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e 1 N E Por José de la COLlN A 27 yugal -cuatro mujeres, numerosas aman- tes, un proce90 por supuesta paterni- dad-, los ataques que ha recibido dada su actitud independiente y justicier'a, por parte de la p¡-ensa amarillista, las ligas de la 1I'/0ral y, en fin, todo el sector atra- sado y engañado del mundo. Gno de los hombre más amados del mundo es tam- bién de los más odiado. Frente a las multitudes que lo adaman está la \'er- lista de acusacio'nes, procesos Judlclaks y difamatorias que lo tachan de satn-o, de a \'(1 ro, de "rojo", de antiamericano. El libro, en lo puramente biográfico, es bastante completo, y aconsejable para el lector poco enterado de la vida del artista. En cuanto a valoración estética falla. Para decir en qué, diremos tra visión de Chaplin anles de enjuiciar la de Sadoul. Sadoul comienza así su biogra fía: "Es- te hombrecillo que marcha solo por la ca rretera con su sombrero hongo, su bas- tón, sus zapatos dcmasiado grandes y su andar de pato, vino al mundo el 28 de f del 1 Si 1-1-. El creador genial de (harlot. Charks Spencer Chaplin, na- ció el 16 de abril de 1889 en Londres Inglaterra. y no (según una leyenda él no ha desmentido nunca) en Fontaine- bleau, Francia ... " La infancia de Chaplin es bien triste, una infancia de callejeo y hambruna que "prestará su decorado a las mejores y más ilustres películas de Charlot;'. Hijo de actore;, Chaplin es contratado a lo dieciséis años por la compañía de panto- mimas de Fred Karno. donde aprende. los misterios de lo cómico y lo patético y desarrolla su gran capacidad histrióni- ca, su mágico don para expresar todos los matices del espíritu humano. En unas declaraciones en defensa del cine silen- cioso, allá por 1930, Chaplin decía: " ... la pantomima es inapreciable en el drama, pues sirve para efectuar la transición gra- dual de la farsa al 'pathos' o de la co- media a la tragedia. con mucha mayor suayidad y menor esfuerzo que la pala- bra.·' "rvr ás adelante definió la pantomima ele un modo formidable diciendo que es "la imaginación muda". Chaplin hace su primera película en 1914, en orteamérica. Habría de hacer en ese año treinta o treinta y cinco co- medias cortas en las que 110 se aparta mucho del cine cómico de la época. a base de persecuciones y pasll'lazos, pero es ell una de esas cinlas. Carrera ill/a.llli! de aulos, donde descubre su tipo: un vagabundo pálido, de ojos grandes)' cIa- ras, pequeño bigote. baja estatura, con bombin, bastón fkxiblc, pantalones an- chos y graneles botas. personaje se llamaba entonces Chas, era timido y tor- pe, se metía siempre en medios ajenos al suyo, donde ponía todo pata .. arriba, y escapaba de los guarelias. sus demos enemigos, con su "andar de pato" o po- niéndoles zancadillas. Pero este perso- naje infantil y egoista va a evoluciona r. En 1915, Chaplin, medianll' un jugoso contrato con la compañía co- micnza a cscribir y a dirigir las pelícu- las en que actúa, y desde entonces ya 110 dejaril nunca de hacerlo. De esle 'arte para niños, de ese reino de lo cómico puro, Chaplin deriva hacia el humoris- mo. Ya en una película de esa época, la parodia de Carmen, vemo que "a través de las paJyasadas, la nota patética ras- gaba a veces el maquillaje". En 1916 L1BRO DE MARGEN ... aquí se dice ... SOBRE UN AL .. la pantolllillla, {or./r,¡ lo palaDrería. CHAPLIN EL UNIVERSIDAD DE MEXICO M UCHO ha avanzado formalmen- te el cine desde las primera' películas exhibida, a principio de siglo, en los barracone de las ferias. Se han dejado atrás tantas cosas que hoy apenas podríamos aguan- tar una película de la época muda, como no sea El (/)corazado Potemkin, de Sergio Einsenstein, La pasión de Juana de Ar- co, de Carl Dreyer y acaso una decena más. Las demás cintas están destinadas al público reducido de los cine-clubs, en donde a veces el snobismo eleva al rango artístico cintas absurdas y "raras". El cine envejece pronto, porque una pelícu- la se hace con la visión estética de una época, y así queda para siempre, tal como se filmó. La explicación es sencilla: una obra de teatro puede ser antiquísima, pero se escenifica de acuerdo con la es- cena actual. La novela de un clásico - el Quijote,. pongamos por caso-, aun- que escrita al modo y gusto de época, o con su lenguaje, .deClY}o mejor. encarna en nuestra ¡maglI1aCLOn con vivencias actuales. El cine presenta demasiados puntos de referencia a su época; objetiviza de tal modo que en muy contadas ocasiones puede trascen- der su material. Un realizador, uno solo, sigue conmo- viéndonos con sus películas cortas de 1916. Este hombre, director, argumen- tista. actor e incluso músico de sus obras, es c¡:eador de un personaje mítico y uni- Yersal -un vagabundo con algo de prín- cipe y mendigo, de Cristo y de pícaro-, es hacedor de un arte silencioso que ha- bla en todas las lenguas y en el que se mezclan lo trágico y lo grotesco, como en Cervantes, como en Dickens, como en Goaol, y se llama Charles Chaplin. Des- de hace cuarenta años, su figura es bien conocida en el mundo: en Norteamérica se le llama Charlie, Carlitas en Argen- tina. en Italia Carlina, Karl en Alemania \' Charlot en Francia y algunas partes de Europa. fucha se ha hablado y escrito acerca de él -"el gran padre de la ter- nura", creo que le llama N eruda-, pero Chaplin sigue siendo un misterio como hombre y como creador. Tiene, como l1n genio clásico, el don proteico: en cuanto creemos haberlo apresado, cambia de forma. Sólo un artista así puede enfren- tarle nuestro siglo: Picasso. IvT onsil'ur Verdoux y Gucrnica son obras paralelas, síntesis geniales de la época más tur- bulenta de la historia. "Chaplin es un gran poeta -dice Elie Faure-. Char10t es el único gran poeta ele este tiempo que contempla la vida desde un ángulo constante y consciente- mente heroico." Fernard Leger dijo: "Charlot es el arte de inventar, es el único universal que agrada, que divierte a todo el mundo, porque inventa y no imita." Y André Maurois: "Dentro de tres siglos, Carlot será lo que para nos- otros Villón: un gran poeta arcaico." Ahora tenemos en la. manos una Vida de Chaplin firmada por George Sa- doul (Fondo de Cultura Económica, Bre- viario 109), el prestigiado crítico cinema- tográfico francés. En él, con un ameno estilo, Sadou1 nos relata la fecunda vida del cineasta, su accidentada historia <:on-

(1 - Revista de la Universidad de México · tra visión de Chaplin anles de enjuiciar la de Sadoul. Sadoul comienza así su biografía: "Es ... Goaol, y se llama Charles Chaplin

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e 1 N E

Por José de la COLlN A

27

yugal -cuatro mujeres, numerosas aman­tes, un proce90 por supuesta paterni­dad-, los ataques que ha recibido dadasu actitud independiente y justicier'a, porparte de la p¡-ensa amarillista, las ligasde la 1I'/0ral y, en fin, todo el sector atra­sado y engañado del mundo. Gno de loshombre más amados del mundo es tam­bién de los más odiado. Frente a lasmultitudes que lo adaman está la \'er­~on.z?sa lista de acusacio'nes, procesosJudlclaks y c~n~pañas difamatorias quelo tachan de satn-o, de a \'(1 ro, de "rojo",de antiamericano.

El libro, en lo puramente biográfico,es bastante completo, y aconsejable parael lector poco enterado de la vida delartista. En cuanto a valoración estéticafalla. Para decir en qué, diremos nues~tra visión de Chaplin anles de enjuiciarla de Sadoul.

Sadoul comienza así su biogra fía: "Es­te hombrecillo que marcha solo por laca rretera con su sombrero hongo, su bas­tón, sus zapatos dcmasiado grandes y suandar de pato, vino al mundo el 28 defebr~ro del ~ño 1Si 1-1-. El creador genialde (harlot. Charks Spencer Chaplin, na­ció el 16 de abril de 1889 en LondresInglaterra. y no (según una leyenda qu~él no ha desmentido nunca) en Fontaine­bleau, Francia ..."

La infancia de Chaplin es bien triste,una infancia de callejeo y hambruna que"prestará su decorado a las mejores ymás ilustres películas de Charlot;'. Hijode actore;, Chaplin es contratado a lodieciséis años por la compañía de panto­mimas de Fred Karno. donde aprende.los misterios de lo cómico y lo patéticoy desarrolla su gran capacidad histrióni­ca, su mágico don para expresar todoslos matices del espíritu humano. En unasdeclaraciones en defensa del cine silen­cioso, allá por 1930, Chaplin decía: " ... lapantomima es inapreciable en el drama,pues sirve para efectuar la transición gra­dual de la farsa al 'pathos' o de la co­media a la tragedia. con mucha mayorsuayidad y menor esfuerzo que la pala­bra.·' "rvr ás adelante definió la pantomimaele un modo formidable diciendo que es"la imaginación muda".

Chaplin hace su primera película en1914, en orteamérica. Habría de haceren ese año treinta o treinta y cinco co­medias cortas en las que 110 se apartamucho del cine cómico de la época. abase de persecuciones y pasll'lazos, peroes ell una de esas cinlas. Carrera ill/a.llli!de aulos, donde descubre su tipo: unvagabundo pálido, de ojos grandes)' cIa­ras, pequeño bigote. baja estatura, conbombin, bastón fkxiblc, pantalones an­chos y graneles botas. J~ste personaje sellamaba entonces Chas, era timido y tor­pe, se metía siempre en medios ajenosal suyo, donde ponía todo pata.. arriba,y escapaba de los guarelias. sus demosenemigos, con su "andar de pato" o po­niéndoles zancadillas. Pero este perso­naje infantil y egoista va a evoluciona r.En 1915, Chaplin, medianll' un jugosocontrato con la compañía I~ssanay, co­micnza a cscribir y a dirigir las pelícu­las en que actúa, y desde entonces ya 110

dejaril nunca de hacerlo. De esle 'artepara niños, de ese reino de lo cómicopuro, Chaplin deriva hacia el humoris­mo. Ya en una película de esa época, laparodia de Carmen, vemo que "a travésde las paJyasadas, la nota patética ras­gaba a veces el maquillaje". En 1916

L 1 B R O

DE

MARGEN

... aquí se dice ...

SOBRE

UN

AL

.. la pantolllillla, {or./r,¡ lo palaDrería.

CHAPLIN

ELUNIVERSIDAD DE MEXICO

MUCHO ha avanzado formalmen­

te el cine desde las primera'películas exhibida, a principiode siglo, en los barracone de

las ferias. Se han dejado atrás tantascosas que hoy apenas podríamos aguan­tar una película de la época muda, comono sea El (/)corazado Potemkin, de SergioEinsenstein, La pasión de Juana de Ar­co, de Carl Dreyer y acaso una decenamás. Las demás cintas están destinadasal público reducido de los cine-clubs, endonde a veces el snobismo eleva al rangoartístico cintas absurdas y "raras". Elcine envejece pronto, porque una pelícu­la se hace con la visión estética de unaépoca, y así queda para siempre, talcomo se filmó. La explicación es sencilla:una obra de teatro puede ser antiquísima,pero se escenifica de acuerdo con la es­cena actual. La novela de un clásico ­el Quijote,. pongamos por caso-, aun­que escrita al modo y ~l gusto de ~ll1aépoca, o con su lenguaje, ~ara .deClY}omejor. encarna en nuestra ¡maglI1aCLOncon vivencias actuales. El cine presentademasiados puntos de referencia a suépoca; objetiviza de tal modo que enmuy contadas ocasiones puede trascen­der su material.

Un realizador, uno solo, sigue conmo­viéndonos con sus películas cortas de1916. Este hombre, director, argumen­tista. actor e incluso músico de sus obras,es c¡:eador de un personaje mítico y uni­Yersal -un vagabundo con algo de prín­cipe y mendigo, de Cristo y de pícaro-,es hacedor de un arte silencioso que ha­bla en todas las lenguas y en el que semezclan lo trágico y lo grotesco, comoen Cervantes, como en Dickens, como enGoaol, y se llama Charles Chaplin. Des­de hace cuarenta años, su figura es bienconocida en el mundo: en Norteaméricase le llama Charlie, Carlitas en Argen­tina. en Italia Carlina, Karl en Alemania\' Charlot en Francia y algunas partes deEuropa. fucha se ha hablado y escritoacerca de él -"el gran padre de la ter­nura", creo que le llama N eruda-, peroChaplin sigue siendo un misterio comohombre y como creador. Tiene, como l1ngenio clásico, el don proteico: en cuantocreemos haberlo apresado, cambia deforma. Sólo un artista así puede enfren­tarle nuestro siglo: Picasso. IvTonsil'urVerdoux y Gucrnica son obras paralelas,síntesis geniales de la época más tur­bulenta de la historia.

"Chaplin es un gran poeta -dice ElieFaure-. Char10t es el único gran poetaele este tiempo que contempla la vidadesde un ángulo constante y consciente­mente heroico." Fernard Leger dijo:"Charlot es el arte de inventar, es elúnico universal que agrada, que diviertea todo el mundo, porque inventa y noimita." Y André Maurois: "Dentro detres siglos, Carlot será lo que para nos­otros Villón: un gran poeta arcaico."

Ahora tenemos en la. manos una Vidade Chaplin firmada por George Sa­doul (Fondo de Cultura Económica, Bre­viario 109), el prestigiado crítico cinema­tográfico francés. En él, con un amenoestilo, Sadou1 nos relata la fecunda vidadel cineasta, su accidentada historia <:on-

28 UNIVERSIDAD DE MEXICO

bre frente a la sociedad, es la vi ión agu­dan~ente humorística de un mundo me­canlzado. que hac~ al hombre víctima desus propIas creacIOnes. Ese estilo de ba­llet que en El. balneario era pura creaciónformal, adqmere en Tie11tpos modernosuna signi fi~ación superior; en e ta cintalos personajes parecen condenados a unadanza s!n objeto, inexorable. o es sólouna carl~tura de .10s hechos sociales denue.s,tro tlel~po, S1110 también la eluci­daclOn de cIertos deseos indiviuales delhombre ~ la afirmación del derecho a noser un numero más de la masa a no serun simple fenómeno social. E ~ escenadO~1de hace Ch~plin ~lS0 ~e su don paraanImar I~s obJetos 111at11mados quierenac~so .declr que es el hombre, desde suunltana personalidad, el que da un sen­tido al mundo; que es la voluntad hu­mana, centrada en una personalidad úni­ca e intransfe1'ible, la que cuenta.

Cuando Chapl.in ·está escribiendo Elgran dictador, en 1938, los diplomáticosalemanes 'Y las organizaciones fascistas delos Estados Unidos presionan en contradel proyecto, temiendo la caricatura dela!l}ado Fuehrer. En 1940, ya en filma­clon la película, Chaplin es denunciadopor la Comisión de Actividades Antiame­ricanas. Cuando la película se exhibe elpúblico, envenenado con la propaga~daant,i-Chaplin, le ;'uelve las espaldas; lapeltcula no agrado. En ella se ataca a lasclictacluras de una manera valiente. Eldiscurs.o final -'Chaplin habló aquí porvez prImera en la pantalla- nos parecehoy excesivo y retórico, pero entonces eraválido por su oportunidad. N o es de lasmejores películas chaplinianas, pero esbuena en esa línea satírica, que en Cha­plin, más sentimental que otra cosa, se damuy poco.

M.onsieur Verdoux es la primera co­medIa en que Chaplin abandona a Char­lot, pero sólo aparentemente, pues bajoel atuendo elegante de este cínico asesinode muje.res, el vagabundo que vive para damor altenta como nunca, pero ahora congarras para defenderse y defender a lossuyos. La intención de esta cinta sobre­pasa la anécdota. Chaplin lo confesabaen las entrevistas: "Para el general ale­mán van Clausewitz, la auerra era la con­ti~1l1ación de la diploma~ia por otros me­dIOS. Para Verdoux, el crimen es lac?ntinuaci,?n de los nego~ios, con l11étodo'sdlferentes . Con esta bIen tramada co­media ele asesinatos, el eterno anarquistase ríe de una socieclacl quc no se haeleva90 gran cosa sobre la ley ele la selva,y senala a los comerciantes del dolorhumano. Verdoux dice él sus jueces: "Sise 1:1ata ~ una sola persona, se es unaseslIlo. SI se mata a millones de hom­br~s,. se es cel.ebrado como un héroe. Sefeltc.lta a los que. inventan bombas paraaseslllar a las mUjeres y a los niños. Eneste mundo sólo se logra éxito estandoorganizado ..." ¿ Es M onsieur Verdott%un~ comedia o, más bien, una tragedia?BaJO su. desolad.a .filosofía a lo Shopen­hauer, 19ue eXIstIendo la "cálida lechede la ternura humana". Esta película fucestrenada en 1947 y tuvo en Estados n~

dos un fuerte fracaso económico debidoen gran ~arte a los boicot~ dec1ar~elos pOI'

los enellllgos de Chaplin.Candilejas es la menos buena de las

grandes películas de Chaplin; su princi­pal defecto es que lo que en otras obrasse hacía senti:: aquí se dice, pero la genteno comprendlO la grandeza triste que co­lorea muchas escenas.

(Pasa a la pág. 32)

com.ienz~ con El Peregrino y alcanza superf~cClon en M onsieur Verdou%. El pe­l'egnno (1923) es una comedia que poneen solfa la tartl~fería protestante, ytl~ne un mome~to Il1superable de panto­mIma, que hubIera aplaudido el mismoJean Gaspard Debureau: el sermón mudosobre la historia de David y Goliat.

E? ~I año 1923 también, Chaplin filmasu unlco drama puro, que escribió vdirigió por completo, mas sin interven(ren él como actor: Una 1/!ujer de París oLa . opinión pública, alegato contra lospreJuIcIo de la sociedad, contra el malig­no pod.er de. la gente que se inmiscuyeen la vld~ privada de .los individuos (co­mo lo hIZO en la VIda de Chaplin laprensa de Hearst, el fatídico CiudadanoKane). Se trata de una obra innovadoraen lo formal, amarga en su filosofía fa­taJ,ista, IY se exhibió precedida de unprólogo del mismo Chaplin donde se pue­den hallar sus ideas más peculíares. Elprólogo dice así: "La humanidad estáf?r11lada, no por héroes y traidores, sinoslmplen~ente por hombres y mujeres; ylas paSlOnes que les impulsan, buenaso malas, es la naturaleza quien se lash.a dado. Los seres humanos caminan él

cIegas. El ignorante condena sus fallaspero el que sabe se compadece de ellos":

J;a más grande obra chapliniana. lapelIcula que hace nacer un clásico irre­b~tible, la. 9ue lanza para siempre elmIto chaplImano, es La quinlera del 01'0

(1925), comedia trágica y épica acercade los buscadores de oro en Alaska enr~alidad. u~ nuevo ángulo del hombre­CIllo solItano entre la furia de los fuer­t~s, encendí.do de amor en un desamparocosmlCO. BIen se puede hablar aquí deShakespeare, de Cervantes, €le Beetho­ven. Image~, ritmo, gesto y contenidos?n una ul1ldad perfecta, sin igual, quetiene la grandeza de la mejor de las no­velas, de las tragedias, de las sinfonías.N unca se mencionará bastante lo musicalde esta obra -v no nos referimos a lam~sica so:;ora, - sino a eso que según~ letzsche .engendra el poema de su pro­pIa sustanCIa y renace sin cesar". De estapelícu!a es aquella escena famosa en queChaplll1 transf?rm.a dos tenedores y dospanes en un baIlarina: es decir en ritmoen música. "

El circo (1928) es un retorno a la co­micidad, pero su final, realizado en unade las ten~poradas más amargas de la vidade Chap11l1, es quizá el más triste detodos. La soledad y la amargura, la bús­queda d~s~spel'ada del eterno fe'meninose. IIltens1Ílcan de manera agriclu Ice. LatrIsteza de ese final de El circo imp.regnatoda Luces de la ciudad, película mudaftlmada en 1931 que defiende la panto­~111111a contra la palabería que entonceslIlundaba el cine sonoro. Es tal vez laobra más triste de Chaplin. Nunca he­mos VISt,O al vagabundo de las grandesbotas mas solo y más indefenso, nuncanos ~a parecido más dolorosa la buscasIn eXlto. de lo ideal femenino; casi esIrreconocIble ese Charlot que se ha con­f?rmado con la soledad y la miseria, unCh~rlot que acepta la compasión de lamUJer por la que ha hecho hasta lo im­posibl~. Y sin embargo, la última toma dela pe~lcula, ~se primer plano en que leI emo.s sonrelr, parece estar 11l~IS allá de!a trIsteza, parece ser, también, menosI11tere~ado que la esperanza; diríase queanunCIa un logro metafísico.

Tiempos modernos (1936), es una co­medIa que plantea el conflicto del hom-

realiza algunas pequeñas joyas de dosrollo. Como La calle de la Paz, El bal­neari~ y E! inmigrante, ell las que abredos dunenslOnes a su arte: el sentimientoy la crítica social. Su personaje es unsensitivo que aspira a la libertad y alamor, que ejerce el bien, que no sabevivir en el mundo. Y el mundo que lerode~ tiene su~ ~aracterísticas y sus per­sonaJe arquetlpJCos, como en la Come­dia italiana: es un mundo de calles ari­ses, de hombres enchisterados ele h~m­brientos, de hampones, de poli~ías de ca­chiporra y muchachas dulces. n mundoque muestra una trama acial injusta quese opone al hombre. Cada día es una odi­sea para llenar el estómago; la serie detrucos, de hazañas, de picardías, a quepuede llegar este Pierrot de arrabal porobtener una salchicha, es inacabable;cuando ha logrado la salchicha, llega unperro, acaso no más hambriento, y Char­lot le cede su frugal comida. Ese mundo,esa vida se tra luce con toda su crudezaen Vida de perro, película de cuatro ro­llos filmada en 1918. Pero, aunque seenfrente a un mundo hostil que la mayorparte de las veces no comprende, el per­s?naje cl~apliniano no pierde su alegría11l su afan de lucha. Hay en él, en suge~1eroso sentimentalismo, en su gracio~o

baIloteo, un gran fondo dionisíaco. A ve­ces su personaje es lo único humano ensus películas, y sirve de piedra de toquepara mostrar lo que los hombres tienende mecánico, de muñecos sujetos a unamatemática reiterativa e inútil. Así sele ve en El balneario, por ejemplo, mi­lagro de ritmo cinematográfico, del' queDelluc dijo que era un ballet.

El chico (1921) es de tono franc;l­l11ente sentimental. Partiendo de un te­ma melodramático, Chaplin añora su mi­serable infancia londinense para cr<~ar

un poema de ternura y de gracia, dondele envuelve un halo melancólico. Aquí seye apuntar el romanticismo de CharlaLLa frustración ya no será 'c1J1 recursoCÓ'~1ico, como se veía en sus pl'imeraspeiJculas. El tema de la frustración habíaaparecido ya como algo doloroso en dos­películas anteriores a El chico: /irmesal hombro e Idilio Cmnpestre. Lo frus­trado en Idilio Campestre (1919) es la"eleg:ancia" con que el pobre peón degranja pretende deslumbrar a su Dulci­nea y hacer que olvide al da'lldv reciénllegado; lo frustrado en Armas 'el !l01i1­

bro (1918) es esa esperanza del soldadoel día que llega el correo y no le tn~

carta, y no tener derecho a leer I~l carlaque recibió otro, aunque sea por encimadel hombro. Pero 10 que se frustra ellEl chico es algo más grande. es un sueñode bondad. es un anhelo de amor. lilalucha por "encer la soledad del ser hu­mano. Porque sí, es en esta película dondevemos a un Charlot rebelde. a un hombreangelical que o.lvida su dulzura y se agi-ta C0l110 una fIera para defender ]0 queam~. En adelante, el hombrecillo de lapalIdez lunar tendrá al.go por qué nlO­".erse: el amor. Chaplin está, desde estacll1ta, .muy !:jos de ser -como decía~aur01-~ ;~n gran poeta arcaico":cuando chce~ '" es el hombre que másn~e ha ensenado, después de MantaigneCervantes y Dostoyel·ski". Con frecucn~cla se oye pronunciar junto al nombreele ~haplin el ele Shakespeare y alguiendecla que Charlot era el Moliére judío.

y no ,está mal dicho Moliére -tampo­co e~tarIa mal Voltaire- cuando se hablade cIerta faceta satírica chapliniana, que

AL MARGEN DE UN LIBRO SOBRE CHAPLIN

... ataca a las dictaduras ...

... el hombre víctima de SIlS crcactOnes ...

EN

... la primera c01nedia en que abandona a Charlot ...

1

. . . cl tema de frustración ...

eLE

... milagro de ritmo cinematográfico ...

(Viene de la pág. 2i)

Y aquí volvemos al libro que suscitóestos comentarios.

Sabemos que Sadoul es el historiadormás serio del cine; los libros que hadedicado a este arte son los más dignosde confianza, en lo que se refiere a do­cumentación. Sin embargo, en el estudiocrítico, falla porque olvida, las más delas veces, enfocar la obra cinematográ­fica desde un punto de vista estético, yporque no puede juzgar sin ciertos par­tidarismos. No hay en este libro un aná­lisis de la forma chapliniana, del estilo deChaplin. Sadoul considera primordial­mente el contenido y las derivaciones dela obra de arte, y generalmente olvida lodemás. Efectivamente, Chaplin ha demos­trado en sus películas una honda preocu­pación POl- el aspecto social, pero no eséste su único tema. El tema social enChaplin, como en todos los grandes crea­dores, no es más que un aspecto de otrotema más grande e inquietante: el temahumano, el conflicto interior. Charlot seenfrenta a problemas que debe resolverél solo y que seguirían existiendo en unmejor orden social. ¿ Es que la soledadde La quimera del oro, de El circo, deLuces de la ciudad, no sería la mismasi Charlot tuviera mejor posición econó­mica, o si la tuvieran todos? Desde luego,hay un mundo que se opone al personaje,pero es siempre para contrastar más suindividualidad, para ayudarle a cumpI.irsedentro de sí mismo. Película por peiicula,Chaplin defiende la soledad desde la cualel hombre puede amar y crear en bien detodos. En una de sus películas cortashay la siguiente escena: Charlot '~stá

a la puerta de un bar, tocando el violín.Frente a la puerta contraria, una orquestaambulante se in tala para interpretar unaruidosa marcha que apaga el violín líricodel vagabundo. Sin embargo, éste siguetocando. Chaplin es éso: un violín soli­tario que toca una dulce, hermosa can­ción, tratando de hacerse oír en el es­trépito de una orquesta.

El es, con unos cuantos hombres comoThomas Mann, Machado, Picasso, AlbertSchweitzer, la conciencia y el espíritu denuestro alocado siglo.