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UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS FUNDADA EN 1551 FACULTAD DE ODONTOLOGIA E. A. P. ODONTOLOGÍA “FACTORES DE COMPORTAMIENTO EN RELACIÓN A LA EXPERIENCIA DE CARIES DENTAL EN ESCOLARES DE 6 A 11 AÑOS" TESIS PARA OBTENER EL TÍTULO DE CIRUJANO DENTISTA BACHILLER: CUEVA CARRUITERO, Eliana Iris LIMA-PERÚ 2009

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UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS

FUNDADA EN 1551

FACULTAD DE ODONTOLOGIA

E. A. P. ODONTOLOGÍA

“FACTORES DE COMPORTAMIENTO EN RELACIÓN A LA

EXPERIENCIA DE CARIES DENTAL EN ESCOLARES DE 6 A 11 AÑOS"

TESIS PARA OBTENER EL TÍTULO DE CIRUJANO DENTISTA

BACHILLER: CUEVA CARRUITERO, Eliana Iris

LIMA-PERÚ

2009

DEDICATORIA

A Dios, por darme la vida y la oportunidad de salir adelante.

A mis padres, Iris y Elio, por su cariño y apoyo incondicional que nunca he

dejado de sentir a cada paso que doy en mi vida.

A mis hermanos, Cinthia, Fernando, Noelia y Mariela, por sus consejos, su

cariño y comprensión.

A mis amigos, por su confianza y apoyo constante.

A Julio, por su amor, su compañía y por ser ejemplo de fortaleza y

dedicación.

AGRADECIMIENTOS

A la Dra. Ana María Díaz por su asesoría en el presente trabajo y por

brindarme su tiempo y optimismo.

Al Dr. Manuel Mattos, por su ayuda y por compartir conmigo sus

conocimientos.

A Carlos Díaz, por su amistad y por su ayuda en la ejecución del presente

estudio.

A las autoridades de los colegios que participaron en el presente trabajo, por

su colaboración y por las facilidades prestadas para el levantamiento de los

datos.

ÍNDICE

I. INTRODUCCIÓN 8

II. MARCO TEÓRICO

2.1 Antecedentes 9

2.2 Bases Teóricas 16

2.2.1 Caries Dental 16

2.2.1.1 Etiología 17

2.2.1.2 Epidemiología 27

2.2.1.3 Valoración del Riesgo de Caries Dental 28

2.2.2 El Comportamiento como Factor Condicionante de la Salud 30

2.2.2.1 Determinantes del Comportamiento para la Salud 31

2.2.3 Prevención y Educación para la Salud. 33

2.2.3.1 Cambios de Comportamiento mediante la Prevención. 33

2.2.3.2 Modelos de Comportamiento en Salud Oral. 35

2.3 Planteamiento del Problema 38

2.3.1 Área problema 38

2.3.2 Delimitación del problema 39

2.3.3 Formulación del problema 39

2.4 Justificación 40

2.5 Objetivos de la Investigación 40

2.6 Hipótesis 41

III. MATERIAL Y MÉTODOS

3.1 Tipo de Estudio 42

3.2 Población y Muestra 42

3.3 Operacionalización de Variables 44

3.4. Materiales y Método

3.4.1 Procedimientos y Técnicas 46

3.4.2 Recolección de Datos 47

IV. RESULTADOS 48

V. DISCUSIÓN 61

VI. CONCLUSIONES 64

VII. RECOMENDACIONES 65

RESUMEN 66

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 68

ANEXOS 74

RELACIÓN DE CUADROS

CUADRO 1. Distribución según género y grupo etario de niños de 6 a

11 años del distrito de Chosica, 2008. 51

CUADRO 2. Experiencia de caries dental (promedio ceod-CPOD),

según género y grupo etario, de niños 6 a 11 años del distrito de

Chosica, 2008. 51

CUADRO 3. Severidad de caries dental, según género y grupo

etario, de niños de 6 a 11 años del distrito de Chosica, 2008. 52

CUADRO 4. Hábitos dietéticos, según género y grupo etario, de

niños de 6 a 11 años del distrito de Chosica, 2008. 52

CUADRO 5. Hábitos de higiene oral, según género y grupo etario, de

niños de 6 a 11 años del distrito de Chosica, 2008. 53

CUADRO 6. Valoración de la salud oral, según género y grupo etario,

de niños de 6 a 11 años del distrito de Chosica, 2008. 53

CUADRO 7. Factores de Comportamiento según Experiencia de

caries dental (promedio ceod-CPOD) de niños de 6 a 11 años del

distrito de Chosica, 2008. 54

CUADRO 8. Factores de Comportamiento según Severidad de caries

dental de niños de 6 a 11 años del distrito de Chosica, 2008. 55

CUADRO 9. Análisis de regresión logística múltiple de los factores

relacionados a la severidad de caries de niños de 6 a 11 años del

distrito de Chosica, 2008 56

RELACIÓN DE GRÁFICOS

GRÁFICO 1. Distribución porcentual según género y grupo etario

de niños de 6 a 11 años del distrito de Chosica, 2008. 57

GRÁFICO 2. Distribución porcentual de la severidad de caries,

según género y grupo etario, de niños de 6 a 11 años del distrito de

Chosica, 2008. 57

GRÁFICO 3. Hábitos dietéticos, según género, de niños de 6 a 11

años del distrito de Chosica, 2008. 58

GRÁFICO 4. Hábitos dietéticos, según grupo etario, de niños de 6 a

11 años del distrito de Chosica, 2008. 58

GRÁFICO 5. Hábitos de higiene oral, según género, de niños de 6

a 11 años del distrito de Chosica, 2008. 59

GRÁFICO 6. Hábitos de higiene oral, según grupo etario, de niños

de 6 a 11 años del distrito de Chosica, 2008. 59

GRÁFICO 7. Valoración de la salud oral, según género, de niños de

6 a 11 años del distrito de Chosica, 2008. 60

GRÁFICO 8. Valoración de la salud oral, según grupo etario, de

niños de 6 a 11 años del distrito de Chosica, 2008. 60

I. INTRODUCCIÓN

La caries dental sigue siendo una de las enfermedades más prevalentes en

nuestra población, especialmente, en la población infantil. Según estudios

epidemiológicos nacionales de perfil de salud bucal, se estima que el 65%

de los niños menores de 5 años presentan caries dental, y el 87.8% en los

menores de 12 años.1 Se ha comprobado la asociación de muchas variables

con la prevalencia de esta enfermedad, las cuales interactúan de distinta

manera de acuerdo a la población de estudio. La caries dental en los niños

está muy influenciada por el estilo de vida, ya que adquieren conocimientos,

perciben conductas, desarrollan hábitos alimenticios y de higiene que van

estableciendo su estado de salud oral.

Tomando en cuenta que las medidas preventivas y educativas impartidas

por instituciones prestadoras de salud no evidencian su eficacia para el

control de esta enfermedad, es necesario el estudio y monitoreo permanente

de la prevalencia de caries en la población escolar que constituye el sector

de mayor riesgo. El propósito del estudio fue determinar la relación entre la

caries dental y los factores de comportamiento de los niños de 6 a 11 años

pertenecientes a tres colegios particulares del distrito de Chosica, Lima-

Perú. Los resultados obtenidos permitirán orientar futuros programas de

Salud Pública Bucal interesados en mejorar las condiciones de salud de los

niños y de la población en general.

II. MARCO TEÓRICO

2.1 ANTECEDENTES

Stecksén-Blicks y col. (1985) realizaron un estudio epidemiológico con el

objetivo de evaluar la salud dental de 738 niños de 4, 8 y 13 años de edad,

en dos diferentes áreas de la ciudad de Vasterbotten en el norte de Suecia;

y estudiar el impacto de los hábitos dietéticos, cuidado dental y nivel

educacional de los padres sobre la salud dental. Se utilizaron los datos

recolectados en los años 1980/1981por la Administración Nacional de

Alimentos de Suecia, y se utilizaron los tests de Kolmogorov-Smirnov y t de

Student para medir las diferencias entre las distribuciones y promedios

respectivamente. Los resultados mostraron grandes diferencias en la salud

dental de todos los grupos de edad de las dos áreas estudiadas, y los

análisis discriminativos revelaron que la edad en el inicio de los cuidados

dentales y la frecuencia de cepillado tuvieron mayor poder explicativo sobre

la caries dental que los hábitos alimenticios.2

Gizani y col. (1999) tuvieron como objetivo describir en detalle la

distribución de las lesiones de caries entre tipos de dientes y superficies en

la dentición primaria de niños de 2 a 6 años de edad con diferentes niveles

de enfermedad dental. 125 niños atendidos en la clínica dental pediátrica

del Hospital de la Universidad de Leuven fueron asignados a tres grupos

basados en su experiencia de caries. Los hábitos de salud oral fueron

registrados usando un cuestionario completado por los padres. Los

resultados analizados mediante el test chi-cuadrado mostraron que los

niños con mayor experiencia de caries presentaron lesiones cariosas en

caninos primarios y superficies linguales y/o bucales de molares deciduas.

Los niños con mayor experiencia de caries mostraron mayor índice de

acumulación de placa que los de baja experiencia de caries (p<0.001) al

igual que una frecuencia de cepillado significativamente menor y recibieron

con mayor frecuencia alimentos y bebidas azucaradas. Se pudo concluir

que la presencia de caries en los caninos deciduos y superficies lisas de

los molares primarios puede ser asociada con alta experiencia de caries.3

Chu y col. (1999) realizaron un estudio para describir el estado de caries

dental de 658 niños preescolares de 4 a 6 años de edad y factores que

afectan su estado de caries. Los niños pertenecieron a seis jardines de

infancia en Hong Kong seleccionados al azar, los padres llenaron un

cuestionario para investigar las posibles variables explicativas para el

estado de caries. Un análisis multivariado, análisis de covariancia fue

usado para investigar los efectos de las variables estudiadas. El promedio

del índice dmft para los grupos de 4, 5 y 6 años fue 0.9, 1.8 y 3.3

respectivamente. Correlaciones estadísticamente significativas fueron

encontradas entre el estado caries de los niños y sus prácticas de salud

oral así como su nivel socioeconómico. El nivel de educación de los

padres, el conocimiento y actitudes sobre salud oral fueron también

asociados con la experiencia de caries dental. Se concluyó que los niños

de clases socioeconómicas altas poseían un mejor estado de caries y que

los programas especiales de salud dental deberían estar a disposición de

los niños de clases inferiores porque son grupos de alto riesgo para la

formación de caries dental.4

Peres y col. (2000) compararon algunos factores sociales y de

comportamiento entre dos grupos con severidad distinta de caries dental,

con el objetivo de tener un mejor conocimiento sobre la presencia de caries

dental en los niños de 12 años de edad. Encontraron que los factores de

riesgo para alta severidad de caries fueron la frecuencia de consumo de

dulces y la renta familiar. Los niños que consumían productos cariogénicos

dos o tres veces al día, todos los días, presentaron 4.41 veces más

probabilidad de tener alta severidad de caries comparado con los que

consumían esos productos en un máximo de una vez al día. Los niños cuya

renta familiar fue menor que 5 salarios mínimos, tuvieron 4.18 veces más

probabilidad de presentar alta severidad de caries comparado con los que

presentaron renta familiar superior a 5 salarios mínimos.5

Mora y Martínez (2000) identificaron los factores asociados a la

prevalencia de caries en 173 niños de 2 a 5 años de edad, que asistían a la

consulta de pediatría de los Centros de Salud Almanjáyar y Cartuja de

Granada, España. Mediante un cuestionario se recopilaron datos sobre las

variables sociodemográficas, hábitos higiénicos y alimentarios de los niños,

así como la experiencia familiar de caries y uso de servicios odontológicos.

La prevalencia global de caries fue del 37% y aparecieron como factores

asociados a caries: edad, desempleo del padre, alto consumo de golosinas

(OR 3.3; IC 1.1-8.5), higiene oral deficiente (OR 9.3; IC 3.4-24.7), consulta

de la madre por dolor o exodoncia (OR 2.9; IC 1.1-7.9) y no asistir al

odontólogo debido al costo o temor (OR 4.3; IC 1.5-12.4). En conclusión,

las condiciones económicas y sociales, el alto consumo de golosinas y

deficientes hábitos higiénicos de los niños, y a su vez el bajo acceso a los

servicios odontológicos, clasifican a esta comunidad como de alto riesgo

para la caries dental y explican la prevalencia de caries encontrada.6

Petersen y col. (2001) midieron el efecto de los factores sociales y de

comportamiento en la experiencia de caries de 1156 niños de 6 años y

1116 de 12 años de edad pertenecientes a diversas escuelas urbanas y

rurales, elegidas al azar, de 19 distritos de la provincia de Suratthani, al sur

de Tailandia. Los niños fueron examinados para establecer su estado de

salud dental y condición periodontal y, adicionalmente, los niños de 12

años participaron en entrevistas personales sobre sus prácticas de higiene,

actitudes sobre salud oral, visita al dentista, hábitos dietéticos, residencia,

educación de los padres y características familiares. Los predictores

importantes de la alta experiencia de caries fueron el género, grupo étnico,

las visitas dentales y el consumo de dulces; mientras que un bajo riesgo

fue observado en niños con actitudes de salud positivas.7

Vanobbergen y col. (2001) realizaron un estudio con el objetivo de

establecer los indicadores que están asociados a la prevalencia de caries

en la dentición primaria de 4468 niños de 7 años de edad. Establecieron el

género, hábitos de higiene oral, uso de flúor, hábitos dietéticos, factores

geográficos y modelos familiares; ajustaron las variables confusoras como

sistema educacional y residencia. Realizaron análisis univariado y

regresión logística múltiple, resultando indicadores de riesgo para la

presencia de caries la frecuencia de cepillado posterior a un año, el no uso

regular de flúor, ingesta de bebidas entre las comidas que contienen

azúcares y el número de aperitivos entre las comidas. La probabilidad de

tener caries fue 53% para los que ingirieron alimentos entre las comidas 2

o menos veces al día y 60% para aquellos que consumieron más de 2

veces al día. La variable dulce en el colegio estuvo relacionada a la caries

en el análisis de regresión logística simple, pero no lo fue cuando se realizó

de manera aleatoria, siendo concebible que la escuela puede tener una

influencia importante en evitar el uso de dulces en la escuela.8

Creedon y O’Mullane (2001) investigaron los factores asociados a niveles

altos de caries dental en 630 niños de 5 años de edad en el condado de

Kerry, Irlanda; encontrando que la prevalencia de caries fue más alta en

aquellos que residían en zonas sin agua fluorada, que tomaban biberón

para ir dormir, en quienes no comenzaron a cepillar sus dientes hasta

después de los 2 años de edad y que ingirieron o bebieron azúcares entre

las comidas 2 o más veces al día.9

Perinetti y col. (2005) midieron diversas variables como indicadores

asociados a la prevalencia de caries. La muestra estuvo conformada por 5

938 niños de 7, 9 y 11 años de edad pertenecientes a diferentes escuelas

de tres provincias de la región de Abruzzo, Italia. El análisis multivariado

mostró que el nivel socioeconómico, la frecuencia de consumo de

alimentos, el consumo de dulces y el uso de suplementos de flúor fueron

mayormente asociados con prevalencia de caries, tanto en la dentición

decidua como permanente. Otros indicadores como género, edad,

localización geográfica consumo de alimentos entre comidas, consumo de

bebidas dulces, frecuencia de cepillado e inicio del hábito de cepillado

regular mostraron, también, alguna asociación significativa con la caries

dental a través de los grupos de edad y/o denticiones.10

Irigoyen y col. (2007) midieron la asociación de algunos aspectos de

higiene bucal con la experiencia de caries, en 129 niños entre 3 y 5 años

de edad pertenecientes a dos jardines de niños ubicados en Tláhuac,

México D.F. La evaluación de caries se realizó bajo criterios de la OMS y

las madres contestaron un cuestionario sobre los hábitos de higiene bucal

de sus hijos. La prevalencia de caries fue 64.5% y el promedio ceod fue 3.0

± 3.4. La edad de inicio de cepillado y la escolaridad de la madre se

asociaron a la experiencia de caries dental (p<0.05). Se concluyó que los

niños que iniciaron su cepillado dental más tardíamente mostraron más

altos índices de caries y madres con menor nivel de escolaridad.11

Mattos (2007) realizó un estudio con el propósito de determinar los

factores socioeconómicos y de comportamiento relacionados con la historia

de caries dental en 257 niños de 6 años y 139 de 12 años de edad de

colegios estatales del distrito de La Molina, Lima, Perú. La información fue

recolectada por medio de un cuestionario dirigido a los padres. La

prevalencia de caries fue de 81.7% con un ceod de 4.35 para los niños de

6 años y 92.8% con un CPOD de 3.86 para los de 12 años. En el análisis

de regresión logística binaria múltiple se encontró que únicamente el hábito

de higiene bucal y la valoración de la salud estuvieron asociados

significativamente con la historia de caries de los niños de 6 años. Aquellos

que cepillaban sus dientes sólo una vez al día y acudieron al dentista por

motivo de urgencia, presentaron una historia de caries mayor.12

Mustahsen y col. (2008) evaluaron la relación entre caries dental, estado

de higiene oral y factores de riesgo en 242 estudiantes entre 11 y 14 años

pertenecientes a dos escuelas privadas de Abu Dhabi. Un cuestionario fue

llenado por los niños para conocer el estado socioeconómico, prácticas de

higiene oral y hábitos dietéticos. Se encontró que la prevalencia de caries

fue mayor en las niñas y el 50% de los estudiantes se cepillaban los

dientes antes de ir a dormir. La experiencia de caries demostró una

relación inversamente proporcional al estado socioeconómico y una fuerte

correlación con la frecuencia de consumo de azucares y frecuencia de

consumo de alimentos entre comidas. No se encontró relación entre el

estado de higiene oral y caries dental.13

Declerck y col. (2008) examinaron la prevalencia y severidad de la

experiencia de caries en la dentición primaria de niños de 3 y 5 años para

medir la asociación de la distribución de la enfermedad con niveles de

higiene oral, mediante factores sociodemográficos y de comportamiento. La

muestra comprendió 1250 niños de 3 años y 1283 de 5 años provenientes

de distintas áreas geográficas en Holanda. Análisis de regresión logística

simple y múltiple fueron usados para identificar los factores asociados con

la prevalencia y severidad de caries. En los niños de 3 años se encontró

asociación significativa de la experiencia de caries con presencia de placa

dental y consumo de bebidas azucaradas en las noches. En los niños de 5

años, asociaciones significativas fueron vistas con la edad, género,

presencia de placa y hábitos de consumo de bebidas azucaradas entre

comidas. La severidad de caries fue analizada en los niños de 5 años, los

análisis mostraron asociación significativa respecto al género (las niñas

tuvieron más altos niveles de severidad de caries) y acumulación de placa

dental.14

2.2 BASES TEÓRICAS

2.2.1 CARIES DENTAL

La caries dental es una de las enfermedades infecciosas de mayor

prevalencia en el hombre y aunque algunos estudios en la pasada década

han indicado su reducción en algunos países del mundo, esta enfermedad

continúa manteniéndose coma uno de los principales problemas de salud

pública a nivel mundial.

Se ha recorrido un largo camino para llegar a un concepto que pueda

definir íntegramente a la caries dental, y aunque se reconoce que es una

enfermedad multifactorial, los modelos que se centraron en aspectos

estrictamente biológicos han sido cambiados por modelos más amplios y

que distinguen su carácter dinámico. SEIF R. (1997) define a la caries

dental como una enfermedad multifactorial que consiste en un proceso

dinámico de desmineralización-remineralización (des-re) que involucra la

interacción entre el calcio y fósforo, las estructuras dentales y la saliva en

función de ácidos producidos por la fermentación de los carbohidratos, por

acción de los microorganismos orales.15 FEJERSKOV (1997) propuso limitar

el término caries dental a los signos de enfermedad actual o pasada y

referirse a proceso carioso , entendido este como el “proceso dinámico de

desmineralización y remineralización que resulta del metabolismo

microbiano sobre la superficie dental, el cual puede conducir a una pérdida

neta de mineral a través del tiempo y subsecuentemente- pero no siempre-

a la formación de cavidad”.16 Etimológicamente se deriva del latin caries,

que implica putrefacción. Según la Clasificación Internacional de

Enfermedades le corresponde el código K02 (WHO, 2004).

2.2.1.1 ETIOLOGÍA

Como toda enfermedad multifactorial, la búsqueda de la unanimidad

respecto a los agentes que ocasionan la caries dental, viene demandando

un periodo muy extenso que aún no ha terminado. A través del tiempo se

han propuesto diversas teorías acerca de la etiología de la caries, dentro

de éstas la teoría Quimioparasitaria preconizada por MILLER en 1890, dio la

primera luz en la dirección apropiada afirmando que las bacterias orales

producen ácidos al fermentar los carbohidratos de la dieta y que tales

ácidos disuelven el esmalte ocasionando su deterioro.17 Sin embargo, en

1976, LOESCHE propuso la Hipótesis de la Placa Específica, que dice que

no todos los microorganismos de la placa participan en el inicio y en el

desarrollo de la caries dental, sino que sólo algunos de ellos son los

causantes de la enfermedad.18

Fue Paul KEYES en 1960, quien estableció en forma teórica y experimental

cómo la etiopatogenia de la caries dental obedece a un esquema

compuesto por tres agentes que debían interactuar entre sí: el factor

"Microorganismo"", que en presencia de un factor "Sustrato" logra afectar a

un factor "Diente" (localizado en un hospedero). Dicha relación fue

resumida en una gráfica con la denominación de la Triada de Keyes. Así,

se encumbró el concepto que sostiene que el proceso de caries se

fundamenta en las características de estos factores llamados factores

primarios o principales , cuya interacción es indispensable para vencer los

mecanismos de defensa del esmalte y consecuentemente para que se

provoque la enfermedad.

Más adelante fueron añadidos otros factores, como la edad y el tiempo,

para tratar de hacer más preciso el modelo de Keyes; y que demuestran

que la aparición de la caries dental no depende de manera exclusiva de los

llamados factores etiológicos primarios, sino que la generación de la

enfermedad requiere de la intervención adicional de otros concurrentes

llamados factores etiológicos moduladores , los cuales contribuyen e

influyen decisivamente en el surgimiento y evolución de las lesiones

cariosas. Es decir, que también se toman en cuenta los factores que se

encuentran fuera de la cavidad bucal; no obstante, no todos ellos

intervienen forzosamente en la generalidad de los individuos que contraen

caries, sino que su presencia varia, favorable o desfavorablemente, de

modo determinante según el individuo.17

Ante el vacío de encontrar un modelo que sirva para comprender

adecuadamente la etiología de la caries, y poder mejorar el esquema de

Keyes por ser muy simple, se desarrollaron análisis más complejos de la

enfermedad. ERIKSEN Y BJERTNESS, en 1991, sugirieron adoptar un modelo

socio-ecológico en el que incluyen no solo las variables de comportamiento

de los individuos, sino también características sociales y psicológicas. Por

ello, BJERTNESS y col., en 1992 propusieron una alternativa construida a

partir de un abordaje holístico, estructurado en torno a la suma de los

factores tradicionales asociados a los factores psicosociales. En esta

estructura, la enfermedad es concebida como un proceso continuo y la

mayoría de los individuos se sitúan entre los extremos de salud y

enfermedad.17

FACTORES ETIOLÓGICOS PRIMARIOS

Microorganismos: La cavidad oral contiene una de las más variadas y

concentradas poblaciones microbianas del organismo. Como se mencionó

anteriormente, su papel esencial en la etiología de la caries fue establecido

por MILLER en 1890; sumándose la caracterización de las bacterias

señaladas como las principales: el Lactobacillus por KLIGLER en 1915 y los

Streptococcus mutans por CLARKE en 1924.17

Los cúmulos blandos de bacterias y sus productos se adhieren fuertemente

a la superficie dental, dando lugar a una biopelícula que baña las

superficies dentarias y que recibe el nombre de placa bacteriana o biofilm

dental y que, según definición de la Organización Mundial de la Salud,

corresponde a una comunidad bacteriana proliferante con actividad

enzimática que se adhiere firmemente a las superficies dentarias y por su

actividad bioquímica y metabólica ha sido propuesta como el principal

agente etiológico en el desarrollo de la caries dental.19

La formación del biofilm o biopelícula dental engloba pues el resultado de

una serie de complejos procesos que inician con la formación de la película

adquirida, la cual es un depósito de proteínas provenientes de la saliva y

del fluido crevicular que forman una biopelícula delgada, amorfa y

electrodensa adyacente a la superficie del esmalte debido a un fenómeno

de adsorción. Luego, ocurre la colonización por microorganismos

específicos; donde los colonizadores primarios pueden retenerse cerca de

la superficie dentaria a través de interacciones físico-químicas no

específicas entre las moléculas cargadas provenientes de las células

bacterianas. En la adhesión de las bacterias participan sus componentes

(adhesinas, puentes de calcio y magnesio) y componentes del huésped

(ligandos, polisacáridos extracelulares), que unen los microorganismos a la

película salival de forma irreversible. Según MARSH y NYVAD (2003), estas

dos primeras fases ocurren durante las primeras cuatro horas. El biofilm

como una capa confluente y madura se da por el crecimiento y

reproducción de estos colonizadores bacterianos, modificando las

condiciones medioambientales locales y haciendo el lugar un medio

favorable para la colonización de especies anaerobias. Esta última etapa

demanda entre 4 a 24 horas.17, 20

La microflora de la placa dental que proviene de diferentes sitios de la

superficie dental, muestra diferencias en su composición. Estas variaciones

resultan de las diferencias locales con respecto al suministro de nutrientes,

el pH y el potencial redox. El pH desempeña un papel importante en el

metabolismo bacteriano, tal como lo propuso STEPHAN en 1940, quien

después de aplicar carbohidratos al biofilm dental, observo que el pH de

ésta descendía a niveles muy por debajo del punto de descalcificación del

esmalte. También notó que luego de cierto lapso, el pH regresa a sus

niveles originales.16, 18

Si bien los estudios experimentales en animales han dejado claro que la

habilidad de inducir caries dental no es una propiedad exclusiva de una

especie en particular, han dejado claramente establecido que los

estreptococos del grupo mutans (Streptococcus mutans y Streptococcus

sobrinus) y los Lactobacilos son las bacterias cariogénicas más agresivas.

Estos microorganismos alcanzan un excelente crecimiento a bajos niveles

de pH, incluso más bajos que otras bacterias del biofilm dental.

Favorecidas por estos bajos niveles de pH, las bacterias cariogénicas

sintetizan polisacáridos intra y extra celulares (dextranos y levanos) y todo

ello produce la desmineralización de la estructura adamantina. Los

recuentos de S. mutans se consideran buenos marcadores de la

enfermedad aunque no necesariamente representan el agente etiológico.

VAN HOUTE refiere que se ha encontrado estreptococos, que no pertenecen

al grupo mutans, con la capacidad de producir ácido y de bajar el nivel de

pH, en asociación con algunas lesiones de caries dental en humanos. Este

hallazgo indica que otras especies podrían, ocasionalmente, estar

involucradas en el proceso de la enfermedad. Por ende, una hipotética

eliminación del S. mutans del medio bucal no conduciría al éxito en la

prevención de la caries dental, a lo sumo dejaría un nicho ecológico libre

para las demás bacterias acidogénicas.20, 21

Dieta: Se considera a la dieta uno de los factores más importantes de la

caries dental, debido a que los nutrientes indispensables para el

metabolismo de los microorganismos provienen de los alimentos. Entre

ellos, los carbohidratos fermentables son considerados los principales

responsables de la aparición y desarrollo de la caries; en especial la

sacarosa, ya que se difunde fácilmente a través de la placa bacteriana y

favorece tanto su adhesividad como la colonización de los

microorganismos orales, lo que le permite fijarse mejor a la superficie

dentaria.18

El rol decisivo de la dieta se consolidó mediante estudios que se

consideran clásicos. Uno de ellos realizados por el investigador francés

MAGITOT (1867), estableció la relación entre la sacarosa y la caries

mediante un experimento in vitro y donde demostró que la fermentación del

azúcar producía la disolución del esmalte. GUSTAFFSON y col. (1954) realizó

un estudio en un sanatorio para enfermos dentales en Vipeholm, Suecia;

demostrando lo importante de la frecuencia del consumo de sacarosa, ya

que si ésta era muy alta (más allá de su cantidad), la reposición de calcio y

fosfato al diente era incompleta y, por lo tanto, se produciría una pérdida de

sustancia calcificada y se formaría una lesión cariosa conocida como

mancha blanca.17

El principal mecanismo para la desmineralización de los tejidos duros

dentales es la formación de ácidos por parte de los microorganismos,

durante su actividad glicolítica, a partir de diferentes sustancias o alimentos

de nuestra dieta. Esto se traduce en una caída del pH en el medio bucal y

favorece al desarrollo de otras bacterias cariogénicos. Gracias a la

telemetría de pH se ha conseguido mucha información importante con

respecto a la cariogenicidad de variadas sustancias y productos; pudiendo

clasificarlos en alimentos con o sin potencial cariogénico.22 Aquellos

productos que causan una caída brusca de pH por debajo del nivel crítico

se consideran acidogénicos y potencialmente cariogénicos.23

Además de los alimentos que contienen sacarosa, aquellos que contienen

almidón como diversas galletas y papas fritas que se consumen cada vez

con mayor frecuencia, son fermentados fácilmente en la cavidad bucal y

mantienen niveles críticos de pH, que al ser retenidos en los dientes por

periodos largos de tiempo, pueden ser causantes de caries. Existen

evidencias que la combinación de almidones solubles y sacarosa en la

misma ingesta, es potencialmente más cariogénico que la ingesta de

cualquiera de los dos por separado. Asimismo, debe tenerse presente que

existen algunos alimentos (como el queso y el maní) y ciertos componentes

capaces de reducir la producción de ácido después de un consumo previo

de alimentos cariogénicos, y que pueden tener un efecto “protector” contra

la caries. Los ejemplos clásicos son el flúor, calcio, fósforo, proteínas y

ácidos grasos. De todas maneras el poder protector de éstos compuestos

se encuentra limitado si el producto contiene altas concentraciones de

carbohidratos fermentables.15

Existen otros factores individuales que afectan la variación del pH, como la

cantidad y composición del biofilm dental, el flujo salival, capacidad buffer y

tiempo de eliminación de la sustancia, entre otras. Al evaluar el potencial

cariogénico de la dieta, debemos tomar en cuenta el balance que existe

entre los factores causantes de la enfermedad y los factores de defensa. Si

alguno de los factores causantes prevalece (por ejemplo, gran cantidad de

microorganismos acidogénicos), o por el contrario, alguno de los

mecanismos de defensa se encuentra afectado (por ejemplo, flujo salival

disminuido), entonces el factor dieta tendrá un fuerte impacto en el

desarrollo y progresión de la enfermedad.

Huésped: Para que la lesión cariosa se desarrolle o se produzca requiere

de la presencia de un hospedero susceptible. La saliva es uno de los

factores ligados al huésped, ya que cumple un rol protector mediante la

dilución y lavado de los azúcares de la dieta, la provisión de iones para el

proceso de remineralización y la neutralización y amortiguación de los

ácidos de la placa dental.

También los dientes pueden presentar ciertas particularidades que

favorecen el desarrollo de las lesiones cariosas. La permeabilidad del

esmalte, su composición y estructura pueden determinar la resistencia al

avance de estas lesiones. La proclividad de ciertos dientes varían de

acuerdo a la morfología dentaria, a su capacidad de acumular placa

(relacionada con factores tales como alineación de los dientes, anatomía y

textura de la superficie), o por la disposición irregular de la materia

orgánica y anomalías de constitución en la estructura de los dientes (tales

como amelogénesis o dentinogénesis imperfecta, hipoplasias del esmalte

y fluorosis) que favorecen la predisposición a desarrollar lesiones

cariosas.24

La búsqueda de responsabilidades en la susceptibilidad de la caries,

asociadas a la inmunización y genética, continúa hasta la actualidad, sin

lograr hallazgos comprobados certeros por la complejidad de la naturaleza

de la caries. Se han encontrado indicios de que el sistema inmunitario es

capaz de actuar contra la microflora cariogénica, produciendo respuesta

humoral mediante anticuerpos del tipo inmunoglobulina A salival,

inmunoglobulina G sérica (que podría inhibir el metabolismo del S. mutans)

y respuesta celular mediante linfocitos T. La responsabilidad de la genética

partió de la existencia de sujetos que muestran una mayor tendencia a

desarrollar lesionas cariosas que otros, en igualdad de condiciones. Se

aspira identificar determinados genes causantes de heredar características

relevantes de la caries (como susceptibilidad, peculiaridades anatómicas o

respuesta a la inflamación), lo que hará factible establecer el riesgo antes a

que la enfermedad se establezca, e incluso con antelación a la erupción de

los dientes.17

FACTORES ETIOLÓGICOS MODULADORES

En el concepto de causalidad, cada uno de los mencionados factores

etiológicos primarios son considerados como causa necesaria; vale decir,

que son imprescindibles para que se de la enfermedad. Sin embargo, por

sí solos no llegan a constituir causa suficiente para ocasionarla; pues para

ello es crucial la intervención adicional de otros agentes, citados antes

como factores etiológicos moduladores, y que pueden revelar una

acentuación del riesgo de caries o comportarse como factores de

predicción.

Tiempo y Edad: En este contexto, el tiempo resulta determinante puesto

que si los factores etiológicos interactúan durante más tiempo habrá

oportunidad para que ocurran los fenómenos de desmineralización,

mientras que si la interacción durase menos, dichos fenómenos no

alcanzarían a producirse. También la edad esta vinculada al desarrollo de

caries, especialmente en relación al tipo de tejido atacado.

Estado de Salud General: Factores sobre el estado de salud de las

personas, pueden influir en el desarrollo de la caries, como el largo uso de

medicamentos líquidos azucarados o medicamentos que pueden ocasionar

una reducción del flujo salival (antidepresivos, antipsicóticos,

tranquilizantes, etc.).

Uso de flúor: El flúor es el factor señalado científicamente como el

responsable de la disminución de los índices de caries dental a nivel

mundial, independientemente del grado de industrialización de cada país.

Posee la capacidad de modificar al huésped, en ciertas concentraciones a

los microorganismos, y por consiguiente ser un modificador de la caries

dental.15 Los fluoruros inhiben la desmineralización, fomentan la

remineralización, elevan el pH y ejercen una acción antibacteriana. Una

cantidad apropiada de flúor ayuda a prevenir y controlar las caries. El flúor

se puede suministrar de manera sistemática mediante el agua fluorada de

consumo público, otras bebidas con flúor o suplementos. Asimismo, se

puede aportar de manera tópica, directamente en la superficie de los

dientes mediante dentífricos, enjuagues bucales u otros.25

Grado de Instrucción y Nivel Socioeconómico: Factores como el nivel de

educación y ocupación de los padres, mostraron estar relacionados a la

prevalencia de caries dental. Esto se puede explicar por el bajo nivel de

conocimientos en prevención y las inadecuadas políticas de servicio de

salud que poseen los individuos pertenecientes a los niveles

socioeconómicos desfavorecidos. Además, pueden influir indirectamente

en los hábitos dietéticos, de higiene oral y actitudes hacia el cuidado

dental.25, 26

Experiencia pasada de caries dental: Dentro de esta variable los

indicadores que se han usado son las medidas directas (ceos, CPOS,

lesiones incipientes) y medidas indirectas (superficies sanas, número de

dientes). POWELL en 1998 realizó una revisión de la literatura clínica sobre

modelos de predicción multifactorial de caries, con el objetivo de identificar

los métodos estadísticos de precisión más exitosos y consistentes.

Encontró que a través de la edad y circunstancias, indicadores de

experiencia pasada de caries dental son los predictores más fuertes, y

dentro de ésta, el estado de la superficie más recientemente expuesta o

erupcionada se convierte en el mejor predictor de caries para las

superficies recientemente emergidas. Por ejemplo, el mejor predictor de

caries dental en los molares primarios es la presencia de lesiones cariosas

en los incisivos primarios. Para predecir el desarrollo de caries dental en

los primeros molares permanentes, uno debería medir el daño hecho a los

molares primarios, y una vez que los molares permanentes hayan

erupcionado, su anatomía oclusal se convierte en un buen predictor del

desarrollo de caries, y después de ser obturadas, las superficies lisas se

convierten en los mejores predictores.26

Variables de comportamiento: Aquellas acciones individualizadas de

carácter voluntario, relacionadas con los usos y costumbres culturales

inherentes a cada individuo, también intervienen en la aparición y

desarrollo de la enfermedad. Entre ellas, son especialmente importantes

los concernientes al cuidado de la salud bucal tales como: cepillado, uso de

hilo dental, frecuencia de visita al dentista y los hábitos dietéticos como

frecuencia del consumo de azucares. Respecto a este ultimo, se ha

demostrado que si el paciente presenta una muy buena higiene oral y una

alta frecuencia de consumo de azúcares fallaría en el desarrollo de la

caries dental.19 No es posible decir que todos los pacientes que tienen una

alta ingesta de azúcar desarrollarán caries dental; no obstante, es inusual

encontrar un paciente con lesiones de caries activas múltiples que no tenga

una alta ingesta de carbohidratos fermentables. La valoración de la dieta y

la asesoría dietética sólo se consideran cruciales para el éxito de la

prevención y el tratamiento en pacientes de alto riesgo. Los hábitos

dietéticos pueden cambiar con el tiempo, particularmente con los cambios

de estilo de vida, así como con el inicio del colegio, un trabajo, la jubilación

y el retiro. Esto es algo que el profesional debe vigilar, después de una

evaluación completa de la actividad de caries y del balance entre factores

protectores y propiciadores.

2.2.1.2 EPIDEMIOLOGÍA

Existen firmes evidencias de que tanto la prevalencia como la incidencia de

caries dental en niños han disminuido en muchos países del mundo

respecto a décadas anteriores. Estos cambios ocurridos en los países

desarrollados han sido atribuidos principalmente a mejoras en las

condiciones y estilos de vida, al uso efectivo de los servicios de salud oral,

a la implementación de intervenciones basadas en comunidad o centros

educativos, a la adopción de prácticas regulares de auto-cuidado y al uso

de dentífricos fluorados. En contraste, en países en vías de desarrollo aún

se observan altos niveles de caries dental, especialmente en países donde

las intervenciones comunitarias de tipo promocional o preventivo no han

sido firmemente establecidas. En el Perú, el 84% de los niños presentan

caries dental a los 12 años de edad, con un promedio de 3,1 dientes

permanentes con experiencia de caries dental. Se reconoce además que el

componente cariado explica la mayor parte de la experiencia de caries

dental. Estas cifras colocan al Perú entre los países latinoamericanos con

mayores niveles de la enfermedad.27

Los índices de caries que se usan convencionalmente si bien han

comprobado su gran utilidad para expresar el nivel de salud dental, no

revelan adecuadamente las verdaderas necesidades de tratamiento dental

requerido, cuya importancia es relevante como base para el planeamiento

de la realización de tratamiento dental en términos de recursos humanos y

financieros requeridos así como para valorar prioridades de medidas a ser

tomadas en determinados grupos poblacionales. En este sentido los

códigos y métodos estandarizados desarrollados por la OMS tratan de

recolectar información sobre la experiencia de caries, el nivel de

tratamiento restaurador y tratamiento preventivo requerido o ya

proporcionado a la población examinada.

Se puede enfatizar que la caries dental, como una enfermedad, no está

erradicada sino solo controlada a ciertos niveles. Una meta básica en la

Odontología es prevenir el inicio de la enfermedad y su desarrollo posterior

y una manera ideal para cumplir con esta meta, sería concentrar la mayoría

de los recursos disponibles sobre aquellos individuos o grupos de

individuos que están más propensos a desarrollar una enfermedad. De allí

la importancia de conocer algunas definiciones relacionadas al riesgo de

caries dental.

2.2.1.3 VALORACION DEL RIESGO DE CARIES DENTAL

El riesgo puede ser definido como la probabilidad de que los miembros de

una población definida desarrollen una enfermedad determinada en un

periodo especifico.26 La Epidemiología se encargó de identificar los factores

relacionados con la presentación de las enfermedades o las lesiones como

un paso hacia la prevención, y llamó factor de riesgo al evento o estado

conocido que afecta al equilibrio y produce daño a la salud o aumenta la

susceptibilidad a la enfermedad y factor protector a aquel que reduce

dicha posibilidad.28

Para algunos autores el término factor de riesgo implica causalidad y sólo

debería ser aplicado cuando la secuencia temporal se establece mediante

estudios prospectivos; por tanto, sugieren utilizar el término indicador de

riesgo . Los indicadores de riesgo son las variables asociadas con una

enfermedad, determinados con estudios de casos y controles o de corte

transversal, por lo que no pueden determinar si el factor de riesgo estuvo

presente antes del ataque de la enfermedad. Pueden ser útiles para

señalar grupos de alto riesgo. Muchos estudios emplean la expresión

predictor de riesgo para referirse tanto a los factores como a los

indicadores de riesgo empleados para predecir la incidencia de caries

dental en estudios longitudinales.

El riesgo de caries dental puede ser evaluado por el análisis y la

integración de varios factores causales. Los factores de riesgo no actúan

aisladamente, sino en conjunto interrelacionadamente, por lo que con

frecuencia fortalecen en gran medida su nocivo efecto para la salud. La

evaluación de un factor de riesgo será científicamente aceptable si se

considera no sólo sus efectos directos y aislados, sino también sus efectos

conjuntos con otras variables de interés. Para FEJERSKOV, una de las

principales implicaciones de los nuevos paradigmas respecto a los factores

implicados en el proceso de la caries dental, consiste en reconocer que

siempre existe la posibilidad de desarrollar la enfermedad y por tanto el

riesgo de caries dental nunca es cero.16

Ante los cambios en la tendencia de la enfermedad, surge la preocupación

por encontrar la forma más adecuada de distinguir entre quienes son más

susceptibles a desarrollar la enfermedad, o son menos capaces de

controlarla, para orientar en ellos los mayores esfuerzos de prevención y

control de la enfermedad. Vigilar la salud dental e identificar

tempranamente a los pacientes en alto riesgo de caries dental es de suma

importancia para el individuo, el equipo dental y para la sociedad; la

ganancia puede ser expresada tanto en términos de salud oral y economía.

Por lo tanto, se puede entender la valoración del riesgo como el uso del

conocimiento de los factores asociados con enfermedades dentales para

determinar cuáles pacientes son más o menos susceptibles con el fin de

prevenir o controlar su enfermedad.

Hace falta mayor investigación sobre la efectividad y el costo beneficio de

los enfoques aplicados a las poblaciones, aunque ya se reportan beneficios

de programas que se basan en la identificación y clasificación de los

participantes en grupos de riesgo, para aplicar medidas preventivas y de

control, evaluado tanto en términos económicos como de la efectividad

clínica. Sin embargo, desde el punto de vista de la atención individual, no

cabe duda de que se hace necesario identificar todos aquellos factores que

pueden modificar el equilibrio. DOUGLAS afirma que el plan de tratamiento

se debe basar en los resultados combinados de la valoración del riesgo y

del diagnóstico completo de la enfermedad; de esta manera, se incrementa

la probabilidad de que las decisiones terapéuticas y de manejo del paciente

sean óptimas, bajo las circunstancias particulares de cada paciente.29

2.2.2 EL COMPORTAMIENTO COMO FACTOR CONDICIONANTE DE LA

SALUD

La salud es un estado continuo de adaptación al medio natural y

socioeconómico-cultural, la cual esta influenciada por múltiples factores y

que son llamados determinantes de la salud. Dentro de estos, los factores

sociales, no sólo son importantes para la compresión de la aparición de

problemas de salud, sino también ayudan a entender la adopción de

conductas individuales o colectivas para resolver la presentación de tales

problemas.30

El comportamiento humano, que a través de los hábitos estables de la

persona conforma un determinado estilo de vida, aparece como un factor

de gran relevancia en la variabilidad de los demás factores que determinan

el curso del proceso salud-enfermedad. Ya sea por la acción que el hombre

realiza sobre el ambiente, por su acción sobre los servicios de salud, o por

su acción sobre el propio organismo, el estilo de vida modifica todas las

condiciones que favorecen la aproximación de la persona a una salud

óptima o que la alejan de una muerte prematura.

Frente al proceso de salud enfermedad, la población ha elaborado y

modelado una serie de respuestas de naturaleza adaptativa que se

expresan en distintas formas de comportamiento. Éstas a su vez

comprenden una serie de conductas alternativas que van desde el

autocuidado hasta la utilización de servicios de salud de alta complejidad,

pasando por la recurrencia a los recursos y tecnologías locales, populares

y tradicionales, los que en su conjunto conforman un mosaico complejo de

modelos de comportamiento.

La palabra conducta o comportamiento fue incorporada a la Psicología

desde otros campos del conocimiento que utilizaban este término para

describir los hechos observables directamente. La conducta siempre se

estudia en función del sujeto que actúa, es decir, en función de su

personalidad (emociones, sucesos que lo marcan, etc.) y del contexto

social. El comportamiento frente a la enfermedad se refiere a las formas y

maneras de las cuales los síntomas dados son percibidos, evaluados y

actuados, es decir, a las acciones tomadas por distintas personas frente a

un episodio de enfermedad, a un accidente o a una simple dolencia. Los

comportamientos de búsqueda de la salud comprenden, entonces, la

secuencia de los distintos pasos actuados por un individuo para resolver un

problema de salud percibido como tal.31

2.2.2.1 DETERMINANTES DEL COMPORTAMIENTO PARA LA SALUD

Los psicólogos sociales concuerdan en que las actitudes y las acciones

tienen una relación reciproca, cada una alimenta a la otra.

Sorprendentemente, nuestras actitudes (evaluadas por lo general con

nuestros sentimientos hacia algún objeto o persona) a menudo predicen de

modo deficiente nuestras acciones. Más aun, cambiar las actitudes de las

personas generalmente falla para producir gran cambio en su conducta,

esto se debe a que nuestras expresiones de actitud y nuestras conductas

están sujetas cada una a muchas influencias. La actitud tiene una base

cognitiva y emocional, y conocer sobre su origen es todavía relevante para

entender y predecir el comportamiento sobre la salud oral en un individuo.32

El comportamiento está relacionado con factores socioeconómicos,

creencias familiares, influencias socioculturales, etc. Los medios de

comunicación pueden motivar cambios de comportamiento, positivos o

negativos, ya que la audiencia juega un papel activo en la selección de los

estímulos y en la filtración de los mensajes a través de sus valores y

actitudes personales. La personalidad de cada individuo y la preocupación

por la apariencia general son potentes factores motivadores para adoptar y

mantener prácticas preventivas, sobre todo entre niños y adolescentes.33

En Odontología, la pregunta frecuente es por qué aún se mantiene esa

actitud desinteresada de los pacientes, si mantener unos dientes y encías

sanas proyecta una excelente imagen personal; mientras que los dientes

con caries, encías rojas, aumentadas y sangrantes son nada agradables.

Una boca saludable y bien cuidada facilita la comunicación y las relaciones

sociales; además promover la salud, el bienestar y la autoconfianza no sólo

es importante para la calidad de vida, sino contribuye también a un nivel

biológico muy básico de protección contra las enfermedades sistémicas y

otros daños. Por lo tanto, cuando la salud oral está puesta en peligro, la

salud general y la calidad de vida también están puestas en peligro.19

2.2.3 PREVENCIÓN Y EDUCACIÓN EN SALUD. Aspectos Psicológ icos.

Es importante investigar las conductas previas o actuales del paciente en

cuanto a su autocuidado, ya que para el tratamiento de enfermedades

dentales crónicas como la caries dental y la enfermedad periodontal,

requieren un alto nivel de autocuidado por parte del paciente. Comenzar un

cambio de hábitos es difícil, pero mantener ese cambio a largo plazo es

aún más complejo

Los términos motivación y fuerza de voluntad son utilizados frecuentemente

en temas relacionados con cambios de comportamiento. Fuerza de

voluntad significa, por lo general, una cualidad interna que posee el

individuo. Es una condición aprendida y que se desarrolla en el tiempo a

partir de nuestras experiencias. Se fortalece con el éxito y se debilita con el

fracaso. La motivación es un término que se utiliza con diferentes

significados. Algunas veces se refiere a una cualidad interna del individuo,

al verdadero deseo o disposición de la persona en cambiar su

comportamiento y la habilidad para poder intentar el cambio. Cuando se

refiere a una cualidad externa, tiene que ver con la información, interés y

preocupación del profesional de la salud para con el paciente. La

motivación interna es más importante, ya que un individuo internamente

motivado está acostumbrado a luchar para alcanzar objetivos con su propio

esfuerzo.15

2.2.3.1 CAMBIOS DE COMPORTAMIENTO MEDIANTE LA PREVENCIÓN

Es lógico que para que la población adopte conductas preventivas

adecuadas depende más de una correcta educación para la salud que de

la tecnología clínica. La Organización Mundial de la Salud define la

educación para la salud1 como una combinación de oportunidades de

aprendizaje que facilita cambios voluntarios del comportamiento que

conducen a una mejora de la salud. La promoción de la salud es cualquier

combinación de actividades educativas, organizativas, económicas y

ambientales que apoyan los comportamientos que conducen a mejorar la

salud, o capacita a los individuos para aprovechar las ventajas de las

medidas y los servicios preventivos. Ambas, educación y promoción, se

complementan y son necesarias en los programas para prevenir las

enfermedades orales.

Los modelos de educación para la salud son apropiados en determinadas

circunstancias, y todos pretenden cambiar el comportamiento de las

personas para que adquieran hábitos saludables. La educación para la

salud dental de la población debería dirigirse sobre todo en la escuela,

donde los escolares son el grupo mayor y más homogéneo de la población.

Los niños no sólo tienen desarrolladas al máximo las capacidades

cognitivas, sino que además se encuentran en una edad en la que están

ansiosos por adquirir habilidades nuevas, época en la que, por último,

existe el mayor riesgo para desarrollar problemas dentales. Por lo tanto, y a

pesar de que la evidencia existente sobre la efectividad de los programas

educativos escolares de salud dental es de naturaleza equívoca, es muy

importante que sigan aplicándose y mejorándose. Como quiera que

diversos programas preventivos, como la fluoración del agua, el uso de

fluoruros tópicos, la aplicación de selladores y las medidas de higiene oral

tienen una gran capacidad potencial de reducción de las enfermedades

dentales, deberían intensificarse los esfuerzos por aumentar su difusión,

especialmente entre los niños que más pueden beneficiarse de ellos.34,35

2.2.3.2 MODELOS DE COMPORTAMIENTO EN SALUD ORAL

Un comportamiento consciente por la salud, que es reflejado en hábitos de

comida saludables y una higiene oral regular usando un dentífrico fluorado,

reduce la frecuencia de caries. Los modelos de comportamiento, en base a

hábitos dietéticos y de cuidado oral, pueden influir en la susceptibilidad y

riesgo de caries.30

Con respecto a la higiene bucal, a través de los medios masivos de

comunicación se le ha dado amplia difusión al uso de pastas dentales y se

reconoce la idea de realizar el cepillado dental tres veces al día como parte

esencial de la higiene bucal. Además, estudios epidemiológicos han

demostrado el beneficio que el cepillado dental tiene en la prevención de la

gingivitis, no obstante, no ha sido establecido claramente la asociación del

grado de higiene bucal con el índice de caries dental. Lo anterior puede

deberse, entre otras razones, a que el proceso de caries dental es crónico

y toma generalmente más de un año para que una lesión se desarrolle

desde sus primeros estadios de lesión incipiente hasta una lesión con

cavitación. Tomando esto en consideración, es posible que la medición

puntual de la higiene bucal no sea un indicador válido para estudiar la

asociación entre estas dos variables.

Por otra parte, la edad en que los niños inician su aseo bucal, el tipo de

dentífrico que utilizan y la frecuencia del cepillado dental son aspectos

estudiados en la población infantil de varios países y se han encontrado

asociaciones entre algunos de los aspectos con la higiene oral y la

prevalencia y severidad de la caries dental. IRIGOYEN (2007) en un estudio

realizado sobre caries dental y edad de inicio de cepillado en preescolares,

encontró una relación significativa entre estas variables; ya que el inicio

temprano del cepillado se asoció con un menor número de dientes

cariados. En diversos trabajos se ha señalado la importancia de iniciar los

hábitos de higiene bucal a temprana edad, debido a la asociación que

muestra esta variable con la presencia de Streptococcus Mutans.

BLINKHORN (1978) encontró que el cepillado dental es parte del proceso de

socialización primaria del niño y que las madres juegan un papel

fundamental en establecer el hábito.11, 35

La eficacia de la limpieza mecánica es difícil de evaluar, ya que el cepillado

de dientes se realiza por lo general usando pastas dentales con flúor. La

evidencia disponible sobre estudios que evalúen la efectividad del control

de la placa bacteriana sobre la enfermedad de caries en ausencia de

fluoruros es escasa y en general, poco consistente, aceptándose en la

actualidad la hipótesis que el control de placa no acompañado de flúor no

tiene un efecto preventivo importante frente a la enfermedad de caries. Por

tanto, de acuerdo a la evidencia disponible en la actualidad, el control de

placa acompañado del uso de fluoruros tópicos se ha establecido como la

base del mantenimiento de una boca sana. En base a esta evidencia, la

Federación Dental Internacional (FDI) estableció el cepillado dental con una

pasta fluorada dos veces por día como el patrón básico de cuidado dental

personal, pudiendo ser mejorado con el uso de elementos adicionales

(como el hilo dental, o colutorios).36

Con respecto a los hábitos dietéticos, la frecuencia, el tiempo y la ocasión

del consumo de azúcares son aspectos más importantes que la cantidad.

Durante muchos años el mensaje para evitar la ingesta de carbohidratos,

ha sido contradicho constantemente por los medios de comunicación y por

la industria alimenticia, los cuales promueven el concepto de que los

alimentos dulces son naturales y socialmente aceptables, además,

relacionan el azúcar con el afecto personal y se utiliza como incentivo en

los niños. Debemos estar conscientes de las grandes influencias sociales

que promueven el consumo de azúcares y que cambiar abruptamente los

hábitos dietéticos es poco probable. Sin embargo, sí es posible cambiar

pequeños aspectos de comportamiento, uno a la vez; pudiendo lograr

alteraciones significativas al paso del tiempo. Tomando pequeños pasos

podemos lograr un cambio profundo en comportamiento.

Para mantener la salud bucal es muy importante y necesario asistir a la

consulta dental periódicamente, con el fin de tener mayor control sobre el

estado de salud oral, prevenir y diagnosticar precozmente los problemas y

resolverlos con tratamientos simples. Sin embargo, las investigaciones

demuestran una realidad: para la mayoría de las personas, la salud bucal

no es una prioridad y por tanto las visitas al odontólogo es forma periódica

tampoco lo son. De hecho, visitar a cualquier médico en ausencia de

síntomas o dolor no es lo más usual. Estas barreras normalmente tienen

que ver con el estilo de vida y las bajas expectativas de salud de las

personas. El problema sigue siendo cómo aumentar el interés por la salud,

no sólo dental, sino general.

El cambio de hábitos es una tarea difícil que toma mucho tiempo. Sin

embargo es un pilar fundamental par la prevención de enfermedades buco-

dentales. No solo es importante en función del paciente sino también en

función de la profesión. Lograr una población informada e interesada en su

salud bucal hará que las terapias y tratamientos sean más sencillos y

aumenten su longevidad.15

2.3 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

2.3.1 ÁREA PROBLEMA

La caries dental continúa siendo el principal problema de salud bucal,

considerada la población infantil uno de los grupos más susceptibles a esta

enfermedad. A pesar de la amplia difusión y empleo de fluoruros,

especialmente en los dentífricos, y la realización de campañas preventivas

a nivel nacional sobre la adopción de adecuados hábitos de higiene y

alimentación; el Programa Nacional de Salud Bucal aún considera a la

población escolar como grupo de riesgo, basándose en estudios

epidemiológicos que reportan una prevalencia de caries del 95% en los

niños escolares del país.1

La caries dental tiene una etiología multifactorial en la que interactúan tres

factores principales: la microflora (placa), el sustrato (dieta) y el huésped

(saliva y dientes). No existe una prueba única que tome en consideración

todos estos factores y que pueda predecir exactamente la propensión

individual a la caries. En las últimas décadas estudios han comprobado la

intervención de diversos determinantes de riesgo en la formación y

desarrollo de la enfermedad. Factores internos (asociados a características

particulares del huésped) y factores externos como el nivel socioeconómico

y algunas variables de comportamiento, han sido considerados como

modificantes de la prevalencia, inicio y progresión de la caries dental.19, 37

2.3.2 DELIMITACIÓN DEL PROBLEMA

Los factores sociales son importantes para comprender la frecuencia,

distribución y duración de determinados problemas de salud; así como la

adopción de conductas individuales o colectivas para enfrentar tales

problemas. Estas conductas o variables de comportamiento relacionadas

con los usos y costumbres culturales inherentes a cada individuo,

intervienen en la aparición y desarrollo de la caries dental.

Los estudios realizados revelan que así como se da la transmisión de la

flora cariogénica, ocurre además la continuidad de hábitos aprendidos en

la infancia y que se practican en el entorno familiar. Estos factores de

comportamiento, como los hábitos dietéticos y de higiene oral, pueden

limitar o resultar dañinos para la salud oral, o pueden contribuir al

mantenimiento de la misma. En conclusión, los factores de comportamiento

deben ser considerados importantes predictores de riesgo, ya que pueden

influir en el inicio y progreso de la caries dental.

2.3.3 FORMULACIÓN DEL PROBLEMA

¿Qué relación existe entre la experiencia de caries dental y los factores de

comportamiento referidos a los hábitos dietéticos, hábitos de higiene oral y

valoración de la salud oral, en los escolares de 6 a 11 años del distrito de

Chosica en el año 2008?

2.4 JUSTIFICACIÓN

Las variables de comportamiento analizadas en el presente estudio podrán

orientar en la confección de un modelo de predicción de riesgo de caries

dental de mucha utilidad para la población escolar. Permitirá también,

brindar a padres y profesores una adecuada educación en salud oral que

pueda encaminar medidas preventivas y terapéuticas específicas para

mejorar los hábitos alimenticios y de higiene oral de los niños en edad

escolar o a cualquier edad. Así, resultará mejor educar a los padres y

motivar a los niños, que tratar de cambiar rutinas ya establecidas. Si las

rutinas correctas para mantener una buena salud dental son fijadas en la

infancia, entonces la educación más adelante será tan sólo un

reforzamiento.

2.5 OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN

Objetivo General:

Evaluar la relación entre los factores de comportamiento referidos a los

hábitos dietéticos, hábitos de higiene oral y valoración de la salud oral con

la experiencia de caries dental en escolares de 6 a 11 años.

Objetivos Específicos:

• Identificar el promedio y severidad de caries dental en los niños de 6 a

11 años de edad por unidad de diente, según género y grupo etario.

• Establecer los hábitos dietéticos de los niños de 6 a 11 años de edad,

según género y grupo etario.

• Identificar los hábitos de higiene oral de los niños de 6 a 11 años de

edad, según género y grupo etario.

• Determinar la valoración de la salud oral de los niños de 6 a 11 años de

edad, según género y grupo etario.

• Relacionar la experiencia de caries dental con los factores de

comportamiento concernientes a los hábitos dietéticos, hábitos de

higiene oral y valoración de la salud oral.

2.3 HIPÓTESIS

Existe relación directa entre la experiencia de caries dental y los factores

de comportamiento referidos a los hábitos dietéticos, hábitos de higiene

oral y valoración de la salud oral, de los niños de 6 a 11 años.

III. MATERIAL Y MÉTODOS

3.1 TIPO DE ESTUDIO

Estudio retrospectivo, descriptivo y transversal.

3.2 POBLACIÓN Y MUESTRA

La población estuvo conformada por 420 escolares de 6 a 11 años

pertenecientes a tres colegios particulares del distrito de Chosica, Lima-

Perú, escogidos por sus características homogéneas en relación a su nivel

socioeconómico. Para determinar el tamaño de la muestra se realizó un

estudio piloto en 30 niños seleccionados por muestreo aleatorio simple

para determinar la prevalencia de caries dental de la población; lo que

permitió establecer el tamaño muestral mínimo.

Los criterios de exclusión fueron:

• Niños con impedimentos físicos o mentales

• Niños con problemas de salud que puedan influir en el estado de caries

dental.

• Niños que dejaron de asistir a clases.

• Niños sin la respectiva autorización y consentimiento informado de sus

padres.

• Niños sin el respectivo asentimiento.

• Niños de diferente nivel socioeconómico según registros del centro

educativo.

Muestra: La muestra estuvo constituida por 157 niños que cumplieron con

los criterios de selección y elegidos por medio de un muestreo aleatorio

simple con probabilidad proporcional al tamaño de los Centros Educativos.

Se adicionó un 10% considerando las no respuestas. (Anexo 1)

Unidad de análisis :

• Cada padre o tutor responsable de cada niño que pertenece a la

muestra de estudio.

• Cada niño de 6 a 11 años de edad, pertenecientes a los tres colegios

particulares seleccionados.

VARIABLE

INDEPENDIENTE DIMENSIÓN CONCEPTUALIZACIÓN INDICADORES ESCALA CATEGORÍAS

FACTORES DE COMPORTAMIENTO

Hábitos Dietéticos

Conductas referentes al consumo de azúcares extrínsecos (golosinas, dulces, queques, gaseosas, refrescos, etc.)

• Número de veces que consume productos azucarados al día.

• Oportunidad del consumo

de productos azucarados.

Ordinal

Nominal

1. ≤ 1 vez al día 2. 2-3 veces al día 3. > 3 veces al día 1. Con las comidas principales 2. Entre las comidas principales

Hábitos de Higiene Oral

Conductas relacionadas a la limpieza y cuidado de los dientes.

• Número de veces que se

cepilla al día

• Edad de inicio de la limpieza o cepillado dental.

• Uso de crema dental cada vez que se cepilla

• Uso diario del hilo dental

Ordinal

Ordinal

Ordinal

Ordinal

1. 2 ó más veces al día 2. 1 vez al día 3. Menos de 1 vez al día

1. 0-2 años 2. 3-4 años 3. 5 años a más

1. Sí 2. A veces 3. No

1. Sí 2. A veces 3. No

Valoración de la Salud Oral

Actitud y comportamiento relacionados al cuidado de la salud oral reflejados en las visitas al dentista.

• Visita periódica al dentista.

• Visita al dentista en los

últimos 2 años.

• Motivo de la visita al

dentista.

Nominal

Nominal

Nominal

1. Sí 2. No 1. Sí 2. No 1. Control/Prevención 2. Tratamiento 3. Urgencia

3.3 OPERACIONALIZACIÓN DE VARIABLES

COVARIABLES CONCEPTUALIZACIÓN INDICADOR ESCALA CATEGORÍAS

GÉNERO Características anatómicas, biológicas y fisiológicas que diferencian al hombre y mujer.

Características físicas Nominal

1. Femenino 2. Masculino

GRUPO ETARIO Tiempo que una persona ha vivido a partir de su nacimiento, agrupados en intervalos.

Años en cada grupo Ordinal 1. 6 a 8 años 2. 9 a 11 años

VARIABLE DEPENDIENTE CONCEPTUALIZACIÓN INDICADOR ESCALA CATEGORÍAS

Experiencia de Caries Dental

Historia de caries dental de un individuo que incluye dientes con caries activa cavitada, dientes perdidos y obturados por causa de caries.

Promedio del índice ceod-CPOD

Severidad del índice ceod-CPOD

Razón

Ordinal

0 a más 1. Baja < 5 2. Alta ≥ 5

3.4 MATERIALES Y MÉTODO

3.4.1 PROCEDIMIENTOS Y TÉCNICAS

Después de obtener el consentimiento de las autoridades de cada colegio y

el número total de la población, se realizó el estudio piloto para probar el

instrumento de recolección de datos, entrevistándose a 20 padres de dos

de los colegios seleccionados. Luego, se convocó a todos los padres

familia a una reunión para informarles sobre los objetivos del estudio y

adquirir las autorizaciones por escrito (Anexo 2). A los padres que

aceptaron participar, se les entregó el cuestionario estructurado para

obtener la información sobre los hábitos y valoración de la salud oral, entre

ellos: la frecuencia y oportunidad del consumo de productos azucarados, la

frecuencia y edad de inicio del cepillado, el uso de crema dental cada vez

que se cepilla, el uso diario de hilo dental, la visita periódica al dentista

(visita constante aunque no haya molestia o dolor), la visita y el motivo de

esta en los últimos dos años (Anexo 3). A los que no pudieron asistir se les

envió a sus casas el consentimiento informado y el cuestionario, para ser

devueltos por medio de sus niños.

Una vez elegida la muestra, se procedió a realizar el examen clínico en una

fecha y hora acordadas, con visión directa y luz natural. Todos los niños

seleccionados fueron revisados por un solo examinador, usando espejos

bucales N.º 5 y exploradores. Se utilizaron los criterios de diagnóstico de la

OMS para medir el estado de caries38, registrándose los datos en una ficha

especialmente preparada para este fin (Anexo 4). Para determinar el

promedio de la experiencia de caries se usaron los índices ceod-CPOD y

para establecer la severidad de caries, los niños fueron agrupados en 2

categorías según el índice ceod-CPOD: Baja severidad de caries: índice <5

y Alta severidad de caries: índice ≥5.*

Después del examen, se ofreció una charla educativa para los niños y se

les obsequió cepillos y cremas dentales como beneficio por su

participación. Finalmente, se convocó a los padres de familia a una

segunda reunión para brindarles una charla sobre salud oral y entregarles

los diagnósticos de sus niños señalando el tratamiento que requerían.

3.4.2 RECOLECCIÓN DE DATOS

El análisis y recolección de los datos se realizó empleando el programa

SPSS versión 13.0. Se construyeron tablas de distribución de frecuencias

para realizar el análisis univariado de cada variable estudiada. La relación

de cada uno de los factores de comportamiento con la experiencia

(promedio ceod-CPOD) y severidad de caries dental se evaluó mediante la

prueba de t-Student y ANOVA para la variable numérica y chi cuadrado

para la categórica. Finalmente, se realizó el análisis de regresión logística

múltiple para relacionar el conjunto de variables independientes con la

severidad de caries dental, en un contexto multivariado. Nivel de confianza

de todas las pruebas: 95%.

*Fue adoptado el concepto de severidad de caries de acuerdo al estudio de Peres y col.5

IV. RESULTADOS

La muestra estuvo constituida por 157 niños de 6 a 11 años, provenientes

de tres colegios particulares del distrito de Chosica, distribuidos según

género y grupo etario (Cuadro 1). De los niños de 6 a 8 años, hubieron 34

(43%) del sexo femenino y 40 (51.3%) del masculino; mientras que de los

niños de 9 a 11 años, hubieron 45 (57%) del sexo femenino y 38 (48.7%) del

masculino (Gráfico 1).

La prevalencia de caries dental en los niños examinados fue de 88.5%, con

un promedio ceod-CPOD de 4.62 ± 3.35. No se detectaron diferencias

significativas en el índice de caries entre los niños (4.37±3.24) y niñas

(4.87±3.47). De acuerdo al grupo etario, el índice ceod-CPOD fue de

4.95±3.38 y 4.34±3.32 para los grupos de 6 a 8 y 9 a 11 años

respectivamente (Cuadro 2).

En relación a los componentes de caries, el que tuvo más peso fue el de

dientes cariados, el cual contribuyó con más de la mitad en el índice de

caries. En el cuadro 3 se muestra la distribución de los niños según

severidad de caries, la cual fue como sigue: 39 (53.4%) niñas y 34 (46.6%)

niños presentaron una severidad alta, mientras que 40 (47.6%) niñas y 44

(52.4%) niños presentaron una severidad baja. Según grupo etario, 40

(54.8%) niños de 6 a 8 años y 33 (45.2%) de 9 a 11 presentaron severidad

de caries alta, mientras que 34 (40.5%) niños de 6 a 8 y 50 (59.5%) de 9 a

11 años de edad presentaron severidad baja (Gráfico 2). No se encontraron

diferencias significativas entre género y grupo etario según la severidad de

caries.

El análisis descriptivo de los factores de comportamiento evaluados según

género y grupo etario, se presenta en los cuadros 4, 5 y 6. En relación a los

hábitos dietéticos, fue más común la ingesta de productos azucarados de 2

a 3 veces al día con 48.4% de casos, siendo más frecuente el consumo de

éstos entre las comidas principales (62.4%) (Cuadro 4). Con respecto a los

hábitos de higiene oral, el 57.3% de casos refirió cepillarse los dientes 2 o

más veces al día, el 59.9% inició la limpieza o cepillado de los dientes de 3 a

4 años, fue más común el uso de pasta dental cada vez que se cepilla con

un 89.2% y el 62.4% no usan hilo dental diariamente (Cuadro 5). De

acuerdo a la valoración de la salud oral (Cuadro 6), el 67.5% de los niños no

visitan al dentista periódicamente; sin embargo, el 69.4% refirió haber

visitado al dentista en los últimos dos años, siendo en este grupo el

tratamiento el motivo de consulta más frecuente con un 41.3% de los casos

(Gráficos 3-8).

En el análisis bivariado, no se encontraron diferencias significativas en la

distribución de los factores de comportamiento según género y grupo etario.

Para determinar la relación entre cada una de la variables y la experiencia

de caries dental (promedio), se empleó las pruebas t-Student y ANOVA para

medir la significancia estadística de las diferencias de los promedios

encontrados, y los resultados son presentados en el cuadro 7. Se hallaron

diferencias altamente significativas al evaluar el consumo de productos

azucarados, la frecuencia del cepillado dental, edad de inicio del cepillado,

uso de crema dental cada vez que se cepilla, uso diario de hilo dental, visita

periódica y motivo de la visita al dentista (p=0.000). Se encontraron

severidad de caries (p=0.000). diferencias significativas al evaluar la

oportunidad del consumo de productos azucarados (p=0.010) y la visita al

dentista en los últimos 2 años (p=0.020). (Cuadro 7)

Para determinar la relación entre la variable severidad de caries dental y los

factores de comportamiento, se usó la prueba de chi cuadrado (Cdro. 8). Se

encontró que la edad de inicio del cepillado fue altamente significativo

(p=0.000), al igual que el uso de la crema dental cada vez que se cepilla

(p=0.000), uso diario del hilo dental (p=0.000) y la frecuencia y oportunidad

del consumo de productos azucarados (p=0.000); mientras que al evaluar la

frecuencia de cepillado reveló diferencias muy significativas (p=0.006). El

test también mostró que la visita periódica al dentista fue significativa

(p=0.03) y que los niños con baja severidad de caries asistieron con mayor

frecuencia al dentista para un tratamiento de control, siendo la urgencia

como motivo de consulta un factor de riesgo para una alta

Para determinar la relación de los factores de comportamiento con la

severidad de caries dental, en un contexto multivariado, se empleó el

análisis de regresión logística múltiple. Los resultados encontrados después

del análisis mostraron que los factores de riesgo para una alta severidad de

caries en el presente estudio fueron la frecuencia y oportunidad de consumo

de productos azucarados, la edad de inicio de cepillado y el uso diario del

hilo dental. Así, los niños que consumen productos azucarados 2 a 3 veces

y más de 3 veces al día tuvieron 7.19 y 5.12 veces respectivamente más

oportunidad de presentar alta severidad de caries cuando fueron

comparados con los niños que consumían esos productos máximo una vez

al día. Aquellos que consumen estos productos entre las comidas

principales tienen 2.71 veces mas riesgo que los niños que lo hacen junto

con las comidas principales. Los niños que iniciaron su cepillado dental a los

3 ó 4 años y a los 5 años tuvieron 29.4 y 3.63 veces respectivamente más

probabilidad de presentar alta severidad de caries que los niños que

iniciaron máximo a los 2 años. Por último, los niños que refirieron no usar

hilo dental tuvieron 6.1 veces más probabilidad de presentar alta severidad

de caries que aquellos que afirmaron usar este implemento de higiene oral

diariamente. (Cuadro 9)

Cuadro 1. Distribución según género y grupo etario de niños de 6 a 11 años del

distrito de Chosica, 2008.

Cuadro 2. Experiencia de caries dental (promedio ce od-CPOD) según género y

grupo etario de niños 6 a 11 años del distrito de C hosica, 2008.

Grupo Etario

Género

Femenino Masculino

n % n %

6-8 34 43.0 40 51.3

9-11 45 57.0 38 48.7

TOTAL 79 100.0 78 100.0

Variables Experiencia de Caries Dental TOTAL

Media DE VMín VMáx n %

Género

Femenino 4.87 3.47 0 18 79 50.3

Masculino 4.37 3.24 0 12 78 49.7

Grupo Etario

6 - 8 4.95 3.38 0 13 84 53.5

9 -11 4.34 3.32 0 18 73 46.5

Cuadro 3. Severidad de caries dental según género y grupo etario de niños de 6 a

11 años del distrito de Chosica, 2008.

Cuadro 4. Hábitos dietéticos según género y grupo e tario de niños de 6 a 11 años

del distrito de Chosica, 2008.

Factores Género Grupo Etario TOTAL

Femenino Masculino 6-8 9-11

n % n % n % n % n %

Consumo de prod. azucarados

≤ 1 vez al día 11 13.9 21 26.9 10 13.5 22 26.5 32 20.4

2-3 veces al día 41 51.9 35 44.9 40 54.1 36 43.4 76 48.4

>3 veces al día 27 34.2 22 28.2 24 32.4 25 30.1 49 31.2

Oportunidad del consumo

Con las comidas principales 27 34.2 32 41.0 29 39.2 30 36.1 59 37.6

Entre las comidas principales 52 65.8 46 59.0 45 60.8 53 63.9 98 62.4

Variables

Severidad de Caries Dental

Alta Baja

n % n %

Género

Femenino 39 53.4 40 47.6

Masculino 34 46.6 44 52.4

Grupo Etario

6 - 8 40 54.8 34 40.5

9 - 11 33 45.2 50 59.5

TOTAL 73 100.0 84 100.0

Cuadro 5. Hábitos de higiene oral según género y gr upo etario de niños de 6 a 11

años del distrito de Chosica, 2008.

Cuadro 6. Valoración de la salud oral según género y grupo etario de niños de 6 a

11 años del distrito de Chosica, 2008.

Factores Género Grupo Etario

TOTAL Femenino Masculino

6-8 9-11

n % n % n % n % n % Visita periódica al dentista

Si 29 36.7 22 28.2 24 32.4 27 32.5 51 32.5

No 50 63.3 56 71.8 50 67.6 56 67.5 106 67.5

Visita en los últ. 2 años

Si 56 70.9 53 67.9 50 67.6 59 71.1 109 69.4

No 23 29.1 25 32.1 24 32.4 24 28.9 48 30.6

Motivo visita al dentista (n=109)

Control/Prevención 21 37.5 17 32.1 17 34.0 21 35.6 38 34.9

Tratamiento 22 39.3 23 43.4 20 40.0 25 42.4 45 41.3

Urgencia 13 23.2 13 24.5 13 26.0 13 22.0 26 23.8

Factores Género Grupo Etario TOTAL

Femenino Masculino 6-8 9-11 n % n % n % n % n %

Número de veces del cepillado

≥2 veces al día 43 54.4 47 60.2 46 62.2 44 53.0 90 57.3

1 vez al día 33 41.8 29 37.2 26 35.1 36 43.4 62 39.5

< 1 vez al día 3 3.8 2 2.6 2 2.7 3 3.6 5 3.2

Edad de inicio del cepillado

0-2 años 7 8.9 7 9.0 7 9.5 7 8.4 14 8.9

3-4 años 43 54.4 51 65.4 49 66.2 45 54.2 94 59.9

5 años a más 29 36.7 20 25.6 18 24.3 31 37.4 49 31.2

Uso de crema dental

Si 68 86.1 72 92.3 67 90.5 73 87.9 140 89.2

A veces 11 13.9 6 7.7 7 9.5 10 12.1 17 10.8

Uso diario del hilo dental

Si 1 1.3 3 3.8 3 4.1 1 1.2 4 2.5

A veces 27 34.2 28 35.9 25 33.8 30 36.1 55 35.1

No 51 64.5 47 60.3 46 62.1 52 62.7 98 62.4

Cuadro 7. Factores de Comportamiento según Experien cia de caries dental

(promedio ceod-CPOD) de niños de 6 a 11 años del di strito de Chosica, 2008.

Factores Experiencia de Caries Dental TOTAL P Media DE Vmín Vmáx n %

Consumo de productos azucarados

≤ 1 vez al día 2,81 3,04 0 10 32 20,4 0.000* 2-3 veces al día 4,46 3,38 0 18 76 48,4

>3 veces al día 6,06 2,9 0 11 49 31,2

Oportunidad del consumo

Con las comidas principales 3,49 3,16 0 18 59 37,6 0.01*

Entre las comidas principales 5,31 3,29 0 13 98 62,4

Número de veces del cepillado

≥2 veces al día 3,49 2,66 0 11 90 57,3 0.000* 1 vez al día 6,06 3,62 0 18 62 39,5

< 1 vez al día 7,2 3,42 3 10 5 3,2

Edad de inicio del cepillado

0-2 años 1,07 2,2 0 8 14 8,9 0.000* 3-4 años 3,99 2,67 0 11 94 59,9

5 años a más 6,86 3,44 0 18 49 31,2

Uso de crema dental

Si 4,25 3,13 0 13 140 89,2 0.000*

A veces 7,71 3,6 1 18 17 10,8

Uso diario del hilo dental

Si 2,25 3,86 0 8 14 8,9 0.000* A veces 2,73 2,5 0 11 94 59,9

No 5,79 3,24 0 18 49 31,2

Visita periódica al dentista

Si 2,94 3,09 0 11 51 32,5 0.000*

No 5,43 3,18 0 18 106 67,5

Visita en los últ. 2 años

Si 4,21 3,57 0 18 109 69,4 0.020*

No 5,53 2,64 0 13 48 30,6

Motivo de la visita al dentista (n=109)

Control/Prevención 1,16 1,24 0 4 38 34.9 0.000* Tratamiento 4,93 2,36 1 10 45 41.3

Urgencia 7,35 4,15 0 18 26 23.8

Cuadro 8. Factores de Comportamiento según Severida d de caries dental de

niños de 6 a 11 años del distrito de Chosica, 2008.

Severidad de Caries Dental Total X2 P

Factores Alta Baja

n % n % n %

Consumo de productos azucarados

≤ 1 vez al día 7 9,6 25 29,8 32 20,4 23.63 0.000* 2-3 veces al día 30 41,1 46 54,8 76 48,4

>3 veces al día 36 49,3 13 15,5 49 31,2

Oportunidad del consumo

Con las comidas principales 16 21,9 43 51,2 59 37,6 14.26 0.000*

Entre las comidas principales 57 78,1 41 48,8 98 62,4

Número de veces del cepillado

≥2 veces al día 32 43,8 58 69 90 57,3 10.15 0.006* 1 vez al día 38 52,1 24 28,6 62 39,5

< 1 vez al día 3 4,1 2 2,4 5 3,2

Edad de inicio del cepillado

0-2 años 1 1,4 13 15,5 14 8,9 31.74 0.000* 3-4 años 34 46,6 60 71,4 94 59,9

5 años a más 38 52,1 11 13,1 49 31,2

Uso de crema dental

Si 58 79,5 82 97,6 140 89,2 13.35 0.000*

A veces 15 20,5 2 2,4 17 10,8

Uso diario del hilo dental

Si 1 1,4 3 3,6 4 2,5 26.03 0.000* A veces 11 15,1 44 52,4 55 35

No 61 83,6 37 44 98 62,4

Visita periódica al dentista

Si 15 20,5 36 42,9 51 32,5 8.86 0.030*

No 58 79,5 48 57,1 106 67,5

Visita en los últ. 2 años

Si 45 61,6 63 75 108 68,8 3.24 0.070

No 28 38,4 21 25 49 31,2

Motivo de la visita al dentista (n=42)

Control/Prevención 0 0 38 59,4 38 34,9 44.12 0.000* Tratamiento 25 55,6 20 31,3 45 41,3

Urgencia 20 44,4 6 9,4 26 23,9

Cuadro 9. Análisis de regresión logística múltiple de los factores relacionados a

la severidad de caries de niños de 6 a 11 años del distrito de Chosica, 2008.

Factores Beta E.E O.R. IC 95%

p Limite Inf. Limite Sup.

Consumo de productos azucarados 0.002

≤ 1 vez al día

2-3 veces al día 1.974 .659 7.196 1.976 26.209 .003

>3 veces al día 1.635 .515 5.128 1.867 14.083 .002

Oportunidad del consumo 0.000

Con las comidas principales

Entre las comidas principales .999 .460 2.715 1.103 6.685 .030

Edad de inicio del cepillado 0.003

0-2 años

3-4 años 3.381 1.368 29.404 2.015 429.123 .013

5 años a más 1.291 .542 3.635 1.257 10.516 .017

Uso diario del hilo dental 0.002

Si

A veces -.889 1.591 .411 .018 9.296 .576

No 1.809 .525 6.104 2.181 17.082 .001

Gráfico 1. Distribución porcentual según género y g rupo etario de niños de 6 a 11

años del distrito de Chosica, 2008

Gráfico 2. Distribución porcentual de la severidad de caries según género y grupo

etario de niños de 6 a 11 años del distrito de Chos ica, 2008

43

5751,3 48,7

0

10

20

30

40

50

60

Femenino Masculino

6-8

9-11

53,447,6 46,6

52,4

0

10

20

30

40

50

60

70

Femenino Masculino

Severidad de caries según género

54,8

40,545,2

59,5

0

10

20

30

40

50

60

70

6 - 8 9 - 11

Severidad de caries según grupo etario

Alta

Baja

Gráfico 3. Hábitos dietéticos según género de niños de 6 a 11 años del distrito de

Chosica, 2008

Gráfico 4. Hábitos dietéticos según grupo etario de niños de 6 a 11 años del

distrito de Chosica, 2008

Consumo de productos azucarados según género

13,9

51,9

34,2

26,9

44,9

28,2

0

10

20

30

40

50

60

≤ 1 vez al día 2-3 veces al día >3 veces al día

Oportunidad de consumo según género

34,241,0

59,065,8

0

10

20

30

40

50

60

70

Con las comidas principales Entre las comidasprincipales

Femenino

Masculino

Consumo de productos azucarados según grupo etario

13,5

54,1

32,426,5

43,4

30,1

0

10

20

30

40

50

60

≤ 1 vez al día 2-3 veces al día >3 veces al día

Oportunidad de consumo según grupo etario

39,2

60,8

36,1

63,9

0

10

20

30

40

50

60

70

Con las comidas principales Entre las comidas princi pales

6-8

9-11

Gráfico 5. Hábitos de higiene oral según género de niños de 6 a 11 años del

distrito de Chosica, 2008

Gráfico 6. Hábitos de higiene oral según grupo etar io de niños de 6 a 11

años del distrito de Chosica, 2008

Frecuencia de cepillado según género

41,8

60,2

37,2

3,8

54,4

2,60

10

20

30

40

50

60

70

≥2 veces al día 1 vez al día < 1 vez al día

Edad de inicio de cepillado según género

8,9

54,4

36,7

9,0

65,4

25,6

0

10

20

30

40

50

60

70

0-2 años 3-4 años 5 años a más

Femenino

Masculino

Uso de crema dental según género

86,1

13,9

92,3

7,7

0

20

40

60

80

100

Si A veces

Uso de hilo dental según género

1,3

34,2

64,5

3,8

35,9

60,3

0

10

20

30

40

50

60

70

Si A veces No

Femenino

Masculino

Frecuencia de cepillado según grupo etario

62,2

35,1

2,7

53,0

43,4

3,6

0

10

20

30

40

50

60

70

≥2 veces al día 1 vez al día < 1 vez al día

Uso de crema dental según grupo etario

90,5

9,5

87,9

12,1

0

20

40

60

80

100

Si A veces

Edad de inicio de cepillado según grupo etario

9,5

66,2

24,3

8,4

54,2

37,4

0

10

20

30

40

50

60

70

0-2 años 3-4 años 5 años a más

6-8

9-11

Uso de hilo dental según grupo etario

4,1

33,8

62,1

1,2

36,1

62,7

0

10

20

30

40

50

60

70

Si A veces No

6-8

9-11

Grafico 7. Valoración de la salud oral según género de niños de 6 a 11 años del

distrito de Chosica, 2008

Grafico 8. Valoración de la salud oral según grupo etario de niños de 6 a 11 años

del distrito de Chosica, 2008

Visita periódica al dentista según género

36,728,2

63,371,8

0

10

20

30

40

50

60

70

80

Femenino Masculino

Visita en los 2 ult. años según género

67,9

29,1

70,9

32,1

0

10

20

30

40

50

60

70

80

Femenino Masculino

Si

No

Motivo de visita según género

37,5 39,3

32,1

23,2 24,5

43,4

0

10

20

30

40

50

60

Control/Prev. Tratamiento Urgencia

Femenino

Masculino

Motivo de visita según grupo etario

34,040,0

26,0

35,6

42,4

22,0

0,0

10,0

20,0

30,0

40,0

50,0

60,0

Control/Prev. Tratamiento Urgencia

6-8

9-11

Visita periódica al dentista según grupo etario

32,4 32,5

67,6 67,5

0

10

20

30

40

50

60

70

80

6-8 9-11

Visita en los 2 ult. años según grupo etario

67,671,1

32,428,9

0

10

20

30

40

50

60

70

80

6-8 9-11

Si

No

V. DISCUSIÓN

La población de estudio estuvo constituida por 420 escolares de 6 a 11 años

del 1.º al 6.º grado de primaria de tres colegios particulares del distrito de

Chosica, Departamento de Lima, Perú. Se consideró la edad cumplida hasta

la fecha de la ejecución del trabajo en cada centro educativo, para evitar

cualquier tipo de sesgo en la edad de los niños. La muestra estuvo

constituida por escolares que pertenecen a colegios particulares y la

prevalencia de caries dental fue alta 88.5%, con un promedio ceod-CPOD

de 4.62 ± 3.35. Estos resultados son similares a estudios realizados en

diferentes colegios del país14, 39-43; lo cual indica que las intervenciones

preventivo-promocionales que promueve el MINSA, como la fluorización de

la sal y el control odontológico del niño desde la etapa prenatal, no está

teniendo efecto en la disminución de la prevalencia de la enfermedad.1

Muchos estudios han hallado relación entre la dieta cariogénica y la caries

dental, ya sea por la frecuencia de su consumo al día3,6,7,13,44,45 o entre

comidas8,9,46. Algunos no encontraron esta asociación lo que puede

explicarse por la etiología multifactorial de la caries dental2,47-49. En este

estudio, en la ingesta de productos azucarados, se encontró asociación

significativa respecto a su frecuencia y oportunidad de consumo, con el

promedio y severidad de caries dental. Es decir, los niños que consumen

estos productos más de 3 veces al día y entre las comidas, tienen más

riesgo a formar caries dental. Estos resultados concuerdan con el estudio de

Peres y col., quien trabajando en niños de 12 años, determinó que los

hábitos de consumo de productos cariogénicos, principalmente en relación a

su frecuencia, es el factor de comportamiento más aceptado en el

desenvolvimiento del proceso carioso; especialmente relacionado al acto de

“picar” entre las comidas principales.

Respecto a los hábitos de higiene oral, no se ha determinado la relación de

la presencia de placa dental o higiene oral y la caries dental cuando se han

estudiado únicamente ambas variables, lo que se puede explicar por la

etiología multicausal de la caries13, 50. Sin embargo, en el estudio, se

encontró una relación significativa entre los hábitos de higiene oral y el

promedio y severidad de caries, cuando se analizó independientemente esta

variable. El hecho de que los niños se cepillen los dientes con baja

frecuencia (menos de una vez al día)2,3,8,10,11, inicien su cepillado dental

tardíamente2,6,9,10, no usen crema dental cada vez que se cepillan8 o la falta

de uso de hilo dental; constituyen factores de riesgo para la presencia y

severidad de la caries dental, lo que se puede explicar por el hecho de que

estarían contribuyendo al mantenimiento de la placa bacteriana, la cual

alberga a las bacterias responsables de la destrucción del tejido dentario.

Con respecto a la valoración de la salud oral, interpretada por la visita

periódica al dentista, el motivo y la visita en los últimos 2 años, se encontró

asociación significativa de estos factores con la experiencia de caries dental

(promedio ceod-CPOD). Los padres que refirieron llevar a sus niños

periódicamente al dentista sin necesidad de presentar algún síntoma,

tuvieron menor promedio de índice de caries, al igual que aquellos que

asistieron en los últimos dos años. Sin embargo, este último factor no se

asoció con la severidad de caries, coincidiendo con Peres y col. quienes

tampoco hallaron asociación significativa, debido probablemente a que es

más importante el motivo de consulta. En el estudio el motivo de visita al

dentista se asoció significativamente a la experiencia (promedio) y severidad

de caries, es decir, que los niños que asistieron por motivo de control

tuvieron menor promedio de índice ceod-CPOD; pudiéndose establecer que

hay mayor riesgo de presentar alta severidad de caries cuando se acude al

dentista por tratamiento y por urgencia que cuando se acude por control.

Estos resultados coinciden con los estudios de Peres y col. y Mattos,

quienes encontraron asociación significativa al relacionar el motivo de visita

con la historia de caries (tratamiento: OR=5.82 y urgencia: OR=8.45) y con

la severidad (tratamiento y urgencia: OR=6.62), respectivamente.

Al considerar los factores de comportamiento en relación a la severidad de

caries dental, en un contexto multivariado, sólo se encontró asociación

estadísticamente significativa con los factores: hábitos dietéticos (frecuencia

y oportunidad de consumo de productos azucarados) y los hábitos de

higiene oral referidos a la edad de inicio del cepillado y el uso diario de hilo

dental. A pesar de que existen diferencias de edad y de cultura entre las

muestras de estudio, investigaciones como las de Peres y col. y Mora y col.

también encontraron relación estadísticamente significativa de la caries

dental con la frecuencia diaria de consumo de azúcares en el análisis

multivariado. Del mismo modo, Vannobbergen y col., Creedon y col. y

Perinetti y col., además de encontrar relación entre la prevalencia de caries

y el consumo de azúcares entre las comidas, hallaron asociación

significativa con la edad de inicio de cepillado.

En base a estos resultados, se podrán formar programas de salud bucal

pública tanto en el distrito de Chosica como en la población escolar general;

para reconocer los grupos de riesgo que necesiten medidas preventivas

acentuadas en la adopción de adecuados hábitos dietéticos y de higiene

oral, por ser fuertes indicadores de riesgo de caries dental. Se sabe que

para realizar un comportamiento son necesarias actitudes y conocimientos

previos; es por eso que se requieren más estudios para corroborar la

influencia de conductas, actitudes y conocimientos- respecto a la salud oral-

de los niños y sus padres en la prevalencia o severidad de caries dental

VI. CONCLUSIONES

• La prevalencia y severidad de caries dental fue alta con promedios

similares según género y grupo etario.

• En relación a los hábitos dietéticos, es más frecuente el consumo de

productos azucarados de 2-3 veces al día, entre las comidas principales.

• En relación a los hábitos de higiene oral, la mayoría de los niños iniciaron

la limpieza de los dientes entre los 3 y 4 años, es más frecuente el

cepillado más de 2 veces al día, casi todos usaron crema dental cada vez

que se cepillan y más de la mitad nunca usaron el hilo dental.

• En relación a la valoración de la salud oral, la mayoría de los niños no

visitan periódicamente al dentista y casi tres cuartas partes de ellos refiere

haber visitado en los últimos dos años, siendo el motivo de consulta más

común el tratamiento odontológico.

• Los hábitos dietéticos, hábitos de higiene oral y valoración de la salud oral

se relacionaron individualmente con el promedio y severidad de caries

dental. La severidad de caries dental fue mayor en aquellos que consumían

productos azucarados más de dos veces al día entre las comidas

principales, iniciaron su cepillado dental después de los 3 años y nunca

usaron hilo dental.

• Existe relación directa entre la experiencia de caries dental con los factores

de comportamiento referidos a los hábitos dietéticos, hábitos de higiene

oral y valoración de la salud oral, de los escolares de 6 a 11 años.

VII. RECOMENDACIONES

• Realizar estudios que relacionen estas mismas variables con los

conocimientos y actitudes sobre salud oral de los niños y sus padres

simultáneamente, para que sirvan como base en la evaluación y realización

de estrategias preventivas eficaces; y así lograr la adopción de conductas y

estilos de vida saludables.

• Realizar estudios similares en niños preescolares para identificar los

factores asociados a esta enfermedad en ese grupo de estudio, e intervenir

a tiempo con campañas y programas de salud oral en esta población.

• Considerar en futuros estudios la frecuencia y el momento de consumo de

azúcares como una sola variable; es decir, evaluar la frecuencia del

consumo de estos productos entre comidas y determinar su relación con la

experiencia y severidad de caries dental.

• Ya que se ha demostrado que el nivel socioeconómico es un importante

predictor de riesgo de caries dental, sería recomendable investigar e

identificar los factores conductuales relacionados a la prevalencia de caries

en escolares pertenecientes a colegios particulares y estatales de

diferentes estratos socioeconómicos; y así poder intervenir con programas

preventivos exclusivos para cada nivel.

RESUMEN

El propósito del estudio fue determinar los factores de comportamiento

relacionados con la experiencia de caries dental en 157 niños de 6 a 11 años

de edad, pertenecientes a tres colegios particulares del distrito de Chosica,

Lima-Perú. El examen clínico se realizó siguiendo los criterios de diagnóstico

de la OMS para la caries dental. Se utilizó un cuestionario dirigido a los

padres para recolectar la información sobre los posibles indicadores de

riesgo de caries. La prevalencia de caries fue del 88.5%, con un promedio

ceod-CPOD de 4.62 ± 3.35, sin diferencias significativas en los promedios de

caries según género y grupo etario.

Todos los factores de comportamiento demostraron una relación significativa

cuando fueron analizados individualmente en relación al promedio y

severidad de caries dental. En el análisis de regresión logística múltiple, se

encontró que sólo los hábitos dietéticos, la edad de inicio del cepillado y el

uso diario de hilo dental estuvieron asociados significativamente con la

severidad de caries dental. Es decir, que la severidad de caries fue mayor en

aquellos niños que consumían productos azucarados más de dos veces al

día entre las comidas principales, iniciaron su cepillado dental después de los

3 años y nunca usaron hilo dental.

ABSTRACT

The aim of this study was to determine the behavioral factors associated with

the experience of dental caries in 157 children 6 to 11 years of age from three

private schools in the district of Chosica, Lima-Peru. Clinical examination was

performed following the WHO caries diagnostic criteria to assess caries status.

A questionnaire directed to the parents was used to collect information about

potential risk indicators of caries. Caries prevalence was 88.5%, with an

average CPOD/ceod of 4.62 ± 3.35, without significant differences in the

average caries by gender and age group.

All behavior factors demonstrated a significant relationship when they were

analyzed individually in relation to the experience and severity of dental caries.

In multiple logistic regression analysis, we found that dietary habits, age of

onset of brushing and floss daily use were significantly associated with the

severity of dental caries. It means that severity of caries was higher in children

who consume sugary products more than twice a day between meals;

toothbrushing began after the 3 years and never used dental floss.

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ANEXOS

ANEXO 1

CALCULO DEL TAMAÑO MUESTRAL

Se obtuvo con la siguiente fórmula:

N.z2.p.(1-p)

(N -1).e2 + z2.p.(1-p)

p = proporción de niños con caries dental = 0.83 (obtenido de estudio

piloto)

z = coeficiente de confianza para un alfa de 0.05 = 1.96

e = error de estimación = 0.05

Reemplazando:

420.1.962.0.83.0.17

419.0.052 + 1.962.0.83.0.17

n =

n = = 143.21 + 10%(143.21) = 157.21 = 157

ANEXO 2

FICHA DE CONSENTIMIENTO INFORMADO

Estimado Padre de Familia:

Es grato dirigirme a usted para saludarlo cordialmente y a la vez informarle que se

realizará un Trabajo de Investigación titulado “FACTORES DE COMPORTAMIENTO

EN RELACION A LA EXPERIENCIA DE CARIES DENTAL EN ES COLARES DE 6 A

11 AÑOS” , el cual está dirigido a los niños del 1.° al 6.° Grado de Primaria de diferentes

Centros Particulares del distrito de Chosica. Por tal motivo, solicitamos su autorización

para realizar un examen clínico a su niño(a), el mismo que será efectuado en el mismo

centro escolar y que no conlleva ningún riesgo para la salud ni ningún gasto para su

familia. Además, necesitaremos de su colaboración para conocer algunos datos acerca

de los hábitos relacionados a la salud bucal de su hijo(a), los cuales se obtendrán

mediante un cuestionario.

Luego del examen, se convocará a una reunión donde usted recibirá una charla

informativa y se le entregará un informe escrito con el estado de salud oral de su

niño(a) y las necesidades de tratamiento requerido, lo cual será útil para considerarlo

solicitándolo a un dentista en el establecimiento de salud al que pueda acceder.

En el caso de que usted consienta permitir la participación de su niño, por favor, llene

los datos y firme la siguiente autorización:

Yo,………………………………………………, padre/madre/tutor del niño/a……...………..

………………………...., estoy dispuesto a participar del estudio y permitir que mi hijo(a)

lo haga. Por ello firmo en fecha ___/___/___.

Sr. /Sra.:

DNI:

ANEXO 3

UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS

FACULTAD DE ODONTOLOGÍA

CUESTIONARIO

NOMBRE DEL NIÑO: ………………………………………….….…. SEXO: 1. M 2. F

COLEGIO: …………………………………..………….………..… EDAD: ……………….

NOMBRE DEL DECLARANTE: ………………………………………. PARENTESCO:………….

1. ¿Con que frecuencia su hijo(a) consume productos o bebidas azucaradas (es decir,

golosinas, dulces, queques, bizcochos, refrescos o infusiones azucaradas)?

1. Una vez al día / No todos los días

2. Dos ó 3 veces al día

3. Más de 3 veces al día

2. ¿En qué oportunidades consume con mayor frecuencia estos productos azucarados?

1. Junto con las comidas principales (en el desayuno, almuerzo y/o cena)

2. Entre las comidas principales

3. ¿Con que frecuencia su hijo(a) se cepilla los dientes?

1. Dos o más veces al día.

2. Una vez al día

3. Algunas veces por semana

4. No se cepilla

Si la respuesta es la N.° 4, pase a la pregunta N.° 7.

4. ¿A qué edad su hijo(a) empezó la limpieza o cepillado de sus dientes?

1. De 0 - 2 años.

2. De 3 - 5 años

3. De 5 años a más

5. ¿Su niño(a) usa crema dental cada vez que se cepilla?

1. Sí

2. A veces

3. No

6. ¿Su niño(a) utiliza diariamente el hilo dental como complemento del cepillado de dientes?

1. Sí

2. A veces

3. No

7. ¿Lleva a su niño(a) periódicamente al dentista?

1. Sí

2. No

8. ¿Su niño(a) ha visitado al dentista en los últimos 2 años?

1. Sí

2. No

9. ¿Cuál fue la razón por la cual el niño(a) acudió al dentista?

1. Control/Prevención

2. Tratamiento

3. Urgencia

ANEXO 4

UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS

FACULTAD DE ODONTOLOGÍA

FICHA DE RECOLECCION DE DATOS

NOMBRE: ……………………………………………….….…. SEXO: ………………

COLEGIO: ………………………………………….………..… EDAD: ……………….

ODONTOGRAMA

Ficha N. º

Promedio de caries dental =

Severidad de caries dental =