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tos avejentados restos de laotrora pujante escuadra deIsabel 11 y. por otra parte, losplanes navales de la Restauración todavía no habían llegado a nada concreto.
Prototipo. De 1884son las primeras aootaclones de Isaac Pe-ral sobre un proyecto de buque sumergible. Tales Investigaciones quedarían comoalgo privado hasta que, alaño siguiente, la grave crisissurgida con el ImperiO Ale-
los jóvenes oficiales más bri- mán por la posesión de las is- Ante el peligro de que losIlantes de la Armada, especial- las Carolinas amenazó con buques alemanes atacasen elmente don José Luis Diez, un una guerra para la que Espa- litoral español. Peral hace púoexperto en la entonces na- ña no estaba preparada, pues bhco su proyecto de constitUirciente Ciencia de la electrici· los buques en servicio eran una fuerza submarina capaz
dad. lo que le llevó a IE:III=IIIIII de disuadir y, SI llega-presidir la delegación ha el caso, rechazar aespañola en el con- un enemtgO supenorgreso internaClOO81 de Si bien la crisis se 5(j
Viena y a recibir allí la luclonó por la medla-recompensa de una clón del Vaticano, elCruz de Hierro por interés nacional porsus méritos; con don el proyecto estaba yaJosé Castellote, inge- asegurado, sobre to-OIero de la Armada y do por el hecho deencargado de la cine- que varios países In-dra de Arquitectura tentaban conseguirNaval de la Academia el nuevo arma, sinde Ampliación; y con éXIto, y en España sedon Joaquín Anza. un recordaban los proto-experto en torpedos, tipos de Monturiol yarma desconocida en Cosme Garcia,ese tiempo. Este am· Sm embargo, labiente de estudio e crisis política sobre-investigación será el venida por la prema-más propiCIO para que tura muerte de Alfan-Peral conciba y lleve a so XII. resuelta con elcabo su obra. acuerdo entre libera
les y conservadoresy conOCido como elPacto de El Pardo, ylos cambiOS subsi-
gUientes supusieron un ciertoretraso. A esto se añadieronlas inevitables pruebas e informes preliminares de los órganos técnicos de la Armada;pero al fin, el 27 de abril de
Asus estudios añade la redacción de una obra. Hipóre·sis sobre la reoría de los huracanes, que mereció las mejores críticas del director de laAcademia y la concesión deuna Cruz Blanca del MéritoNaval. pero que quedó inédita debido al excesIvo perfeccionlsmo del autor. A estaobra hay que unir otra sobrela Luna en sus aspectos astronómicos. geográficos ymeteorológicos que tambiénquedará inédita. Otras dosposteriores. Sin embargo, Vlefon la tuz como libros de tex·to oficiales para el ingreso enla Escuela Naval: su AJgebra ysus Elementos de Geometría, aprobados, respectivamente, en 1886 y 1890.
En enero de 1881, y a petición propia, pasa a las IslasFilipinas, dándosela. entreotros destinos. el mando delcañonero Caviteño en operaCIones por la siempre mdo.mita Mindanao, siendo repatriado en diciembre de 1882por enfermedad
Apenas reintegrado al hogar. es nombrado profesor deFísica, Química y Alemán en laAcademia de Ampliación, enreconocimiento a sus eVidente capacidad y conocimientos.Allí coincidirá con algunos de
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Homenajes en Cartagenac~~;~e~~~~~~~~l:lc~~ga~n~~:r~f~ ~~~i~~ddZsef~~ O:::a2l~: ~~a~~~g~~;nacer a Tsaac Peral ha honrado este vera- época»- ha sido posible tras años de arno su memoria con diversas actividades duo buceo en hemerotecas, archivos yculturales como exposiciones. conferen- otros lugares. «Es reconfortante y bonitodas, representaciones teatrales y la publi- descubrir -explica Diego Quevedo--cación de un libro -Tras la estela de Pe- cómo una rúa de un pequeño pueblo de
ral-, con el cual el '~I~==~ Marruecos o una granAyuntamiento de Car- avenida de Manila lle-tagena inicia la colec- van el nombre de fsaaeción Mandarachc sobre Peral: o cómo Cubatemas cartageneros. acuñó el año pasado
Además de glosar la una moneda de cursovida y figura del inven- legal con su efigie».tor, este libro -........{)bra de Entre las activida-Diego Quevedo Car- des organizadas paramona, escritor y subte- homenajear al ilustreniente de la Armada marino cabe desta-destinado en la Flotilla car, asi~lismo, la obrade Submarinos- reúne de teatro El Profundofotografías de gran va- Isaac, puesta en esce-lar documental, las pIa- na el pasado mes dezas, calles y otros luga- junio por alumnos delres con el nombre de colegio La Asomada.Isaac Peral o los home- Se trata de una adap-najes que se le han tri- tación del guión debutado en el ámbito locaL nacional e in- cine que sobre la vida de Isaac Peral hatemacional, entre los que destacan los bía realizado uno de sus hijos. Antonio,surgidos del propio seno de la Armada. y que por diversas circunstancias no«Peral, como todos los genios que en el llegó a filmarse. Diego Quevedo descumundo han existido y para no ser diferen- brió durantes sus investigaciones -lote a ellos, -escribe en el prólogo el mi- explica en el capítulo XIV de su libro-nistro de Defensa, Federico Trillo-Figue- alguno de los ejemplares del guión oriroa- ha recibido muchos más homenajes ginal, lo que ha permitido ahora sudespués de muerto que en vida». La ela- adaptación como obra de teatro.
1887, fue aprobada la cons·trucción de un primer prototipo, gracias en buena medidaal apoyo e interés de la Reinaregente, Doña María Cristinade Habsburgo-Lorena y sien~
do Sagasta jefe del Gobierno yel almirante don Rafael Rodríguez Arias ministro de Marina.
Tras un viaje por toda Europa en búsqueda de los materiales de alta tecnologíanecesarios para el sumergible que aún no se fabricabanen España, las obras del submarino empezaron en el arosenal de La Carraca el 7 deoctubre de 1887. dirigiendoPeral la construcción mientras continuaba con sus ciases en la Academia. Del retoque suponía la obra da ideael que hiciera apenas dosaños que se construyera en
España -en el mismo arsenal gaditano- el primer buque de algún tamaño de casco de hierro, el modesto crucero Infanta Isabel.
Botadura, Tras superar todaclase de dificultades. yanteuna creciente expectaciónnacional e internacional, elsubmarino fue finalmentebotado con todo éxito el 8 deseptiembre de 1888, lo queentonces era todo un récordde rapidez para nuestros astilleros. Las obras continuaron a tal ritmo que, ya el19de diciembre de aquel año,pudo Peral presentar su proyecto de pruebas del buque,comenzando éstas el 6 demarzo de 1889
Peral había diseñado unsubmarino que contaba con
casco metálico de excelentediseño para conseguir la mayor velocidad posible en inmersión; con una adecuadapropulsión eléctrica para sumergirse; periscopio; aparatos de renovación del aire interior y armamento torpedero. De hecho fue el primermodelo construido con todas estas características yno se reunieron en ningunode los prototipos extranjerosanteriores y en pocos de losposteriores por más de unadécada. En concreto, fue elprimero en montar tuboslanzatorpedos y el primeroen disponer de una adecuada propulsión eléctrica. Sólole faltaba añadir los motoresde explosión para navegación en superiicie y que permitían de paso recargar las
baterías en el mar, para lograr el submarino modernoque tan importante se ha revelado en las dos guerrasmundiales del siglo XX.
Flabllldad. Durante las primeras pruebas el submarino navegó más de 230 millas náuticas no sólo en la bahía de Cádiz, sino en mar abierto (algoa lo que no se atrevieron muchos de sus competidores)realizando inmersiones estáticas y dinámicas y disparando,por primera vez en la historia,torpedos desde un sumergible. Y, además, sin incidentesdignos de mención, lo que lehacia un buque sorprendentemente fiable en el caso de unprimer prototipo y más en elcaso de un sumergible. Eracierto que su afilado cascoera poco estable en superficiecon mar de través, pero esemismo diseño le convirtió enel submarino de mayor velocidad en inmersión durante mu~
cho tiempo, superior incluso alos primeros modelos de serie de las marinas estadounidense y británica de comienzos del siglo XX. También escierto que su autonomia era limitada por la necesidad de regresar a la base para recargarbaterías, pero esta cuestión,la de la propulsión mixta superficie/inmersión, era algopara resolverse en el futuro
Fínalizada esta primera fasede pruebas, la Armada encargó a una Junta Técnica la inspección de las que serían definitivas. Especial relieve tuvo ladel 13 de junio de 1890, en laque el submarino navegó sumergido durante una hora enmar abierto a diez metros deprofundidad, para emergerexactamente en el punto ycon el rumbo previstos.
Más polémica hubo conlas de combate simulado entre el submarino y el cruceroCristóbal Colón, donde embarcó la Junta. En las diurnasse argumentó que los ataques del sumergible habíanfracasado al divisarse desdeel crucero, a 900 metros, elperiscopio del sumergible,distancia que superaba el alcance máximo eficaz de los
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torpedos de entonces. Laverdad efa que las condiciones habían sido poco realistas, con un dia claro y mar liana, mientras la dotación vigi~
laba en todas dIrecciones lasuperficie del mar, algo quedifícilmente se repetiría encondiciones reales y más si,como disponía el supuesto,el crucero bombardeaba a lavez Cádiz. Además. en laépoca se carecía de armamento antisubmarino de cualquier clase por lo que, inclusoavistando el periscopio. alcrucero sólo le quedaba la posibiJidad de la huida y de batircon su artillería la zona del periscoplo, con resultados previsiblemente nulos. Pero enla nocturna no hubo lugar adudas, pues el submarinocon la torreta fuera del agua(en una efectiva táctica luegoseguida por los alemanes enla Segunda Guerra Mundial)se acercó y «disparó» variasveces contra el crucero sustorpedos a menos de 200metros sin ser divisado.
Para cualquier mente razonable aquello era el éxito defi·nitivo y la certeza de que elsubmarino como arma estabaconseguida, a falta sólo de algunas mejoras. En su Memoria de las pruebas, Peral proyectaba hacer un mcx:lelo def¡.nitivo mucho mayor. con dostubos, formas de barco a proay~ para mejOfar su estabilidad en superfiCie, varios periscopios y hasta cañones para tiro en superficie. ademásde propulsión mixta. Incluso larecelosa Junta acordó por mayoría que las pruebas colmaban las esperanzas y que eraimprescindible realizar el segundo y definitivo prototipo.
Re~. Al conocerselos resultados, una oleada deentusiasmo recorrió España.Sagasta. que seguía presidiendo el Gobierno, propuso a Peral para la laureada y la concesión de un título de noblezacon grandeza de España. LaRegente. que había enviado asu ayudante personal a presenciar las pruebas, regaló unsable que había pertenecido asu esposo. mientras en el Par-
lamento se pedían las más altas recompensas para el genial inventor. El público, gra·cias a una prensa de nuevoformato y mensajes, 'libró deemOCIón ante la ftgura del JOven oficial de familia mcx:lestay valor probado. Además. España Iba a recuperar por medio del sumergible, su puestoentre las grandes potenCIas, ya miciar un rápido desarrolloQue le haría salvar su atrasotécnico y económico. Peral ysu submarino fueron reprcx:luciclos de mil formas y su ef¡giesirvIÓ de reclamo publicitariopara muchos prcx:luctos.
Pero, y de forma sorprendente, cuando todo pareda ir
de la mejor manera posible,salvadas ya Incredulidad inoaly las reticenCias, todo se 'lInoabajo en pocos meses. No vamos a entrar ahora en las causas de un cambiO tan drástico,sólo añadir a las ya conOCIdas-objeciones frente a algo revolucionario, Incredulidad anteel hecho de que un españoltriunfara donde hablan fracasado naciones más adelantadas, envidia y política de laépoca- otra que probablemente fuera la fundamentalpara la frustración del proyecto: la oposición de la entoncespotencia hegemónica en losmares, Gran Bretaña. La últi·ma prueba del submarino de-
bía ser el cruce del estrechode Gibraltar desde Algeclras aCeuta, lo que parecía un desafío a los británicos. Además.prensa. libros y panfletos empezaron a especular con Queese nuevo arma daría a España la oportunidad de recuperarel Peñón y, aunque el prudente Gobierno ordenó suspender aquel~ prueba, kls recelosbrltámcos estaban servidos.Por entonces se produjo el relevo de Sagasta por Cánovasen la presidencia del Gobiernoy aquello pareció zanjar lacuestión: España no se podíaIndisponer con la talasocraclabritánica, ya Que dependía desus buenos oficios para man-
tenernos en Cuba y Filipinas yde su imprescindible ayudatecnológica para la reconstrucción de la escuadra planeadapor Rodríguez Arias.
Las presiones sobre Peralllegaron a tal punto que tuvoque pedir su baja en la Armada el 22 de noviembre de1890 aduciendo motivos desalud bien cienos, pues ya estaba enfermo de un cáncerQue le llevaría a la tumba el 25de junio de 1895. Sus últimosaños de vida registran reiterados y fracasados intentos delograr un escaño en el Congreso desde el que denunciar lasmaniobras que habían puestofin a su empresa, sus proyec-
tos de instalaciones eléctncaspor toda España y algún invento más que no llegó amaterializarse. MUrió tres años antesde que se consumara el Desastre del 98, Que el ilusionado marino hubIera querido evitar con su revolucionaria arma.
Recuerdo. Pese a la durezacon que fue juzgado en v¡da,Peral ha tenido el reconOCI-
~;~ft1C~~0~s~~~Te~:~íl~~mer submarino de la Armada,el A-D, cuya construcción seencargó a un astillero de Estados Unidos y fue entregado el12 de enero de 1917, llevó sunombre. Al ser retirado del
seMcio pasó a llevarlo .en losaños treinta, el e-l. construidoen Canagena y entregado el18 de julio de 1928. Por último, lo ha detentado el $-32lex $$-396 RonqUll de la USNavyl. en servIcio entre juliode 1971 y junio de 1984. PorOrden Ministerial de abril de1982, la base de submarinosse llama Isaac Peral. Así. lamonarquía de Alfonso XIII, la IIRepública, el régImen de Franco y el reinado de Don JuanCarlos I han rendido homenajea la figura deJ genial inventor.Una coincidencia poco usual.
-~-Histolim
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