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    El consumo excesivo de sal (cloruro de sodio) aumenta la presin arterialy con ello el riesgo de accidente cerebrovascular, cardiopata y nefropata.Tambin causa litiasis renal recurrente, es un probable procarcingeno delcncer gstrico, y participa en las bases fisiopatolgicas de la osteoporosis,la obesidad, enfermedades cardiovasculares no dependientes de la presinarterial y ataques de asma ms graves y frecuentes (1). Aun cuando solo re-dujeran la presin arterial y las enfermedades cardiovasculares relacionadas,se considera que los programas que disminuyen la ingesta de sal alimentariase encuentran entre los ms eficaces en la reduccin de las tasas de mortalidady discapacidad, y entre los ms eficaces en relacin al costo para mejorar lasalud de la poblacin (2). Aunque no se ha podido demostrar la inocuidadde ningn nivel de sal aadida a los alimentos, los expertos internacionalesreunidos por la Organizacin Mundial de la Salud (OMS) recomiendan unconsumo de sal en la poblacin inferior a 5 g/d por persona. Una declara-

    cin sobre poltica del Grupo de Expertos de la Organizacin Panamericanade la Salud (OPS) estableci el ao 2020 como la fecha prevista para el cumpli-miento de esta recomendacin en la Regin de las Amricas (3).

    En el mundo, el consumo promedio de sal en general supera los 6 g/d;en muchas poblaciones, el promedio en la mayor parte de los pases es de 9 a12 g/d. En la Regin de las Amricas, una evaluacin reciente revel que elconsumo promedio diario de sal es alto: 11 g/d en Brasil, 12 g/d en Argentina,9 g/d en Chile, 8,7 g/d en los Estados Unidos y 8,5 g/d en Canad (3). En laszonas muy desarrolladas, cerca del 75% de la sal proviene de los alimentosprocesados; en las zonas menos desarrolladas, hasta el 70% de la sal puedeprovenir de la sal agregada discrecionalmente durante la coccin de los ali-mentos o en la mesa. En todos los pases que participan en las iniciativas dereduccin de la sal alimentaria muchas personas no consideran a nivel per-

    sonal los datos acerca del consumo elevado de sal aunque comprendan queexiste un problema a escala poblacional. Es evidente que queda mucho porhacer a fin de ayudar a las personas a introducir cambios positivos en su ali-mentacin de manera que el consumo de sal descienda por debajo de los 5 g/dpara el ao 2020.

    Para ayudar a las iniciativas de reduccin de la sal alimentaria, en elperodo del 2009 al 2011 la OPS apoy a un grupo de expertos con el objeto deque crearan herramientas y recursos para ayudar a los pases de la Regin delas Amricas a reducir la sal alimentaria a escala poblacional (3). Este nmeroespecial de la Revista Panamericana de Salud Pblica describe algunas de lasiniciativas realizadas y las mejores prcticas llevadas a cabo hasta el presente,al tiempo que refleja los retos pendientes con respecto a la aplicacin de losconocimientos existentes y la investigacin necesaria. Se describen algunos

    aspectos de las actividades nacionales llevadas a cabo en Argentina, Barbados,Brasil, Canad, Chile, Estados Unidos y Mxico, y se presentan algunosproyectos y recursos regionales elaborados por el grupo de expertos. Tambinse exponen las recomendaciones clave del grupos de expertos, entre ellas lade que los pases emprendan estudios de orina de 24 horas para determinarlos valores basales de ingesta de sodio, una postura apoyada por una revisinsistemtica sobre la utilidad de las determinaciones de sodio en muestras pun-tuales de orina en comparacin con las determinaciones en orina de 24 horas.

    Es preciso ampliar la investigacin para definir las condiciones enque las muestras puntuales de orina pueden suministrar informacin til

    Editorial

    Iniciativaspara reducir la

    sal alimentaria

    en la Regin de

    las Amricas

    Norm R. C. Campbell,1

    Ricardo Correa-Rotter,2

    Barbara Legowski,3 y

    Branka Legetic4

    1 Libin Cardiovascular Institute of Alberta,University of Calgary, Alberta, Canad.

    2 Instituto Nacional de Ciencias Mdicas yNutricin Salvador Zubirn, Mxico D.F.,Mxico.

    3 Consultora en anlisis de temas de la salud ygestin de proyecto, Otawa, Ontario, Canad.

    4 Organizacin Panamericana de la Salud,Washington, D.C., Estados Unidos de Amrica.Enviar la correspondencia a: Branka Legetic,[email protected]

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    sobre el consumo de sodio. Tambin se analiza la necesidad de integrar losprogramas cuya meta es la reduccin del consumo de sal alimentaria con losque tratan de prevenir la carencia de yodo mediante el enriquecimiento de lasal con este elemento. Se recomiendan medidas para promover ingestas pti-mas tanto de sal como de yodo. En este nmero tambin se describen algunosde los progresos alcanzados mediante la colaboracin entre los programasnacionales de reduccin de sal y ciertas empresas alimentarias.

    Actualmente, la OPS apoya a un grupo consultivo tcnico que seguircolaborando estrechamente con los pases con el objeto de promover las ini-ciativas para reducir la sal alimentaria. El grupo consultivo tcnico trabajarmediante seis subgrupos: gestin de la participacin de la industria y refor-mulacin de los productos alimentarios; promocin de la causa y comunica-cin; vigilancia del consumo de sal, fuentes de sal en el rgimen alimentario, yconocimientos y opiniones sobre la sal y la salud; enriquecimiento de la sal conyodo; estudios econmicos de salud a escala nacional sobre la reduccin de lasal; y anlisis cientfico. Al favorecer la colaboracin entre las organizacionesgubernamentales y no gubernamentales, la sociedad civil y la industria, la OPStrata de alcanzar la meta del 2020 en materia de consumo de sal, una buenainversin para la salud pblica y en beneficio de las personas que viven en laRegin de las Amricas (4).

    Agradecimientos. Los autores agradecen el apoyo de los miembros y con-sultores cientficos del Grupo Regional de Expertos de la OPS/OMS sobreprevencin de enfermedades cardiovasculares mediante la reduccin de lasal alimentaria, en particular a James Hospedales de la OPS, por su apoyo alas iniciativas para reducir la sal alimentaria en la Regin de las Amricas.

    REFERENCIAS

    1. He FJ, MacGregor GA. A comprehensive review on salt and health and current experience ofworldwide salt reduction programmes. J Hum Hypertens. 2009;23(6):363-84.

    2. World Health Organization. Creating an enabling environment for population-based saltreduction strategies. Report of a joint technical meeting held by WHO and the Food Standards

    Agency, United Kingdom, July 2010. Geneva: WHO; 2011.3. Legetic B, Campbell N. Reducing salt intake in the Americas: Pan American HealthOrganization actions. J Health Commun. 2011;16(Suppl 2):37-48.

    4. Bloom DE, Chisholm D, Jan-Llopis E, Prettner K, Stein A, Feigl A. From burden tobest buys: reducing the economic impact of non-communicable diseases in low- andmiddle-income countries. Geneva: World Economic Forum; 2011. (Program on the GlobalDemography of Aging Working Paper 75). Disponible en: http://www.hsph.harvard.edu/pgda/WorkingPapers/2011/PGDA_WP_75.pdf Acceso el 1 de febrero de 2012.

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    Editorial Campbell et al. Iniciativas para reduccin de la sal alimentaria