociedad. Las divisiones sociales no

son necesariamente ¡nadaptativas; en realidad, facilitan complejas adaptaciones socia

les a distintos entornos.

Imáge nes tridimensio nales

Me he ocupado extensamente de la s imágenes bidimensionales porque nuestro in

terés reside fundamentalmente en e! arte p':l":eta] del Paleolltico superior y en el

uso que las personas de esa época hicier on de las cuevas. No obstante, también de

bemos examinar las imágenes tridimensionales, el arte mueble que describí en e!

capItulo l.

Las primeras imágenes tridimensionales se hallaron en estratos auriñacienses del

sur de Alemania l1 . Las piezas provienen de abrigos abiertos, no de cuevas profundas.

r H.hn {1986. (993) ,

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202 la mente en la caverna

Las fechas obtenidas mediante da ración por radiocarbono para los cuatro emplau·

mientos son como sigue:

Vogelherd

Hohlenstein-Stadel

GeissenkJosterle

Stra tting

hace entre 31.900 y 23.060 años

hace J 1.750 años

hace entre 35.000 y 32.000 años

hace entre 31.790 y 28.400 años

Hasta el descubrimiento, en 1994, de la cueva de Chauvet (de hace aproximada

mente 33.000 años), éstas eran las muestras de arte del Paleolltico superior de datación

más ant igua (fig. 45). La mayorla de las pinas miden sólo 5 cm de longitud, aunque

una figura teriantrópica especialmente impresionante, con cabeza de león, prodecente

de Honlenstein-S tadel, mIde algo más de 29 cm de allUra (fig . 46) . Cas i todas las pie

zas se tallaron en marfil de mamut, siendo la única excepción las realizadas en hueso

de mamut. El marfil proven!a del centro de los colmillos de mamut; el marfil exterior,

más duro, se utilizaba para las puntas de proyecti les. Las piezas se tallaban con ut ensi

lios de p iedra , pero el pulido posterior eliminaba la mayorla de los rastro s del proceso

de tallado. Joachim Hahn, el arqueólogo alemán que ha estud iado las piezas en detalle,

cree que el pulido se realizaba con pI el o co n piedra cahza húmeda. Sus experimentos

sugieren que deben haberse empleado unas 40 horas para hacer el caballo de Vogelherd, la pLeza más ampliamente ilustrada ( fig. 45, arr iba)ll.

En Vogelherd, las estalu illas se hallaron en dos estratos (habla hasta diez. niveles de

ocu pación), pero en sólo dos ubicaciones, una encima de la otra , una observación que

sug Lere una considerab le continuidad del uso del emplazamiento. Ad emás de las esta

lUillas, los emplazamientos proporcionaron bdtons de cornrnandernent de marfil perfora

dos (largos ~ s adornados con un orificio en un o de sus extremos. los cuales se han

interpretado co mo símbolos de poder político), colmillos de zorro y colgantes de marfil

perforados, además de raederas y buriles de piedra, pero los distintos tipos de artículos

no estaban mezclados indiscriminadamente. En Vogelherd, las estatuillas se encontra

ban a considerable distancia de un área para e\tallado de la piedra situada fuera de la

cueva, y bastante lejos de un área de actividad dentro del abrigo. En Stadel, [as estatui

Uas se encontraban muy adentro del abrigo; en GeissenkJ6sterle, se hallaban en la p e

riferia de dos concentraciones de artefactos". Aunque algunas de ellas se usaron, cla

ramente, como co lgantes, este tipo de separación espacia l indica que no eran parte de

las actividades cotidianas y terrenales. Hahn concluye que los abrigos se empleaban

como escondites, o lugares de almacenamiento, en un paisaje inhóspito. Es bien posi

ble que esté en lo CIerto, y es dLfidl no recordar los escondites de los chaman es nort e

ame ricanos. Los emplazamientos auriñacienscs, o las áreas dentro de ellos, también

pueden haber sido lugares especiales, entradas a un reino espiritual.

.. H.hn (19U. p. 232 )

"H¡hn {t986. p Ha }

•Un origen de la realización de imágenes 203

Las especies representadas po r las eSlatuillas induyen

4 felinos,

4 mamuts,

3 antropomorfos,

2 bisontes,

loso, y

1 caballo

50

Los restos fáunicos encontrados en los mismos abrigos que las estatulllas provienen

de una variedad de especies mucho más amplia -21 en tOlal-; los que realizaron las imá

genes se centraron en un besl1ario limitadoll . Aunque la pequeña canlidad de piezas

hace que resulte arriesgado generalizar, Hahn concluyó: "Al igual que en arte parietal,

las especies animales representadas en el arte mueble no simplemente imitan las pro

porciones re lativas de las especies animales de los conjuntos fáunicos de los emplaza

mientosllll . Otros criterios además del de la comida solamente , st;.tenlan en cuenta en

la selección de las es pecies para la elaboración de estatuillas. Ya en el Magdaleniense, el

arte mueble abarcaba una mayor variedad de motivos animales qu e el arte parietal.

Es significativo el hecho de que el conjunto de especies seleccionadas sea similar al

que se halla en todo el arte parietal del Paleolítico superio r. Pero, den tro del bestianoglobal del Paleolitico superior, las taHas auriñacienses otorgan una destacada importan·

cia numérica a los felmos (aunque debe tenerse en cuenta qu e sólo se conoce una pe

queña cantidad de pieus). Esta importancia resulta especialmente interesante en vista

de la cantidad relativamente grande de imágenes parietales de felinos hallada en la cue

va de Chauvel, un emplazamiento auriñaciense que fue más o menos contemporáneoa

las estatuilJas del sur de Alemania)). ¿Hubo en esa época un interés chamanístico bas

tante general por los felinos, y c.iertamente por otros animales aparentemente peligro

sos, que fue modificándose de alguna manera con el paso del tiempo? A juzgar por las

pruebas de las que se dispone actualmente éste parece haber sido el caso.

Además, los cascos o las garras de las estatuillas rara vez se representan , rasgo este

que recuerda a numerosas imágenes parietales. Ninguno de los emplazamientos auri·

ñacienses del sur de Alemania tiene arte parietal, pero una de las excavaciones de arte

portatil (Geissenk.16sterle) proporcionó un fragm en to de piedra caliza pintada multí

c o l o ~ . En este emplazamiento, las estatuillas provenían de los estratos auriñacienses

superio res y la piedra pintada de los inferiores.

Las pmebas son dem asiado escasas para formular generalizaciones seguras. No obstan

te, hemos de preguntarnos: ¿cómo podemos explicar la aparición de arte tanto bidimen-

• H.hn (19U, p. 2:(6).

" Hahn (1986).

Jl H.bn (l993. p :n8 )

"Cou . , P.de, (2001. pp. In - ISO); CIon. . 1 996)

.. Hmn (l993. p. lJ l ),

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204 la mente en la caverna

sional como tndlmensional al c o m u ~ n z o del Paleolitico superior? No hay pruebas de que

uno evolucionara a partir del otro. n e c ~ l t a n dos escenarios disnntos para aplicar los

dos tipos de arte, o pueden explicarse ambos por un solo conjunto de factores e n e r a d o r ~ ?En respuesta a esta pregunta, yo sostengo que el mismo mecanismo ne:urológico que

explica la g é n ~ i s de las I m á g e n ~ bidimensionales también explica el origen de las estatui

lIas tridimensionales.¿Cómo pudo suceder estO? Las imágenes mentales q ue el sistema ner

VIOSO proyecta en los estados alterados de conciencia no se n'n exduslVameme sobre su

perficies bIdimensionales. A1 contrario, las personas que e.xpenmentan profundos estildos

alterados de conciencia también ven pequeñas alucinaciones tcidunensionales. Si, como heafirmado. el mundo de (algunas) personas de las comunidades del Paleolítico supenor es

taba envuelto de imágenes aún anles de que empezaran a "fijarlas_ sobre las paredes de las

cuevas, esas i m á g e n ~ habrían sido tanto tridImensionales como i d u n e n s i o n a l ~En segundo lugar, debemos recordar que el repertorio de motivos animales ha

berse establecido, en términos generales,llntes de que la gente comenzara a reahzar imá

genes parietales. Un repertorio reslringido establecido también debe h a ~ r estado pre

sel'\Je an tes de que Jos auriñacienses del sur de Alemania comenzaran a hacer es tatuillas.

Exactamente de la misma manera que una explicación para el origen de las imágenes

bidimens ionales tenia que concordar con un repertorio preexistente de motivos anima

les, también ha de hacerlo una explicación para las primeras Imágenes tridimensiona

les. Además, aparte de las importancias numéricas internas, esos repertorios eran simi

lares en términos generales. Esto significa que las primeras genles del PaleoUtico

superior crelan que un conjunto de especies a n i m a l ~ poseía ciertas propiedades o sig

nificados que las hacían especiales. Las distintas pruebas que analicé en capítulos ame-

riores sugieren decididame nte que esas propiedades y significados incluían la potenc ia

sobrenatural que los ayudantes animales otorgaban a los chamanes y la cual, además,

podía dominarse con el fin de realiur diversas tareas y de adoptilr la personalidad zoo

módica que asumlan los chamanes cuando hadan sus viajes I..Xt racorpóreos a los mun-

dos subterráneos o supe riores de los espíritus o a otras parles del paisaje. Partiendo de

estas premisas, podemos suponer que se creyera que fragmenlOs de esos ammales, como

el marfil, los dientes o las cornamentas, poseyeran esencias y poderes relacionados. su

posición esta que cuenta con un abundante apoyo etnográfico (capitulo 9).

Volvamos ahora sobre un o de los aspectos de la realización de imágenes parietalesque apunté anteriormente. Las imágenes no tanto se pintaban sobre lils paredes de roca

sino que más bien se hberaban, o se e.xtralan a través de la membrana viva (más que

,,"velo". si pensamos en las entrai'las de la tierra) que existía entre aquel que realizaba la

imagen ye l mundo de los espíritus. En algunos casos, los rasgos naturales de la. roca re

presentaban par tes de los animales. Yo sostengo que este principio fundamental tambIén

se aphcaba a la realización de imágenes tridimensionales: aquel que tallaba la imagen

simplemente liberaba aquello que ya estaba dentro del material. Naturalmente, este es un

principio muy conocido acerca del cual hablan escultores pertenecientes a varias cultu

ras, incluyendo la tradición occidental. Por consiguiente, puede que los realizadores de

imágenes auriñacienses, desde su punto de vista, no hayan superpuesto un significado

TUn origen de la reabz3Clón de Imagenes 20S

(una Imagen) sobre las piezas de marfil, de otro modo carentes de sentido, que maneJa

ban; más bien, l i ~ r a b a n la esencia animal del IOtenor de los fragmentos de animales.

Como veremos en el capítulo 9, muchas co munidades chamanística.s creen en la regene

ración de animales a partir de huesos. No debe deducirse de esto que sólo podian tallar

se leones a partir de huesos de león o só lo caballos a partir de huesos de caballos; los bes·

tiarios o simbologlas de los cazadores-recolectores son más fluidos que eso. Como I'¡emos

visto, el marfil de mamut era la materia prima preferida para las estatuillas.

No está claro de qué forma esta s c reencias acerca del poder animal y de los frag

mentos de animales pueden haberse unido a las pequei'las alucinaciones tridimensionales de animales. Bajo determinadas circunstancias .sociales, que pueden haber varia

do de una época a otra y de un lugar a otro, determllladas personas (chamanes) vieron

una relación entre las pequeñas imágenes tndimensionales proyectadas que experi

mentaban en el extremo final del espectro intensificado y los fTagmentos de an imales

que había alrededor de sus hogares para el fuego. Recuérdese que ya se habla estable

cido el conjunto de especies importantes y que éste ya se compa rtía, se habla.ba de él,

se vela en visiones y se soñaba con él. El posterior tallado, raspado y pulido liberaba a

los animales simbólicos del interior de las pIezas de marfil de forma que se convertían

en visiones materializadas tridimensionales . Por tanto, las estatuil las portátiles de an i

males eran mucho más que baratijas decorativas: eran esplritus animales tridimensio

nales materialiudos con todos sus poderes profilácticos y de otros tipos.

Nos hemos alejado a cierta distancia del mundo subterráneo de las cavernas y ahora

nos encontramos en los abrigos abiertos que los auriñacienses ocupaban cotidianamente.

Por lo tanto, no ha de sorprender que en periodos posteriores del Paleolítico superior,

cuando el arte mueble se hizo más variado que lo que las pruebas acrualmente disponi

bles sugieren que fue durante el Auriñaciense, pasara a representarse una más amplia va-

riedad de especies que la que encontramos en los contextos fijados y especificas de las pa

redes de las cuevas. El arte mueble pasó a hacerse en circunslancias y contextos más

variados que las circunstancias restringidas establecidas por las ubicaciones sublerráneas

de las i m á g e n ~ parietales. Al Igual que sucedió con las tres corrientes de realización de

imágenes que fluyeron a partir de las imágenes parietales inicialesde visiones fijadas. tam

bién en el arte mueble una ampha variedad de simbolismos animales pasó a asociarse con

adornos de utensilios y con adorno s corporales socialmente relevantes de varios tipos.En todas las culturas, uno s a.nimales selectos adquieren espectros o conjuntos de aso

ciaciones y significados, no un solo significado exacto. Es muy posible que un colgante

tridimensional tallado de un caballo no codificara exact amente el mismo segmento del

espectro de la gama de significados de e$.1 es pecie que [a pintura de un caballo en una (a -

verna profunda. El contexto de una imagen ce ntra la atención en un segmento de su es

pectro de asociaciones. Pero el enfoque "subterráneo» del significado habría estado pre

sente en un segundo plano como una penumbra que impartía un poder adicional al

c o l g a n t e l Vimos en el es tudio del caso concreto de los san que los chamanes estaban im-

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206 la mente en la caverna

~ ..... ...-=- -~ --'. - ,

45, AlglIlIllS dr ms fSfatu,lIas au",lacrrnm rtcuprratlru In

Icgtllrrrd. El ptqurño Ci1bal/a IJtUt IIIla IÍI,(a rn ¡arma nt

ra/latla m Sil suaV(> 5uprrficrt; otms tSIa/mI/M rsuj" marcan/J5ron (11(1'11$. trucrs y puntos.

plica dos la caza: se crela gUiaban a los ant[Jopeshacia la ~ m b o s c a d a de los cazadores estaban esperándolos. Esto no es 10 st ~ n t l e n d e g e n ~ r a l m e n t epor «magia de caza_, pero en cierta medida contribu ye a explicar por qué, por ejemplo, se taltaban caballosen los propulsores de azagayas. Es posible que los caballos espírnus fueran los ayudantes animales de algu nos chamanes; por eso aparecen fijados sobre la membrana subterránea. Al mismo tiempo, el adO de aSOCIar

la imagen un caballo con una lanza puede haber destacado asociaciones más generales de éxito y poder enla caza. De igual modo, el espectro de signific.1ción dealgunas esp«ies no se extendía del arte mueble al

mundo infenor: por consigUiente, bias no están repre

sentadas en el arte de las cuevas.Una OUldez comparable es evidente en la distri ·bución geográfica del arte aurifiaciense: éste parece no h a b ~ r sido un componente universal del tecnocomplejo auriñaciense. Habfa centros de arteauriñaciense en la Francia ce ntral, en 105 Puineos,y más al este, en la cuenca cent ral y superior delDanubio. En otros lugares ha y muchos emplazamientos aurifiacienses con una conservacióncomparable , pero sin arte)6. De nuevo observamos que la realización de imágenes figurativas nofue una parte inevitable de la transición. Se neceo

Sltaban clen as ci rcunstancias sociales para la realización de imágenes.

Un examen atento de las estatuillas aurií'iacienses ( lig . 45) faCilita un paso hacia la

comprensión de esas ci rcunstancias. Hahn11 descubrió que el caballo de Vogelherd es táen una postura que el semental adopta para Impresionar a sus hembras. El oso de Geis.senkJósterle se encuentra en una posición vert ical agresiva. Los dos leones de Voge! herd, con sus orejas triangulares y puntiagudas hacia atrás, están en la postura de la. boca abierta tensa_ de un león que defiende su caza. Tanto la cabeza de leona de Sta-

JO H ~ h n (1993. p HO))1 Hohn (1993. 1993)

Un ongen de )a reahzación de Imégenes 207

46, E/ltTUlnrropo tic Hoh /en$ltl n·Statlel Es tI ! pilrtc hlllllano y rn partr It6n. y

de p,t m,de nproxunadamtlllt JO cm dt altura.

de! como la de Vogelherd también parecen encontrarst en un estado de alerta}l. Esta l í n ~ a de p r u ~ b a etnográfica lleva a Hahn asostene r que las estatuillas codificaban ideas de poder y fuenaJ9•

Pero. ¿qué clase de poder y fuerza?Thomas Dowson y Martin Porr responden esta pregunta en su

propio análisis de las posturas de los ammales r e p r e s e n t a d o Uegan a la conclusiÓn de que los animales estaban asociados con unaforma temprana de chamani smo: <c Entrar en un estado alterado deconaencia frecuentemente se conSidera una actividad peligrosa_ y. los chamanes tienen que se r fuertes y poderosos para .. realizar el

trabajo que ha cen_o Para apoyar esta Interpretación, Dowson y

Porr se ñalan la es tatuilla teriantrópica de Hohlenstein-S tade1. consu cuerpo humano y su cabeza felina (fig. 46). Como bien diceneUos.la transformación en un animal es una parte mtegral del chamanismo. Al proporcionar contextos sociales y conceptuales para

las estatuillas. observan las ubicaciones relativamente segregadasen las que se encontraron los objetos y sugieren que los chamanesauriñacienses pueden haber realizado sus tareas en un relativo aislamiento, aunque el

uso de las es tatuillas como colgantes también sugiere que éstas tenian una significaciónpública.

Dado el conjunto de creencias he bosquejado, no es difícil ver que el origen delas imágenes tridimensionales no fue muy distinto al de las Imágenes bidime nSionales;los mismos pnncipios generati\·os se aplican a ambos. La más temprana realización deimágenes del PaleoHtico superior estaba sostenida en su totaltdad por los mismos fun·damentos conceptuales.

Un nuevoumbral

El título de este capitulo se eligiÓ cuidadosamente. Me he ocupado de un origen de larealización de imágenes, el que tuvo lugar durante la transición en Europa occidental.La explicación que he bosquejado paca ese caso concreto no excluye que haya habidomúltiples orígenes independi entes en otros lugares y en otras épocas -esto es, una vezque hubiera evolucionado la conciencia de ni vel superior-o La realizaciÓn de imágenesno se origmó en un solo lugar y después se difundió por todo el mundo. Las ci rcun s-

" H¡hn (1993. p. 23 4).lO H ~ h n (1991. p 2 ~ 1 l ).. Dow$On y Porr (1001)

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CAPÍTULO 8

La caverna en la mente

En uno de los pasajes más evocadores de la República de Platón. Sócrates invita a Glau

eón, un alumno devoto. a que se imagine ...una caverna subterránea habitada. con una

larga ent rada que sube hacia la lullt' . En esta caverna hay unos prisioneros encadena

dos que han estado en esta condición desde la infancia y que sólo pueden ver las som

bras de unas estatuas y de otros objetos que unos hombres portan a través de la entra

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Jo la mente en la caverna

algunas de las maneras en las que se comportaba la mente humana en las cavernas del

Paleolítico superior, ya fue ra como consecuencia de la privación sensorial de las pro

pias cuevas o por los muchos otros factores que inducen los estados alterados de con

ciencia. Entre esos estados figura, como ya hemos visto, la sensación de entrar en un

vórtice constrirygente y salir por e! otro lado a un reino alucinatorio que tiene sus pro

pias condiciones de causalidad y transformación. !:.sta es la caverna en la mente. Ade-

más, también está la proyección de imágenes mentales sobre superficies. En ausencia

de alguien que tuviera e! tipo de comprensión de los estados alterados que tenemos

hoy, la gente del Paleolítico superior debe haber creído, como los prisioneros de Sócrates, que esas imágenes y experiencias eran parte esencial de la «realidad ., tal como

ellos la concebían. Este capítulo explora las maneras en las que la caverna en la mente

y las topografias de las cavernas geomorfológicas se entrelazaban.

Para llevar a cabo esta tarea entrelazaré más firmemente las diversas líneas de pruebas

que hemos estado siguiendo. y, al mismo tiempo, continuaré mi análisis de! chamanismo.

Comencé con una sospecha, una inteligente conjetura que algunos autores han introdu

ci<l,o en el debate de vez en cuando. ahora paso a una confirmación de esa sospei:ha y, en

e! siguiente capítulo, a un análisis de cuevas específicas del Paleolftico superior con unas

hipótesis bien fundamentadas en mente. En ese punto, analizaré cómo la gente del Paleo·

lítico superior puede haber otorgado «honores y l a b a n z a s a aquellos que fueran hábiles

para discernir, recordar y «fijar . las «sombras» en las paredes. Se remos capaces de ver

cómo se utilizaban las cuevas, y, al menos en términos generales, por qué se adornaban

como se hada. Nuestras líneas de pruebas se entrelazarán para formar un cable robusto.

Hipótes is

En general, los capítulos anteriores han demost rado que hay dos importantes razones

para sospechar que existió cierta for ma de chamanismo en el PaleoHtico superior de

Eu ropa occidental.

Hay todas las razones del mundo para creer que los cerebros de los Horno sapiens

del Paleolítico superior eran plenamente modernos. Por consiguiente. experimentaban

sueños y tenían el potencial para experimentar visiones. Además, no tenfan más reme

dio que llegar a alguna comprensión común de lo que eran y lo que significaban lossuenas y las visiones. En contraste con esto, la combinación de las pruebas neurológi

cas y arqueológicas sugiere que los neandertales, al igual que otros mamíferos, tenían

el potencial neurológico para experimentar suenas y alucinaciones, pero no para re.

cordarlos de ninguna manera relevante, para actuar conforme a ellos, o para emplear

los como base para la discriminación social.

En segundo lugar, hemos observado la ubicuidad, entre las comunidades de caza

dores-recolectores, de 10 que llamamos chamanismo. Al no estar interesado en socie

dades que combinan elementos de chamanismo con otras rel igiones, enumeré los que

yo considero como rasgos principales del chamanismo de los cazadores· recolectores

(capítulo 4). Independientemente de las diferencias que existan entre e!las, y sin duda

la caverna en la mente 2 1

existen y son numerosas, las comunidades de cazadores-recolectores de lodo el mun

do tienen funcionarios rituales que explotan estados alterados de conciencia para rea·

lizar las tareas que observé en nuestros análiSIS generales y en los dos estudios de casos

concretos!. Yo sostengo que la existencia gener.dizada del chamanismo no es simple

mente una consecuencia de su difusión desde un área geográfica de origen, como Asia

central -aunque las primeras gentes que entraron en Norteamérica sin duda !levaban

consigo principios del chamanismo-. Más bIen, deberíamos fijarnos en el antiguo le-

gado neurológico humano que incluye la capacidad del sistema nervioso para entrar

en estados alterados y la necesidad de dar sentido a 105 suenas)' alucinaciones resul·lantes dentro de una forma de vida de cazadores y recolectores. No parece haber otra

explicación para las notables similitudes que presentan las tradiciones chamanísticas

en todo el mundo.

Si tomamos en conjunto estas dos cuestiones -antigüedad y ubicuidad-, parece

probable que los cazadores-recolectores del Paleolítico superior de Europa occidental

practicaran alguna forma de chamal1lsmo. Según toda probabilidad, la expresión anti

gua del chamanismo no habrja sido idénrica a nmguno de los tipos de chamanismo

históricamente registrados. pero habría tenido unos rasgos fundamentales compara·

bies -d e ah! el valor tanto de los esmdios etnográficos de casos concretos co mo de la

neuropsicología-. Tampoco parece probable que el chamanismo del Paleolítico supe

rior fuera estático e invariable durant e los más de 30.000 anos del Paleolítico superior

y por toda Europa occidental. Pero, como implica la analogía que establee! con el cris

tianismo (capítulo 4), cambio no significa derrocamiento tOlal, y probablemente los

chamanismos del Paleolítico superior podían englobarse bajo la rúbrica general de

I>:chamanismo".

Nuestra sospecha parece lo bastante bien fundada para poder recibir el nombre de

hipótesis. A medida que entrelacemos líneas de pruebas, podremos pasar a examinar

otros tipos de aporos para esa hipótesis y a ver qué enigmáticos rasgos del arte del Pa

leolltico superior explica.

Animal es y

Uno de105

rasgos más desconcertantes del arte del Paleolítico superior es la coexistencia de motivos geométricos juntO con imágenes de animales: a veces son adyacentes, a

veces están superpuestas. Algunos paneles, como el ábside de Lascaux] O el santuario

de Les Trois Freres\ están tan profusamente ru biertos tanto de imágenes figurativas

como de imágenes geométricas que parece ineVitable la existencia de alguna relación

entre los dos tipos. ¿Cuál podría ser esa relación?

, Ex,ste un d e b ~ l t tn rumo ~ p l l C 3 b l l i d ~ d del rérmlno .chanum.smo. J,¡;; rtllglones aborlgenn au,u-¡h.·

n:os. Algunos autores crttn que tOI nudos .lterados d. ronclener. no dcsc:mpo".n nInguna funCIón en l. ,ehglón

abongen, y<J sospe.:ho que su oplrlión '" basa en una ,de. de lo que r o r u U ! u ~ un Ollado .herado.

r Lero; .Gnurh,n y Altaln (1 979l.

• o u ~ n y8!eurl (l958),

2 2 la mente en la caverna la caverna en la mente 213

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Hemos visto que las imágenes figurativas no podrian haber evolucionado a partirde marcas geométricas o ..macarrones .: las marcas no figurativas no son débiles intentos primitivos de realización de imágenes. ~ Q u é hay, pues, de la sugerencia de quelos dos tipos de imágenes denvan de dos sistemas gráficos distintos, paralelos, y probablemente complementarios?s. Algunos investigadores creen que la relación entre lasimágenes geométricas y las figurativas puede haber sido similar a la que existe entre el

texto y los diagramas de un libro: cada una dice lo mismo, pero mediante diferentesconvenciones.

En realidad, la respuesta es más sencilla. Como hemos visto, en determinados estados

aherados el sistema nervioso humano produce imágenes tanto geométricas co mo figu.rativas. Los dos tipos de imágenes no son exclusivamente secuenciales, eliminando cadauno a su predecesor; en la Fase 3 se experimentan juntos. Por consiguiente, su estrechaasociación en el arte chamanistico de todo el mundo no es sorprendente. De hecho, podemos ir un paso más allá. La conducta del sistema nervioso humano en los es tados alterados resuelve la dicotomía postulada entre las imágenes geométricas y las figurativasque ha constituido la base de todas las clasificaciones del arte del Paleolítico superior quese-han concebido hasta ahora. Contrariamente a lo que postulan estas clasificaciones,ambos tipos de imágenes son figurativas: ambas representan (mediante complejos pro.cesas) imágenes mentales, no (al menos inicialmente) objetos del mundo material.

La cuestión no acaba ah!. Cuando se aplica el modelo neuropsicológico (capítulo 4)

ala

s imágenes del Paleolítico superior encontramos que todas las fases es tán representadas. Es te modelo fue un intento in icial de lograr una mejor comprensión del arte delPaleolítico superior, uno que iba más allá de las afirmaciones generales y de las analogías etnográ fi cas carentes de fundamento. No obs ta nte, ha sido objeto de grandes malentendidos: en el modelo hay algo más que fenómenos entópticos. Es incorrecto referirse a la hipótesis como la «explicación entóp tica" o la "teoria entóptica", como hacennumerosos autores. En realidad, las representaciones claras de fenó menos entópticosson infrecuentes en el arte de las cuevas del Paleolítico superior, al igual que en las pinturas rupestres chamanfsticas del sur de África (al contrario que en los grabados, don.de son más numerosas ). Tanto la gente del Paleolltico su perior como los pintores rupestres san es ta ban más interesados en las alucinaciones de la Fase 3 que en losfenómenos entópticos de la Fase 1. Lo im portante es que hay imágenes del Paleolltico

superior que son atribuibles a las tres fase5 del modelo, y es to refuerza el argumento quedefiende una conexión con las imágenes mentales de los estados alterados. Encontramosformas entópticas (Fase 1), interpretaciones (Fase 2), y transformaciones y combinaciones de imágenes figurativas y entópticas (Fase 3)6. Las proporciones de las imágenesatribuibles a cada una de las fases varlan de una época a otra y de un lugar a otro.

Pero también encontramos «sig nos» del Paleolítico superior que no se ajustan aninguno de los tipos entópticos conocidos. La figura 47 muestra algunos de estos mo-

• lcTOI·Gourh.n 1 9 ( i 8 Manhack (1972l

'lewI S-Will'3rr1.1 y Dowson (I 988l_

47. No todos los s'gnos dtl Paltolírrco suptrlor se oJustan a las for mas dt los

ftnómtnos tnlópt,cos tal como los ha wabla,do lo musttgaClón dt

labora torro. tslos ¡ne/L1rtn fas l/amados clav'forrnts y 105 ttcuformts tn

forma dt cabnña.

tivos no entópticos. Entre ellos hay "claviformes», líneas verticales con una protuberancia en un lado, y utectiformes ., motivos con forma de cabaña. Esta distinción es un gran paso hacia delante porque nos ayuda a trabajar sobre los «signos .

entópticos y sobre cómo se relacionan con los motivos animales desde una perspectiva diferente de la que adoptamos cuando analizamos los elementos entópticos. Debido a que el significado no es inherente a las imágenes entópticas, sino que se

les asigna (y, en realidad , a todas las imágenes) en contextos

culturales específicos, no sabemos qué significaban los !tsig- 1.nos" del arte del Paleolítico superior para la gente de esa épo-ca. Los cromañones de Europa occidental no eran los tucanosde Sudamérica, asl que no podemos transferir a las pinturas y

grabados del Paleolí tico su perior los significados que Reichel· · ' c , . ~ . , · . : H _ , . t ~ ~ . t , " " . ' . ' _.:.: ~ ~Dolmatoff descubrió que ese pueblo amazónico atribuía a sus

imágenes mentales geométricas.Todavla está por ver si llegaremos a descifrar alguna va los significados tanto de los

signos entópticos como de los no entópticos; sobre esta cuestión no soy irremediablemente pesimista. Po r el momento, podemos decir al menos que /l lgw/os de eltos son similares a las fo rmas entópticas. Esos motivos son, por lo que respecta a su origen, másque a su significado. explicables en términos de los es tados alterados de conciencia . Portanto, encajan en el patrón general que sugie re la hipótesis de que el arte parietal del Pa

leoUtico superior era chamanístico.

Cavernas inmensas para el hombre

Otra característica extremadamente enigmática de las imágenes del Paleolltico supe·

rior queda también aclarada p or nuestra hipótesis, y queda aclarada, además, de unaforma que nos conduce a otras cuestiones y respuestas más detalladas. Queda revelado, asi, el pOlencial heurístico de la hipótesis: no baja el tel ón sobre la investigación,sino que conduce, de forma alentadora, a más preguntas.

La característica a la que me refiero ahora es la colocación de imágenes en co ntextos subterráneos profundos, frecuentemente pequeños, en los que la luz no penetra y

los cuales parece que la gente raramente haya visitado. Es tos lugares esuín conectadoscon cámaras más grandes, también en tOlal oscu ridad, en las cuales varias personas podrian haberse reunido para contemplar las imágenes y realizar ot ra s actividades. Ade·más, están las imágenes al aire libre y en las entradas a las cuevas; éstas están bien ilu·

l¡.¡ La mente en la caverna La caverna en la mente ZIS

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mmadas. La forma en la que las Imagenes avanUJn lentamente desde el nivel de la vida

cOlldiana hacia el intenor de las cuevas subterráneas y después hacia espacios que en

algunos casos sólo pueden alcanzarse salvando peligrosos y laberínticos pasajes subte

rráneos sugIere que el arte parietal era un producto cuhural que unla Jos estnuos del

cosmos del Paleohtico superior. En Urminos lévi-st raussianos. podrla decirse que el

arte parietal del.Paleolíllco superior media, o forma un nexo de conexión, enlre los dos

elementos de una oposición binaria «sobre- tlerra/bajo-tierr::a ..

Esla inferencia significa que hablar de chamanismo del Paleolítico supenor es hacer

u.na afirmación sobre cosmologla, no sólo acerca de creencias y rituales religiosos,como

SI tales asuntos fueran epifenómenos y por tanto no revistieran gran Imponancla para

nuestra comprensión de la vida en el Paleoliuco superior. Toda VIda, e<onómica, social

y religIOsa. tiene lugar dentro de una concepción específica del universo e interactúa re

cíp rocamente con ella. No puede ser de otro modo. Como vimos en capltulos anterio

res, la cosmologia chamanística se concibe, en primera Instancia, como un con)unlO de

dos r e ~ n o el mundo material y un reinO espiritual. A menudo, el mundo de los espíri

tus es Inmanente, entrelazado con el mundo material a la vez que separado de él. Al mis

mo tiempo, es tos dos reinos se conciben como subdivididos yes¡ral ificadosj cuanto más

soc ialmente compleja sea la sociedad chamanistica, más estratificadas e starán las subdi

visiones del cosmos. No hay un ccosmos chamanlstico . monolítico. También vImos que

las sensacIones universales y neurológicamentc " instaladas .. de volar y atravesar un tú

nel constnngente probablemente dieron origen a estas concepciones.

Afirmo ahora que la entrada a las cuevas del Paleolítico superior se consideraba, pro

bablemente, como algo prácticamente indisunguible de la entrada al vórtice mental que

l I ~ v a a las experiencias y a las alucinaciones del trance profundo. Los pasajes y cámaras

subterráneas eran las centrañas.. del inframundoj la entrada en ellas era la entrada tanto

física como pslqulca, al mundo inferior. De este modo, se daba una materialidad' topo

gráfica a las experiencias ;o:espirituales ... Para la gente del Paleolltico superior, la entrada a

una cueva era la entrada a parte del mundo de los espíritus. Las imágenes embellecedoras

iluminaban (posiblemente en un sentido bastante IlIeral ) una senda a lo desconocido.

Podemos ir un paso más allá . Los estados alterados de conciencia no sólo crean

Ideas de un cosmos estratificado; también proporcionan acceso a las diversas divisio

nes de ese cosmos, y por ello las validan repetidamente. El cosmos chamanlslico estra

tIficado y la cdemostración_ de su realidad constituyen un sistema cerrado de creacióny verificación experiencia!. Incluso personas que, por las razones que fuese, no tenian

acceso al extremo final de la trayectoria intensificada o a las propIas cuevas, podían sin

embargo verificar la estructura de su cosmos mediante los vislumbres, más cvanescen

de otro reino que sus sueños les proporcionaban. El hecho de que ellos pudieran

Vislumbrar, de forma fugaz e Imperfe<ta, las criaturas y transformaciones del mundo

de los espíritus era, pa ra ellos, prueba suficiente de que los chamanes realmente podian

vlsHarlo y regresar con detalladas des<:ripclones del mismo. Tales personas era n como

los prisioneros de Sócrates, que podían hablar ent re ellos pero que simplemente con

firmaban las opiniones de cada uno de ellos acerca de las sombras pasajeras.

Los pasajes y cavernas subterráneas del Paleolítico mferior eran, por tanto, lugares que

permItían un estrecho contacto con un estrato es plntUal inferior del cosmos, incluso la pe

netración en i1. Las imágenes que la gente realLzaba alll estaban relacionadas con ese remo

subterráneo. No es tanlo que las imágenes se llevaran bajo tierra -Imágenes del mundo de

arriba alojadas en la memoria de la gente-- y se colocaran allí: tanto se obtenían como sefijaban allí. El mundo alucinatorio, o de los espiritus, junto con sus imágenes pintadas y

grabadas. quedaba investido, así, de materiahdad, yquedaba slIuado cosmológtcamente de

forma pre<Í5a; no era algo que existiera solamente en los pensamIentos y las mentes de la

gente. El mundo espiritual inferior estaba aIfl, tangible ymaterial, y algunas personas po

dían vt'nficarlo empíricamente entr.mdo en las cuevas y viendo por si mismas las visiones

oc fijadas.- de los animales-espíritus que habilitaban a 105 chamanes de la comunidad y tam

bié.n experimentando visiones, quizá incluso en esos espacios subterráneos.

Además, la realizació n de imágenes no tenia lugar, simplemente, en el mundo de los

espíritus: también moldeaba y creaba de forma aumentativa ese mundo. Cada Imagen

hacia visible presencias ocultas. Habla. pu es, una fecunda interaCCión entre la topo

grafia dada de las cavernas, las cambiantes imágenes mentales, y la fijación de Imáge

nes por parte de mdividuos ygrupos; con el tiempo, las Imágenes se acumulaban y mo

dificaban el mundo de los espfritus ta nto materialmente (en las cuevas) como

conceptualmente (en las mentes de la gente). El mundo de los espíTltus, al igual que el

mundo social de atrlba, era maleable hasta cierto punto; la gente podía implicarse en

él y moldearlo hasta cierto punto. En la mayorla de los C3S0S, este moldeo se manifes

tÓ en el añadido de nuevas imágenes a las que ya estaban allí o en el comienzo de la

creación de otro panel completamente nuevo. Pero en algunos casos excepcionales pa

rece haber habIdo intentos de eliminar imágenes que ya estaban alli. En la cueva de

Cosquer, por ejemplo, las huellas de manos hablan sido rayadas de parte a parte, como

si se las hubiera querido cancelar, y en Chauve t parece que algunas imágenes pueden

haber sido borradas mediante el raspado de la superficie1.

Un soporte vivo

Esta intepretación de las cuevas como las ent ra ñas del mundo Inferior me lleva a otro

rasgo del arte parietal del Paleolitico superior que es dificil de explicar fuera de la hi·

pótesis chamanlstica. Como hemos visto, uno de los rasgos más conocidos y más constantes del arte de l Paleohtico superior es el uso que aquellos que realizaban imágenes

hadan de los rasgos de las superficies de la roca en las que colocaban sus imágenes. Casi

todas las cuevas con tienen ejemplos de esto, y numerosos autores han comentado el

enigma que plantean·. He aqul unos cuantos ejemplos además de aquellos a los que ya

me he referido; conducen, de forma acumulativa, a una Importante conclusión acerca

de las paredes aparentemente cmuertas . de las cuevas.

'O o llts YCourun (1996), Ool1tl, comcnullo persan¡1

• Vé¡nsot, por m p l o GrnJOJ' (1960), Ud:.o y Ros..nfcld (1967); Blhn y VCrlUl (1988), Gonndl¡ (1999)_

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:!16 La mente en la caverna

A " e c ~ . imágenes del PaJeolltico superior esl.1n situadas de manerJ que un nó

dulo o protuberancia insignific.lme forma el ojo de un anim31. Algunos de los nódulos

son lan insignificames que uno sospecha que se identificaban y selec.:ionabJn rntitian_

te el tacto mas que medianil' la visl.1. En la tenue luz de las parpadeanles lamparas, losdedos. explorando delicadamente las paredes. descubrian un nódulo. \' la menle. prepa

rada rara d descubrimlemode animales. Jo tomaba por un ojo. En algunos casos. el tac

to puede haber ayudado al r ~ > ( u e r d o . o J la rcconslltucion, de un amm.ll \isionario. Tras

haber ('.'(perimemado una ,·¡sión en el trance profundo o como una Imagen posterior,

un buscador de visiones. en un estado más alerta, palpaba cuidadosamente la pared enbusca de indicaciones acerca de dónde se encontraba el espíritu animJI.

A mayor escala. una roca natural en Comarque parece haber sugerido una cabeza decJballo ex traordinariamente realista, completa con ollares)' boca (fig. -1S)Y. Un grabador

simplemente compJetJba y añadlJ detalles a la forma. A d e m j s . l a m b l ( ~ n figuras huma

nas hacen uso ocasionalmente de rasgos n.ltur:lles de la roca. En le Portel. por eJem

plo. dos contornus rojos de figuras humanas están pimados de forma que unas protu

bt:ra ncias \'sl.l lagmrt icas se co nvierten en sus penes (la m_ 15)10.

Un l"'icmp lo c.'S¡ll'CúIlmente revelado r )' bien conocido se encuentra ell la cueVJ del Cas¡iUo (ú n labria). donde K ha pinlado una representación de un bisollle de forma que en

caja en la dcsib'ual superficie d .. una estalagmit.l: d artista perCibió el lomo. la cola}' la patalriISCra <,n IJ

rormJ de IJl'OCl

(fig.-19 ).

Esrcl<"

'illl te el hecho de que eslO sigmlkaca que tenía que pintar al animal en una poSición \"ertlCaP'. Pero esto no parece haber iOlporl:ldo ....1contrario. la imagen resulunte ej .. mphfica una de las diferencias entre 1J.5 imagencs menta

les )' los animJles del mundo material dd exterior de IJ cueva. los cuales normalmente caminan o permanecen en posición horizontal. El artista del CasuUo no mtentaba pintar unanimal como cualquiera podía ,'erlo fuera de la cue\'a; miÍS bien, estaoo reconsUlurendo unJ

J

\;sión ~ f l o t a ... Como \lmos en el capltWO 7. las imágenes del Pa-11=0lltJCo superior parecen «flotJ", sobre IJ roca; cuando estan an

cladas mediame algún rasgo de la su¡x-rfiCle. no se encuentran

necesariamente en una postura realista.Hasta ahora he descnto pinturas que pre5c.'nlan \'is lasla

lerales de animales. En contraste ...n clSJlon Noir de :-':iaux.

un artista añadió cuernos" un agujero en 1.1 roca. el cual,\ 1 ~ f O desde delcrminJdo ángulo. pJrece una cabl'za deClcr.o. \¡St.l frente rtigura 50)':. En :\lIamira. personas

L"I',lrh' ",111.. ,1 \ ." ('1,rr.- r<,;,lr,.h ,·SI,' (,.. ".1.·" /" r,'",r . r r , · ~ ..III.1 ,m" .·"i"·::'1 ,l.-. "b.,II.· (."""":,,,',,' 11 .••1.. ,,:

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la c<werna en la mente 217

-19 • \ ID forllla ".lIural ,md

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(ll"nOJ o la forllla narurllll'lI("¡",erurfic..r ¡" ai"'ntllci" dt t/r.a wbc:a

"in"" jllt.C< /l..<ama dn</c 111 ¡urrtll.

del Paleohlico superior crCilron un efecto simibr

en la Cola dI." Cab3llo. la parte más profunda d .. lacueva; unas formas naturales en la roca han sido

transformadas medIante la adición de ojos pinta

dos y. en un caso, de una mancha negra que pue

d .. represe:ntar una baroou . Los \;sitantes que Ue

gan al final de este ~ t r e c h o pasaje r despues dan

la ,"uc!!a para abandonar la cue\"3 se enfrentan con

unas caras que aparentemente mirane s d ~

las pJredes de roca (I.5.ms."¡ y 5). Se creó un efecto siml·

lar en Gargas. en 135 colinas al rie: de los PinneosI'.

Quiz.¡ todalla m.is e:xtrJordmaria la cabeza Jo:cahJl10 rmt3da eu \ { o u f f i ~ n a c (fig 51 ).:\qui I.ll.'"a-

1:I.:z.a se ha pintaJo o:n un nódulo de pedernal que

s o b r ~ ~ k Jo: la pared; el resto del cuerpo dd ani

mal parece estar _dentro_ d .. la pared.

rr ... t l l n t : " ~ d 9 S - ; , : : . 1 · ~ : 4 "'.¡".II 1..... M' .'4 4 ' . ~ - 4 ~ 1':, I ~ l . l ; ' ¡ 11':

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