UNIVERSIDAD DE COLIMA FACULTAD DE PSICOLOGÍA
“RELACIÓN ENTRE CALIDAD DE VIDA Y EL LOCUS DE CONTROL
EN PACIENTES CON DIABETES MELLITUS TIPO 2”
TESIS
QUE PARA OBTENER EL GRADO DE MAESTRA EN PSICOLOGÍA APLICADA
PRESENTA:
LICDA. MICAELA ESPÍNDOLA MENDOZA
ASESOR
M.C. JULIO CESAR VERDUGO LUCERO
CO- ASESOR:
DR. RAÚL LÓPEZ ASCENCIO
COLIMA, COL; NOVIEMBRE DE 2008
AGRADECIMIENTOS
A mis padres, Adalberto y Ma. Del Rosario, por ser los mejores papás del
mundo, por el tiempo que he dejado de compartir con ellos y por la libertad que
me han brindado incondicionalmente para desarrollarme como persona y como
profesionista. Gracias por permitir acariciar mis metas y mis sueños.
A mis hermanos y hermanas, Leticia, Margarita, Francisco, Beto, Carlos,
Alejandro, Chalena, Teresita, Vivi, Toño, Diego y Eduardo, por que gracias a
su cariño y apoyo me ha sido más fácil el logro de mis metas.
A mis sobrinos y sobrinas, que con su cariño y sus risas inocentes me
alegraron el corazón en los momentos difíciles.
A mis amigos, Loreto, Valentina, Paulina y Carlos David por enseñarme la
importancia de la amistad en todo momento, gracias por los buenos tiempos
compartidos.
A mi padrino Toño, por darme su amor incondicional, por preocuparse por mi,
por acompañarme cuando el camino se veía incierto y árido, gracias por creer
en mi, en ocasiones más que yo misma.
A mi asesor y co-asesor, M.C. Julio Verdugo y Dr. Raúl López, por regalarme
parte de su valioso tiempo y de su conocimiento.
MUCHAS GRACIAS POR TODO Y POR TANTO…
INDICE
RESUMEN…………………………………………………………………………..
ABSTRACT..………………………………………………………………………..
INTRODUCCIÓN…………………………………………………………………...
CAPITULO I: MARCO TEÓRICO………………………………………………..
1.1 PSICOLOGÍA DE LA SALUD…………………………………….
3
4
5
6
7
1.2 LA ADHERENCIA TERAPÉUTICA…………………………… 8
1.3 LOCUS DE CONTROL…………………………………………… 11
1.4 LA CALIDAD DE VIDA………………………………...…………. 13
1.4.1 LA CALIDAD DE VIDA RELACIONADA CON LA
SALUD…………………………………………………………
17
1.4.2 LA DIABETES MELLITUS TIPO 2 Y LA CALIDAD DE
VIDA RELACIONADA SALUD……………………………...
20
1.4.3 LA MEDICIÓN DE LA CALIDAD DE VIDA
RELACIONADA CON LA SALUD………………………...
24
CAPITULO II: MÉTODO………………………………………………………….. 25
2.1 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA………………………..
2.1.1 ANTECEDENTES………………………………………
2.1.2 JUSTIFICACIÓN………………………………………..
2.1.3 EL PROBLEMA………………………………………...
2.2 PREGUNTA DE INVESTIGACIÓN………………………….
2.3 OBJETIVOS……………………………………………………
26
26
27
28
29
29
2.4 HIPÓTESIS DE INVESTIGACIÓN…………………………..
2.5 TIPO DE ESTUDIO…………………………………………...
2.6 POBLACIÓN…………………………………………………..
2.7 PARTICIPANTES……………………………………………..
2.8 CRITERIOS DE INCLUSIÓN ……………………………….
2.9 CRITERIOS DE EXCLUSIÓN……………………………….
2.10 VARIABLES………………………………….………………..
2.11 INSTRUMENTOS……………………………….…………….
30
30
30
30
31
31
31
32
2.12 PROCEDIMIENTO……………………………………………. 33
2.13 ANÁLISIS DE DATOS………………………………………… 38
2.14 CONSIDERACIONES ÉTICAS………………………………. 38
CAPITULO III: ANÁLISIS DE RESULTADOS Y DISCUCIÓN………………. 40
CAPITULO IV: CONCLUSIONES Y SUGERENCIAS………………………… 50
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS……………….……………………………. 54
ANEXOS……………………………………………………………………………. 59
3
RESUMEN
Objetivo: el objetivo fundamental del estudio se centra en identificar y comparar la
relación entre Calidad de Vida (en adelante se citará CDV) y el Locus de Control (en
adelante se citará LC) en pacientes con Diabetes Mellitus Tipo 2 (en adelante se
citará DM2) pertenecientes a un grupo de “Ayuda Mutua de Diabéticos e
Hipertensos” del Centro de Salud Urbano de Colima.
Métodos e instrumentos: el estudio fue de tipo descriptivo correlacional, en virtud
de que fue el primer acercamiento al tema, y es conveniente señalar solamente la
relación que guarda la CDV y el LC en pacientes con DM2. La elección de la muestra
fue intencional; a los participantes se les aplicó la escala DQOL para medir la CDV y
para valorar la tendencia del LC se utilizó la escala de Locus de Control de Levenson
y se consideró las diferentes variables sociodemográficas de la muestra como: sexo,
edad, estado civil, escolaridad, ocupación y tiempo de evolución de la DM2.
Finalmente se hizo una correlación con la prueba estadística de Spearman entre la
CDV y el LC para lo cual se utilizó el programa SPSS (Statiscal Package for Social
Sciences) para Windows, versión, 10.0.
Conclusiones: los resultados permitieron determinar que no existe una correlación
de la CDV y el LC en los pacientes con DM2 del “Grupo de Ayuda Mutua de
Diabéticos e Hipertensos” del Centro de Salud Urbano de Colima. Conviene aclarar,
sin embargo, que dentro de las dimensiones de la escala DQOL sí se encontraron
correlaciones significativas.
Palabras clave: calidad de vida, locus de control, diabetes mellitus tipo 2.
4
ABSTRACT
Target: the fundamental target of the study centers on identifying and comparing the
perceived quality of life and his relation with the control locus in a group of patients
with diabetes mellitus type 2 attended in the Urban health Center of the Colima,
belonging to a group of “Mutual Help of Diabetic and Hypertense”.
Methods and instruments: the study was of descriptive type correlacional not by
virtue of that it was the first approach to the said topic, is suitable to indicate only the
situation that guy keeps the relation between the quality of life and the locus of control
in patients with diabetes mellitus 2. The election of the sample was for expediency or
intentionally. The scale DQOL was applied to the participants to measure the quality
of life and to value of the tendency the control locus of the participants is used the
scale of Locus of Control of Levenson. A considered the different variables
sociodemografic of the participants: age and time of evolution of the DM2, schooling
and marital status, sex, marital status, and finally an interrelation in to quality of life
and locus of control was done with prove Spearman statistics, for it there was used
the program SPSS (Social Statiscal Package for Sciences) for Windows, version,
10.0.
Conclusions: the results have allowed us to determine doesn´t exist correlation
between in the group of patients with diabetes mellitus type 2 of the Mutual Help of
Diabetic and Hypertense” the Urban health Center of the Colima. Its agrees to clarify
that exist significative correlation between the sub scales of the DQOL.
Key words: quality of life, locus of control, diabetes mellitus type 2.
5
INTRODUCCIÓN
La Diabetes Mellitus (en adelante se citará DM) ocupa la primera causa de
muerte a nivel mundial, nacional (Federación Mexicana de Diabetes [FMD], 2007,
Instituto Nacional de Estadística, Geografía e informática [INEG], 2007 y Secretaria
de Salud [SSA], 2007). En base a este alarmante incremento en la morbimortalidad a
causa de la DM2 surge la necesidad de identificar de si la DM influye en la CDV de
los pacientes y si guarda relación con el LC que cada persona posee. La CDV tiene
diferentes significados para cada individuo, para las personas que padecen alguna
enfermedad la CDV se centra en su padecimiento, dejando de cierta manera la parte
objetiva de la CDV (Martín y Grau, 2004). Por otra parte el LC es concebido como un
rasgo de la personalidad que hace referencia al grado con el que el individuo cree
controlar su vida y los acontecimientos que influyen en ella (Hampson, Báguena y
Belloch,1998).
En lo que respecta a la organización de la información del presente trabajo, en
el primer capítulo se ubica el marco teórico, en el que se hace una revisión de las
aportaciones que la Psicología de la Salud y el Modelo de Creencias en Salud hacen
a la CDV y al LC. En este mismo capítulo se encuentra una revisión de la CDV y sus
componentes, la menara en que ésta se ve afectada por la DM2 y la influencia que
en ella ejerce el LC de las personas con DM2. En el capítulo dos se detalla la
metodología empleada en ésta investigación, que está compuesta por el
planteamiento del problema, los objetivos, las variables, los participantes, los
instrumentos utilizados, el procedimiento para la recolección y el procesamiento de
los datos recabados. En el capítulo tres se muestran los resultados obtenidos de la
medición de las variables consideradas y la discusión de los resultados; en el
capítulo cuatro se presentan las conclusiones y sugerencias de la investigación. Para
finalizar se muestran los recursos bibliográficos consultados y los anexos.
6
CAPITULO I
MARCO TEÓRICO
7
1.1 PSICOLOGÍA DE LA SALUD
El estudio de la CDV en Psicología se ha situado dentro del marco que esta
especialidad dedica a la salud. La Psicología de la Salud es la rama aplicada de la
Psicología que se dedica al estudio de los componentes subjetivos y de
comportamiento del proceso salud-enfermedad. Igualmente, a la Psicología de la
Salud le interesa el estudio de los procesos psicológicos que participan en la
determinación de la CDV, del estado de salud, de la promoción de la salud, de la
prevención de la enfermedad y la reparación del daño (Morales,1999). Oficialmente,
el nacimiento de la psicología de la salud se situó en el año 1978 en que la American
Psychological Association (APA) crea la división 38, después se publica con este
nombre el primer libro (Health Psychology: A Handbook) y la primera revista (Health
Psychology), que se convierte en el órgano oficial de esta división de la APA, y por lo
tanto de la disciplina dentro de la APA (Colomer y Dardet, 2001).
La Organización Mundial de la Salud en 1948 define el termino salud como: "el
estado de completo bienestar físico, mental y social, y no simplemente la ausencia
de enfermedad” (OMS, 1998). Actualmente la salud ya no es considerada como un
estado solamente, sino como un proceso dinámico y cambiante. En este sentido
Oblitas y Becoña (2006) señalan que el modelo actual de salud reconoce que la
salud es el resultado de la interacción de factores psicosociales que afectan a los
sistemas corporales, alterando con ello la vulnerabilidad del individuo ante los
procesos patológicos, señala además, que la calidad del bienestar psicológico y
físico depende principalmente de los hábitos de vida o los determinantes de salud,
modificables en su gran mayoría por el individuo, los determinantes de la salud son la
biología humana, el medio ambiente, el estilo de vida y la organización del cuidado
médico (Marc Lalonde, 1974, citado en Colomer y Dardet, 2001).
Por otro lado, es importante señalar que los cambios que ha sufrido el concepto
de salud en los últimos tiempos se deben en gran medida a la transición
8
epidemiológica, pues a mediados del siglo pasado las enfermedades infecciosas
eran la principal causa de morbimortalidad, actualmente ese lugar lo ocupan las
enfermedades crónicas, como es el caso de la DM (Velarde, 2002). Las
enfermedades crónicas son el resultado de la acumulación de conductas poco
saludables y condiciones ambientales perjudiciales para el individuo, de tal modo que
los cuidados médicos no pueden sustituir los hábitos y las condiciones ambientales
de las personas. Es por esto que la Psicología de la Salud se ha encargado del
estudio de la adherencia terapéutica y ha dado importancia al desarrollo de
potencialidades y del reforzamiento de aspectos emocionales positivos para
preservar la salud y lograr un buen control de las enfermedades crónicas, ya que el
comportamiento y los modos de afrontamiento que las personas asumen frente a la
enfermedad desempeñan un papel muy importante en el bienestar y en la mejora de
la CDV. (Villaseñor, 2002).
1.2 LA ADHERENCIA TERAPÉUTICA
La OMS define el cumplimiento del tratamiento médico o adherencia terapéutica
como la magnitud con que el paciente sigue las indicaciones medicas (OMS, 1998).
DiMatteo y DiNicola (1982, citado en Martín y Grau, 2004) indican que la conducta de
cumplir el tratamiento médico está mediada por el sistema de conocimientos y
creencias que el paciente tiene de la enfermedad, su motivación para recuperar la
salud o por adaptarse adecuadamente a su condición de enfermo; de sus actitudes y
de el desarrollo de los procesos volitivos. El hecho de que el paciente cumpla o no
las prescripciones médicas juega un papel esencial, ya que podrán alcanzar un mejor
control de la enfermedad aquellas personas que logren adherirse adecuadamente a
los tratamientos y regímenes conductuales que el padecimiento exige para su buena
evolución. La baja adherencia terapéutica en los pacientes con DM es muy frecuente
y se puede explicar en parte por las numerosas restricciones y alteraciones en el
estilo de vida de los pacientes, lo cual influye en la aparición de conductas poco
9
saludables que hacen aún más compleja la rehabilitación, mismas que repercuten en
el ajuste psicológico y en la CDV de los enfermos (Grau, 2004).
Dentro del ámbito de la Psicología de la Salud se ha propuesto el Modelo de
Creencias en Salud para explicar las respuestas de las personas a los síntomas y a
su comportamiento en respuesta a las enfermedades diagnosticadas, con énfasis en
la adherencia terapéutica. Los componentes básicos del modelo se derivan de la
hipótesis (propuestas por distintas aproximaciones teóricas y asumida principalmente
por Kurt Lewin y sus seguidores en los años cincuenta) de que los comportamientos
se centran principalmente en dos variables: a) el valor que el sujeto atribuye a una
determinada meta y b) la estimación que hace de la probabilidad de que con una
acción dada llegue a conseguir esa meta. Si se ajustan estas variables al ámbito de
la salud para explicar la adherencia terapéutica como lo hicieron Maiman y Becker
(1974, citado en Moreno y Gil, 2003) se pueden traducir a los siguientes términos: el
deseo de evitar la enfermedad (o si se está enfermo el deseo de recuperar la salud),
y la creencia de que una conducta saludable específica puede prevenir la
enfermedad (o si se está enfermo, la creencia de que una conducta especifica puede
aumentar la probabilidad de recuperar la salud).
Álvarez (2002) señala que las expectativas de autoeficacia están
estrechamente relacionadas con las intenciones conductuales y con el cambio de las
conductas relacionadas con la salud, pues constituye uno de los factores más
decisivos en la determinación de la conducta, para ello describe el siguiente proceso
de acción de éstas: las percepciones de riesgo, que incluyen la sensación de
vulnerabilidad y la gravedad percibida de la enfermedad, elementos que poseen un
valor motivacional en el proceso de toma de decisiones; le siguen las creencias
relacionadas con las expectativas de los resultados, que se refieren a la estimación
que hace una persona acerca de las consecuencias de poner en acción ciertas
estrategias de autorregulación; la autoeficacia percibida se refiere a las expectativas
que se tienen respecto a la capacidad para enfrentar y modificar la amenaza a partir
del cumplimiento de las acciones correspondientes, por último las creencias que se
10
relacionan con el beneficio que se obtendrá con la adherencia al tratamiento, esto es
la utilidad percibida de llevar o no acabo las prescripciones médicas.
Las personas que perciben positivamente su capacidad para controlar el
entorno afrontan mejor las enfermedades crónicas, no obstante que la sensación de
control no siempre coincide con las capacidades reales de control de las que dispone
una persona, el control percibido por sí mismo puede llegar a tener efectos eficaces,
por ejemplo, cuando los sujetos consideran que tienen el control sobre el entorno,
esta sensación de control protege al individuo de los posibles efectos negativos que
podría provocarle una situación de estrés por creer que se encuentra incapacitado
para hacer frente a una situación amenazante (Alloy y Abramson, 1988, citado en
Fernández e Izquierdo, 1994). En el mismo sentido Grembowski (1993, citado en
Olivari y Urra, 2007) dicen que los sujetos que poseen expectativas de autoeficacia
creen que son capaces de realizar con éxito conductas que sirven para prevenir la
salud, como buscar tratamientos tempranos, ser más optimistas sobre la eficacia del
tratamiento en la cura de las enfermedades y tienen más probabilidad de evaluar su
salud como mejor, estar menos enfermos o depresivos, y recuperarse mejor y más
rápidamente de las enfermedades que las personas con baja autoeficacia. En
cambio cuando una persona piensa que no puede hacer nada para modificar algún
aspecto importante de su medio o predecir un acontecimiento futuro pierde el deseo
y la voluntad de cambiar otros aspectos del ambiente que son factibles de cambio,
esto lleva a una elaboración poco efectiva tanto a nivel cognitivo como conductual y a
la aparición de signos de indefensión, depresión y desesperanza (Luciano, 2006).
El LC se encuentra fuertemente relacionado con la adherencia al tratamiento
médico y se ha utilizado a menudo para explicar las conductas relacionadas con la
salud y la enfermedad En relación con la adherencia terapéutica y la CDV se ha
planteado que los sujetos con Locus de Control Externo (en adelante se citará LCE)
presentan menos posibilidades de adherirse al tratamiento y una peor CDV que los
que tienen Locus de Control Interno (en adelante se citará LCI) (Cabrera, Tascón y
Lucomí, 2001).
11
1.3 LOCUS DE CONTROL
El LC es un constructo que se ha tomado como un factor que interviene en la
práctica de conductas relacionadas con la salud y la enfermedad. El término de LC
hace referencia al concepto de control interno y control externo desarrollado por
Rotter (1954, citado en García y Calavanese, 2007) que se refiere al grado con que
el individuo cree controlar su vida y los acontecimientos que influyen en ella
Levenson (1974, 1975, citado en Ramírez, Rodríguez y Zapata, 2005) indica
que el control interno y el control externo se refiere al grado en que las personas
esperan que el resultado de su conducta dependa de sus características personales
(control interno), o de situaciones del azar o suerte, destino o decisiones de otros
poderosos (control externo). Como síntesis sobre el LC, se puede decir que cuando
una persona se considera partícipe y responsable de su propia conducta se
considera que predomina el LCI, mientras que el sujeto con predominancia de LCE
atribuye la responsabilidad de su conducta a otras personas o a la suerte
El LC en su adaptación a la salud (Wallston y De Vellis, 1992, citado en
Fernández e Izquierdo, 1994) propusieron las siguientes dimensiones; las personas
con LCI creen que con su conducta pueden influir en el mantenimiento de la salud,
así como modificar el curso y resultado de la enfermedad, al mismo tiempo tienen
mejor salud que los sujetos con LCE que piensan que las causas de las
enfermedades les son ajenas, es decir, que la salud o la enfermedad están
determinadas por agentes externos a ellas mismas o por las conductas de otras
personas, como profesionales de la salud o familiares (otros poderos) y por la acción,
el azar o el destino (García y Calavanese, 2007).
Wallston y De Vellis (1992) propusieron adoptar la idea de la Competencia
Personal Percibida como sustituto al concepto de LCI, ya que se tendrá una buena
motivación para llevar a cabo las conductas que mantengan la salud cuando esta
12
percepción de que se es competente es alta. Tener una competencia personal
percibida alta consiste en valorar la salud como un bien muy importante, pensar que
los hábitos que se pongan en práctica pueden influir positivamente en la salud y
creer que se es capaz de realizar esas conductas saludables.
Sin embargo el LC como variable psicológica no ha sido evaluado con suficiente
sistematización en la DM2 (Morris y Jones, 1999), pero se conoce que en el ajuste
de la enfermedad y del tratamiento es fundamental el control adecuado, ya que los
pacientes crónicos necesitan tener un balance entre LCE (“el equipo médico puede
mejorar mi salud”) y LCI (“yo puedo hacer cosas para mejorar mi salud”). Así, Morris
y Jones encontraron que al empeorar una enfermedad crónica y tener un LCI resulta
desadaptativo en algunos pacientes, pero en etapas del inicio de la enfermedad es
beneficioso y necesario que exista congruencia entre las creencias de control y las
limitaciones que la enfermedad como tal impone, pues de no ser así, cualquier
complicación que se presente afectará negativamente el proceso de adaptación,
manifestándose en una insatisfacción con la vida y con el tratamiento. De esta forma,
la creencia de que la salud puede ser controlable ya sea por nosotros o por otros,
protege de la depresión en las etapas tempranas de la enfermedad, de no
confirmarse control de la enfermedad, propicia la presencia de mayores índices de
depresión en el paciente (Christensen, Wiebe y Smith, 1994).
En esta línea Font (2004) estudió el LC y la CDV en un grupo de pacientes con
cáncer, concluyendo que el LCI resultó ser más importante para el bienestar
psicológico que el LCE. Por su parte Rose, Fliege, Hildebrandt, Schirop y Klapp
(2002) estudiaron la relación de las variables psicológicas en pacientes con DM y su
importancia para la CDV en una muestra estadounidense de 625 participantes,
encontrando que la CDV estaba asociada con las creencias de autoeficacia, mas no
directamente con el LC. Encontraron también que los individuos que contaban con
esta característica son más activos para hacer frente a la enfermedad demostrado
tener una mejor CDV. Esta afirmación puede ser reforzada si tenemos en cuenta que
en repetidas investigaciones se ha encontrado relación positiva entre indicadores de
13
la CDV y LC. En este sentido Oviedo y Reidl (2007) realizaron un estudio con una
muestra de 263 pacientes con DM2 atendidos en centros de salud del Distrito
Federal, encontrando que la percepción de CDV en los participantes fue regular,
pero que las variables psicológicas como autoeficacia, LCI, constituyeron predictores
positivos, aunque no se explica como se da esta relación.
1.4 LA CALIDAD DE VIDA
El concepto de CDV surge en el siglo XX y su nacimiento está ligado a los
países desarrollados. En estos países el avance en los bienes materiales y en los
servicios propició que las necesidades básicas se encontraran satisfechas,
posibilitando a la población gozar de una vida plena. A raíz de este progreso en la
sociedad la idea de la CDV comenzó a tomar fuerza hasta convertirse al día de hoy
en un concepto utilizado en ámbitos muy diversos, como son la salud, la educación,
la economía, la política y el mundo de los servicios en general (Gómez y Sabhe,
2005).
Desde sus orígenes la CDV ha estado vinculada con otros constructos como la
felicidad y la satisfacción personal. La CDV es un concepto complejo que refleja
aspectos sociales e individuales, objetivos (condiciones materiales y nivel de vida) y
subjetivos (definiciones basadas en el bienestar y sus marcadores son satisfacción y
felicidad) y ha sido abordado desde diversas disciplinas, pero está claro que la CDV
se está reivindicando como una prioridad sanitaria en las últimas décadas, y es en la
actual en la que se ha notado un aumento considerable en el número de
publicaciones e investigaciones dedicadas a ella desde prácticamente todas las
disciplinas, aunque probablemente ha sido desde el campo de la salud en donde
más se ha notado este incremento (Verdugo, 2002).
14
Actualmente la OMS define la CDV como "la percepción que un individuo tiene
de su lugar en la existencia, en el contexto de la cultura y del sistema de valores en
los que vive y en relación con sus objetivos, sus expectativas, sus normas y sus
inquietudes” (OMS, 1988). La CDV también ha sido conceptualizada de manera
comportamental, en este sentido se explica que la CDV no depende sólo del
bienestar psicológico o de la satisfacción experimentada por la condiciones de vida,
sino también y sobre todo, por lo que el sujeto hace para vivir una vida de calidad.
Desde esta perspectiva, lo que se hace y cómo se experimenta lo que se hace (la
calidad de la experiencia) pasa a ser el objeto de estudio de la CDV (Kaplan, 1994,
Csikszentmihalyi, 1998 y Reig, 2000, citado en Rojas, 2005).
Schalock y Verdugo (2003) mas recientemente exponen que los componentes
de la CDV están conformados por el bienestar emocional, las relaciones
interpersonales, el bienestar material, el desarrollo personal, el bienestar físico, la
autodeterminación, la inclusión social y los derechos.
Asimismo existen principios para la concepción de la CDV. El trabajo realizado
por el Grupo de Investigación con Interés Especial sobre Calidad de Vida de la
Asociación Internacional para el Estudio Científico de las Discapacidades
Intelectuales (Special Interest Research Group on Quality of Life, de la International
Association for the Scientific Study of Intellectual Disabilities) llegó a un consenso en
los principios de acuerdo con el modelo ecológico de Bronfrenbrener. Ver tabla 1.1.
15
Tabla 1.1: Principios en la concepción de la Calidad de Vida
La Calidad de Vida:
1. Se compone de los mismos indicadores y relaciones que son importantes
para todas las personas en educación o educación especial, salud física,
salud mental y comportamental, retraso mental y discapacidad intelectual,
envejecimiento y familias.
2. Se experimenta cuando las necesidades de una persona se ven
satisfechas y cuando se tiene la oportunidad de mejorar en las áreas
vitales más importantes.
3. Tiene componentes tanto objetivos como subjetivos, pero es
fundamentalmente la percepción del individuo lo que refleja la CDV que
experimenta.
4. Se basa en las necesidades, elecciones y control individual.
5. Es un constructo multidimensional influenciado por factores personales y
ambientales, tales como son las relaciones de intimidad, la vida familiar,
la amistad, el trabajo, el vecindario, la ciudad o lugar de residencia, la
vivienda, la educación, la salud, el nivel de vida y el estado de la propia
nación.
(Tomado de Schalock y Verdugo, 2003)
Al respecto de los principios en la concepción de la CDV, Salazar, Pando,
Aranda, Torres y Colunga (2005) explican que la CDV tiene características o
principios muy especiales, puesto que es un concepto: a) subjetivo, por que cada ser
humano tiene su concepto propio sobre la CDV; b) universal, en el sentido de que las
dimensiones de la CDV son valores comunes en las diversas culturas; c) holístico,
pues la CDV incluye todos los aspectos de la vida, repartidos en las tres dimensiones
de la CDV, esto según el modelo biopsicosocial; d) dinámico puesto que dentro de
cada persona la CDV cambia en periodos cortos de tiempo; e) con interdependencia,
pues los aspectos o dimensiones de la vida están interrelacionados, de tal manera
16
que cuando una persona se encuentra mal físicamente o está enferma, le repercute
en los aspectos afectivos o psicológicos y sociales.
El objetivo principal de la CDV se centra en incrementar el bienestar subjetivo y
psicológico de las personas. En la tabla 1.2 se resume los cinco principios de
aplicación, basados en la trabajo realizado por el Grupo de Investigación con Interés
Especial sobre Calidad de Vida de la Asociación Internacional para el Estudio
Científico de las Discapacidades Intelectuales.
Tabla 1.2: Principios para la aplicación de la Calidad de Vida
(Tomado de Schalock y Verdugo, 2003).
Así, la CDV en el área de la salud ha tenido un importante significado debido al
incremento de las enfermedades crónicas y a la posibilidad del diagnóstico temprano
y su tratamiento, lo que ayudó a prolongar la vida de los pacientes que en otros
tiempos habrían tenido pocas esperanzas de vida. Comenzó a concebirse la idea de
no sólo considerar la cantidad, sino la calidad de los años de vida ganados a partir de
las avances médicos (Pérez, 2002).
La calidad de vida debe:
1. Aumentar el bienestar personal.
2. Aplicarse a la luz de la herencia cultural y étnica del individuo.
3. Colaborar para promover un cambio a nivel de la persona, el programa, la
comunidad y a nivel nacional.
4. Aumentar el grado de control personal y de oportunidades individuales
ejercido por el individuo en relación con sus actividades, intervenciones y
contextos.
5. Ocupar un papel prominente en la recogida de evidencias, especialmente
para identificar predictores significativos de una vida de calidad, para valorar
el grado en que los recursos seleccionados mejoran los efectos positivos.
17
El constructo da CVRS participa sólo de algunos indicadores propuestos para la
CDV por la OMS, que en 1948 y 1958 realizó la sugerencia de extender el concepto
de salud, considerándola no solo como la simple ausencia de enfermedad, para
entenderla ya como el estado de completo bienestar físico, psicológico y social
(Pérez, 2002). La CVRS está más relacionada con la salud y la enfermedad, más
específicamente la utilización del concepto de CVRS se ha utilizado para hablar de
los pacientes, para evaluar la acción de determinado tratamiento en la vida de los
sujetos y para ver las secuelas de determinadas enfermedades (Yanguas, 2006).
1.4.1 LA CALIDAD DE VIDA RELACIONADA CON LA SALUD
La creciente consideración de los factores psicológicos y sociales en el proceso
salud-enfermedad ha venido sustituyendo a la concepción biologicista que dominó el
pensamiento médico en el siglo pasado. Anteriormente el tratamiento médico de la
enfermedad se dirigía fundamentalmente al alivio de los síntomas y si era posible a la
prolongación de la vida, de ahí que los indicadores materiales del bienestar humano
evolucionaran hacia la consideración de indicadores psicológicos y sociales, por lo
cual la categoría CDV se abrió a las dimensiones psicosociales y no tanto a las
económicas. Este hecho ejerció una notable influencia en el campo de la salud,
contribuyendo a asumir que no sólo era importante la curación de la enfermedad,
sino el logro de una vida más funcional y satisfactoria para las personas que
padecían enfermedades crónicas (García y Rodríguez, 2005).
A partir de que adquiere mayor relevancia cómo se siente el paciente y no tanto
cómo cree el médico que debe sentirse según las medidas clínicas habitualmente
utilizadas para evaluar resultados en salud, se comenzó a emplear el concepto de
CVRS como un modo de referirse a la percepción que tiene el paciente de los
efectos de una enfermedad determinada o de la aplicación de cierto tratamiento en
18
diversos ámbitos de su vida, especialmente de las consecuencias que provoca sobre
su bienestar físico, emocional y social (Garcia, 2001).
La medición de la CVRS hace referencia a todos aquellos aspectos que
experimenta directamente el paciente, incluyendo la función física, mental, social y la
percepción general de la salud. La percepción de la CVRS varía entre individuos y es
un concepto dinámico, ya que individuos con diferentes expectativas sobre su CVRS
pueden tener una percepción de su CDV diferente, incluso si tienen la misma
enfermedad, ya que las dimensiones de la CVRS están influidas por las experiencias,
creencias, expectativas y percepciones de las personas (Lezaun, 2004).
Lawton (2001, citado en Yanguas, 2006) habla de la existencia de tres aspectos
críticos en la definición de CVRS:
1. El impacto en la CVRS se debe a una enfermedad o un tratamiento.
2. Los efectos resultan una disminución de la ejecución “normal” del sujeto.
3. Los juicios sobre CVRS pueden ser únicamente realizados por el propio sujeto.
Los juicios hechos por el individuo están relacionados con la percepción
experimentada en los dominios afectados (físico, psicológico y social). Por su parte
Salazar, Aranda, Torres y Colunga (2005) hacen referencia a estas tres dimensiones
de CVRS, argumentando que son las más reconocidas y utilizadas en la actualidad,
pues se encuentran relacionadas con el equilibrio biopsicosocial del sujeto,
explicando que la dimensión biológica se refiera a la percepción del estado físico o la
salud, la dimensión psicológica a la percepción del individuo en su estado cognitivo y
afectivo y la social a la apreciación del sujeto en interacción con sus roles sociales y
las relaciones interpersonales. Por la anterior se puede concluir entonces, que si una
de estas tres dimensiones se ve afectada por algún acontecimiento, éste va a
repercutir en las otras dimensiones creando un continuo que se estará
retroalimentando constantemente, y por consiguiente repercutiendo en la CVRS en
general del individuo.
19
Hays y Morales (2001, citado en Rojas, 2005 ) definen la CVRS como la
valoración del bienestar que realiza una persona, de acuerdo con sus propios
criterios, del estado físico, emocional y social en que se encuentra en un momento
dado. Esta definición implica considerar la CVRS como una valoración, es decir una
respuesta cognoscitiva del individuo a la que sigue una reacción emocional. Estos
dos elementos reflejan el grado de satisfacción con una situación personal concreta
en función del logro de las expectativas iníciales (Badia y Lizán, 2005). La valoración
se realiza sobre un amplio conjunto de factores circunstanciales de la propia
persona, que pueden agruparse en tres categorías bien diferenciables
conceptualmente: el bienestar físico-biológico, que se refiere a la sintomatología
general, discapacidad funcional, la fuerza o la fatiga, sueño y el reposo, el dolor y
otros síntomas, el bienestar psicológico y emocional se relaciona con el temor, la
ansiedad, la depresión, la cognición y la angustia que genera la enfermedad y el
tratamiento, el bienestar social tiene que ver con las funciones y las relaciones de
afecto y la intimidad, la apariencia, el entretenimiento, el aislamiento, la situación
laboral, la situación económica y el sufrimiento familia (Vinaccia y Orozco, 2005). Tal
valoración es un proceso individual influido y moderado por otras personas, pero
indiscutiblemente personal puesto que la realiza el individuo de acuerdo con su
propia jerarquía de valores.
El modelo propuesto por Stuifberg (2000, citado en Rojas, 2005), propone que
en la evaluación de la CVRS se debe tener en cuenta tanto influencias directas como
indirectas de una serie de aspectos que intervienen en la vida diaria, señalando que
el factor que más afecta de manera directa en la CVRS es la severidad de la
enfermedad que padece el paciente. Este factor ejerce una influencia negativa, de tal
forma que cuanto mayor sea la severidad de la alteración de salud, peor es la
percepción que los pacientes tienen de su CVRS, no obstante, el efecto de este
componente se puede ver influenciado o mediado por otros factores, por ejemplo la
disponibilidad de los recursos, la eliminación de barreras sociales, la aceptación de la
enfermedad y el tratar de mantener conductas que promocionen el valor de salud,
20
son entre otros algunos de los elementos mediadores sobre la severidad de la
enfermedad.
La enfermedad crónica afecta la CVRS de las personas, dado que el tipo de
tratamiento a que se someten los individuos es de por vida, además de las
complicaciones que genera, ya que la respuesta al diagnóstico de una enfermedad
crónica siempre tiene implicaciones psicológicas y sociales complejas.
1.4.2 LA DIABETES MELLITUS TIPO 2 Y LA CALIDAD DE VIDA
RELACIONADA CON LA SALUD.
Como se ha comentado en párrafos anteriores, nuestros tiempos se han llegado
a caracterizar como la época de la enfermedad crónica, en la medida en que se ha
convertido en el principal problema de salud pública. La enfermedad crónica se
define como un trastorno orgánico funcional que obliga a una modificación de los
estilos de vida de una persona que tiende a persistir a lo largo de su vida, se dice
que respecto a la etiología no hay mayor claridad, pero que hay una serie de factores
que en conjunto dan pie a la enfermedad, entre estos factores se encuentran el
ambiente, los estilos y los hábitos de vida, los niveles de estrés y la presencia de una
enfermedad persistente que puede pasar a ser crónica (OMS, 1990).
La mayoría de las enfermedades crónicas afecta aspectos importantes de la
vida en las personas que la padecen (Burish y Bradley, 1983, citado en Oblitas y
Becoña, 2006) ya que uno de los principales cambios y quizá el que genera mayor
deterioro es el aspecto emocional, puesto que la persona se ve obligada
forzosamente a un proceso de adaptación rápido que pasa por diferentes etapas que
promueven una serie de emociones comúnmente negativas como el miedo, la ira y la
ansiedad (Grau, 2004), conocidas también con el nombre de duelo, que es una
21
respuesta a la perdida de la salud y tiene la función de mantener el equilibrio
emocional del sujeto, enfocado al mantenimiento o conservación de la imagen
corporal positiva, al mantenimiento de las relaciones familiares y sociales y a la
preparación para las posibles repercusiones que en el futuro puedan surgir como
efecto de la enfermedad. En las primeras fases, las personas asumen diferentes
estrategias de afrontamiento, la más frecuente es la negación o minimización de la
gravedad de la enfermedad y de sus consecuencias, otras estrategias frecuentes son
buscar información acerca de la enfermedad y apoyo social y familiar, estas últimas
se observan especialmente en individuos en los que prevalece el LCI (Colemer y
Dardet, 2001).
Asimismo, las enfermedades crónicas pueden producir dificultades económicas,
cambiar la visión que los pacientes tienen de ellos mismos y afectar gravemente las
relaciones con los miembros de la familia y amigos, y como consecuencia la CVRS
por la cronicidad de las enfermedades, todo lo anterior aunado a que el tratamiento
médico prescrito requiere de considerables restricciones y alteraciones en el estilo de
vida de los pacientes, repercutiendo en el ajuste psicológico y en la percepción de la
CVRS en los enfermos (Lezaun, 2004). En este sentido, Kalker y Roser (1987, citado
en Vinaccia y Orozco, 2005) definen la CV en los enfermos crónicos como el nivel de
bienestar y satisfacción vital de la persona, aun teniendo en cuenta los afectos
producidos por su enfermedad, tratamiento y efectos colaterales.
Por otra parte la DM2 se encuentra clasificada dentro de las enfermedades
crónicas. Según la bibliografía consultada la expresión la DM por sí sola no define la
enfermedad, pero estudiosos del tema explican que en la práctica cualquier trastorno
que produzca elevación de la glucosa plasmática (≥ a 126 mg/ dl) después de ayuno
de doce horas, tiende a denominarse DM o una concentración de glucosa (≥ a 200
mg/ dl) dos horas posprandial.
22
Existen cuatro categorías principales de DM:
1. La diabetes tipo 1 (DM1), caracterizada por un déficit completo de insulina.
Afecta al 5-10% de las personas con diabetes, y normalmente aparece en la
infancia o la juventud.
2. La diabetes tipo 2 (DM2), caracterizada por una insuficiencia relativa de
insulina y resistencia a su acción. Es la forma predominante, y puede aparecer
en la vida adulta, por encima de los 40 años. Representa el 90% del total de
los diferentes tipos de diabetes, sin embargo, en la actualidad tiende a
presentarse en individuos cada vez más jóvenes < de 30 años incluyendo
niños entre 10 y 15 años.
3. Diabetes gestacional, que aparece durante el embarazo. Afecta al 4-6% de las
mujeres embarazadas e incrementa el riesgo de desarrollar diabetes a medio
y largo plazo posterior al parto.
4. Otros tipos, que incluye la diabetes secundaria y las alteraciones genéticas
(Islas y Revilla, 2005).
Por lo que respecta a factores psicológicos, hay poca evidencia de que
contribuyan al desarrollo de la DM. Desde el punto de vista conductual, hay dos
factores de riesgo que son particularmente importantes: la obesidad y la inactividad
física. La obesidad no está asociada con la DM1 pero sí con la DM2, que es
responsable de la mayor parte de los casos de poli neuropatía, afectando al 50% de
los pacientes con más de 15 años de antigüedad diagnóstica, del 50% de las
amputaciones de causa no traumática en el país, además de ser la principal causa
de insuficiencia renal terminal y ceguera en adultos. Entre el 60 y el 90% de todos los
adultos con DM2 tienen sobrepeso (OMS, 1990).
Cabe señalar también aquí la relevancia del estudio de CVRS del paciente con
DM que se encuentra con una forma de vida influida por el seguimiento de
constantes regímenes de toma de medicamentos, importantes restricciones
alimenticias y considerables consecuencias a nivel físico y psicológico. Según Bayes
23
(1994, citado en Vinaccia y Orozco, 2005), evaluar la CVRS del paciente crónico es
importante porque permite conocer el impacto de la enfermedad y/o del tratamiento,
a un nivel importante, diferente y complementario al del impacto físico de la
enfermedad sobre el organismo, contribuye en al mejor conocimiento del enfermo, su
evolución y su adaptación a la enfermedad, a conocer mejor los efectos secundarios
de los tratamientos y a evaluar mejor las terapias paliativas.
Al respecto de la DM2 y la CVRS, Cárdenas, Pedraza y Lerma (2005) llevaron a
cabo una investigación para describir como es la percepción del adulto con DM2
sobre su CVRS en forma general y qué dominios (satisfacción con el tratamiento,
impacto del tratamiento, preocupación por aspectos futuros de la diabetes y aspectos
sociales) son los más afectados por esta enfermedad. Los pacientes reportaron una
moderada afectación en su CVRS, la subescala más afectada fue satisfacción con el
tratamiento y la menos afectada fue impacto del tratamiento, en general la CVRS no
fue afectada por las variables sociodemográficas. Presentaron una mejor CVRS las
personas de sexo masculino, con mayor escolaridad, que llevaban dieta y ejercicio
como tratamiento. Las mujeres mostraron estar más satisfechas con el tratamiento
que los hombres, el tiempo de padecer la enfermedad no influyó en la percepción de
CVRS. De los Ríos, Sánchez, Barrios y Guerrero (2003) evaluaron el impacto del
deterioro de CVRS en una muestra de pacientes DM2, los resultados revelaron que
el 43% de la muestra cursó con algún grado de deterioro en su CVRS en las áreas
evaluadas, sobresaliendo las áreas de interacción con el equipo de salud, la
disfunción sexual, los aspectos emocionales y físicos. Además encontraron que
tienen más riesgo para el deterioro de la CVRS aquellos pacientes con más de cinco
años de evolución o diagnóstico de la DM2, con un nivel educativo bajo y de edad
mayor a los 50 años, concluyendo que el grado de deterioro de la CVRS en este tipo
de pacientes es progresiva y está asociada a la evolución degenerativa de la
enfermedad.
24
1.4.3 LA MEDICIÓN DE LA CALIDAD DE VIDA RELACIONADA CON
LA SALUD
Los instrumentos de medida de la CVRS se clasifican en instrumentos
genéricos e inespecíficos y se emplean con el propósito de diferenciar el impacto en
la CVRS entre los sujetos afectados, para predecir el pronóstico o resultado de una
intervención y evaluar los posibles cambios en el tiempo, ya que permite valorar la
supervivencia frente a tratamientos o intervenciones. Los instrumentos de tipo
genérico no están relacionados con ningún tipo de enfermedad y son aplicables a la
población general y a grupos de pacientes. Los instrumentos específicos son
diseñados para evaluar aspectos propios de una enfermedad en particular, por
ejemplo la DM, el cáncer, la hipertensión arterial, entre otras (Rajmil, Estrada, Serra-
Sutton y Alonso, 2001).
La CVRS es considerada como un concepto multidimensional debido a que
tiene en cuenta la evaluación de múltiples aspectos relacionados con conductas o
experiencias consideradas importantes para los propios individuos en los que se
mide. A estos aspectos relevantes se los conoce como dominios, dimensiones o
subescalas. Los dominios clásicamente considerados más importantes tomados en
cuenta en las escalas de CVRS son los de función física, salud mental, función social
(que corresponden a los mismos dominios de la definición de salud) y los de
percepción global de la salud y CDV, reservados a una evaluación global (Consiglio y
Bolloso, 2003).
25
CAPITULO II
MÉTODO
26
2.1 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
2.1.1 ANTECEDENTES
La Federación Mexicana de Diabetes se señala que de acuerdo con las
estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) la cifra de diabéticos en
el mundo se duplicará para el año 2030 de 171 a 366 millones, siendo México uno de
los países más afectados, de ahí que la DM2 se haya convertido en un grave
problema de salud pública a nivel nacional, motivo por el cual desde 1994, el sector
salud formalizó la atención de la DM2 mediante la Norma Oficial Mexicana que es
obligatoria para todo el país, con el objeto de establecer los procedimientos para la
prevención, el tratamiento y el control de la diabetes en la población mexicana
(Federación Mexicana de Diabetes, 2007).
En México en el año 2007 la DM ocupó el primer lugar como causa de muerte en
adultos con 4.885 defunciones y una tasa de 433,09 por 1000 habitantes. De igual
forma en el Estado de Colima en el año 2007 la DM ocupó el primer lugar como causa
de muerte con 397 defunciones y una tasa de 0.66 por 1000 habitantes. Referente a
las personas en edad productiva, el Estado de Colima aportó 134 defunciones y una
tasa de 0.33 por 1000 habitantes de 15 a 64 años, el Municipio de Colima aportó 120
defunciones con una tasa de 0.89 (Instituto Nacional de Estadística Geografía e
Informática [INEGI], 2007 y Secretaria de Salud [SSA], 2007).
Los pacientes con DM2 presentan de dos a cuatro veces más riesgo de
padecer una enfermedad coronaria y de cuatro a cinco veces más, una enfermedad
vascular cerebral y periférica. La DM2 se encuentra clasificada dentro de las
enfermedades crónicas, se estima que únicamente el 50% de los enfermos crónicos
cumple el tratamiento en países desarrollados, del 50% que sigue las
recomendaciones sólo un 20% las lleva de manera adecuada y el 30% de manera
27
incorrecta, situación que se agrava en los países pobres en donde el acceso a la
medicamentos y a la dieta recomendada están limitados por la falta de recursos. Por
tal motivo el incumplimiento o la baja adherencia al tratamiento es una situación que
afecta ampliamente la percepción de CVRS en los pacientes con DM2 (Grau, 2004).
2.1.2 JUSTIFICACIÓN
Un aspecto importante a tomar en cuenta para mejorar la salud y la CVRS en
las personas con DM2 es la adquisición de hábitos y estilos de vida recomendados
por el personal médico. Las conductas más importantes que se sugiere poner en
práctica son el ejercicio físico, la dieta y la toma de medicamentos (comunicación
directa con el Dr. Raúl López Ascencio, 13 de junio de 2007), conductas que en gran
medida están influenciados por la orientación del LC de los sujetos. Se dice que la
orientación del LC es una variable a la que se le atribuye la baja adherencia al
tratamiento en un gran número de personas diagnosticadas con DM2. En esta línea,
se he encontrado que una de las mayores quejas a las que hacen referencia los
pacientes con DM2 es la molestia en el seguimiento del régimen alimenticio, la
vergüenza generada por tener que cuidar la alimentación en público o el platicar con
otras personas sobre la enfermedad. El incumplimiento de las indicaciones médicas
puede afectar de manera negativa la percepción de la CVRS en las personas.
Existen investigaciones que refieren la existencia de factores de riesgo
comunes en pacientes con DM2, pues existen barreras que limitan o impiden la
adopción del plan terapéutico. Así, se ha señalado la importancia que tienen sobre la
adherencia los factores psicosociales, como son las creencias y las expectativas de
los pacientes acerca de sus conductas de salud, los problemas familiares, el LC, la
autoeficacia y el apoyo social (Cummings, Becker, Kirsch y Levin, 1981, Schneider,
Friend y Whitaker,1991 y O’brien, 1990, citado en Lezaún, 2004).
28
La evaluación de la CVRS del paciente crónico es primordial ya que permitirá
conocer cuál es la percepción o el sentir del paciente respecto a la enfermedad y al
tratamiento, qué dificultades se le presentan para seguirlo, cuál es el impacto
psicosocial y cuáles son las preocupaciones sobre el la evolución de la enfermedad.
Además es importante conocer el grado en el que el paciente con DM2 cree que
controlar su vida y los acontecimientos que influyen en ella, esto con la finalidad de
identificar si existe relación entre la satisfacción experimentada por el sujeto y las
creencias que tiene sobre el control de los acontecimientos.
2.1.3 EL PROBLEMA
La falta de apego al tratamiento genera grandes pérdidas en lo personal,
familiar, social, y en la CVRS del enfermo y de quienes están a su alrededor. La
CVRS de las personas que padecen una enfermedad crónica se ve sumamente
afectada, en primer lugar por que el tipo de tratamiento al que se someten es de por
vida y por las complicaciones que genera, éstas complicaciones a su vez pueden ser
agravadas por falta del cumplimiento de las indicaciones médicas.
A pesar de que la mayoría de los individuos parecen disponer del conocimiento
suficiente sobre el cuidado de la DM, esta información no se traduce al plano
comportamental, por lo que se reconoce que el paso de la teoría a la práctica parece
entrañar más dificultades de las que se esperaban (Buceta, Bueno y Mas, 2001).
La CDV y su relación con el LC en pacientes con DM2 ha sido poco estudiada, y
es de esta limitación de conocimiento que surge la necesidad de contribuir al
conocimiento sobre el tema, con el objetivo de explicar si el LC guarda relación con la
CVRS. El conocimiento generado apoyará en la planificación programas de
intervención pertinentes ante las necesidades identificadas, con la propósito de
29
favorecer la modificación de esquemas cognitivos. Por lo mencionado en párrafos
anteriores se plantea las siguiente pregunta de investigación.
2.2 PREGUNTA DE INVESTIGACIÓN
¿Cuál es la relación que existe entre la CDV y el LC de los pacientes con DM2
del “Grupo de Ayuda Muta de Diabéticos e Hipertensos” del Centro de Salud Urbano
de Colima?
2.3 OBJETIVOS
OBJETIVO GENERAL
Analizar la relación que existe entre la CDV y el LCI y el LCE de los pacientes
con DM2 del “Grupo de Ayuda Muta de Diabéticos e Hipertensos” del Centro de
Salud Urbano de Colima.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
1) Conocer la CDV de los pacientes con DM2 que participan en la
investigación mediante la aplicación de la escala Diabetes Quality of Life
(DQOL).
2) Identificar que dominios de la CDV son los más afectados en cada una de
las dimensiones propuestas por la escala DQOL.
3) Conocer la orientación de LC en los hombres y las mujeres que prestan
DM2.
4) Conocer si existen diferencias en la orientación del LCI y el LCE en los
hombres y mujeres que presentan DM2.
30
2.4 HIPÓTESIS DE INVESTIGACIÓN
- Hi: Existe una relación significativa entre el la CDV y el LCI y el LCE.
- Ho: No existe relación significativa entre la CDV y el LCI y el LCE.
2.5 TIPO DE ESTUDIO
DESCRIPTIVO CORRELACIONAL
Los estudios descriptivos correlacionales sirven para recolectar datos sobre las
variables o categorías estudiadas, como las propiedades, características y rasgos,
también ayudan para realizar predicciones. Este tipo de estudios ofrecen la
posibilidad de describir vinculaciones y asociaciones entre las categorías o las
variables estudiadas (Rojas, 2005).
2.6 POBLACIÓN
Se tomó para el estudio, un grupo de pacientes con DM2 que pertenecían al
“Grupo de Ayuda Mutua de Diabéticos e Hipertensos” del Centro de Salud
Urbano de Colima. Según datos estadísticos proporcionados por la Trabajadora
Social del Centro de Salud Urbano de Colima responsable del grupo, éste
estaba conformado por 83 miembros, en su mayoría adultos medios y mayores,
de nivel socioeconómico medio-bajo y sin ninguna escolaridad y primaria no
terminada.
31
2.7 PARTICIPANTES
Participaron en el estudio 70 pacientes con DM2 del “Grupo de Ayuda
Mutua de Diabéticos e Hipertensos” del Centro de Salud Urbano de Colima.
2.8 CRITERIOS DE INCLUSIÓN
- Que tuvieran cuando menos un año con DM2.
- Que pertenecieran al “Grupo de Ayuda Mutua de Diabéticos e Hipertensos”
del Centro de Salud Urbano de Colima.
- Que respondieran en su totalidad a los reactivos de la escala DQOL y la
escala de Locus de Control de Levenson.
- Que aceptaran participar en el estudio de manera voluntaria e informada.
2.9 CRITERIOS DE EXCLUSIÓN
- Que tuvieran menos un año con DM2.
- Que no pertenecieran al “Grupo de Ayuda Muta de Diabéticos e Hipertensos”
del Centro de Salud Urbano de Colima.
- Que no respondieran en su totalidad los reactivos de la DQOL y la escala de
Locus de Control de Levenson.
- Que solo hubieran sido diagnosticados como hipertensos.
- Que no aceptaran participar en el estudio de manera voluntaria e informada.
2.10 VARIABLES
La CVRS: es la valoración del bienestar que realiza una persona de acuerdo
con sus propios criterios, del estado físico, emocional y social en que se
encuentra en un momento dado (Hays y Morales, 2001, citado en Rojas, 2005).
32
El LC: se refiere al grado con que el individuo cree controlar su vida y los
acontecimientos que influyen en ella (Calavanese, 2007).
2.11 INSTRUMENTOS
La escala Diabetes Quality of Life (DQOL) evalúa cinco dimensiones generales
relacionadas de manera directa con la DM2 y su tratamiento: 1) Satisfacción con el
tratamiento; 2) Impacto del tratamiento; 3) Preocupación acerca de los efectos
futuros de la DM; 4) Preocupación por aspectos sociales y vocacionales; y 5)
Bienestar general. La escala está conformada por 46 reactivos, las preguntas se
contestan en una escala tipo Lickert de cinco puntos. La dimensión de satisfacción se
puntúa desde muy satisfecho (1) hasta muy insatisfecho (5). Las escalas de impacto
y preocupación se califican desde ningún impacto o nunca me preocupo (1) hasta
siempre me afecta o siempre me preocupa (5). El reactivo que evalúa bienestar
general presenta una escala de cinco, en donde (1) significa excelente y (5) muy
pobre. De esta manera para el análisis se empleó el método original de calificación de
la escala DQOL, en donde a mayor puntuación registrada significa mayor deterioro de
CDV. La fiabilidad de la escala en español fue probada en una población mexicana
(Robles, Cortázar, Sánchez, Páez y Nicolini, 2003), encontrándose una fiabilidad por
determinación de constancia interna de Alpha 0.92. En la tabla 2.1 su puede observar
los ítems correspondientes a cada una de las dimensiones de la escala.
Tabla 2.1: Dimensiones de la escala DQOL.
Dimensión Ítems A: Satisfacción con el tratamiento. 1-14
B: Impacto del tratamiento. 1- 20
C: Preocupación por aspectos sociales y vocacionales. 1- 7
D: Preocupación acerca de los efectos futuros de la DM.2 1- 4
E: Salud en general. 1
33
Respecto a la escala de Locus de Control de Levenson es una escala tipo
Lickert que evalúa dos dimensiones del LC, el LCI y el LCE. El LCE a su vez está
compuesto por las subescalas: suerte, el destino, Dios y personas o grupos o
poderosos. La escala se compone de 25 reactivos, que se puntúan de 1 a 5 en
función del acuerdo (1) o el desacuerdo (5) de la afirmación que se presenta. Para el
análisis de la puntuación bruta, a menor puntuación registrada en la subescala de LCI
significa que existe una mayor tendencia hacia el control interno, y a menor
puntuación en la subescala de LCE hay una mayor tendencia hacia el control
externo. La escala cuenta con una fiabilidad por determinación de consistencia
interna Alpha de Cronbach de 0. 6 (Ramírez, Rodríguez y Zapata, 2005), ver tabla
2.2.
Tabla 2.2: Dimensiones de la escala de Locus de Control de Levenson.
2.12 PROCEDIMIENTO.
Tras la elección y el análisis de la escala DQOL y a juicio de expertos en CDV
se recomendó realizar algunas adaptaciones al instrumento.
a) En razón de que algunos términos en la versión original de la escala se
prestaran a confusión durante la aplicación, se hicieron cambios en ciertos
ítems. Los cambios se muestran en la tabla 2.3.
LCI 1, 4, 5, 9, 16, 17, 18, 20, 25
LCE 2,3,6,7,8,10,11,12,13,14,15,19,21,22,23,24,25
Suerte 6, 7, 14, 21 Destino 2, 10, 24
Dios 12, 15, 19, 22,25
Personas o grupos poderosos 3, 8, 11, 13, 23
34
Tabla 2.3: Adaptación en la redacción de la escala original DQOL.
Ítem Original Adaptación
A 1
¿Qué tan satisfecho está con el tiempo que le toma manejar su diabetes?
¿Qué tan satisfecho está con el tiempo que utiliza para tratar su diabetes?
A 7 ¿Qué tan satisfecho está con sus horas de sueño?
¿Qué tan satisfecho está con el tiempo que duerme?
B 2
¿Con qué frecuencia se siente apenado de tener que lidiar con su diabetes en público?
¿Con qué frecuencia se siente avergonzado por tener que cuidarse de la diabetes en publico?
B 3 ¿Con qué frecuencia tiene baja el azúcar en la sangre?
¿Con qué frecuencia tiene alta el azúcar en la sangre?
B 11
¿Con qué frecuencia su diabetes no le permite manejar maquinas?
¿Con qué frecuencia su diabetes no le permite manejar un auto o usar una máquina (ej., una máquina de escribir)?
b) A si mismo se consultó a expertos sobre CDV de la posibilidad de
eliminar la subescala C (preocupación por aspectos sociales y
vocacionales) de la versión original de la escala DQOL. Se aprobó la
omisión de la subescala, ya que es aplicable únicamente a pacientes
con DM1. Este cambio no afectó la consistencia interna del
instrumento, pues en caso de no aplicar las preguntas de la
subescala, se califica con una puntuación cero. Ver anexo 1.
Para calificar la escala DQOL, Robles, Cortázar, Sánchez, Páez y Nicolini,
(2003) sugieren sumar la puntuación total bruta obtenida en las subescalas, en la
que a mayor puntuación, mayor deterioro de la CDV. Sin embargo, estos autores no
especifican rangos para clasificar el nivel deterioro de la CDV en general y el nivel de
satisfacción del tratamiento, impacto, preocupación y salud en general. En razón de
35
ésta ausencia de información, se consultó a un experto en estadística quien sugirió
separar la puntuación de las subescalas mediante rangos y asignarle un valor. El
procedimiento consistió en la suma por separado de las puntuaciones de cada una
de las subescalas y en la división por el numero de rangos que se deseara obtener.
Ver tabla 2.4.
36
Tabla 2.4: Rangos de las subescalas de la DQOL
Subescalas
Puntación mínima y máxima obtenida
Rangos Puntuación asignada a los rangos
Muy satisfecho-satisfecho.
14-27
Satisfecho-mas o menos satisfecho. 28-41
Mas o menos satisfecho-insatisfecho. 42-56
Satisfacción con el tratamiento
14-70
Insatisfecho-muy insatisfecho
57-70
Nunca-casi nunca Casi nunca-algunas veces
20-39 40-59
Algunas veces-con frecuencia
60-79 Impacto del tratamiento 20-100
Con frecuencia-siempre 89-100
Nunca-casi nunca 4-7
Casi nunca-algunas veces
8-11
Algunas veces-con frecuencia 12-15
Preocupaciones por efectos futuros de la DM2
4-20
Con frecuencia-siempre 16-20
Excelente 1
Buena 2
Regular 3 Pobre 4
Salud en general 1-5
Muy pobre 5 Ningún deterioro-deterioro leve
39-77
Deterioro leve-moderado
78-117
Moderado-severo 118-156
Calidad de vida general 39-195
Severo-muy severo 157-195
37
En la escala de Locus de Control de Levenson, Ramírez, Rodriguez y Zapata
(2005) sugieren para su calificación la suma de los valores obtenidos un cada una de
las dimensiones, en las que a menor puntuación obtenida en las dimensiones de LCI
y LCE mayor tendencia hacia el control interno y hacia el control externo. En la forma
de evaluación de la escala no se especifica la intensidad de la tendencia del LCI y
del LCE, por lo que se siguieron las recomendaciones de los expertos utilizadas en la
asignación de rangos para la escala DQOL. Se sumó el total de la puntuación bruta
obtenida en las dimensiones de LCI y LCE y posteriormente se dividió en el número
de rangos convenientes a los cuales se les asignó el valor obtenido para cada uno.
Ver tabla 2.5
Tabla 2.5: Rangos de las dimensiones de de la escala de Locus de Control de
Levenson.
Dimensiones
Puntación mínima y máxima obtenida
Rangos
Valor asignado a los rangos
tendencia muy fuerte-fuerte 9-17
tendencia fuerte-moderada 18-26
tendencia modera-leve 27-35 Control interno 15-45
tendencia leve-ninguna 36-45
tendencia muy fuerte-fuerte 16-31
tendencia fuerte-moderada 32-47
tendencia modera-leve 48-63
Control externo 26-80
tendencia leve-ninguna 64-80
Posterior a la adaptación a los instrumentos que se aplicaron se procedió a la
gestión de los permisos y espacios necesarios para la aplicación de los mismos.
- Se eligió trabajar con el grupo de “Ayuda Mutua de Diabéticos e Hipertensos”
38
del Centro de Salud Urbano de Colima, en razón de que el grupo estaba
compuesto por un número considerable de pacientes con DM2 de Colima,
mismos mensualmente eran monitoreados de los niveles de glucosa, presión
arterial y peso por el personal médico, en donde también recibían platicas
acerca de los cuidados de la DM.
- Se obtuvo el permiso de las autoridades correspondientes del Centro de
Salud Urbano de Colima para trabajar con el grupo de “Ayuda Mutua de
Diabéticos e Hipertensos”.
- Se consiguió el consentimiento informado de cada uno de los participantes.
- Se aplicó la escala DQOL y la escala de Locus de Control de Levenson a los
participantes de la investigación.
2.13 ANALISIS DE DATOS
En razón de que las variables que se analizaron fueron de tipo ordinal, se
recurrió a la prueba no paramétrica de Spearman, ρ (rho), recomendada para
efectuar correlaciones entre variables con nivel de medición ordinal (Gardner, 2003).
Para calcular ρ, los datos fueron ordenados (datos ordinales) y reemplazados por su
respectivo valor. Para el análisis estadístico de los datos se usó el programa SPSS
(Statiscal Package for Social Sciences) para Windows, versión, 10.0.
2.14 CONSIDERACIONES ÉTICAS
En el desarrollo del presente estudio se tomaron en cuenta los principios éticos
recomendados por Kantowitz, B. (2001) y Coolican (1994); que hacen referencia a
los principios éticos aprobados por la Sociedad Británica de Psicología (BSP) y la
39
Asociación Americana de psicología (APA). Los participantes fueron informados de
los objetivos del estudio; su ingreso fue voluntario y no se les ocasionó daño o
incomodidad en la aplicación de los instrumentos. Se respetó el anonimato y la
confidencialidad de los datos; cabe señalar que de ser presentados los resultados de
la investigación se reportarán sólo datos generales.
40
CAPITULO III
RESULTADOS Y
DISCUCIÓN
41
En el estudio participó un grupo de 70 pacientes con DM2, 25 hombres (36%)
y 45 mujeres (64%) atendidos en dos Centros de Salud Urbanos del estado de
Colima, pertenecientes a un grupo de “Ayuda Mutua de Diabéticos e Hipertensos”.
Así en el método se aplicó la escala Diabetes Quality of Life (DQOL) y la escala de
Locus de Control de Levenson. En la tabla 3.1, se observa la media del tiempo de
evolución de la DM2; en los hombres fue de 12.48 años, con una desviación
estándar (DE) de 8.24 y en las mujeres de 9.31 años, con una DE de 7.4, la media
total en hombres y mujeres en los años de evolución de la DM2 fue de 10.22 años,
con una DE de 7.8. Los valores mínimos fueron de 1 año y máximos de 31 años; la
media de edad en hombres fue de 61.7 años, con una DE de 14.91 y en las mujeres
fue de 56.2 años, con una DE de 13.28; la media total de edad en hombres y mujeres
fue de 58.1 años, con una DE de 13.28. Los valores mínimos fueron de 27 años y
máximos de 85 años de edad.
Tabla 3.1: Promedio de edad y evolución de la DM2 (DE)
Sexo Hombre (n=25)
Mujer (n=45)
Total
Edad (años) 61.7 (14.91)
56.2 (12)
58.1 (13.28)
Tiempo de evolución de la DM2 (años)
12.48 (8.24)
9.31 (7.4)
10.44 (7.8)
Se determinó además el estado civil de los participantes y se encontró que el
estado civil más frecuente fue el de casado, representado por 46 sujetos, seguido de
13 viudos, 8 solteros y 3 con otro estado civil. En el porcentaje de escolaridad
respecto al estado civil se halló que el 81% individuos con primaria eran casados, el
14.3% viudos y el 4.8% de otro estado civil; el 22.7% con primaria inconclusa
estaban solteros, el 50% casados, el 22.7% viudos y el 4.5% con otro estado civil; el
25% de quienes tenían estudios de secundaria eran solteros y el 75% casados; el
33% de los participantes profesionistas fueron solteros y el 66.7% casados; el 100%
de los sujetos que contaban con estudios universitarios inconclusos eran casados y
el 50% no tenía estudios; el 41.7% eran viudos y el 8.3% tenían otro estado civil. Ver
tabla 3.2.
42
Tabla 3.2: Escolaridad y estado civil
A continuación se presenta el porcentaje de la puntuación por dimensiones de
la escala DQOL, organizada en cuatro rangos. En la tabla 3.3 se muestra el
porcentaje por sexo del nivel de satisfacción hacia el tratamiento experimentado por
los participantes. Se puede identificar que el 48% de los hombres y el 46.7% de los
mujeres manifestaron estar entre muy satisfechos y satisfechos con el tratamiento
para la DM2; el 52% de los hombres y el 46.6% de las mujeres reportó estar entre
satisfecho y no estar seguros del nivel de satisfacción hacia el tratamiento; el 6.7%
de las mujeres señaló no estar seguras e insatisfechas con el tratamiento.
Tabla 3.3: Satisfacción con el tratamiento
La tabla 3.4 muestra el porcentaje por sexo del el impacto del tratamiento en los
participantes. El 44% de los hombres mencionó que el tratamiento de la DM2 los
afectaba entre nunca y casi nunca; el 48% dijo que casi nunca y algunas veces; el
8% que algunas veces y con frecuencia. Con respecto a las mujeres, el 33.3% indicó
Estado civil Escolaridad Soltero
(n=8) Casado (n=46)
Viudo (n=13)
Otro (n=3)
Primaria 81 14.3 4.8 Primaria inconclusa 22.7 50 22.7 4.5 Secundaria 25.0 75 - - Secundaria inconclusa
- 100 - -
Profesional 33.3 66.7 - - Carrera inconclusa - 100 - - Carrera técnica - 100 - - Ninguna - 50 41.7 8.3
Satisfacción con el tratamiento Masculino% (n=25)
Femenino% (n=45)
Muy satisfecho-satisfecho 48 46.7
Satisfecho-no está seguro 52 46.6
No está seguro-insatisfecho - 6.7
43
que el tratamiento las afectaba nunca y casi nunca; el 48.9% casi nunca y algunas
veces, y el 17.8% dijo que algunas veces y con frecuencia. En general tanto hombres
como mujeres percibieron un impacto negativo moderado en el área física, emocional
y social respecto al impacto del tratamiento.
Tabla 3.4: impacto del tratamiento
En la tabla 3.5 se presenta el porcentaje por sexo de la frecuencia de
preocupación acerca de complicaciones en el futuro de la DM2. El 64% de los
hombres y el 44.4% de las mujeres reportaron que nunca y casi nunca se
preocupaban por complicaciones futuras de la DM2; el 12% y el 24.4%
respectivamente se preocupaba entre casi nunca y algunas veces, el 20% de los
hombres y el 24.4% de la mujeres indicó preocuparse algunas veces y con
frecuencia y el 4% de los hombres y las mujeres con frecuencia y siempre. En
general las mujeres reportaron mayor preocupación acerca de complicaciones
futuras de la DM2.
Tabla 3.5: Preocupación por efectos futuros de la DM2
Preocupación por efectos futuros de la DM2
Masculino % (n=25)
Femenino % (n=45)
Nunca-casi nunca 64 44.4
Casi nunca-algunas veces 12 24.4
Algunas veces-con frecuencia 20 24.4
Con frecuencia-siempre 4 4
Impacto del tratamiento Masculino % (n=25) Femenino % (n=45)
Nunca-casi nunca 44 33.3 Casi nunca-algunas veces 48 48.9
Algunas veces-con frecuencia 8 17.8
Con frecuencia-siempre - -
44
En la tabla 3.6 se presenta el porcentaje bienestar general por sexo. Se
encontró que el 4% de los hombres consideraba que su salud era excelente; el 20%
que era buena; el 36% la consideró regular; el 24% la percibió como pobre y el como
16% muy pobre. Con respecto a las mujeres, el 2.2% manifestaron que su salud era
excelente; 11.1% la consideró como buena; el 40% señaló que era regular; el 31.1%
señaló que era pobre y el 15.5% la percibió como muy pobre. Es interesante
observar que más del 80% de los sujetos percibió que su salud era regular y muy
pobre, siendo las mujeres las que percibieron su salud como peor.
Tabla 3.6: Bienestar general
En la gráfica 3.1 se presenta la puntuación global de la escala DQOL por
sexo. En general el nivel de deterioro de la CDV tanto en hombres como en mujeres
fue moderado.
Grafica 3.1: Puntuación global de la DQOL
Bienestar general Masculino % (n=25) Femenino % (n=45)
Excelente 4 2.2
Buena 20 11.1
Regular 36 40
Pobre 24 31.1
Muy pobre 16 15.5
45
Por lo que respecta a la tendencia del LC, a menor puntaje obtenido en las
subescalas hubo una tendencia mayor hacia un tipo de control, ya sea interno o
externo. La tabla 3.7 muestra el porcentaje por sexo de la tendencia del LC de los
participantes. El 40% de los hombres presentó una tendencia entre fuerte y muy
fuerte; el 60% entre moderada y fuerte hacia el LCI. Con respecto hacia el LCE, el
12% de los hombres reportó una tendencia entre fuerte y muy fuerte; el 64% entre
moderada y fuerte y el 4% entre ninguna y leve. El lo que se refiere a las mujeres, el
40% presentó una tendencia entre fuerte y muy fuerte hacia el LCI; el 57.8% se ubicó
en una tendencia entre moderada y fuerte y el 2.2% no se inclinó hacia ninguna
tendencia y una tendencia leve. Referente al LCE, el 15.6% de las mujeres reportó
una tendencia entre fuerte y muy fuerte, el 53.3% entre moderada y fuerte, el 24.4%
entre leve y moderada y el 6.7% reportó ninguna tendencia y tendencia leve hacia
este tipo de control. De manera global la tendencia del LCI y del LCE fue similar en
hombres y mujeres, predominando en ambos participantes una tendencia mayor
hacia el LCI (entre moderada y fuerte). La tendencia hacia el LCE control externo fue
más débil que el LCI.
Tabla 3.7: Tendencia del Locus de Control
Finalmente se calculó la correlación entre las dimensiones de la escala DQOL
y las de la escala de Locus de Control de Levenson; que se presenta en la tabla 3.8.
Los resultados obtenidos mostraron que no existe una relación significativa entre la
CDV y el LC. Sin embargo se encontraron correlaciones significativas entre las
dimensiones de la escala DQOL. Siguiendo un orden de mayor a menor correlación
se ubicaron como sigue: impacto del tratamiento y preocupación aspectos futuros de
la DM2 (r=0.640, p=0.000), impacto del tratamiento y bienestar general (r= -0.543,
LCI/LCE Masculino % (n=25) Femenino % (n=45)
Muy fuerte-fuerte 40/12 40/15.6
Fuerte-moderada 60/64 57.8/53.3
Moderada-leve 0/20 2.2/24.4
Leve-ninguna 0/4 0/6.7
46
p=0.000), preocupación por complicaciones aspectos futuros de la DM2 (r= -0.469,
p=0.000) y satisfacción con el tratamiento y bienestar general (r= - 0.320, p=0.002).
Tabla 3.8: Correlaciones entre la CDV y el LC
** La correlación es significativa a 0.01.
Los resultados obtenidos permiten comparar lo reportado por otros autores
(Robles, R. Cortázar, J. Sánchez, R. Páez, A. y Nicolini, H, 2003) así como la
interpretación que desde la Psicología de la Salud se hace de la CDV y los factores
que influyen en ella.
Se encontró que los participantes de la investigación, en general presentaron
una afectación de la CDV dentro del rango de leve-moderada. El valor para este
rango es de una puntuación 78-117 puntos, en este caso los hombres y las mujeres
se ubicaron en el mismo rango, aunque los hombres reportaron una ligera mejor
CDV, de acuerdo a los valores obtenidos en la escala. En este sentido Cárdenas,
Pedraza y Lerma (2005) llevaron acabo una investigación con una muestra de
pacientes mexicanos con características sociodemográficas similares a las de la
presente investigación en la que utilizaron la escala DQOL para evaluar la CDV,
encontrando que la percepción de deterioro de CDV en general reportada por los
LCI LCE Satisfacción con el tratamiento
Impacto del tratamiento
Preocupación por aspectos futuros de la DM2
Bienes- tar General
LCI - .129 .129 .137 .057 -.140 LCE - .074 .002 -.032 .127 Satisfacción con el tratamiento
- .392(**) .377(**) -.362(**)
Impacto del tratamiento
- .640(**) -.543(**)
Preocupación por aspectos futuros de la DM2
- -.469(**)
Bienestar General
-
47
participantes fue de moderada afectación. En cuanto a las dimensiones de CDV
reportaron que la más afectada fue la de satisfacción con el tratamiento y la menos
afectada impacto del tratamiento. En la presente investigación se encontró que la
dimensión más afectada de la CDV fue el bienestar general, seguida de la
preocupación acerca de los efectos futuros de la DM2 y la menos afectada
satisfacción con el tratamiento. En la dimensión impacto del tratamiento las mujeres
tuvieron una mayor afectación que los hombres
En general la CDV de los participantes de la presente investigación no fue
afectada por variables como estado civil, nivel educativo, ocupación y tiempo de
diagnóstico de la DM2, sin embargo la variable sexo si influyó en la percepción de
CDV, ya que los hombres a diferencia de las mujeres reportaron una mejor CDV,
debido a que ellos percibieron su salud como mejor, se preocupaban menos de
posibles complicaciones por la DM2, por verse diferentes a quienes no tenían DM2,
por si se desmayarían, asimismo indicaron tener una menor interferencia de la DM2
con su ejercicio, sentirse menos limitados por la dieta, dormir mejor por las noches,
sentirse menos enfermos físicamente, tener un mejor control de los niveles de azúcar
en la sangre y sentir menos dolor asociado a la DM2.
En este sentido De los Ríos, Sánchez, Barrios y Guerrero (2003) sí encontraron
relación entre la edad, el nivel educativo y el tiempo de evolución en los pacientes
con DM2 y el deterioro de la CDV, señalando que tienen más riesgo para el deterioro
de la CDV aquellos pacientes con más de cinco años de evolución de la DM2, con
nivel educativo bajo y edad mayor de 50 años de edad; concluyendo que el grado de
deterioro de la CDV en este tipo de pacientes es progresivo y está asociada a la
evolución degenerativa de la enfermedad. Es posible que estas diferencias
encontradas en la presente investigación y la citada anteriormente sean debido a que
la población que se tomó para este estudio pertenecía a un “Grupo de Ayuda Mutua
de Diabéticos e Hipertensos” y que el grupo como tal esté auxiliando para mejorar la
percepción de la CDV.
48
Respecto al LC se encontró en la investigación que en el 40% de los
participantes prevaleció una tendencia hacia el LCI siendo ésta de muy fuerte a
fuerte, tanto en los hombres como en las mujeres; un 60% en hombres y un 57.8%
en mujeres de fuerte a moderada con una afectación de la CDV entre leve y
moderada. Phares (1978, citado en Hampson, Báguena y Belloch, 1998) refiere que
una persona con LCI es más receptiva en los aspectos relacionados con el cuidado
de su salud, como el control del peso, la dieta y el hacer ejercicio y que se
caracterizan por esforzarse en la búsqueda de información que les capacite para
tener más control sobre el entorno. Esta búsqueda de información a la que se
refieren los autores puede motivar a los pacientes a formar parte activa de los grupos
de Ayuda Mutua en los que se les brinda conocimiento sobre la DM2 y sobre los
cuidados que se recomienda seguir para su control adecuado. Según Schalock y
Verdugo (2003) la implicación activa en el cuidado de la salud es una manera de
actuar psicológicamente capacitada y que esta actuación influye en una mejor
percepción de la CDV.
En lo que respecta a la relación que guarda la CDV y el LC, las pruebas
estadísticas utilizadas no reportaron relaciones significativas entre estas dos
variables estudiadas, pareciendo que la tendencia del LC no influye en la percepción
de la CDV de los pacientes con DM2. Al respecto Oviedo y Reidl (2007) encontraron
que la percepción de CDV en pacientes con DM2 fue regular y las variables
psicológicas, como autoeficacia, estilos de afrontamiento y LCI constituyeron
predictores positivos en la CDV. Rose, Fliege, Hildebrandt, Schirop y Klapp (2002)
hallaron que la CDV en personas con DM únicamente estaba relacionada con las
creencias de autoeficacia, mas no directamente con el LC.
En otras investigaciones con pacientes con enfermedades como cáncer de
pulmón, cáncer de mama se encontró que el LC puede ser un factor predictivo para
la CDV, Font (2004) reportó que mujeres con cáncer de mama avanzado con LCI
indicaron tener menos miedo y preocupación por la enfermedad que las que tenían
49
un LCE, no obstante estas relaciones no han sido lo suficientemente claras como
para afirmar que efectivamente la CDV y el LC están relacionados.
Como se mencionó anteriormente en la presente investigación no se
encontraron correlaciones significativas entre la CDV y el LC, sin embargo si se
encontraron correlaciones significativas entre las diferentes dimensiones de la escala
para medir la CDV, estas correlaciones se presentan siguiendo un orden de mayor a
menor relación y se ubican como sigue: impacto del tratamiento y preocupación por
complicaciones futuras de la DM2 (r=0.640, p=0.000), es decir que a mayor impacto
de la DM2, mayor preocupación por complicaciones futuras de la DM2 o viceversa;
impacto del tratamiento y bienestar general (r= -0.543, p=0.000), lo que indicó que
menor impacto del tratamiento mayor bienestar percibido; preocupaciones por
complicaciones futuras acerca de la DM2 y percepción salud en general (r= -0.469,
p=0.000), pues a menor preocupación acerca de los efectos futuros de la DM2,
mayor percepción de salud en general.
En resumen la causa de que no haya existido correlaciones significativas entre
los indicadores de la CDV y LC al menos los pacientes con DM2 que participaron en
la presente investigación, no es razón suficiente para afirmar que la CDV y el LC no
guardan ningún tipo de relación, pues como se pudo ver en las investigaciones
mencionadas en párrafos anteriores, la autodeterminación y percepción de
autoeficacia son factores predictivos en la CDV mismos que son elementos
importantes de el LCI. Por tal motivo se puede asumir que a medida que aumenta la
percepción de autoeficacia aumenta la percepción de una mejor CDV (Schalock y
Verdugo, 2003).
50
CAPITULO V
CONCLUSIONES Y
SUGERENCIAS
51
Los profesionales de la salud primordialmente los psicólogos y médicos que son
los más interesados en conocer las variables que influyen en la CDV y el LC respecto
a la DM2, no hay duda sobre la importancia de encontrar los mecanismos que
permitan alcanzar índices altos de CDV y un control adecuado de las enfermedades
crónicas, sobre todo por los enormes costos económicos, psicológicos y sociales
tanto para el paciente como para los familiares.
En este marco de referencia es precisamente donde se ubica el presente
estudio descriptivo, el cual tuvo como objetivo analizar la relación que existe entre la
CDV y el LC de los pacientes del “Grupo de Ayuda Mutua de Diabéticos e
hipertensos” del Centro de Salud de Colima, con la intensión de conocer si estas dos
variables se influyen mutuamente. Sin embargo, no se encontró relación entre la
CDV y el LC de los pacientes con DM2 del “Grupo de Ayuda Muta de Diabéticos e
Hipertensos del Centro de Salud Urbano de Colima”.
Respecto a la hipótesis planteada sobre si existe una relación significativa entre
la CDV y el LC, esta se rechaza debido a los resultados obtenidos de las pruebas
estadísticas utilizadas no mostraron la existencia de ningún tipo relación entre la
CDV y el LC.
Cabe señalar que sin embargo si se encontraron correlaciones en las
subescalas de la escala DQOL, siendo la dimensión impacto del tratamiento la que
correlaciono con la mayoría de las demás dimensiones de la escala. El dominio más
afectado de la CDV fue el bienestar general tanto en hombres como en mujeres. En
promedio los hombres y las mujeres presentaron una afectación entre leve y
moderada de la CDV con una tendencia hacia el LCI tanto en los hombres como en
las mujeres que participaron en la investigación, lo que indica que aunque
ciertamente los pruebas estadísticas reflejan que no existe correlación entre la CDV
y el LC, si influye el LC en el bienestar percibido de los pacientes con DM2.
52
Para terminar se plantean algunas recomendaciones que podrán ser útiles para
futuras investigaciones relacionadas con la CDV y el LC en pacientes que padecen
DM2.
Existe la necesidad de realizar más estudios que indaguen en la influencia que
tiene el LC en la CDV, pues las investigaciones recientes sobre CDV no se han
concentrado lo suficiente en las variables psicológicas que intervienen en la CDV,
una de estas variables es el LC.
Conceptualizar la CDV ha representado un problema desde las primeras
investigaciones que se dedicaron a su estudio aunque al momento se puede decir
que existe un acuerdo en que la CDV está conformada por elementos objetivos y
subjetivos, resulta un poco confuso que variables son los que afectan con mayor
intensidad el aumento o el deterioro de la misma.
Los elementos de la CDV que miden las escalas, resultan ambiguos en
ocasiones, por lo que se recomienda para futuras investigaciones se caracterice el
concepto que la población de Colima tiene sobre la CDV, que por obvias razones no
será la misma que en otros estados del país y en otros países el mundo de los que
han sido tomados los conceptos CDV para ser aplicados al contexto colimense.
Cuando se pretende conocer la CDV en pacientes con DM2 se siguiere que se
tome en cuenta las complicaciones físicas que cada paciente presenta, si está
siguiendo una dieta, si hace ejercicio, si cuenta con el apoyo de familiares, entre
otras variables que si se consideran favorecerán para que la investigación sea más
rica. Sería interesante hacer una comparación entra dos grupos de pacientes con
DM2, uno grupo de pacientes que asistan a un Grupo de Ayuda Muta de Diabéticos e
Hipertensos, y otro grupo de sujetos con DM2 que no asistan a Grupos de Ayuda
Mutua de Diabéticos e Hipertensos, para analizar si existen diferencias en la
percepción de CDV en los dos grupos y si éstos favorecen el desarrollo del LCI.
53
Otra posible línea de investigación pertinente, relevante y viable, es investigar
acerca de la percepción de autoeficacia y la autodeterminación y la relación que
guarda con la CDV, ya que al parecer esta tiene relación fuerte con el LCI del
individuo y con la adherencia terapéutica, pues a mayor percepción de autoeficacia y
mayor autodeterminación, mayor nivel de percepción de CDV en el sujeto.
54
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Verdugo, M. (2002). Autodeterminación y calidad de vida en la salud mental: dos
conceptos emergentes. Rev. Salud mental. 03, 68-77.
Yanguas, J. (2006) Analisis de la calidad de vida relacionaca con la salud en la vejez
desde una perspectiva desde una perspactiva multidimensional. Ministerio de
trabajos y asuntos sociales: España.
59
ANEXOS
60
ANEXO I
61
Versión en español del DQOL (original)
Por favor, lea con cuidado cada pregunta. Por favor indique qué tan satisfecho o
insatisfecho está con el aspecto de su vida
descrito en la
pregunta
. Circule el número que
mejor describe como se
siente. No hay res-
puestas correctas o incorrectas para estas preguntas. Nos interesa su opinión.
Muy satisfecho
Más o menos satisfecho
Ninguno Más o menos Muy insatisfecho
insatisfecho A1. ¿Qué tan satisfecho está con el tiempo que le toma manejar su diabetes?
1 2 3 4 5 A2. ¿Qué tan satisfecho está con el tiempo que gasta en hacerse chequeos? 1 2 3 4 5 A3. ¿Qué tan satisfecho está con su tratamiento actual? 1 2 3 4 5 A5. ¿Qué tan satisfecho está con la flexibilidad en su dieta? 1 2 3 4 5 A6. ¿Qué tan satisfecho está con la carga que su diabetes es para su 1 2 3 4 5 A7. ¿Qué tan satisfecho está con su conocimiento sobre su diabetes? 1 2 3 4 5 A8. ¿Qué tan satisfecho está con sus horas de sueño? 1 2 3 4 5 A9. ¿Qué tan satisfecho está con su vida social y amistades? 1 2 3 4 5 A10. ¿Qué tan satisfecho está con su vida sexual? 1 2 3 4 5 A11. ¿Qué tan satisfecho está con su trabajo, escuela y sus actividades 1 2 3 4 5 A12. ¿Qué tan satisfecho está con la apariencia de su cuerpo? 1 2 3 4 5 A13. ¿Qué tan satisfecho está con el tiempo que pasa haciendo ejercicio? 1 2 3 4 5 A14. ¿Qué tan satisfecho está con su tiempo libre? 1 2 3 4 5 A15. ¿Qué tan satisfecho está con su vida en general? 1 2 3 4 5 Ahora, por favor, indique qué tan frecuentemente le suceden los siguientes eventos. Circule
el número apropiado.
Nunca Muy poco Algunas veces
Con frecuencia
Todo el tiempo
B1. ¿Con qué frecuencia siente dolor asociado con el tratamiento para su diabetes?
1 2 3 4 5 B2. ¿Con qué frecuencia se siente apenado de tener que lidiar con su 1 2 3 4 5 B3. ¿Con qué frecuencia tiene baja el azúcar en la sangre? 1 2 3 4 5 B4. ¿Con qué frecuencia se siente físicamente enfermo? 1 2 3 4 5 B5. ¿Con qué frecuencia su diabetes interfiere con su vida familiar? 1 2 3 4 5 B6. ¿Con qué frecuencia duerme mal por las noches? 1 2 3 4 5 B7. ¿Con qué frecuencia su diabetes limita su vida social y sus amistades? 1 2 3 4 5 B8. ¿Con qué frecuencia se siente bien con usted mismo? 1 2 3 4 5 B9. ¿Con qué frecuencia se siente restringido por su dieta? 1 2 3 4 5 B10. ¿Con qué frecuencia interfiere su diabetes con su vida sexual? 1 2 3 4 5 B11. ¿Con qué frecuencia su diabetes no le permite manejar un auto o usar
(ej., una máquina de escribir)? 1 2 3 4 5 B12. ¿Con qué frecuencia interfiere su diabetes con su ejercicio? 1 2 3 4 5 B13. ¿Con qué frecuencia falta al trabajo, escuela o actividades caseras por 1 2 3 4 5 B14. ¿Con qué frecuencia se encuentra explicando lo que significa tener 1 2 3 4 5 B15. ¿Con qué frecuencia se da cuenta que su diabetes interrumpe las
tiempo libre? 1 2 3 4 5 B16. ¿Con qué frecuencia le habla a los demás de su diabetes? 1 2 3 4 5 B17. ¿Con qué frecuencia lo molestan porque tiene diabetes? 1 2 3 4 5 B18. ¿Con qué frecuencia siente que va al baño más que los demás a causa 1 2 3 4 5 B19. ¿Con qué frecuencia se encuentra comiendo algo que no debe en vez
alguien que tiene diabetes? 1 2 3 4 5 B20. ¿Con qué frecuencia le oculta a los demás que está teniendo una
insulina? 1 2 3 4 5 Finalmente, por favor indique con qué frecuencia le ocurren los siguientes eventos. Circule el número que mejor describa sus sentimientos. Si la pregunta no es relevante a usted, circule no aplica
Nunca Poco Algunas veces Con frecuencia
Siempre No se aplica
C1. ¿Con qué frecuencia se preocupa sobre si se va a casar? 1 2 3 4 5 0 C2. ¿Con qué frecuencia se preocupa sobre si tendrá hijos? 1 2 3 4 5 0 C3. ¿Con qué frecuencia se preocupa sobre si conseguirá un trabajo que 1 2 3 4 5 0 C4. ¿Con qué frecuencia se preocupa sobre si le negarán un seguro? 1 2 3 4 5 0 C5. ¿Con qué frecuencia se preocupa sobre si podrá acabar su escuela? 1 2 3 4 5 0 C6. ¿Con qué frecuencia se preocupa sobre si faltará a su trabajo? 1 2 3 4 5 0
C7. ¿Con qué frecuencia se preocupa sobre si podrá tomar vacaciones? 1 2 3 4 5 0
Nunca Poco Algunas veces Con frecuencia
Siempre No se aplica
D1. ¿Con qué frecuencia se preocupa sobre si se desmayará? 1 2 3 4 5 0 D2. ¿Con qué frecuencia le preocupa que su cuerpo se vea diferente porque 1 2 3 4 5 0 D3. ¿Con qué frecuencia le preocupa tener complicaciones por su diabetes? 1 2 3 4 5 0 D4. ¿Con qué frecuencia se preocupa sobre si alguien no saldría con usted
diabetes? 1 2 3 4 5 0 E1. Comparándose con otras personas de su edad, usted diría que su salud es:
1. Excelente 2. Buena 3. Regular 4. Pobre (Circule uno)
62
ANEXO II
63
Cuestionario DQOL (Adaptado)
Este es un cuestionario elaborado en la Facultad de Psicología de la Universidad de Colima, forma parte de un estudio a través del cual se pretende conocer algunos aspectos relacionados con la Calidad de Vida, para ello se pide su colaboración contestando lo que se le indica. Su participación es voluntaria, puede decidir apoyar o no el estudio. Sin embargo, es muy importante que conteste las preguntas, ya que al hacerlo obtendremos información muy valiosa que permitirá conocer, explicar y desarrollar propuestas científicas en beneficio de su salud. Todo lo que conteste será analizado de manera anónima. Los cuestionarios no podrán ser revisados por personas ajenas a este estudio, solo se presentarán resultados estadísticos globales. No hay respuestas correctas o incorrectas para estas preguntas. Nos interesa su opinión.
Por favor, lea cada pregunta y marque con una X el número que indique qué tan satisfecho o insatisfecho está con el aspecto de su vida mencionada en la pregunta. No estoy
Muy satisfecho Más o menos satisfecho Seguro/
a insatisfecho
Muy insatisfecho
A1. ¿Qué tan satisfecho está con el tiempo que le toma tratar su diabetes?
1 2 3 4 5
A2. ¿Qué tan satisfecho está con el tiempo que gasta en hacerse chequeos?
1 2 3 4 5
A3. ¿Qué tan satisfecho está con su tratamiento actual? 1 2 3 4 5
A4. ¿Qué tan satisfecho está con la flexibilidad en su dieta? 1 2 3 4 5
A5. ¿Qué tan satisfecho está con la carga que su diabetes es para su familia?
1 2 3 4 5
A6. ¿Qué tan satisfecho está con su conocimiento sobre su diabetes?
1 2 3 4 5
A7. ¿Qué tan satisfecho está con el tiempo que duerme? 1 2 3 4 5
A8. ¿Qué tan satisfecho está con su vida social y amigos? 1 2 3 4 5
A9. ¿Qué tan satisfecho está con su vida sexual? 1 2 3 4 5 A10. ¿Qué tan satisfecho está con su trabajo o sus actividades caseras?
1 2 3 4 5
A11. ¿Qué tan satisfecho está con la apariencia de su cuerpo? 1 2 3 4 5
A12. ¿Qué tan satisfecho está con el tiempo que pasa haciendo ejercicio?
1 2 3 4 5
A13. ¿Qué tan satisfecho está con su tiempo libre? 1 2 3 4 5
A14. ¿Qué tan satisfecho está con su vida en general? 1 2 3 4 5 Ahora, por favor, indique qué tan frecuentemente le suceden los siguientes eventos. Circule el número apropiado. Nunca Casi
nunca Algunas
veces Casi siempre Siempr
e
B1. ¿Con qué frecuencia siente dolor asociado con el tratamiento 1 para su diabetes?
2 3 4 5
B2. ¿Con qué frecuencia se siente avergonzado por tener que cuidarse de la diabetes en publico?
1 2 3 4 5
B3. ¿Con qué frecuencia tiene alta el azúcar en la sangre? 1 2 3 4 5
B4. ¿Con qué frecuencia se siente físicamente enfermo? 1 2 3 4 5
B5. ¿Con qué frecuencia su diabetes interfiere con su vida familiar? 1 2 3 4 5
B6. ¿Con qué frecuencia duerme mal por las noches? 1 2 3 4 5
B7. ¿Con qué frecuencia su diabetes limita su vida social y sus amistades?
1 2 3 4 5
B8. ¿Con qué frecuencia se siente bien con usted mismo? 1 2 3 4 5
B9. ¿Con qué frecuencia se siente restringido por su dieta? 1 2 3 4 5
B10. ¿Con qué frecuencia interfiere su diabetes con su vida sexual? 1 2 3 4 5
B11. ¿Con qué frecuencia su diabetes no le permite manejar maquinas?
1 2 3 4 5
B12. ¿Con qué frecuencia interfiere su diabetes con su ejercicio? 1 2 3 4 5
B13. ¿Con qué frecuencia falta al trabajo, escuela o actividades caseras por su diabetes?
1 2 3 4 5
64
B14. ¿Con qué frecuencia se encuentra explicando lo que significa tener 1 diabetes?
2 3 4 5
B15. ¿Con qué frecuencia se da cuenta que su diabetes interrumpe las 1 2 3 4 5 Actividades de su tiempo libre? B16. ¿Con qué frecuencia le habla a los demás de su diabetes? 1 2 3 4 5
B17. ¿Con qué frecuencia lo molestan porque tiene diabetes? 1 2 3 4 5
B18¿Con qué frecuencia siente que va al baño mas que los demás que tiene diabetes?
1 2 3 4 5
B19. ¿Con qué frecuencia se encuentra comiendo alimentos no permitidos 1 2 3 4 5 por pena a decir que tiene diabetes?
Finalmente, por favor, indique con qué frecuencia le ocurren los siguientes eventos. Por favor circule el número que mejor describa sus sentimientos, si la pregunta no es relevante para usted circule no N.A (No aplica) Nunca Casi nunca Algunas C. frecuencia Siempre
sus
D 1. ¿Con qué frecuencia se preocupa sobre si se desmayará? 1 2 3 4 5
D 2. ¿Con qué frecuencia le preocupa que su cuerpo se vea diferente porque tiene diabetes?
1 2 3 4 5
D 3. ¿Con qué frecuencia le preocupa tener complicaciones por su diabetes?
1 2 3 4 5
D 4. ¿Con qué frecuencia se preocupa sobre si alguien no saldría con 1 2 3 4 5 usted a causa de su diabetes?
E1. Comparándose con otras personas de su edad, usted diría que su salud es : 1Excelente 2 Buena 3 Regular 4 Pobre 5 Muy pobre
65
ANEXO III
66
CUESTIONARIO LC
Este es un cuestionario elaborado en la Facultad de Psicología de la Universidad de Colima y forma parte de un estudio a través del cual se pretende conocer algunos aspectos relacionados con las creencias del comportamiento de las personas, para esto se le pide su colaboración contestando el presente cuestionario. Su participación es voluntaria, puede decidir apoyar o no el estudio. Sin embargo, es muy importante que conteste las preguntas, ya que al hacerlo obtendremos información muy valiosa que permitirá conocer, explicar y desarrollar propuestas científicas en beneficio de la salud de las personas con diabetes mellitus 2. Es importante que conteste siempre diciendo la verdad, no hay respuestas buenas ni malas y todo lo que conteste será analizado de manera anónima. Los cuestionarios no podrán ser revisados por personas ajenas a este estudio, solo se presentarán resultados estadísticos globales. ------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------DATOS PERSONALES Edad ( ) años Sexo: Hombre ( ) Mujer ( )Estado civil_______________Escolaridad________________Ocupación______________ Tiempo de Dx. ( ) años. Usa insulina: si ( ) no ( ) Por favor lea con cuidado cada frase e indique que tan de acuerdo o en desacuerdo está con ellas marcando con una X el número de la columna que corresponde a su opinión.
Totalmente De acuerdo No estoy En desacuerdo Totalmente de acuerdo seguro/a en desacuerdo
1.La capacidad de ser líder depende principalmente del trabajo de cada persona
1 2 3 4 5
2. Gran parte de mi vida se controla por la suerte o el destino 1 2 3 4 5
3. Lo que sucede con la vida de las personas está determinado por las decisiones de personas poderosas
1 2 3 4 5
4. El futuro de cada persona depende principalmente de su trabajo 1 2 3 4 5
5. Cuando las personas hacen planes, están seguros de realizarlos 1 2 3 4 5 6. A menudo las personas no tienen la oportunidad de protegerse de los acontecimientos de la mala suerte
1 2 3 4 5
7.Cuando las personas consiguen lo que quieren, se consideran afortunadas
1 2 3 4 5
8.Cuando las personas toman decisiones importantes consultan a las personas poderosas
1 2 3 4 5
9. Muchas veces las personas sienten que tienen poca influencia sobre las cosas que le pasan
1 2 3 4 5
10. A las personas les agrada que les den órdenes 1 2 3 4 5 11. La cantidad de amigos que tienen las personas depende de las relaciones con los demás
1 2 3 4 5
12. Lo que sucede en la vida está determinado por Dios 1 2 3 4 5
13. A las personas no les gusta defender sus intereses, cuando no son como los intereses de personas poderosas
1 2 3 4 5
14. A las personas no les gustan hacer planes a largo plazo porque muchas veces resultan del destino
1 2 3 4 5
15. El futuro de las personas depende de la voluntad de Dios 1 2 3 4 5
16. Cada persona construye su propio destino 1 2 3 4 5
17. Lo que pasa con la vida de las personas depende de sus actos 1 2 3 4 5 18.Normalmente las personas son capaces de proteger sus intereses personales
1 2 3 4 5
19. Lo que las personas tienen se lo deben a Dios 1 2 3 4 5
20. Cuando las personas consiguen lo que quieren es porque han trabajo duro para lograrlo
1 2 3 4 5
21. Generalmente las personas les gustan que le adivinen la suerte 1 2 3 4 5
22. Dios es el dueño de la vida de las personas 1 2 3 4 5
23. Cuando las personas van hacer algo se aseguran que se parezcan a los deseos de las personas poderosas
1 2 3 4 5
24. El hecho de tener pocos o muchos amigos, es una cuestión del destino
1 2 3 4 5
25. Cuando las personas van a tomar decisiones importantes piden a Dios que los ilumine
1 2 3 4 5