189
UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES E.A.P. DE ARQUEOLOGÍA Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo Sangayaico, Huancavelica (1476 - 1570 d. c.) TESIS Para optar el Título Profesional de Licenciado en Arqueología AUTOR Jorge Alonso Rodríguez Morales ASESOR Arturo Ruiz Estrada Lima - Perú 2016

Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

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Page 1: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS

FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES

E.A.P. DE ARQUEOLOGÍA

Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

Sangayaico, Huancavelica (1476 - 1570 d. c.)

TESIS

Para optar el Título Profesional de Licenciado en Arqueología

AUTOR

Jorge Alonso Rodríguez Morales

ASESOR

Arturo Ruiz Estrada

Lima - Perú

2016

Page 2: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

i

Dedicado, con modestia exagerada, a la despectiva pero productiva crítica personal.

Page 3: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

ii

“En suma, no poseo para expresar mi vida, sino mi muerte.”

(Vallejo, C. “En suma no poseo para expresar mi vida”)

“'Twixt my house and thy house what talk can there be

Of headship or lordship, or service or fee?

Since my house to thy house no greater can send

Than thy house to my house -- friend comforting friend;

And thy house to my house no meaner can bring

Than my house to thy house -- King counselling King. “

(Kipling, R. “The Houses”)

Page 4: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

iii

Resumen

l presente trabajo investiga la presencia y permanencia en el tiempo de grupos domésticos

de élite en el sector B del sitio arqueológico de Viejo Sangayaico (Huancavelica-Perú),

durante los periodos Horizonte Tardío y Colonial Temprano (1476 – 1570 d.C.). Para esto, nos

hemos valido del análisis concienzudo del registro arquitectónico y artefactual obtenido en las

excavaciones de dos residencias domesticas: las estructuras XIX y XII.

Ya que creemos que la presencia de jerarquías de élite en el registro arqueológico se ven

reflejadas en el acceso diferencial a cierto tipos de bienes de gran valor material o simbólico (Paynter,

1989), nuestros análisis se centraron en el reconocimiento de este tipo de indicadores en el registro

arqueológico. Por lo tanto, nos hemos enfocado en indicadores arquitectónicos de élite como la

ubicación de las estructuras, acceso a zonas importantes, área ocupada, privacidad y calidad de la

mampostería. De igual manera, al analizar el material artefactual, nos centramos en la naturaleza

cuantitativa y cualitativa de los artefactos hallados dentro de las estructuras.

Es así como la evidencia arqueológica nos indica que ambas estructuras fueron ocupadas de

manera continua a lo largo de los periodos Horizonte Tardío y Colonial Temprano. Los resultados

de nuestros análisis también nos permiten argumentar como, durante el Periodo Horizonte Tardío,

los grupos domésticos que habitaron las estructuras XIX y XII, poseyeron una jerarquía de élite

asociada a la administración incaica del asentamiento.

De igual manera, argumentamos como durante el Periodo Colonial Temprano, ambas grupos

domésticos se vieron envueltos en constantes negociaciones con las nuevas elites españolas y como,

valiéndose de distintas estrategias políticas, buscaron mantener su jerarquía al interior de un nuevo

contexto de cambios y oportunidades.

Finalmente, dentro del gran escenario de la colonia en los Andes, vemos como las élites que

dominaron Viejo Sangayaico desde el sector B buscaron adaptarse de múltiples formas a la

presencia europea y al nuevo orden económico y social. Algunos de estos grupos optaron por

aferrarse a un pasado y materialidad de nobleza andina, mientras que otros, optaron por la

aceptación y colaboración con el régimen colonial.

E

Page 5: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

iv

Abstract

he following work addresses the presence and permanence of elite households in Viejo

Sangayaico (Huancavelica, Peru) during the Late Horizon and Early Colonial periods

(1470-1570 AD). For this, we have analysed the stratigraphic, architectural and artefactual data

obtained from the excavations of two household residencies: structures XIX and XII.

We believe that the presence of elite households in the archaeological record is reflected in

their differential access to certain types of goods of great material and symbolic value, in comparison

with commoner households (Paynter, 1989). Our analysis focuses on the recognition of possible

indicators of social status in architecture and artefactual assemblages, these include: intrasite

location of the residences, size of the structures and construction quality, as well as the quantity

and quality of the artefacts used by the domestic groups.

The archaeological evidence indicates that both, structures XIX and XII, were occupied

continuously over the Late Horizon period and the Early Colonial period. The results of our

analysis also allow us to argue that, during the Late Horizon Period, the domestic groups that

inhabited structures XIX and XII, possessed an elite hierarchy related to the Inca administration of

the settlement.

In addition, we argue that during the Early Colonial Period, the domestic groups that inhabited

structures XIX and XII were involved in ongoing negotiations with the new Spanish elites, and

how, using different strategies, they were able to maintain their elite hierarchy during a complex

moment of change and opportunity. These strategies involved collaboration with the colonial

administration, as reflected in a the quantity and quality of artifacts consumed by the domestic

group that inhabited the Structure XII, and, in the case of the inhabitants of the Structure XIX, a

clinging to old Andean nobility reflected in the form a continuous use of Inca style pottery well

after the collapse of the empire.

T

Page 6: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

v

Agradecimientos

a presente tesis es producto de un año de trabajo ininterrumpido (y muchos meses de

espera), tanto en campo como en gabinete. Durante este tiempo tuve la suerte y la alegría

de poder trabajar con personas cuyo aporte y soporte han sido, finalmente, las columnas de mi

trabajo. Estas breves líneas (sé que no se sorprenderán) son para Uds.

Las excavaciones en Viejo Sangayaico se enmarcaron dentro del One River Project de la

Universidad de Cambridge (Reino Unido), y fueron auspiciadas por el Leverhulme Trust y Don

Alberto Benavides. Sin el auspicio y patrocinio de estos, la presente investigación no hubiera sido

posible. Así mismo, durante la temporada 2013, las excavaciones en SAN1 estuvieron bajo la

dirección de Oliver Huamán y Kevin Lane. A ambos les agradezco por su confianza y amistad, así

como por las discusiones y revisiones a esta tesis.

De igual manera debo agradecer al Dr. Arturo Ruiz Estrada quien, como asesor de mi tesis,

ha brindado una valiosa guía y acertados comentarios a este trabajo. De igual manera extiendo mis

agradecimientos a los miembros del jurado Dres. Alberto Bueno, Luisa Díaz y el Lic. Daniel

Morales.

El equipo de excavación del PIACI estuvo conformado por un grupo de calificados

arqueólogos, estudiantes y profesionales, tanto peruanos como extranjeros: José Tumbalobos, Lady

Santana, Daniel Mayta, Angie Cerón, Angélica López, Diana Acosta, Luis Coll, Agathe Dupeyron,

Bethany Whitlock y Roisin Beck. A todos ellos les agradezco por su entusiasmo y trabajo duro.

Especiales gracias a aquellos colegas que no formaron parte del proyecto pero cuyo apoyo en

distintos aspectos han sumado de sobremanera a esta investigación. A Manuel Mamani por su

ayuda en identificar el material óseo; a mis amigos y colegas Samuel Querevalú e Irvin Navarro por

darse el trabajo de leer y comentar mi tesis, sé que agradecieron las pocas páginas; a Megan Allen

por corregir mí oxidada escritura en inglés y compartir conmigo su experiencia de tesis en el

extranjero, la cual, no difiere mucho con la sanmarquina. Así mismo extiendo mis agradecimientos

a aquellos compañeros que, aunque entusiastas y deseosos por comentar esta tesis, fueron

finalmente abatidos por el peso jornal diario.

L

Page 7: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

vi

Agradezco a Jhusty Domínguez por las correcciones, lecturas, debates, dibujos, fotos, paciencia

y tantas cosas. Para ti: “I have spread my dreams under your feet…”

Finalmente, pero no menos importante, un muy especial agradecimiento a mi amigo y colega

George Chauca, director del PIACI Temporada 2014, quien no solo me animó a trabajar con el

material de las excavaciones, sino que dedicó constantemente su tiempo, guía y esfuerzo a esta tesis

y, sin los cuales, no me encontraría escribiendo las presentes líneas.

Page 8: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

vii

Tabla de Contenidos

Resumen /Abstract iii

Agradecimientos v

Tabla de contenido vii

Lista de figuras x

Lista de gráficos xiii

Lista de tablas xiv

Capítulo 1: Introducción

1

1. El PIACI y el sitio arqueológico Viejo Sangayaico: una breve presentación 2

1.1 El Proyecto de Investigación Arqueológica Cuenca de Ica (PIACI)

1.2 El sitio arqueológico Viejo Sangayaico (SAN 1) descripción breve

2

2

2. Trasfondo de las investigaciones 3

3. Perspectiva Teórica 4

4. Estructura de la disertación 5

Capítulo 2: La Investigación: problemas, preguntas, hipótesis y objetivos

9

1. Problema

2. Preguntas de Investigación

3. Hipótesis

4. Objetivos de Investigación

9

9

10

11

Capítulo 3: Marco Teórico: La Arqueología de lo domestico

1. Arqueología de la Unidad Domestica

2. La Unidad Domestica de élite: definición e identificación

3. Sumario

12

13

15

22

Capítulo 4: Arqueología e historia en Huancavelica

1. Huancavelica prehispánica, el Intermedio Tardío

2. Huancavelica prehispánica, el Horizonte Tardío

3. Huancavelica colonial, arqueología e historia

4. Sumario

23

24

29

33

38

Capítulo 5: Excavaciones en Viejo Sangayaico

41

1. El sitio arqueológico Viejo Sangayaico

1.1 Terminología y sectorización

42

42

2. Excavaciones en SAN1B temporada 2014 49

2.1. Metodología de excavación 49

3. Resultados de la excavación: La Estructura XIX 51

3.1 Estratigrafía y estratificación 52

3.2 Análisis arquitectónico 58

4. Resultados de la excavación: La Estructura XII 64

4.1 Estratigrafía y estratificación 66

Page 9: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

viii

4.2 Análisis arquitectónico 67

5. Sumario 74

Capítulo 6: Análisis del material cultural

1. Metodología del análisis del material cultural

2. Estilos cerámicos de las estructuras XIX y XII

2.1 La Estructura XIX

2.2 La Estructura XII

3. Actividades en las estructuras XIX y XII

3.1 La Estructura XIX

3.2 La Estructura XII

4 Características de los bienes usados y consumidos dentro de las estructuras XIX y XII

4.1 La Estructura XIX

4.2 La Estructura XII

5. Sumario

77

78

79

79

88

96

96

101

107

107

110

115

Capítulo 7: Discusión 118

Capítulo 8: Conclusiones 132

1. Sobre la ocupación de las estructuras XIX y XII 132

2. Sobre la cronología de los momentos de ocupación de las estructuras XIX y XIX 133

3. Sobre el carácter arquitectónico y funcional de las estructuras XIX y XII 133

4. Sobre el estatus jerárquico de los habitantes de las estructuras XIX y XII 134

5. Direcciones futuras 132

Bibliografía 137

Apéndice Apéndice 1

Anexos Anexo 1: Ficha de excavación PIACI

Anexo 2: Secuencias estratigráficas Y Matriz de Harris de las estructuras XIX y XII

1. Estructura XIX: Secuencia Estratigráfica

Estructura XIX: Matriz de Harris

2. Estructura XII: Secuencia Estratigráfica

Estructura XII: Matriz de Harris

Anexo 3: Criterio de análisis cerámico

Anexo 4: Inventario material cerámico diagnostico

1. Estructura XIX

2. Estructura XII

Anexo 5: Laminas

Lamina 1

Lamina 2

150

150

151

151

152

152

155

156

161

162

163

163

166

169

170

171

Page 10: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

ix

Lamina 3

Lamina 4 172

173

Page 11: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

x

Lista de Figuras

Figura 1: Ubicación de Viejo Sangayaico dentro del rectángulo rojo. (PIACI 2013).

7

Figura 2: Vista panorámica de Viejo Sangayaico, sectores B y D. (PIACI 2013).

8

Figura 3: Vista satelital (Google Earth) de Viejo Sangayaico que muestra la ubicación de

los distintos sectores del sitio. En rojo el sector B. (PIACI 2013).

8

Figura 4: Comparación entre conjuntos domésticos en dos asentamientos del Periodo

Intermedio Tardío. A la izquierda un sector del asentamiento Asto de Kuniare en

Huancavelica (Adaptado de Lavallée y Julien, 1983, Fig. 3) y a la derecha un sector del

asentamiento Wanka II de Tunanmarca en Junín (Adaptado de D’Altroy y Hastorf, 2001, pp. 126). Nótese como ambos asentamientos comparten semejanzas en su

distribución, aunque Tunanmarca carece de agrupamiento alveolar.

26

Figura 5: Formas y decoraciones de la cerámica Arqalla (Adaptado de Gonzales, 1992,

p.147-148.)

27

Figura 6: Tipos de asentamientos Asto clasificados con relación a la organización de su

hábitat (Adaptado de Lavallée, D. y Julien, M., 1983, p.54.)

28

Figura 7: Plano de los sectores A y B del sitio arqueológico Viejo Sangayaico, los Pozos

1 y 2 señalan la ubicación de las unidades de excavación al interior de las estructuras XII

y XIX respectivamente. (PIACI 2014).

45

Figura 8: Foto panorámica del sector A. Hacia la derecha los muros de la supuesta iglesia

rustica colonial. (Foto JARM).

46

Figura 9: Foto del interior de la supuesta iglesia colonial en el sector A de SAN1. (Foto

JARM

46

Figura 10: Foto panorámica del sector B de SAN1. (Foto JARM

47

Figura 11: Foto detalle del tipo de estructuras presentes en el sector B de SAN1. (Foto

JARM

47

Figura 12: Viejo Sangayaico sector D. (PIACI 2014).

48

Figura 13: Plano del sector B donde se indica la ubicación de las estructuras XII y XIX.

(PIACI 2014).

50

Figura 14: Dibujo de planta de la Estructura XIX. (PIACI 2014). 53

Page 12: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

xi

Figura 15: Detalle de interior de Estructura XIX previo a la excavación. Orientación sur

–norte. (PIACI 2014).

54

Figura 16: Detalle de interior de Estructura XIX previo a la excavación. Orientación

sureste-noroeste. (PIACI 2014).

54

Figura 17: Dibujo de planta de la Estructura XIX, final de excavación. Nótese el fogón

central y la laja de piedra al pie del muro norte, así como las concentraciones de ceniza.

(PIACI 2014).

56

Figura 18: Dibujo perfil oeste de la Estructura XIX. (PIACI 2014).

57

Figura 19: Estructura XIX, foto del piso expuesto, orientación sur a norte. En primer

plano y en la esquina izquierda el fogón central; en segundo plano al pie del muro y

hacia la izquierda vemos la laja plana de piedra. (PIACI 2014).

58

Figura 20: Foto detalle del aparejo del muro norte de la Estructura XIX. Nótese la

preferencia del uso de cantos grandes. (PIACI 2014).

59

Figura 21: Esquema que diagrama los caminos de acceso hacia y desde la Estructura XIX

con relación al resto del sector B. (PIACI 2014).

60

Figura 22: Foto detalle del fogón central en la Estructura XIX luego de ser excavado.

(PIACI 2014).

62

Figura 23: Foto detalle de la laja de piedra al pie del muro norte de la Estructura XIX y

del segundo fogón y concentración de ceniza. (PIACI 2014).

63

Figura 24: Dibujo de planta de la Estructura XII. (PIACI 2014).

64

Figura 25: Foto detalle Estructura XII previo a la excavación. Orientación noroeste-

sureste. (PIACI 2014).

65

Figura 26: Foto detalle Estructura XII previo a la excavación. Orientación oeste-este.

(PIACI 2014)

65

Figura 27: Foto del piso expuesto en la Estructura XII, orientación suroeste-noreste.

Nótese en la esquina superior derecha los muros que delimitan la banqueta. (PIACI

2014).

67

Figura 28: Dibujo planta Estructura XII, final de excavación. En la esquina superior

derecha la banqueta. (PIACI 2014)

68

Figura 29: Dibujo perfil norte Estructura XII. (PIACI 2014). 69

Page 13: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

xii

Figura 30: Detalle del aparejo del muro noreste de la Estructura XII. Nótese el uso de

piedras trabajadas de forma angular, así como el uso de pachilla. (PIACI 2014).

71

Figura 31: Esquema que diagrama los caminos de acceso hacia y desde la Estructura XII

(Pozo 1) con relación al resto del sector B. (PIACI 2014).

72

Figura 32: Detalle de la banqueta interior de la Estructura XI (PIACI 2014).

73

Figura 33: Arriba Estructura II durante la temporada 2013. Abajo algunos de los

hallazgos: izquierda una ofrenda de cerámica inca Provincial, derecha una cabeza de porra

inca. (PIACI 2013)

76

Figura 34: Cerámica Inca Provincial (arriba) y cerámica colonial (abajo), hallada sobre

el piso y dentro del fogón de la Estructura XIX. (PIACI 2014)

84

Figura 35: Cerámica del estilo Inca Provincial, Estructura XII. (PIACI 2014).

92

Figura 36: Arriba izquierda, base de cerámica con decoración inca de serpiente. Arriba

derecha, vasija estilo inca Provincial. Abajo centro, fragmento de cerámica colonial con

“engobe” crema. Estructura XIX. (PIACI 2014).

93

Figura 37: Esfera de piedra con evidencia de quema hallada sobre piso de la Estructura

XII. (PIACI 2014).

105

Figura 38: Aguja de cobre estañífero hallada en el piso interior de la banqueta (UE410)

Estructura XII. (PIACI 2014).

106

Figura 39: Instrumento de hueso hallado debajo de colapso de banqueta (UE406)

Estructura XII. (PIACI 2014).

106

Figura 40: Fragmento de vidrio hallado sobre el piso de la Estructura XIX. (PIACI 2014).

109

Figura 41: Cuentas de Nueva Cádiz Torcida (arriba) y Simple (abajo), Estructura XII.

(PIACI 2014).

113

Page 14: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

xiii

Lista de Gráficos

Grafico 1: Cantidad total de fragmentos diagnósticos y no diagnósticos registrados al

interior de la Estructura XIX

80

Gráfico 2: Distribución total de los fragmentos diagnósticos y no diagnósticos al interior

de la Estructura XIX con respecto a sus contextos

81

Gráfico 3: Cantidad total de fragmentos diagnósticos y no diagnósticos registrados al

interior de la Estructura XII.

88

Gráfico 4: Distribución de los fragmentos diagnósticos y no diagnósticos al interior de la

Estructura XII con respecto a sus contextos.

89

Gráfico 5: Distribución de las formas cerámicas registradas al interior de la Estructura

XIX con relación a su unidad estratigráfica de origen.

97

Gráfico 6: Distribución de las formas cerámicas al interior de la Estructura XII con

relación a su contexto estratigráfico.

102

Page 15: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

xiv

Lista de Tablas

Tabla 1: Tipo y distribución de los fragmentos diagnósticos utilizados como muestra para

los análisis morfológicos y estilísticos.

82

Tabla 2: Distribución contextual de los estilos cerámicos identificados en la Estructura

XIX.

83

Tabla 3: Porcentaje de estilos presentes al interior de la Estructura XIX.

86

Tabla 4: Tipo y distribución de los fragmentos diagnósticos de la Estructura XII utilizados

como muestra para los análisis morfológicos y estilísticos

90

Tabla 5: Distribución contextual de los estilos cerámicos identificados en la Estructura

XII.

90

Tabla 6: Porcentaje de estilos presentes al interior de la Estructura XII.

91

Tabla 7: Relación entre formas y acabado de superficie con relación a su contexto

estratigráfico.

98

Tabla 8: Relación del acabado de superficie en las vasijas abiertas y cerradas de la

Estructura XII.

103

Page 16: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

1

Introducción

a siguiente tesis examina el estatus jerárquico de élite de los grupos

domésticos que habitaron las estructuras XII y XIX, en el sector B del sitio

arqueológico Viejo Sangayaico (Huancavelica, Perú) durante los periodos Horizonte

Tardío y Colonial Temprano. Esta región de los Andes ha sido muy poco investigada

arqueológicamente, por lo que muchas cuestiones acerca del tema a tratar, aún deben

ser profundizadas.

Hemos puesto énfasis en entender las trasformaciones y permanencias de estas

categorías jerárquicas a través de un momento de grandes cambios y desarticulaciones

(así como de nuevas oportunidades sociales), como lo fue el período de transición

entre la desaparición de la administración inca y la aparición de la nueva

administración española. Basándonos en el análisis de los datos arqueológicos

obtenidos durante nuestras excavaciones, así como de un exhaustivo estudio

bibliográfico, argumentamos como estos grupos domésticos (Estructuras XIX y XII)

poseyeron un estatus jerárquico de élite durante el Horizonte Tardío y como,

valiéndose de distintas estrategias, lograron mantener esta jerarquía elevada durante

las primeras décadas de la colonia.

L

Page 17: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

CAPÍTULO 1: INTRODUCCIÓN _____________________________________________________________________________________________

2

1. El PIACI y el sitio arqueológico Viejo Sangayaico: una breve presentación

1.1 El Proyecto de Investigación Arqueológica Cuenca de Ica (PIACI)

Las investigaciones llevadas a cabo por el PIACI durante sus temporadas 2014 y

2015, contaron con el apoyo de la Leverhulme Foundation y la Universidad de

Cambridge del Reino Unido, bajo el rubro del proyecto “Changues in ancient water

and land-use along the Río Ica, South-central Andes”. El asesor científico del

proyecto PIACI es el Prof. Charles French de la Universidad de Cambridge,

mientras que los investigadores principales/directores fueron: Oliver Huamán

(UNMSM) durante la temporada 2013, George Chauca (UNMSM) en la

temporada 2014 y Kevin Lane (Cambridge) durante las temporadas 2013 y 2014.

A largo plazo, los objetivos del PIACI son estudiar y describir todos los sitios de

interés arqueológico en las cuencas de las nacientes del río Ica – Tambo, Santiago y

Olaya– hasta el cañón de Challaca, así como realizar una excavación limitada y

cuidadosa dentro de un número selecto de estos sitios con el fin de entender mejor

las trayectorias prehispánicas en el valle alto de Ica (Huamán y Lane, 2013, p. 9).

Para esto, durante el 2013 y 2014 se llevaron a cabo excavaciones en el sitio

arqueológico Viejo Sangayaico (SAN1), sectores A y B (Huamán y Lane, 2013;

Chauca y Lane, 2015). La presente tesis analiza los resultados obtenidos durante la

temporada 2014, cuando se realizaron excavaciones en el sector B de Viejo

Sangayaico.

1.2 El sitio arqueológico Viejo Sangayaico (SAN 1) descripción breve

El sitio arqueológico de Viejo Sangayaico se ubica a pocos minutos del pueblo

moderno de San Francisco de Sangayaico, en el Distrito de San Francisco de

Sangayaico, Provincia de Huaytará, Departamento de Huancavelica. Viejo

Page 18: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

CAPÍTULO 1: INTRODUCCIÓN _____________________________________________________________________________________________

3

Sangayaico o SAN 1, se ubica a una altura de 3625 m.s.n.m. sobre la parte alta de

los cerros que se levantan por encima del cauce del río Olaya, el cual es tributario

del río Ica (Figura 1). SAN 1 cubre un área de 19.5 ha y se encuentra divido en 4

sectores: el sector A que cuenta con un área de 0.75 hectáreas; el sector B con un

área de 3 hectáreas (SAN1B); el sector C tiene 3.4 hectáreas de área; y el sector D

posee 1.6 hectáreas de área. SAN 1 se encuentra rodeado de grandes extensiones

de terrazas agrícolas, parte de las cuales podrían tener un origen prehispánico

(Huamán y Lane, 2013, p. 7) (Figuras 2 y 3). En términos geográfico-ambientales,

SAN1 se expande a través de las zonas ecológicas Suni y Puna (Pulgar Vidal, 1946).

2. Trasfondo de las investigaciones

El ápice de los estudios arqueológicos en Huancavelica tuvo lugar a finales de los

años 1960 y durante la década de 1970. Trabajos seminales como los de Matos

(1958; 1959a; 1959b) y Lumbreras (1959a; 1959b), abrieron camino a estudios

mucho más amplios y complejos como los de Lavallée y Julien (1983).

Lamentablemente, y por trillado que suene, casi cincuenta años después, estos

trabajos siguen siendo el cuerpo principal de las investigaciones arqueológicas en

Huancavelica. Más aún, la gran mayoría de investigaciones se han centrado en el área

intermedia entre los departamentos de Junín y Ayacucho, es decir en las provincias

de Huancavelica, Acombamba, Tayacaja y Angaraes, dejando de lado zonas más

alejadas como las provincias de Castrovirreyna o Huaytará.

Durante el 2013 el Proyecto de Investigación Arqueológica Cuenca de Ica

(PIACI) llevo a cabo prospecciones a lo largo de la cuenca del rio Ica, identificando

una serie de sitios arqueológicos de diferentes períodos cronológicos entre los cuales

se encuentra el denominado sitio arqueológico Viejo Sangayaico. Análisis

superficiales de la arquitectura, disposición y presencia de material cultural, han

Page 19: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

CAPÍTULO 1: INTRODUCCIÓN _____________________________________________________________________________________________

4

permitido plantear que Viejo Sangayaico se trataría de un asentamiento arqueológico

con componentes de los períodos Intermedio Tardío, Horizonte Tardío y Colonial.

Excavaciones durante el 2013 y 2014 han permitido comprobar y replantear estas

aseveraciones.

3. Perspectiva Teórica:

Nuestra perspectiva teórica se centra en la Arqueología de las Unidades

Domésticas.

El término “Arqueología Doméstica”-traducción del inglés Household

Archaeology- aparece por primera vez en el seminal artículo de Wilk y Rathje (1982).

Para estos autores, la unidad doméstica o household, es: “el más común componente

social de subsistencia, el más pequeño y más abundante grupo de actividad” (ibíd.,

p. 618, la traducción es nuestra).

Ha sido argumentado que las unidades domésticas cumplen con una variedad

de actividades entre las que destacan: la producción, distribución, reproducción y co-

residencia (Wilk y Netting 1984; Wilk y Rathje 1982). Sin embargo, el estudio de las

unidades domésticas también ha abarcado cuestiones más allá del aspecto

económico, tocando temas como la trasformación y el flujo y reflujo de las sociedades

en evolución, cuestiones de género, y cuestiones de diferenciación y desigualdad

(Douglass y Gonlin, 2012: 8-13)

Es así, como se percibe que las unidades domésticas son locus dinámicos de

acciones repetitivas donde identidades personales e intereses económicos, sociales e

ideológicos se intersectan (Parker y Foster, 2012: 4). Los patrones de cultura material

producidos por estas unidades, son por lo tanto un reflejo de las interacciones

dialécticas entre grupos locales y procesos regionales. Al registrar estos patrones de

Page 20: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

CAPÍTULO 1: INTRODUCCIÓN _____________________________________________________________________________________________

5

ensamblajes artefactuales, de estilos y elementos arquitectónicos, etc. los arqueólogos

pueden distinguir las maneras en que las unidades domésticas se distinguen y crean

diferenciaciones sociales al interior de una comunidad (ibíd., 4). Dentro de este

marco teórico buscaremos entender las jerarquías sociales de élite al interior de

SAN1B, sus permanencias, trasformaciones y cambios.

4. Estructura de la disertación:

Nuestra tesis se encuentra organizada en 8 capítulos. El capítulo uno ha

introducido brevemente el sitio arqueológico Viejo Sangayaico, la perspectiva teórica

de la investigación así como nuestras preguntas de investigación e hipótesis. En el

capítulo dos presentamos el problema de la investigación, las preguntas de

investigación, la hipótesis y nuestros objetivos. .En el capítulo tres nos explayaremos

con respecto a la arqueología doméstica, presentando conceptos básicos y sobre todo,

explicando cómo lo doméstico puede acercarnos a entender diferencias sociales y

jerárquicas. El capítulo cuatro nos introduce en las investigaciones arqueológicas e

históricas llevadas a cabo en Huancavelica y que forman el marco referencial de

nuestro estudio; prestaremos especial atención a la arqueología doméstica durante

los períodos Intermedio Tardío y Horizonte Tardío, de igual manera nos

concentraremos en los testimonios históricos que hablen de las trasformaciones

políticas que las élites andinas sufrieron durante los primeros años de la colonia.

Habiendo establecido claramente nuestro marco referencial, el capítulo cinco está

dedicado a la presentación de los datos obtenidos durante las excavaciones de las

estructuras XIX y XII, exponiendo la estratigrafía, estratificación y el análisis

arquitectónico y espacial de cada una de las estructuras. El análisis de la evidencia

artefactual enfocado a la búsqueda de respuestas a nuestras preguntas de investigación

conforma el capítulo seis de esta tesis. La discusión en el capítulo siete busca

Page 21: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

CAPÍTULO 1: INTRODUCCIÓN _____________________________________________________________________________________________

6

responder las preguntas de investigación mediante el planteamiento y discusión de

nuestras interpretaciones. Por último, en el capítulo ocho expondremos nuestras

conclusiones en base a los datos obtenidos, de igual manera plantearemos propuestas

de investigaciones futuras.

Page 22: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

CAPÍTULO 1: INTRODUCCIÓN _____________________________________________________________________________________________

7

Figura 1: Ubicación del área de investigación. Arriba Viejo Sangayaico

en el rectángulo rojo. (PIACI 2013)

Vie

jo

San

gayaic

o

Page 23: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

CAPÍTULO 1: INTRODUCCIÓN _____________________________________________________________________________________________

8

Figura 2: Vista panorámica de Viejo Sangayaico , sectores B y D (PIACI 2013)

Figura 3: Vista satelital (Google Earth) de Viejo Sangayaico que muestra la

ubicación de los distintos sectores del sitio. En rojo el sector B. (PIACI 2013)

Sector D Sector B

Page 24: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

9

La Investigación: problemas, preguntas, hipótesis y objetivos

al como se ha visto en líneas anteriores, la escaza o casi nula cantidad de

datos arqueológicos concernientes al desarrollo de las élites locales en el

Distrito de San Francisco de Sangayaico durante el Horizonte Tardío así como las

transformaciones, continuidades y rupturas que estas élites soportaron durante el

período Colonial Temprano nos permite definir la problemática de nuestra

investigación.

1. Problema

Podemos decir entonces que nuestra investigación se estructura y planea con el

propósito de conocer el estatus social (élite/no élite) de los grupos domésticos que

residieron en las Estructuras XIX y XII de Viejo Sangayaico - Sector B. Ya que

entendemos que las jerarquías sociales, especialmente en contextos de cambios

bruscos como el que marcó la llegada española, no suelen ser estáticas, sino más bien

son fluidas y negociables, nuestro interés se centra en la identificación de las

jerarquías sociales de dos grupos domésticos en contextos de ocupación sumamente

diferentes, como lo son el del Tawantinsuyo y el de la Corona Española.

2. Preguntas de Investigación

Para abarcar el problema de investigación se buscara responder a las siguientes

T

Page 25: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

CAPÍTULO 2: LA INVESTIGACIÓN _____________________________________________________________________________________________

10

preguntas:

1. ¿Cuántas fases de ocupación tienen las estructuras XIX y XII?

2. ¿Cuál es la forma arquitectónica (materiales y acabados) de las estructuras XIX

y XII en cada una de sus fases de ocupación?

3. ¿Cuándo fueron ocupadas las estructuras XIX y XII?

4. ¿Qué estilos cerámicos están presentes en cada una de las fases de ocupación

de las estructuras XIX y XII?

5. ¿Cuál es el rango de actividades realizadas en las estructuras XIX y XII durante

cada una de sus fases de ocupación?

6. ¿Cuál fue la naturaleza, cualitativa, y tipo (vajilla cerámica, metales, etc.) de

los bienes materiales (locales o exóticos) que se consumieron o usaron por

parte de los residentes de las estructuras XIX y XII en cada una de sus fases

de ocupación?

7. ¿Cuál fue la jerarquía social de los grupos domésticos que ocuparon las

estructuras XIX y XII durante cada una de las fases de ocupación?

Nuestros acercamientos a la respuesta de estas preguntas tendrán como base el

análisis y contraste entre: las características arquitectónicas y de distribución espacial

de las estructuras XII y XIX, los contextos arqueológicos y el material artefactual

descubierto durante las excavaciones.

3. Hipótesis

Nuestra hipótesis refleja la problemática y las preguntas de investigación

planteadas previamente, siendo:

Page 26: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

CAPÍTULO 2: LA INVESTIGACIÓN _____________________________________________________________________________________________

11

En el sector B del sitio arqueológico Viejo Sangayaico (Huancavelica –Perú), las

estructuras XIX y XII poseen un carácter funcional doméstico, el cual se refleja en

sus características arquitectónicas y contenido artefactuales. Así mismo, estas mismas

características del registro arqueológico reflejarían como los grupos domésticos que

habitaron ambas estructuras, tuvieron y mantuvieron una jerarquía de elite a lo largo

de la ocupación de las mismas, es decir, durante los periodos Horizonte Tardío

(1476-1532 d.C.) y Colonial Temprano (1532-1570).

4. Objetivos de la investigación

Nuestros objetivos, con relación a las preguntas de investigación son:

1. Caracterizar el diseño arquitectónico (forma acabado y materiales) de las

estructuras XIX y XII en cada una de sus fases de ocupación.

2. Identificar los momentos de ocupación que tuvieron las estructuras XIX y

XII.

3. Identificar y caracterizar los estilos cerámicos utilizados por los residentes de

las estructuras XIX y XII en cada una de las ocupaciones definidas.

4. Identificar las áreas de actividad vinculadas a cada una de las fases de

ocupación de las estructuras XIX y XII

5. Caracterizar cuantitativa y cualitativamente los tipos de bienes consumidos

por los grupos domésticos que habitaron las estructuras XIX y XII en cada

una de sus fases de ocupación para así poder plantear la existencia de

diferencias o semejanzas jerárquicas sociales entre ambos grupos domésticos.

6. Identificar cambios y permanencias de las jerarquías (élite o no élite) en

ambos grupos domésticos con relación a las distintas fases de ocupación de

las estructuras ya mencionadas.

Page 27: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

12

Marco Teórico: La Arqueología de lo Doméstico

a humilde vivienda ha sido, durante los últimos años, foco de investigaciones

arqueológicas las cuales buscan entender una amplia serie de temas, tales

como lo son: la producción económica doméstica y el consumo de recursos, las

relaciones sociales entre habitantes, cuestiones de género e identidad, entre muchas

otras. Este renovado interés por la unidad doméstica, es producto de un énfasis en

el estudio de aquello que durante mucho tiempo fue visto como arqueología de

segunda categoría, es decir lo no monumental, lo simple, lo que no impacta los

sentidos o construye grandes premisas; en pocas palabras, el día a día. Salvando

cuestiones de semántica, podemos decir que la unidad doméstica y su contenido,

social y material, es el espacio social mínimo por naturaleza.

Estudiar en contexto a la casa y sus habitantes, ya sean mediante la excavación

de palacios de élite o de simples chozas de caña y barro, nos permite dilucidar una

serie de temas críticos para el entendimiento de cualquier sociedad. De hecho, el

objetivo de la arqueología de la unidad doméstica ha sido definido como el

entendimiento de la unidad social básica en una comunidad, con la presunción que

esta sea también la unidad básica de interacción económica y política (Nash 2009,

224).

L

Page 28: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

CAPÍTULO 3: MARCO TEÓRICO, LA ARQUEOLOGÍA DE LO DOMÉSTICO _____________________________________________________________________________________________

13

En el presente capitulo nos centraremos en como la arqueología doméstica es

capaz de revelar importante información acerca de la estructura de una sociedad,

específicamente, la existencia de jerarquías y diferencias entre distintas unidades

domésticas.

1. Arqueología de la Unidad Doméstica

La unidad doméstica o household es un concepto de origen

etnográfico/antropológico que ha hallado gran acogida e importancia en la

arqueología desde mediados de los años 1960, pero que alcanzó un gran desarrollo

teórico durante las décadas de 1970-19801 (p.ej. Ashmore y Wilk 1988; Bender

1967; Flannery y Marcus 1976; Kramer 1982; Manzanilla 1986; Netting, Wilk y

Arnould 1984; Wilk y Netting 1984; Wilk y Rathje 1982). Conceptos etnográficos

como los de familia y unidad doméstica, eran usados tanto por arqueólogos como

por antropólogos de manera indistinta y, usualmente, ambos conceptos se referían

al grupo de individuos que compartían una casa, sin preocuparse en las diferencias

entre unidades domésticas al interior de una sociedad, entre sociedades o entre

individuos al interior de una unidad doméstica (Kramer 1982: 664-665).

No sorprende entonces que una diferenciación entre ambos términos: familia y

unidad doméstica, fuera el primer paso en la búsqueda de definiciones más

apropiadas. El objetivo de esta separación entre los conceptos de familia y unidad

doméstica es el reemplazo de una unidad culturalmente definida (familia), por una

unidad analítica que pueda ser definida empíricamente en el registro arqueológico y

que pueda ser sujeta a comparaciones interculturales (Ashmore y Wilk, 1988; Wilk

y Netting, 1984).

1 Previo a los años 1970, los contextos domésticos fueron vistos como locus de recolección de artefactos para

propósitos de seriación cronológica y no como una unidad de estudios en si (Stanley y Hirth 1993, p.3)

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CAPÍTULO 3: MARCO TEÓRICO, LA ARQUEOLOGÍA DE LO DOMÉSTICO _____________________________________________________________________________________________

14

Ha sido argumentado que las labores llevadas a cabo por una unidad doméstica

son muy variadas, pudiéndose encontrar entre las más comunes: la producción, la

distribución, la transmisión, la reproducción y la coresidencia. Sin embargo, la

complejidad de labores, actividades y comportamientos que se dan al interior de una

unidad doméstica no solo están relacionadas con cuestiones de producción y

consumo, sino que se encuentran entrelazadas con la totalidad de la experiencia

social (Wilk y Rathje, 1982; Wilk y Netting, 1984).

Un problema importante que surge en todo estudio de unidades domésticas, está

relacionado con la posibilidad de aislar a una sola unidad doméstica en el tiempo.

Para Smith (1992) es imposible aislar los restos de una sola unidad doméstica.

Basándose en trabajos previos sobre sociedades agrarias, Smith (1987) sugiere el

concepto de “secuencia de unidades domésticas”, las cuales habitan una residencia

en un espacio de tiempo de más de una generación. Poco se puede asumir de las

sucesivas ocupaciones de una residencia. Cuestiones como continuidad o

variabilidad socioeconómica, por ejemplo, pueden estar enmascaradas por la

comprimida naturaleza de los depósitos arqueológicos (Ibídem.).

Tan importante como identificar a los artefactos que delatan actividades

humanas, es el identificar los procesos, naturales o humanos, por los cuales estos

artefactos aparecen en el registro arqueológico, ya que entender el origen de nuestros

datos permite interpretaciones coherentes y por ende, enriquece cualquier discusión

sobre los mismos.

LaMotta y Schifer (1999) presentan una síntesis de los múltiples procesos

culturales y no culturales relacionados a la historia de vida de una estructura

doméstica durante su ocupación, abandono y post abandono. Estos procesos son los

responsables de la creación de los ensamblajes de piso (“floor assemblages”) ya que

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CAPÍTULO 3: MARCO TEÓRICO, LA ARQUEOLOGÍA DE LO DOMÉSTICO _____________________________________________________________________________________________

15

se dan a través de toda la vida de una estructura y de acuerdo a sus características

pueden ser divididos en dos: la deposición de objetos y la remoción de objetos o la

prevención de que estos objetos sean depositados en su lugar de uso (LaMotta y

Schiffer 1999: 20).

Estos autores argumentan que, para el caso de las unidades domésticas y sus

pisos, el material depositado sobre estos y que conforma los ensamblajes de piso,

son usualmente deposiciones secundarias producidas durante el proceso de

abandono (LaMotta y Schiffer 1999: 25). A su vez, es asumido que durante el

abandono de un asentamiento se traslada aquellos bienes que, bajo un modelo de

“menor esfuerzo”, son más difíciles de reemplazar económicamente; sin embargo, no

todos los abandonos se dan de manera planeada y si sobre un piso se encuentran

bienes portables de alto valor, es seguro asumir que el abandono se dio de manera

rápida y no planificada. De igual manera, existen procesos de abandono ritual los

cuales pueden imitar otras formas de deposición cultural, especialmente la deposición

provisional o basura de facto, y en estos casos el modelo de menor esfuerzo en el

abandono no puede ser aplicado directamente (LaMotta y Schiffer 1999: 23-24).

Habiendo establecido como el registro arqueológico llega a materializarse,

pasaremos a explorar como la arqueología doméstica ha interpretado el registro

arqueológico en su búsqueda por establecer la existencia de jerarquías.

2. La Unidad Doméstica de élite: definición e identificación

Antropológicamente Salverda y Abbink (2013) proponen una definición del

término “élite” como:

“… un grupo relativamente pequeño dentro de una jerarquía social que pretende

y/o al que se les ha concedido poder, prestigio o comando con base en un número

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CAPÍTULO 3: MARCO TEÓRICO, LA ARQUEOLOGÍA DE LO DOMÉSTICO _____________________________________________________________________________________________

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de criterios públicamente reconocidos, y que busca preservar y atrincherar el estatus

así adquirido” (Salverda y Abbink, 2013: 1; la traducción es nuestra).

Actualmente el término “élite(s)”es generalmente aplicado a grupos funcionales

u ocupacionales que poseen un estatus alto (por cualquier razón) al interior de una

sociedad, y que a su vez están divididos en: aquellas minorías de élite que gobiernan

una sociedad y que realmente ejercitan el poder (la élite política) y aquellas élites que

están directamente involucradas en la lucha por poder e influencia pero que no

alcanzan el gobierno (la clase política) (Bottomore 1993: 7)

Al centro de lo que es una élite se encuentran, indudablemente, cuestiones de

desigualdad, estatus, jerarquía y rango. Desigualdad, tal como lo condensa Ames

(2007), está basada en las diferencias sociales o culturales que tienden a ser tratadas

como biológicas o inevitables por parte de una sociedad, es decir, son diferencias con

significados culturales y sociales, por lo que, al ser culturalmente relativas, operan en

diferentes niveles de sociedad a sociedad. Desigualdad social, entonces, es un

fenómeno universal que surge como una combinación de los procesos de desigualdad

y dominancia que llevan a ciertos grupos al poder (McGuire, 1983; Price y Feinman,

2010).2

Desde un punto de vista arqueológico las élites y los grupos no élites son visibles

en el registro a través de la cultura material, ya sean artefactos, ecofactos o

arquitectura. Así, el criterio para la diferenciación entre ambos tipos de grupos es el

2 Esta visión élite-céntrica del poder, sin embargo oculta, tanto el poder que existe en manos de aquellos miembros

no élites de una sociedad, como las negociaciones por el poder que las élites políticas llevan a cabo con la gente de

diferentes posiciones sociales y que a su vez legitiman su posición como élite (Joyce et al, 2001). No es solo cuestión

de ver el poder al interior de una sociedad como el simple antagonismo entre la élite y los de no élite, sino entender

que todas las personas activamente han creado un orden social mayor que la suma total de sus acciones (Pauketat,

2000).Una serie de interesantes análisis de las no élites (commoners) basados en sus propios términos y en sus

propias acciones puede ser encontrado en Lohse y Valdez (2004).

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CAPÍTULO 3: MARCO TEÓRICO, LA ARQUEOLOGÍA DE LO DOMÉSTICO _____________________________________________________________________________________________

17

de acceso diferencial (Paynter, 1989), es decir, partimos del supuesto que en

sociedades jerárquicas o de rangos existe un acceso desigual a ciertos recursos

materiales, así como a objetos de prestigio. Tal desbalance es arqueológicamente

medible y contable. Entonces, partiendo de la premisa anterior, los estudios sobre

las élites se concentran en diferentes tipos de evidencia arqueológica que muestren

el estado de desigualdad entre los habitantes de un asentamiento o una región. Entre

los más importantes métodos para estudiar estas relaciones de desigualdad se

encuentran: el análisis de la elaboración de los entierros, la arquitectura monumental,

parafernalia ritual y, por supuesto, la composición de las unidades domésticas.

Entre algunos de los más comunes marcadores de jerarquía o desigualdad, que

puedan identificar a una unidad doméstica de élite en contraste con otra de no-élite,

destacan la arquitectura de una vivienda, los patrones espaciales de los grupos de

viviendas y el acceso a ciertos tipos de material cultural.

Los patrones espaciales de distribución y las características arquitectónicas de las

unidades domésticas han sido usados para identificar la presencia de unidades

domésticas de élites al interior de un asentamiento. Es así como, al tratar de entender

las relaciones que estos grupos de “barrios de élite” tendrían con otros de menor

rango social, se ha prestado atención a indicadores como la distancia de separación

entre ellos y la distancia que los separa de los espacios públicos importantes (véase

Arnold y Ford, 1980; Bawden, 1982; Folan et al. 1982; Haviland, 1982). Entonces,

el análisis de la distancia espacial entre las viviendas domésticas puede proveer una

base confiable para medir los limites políticos dentro de un mismo asentamiento

(Bowser y Patton, 2004)

McGuire y Schiffer (1983) han visto como el tamaño, forma y calidad de una

vivienda o una unidad residencial doméstica, se encuentran en relación a conceptos

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CAPÍTULO 3: MARCO TEÓRICO, LA ARQUEOLOGÍA DE LO DOMÉSTICO _____________________________________________________________________________________________

18

de aumento de complejidad social y de desigualdad. Para los autores, el incremento

de la desigualdad en una sociedad tendría tres efectos en la arquitectura en general:

1. Una mayor inversión por parte de las élites en el componente simbólico de la

arquitectura; 2. Una mayor variabilidad en los costos de producción y 3. Muchas

más ventajosas compensaciones entre los costos de producción y mantenimiento de

las estructuras de élite (Ibídem: 282).

Estos mismos autores prestan especial atención a las funciones simbólicas de la

arquitectura que facilitan los funcionamientos de la ideología y la estructura social, y

como estos requerimientos simbólicos entran en el proceso de diseño e influencian

las formas físicas de la arquitectura. La arquitectura doméstica ha sido vista como una

forma de medir riqueza y poder, así como, estatus social en las sociedades, ya que

reflejarían la inversión de recursos y mano de obra que una unidad doméstica tendría

a su alcance, la cual sería directamente proporcional a su posición social3 (Ibídem)

Es así como los materiales, el tamaño y la composición de una vivienda reflejaran

la riqueza y estatus de la misma (Douglas y Gonglin, 2012; Hendon, 1996). De igual

manera, Blanton (1994), quien trabaja asumiendo que las residencias son bienes de

consumo y que al mismo tiempo construye sobre los postulados de Rapoport y

Bordieu, argumenta que la ostentación arquitectónica de la casa busca comunicar

una identidad social, es decir, busca informar el estado actual de una unidad

doméstica, su riqueza y estatus social, hacia un público exterior por medio de una

fachada rica en información de costo, gusto, afiliación, etc. (Ibídem: 8-12).4

3 Como se ha mencionado antes, Blanton (1994) sugiere que la arquitectura sería una línea de evidencia más honesta

que el ensamblaje artefactual al estudiar cuestiones de élites. Este argumento está basado en que es más difícil que

la arquitectura, debido a su alto nivel de inversión que amerita, sea usado de manera engañosa en el lenguaje

simbólico. 4 Blanton (1994) denomina este tipo de comunicación: indéxica.

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CAPÍTULO 3: MARCO TEÓRICO, LA ARQUEOLOGÍA DE LO DOMÉSTICO _____________________________________________________________________________________________

19

Hemos visto como la arquitectura puede revelar mucho acerca de las diferencias

sociales, económicas y políticas entre unidades domésticas, sin embargo, no debemos

de olvidar que durante su vida, las residencias no siempre albergaran al mismo grupo

doméstico por lo que cualquier interpretación debe siempre tener en cuenta la

identidad de los habitantes en cada uno de los momentos de ocupación de una

estructura.

En efecto, tal como argumenta Allison (1999), las viviendas tienden a ser

construidas por la cabeza o las cabezas de las unidades domésticas en un momento

inicial, sin embargo, aquellos que viven dentro de estas residencias no son

necesariamente los constructores, pudiendo estos pertenecer a otros períodos

temporales o a grupos dominantes que han impuesto sus maneras de construir

estructuras. Muchas unidades domésticas pueden habitar una residencia, lo que lleva

a la dificultad en la concepción de una unidad doméstica en términos arqueológicos,

particularmente si lo único que usamos para el análisis es la arquitectura (Allison

1999, p.5). Igualmente, a pesar que la arquitectura de élite es construida con el

propósito de durar a través del tiempo, cambios en órdenes sociales (como la

aparición de nuevas élites y el empobrecimiento o desaparición de las viejas élites)

pueden no estar inmediatamente reflejados en la arquitectura (McGuire y Schiffer

1983: 283)

El material cultural contenido dentro de las unidades domésticas ha sido usado

en la identificación de residencias de élite y de no-élite desde los comienzos de la

arqueología doméstica (p.ej. Bawden 1982; Costin y Earle 1989; D’Altroy y Hastorf,

2001; Douglass y Gonlin 2012; Foster y Parker, 2012; Stanish, 1989). El contenido

de las residencias ha sido usualmente comparado en base a dos medidas básicas:

riqueza taxonómica (el número de las clases de artefactos) y la presencia o ausencia

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CAPÍTULO 3: MARCO TEÓRICO, LA ARQUEOLOGÍA DE LO DOMÉSTICO _____________________________________________________________________________________________

20

de marcadores de estatus reconocidos (Ames 2007: 502). Estos marcadores de estatus

son culturalmente definidos y varían de período en período por lo que su

identificación puede resultar problemática, aunque una identificación en base a

rasgos cualitativos, como la calidad de su manufactura (artefactos hechos más

finamente o con materias exóticas), es la principal técnica usado por arqueólogos.

Los artefactos han sido vistos, al igual que la arquitectura, como aspectos

materializados de la ideología que permiten reconocer organizaciones sociales al

interior de un grupo humano y, por lo tanto, hacen visible a las élites (DeMarrais,

2004). Walker y Schiffer (2006) han argumentado como los artefactos juegan una

serie de roles comunicativos, pudiendo simbolizar estatus e identidades sociales que

denotan desigualdades de poder; de igual manera, los autores ven en la elección de

artefactos, por parte de un “elector”, un criterio básico de “rendimiento” tanto

utilitario como simbólico que usualmente personifican a los objetos de manera literal

y metafórica. En contextos de colonialismo o cambios tecnológicos súbitos,

continúan los autores, la adquisición de nuevos artefactos pueden tener efectos

desastrosos en una sociedad al desarticular las cadenas de producción, acceso y

significado de los artefactos. Por último, no es extraño que un artefacto pueda estar

imbuido con el poder social de aquellos que lo seleccionaron o adquirieron,

pudiendo formar una suerte de reliquias o tesoros domésticos (Walker y Schiffer,

2006). Los bienes de valor, o aquellos hechos a base de materiales exóticos, pueden

ser tratados como posesiones inalienables y como tesoros trascendentes, aunque esta

inalienabilidad (la idea de ser retenido y no intercambiado) puede variar sobre el

curso de la historia del artefacto (Robin, 2007: 9).

Un arqueólogo podría medir la riqueza relativa de una unidad doméstica

basándose en la diversidad de sus artefactos y en la presencia de objetos de carácter

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CAPÍTULO 3: MARCO TEÓRICO, LA ARQUEOLOGÍA DE LO DOMÉSTICO _____________________________________________________________________________________________

21

único o exótico, los cuales pueden incluso tratarse de artefactos de carácter

meramente utilitario. Unidades domésticas de élite y aquellas de no élite pueden

diferir poco en el tipo de artefactos presentes, sin embargo las residencias de élite

pueden tener acceso a una mayor diversidad de artefactos mundanos (Ames 2007:

508).

Un problema persiste. ¿Qué ocurre cuando el registro arqueológico no muestra

la existencia de élites? ¿Podemos asumir que estas no existen?

La ausencia de evidencia de élites no significa necesariamente que estas no hayan

existido, especialmente si tenemos en cuenta, como se mencionó líneas arriba, que

la desigualdad es un fenómeno universal y atemporal. Price y Feinman (2010) han

argumentado como la desigualdad entre grupos sociales no siempre puede ser

expresada en todas las categorías de evidencia arqueológica, tratándose entonces de

una cuestión de grados y variaciones de desigualdad. En efecto, Drennan et al. (2010)

han abogado por una búsqueda de múltiples escalas de variabilidad para identificar

la presencia, tanto de diferentes tipos de jerarquías como las diferencia en grados que

estas poseen. La variabilidad presentada por los autores cae en tres categorías de

evidencia: los entierros, los conjuntos artefactuales de una unidad doméstica y las

obras públicas; de estas tres categorías la que más nos interesa es la segunda.

Para los autores cualquier análisis de los grupos de artefactos que busque delinear

similitudes y diferencias entre unidades domésticas contemporáneas debe estar

basado en una muestra amplia y, de preferencia, centrada en depósitos de basura ya

que estos se prestan para un mejor análisis estadístico y representan un mejor

promedio de basura producido que los artefactos de piso. Teniendo esto en cuenta,

los autores plantean una serie de principios de diferenciación entre grupos

artefactuales basados en: estatus/riqueza y especialización económica. (Ibídem: 57-

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CAPÍTULO 3: MARCO TEÓRICO, LA ARQUEOLOGÍA DE LO DOMÉSTICO _____________________________________________________________________________________________

22

59). Los resultados del análisis de múltiples casos muestran como diferentes tipos de

variables, como por ejemplo riqueza (o pobreza) artefactual, no poseen conexiones

directas con otras, como por ejemplo estatus o prestigio. La existencia de múltiples

dimensiones de variabilidad en las jerarquías y sus relaciones -que pueden aparecer

como contradictorias en un comienzo- ameritan un reconocimiento especial por parte

del investigador (Ibídem: 71-72).

3. Sumario

No hay duda que la arqueología doméstica provee un marco teórico lo

suficientemente fuerte y adecuado para responder preguntas relacionadas con

jerarquías, desigualdad e identidad.

Usaremos este marco teórico para evaluar si los habitantes de las estructuras XIX

y XII pertenecieron a jerarquías de élite o no-élite. Nos valdremos de datos

arquitectónicos como el tamaño, ubicación y calidad de las residencias, así como de

datos artefactuales cuantitativos y cualitativos, para identificar a estos grupos

domésticos de elite a lo largo de la ocupación de las estructuras.

Es así como una mirada diacrónica del registro arqueológico nos permitirá

advertir si los grupos domésticos residentes y sus descendientes, mantuvieron su

jerarquía social a través de los distintos momentos culturales que vivieron.

Sin embargo, antes de presentar los datos obtenidos de nuestras excavaciones,

proveeremos un marco referencial sobre el conocimiento arqueológico e histórico de

los períodos prehispánicos tardíos (Intermedio Tardío y Horizonte Tardío) y Colonial

Temprano en el departamento de Huancavelica, el cual nos permitirá contrastar

nuestros resultados y abordar nuestras preguntas de investigación en una manera

adecuada.

Page 38: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

23

Arqueología e Historia en Huancavelica

ntes de examinar los resultados obtenidos de las excavaciones del sector B

de Viejo Sangayaico durante la temporada 2014, es importante la

construcción de un marco referencial conformado por la revisión de los antecedentes

arqueológicos e históricos de la región de Huancavelica. Las preguntas que dirigen

nuestra investigación (ver Capítulo I) no podrían ser respondías adecuadamente sin

una previa contextualización.

En el siguiente capítulo presentaremos la perspectiva arqueológica e histórica de

las ocupaciones prehispánicas tardías, Intermedio Tardío y Horizonte Tardío; así

como de las primeras décadas de la colonia española en la región de Huancavelica.

Nos centraremos en la presentación de la información existente relacionada a nuestro

problema y a nuestras preguntas de investigación, esto es, la identificación del estatus

jerárquico de los residentes de las estructuras XIX y XII durante el Horizonte Tardío,

así como la transformación, continuidad o ruptura, de estos grupos de élite durante

el período Colonial Temprano en los Andes.

Debido a lo escaso y fragmentado que es el conocimiento arqueológico e histórico

referente a estos períodos para la región, habremos, en algunos casos, de remitirnos

a estudios generales sobre algunos de los temas o, a investigaciones más extensas

llevadas a cabo en regiones aledañas.

A

Page 39: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

CAPÍTULO 4: ARQUEOLOGÍA E HISTORIA EN HUANCAVELICA _____________________________________________________________________________________________

24

1. Huancavelica prehispánica, el Intermedio Tardío

Tal como se ha mencionado previamente, las investigaciones arqueológicas en

Huancavelica son pocas y en su mayor parte se han centrado en las áreas centro y

norte del departamento, especialmente en las provincias de Huancavelica y

Acobamba, las cuales conforman el área intermedia entre los departamentos de

Junín y Ayacucho. En comparación, zonas más alejadas como Huaytará o

Castrovirreyna han sido muy poco estudiadas.

Algunas de las investigaciones pioneras en la región (Ladrón de Guevara, 1959;

Lumbreras, 1959a, 1959b, 1969; Matos, 1958, 1959a, 1959b, 1960; Ruiz, 1977)

han revelado que, durante el Intermedio Tardío5, existió un panorama arqueológico

en Huancavelica muy semejante al registrado en las regiones cercanas y en el resto

de los Andes Centrales (para comparaciones ver Bauer y Kellet, 2010; Bauer et al.,

2013; Covey, 2008; Parsons et al., 2004; Thompson, 1972). Desde un punto de vista

arquitectónico y espacial, la mayoría de los asentamientos del Intermedio Tardío

fueron construidos en las zonas más altas de las montañas o en las laderas de estas,

ocupando alturas que van desde los 3000 m.s.n.m. hasta los 4000 m.s.n.m. (Lavallée

1973, Lavallée y Julien 1983). Estos asentamientos presentan una aparente falta de

planeamiento en su disposición y en muchos casos están protegidos por grandes

extensiones de murallas. Las residencias al interior de los sitios se disponen de

manera aglutinada y forman series de conjuntos domésticos del tipo casa-patio,

construidas sobre terrazas artificiales y articuladas por medio de corredores (Ibídem.).

Existen muy pocas diferencias notables entre las residencias ya sea en forma, material

constructivo usado (piedra semi canteada unida con argamasa), técnica de

5 Se ha optado por el uso de la propuesta de periodificación planteada por Rowe en 1962.

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CAPÍTULO 4: ARQUEOLOGÍA E HISTORIA EN HUANCAVELICA _____________________________________________________________________________________________

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construcción (pircado) o tamaño (Lavallée 1973; Lavallée y Julien 1983; Lumbreras

1959 a, 1969; Matos 1959b). (Ver Figura 4)

Estos trabajos previos también describen una notoria falta de arquitectura pública

o religiosa (Lavallée 1973; Lavallée y Julien 1983). De igual manera y, en contraste

con los asentamientos registrados en Jauja (D’altroy y Hastorf, 2001), no se

presentan datos claros sobre la existencia de diferencias en la calidad arquitectónica

de las estructuras que puedan reflejar la existencia de grupos de élites y de no-élites6.

Así mismo, en algunos de los sitios, la disposición de los asentamientos parece

indicar una cierta división en sectores, sin embargo, no se cuenta con suficiente

información para poder hablar de divisiones interiores a la manera de barrios o

mitades (Lavallée 1973; Lavallée y Julien 1983; Matos 1958). Cabe recalcar una vez

más, que estos datos han sido obtenidos, en su mayoría, de investigaciones realizadas

en las provincias de Huancavelica, Acobamba y Angaraes y que no necesariamente

reflejan un patrón general de asentamientos en el territorio del actual departamento

de Huancavelica.

Aunque las primeras investigaciones tuvieron como objetivo la creación de

tipologías cerámicas (Lavallée 1967; Matos 1958, 1959), estas no han sido revisadas

desde su creación y su registro y muchas de las descripciones son confusas (ver

Bonavía, 1967-1968 para una crítica acertada). De manera general, existen dos estilos

cerámicos notables durante el Intermedio Tardío: el estilo Coras definido por Matos

(Matos 1958, 1959) en la Provincia de Huancavelica y el estilo Arqalla o Pataraqay

registrado tanto en la Provincia de Castrovirreyna como alrededor de la laguna de

6 Esto no significa que no hayan existido diferencias jerárquicas durante el Intermedio Tardío, aunque es probable

que estas no hayan sido arquitectónicamente visibles (al menos en las áreas estudiadas). Investigaciones recientes

en Tarma (Navarro, 2012) parecen indicar que esta ausencia vivibles de jerarquías es común incluso regiones

extensivamente estudiadas.

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CAPÍTULO 4: ARQUEOLOGÍA E HISTORIA EN HUANCAVELICA _____________________________________________________________________________________________

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Choclococha y que ha sido usualmente asociado a cerámica Inca y contextos

funerarios (Lumbreras, 1959a, 1959b; Matos, 1959a, 1960) (Ver Figura 5).

Estos estilos cerámicos son de acabado simple y manufactura burda. Las

decoraciones pictóricas tienden a ser simples líneas de colores crema, rojo, blanco o

negro y en algunos casos existe decoración en apliqués o cara gollete. Por otro lado

las formas más comunes son de cantaros globulares, ollas y en general “formas

domésticas” (ver Gonzales, 1992 figuras 20, 21 y 22 para una relación de las formas

del estilo Arqalla).

Los trabajos seminales de Lavallée (1973) y luego junto con Julien (1983) son

los únicos ejemplos de excavaciones en múltiples sitios y con énfasis en la unidad

Figura 4: Comparación entre conjuntos domésticos en dos asentamientos del

Intermedio Tardío. A la izquierda un sector del asentamiento Asto de Kuniare en

Huancavelica (Adaptado de Lavallée y Julien, 1983, Fig. 3) y a la derecha un sector

del asentamiento Wanka II de Tunanmarca en Junín (Adaptado de D’Altroy y Hastorf, 2001: 126). Nótese como ambos asentamientos comparten semejanzas en

su distribución, aunque Tunanmarca carece de agrupamiento alveolar.

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CAPÍTULO 4: ARQUEOLOGÍA E HISTORIA EN HUANCAVELICA _____________________________________________________________________________________________

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doméstica que se han dado en el departamento de Huancavelica. Este proyecto

pluridisciplinario buscaba, entre otras cosas, reconstruir la vida social-económica de

los habitantes del señorío de los Asto (Provincia de Huancavelica) a través del estudio

de las unidades domésticas y su equipo tecnológico, así como evaluar el impacto que

la ocupación Inca tuvo en la zona.

Para Lavallée (1973) la unidad celular base del hábitat Asto está conformada por

una o varias estructuras circulares agrupadas alrededor de un patio circular o

rectangular. La autora planteó la existencia de dos tipos de asentamientos basados en

su ubicación y en su disposición interior: aquellos ubicados en las cumbres planas

de los cerros (donde la disposición de las estructuras se da en forma de óvalos y en

Figura 5: Formas y decoraciones de la cerámica Arqalla (Adaptado de Gonzales ,

1992: 147-148.)

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CAPÍTULO 4: ARQUEOLOGÍA E HISTORIA EN HUANCAVELICA _____________________________________________________________________________________________

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grupos de hasta 12 estructuras alrededor de un patio) y aquellos ubicados sobre los

flancos abruptos de los cerros, donde las estructuras se agrupan sobre terrazas y

poseen patios rectangulares así como pasajes estrecho que comunicarían las

diferentes terrazas dividiendo el espacio en “barrios” cerrados (Figura 6).

Los autores describen cómo los

edificios residenciales de piedra y

mortero, carentes de ventanas o

nichos, poseen estructuras interiores a

maneras de pozos (ubicadas al centro

de los recintos), así como fosos de

basura y fogones posiblemente parte

de la cocina. De igual manera la vajilla

familiar está representada por jarras,

ollas, copas y demás formas no

definidas claramente; mientras que el

material lítico incluye la presencia de

batanes, manos de moler,

instrumentos de caza, cultivo y de

guerra (Lavallée, 1973; Lavallée y

Julien 1983). Para la autora, la

ocupación Asto tuvo una duración aproximada de cinco siglos, sin embargo, el

material cerámico registrado durante sus excavaciones es bastante homogéneo ya que,

con excepción de la cerámica Inca más tardía, el estilo cerámico más común es el

llamado Patan Koto (Intermedio Tardío) de decoración negra, blanca y roja (Ibídem.)

Figura 6: Tipos de asentamientos Asto clasificados

con relación a la organización de su hábitat

(Adaptado de Lavallée, D. y Julien, M., 1983: 54.)

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CAPÍTULO 4: ARQUEOLOGÍA E HISTORIA EN HUANCAVELICA _____________________________________________________________________________________________

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2. Huancavelica prehispánica, el Horizonte Tardío

Durante el Horizonte Tardío, el panorama arqueológico continúa igualmente

desconocido. Aunque Rowe (1962) fija cronológicamente este período como

iniciándose en 1476 d. C.; para la región del actual departamento de Huancavelica

no existen datos arqueológicos claros que indiquen una fecha de incorporación al

Tawantinsuyo7.

Datos etnohistóricos obtenidos de la lectura de crónicas permitieron a Rowe

(1946) plantear una primera expansión del Imperio durante el gobierno del Inca

Pachacuti (1438-1463 d. C) poco después de la mítica victoria contra los Chanca.

Esta primera expansión habría abarcado los valles del Cuzco y gran parte de

Huancavelica, Ayacucho, Apurímac y Junín (Ibídem., 205 ver Mapa 4). No

entraremos en discusiones acerca de la problemática del uso de cronologías históricas

para fechar la expansión del Imperio Inca (ver Malpass, 1993 y Ogburn, 2012 para

discusión sobre el tema), sin embargo, datos arqueológicos recogidos en Cuzco

parecen indicar una expansión territorial explosiva durante el siglo XV y comienzo

del siglo XVI, luego de un largo proceso de cimentación política local (Covey, 2003).

De igual manera, datos arqueológicos y etnohistóricos obtenidos en departamentos

como Apurímac (Bauer, et al.2013) y Junín (D’Altroy y Hastorf, 2001) parecen

indicar el anexo de estas regiones al Imperio entre los años 1400 y 1450 d.C. por

lo que creemos que este rango de fechas es aplicable a la región de Huancavelica.

Estrategias de dominio provincial por parte del Tawantinsuyo parecen haber sido

de carácter mixto, dependiendo de una variada serie de factores, aunque usualmente

7 Bueno (2003) argumenta la construcción del asentamiento inca de Vizcacha durante los tiempos de Pachakuti

(1440-1470 d.C.), al tiempo que Huaytará habría sido edificado durante el gobierno de Tupa Yupanqui (1440-1497

d.C.).

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CAPÍTULO 4: ARQUEOLOGÍA E HISTORIA EN HUANCAVELICA _____________________________________________________________________________________________

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se habla de dos tipos de dominación: directa e indirecta (Alconini y Malpass, 2010;

D’Altroy, 2015). Es así como se asume que una administración directa involucraba

una estrategia de inversión y extracción masiva por parte del estado como la registrada

en la zona Xauxa/Wanka (D’Altroy y Hastorf, 2001); mientras por otro lado, una

administración indirecta implicaba una inversión menor en la construcción de

instalaciones estatales al tiempo que se delegaba la administración a las élites locales

(D’Altroy, 2015).

Ya sea de manera directa, indirecta o mixta, es claro que el Tawantinsuyo delegó

muchas de sus funciones a las manos de las élites locales, una estrategia que buscaba

maximizar ingresos por medio de una inversión estatal relativamente baja (Alconini

y Malpass, 2010: 283). Estas relaciones políticas entre los incas y las élites locales

estuvieron fuertemente basadas en lazos personales, al tiempo que la supervisión de

la población en general se daba como una mezcla entre coacción y un intercambio

ritualizado (D’Altroy, 201: 351). La promoción del intercambio y circulación de

bienes de prestigio entre las élites locales significó una estrategia política imperial

mediante la cual nuevos bienes de prestigio, como cerámica Inca, objetos de metal,

etc., formaron parte de un sistema de legitimización del estado y fortalecimiento de

alianzas (Alconini y Malpass, 2010: 283; Earle, 2001: 312).

Es de esta manera como la presencia de elites locales trabajando para el Imperio

tuvo consecuencias importantes en la distribución y transmisión del material cultural

inca (ya sea cerámica, arquitectura u otros tipos de artefactos) debido a que este tipo

de material empezó a concretarse de manera física en las viviendas y entierros de las

élites (Hyslop, 1993: 350). Sin embargo, esta expansión en la distribución del

material inca no parece ser muy notoria en las provincias del Imperio, con excepción

de algunas regiones fuera del Cuzco (la costa sur, el Lago Titicaca y la región

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CAPÍTULO 4: ARQUEOLOGÍA E HISTORIA EN HUANCAVELICA _____________________________________________________________________________________________

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Quito/Cuenca); es más, fuera de estas regiones, la arquitectura y la fina alfarería inca

es muy escasa en comparación con la presencia de estilos locales, muchos de ellos

con orígenes en el Intermedio Tardío (DeMarrais, 2013: 360). Investigaciones en la

zona Asto en Huancavelica (Lavallée, 1973; Lavallée y Julien, 1983), en Ayacucho

(Abrahams, 2010; Meddens y Schreiber, 2010.; Schreiber, 1987), la zona de Canas

en Cuzco (Sillar y Dean, 2002) e incluso en el valle del Mantaro (D’Altroy y Hastorf.

2001) donde hemos mencionado previamente existió una fuerte administración

directa del Imperio, demuestran como la presencia material inca en las provincias,

fuera de los asentamientos administrativos provinciales, es pobre y usualmente

concentrada en contextos domésticos de élite, aunque, incluso en estos contextos,

artefactos como vasijas del estilo Cuzco están presentes en muy bajos porcentajes.

Rowe (1946) menciona como, el actual departamento de Huancavelica, fue

territorio de dos provincias Inca: Angará hacia el noreste y Chocorvo hacia suroeste.

Ha sido discutido que la organización en base a provincias dentro del Tawantinsuyo

pudo estar basada en una serie de conceptos que oscilan desde agrupamientos étnicos

y geográficos hasta divisiones jerárquicas y políticas (ver Astuhuamán, 2006 para

discusión); sin embargo, independientemente de los factores tras los cuales una

provincia inca era creada, parece ser, que al menos en la sierra, estas estuvieron

normalmente agrupadas alrededor de asentamientos incas administrativos y

religiosos a manera de “capitales”, los cuales eran construidas siguiendo los canones

formales de la arquitectura Inca y que habrían sido administradas por un Toqrikoq

o gobernador provincial (Cornejo, 1999, p. 3). Estas provincias y centros estarían

conectados a su vez con el resto del Imperio por medio de la red de caminos Inca

(D’Altroy, 2015).

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CAPÍTULO 4: ARQUEOLOGÍA E HISTORIA EN HUANCAVELICA _____________________________________________________________________________________________

32

En el actual departamento de Huancavelica, la evidencia arqueológica señala la

construcción de importantes centros administrativos Inca, entre los que destacan

Uchkus en la Provincia de Huancavelica (Coello, 1999; Ruiz, 1998) y los sitios de

Huaytará y Vizcacha en la Provincia de Huaytará (Bueno, 2003; Rosales, 1978;

Serrudo, 2010). Estos sitios estuvieron directamente asociados al camino Inca que se

dirigía hacia Tambo Colorado en la costa y posiblemente hacia Vilcashuaman en la

sierra Ayacucho (Ver Bueno 2003; Coello 2003; Kauffman 1998; Rosales, 1978;

Ruiz, 1998). Creemos entonces, que los sitios arqueológicos de Uckus y Huaytara,

pudieron haberse tratado de capitales provinciales, debido a su gran tamaño,

características formales y directa asociación al camino Inca. Uchkus entonces pudo

tratarse de la capital de la Provincia de Angara, mientras que Huaytará habría sido

capital de la Provincia de Chocorvo.

Sin embargo, en lugares alejados de los grandes centros administrativos, la

ocupación inca parece estar evidenciada solamente por la presencia de fragmentos de

cerámica del estilo Inca provincial, es decir, cerámica de posible manufactura local

que copia las formas cuzqueñas pero sin llegar a proceso alguno de “transculturación”

con los estilos locales como se dio por ejemplo en Chimú, tal como asevera Ruiz

(1998: 74).

Los trabajos arqueológicos de Lavallée y Julien (1983) pudieron identificar la

existencia de pequeños asentamientos de mitimaes Incas asociados a material

cerámico cuzqueño y a tecnología de andenes. Estos asentamientos poseían las

mismas características arquitectónicas y espaciales que los asentamientos Asto locales,

solamente diferenciándose por una mayor cantidad de cerámica Inca en superficie,

lo que contrasta con el bajo porcentaje de cerámica Inca encontrada durante las

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CAPÍTULO 4: ARQUEOLOGÍA E HISTORIA EN HUANCAVELICA _____________________________________________________________________________________________

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excavaciones de asentamientos locales Asto, el cual llega a ser menor al 10% del

material cerámico total (Ibídem.).

Teniendo en cuenta la poca visibilidad del imperio en el actual departamento de

Huancavelica, creemos que la presencia del Tawantinsuyo y sobre todo de las elites

locales encargadas de la administración de los múltiples territorios, se vería reflejada

en el ámbito doméstico y en una manera mucho más sutil. Un grupo domestico de

elite durante el Horizonte Tardío habría tenido acceso a cerámica del estilo inca en

un porcentaje siempre menor al de otras vasijas de estilos locales pero mayor con

relación al porcentaje presente en unidades domesticas de no elite. Así mismo,

creemos que la gran mayoría de los fragmentos de cerámica inca presente en estos

contextos domésticos de elite reflejarían formas incas clásicas como aribalos (jarras

de cuello evertido), platos con pedestal y ollas con pedestal, ya que estas parecen ser

las formas de cerámica inca más comunes en las provincias (Bray, 2004: 366),

posiblemente debido a su asociación con la preparación de chicha y el consumo de

alimentos, a su vez relacionados con banquetes y rituales de hospitalidad inca

(Dillehay, 2003) tan importantes para el buen funcionamiento de las provincias.

3. Huancavelica colonial, arqueología e historia

La arqueología histórica en los Andes ha emergido como una sub disciplina en

los últimos 20 años (Jamieson, 2005: 364). En el Perú la arqueología histórica se ha

centrado en el Período Colonial, surgiendo seriamente durante los años 1960 y 1970

(p. ej. Arrieta, 1975; Cárdenas, 1970, 1971, 1973, 2002; Cogorno, 1971). Estos

estudios, sin embargo, no tenían como objetivo principal el entendimiento de este

período, más bien, surgen como respuesta al hallazgo de ocupaciones culturales

coloniales en contextos arqueológicos prehispánicos, lo cual explica que las

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CAPÍTULO 4: ARQUEOLOGÍA E HISTORIA EN HUANCAVELICA _____________________________________________________________________________________________

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investigaciones se hayan limitado a la presentación y descripción superficial del

material cultural colonial.

A partir de 1990, importantes estudios de arqueología histórica han venido

desarrollándose a lo largo del territorio peruano. Estos proyectos, valiéndose tanto

de datos históricos como evidencia arqueológica, han venido explorando temas tan

variados como la producción local de vino y cerámica colonial local al sur del Perú

(Rice, 1994, 2011; Rice y Van Beck 1993), la resistencia local a la nueva

administración europea en Cao Viejo (Quilter, 2010; Williams, 2013), la

importación y comercio de loza europea y local en el valle de Zaña (Torres, 2011) y

el impacto que los procesos de reducciones tuvieron en las poblaciones locales tanto

en la costa norte como en la sierra de Arequipa (VanValkenburgh,2012; Wernke,

2003, 2011).

Sabemos que durante la colonia el departamento actual de Huancavelica formó

parte de la región controlada por la ciudad de Huamanga (actualmente Ayacucho) la

cual fue fundada en 1539 (Stern, 1986: 15), de igual manera, sabemos que a partir

de 1564, con el descubrimiento de plata y, sobre todo, mercurio en Huancavelica,

esta región se convirtió en una de las más importantes zonas mineras del naciente

virreinato (Stern, 1986: 73).

Debido a que la conquista fue producto de una empresa privada, durante los

primeros años de la ocupación española, las actuales provincias de Huancavelica y

Ayacucho, al igual que el resto del territorio peruano, fueron divididas y repartidas

en encomiendas entre los diferentes participantes de la conquista a manera de

recompensa. El nacimiento de las encomiendas en los andes significó el inicio de

un nuevo sistema económico de subsistencia basado, de manera general, en la

explotación de la mano de obra indígena y en el cobro de tributos por parte de los

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CAPÍTULO 4: ARQUEOLOGÍA E HISTORIA EN HUANCAVELICA _____________________________________________________________________________________________

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encomenderos, quienes se convertirían en pequeños oligarcas señoriales durante el

siglo XVI (García, 1997).

Stern (1986) relata como las encomiendas y las relaciones entre encomenderos y

nativos tuvieron un carácter bastante variable en los Andes, así como, en la región

de Huamanga. En Huamanga se conoce de al menos 25 encomenderos durante los

primeros años de la colonia, los cuales trataron de organizar y controlar la región de

la mejor manera posible. Los encomenderos necesitaban de la población indígena

para poder trabajar las tierras, obrajes y minas, así como, para la producción de todo

tipo de bienes básicos de consumo; lo cual lograban por medio de negociaciones con

las élites nativas ya que eran estos los únicos capaces de poder movilizar a la, ya de

por si largamente reducida, población indígena. Negociaciones entre encomenderos

y las élites nativas se llevaban a cabo mediante la distribución de una serie de bienes

de origen europeo, tales como paños, vidrio, objetos de metal, etc. A pesar de esto,

las relaciones entre europeos y nativos no siempre fueron exitosas o pacíficas, tal

como lo demuestra el asesinato del encomendero de Angaraes (Huancavelica) en

1542 (Ibídem: 68),

Estas primeras interacciones entre élites locales y encomenderos son de suma

importancia ya que nos revelan cómo las élites nativas se vieron forzadas a negociar

con la nueva administración europea para así poder mantener sus privilegios de élite.

Tal como narra Stern (1986), parece que en muchos casos estas élites supieron

aprovecharse sabiamente de la situación, lo que se refleja de cierta manera en una

disminución local de la altísima tasa de mortalidad que azotaba al resto de los Andes.

Durante este período inicial de la colonia, las élites locales fueron las que dirigieron

las relaciones sociales y económicas fundamentales para la supervivencia de las

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encomiendas y, definitivamente, no se veían así mismas como subordinadas (Ibídem:

83)

Grandes cambios en la región de Huancavelica se dieron a partir de 1560 y

aunque algunos de estos fueron particulares a la zona, muchos responden a

fenómenos a nivel del virreinato. En primer lugar y tal como ha sido detalladamente

expuesto por Stern (1986), para 1560 las tensiones existentes entre las élites nativas

y los encomenderos crecieron de sobremanera. La exigencia de mano de obra,

imposible de abastecer al momento, por parte de los encomenderos empezó a

tornarse tan abrumadora que muchas de las ventajas que las élites nativas obtenían

de los españoles empezaron a ir desapareciendo. Contradicciones entre ambos

grupos se ven reflejados en el hecho de que en 1564 los curacas de siete encomiendas

de Huamanga se rehúsan a enviar más indios para la prestación de servicios

personales. El descubrimiento de mineral en las minas de Huancavelica (1564) y las

brutales condiciones de trabajo que terminaban con la muerte de la gran mayoría de

los trabajadores, solo sirvieron para exacerbar los problemas (Ibídem). Vemos

entonces como las élites andinas aún tenían capacidad suficiente para enfrentarse a

las élites coloniales representadas por los encomenderos españoles, a pesar de la

constante presión ejercida por estos.

Pero los encomenderos no eran los únicos actores políticos españoles en el área.

Al igual que en el resto de los Andes, misioneros religiosos de diferentes órdenes

adoctrinaban y construían iglesias rurales en las zonas más alejadas8. Para 1564, en

Huamanga, las doctrinas religiosas extraían tanto trabajo gratis de los indígenas que

8 De manera general, los primeros años de las incursiones cristianas en los andes se caracterizan por ser de un

carácter heterogéneo, tanto en su discurso como en su método. Autores como Estenssoro (2001, p.459) afirman

que muchos de los indígenas adoctrinados al discutir con habitantes de otro pueblos sobre la nueva religión llegaban

a concluir que cada misionero predicaba sobre un dios y una fe distinta.

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CAPÍTULO 4: ARQUEOLOGÍA E HISTORIA EN HUANCAVELICA _____________________________________________________________________________________________

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habían despertado el celo de los encomenderos (Stern, 1986: 87). La actual

Huancavelica, debido a su ubicación periférica, había quedado al margen de

incursiones religiosas grandes como las que se dieron en Huamanga. Sin embargo,

es a partir del descubrimiento de plata y mercurio en 1564, que diferentes órdenes

religiosas, como los Franciscanos, empiezan a tomar interés en el área (Heras, 2003).

Creemos entonces que en las zonas más alejadas, por ejemplo Sangayaico, la

presencia religiosa se limitó a pequeñas iglesias rusticas como la que posiblemente se

conserva en SAN1 A.

Por otro lado, el surgimiento en 1564 del movimiento religioso andino del Taki

Onqoy, y la realización del Segundo Concilio de Lima (1567), donde se planteó de

manera clara los lineamientos básicos del sistema colonial ideal al tiempo que se

reglamentó la lucha contra la idolatría y la destrucción de templos e ídolos (Duviols

1977: 126), sirvieron para incrementar las tensiones ya existentes. Es así como las

necesidades de la corona empiezan a afectar de sobremanera el poder de las élites

nativas. Por un lado, la constante exigencia de mano de obra por parte de los

encomenderos, mientras que por otro la presión ideológica y económica ejercida por

los religiosos cristianos (recordemos que las élites también tenían que proveer con

mano de obra para la manutención de los curas e iglesias locales) debilitarían cada

vez más el control local.

Finalmente, y prosiguiendo el relato de Stern (1986), la llegada de Toledo al Perú

en 1569 y el comienzo de las visitas en 1570 significó una serie de sucesos

importantes, entre ellos la reducción masiva de poblaciones indígenas (aunque es

verdad que hubieron reducciones menores en años previos, las llevadas a cabo por

Toledo serían las más importantes) y la aprobación, en 1579, del trabajo compulsivo

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CAPÍTULO 4: ARQUEOLOGÍA E HISTORIA EN HUANCAVELICA _____________________________________________________________________________________________

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de la mita en las minas. Este último suceso, arrancó de las élites locales su capacidad

para el control de la mano de obra local.

Podemos ver cómo el llamado “gran decenio de 1560-1570” (Duviols, 1977;

Stern, 1986) y la cimentación de la colonia en Huamanga, terminó socavando cada

vez más el poder que las élites nativas habían mantenido sobre sus pueblos y sobre

sí mismos. La suma de estos cambios culturales, económicos, sociales y demográficos

en Huancavelica y Huamanga, reflejan cambios a gran escala en el territorio andino

bajo el poder español, por lo que creemos que 1570 es una fecha adecuada para

marcar el final del período Colonial Temprano o de transición en la región de

Huancavelica.9

4. Sumario

Estudios en Huancavelica con relación a las ocupaciones prehispánicas durante

el Intermedio Tardío han comprobado que las ocupaciones de este período parecen

ser constantes y homogéneas durante aproximadamente cinco siglos (Lavallée, 1973).

Excavaciones indican que muchos de los asentamientos del Intermedio Tardío

continuaron siendo ocupados durante el Horizonte Tardío, sin muchos cambios con

respecto a su arquitectura, organización espacial o material cultural, exceptuando la

presencia de un bajo porcentaje de cerámica del estilo Inca provincial.

9 Esta división cronológica, aunque caracterizada por matices locales, también encuentra semejanzas con divisiones

semejantes llevadas a cabo por diferentes investigadores. Por ejemplo, Quilter (2010, p.124) ve al año 1570 como el

fin del periodo de transición entre la era de conquista y el periodo colonial debido a que para 1570 solo los más

ancianos podrían aun recordar la vida en los andes como se dio previo a la llegada de los españoles. Por otro lado,

VanValkenburgh (2012, p.387-389) divide al Periodo Colonial Temprano en dos subperiodos: un periodo pre

reducciones (1532-1566 d.C.) y otro post reducciones (1566-1600 d.C.). Esta división general no solo gira alrededor

de los procesos de reducción sino que también toma en cuenta la presencia de material cultural europeo en los

asentamientos, ya que es a partir de 1600 que loza de Panamá empieza a parecer con más frecuencia como parte

de las muestras de cerámica superficiales de Zaña.

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CAPÍTULO 4: ARQUEOLOGÍA E HISTORIA EN HUANCAVELICA _____________________________________________________________________________________________

39

Los centros administrativos construidos en la actual Huancavelica durante el

Horizonte Tardío no fueron numerosos, por lo que parece que la administración

Inca no tuvo un impacto material muy visible. Incluso en asentamientos mitimaes

incas ubicados en zonas más bajas y asociados a tecnología de andenes, la

distribución espacial y las características arquitectónicas de las estructuras comparten

características locales (Lavallée y Julien, 1983: 38). Sistemas de andenes inca

registrados por Lavallée y Julien (1983) en la Provincia de Huancavelica y por Bueno

(2003) en Huaytará, parecerían indicar cierto interés de parte del Imperio por

aumentar la producción agrícola de la zona, pero estudios detallados sobre el tema

aún no han sido realizados.

La llegada de los españoles significó no solo la desarticulación del orden incaico,

sino también la desaparición de los modos de vida andinos. Aun así, esta

transformación fue gradual y durante los primeros años de la colonia es muy posible

que instituciones como la unidad doméstica se hayan visto enganchadas en

constantes juegos de negociación y conflicto con la administración españolas. Las

élites locales mantuvieron control sobre el recurso humano y por lo tanto los

encomenderos se encontraron dependientes de estas. Así, las unidades domésticas

comprendidas tanto por áreas de actividad como por espacios políticos (Bowser y

Patton, 2004) debieron estar involucradas en la continua búsqueda por mantener,

reproducir y/ o aumentar su jerarquía o estatus al interior de un contexto de cambios

rápidos. Sin embargo, para 1570 las nuevas políticas virreinales y disposiciones

religiosas socavaron de gran manera el poder que las élites locales habían negociado

hasta el momento.

En este capítulo hemos visto como los datos arqueológicos e históricos nos

proveen con una visión incompleta y parcial de la Huancavelica prehispánica y

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CAPÍTULO 4: ARQUEOLOGÍA E HISTORIA EN HUANCAVELICA _____________________________________________________________________________________________

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colonial. Este marco referencial, sin embargo, nos será de mucha utilidad en los

capítulos siguientes, cuando analicemos los resultados obtenidos de nuestras

excavaciones.

En el siguiente capítulo expondremos la primera parte de nuestros resultados de

excavación, centrándonos en los análisis estratigráficos y arquitectónicos de las

estructuras XIX y XII.

Page 56: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

41

Excavaciones en Viejo Sangayaico

n este capítulo nos centraremos en la exposición de los resultados obtenidos

de las excavaciones en las estructuras XIX y XII de Viejo Sangayaico sector

B, temporada 2014 y la metodología empleada tanto en la sectorización del sector B

como en las excavaciones de las estructuras XIX y XII.. Luego expondremos el cuerpo

de las excavaciones y, posteriormente, el análisis de los resultados en base a nuestros

objetivos de investigación. Las preguntas a responder en este capítulo son aquellas

relacionadas a: 1). Identificar la existencia de fases de ocupación en las estructuras

XIX y XII; y 2). Definir las características arquitectónicas (materiales y acabados) de

las estructuras XIX y XII en cada una de sus fases de ocupación. Cuestiones como

rango de actividades, naturaleza de los artefactos y estilos cerámicos serán

mencionadas a grandes rasgos ya que un análisis más detallado de estos aspectos se

encuentra reservado para el Capítulo 5.

Para poder responder nuestras preguntas de investigación nos valdremos del

análisis arquitectónico y estratigráfico producto de las excavaciones en ambas

estructuras, así como del contraste con la información producida por previas

investigaciones en la región tal como hemos sintetizado en el capítulo anterior.

Finalmente, presentaremos un sumario de los datos obtenidos.

E

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CAPÍTULO 5: EXCAVACIONES EN VIEJO SANGAYAICO _____________________________________________________________________________________________

42

1. El sitio arqueológico Viejo Sangayaico

Viejo Sangayaico (SAN 1), se encuentra ubicado a pocos minutos del pueblo

moderno de San Francisco de Sangayaico, en el Distrito de San Francisco de

Sangayaico, Provincia de Huaytará, Departamento de Huancavelica.

El sitio posee una gran extensión, expandiéndose por 19.5 ha a lo largo de las

partes altas de los cerros que enmarcan el cauce del río Olaya. Viejo Sangayaico se

encuentra a una altura aproximada de 3625 m.s.n.m., lo cual lo ubica entre las zonas

Quechua y Suni, ambas de alta producción agrícola (Pulgar Vidal, 1946).

Previamente a las excavaciones en Viejo Sangayaico, el PIACI definió los 4

sectores que conforman SAN1 (sectores A, B, C y D) en base a reconocimientos

superficiales y observaciones de imágenes satelitales y fotografías aéreas. Así, durante

la temporada 2013 y luego de haber limpiado los sectores de maleza, el PIACI realizó

un levantamiento topográfico de los sectores A y B, usando estación total. Durante

la temporada 2014, se concluyó con el mapeo de ambos sectores y procedió al

levantamiento topográfico parcial del sector D.

1.1 Terminología y sectorización

El asentamiento fue dividido en 4 grandes sectores identificados con las letras A,

B, C y D. Esta sectorización responde a criterios técnicos clásicos que facilitan el

registro y la diferenciación de espacios construidos. Así, los sectores A, B, C y D,

poseen características arquitectónicas y espaciales particulares mas no se encuentran

totalmente aislados entre sí como para poder ser considerados como asentamientos

particulares, encontrándose unidos y relacionados por medio de extensiones de

terrazas agrícolas pre hispánicas.

Así, los sectores se caracterizan por:

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CAPÍTULO 5: EXCAVACIONES EN VIEJO SANGAYAICO _____________________________________________________________________________________________

43

El sector A (Figuras 7, 8 y 9) tiene un área aproximada de 0.75 hectáreas y está

conformado por una estructura rectangular de gran tamaño con una orientación muy

diferente al resto de estructuras en el cercano sector B. Se ha argumentado que esta

estructura se trataría de los restos de una vieja capilla colonial, lo cual quedaría

evidenciado por el nombre local del sector: Iglesiayo. Asociados a esta estructura se

encuentran otras más pequeñas, a manera de posibles recintos domésticos. Una de

estas estructuras se excavó durante la temporada 2013, sin embargo su función es

aun difícil de asegurar.

El sector B (Figuras 7, 10 y 11) cuenta con un área de aproximadamente 3 hectáreas,

lo cual lo convierte en el segundo sector más grande de Viejo Sangayaico. Las

estructuras que conforman este sector se encuentran distribuidas a lo largo de la

cumbre de las montañas y se caracterizan por ser, en su mayoría, edificios

rectangulares con esquinas redondeadas y asociados a patios de muros bajos

construidos sobre terrazas artificiales. La mayoría de las estructuras no comparten

espacios comunes y se comunican entre sí por medio de pasajes. Sin embargo, se

han registrado al menos 3 conjuntos especiales de edificios, los cuales están

conformados por dos estructuras de planta rectangular con esquinas redondeadas y

que comparten un patio. Durante la temporada 2013, se excavó al interior de uno

de estos conjuntos, específicamente la Estructura II. Los resultados de la excavación

permitieron reconocer que el edificio fue abandonado de manera ritual, habiéndose

colocado una gran cantidad de ofrendas cerámicas y de metal en su interior, luego

de lo cual se quemó el techo de la estructura y se derrumbaron sus muros de manera

adrede.

Tal como hemos mencionado en el Capítulo 3, ha sido argumentado que la

función de esta estructura pudo haber estado relacionada con cuestiones

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CAPÍTULO 5: EXCAVACIONES EN VIEJO SANGAYAICO _____________________________________________________________________________________________

44

administrativas y/o religiosas. De igual manera, basados en la ausencia de bienes

europeos, se cree que la clausura pudo haberse dado luego de la llegada de los

españoles a los Andes, pero antes de la consolidación del virreinato en el área (Ver

Huamán y Lane, 2013; Lane et al, s.f; Whitlock, 2014)1

El sector C consta de 3.4 hectáreas y en su mayoría parece estar conformado por

grandes extensiones de terrazas de cultivo. Se encuentra en muy mal estado de

conservación debido a factores naturales y antrópicos.

El sector D (Figura 12) tiene 1.6 hectáreas y se encuentra conformado por una serie

de estructuras ubicadas sobre terrazas que ascienden sobre la ladera de un cerro. La

distribución de los edificios es diferente a la de SAN 1B aunque sus características

arquitectónicas son semejantes ya que se tratan de estructuras semi rectangulares

asociadas a patios.

Dentro del sector B todas las estructuras cerradas visibles, independientemente

de su afiliación cronológica, fueron identificadas con números romanos correlativos,

habiéndose registrado un total de 43 estructuras (ver Figura 7). Con respecto al estado

de conservación de las estructuras en el sector B, debemos mencionar que muchas

de las estructuras originales han sido rehusadas como corrales para animales y en

algunos casos sus muros han sido desmontados para la construcción de corrales

modernos, así mismo muchos de los muros han colapsado y el sector se encontró

cubierto de abundante maleza.

1 Ha sido sugerido (Lane et al, s.f)) que la distribución de la estructuras del sector B pueden responder a una división

en mitades norte y sur al estilo hanan y hurin. Aunque interesante, esta hipótesis no ha sido comprobada hasta el

momento.

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CAPÍTULO 5: EXCAVACIONES EN VIEJO SANGAYAICO _____________________________________________________________________________________________

45

Figura 7: Plano de los sectores A y B del sitio

arqueológico Viejo Sangayaico, los Pozos 1 y 2

señalan la ubicación de las unidades de excavación

al interior de las estructuras XII y XIX

respectivamente. (PIACI 2014).

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CAPÍTULO 5: EXCAVACIONES EN VIEJO SANGAYAICO _____________________________________________________________________________________________

46

Figura 8: Foto panorámica del sector A. Hacia

la derecha, señalado por la flecha, los muros

de la supuesta iglesia rustica colonial. (Foto

JARM)

Figura 9: Foto del interior de la supuesta

iglesia colonial en el sector A de SAN1.

(Foto JARM)

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CAPÍTULO 5: EXCAVACIONES EN VIEJO SANGAYAICO _____________________________________________________________________________________________

47

Figura 11: Foto detalle del

tipo de estructuras

presentes en el sector B de

SAN1. (Foto JARM)

Figura 10: Foto panorámica del sector B de SAN1.

(Foto JARM)

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CAPÍTULO 5: EXCAVACIONES EN VIEJO SANGAYAICO _____________________________________________________________________________________________

48

Figura 12: Viejo Sangayaico sector D (PIACI 2014).

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CAPÍTULO 5: EXCAVACIONES EN VIEJO SANGAYAICO _____________________________________________________________________________________________

49

2. Excavaciones en SAN1B temporada 2014

Durante la temporada 2014, un total de cuatro unidades de excavación fueron

abiertas en cuatro diferentes estructuras al interior del Sector B. Para propósito de

esta tesis, sólo se analizarán los resultados de las excavaciones en dos estructuras:

Estructura XIX y Estructura XII.

Debido a constricciones presupuestarias y logísticas, solo dos estructuras fueron

seleccionadas para las excavaciones. Ambas estructuras fueron escogidas basándonos

en criterios tanto teóricos como prácticos. De esta manera siendo nuestro objetivo de

investigación el conocer la jerarquía social de los grupos domésticos que habitaron

el sector B, nuestro interés se centró en la excavación de estructuras domésticas.

Habiendo definido que, a semejanza de otros asentamientos tardíos en los Andes

Centrales, el conjunto doméstico en Sangayaico está compuesto arquitectónicamente

por una “casa” y un patio asociado, se buscaron conjuntos con estas características.

A su vez, debido al continuo y masivo uso de las estructuras del sector B como

corrales para animales, se buscaron estructuras con menores evidencias de

perturbaciones modernas. Las estructuras XIX y XII, no solo poseían rasgos

superficiales indicadores de posible función doméstica, sino que contenían algunos

de los muros mejor conservados del sector B y pocas evidencias de haber sido usadas

como corrales. La elección de ambas estructuras, entonces, no fue aleatoria sino

deliberada.

2.1. Metodología de excavación

La Estructura XIX se encuentra en el extremo sureste del sitio, en el límite de la

zona construida, siendo sus coordenadas de ubicación: UTM: 18L 0475553,

8474829; por otro lado la Estructura XII se ubica en la zona centro norte de Viejo

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CAPÍTULO 5: EXCAVACIONES EN VIEJO SANGAYAICO _____________________________________________________________________________________________

50

Sangayaico y sus coordenadas de ubicación son: UTM: 18L 0475531, 8474859 (Ver

Figura 13 para ubicación de unidades de excavación).

Las excavaciones en ambas estructuras se limitaron a un cuarto de su área total,

no pudiendo excavarse su totalidad por cuestiones logísticas. Es debido a esto que se

escogieron aquellos cuadrantes asociados a los muros mejor conservados para

obtener una secuencia cultural coherente y recopilar mejores muestras de material.

El registro de excavación fue mediante Unidades Estratigráficas (U.E.), lo que

contempla el registro por separado de capas naturales, lentes, elementos y

hallazgos. Cada una de estas Unidades Estratigráficas contó con su respectiva ficha

Figura 13: Plano del sector B donde se indica la ubicación de las estructuras XII y XIX.

(PIACI 2014).

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CAPÍTULO 5: EXCAVACIONES EN VIEJO SANGAYAICO _____________________________________________________________________________________________

51

de ubicación y descripción, dibujos (planta y perfiles) con escala de sección y detalles

de ciertos elementos relevantes a escala 1/10, 1/20 o 1/50, y fotos digitales. Cada

unidad de excavación [Pozo] fue orientado en dirección al Norte magnético o,

de lo contrario, en función a las estructuras arquitectónicas.

Paralelamente al registro mediante fichas se utilizó una libreta de campo para

cada unidad. En las libretas se anotaron los comentarios e interpretaciones de los

directores y técnicos de excavación a cargo de cada unidad. Ambas estructuras fueron

excavadas hasta alcanzar un nivel de piso original, luego de definir este piso se

abrieron trincheras o pozos de cateo pequeños para alcanzar la capa estéril y tener

una estratigrafía completa de ambas estructuras. Toda la tierra recuperada fue pasada

a través de zarandas para recuperar material pequeño y muestras de tierra y carbón

fueron recogidas para posibles y subsiguientes dataciones y análisis de polen.

3. Resultados de la excavación: La Estructura XIX

La Estructura XIX se encuentra ubicada en el extremo sur de SAN 1B, en el

límite del área construida del sector B. Se trata de un recinto de planta cuadrangular

con esquinas internas y externas redondeadas, mide 8.75 m de oeste a este por 8.25

m de norte a sur, posee un área interior de 45.70 m2 y un acceso orientado al este

con un ancho de 0.70 m (Figura 14). La estructura se encuentra en mal estado de

conservación debido a que gran parte de sus muros han colapsado con el tiempo,

cubriendo su interior con una gran cantidad de piedras. Los muros son de doble

cara y están construidos a base de piedra fijada con mortero de barro. La altura

máxima de los muros previamente a la excavación fue de 1.46 m, con una mínima

de 0.22 m (Figura 15 y 16).

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CAPÍTULO 5: EXCAVACIONES EN VIEJO SANGAYAICO _____________________________________________________________________________________________

52

La unidad de excavación se ubicó en el cuadrángulo noreste de la estructura y

sus medidas fueron de 3.2 m de norte a sur x 4 m de oeste a este. La profundidad

final de la unidad de excavación fue de 0.80 m. Al interior de la unidad se realizó un

sondeo de 0.60 m de ancho (norte-sur) a lo largo del límite oeste de la cuadrícula

para ubicar la roca madre.

3.1 Estratigrafía y estratificación

La estratigrafía en la Estructura XIX no es muy compleja o profunda, el Anexo 2

presenta la secuencia completa junto con las descripciones pertinentes a cada Unidad

Estratigráfica (UE). De manera resumida, podemos decir que debajo de las capas

formadas por el colapso natural de la edificación (UE 300 y 302) se encuentra un

piso de arcilla (UE 304,305), asociado con la base de los muros, y que se elaboró

sobre el nivel estéril.11

Con respecto a la estratificación, es claro que la Estructura XIX fue ocupada

continuamente durante toda su prolongada vida útil. No existe evidencia de una

superposición de pisos o de estratos que indiquen distintas fases de ocupación, al

contrario, las excavaciones revelaron un piso de barro con escaso material cultural

en su superficie correspondiente a los períodos Horizonte Tardío y Colonial

Temprano (ver Capítulo 5 para un análisis del material cultural) lo que indicaría, al

menos, 120 años de ocupación continua (Ver Figura 17 para dibujo de planta y 18

para un dibujo de perfil).

La poca cantidad de material indicaría que el abandono del edificio fue un evento

planificado durante el cual los habitantes se habrían llevado todos los bienes

11 Ver Anexo 2 para descripción de las Unidades Estratigráficas y matriz Harris de las estructuras XIX y XII.

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CAPÍTULO 5: EXCAVACIONES EN VIEJO SANGAYAICO _____________________________________________________________________________________________

53

importantes, dejando atrás aquellos sin importancia o muy pesados, como una laja

de piedra a manera de mesa de moler empotrada en el piso del edificio (Figura 19).

Un fogón formal ubicado al centro de la estructura (UE 303) se encontró

rebosando de ceniza lo que señalaría que previo al abandono los habitantes de la

estructura dejaron de preocuparse de la limpieza de este, lo que tendría sentido en

un ámbito en el cual la reubicación del grupo doméstico era inminente.

Figura 14: Dibujo de planta de la Estructura XIX. (PIACI 2014).

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CAPÍTULO 5: EXCAVACIONES EN VIEJO SANGAYAICO _____________________________________________________________________________________________

54

Figura 15: Detalle de interior de Estructura XIX previo a la excavación.

Orientación sur norte. (PIACI 2014).

Figura 16: Detalle de interior de Estructura XIX previo a la excavación.

Orientación sureste –noroeste. (PIACI 2014).

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CAPÍTULO 5: EXCAVACIONES EN VIEJO SANGAYAICO _____________________________________________________________________________________________

55

Este proceso de abandono planificado y lento entra en contraste con lo ocurrido

en la Estructura I excavada en el 2013, donde el abandono ritual del edificio se

produjo de manera súbita y en un plazo muy corto, probablemente un día (Whitlock,

2014).

Posteriormente al abandono, un primer momento de colapso cubrió el interior

del edificio. Sobre este colapso se encontraron evidencias de una posible ofrenda

compuesta por una pequeña escultura de piedra, fragmentada pero cuidadosamente

tallada que representa una mazorca de maíz. De igual manera, una quijada de animal

europeo (probablemente un bóvido) fue colocada cuidadosamente sobre el colapso y

cerca de la escultura. Finalmente, un segundo episodio de colapso cubrió la estructura

de nuevo.

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CAPÍTULO 5: EXCAVACIONES EN VIEJO SANGAYAICO _____________________________________________________________________________________________

56

Figura 17: Dibujo de planta de la Estructura XIX, final de excavación.

Nótese el fogón central y la laja de piedra al pie del muro norte, así

como las concentraciones de ceniza. (PIACI 2014).

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CAPÍTULO 5: EXCAVACIONES EN VIEJO SANGAYAICO _____________________________________________________________________________________________

57

Figura 18: Dibujo perfil oeste de la Estructura XIX. (PIACI 2014).

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CAPÍTULO 5: EXCAVACIONES EN VIEJO SANGAYAICO _____________________________________________________________________________________________

58

Vemos pues que la estratificación nos indica que existió un solo momento de

ocupación, el cual se prolongó durante dos momentos temporales: el Período

Horizonte Tardío y el Período Colonial Temprano.

3.2 Análisis arquitectónico

Habiendo establecido ocupación continua, procederemos a caracterizar la

arquitectura de la Estructura XIX con relación a los dos distintos momentos

culturales de ocupación que atravesó.

En efecto, tal como ha sido mencionado líneas arriba, un examen superficial

revela que no hubo adosamientos posteriores a la estructura principal, en contraste

con lo registrado en la zona Asto por Lavallée (1973) y que a su vez fueron

Figura 19: Estructura XIX, foto del piso expuesto, orientación sur a norte. En

primer plano y en la esquina izquierda el fogón central; en segundo plano al

pie del muro y hacia la izquierda vemos la laja plana de piedra. (PIACI 2014).

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CAPÍTULO 5: EXCAVACIONES EN VIEJO SANGAYAICO _____________________________________________________________________________________________

59

interpretados como distintas fases de crecimiento arquitectónico. Los muros tenían

un grosor promedio de 0.75 m y un análisis cuidadoso de los paramentos no

evidencia superposición de muros o renovaciones de los mismos (Figura 20). En

conjunto con la evidencia estratigráfica, la cual no indica superposición de capas de

ocupación, podemos afirmar que la Estructura XIX posee una sola fase constructiva,

así como una sola ocupación continua hasta el momento de abandono. Como

veremos más adelante, esta ocupación se extendió durante dos momentos culturales

diferentes: los períodos Horizonte Tardío y Colonial Temprano.

Habiendo establecido esto, describiremos los elementos arquitectónicos de la

Estructura XIX, tanto en su exterior como interior.

El patio de la estructura se halla hacia el este del edificio y carece de arquitectura

en superficie, aunque se encuentra delimitado hacia el este por un muro bajo

perteneciente a la terraza artificial sobre la cual se encuentra. Hacia el oeste la

Figura 20: Foto detalle del aparejo del muro norte d e la Estructura XIX. Nótese la

preferencia del uso de cantos grandes. (PIACI 2014).

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CAPÍTULO 5: EXCAVACIONES EN VIEJO SANGAYAICO _____________________________________________________________________________________________

60

estructura limita con una estructura domestica semejante, mientras que hacia el este

limita con otros conjuntos domésticos. Debido a que la Estructura XIX se encuentra

en el límite sur del área construida del sector B, no limita hacia el sur con ninguna

otra estructura.

Con respecto al patio, este es un espacio no construido y sin una forma definida

pero que, por medio de un pasaje hacia el norte de la Estructura XIX, se conecta con

el resto del Sector B (Figura 21). Esta particular característica brinda privacidad a la

Estructura XIX ya que en primer lugar limita el acceso desde el exterior a un solo

punto (a través de este pasaje) y en segundo lugar mantiene en privado las actividades

realizadas en el patio de esta estructura ya que los edificios vecinos dan la espalda al

patio y a la Estructura XIX. No existiría, sin embargo, una privacidad total ya que

debido al muro bajo que limita el patio hacia el este, es posible ganar acceso visual

desde esta dirección.

Figura 21: Esquema que diagrama los caminos de acceso hacia y desde la

Estructura XIX (19) con relación al resto del sector B. (PIACI 2014).

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CAPÍTULO 5: EXCAVACIONES EN VIEJO SANGAYAICO _____________________________________________________________________________________________

61

Por otro lado al interior del patio se registró una mesa de moler de piedra

acompañada de batanes los cuales indicarían una serie de actividades de molienda

realizadas en el patio, posiblemente relacionadas con el procesamiento de alimentos

o materia prima variada. Estas actividades, como hemos mencionado líneas arriba,

habrían sido privadas a ojos de los vecinos inmediatos, pero no para aquellos hacia

el este de la estructura.

Desde el patio se accede al interior de la estructura a través de un vano de acceso

de 0.60 m de ancho. El interior de la estructura está conformado por una serie de

rasgos importantes. Partiendo desde el acceso, hacia el oeste y en el centro de la

estructura (visible desde el patio) encontramos un fogón formal de forma ovalada y

delimitado por piedras trabajadas y que fue construido directamente sobre la

superficie estéril (Figura 22). Al momento de la excavación el fogón se hallaba repleto

de ceniza al punto que esta rebalsaba sobre el piso, esto nos lleva a creer que su uso

fue constante durante toda la ocupación. De igual manera, la única evidencia cultural

hallada dentro del fogón corresponde a algunos fragmentos de cerámica, aun así, es

muy posible que su función primaria haya sido calentar el interior de la residencia y

proveer una fuente constante de fuego para la cocina de los alimentos.

Desde el acceso y hacia el norte al pie del muro, es decir entrando al edificio a la

mano derecha, se descubrió una laja de piedra plana de 0.90 m de largo x 0.50 m

de ancho. Esta laja posee una superficie trabajada y no cóncava, a diferencia de los

batanes comunes y estuvo colocada directamente sobre la capa estéril, al igual que el

fogón, por lo que el piso de la estructura parece haber sido construido alrededor de

esta. Junto a la laja y al pie del muro se encontró una gran cantidad de ceniza blanca

y carbón, así como una depresión en el piso que indicaría la construcción de un

segundo fogón, aunque en este caso carente de una estructura formal. Es posible que

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CAPÍTULO 5: EXCAVACIONES EN VIEJO SANGAYAICO _____________________________________________________________________________________________

62

a través del tiempo, el fogón central se haya probado insuficiente en las funciones

que cumplía, por lo que una segunda zona de quema fue implementada en un área

cercana a la laja de piedra, la cual creemos fue utilizada durante las labores de cocina

(Figura 23).

Tanto la presencia de un fogón formal al centro de la estructura, como la laja de

piedra, ambas colocadas directamente sobre la capa estéril y previamente a la

construcción del piso, parecen indicar que en la mente de los constructores originales

existió una clara división del espacio en dos sectores diferentes pero asociados. Un

primer sector dedicado a la posible mantención de un fuego constante representado

por el fogón central formal y otro espacio dedicado a la preparación de alimentos y

caracterizado por la laja de piedra y un segundo fogón. De igual manera, la

permanencia y uso constante de estos rasgos a través del tiempo son indicadores de

Figura 22: Foto detalle del fogón central en la Estructura XIX luego de ser

excavado. (PIACI 2014).

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CAPÍTULO 5: EXCAVACIONES EN VIEJO SANGAYAICO _____________________________________________________________________________________________

63

continuidad en la función original de la Estructura XIX como residencia doméstica

a lo largo de su vida útil.

En resumen podemos concluir que la evidencia estratigráfica y arquitectónica

indica que existió una sola

fase constructiva para la

Estructura XIX durante la cual

se construyó el patio y la

residencia en sí. De igual

manera es en este momento

que se ubicó la laja de piedra

y se construyó el fogón

central, separando claramente

dos espacios particulares al

interior de la estructura. Así

mismo podemos afirmar que

existió una ocupación

continua durante toda la vida

de la estructura y durante esta

no se hicieron modificaciones

en la arquitectura original.

Figura 23: Foto detalle de la laja de piedra al pie del muro

norte de la Estructura XIX y del segundo fogón y

concentración de ceniza. (PIACI 2014)

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CAPÍTULO 5: EXCAVACIONES EN VIEJO SANGAYAICO _____________________________________________________________________________________________

64

4. Resultados de la excavación: La Estructura XII

Esta estructura se encuentra ubicada en el límite del área norte de SAN1B y casi

en el centro del sector. Se trata de un recinto alargado de planta semitrapezoidal pero

con esquinas internas y externas redondeadas. La estructura tiene un largo de

aproximado de 10 m y un ancho de 7 m, con un área interior de 41.78 m2 (Figura

24). Los muros son de doble cara, construidos a base de piedra trabajada asentada

con mortero utilizando la técnica de pircado y se encuentran en mal estado de

conservación, conservándose una altura máxima de 2 m en algunas secciones.

Se excavó el cuadrante sur este (cuadrante I), que incluye una porción del vano

de acceso. Las medidas de la unidad fueron de 3.30 m largo x 2.70 m ancho (Figuras

25 y 26).

Figura 24: Dibujo de planta de la Estructura XII . (PIACI 2014).

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CAPÍTULO 5: EXCAVACIONES EN VIEJO SANGAYAICO _____________________________________________________________________________________________

65

Figura 25: Foto detalle Estructura XII previo a la excavación. Orientación noroeste -sureste.

(PIACI 2014).

Figura 26: Foto detalle Estructura XII previo a la excavación. Orientación oeste -este.

(PIACI 2014).

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CAPÍTULO 5: EXCAVACIONES EN VIEJO SANGAYAICO _____________________________________________________________________________________________

66

4.1 Estratigrafía y estratificación

La estratigrafía en la Estructura XII no es muy compleja o profunda, el Anexo 2

presenta la secuencia completa junto con las descripciones pertinentes a cada Unidad

Estratigráfica (UE). De manera resumida podemos decir que debajo de las capas

formadas por el colapso natural de la edificación (UE 400, 401 y 402) se ubica un

piso de arcilla (UE 405) asociado con la base del muro y que se elaboró sobre dos

niveles de prepiso (UE 411 y 412). Así mismo, sobre el prepiso (UE 411) se

construyó una banqueta baja delimitada por dos muros de piedra (UE 403 y 407)

que se adosaron al muro noreste de la estructura.

La secuencia de superposición de capas indica que la Estructura XII fue ocupada

continuamente, sin que se haya encontrado indicios de una superposición de pisos

formales o de estratos de ocupación correspondientes a distintas fases. Todo lo

contrario, la ocupación fue constante y prolongada.

Se registró poca cantidad de material cultural sobre el piso de la estructura, la

mayor parte de esto corresponde a fragmentos de cerámica. Esto parece indicar que

el abandono de la estructura fue planificado o, al menos, no lo fue súbito

(contrastando una vez más con el abandono ritual de la Estructura I).

Las primeras capas estratigráficas señalan que previamente a la construcción del

piso de la estructura el terreno fue preparado mediante el volcado de una serie de

depósitos a manera de prepiso. Una vez construido el piso, hacia el lado noroeste de

la estructura y adosado al muro se edificó una banqueta delimitada por dos muros

de piedra trabajada (Figura 27). En algún momento de la ocupación se acumuló en

la esquina oeste de la unidad de excavación, es decir hacia el centro de la estructura,

una considerable cantidad de ceniza y carbón lo que sugiere un fogón no formal.

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CAPÍTULO 5: EXCAVACIONES EN VIEJO SANGAYAICO _____________________________________________________________________________________________

67

Luego del abandono, un primer momento de colapso “natural” pudo haber

causado el derrumbe parcial de los muros de la banqueta, los cuales cedieron sobre

el piso de la estructura. Posteriormente dos momentos más de derrumbe de los

muros cubrieron los restos del edificio por lo cual su interior se encontró cubierto

de una gran cantidad de piedras previo a los trabajos de excavación (Ver planta en

Figura 28 y perfil de la unidad en Figura 29).

Figura 27: Foto del piso expuesto en la Estructura XII , orientación suroeste -noreste.

Nótese en la esquina superior derecha los muros que delimitan la banqueta. (PIACI

2014).

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CAPÍTULO 5: EXCAVACIONES EN VIEJO SANGAYAICO _____________________________________________________________________________________________

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Figura 28: Dibujo planta Estructura XII , final de excavación. En la esquina

superior derecha la banqueta. (PIACI 2014).

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CAPÍTULO 5: EXCAVACIONES EN VIEJO SANGAYAICO _____________________________________________________________________________________________

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Figura 29: Dibujo perfil norte Estructura XII. (PIACI 2014).

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CAPÍTULO 5: EXCAVACIONES EN VIEJO SANGAYAICO _____________________________________________________________________________________________

70

4.2 Análisis arquitectónico

Al igual que la Estructura XIX, la Estructura XII fue construida en un solo

momento, sin remodelaciones o cambios posteriores a manera de adosamientos de

estructuras menores, superposición de pisos o remodelaciones a la banqueta.

El aparejo de los muros revela una preferencia por piedras medianas/grandes de

forma angular trabajadas y colocadas de tal manera que las caras planas se

encontraban expuestas hacia el exterior e interior de la estructura y entre estas piedras

se encajaron piedras angulares más pequeñas a modo de pachillas. La disposición

del aparejo es irregular, con piedras de gran tamaño tanto en los basamentos como

en las partes altas de los muros. El muro sureste presenta un pequeño nicho

cuadrangular de aproximadamente 0.30 m de lado y ubicado a aproximadamente

1.10 m del piso de la estructura. Por último, un exhaustivo análisis de los paramentos

no reveló huellas de cambios o adiciones en sus mamposterías (Figura 30).

La Estructura XII se encuentra asociado a un patio pero que, a diferencia de la

Estructura XIX, es compartido con otro edificio de rasgos arquitectónicos semejantes.

Este patio se encuentra sobre una terraza artificial y que, con excepción de un

pequeño muro bajo de piedra, se encuentra libre de arquitectura superficial. El muro

bajo puede haberse tratado de un muro delimitador de la terraza y del patio, sin

embargo no podemos estar seguros de esto.

El patio sirve como espacio de tránsito y comunicación con otras partes del sector

B. En efecto, hacia el este se comunica con un gran espacio abierto y con otras

residencias, mientras que hacia el oeste y sur se comunica con otros conjuntos

domésticos. Parece que la Estructura XII se encuentra ubicada en una intersección

de pasajes que comunican con la gran parte del sector, quizá debido a su ubicación

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CAPÍTULO 5: EXCAVACIONES EN VIEJO SANGAYAICO _____________________________________________________________________________________________

71

central y en el medio del eje longitudinal horizontal que parece dividir el sector B

(Figura 31). Desde un punto de vista de privacidad, el hecho que el patio de la

Estructura XII sea compartido con otra estructura no es tan grave como el hecho que

este patio forme una zona de tránsito obligatorio para todos aquellos desplazándose

desde el extremo oeste del sector hacia el extremo este y viceversa. Entonces, el grado

de privacidad que se tenía dentro de este patio era casi nulo, en contraste con la

Estructura XIX.

Figura 30: Detalle del aparejo del muro noreste de la Estructura XII. Nótese el uso de piedras

trabajadas de forma angular, así como el uso de pachilla. (PIACI 2014).

Page 87: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

CAPÍTULO 5: EXCAVACIONES EN VIEJO SANGAYAICO _____________________________________________________________________________________________

72

Desde el patio se ingresa al interior del edificio por medio de un acceso

rectangular de 0.50 m de ancho orientado hacia el sur este. Dentro, y hacia el centro

de la estructura, se encontró una concentración de ceniza que pudo haber formado

parte de un fogón aunque carente de una estructura formal. Desde el acceso y hacia

el noroeste (la mano derecha entrando), adosado al muro de la estructura se

construyó una banqueta baja de aproximadamente 0.30 m de alto y 2 m de largo por

.50 m de ancho. La banqueta estuvo delimitada por dos muros de piedra unidos

con argamasa de barro (UE 403, 407) (Figura 32).

Como se ha mencionado, esta banquera estuvo construida sobre el prepiso (UE

411, 412) de la estructura. Nos es difícil asignar una función exacta para la banqueta.

Lo que si podemos afirmar es que cualquier actividad realizada sobre esta, ameritaba

estar elevada sobre el la superficie del piso, por lo que podemos pensar en una zona

Figura 31: Esquema que diagrama los caminos de acceso hacia y desde la

Estructura XII (Pozo 1) con relación al resto del sector B. (PIACI 2014).

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CAPÍTULO 5: EXCAVACIONES EN VIEJO SANGAYAICO _____________________________________________________________________________________________

73

para dormir, almacenamiento de bebidas o alimentos, etc. o todas estas al mismo

tiempo.

Por último,

la presencia de la

banqueta indica una clara

intención por dividir el

espacio interior de la

estructura.

Aparentemente la

construcción y

delimitación de esta área

tomó prioridad con

relación a otros rasgos

interiores, como por

ejemplo un fogón formal

o un área de cocina, por

lo que su importancia

debió haber sido

significante para los

constructores.

En resumen podemos

concluir que la evidencia

estratigráfica y

arquitectónica indica que existió una sola fase constructiva para la Estructura XII. Así

mismo podemos afirmar que existió una ocupación continua durante toda la vida

Figura 32: Detalle de la banqueta interior de la Estructura XI

(PIACI 2014) .

Page 89: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

CAPÍTULO 5: EXCAVACIONES EN VIEJO SANGAYAICO _____________________________________________________________________________________________

74

de la estructura y durante la cual no se hicieron modificaciones en la arquitectura

original.

5. Sumario

En el presente capítulo, hemos analizado la evidencia estratigráfica y

arquitectónica de las estructuras XIX y XII, llegando a concluir que: ambas estructuras

tuvieron un solo momento constructivo y una sola ocupación extendida a lo largo de

dos momentos culturales: el Período Horizonte Tardío y el Período Colonial

Temprano. Igualmente, sabemos que durante esta larga ocupación no se dieron

modificaciones arquitectónicas en las estructuras, las cuales mantuvieron sus diseños

y elementos originales hasta el momento de abandono.

Hemos identificado como al interior de la Estructuras XIX se construyó un fogón

formal que estuvo en uso a lo largo de toda la vida útil de la estructura, de igual

manera se colocó una gran laja plana de piedra a manera de mano o mesa de moler.

Esta laja de piedra, creemos, fue parte del área de actividad de preparación y consumo

de comida, como lo demuestra un segundo fogón ubicado muy cerca de la

mencionada laja.

Por otro lado, dentro de la Estructura XII se descubrió una banqueta baja

adosada al muro suroeste y junto al acceso a la residencia. No estamos seguros sobre

la función exacta de esta banqueta, pero creemos pudo tener varias funciones a lo

largo de la ocupación de la residencia. No se distinguió alguna otra estructura interna,

pero si un área que posiblemente funcionó como fogón aunque sin estructura formal.

Finalmente, nuestros análisis indican que la Estructura XIX ocupó un área

discreta al sur del sector B, muy cerca de un área importante conformada por la

Estructura II (Figura 33) y lejos de zonas de mayor tránsito, lo cual le concedió una

Page 90: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

CAPÍTULO 5: EXCAVACIONES EN VIEJO SANGAYAICO _____________________________________________________________________________________________

75

mayor privacidad. En contraste, la Estructura XII se encuentra ubicada en un área

central de mayor tráfico y menor privacidad. Aparte de esto, la Estructura XIX, en

conjunto con su patio, ocupo un área significativamente mayor que la que ocupó la

Estructura XII, la cual compartió su patio con una estructura vecina.

En nuestro próximo capítulo nos centraremos en el análisis del material cultural

recuperado en nuestras excavaciones, con el propósito de identificar los períodos de

ocupación de las estructuras, los estilos cerámicos presentes, el rango de actividades

llevadas a cabo dentro de las estructuras y las características cualitativas del material

registrado.

Page 91: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

CAPÍTULO 5: EXCAVACIONES EN VIEJO SANGAYAICO _____________________________________________________________________________________________

76

Figura 33: Arriba Estructura II durante la temporada 2013. Abajo algunos de los

hallazgos: izquierda una ofrenda de cerámica inca Provincial, derecha una cabeza de

porra inca. (PIACI 2013).

Page 92: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

77

Análisis del Material Cultural

n el presente capítulo nos dedicaremos al análisis del material artefactual

descubierto al interior de las estructuras XIX y XII.

Estos análisis se encuentran guiados por nuestras, aún pendientes, preguntas de

investigación (Capítulo I):

¿Cuándo fueron ocupadas las estructuras XIX y XII? ¿Qué estilos cerámicos están

presentes en cada una de las fases de ocupación de las estructuras XIX y XII?

¿Cuál es el rango de actividades realizadas en las estructuras XIX y XII durante

cada una de sus fases de ocupación?

¿Cuál fue la naturaleza cualitativa y tipo (vajilla cerámica, metales, etc.) de los

bienes materiales que se consumieron o usaron por parte de los residentes de las

estructuras XIX y XII durante cada uno de sus momentos de ocupación?

Nuestros objetivos son:

- Identificar y caracterizar los estilos cerámicos usados por los residentes de las

estructuras XIX y XII y así poder ubicar cronológicamente los distintos momentos

de ocupación de las mismas.

- Inferir actividades y áreas de actividad, dentro de las estructuras XIX y XII, en

cada uno de sus momentos de ocupación.

E

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CAPÍTULO 6: ANÁLISIS DEL MATERIAL CULTURAL _____________________________________________________________________________________________

78

- Caracterizar los bienes usados y consumidos por los residentes de las estructuras

XIX y XII durante sus distintos momentos de ocupación.

Nuestros análisis abarcaran tanto el material cerámico, como los artefactos líticos,

artefactos de metal, objetos de vidrio y material óseo, para lo cual primero

expondremos la metodología usada durante los análisis.

Hemos estructurado el capítulo en base a las preguntas de investigación, por lo

que los resultados de los análisis del material de las estructuras serán presentados de

manera individual y en relación a la pregunta a ser contestada. Al final del capítulo

se presentara un sumario y conclusiones preliminares producto de estos análisis.

1. Metodología del análisis del material cultural

Luego de las excavaciones el material cultural fue analizado en gabinete. El primer

paso, luego de la limpieza, fue el agrupamiento del material en base a tipos generales,

es decir, material cerámico, lítico, óseo, metal y vidrio. Una vez clasificado y separado,

se procedió al análisis del material con relación a su tipo y a su estructura de origen:

El material cerámico: se trata del más abundante tipo de material cultural y fue

dividió en fragmentos diagnósticos y no diagnósticos. Se rotularon solo los

fragmentos diagnósticos y luego se pasó a dibujar aquellos fragmentos diagnósticos

relevantes, excluyendo algunos tiestos demasiado pequeños o erosionados. De igual

manera el material fue inventariado y fotografiado.

Para poder responder a nuestras preguntas de investigación de la mejor manera,

se decidió que lo más apropiado seria realizar análisis morfológicos y estilísticos sobre

el material cerámico. Ya que las características morfológicas de una vasija están muy

relacionadas con su capacidad para adecuarse a cierto tipo de actividades (Rice, 2005:

207), actividades domésticas como la preparación y consumo de alimentos,

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CAPÍTULO 6: ANÁLISIS DEL MATERIAL CULTURAL _____________________________________________________________________________________________

79

almacenaje de bienes, producción doméstica, etc. se encontraran reflejadas en la

morfología de las vasijas y otros instrumentos de arcilla. Por otro lado, la

identificación de estilos cerámicos nos permitirá responder cuestiones importantes

como ubicación cronológica del material y filiación cultural. De igual manera, tal

como se ha visto en el Capítulo 2, diferencias y semejanzas tipológicas entre los

fragmentos cerámicos encontrados en estructuras residenciales pueden ser buenos

indicadores de jerarquía social entre distintas unidades domésticas al interior de un

asentamiento (ver Orton y Vince, 1997 para discusión).

El material lítico: durante las excavaciones se encontró escaso material lítico. Este

fue limpiado, fotografiado y clasificado en relación a sus características formales.

Material óseo: se encontró muy poco material óseo y la mayor parte de la muestra

pertenece a fragmentos no identificables.

Objeto de metal: se encontró un solo artefacto de metal, el cual fue fotografiado

y analizado en base a sus características superficiales.

Artefactos de vidrio: tres cuentas de vidrio y dos fragmentos de vidrio fueron

recuperados de las excavaciones. El material fue fotografiado y analizado en base a su

tipología.

2. Estilos cerámicos de las estructuras XIX y XII

2.1. La Estructura XIX

Durante los trabajos de gabinete se registraron un total de 420 fragmentos

cerámicos recuperados de las excavaciones de la Estructura XIX así como algunos

artefactos de función indeterminada y una figurina zoomorfa de barro. De este total,

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CAPÍTULO 6: ANÁLISIS DEL MATERIAL CULTURAL _____________________________________________________________________________________________

80

349 (83%) fragmentos son de carácter no diagnostico mientras que solo 71 (17%)

son diagnósticos (Ver Gráfico 1).

La mayor cantidad de material ceramico se encontró en las capas superiores, es

decir las deposiciones post abandono del edificio y las cuales estan representadas por

las UE 300 y 302. Por otro lado el material ceramico correspondiente a contextos de

ocupación, tratandose de las UE 303 (fogón central de la estructura) y las UE 304 y

305 (piso de la estructura), es menos numeroso. En el Grafico 2 podemos observar

al proporción de tiestos registrados con relación a su contexto:

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CAPÍTULO 6: ANÁLISIS DEL MATERIAL CULTURAL _____________________________________________________________________________________________

81

El análisis estilístico de los fragmentos se llevó a cabo sobre el material

perteneciente a contextos de ocupación: UE 303 (fogón) y UE 304-305 (piso) ya que,

como ha sido argumentado (Allison 1999; LaMotta y Schiffer 1999), este tipo de

contexto, junto con aquellos pertenecientes a diferentes rasgos arquitectónicos al

interior de la residencia, es el más adecuado para revelar patrones de comportamiento

al interior de una unidad doméstica, cuestiones cronológicas y aspectos sociales. De

igual manera, no todos los fragmentos diagnósticos fueron analizados, habiéndose

dejado de lado objetos muy pequeños o misceláneos, como por ejemplo raspadores

de cerámica o discos de cerámica que son incapaces de brindar la información

necesaria para nuestra investigación. Nuestra muestra también incluye algunos

fragmentos pertenecientes a cuerpos de vasijas con características de manufactura

capaces de aportar datos cronológicos y de asociación cultural (cerámica colonial

europea). Finalmente, nuestra muestra final estuvo conformada por 14 fragmentos

que conforman el 4% del material total recuperado (Tabla 1).

Gráfico 1: Distribución total de los fragmentos diagnósticos y no

diagnósticos al interior de la Estructura XIX con respecto a sus

contextos

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CAPÍTULO 6: ANÁLISIS DEL MATERIAL CULTURAL _____________________________________________________________________________________________

82

El análisis estilístico se realizó sobre esta muestra, para lo cual se revisaron las

tipologías cerámicas documentadas para Huancavelica y regiones aledañas para el

Intermedio Tardío (Gonzales, 1992; Lavallée y Julien, 1983; Matos; 1959 a, 1959b

y Ravines, 2011). De igual manera se consultaron los trabajos de Costin (2001),

D’Altroy (2001), Rowe (1944), Julien (1987-1989) y Ravines (2011) sobre la cerámica

inca del Horizonte Tardío y las investigaciones sobre los estilos cerámicos coloniales

llevadas a cabo por Deagan (1987), Torres (2011), Van Valkenburgh (2012) y

Wernke (2003).

Hemos distinguido dos estilos cerámicos claramente definidos (Ver Anexo 2 para

dibujos). El primer estilo cerámico pertenece al denominado Inca Provincial o Estatal,

caracterizado por bordes de vasijas con formas aribaloides y decoración escultórica

Estructura UE Tipo de

fragmento

Cantidad Total

XIX 303

(Fogón)

Borde 1 4

Cuerpo no

decorado

3

304 (Piso) Borde 3 4

Cuerpo

decorado

1

305 (Piso) Borde 3 6

Cuerpo no

decorado

3

Tabla 1: Tipo y distribución de los fragmentos diagnósticos util izados como

muestra para los análisis morfológicos y estilísticos.

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CAPÍTULO 6: ANÁLISIS DEL MATERIAL CULTURAL _____________________________________________________________________________________________

83

en los labios pero que carecen de diseños pictóricos o del fino acabado superficial

típico de la cerámica Inca Cuzqueña (Rowe, 1944). El segundo estilo cerámico

identificado pertenece a cerámica de origen europeo y que data de los primeros años

de la colonia. Debido a que no se registró ni un solo fragmento de borde u otra parte

diagnostica de las vasijas coloniales, los criterios usados para su diferenciación

fueron: las huellas de torno en la superficie interior de los fragmentos, el acabado

exterior a manera de “engobe blanco” (James 1988, 51) y el tipo de pasta compacta,

fina, con poquísimo temperante y de color naranja, clásico de las vasijas del tipo

Botijas Peruleras (Olive Jar). Finalmente, se registró cerámica domestica local pero

no pudimos afiliarla a ningún estilo cerámico previamente definido (Figura 34)

La Tabla 2 muestra la distribución de los fragmentos tipológicamente

identificados. Como vemos, la cerámica inca aparece exclusivamente como parte del

piso de la estructura, mientras que la cerámica colonial aparece como parte del

contenido del fogón y en el piso de la estructura.

Tabla 2: Distribución contextual de los estilos cerámicos identificados en la Estructura

XIX.

UE Estilo (s) Numero de vasijas o

fragmentos

303 (Fogón) Colonial 3 (fragmento)

304 (Piso) Inca 3

305 (Piso) Colonial 3 (fragmento)

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CAPÍTULO 6: ANÁLISIS DEL MATERIAL CULTURAL _____________________________________________________________________________________________

84

Figura 34: Cerámica inca (arriba y al medio) y cerámica colonial (abajo), hallada

sobre el piso y dentro del fogón de la Estructura XIX . (PIACI 2014)

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CAPÍTULO 6: ANÁLISIS DEL MATERIAL CULTURAL _____________________________________________________________________________________________

85

Desde un punto de vista tafonómico, la cerámica inca ingresó al registro

arqueológico durante el Horizonte Tardío y creemos que los tiestos analizados se

encontraron sobre el piso de la estructura y no como parte del relleno arquitectónico

del piso, habiendo sido acumulados como basura al pie de los muros. De igual

manera, el hecho que el 50% de los fragmentos coloniales se hayan encontrado bajo

la capa de ceniza del fogón central argumenta fuertemente que este estilo cerámico

fue utilizado durante la ocupación colonial de la Estructura XIX y no después de su

abandono.

Finalmente, una comparación cuantitativa de la muestra total de fragmentos

diagnósticos y no diagnósticos encontrados en contextos de ocupación (piso y fogón)

muestra un alto porcentaje de cerámica colonial con relación a la cerámica inca,

aunque un 36% de la muestra de fragmentos diagnósticos no pudo ser identificada

estilísticamente, pudiendo tratarse de cerámica doméstica local (Tabla 3).

El análisis estilístico del material cerámico hallado sobre el piso y fogones de la

estructura revelan claramente la existencia de vajilla perteneciente a dos estilos

cerámicos utilizados por los habitantes de la Estructura XIX durante su ocupación.

Material asociado al piso de la estructura (UE 304. 305), que como hemos discutido

en el capítulo anterior creemos se acumuló sobre su superficie durante la ocupación

del Horizonte Tardío, tiene claros rasgos del estilo inca, especialmente las formas

denominadas botella o aríbalo (forma A de Rowe (1944) o forma 1A para Julien

(1987-1989)) y botella de base plana (forma H para Rowe (1944) y 1B para Julien

(1987-1989)). De igual manera, un segundo estilo cerámico se encuentra

representado por la cerámica colonial recuperada de los contextos de piso y fogón

que creemos, a pesar que no se encontró ninguna pieza que nos indique una forma

Page 101: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

CAPÍTULO 6: ANÁLISIS DEL MATERIAL CULTURAL _____________________________________________________________________________________________

86

en particular, pertenecieron al tipo de vasija europea conocida como botija

perulera12.

En el capítulo anterior definimos una sola fase de ocupación para la Estructura

XIX la cual se dio a lo largo de dos momentos culturales (períodos Horizonte Tardío

y Colonial Temprano). El análisis estilístico de la cerámica confirma este argumento.

Ciertamente, la cerámica inca encontrada sobre el piso de la estructura confirma

que durante el Horizonte Tardío, el grupo doméstico que habitó la Estructura XIX

tuvo acceso a este estilo, específicamente botellas de formas aribaloides. Por otro lado,

evidencia al interior del fogón y sobre el piso del edificio confirman que durante el

12 Las botijas peruleras provenientes de España llegan por miles a América y el caribe, desde los inicios de la

Colonia, ya sea como contenedores de productos líquidos (el 43% de los envíos contenían vino), agrícolas o incluso

vacías; ya sea de manera legal o como contrabando (Sánchez, 1996: 139) Las botijas funcionaron como buenos

contenedores caseros de agua, ya que al no tener esmalte y ser porosas permitían la evaporación y enfriamiento

de los contenidos; de igual manera una vez fracturadas servían como relleno constructivo (Deagan, 1987: 32) lo

cual asegura su presencia en múltiples tipos de contextos arqueológicos. La distribución de las botijas peruleras

fue extremadamente amplia en el Nuevo Mundo, encontrándose a lo largo de la zona circuncaribeña, México,

América Central y el Sureste Norteamericano (Deagan, 1987: 32) así como en Suramérica.

Estructura Estilo Cantidad Porcentaje con

relación al total

de fragmentos

diagnósticos

XIX Colonial 6 43%

Inca (Horizonte

Tardío)

3 21%

Indeterminado 5 36%

Intermedio

Tardío

0 0%

TOTAL 14 100%

Tabla 3: Porcentaje de estilos presentes al interior de la Estructura XIX .

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CAPÍTULO 6: ANÁLISIS DEL MATERIAL CULTURAL _____________________________________________________________________________________________

87

Período Colonial Temprano sus habitantes usaron y descartaron (como lo señala el

hecho que solo se haya encontrado fragmentos de estas vasijas) vasijas europeas del

tipo botijas peruleras. El menaje cerámico también incluyó, tal como se ha

mencionado (Tabla 3), un 36% de fragmentos de cerámica atribuidos a vasijas de

estilo indeterminado. Creemos que estos fragmentos representan algún estilo

doméstico local.

Con respeto al uso continuo de cerámica del estilo inca durante la colonia: la

cantidad y calidad de los fragmentos de este estilo parece indicar que pudieron

haberse mantenido sobre el piso a manera de basura acumulada de tiempos previos.

Sin embargo, la presencia de una vasija parcialmente completa incrustada sobre el

piso de la estructura y de claro estilo inca podría indicar dos cosas: que este estilo se

mantuvo vigente (es decir se siguió manufacturando y usando) durante el período

Colonial Temprano, como ha sido sugerido ocurrió en Porco- Bolivia (Van Buren y

Brendan, 2014), o que los habitantes de la Estructura XIX ,durante el momento

colonial de la ocupación, optaron por la conservación de vasijas de este estilo por

motivos desconocidos, pero que podrían haber estado relacionados con un reflejo de

estatus.

En todo caso, podemos concluir que hubieron dos claros momentos culturales

de ocupación reflejados en el corpus cerámico analizado: el primero de ellos

corresponde a la ocupación Tawantinsuyo de Viejo Sangayaico (Horizonte Tardío) y

el segundo corresponde a la administración española durante el período Colonial

Temprano.

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CAPÍTULO 6: ANÁLISIS DEL MATERIAL CULTURAL _____________________________________________________________________________________________

88

2.2. La Estructura XII

Al interior de la Estructura XII se registró un total de 962 fragmentos de vasijas

cerámicas, incluyendo algunos artefactos de función indeterminada. De este total,

879 (91%) fragmentos son no diagnósticos mientras que solo 83 (9%) son

diagnósticos (Ver Gráfico 3). Al igual que en la Estructura XIX, los depósitos post

abandono de la Estructura XII poseen una mayor cantidad de tiestos, mientras que

contextos de ocupación, como el piso de la estructura y la banqueta, contienen un

menor número de fragmentos (Ver Gráfico 4).

El análisis estilístico de los fragmentos se llevó a cabo sobre el material

perteneciente a los contextos de ocupación: UE 405 (Piso), UE 406 (Colapso de

banqueta sobre el piso), UE 408 (Superficie de la banqueta), UE 409 (Colapso de

banqueta sobre el piso) y UE 410 (Piso interior de la banqueta).

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CAPÍTULO 6: ANÁLISIS DEL MATERIAL CULTURAL _____________________________________________________________________________________________

89

Durante el análisis estilístico no se consideraron tiestos muy pequeños o

artefactos misceláneos como piruros, “silbadores”, etc. Nuestra muestra también

incluye algunos fragmentos pertenecientes a cuerpos de vasijas con características de

manufactura diagnosticas de filiación temporal e histórica (cerámica colonial

europea). Finalmente, nuestra muestra final estuvo conformada por 21 fragmentos

cerámicos, es decir 2% del material total recuperado (Ver Tabla 4 y Anexo 2 para

dibujos de los fragmentos).

La bibliografía consultada durante el análisis estilístico de este material fue la

misma usada durante los análisis del material proveniente de la Estructura XIX.

Se distinguieron dos estilos cerámicos claramente diferenciados: cerámica del

estilo inca y cerámica de estilo colonial europeo (botijas peruleras). Un tercer estilo

representado por un borde decorado fue registrado sobre el piso de la estructura, sin

embargo su filiación cronológica y cultural es confusa debido al tamaño pequeño del

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CAPÍTULO 6: ANÁLISIS DEL MATERIAL CULTURAL _____________________________________________________________________________________________

90

tiesto. Se registraron fragmentos de cerámica domestica local, pero no se les pudo

atribuir algún estilo cerámico definido (Figuras 35 y 36).

Estructura UE Tipo de

fragmento

Cantidad Total

XII 405 (Piso) Borde 12 15

Cuerpo no

decorado

3

406 (Colapso

de banqueta)

Base 1 1

408 (Relleno

de banqueta)

Borde 1 1

409 (Colapso

de banqueta)

Borde 3 3

410 (Piso de

banqueta)

Fragmento

decoración

escultórica

1 1

21

Tabla 4: Tipo y distribución de los fragmentos diagnósticos de la Estructura XII

utilizados como muestra para los análisis morfológicos y estil ísticos

Tabla 5: Distribución contextual de los estilos cerámicos identificados en la Estructura

XII.

UE Estilo(s) Numero de vasijas o

fragmentos

405 (Piso) Inca 5

Colonial 3 fragmentos

Estilo Local Indeterminado 1

406 (Colapso de banqueta) Inca 1

409 (Colapso de banqueta) Inca 2

410 (Piso de banqueta) Inca 1 (fragmento decorativo

aplicación de aríbalo)

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CAPÍTULO 6: ANÁLISIS DEL MATERIAL CULTURAL _____________________________________________________________________________________________

91

La Tabla 5 muestra la distribución contextual de los estilos cerámicos

identificados en la Estructura XII. Como vemos, la cerámica inca aparece, sobre el

piso así como dentro de la banqueta, por otro lado, la cerámica de estilo colonial

aparece en poca cantidad y su ubicación se encuentra limitada al piso del recinto.

La cerámica inca es el estilo más numeroso registrado en la Estructura XII, con

un 45% de los tiestos diagnósticos hallados en contextos de ocupaciones en contraste

con un 15% de cerámica colonial (Tabla 6).

Tabla 6: Porcentaje de estilos presentes al interior de la Estructura XII .

Estilo Cantidad Porcentaje con

relación al total de

fragmentos

diagnósticos

XII Inca (HT) 9 45%

Colonial 3 15%

¿Local? 1 5%

Indeterminado 7 35%

20 100%

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CAPÍTULO 6: ANÁLISIS DEL MATERIAL CULTURAL _____________________________________________________________________________________________

92

Figura 35: Cerámica del esti lo inca, Estructura XII. (PIACI 2014).

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CAPÍTULO 6: ANÁLISIS DEL MATERIAL CULTURAL _____________________________________________________________________________________________

93

Figura 36: Arriba izquierda, base de cerámica con decoración inca de

serpiente. Arriba derecha , vasija incompleta de estilo inca. Abajo

centro, fragmento de e á i a olo ial o e go e e a. Est u tu a XIX. (PIACI 2014).

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CAPÍTULO 6: ANÁLISIS DEL MATERIAL CULTURAL _____________________________________________________________________________________________

94

Dos estilos cerámicos han sido claramente identificados dentro de la Estructura

XII, cada uno de estos estilos pertenece a un momento cultural diferente dentro de

la ocupación de la estructura. El primer estilo corresponde a cerámica inca,

caracterizada por tener cuellos cortos y anchos con bordes evertidos semejantes a las

formas conocidas como cántaro de cuello largo y ancho, así como “tinajón”13, de

igual manera un segundo grupo de vasijas tiene un cuello más estrecho y bordes

evertidos que asemejan al clásico aribalo o a la botella con base plana14. Por último,

una vasija parcialmente completa tiene semejanzas con la forma conocida como

“fuente” aunque con marcada variación de tamaño15. Dos fragmentos con decoración

inca también fueron identificados, uno de ellos una base modelada con una figura

de serpiente (posiblemente perteneciente a un plato), mientras la segunda pieza

correspondía a una aplicación decorativa de aríbalo.

No cabe duda que uno de los momentos culturales de ocupación ocurrió durante

el Horizonte Tardío. Muchos de los fragmentos de cerámica inca son demasiados

grandes como para haber formado parte del relleno del piso por lo que suponemos

se encontraron sobre el mismo y, ya que ninguna vasija se encontró completa,

creemos que los tiestos analizados formaron parte de la basura acumulada sobre el

piso de estructura durante su prolongada ocupación. Por otro lado el fragmento

decorativo de aríbalo se encontró dentro del relleno de la banqueta, lo que refuerza

una ocupación Horizonte Tardío de la estructura y un posible fechado para la

construcción de la banqueta y, por lo tanto, de la Estructura XII.

Un segundo momento cultural de la ocupación se encuentra evidenciado por

fragmentos de cerámica de estilo colonial europeo encontrados sobre el piso de la

13 Formas C y D de Rowe (1944), 3a y 3c de Julien (1987-1989). 14 Formas A y H de Rowe (1944), 1a y 1b de Julien (1987-1989). 15 Forma F de Rowe (1944), Forma 6 de Julien (1987-1989).

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CAPÍTULO 6: ANÁLISIS DEL MATERIAL CULTURAL _____________________________________________________________________________________________

95

estructura. Estos fragmentos pequeños parecen corresponder con el tipo de vasija

conocida como botija perulera. Algunos de los fragmentos tenían huellas de

exposición al fuego por lo que, a semejanza de aquellos hallados dentro de la

Estructura XIX, una vez rotas las vasijas, los fragmentos parecen haber sido arrojados

al fuego.

Argumentamos, entonces, que durante el momento de ocupación

correspondiente al Horizonte Tardío, los habitantes de la Estructura XII usaron un

estilo cerámico identificado como Inca Provincial, cuyas formas imitaban las

cuzqueñas aunque sin decoración pictórica. Evidencia de una vasija de este estilo,

casi completa, encontrada por debajo del colapso de la banqueta y sobre el piso de

la estructura indican que vasijas de este estilo continuaron usándose hasta el

abandono del edificio.

Durante un segundo momento cultural en la vida de la Estructura XII (período

Colonial Temprano) vasijas pertenecientes al estilo colonial europeo fueron

utilizadas. Este estilo se encuentra representado por una muy pequeña cantidad de

tiestos, por lo que suponemos su presencia dentro de la unidad doméstica no fue

abundante, lo que estaría relacionado con el continuo uso de estilos cerámicos

precedentes como el Inca Provincial. Finalmente, un 40% del material diagnostico

recuperado pertenece a vasijas domésticas de un estilo no identificado y posiblemente

local.

A manera de conclusión, podemos afirmar que el material cultural cerámico

refleja que las estructuras XIX y XII fueron ocupadas de forma continua desde su

edificación hasta su abandono. Esta ocupación se extendió a lo largo de los períodos

Horizonte Tardío y Colonial Temprano.

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CAPÍTULO 6: ANÁLISIS DEL MATERIAL CULTURAL _____________________________________________________________________________________________

96

3. Actividades en las estructuras XIX y XII

Para inferir actividades al interior de ambas estructuras usaremos, en gran parte,

la información obtenida del análisis morfológico de la cerámica registrada. Sin

embargo, también incluiremos los resultados de los análisis del resto de materiales

culturales para poder obtener una visión más completa de las actividades realizadas

durante la vida de ambas estructuras.

3.1. La Estructura XIX

Como se ha mencionado previamente, las características morfológicas de una

vasija están relacionadas con su capacidad para adecuarse a cierto tipo de actividades

(Rice, 2005: 207). En un inicio nuestro análisis morfológico buscó establecer claras

categorías tipológicas de uso, tales como ollas, cuencos, platos, etc. Sin embargo, nos

encontramos ante un problema del tipo teórico-práctico. En primer lugar, y tal como

ha sido argumentado por diferentes autores (p. ej. Rice 2005, Shepard 1985) la

relación entre uso y forma es raramente única y el uso de términos genéricos como

plato o jarra adscriben funciones particulares sin claras indicaciones que la vasija en

cuestión haya tenido ese uso específico, dándose entonces una combinación de

categorías de uso con categorías de forma (Rice, 2005: 211-212).

Optamos, entonces, por una descripción morfológica basada en una

diferenciación básica entre:

- Vasijas abiertas: aquellas vasijas cuyo diámetro de boca es el diámetro máximo.

- Vasijas cerradas: aquellas vasijas, con o sin cuello que presentan constricción en

el diámetro y cuyo diámetro máximo no corresponde con el diámetro de la boca.

Page 112: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

CAPÍTULO 6: ANÁLISIS DEL MATERIAL CULTURAL _____________________________________________________________________________________________

97

Esta descripción morfológica básica es apropiada para nuestro caso ya que los

bordes de nuestra muestra mantienen aún suficientes datos sobre la orientación de

las vasijas como para plantear una diferencia entre vasijas abiertas y cerradas.

Es así que trabajando sobre la misma muestra cerámica (ver Gráfico 1) utilizada

para nuestro análisis estilístico, pudimos identificar que 67% de la muestra estaba

conformada por vasijas abiertas, mientras que 33% eran vasijas cerradas (Gráfico 5).

Por otro lado el análisis del acabado y decoración de la cerámica indican una

prevalencia de cerámica sin decoración con un acabado de alisado simple en ambas

superficies. Todas las vasijas cerradas presentan superficies pulidas, mientras que

todas las vasijas abiertas tienen un acabado superficial de alisado simple (ver Tabla

7).

Gráfico 5: Distribución de las formas cerámicas registradas al interior de la

Estructura XIX con relación a su unidad estratigráfica de origen .

Page 113: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

CAPÍTULO 6: ANÁLISIS DEL MATERIAL CULTURAL _____________________________________________________________________________________________

98

Las vasijas abiertas han sido asociadas a categorías funcionales como ollas,

cuencos y platos, es decir, tipos usados tanto para la preparación de alimentos como

para su consumo, ya que los orificios de entrada son lo suficientemente amplios para

poder acceder a su contenido fácilmente. Vasijas abiertas usadas para la elaboración

de potajes suelen tener paredes delgadas que permiten una mejor trasmisión del calor

hacia los alimentos, de igual manera, se espera que las vasijas usadas para la

preparación de alimentos luzcan evidencias de hollín o de quema en sus superficies.

Las vasijas cerradas, por otro lado, son asociadas a botellas y cántaros, es decir,

a un tipo de vasija cuyo uso primario es el almacenamiento de sólidos y líquidos. El

tamaño de las vasijas, inferido en este caso a partir del diámetro de la boca, y su peso

(dato inexistente en nuestra muestra) son datos importantes que pueden ayudar a

inferir cuestiones como el número de individuos que conforman la unidad

doméstica, posibles usos dentro de contextos de festines, capacidad de transporte y

almacenamiento, etc. (Rice, 2005: 237-240).

UE

Forma

Alisado

Pulido

Decoración

303 (Fogón) Cerrada 0 0 0

Abierta 1 0 0

304 (Piso) Cerrada 0 3 0

Abierta 0 0 0

305 (Piso) Cerrada 0 0 0

Abierta 3 0 0

Tabla 7: Relación entre formas y acabado de superficie con relación a su contexto

estratigráfico

Page 114: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

CAPÍTULO 6: ANÁLISIS DEL MATERIAL CULTURAL _____________________________________________________________________________________________

99

La evidencia cerámica al interior de la Estructura XIX indica que las dos vasijas

cerradas identificadas poseían un diámetro de la boca de 12cm y 18cm

respectivamente. Ambas pertenecen al estilo inca, tenían la superficie pulida y

carecían de huellas de hollín, lo que refuerza la idea de que se trataban de vasijas de

almacenamiento y/o para servir líquidos o solidos como granos.

Por otro lado las vasijas abiertas registradas en la estructura, tienen una apertura

de boca mínima de 17cm y máxima de 27cm y un acabado superficial de alisado

simple y la mitad de las vasijas abiertas poseen huellas de hollín y exposición al

fuego. Es claro, entonces, que estos datos refuerzan nuestra asunción que las vasijas

abiertas halladas en la Estructura XIX servirían a propósitos de preparación y

consumo de alimentos.

Debido a que no se encontró ni un solo fragmento de borde perteneciente a la

cerámica de estilo colonial, es difícil inferir la función de estas vasijas. Sin embargo,

como ya hemos mencionado, creemos se tratarían de fragmentos pertenecientes al

muy común tipo de vasija española conocida como botija perulera u olive jar, de

fabricación europea y traída desde España con el propósito de transportar líquidos

(vino) o productos agrícolas, aunque también se comercializaban vacías (Deagan

1987). Para identificar este tipo de fragmentos, nos hemos basado en comparaciones

fotográficas con las muestras cerámicas del valle de Zaña analizadas por Rocío Torres

(2011) y las muestras exhibidas en el catálogo virtual del Museo de Historia Natural

de Florida16. Estas vasijas pudieron haber sido usadas como contenedores de agua o

16 Este catálogo se ha probado como una herramienta invaluable al momento de momento de comparar el

material colonial hallado en las excavaciones. Se puede visitar en la siguiente dirección electrónica:

https://www.flmnh.ufl.edu/histarch/gallery_types/type_list.asp

Page 115: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

CAPÍTULO 6: ANÁLISIS DEL MATERIAL CULTURAL _____________________________________________________________________________________________

100

alimentos ya que debido a su tamaño y forma restringida no creemos se hayan podido

usar para la preparación de alimentos.

Por otro lado, el material lítico recuperado del piso de la estructura es escaso,

tratándose de lascas de tamaño pequeño y de características toscas, con excepción de

la gran laja de piedra incrustada sobre la capa estéril, la cual posee una superficie

pulida y plana. Batanes y mesas de moler han sido asociados con actividades de

cocina como la molienda de grano, raíces, etc. por lo que en los Andes han sido

vistos como marcadores de actividades domésticas, apareciendo asociadas a unidades

domésticas singulares, es decir, un batan señalaría una unidad doméstica (Coleman,

2008). Para el caso de la Estructura XIX creemos que la cercana asociación al fogón

secundario y al fogón central revelaría que la laja de piedra fue usada durante la

preparación de alimentos. Debemos mencionar que, en el patio de la Estructura XIX

se encontró un batan de superficie cóncava acompañado de manos de moler. Es

posible entonces que el grupo doméstico haya dedicado dos áreas diferentes para la

preparación de alimentos o quizá, haya existido una diferencia entre ambas, es decir,

un área exterior con un batan cóncavo para el procesamiento de los alimentos, y un

área interior donde se usaría la laja plana para la preparación de los alimentos.

En contraste, evidencias de consumo de alimentos reflejado en material óseo es

mínimo, habiéndose encontrado solo un fragmento óseo sobre el piso de la

estructura, el cual no pudimos identificar si se trató de óseo animal o humano.

Creemos que procesos tafonómicos de descomposición natural son responsables de

la mala conservación de material óseo.

Podemos concluir que la evidencia material al interior de la Estructura XIX indica

un constante uso del área alrededor de la laja de piedra como zona de preparación

de alimentos. Sendos depósitos de ceniza y carbón así como un menaje cerámico

Page 116: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

CAPÍTULO 6: ANÁLISIS DEL MATERIAL CULTURAL _____________________________________________________________________________________________

101

donde las formas abiertas, idóneas para la preparación y consumo de alimentos,

conforma más del 50% de las formas encontradas, dan fuerza a nuestro argumento.

Estas actividades se dieron a lo largo de la ocupación de la estructura y parece que

durante el Horizonte Tardío, el grupo doméstico almacenó líquidos en vasijas del

tipo aribaloide. Por otro lado, el material lítico recuperado parece confirmar un uso

casero y no especializado para este tipo de artefactos.

Las actividades realizadas dentro de la Estructura XIX durante sus dos momentos

culturales de ocupación fueron del tipo doméstico e incluían el procesamiento y

cocción de alimentos así como el consumo y almacenamiento de los mismos. Por

último, no se distinguieron actividades de especialización como la producción de

cerámica u otros bienes.

3.2. La Estructura XII

Siguiendo los mismos parámetros de análisis del material utilizados para la

Estructura XIX, nuestra muestra cerámica para el análisis morfológico estuvo

conformada por 15 fragmentos de bordes obtenidos de los contextos de ocupación:

UE 405 (Piso), UE 408 (Superficie de la banqueta) y UE 409 (Colapso de banqueta

sobre el piso) (Grafico 6).

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CAPÍTULO 6: ANÁLISIS DEL MATERIAL CULTURAL _____________________________________________________________________________________________

102

Como vemos, las vasijas abiertas conformaron el 80% de la muestra, mientras

que las vasijas cerradas solo el 20%. De igual manera, la mayor concentración de

vasijas en general se encuentra sobre el piso de la estructura, donde predominan las

vasijas abiertas.

El análisis de acabado de las superficies de las vasijas indica que la mayor cantidad

de vasijas, tanto abiertas como cerradas, poseen un acabado de alisado simple, con

excepción de dos vasijas abiertas pulidas, una de ellas con decoración pictórica pero

cuya filiación estilística es desconocida (Tabla 8).

Las vasijas abiertas halladas sobre el piso de la Estructura XII tienen un diámetro

de boca de gran tamaño, con una apertura máxima de boca de 38cm, una mínima

de 14cm y un promedio de 21cm. De las 9 vasijas abiertas, solo dos poseen pulido

en la superficie, el resto solo presentan un alisado simple. Curiosamente, ninguna

de las vasijas presenta huellas de hollín o exposición al fuego.

Gráfico 6: Distribución de las formas cerámicas al interior de la Estructura XII

con relación a su contexto estratigráfico.

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CAPÍTULO 6: ANÁLISIS DEL MATERIAL CULTURAL _____________________________________________________________________________________________

103

UE Forma Alisado Pulido Decoración

405 (Piso) Cerrada 2 0 0

Abierta 7 2 1

408

(Banqueta)

Cerrada 1 0 0

409 (Colapso

de banqueta)

Abierta 3 0 0

Aunque concluimos que las vasijas abiertas de la Estructura XII sirvieron para la

preparación y consumo de alimentos, la falta de huellas de hollín o exposición al

fuego es desconcertante. Sin embargo, esta ausencia de evidencias de quema podría

ser explicada debido a que los bordes de las vasijas no habrían estado directamente

expuestos al fuego. Por otro lado, las vasijas abiertas halladas en el contexto de

colapso de uno de los muros de la banqueta muestran evidencias de quema y son,

en apariencia, semejantes a las halladas sobre el piso, por lo que refuerzan nuestra

hipótesis que las vasijas abiertas fueron usadas para la preparación de comida. Tres

de las vasijas abiertas halladas sobre el piso pertenecen al estilo Inca Provincial.

Las dos vasijas de forma cerrada halladas sobre el piso poseen una apertura de

boca de 14cm y 27cm respectivamente. Ambas vasijas cerradas recuerdan en forma

a los aríbalos, aunque; no poseen acabado pulido. Tampoco muestran huellas de

hollín o exposición al fuego por lo que es posible hayan sido usadas como

contenedores y no como útiles de cocina. En la superficie de la banqueta se

encontraron fragmentos pertenecientes a una vasija de forma cerrada con abundante

Tabla 8: Relación del acabado de superficie en las vasijas abiertas y cerradas de la

Estructura XII.

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CAPÍTULO 6: ANÁLISIS DEL MATERIAL CULTURAL _____________________________________________________________________________________________

104

ceniza sobre su superficie, lo que indica un uso de cocina. Esta vasija, sin embargo,

no posee forma aribaloide como las otras vasijas cerradas.

Con respecto a la cerámica colonial, solo se pudo identificar un fragmento

asociado a la conocida forma cerrada del tipo botija perulera. Creemos que esta forma

fue usada para el almacenamiento de líquidos o solidos como granos o semillas

durante el período Colonial Temprano, aunque parece que vasijas de este tipo fueron

menos comunes en la Estructura XII que en la Estructura XIX.

El material lítico encontrado durante las excavaciones está conformado por

pequeñas lascas y esferas de piedra trabajadas pero sin pulido. Sobre el piso de la

estructura se encontraron dos de estas esferas, una de 2cm de diámetro

aproximadamente y otra de 5cm de diámetro. Sobre la banqueta también se encontró

una de estas esferas, con un diámetro de 5cm. Atribuir una función a estas esferas

es problemático, aunque es posible que hayan sido usadas durante el procesamiento

o preparación de alimentos, quizá a manera de chancadoras, manos de mortero, etc.

La más grande de las esferas halladas sobre el piso tiene obvias huellas de una larga

exposición al fuego (superficie quemada y resquebrajada) lo que indicaría su posible

uso en actividades de cocina (Figura 37). Es más seguro que estos objetos se

encontraron sobre el piso y banqueta de la estructura, por lo que es posible hayan

sido usados hasta el momento de abandono del edificio. Por otro lado, un gran

núcleo lítico fue hallado como parte del piso interior de la banqueta.

Por otro lado, el piso de la banqueta también contuvo una aguja de cobre

estañífero (el único artefacto de metal encontrado) y por debajo del colapso de la

banqueta (UE 406) se encontró un artefacto de hueso que creemos pudo tener

funciones relacionadas con la enmienda de ropa o el hilado (Figura 38 y 39),

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CAPÍTULO 6: ANÁLISIS DEL MATERIAL CULTURAL _____________________________________________________________________________________________

105

igualmente un fragmento triangular de tiza fue hallado debajo del colapso de la

banqueta y sobre el piso de la Estructura.

Como sabemos, la Estructura XII pasó por dos momentos culturales durante su

continua ocupación. Evidencia cerámica indica que durante ambos momentos

culturales, las actividades de preparación y consumo de alimentos tuvieron

preponderancia sobre otras como, por ejemplo, el hilado de textiles.

Con respecto a la banqueta, seria arriesgado de nuestra parte el asignarle una

función específica, es más, creemos que pudo haber sido un área de actividades

múltiples, como lo demuestra la presencia de cerámica doméstica con huellas de

hollín sobre su superficie, ya sea como área de cocina, almacenamiento, descanso o

cualquier otra actividad que haya ameritado estar alejada de la superficie del piso. Sin

importar la función o funciones que desempeñó, sabemos que la banqueta fue usada

continuamente durante toda la ocupación de la Estructura XII.

Figura 37: Esfera de piedra con

evidencia de quema hallada

sobre piso de la Estructura XII.

(PIACI 2014).

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CAPÍTULO 6: ANÁLISIS DEL MATERIAL CULTURAL _____________________________________________________________________________________________

106

Un trozo pequeño de tiza con forma triangular dejada sobre el piso al momento

de abandono podría indicar que el grupo doméstico que habitó el edificio, estuvo

involucrado en actividades caseras como el hilado de lana, durante la ocupación

colonial ya que la tiza suele usarse para mantener los dedos secos durante el hilado

(Vreeland citado en Prieto, 2014).

Figura 38: Aguja de cobre

estañífero hallada en el piso

interior de la banqueta (UE410)

Estructura XII. (PIACI 2014).

Figura 39: Instrumento de hueso

hallado debajo de colapso de

banqueta (UE406) Estructura XII.

(PIACI 2014).

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CAPÍTULO 6: ANÁLISIS DEL MATERIAL CULTURAL _____________________________________________________________________________________________

107

4. Características de los bienes usados y consumidos dentro de las estructuras XIX y

XII

4.1 La Estructura XIX

Tres categorías amplias de bienes culturales forman parte del registro artefactual

de la Estructura XIX: cerámica, lítico y vidrio. Entre estos, el material cerámico es

más numeroso, seguido por el material lítico y, por último, los dos pequeños

fragmentos de vidrio encontrados sobre el piso.

Hemos identificado dos estilos cerámicos presentes a lo largo de la ocupación de

la Estructura XIX, cada uno de ellos perteneciente a distintos momentos culturales.

En primer lugar tenemos cerámica pertenecen al estilo Inca Provincial, es decir,

vasijas manufacturadas imitando formas y decoraciones del estilo Cuzco Policromo;

pero que usualmente están hechas de manera más cruda, con diferentes

componentes de pasta y procesos de cocción variados (Cornejo, 1999). En segundo

lugar, hemos identificado un estilo, posterior al Inca Provincial, que hemos

denominado como colonial y que está compuesto por fragmentos de cerámica

fabricada con torno pertenecientes al tipo de vasija conocido como botija perulera.

Con respecto al estilo inca, los análisis realizados a lo largo de este capítulo

indican una mayor presencia de formas cerradas del tipo “aribaloides” sin

decoración pictórica pero con aplicaciones decorativas en los labios y el cuello de la

vasija; de igual manera, el acabado de las piezas es fino ya que poseen un pulido

superficial a diferencia del resto de vasijas de estilo no identificado que solo

presentan pulido simple en la superficie. Es obvio que este estilo no está relacionado

con ninguna tradición estilística local conocida (véase Gonzales, 1992; Lavallée y

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CAPÍTULO 6: ANÁLISIS DEL MATERIAL CULTURAL _____________________________________________________________________________________________

108

Julien, 1983; Matos, 1959 a), por lo que podemos afirmar que, al menos

estilísticamente, este material es foráneo.

Así mismo, la cerámica de estilo colonial tuvo un claro origen extranjero. En

efecto, aunque existe evidencia de producción cerámica al sur del Perú durante los

primeros años de la colonia17, el grueso de la importación cerámica del tipo botija

perulera provino de Europa o de los centros alfareros de Puebla en México (Deagan

1987). Miles de estas vasijas alcanzaron el puerto del Callao durante el siglo XVI,

desde donde habrían llegado a la sierra central siguiendo la ruta Lima-Jauja-

Huamanga-Cuzco trayendo vino18, aunque para nuestro caso, es posible que la ruta

incaica Tambo Colorado – Huaytará haya sido la más cercana.

Otro bien foráneo de origen europeo encontrado sobre el piso de la Estructura

XIX está conformado por dos pequeños fragmentos de vidrio azulado. Estos

fragmentos se encontraron apelmazados sobre la superficie del piso, lo que indicaría

que ingresaron al registro arqueológico durante la ocupación de la estructura y no

posteriormente. Como hemos mencionado, estos fragmentos son pequeños,

teniendo el más grande un largo de 20 mm y un espesor de 4.5 mm, con un color

azul claro, traslucido, con abundantes burbujas pequeñas en su interior y de fractura

del tipo angular (Figura 40). El fragmento más pequeño es apenas una astilla de

vidrio y no fue sujeto a análisis.

17 Rice (2011: 221-222) reporta para Moquegua una botija ex situ con una fecha inscrita de 1540, mientras que

la fecha inscrita más temprana hallada en una botija in situ es de 1590. Estas inscripciones se hacían sobre la

superficie de la tinaja mientras la arcilla estaba aún húmeda por lo que estas habrían sido fabricadas

localmente. También, ver Torres (2011, Capitulo 7) para una síntesis de la producción local y foránea de

cerámica del tipo europeo en el Perú y parte de Sudamérica. 18 El consumo de vino entre no europeos había alcanzado tal proporción que el Virrey Toledo prohibió en

1575 la ve ta de vi o a eg os, ulatos za aigos e i dios (Hue tas, 2004: 51)

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CAPÍTULO 6: ANÁLISIS DEL MATERIAL CULTURAL _____________________________________________________________________________________________

109

Vidrio no fue fabricado en los andes en tiempos previos a la conquista española,

es más, el primer obraje de vidrio en el Perú colonial fue establecido en Mamacona

(Ica) durante el siglo XVIII (Olivar,2009: 27), esto nos permite descartar un origen

local de este material. Lamentablemente, es poco más lo que podemos decir sobre

estos fragmentos, sabemos que vidrio trasparente de color azul formó parte de una

diferente serie de objetos, desde cuentas del tipo de Nueva Cádiz hasta vajillas

domésticas (Deagan, 1987).

Sin embargo, creemos que debido a las características morfológicas del fragmento

y al tipo de burbujas en su interior (las cuales no presentan elongación como se

esperaría en el vidrio perteneciente a cuentas) lo más probable es que los fragmentos

pertenecieran a algún objeto de vidrio del tipo vajilla, como por ejemplo vasos,

botellas, fuentes, etc.

Figura 40: Fragmento de vidrio hallado sobre el piso de la

Estructura XIX. (PIACI 2014).

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CAPÍTULO 6: ANÁLISIS DEL MATERIAL CULTURAL _____________________________________________________________________________________________

110

Objetos pertenecientes a vajillas de vidrio fueron muy raros durante la colonia

debido a las complicaciones del transporte marítimo y al alto precio que alcanzaban,

es más, según Schávelzon (s.f) el vidrio en zonas como Argentina continuo siendo

un artículo de lujo hasta mediados del siglo XVIII con el arribo de la Revolución

Industrial. Entonces, la presencia de estos fragmentos en el piso de una estructura

doméstica en la sierra de Huancavelica es altamente sugerente y sus implicancias

serán exploradas en el próximo capítulo.

Sobre el material lítico no hay mucho que podamos decir, excepto que su

producción fue poco especializada y completamente local.

4.2 La Estructura XII

Para el caso de la Estructura XII, las categorías de bienes culturales hallados

dentro de contextos de ocupación abarcan el material cerámico, lítico, óseo, objetos

de metal y de vidrio. La evidencia cerámica es la más abundante, mientras que los

objetos óseos y de metal fueron los más escasos.

Dos estilos cerámicos han sido identificados durante la ocupación de la

Estructura XII, ambos asociados a dos diferentes momentos culturales. Las vasijas de

estilo inca, a semejanza de aquellas halladas en la Estructura XIX, imitan formas

típicas de aquellas pertenecientes al estilo Inca Policromo del Cuzco, prefiriendo las

formas conocidas como tinajones y en menor cantidad a la forma de botella o aríbalo.

Sin embargo, a diferencia del estilo cusqueño, la cerámica inca hallada en esta

estructura carece de decoración pictórica, al tiempo que la decoración modelada es

muy escasa (una sola aplicación encontrada) y el acabo de superficie es simple. Estas

características de manufactura implicarían una producción local, o al menos regional

de estas vasijas, aunque el estilo en sí es claramente foráneo.

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CAPÍTULO 6: ANÁLISIS DEL MATERIAL CULTURAL _____________________________________________________________________________________________

111

Junto con la cerámica del estilo inca se identificaron pocos fragmentos de

cerámica de estilo colonial de procedencia europea y perteneciente al tipo de vasija

conocido como botija perulera y de la cual hemos hablado previamente. Repitiendo

lo establecido en el caso de la Estructura XIX, este estilo foráneo de cerámica

perteneció a un tipo funcional de vasija que probablemente alcanzó Viejo Sangayaico

a través de intercambios con la costa o con ciudades como Huamanga, capital de la

región durante la colonia.

Un objeto de metal fue hallado como relleno arquitectónico de la banqueta. El

estudio superficial indica que se trató de aguja larga (aprox. 15cm de largo) en buen

estado de conservación y que posee un cuerpo delgado, tubular y con ambos extremos

terminados en punta. La aguja estuvo hecha a base de una aleación de cobre y estaño,

conocido como bronce estañífero. Aleaciones de este tipo son comunes en los Andes

Centrales y han sido asociadas con el Imperio incaico (Lechtman y Macfarlane 2005,

p.7). Es imposible afirmar si esta aguja se trató de un bien local o foráneo, por otro

lado, temporalmente, su asociación al interior del relleno de la banqueta con un

fragmento de decoración de aríbalo inca nos daría un terminus post quem para el

Horizonte Tardío, es decir, durante el primer momento cultural de ocupación de la

estructura.

Otro ejemplo de material exótico o foráneo está conformado por tres fragmentos

de cuentas de vidrio halladas ligeramente por debajo de la superficie de la banqueta,

lo cual indicaría que no se trata de una deposición post abandono. Estas cuentas

poseen una serie de características interesantes y han sido identificadas como

pertenecientes a dos variedades del estilo Nueva Cádiz: Nueva Cádiz Plain o Nueva

Cádiz Simple y Nueva Cádiz Twisted o Nueva Cádiz Torcido (Fairbanks, 1968). La

cuenta de Nueva Cádiz Simple posee forma tubular cubica (sección es cuadrada),

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CAPÍTULO 6: ANÁLISIS DEL MATERIAL CULTURAL _____________________________________________________________________________________________

112

con un largo de 26mm y un ancho de 5mm, posee un orificio a lo largo de su axis

con un diámetro de 2mm, el color de la superficie de la cuenta es azul (“robin’s

egg”) con superficie opaca y lustre mate.19 De igual manera, los dos fragmentos

correspondientes al estilo Nueva Cádiz Torcido son de forma tubular cubica con

sección cuadrada pero a diferencia del estilo Nueva Cádiz Simple, estas se encuentran

torcidas a lo largo de su longitud axial. El fragmento más pequeño tiene un largo de

16mm, un ancho de 6mm y un diámetro del orificio de 2mm, su color es azul

(“robin’s egg”) opaco y su lustre es mate. A su vez, el fragmento más grande tiene un

largo de 38mm, un ancho de 7mm, un diámetro de orificio de 1.5mm, posee un

color azul oscuro y su capa superficial es traslucida y ligeramente brillante (Figura 41)

En comparación con otros objetos de vidrio, el estudio sobre cuentas es más

prolífico (ver p. ej. Deagan, 1987; Fairbanks, 1968; Little, 2010; Spector, 1976;

Sprague, 1985). Las cuentas de vidrio se encontraron entre los primeros bienes

intercambiados por europeos e indígenas del caribe a la llegada de Colon, así mismo,

el tipo de cuentas conocido como Nueva Cádiz Torcido parece haber formado parte

del repertorio de regalos intercambiado por Cortez durante la conquista de México

(Fairbanks, 1968: 12). La mayoría de cuentas comercializadas en las colonias

españolas fueron manufacturadas por la industria de Venecia, aunque se cree que las

cuentas de Nueva Cádiz encontradas en sitios españoles más tempranos tuvieron

19 Nuestra descripción de las cuentas está basada en las categorías descriptivas recomendadas por Sprague

(1985) y aquellas usadas por Fairbanks (1968). La mayoría de estas categorías son obvias, sin embargo, la cuestión

del color es un poco más confuso. Sprague recomienda utilizar una nomenclatura en común para la descripción

de olo es, lo ue pa a el aso de las ue tas de Nueva Cádiz i pli a usa el té i o i glés de robin’s egg al des i i la pa ti ula to alidad de tu uesa ue la ayoría de las cuentas poseen ya que este el termino

preferido por los investigadores. En nuestro caso, al carecer de una cartilla Munsell, hemos optado por el uso de

olo es ge e ales o o azul seguidos po la espe ifi a ió de la to alidad: la a u os u a. En el caso alguna de

las ue tas oi ida e olo o el té i o robin’s egg , se ha optado po e io a lo e t e pa é tesis.

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CAPÍTULO 6: ANÁLISIS DEL MATERIAL CULTURAL _____________________________________________________________________________________________

113

origen español siendo luego reemplazadas por cuentas venecianas durante mediados

del siglo XVI (Deagan, 1987: 59).

Se considera que la ubicación cronológica de las cuentas de Nueva Cádiz, en

ambos estilos, es bastante segura ya que se encuentran en asentamientos afiliados

Figura 41: Cuentas de Nueva Cádiz Torcida

(arriba) y Simple (abajo), Estructura XII. (PIACI

2014).

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CAPÍTULO 6: ANÁLISIS DEL MATERIAL CULTURAL _____________________________________________________________________________________________

114

con ocupaciones españolas previas a 1550 y están ausentes en sitios con ocupaciones

de mitad del siglo XVI y comienzos del siglo XVII (Deagan, 1987: 163; Fairbanks,

1968: 9).20

En el Perú el tipo de cuentas de Nueva Cádiz, en todas sus variaciones, ha sido

registrado en contextos del siglo XVI, ya sea en entierros en la costa de Zaña

(VanValkenburg, 2012) como al interior de unidades domésticas en la doctrina de

Malata en la sierra de Arequipa (Wernke. 2011)21. Las cuentas de Nueva Cádiz son

pequeñas, fáciles de transportar y sobre todo, al ser parte de los rosarios, formaban

parte del ajuar religioso de los primeros misioneros religiosos que se adentraron en

los Andes; no es de extrañar entonces que se encuentren repartidas a lo largo de los

andes centrales, aunque el registro de su presencia sea pobre. Esto último es

significativo, ya que si se llega a comprobar que el sector A de SAN1 fue en efecto

una iglesia rustica colonial, esto podría explicar la presencia de este tipo de material

en el registro arqueológico. Por otro lado, existen otras formas en que las cuentas

pudieron llegar a manos de los habitantes de la Estructura XII, estos, sin embargo,

serán discutidos en el siguiente capítulo, baste decir que el intercambio a manera de

regalos entre encomenderos y pobladores de Viejo Sangayaico pudo haber sido una

forma de acceso a estos bienes.

20 Una revisión de la cronología de cuentas de vidrio del siglo XVI ha sido presentada por Little (2010). El autor

argumenta que algunos tipos de cuentas, entre ellos las de Nueva Cádiz, estarían apareciendo en contextos del

siglo XVII o finales del siglo XVI. Estas evidencias, sin embargo, están limitadas a conjuntos de Norteamérica y

algunos ejemplos en Sudamérica. Hasta el momento no existe estudio semejante para el área de los Andes. 21 El Museo de Cuentas de Arizona (http://azmemory.azlibrary.gov/cdm/search/collection/tbmhilites/page/3)

muestra un hermoso ejemplar de collar de cuentas encontrado en el Perú (no se especifica más datos) y algunos

ejemplares sueltos encontrados en Chan Chan.

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CAPÍTULO 6: ANÁLISIS DEL MATERIAL CULTURAL _____________________________________________________________________________________________

115

Finalmente, el material lítico y óseo representado por esferas de piedra y un

posible instrumento para la fabricación de textiles, tuvo, con seguridad, un origen

local.

5. Sumario

Con respecto a nuestras preguntas de investigación:

- ¿Cuándo fueron ocupadas las estructuras XIX y XII? ¿Qué estilos cerámicos están

presentes en cada una de las fases de ocupación de las estructuras XIX y XII?

La evidencia nos ha permitido identificar que ambas estructuras fueron ocupadas

durante los períodos Horizonte Tardío y Colonial Temprano. Igualmente, en ambas

estructuras, durante el Horizonte Tardío el estilo cerámico presente es el estilo inca

en una versión provincial o estatal; así mismo, durante el período Colonial

Temprano los habitantes de ambas estructuras tuvieron acceso a cerámica del estilo

colonial europeo, representado por fragmentos de botijas peruleras. En ambos casos,

es aparente que durante el Período Colonial Temprano, cerámica del estilo inca

continuó siendo usada en, al menos, la Estructura XII.

- ¿Cuál es el rango de actividades realizadas en las estructuras XIX y XII durante

cada una de sus fases de ocupación?

Actividades en ambas estructuras, durante los dos momentos culturales de su

ocupación previamente establecidos, estuvieron centradas en la preparación,

consumo y almacenamiento de alimentos y bebidas; así como, en el caso de la

Estructura XII, de actividades caseras de hilado. No existe evidencia de actividades

más especializadas o de producción artesanal en ninguno de los momentos de

ocupación.

Page 131: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

CAPÍTULO 6: ANÁLISIS DEL MATERIAL CULTURAL _____________________________________________________________________________________________

116

- ¿Cuál fue la naturaleza cualitativa y tipo (vajilla cerámica, metales, etc.) de los

bienes materiales que se consumieron o usaron por parte de los residentes de las

estructuras XIX y XII durante cada uno de sus momentos de ocupación?

Análisis del material nos ha permitido concluir que, durante el primer momento

de ocupación de las estructuras XIX y XII (Horizonte Tardío), ambas tuvieron acceso

a cerámica del estilo inca. Este estilo es de claro origen foráneo, aunque es posible

que la manufactura haya sido regional y su distribución supervisada por jerarquías

definidas por el estado Inca, semejante a como se ha argumentado para el alto

Mantaro (D’Altroy, 2001). Junto con este estilo cerámico, también aparecen

fragmentos domésticos de cerámica local, de acabado más simple y formas comunes.

De igual manera, durante el segundo momento cultural de ocupación de las

estructuras (período Colonia Temprano), ambos grupos domésticos tuvieron acceso

a cerámica colonial claramente foránea, así como a artefactos de vidrio como

utensilios propios de vajillas y cuentas de vidrio. Las vasijas coloniales del tipo botija

perulera fueron muy comunes a lo largo de los siglos XVI y XVII y su presencia en

asentamientos de esta época está bien documentada (ver Torres, 2011 y Van

Valkenburgh, 2012), aunque su presencia en un asentamiento tan lejano de rutas

comerciales populares como lo fue SAN1B es interesante, pudiendo haber alcanzado

el asentamiento a manera de regalos, como veremos en el siguiente capítulo. De

igual manera, la presencia de artefactos de vidrio, vajilla y abalorios, de claro origen

europeo, nos dice mucho acerca del tipo de intercambio de bienes foráneos que se

dieron entre encomenderos españoles y pobladores locales. Curiosamente no se

encontró ningún objeto de hierro, aunque creemos que esto se debió a la alta

utilidad que este tipo de artefactos pudo tener para los habitantes, por lo que su

descarte debió haber sido mínimo.

Page 132: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

CAPÍTULO 6: ANÁLISIS DEL MATERIAL CULTURAL _____________________________________________________________________________________________

117

En nuestro siguiente capítulo nos centraremos en la discusión, es decir el examen

de nuestros hallazgos en base a las preguntas de investigación planteadas y sobre

todo en base a nuestra problemática, la cual se centra en la existencia de jerarquías

de élite residentes dentro de las estructuras XIX y XII durante los períodos Horizonte

Tardío y Colonial Temprano.

Page 133: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

118

Discusión

En el siguiente capítulo presentaremos nuestras interpretaciones con respecto a la

jerarquía social de los grupos domésticos que habitaron las estructuras XIX y XII de

SAN1B, y como estas diferencias jerárquicas sufrieron trasformaciones o

permanencias a lo largo de los períodos Horizonte Tardío y Colonial Temprano.

La hipótesis de investigación que planteamos a comienzos de esta tesis, arguye

como a lo largo de la ocupación de las estructuras XIX y XII, los residentes de las

mismas mantuvieron una posición jerárquica elevada o de élite. Para poner a prueba

esta hipótesis nos hemos validos de una serie de preguntas de investigación, las cuales

han guiado nuestro análisis de los datos.

Nuestra primera pregunta buscó identificar el número de fases de ocupación que

tuvieron las estructuras. Es de esta manera como, en base a análisis arquitectónicos

y estratigráficos, hemos concluido que las estructuras XIX y XII fueron construidas

en un solo momento y fueron ocupadas de manera continua a lo largo de dos

distintos momentos culturales, durante los períodos Horizonte Tardío y Colonial

Temprano. En efecto, el análisis estratigráfico de ambas residencias indica que solo

hubo una fase de ocupación ya que no hubo superposición de pisos o de niveles de

ocupación distintos; de igual manera, ambas estructuras fueron construidas en un

solo momento y no tuvieron modificaciones posteriores.

Page 134: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

CAPÍTULO 7: DISCUSIÓN _____________________________________________________________________________________________

119

Luego, buscamos caracterizar la arquitectura de las estructuras estudiadas. Sabemos

entonces que la Estructura XIX no solo es la más grande de las estructuras

(incluyendo una mayor área de patio) sino que se encuentra más cercana a espacios

importantes dentro del sector B (definidos por la presencia de la Estructura II) y goza

de mayor privacidad; aunque la calidad del aparejo de sus muros es bastante simple.

En contraste, la Estructura XII posee un área más pequeña y comparte su patio con

otra estructura vecina, al tiempo que este mismo patio sirve como área de tránsito al

interior del sector B. Así mismo, la calidad constructiva de los muros de la Estructura

XII es más fina que en la Estructura XIX.

Para poder ubicar cronológicamente los momentos de ocupación en ambas

estructuras, llevamos a cabo análisis estilísticos de la cerámica registrada. Gracias a

estos, sabemos que los habitantes de las estructuras XIX y XII tuvieron acceso a dos

estilos cerámicos claramente definidos, los que a su vez son indicadores de dos

períodos cronológicos de ocupación.: cerámica del estilo inca y cerámica de estilo

colonial. También pudimos establecer como en ambos casos, los grupos domésticos

siguieron usando cerámica del estilo inca durante el Período Colonial Temprano.

¿Es la información artefactual suficiente para establecer cronologías de ocupación

en ambas estructuras? Es cierto que las excavaciones no han revelado superposición

de niveles prehispánicos y coloniales que permitan definir claramente dos momentos

de ocupación. Sin embargo, la ocupación continua de una estructura domestica desde

su construcción hasta su abandono, tal como hemos propuesto ocurrió con las

estructuras XIX y XII, no necesariamente se manifiesta en forma de estratos bien

definidos. El piso de una estructura domestica puede fácilmente albergar evidencia

de actividades realizadas durante generaciones a lo largo de la vida útil de las

residencias. En casos como estos, cuando el registro estratigráfico es comprimido y

Page 135: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

CAPÍTULO 7: DISCUSIÓN _____________________________________________________________________________________________

120

se carecen de fechados absolutos, los análisis de rasgos arquitectónicos y artefactuales

son un necesario punto de partida para acercarnos a establecer cronologías de

ocupación. Más aun, cuando hablamos de un momento de transición súbito como

es la desestructuración del Tawantinsuyo y el inicio de la administración virreinal y

que por ende no conlleva a un largo proceso de cambio u abandono que se refleje

estratigráficamente.

Teniendo esto en cuenta, sostenemos sobre la base de los datos que ambas

estructuras fueron ocupadas durante dos momentos temporales claros: el Horizonte

Tardío y el periodo colonial temprano. Sin embargo, cuando hablamos del Horizonte

Tardío, nos referimos a la presencia administrativa imperial en el sector B de Viejo

Sangayaico, mas no a una ocupación de gente “inca”. Esto a su vez se ve reflejado en

la ausencia de canones arquitectónicos inca en ambas estructuras, las que más bien

parecen haber seguido tradiciones locales. La ausencia de rasgos arquitectónicos inca

en asentamientos con ocupaciones del Horizonte Tardío no es un fenómeno

particular al sector B de SAN1, sino que ha sido señalado para otras zonas en los

andes centrales y está relacionado con el nivel de inversión imperial en una región y

la sistemática integración de las elites o curacas locales al interior del aparato imperial

(ver por ejemplo: Bauer et al, 2013; Meddens y Schreiber, 2010; Sillar y Dean, 2002;

etc.). Quizá de manera más sutil, la presencia imperial en asentamientos no

administrativos durante el Horizonte Tardío se ve reflejada en la cerámica de estilo

inca (ya sea en su versión Cuzco imperial o provincial/local) y, en efecto, es este

indicador del cual nos hemos valido para establecer nuestra cronología de ocupación

en las estructuras XIX y XII.

Con respecto al probable origen colonial de ambas estructuras, debemos

mencionar lo siguiente: las características arquitectónicas y espaciales de las

Page 136: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

CAPÍTULO 7: DISCUSIÓN _____________________________________________________________________________________________

121

estructuras XIX y XII, y del sector B en general no guardan relación alguna con las

tramas de “proto-reducciones” conocidas en los andes (ver Wernke, 2003). Estos

primeros intentos por reducir asentamientos locales tenían como objetivo un

reordenamiento espacial en base a una trama europea en la cual el núcleo de un

asentamiento es una plaza, iglesia o cabildo. Tal disposición espacial no existe en el

sector B, es más, la posible iglesia colonial del sector A se encuentra aislada de las

estructuras domesticas en una orientación completamente diferente al resto de

edificios y no notamos intento alguno por introducirla a la trama del sector B, como

habría sido de esperar si este sector y las estructuras XIX y XII hubieran sido

construidas durante los primeros años de la colonia. Todo lo contrario, notamos

como entre las estructuras XIX y XII y el resto del sector B, existe una coherencia

arquitectónica muy alejada de lo colonial, claramente local y que se repite en el sector

D (ver Figura 12) y en otros asentamientos del área (Lane comunicación personal).

Más aun, la presencia de la Estructura II, con obvias evidencias de haber estado en

funcionamiento durante el Horizonte Tardío, avala una presencia imperial en el

sector B y una ocupación de las estructuras XIX y XII durante el periodo Horizonte

Tardío.

Una cuarta pregunta buscó identificar el rango de actividades realizadas dentro de

las estructuras XIX y XII a lo largo de sus ocupaciones. Es así como sabemos que en

ambas estructuras las actividades domésticas, como la preparación y consumo de

alimentos, el procesamiento de los mismos y otro tipo de actividades caseras, como

el hilado de lana, fueron realizadas de manera continua durante los períodos

Horizonte Tardío y Colonial Temprano. No se hallaron evidencias de producción

artesanal en ninguna de las estructuras.

Page 137: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

CAPÍTULO 7: DISCUSIÓN _____________________________________________________________________________________________

122

Finalmente, buscamos identificar la naturaleza cualitativa y el tipo de bienes

materiales a los cuales los habitantes de las estructuras XIX y XII tuvieron acceso.

Para el caso de la Estructura XIX, durante el Horizonte Tardío sus habitantes

accedieron a cerámica de acabado fino y estilo inca, principalmente formas del tipo

aríbalo con decoración por aplicación. En cambio, durante el período Colonial

Temprano, este tipo de cerámica se hace muy escaso, apareciendo, en cambio,

cerámica colonial del tipo botija perulera, de acabado y naturaleza simple pero de

origen foráneo. Al mismo tiempo los habitantes de esta estructura tuvieron acceso a

útiles de vajilla de vidrio, un tipo de bien exótico que no fue muy común en los

Andes durante el siglo XVI. En la Estructura XII, vemos que un patrón semejante

ocurre, aunque la presencia de cerámica del estilo inca es mayor y el tipo de objetos

de vidrio, en este caso cuentas de Nueva Cádiz, es menos exótico.

Habiendo respondido nuestras preguntas, buscamos ahora argumentar la

existencia y continuidad de grupos domésticos de élite en el sector B de Viejo

Sangayaico. Previamente, hemos visto como, generalmente hablando, las élites y los

grupos de no élite son visibles en el registro arqueológico a través de la cultura

material, ya sea en la arquitectura o en el tipo de bienes consumidos. Creemos que

el criterio de diferenciación entre élites y no élites está basado en cuestiones de acceso

diferencial (Paynter, 1989), es decir, en el desigual acceso a ciertos tipos de recursos

ya sean materiales o simbólicos.

Teniendo esto en cuenta, hemos partido de los datos arquitectónicos y de

excavación de las estructuras XIX y XII para poder establecer la jerarquía de los

grupos domésticos que las habitaron durante los dos momentos culturales de su

ocupación: períodos Horizonte Tardío y Colonial Temprano. Nuestras

comparaciones diacrónicas nos permitirán evaluar si la jerarquía de estos grupos

Page 138: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

CAPÍTULO 7: DISCUSIÓN _____________________________________________________________________________________________

123

domésticos sufrió modificaciones o permanencias a lo largo de los períodos

mencionados.

Con respecto a la evidencia arquitectónica, y teniendo en cuenta que creemos

ambas estructuras fueron construidas durante el Horizonte Tardío, las diferencias

tanto en su ubicación al interior del sector B como en su forma, tamaño y calidad de

las construcciones, parecen indicar que los constructores de ambas residencias

compartieron una jerarquía de élite, aunque con ciertas diferencias.

Así, notamos como las estructuras XIX y XII difieren tanto en tamaño como en

calidad y acabado de sus muros. La Estructura XIX posee una área general (estructura

y patio) mayor que el área ocupada por la Estructura XII. Al mismo tiempo, esta

primera estructura posee un alto nivel de privacidad y cercanía con recintos

importantes como la Estructura II, cuya función creemos tuvo gran importancia al

interior del sector B.

Estas características de la Estructura XIX (tamaño y cercanía a edificios

importantes) denotarían una posición social elevada de este grupo doméstico durante

el Horizonte Tardío. Sin embargo, diferencias cualitativas en la calidad de sus

elementos arquitectónicos muestran un menor acceso a mano de obra y recursos. Tal

y como se ha mencionado, una de las más grandes diferencias arquitectónicas entre

las estructuras XIX y XII radica en la calidad de la mampostería de sus muros ya que,

a pesar de su menor tamaño y privacidad, los habitantes de la Estructura XII lograron

un mejor acabado en la construcción de los muros de su residencia, como se refleja

en el uso de piedras y pachillas mejor trabajadas. En contraste, la Estructura XIX fue

construida en base a grandes cantos, trabajados a menor escala y colocados uno sobre

otro sin uso de pachillas.

Page 139: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

CAPÍTULO 7: DISCUSIÓN _____________________________________________________________________________________________

124

La construcción del piso de las estructuras también revela diferencias en el nivel

de trabajo invertido. Es así como en la Estructura XII se colocaron, al menos, tres

capas de arcilla a manera de prepiso previamente a la construcción del piso formal;

mientras que en la Estructura XIX, el piso se edificó directamente sobre la capa estéril.

Este mayor acceso a recursos y mano de obra, por parte de los habitantes de la

Estructura XII, reflejaría diferencias en la posición jerárquicas de los mismos. Es muy

posible que estas diferencias estén relacionadas con el hecho que esta estructura

comparte su patio con otra. En efecto, creemos que, tal como se ha argumentado

para la zona Asto (Lavallée y Julien, 1983), el hecho que la Estructura XII comparta

un patio con otro edificio vecino podría revelar una unión por lazos de parentesco

y por ende un mayor acceso a diferentes recursos y a mano de obra, lo cual explicaría

el mejor acabado en la construcción de esta estructura.

Es interesante pensar que estas diferencias en acceso a recurso humano entre los

habitantes de las estructuras XIX y XII también se vieron reflejadas en los rasgos

arquitectónicos internos de ambos edificios. Es así como la presencia de un fogón

formal y una área de cocina claramente delimitada dentro de la Estructura XIX, así

como la presencia de una posible área de procesamiento de alimentos en su patio,

podrían reflejar un sentimiento de individualidad y auto suficiencia que no es visible

en la Estructura XII, donde lazos de parentesco entre dos residencias, las llevarían a

compartir recursos, espacios domésticos y actividades, evitando así, la necesidad de

construir rasgos formales como fogones y áreas de cocina, pudiendo concentrarse en

la construcción de áreas multifuncionales como la banqueta interna.

Entonces, durante el Horizonte Tardío, las características arquitectónicas de ambas

estructuras parecen reflejar que sus habitantes tuvieron un alto nivel jerárquico,

aunque con acceso a distintos tipos de recursos (como mano de obra y materiales)

Page 140: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

CAPÍTULO 7: DISCUSIÓN _____________________________________________________________________________________________

125

así como a diferentes tipos de privilegios (como la cercanía a zonas importantes y una

mayor o menor privacidad).

La evidencia artefactual también avala la pertenecía de estos grupos domésticos a

un grupo jerárquico elevado durante el Horizonte Tardío. Ciertamente, y aunque se

ha recuperado poco material cerámico artefactual perteneciente a este momento

cultural de ocupación, es notable como la evidencia cerámica recuperada del piso de

las estructuras indica que ambos grupos tuvieron acceso a vasijas del estilo inca, el

cual ha sido considerado como un bien de prestigio y su presencia dentro de

contextos domésticos es vista como fuerte indicador de diferenciación jerárquica

(D’Altroy, 2001).

Es notable que los fragmentos de cerámica inca identificados en ambas estructuras

corresponden, en parte, a formas cerradas como aríbalos, las que fueron usadas para

el almacenamiento de bebidas, entre ellas chicha. La chicha habría sido distribuida

entre la administración imperial y sus súbditos a manera de brindis ritual con el

objetivo de facilitar la integración de las poblaciones subyugadas, cimentar el estatus

de los habitantes y distinguir sus roles dentro del imperio (Dillehay, 2003: 360).

Debido a la continua ocupación de las estructuras XIX y XII, los pisos de las

mismas se convirtieron en palimpsestos de objetos y actividades. Es por esto que la

cantidad de cerámica inca hallada sobre el piso de las estructuras al momento de su

abandono, no necesariamente refleja el acceso que estos grupos domésticos tuvieron

a este estilo cerámico durante el Horizonte Tardío. Se nos es difícil, entonces, evaluar

la cantidad o porcentaje de cerámica inca a la cual ambos grupos domésticos tuvieron

acceso durante este primer momento de ocupación y establecer diferencias entre

ambas. Aun así, es innegable que los habitantes de ambas estructuras tuvieron acceso

Page 141: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

CAPÍTULO 7: DISCUSIÓN _____________________________________________________________________________________________

126

a bienes distribuidos por el Tawantinsuyo los cuales creemos, sirvieron como

referentes de estatus y poder.

Juntos, la evidencia arquitectónica y la artefactual, muestra un panorama

convincente sobre la jerarquía de los habitantes de las estructuras XIX y XII durante

el Horizonte Tardío.

Distinciones en el acceso a mano de obra y recursos, así como cercanía a edificios

administrativos y desigualdad en los niveles de privacidad, no nos hablan de

diferencias jerárquicas muy alejadas entre ambos grupos domésticos (a la manera de

grupos de élite y no élite), sino más bien, reflejarían pertenencia a una misma

jerarquía de élite aunque con diferencias basadas en características particulares,

posiblemente relacionadas con la fortaleza de lazos de parentesco. Igualmente, el

evidente acceso a cerámica del estilo inca por parte de ambos grupos domésticos,

indica cierta cercanía con la administración Inca y denota una fuerte identificación

con el régimen imperial, especialmente en vista de una virtual ausencia de vajilla con

estilos locales reconocibles.

Es nuestra opinión que durante el Horizonte Tardío, los grupos domésticos que

habitaron las estructuras XIX y XII tuvieron una jerarquía de élite relacionada

directamente con la administración imperial de Viejo Sangayaico.

Ahora, ¿Qué ocurrió con estas élites luego de la desestructuración del Imperio y la

subsecuente integración de la región dentro de la administración colonial?

A manera de contexto, Whitlock (2014) ha argumentado como el abandono y

clausura de la Estructura II en el sector B fueron precipitados por la llegada de los

españoles, habiéndose tratado de un gran acto simbólico de desaparición del poder

inca.

Page 142: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

CAPÍTULO 7: DISCUSIÓN _____________________________________________________________________________________________

127

Esta interpretación abre una serie de caminos de discusión con relación a la

relación que las élites que habitaron el Sector B tuvieron con el antiguo régimen

imperial. Regresaremos a estas más adelante, vale decir por ahora, que existió entre

las élites habitantes del sector B, una clara idea de la desaparición del viejo poder

incaico y un intento por acomodarse al nuevo régimen administrativo español y la

aceptación de los nuevos actores políticos.

Manteniendo los mismos parámetros de evaluación de jerarquías que usamos

párrafos arriba, argumentaremos desde la evidencia física, como las élites que

habitaron las Estructuras XIX y XII de SAN1B mantuvieron su jerarquía durante los

primeros años de la colonia.

En primer lugar, la evidencia arquitectónica indica que no hubo cambios en las

estructuras durante la ocupación del período Colonial Temprano. En efecto, no se

registran adosamientos de nuevas estructuras, construcción de nuevos pisos,

renovaciones en los muros o construcción de nuevos rasgos arquitectónicos internos.

Esta ausencia de modificaciones en la arquitectura es en sí interesante, ya que indica

que no hubo una reestructuración a nivel doméstico de las residencias durante los

primeros años de la colonia, ni tampoco intrusiones de edificios coloniales. De

hecho, el plano del sector B parece indicar que este sector se mantuvo intacto de

influencias arquitectónicas coloniales durante el breve tiempo que fue habitado en el

siglo XVI; a diferencia del sector A, donde una posible capilla rustica fue construida

en algún momento.

Es aparente entonces que los grupos domésticos que habitaron en el sector B

mantuvieron una influencia lo suficientemente fuerte como para evitar la creación de

nuevas estructuras domésticas o incluso barrios a manera colonial, evitando así su

relocalización a nuevas estructuras. Esto cobra gran importancia cuando vemos como

Page 143: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

CAPÍTULO 7: DISCUSIÓN _____________________________________________________________________________________________

128

el sector A pudo tratarse de una iglesia colonial temprana, un hecho que indica la

presencia de un significativo componente religioso y político dentro de Viejo

Sangayaico.

El hecho que no haya existido un intento de reducir el sector B alrededor de la

iglesia colonial, es testimonio de la fuerte influencia que las élites locales

mantuvieron. De hecho, una rápida inspección del plano del sector A revela como,

con excepción de algunas estructuras, posiblemente usadas como residencia de los

religiosos de turno, la iglesia se encuentra alejada del resto de edificaciones,

confirmando lo poco integrada que estuvo a la trama doméstica del asentamiento.

Evidencias en el tipo de artefactos consumidos durante este período por los

habitantes de las estructuras XIX y XIIX revela que la permanencia de élites en el

sector B no fue una cuestión estática, sino más bien producto de complejos procesos

de negociación política.

En efecto, durante las primeras décadas de la colonia, los habitantes de ambas

estructura consumieron dos estilos de cerámica diferenciados: cerámica del estilo Inca

y cerámica colonial europea. Sin embargo, la proporción de ambos estilos dentro de

las estructuras XIX y XII es diferente, existiendo una notable preferencia por cerámica

inca dentro de la Estructura XII, a diferencia de la Estructura XIX donde el más

numeroso estilo identificable es el colonial. De igual manera, ambos grupos

domésticos también tuvieron acceso a artefactos de vidrio europeo de dos tipos:

utensilios de vajilla en la Estructura XIX y cuentas de vidrio en la Estructura XII.

El continuo uso de cerámico del estilo inca significó que los grupos de élite del

sector B mantuvieron un acceso a este tipo de vasijas luego del colapso del imperio.

Aún desconocemos las maneras en que la producción de este estilo cerámico se dio

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CAPÍTULO 7: DISCUSIÓN _____________________________________________________________________________________________

129

en la región durante el Horizonte Tardío, creemos sin embargo, que el acceso a este

particular estilo durante la colonia no debió haber sido fácil, habiéndose limitado a

aquellos grupos de élite capaces (o necesitados) de adquirirlos.

Es aparente que durante la colonia, el grupo doméstico que habitó la Estructura

XII optó por el continuo uso de un estilo cerámico asociado a una administración ya

desaparecida; mientras que en el caso de la Estructura XIX, es claro que sus

habitantes optaron por un mayor uso de cerámica estilo colonial europeo. Esta

diferencia en la preferencia de bienes asociados al Tawantinsuyo puede interpretarse

como una elección consciente por parte de algunas familias dentro del Sector B por

mantener presente una descendencia de élite con raíces en el incanato, quizá

promovido por el hecho que la ley española concedía privilegios a aquellos “indios”

descendientes de la nobleza (ver Spalding, 1970).

Por otro lado, la opción por parte de los habitantes de la Estructura XIX de dejar

de usar cerámica inca puede responder a otro tipo de estrategia para acceder al poder

y mantener un estatus de élite, la cual estaría relacionada con la adopción de bienes

españoles como manera de probar su fidelidad a la nueva administración y así

adquirir beneficios propios.

En efecto, y tal como se ha visto en previos capítulos, la imposición de un nuevo

sistema político y económico en los Andes durante la colonia trajo consigo la

aparición del sistema de encomiendas y los encomenderos. En la región de

Huamanga, tal como Stern (1986) ha establecido, las nuevas élites de encomenderos

se vieron obligadas a tratar con los curacas locales, ya que sin el apoyo de estos

cualquier trabajo en las encomiendas era imposible. Para facilitar las relaciones con

las élites locales, los encomenderos se basaron en una táctica de intercambio de

regalos como prendas españolas, objetos de vidrio, botijas con vino, herramientas de

Page 145: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

CAPÍTULO 7: DISCUSIÓN _____________________________________________________________________________________________

130

hierro, etc. Esta técnica no siempre tuvo buenas resultados, como lo atestigua el

hecho que muchos curacas locales se hayan negado a brindar mano de obra para las

encomiendas y, en el más extremo de los casos, terminaran asesinando al

encomendero local (Ibíd.).

Dentro de este contexto, creemos que los bienes europeos ingresaron a SAN1B a

manera de regalos. En efecto, las botijas peruleras traídas desde Europa pudieron

alcanzar las alturas de Sangayacio de las manos del encomendero local,

probablemente cargadas de vino. Bienes de vidrio, como vajilla y abalorios,

ingresarían de forma semejante.

La cantidad y calidad de los bienes europeos en las dos estructuras excavadas

atestigua que las élites locales negociaron su estatus y jerarquía de distintas maneras.

En el caso de la Estructura XIX, los habitantes tuvieron acceso no solo a mayor

cantidad de vasijas coloniales (y por ende su contenido, que puede haberse probado

más valioso que la vasija en sí), sino que a objetos de gran valor, incluso entre

europeos, como lo demuestra la presencia de un fragmento perteneciente a vajilla de

vidrio. Por otro lado, los habitantes de la Estructura XII tuvieron un menor acceso a

vasijas coloniales, al tiempo que su acceso a objetos de vidrio se limitó a aquellos de

características menos exóticas, como lo fueron los abalorios de cuentas de Nueva

Cádiz.1

Es aparente que el grupo doméstico de la Estructura XIX busco adoptar una

materialidad más europea. Esto pudo significar una mayor colaboración con los

encomenderos y con los religiosos asentados en el sector A, lo cual ameritó un

1 En comunicación personal con Steve Wernke, este investigador propone que, aparte de algún valor como adorno

personal, las cuentas de Nueva Cádiz, para el caso de Malata (Arequipa), no pueden ser consideradas, en si, como

bienes de lujo indicadores de élites ya que su presencia es común en contextos domésticos simples.

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CAPÍTULO 7: DISCUSIÓN _____________________________________________________________________________________________

131

reconocimiento especial, como lo demuestra regalos tan lujosos como vajilla de

vidrio. Por otro lado, aquellos individuos que habitaron la Estructura XII, optaron

por aferrarse a un pasado de élite andina (quizá esperando un reconocimiento de

derechos previos) reflejado en su empeño por seguir usando cerámica inca y en el

mínimo uso de bienes europeos, como por ejemplo los abalorios de cuentas de

vidrio, los cuales finalmente serian descartados durante el abandono de la estructura.

La evidencia arqueológica nos lleva a pensar que las élites del Horizonte Tardío

siguieron manteniendo su jerarquía de élite durante el período Colonial Temprano,

pudiendo haber formado parte o facilitando la imposición del nuevo aparato colonial.

Sería ingenuo, sin embargo, pensar que su nivel de control y poder fue el mismo o

que sus derechos y privilegios se mantuvieron intactos, habiéndose convertido en

nuevas élites.

Como hemos argumentado, los grupos domésticos de las estructuras XIX y XII se

encontraron envueltos en diferentes tipos de negociaciones con las élites españolas

para poder así obtener nuevos privilegios o mantener viejos derechos. Aquel grupo

doméstico que habitó la Estructura XIX y que, durante el Horizonte Tardío, demostró

cierta individualidad no dudó en jugar el papel de advenedizo a la corona, tal como

lo demuestra su preferencia por bienes europeos y su acceso a finos objetos de vidrio.

Por otro lado, el grupo que habitó la Estructura XII mantuvo su jerarquía de élite

recurriendo para esto a un pasado noble ligado al desaparecido incanato, como lo

demuestra su esmero por rodearse de cerámica inca. No es de extrañar que esta

estructura sea una de las pocas que compartía un patio con otro edificio y por lo

tanto, tal como hemos argumentado, fuertes lazos de parentesco al interior del sector

B, lo que puede haber pesado mucho en su decisión por continuar asociándose con

el imperio. Es posible que este esfuerzo por reafirmar su identidad haya sido visto

Page 147: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

CAPÍTULO 7: DISCUSIÓN _____________________________________________________________________________________________

132

como problemático por el encomendero local, lo que explicaría el poco acceso a

bienes europeos; de igual manera, este acceso limitado a bienes españoles pudo ser

una opción consciente, a manera de protesta o desafío, por parte de los habitantes

de la Estructura XII, quienes aún se identificarían fuertemente con el Tawantinsuyo.

En resumen, hemos argumentado como durante el Horizonte Tardío, los grupos

domésticos que habitaron las estructuras XIX y XII tuvieron una jerarquía de élite al

interior del sector B. Este estatus elevado fue mantenido, durante los primeros años

de la ocupación española en los Andes, aunque para esto los dos grupos domésticos

se valieron de diferentes estrategias de negociación, reflejadas en el ámbito doméstico.

Es claro sin embargo que a pesar de estos esfuerzos y negociaciones, ambos grupos

domésticos se vieron forzados a abandonar sus hogares durante la reducción de Viejo

Sangayaico, posiblemente asentándose en el actual poblado de San Francisco de

Sangayaico. Aquí, es seguro que hayan continuado con el juego político durante

muchos años más, posiblemente adentrándose en el mundo de escribas, documentos

legales, abogados y costosas audiciones en Lima.

En nuestro siguiente y último capítulo, presentaremos las conclusiones a las que

nuestra investigación ha llegado.

Page 148: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

132

Conclusiones

A lo largo de este trabajo de investigación hemos buscado, a través del análisis

del registro arqueológico obtenido en las excavaciones de las estructuras XIX y XII,

distinguir el estatus jerárquico de los grupos domésticos que habitaron dichas

estructuras a lo largo de, aproximadamente, 100 años de ocupación continua. Hemos

discutido y argumentado, como el registro arqueológico nos lleva a pensar que las

elites originales que habitaron estas estructuras se vieron envueltas en constantes

negociaciones con la nueva administración colonial y como, en este contextos de

nuevas oportunidades, el grupo domestico de elite que habitó la Estructura XIX no

dudó en asegurarse un lugar dentro de este nuevo mundo, al tiempo que los

habitantes de la Estructura XII, de semejante jerarquía social, continuaron

aferrándose a viejos modos de vida relacionados con el desaparecido Tawantinsuyo.

Creemos que nuestros argumentos confirman nuestra hipótesis original, al

tiempo que nuestros datos han respondido acertadamente nuestras preguntas de

investigación. Por lo que a continuación presentaremos nuestras conclusiones:

1. Sobre la ocupación de las estructuras XIX y XII

Los análisis estratigráficos y arquitectónicos llevados a cabo en ambas estructuras

nos permiten concluir que fueron construidas en un solo momento y que fueron

Page 149: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

CAPÍTULO 8: CONCLUSIONES _____________________________________________________________________________________________

133

ocupadas continuamente a lo largo de su vida útil, por lo que no podemos hablar

de distintas fases de ocupación, sino más bien de una sola y continua ocupación.

Igualmente, el diseño y la arquitectura de las estructuras no fueron modificadas en

ningún momento, por lo que se mantuvieron sus características originales a lo largo

de la vida útil de las mismas.

2. Sobre la cronología de los momentos de ocupación de las estructuras XIX y XII

Evidencia artefactual nos ha llevado a concluir que ambas estructuras atravesaron

por dos claros períodos cronológicos de ocupación a lo largo de su vida útil. El

primero de estos corresponde al Horizonte Tardío, mientras que el segundo

corresponde al Colonial Temprano.

En efecto, la presencia de cerámica del estilo inca en contextos de ocupación, es

un claro indicador que ambas estructuras fueron habitadas durante el Horizonte

Tardío. Es más, un fragmento decorativo del estilo inca hallado dentro de la banqueta

de la Estructura XII indicaría que, al menos esta estructura, fue construida durante

este periodo.

Un segundo momento cultural de ocupación se dio durante el período Colonial

Temprano. Evidencia de esto se encuentra en los fragmentos de vasijas del tipo

colonial europea y artefactos de vidrio hallados en contextos de ocupación al interior

de las dos estructuras tales como fragmentos de vajilla y cuentas de Nueva Cádiz.

3. Sobre el carácter arquitectónico y funcional de las estructuras XIX y XII

Arquitectónicamente, la Estructura XIX muestra claras evidencias de haber sido

el más grande de los edificios estudiados, el más privado y el más cercano a recintos

importantes como lo fue la Estructura II. En contraste, la Estructura XII es más

pequeña y se encuentra ubicada en una zona de tránsito público, lo que se manifiesta

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CAPÍTULO 8: CONCLUSIONES _____________________________________________________________________________________________

134

en nivel de privacidad más bajo, debido a que comparte un patio con otra estructura

vecina y, a su vez, este patio también sirve como pasaje de transito al interior del

sector B.

De igual manera, la evidencia en la calidad de los paramentos indica que los

habitantes de la Estructura XIX dedicaron menos trabajo y recursos a la construcción

de los muros de su residencia; mientras que los habitantes de la Estructura XII no

solo emplearon piedras mejor trabajadas en sus muros, sino que hubo un mayor

cuidado en la construcción del piso del edificio. Ambos datos indican un mayor y

mejor acceso a recursos y mano de obra por parte de los habitantes de esta estructura.

Funcionalmente, hemos concluido que ambas estructuras fueron de carácter

puramente doméstico. En efecto, evidencia artefactual y arquitectónica nos llevaron

a concluir que, a lo largo de su ocupación, los habitantes de ambas estructuras

estuvieron involucrados en actividades domésticas como la preparación de alimentos,

el consumo de los mismos, al almacenamiento de bienes, el hilado, la molienda de

granos, etc. No se halló ninguna evidencia que, en algún momento, los habitantes

de las estructuras se hayan dedicado a la producción especializada de algún tipo de

bien o de activadas artesanales.

4. Sobre el estatus jerárquico de los habitantes de las estructuras XIX y XII

Partiendo del análisis arquitectónico de las estructuras XIX y XII, hemos visto

como, durante el Horizonte Tardío, los habitantes de ambas estructuras tuvieron

acceso a distintos tipos de recursos y privilegios propios de una jerarquía de élite. Así

es como aquel grupo domestico que habitó la Estructura XIX, tuvo una mayor

privacidad y cercanía al área administrativa del sector B, al tiempo que su acceso a

recursos como mano de obra y materiales fue bajo. Por otro lado, aquellos habitantes

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CAPÍTULO 8: CONCLUSIONES _____________________________________________________________________________________________

135

de la Estructura XII, tuvieron menos privacidad y una residencia más pequeña cuyo

patio compartían con otro edificio, sin embargo, el acabado más fino de sus muros

indica un claro acceso a mejores recursos y mayor mano de obra.

Durante el período Colonial Temprano, la arquitectura de las estructuras se

mantiene sin cambios, lo que creemos implica que los grupos que las habitaron

supieron mantener su estatus e importancia frente a la nueva administración europea.

El análisis artefactual refuerza nuestra conclusión anterior. Es así como, durante

el Horizonte Tardío, los habitantes de ambas estructuras tuvieron acceso a cerámica

de estilo inca, la cual es considerada un bien de prestigio y un indicador de élite. De

igual manera, durante la colonia, ambos grupos tuvieron acceso a cerámica de estilo

colonial europea y a artefactos de vidrio de naturaleza fina como vajilla (en el caso de

la Estructura XIX) y de naturaleza más común, como cuentas de vidrio (en el caso

de la Estructura XII). Estos artefactos, creemos, habrían ingresado a manera de

regalos por parte del encomendero local en un afán por ganarse la confianza y lealtad

de las elites locales, de las cuales dependía para los trabajados en las encomiendas.

Creemos, por lo tanto, que nuestros datos son lo suficientemente fuertes como

para argumentar que los grupos domésticos que habitaron las estructuras XIX y XII

durante el Horizonte Tardío, se trataron de grupos de élite, cada uno de ellos con

diferentes privilegios y acceso a distintos recursos. Así mismo, estos grupos de élite

habrían mantenido su posición privilegiada durante el período Colonial Temprano,

aunque valiéndose para esto de distintas estrategias, ya que los habitantes de la

Estructura XIX se habrían acomodado rápidamente a la nueva administración

colonial, mientras que sus vecinos en la Estructura XII seguirían aferrándose a una

identidad asociada al desaparecido Tawantinsuyo.

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CAPÍTULO 8: CONCLUSIONES _____________________________________________________________________________________________

136

5. Direcciones futuras

Aún hay mucho que investigar en Viejo Sangayaico. Hasta el momento no

tenemos en claro si la primera ocupación del sector corresponde netamente al

Horizonte Tardío o si acaso tuvo una ocupación previa durante el Intermedio Tardío.

En caso el sector haya sido edificado durante el Horizonte Tardío, surge una pregunta

¿Quiénes fueron las élites que los habitaron?

En efecto, aun no estamos seguros si estamos lidiando con élites locales

reubicadas en este sector por la administración inca o si acaso se tratan de mitimaes

traídos de otras partes del imperio. En caso sea lo último, esto explicaría de cierta

manera el hecho que no existan obvios rasgos arquitectónicos inca, ya que tal como

ha sido mencionado por Lavalle y Julien (1983), asentamientos mitimaes inca en la

zona de Asto aún mantienen características arquitectónicas locales.

De igual manera, muchos aspectos de las interacciones locales con los españoles

aún no han sido explorados por completo. Por ejemplo, aun no estamos seguros si

la estructura en el sector A perteneció a una verdadera iglesia colonial temprana y si

las estructuras auxiliares fueron residencias de los religiosos de turno. El rol de estos

misioneros tempranos en Viejo Sangayaico es aún poco conocido, especialmente de

cara a la poca cantidad de documentos coloniales con los que contamos. Una revisión

de los archivos en el actual Sangayaico se probaría de gran utilidad.

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Page 166: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

APÉNDICE _____________________________________________________________________________________________

150

Apéndice

Apéndice 1

PROYECTO ARQUEOLÓGICO CUENCA DE ICA 2014

Constancia

El que suscribe, Lic. George Chauca Iparraguirre, en su calidad de Director del Proyecto

Arqueológico Cuenca de Ica Temporada 2014, hace constar que Jorge Rodríguez

Morales, egresado de la Escuela Académica Profesional de Arqueología de la

Universidad Nacional Mayor de San Marcos, está autorizado a realizar el análisis de los

registros de excavación y el registro del material artefactual recuperado durante la

temporada de excavación 2014 en el sitio arqueológico de Viejo Sangayaico

(Huancavelica-Perú).

Dicha autorización tiene por finalidad dar facilidades para la preparación de la tesis de

licenciatura del señor Rodríguez. Así mismo, el señor Rodríguez asume en adelante

responsabilidad con respecto al correcto manejo y conservación de los registros y

materiales antes mencionados.

Se extiende la presente, a solicitud del interesado, para los fines que estime pertinentes.

Lima, 29 de noviembre de 2015.

R.N.A. N°: DHC-11134

Page 167: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

ANEXOS _____________________________________________________________________________________________

151

Anexos Anexo 1

Ficha de excavación PIACI

Descripción:

Use otro lado →

Plano: Sección:

Foto: si no Elemento Nr.: Iniciales:

Fecha:

Material:

Cerámica Hueso Lítico Metal

Completa

Muestreado

Interpretación:

PIACI Cod. de Sitio Nr. De Contexto Categoría: Corte Relleno Capa Otro

Coordenadas / pozo: Corte: Largo Ancho Profundidad

Lados Base Orientación/Forma

Mu

est

ras

Ambiental / Flotación:

Cantidad:

Colación seca/mojada:

Volumen Cantidad

Matriz:

Page 168: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

ANEXOS _____________________________________________________________________________________________

152

Anexo 2

Secuencias Estratigráficas y Matriz de Harris de las

estructuras XIX y XII

1. ESTRUCTURA XIX

Secuencias Estratigráfica

UE 300

Capa de tierra arcillosa mezclada con humus, raíces y piedras (80% del volumen

total de la UE) del derrumbe de los muros (UE301). Se pudieron definir dos niveles

de esta capa, un primer nivel compuesto en su mayoría por piedras del colapso que

cubrían el área y por debajo un nivel de tierra y piedras. En este segundo nivel y al

pie del muro este se encontró una quijada de animal europeo. Este contexto

representa la capa moderna y natural del sitio, y se ubica sobre la UE302

UE 301

Muro de doble cara. El muro fue construido con lajas y bloques de

diferentes tamaños y formas, y están dispuestas sin configurar hiladas de

alturas regulares. En los intersticios se colocaron algunas pachillas y se cubrieron con

mortero de arcilla. El muro está compuesto por dos muros simples y un relleno de

arcilla y arena compactada, ubicada entre los muros. Dentro del relleno se

encuentra algunos fragmentos de cerámica.

Las piedras del muro miden en promedio 15 cm por 30 cm; 10 cm x 30 cm; y

20 cm x 40 cm. Solamente el vano de acceso tiene piedras con esmerado acabado.

La altura máxima conservada del muro es de 1.8 m y la mínima es de 0.60 m. El

Page 169: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

ANEXOS _____________________________________________________________________________________________

153

ancho del muro se va angostando a medida que gana altura. La base mide 1 m de

ancho, y 0.8 m en su altura máxima.

UE 302

Capa de arena arcillosa, de consistencia semicompacta y de color marrón

oscuro. Dentro de este contexto se encontraron dos (02) manos de moler y

cerámica diagnóstica (posiblemente estilo Ica-Chincha), así como una conopa

fragmentada hecha de piedra violácea que representa a una mazorca de maíz. Esta

conopa es pequeña (5cmx4cm) y los dientes del maíz se encuentran tallados con buen

detalle.

La capa se ubica por debajo de la UE301 y sobre las UE303 y UE304;

y representa un contexto asociado al abandono de la estructura.

UE 303

Fogón sobre el piso UE 304. El fogón presenta una mezcla de arena arcillosa

(60% del volumen total de la UE) y ceniza (40%) de color gris con tonalidad blanca.

Los primeros 5 cm del contexto son una capa casi homogénea de ceniza de color gris

blanquecino. Después del nivel superior, el depósito contiene arena arcillosa,

de consistencia semicompacta. Luego de retirar 10 cm de la capa de ceniza,

se expuso una estructura de planta rectangular definida por lajas colocadas en

sus bordes. Las lajas están unidas por mortero de asiento, este mortero se proyecta

sobre la base del fogón. El fogón tiene un ancho de 58 cm, en dirección norte a sur;

un largo de 80 cm de oeste a este, y 11 cm de espesor. El fogón no se expuso en su

extensión máxima debido a que su extremo oeste se proyecta fuera del pozo de

excavación. La base del fogón presenta una coloración rojiza y marcas de quema.

Dentro del fogón se hallaron fragmentos de cerámica, dos de los cuales

Page 170: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

ANEXOS _____________________________________________________________________________________________

154

habrían sido elaborados con torno y por consecuente serían coloniales. No se

recuperó material orgánico ya sea fragmentos óseos o botánicos.

El fogón se encuentra en el centro de la estructura, indicando que su

función pudo haber sido la de calentar la habitación así como la de cocina. El fogón

fue elaborado sobre la capa estéril y está asociado al piso UE 304. La UE 303 se

encuentra por debajo de UE302.

UE 304=305

Capa de arena arcillosa, de color marrón claro y con puntos de color amarillo

(mostaza), también se apreció mica en considerable cantidad (5% del volumen total

de la UE). La superficie de la capa es irregular y se inclina ligeramente de norte a sur.

La consistencia de la UE es compacta. Sobre el depósito y apelmazado, se

registraron dos fragmentos pequeños de vidrio colonial. También en la esquina

noroeste de la cuadricular se encontró una laja (60 cm de ancho por 80 cm de largo)

plana ubicada justo al oeste de una concentración grande de ceniza (posiblemente

otro fogón, aunque sin estructura asociada como UE303). Esta área de ceniza tiene

un ancho de 60 cm de sur a norte por un largo de 110 cm de oeste a este, y se ubica

directamente sobre la roca madre estéril. Hacia el sur de esta concentración

se encuentran otras concentraciones de carbón y ceniza, pero pequeñas.

La UE 304 y 305 se tratarían del piso de la estructura, donde 305 sería la

superficie erosionada y mal conservada del mismo, mientras que 305 seguiría siendo

el mismo piso pero mejor conservado.

La UE 304 y 305 se ubican por debajo de la UE302 y la UE305 se

encuentra sobre la roca madre.

Page 171: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

ANEXOS _____________________________________________________________________________________________

155

Matriz de Harris

300 Capa superficial

301 Muro Estructura

302 Colapso

303 Fogón

304 -305 Piso

303

300

302

305

304

301

Esteril

Page 172: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

ANEXOS _____________________________________________________________________________________________

156

2. ESTRUCTURA XII

Secuencias Estratigráfica

UE 400

Capa de limo arenoso, de consistencia semisuelta, y de color marrón-negro. Al

interior se observó muchas raíces y piedras (45% del volumen de la UE), estas últimas

provenientes del colapso de los muros. No se registró material cultural. Esta capa

comprende el nivel formado con el colapso de la estructura. Por encima de UE401.

UE 401

Capa de limo arenoso, de consistencia suelta y de color marrón. Al interior

se observó alta concentración (60% del volumen de la UE) de piedras medianas (25

cm x 30 cm) y grandes (20 cm x 60 cm). El material cultural obtenido incluye

cantidades moderadas de cerámica y material lítico, así como metal y fragmentos

minerales pero en mucha menor cantidad. Esta capa comprende otro nivel extenso

del colapso post-abandono del sitio. Por debajo de la UE400 y sobre las

UE402 y UE405.

UE 402

Capa de limo arenoso, de consistencia suelta y de color marrón amarillento.

La capa aparece hacia el medio este y sur del pozo en forma de “L” invertida.

La capa también registra un número alto de piedras (40% del volumen de la UE). Se

registró fragmentos de cerámica y material lítico en cantidades moderadas. La

formación de la capa se debe al abandono de la estructura. La UE se encuentra por

debajo de la UE401 y sobre las UE403, UE406, UE407, UE408 y UE 409.

Page 173: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

ANEXOS _____________________________________________________________________________________________

157

UE 403

Alineamiento de piedras orientada de oeste a este de 1.16 m de largo por 0.28 m de

ancho. Las piedras angulosas tienen 20 cm de largo por 16 cm de ancho y 10 cm de

alto. El mortero es de arcilla, de consistencia semicompacta y de color amarillo. Otro

alineamiento de piedras [UE407] se une al extremo oeste de este alineamiento en

una dirección norte-sur, conformando ambos un tipo de banqueta elevada que

contiene el relleno UE408. Se ubica por debajo de UE402 y sobre la UE410

UE 404

Se trata del muro de doble cara, con 0.3-0.5 m de ancho y una altura preservada

de entre 0.3 m y 1.75 m, que conforma la Estructura XII. La Estructura XII tiene

un acceso hacia el sur de 0.8 m y una entrada ligeramente trapezoidal. El muro

está compuesto por dos muros simples, los cuales cuentan con piedras grandes,

medianas y pequeñas en sus paramentos. El área entre los muros esta rellenado con

tierra y piedras compactadas. La estructura tiene esquinas redondeadas. Un nicho se

preserva en la porción este del muro sur de la estructura. El nicho está a una altura

de 0.9 m del piso [UE408] de la banqueta [UE402-UE403] y sus medidas son 0.26

m de ancho por 0.29 m de alto y con una profundidad de 0.25 m.

UE 405

Capa de arcilla arenosa, de consistencia suelta y de color marrón

amarillento oscuro. Al interior se observó piedras (30% del volumen de la UE). Esta

capa se trataría del piso del edificio. La UE se ubica debajo de la UE 401 y los

colapsos post-abandono (UE406 y UE409). Se descubrió un fragmento de cerámica

con borde esculpido y una aplicación de forma circular que podría ser de un estilo

Page 174: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

ANEXOS _____________________________________________________________________________________________

158

colonial, de igual manera se recuperaron cantidades moderadas de material óseo y

cerámico. Se ubica por debajo de las UE401, UE406 y UE409 y sobre la UE411.

UE 406

Capa de arena arcillosa, de consistencia suelta y de color marrón

amarillento. Al interior se observó piedras (30% del volumen de la UE). Esta capa

trata de una deposición cultural/natural asociado al piso de la estructura,

posiblemente creada por un primer momento post-abandono de la estructura. Esta

hipótesis es apoyada por el hecho de que la UE 403 ha colapsado parcialmente sobre

este contexto. Se encontró material cultural diagnóstico en este nivel, incluyendo un

fragmento de cerámica con decoración de serpiente – hallazgos similares se

encontraron en la Estructura II excavada en 2013 y sugieren un fechado incaico;

un punzón de hueso y un pedazo de tiza con forma triangular. De igual manera se

registró moderado material óseo y cerámico en toda la UE. La UE se ubica debajo

de la UE402 y sobre las UE405. La UE 406 se ubica solamente en la esquina

noroeste de la cuadricula.

UE 407

Alineamiento de piedras, equivalente a UE403, pero en una orientación norte a

sur. El alineamiento tiene un largo de 1.4 m y un ancho de 0.2 m. El

alineamiento está conformado de piedras angulosas medianas de 20 cm de largo, 10

cm de ancho y 6 cm de alto. Las piedras están unidas con un mortero

arcilloso, semicompacto, y de color amarillo. Se ubica por debajo de la UE402, entre

la UE408 (relleno de la banqueta) y UE409, y sobre la UE 410

Page 175: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

ANEXOS _____________________________________________________________________________________________

159

UE 408

Capa de arcilla arenosa, de consistencia semicompacta, y de color

amarillento rojizo. Al interior se observó piedras medianas (16 cm x 20 cm; 20% del

volumen total de la UE). La UE es el cuerpo de la banqueta delimitada por

los alineamientos de piedras UE403 y UE407. Sobre ella se identificaron

materiales culturales que incluyen fragmentos óseos y cerámicos así como dos cuentas

vidrio colonial de forma tubular. Dentro de la capa se encontró un silbato,

posiblemente, de fabricación local. La capa se ubica por debajo de la UE402 y sobre

la UE410.

UE 409

Capa de arcilla arenosa, de consistencia suelta, y de color marrón. Al interior se

observó piedras (30% del volumen total). Esta capa es similar a la UE406 y se trata

de una deposición cultural/natural asociada al piso de la estructura,

posiblemente creada por un primer momento post-abandono de la estructura.

Esta hipótesis es apoyada por el hecho de que UE407 ha colapsado

parcialmente sobre este contexto. Se hallaron fragmentos de cerámica de una olla de

estilo Inca. La capa se ubica por debajo de la UE402 y por encima de la UE405, esta

capa solo se encuentra en la esquina sureste adyacente al acceso de la unidad.

UE 410

Capa de arena arcillosa, de consistencia compacta, y de color marrón. Al interior

se observó piedras chicas (5 x 6 cm) y medianas (10 x 12 cm) (ambos tamaños de

piedras representan el 30% de la UE). Esta capa se trata de un piso de

banqueta delimitado por los alineamientos de piedras UE403 y UE407. Dentro

de este relleno para piso se encontró fragmentos cerámicos en cantidad frecuente,

Page 176: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

ANEXOS _____________________________________________________________________________________________

160

así como escaso material lítico. Entre el material cultural más importante resalta un

apéndice de arríbalo Inca y un clavo de bronce estañifero. La UE 410 se ubica por

debajo de UE408 y sobre la UE412.

UE 411

La UE411 es una capa de arena arcillosa, de consistencia semicompacta y

color marrón. La capa se ubica por debajo del posible piso UE405 y sería

un pre-piso de preparación para la UE405, posiblemente similar a la UE412

(ver abajo,) y probablemente se extendió por todo la unidad. El material cultural

registrado incluye cantidades moderadas de cerámica y escasas de óseo. Este nivel

esta inmediatamente por encima de la UE413.

UE 412

Capa de arena arcillosa, de consistencia compacta y de color marrón

amarillento. Similar a la UE411, ésta capa conforma un pre-piso de preparación para

la UE410, el piso de la banqueta delimitada por la UE403 y la UE407. Se encuentra

por debajo de la UE410 y sobre la capa estéril.

UE 413

Capa delgada, que se ubica entre la roca madre y la UE411 (ver arriba). La capa

está compuesta por arena arcillosa, de consistencia semicompacta y de color amarillo

marrón. Al interior de la UE se observó material cultural. La capa se ubica por debajo

de UE411 y por encima de la roca madre (UE414).

Page 177: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

ANEXOS _____________________________________________________________________________________________

161

Matriz de Harris

400 Capa superficial

401 Colapso

402 Colapso

403 Muro O-E

banqueta

404 Muro Estructura

XII

405 Piso

406 Colapso de

banqueta

407 Muro N-S

banqueta

408 Relleno banqueta

409 Colapso de

banqueta

410 Preparado a

manera de piso

de banqueta

411 Pre-piso

estructura

412 Pre-piso de

banqueta

413 Pre-piso

estructura

413 412

404

Esteril

407403

410411

408

406 409

405

400

401

402

Page 178: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

ANEXOS _____________________________________________________________________________________________

162

Anexo 3

Criterio de análisis cerámico

Acabado Interno / Externo

1: Alisado

2: Pulido

3: Bruñido: Indeterminado

Engobe (indicar color)

0: No Presenta 1: Presenta

Decoración

0: No Presenta 1: Presenta

Page 179: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

ANEXOS _____________________________________________________________________________________________

163

Anexo 4

Inventario Material Cerámico Diagnostico

1. Estructura XIX

CODIGO DE FRAGMENTO

TIPO DE TIESTO

ACABADO EXTERNO

ENGOBE EXTERNO

ACABADO INTERNO

ENGOBE INTERNO

DECORACION EXTERIOR

DECORACION INTERIOR

ESPESOR (mm)

OBERVACIONES

SAN

IB/X

IX/3

00/0

01Bo

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10

20

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SAN

IB/X

IX/3

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10

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IB/X

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10

00

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SAN

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10

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SAN

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IX/3

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10

10

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SAN

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10

10

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20

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10

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7

SAN

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6.5

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10

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11

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20

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7

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IX/3

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23A

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01

00

011

Page 180: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

ANEXOS _____________________________________________________________________________________________

164

SAN

IB/X

IX/3

00/0

24Cu

erpo

10

10

10

5.68

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piez

a, p

rese

nta

una

pequ

eña

hend

idur

a de

form

a ca

si

circ

ular

y d

e ap

rox

4mm

de

diam

etro

. Par

ece

trat

arse

de

una

piez

a en

pro

ceso

de

ser t

rans

form

ada

en

piru

ro.

SAN

IB/X

IX/3

00/0

28Ta

pa/P

ulid

or (?

)2

01

00

06.

7

SAN

IB/X

IX/3

00/0

29Cu

erpo

10

10

00

11Su

perf

icie

inte

rior

con

tien

e re

stos

de

holli

n y

carb

on

SAN

IB/X

IX/3

00/0

30Cu

erpo

10

10

00

10Su

perf

icie

inte

rior

con

tien

e re

stos

de

holli

n y

carb

on

SAN

IB/X

IX/3

02/0

01Bo

rde

10

10

00

9La

sup

erfi

cie

inte

rior

pre

sent

a m

arca

s de

l alis

ador

de

man

era

para

lela

SAN

IB/X

IX/3

02/0

02Bo

rde

10

10

00

8.3

SAN

IB/X

IX/3

02/0

03Bo

rde

10

10

00

9La

sup

erfi

cie

inte

rior

pre

sent

a m

arca

s de

l alis

ador

SAN

IB/X

IX/3

02/0

04Bo

rde

10

10

00

5La

sup

erfi

cie

inte

rior

pre

sent

a m

arca

s de

l alis

ador

SAN

IB/X

IX/3

02/0

05Bo

rde

20

20

10

5

Supe

rfic

ie e

xter

ior

pres

enta

dec

orac

ion

de m

otiv

os g

eom

etri

cos

(cua

drad

os).

Los

colo

res

son:

par

a la

s li

neas

se

uso

negr

o, c

ampo

s in

teri

ores

de

los

cuad

rado

s so

n de

col

or b

lanc

o co

n pu

nto

med

io c

olor

neg

ro, t

ambi

en s

e us

ó

el c

olor

roj

o pa

ra d

ecor

ar e

l esp

acio

ent

re lo

s cu

adra

dos.

SAN

IB/X

IX/3

02/0

06A

sa1

01

00

010

Pres

enta

rast

ros

de h

ollin

a a

mbo

s la

dos

del a

sa

SAN

IB/X

IX/3

02/0

07Pi

ruro

(?)/

Ruec

a(?)

20

10

00

6

Pres

enta

una

peq

ueña

hen

didu

ra d

e fo

rma

esfe

rica

de

apro

x 8m

m d

e di

amet

ro. P

arec

e tr

atar

se d

e

una

piez

a en

pro

ceso

de

ser t

rans

form

ado

a pi

ruro

SAN

IB/X

IX/3

02/0

08Ta

pa/P

ulid

or(?

)1

01

00

07.

5

SAN

IB/X

IX/3

02/0

09Pi

ruro

/Rue

ca1

01

00

07

Pres

enta

en

la p

arte

cen

tral

un

aguj

ero

de a

prox

4m

m d

e di

amet

ro

SAN

IB/X

IX/3

02/0

10Fi

guri

lla m

odel

ada

40

40

00

17Fi

gura

mod

elad

a zo

omor

mfa

SAN

IB/X

IX/3

03/0

01Bo

rde

10

10

00

8Su

perf

icie

s ex

teri

or e

inte

rior

pre

sent

an h

ollin

Page 181: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

ANEXOS _____________________________________________________________________________________________

165

SANI

B/XI

X/30

4/00

1Ar

ibal

o2

01

00

011

Bord

e co

n ap

licac

ion

a man

era d

e as

a

SANI

B/XI

X/30

4/00

2Ar

ibal

o2

01

00

06.

5Bo

rde

con

aplic

acio

n

SANI

B/XI

X/30

4/00

3Bo

rde

10

10

00

8Bo

rde

con

alisa

do b

urdo

(par

ece

min

iatu

ra).

NO se

dib

ujo

debi

do a

su ta

man

o

SANI

B/XI

X/30

4/00

4As

a y cu

erpo

20

10

00

9As

a con

cuer

po, p

rese

nta m

arca

de

alisa

dor e

n as

a car

a ext

erna

(for

ma u

na so

la p

ieza

con

005)

SANI

B/XI

X/30

4/00

5Ba

se2

01

00

08

Base

con

pres

encia

de

holli

n (fo

rma p

arte

de

la m

isma p

ieza

que

004)

SANI

B/XI

X/30

4/00

6

Cuer

po co

n ap

licac

ion

/ cue

llo d

e

arib

alo

10

10

10

8Cu

erpo

con

deco

racio

n de

aplic

acio

n (In

ca?)

SANI

B/XI

X/30

5/00

1Bo

rde

10

10

00

11Pr

esen

ta ra

stro

s de

holli

n en

supe

rficie

ext

erio

r

SANI

B/XI

X/30

5/00

2Bo

rde

10

10

00

8

SANI

B/XI

X/30

5/00

3Bo

rde

10

10

00

7.5

SANI

B/XI

X/30

5/00

4Bo

rde

10

10

00

7Ho

llin

en su

perfi

cie in

tern

a

SANI

B/XI

X/30

5/00

5As

a1

01

00

010

SANI

B/XI

X/30

5/00

6As

a1

01

00

012

SANI

B/XI

X/30

5/00

7Cu

erpo

1

01

00

011

Pre

sent

a mar

cas d

e to

rno

en su

perfi

cie in

terio

r

Page 182: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

ANEXOS _____________________________________________________________________________________________

166

2. Estructura XII

CODIGO DE FRAGMENTO

TIPO DE TIESTO

ACABADO EXTERNO

ENGOBE EXTERNO

ACABADO INTERNO

ENGOBE INTERNO

DECORACION EXTERIOR

DECORACION INTERIOR

ESPESOR (mm)

OBERVACIONES

SA

NIB

/XII

/40

1/0

01

Bo

rde

10

10

00

10

SA

NIB

/XII

/40

1/0

02

Bo

rde

10

10

00

11

SA

NIB

/XII

/40

1/0

03

Bo

rde

20

20

00

7

SA

NIB

/XII

/40

1/0

04

Bo

rde

10

10

00

10

SA

NIB

/XII

/40

1/0

05

Bo

rde

20

20

00

8

SA

NIB

/XII

/40

1/0

06

Bo

rde

10

10

00

12

(la

bio

), 7L

ab

io i

nte

rio

r p

are

ce p

uli

do

pe

ro q

uiz

a d

eb

ido

a u

so

SA

NIB

/XII

/40

1/0

07

Bo

rde

20

20

00

9

SA

NIB

/XII

/40

1/0

08

Bo

rde

20

20

00

9.5

SA

NIB

/XII

/40

1/0

09

Bo

rde

20

20

00

7

SA

NIB

/XII

/40

1/0

10

Lab

io1

02

01

(?)

01

2F

rag

me

nto

de

la

bio

co

n p

osi

ble

pin

tura

ro

ja e

n s

up

erf

icie

ex

teri

or

SA

NIB

/XII

/40

1/0

11

Bo

rde

10

10

00

8

SA

NIB

/XII

/40

1/0

12

Bo

rde

10

10

00

7

SA

NIB

/XII

/40

1/0

13

Bo

rde

10

10

00

8B

ord

e c

on

la

bio

mu

y e

rosi

on

ad

o

SA

NIB

/XII

/40

1/0

14

Bo

rde

20

20

00

7

SA

NIB

/XII

/40

1/0

15

Lab

io1

02

00

01

2.5

Fra

gm

en

to d

e l

ab

io c

on

po

sib

le m

arc

as

de

ex

po

sici

on

al

fue

go

en

am

ba

s su

pe

rfic

ies

SA

NIB

/XII

/40

1/0

16

Bo

rde

20

20

00

8P

osi

ble

ev

ide

nci

a d

e e

xp

osi

cio

n a

l fu

eg

o e

n a

mb

as

sup

.

SA

NIB

/XII

/40

1/0

17

Asa

10

10

00

13

SA

NIB

/XII

/40

1/0

18

Asa

10

10

00

13

.5

SA

NIB

/XII

/40

1/0

19

Asa

40

40

00

15

SA

NIB

/XII

/40

1/0

20

Asa

10

10

00

10

Ho

llin

en

su

pe

rfic

ie i

nte

rna

SA

NIB

/XII

/40

1/0

21

Asa

10

10

00

10

Ev

ide

nci

a e

xp

osi

cio

n a

fu

eg

o e

n s

up

. In

teri

or

SA

NIB

/XII

/40

1/0

22

Asa

10

10

00

12

SA

NIB

/XII

/40

1/0

23

Ta

pa

/Ru

eca

(?

)2

01

00

09

Fo

rma

se

mi

circ

ula

r co

n p

osi

ble

hu

ell

as

de

ho

llin

en

su

pe

rfic

ie p

uli

da

SA

NIB

/XII

/40

1/0

24

Ru

eca

(?)

20

10

00

11

Mit

ad

de

ru

eca

en

pro

ceso

de

fa

bri

caci

on

. P

ose

e h

ue

lla

s d

e h

ora

da

do

inco

mp

leto

en

su

p.

ali

sad

a.

Su

pe

rfic

ie p

uli

da

po

see

ra

stro

s d

e h

oll

in

SA

NIB

/XII

/40

1/0

25

Cu

cha

ra (

?)

10

2,

10

00

8

Esp

eci

e d

e c

uch

ara

o r

eci

pie

nte

de

arc

illa

in

com

ple

to c

on

pe

qu

en

a a

sa.

Inte

rio

r d

e c

on

cav

ida

d p

are

ce t

en

er

pu

lid

o p

or

uso

(?

). M

ue

stra

ev

ide

nci

as

de

ho

llin

al

inte

rio

r d

e c

on

cav

ida

d y

en

en

ba

se

Page 183: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

ANEXOS _____________________________________________________________________________________________

167

S

AN

IB/X

II/4

02

/00

1La

bio

10

20

00

13

SA

NIB

/XII

/40

2/0

02

Bo

rde

20

20

10

4.5

De

cora

cio

n c

on

sist

e d

e p

intu

ra n

eg

ra o

ma

rro

n c

laro

mu

y d

ifu

min

ad

a

en

un

a f

ran

ja s

ob

re e

l la

bio

. S

ob

re c

ue

rpo

la

de

cora

cio

n e

s d

e p

intu

ra

bla

nca

y s

ob

re e

lla

dis

en

os

ge

om

etr

ico

s d

e p

intu

ra n

eg

ra/m

arr

on

cla

ro

con

pin

tura

ro

ja a

l in

teri

or

de

lo

s d

ise

no

s.

SA

NIB

/XII

/40

2/0

03

Cu

erp

o2

01

01

05

De

cora

cio

n d

e p

intu

ra n

eg

ra y

ro

ja.

Dis

en

os

pa

rece

n s

er

fra

nja

s n

eg

ras

y

roja

s. S

up

erf

icie

mu

y e

rosi

on

ad

a

SA

NIB

/XII

/40

2/0

04

Asa

10

10

00

10

SA

NIB

/XII

/40

2/0

05

Asa

10

10

00

15

SA

NIB

/XII

/40

2/0

06

Ta

pa

?*

0*

00

01

3

Fra

gm

en

to s

em

i ci

rcu

lar

de

arc

illa

co

n u

na

su

pe

rfic

ie a

lisa

da

y l

a o

tra

pu

lid

a.

La s

up

erf

icie

ali

sad

a p

ose

e e

lev

aci

on

al

me

dio

de

l cu

erp

o e

n

cuy

a s

ima

se

ob

serv

a a

bu

nd

an

cia

de

an

tip

last

os

bla

nco

s (c

ua

rzo

lech

oso

?).

Am

ba

s ca

ras

po

see

n e

vid

en

cia

de

ho

llin

en

lo

s b

ord

es.

SA

NIB

/XII

/40

5/0

01

Bo

rde

10

10

00

8.5

Ma

rca

s p

ara

lela

s d

el

ali

sad

or

en

am

ba

s su

pe

rfic

ies

SA

NIB

/XII

/40

5/0

02

Bo

rde

10

10

01

0.5

Ma

rca

s p

ara

lela

s d

el

ali

sad

or

en

am

ba

s su

pe

rfic

ies

SA

NIB

/XII

/40

5/0

03

Bo

rde

10

10

00

10

Ma

rca

s p

ara

lela

s d

el

ali

sad

or

en

am

ba

s su

pe

rfic

ies

SA

NIB

/XII

/40

5/0

04

Bo

rde

10

10

00

8.5

Ma

rca

s p

ara

lela

s d

el

ali

sad

or

en

am

ba

s su

pe

rfic

ies

SA

NIB

/XII

/40

5/0

05

Bo

rde

10

10

00

8M

arc

as

pa

rale

las

de

l a

lisa

do

r e

n a

mb

as

sup

erf

icie

s

SA

NIB

/XII

/40

5/0

06

Bo

rde

10

10

00

8.3

Ma

rca

s p

ara

lela

s d

el

ali

sad

or

en

am

ba

s su

pe

rfic

ies

SA

NIB

/XII

/40

5/0

07

Bo

rde

10

10

00

11

Ma

rca

s p

ara

lela

s d

el

ali

sad

or

en

am

ba

s su

pe

rfic

ies

SA

NIB

/XII

/40

5/0

08

Bo

rde

10

10

00

7.5

Ma

rca

s p

ara

lela

s d

el

ali

sad

or

en

am

ba

s su

pe

rfic

ies

SA

NIB

/XII

/40

5/0

09

Bo

rde

10

10

00

9.8

Ma

rca

s p

ara

lela

s d

el

ali

sad

or

en

am

ba

s su

pe

rfic

ies

SA

NIB

/XII

/40

5/0

10

Bo

rde

10

10

00

8M

arc

as

pa

rale

las

de

l a

lisa

do

r e

n a

mb

as

sup

erf

icie

s

SA

NIB

/XII

/40

5/0

11

Bo

rde

20

20

00

12

Pre

sen

ta m

arc

as

de

l a

lisa

do

r e

n l

a s

up

. E

xte

rna

, a

la

alt

ura

de

l cu

ell

o

SA

NIB

/XII

/40

5/0

12

Bo

rde

10

20

00

10

Ma

rca

s p

ara

lela

s d

el

ali

sad

or

en

am

ba

s su

pe

rfic

ies

SA

NIB

/XII

/40

5/0

13

Bo

rde

10

10

00

9M

arc

as

pa

rale

las

de

l a

lisa

do

r e

n a

mb

as

sup

erf

icie

s

SA

NIB

/XII

/40

5/0

14

Bo

rde

10

10

00

10

.1M

arc

as

pa

rale

las

de

l a

lisa

do

r e

n a

mb

as

sup

erf

icie

s

SA

NIB

/XII

/40

5/0

15

Bo

rde

10

10

00

13

Hu

ell

as

ex

po

al

fue

go

en

su

p i

nte

rio

r

SA

NIB

/XII

/40

5/0

16

Bo

rde

20

20

00

9M

arc

as

pa

rale

las

de

l a

lisa

do

r e

n a

mb

as

sup

erf

icie

s

SA

NIB

/XII

/40

5/0

17

Bo

rde

20

20

00

7

SA

NIB

/XII

/40

5/0

18

Asa

10

10

00

11

SA

NIB

/XII

/40

5/0

19

Bo

rde

20

20

10

6

Fra

gm

en

to d

e b

ord

e d

eco

rad

o e

n c

ara

ex

tern

a.

Pin

tura

na

ran

ja,

bla

nca

,

ne

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Page 184: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

ANEXOS _____________________________________________________________________________________________

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Page 185: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

ANEXOS _____________________________________________________________________________________________

169

Anexo 5

Láminas

Lamina 1: Dibujo de fragmentos de cerámica estilo Inca Provincial de la Estructura

XIX.

Lamina 2 - 4: Dibujo de fragmentos de cerámica estilo Inca Provincial de la Estructura

XII.

Page 186: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

ANEXOS _____________________________________________________________________________________________

170

Lámina 1

Estructura XIX

SAN

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IX/3

04

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1

SAN

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2

Page 187: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

ANEXOS _____________________________________________________________________________________________

171

Lámina 2

Estructura XII

SAN1B/XII/405/002

SAN1B/XII/405/003

Page 188: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

ANEXOS _____________________________________________________________________________________________

172

Lámina 3

Estructura XII

SAN1B/XII/405/006

SAN1B/XII/405/008

SAN1B/XII/405/014

Page 189: Viejas y nuevas élites: arqueología doméstica en Viejo

ANEXOS _____________________________________________________________________________________________

173

Lámina 4

Estructura XII

Ø12 cm

SAN1B/XII/409/004