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Copyright © marzo de 2004 Women’s World Banking
CASO 1: FLORENTINA ANGELES REYES
Perfil Personal
Florentina tiene 43
años. Vive con su
esposo, constructor
jubilado de 71 años, y
con dos de sus tres
hijos y un nieto. El
nieto es de su segundo
hijo, que vive cerca con
su esposa. Su hija
mayor trabaja de cajera en un banco y su segundo hijo, que
todavía va al colegio, es un buen jugador de béisbol. Todo el
mundo espera que un día juegue en la Liga Americana.
Viven en Manoguayabo, un vecindario de Santo Domingo
que ha experimentado un crecimiento significativo en los
últimos años, como ponen de manifiesto las omnipresentes
obras. Florentina aprendió a cocinar a una edad temprana y
siempre le ha gustado.
“Cocinar, porque ésa e mi enfermedad. Mi papá y mi mamáme enseñaron dede 6 año yo cocino. Dede chiquititica meencaramaba en un..., y yo cocino y eso”.
Esta pasión la condujo a su primer negocio.
Historial Empresarial
Negocio de Almuerzos
En 1987, Florentina comenzó a vender a diario un pan dulce
(Arepa) en las obras donde trabajaba su esposo y después
empezó a vender almuerzos allí mismo. Este fue el comienzo
de su negocio de preparación y reparto de almuerzos,
negocio que ha supuesto una fuente estable de ingresos para
el hogar hasta el día de hoy.
Florentina vende entre 15 y 20 almuerzos los días laborables
por entre RD$30 y RD$35 cada uno. Vende la mayoría a
trabajadores de una fábrica cercana, y lo hace a crédito,
cobrando el 15 y 30 de cada mes. También vende algunos a
clientes que pasan por la calle, pero éstos le pagan en efectivo.
Utiliza el dinero que gana en las ventas diarias para comprar
carne y otros productos perecederos para los almuerzos del
día siguiente, y los ingresos quincenales para pagar por
artículos a granel, tales como arroz, habichuelas y aceite,
que compra cada dos semanas en el supermercado.
Tienda de Productos Alimenticios
En 1988, Florentina
tomó prestados
RD$125 de un amigo
de su esposo y abrió
una pequeña tienda
en la que vendía café,
azúcar, pan, galletas,
caramelos de menta y
cigarrillos. Vendía
estos productos en
una mesa de su casa de madera. La madrina de su hijo, que
vive en Nueva York, le dio tela para vender y así pagar el
préstamo de RD$125. Compró un congelador por
RD$20.000 con crédito de la tienda y comenzó a hacer jugos
de fruta (Mabi) para vender con los helados. Cada día ahorraba
entre RD$20 y RD$30 de las ventas de los helados y los jugos
de fruta para pagar los plazos mensuales del congelador.
Enseguida añadió refrescos y cervezas, los cuales tenían un
Florentina Angeles Reyes
Colmado
W o m e n ’ s W o r l d B a n k i n g
E S T U D I O S D E C A S O S D E C L I E N T E Sd e l a R e p ú b l i c a D o m i n i c a n a
Florentina: Beneficio Neto Mensual(marzo 2003)
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margen de beneficio más alto que la mayoría de los otros
artículos. Los gastos de la casa se pagaban con los ingresos
generados por el negocio de almuerzos y la tienda, y que su
esposo complementaba con su trabajo en la construcción.
Ingresos Provenientes de Propiedades de Alquiler
En 1990, Florentina
organizó una ROSCA
de 40 pesos al día, la
cual le dejó una suma
de dinero para inver-
tir. (Este es un méto-
do muy popular que
los clientes de
ADOPEM usan para
acumular un monto
de dinero que se
puede utilizar para grandes inversiones.) Combinó este
dinero con parte de los ingresos del negocio de los almuer-
zos y el salario de su esposo, y, poco a poco, compró bloques
de cemento. Transcurrido un año, el esposo de Florentina
construyó paredes de cemento alrededor de la casa de
madera. Trasladaron la casa de madera a un lado de la con-
strucción de cemento y acabaron la misma con un techo de
cemento. La familia se trasladó a la casa de cemento y
alquilaron la casa de madera por RD$500 al mes. Esto con-
stituyó el primer ingreso proveniente de propiedades de
alquiler. Por lo tanto, el hogar contaba con cuatro fuentes
de ingresos: el negocio de almuerzos, la tienda, el alquiler y
los ingresos de su esposo.
En 1997, Florentina ganó RD$1.000 en la lotería. En vez de
gastarlos, combinó este dinero con su primer préstamo de
ADOPEM (RD$4.000)
y compró material de
construcción, con el
cual su esposo cons-
truyó dos cuartos
encima de la vivienda
principal. Alquilaron
estos dos cuartos por
RD$800 al mes cada
uno. Todos los meses
ella usaba estos ingre-
sos para ir pagando el préstamo de ADOPEM y los gastos de
la familia. Con el dinero que sobraba, compraba más materi-
al de construcción. Mientras tanto, los beneficios de sus otros
dos negocios los usaba para abastecer los negocios y cubrir
los gastos del hogar. La comida principal de la familia era la
misma que cocinaba a diario para sus negocios de almuerzos,
y las mercancías que compraba para la tienda se usaban tam-
bién para el consumo familiar.
Un año después, Florentina tomó un segundo préstamo de
ADOPEM (RD$8.000) y compró material de construcción.
Su esposo construyó otras dos habitaciones. Cada habitación
se alquiló por RD$800. Los ingresos mensuales totales
provenientes del alquiler alcanzaban los RD$3.700 (RD$500
+ RD$800 + RD$800 + RD$800 + RD$800 = RD$3.700). Es
importante tener en cuenta que en ese momento, la gran
mayoría de los gastos del hogar se pagaban con el negocio
de los almuerzos y la tienda, y no con los ingresos de las
propiedades de alquiler. Estos últimos ingresos se destina-
ban a pagar el préstamo de ADOPEM y el crédito que tenía
en la ferretería para material de construcción. Con el dinero
que sobró, Florentina continuaba invirtiendo en material de
construcción para nuevas habitaciones. En esos momentos,
su esposo tenía 67 años y su capacidad de ganar dinero fuera
de la casa había disminuido. Continuaba ganando algo de
dinero, pero sus esfuerzos se concentraban en la construc-
ción de propiedades de alquiler en el complejo familiar.
En 1999, Florentina recibió su tercer préstamo de ADOPEM
(RD$15.000), y en el año 2000 pidió otro de RD$25.000. El
segundo préstamo lo usó para construir un baño dentro de
la vivienda principal y para comprar una radio para la familia.
En 2001, Florentina pidió un quinto préstamo a ADOPEM
(RD$40.000) y cons-
truyó una casita de
dos habitaciones
detrás de la vivienda
familiar. Alquilaron
cada una de las
habitaciones por
RD$900. En aquella
época, la casa de
madera producía
La vivienda original de la familia,
ahora alquilada
Vivienda de la familia (1º piso) más
unidades de alquiler
Habitación de alquiler en la
segunda planta
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RD$900, así que los
ingresos mensuales
totales de alquiler
ascendían a RD$5.900
(RD$900 + RD$1.600 +
RD$1.600 + RD$1.800
= RD$5.900). Como
de costumbre, usaba el
alquiler para pagar el
préstamo de ADOPEM
y sus deudas en la ferretería. También utilizaba parte de este
dinero para pagar el crédito en la tienda de productos alimen-
ticios que abastecía su negocio de almuerzos y su tienda.
Entonces, decidió cerrar parte del porche delantero y
trasladar la tienda allí. Este era un buen lugar, ya que la
parte delantera de la casa está situada en una vía pública
muy concurrida. Su hija consiguió trabajo en el banco y
también empezó a contribuir a los gastos de la casa, o bien
dándole dinero a Florentina directamente o pagando el
teléfono y otras facturas. Su hija también empezó a ahorrar
para comprar su propia casa, pero continuaba viviendo en
casa de Florentina mientras tanto. En 2001, Florentina
comenzó a vender ropa a los empleados de la misma
compañía donde vendía los almuerzos. Pensaba que iba a un
buen negocio, pero desgraciadamente no lo fue y tuvo
quedejarlo en 2002.
En 2002, Florentina tomó prestados RD$60.000 de
ADOPEM y otros RD$20.000 de un colega abogado, con el
fin de construir dos habitaciones: una para alquilar, de
fachada comercial, y la otra, encima de la fachada comercial,
de alojamiento. Todavía debía a ADOPEM RD$13.000 del
préstamo anterior, y ADOPEM dedujo este monto de los
RD$60.000. Cuando se realizó la entrevista de WWB (25 de
marzo de 2003), la fachada comercial se había completado y
alquilado desde enero por RD$3.000 al mes, y el esposo de
Florentina estaba acabando el suelo de la habitación de arri-
ba. Los ingresos que esperaban de esa
habitación eran RD$1.500.
Florentina pudo pagar a su abogado la
mayor parte de los RD$20.000 rápida-
mente, ya que consiguió alquilar la fachada
comercial y asegurar RD$21.000 por ade-
lantado del inquilino. Esta cantidad incluía
RD$9.000 del alquiler de tres meses (de
marzo a mayo); RD$9.000 de depósito y
una comisión inmobiliaria de RD$3.000.
Florentina todavía debe al abogado
RD$2.000 y comentó que le iba a pagar con
el alquiler de junio. Florentina ha contrata-
do a este mismo abogado para recaudar el
alquiler de todos sus inquilinos y le paga
una comisión del 10%.
Fachada comercial
Florentina: Crecimiento del Ingreso Mensual por Alquileres
Florentina: Aumento del Valor de la Propiedad
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Sus ingresos mensuales de alquiler en julio de 2003 serán de
casi RD$10.000. En palabras de Florentina, su “principal
negocio es construir propiedades de alquiler” y sus inver-
siones han sido muy rentables gracias al incremento de los
precios inmobiliarios en Santo Domingo. Hace cuatro años
le ofrecieron RD$1.300.000 por su inmueble; y en aquella
época, cuatro de los cuartos de alquiler y la fachada comer-
cial no habían sido construidos. En marzo de 2003, estimó el
valor total de su inmueble en RD$2.000.000 (aproximada-
mente US$90.000).
La hija de Florentina continúa contribuyendo al pago de los
gastos de la familia y dándole a su madre préstamos sin
intereses cuando los necesita. La madre de Florentina vive
en las afueras de Santo Domingo y Florentina le envía
dinero para ayudarla. En una visita reciente le dio RD$600.
El ritmo de la economía de la República Dominicana
disminuyó considerablemente en la segunda mitad de 2002,
y todavía en marzo de 2003 estaba experimentando momentos
difíciles. Esto ha debilitado el mercado inmobiliario y, como
consecuencia, Florentina se ha visto obligada a reducir el
alquiler de dos de sus propiedades. Del mismo modo, la
tienda tampoco está tan bien abastecida como el año pasado
y por primera vez no vende cerveza, un producto con un
gran margen de beneficio. Sus artículos principales son los
jugos de fruta caseros, las galletas, los
caramelos de menta y el pan. Tiene planes
de reabastecer la tienda cuando cuente
con dinero extra.
Objetivos Futuros
A Florentina le gustaría ir dejando su nego-
cio de almuerzos e inclinarse más por el
negocio de alquiler de propiedades como
fuente de ingresos para su vejez, cuando se
canse de trabajar.
“Cuando yo me siente que yo no puedatrabajar, que eté má vieja, a mí mepagan mi dinero de lo alquilere y com-pro mi comida y no paso hambre ¿No everdad?”
Por el momento, sin embargo, tiene planes
de ampliar su negocio de comidas convir-
tiendo su garaje en comedor y empleando a su hermana.
Los ingresos de este negocio pagan la mayoría de los gastos
de la familia. Su hijo, el padre de su nieto, le da dinero para
cubrir las necesidades del niño, pero cuando no tiene
dinero, Florentina usa el suyo. Florentina dice que quizá
pida otro préstamo a ADOPEM en 2004 para abastecer la
tienda. Opina que su esposo, que tiene 71 años, podría des-
cansar un poco y trabajar en la tienda. Además, está pensan-
do comprar un terreno en El Cibao, la zona donde vive su
madre.
Cuando le preguntan qué le llevó a ser empresaria,
Florentina afirma, entre otras cosas:
“Me gusta ganarme mi peso. No me guta que nadie me déun peso, me guta yo ganármelo”.
Florentina: Flujo de Recursos del Hogar
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CASO 2: BETHANIA CORDERO RODRIGUEZ
Perfil Personal
Bethania tiene 30
años y dos hijas y un
hijo pequeño. Vive
con ellos y su esposo,
que es profesor en Los
Alcarrizos, un barrio
de Santo Domingo.
Posee una serie de
negocios y es una
empresaria nata, ya
que prefiere invertir el dinero en vez de ahorrarlo.
“Tenía una [cuanta de ahorro] y lo saque, qué yo hago contener dinero guardado, entre más le entro al negocio másbien me va”.
Además de hacerse cargo de su familia y sus múltiples
negocios, Bethania va a la escuela los sábados para continuar
su educación secundaria. En estos momentos, está cursando
el segundo año. Sus tres hijos van a la escuela.
Historial Comercial
Organización de ROSCAs
En 1996, Bethania
comenzó a trabajar en
la Zona Franca, en
una fábrica de ropa.
Ganaba aproxima-
damente RD$2.000 al
mes. En 1997, empezó
a organizar ROSCAs
(SANes) con sus veci-
nos. Una de las más
recientes ROSCAs de Bethania servirá de ejemplo:
El día 26 de febrero de 2003, Bethania finalizó una ROSCA
que había contado con cinco participantes, cada uno de
los cuales contribuyó con RD$100 durante 60 días, el
equivalente a RD$6.000 cada uno o RD$30.000 para la
ROSCA completa. El pago era de RD$5.000 cada diez días
y la secuencia de pagos se determinaba por lote. Bethania,
como organizadora de la ROSCA, tenía derecho al primer
pago, así que pudo recaudar ese monto diez días después
de haber organizado la ROSCA. Obtuvo esta cantidad sin
haber contribuido a la ROSCA. Esos fueron sus honorarios
por organizar y administrar la ROSCA.
El 28 de marzo de 2003, Bethania finalizó otra ROSCA. Esta
fue por un monto más pequeño. Tenía cinco participantes
que contribuían RD$40 a diario durante 60 días, por un
total de RD$12.000. Los pagos también eran de RD$2.000
cada diez días. Bethania recibió el primer pago.
Normalmente organiza un par de ROSCAs al mismo tiempo
y lleva haciéndolo más o menos continuamente desde 1997.
Generalmente, ella va a recaudar los pagos de los
participantes, pero a
veces éstos le traen el
dinero a ella. Utiliza
los beneficios como
capital de inversión
para sus otros proyec-
tos empresariales y
para pagar cuotas de
préstamos a ADOPEM.
Venta de Ropa
En enero de 2000, Bethania se dio cuenta de que podía
ganar más dinero vendiendo ropa que trabajando en una
fábrica, así que decidió pedir su primer préstamo a
ADOPEM (RD$800). Combinó este dinero con el capital
que había acumulado organizando ROSCAs y abrió un com-
ercio que vendía pantalones vaqueros de moda, camisas
para adultos, prendas para niños y zapatillas de deporte.
Obtuvo muestras, las mostró en el vecindario y aceptó pedi-
dos de la gente. Con estos pedidos en mano, se fue a un
lugar cerca de la frontera con Haití, llamado Elias Piñas, y
compró mercancía por valor de RD$7.000. Obtuvo un ben-
eficio bruto de aproximadamente RD$4.000. Con los benefi-
cios, adquirió más mercancía y comenzó a incrementar el
volumen de sus compras. Empezó a pedir préstamos a
ADOPEM en una sucesión rápida para financiar este nego-
cio; su préstamo actual, solicitado en febrero de 2003, fue de
RD$20.000.
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Bethania Cordero Rodríguez
Oficina de ADOPEM, Los Alcarrizos
El vecindario de Bethania, Los Alcarrizos
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Para abril de 2003, compraba mercancía cada dos semanas,
por un valor aproximado de RD$5.000 y la vendía por
RD$8.000, obteniendo al mes un rendimiento estimado de
inversión del 40%.
Préstamo de Dinero
Hacia finales de 2000, Bethania decidió dedicarse a prestar
dinero, añadiendo así otro negocio a su cartera. Según ella
misma afirma:
“Pa yo tener el dinero parado, mejor estoy prestando a rédito”.
Para disminuir el riesgo, Bethania prestaba montos
relativamente pequeños, por ejemplo, RD$500, RD$1.000 y
RD$2.000, a corto plazo (menos de tres meses y a menudo
sólo dos semanas) y únicamente a gente conocida. Les
cobraba la tasa de interés vigente, 20% cada dos semanas, el
equivalente al 40% al mes. Prestaba dinero no sólo a sus
vecinos, sino también a algunos colegas de su esposo, que a
menudo necesitaban préstamos de relleno para cubrir perio-
dos de necesidad a lo largo del mes, puesto que les pagaban el
15 y 30 de cada mes. Su esposo la ayudaba en esta actividad de
prestar dinero. Continuó ampliando sus relaciones y mejoran-
do su reputación de persona de confianza. Los prestamistas
particulares comenzaron a ofrecerle préstamos, pero ella dice:
“A mí sólo me interesa el Banco (ADOPEM); ¿por qúe voya coger dinero de ellos, si yo estoy también prestando?”
Recaudación de Depósitos
Hace dos años Bethania emprendió otro
negocio de “gestión de capital”, esta vez
como recaudadora de depósitos para com-
erciantes locales. El mecanismo funciona de
la siguiente manera:
El comerciante viene a la casa de Bethania
todos los días y le entrega RD$200 para que
los guarde. Hace esto durante 60 días y tran-
scurridos los 60 días, Bethania le da
RD$10.000, obteniendo un beneficio de
RD$2.000.
Bethania tenía tres clientes en abril de 2003,
así que obtendrá un beneficio bruto de
RD$6.000. A petición de algunos de sus
clientes, también está pensando comenzar
una recaudación de depósitos de dos semanas.
Cuidado de Niños
A principios de 2003, Bethania empezó a cuidar del hijo de
una vecina todos los días, de 8 de la mañana a 3 de la tarde,
por lo que cobra RD$1.000 al mes. Cuando sale a comprar
artículos para su negocio de ropa, deja al niño con otra vecina.
Es importante recordar que en el hogar de Bethania existen
otras dos fuentes de ingresos: el salario de profesor de
su esposo (RD$5.000 al mes) y lo que gana usando su moto-
cicleta como taxi por las noches (alrededor de RD$200 al
día).
En abril de 2003,
Bethania estimó que
había prestado
aprox imadamente
RD$10.000 y poseía
un capital adicional
de RD$25.000. No
tenía una cuenta en el
banco. Tenía el
dinero en casa y no
tenía intención de
abrir una cuenta de ahorro. Como ella misma dice:
“El que está negociando nunca tiene el dinero guardado”.
Hijo de Bethania
Bethania: Flujo de Recursos del Hogar
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Objetivos Futuros
A Bethania le encantan los negocios y dice que le gustaría
abrir una boutique o una tienda de mercancía general (col-
mado), después de conseguir suficiente capital. Su esposo
está pensando vender un terreno que heredó de sus padres
en el campo y usar ese dinero, junto con un préstamo de la
Cooperativa de Profesores a la cual pertenece, para comprar
una casa.
CASO 3: VÍCTOR DE LA CRUZ MORENO
Perfil Personal
Víctor tiene 36 años,
lleva casado 14 años y
tiene 5 hijos de
edades comprendidas
entre los 2 y los 12
años. Se crió y vive en
Sabana Perdida, uno
de los barrios más
pobres de Santo
Domingo. Es un
empresario exitoso, con una actitud muy positiva frente a la
vida, y le encanta la familia. De hecho, según él mismo afir-
ma, su pasatiempo favorito consiste en:
“Mi diversión favorita e yo llenar mi vehículo con mi familiay coger a un río, a coger aire. El cual nos llevamo la comi-da cocinada de la casa y allá comemo y no pasamo un díaentero por allá. Pasamo un día feliz de la vida”.
Víctor se preocupa por su comunidad. Es miembro activo de
la Cámara de Comercio de Sabana Perdida, trabaja de
facilitador en una organización de base de desarrollo comu-
nitario, llamada Unión de Desarrollo para el Progreso, y es
promotor de salud.
De origen humilde, a Víctor le ha ido muy bien. Comenzó su
vida laboral como recaudador de pagos para la municipalidad.
Después trabajó en el muelle, de guarda, esperando poder
colarse algún día de polizón en un barco portacontenedores
y buscar una vida mejor en alguna otra parte. Cuando llegó
el momento, Víctor dice que le dio miedo, así que olvidó
esta idea. Siempre le había gustado la mecánica, así que
comenzó a trabajar en un taller, pero con el tiempo lo dejó
porque no le gustaba ensuciarse tanto.
Historial Empresarial
Negocio de Ventanas y Puertas
En 1994, a la edad de
29 años y con dos
hijos, Víctor decidió
entrar de aprendiz en
un taller que fabrica-
ba ventanas y puertas.
Trabajó allí 8 meses
gratis y mantenía a su
familia conduciendo
un taxi por la noche.
Alquilaba el carro por RD$200 la noche y sólo ganaba
RD$250. El, su esposa y los dos bebés vivían de arroz y, a
veces, huevos. La casa en la que vivían era de su madre.
Víctor y su familia todavía viven allí.
Por fin, Víctor tuvo suerte cuando su tío decidió jubilarse y
dejarle el taller de ventanas y puertas. Su tío calculó que los
materiales y el equipo del taller estaban valo-rados en
RD$30.000 y le concedió a Víctor un préstamo sin intereses,
que podía pagar poco a poco. El alquiler en aquella época
costaba RD$2.500 al mes; una vez que cubrió sus gastos,
comenzó a reinvertir los beneficios. La primera máquina
que compró fue una pistola de pintar por RD$650. Compró
su primer automóvil (uno muy antiguo) un año después y lo
usó para su negocio de puertas y ventanas durante el día, y
7
Víctor de la Cruz Moreno
Taller de puertas y ventanas
Victor: Beneficio Neto Mensual(marzo 2003)
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de taxi por la noche, mientras continuaba invirtiendo en su
negocio y comprando maquinaria para el taller.
En 2000, Víctor solicitó un préstamo por RD$25.000 a
ADEMI y lo usó como capital circulante. En agosto del
mismo año, tomó su primer préstamo de ADOPEM
(RD$10.000) y compró un generador de electricidad.
Cuatro meses después, en diciembre, recibió su segundo
préstamo de ADOPEM (RD$15.000) y lo combinó con unos
ahorros para comprar un segundo automóvil que le costó
RD$40.000. Vendió éste ocho meses después por
RD$35.000. Pidió otro préstamo de RD$22.000 a ADOPEM,
una vez más lo combinó con ahorros y compró otro
automóvil por RD$53.000. Durante los siguientes 18 meses,
compró varias máquinas para su negocio: una soldadora por
RD$5.000; una pulidora por RD$4.500; un taladro por
RD$5.500; y dos compresores por RD$8.000 y RD$3.500,
respectivamente. Todos estos artículos los pagó con benefi-
cios de su negocio.
En agosto de 2002, Víctor obtuvo su cuarto préstamo de
ADOPEM (RD$25.000). Usó ese capital para invertir en
propiedad inmobiliaria.
Por el momento, en 2003 Víctor ha comprado un taladro
por RD$5.500 y una máquina para pintar. Calcula que en
total posee aproximadamente RD$100.000 en maquinaria.
Sus ventas y beneficios varían de un
mes a otro, pero estima que sus benefi-
cios netos mensuales son RD$20.000.
Tiene algo de dinero en una cuenta
corriente en el Banco BHD para cubrir
gastos fijos del negocio cuando las ven-
tas son bajas. BHD le ha ofrecido prés-
tamos, pero dice que prefiere tener
préstamos de una sola institución al
mismo tiempo. Paga en efectivo todos
los materiales. Hace poco, Víctor ha
conseguido un contrato que le va a pro-
ducir unas ganancias de RD$75.000.
Tiene intención de usar ese dinero para
poner en marcha un segundo negocio
de venta de ropa y zapatos.
Negocio de Ropa y Zapatos
Víctor y su esposa han emprendido su nuevo negocio despacio
para que los dos puedan aprender a llevarlo; con el tiempo, su
esposa se hará cargo de él. Comenzaron en enero de 2003
comprando seis pares de zapatos por RD$100 cada uno y
vendiéndolos por RD$175 cada uno, obteniendo unos
beneficios de RD$450. Un par de semanas después, com-
praron ocho pares de zapatos a RD$800 y obtuvieron un
beneficio bruto de RD$600. En marzo de 2003, cuando se
realizó la entrevista de WWB, acababan de comprar 20 pares
y esperaban conseguir unos beneficios brutos de RD$1.500.
Su objetivo es abrir una tienda en mayo. Víctor calcula que
necesitarán aproximadamente entre RD$15.000 y
RD$20.000 en mercancía para empezar. Una vez que hayan
comprado a sus abastecedores durante dos o tres meses, pien-
san que podrán obtener crédito de 45 días para la mercancía.
Seguro Automovilístico
Víctor también vende seguros automovilísticos en su taller
de ventanas y puertas. Con esto, calcula que gana RD$20.000
en comisiones todos los años.
Propiedad Inmobiliaria
En 1998, Víctor recibió una donación de RD$500 de la
Asociación Campesinos Sin Tierra. Invirtió el dinero en un
terreno y construyó una pequeña casa de madera que man-
Victor: Flujo de Recursos de Hogar
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tenía vacía. En el año 2002, vendió el terreno por
RD$30.000. Entonces, compró otro terreno por RD$10.000
y trasladó la casa de madera del primer terreno al segundo.
El traslado le costó RD$1.500, por lo que obtuvo un benefi-
cio neto de RD$18.500 en la transacción completa.
(RD$30.000 -- RD$10.000 -- RD$1.500 = RD$18.500).
Todavía está esperando el título de la propiedad del terreno
pero, cuando lo reciba, tiene intención de registrarse como
dueño junto con su esposa.
En julio de 2002, Víctor compró un terreno mucho más
grande, por el que pagó RD$70.000. Lo pagó de tres
maneras. Tenía RD$35.000 ahorrados, acumulados de los
beneficios de su negocio de ventanas; pidió RD$25.000 a
ADOPEM (su cuarto préstamo); y finalmente, la persona
que le vendió el terreno, le prestó RD$10.000 sin intereses.
En septiembre de 2002, comenzó a construir el primer piso
de un edificio de 50 metros cuadrados, gastó RD$48.000
para instalar un tejado de cemento. Dividió el edificio en
dos fachadas comerciales. Para esta construcción, pidió
prestados RD$20.000 a su madre y RD$20.000 a su prima.
Ambos préstamos son sin intereses. También se aseguró un
adelanto de RD$30.000, de un negocio de lotería que ha
alquilado una de las fachadas comerciales. Cuando este
inquilino se mude, le adelantará otros RD$90.000 de alquiler,
que usará para pagar a su madre y su prima. Utilizará el resto
para montar el negocio de ropa y zapatos.
Víctor tiene el título de propiedad de este inmueble y está
registrado a su nombre y al de su esposa.
Objetivos Futuros
Víctor tiene la intención de consolidar el negocio de ropa y
zapatos, del que se encargará su esposa, en el segundo local
comercial de su nuevo edificio. También tiene previsto cons-
truir un apartamento en el segundo piso del edificio en el
que vivirá la familia. Hasta marzo de 2003, la principal
fuente de ingresos de la familia era el negocio de ventanas y
puertas. Los beneficios de este negocio pagan todos los
gastos de la casa (comida, ropa, transporte). Según ilustra el
caso, también ha pagado las inversiones inmobiliarias y la
construcción.
Cuando le preguntan sobre el futuro, Víctor dice:
“¿Qué tiene que hacer un dueño de negocio? Todo lo díahay cosa más moderna, y uste tiene que ir modernizándoseporque hoy, actualmente, con lo que viene del futuro.Porque todo lo día vienen ventana nueva. Todo lo díavienen modelo nuevo. Todo lo día vienen accesorio nuevo.Entonce, uno tiene que irse modernizando con ese tipo deaccesorio que viene para el futuro. En el 2004, si Diosquiere, ya voy a tener mi local terminado, voy a tener unacasa de 2 plantas con techo hacia arriba, y voy a tener minegocio má grande, y con etabilidad, que la que tiene”.
CASO 4: ANA CELESTE GENAO RODRÍGUEZ
Perfil Personal
Ana Celeste tiene 41
años de edad y es dueña
de una tienda bien
abastecida de productos
alimenticios (colmado),
en una calle principal
concurrida de Santo
Domingo. Vive en un
apartamento encima de
la tienda con sus dos hijas adolescentes. Su hija mayor está
casada y ya no vive en casa. Ana Celeste vive con su familia
extensa. Su hermana y su madre viven en apartamentos sep-
arados y su hermano vive en la casa original de la familia, la
de madera. Todos los inmuebles pertenecen a su madre,
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Victor: Patrimonio(marzo 2003)
Ana Celeste Genao Rodríguez
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incluso otro más, ubicado en la parte delantera del complejo
familiar. Ella atribuye su éxito a una serie de factores:
“Mi mamá me ha ayudado mucho; mis hijas; y El Bancode la Mujer (ADOPEM) también”.
Ana Celeste enviudó a los 23 años, cuando su hija menor
tenía sólo cuatro meses. Cuando falleció su esposo, volvió a
la casa de sus padres. Su hermano y su hermana también
vivían allí. Era una pequeña casa de madera. Su familia la
ayudó económicamente durante los dos años que asistió a la
universidad para estudiar contabilidad. Después de la univer-
sidad trabajó en un negocio de exportación de licores como
contable. Su tío era dueño de una pequeña tienda de pro-
ductos alimenticios en el mismo terreno que vivía la familia,
pero no le iba muy bien.
Historial Empresarial
Tienda de Productos Alimenticios
En 1988, una tía de
Ana Celeste que vivía
en Nueva York en
aquella época, la
animó a que se hiciera
cargo de la tienda de
su tío y le prestó
RD$3.000 sin intereses.
Ella usó el dinero para
pagar a su tío el inven-
tario existente. En la tienda había un refrigerador y un con-
gelador que pertenecían a su madre y ella siguió usándolos.
Poco a poco fue agrandando el negocio. Tomó su primer
préstamo de RD$20.000 de ADEMI y lo utilizó para financiar
la construcción de una casa de cemento de dos pisos que
pertenecía a su madre. Se las arregló para pagar el préstamo
con los beneficios de la tienda. Ese mismo año obtuvo un
préstamo de ADEMI (RD$30.000), con el que compró un
generador eléctrico y un toldo para su tienda.
En 1999, Ana Celeste tomó el primer préstamo de ADOPEM
(RD$10.000) para construir estantes en la tienda y adquirir
inventario.
El negocio fue mejorando y poco a poco modernizó el
equipo y el inventario. Adquirió parte del equipo con
créditos de los provee-
dores. Por ejemplo, el
armario mostrador de
jugos de fruta costaba
RD$26.000, pero ella
sólo le pagó al dis-
tribuidor RD$3.000
inicialmente y el resto
lo pagó en mensuali-
dades posteriores sin
intereses. Lo mismo ocurrió con el congelador de cerveza,
por el que pagó RD$3.000 al principio y el resto en mensuali-
dades sin intereses.
Ha combinado créditos de ADEMI y ADOPEM, así como
beneficios de su negocio, para financiar la construcción de
su apartamento. Además tomó otro préstamo de ADEMI
(RD$50.000) para ayudar a pagar la construcción de su
apartamento. Con su segundo préstamo de ADOPEM, en el
año 2000, pagó las ventanas.
Su tercer préstamo de ADOPEM, de noviembre de 2001, fue
de RD$25.000, del cual usó RD$20.000 para abastecerse de
cerveza (uno de los artículos de la tienda con el margen de
bene- ficio más alto) y RD$5.000 para la compra de una com-
putadora para su hija. Además, pidió un préstamo
(RD$15.000) a una organización que se llama PROMIPYME,
para comprar la computadora. Su préstamo más reciente de
ADEMI fue por RD$100.000, que utilizó para comprar
mobiliario para su hogar.
Ana Celeste ahorra y tiene tres cuentas de ahorro: dos en
bancos y una en una asociación. Tiene un saldo muy bajo en
cada una de las cuentas. No las usa por los costos que impli-
ca el traslado a
las instituciones
y porque dice
que la alta tasa
de inflación
supone que el
dinero en las
cuentas de ahor-
ro pierde su
valor.
El colmado de Ana Celeste
Locales de alquiler de la mamá de Ana Celeste
Casa de madera original
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Ana Celeste ha toma-
do dinero prestado de
prestamistas particu-
lares tres veces, cada
vez RD$10.000, y siem-
pre para emergencias.
Una de estas veces
pidió dinero para un
amigo que tenía prob-
lemas para pagar su
automóvil. Su último
préstamo, por valor de RD$10.000, fue en 2001, lo tomó de
Presta Fácil y lo pagó a plazos de RD$870 durante 15 sem-
anas = RD$13.050. Su tienda, que es bien conocida en la
comunidad y genera ventas diarias en efectivo, la hace espe-
cialmente atractiva para los prestamistas particulares.
Su única fuente de ingresos es la tienda. Ha usado estos
ingresos para criar a sus tres hijas y construir su apartamen-
to. Aunque el inmueble pertenece legalmente a su madre,
le paga alquiler sólo por la planta baja, donde está situada la
tienda, y no por el apartamento de arriba. Con el tiempo, Ana
Celeste espera heredar el inmueble de su madre.
Abre la tienda por la mañana temprano y generalmente la
cierra alrededor de las 11 de la noche. Normalmente, una
de sus hijas la ayuda todos los días entre las 2 y las 5 de la
tarde. La mayoría de los días puede tomarse un descanso,
pero los lunes y jueves va al mercado a comprar verdura y
grano. Su hija pequeña la ayuda por las noches.
La mayoría de los proveedores de Ana Celeste le traen los
productos a la tienda. El pan y el pollo los reparten a diario,
mientras que otros productos se reparten semanal o mensual-
mente. Tiene crédito de los proveedores para la mayoría de
los productos en su inventario, y el plazo varía de una sem-
ana a 30 días, dependiendo del producto. Ella también da
crédito a sus clientes.
Objetivos Futuros
Ana Celeste planea continuar aumentando su inventario y
diversificando los productos que ofrece en la tienda. Sin
embargo, no quiere convertir la tienda en supermercado
porque eso conllevaría trasladar la tienda a otro lugar y a ella
le gusta vivir y trabajar en ese vecindario, cerca de su familia
amigos y vecinos. Sus aspiraciones futuras consisten en
sustituir la vieja casa de madera por una de tres plantas, para
alquilar. Para este proyecto necesitará más préstamos. Su
negocio le ha dado mucha independencia a lo largo de los
años y eso le ha resultado muy importante.
“He sido celosa con el negocio; no me gusta depender denadie, me gusta depender de lo mío”.
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El colmado con su apartamento
en la parte superior
Ana Celeste: Flujo de Recursos de Hogar
Para mayor información, dirigirse a Inez Murray, Gerente del Departamento de Investigación de MercadoWomen's World Banking
8 West 40th Street, Nueva York, NY 10018, EEUUTel: (212) 768-8513 • Fax: (212) 768-8519 • E-mail: [email protected] • Sede en Internet: www.swwb.org
Todos los empresarios mencionados son clientes del Banco ADOPEM, una afiliada de Women's World Banking ubicada en la República Dominicana.
Estos estudios de casos fueron preparados por Inez Murray, Celina Kawas yMarla Gitterman, de WWB, con el apoyo de ADOPEM.
Les agradecemos a Bethania, Florentina, Víctor y Ana Celeste por compartir sus historias con nosotros.