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UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR FACULTAD DE CIENCIAS PSICOLÓGICAS CARRERA DE PSICOLOGÍA CLÍNICA “Correlación entre los estilos de personalidad y mecanismos de defensa en mujeres víctimas de Violencia Intrafamiliar” Informe Final del Trabajo de Titulación de Psicóloga Clínica Autora: Daniela Estefanía Montalvo Nieto Tutor: Dr. Alex Castro Castro, Msc. Promoción: Abril - Septiembre 2014 Quito 2015

UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR FACULTAD DE … · personalidad de Millon y Escala de mecanismos de defensa DSM4), en una muestra de cuarenta – participantes

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UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR FACULTAD DE CIENCIAS PSICOLÓGICAS

CARRERA DE PSICOLOGÍA CLÍNICA

“Correlación entre los estilos de personalidad y mecanismos de defensa en mujeres víctimas de

Violencia Intrafamiliar”

Informe Final del Trabajo de Titulación de Psicóloga Clínica

Autora: Daniela Estefanía Montalvo Nieto Tutor: Dr. Alex Castro Castro, Msc.

Promoción: Abril - Septiembre 2014

Quito 2015

AGRADECIMIENTO

Este trabajo es el resultado del trabajo llevado a cabo gracias a la colaboración de diversas personas,

entre las que quisiera destacar:

La Universidad Central del Ecuador, Facultad de Ciencias Psicológicas que con su apoyo académico,

técnico y científico me dotaron los conocimientos fundamentales para desarrollar mi labor

profesional día a día.

A mis padres, quienes a más de ser mi estímulo diario para superar las adversidades y alcanzar mis

metas más anheladas, son el mayor ejemplo de vida, superación y perseverancia que me han

acompañado e incentivado durante toda mi formación profesional y humana.

A la doctora Mila Moreno, una admirable psicóloga que tuve la fortuna de haber conocido, y quien

con mucho esmero, paciencia y disciplina, supo impartirme su sabiduría y dotarme de diversos

conocimientos que son hasta ahora una importante fuente de enriquecimiento profesional y personal.

A mi hermana y mis abuelitos, que han sido el incentivo diario en mi trabajo, y quienes han sabido

acompañarme, teniendo firme certeza de mis capacidades.

A mi familia, por ser el eje motor que guía y fortalece mi diario vivir.

ii

DEDICATORIA

Este trabajo, está dedicado a mis padres que me han acompañado infaltablemente durante todo mi

camino de vida, y que con su amor, entrega, confianza e incondicional apoyo, me han permitido

desarrollar destrezas y fortalezas que guían y acompañarán mi futura labor profesional y también

personal, permitiéndome alcanzar uno de los mayores sueños como lo ha sido ser Psicóloga Clínica.

A mi hermana, ya que su compañía, confianza y eterna amistad, han impulsado y enriquecido cada

día más las herramientas necesarias para superarme día a día y conseguir cumplir las más grandes

metas de mi vida.

A mis maestros, quienes con toda seguridad, pueden confiar que llevaré a la práctica todo los

conocimientos que he recibido de ellos de la mejor manera, priorizando la búsqueda de la salud como

base que guiará mi diaria labor.

A los Padres Julen y Fernando, quienes me abrieron las puertas de su iglesia y a todas las mujeres

quienes participaron en este importante trabajo que me permitieron llevar a cabo la presente

investigación, con la firme certeza de mis habilidades.

Con cariño, Dany

iii

iv

DECLARATORIA DE ORIGINALIDAD

v

AUTORIZACIÓN DE LA AUTORÍA INTELECTUAL

RESUMEN DOCUMENTAL Trabajo de investigación sobre Psicología Clínica, específicamente personalidad y violencia. El objetivo principal es analizar el tipo de correlación existente entre los Estilos de Personalidad y Mecanismos de Defensa en mujeres víctimas de Violencia Intrafamiliar. La finalidad fue probar la presencia de una correlación directa entre estilos de personalidad y mecanismos de defensa. Se explica teóricamente, a partir de la concepción bio-psico-social de Millon, en tres capítulos fundamentales: Violencia Intrafamiliar, Personalidad y Mecanismos de Defensa. Investigación correlacional, cuantitativa, no experimental, con método científico y técnica psicométrica (Test de personalidad de Millon y Escala de mecanismos de defensa – DSM4), en una muestra de cuarenta participantes. Concluyéndose que existen correlaciones positivas y negativas significativas entre ciertos estilos de Personalidad con determinados Niveles de Defensa. Se recomienda que se generen nuevas estrategias de intervención en casos de Violencia que hagan un mayor énfasis al estudio de personalidad y mecanismos de defensa para poder brindar una atención integral a las víctimas que sea una respuesta efectiva a sus necesidades, a su realidad y a las diversas alteraciones de salud que genera esta compleja problemática, a fin de restablecer su bienestar físico, mental social y familiar

CATEGORÍAS TEMÁTICAS PRIMARIA: PSICOLOGÍA CLÍNICA SECUNDARIA: PERSONALIDAD VIOLENCIA DESCRIPTORES ESTILOS DE PERSONALIDAD COMPORTAMIENTO AFRONTAMIENTO MECANISMOS DE DEFENSA VIOLENCIA INTRAFAMILIAR DESCRIPTORES GEOGRÁFICOS: SIERRA, PICHINCHA, QUITO, FUNDACIÓN CARITAS

vi

DOCUMENTARY ABSTRACT

vii

DOCUMENTARY ABSTRACT This is a research work on clinical psychology, specifically on personality and violence. The main purpose is analyzing type of correlation between personality styles and defense mechanisms in women affected by family violence. The purpose was demonstrating a direct relation between personality stiles and defense mechanisms. It has been theoretically explained, from the MILLION‘s BIO-PSYCHO-SOCIAL CONCEPTION, in three chapters: family violence, personality and defense mechanisms. It was a correlational, quantitative, non-experimental research, by using scientific method and a psychometric technique (Million personality and defense mechanisms score – DSM4), on a sample of forty participants. It was concluded there are significant positive and negative correlations between personality styles and certain defense levels. It has been recommended to generate new intervention strategies in cases of violence with emphasis on study of personality defense mechanisms to provide integral attention to victims as an effective response to the needs, reality and diverse health disorders generating such complex problematic, in order to reach physical, mental and family wellbeing. THEMATIC CATEGORY: PRIMARY: CLINICAL PSYCHOLOGY SECONDARY: PERSONALITY VIOLENCE DESCRIPTOR: PERSONALITY STILES BEHAVIOR COPING DEFENSE MECHANISM DEFENSE MECHANISMS FAMILY VIOLENCE GEOGRAPHIC DESCRIPTORS: SIERRA, PICHINCHA, QUITO, FUNDACIÓN CARITAS

viii

TABLA DE CONTENIDO A. PRELIMINARES Agradecimiento ............................................................................................................................ ii Dedicatoria .................................................................................................................................. iii Declaratoria de Originalidad ...................................................................................................... iv Autorización de la Autoría Intelectual ............................................................................................v Resumen documental ................................................................................................................... vi Documentary abstract ................................................................................................................. vii Tabla de contenido ....................................................................................................................... ix Tabla de cuadros .......................................................................................................................... xi Tabla de gráficos.......................................................................................................................... xi B. INFORME FINAL DEL TRABAJO DE TITULACIÓN

INTRODUCCIÓN .....................................................................................................................1 FORMULACIÓN DEL PROBLEMA ........................................................................................2 Preguntas de investigación .........................................................................................................2 Objetivos ...................................................................................................................................2

General ..................................................................................................................................2 Específicos .............................................................................................................................2

Justificación e importancia .........................................................................................................3 MARCO TEÓRICO ....................................................................................................................5 TITULO .......................................................................................................................................5

VIOLENCIA INTRAFAMILIAR ..............................................................................................5 1.1 Definición y Tipos de Violencia Intrafamiliar .................................................................6

1.1.1 Definición ...................................................................................................................6 1.2 Tipos de Violencia Intrafamiliar .....................................................................................7

1.2.1 Violencia Física ..........................................................................................................7 1.2.2 Violencia Psicológica..................................................................................................8 1.2.3 Violencia Sexual .........................................................................................................9

1.3 Causas e Indicadores..................................................................................................... 10 1.3.1 El apego ................................................................................................................... 11 1.3.2 Formas de comunicación:.......................................................................................... 12 1.3.3 Formas de relación .................................................................................................... 13 1.3.4 Aspectos cognitivos .................................................................................................. 14 1.3.5 Nivel socio-cultural................................................................................................... 15

1.4 Ciclo de Violencia Intrafamiliar .................................................................................... 16 1.4.1 Fase de Acumulación de Tensión .............................................................................. 16 1.4.2 Fase de Estallido de la Tensión o Explosión Violenta: ............................................... 17 1.4.3 Fase de Luna de Miel o Arrepentimiento ................................................................... 18

1.5 Perfil del Agresor y la Victima ...................................................................................... 19 1.5.1 Perfil del agresor ....................................................................................................... 19 1.5.2 Perfil de la víctima .................................................................................................... 22

1.6 Realidad Nacional de la Violencia Intrafamiliar ............................................................ 25 1.7 Efectos de la Violencia Intrafamiliar en los Diversos Campos del Desarrollo Humano .. 28 1.8 Perspectiva Psicológicas de la VIF ................................................................................ 30

TITULO II ................................................................................................................................. 34

PERSONALIDAD ................................................................................................................... 34 2.1 Definición .................................................................................................................... 34 2.2 Estructura y Desarrollo de la Personalidad .................................................................... 35

2.2.1 Estructura de la Personalidad .................................................................................... 36 2.2.2 Desarrollo de la Personalidad: ................................................................................... 36

2.3 Rasgos y Tipos de Personalidad Normal ....................................................................... 38

ix

2.4 Enfoque Bio-psico-social de la Personalidad ................................................................. 40 2.5 Diagnóstico de la Personalidad ..................................................................................... 44

2.5.1 Inventario Multifásico de la Personalidad de Millon: ................................................. 45 TITULO III ................................................................................................................................ 48

MECANISMOS DE DEFENSA............................................................................................... 48 3.1 Definición e Historia..................................................................................................... 48 3.2 Principales Mecanismos de Defensa.............................................................................. 49 3.3 Personalidad y Mecanismos de Defensa ........................................................................ 52 3.4 Mecanismos de Defensa y DSM IV .............................................................................. 53

3.4.1 Escala de Mecanismos de Defensa: ........................................................................... 54 MARCO METODOLÓGICO ................................................................................................... 57

Hipótesis .................................................................................................................................. 57 Definición Conceptual de las Variables ................................................................................ 57 Definición Operacional de las Variables: .............................................................................. 58

Enfoque de la Investigación: .................................................................................................... 58 Tipo de Investigación ............................................................................................................... 59 Diseño de la Investigación ........................................................................................................ 59 Población y muestra ................................................................................................................. 59

Diseño de la muestra ............................................................................................................ 60 Tamaño de la muestra........................................................................................................... 60

Métodos, Técnicas e Instrumentos Empleados .......................................................................... 60 Métodos ............................................................................................................................... 60 Técnicas ............................................................................................................................... 61 Instrumentos ........................................................................................................................ 62

Análisis de Validez y Confiabilidad de los Instrumentos ........................................................... 62 RESULTADOS DE LA INVESTIGACIÓN ............................................................................. 65

Presentación (gráficos y tablas) ................................................................................................ 66 Comprobación de hipótesis ...................................................................................................... 75 Análisis y Discusión de resultados ............................................................................................ 84

CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES ......................................................................... 88

Conclusiones ............................................................................................................................ 88 Recomendaciones .................................................................................................................... 91

C. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Tangibles ................................................................................................................................. 92 Virtuales .................................................................................................................................. 95

ANEXOS .................................................................................................................................... 96

Anexo A. Plan aprobado .......................................................................................................... 96 Anexo B. Glosario técnico ..................................................................................................... 112 Anexo C. Inventario clínico multiaxial de Millon II: ............................................................... 117 Anexo D. Escala de mecanismos de defensa (DSM-IV) .......................................................... 127

x

TABLA DE CUADROS Tabla 1 Edad ................................................................................................................................ 66 Tabla 2 Instrucción ...................................................................................................................... 67 Tabla 3 Ocupación ....................................................................................................................... 68 Tabla 4 Estado Civil..................................................................................................................... 69 Tabla 5 Tipo de Violencia ............................................................................................................ 70 Tabla 6 Estilos de Personalidad .................................................................................................... 71 Tabla 7 Mecanismos de Defensa .................................................................................................. 72 Tabla 8 Estilos de Personalidad vs Mecanismos de Defensa ......................................................... 73 Tabla 9 Índices de Correlación de Pearson ................................................................................... 80 Tabla 10 Interpretación del Índice de Correlación de Pearson (dirección e intensidad de la relación entre variables) ............................................................................................................... 81 Tabla 11 Prueba t de Student ........................................................................................................ 82 Tabla 12 Contrastación de Hipótesis según criterios de significación ............................................ 83

TABLA DE GRÁFICOS Gráfico 1 Edad ............................................................................................................................. 66 Gráfico 2 Instrucción ................................................................................................................... 67 Gráfico 3 Ocupación .................................................................................................................... 68 Gráfico 4 Estado Civil.................................................................................................................. 69 Gráfico 5 Tipo de Violencia ......................................................................................................... 70 Gráfico 6: Estilos de personalidad ................................................................................................ 71 Gráfico 7: Mecanismos de Defensa .............................................................................................. 72 Gráfico 8: Estilos de Personalidad vs Mecanismos de Defensa ..................................................... 74

xi

B. INFORME FINAL DEL TRABAJO DE TITULACIÓN INTRODUCCIÓN En la actualidad la Violencia Intrafamiliar se ha ido consolidando como un fenómeno psico-social

que genera alteraciones y dificultades para lograr un adecuado desarrollo, pleno e integral de quienes

en ella se ven involucrados, además que responde a una dinámica muy compleja y cambiante, que

nos obliga a asumir nuevas concepciones y posturas científicas y humanas frente a este fenómeno.

La persistencia de la violencia en el Ecuador indica que algunos cambios menores en las leyes

ecuatorianas, la implementación de comisarías y centros especializados y los programas de

intervención basados en estudios fragmentados sobre esta temática, han fallado significativamente en

el deseo de prevenir y dar una resolución efectiva a este problema.

De acuerdo a múltiples estudios realizados en este campo, se conoce que la violencia es expresada a

través de agresiones físicas, psicológicas, sociales y patrimoniales, que van generando serios

problemas de adaptación en la víctima y deterioran paulatinamente sus mecanismos de

afrontamiento para esta conflictiva realidad, pudiendo inclusive generar patrones anormales de

personalidad.

El sistema de atención y protección en casos de Violencia Intrafamiliar, si bien ha incrementado el

número de programas y servicios en este campo, no ha respondido realmente a muchas de las

demandas y necesidades de la/las víctimas, pues basan sus servicios primordialmente es la asistencia

legal y médica o en protocolos de intervención que parte únicamente de hallazgos muy generales

acerca de esta temática (nivel social, económico, cultural, el género, edad, etc.) , o que se enfocan

específicamente en una breve explicación causal de este fenómeno, dejando de lado otros aspectos

que necesariamente se ven inmersos y afectados en este campo, como lo son los rasgos de

personalidad y los mecanismos de defensa (propios y únicos en cada persona), cuya relación es

evidente en la vida diaria, y aún más frente a un fenómeno tan complejo como lo es la Violencia

Intrafamiliar.

Tomando en cuenta estas consideraciones, esta investigación examina la correlación entre los estilos

de personalidad y los mecanismos de defensa de mujeres que asisten a la Fundación Cáritas de la

Parroquia de Iñaquito, lugar donde se brindan diversos programas de atención a mujeres que se

encuentran en situación de vulnerabilidad frente a hechos de maltrato.

1

FORMULACIÓN DEL PROBLEMA El presente estudio, está orientado a establecer la correlación entre los estilos de personalidad y

mecanismos de defensa en mujeres que han sido víctimas de Violencia Intrafamiliar, para lo cual se

lleva a cabo un análisis más preciso sobre la realidad de del fenómeno de violencia, reconociéndola

como un hecho histórico social frente al cual la Psicología desempeña un papel esencial, y

promoviendo por ende nuestra labor como profesionales en el campo de Salud Mental a fortalecer el

área de intervención frente a esta problemática, en pro de una sociedad que fomente la salud integral

de la población.

Preguntas de investigación

• ¿Cuál es el tipo de correlación existente entre los Estilos de Personalidad y Mecanismos

de Defensa en mujeres víctimas de Violencia Intrafamiliar?

• ¿Cuáles son los Mecanismos de defensa más frecuentes en mujeres víctimas de

Violencia Intrafamiliar?

• ¿Cuáles son los Estilos de Personalidad más frecuentes evidenciados en mujeres

víctimas de Violencia Intrafamiliar?

• ¿Existen un perfil común de personalidad y Mecanismos de Defensa en mujeres que son

víctimas de Violencia Intrafamiliar?

Objetivos General

• Analizar y establecer el tipo de correlación existente entre los Estilos de Personalidad y

Mecanismos de Defensa en mujeres víctimas de Violencia Intrafamiliar que acuden en la

Fundación “Cáritas” de la Parroquia la Inmaculada de Iñaquito.

Específicos

• Determinar cuáles son los Mecanismos de defensa comunes, así como los Estilos de

Personalidad más frecuentes presentes en mujeres víctimas de Violencia Intrafamiliar.

• Correlacionar los estilos de Personalidad y Mecanismos de Defensa a fin de obtener una

visión más global del fenómeno de Violencia Intrafamiliar.

• Identificar la existencia de patrones y perfiles comunes de estilos de Personalidad, así

como en Mecanismos de Defensa en mujeres que son víctimas de Violencia

Intrafamiliar.

2

Justificación e importancia

Con el incremento en las tasas de Violencia en el Ecuador, la proporción de víctimas ha ido

aumentando considerablemente, así como las consecuencias que de manera directa o indirecta

dificultan un desarrollo pleno y saludable para ellas. Este fenómeno se ha ido constituyendo poco a

poco como un problema de salud pública por su alta prevalencia y por el enorme impacto

psicológico, social, cultural y familiar que implica; además que involucra una afectación directa

para el bienestar, la seguridad e integridad de las víctimas, así como para el normal desarrollo de las

relaciones intrafamiliares.

Los hechos de violencia generan graves secuelas a nivel biológico, psicológico y social, que pueden

conducir a generar estilos patológicos de personalidad, afectando así la calidad de vida, la eficacia de

las relaciones interpersonales, el grado de funcionalidad e incluso la capacidad de adaptación en el

ambiente. Al entender a la personalidad como el conjunto de cualidades de las personas pues

responden a una naturaleza concreta y también abstracta, nos permiten conocer y describir procesos

internos del ser humano y a la vez comprender particularmente las diferencias existentes entre las

personas, reconociendo que los individuos son en muchos aspectos algo único. Entre los principales

determinantes en el desarrollo de la personalidad, las experiencias vividas por el individuo en el

campo familiar juegan un papel fundamental, pues pueden irla estructurando o a su vez modificando.

Frente a una realidad tan compleja como es la Violencia, los mecanismos de defensa desempeñan un

rol fundamental ante este problema social, pues significan una estrategia efectiva acerca de cómo

solucionar, enfrentar o aliviar la ansiedad, generada precisamente por el incremento en los niveles de

frustración, dolor o tensión de diversas situaciones de la realidad que enfrenta el individuo en su

diario vivir.

Es importante señalar que el estudio de los mecanismos de defensa resulta importante en el estudio

de la personalidad pues esto promueve una perspectiva integradora en el estudio del ser humano,

dando para ello un enfoque más cualitativo y logrando una comprensión de las personas más allá de

las máscaras o de los evidentes síntomas y expresiones externas.

En la literatura, se han formulado diversas especulaciones acerca de la posible existencia de una

relación directa entre personalidad y mecanismos de defensa, aún más en relación al tema de

violencia, debido a que la complejidad de esta problemática, suele conllevar a la existencia de estilos

patológicos de personalidad, asociados a defensas desadaptativas al medio ambiente, en respuesta a

la necesidad de conservación y supervivencia de las víctimas que se enfrentan a esta difícil realidad.

3

Tomando en cuenta estos antecedentes, y debido a que la Violencia se ha convertido en un creciente

problema social que únicamente se ha estudiado de manera fragmentada o superficial buscando

básicamente establecer factores predisponentes, causas, consecuencias o formas de intervención a fin

de dar una respuesta rápida a este tema; se evidencia la necesidad de incluir un nuevo modelo que

más que un análisis sesgado del problema, permita concebirlo de manera correlacional, integral y que

sea una respuesta oportuna a ello.

En tal virtud este estudio pretende vincular los estilos de personalidad (que representan la forma de

ser, pensar, sentir o actuar propias de cada persona) y los mecanismos de defensa (entendidos como

las estrategias de adaptación y afrontamiento a situaciones conflictivas para mantener el equilibrio

del aparato mental) en el análisis de un tema tan complejo e interesante como lo es la Violencia

Intrafamiliar, recalcando la importancia de partir de un estudio correlacional al relacionar estos dos

importantes contenidos de la psique humana, que evidentemente se ven involucrados en esta

temática y significan una base elemental para emprender mi labor investigativa.

La presente investigación, es original ya que en nuestro medio actual, no existe ningún tipo de

estudio de igual naturaleza éste. Además que fue factible, dado que estuvo contextualizada a la

realidad personal, nacional, social, cultural y legal de la población y de la Institución donde fue

llevada a cabo, además que contó con el absoluto apoyo y respaldo de las autoridades y con el pleno

compromiso por parte de la población para contribuir en el desarrollo del mismo.

Será un aporte muy importante en el campo científico-técnico, pues proporcionará un estudio

correlacional que fortalezca y también genere nuevas estrategias de intervención en temas de

Violencia Intrafamiliar e incluso en materia de Psicoterapia, orientando así nuevas formas de

concebir este complejo fenómeno.

Para el desarrollo de la investigación se aplicaron dos instrumentos de evaluación y exploración

psicométrica a una muestra, seleccionada bajo criterios de inclusión y exclusión, de mujeres víctimas

de Violencia Intrafamiliar que asisten a la Fundación Cáritas de Iñaquito: El Inventario Multifásico

de la Personalidad Millon-2, para evaluar los estilos de personalidad; y la Escala de Mecanismos de

Defensa.

Los resultados de la investigación implicarán un importante impacto social, ya que la comunidad la

percibió como una interesante y novedosa investigación que persigue el fin de promover nuevas

estrategias de intervención psicológica que estén involucradas más directamente a la realidad

personal, social y familiar de las víctimas de violencia intrafamiliar.

4

MARCO TEÓRICO

TITULO VIOLENCIA INTRAFAMILIAR

Al ser la familia el eje fundamental de la sociedad, implica el origen y desarrollo de emociones y

comportamientos intensos que poco a poco se estructurarán y promoverán los aprendizajes más

básicos a nivel social. es precisamente en la familia, donde se adquieren las enseñanzas más

significativas que promoverán la adaptación social del sujeto, así como la estabilidad del mismo en

los diversos campos de su desarrollo en las formas de intervenir y enfrentar para remediar, calmar o

resolver situaciones conflictivas.

Consideramos a la VIF desde una perspectiva ecosistémica y transgeneracional, que incluye la

estructura y dinámica de la misma, articulando los ambientes o contextos donde se desarrollan las

personas como subsistemas: individuos activos cambiantes dentro de un espacio subjetivo complejo.

(Pavón, 2010)

Pero si una enseñanza adecuada, desde el eje familiar fracasa, articulando ambientes y entornos

promotores de violencia, estos patrones de conducta se irán convirtiendo y consolidándose como

estrategias fundamentales a la hora de enfrentar situaciones de frustración y por ende, se van

configurando la violencia como una práctica común en el entorno familiar, que luego será

generalizado a nivel social.

La violencia intrafamiliar, lejos de ser un fenómeno personal, es ya una manifestación de un

problema interpersonal, que implica el involucramiento de dos o más actores en la dinámica que la

compone. Este fenómeno, ha tenido como principales aliados, el silencio, la sumisión y el

encubrimiento, destinándosele más bien, durante años, a un ámbito privado y ajeno al interés

público, señalando que la intervención en este tipo de casos, resultaba innecesaria, pues los

problemas de casa, se quedaban en casa.

La Violencia Intrafamiliar es hoy en día, uno de los principales y más complejos problemas que

implica tanto los ámbitos dedicados la salud mental, como en los de índole social y cultural.

Dada su alta prevalencia en nuestro medio y el nivel actual de impacto que ha generado en el

desarrollo social, personal, familiar, físico y psicológico de quienes en ella se ven involucrados, ha

dejado de ser un problema social y se ha convertido ya en un problema de salud pública.

5

Sin embargo, cabe destacar que para abordar adecuadamente este fenómeno, una visión

reduccionista o fragmentada del mismo tan sólo se convertiría en un obstáculo a la hora de

comprenderlo adecuadamente, poniendo de manifiesto la necesidad de partir de un enfoque

Multiaxial e integral en este estudio.

Por ello, para el desarrollo del presente capítulo fue necesario partir de diversas consideraciones

teóricas a fin de brindar una visión analítica y comprensiva de mayor precisión, para lo cual se han

tomado aportaciones teóricas de corrientes Psicológicas, como la Sistémica y Cognoscitiva para

poder abordarlo en mayor detalle.

1.1 Definición y Tipos de Violencia Intrafamiliar

1.1.1 Definición

Etimológicamente, el termino violencia se asocia con el concepto de fuerza y poder, referida

al uso de éstos, con el fin primordial de generar algún tipo de daño o lesión. La violencia, es

un fenómeno humano que se ha ido arraigando en nuestra sociedad actual, y que

independientemente del nivel cultural, social o económico, significa un atentado a los

derechos fundamentales y a la integridad bio-psico-social de las víctimas.

La Violencia Intrafamiliar se define como todas las formas de abuso que tiene lugar entre los

miembros de la familia. Se denomina relación de abuso a la conducta que, por acción u

omisión, ocasiona daño físico y/o psicológico a un miembro de la familia. (Corsi, 1992)

La violencia intrafamiliar se asocia con sentimientos de coerción y peligro y genera

conductas y patrones de interacción basadas en relaciones asimétricas y en el sometimiento y

control abusivo de otros, afectando por ello al bienestar, estabilidad y desarrollo óptimo en

las diversas áreas del desarrollo de quienes en ella se ven involucrados.

Este fenómeno implica el abuso o deliberado de poder o autoridad, por parte de un miembro

de la familia sobre otro. Es además un mecanismo de relacionamiento que involucra el

maltrato físico, psicológico y sexual, presente de manera repetitiva y que afectan a la

organización, la interacción, la comunicación, así como las formas de resolución de

conflictos dentro del entorno familiar.

Esta Violencia, no solamente implica la acción, sino también la omisión destinada a generar

algún tipo de sufrimiento, dolor o padecimiento, y por ende genere una alteración en el

desarrollo normal, funcional y saludable de las personas.

6

Los hechos de Violencia, ponen de manifiesto que lejos de ser una práctica normal o

común de la naturaleza humana, implican una serie de componentes y relaciones tanto de los

mecanismos internos del ser humano, así como de las interacciones que éste presenta con y

hacia su entorno, donde la comprensión de fenómeno de violencia, requiere partir del

análisis de la compleja red de interpretaciones y significados que cada sujeto le atribuye a

la realidad que lo rodea, que lejos de ser entidades estáticas, permanentes e inmutables, son

la base fundamental para generar un verdadero cambio en las situaciones violentas.

Al ser la Violencia Intrafamiliar, tan compleja y dinámica, no responde a una causalidad

lineal o simplista, sino que más bien requiere el estudio de los diversos aspectos que se

involucran en ella y que marcan pautas indispensables para explicar su curso, expresiones,

secuelas e incluso formas de intervención.

1.2 Tipos de Violencia Intrafamiliar

A pesar de que existen diversas clasificaciones a la hora de abordar y explicar la Violencia en

el ámbito Intrafamiliar, para el presente estudio se ha seleccionado la citada en el marco de la

Ley de la Violencia Contra la Mujer y la Familia vigente en el Ecuador. Dicha ley, cita las

siguientes formas de Violencia, poniendo principal énfasis en lo referente a Maltrato y

Violencia:

1.2.1 Violencia Física

ARTÍCULO 4: “Violencia Física: todo acto de fuerza que cause daño, dolor o sufrimiento físico, en

personas agredidas, cualquiera que sea el medio empleado y sus consecuencias, sin considerar el

tiempo que se requiera para su recuperación; las heridas o golpes que causen enfermedad o

incapacidad para el trabajo personal que no pase de los tres días”.

Esta es el tipo de violencia más evidente, pues sus expresiones van desde moretones, quemaduras,

laceraciones, fracturas, etc. las cuales constituyen las formas más objetivas de comprobar que han

existido situaciones de violencia.

En nuestro medio, estas han sido las evidencias fundamentales a la hora de abordar los casos de

Violencia Intrafamiliar, incluso restándole importancia a otros indicadores (psicológicos), cuando se

denuncian este tipo de casos.

Podría considerarse incluso que la violencia física, a más de ser una forma de expresión más

evidente, también constituye un indicador importante a la hora de precautelar el bienestar de las

7

víctimas, pues podría incluso significar que las condiciones de violencia han alcanzado niveles más

elevados de agresión, donde está en juego no solo el bienestar, sino la propia vida de las víctimas.

1.2.2 Violencia Psicológica

ARTÍCULO 4: “Violencia Psicológica: toda acción y omisión que cause daño, dolor, perturbación

emocional, alteración psicológica o disminución de la autoestima de la mujer o de la familia

agredida. Es también la intimidación o amenaza mediante la utilización del apremio moral sobre otro

miembro de la familia, infundiendo miedo o temor a sufrir un mal grave o eminente a su persona, o

en la de sus descendientes, o afines hasta el segundo grado; además las noticias o rumores falsos

contra la honra y dignidad de las personas o de las familias o sobre la vida íntima de éstas; las injurias

no calumniosas leves y las palabras, gestos, acciones, etc. en el caso de que el hecho constituya

infracción”.

Este, es el tipo de violencia más difícil de evidenciar, pues involucra las consecuencias

especialmente relacionadas al área emocional y mental de las víctimas. Si bien, las expresiones en

este campo, no son evidentes a primera vista, pueden ser comprobadas a partir de exámenes más

específicos, como lo son las evaluaciones psicológicas forenses, entrevistas personales, tests

psicológicos, o mecanismos que requieren una mayor precisión y preparación para el reconocimiento

de afectaciones psicológicas.

En este ámbito, encontramos indicadores tales como el estado de ánimo bajo, tristeza, desesperanza,

sentimientos de culpa o vergüenza, ideación suicida e intentos de suicidio, de llanto fácil,

alteraciones en el tono de la voz, dificultades para comunicarse o transmitir una idea, temor,

ansiedad, nerviosismo.

Se involucra además a expresiones verbales y de intimidación, tales como las amenazas de muerte,

denigración, insultos, burlas, gritos, etc. es decir, situaciones que amenazan directamente a su

autoestima, auto concepto, sentimientos de valoración y de capacidad personal, es decir a la

integridad psicológica de las víctimas.

También se añade, la violencia destinada por ejemplo, a someter a la víctima al aislamiento,

restringiendo sus relaciones interpersonales, familiares y medios de recreación donde pueda

encontrar fuentes de apoyo y seguridad, generando situaciones de marginación social. Las victimas

generalmente, suelen sentirse solas, desprotegidas, indefensas y creen en la noción que deben seguir

dependiendo de su agresor, pues es su único apoyo y soporte en el mundo. (Emakunde, 2006).

8

Incluso en este tipo de violencia, encontramos lo que se conoce como el abandono, no prestar

atención necesaria o dejar en un segundo plano el cubrir las necesidades básicas, así como las

afectivas del otro. O por otro lado, el exponer a las víctimas, a condiciones o situaciones de vida

altamente riesgosas, dañinas o que signifiquen un atentado para su bienestar integral (alcoholismo,

drogas, pandillas, conductas antisociales entre los miembros de la familia).

Esta, la violencia psicológica, se considera en muchos sentidos, la más difícil de abordar y reparar en

casos de Violencia Intrafamiliar, pues aparentemente no se ha puesto en juego el bienestar de las

víctimas, sin embargo, este tipo de violencia, precisamente, resulta ser la de mayor complejidad y

relevancia a la hora de intervenir en este tipo de casos, donde muchas de las secuelas, tardan incluso

años en repararse y restablecerse, pues aquí entra en consideración el complejo mundo interno de las

víctimas que se vieron afectadas, sea directa o indirectamente.

Cabe señalar, que en la mayoría de los casos, tanto violencia física como psicológica, no se presentan

de manera separada, sino que más bien responden a una relación coexistente, que en conjunto logran

conseguir el sometimiento del otro por medio del abuso de la fuerza o control.

1.2.3 Violencia Sexual

ARTÍCULO 4: “Violencia Sexual sin perjuicio de los casos de violación y otros delitos de la

libertad sexual, se considera violencia sexual todo maltrato que constituya imposición en el ejercicio

de la sexualidad de una persona y que le obligue a tener relaciones u otras prácticas sexuales, con el

agresor o terceros, mediante el uso de la fuerza física, la intimidación, amenazas o cualquier otro

medio coercitivo”.

Vivimos en una cultura, donde las prácticas sexuales han llegado a ser altamente distorsionadas y

manipuladas en beneficio de promover la obtención de placer por medio de prácticas aparentemente

aceptadas socialmente, y esto en gran medida ha favorecido a que se le reste vital importancia a las

denuncias de atentados contra la integridad sexual de las personas.

Este tipo de violencia, sea por medio de expresiones directas (violación y abuso sexual), así como

indirecta (acoso sexual), constituye un complejo tipo de agresión, que si bien no suele relacionarse

directamente con la violencia física como tal, tiende a utilizar canales más silenciosos y ocultos,

como lo son los engaños, la manipulación, el chantaje, las amenazas y la intimidación, a fin de

obtener algún tipo de satisfacción y beneficio a nivel sexual.

Además en este nivel se incluye no solamente el acto sexual como tal, sino además la falta de libertad

en las victimas a la hora de toar decisiones en lo referente a su sexualidad, como lo es el número de

hijos, el uso de anticonceptivos, el cuidado en casos de enfermedades transmisión sexual, etc.

privándola de su derecho a ejercer y decidir libremente sobre su salud sexual.

9

Esta violencia, suele producir graves secuelas emocionales en las víctimas, generando sentimientos

de culpa en lo referente a su sexualidad (lo cual también suele favorecer a que el silencio sea el mayor

testigo de este tipo de violencia), sentimientos de vacío, ideaciones suicidas, depresiones, estados

disociativos, incluso poner en juego su salud física, social, y emocional.

En casos de violencia sexual, muchos de los agresores suelen encontrarse dentro del mismo círculo

familiar que sus víctimas, para lo cual tienden a aprovecharse de su posición de poder, para conseguir

su propio beneficio, creando en la víctima sentimientos de temor, duda y sumisión, y resignándose a

continuar con este ciclo patológico de relación a fin de no alterar la dinámica o el bienestar familiar.

La Violencia sexual, suele complementarse y asociarse con las otras dos formas de violencia, donde

el eje fundamental que rige este tipo de delitos, es la amenaza e intimidación de las víctimas a fin de

ejercer un dominio sobre ésta. Por ello, resulta fundamental que exista una mayor y mejor

promoción tanto en temas de sexualidad, así como estrategias de afrontamiento y denuncia en casos

de delitos sexuales, tanto dentro como fuera del entorno familiar, a fin de reducir los casos, pero

además para eliminar los tabúes que suelen acompañar este tipo de hechos.

1.3 Causas e Indicadores

Para poder comprender un tema tan complejo como lo es la Violencia Intrafamiliar, es necesario

partir de una perspectiva integrativa sobre este fenómeno.

Al abarcar el tema de Violencia Intrafamiliar, necesariamente se asume al núcleo familiar. Por ello es

importante señalarla como un sistema que permite la formación de cada uno de sus miembros, en el

cual se promueve el aprendizaje, los comportamientos, actitudes, pensamientos y emociones

saludables y que promuevan la adaptación de éstos en el medio social. Por ello, para abarcar este

capítulo, se toma muy en cuenta el tema de interacciones familiares.

Se ha comprobado que muchas de las víctimas y agresores inmersos dentro de un ciclo de Violencia

Intrafamiliar, en su mayoría provienen de entornos familiares donde el maltrato era una práctica

común a nivel familiar y también social.

Cuando en la familia, encontramos interacciones fundamentadas en relaciones inestables,

inequitativas, injustas y basadas en medios de opresión entre o hacia sus miembros, éstos se

convierten en portadores de este tipo de mecanismos para enfrentar o asumir las situaciones

frustrantes y conflictivas, promoviendo entonces reacciones que sean terreno fértil para promover

diversos tipos de violencia.

“Las practicas mencionadas se expresan en forma de abuso, abandono físico y emocional, como

10

disfuncionalidades de la experiencia parental” (Bentovin, 2000, pág. 22).

La familia como entidad reguladora de los patrones de conducta e interacción, mantiene una

permanente retroalimentación a nivel intergeneracional. Los aprendizajes adquiridos y transmitidos

de generación en generación, haciendo principal énfasis a las relaciones basadas en el dominio y

control hacia otros mediante conductas violentas, constituye un factor de riesgo altamente

considerable en este estudio. Las historias de violencia intrafamiliar desde etapas iniciales del

desarrollo, de los padres hacia los hijos, poco a poco contribuye a la consolidación de los patrones

violentos como formas comunes de relacionamiento dentro y fuera del entorno familiar, recalcando

la esencial tarea que representa el sentimiento de pertenencia con y desde la familia para ello.

(Barudy, 1998).

En relación a ello, los modelos parentales dentro del funcionamiento y las formas de relacionamiento

familiar, desempeñan un eje fundamental a la hora de examinar las conductas de violencia a nivel

familiar, pues la familia es y representa la principal fuente de obtención de pautas en la adquisición

de una identidad, de la estabilidad conductual o afectiva en el desarrollo, el desempeño adecuado de

roles y de la capacidad de independencia de cada uno de sus miembros, así como un papel crucial en

los diversos mecanismos de afrontamiento a situaciones conflictivas que puedan hacerse presentes

en la vida social, familiar y personal de las personas. Incluso el sistema cultural, así como el de

valores y creencias propio de cada familia desempeñan un aspecto de enorme influencia a la hora de

examinar los patrones de violencia no sólo desde el entorno familiar, sino también ya generalizados y

adoptados por nuestro medio social.

1.3.1 El apego

El apego, como uno de los componentes indispensables en la maduración infantil sana, implica el

desarrollo singular de afectos duraderos con el fin de obtener seguridad y protección en momentos de

amenaza. Surge cuando existe la confianza incondicional de contar o de encontrarse protegido por el

entorno que le rodea a uno, permitiendo así la construcción mental y la interpretación de su entorno,

familia y sí mismo. Pero al presentarse un ambiente familiar confuso, inestable e incluso

disfuncional, los sentimientos de inseguridad, vergüenza, desconfianza, malestar y disgusto serán los

que determinarán las pautas de conducta del sujeto con su entorno social, haciendo que los patrones

inseguros de conducta, le permitan afrontar satisfactoriamente situaciones de estrés, frustración e

inseguridad. Es decir que, los vínculos afectivos establecido desde etapas iniciales de la infancia,

significan y representan un importante componente acerca de cómo cada persona enfrentará hechos

conflictivos o las formas de interacción con su medio (violencia o agresión).

11

“El apego como posibilidad de acercamiento entre los humanos, es un proceso en el cual debe

existir la seguridad del cuidado y protección. Visto así, la imposibilidad de su realización trae

consigo dificultades en el establecimiento de la autoimagen, el sentido de pertenencia, los lazos

afectivos sanos (entre otras), generando patrones vinculares ansiosos o evitativos, los cuales se

encuentran en algunas familias organizadas alrededor de prácticas violentas”.

En el campo familiar además, juegan un papel fundamental los vínculos afectivos que existen entre

los miembros de ésta, principalmente los relacionados a brindar un apego adecuado, que si bien

surgen desde etapas iniciales del desarrollo, permanecen a lo largo de la vida de las personas, e

incluso suelen determinar los patrones de relacionamiento de éste con su medio social.

1.3.2 Formas de comunicación:

Las formas de comunicación, si bien representan una función adquirida desde el hogar, también

dictan las pautas para comprender otras de las características que acompañan el complejo proceso de

violencia. Pues muchos de estos casos, manifiestan deficiencia en la forma cómo se expresan tanto

dentro como fuera del entorno familiar. Por ello, ciertos patrones patológicos de comunicación en

casos de violencia suelen caracterizar pautas de aprendizajes familiares que pueden oscilar entre

elevados niveles de crítica, antagonismos entre sus miembros, evitación entre ellos hasta formas

inadecuadas de expresar o manifestar las emociones o conflictos o la carencia total de mecanismos

comunicativos a nivel familiar, los cuales podrían llegar a generalizarse como hábitos de lenguaje

que favorecerían o mantendrían en gran medida los entornos que potencien la violencia, acentuando

las expresiones maltratantes, como forma de comunicación y resolución de conflictos.(Perrone &

Nannini, 2002; Bentovin, 2002).

Los mecanismos y estilos de comunicación, son propios de las personas, así como del mismo entorno

familiar, que involucra desde patrones verbales, así como no verbales a la hora de trasmitir mensajes.

Del carácter socio-interactivo de los modelos explicativos de la VIF se desprende que la familia

donde se observan problemas de VIF, existe un predominio de estructuras autoritarias, que siguen

parámetros dictados por estereotipos culturales, habitualmente de carácter vertical. (Pavón, 2010).

Pero más que un plano netamente comunicativo, este complejo proceso se expresa en el plano

relacional, que independientemente de la naturaleza a la cual responda, siempre que se presente en

medios donde la violencia es un mecanismo común de interacción, evidenciará patrones

disfuncionales a nivel, social, familiar y por ende cultural.

Se ha observado que en los casos de Violencia Intrafamiliar, las formas de comunicación se

caracterizan por diálogos elitistas, donde el establecimiento de jerarquías y las expresiones de

12

discriminación (de género y racismo especialmente) son la forma más común y constante a la hora de

establecer canales de comunicación entre los miembros de la familia, así como los empleados por

ésta para comunicarse con el medio social.

El lenguaje entonces se caracteriza por un alto grado de inequidad, y a consecuencia de ello, se

fomenta un sistema de relaciones estructurado a partir de la necesidad del manejo y control del poder

dentro como fuera de casa.

1.3.3 Formas de relación

Las familias que presentan patrones de violencia en su estructura y dinámica, muestran una alta

complejidad en lo referente al ámbito relacional, pues éstas no se definen en sí por la expresión de

síntomas, sino más bien por las formas en cómo se comportan y relacionan entre ellos y con otros.

Sus formas de relación van pueden caracterizarse por las siguientes formas:

• Familias aisladas: donde el silencio, la soledad o la falta adecuada de comunicación e

interacción del entorno familiar con el medio socio-cultural es la forma fundamental en la

dinámica familiar. Suelen percibirse como familias estrictas, rígidas que mantienen y

muestran una apariencia de equilibrio, salud y seguridad.

• Familias excluidas: caracterizadas por una falta de comunicación e interacción con otros

medios, desde el mismo entorno familiar, hasta con instancias externas institucionales y

sociales, promoviendo un patrón de distanciamiento de los miembros y la familia como tal,

con el entorno social que les rodea.

• Familias suborganizadas: este tipo de familias, muestra cierto grado de disfuncionalidad,

especialmente en lo relacionado a la distribución y ejecución adecuada de roles familiares,

desempeñando en ocasiones rolles inadecuados, o en otras, sintiéndose sin un lugar o papel

que desempeñar en la estructura familiar.

• Familias asociales: tienden a manifestar patrones de conducta lejanos a los parámetros de

normalidad considerados a nivel social. Se caracterizan por llevar a cabo conductas sociales

disfuncionales, pero que parecen ser aprobadas entre los miembros de la familia.

• Familias desorganizadas: se refiere a familias, que muestran una alteración tanto en el grado

y tipo de comunicación y relación entre sus miembros, así como en los roles que debe

desempeñar cada miembro en ella. La inestabilidad e inseguridad suelen caracterizar su

dinámica.

Se ha señalado las formas principales de relación que se suelen presentar en familias que comparten

una situación de violencia. Sin embargo, a pesar de reunir características diferentes en cuanto a la

dinámica o estructuración familiar, tienden a compartir una serie de indicadores, que puede

13

predisponerlos a experimentar situaciones de Violencia Intrafamiliar, tales como:

• Dificultades de comunicación: no existen adecuadas formas de expresarse, o bien, existe una

nula comunicación entre ellos.

• Experimentan sus reacciones emocionales con gran intensidad

• Escaso o ningún control de sus reacciones emocionales.

• Comparten muy poco de sus vivencias emocionales, entre ellos.

• Explosión simultanea de sentimientos de signo distinto

• Se confrontan constantemente, y los conflictos suelen comunes.

• Muestran la necesidad de establecer relaciones asimétricas a consecuencia de un patrón de

complementariedad frustrada.

1.3.4 Aspectos cognitivos

Se han formulado cinco variables cognitivas en los individuos (Claudia Iturralde, tomado de Silvia

Pavón, 2010), los cuales se harán referencia al concepto de Violencia Intrafamiliar:

1. Competencias cognitivas: es decir, se presentaría una incapacidad para analizar e integrar

adecuadamente (percepciones, pensamientos y acciones) en el procesamiento de la

información.

2. Estrategias de codificación: dificultades para categorizar adecuadamente los hechos,

fenómenos, situaciones o actores de la realidad en la cual se desenvuelven.

3. Expectativas: dificultad para predecir o adelantarse a las consecuencias de una determinada

conducta.

4. Valoración subjetiva de la respuesta del otro: se le acredita un enorme significado a nociones

subjetivas o irreales más que a los hechos reales o concretos

5. Sistema de autorregulación: dificultades para organizar, controlar, regular y evaluar la

conducta propia.

Los cinco componentes cognitivos mencionados, por sí solo no lograrían determinar pautas violentas

de conducta, pues es necesario que éstos entren en relación con otros elementos (sociales, culturales,

de relación, comunicación, etc.) para aumentar el grado de probabilidad ante dicho fenómeno.

El sistema de creencias, dentro del ámbito cognitivo permite al ser humano otorgarle sentidos y

valores a los diversos hechos, situaciones y personas que encuentre en sus diversas experiencias

personales y sociales, construyendo esquemas que organizarán sus ideas y acciones para vivir en

sociedad.

14

Pero cuando nos enfrentamos a un sistema de creencias donde las prácticas de violencia se han

convertido en hechos normalizados e incluso aceptados por sus miembros, ya sea para garantizar su

supervivencia, adaptación, defensa o dominio, se potenciarán inevitablemente los mecanismos

internos que impulsarán la ocurrencia de la violencia.

1.3.5 Nivel socio-cultural

La Violencia Intrafamiliar, entendida como una problemática inmersa dentro de la organización

social así como del sistema cultural que rodea nuestra realidad, es reproducida a partir de diversas

estrategias de sociabilización.

Los procesos cognitivos involucrados dentro del proceso de Violencia Intrafamiliar, desempeñan un

papel esencial a la hora de abarcar esta problemática, referido principalmente a los componentes

perceptuales cognitivos, interpretativos modelos y estrategias de comunicación, así como a las

creencias.

Pero cabe indicar, que siendo los seres humanos actores activos y participativos de los fenómenos

culturales que ocurren en su entorno social, cada vez se van involucrando más en relaciones de poder

que adquieren mayor intensidad, conforme se consoliden como patrones culturales de

comportamiento.

Y precisamente en la familia, es donde se ha observado que a partir de una estructura jerárquica y

discriminatoria, se promueven en gran medida las relaciones basadas en el abuso de poder, que

imposibilitan las formas de expresión y relacionamiento entre sus miembros.

En la bases ideológicas, culturales y sociales encontramos las creencias subyacentes a la ideología

imperante en cada cultura; en nuestro país occidental existe un sistema de desigualdad que va

reproduciendo en todas las instancias sociales, desde las más amplias instituciones educativas,

religiosas, judiciales hasta la familia. (Pavón, 2010, pág. 73)

Este fenómeno no se limita únicamente al contexto social, espiritual o étnico, sino que más bien

implica el comprender cómo estos componentes van determinando la forma de ser y relacionarse de

las personas y por ende, de la estructura familiar.

La Violencia Intrafamiliar, también está fuertemente conectada a las bases ideológicas del contexto

socio-cultural donde se desarrolla, por ende requiere la comprensión de las relaciones entre la

familia, con su sistema social, donde el poder, los estereotipos de género y la inequidad son los

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pilares fundamentales que en conjunto promueven y mantienen las relaciones de maltrato a nivel

familiar, y por ende también social.

Tanto la legitimación (entendida como las formas de sanción y castigo a fin de evitar delitos

mayores), la Ocultamiento (ocultar cualquier tipo de vulneración o violación directa a los Derechos

del ser humano), y la Resignación (que implica la concepción de que nada puede hacerse contra algo

tan natural como la injusticia); en conjunto se constituyen como mecanismos que ideológicamente a

nivel social, están potencializando las relaciones de poder y sometimiento.

1.4 Ciclo de Violencia Intrafamiliar

La violencia muestra una dinámica y un ciclo de desarrollo que suele presentar las mismas

características, independientemente de las condiciones sociales, culturales, económicas o familiares

de cada situación. Parece ser un círculo vicioso donde los involucrados parecen no tener real

conciencia o noción de la realidad que están viviendo.

El ciclo de Violencia Intrafamiliar, tomado del modelo de Violencia contra la Mujer, representa un

modelo explicativo de la existencia de una secuencia circular ocurrida en el contexto de una relación

asimétrica como lo es la Violencia Intrafamiliar. Este proceso fue formulado en 1979, por la

antropóloga Leonor y comprende tres fases:

1.4.1 Fase de Acumulación de Tensión

Muchas relaciones de violencia, pueden permanecer en esta fase durante mucho tiempo, haciendo de

todo para evitar que se rompa el aparente equilibrio que creen haber encontrado en su forma de

relacionamiento.

Esta fase se caracteriza por la existencia de una sensación de desagrado por parte del agresor, en lo

referente a la convivencia conyugal. Se desencadenan discusiones relacionadas a situaciones

menores que generan algún grado de insatisfacción en el agresor (problemas económicos, laborales,

estrés, etc.).

Durante esta fase se producen golpes menores. En estos momentos, la víctima aún cree tener cierto

grado de control sobre la situación, mostrándose complaciente y sumisa, sin embargo, la tensión

constante de las discusiones, empiezan a desarrollar en ella expresiones de ira o frustración, que

favorecen el desarrollo e incremento de las discusiones.

Con el pasar del tiempo, se aumentan tanto las demandas como las sensaciones de insatisfacción en

16

ambos, incrementando el nivel de estrés.

Luego, las conductas agresivas empiezan a aumentar su intensidad, en un inicio indirectamente

(objetos principalmente).

Tras esto, comienza a generarse el maltrato de tipo psicológico, mediante amenazas, insultos,

bromas, que amenazan principalmente la autoestima de la víctima y tienden a desvalorizarla como

mujer, madre y ser humano.

Cada vez más incrementa el maltrato verbal, burlas hacia la víctima, que aún no suelen considerarse

como necesarias para establecer una denuncia.

Como respuesta a estos hechos, la víctima tiende a desarrollar comportamientos complacientes, tanto

de ella como de sus hijos, a fin de evitar que su agresor se disguste y vuelva a recurrir a la violencia

que hasta entonces había empleado ante situaciones conflictivas.

Empieza a desatarse la violencia física, que genera en la víctima, una reacción de parálisis, pues no

consideró capaz a su cónyuge de llevarla a cabo.

Empieza a desarrollarse el mecanismo de defensa de negación, la víctima tiende a bloquearse de la

realidad, asumiendo que lo ocurrido fue consecuencia únicamente de situaciones adversas que no

volverán a ocurrir, empieza a refugiarse en las ilusiones de que su agresor no lo volverá a hacer o que

quizá cambiará.

El agresor, conforme transcurre el tiempo, empieza a tornarse más celosos y controlador, empieza a

dominar cada hecho, actitud e incluso la vestimenta de su víctima. Incluso trata de aislarla de sus

familiares y amigos.

Esta fase, empieza a dejar a la mujer, en una situación vulnerable. El ciclo de violencia, variará sus

intervalos de tiempo, conforme la realidad de cada uno de los actores involucrados, así como las

condiciones de maltrato.

1.4.2 Fase de Estallido de la Tensión o Explosión Violenta:

Esta fase comprende el resultado de toda la acumulación de tensión vivida en la primera fase, y tras

llegar al extremo de éste, empiezan a precipitarse las expresiones abiertas y directas de agresión

física.

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Para esta fase, la víctima ya no posee control alguno de la situación. Se produce entonces una

descarga incontrolada de frustraciones y tensiones producto de la primera etapa.

Se podría decir que la víctima está a voluntad de cuándo y cómo su agresor vaya a reaccionar. En el

surge una necesidad de canalizar erróneamente sus frustraciones, descargándolas sobre su cónyuge.

El agresor empieza a ser más específico acerca de dónde, cuándo y cómo agredirá a si víctima.

Incluso muchos de éstos, por temor a la crítica pública ante este tipo de hechos (que sabes que está

mal), golpean a sus víctimas en lugares poco visibles a fin de ocultar las lesiones y mantener una

apariencia social funcional, mientras que para otros los golpes serán señal de reconocimiento y realce

de su fuerza y poder.

Tras llevar a cabo la agresión, tienden a reducirse los estados de frustración y tensión en el agresor.

Se torna más relajado, calmado, apacible y cómodo.

La mujer, por otro lado, empieza a experimentar situaciones de confusión, ambivalencia entre el odio

y amor por su agresor, empieza a cuestionarse a sí misma sobre qué tiene o hace para merecerse ese

tipo de maltrato. Se siente incapaz e indefensa de reaccionar y empieza a asumir que es la vida que

merece, su autoestima cada vez más desgastada, y se sumerge en episodios de tristeza, ansiedad y

temor.

1.4.3 Fase de Luna de Miel o Arrepentimiento

Esta fase se caracteriza principalmente por una conducta y manifestaciones de arrepentimiento y

pasividad por parte del agresor, pues él se siente culpable por haber actuado de manera equivocada

e intentará a toda costa reponer o aliviar la situación que generó, suele mostrarse cariñoso,

complaciente y pedir perdón asegurando que esta clase de hechos no volverán a ocurrir. Tiende pues,

a manipular las situaciones, a fin de asegurar que su víctima no tomará represalias contra él.

La víctima, por otro lado, ya muestra un deterioro mayor en relación a su identidad así como a su

autoestima. Es entonces cuando empieza a consolidarse aún más una relación de dependencia hacia

su agresor, conformándose con una actitud de sumisión ante los hechos de violencia. Empieza

además a experimentar sentimientos ambivalentes, por un lado los deseos de escapar de esa situación

y ponerle fin al maltrato, y por otra su temor de enfrentarse sola a su vida.

Es entonces, cuando poco a poco, el ciclo empieza a convertirse en un círculo vicioso, donde el

agresor cree tener poder y control absoluto sobre su víctima.

18

Si bien, la duración de esta fase aún no es del todo clara, parece ser más breve que las fases

anteriores, incluso se desconoce cuándo termina realmente, simplemente, según muchas víctimas,

sin darse cuenta, empieza nuevamente a acumularse la tensión, desencadenándose pues la primera

fase.

Este ciclo tiende a repetirse varias veces, y conforme esto ocurra, la fase tres irá reduciéndose e

incluso desapareciendo, mientras que las conductas agresivas cada vez serán más intensas y

peligrosas, con el fin de que el agresor consiga el control y sometimiento de su víctima.

1.5 Perfil del Agresor y la Victima

1.5.1 Perfil del agresor

Aún no existe una visión clara y absoluta de las características que estructuran el perfil de un agresor,

ya que tanto las condiciones personales así como las causas que conllevan al agresor a desarrollar

conductas violentas, suelen ser variadas conforme cada caso. Sin embargo, para dar continuidad a la

aproximación del fenómeno de Violencia Intrafamiliar, a continuación se expondrán diversas pautas

que señalan los patrones más comunes que suele caracterizar a los agresores.

Un hombre violento puede haber internalizado pautas de resolución de conflictos a partir de su más

temprana infancia. Cuando la demanda externa se vuelve insoportable, necesita terminar

rápidamente con la situación que la genera, y él ha aprendido que la vía violenta es la más rápida y

efectiva para aliviar la tensión. (Corsi, 1992)

Las diversas modalidades de violencia, por lo general varían conforme aspectos relacionados a

patrones de aprendizaje del agresor en relación a temas de violencia (familia, sociedad, cultura), el

nivel de tensión o frustración del agresor en el momento que se desataron los hechos de violencia o

incluso el nivel de abstracción del sujeto en respuesta a las conductas agresivas que ha llevado a cabo

(toma de conciencia); pues el objetivo final siempre será el control y sometimiento de su víctima,

independientemente del tipo de conducta que emplee para ello. La meta fundamental, no

necesariamente suele ser el daño a la víctima, sino asumir una posición de poder frente a la relación.

La mayoría de agresores muestran un patrón común donde interpretan a la violencia como una

exitosa forma de control de sus relaciones y de su víctima. Aún más, si éste mecanismo del uso

abusivo de poder sobre otros le genera algún tipo de beneficio, sus conductas se irán reforzando

conforme transcurra el tiempo.

A continuación se exponen cuatro dimensiones que permiten una mayor aproximación al perfil de un

agresor, en casos de Violencia Intrafamiliar:

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Dimensión conductual:

“…es a menudo rígido, carente de empatía, impermeable al otro y a su diferencia, excepto en

la que ésta pudiera parecerle peligroso para sí mismo. Presenta cantidad de ideas fijas y

comportamientos destinados a rectificar todo lo que es diferente de sí mismo” (Echeburúa

&Corral, 1998).

La conducta del agresor suele caracterizarlo por encontrarse casi siempre a la “defensiva” y por

una necesidad constante de asegurar la posesividad de éste sobre su cónyuge.

Tiene un deseo y una necesidad constante de dominar y una falta de flexibilidad y apertura al

cambio, además muestra dificultades en el control y regularización de su conducta.

También suele asumir comportamiento disociadas, esto es que ante la mirada pública se

muestra como un sujeto adaptado, equilibrado, pasivo con actitudes de tolerancia pasiva; sin

embargo en el ámbito privado (dentro del hogar) tiende a actuar de manera opuesta,

mostrándose amenazador, dominante y de manera agresiva verbal, física y psicológicamente.

Suelen ser expertos manipuladores, recurriendo a la mentira e incluso a la justificación de sus

conductas a fin de no asumir la responsabilidad que realmente posee.

Dimensión cognitiva:

El agresor por lo general, tiende a enfocarse en un mecanismo de minimización cognitiva

acerca de las consecuencias de su conducta agresivas, acompañado de un mecanismo de

sobrevaloración de las circunstancias causantes de sus arranques de ira.

Muestra además, rigidez de sus pensamientos y percepciones y una fuerte tendencia machista

en la discriminación de la realidad.

Tiende a presentar una baja capacidad de afrontamiento ante las situaciones conflictivas, así

como en el manejo del estrés, sea este interno o externo.

Manifiesta también, una escasa dificultad de insight, y de auto identificación de sus ideas,

temores o errores, por lo que tiende a confundir sentimientos de temor con rabia, furia y

agresividad.

Suele hacer realizar suposiciones irracionales sobre su pareja, y basarse más bien en

20

construcciones imaginarias de ella.

Dimensión interaccional:

Las formas de interacción variarán desde períodos de pasividad, hasta los estallidos de cólera y

violencia, tal como se expuso en el ciclo de violencia.

Las primeras formas de este tipo de interacción, suelen acompañarse de intentos de controlar

todo lo que hace o las amistades de su pareja,

Las interacciones del agresor se basan en factores tales como generar y asegurar la dependencia

y posesividad de su pareja. Cuando esto se ha establecido, empleará cualquier método que esté

a su alcance para mantener un control absoluto sobre su víctima basada en una relación

asimétrica.

Cabe recalcar que el agresor no es identificable por su conducta social, pudiendo pertenecer a

cualquier clase social, incluso es importante señalar que los el nivel académico no inmuniza los

comportamientos violentos.

Dimensión psico-social:

Los agresores, por lo general, no se presentan como un grupo homogéneo en la sociedad, pero

en la mayoría de los casos, muchos de ellos evidencian problemas tales como el consumo de

alcohol y otras drogas, lo cual también representa un fundamental factor como promotor y

sostenedor del comportamiento violento.

El agresor, además, muestra una fuerte conexión a aspectos tradicionales en el funcionamiento

social, como que la mujer es inferior al hombre por naturaleza, maltratar a la mujer es normal,

la violencia es la única forma de conseguir el respeto en el hogar e incluso que el hombre es

quien manda en la familia y todos quienes vivan en “su casa” deben obedecerle.

Se sobrevaloran en el hogar, y buscan en el maltrato a la pareja, el poder que se les niega en la

calle. Por eso tienden a retener s su/sus víctima/as y no quieren perderlas. Las necesitan para

desahogarse y la excusa perfecta la encuentran cuando a ella se le ocurre llevarle la contraria,

quejarse o protestar por el maltrato. (Hernández, Limiñani Gras, 2007, pg.: 41, 42)

La identidad del agresor y aún más específicamente del género masculino, por lo general

responde a un patrón cultural donde se realza la fortaleza y la brutalidad como virtudes propias

21

del hombre, y por otro lado, la sumisión y conformismo como virtudes propias de la mujer.

Entonces, la identidad del agresor suele responder a estructuras tales como una sobrevaloración

de sí mismo, de sus capacidades y su grado de dominio sobre sí mismo y los otros, así como la

incapacidad para expresar algún tipo de debilidad ante los otros. Para mantenerse integrado

ante tales demandas, por lo general el agresor suele mostrar una actitud de poder, dominio y

fortaleza a fin de no defraudar la imagen tradicional del hombre.

…el estereotipo social equipara masculinidad en comportamientos agresivos y competitivos,

negando en ocasiones a los hombres la posibilidad de desarrollar la capacidad de cuidar de

otros; la expresión emocional y sus necesidades humanas de apego y dependencia quedan en un

segundo plano. (Bentovin, 2000)

En este sentido, el agresor, suele caracterizarse por una dificultad para expresar o manifestar

sus emociones, para comunicar sus sentimientos y temores y su resistencia para asumir

actitudes de sumisión o debilidad ante sus víctimas. No canalizan adecuadamente las

emociones negativas y experimentan a su vez un sentido de inseguridad lo cual suele hacer

que el mínimo reclamo, sea percibido como una ofensa directa a su persona.

1.5.2 Perfil de la víctima

A pesar que aún no se ha formulado un perfil definitivo o absoluto para las víctimas, si existen

diversas características muy comunes que comparten muchas de ellas y que son pautas esenciales a

identificar a la hora de abarcar el complejo fenómeno de Violencia Intrafamiliar.

Las víctimas por lo general, suelen presentar una baja autoestima y un bajo autoconcepto, a

consecuencia en su mayor parte a que llegan a asumir como verdaderas todas aquellas burlas, críticas

y desvalorizaciones de su agresor. Además que, han aprendido a priorizar la opinión y seguridad

externa por sobre su bienestar y felicidad.

Esta desvalorización de sí mismas, fomentan en ella la dificultad en la toma de decisiones sobre su

vida y bienestar e incrementa sus temores de desenvolverse de manera autónoma.

Muestran un patrón de dependencia emocional, social y económica, esto asociado a sus permanentes

sentimientos de inseguridad e incapacidad para valerse por sí misma en su vida e incluso en el

cuidado del hogar y de sus hijos. Incluso llegan a considerar a su agresor, como su única fuente de

contacto y de referencia con el mundo exterior, lo cual favorece al poder que éste ejerce sobre ella.

22

Experimentan sentimientos de ambivalencia con respecto a su pareja principalmente, que oscilan

entre el amor que creen tener hacia él y el odio que resulta tras enfrentar el maltrato de ellos. Poco a

poco, empiezan a desarrollar sentimientos de malestar y culpa, por sentirse incapaces de frenar las

situaciones o por sus sentimientos de impotencia a denunciar estos hechos.

Para mantenerse integradas o, de alguna forma, esperanzadas en que la violencia finalizará tarde o

temprano, suelen enfocarse en los aspectos aparentemente buenos de sus agresores. Incluso, se

muestran, la mayor parte del tiempo, como complacientes, sumisas y atentas a fin de evitar a toda

costa eventos que puedan desencadenar la violencia. Suelen incluso establecer como un elemento

vital, el conseguir el reconocimiento y valor por parte de su agresor. (Romero, 2004)

Es importante señalar, que uno de los principales mecanismos de defensa, que la mayor parte de las

víctimas de violencia llegan a presentar como factor común durante este difícil proceso, es la

negación, el cual suele llevarlas a interpretar erróneamente nos hechos a fin de no asumir como real

la situación que enfrentan y suelen llevarlas a interpretar erróneamente la realidad así como las

propias conductas de violencia.

Acorde a esto, otros de los mecanismo presentes en las víctimas, suelen ser: la minimización (la

violencia no es tan mala, pronto acabará), la proyección (principalmente enfocado a satisfacer a otros

para hallar bienestar), la justificación (de los hechos como de las conductas violentas) y la

racionalización (restándole el real impacto que la violencia genera en sus vidas)

Una vez abierto el panorama acerca de las principales características comunes en víctimas de

violencia intrafamiliar, a continuación se exponen las tres principales dimensiones que permiten

generar una mayor aproximación al perfil de una mujer víctima de Violencia Intrafamiliar:

Dimensión conductual:

Suelen ser personas retraídas, temerosas e incluso pueden buscar aislarse socialmente.

Además que, ante cualquier estímulo externo, suelen provocar en ellas fuertes reacciones

emocionales.

Las víctimas por lo general, en el ámbito público suelen mostrarse como personas

aparentemente estables, ocultando a la sociedad, sus verdaderos padecimientos ante la

situación de violencia que están atravesando.

Pero en el ámbito privado, sus comportamientos suelen ir desde la total sumisión por no

tentar a su agresor, hasta arranques emocionales de sus emociones y tensiones contenidas, así

23

como por las reacciones que ha mantenido oprimidas durante mucho tiempo.

Pueden mostrase hipervigilantes y alertas en el ambiente, e incluso llegan a creer que deben

adaptarse indiscutiblemente a las condiciones de violencia, pues no existe otra alternativa

para ello.

Dimensión cognitiva:

Las condiciones de violencia de las que son víctimas constantemente, suelen

conducirlas a desvalorizarse a sí mismas, percibiéndose negativamente, tal como su agresor

suele señalarlas.

Tienden a considerar que el mundo es injusto y que por tanto, no puede enfrentarse a éste pos

sí misma, para lo cual las conductas de sumisión resultan ser la mejor estrategia.

Además que se perciben a sí mismas como incapaces de enfrentar o aún más, de escapar de la

situación de violencia que atraviesa.

Tras largos períodos de exposición a la violencia, suelen desarrollar ideas irracionales con

respecto a sí mismas, a su vida, a su agresor, así como a su futuro y la vida en general,

dotándole más bien un carácter negativo acerca de todas las interpretaciones que suele hacer

de la realidad.

Incluso, suelen desarrollar ideas suicidad u homicidas, como estrategia final para resolver su

difícil situación.

Sus mecanismos cognitivos los emplea básicamente para minimizar la violencia,

manteniendo la creencia de que su agresor algún día recapacitará y cambiará, e incluso en

etapas posteriores, llegan a asumir que merecen la violencia. (Echeburúa & Corral, 1998;

Sarasua & Zubizarreta, 2000).

Dimensión psicosocial:

Los estereotipos de género, han llegado a considerarse como la base fundamental que regula

y consolida la Violencia Intrafamiliar, pues promueven esquemas y representaciones

distorsionadas sobre el funcionamiento social de hombres y mujeres.

Las víctimas de violencia, suelen incorporar en su vida, modelos de sumisión total,

24

dependencia y pasividad, acordes a las exigencias y estereotipos que acompañan a nuestra

sociedad actual.

Esto suele generarle sentimientos de ambivalencia entre lo que quiere y lo que cree que debe

ser o parecer. Incluso este factor, desempeña un papel fundamental cuando las víctimas se

muestran temerosas a levantar las denuncias por la enorme influencia del contexto

socio-cultural.

Generalmente las víctimas, suelen sentirse constantemente aterrorizadas en relación a su

experiencia. Su personalidad suele irse moldeando acorde a las condiciones de maltrato que

enfrenta y los mecanismos que debe emplear para mantenerse integrada y sobrevivir ante

tales circunstancias. Se creen la principales responsables de la violencia y se convierten poco

a poco en esclavas de un profundo sentimiento de culpa.

Sus emociones, suelen oscilar entre el deseo de expresar sus sentimientos, y el temor de

enfrentarse al a su agresor y que éste le haga daño. Por ello, han encontrado como mejor

estrategia, el silencio y el reprimir todas sus necesidades, lo cual suele terminar incluso en

desarrollar síntomas psicosomáticos, donde la enfermedad orgánica enmascara sus

afectaciones psicológicas.

Experimentan constantemente sentimientos tales como el miedo, la resignación y la

angustia. Las situaciones de indefensión, de sentimientos de descontrol de su propia vida y la

continua tensión de las que son víctimas, las hacen encontrarse permanentemente en alerta.

1.6 Realidad Nacional de la Violencia Intrafamiliar

En el intento de explicar el contexto ecuatoriano que caracteriza y promueve las conductas y

creencias en torno al tema de violencia, es indispensable considerar aspectos de diversos órdenes,

sean estos sociales, culturales, legales, psicológicas y de salud, para brindar una panorámica más

exacta sobre ello.

Desde hace ya varios años, problemas de carácter social, tales como la pobreza, la migración, el

desempleo, así como la misma crisis económica que caracterizaba a nuestro país, significó un factor

que alteró en gran medida significó la progresiva desestabilización de la sociedad ecuatoriana,

afectando principalmente el funcionamiento y la misma dinámica relacional a nivel familiar y por

ende social de las personas.

25

Tal como señala Maluf (2002), el entorno social y político del Ecuador durante años se ha

acompañado por hechos de exclusión y desigualdad en base a las diferencias étnicas o de género de la

población, velando en la mayoría de situaciones por los intereses y beneficios de grupos particulares,

siendo promotora y recreadora de relaciones basadas en una estructura de poder y control, lo cual ha

llevado a que las familias construyan significados y pautas de conducta acordes a esta realidad.

Como otro componente, la ciudadanía que destaca al ser humano como sujeto de derechos y

obligaciones en la sociedad donde se desarrolla y con la cual interactúa constantemente, promueve la

práctica permanente de valores tales como la ética y respeto de sus ciudadanos. Pero al verse ésta

violentada por prácticas maltratantes entre la sociedad misma, dichos contenidos serían

interiorizados poco a poco a enseñanzas que se adquirirán y practicarán constantemente dentro del

entorno familiar.

El aislamiento a nivel social, ha sido otro aspecto crucial en el mantenimiento de la Violencia

Intrafamiliar, sustrayéndolo de la perspectiva pública y promoviendo el uso de roles y

comportamientos jerárquicos, inflexibles, violentos y que no potencian un adecuado bienestar para

sus miembros y la estructura familiar como tal (Pavón, 2010)

Para que la violencia se aplique en nuestro entorno, se requiere de un medio cultural que acepte y

tolere este tipo de prácticas relacionales. Y aun cuando se han promovido diversas leyes que castigan

los actos violentos, vivimos en u medio donde aún el maltrato es aceptado como una forma apropiada

de crianza en el hogar, que aparentemente cubren la necesidad una necesidad de disciplina, pero que

siguen enmascarando pautas culturales que aprueban las conductas violentas como hechos cotidianos

y poco trascendentales.

Es así como poco a poco, las relaciones y roles basados en prácticas violentas, incrementan y

potencian la aparición y mantenimiento de este fenómeno en un marco socio-familiar e histórico.,

que van indiscutiblemente acompañados de construcciones inadecuadas acerca de la visión de

género o de la necesidad de un funcionamiento jerárquico en el plano de relaciones humanas.

(Bentovin, 2000).

Las denuncias en casos de Violencia Intrafamiliar han incrementado en gran medida en los últimos

dos años, siendo las mujeres en un 86% las principales víctimas.

Esto como una consecuencia lamentable de la cultura de violencia que poco a poco se ha ido

adaptando y constituyendo como parte de la sociedad ecuatoriana, donde los ciudadanos cada vez

más acentúan pautas de relación basadas en la intolerancia y una necesidad latente de control por

medio de la agresividad.

26

Los medios de comunicación significan también un componente impactante para fomentar esta

cultura, los cuales progresivamente han ido restando la verdadera sensibilidad que requiere el

fenómeno de violencia, proyectándolo más bien como un espectáculo común, divertido e incluso

socialmente aceptado.

La violencia intrafamiliar en la realidad nacional constituye ya un problema de salud pública que se

ve influenciada por el contexto socio cultural, así como por las mismas prácticas legales que

constituyen y regulan el funcionamiento nacional.

La legislación ecuatoriana aun no potencia las medidas necesarias de protección en casos de

violencia intrafamiliar, especialmente a la hora de precautelar el bienestar de la mujer. Incluso esto

se evidencia en el hecho de que el delito de femicidio aún no ha sido tipificado y adoptado en la

práctica.

Si una mujer maltratada llega a una casa de salud, el caso no es reportado con la relevancia que

amerita. Si ella acude a las entidades judiciales y obtiene una boleta de auxilio, la policía no hace un

seguimiento apropiado. Finalmente, pide ayuda a su familia y es cuestionada e incluso

responsabilizada por su situación. (Martínez, 2014)

Si bien a partir de los años setenta, es que se empezó a brindar un campo de estudio más abarcativo e

interdisciplinario a este fenómeno, relacionando disciplinas conexas tales como el Derecho, la

Medicina, la Criminología y la Victimología, no fue sino hasta la década de los noventa que la

Psicología empieza a ser uno de los pilares indispensables para comprender e intervenir ante tan

impactante problema social.

En la actualidad, las estrategias de intervención en casos de Violencia, han enfocado su labor

primordialmente al restablecimiento del bienestar físico y legal de las víctimas. Incluso, en el actual

modelo de jurisdicción.

Se perciben muchas incongruencias que son un importante impedimento a la hora de garantizar el

adecuado y óptimo restablecimiento de los derechos vulnerados de las víctimas.

Incluso, la revictimización percibida por las víctimas en el sistema judicial, resulta otra evidente

deficiencia a la hora de responder verdaderamente a los intereses y más que todo a las necesidades de

ellas. (Beristain, 1999)

El hecho de levantar una denuncia, significa para muchas víctimas un enorme paso y la última opción

para enfrentar su conflictiva situación. Recurren pues a las entidades pertinentes que consideran

27

restablecerá sus derechos vulnerados, pero al enfrentarse a un sistema aún deficiente a la hora de

garantizar su bienestar físico y sobre todo el psicológico, que más que agotar, revictimizar a las

víctimas, terminan por acentuar una visión catastrófica acerca de su realidad y de las alternativas de

superar exitosamente las situaciones de VIF.

Nos enfrentamos pues, a falencias tales como la diferencia en cuanto a los protocolos en los que

respecta a la atención e intervención por parte de las diversas Instituciones destinadas a tratar casos

de VIF, muchos de los cuales constituyen adaptaciones superficiales a nuestra realidad nacional o

que por el contrario se enfocan a brindar una pronta solución para las condiciones de maltrato,

promoviendo una visión sesgada acerca del fenómeno de violencia y fracasando en la importante

tarea que significa la intervención integral en este campo.

El Sistema Judicial actual parece privarse o limitarse a la hora de construir una perspectiva real y

global acerca del fenómeno de Violencia Intrafamiliar, lo cual se evidencia principalmente en las

diversas metodologías que emplean para intervenir en este campo.

La intervención actualmente se basa en estrategias que tal solo responden a intereses individuales,

particulares y sesgados por parte de los profesionales, muchos de los cuales no llegan al nivel de

interdisciplinariedad que es tan indispensable a la hora de abarcar los casos de violencia

intrafamiliar. Los resultados obtenidos en muchas de las evaluaciones, sean estas psicológicas,

sociales o legales, quedan resumidos a evaluaciones muy objetivas y simplistas sobre los hechos que

pretenden explicar, persiguiendo el fin primordial de cumplir el procedimiento legal que se les ha

encomendado, y donde su objetividad limita la adecuada comprensión que requiere un problema tan

complejo como lo es la VIF y aún más la misma naturaleza humana.

1.7 Efectos de la Violencia Intrafamiliar en los Diversos Campos del Desarrollo Humano

“Las mujeres que informan de violencia infligida por sus parejas tienen más necesidades de

salud y solicitan servicios de salud con más frecuencia que la población en general” (OMS,

2013)

A pesar que la influencia directa de aspectos tales como la inequidad de género, la pobreza, el

contexto socio-cultural, el ámbito legal o incluso el grado de desarrollo industrial han representado

variaciones en las formas de expresión de este fenómeno, las consecuencias para las víctimas parecen

ser las mismas independientemente del entorno al cual se haga referencia.

Los efectos de la violencia intrafamiliar hacia la mujer son muy importantes de considerar, ya que

28

ésta genera secuelas inmediatas sobre diversos aspectos relacionados a la salud física y psicológica

de las víctimas, así como para su adecuado desarrollo social.

Aún más, cabe señalar que las secuelas de carácter emocional y conductual, indiscutiblemente son

las que más tiempo tardan en ser restablecidas y sanadas.

En relación al aspecto físico, las secuelas de la violencia hacia la mujer suelen ser las más evidentes a

la hora de tratar este tipo de casos, ya que pueden ir desde lesiones físicas agudas, tales como

hematomas, heridas punzantes, fracturas, quemaduras hasta lesiones de carácter más grave como

dolores crónicos, dificultades para realizar tareas cotidianas o situaciones que generen incapacidad

en las víctimas.

Las secuelas físicas, suelen ser más comunes en casos de maltratos repetitivos o persistentes a los

largo del tiempo. Estas consecuencias, pueden ser leves, inmediatas, crónicas e incluso mortales,

recalcando que mientras más graves sean, presentarán mayores repercusiones negativas sobre la

salud de las víctimas. Incluso, aun cuando las condiciones de violencia haya terminado, muchas de

estas afectaciones pueden persistir durante largos períodos de tiempo e incluso representar secuelas

físicas imborrables. Las probabilidades de femicidio son elevadas especialmente en casos donde han

existido antecedentes de algún tipo de violencia.

La intervención para este tipo de afectaciones, suele variar conforme el nivel de gravedad de las

heridas, sin embargo el principal fin de ello debe ser en un principio evaluar las áreas afectadas a fin

de salvaguardar la integridad y sobre todo la vida de las víctimas, restableciendo para ello la

funcionalidad de los órganos o sistemas que se hayan visto alterados y garantizando el bienestar

físico de ellas.

En cuanto a las consecuencias conductuales y relacionales, se ha observado que en casos de violencia

intrafamiliar, las consecuencias suelen ser muy diversas pero evidentes, como lo son por ejemplo, los

intentos de suicidio y las conductas de autoagresión.

Por lo general, la mayor secuela en este sentido, suele evidenciarse en comportamientos que buscan

ante todo garantizar la supervivencia o adaptabilidad de las víctimas a las condiciones de maltrato en

las que se ven inmersas. El aislamiento social es una muestra de ello, que asociado a los bajos niveles

de autoestima, el temor a la crítica pública o las ideas irracionales de que merecen y son las únicas

responsables de las condiciones de violencia a las cuales se enfrentan, suelen ser factores que

contribuyen a ello, donde la víctima poco a poco restringe un aspecto indispensable para su salud

como lo es el desarrollo social.

29

Otras de las secuelas en relación al ámbito conductual, suelen ser las alteraciones en el sueño, como

lo son las dificultades para conciliar el sueño, pesadillas, insomnio tardío, hasta condiciones de

hipersomnia donde intentan dormir elevadas cantidades de tiempo a fin de evadir la dura realidad que

enfrentan. Incluso suelen evidenciarse trastornos de los hábitos alimenticios, que pueden variar

desde la restricción total hasta el abuso de la comida para silenciar la ansiedad o depresión que

indiscutiblemente acompaña a un proceso de violencia.

En situaciones de violencia prolongada, las consecuencias conductuales pueden llegar a expresarse

en cuadros elevados de estrés, trastornos de ansiedad especialmente evidenciados en estrés

postraumático, trastornos del estado de ánimo, trastornos psicosomáticos; hasta conductas

antisociales que involucrarían el uso de alcohol y otras drogas. Incluso, son evidentes tasas elevadas

de ansiedad y alteraciones en lo referente al aprendizaje. (Dificultades en funciones tales como

memoria, atención y concentración).

Cabe señalar que el agotamiento mental y físico caracterizan también los casos de violencia

intrafamiliar, consecuencia directa de las dificultades que encuentran las víctimas para ponerle fin a

esta situación.

Las intervenciones en este campo, necesariamente deben acompañarse de intervenciones

terapéuticas que se orienten a favorecer el desarrollo social de la víctima, y promover conductas que

favorezcan a su salud integral.

1.8 Perspectiva Psicológicas de la VIF

Este capítulo pretende exponer con mayor énfasis a las consecuencias psicológicas que suelen

acompañar las condiciones de maltrato en las víctimas, ya que el estudio en relación a este

importante componente del desarrollo humano, ha quedado en la mayoría de casos relegado a un

plano secundario a la hora de analizar y comprender un fenómeno tan complejo como lo es la

Violencia Intrafamiliar.

Dado que la violencia suele mantenerse como un problema intimo o secreto de la familia, muchas de

las víctimas no suelen denunciar los casos debido a que presentan sentimientos profundos de

vergüenza acerca de cómo será tratado a nivel público su problema, e incluso por el temor de

deshonrar su rol de mujer o madre. Esta violencia permanece escondida y toma un carácter íntimo y

secreto.

Las condiciones de violencia suelen acompañarse de marcadas dificultades en el manejo conductual,

30

que desencadenan la agresión. La violencia intrafamiliar entonces, se caracteriza por formas de

relación estructuradas a partir del manejo abusivo del poder o autoridad, donde el agresor busca

como sea reivindicarse en una posición de superioridad sobre su víctima, infringiéndole para ello

algún tipo de sufrimiento mediante golpes, amenazas o humillaciones. Ante ello, la víctima no suele

hallar otra alternativa que someterse a la voluntad de su agresor.

Las consecuencias psicológicas suelen presentarse de forma innegable a lo largo de este complicado

proceso, independientemente del tipo de violencia al cual hagamos referencia.

Las víctimas suelen convencerse y conformarse con las condiciones de vida que le ha tocado vivir,

asumiendo que es su principal tarea la de promover la inhibición de la violencia a fin de garantizar

su propia supervivencia o la de sus seres queridos. Incluso, llegan a apropiarse de la idea de creerse

responsable de la situación e indigna de merecer una situación mejor.

“El maltratado presenta un importante trastorno de la identidad, y su sentimiento de deuda

respecto a quien lo castiga le lleva a justificar los golpes y sufrir sin decir nada. (Perrone,

2002)

Las condiciones de violencia crean en la víctima, la necesidad de mantener y salvaguardar el

funcionamiento y bienestar familiar, lo cual suelen llevarla a mantenerse en una actitud de sumisión

ante su agresor, sometiéndose para ello a él, a sus exigencias, creyendo que de esta manera impedirá

todo tipo de confrontación. La víctima poco a poco empieza a eclipsarse de mundo.

Esto suele generarle marcadas consecuencias psicológicas relacionadas a la pérdida progresiva y

alarmante sobre su sentido de identidad. Su autoestima se ve evidentemente afectada y deteriorada,

en conjunto con una sensación de que su mundo interno está siendo cada vez más reducido y

destruido. Se ven muy aferradas a la idea de que no merecen ningún tipo de afecto, respeto e incluso

reconocimiento por parte de los otros.

Generalmente, los sentimientos de culpa, consecuente con su deseo de esconder o justificar la

realidad violenta que están viviendo para no destruir la imagen de bienestar, armonía familiar que

creen es su tarea esencial. (Perrone, Nannini, 2002).

Muchas víctimas encuentran una enorme dificultad a la hora de hablar de sus experiencias

personales, aún más las referidas a las de VIF. También suelen evidenciarse fuertes tendencias en

ellas al auto desprecio y la autocrítica, especialmente por la permanente vergüenza que le han

atribuido a su existencia.

31

Con el pasar del tiempo, se creen y sienten menos capaces de superar sus conflictos o defenderse ante

su agresor. Son víctimas que se han aferrado fuertemente a una necesidad de sobrecompensación de

su baja autoestima, por medio de tareas o asumiendo actitudes complacientes a fin de conseguir ese

reconocimiento y gratificación del que se han visto privadas por mucho tiempo.

Han llegado incluso a interiorizar en extremo la idea de “vivir para los otros”, dotando de mayor

importancia y relevancia el bienestar y la felicidad de otro, por encima de la suya, restándole el valor

y la importancia que realmente poseen sus necesidades físicas, sociales y sobre todo emocionales.

Los insultos, las humillaciones, el aislamiento social y la dependencia económica y afectiva de su

agresor, así como la presión social y los valores imperantes respecto a la familia, han generado en

ellas un estado de indefensión ante cualquier tipo de amenaza que perciban en su entorno.

Las condiciones de maltrato a las que constantemente se vieron expuestas, han generado en ellas una

sensación de alerta permanente, mostrándose hipervigilantes, alertas ante cualquier estímulo, por

más mínimo que sea.

Incluso, llegan a adoptar estilos de adaptación basados en la desconfianza a los otros, pues guardan

un profundo temor de ser nuevamente sometidas al maltrato del cual fueron víctimas anteriormente.

Podrían incluso llegar a aislarse de todo tipo de interacción a fin de prevenir cualquier tipo de

amenaza a su integridad.

Pueden presentarse consecuencias en su funcionamiento psicológico tales como alteraciones del

estado de ánimo (tristeza, Distimia, disforia), llanto fácil o constante (al hablar o referirse a las

condiciones de violencia que vivieron), además pueden llegar a perder interés parcial o total hacia

diversas actividades en su vida o al hecho de interactuar con otros (principalmente debido a sus

temores a la crítica o al rechazo social).

En el nivel clínico, como una expresión alarmante del deterioro en su estima personal, pueden

desarrollarse alteraciones más patológicas, tales como trastornos del estado de ánimo (depresión,

cuadros bipolares), trastornos de ansiedad (estrés postraumático, fobias, ansiedad generalizada),

trastornos psicóticos, diversos tipos de esquizofrenias, trastornos de la personalidad (dependiente,

esquizoide, paranoide, límite, , obsesivo-compulsivo, evitativo) e incluso llegar al extremo fatal de

comportamientos suicidas a fin de remediar lo que en muchos sentidos consideran un “lamentable

destino de maltrato y sufrimiento”.

Como se ha señalado, las secuelas psicológicas de la Violencia Intrafamiliar, genera en las mujeres

víctimas una gran cantidad y variedad de secuelas, que si bien no podrían ser claramente

32

identificadas o evidentes en un primer plano, significan una importante amenaza tanto para su

bienestar como para su adecuado desarrollo psicológico.

Por ello, la intervención debe priorizar el restablecimiento de las afectaciones psicológicas, partiendo

para ello de una concepción integral tanto del fenómeno de violencia, así como de la realidad que

acompaña a cada víctima.

Es indispensable que los procesos de intervención psicológica manejen un lenguaje más humanizado

y sensible, especialmente hacia los diversos hechos o personajes que se ven inmersos en los hechos

de violencia. Además que resulta fundamental que los diversos profesionales involucrados en este

proceso, independientemente del rol que desempeñen, o del tipo de tarea que lleven a cabo, deberán

estar adecuadamente preparados y formados en materia de Violencia Intrafamiliar, lo cual les

significará un importante aporte a la hora de comprender la complejidad de este fenómeno, así como

el atender realmente al conjunto diverso de necesidades que acompaña a cada víctima. Además que

resulta indispensable, que exista una adecuada coordinación entre los diversos sistemas de atención

que se pretendan llevar a cabo en cada caso, a fin de evitar someter a las víctimas a procesos de re

victimización, y garantizar en un exitoso trabajo, el bienestar e integridad total de ellas.

33

TITULO II PERSONALIDAD

2.1 Definición

En general, las personas funcionan como totalidades organizadas, y desde esta perspectiva de su

organización o totalidad, es desde donde tenemos que comprenderlas. (Pervin, 1987)

El abordaje de la personalidad requiere un estudio y comprensión del ser humano en cuanto a la

totalidad de éste, y fundamentalmente a las diferencias existentes entre las personas, comprendiendo

para ello diversas pautas del comportamiento humano, donde toda persona y hecho, significarían

algo único, haciendo énfasis en el modo como cada persona difiere en sus percepciones acerca de la

realidad, y la manera como estas diferencias se relacionan con su funcionamiento global.

Por ello, la personalidad implica la comprensión de la conducta a través de la interacción entre los

distintos aspectos del funcionamiento individual.

La personalidad representa a las propiedades estructurales y dinámicas de un individuo o individuos,

tal como estas se reflejan en sus respuestas características a las situaciones. Con otras palabras el

termino personalidad hace alusión a aquellas propiedades permanentes de los individuos que tienden

a diferenciarlos de los demás. (Pervin 1987).

La personalidad comprende el conjunto de características individuales que resultan de la interacción

entre los componentes biológicos, ambientales, conductuales y psicológicos de cada persona. Es

además una estructura que nos permite interpretar y manejar funcionalmente los estímulos

provenientes de la realidad a fin de desarrollar estrategias que favorezcan la función adaptativa al

medio.

Abarca los componentes tanto estructurales como dinámicos de la psique humana, que

independientemente a la naturaleza o manifestaciones a la cual ésta responda, es definida en los

patrones de conducta evidenciados en respuesta a diversas situaciones de la vida diaria de cada

sujeto.

La personalidad recalca la importancia de considerar aspectos cruciales de la naturaleza humana,

tales como que:

1. El hombre es algo único entre todas las especies, y son sus características exclusivas el

34

interés fundamental a la hora de abarcar la personalidad.

2. Tanto el pensamiento, como la expresión a través del lenguaje demuestran la capacidad

humana de simbolizar (permitiendo la percepción de un pasado, presente y futuro, sin

depender básicamente de la estimulación inmediata), representar y transmitir su conducta en

un grado diferente al resto de especies.

3. El estudio de la personalidad debe abarcar la complejidad de la conducta humana, la cual

significa la representación no solo de la personalidad, sino también de sus situaciones.

4. En la búsqueda de descifrar y describir la conducta humana, es necesario conocer

características de cada persona así como de las condiciones o hechos que rodearon tal acción,

partiendo de la premisa que la conducta no es siempre lo que aparenta, y por ende no siempre

existirá una relación fija y lineal entre una determinada conducta y las causas productoras de

la misma.

5. Finalmente, es importante señalar que no siempre el ser humano, es o será consciente de los

factores que determinan su conducta. Y aun si éstas son importantes o insignificantes,

comunes o extrañas, normales o patológicas, ocurren y por tanto, deben ser explicadas de

algún modo.

Resumiendo, la ciencia de la personalidad intenta comprender cómo son las personas, aun

reconociendo que los individuos son, en muchos aspectos, algo único. Trata de descubrir,

comprender y explicar, las regularidades y consistencias de la conducta humana. Además que

permite elaborar teorías que nos ayuden a ordenar los fenómenos y nos indiquen estrategias para

investigaciones ulteriores. (Pervin, 1987).

En resumen, la personalidad podría resumirse como la forma en que sentimos, pensamos, actuamos,

percibimos e interpretamos la realidad que nos rodea, que se va haciendo constante a lo largo del

tiempo y de las experiencias también, sería la estrategias personal o peculiar de cada persona a la

hora de reaccionar frente a diversos hechos de la vida, retroalimentándonos constantemente con

ellos. Es la estructura fundamental que promoverá un desarrollo integral del resto de habilidades

personales y sociales en cada persona.

2.2 Estructura y Desarrollo de la Personalidad

Tanto la estructura como el desarrollo de la personalidad, están necesariamente vinculados por un

lado a la influencia biológica (hereditaria), y por otro a la carga ambiental que ejerce el entorno

social; ambos componentes interactúan constantemente y son indispensables de abarcar a la hora de

descifrar la compleja naturaleza de la personalidad. (Hundleby, Pawlik & Cattel, 1965).

35

2.2.1 Estructura de la Personalidad

Partiendo de la consideración de la personalidad como una compleja y dinámica estructura

compuesta de afectos, conductas y cogniciones que determinan pautas fundamentales en el

desarrollo de cada individuo, es necesario considerar que ésta se encuentra integrada por estructuras,

procesos, los cuales estarían fuertemente influenciados tanto por la naturaleza humana (base

biológica), así como por los procesos de aprendizajes (base social) (Pervin, 1999; pág: 444)

Para comprender la estructura, así como el desarrollo de la personalidad, diversas teorías emplean

conceptos que atienden a comprender el qué, cómo y por qué de la personalidad.

Al describir a la personalidad, estaríamos direccionando nuestro estudio al hecho de definir cómo

está conformada estructuralmente. Evidentemente para llegar a hacerlo, es fundamental partir del

concepto de estilo de personalidad.

El término estilo refiere a la dimensión de la personalidad que intenta explicar los parecidos

observados en la forma de comportarse de las personas. Por ello, implican una amplia variedad de

manifestaciones que abarcan tanto los componentes cognitivos, así como los conativos del

comportamiento humano. (Reuchlin, 1990)

Estamos hablando básicamente de aquellos patrones consistentes en la forma como cada sujeto

reacciona ante las diversas situaciones de su realidad, este componente pues, involucra un nivel

básico y muy concreto acerca de la organización interna de la personalidad. Ejemplo de ello sería por

ejemplo: la rigidez, flexibilidad, emotividad, etc. (Messik, 1961, pág. 94).

2.2.2 Desarrollo de la Personalidad:

Si bien, al abarcar la estructura de la personalidad, se puso mayor énfasis en los componentes

internos de ésta, el desarrollo se orienta más a explicar nociones más generales acerca de los

cambios que se generan en las diversas etapas del desarrollo humano, así como los modos de

adaptarse, relacionarse y funcionar en y con el entorno.

“La institucionalización de ciertas pautas de conducta lleva consigo el que la mayoría de los

miembros de una cultura participe de unas mismas características de personalidad”

(Pervin, 1965).

Dentro del proceso de desarrollo de la personalidad, es importante considerar determinantes

provenientes de la influencia que ejerce la cultura en el funcionamiento de la personalidad,

36

influyendo directamente sobre el sistema de necesidades, en las estrategias de relacionarnos con el

entorno, en nuestras percepciones de la realidad, así como en nuestro propio concepto y los diversos

mecanismos de afrontamiento. Incluso los factores de clase social, desempeñan un rol fundamental

que dictarán pautas esenciales en el desarrollo y expresión de cada personalidad; aspectos que de una

u otra forma regulan nuestro funcionamiento social (Kluckhohn, 1949).

En conjunto con estos componentes, la estructura familiar es otro componente crucial en este campo,

pues implica desde las formas de crianza hasta una diversidad de patrones de conducta adquiridos en

las relaciones e interacciones familiares, considerando que las pautas comportamentales de los

padres, ejercen una enorme influencia en el desarrollo de la personalidad de los hijos (Becker, 1964).

Las experiencias provenientes de etapas iniciales del desarrollo, representan una gran contribución

en la construcción de los rasgos, tipos y estilos de personalidad, así como para la organización que

estos permitan desarrollar a la totalidad como tal que representa el ser humano.

“El fenotipo de un organismo es una función que depende tanto de su constitución genética

como del medio ambiente en el que el organismo se desarrolla.” (Snyder, 1962).

La interacción de los contenidos ambientales y hereditarios, se evidenciará en cualquier

manifestación significativa de la personalidad.

Además de los componentes ambientales, aquellos de orden biológico, desempeñan un aspecto a

considerar dentro del desarrollo de la personalidad que está más relacionado con contenidos tales

como la inteligencia o el temperamento. (Vandenberg, 1962).

La carga hereditaria pues, se referiría a la forma cómo el sujeto adquiere aprendizajes, e incluso

determinaría los principales límites en lo referente al grado de modificabilidad de una determinada

conducta por factores ambientales, mientras que el entorno propicia el escenario así como los

aprendizajes bases que potenciarían el desarrollo pleno de cada sujeto. Esto realza que la interacción

herencia-ambiente es evidente y constante, donde la sociedad como tal influye activamente sobre la

carga genética de cada sujeto a fin de permitirle adaptarse, desenvolverse y reaccionar en su medio

social. (Principio de coacción ejercida por la medida biosocial, Cattel, 1965).

La interacción de los componentes genéticos así como los referentes a la esfera social de cada sujeto

llegan a establecer pautas esenciales a la hora de analizar y explicar el desarrollo así como en la

configuración de la personalidad, donde la herencia puede delimitar las características que se

adquieran de la cultura y la sociedad(Millon, 1998).

37

El desarrollo de la personalidad a su vez, se ve constantemente influenciado por el proceso de

maduración del ser humano, que permite y regula que los aprendizajes adquiridos de las diversas

experiencias de cada persona, sean incorporados o no a la estructura de la personalidad, y por ende

esto influirá a su vez en los futuros comportamientos y aprendizajes que sean empleados en etapas

posteriores de su vida. (Cattel, 1965).

2.3 Rasgos y Tipos de Personalidad Normal

A partir de la concepción de Theodore Millon, se visualiza a la personalidad normal y patológica

como dos constructos continuos, y no como conceptos antagónicos o totalmente ajenos como los

presentan la mayoría de estudios relacionados a este campo.

“La normalidad y la patología son conceptos relativos; son cotas arbitrariamente establecidas

dentro de un continuum o gradatoria. La psicopatología va moldeándose de acuerdo con los

mismos procesos y principios que intervienen en el desarrollo y aprendizajes normales”

(Millon, 1998).

La mayor diferencia en este sentido, estaría a cargo de componentes relacionados directamente a la

influencia que ejerce el entorno social sobre cada individuo, especialmente en la habilidad que éste

adquiera a la hora de adaptarse al entorno, enfrentar las situaciones conflictivas, y reaccionar

satisfactoriamente ante éstas.

Millon (1998), destaca que todas las personalidades atraviesan las mismas etapas de desarrollo y son

prácticamente las mismas en relación a las vascas características que as constituyen. Sin embargo, a

pesar de ello, el éxito de cada persona a la hora de hallar y situarse en un equilibrio armónico entre

esas atapas, le constituiría el mayor éxito en lo referente a desarrollar conductas normales o

adaptativas.

Las personalidades normales entonces se caracterizarían fundamentalmente por ser más flexibles y

tolerantes hacia y dentro de su entorno, lo cual les permitiría desarrollar conductas efectivas de

adaptación que garantizarán su estabilidad a la hora de interactuar con el entorno habitual.

Estas personalidades además, comparten la característica de percibir su realidad y a sí mismos de

forma proactiva, funcional y sobre todo constructiva, que les permiten comportarse como actores

promotores de salud y bienestar tanto para sí mismos como para su medio ambiental

En el continuo, tal como Millon lo señala, se encuentran las personalidades anormales o patológicas,

38

que si bien comparten los mismos principios en cuanto a estructura y desarrollo que las

personalidades normales, se diferencian esencialmente en el aspecto relacionado a su fracaso a la

hora de adaptarse al medio.

Millón, permite comprender a las personalidades anormales o patológicas partiendo de que éstas:

Representan a menudo individuos curiosos y a menudo únicos cuya estructura constitucional y

experiencias vitales tempranas, no sólo has dirigido erróneamente su desarrollo, sino que también

han construido un sentido de sí mismos insatisfactorio, una forma problemática de expresar los

sentimientos y pensamientos, así como una manera deficitaria de comportarse y relacionarse con los

demás. Cada uno de los tipos clásicos de personalidad, así como sus variantes, nos demuestran la

complejidad de las estructuras y los estilos que nos hacen ser las personas que somos

Al hablar de personalidades patológicas, nos referimos más específicamente a patrones de

personalidad anormal que se hallan profundamente arraigadas en diversas etapas del desarrollo de

quienes las padezcan. Serían pues la consecuencia de la combinación entre los aspectos constitutivos

de la persona (referidos a su biología, herencia) y a los aspectos relacionados a sus formas de

interacción social. Estos patrones generan estilos de vida tan consistentes a lo largo del tiempo y

espacio, que suelen pasar desapercibidos, adoptarse como hábitos de vida sin percibirse la negativa e

impactante consecuencia que realmente significan.

Estas personalidades tienden a desarrollar un patrón de comportamientos inflexibles, rígidos e

incluso desadaptativos a la hora de reaccionar hacia su entorno, aún más a situaciones conflictivas o

adversas.

En cuanto a cómo percibe a su realidad y así mismo, estos contendidos tienden a ser negativos,

limitantes, frustrantes y pesimistas, lo cual entonces conlleva a estas personalidades a desarrollar

hábitos de conducta desadaptativos e inestables que le generarían efectos perjudiciales en cuanto a su

salud y la de su entorno.

Estas personalidades tienen una necesidad constante de verse involucrados en círculos viciosos como

consecuencia de sus estrategias tan desadaptativos de enfrentarse y relacionarse a la vida y como

única medida de sentirse seguros o funcionales.

Además, es frecuente en este estilo de personalidad, la alta variabilidad e inestabilidad de sus afectos,

caracterizada por labilidad, fragilidad y el fracaso para enfrentar situaciones de estrés, sea interno o

externo.

39

Gracias a esta nueva visión sobre cómo concebir personalidad normal y patológica, se abren nuevas

opciones a la hora de reconocer más estratégicamente entre ambos estilos, de manera que esto

favorezca en gran medida a una comprensión más realista y global sobre la personalidad de manera

general, y de manera específica acerca de cómo intervenir en los trastornos a fin de generar mayores

mecanismos que favorezcan su tarea de adaptación.

2.4 Enfoque Bio-psico-social de la Personalidad Millon, brinda un enfoque que parte de la integración de principios universales, vinculando

conceptos científicos tradicionales, con nuevos enfoques a fin de recalcar la compleja naturaleza que

significa el estudio de la personalidad.

Toma pues, aportaciones de Darwin en lo referente a los principios de la evolución, pero esta vez los

adapta al intento de explicar la estructura y desarrollo de la personalidad. Son entonces las estrategias

de adaptación en cada sujeto, las que se irán constituyendo como estilos de personalidad. A partir de

ello, la personalidad sería aquel modo único de cada persona para adaptarse y relacionarse con su

ambiente, pero se recalca que en la compleja constitución de ésta, desempeñan un rol esencial los

componentes biológicos y ambientales de cada persona en conjunto sujetos a las polaridades

psíquicas manifiestas a los largo de las etapas del desarrollo humano.

Al hablar de personalidad, Millon habla de que para comprenderla es necesario partir de la

comprensión de los componentes estructurales y funcionales de ésta. Los componentes funcionales

de la personalidad comprenderían a aquellas características dinámicas del mundo intrapsíquico, del

sí mismo y también lo referido al componente psicosocial, que consistirían en acciones reguladoras

conformadas por: comportamientos observables, comportamientos interpersonales, estilos

cognitivos y mecanismos de defensa.

Mientras que los componentes estructurales serían la parte más estable donde se hallan los recuerdos,

actitudes, necesidades, temores y conflictos que dirigen la experiencias y transforman la naturaleza

de los acontecimientos vitales” (Millon, T. y Davis, R. 1998, pág.:153) entre los cuales se sitúan los

aspectos relacionados a la autoimagen, las representaciones objetales, la organización morfológica

y el estado de ánimo o temperamento.

40

ÁMBITOS FUNCIONALES ÁMBITOS ESTRUCTURALES

Nivel comportamental

Comportamiento observable

Comportamiento interpersonal

Nivel fenomenológico

Estilo cognitivo Autoimagen

Representaciones objetales

Nivel intrapsíquico

Mecanismos de defensa Organización morfológica

Nivel biofísico

Estados de ánimo/temperamento

En un inicio, el enfoque acerca de la Personalidad de Millon se sustentó en el postulado modelo

bipsicosocial, donde le prestó gran importancia al concepto de refuerzo asegurando que el ser

humano determinaría su personalidad a partir de las nociones de qué refuerzos busca, dónde los

busca y finalmente cómo hace para lograrlo; a partir de ello, la personalidad se estructuraría en base

a cuatro polaridades psíquicas, que le otorgan a cada sujeto la oportunidad de desarrollar tareas

fundamentales que favorezcan su adaptación y que en conjunto explicarían las diversas

manifestaciones de la personalidad sean normales o patológicas.

Cada tarea, le permitiría al sujeto desarrollar los comportamientos destinados a potencializar los

aprendizajes básicos, que serían:

1. Resistirse a la extinción.

2. Conseguir un refuerzo social.

3. Asegurar la autoperpetuación: llevando a cabo estrategias protectoras de vida.

Estos aprendizajes, en conjunto se relacionan con las cuatro polaridades postuladas por Millon, las

cuales consistirían en:

1. Que busca: placer o dolor, que correspondería a la naturaleza del refuerzo. Donde la

existencia y adaptación se explicarían a partir de que si el sujeto tiende a buscar refuerzos

positivos que le generen placer, o al contrario, lleva a cabo conductas de evitación a aquellos

41

hechos que le generen algún tipo de dolor.

2. Cómo lo hace: de forma pasiva o activa, correspondiente a la conducta instrumental

empleada para conseguir el refuerzo.. Donde la existencia y adaptación consistirían en que si

el sujeto actúa de forma reactiva o activa a la hora de tomar la iniciativa en la configuración

de su realidad, o si por el contrario tiende a asumir una actitud pasiva, casi inactiva y de

resignación ante diversos hechos que ocurren en su realidad.

3. Dónde lo busca: sí mismo u otros, referido a la fuete empleada para el refuerzo. La existencia

y adaptación consistirían en que si el sujeto se comporta y configura su vida en base a sus

propias necesidades y deseos, o si por el contrario se enfoca solamente en los demás. . dentro

de este campo, encontramos a su vez cuatro variables de esta polaridad:

4. Dependencia, que refleja expresiones de tristeza y ansiedad asociados a la necesidad

frecuente de buscar protección en otros.

5. Independencia, caracterizada por la búsqueda de evitación del dolor y la búsqueda de placer,

siempre buscando en conseguirlo a partir de sí mismo y no de otros.

6. Ambivalencia, donde los sujetos se enfrentan a la inseguridad constante acerca de si busca la

dependencia de otros, o dependerá solamente de sí mismo.

7. Y la desvinculación, que caracterizaría a sujetos que se sienten incapaces de sentir placer

propio o generado por otros, oscilando en conductas de aislamiento o por el contrario de

agresión.

8. Finalmente el mundo referido a la Abstracción: entre sentimientos y pensamientos. Donde la

existencia y adaptación, se basan principalmente en las capacidades de pensamiento y

sentimiento, refiriendo al éxito del sujeto para integrar estos procesos a fin de estructurar un

criterio propio ante la vida y por ello, siendo el principal regulador y constructor de su vida y

destino.

A su vez, estas cuatro etapas, dentro del estudio de la personalidad, se correlacionan con los

siguientes componentes evolutivos del desarrollo:

1. Etapa de fijación sensorial, donde se genera la primera polaridad placer y dolor, empleando

para ello la exploración sensorial así como en el desarrollo del sentimiento de apego.

2. Etapa de autonomía sensoriomotora: se comprende la segunda polaridad activa y pasiva,

donde se emplean la capacidad sensoria motora y los primeros comportamientos de

autonomía.

3. Etapa de identidad puberal genérica, que comprende la polaridad sí mismo y otros, que

favorece los procesos de maduración y el sentido de identidad.

4. Etapa de integración Intracortical, que comprende la última polaridad

pensamiento-sentimiento, e involucrando los procesos de integración y las diversas

42

habilidades intracorticales.

En base a los principios enunciados previamente, el modelo de Millon de la personalidad, se podría

definir mediante el siguiente cuadro:

MODELO DE LA PERSONALIDAD DE MILLÓN:

OBJETIVO EXISTENCIA ESTRATEGIA DE REPLICACIÓN

Mejoría de

la vida

Preservación

de la vida

Propagación

reproductiva

Cuidados reproductivos

Polaridad PLACER-DOLOR SÍ MISMO-OTROS

Deficiencia,

desequilibrio

o conflicto

Placer

(bajo)

Dolor (bajo

o alto)

Placer-dolor

(inversión)

Sí mismo

(bajo)-Otros

(alto)

Sí mismo

(alto)-Otros

(bajo)

Sí mismo-Otros

(inversión)

Modo

adaptativo

Trastornos de la personalidad

Pasivo:

acomodación

Aislamiento

Esquizoide

, Depresivo

Complacencia

Masoquista

Aquiescencia

Dependiente

Afirmación

Narcisista

Conformismo

Obsesivo-Compulsivo

Activo:

modificación

Duda

Por

Evitación

Control

Sádico

Huida-Escap

e

Histriónico

Disidencia

Antisocial

Queja

Negativista

Patología

estructural

Esquizotípi

co

Límite,

Paranoide

Límite Paranoide Límite, Paranoide

Esta teoría sostiene que a partir del conocimiento de los defectos de estas tres dimensiones polares es

posible derivar de forma deductiva los ocho trastornos de la personalidad básica, combinando la

naturaleza (positivo o placer contra negativo o dolor), la fuente (sí mismo vs otros), y las conductas

instrumentales (pasivo vs activo). El modelo incluía además tres variantes de trastornos de la

personalidad más severos. Si bien es fácil imaginar ocho modelos de personalidad resultantes del

cruce de tres de estas polaridades, esta no fue la metodología seguida por Millon. Los ocho patrones

que derivó son en cambio un desbalance o una mezcla desigual de las tres polaridades. Cuatro

patrones se derivan de la naturaleza y fuente del objeto: retraído (no busca refuerzos), dependiente

(busca refuerzos en los demás), independiente (busca refuerzos en sí mismo) y ambivalente

(inseguro de dónde buscar refuerzo). Estos cuatro patrones se cruzan con las dos variantes de

conducta instrumental (activo, pasivo) para producir ocho modelos de personalidad. Las dos

43

variantes de conducta instrumental representan claramente la polaridad pasivo-activo, pero los

modelos retraído, dependiente, independiente y ambivalente no representan un cruce claro de las

polaridades yo-otros y placer-dolor. (Millon, 1998).

2.5 Diagnóstico de la Personalidad

El proceso de diagnóstico de la personalidad, entendido como el método que permite la obtención de

información respecto las características generales o específicas de una persona, supone la

observación, interpretación y el análisis de la conducta humana en respuesta a diversas condiciones,

que nos aproximan a conocer y generar un conocimiento significativo de la naturaleza de su

personalidad.

Es esencial comprender el diagnóstico de la personalidad como un proceso de investigación con fines

y objetivos delimitados, que en la labor de la Psicología Clínica nos permite generar conocimientos e

hipótesis acerca de los componentes dinámicos y estructurales de cada persona, basados para ello en

constructos éticos, científicos y técnicos.

La obtención de la información en el diagnóstico de la personalidad, comprende un proceso muy

complejo que implica una serie de procedimientos que van desde el planteamiento de una situación o

estimulo, un contexto de aplicación, instrucciones del proceso, registro de la información obtenida, y

finalmente la interpretación de los resultados obtenidos, mediante medidas sensibles a medir o

examinar a los aspectos que realmente deseemos evaluar, en este caso la personalidad. Lo más

importante en este proceso será el recoger información acerca del verdadero fenómeno que vamos a

diagnosticar. (Pervin, 1979).

El diagnóstico entonces debe permitirnos cuantificar algo que no podemos ver ni tocar como lo es la

personalidad. Por ello, resulta necesario combinar diversas estrategias de evaluación, para llevar a

cabo esta compleja tarea, como son:

1. La entrevista personal, la cual puede ser:

No estructurada, donde el profesional se encuentra en la libertad de seleccionar el número o tipos de

preguntas a emplearse para obtener información del sujeto.

Estructurada, en la cual el profesional cuneta con un orden y estructura determinada de las

preguntas a emplearse para recopilar información.

2. La observación directa de las reacciones del sujeto frente a diferentes situaciones, es

decir, la observación del comportamiento típico de éste.

44

3. Los test, entendidos como aquellos instrumentos estandarizados que permiten recopilar

información en una amplia gama de aspectos de la personalidad. Estos a su vez pueden ser: objetivos,

subjetivos y proyectivos.

Los objetivos incluyen características enfocadas a medir las respuestas patentes mediante

instrumentos basados en brindar una puntuación objetiva de los resultados obtenidos.

Los tests subjetivos implican como su nombre lo indica la valoración subjetiva de los datos o relatos

emitidos por cada persona en relación a su propia personalidad que nos permitiría evaluar aspectos

relacionados al discurso y al lenguaje verbal y no verbal empleados durante su aplicación, esto

respondería más bien a un tipo de entrevista.

Y finalmente los test proyectivos, que parten de la idea de que la personalidad está estructurada a

partir de deseos y conflictos inconscientes, por lo cual se enfocan en estimular a las personas para que

puedan demostrar sus sentimientos y fantasías, por lo que requieren un mayor nivel de interpretación

clínica.

2.5.1 Inventario Multifásico de la Personalidad de Millon:

Para la presente investigación, el instrumento empleado en el diagnóstico de la personalidad, fue el

inventario multifásico de la personalidad de Millon, que consiste en un sistema de clasificación que

ha significado uno de los aportes más significativos en lo referente a la estructuración de una

nomenclatura general de los trastornos de personalidad. Es un instrumento de diagnóstico, permite

operacionalizar los constructos teóricos de los constructos teóricos formulados por Millon, que

favorece a la integración tanto de la estructura como de la dinámica de la personalidad.

Este instrumento, parte del enfoque novedoso de Millon acerca de patología y personalidad, en

coherencia además con el modelo multiaxial del DSM, que permite una comprensión de cada

individuo como una entidad integrada, y no la agregación de diagnósticos. Está diseñado para

utilizarse con adultos normales, el cual permite evaluar dimensiones de personalidad característicos

de la población normal.

Consta de 175 elementos de respuesta, cuyas opciones de respuesta consisten en: verdadero y falso.

Puede ser exitosamente empleado en centros de salud mental, hospitales generales o clínicas

privadas para informe periciales.

Las diferentes características de la personalidad son recogidas en las siguientes escalas:

45

Escalas de fiabilidad y validez:

1. Escala V: Validez:

2. Escala X: Sinceridad:

3. Escala Y: Deseabilidad Social

4. Escala Z: Devaluación

10 Escalas básicas de patrones clínicos de la personalidad:

1. Escala 1: Esquizoide: Orientación pasiva-retraída.

2. Escala 2: Fóbica (Evitativa): Orientación Activa-retraída.

3. Escala 3: Dependiente (Sumisa): La orientación pasivo-dependiente.

4. Escala 4: Histriónica: La orientación activa-dependiente.

5. Escala 5: Narcisista: La orientación pasivo-independiente.

6. Escala 6A: Antisocial: La orientación activa-independiente.

7. Escala 6B: Agresivo-Sádica: La orientación activo-discordante

8. Escala 7: Compulsiva (Rígida): La orientación pasiva-ambivalente.

9. Escala 8A: Pasivo-Agresiva: La orientación activa-ambivalente. Escala 8B:

Autodestructiva (Masoquista): La orientación pasivo-discordante.

1 escalas de patología severa de la personalidad:

1. Escala S: Esquizotípica

2. Escala C: Límite (Borderline)

3. Escala P: Paranoide

4. 6 escalas de síndromes clínicos:

5. Escala A: Ansiedad

6. Escala H: Somatomorfe

7. Escala N: Hipomanía

8. Escala D: Distimia

9. Escala B: Abuso de alcohol

10. Escala T: Abuso de drogas

1 escalas de síndromes severos de la personalidad:

1. Escala SS: Desorden del Pensamiento

2. Escala CC: Depresión mayor

3. Escala PP: Desorden Delusional

Este inventario, así como la misma teoría de la personalidad y la nomenclatura formulada por Millon,

ha permitido el empleo y manejo de un lenguaje común entre los distintos profesionales de la salud

46

mental a la hora de comprender o intentar descifrar el complejo mundo psicológico del ser humano.

Este inventario, como herramienta de diagnóstico de la personalidad, promueve una perspectiva

integradora de la sintomatología de un individuo partiendo desde sus estilos arraigados de

afrontamiento hasta considerar incluso aspectos estresores del contexto psicosocial, sin dejar de lado

los componentes socioculturales que podrían incluso significar un determinante crucial en la

retroalimentación y potencialización de determinados rasgos patológicos.

47

TITULO III MECANISMOS DE DEFENSA

3.1 Definición e Historia

El término “Mecanismo de Defensa” fue concebido inicialmente por la teoría psicoanalítica, a partir

de la cual eran entendidos como estrategias inconscientes que reducen o eliminan la ansiedad del

individuo.

En un inicio, eran vistos únicamente como el resultado de la batalla frecuente del yo contra una

diversidad de ideas, afectos o recuerdos frustrantes que pueden venir tanto del exterior como del

interior del sujeto, aliviando de alguna manera los niveles de sufrimiento.

Posteriormente se vinculó esencialmente a la relación permanente de éstos con el concepto de

ansiedad, formulando que cada persona cuanta con dos medios acerca de cómo enfrentar la ansiedad.

El primero consistiría en la solución directa delas situaciones que la generaron; mientras que la

segunda implicaría un proceso más complejo, donde se reduciría o aliviaría la ansiedad mediante la

distorsión de la realidad de las situaciones que la generan, precisamente allí es donde entrarían en

acción los mecanismos de defensa.

“El yo protege al conjunto de la personalidad falsificando la naturaleza de la amenaza, y las

formas en que se hacen las distorsiones se denominan mecanismos de defensa”.

(Freud, 1936).

Los mecanismos de defensa surgen de la interrelación entre el componente hereditario, el medio

externo y de la micro cultura familiar y social, siendo recursos inconscientes que se encargan de

minimizar o eliminar las consecuencias negativas de situaciones, hechos o recuerdos que son

percibidos como dolorosos, frustrantes o traumáticos para la psique humana, haciendo la vida más

tolerable y satisfactoria.

Estas estrategias se escapan del control consciente del sujeto y pueden asumir diversas formas de

expresión. Su acción inicia en respuesta acerca de cómo solucionar, enfrentar o reducir los niveles

de ansiedad, proveniente del incremento en los niveles de frustración, dolor o tensión de diversas

situaciones de la realidad, interna o externa, a las que se enfrenta el individuo en la vida cotidiana.

Significarían incluso una distorsión de hechos, situaciones o personajes de la realidad que sean

fuente de malestar o sufrimiento para el mundo interno o externo de cada persona, siendo la

48

herramienta vital de afrontamiento que garantizaría en óptima medida el funcionamiento y

adaptación normal de cada sujeto.

Si bien el término fue concebido desde un enfoque psicoanalista, no hay duda que se ha convertido en

un concepto muy empleado en Psicología, y aun más al hablar de la compleja naturaleza humana, y

aún más la referida al concepto de personalidad.

Es importante señalar que el estudio de los mecanismos de defensa resulta importante en el estudio

de la personalidad pues esto promueve una perspectiva integradora en el estudio del ser humano,

dando para ello un enfoque más cualitativo y logrando una comprensión de las personas más allá de

las máscaras o de los evidentes síntomas y expresiones externas.

Los mecanismos de defensa son formas de evaluar la realidad y en consecuencia son mecanismos

cognitivos, pero al buscar que la evaluación sea más ventajosa para el ego, son igualmente formas

de autodefensa.

Los mecanismos de defensa consisten en aquellas estrategias que posee cada ser humano y que le

permiten poseer medios activos para hacerle frente a diversas situaciones conflictivas o que puedan

ser percibidas como una amenaza potencial para sí mismo o su desarrollo bio-psico-social.

Los mecanismos de defensa, son componentes cognitivos que también contribuyen a la

interpretación constante de la realidad, donde muchas veces pueden llegar a alterar el contenido real

de ésta a fin de favorecer al bienestar de cada sujeto. Significan además la forma personal como cada

sujeto logra aminorar los efectos de la angustia generada a partir de conflictos o amenazas a las que

se expone en el diario vivir.

Si bien, en la actualidad no se ha llegado a un consenso acerca del número exacto de mecanismos de

defensa de los que dispone el ser humano, la tendencia histórica demuestra una elevada tendencia a

incrementar la cantidad de éstos a la hora de correlacionar y analizar la relación constante entre

comportamiento y personalidad.

3.2 Principales Mecanismos de Defensa

Los siguientes, son los principales mecanismos de defensa, que están citados dentro del DSM-V:

Abstención. Consiste en el uso de palabras o comportamientos simbólicos que nieguen o repongan

ciertos pensamientos, sentimientos o emociones que se considere negativas o dolorosas.

Afiliación. Mediante esta defensa el sujeto encuentra en los demás una fuente de apoyo, a fin de que

49

estos puedan ayudarle u orientarle en conflictos personales.

Agresión pasiva. Surge como una estrategia de adaptación en casos donde resulta difícil o

complicado expresar el auto afirmación de forma abierta. Consiste en la expresión indirecta de la

agresión, donde tras una aparente actitud de sumisión, se suelen esconder aspectos como resistencia,

rencor, resentimiento e incluso la hostilidad hacia las demás personas.

Aislamiento Afectivo. Mediante esta defensa los conflictos o amenazas son enfrentados mediante la

separación de los componentes cognitivos y los afectivos. La persona suele apartar sus reacciones

emocionales de sus ideas y pensamientos a fin de proteger o mantener su estabilidad funcional y

adaptativa.

Altruismo. Este mecanismo consiste en una dedicación por parte del individuo a satisfacer los

deseos y necesidades de las demás personas. El individuo parece obtener placer en las reacciones que

obtiene de otros cuando cumple sus deseos o exigencias.

Anticipación. Esta defensa implica que el individuo se anticipe a reaccionar afectiva o

cognitivamente antes de que ocurra una situación conflictiva. Puede anticiparse a las consecuencias

que considere negativas de hechos amenazantes, que por lo general le permiten considerar

alternativas productivas para enfrentarse a ellos.

Consumo. Consiste en que el individuo, frente situaciones que considere amenazantes o conflictivas,

lleve a cabo conductas adictivas u obsesivas destinadas a adquirir bienes, alimentos u otro tipo de

recursos no estrictamente necesarios para el individuo. La conducta entonces se ve destinada a

satisfacer una necesidad profunda de consumo y adquisición.

Autoafirmación. Mediante esta defensa el individuo enfrenta los conflictos, mediante la expresión

directa y sensata de sus sentimientos, ideas o emociones, sin buscar obtener algo a cambio

necesariamente.

Auto observación. El individuo emplea la constante reflexión acerca de sus ideas, emociones,

conductas y pensamientos como guía para enfrentar o solucionar posibles conflictos.

Comportamiento impulsivo (acting out).Mediante esta defensa el individuo se siente capaz de

enfrentar las amenazas, sean internas o externas, mediante la realización de tareas o actividades,

evitando dedicarle mucho tiempo e interés a ideas, reflexiones o sentimientos.

Desplazamiento. Consiste en la identificación o posible generalización de una respuesta a un objeto,

50

hacia otro generalmente menos importante que el inicial.

Devaluación. Implica que el individuo llegue a distorsionar la perspectiva real de su autoconcepto y

del concepto de otros (con cualidades extremadamente negativas o poco realistas).

Disociación. Mediante este mecanismo el individuo puede enfrentar conflictos y amenazas mediante

una modificación temporal de las funciones mentales de integración (consciencia, memoria,

sensación, percepción o comportamiento).

Fantasía Autista. Implica que el individuo enfrente situaciones que considere amenazantes o

conflictivas, mediante el empleo de la fantasía e imaginación en sustitución de la realidad, que

llegarían a generarle mayor satisfacción y una alternativa más efectiva en cuanto a la resolución de

sus problemas. Podría incluso llegar a privarlo de las relaciones interpersonales.

Formación reactiva. Consiste en la sustitución de comportamientos, ideas o sentimientos que

resulten inaceptables por los demás, por otros que resulten socialmente condescendientes. Implica la

sustitución de un estímulo desagradable o doloroso en lo opuesto es decir, transformándolo en

agradable o placentero, sustituyendo hechos, ideas o sentimientos completamente opuestos a lo que

se considere deseado.

Idealización. Mediante esta defensa, el individuo suele enfrentar situaciones frustrantes o

conflictivas, mediante una atribución de destrezas, logros y características exageradamente positivas

de las demás personas.

Identificación proyectiva. Implica la atribución a otras personas, de pensamientos, emociones y

conductas propias que resulten inadecuadas e incorrectas, sin embargo cabe señalar que el individuo

no desconoce totalmente los aspectos que proyecta, pero los interpreta incorrectamente.

Intelectualización. Mediante esta defensa el individuo genera pensamientos demasiado abstractos

para aliviar o enfrentar situaciones conflictivas.

Omnipotencia. Consiste en la atribución de aspectos o cualidades demasiado exageradas tanto a sí

mismo, como de las demás personas. El individuo se enfrenta a conflictos, basado en la creencia de

que posee capacidades, atributos o poderes especiales que lo hacen especial sobre los demás.

Polarización. El individuo emplea como estrategia principal para enfrentar los conflictos y

amenazas, una visión polarizada de los hechos y personas, esto es, viéndolos como completamente

51

buenos o malos, excluyendo para ello la posibilidad de concebir una visión realista o equilibrada de

la realidad.

Proyección. Consiste en la atribución a otras personas, objetos o situaciones las características,

ideas, sentimientos, acciones o deseos propios que resulten incorrectos e inadmisibles, a otras

personas asumiéndolos como ajenos o extraños a sí mismo. Resulta pues que los aspectos de la

personalidad propios, son proyectados hacia el medio externo, desviando lo que se percibe como

amenaza fuera del sujeto. Esto impide o dificulta la auto-observación.

Queja. Mediante esta defensa el individuo se enfrenta a conflictos o amenazas empleando quejas

(haciendo referencia a síntomas físicos, psíquicos o conflictos cotidianos) que implican una

demanda de ayuda de otras personas. Esta estrategia realmente mantiene ocultos o escondidos

sentimientos de hostilidad hacia los demás.

Racionalización. Mediante esta defensa el individuo emplea continuas justificaciones poco realistas

acerca de los verdaderos motivos que guían sus conductas y sentimientos.

Represión. Este mecanismo lleva al individuo a quitar de su consciencia o renunciar cognitivamente

a valorar situaciones que le generen algún tipo de malestar o sufrimiento.

Sentido del Humor. Esta defensa implica el individuo recurra a rescatar o hacer hincapié en los

aspectos entretenidos, divertidos e incluso sarcásticos de los conflictos o situaciones estresantes

que pueda enfrentar en su vida.

Sublimación. Donde el sujeto canaliza las ideas, impulsos o acontecimientos que le resultan

penosos, dolorosos o frustrantes hacia actitudes o conductas socialmente valorados o aceptados.

Supresión. Mediante esta estrategia, el individuo renuncia voluntariamente a enfrentar o solucionar

problemas emocionales o situaciones amenazantes, evitando para ello pensar, sentir o reaccionar

ante situaciones que le resulten dolorosas. Consiste en un olvido motivado de la conciencia donde

ésta suprime hechos, percepciones o ideas que producen ansiedad, impidiendo que éstos sean

resueltos.

3.3 Personalidad y Mecanismos de Defensa

Los mecanismos de defensa son particulares y característicos de la personalidad de cada persona que

favorecen nuestra capacidad de adaptación, dotándonos de estrategias para descargar impulsos y a la

vez permitiéndonos reducir o aliviar la ansiedad resultante de situaciones frustrantes de la vida

cotidiana. (Sears, 1936).

52

Todas las personas emplean los mecanismos de defensa a la hora de enfrentar situaciones difíciles en

su diario vivir, y ya que su finalidad fundamental es de promover la adaptación, son recursos

empleados tanto en personalidades normales como patológicas.

Los mecanismos de defensa garantizan pues la protección o estabilidad de la psique humana,

entendida como el conjunto de procesos y fenómenos que reflejan la vida mental como una unidad,

de estímulos que generen tensión y ansiedad.

Al enfrentarse a una influencia demasiado intensa o dominante de un mecanismo de defensa

inmaduro o neurótico, la personalidad suele reducir su flexibilidad e incluso su capacidad de

adaptación, tornándose rígida, restrictiva e inflexible.

Las defensas protegen a la persona de la ansiedad, sin embargo cuando las éstas oscurecen la realidad

o influyen negativamente en la salud integral de la persona, dejan de ser maduras, adaptativas y

funcionales y se transforman en neuróticas e inmaduras pues bloquean la adaptación y el

funcionamiento normal del individuo.(Hall, 1954, pág. 96)

Esto deja en evidencia que su concepto es básico para promover una perspectiva integradora de las

personas; y a pesar que aún se discute verdadera importancia en el campo de la Psicología, su

relación en el estudio de la personalidad resulta indiscutible, especialmente por:

1. En el estudio de la estructura y funcionalidad de la personalidad, los niveles defensivos

resultan necesarios para analizar, diagnosticar, entender e intentar explicar la personalidad.

2. Permiten desarrollar un enfoque cualitativo del ser humano, logrando una comprensión de

éste más allá de síntomas y expresiones externas, recalcando pues la complejidad que

significa la psique humana.

3. El término de personalidad, independientemente del enfoque científico que lo aborde,

implica un estudio más allá del conjunto de conductas observables, sino que incluso

requiere de un abordaje integrativo de los diversos fenómenos subjetivos que componen la

compleja naturaleza humana.

3.4 Mecanismos de Defensa y DSM IV

Siendo el DSM-IV, el Manual Diagnóstico y Estadístico de los trastornos mentales, contiene una

clasificación y una clara descripción de categorías diagnósticas a fin de favorecer el proceso de

diagnóstico e intervención en el campo de Salud mental. Dentro de este manual, los mecanismos de

defensa han sido incorporados para abordar un estudio más completo y detallado en el diagnóstico

53

psicológico, considerándolos como aspectos determinantes dentro del funcionamiento psicológico

sano. Por ello, son evaluados mediante una Escala de Mecanismos de Defensa.

3.4.1 Escala de Mecanismos de Defensa:

Bajo este apartado los mecanismos de defensa son considerados como estrategias de afrontamiento

automáticos que brindan estabilidad en el funcionamiento de las personas al brindarle protección

frente a la ansiedad y las posibles amenazas internas o externas.

Su función sería la de mediar las expresiones o reacciones ante conflictos emocionales y conflictos

internos o externos.

Para su evaluación han sido clasificados mediante diversos niveles de funcionamiento, donde el

evaluador debe reconocer mediante la observación clínica qué estrategias de afrontamiento suele

emplear comúnmente cada sujeto, por lo menos siete de ellos, para dependiendo de cuáles sean

predominantes, se pueda detectar en qué nivel de defensa se ubica cada sujeto.

Se utilizó la observación clínica como principal estrategia de evaluación de los mecanismos de

defensa, ya que muchas de las pruebas psicométricas revisadas para este fin, respondían a una

naturaleza objetiva que limitaban el estudio global de una de las condiciones inherentes a la

naturaleza humana más complejas e interesantes como lo son los mecanismos de defensa.

La observación se basó en entrevistas individuales llevadas a cabo con cada una de las participantes.

La observación respondió a una naturaleza no estructurada, donde el proceso de obtención de la

información fue permanente, propiciando las condiciones favorables y adecuadas para llevar a cabo

la investigación. Se plantearon diversos indicadores para evidenciar la presencia de los principales

mecanismos de defensa para cada caso, tales como:

• señales fisiológicas: sudoración, llanto, tartamudeo, etc

• historia de vida (historia clínica)

• contenido del dialogo

• fluidez verbal

• tono de la voz

• estado de ánimo y psicoafectivo

• funciones mentales: consciencia, atención, memoria.

• incongruencias en su discurso

• gestos corporales

54

• expresiones faciales

• contacto visual

La observación clínica, como método e instrumento de investigación científica, se constituyó pues

como un elemento fundamental a la hora de estructurar, esclarecer o respaldar un diagnóstico clínico,

permitiendo de esta manera brindar una descripción cualitativa e integral del fenómeno clínico que se

desea evaluar, en este caso los mecanismos de defensa.

Este método de evaluación me permitió complementar una perspectiva psicológica y social del

fenómeno a investigarse, evitando a la vez influir o modificar la realidad del mismo, logrando

identificar diferencias individuales de cada caso en función de las características observadas de

forma directa en la investigación.

Es así que la aplicación de la observación clínica en esta investigación, logró complementar aquel

componente subjetivo a la hora de evaluar y comprender la personalidad humana, generando así una

visión más completa, real e integral del fenómeno investigado.

Niveles de defensa y mecanismos de defensa individuales

1. Nivel adaptivo elevado. Donde las defensas logran incrementar la gratificación y auto

conciencia de las reacciones personales y sus consecuencias., es así que generan una adecuada

adaptación y equilibrio frente a diversas situaciones estresantes. Las defensas en este nivel son:

1. Afiliación

2. Altruismo

3. Anticipación

4. Autoafirmación

5. Auto observación

6. Sentido del humor

7. Sublimación

8. Supresión

Nivel de inhibiciones mentales (formación de compromisos). Las defensas permiten que las

los estímulos negativos o frustrantes, se alejen de la conciencia del individuo, son:

1. Abstención

2. Aislamiento afectivo

3. Desplazamiento

4. Disociación

55

5. Formación reactiva

6. Intelectualización

7. Represión

Nivel menor de distorsión de las imágenes. Donde las defensas promueven una distorsión

del auto imagen del individuo para favorecer su autoestima, son:

1. Devaluación

2. Idealización

3. Omnipotencia

Nivel de encubrimiento. Las defensas permiten que las situaciones generadoras de tensión

o frustración sean atribuidas a causas ajenas al sujeto y que también se mantengan fuera de la

conciencia del individuo, son:

1. Negación

2. Proyección

3. Racionalización

Nivel de mayor distorsión de las imágenes. Las defensas promueven una gran distorsión

o atribución incorrecta de la realidad externa o interna del sujeto, son:

1. Fantasía autista

2. Identificación proyectiva

3. Polarización de la propia imagen o de la de los demás

Nivel de acción. Las defensas promueven al sujeto a la acción o bien a la retirada, son:

1. Agresión pasiva

2. Comportamiento impulsivo

3. Quejas y rechazo de ayuda

4. Retirada apática

Nivel de desequilibrio defensivo. Las defensas se caracterizan por una marcada ruptura

del sujeto, por lo que muestra un fracaso de la regulación de sus reacciones frente a la frustración,

son:

1. Distorsión psicótica

2. Negación psicótica

3. Proyección delirante

56

MARCO METODOLÓGICO

Hipótesis

Principal:

• Existe una correlación entre mecanismos de defensa y los estilos de personalidad en las

mujeres víctimas de violencia intrafamiliar que asisten a la Fundación “Cáritas”.

Secundarias:

1. Los estilos Dependiente y Autoderrotista de la Personalidad, serán los más predominantes en

mujeres víctimas de Violencia Intrafamiliar.

2. Los Niveles de Defensa de distorsión de las imágenes y de acción, serán los más comunes en

mujeres víctimas de Violencia Intrafamiliar.

Si se correlaciona Mecanismos de Defensa y Estilos de Personalidad en mujeres víctimas de

Violencia Intrafamiliar, entonces se generará un perfil psicológico más preciso de las

mujeres víctimas de violencia intrafamiliar.

Definición Conceptual de las Variables

Mecanismos de Defensa: Los mecanismos de defensa consisten en aquellas estrategias que

posee cada ser humano y que le permiten poseer medios activos para hacerle frente a diversas

situaciones conflictivas o que puedan ser percibidas como una amenaza potencial para sí mismo

o su desarrollo bio-psico-social.

Estilos de Personalidad: se refieren a las cualidades más o menos distintivas de funcionamiento

adaptativo que un miembro determinado de una especie muestra al relacionarse con su gama

típica de ambientes. (Millon, 1994).

Violencia Intrafamiliar: se define como todas las formas de abuso que tiene lugar entre los

miembros de la familia. Se denomina relación de abuso a la conducta que, por acción u omisión,

ocasiona daño físico y/o psicológico a un miembro de la familia. (Jorge Corsi, 1992)

57

Definición Operacional de las Variables:

Definición de variables

Instrumentos Indicadores

Unidad de Medida

Mecanismos de Defensa (Niveles de Defensa): consisten en aquellas estrategias que posee cada ser humano y que le permiten poseer medios activos para hacerle frente a diversas situaciones conflictivas o que puedan ser percibidas como una amenaza potencial para sí mismo o su desarrollo bio-psico-social.

Los mecanismos de defensa se evaluarán en los Niveles de Defensa mediante la Escala de mecanismos de defensa (DSM -IV): es un Instrumento que permite evaluar los mecanismos de defensa, clasificándolos mediante diversos niveles de funcionamiento, donde el evaluador debe reconocer mediante la observación clínica qué estrategias de afrontamiento suele emplear comúnmente cada sujeto, por lo menos siete de ellos, para dependiendo de cuáles sean predominantes, se pueda detectar en qué nivel de defensa se ubica cada sujeto.

1. Nivel adaptivo elevado 2. Nivel de inhibiciones

mentales 3. Nivel menor de distorsión

de las imágenes 4. Nivel de encubrimiento 5. Nivel de mayor distorsión

de las imágenes 6. Nivel de acción 7. Nivel de desequilibrio

defensivo

El evaluador debe reconocer mediante la observación clínica qué estrategias de afrontamiento suele emplear comúnmente cada sujeto, por lo menos siete de ellos, para dependiendo de cuáles sean predominantes, se pueda detectar en qué nivel de defensa se ubica cada sujeto.

Estilos de Personalidad: se refieren a las cualidades más o menos distintivas de funcionamiento adaptativo que un miembro determinado de una especie muestra al relacionarse con su gama típica de ambientes. (Millon, 1994).

Los estilos de personalidad se evaluarán mediante Inventario Multifásico de la Personalidad Millon – 2: Es un instrumento de diagnóstico, permite operacionalizar los constructos teóricos de los constructos teóricos formulados por Millon, que favorece a la integración tanto de la estructura como de la dinámica de la personalidad.

1. Esquizoide 2. Evitativo 3. Dependiente 4. Histriónico 5. Narcisista 6. Antisocial 7. Agresivo-sádico 8. Compulsivo 9. Pasivo-agresivo 10. Autoderrotista 11. Esquizotípico 12. Borderline 13. Paranoide

0-74 (Normalidad) 75-84 (Rasgo) 85-en adelante (Patología)

Violencia Intrafamiliar: se define como todas las formas de abuso que tiene lugar entre los miembros de la familia. Se denomina relación de abuso a la conducta que, por acción u omisión, ocasiona daño físico y/o psicológico a un miembro de la familia. (Jorge Corsi, 1992)

La violencia Intrafamiliar se evaluará mediante una entrevista personal con las usuarias.

• Violencia Psicológica

• Violencia Física • Violencia Sexual

Datos obtenidos de las entrevistas personales realizadas con cada una de las participantes en la investigación, así como de las encuestas obtenidas de la Fundación Cáritas.

Enfoque de la Investigación: Esta Investigación se desarrolló bajo un enfoque cuantitativo, ya que analizó la naturaleza de la

investigación descomponiéndola en variables, empleando conceptos científicos y teorías para

58

determinar qué datos van a ser recolectados. Y a la vez empleó métodos y procedimientos de

inferencia estadística para analizar los datos y así generalizar las conclusiones de una muestra a una

población definida, las cuales están expuestas en el capítulo de resultados.

Tipo de Investigación Es una Investigación de tipo Correlacional pues permitió establecer y analizar relación entre dos

variables: estilos de personalidad y los mecanismos de defensa, inmersos en un mismo fenómeno,

como lo es la Violencia Intrafamiliar.

Diseño de la Investigación Se basa en un Diseño No Experimental ya que permitió llevar a cabo un estudio de las mujeres

víctimas de violencia Intrafamiliar que asisten a la Fundación Cáritas de la Parroquia de Iñaquito, sin

la necesidad de manipular elementos, condiciones, eventos, variables o sin intervenir de forma

directa o indirecta en la población a fin de alterar o modificar los resultados de la investigación.

Población y muestra

La población estuvo conformada por los/las diferentes usuarios/as que acuden a la Fundación

“Cáritas” de la Parroquia La Inmaculada de Iñaquito y que se encontraban en situaciones de

vulnerabilidad frente a hechos de Violencia Intrafamiliar; para lo cual asistían a los diversos

Sistemas de Atención y Acompañamiento espiritual y psicológico que les brinda dicha Institución.

La población total que asistía a esta parroquia era de aproximadamente 300 usuarios/as, entre

niños/as, adolescentes y mujeres que recibía atención diaria o asistían regularmente a los diversos

talleres y programas de apoyo proporcionados en dicha Fundación, por parte de párrocos, psicólogos

y voluntarios que forman parte su equipo de trabajo.

Pero para la presente investigación, la muestra que se seleccionó, estuvo conformada únicamente por

un total de 41 casos, conformada por mujeres que eran víctimas de algún tipo de Violencia

Intrafamiliar, tanto psicológica como física y sexual. Eran mujeres que en su mayoría pertenecían a

un estatus socio-económico bajo y cuya principal ocupación era la de amas de casa; convivían con

sus parejas y sus edades oscilaban entre los 20 a 55 años aproximadamente. Acudían a la Fundación

Cáritas en búsqueda de orientación psicológica para poder enfrentar y hallar las herramientas

necesarias para dar fin a las situaciones de violencia, y a la vez asistían a los diversos talleres; de

manualidades, arreglos florales, costura, cocina, etc., como un requerimiento de la Parroquia para

complementar una adecuada intervención psicológica a sus situaciones de vulnerabilidad familiar.

59

Diseño de la muestra

La muestra seleccionada tuvo un diseño no probabilístico, puesto que se trabajó con una población

que cumplió los siguientes criterios de inclusión:

1. Género femenino

2. Mayores de 16 años.

3. Menores de 65 años.

4. Víctimas de Violencia Intrafamiliar

5. Nivel de Escolaridad Básico o Secundaria Incompleta

6. Disposición a recibir apoyo y orientación psicológica

7. No presenten Discapacidad Mental

8. Nivel socio-económico bajo o medio.

9. Acuden al Programa “Cáritas”

Tamaño de la muestra

La muestra total fue de un total de 41casos, conformada por mujeres que eran víctimas de algún tipo

de Violencia Intrafamiliar y que acudían con regularidad a los Programas de Atención Psicológica y

Espiritual en la Fundación “Cáritas” de la Parroquia La Inmaculada en Iñaquito.

Métodos, Técnicas e Instrumentos Empleados

Métodos: • Científico: ya que éste método nos permitió explicar los fenómenos estudiados en la

investigación, establecer relaciones entre los hechos y enunciar conclusiones que expliquen los

resultados obtenidos, permitiéndonos de esta manera obtener conocimientos de gran utilidad

para la comunidad científica y social.

• Comparativo: Pues mediante este procedimiento, permitió la comparación sistemática en la

población con el objeto de estudiar un fenómeno a partir de las similitudes que se encuentren

entre quienes conformen la muestra. Este método fue útil tanto para la generalización empírica

como para la verificación de hipótesis.

• Observación: se constituyó pues como un elemento fundamental a la hora de estructurar,

esclarecer o respaldar un diagnóstico clínico, permitiendo de esta manera brindar una

descripción cualitativa e integral del fenómeno clínico que se desea evaluar, en este caso los

mecanismos de defensa. La aplicación de la observación clínica en esta investigación, logró

complementar aquel componente subjetivo a la hora de evaluar y comprender la personalidad

humana, generando así una visión más detallada del fenómeno investigado.

60

• Estadístico: Este método permitió la obtención, representación, análisis, interpretación y

proyección de las características, variables o valores numéricos de los resultados de una

investigación para una mejor comprensión de la realidad investigada. Además que facilitó el

manejo de grandes cantidades de observaciones y datos por el empleo adecuado de la muestra.

• Clínico: Ya que este método es evidentemente necesario a emplear en la práctica clínica; pues

permite estudiar y comprender el proceso de salud y de enfermedad de un sujeto o una población

a partir del conocimiento de su realidad social, biológica y psicológica.

• Inductivo: Método inductivo de inducción completa: ya que gracias a este método las

conclusiones fueron sacadas del análisis de todos los casos que formaron el objeto de

investigación, pues se conoció con exactitud el número de elementos que formaron el objeto de

estudio, permitiéndonos que el conocimiento sea generalizado en base al estudio y correlación de

los elementos del objeto de investigación.

• Deductivo: Este método permitió elaborar parte de las conclusiones a partir de las premisas, es

decir, que las conclusiones son una consecuencia necesaria de los antecedentes de ésta

investigación. Gracias a ello, si éstos resultan verdaderos y el razonamiento deductivo tiene

validez, no hay forma de que la conclusiones no sean verdaderas.

• Fenomenológico: Este método fue esencialmente útil y empleado para la interpretación de los

hechos y procesos investigados; y también para captar el sentido de los fenómenos y la intención

de las actividades sociales de la realidad de esta investigación.

Técnicas • Entrevista: Esta técnica fue básica e indispensable para el presente estudio, ya que permitió la

atención del paciente en búsqueda de dar solución a un problema de salud inicialmente; así como

para recopilar datos y observaciones que resultaron relevantes en la investigación.

• Observación: Se utilizó la observación clínica como principal estrategia de evaluación de los

mecanismos de defensa, ya que muchas de las pruebas psicométricas revisadas para este fin,

respondían a una naturaleza objetiva que limitaban el estudio global de una de las condiciones

inherentes a la naturaleza humana más complejas e interesantes como lo son los mecanismos de

defensa.

• Técnicas de Evaluación y Exploración Psicológica: resultan necesarias en el área de salud mental

pues permiten evaluar el estado de la salud mental de una persona o una población, permitiendo

precisar un diagnóstico, indicar un tratamiento, una psicoterapia o una reeducación

neuropsicológica; a partir de la aplicación de diversos tipos de reactivos que permitan la

recopilación de datos relevantes en la investigación, como pueden ser tests, pruebas

neuropsicológicas, pruebas complementarias, etc. También puede incluir para evaluar,

establecer, localizar y medir alguna irregularidad psico-orgánica, o para describir, predecir o

61

explicar una conducta.

Instrumentos • Fichas de Observación: fueron un instrumento fundamental que permitieron la descripción

detallada de datos, hechos, comportamientos o circunstancias que resultaron de gran importancia

para el desarrollo de la investigación. Fueron un complemento de la entrevista para reforzar

ciertos conocimientos u observaciones obtenidas.

• Tests y Cuestionarios:

Inventario Multifásico de la Personalidad Millon-2: Es un test que permite la identificación de

estilos de personalidad, así como de posibles trastornos de personalidad y valoración de los

estilos cognitivos potencialmente significativos respecto a los trastornos psicológicos. Evalúa

estilos y trastornos de personalidad y algunos de los principales síndromes clínicos según

criterios del DSM-IV y la teoría de la personalidad de Millon. Contiene 10 subescalas que

evalúan trastornos de personalidad clínicos (esquizoide, evitativo, dependiente, histriónico,

narcisista, antisocial, pasivo agresivo, compulsivo, agresivo-sádico y autodestructivo) y tres

que evalúan trastornos graves de la personalidad (esquizotípica, paranoide y límite). Además

tiene índices que ajustan las puntuaciones de las subescalas o determinan la extensión de su

validez.

Escala de Mecanismos de Defensa: Esta escala permite la evaluación de los mecanismos de

defensa a partir de su clasificación en diversos niveles de funcionamiento, donde el evaluador

debe reconocer mediante la observación clínica qué estrategias de afrontamiento suele emplear

comúnmente cada sujeto, por lo menos siete de ellos, para dependiendo de cuáles sean

predominantes, se pueda detectar en qué nivel de defensa se ubica cada sujeto.

Análisis de Validez y Confiabilidad de los Instrumentos

Inventario Multiaxial Clínico de Personalidad de Millon (MCMI-II)

Autores: Millon, Davis y Millon.

Tipo de Instrumento: Cuestionario

Criterios de calidad:

Fiabilidad: consistencia interna mediante Coeficiente Alfa de 0,66-0,89, fiabilidad test-retest para las

puntuaciones dimensionales: 0,85 y 0,93 (0,60-0,89). El acuerdo entre jueces en los diagnósticos es

de kappa <0,45 para todos los trastornos de personalidad, índice muy bajo.

62

Validez: los estudios de correlaciones entre las puntuaciones dimensionales del MCMI con distintos

cuestionarios han arrojado resultados moderados, por ejemplo con el cuestionario de 90 Síntomas

Revisado (SLC-90-R) y el Inventario Multifásico de la Personalidad de Minesota (MMPI) la mayoría

de las correlaciones de las escalas están por encima de 0,50 pero no llegan a valores más elevados.

Los coeficientes son todavía menores cuando se correlacionan las puntuaciones categoriales con

entrevistas de diagnostico estructuradas o semi estructuradas que, sin embargo mantienen mejores

índices de acuerdo entre ellas. La sensibilidad del MCMI-II varía mucho entre las escalas: 0,44-0,92

(media=0,60), igual que su poder predictivo: 0,30-0,81 (media=0,69). Como todos los cuestionarios

que evalúan trastornos de personalidad tiende a cometer más errores de falsos positivos que otros

instrumentos, lo que le hace ser considerado una buena prueba de detección siempre y cuando exista

una medida posterior más exigente (estudios de dos pasos).

Validez interna: Las escalas del MCMI fueron diseñadas para representar plenamente un conjunto de

estilos de personalidad concordantes con la teoría, multidimensionales y parcialmente superpuestos.

Cada estilo de personalidad está representado por un conjunto de ítems esenciales, llamados

prototípicos; a cada ítem prototípico se le asignan 3 puntos cuando la respuesta es verdadera. Para

lograr una representación plena del rasgo, se incluye además en cada escala un conjunto de ítems

complementarios, o no prototípicos, a cada uno de los cuales se le asignan 2 puntos o 1 punto. Un

ítem que es prototípico en una escala puede ponderarse como complementario en otra cuando hay

una relación teórica entre las escalas y el ítem presenta por lo menos una correlación moderada con la

otra escala. La validez interna de un test se relaciona con la pauta de convergencia y divergencia

entre sus escalas.

Corrección e interpretación: se obtienen 24 puntuaciones. Mediante una tabla de transformaciones se

convierten a puntuaciones transformadas (diferenciadas según el género), que van de 0 115, y que

pueden interpretarse individualmente o estableciendo un perfil. Puntuaciones entre 75 y 84 indican la

presencia de rasgos, y mayores de 84, la presencia de un trastorno. Se pueden corregir con la ayuda

de un programa de ordenador que es facilitado con la prueba, existen igualmente, correcciones en red

o por correo. La interpretación del MCMI debe ser realizada por un psicólogo clínico con práctica en

el uso de tests.

Escala de Mecanismos de Defensa:

Uno de los aspectos más importantes del DSM-IV ha sido su utilidad como herramienta docente,

algo especialmente cierto por lo que respecta al texto descriptivo que acompaña a los criterios

utilizados para el diagnóstico de los trastornos mentales. La validez y confiabilidad de este manual ha

sido respaldada tanto con investigación clínica como con la práctica clínica.

63

Esta edición del MANUAL DIAGNÓSTICO Y ESTADÍSTICO DE LOS TRASTORNOS

MENTALES ha representado un gran avance en el diagnóstico de los trastornos mentales y ha

facilitado mucho la investigación empírica. La creación del DSM-IV se ha beneficiado del sustancial

aumento de la investigación en el diagnóstico, generado por el DSM-III y el DSM-III-R.

Los estudios de campo han comparado el DSM-III, el DSM-III-R y la CIE-10, y han propuesto una

serie de criterios para el DSM-IV (en 5-10 lugares diferentes por cada estudio y con

aproximadamente 100 individuos cada uno). Se seleccionó a individuos representativos de grupos de

diferente ámbito sociocultural y étnico con el fin de establecer una generalización de los resultados y

probar algunos de los más complicados aspectos del diagnóstico diferencial. Los 12 estudios de

campo incluyeron más de 70 lugares y evaluaron a más de 6.000 individuos. Se recogió información

sobre la fiabilidad y funcionamiento de cada criterio, así como de los puntos específicos de cada uno

de ellos. Este tipo de estudio fue de utilidad también para salvar la frontera entre la investigación y la

práctica clínicas, determinando cómo se aplican en la práctica los cambios derivados de la

investigación.

El aumento de la utilidad marginal, claridad y cobertura proporcionado por este manual ha sopesado

los problemas y dificultades que significaba para el sistema, frente a la escasez de la documentación

empírica, el posible diagnóstico erróneo y el mal uso en el campo clínico.

64

RESULTADOS DE LA INVESTIGACIÓN La presente investigación es de naturaleza correlacional, es decir que establece la relación entre los

estilos de personalidad y los mecanismos de defensa en mujeres víctimas de Violencia Intrafamiliar

en la Fundación Cáritas de la Parroquia de Iñaquito. La selección de la muestra está basada en un

modelo No Probabilístico, puesto que emplea criterios de inclusión y exclusión, los cuales

permitieron obtener una muestra de 41 personas, a cada una de las cuales se las evaluó mediante dos

reactivos psicológicos: Test de Millon para evaluar estilos de personalidad y la Escala de

Mecanismos de Defensa para evaluar mecanismos de defensa.

65

Presentación (gráficos y tablas)

Análisis Socio demográfico

Tabla 1 Edad

Edad Frecuencia Porcentaje 20-30 11 26,82% 30-40 18 43,90% 40-50 8 19,51%

50 en adelante 4 9,75% TOTAL 41 100%

Fuente de información: Datos obtenidos de las entrevistas realizadas a las mujeres que asisten a la

Fundación Cáritas de Iñaquito.

Elaborado por: Daniela Montalvo

Gráfico 1 Edad

Interpretación

En cuanto a la edad, se puede observar que del total de 41 mujeres víctimas de Violencia

Intrafamiliar investigadas, el mayor porcentaje de la población se ubica en los rangos entre 20 a 40

años de edad, datos que revelan que existe una mayor probabilidad de ser víctimas de Violencia en

relación a estas etapas de su vida. Los datos obtenidos fueron: el 26,82% corresponde al rango de

edad comprendida entre 20 a 30 años, el 43,90% corresponde al rango de 30 a 40 años, el

19,51%corresponde al rango de 40 a 50 años y finalmente el 9,75%corresponde al rango de edad de

50 años en adelante.

20-30 años 30-40 años 40-50 años 50 años en adelante

66

Tabla 2 Instrucción

Instrucción Frecuencia Porcentaje

Primaria 14 34,14%

Secundaria 19 46,34%

Secundaria Incompleta 6 14,63%

Superior 2 4,87

TOTAL 30 100%

Fuente de información: Datos obtenidos de las entrevistas realizadas a las mujeres que asisten a la

Fundación Cáritas de Iñaquito.

Elaborado por: Daniela Montalvo

Gráfico 2 Instrucción

Interpretación:

En cuanto al nivel de instrucción, se puede observar que un alto porcentaje de la población pertenece

a un nivel de Instrucción Secundario; demostrando así no siempre el nivel de Instrucción básico va

necesariamente vinculado a una mayor vulnerabilidad a ser víctimas de algún tipo de Violencia. Del

total de 41 mujeres víctimas de Violencia Intrafamiliar investigadas, el 34,14% corresponde a

mujeres con un nivel de instrucción primaria; el 46,34% corresponde a mujeres con un nivel se

instrucción secundaria; el 14,63% corresponde a mujeres con un nivel de instrucción de secundaria

incompleta, y apenas el 4,87% corresponde a un nivel de instrucción superior.

Instrucción

Primaria

Secundaria

Secundaria Incompleta

Superior

67

Tabla 3 Ocupación

Opciones Frecuencia Porcentaje Ama de casa 27 65,85%

Empleada privada 2 4,87% Empleada doméstica 3 7,31%

Costurera 2 4,87% Estudiante 2 4,87% Peluquera 1 2,43% Lavandera 1 2,43%

Manicurista 1 2,43% Chofer 1 2,43% Mesera 1 2,43% TOTAL 41 100%

Fuente de información: Datos obtenidos de las entrevistas realizadas a las mujeres que asisten a la Fundación Cáritas de Iñaquito. Elaborado por: Daniela Montalvo

Gráfico 3 Ocupación

Interpretación:

En cuanto a la ocupación, se puede observar que un alto porcentaje de la población evaluada desempeña la ocupación de amas de casa, es decir, dedicadas mayormente al cuidado del hogar así como de sus hijos, y tan solo un pequeño porcentaje de ellas, lleva a cabo otro tipo de oficios que les significan un aporte significativo en el plano económico sobre todo. Del total de 41 mujeres investigadas, el 65,85% corresponde a mujeres que desempeñan el oficio de amas de casa, el 4,87% corresponde a mujeres que se desempeñan como empleadas privadas; el 7,31% corresponde a mujeres que se desempeñan como empleadas domésticas, el 4,87% corresponde a mujeres que se desempeñan como costureras; el 4,87% corresponde a mujeres que se desempeñan como estudiantes ; y el 12,15% restante equivale a mujeres que desempeñan otras ocupaciones tales como: peluquera, lavandera, manicurista, chofer y mesera.

Ocupación

Ama de casa

Empleada privada

Empleada doméstica

Costurera

Estudiante

Peluquera

Lavandera

Manicurista

Chofer

Mesera

68

Tabla 4 Estado Civil

Opciones Frecuencia Porcentaje Casada 22 53,65%

Unión Libre 14 34,14% Soltera 3 7,31%

Divorciada 2 4,87% TOTAL 41 100%

Fuente de información: Datos obtenidos de las entrevistas realizadas a las mujeres que asisten a la

Fundación Cáritas de Iñaquito.

Elaborado por: Daniela Montalvo

Gráfico 4 Estado Civil

Interpretación:

En cuanto al estado civil se puede observar que más de la mitad de la población investigada,

actualmente se encuentran casadas y conviviendo con sus parejas. Todas ellas describieron convivir

en un ambiente familiar disfuncional dadas las situaciones de violencia en las cuales viven, pero el

temor a quedar solas en el cuidado de sus hijos es la principal explicación que expresaron para no dar

fin a su realidad. De las 41 mujeres investigadas, el 53,65% están casadas; el 34,14% se encuentran

conviviendo con sus parejas en unión libre; el 7,31% son solteras y apenas el 4,87% están

divorciadas.

Estado Civil

Casadas

Union libre

Solteras

Divorciadas

69

Tabla 5 Tipo de Violencia

Opciones Frecuencia Porcentaje Violencia Psicológica 29 70,73%

Violencia Física 11 26,82% Violencia Sexual 1 2,43%

TOTAL 30 100% Fuente de información: Datos obtenidos de las entrevistas realizadas a las mujeres que asisten a la

Fundación Cáritas de Iñaquito.

Elaborado por: Daniela Montalvo

Gráfico 5 Tipo de Violencia

Interpretación:

En lo referente al Tipo de Violencia, se puede observar el mayor porcentaje equivale a casos de

Violencia Psicológica, muchos de los cuales se han acompañado por lo menos una vez con otro tipo

de Violencia (Física o Sexual); ya que en un fenómeno tan complejo como la Violencia Intrafamiliar,

los tipos de Violencia siempre van correlacionados acorde a otro tipo de variables tales como tiempo

de exposición o condiciones de maltrato. Del total de 41 mujeres investigadas, el 70,73%

corresponde a mujeres que son víctimas de Violencia Psicológica; seguido de un 26,82% equivalente

a mujeres que son víctimas de Violencia Física y finalmente un 2,43 % equivale a mujeres que son

víctimas de Violencia Sexual.

Tipo de Violencia

Violencia Psicológica

Violencia Física

Violencia Sexual

70

Tabla 6 Estilos de Personalidad

Fuente: Resultados obtenidos de la aplicación del Inventario Multifásico de la personalidad de

Millon.

Elaborado por: Daniela Montalvo.

Gráfico 6: Estilos de personalidad

Interpretación:

La evaluación de personalidad realizada a las mujeres víctimas de Violencia Intrafamiliar que asisten

a la Fundación Cáritas, revela una gran variedad de resultados, entre los cuales el estilo Compulsivo

(con un total de 10 casos equivalente al 25%) y el estilo Dependiente (con un total de 10 casos

equivalente a un 25%) resultan ser los estilos más frecuentes en la población. Así mismo se puede

observar la presencia de otros estilos de personalidad, tales como: Esquizoide (con un total de 6 casos

equivalente al 15 %); el estilo Evitativo (con un total de 5 casos equivalente al 12,50%); el estilo

Autoderrotista al igual que el etilo Pasivo/Agresivo (con un total de 4 casos equivalentes al 10% cada

uno); y finalmente el estilo Agresivo/Sádico que resulta ser el menos frecuente en la población con

apenas 1 caso equivalente al 2,50%.

Agresivo/sádico1

2% Autoderrotista4

10%

Compulsivo10

25%

Dependiente10

25%

Esquizoide6

15%

Evitativo5

13%

Pasivo / Agresivo4

10%

Estilos de Personalidad

Estilos de Personalidad Total

de casos

Total porcentual

Agresivo/sádico 1 2,50% Autoderrotista 4 10,00% Compulsivo 10 25,00% Dependiente 10 25,00% Esquizoide 6 15,00% Evitativo 5 12,50% Pasivo / Agresivo 4 10,00%

Total general 40 100,00%

71

Tabla 7 Mecanismos de Defensa

Mecanismos de Defensa

Nivel de encubrimiento

Nivel adaptativo elevado Nivel de acción

Nivel de inhibiciones

mentales

Nivel menor de distorsión de las

imágenes

TOTAL DE

CASOS

1 15 11 10 3 40

2,50% 37,50% 27,50% 25,00% 7,50% 100,00% Fuente: Resultados obtenidos de la aplicación de la Escala de Mecanismos de Defensa (DSM-IV)

Elaborado por: Daniela Montalvo

Gráfico 7: Mecanismos de Defensa

Interpretación:

La Escala de Mecanismos de defensa aplicada a las 41 mujeres víctimas de Violencia Intrafamiliar,

nos permite apreciar que el Nivel Adaptativo Elevado resulta ser el más frecuente en la población

investigada, con un total de 15 casos equivalente al 37,50%; seguido muy de cerca del Nivel de

acción con un total de 11 casos correspondientes al 27,50%; el Nivel de inhibiciones mentales que

abarca un total de 10 que equivalen al 25,00%. Igualmente se obtuvieron puntuaciones considerables

en otras escalas tales como: el Nivel menor de distorsión de las imágenes con un total de 3 casos

correspondientes al 7,50% y finalmente el Nivel de encubrimiento que únicamente corresponde a

un caso equivalente por tanto al 2,50% de la población. Es importante señalar que ningún caso

obtuvo algún puntaje considerable correspondiente al Nivel mayor de distorsión de las imágenes o al

Nivel de desequilibrio defensivo, por lo cual estas escalas no han sido consideradas para las

representaciones, dada su irrelevancia en el estudio.

Nivel de encubrimiento

12%

Nivel adaptativo elevado

1537%

Nivel de acción11

28%

Nivel de inhibiciones

mentales10

25%

Nivel menor de distorsión de las

imágenes3

8%

Mecanismos de Defensa

72

Tabla 8 Estilos de Personalidad vs Mecanismos de Defensa

Mecanismos de Defensa

Estilos de Personalidad

Nivel de encubrimiento

Nivel adaptativo elevado

Nivel de acción

Nivel de inhibiciones mentales

Nivel menor de distorsión de las imágenes

Total general

Agresivo/sádico 1 1 Autoderrotista 1 2 1 4 Compulsivo 6 3 1 10 Dependiente 6 2 2 10 Esquizoide 2 3 1 6 Evitativo 1 1 2 1 5 Pasivo / Agresivo 4 4 Total general 1 15 11 10 3 40

Fuente: Resultados obtenidos de la aplicación de la Escala de Mecanismos de Defensa (DSM-IV) y

del Inventario Multifásico de la Personalidad de Millon.

Elaborado por: Daniela Montalvo

Mecanismos de Defensa

Estilos de

Personalidad

Nivel de

encubrimiento

Nivel

adaptativo

elevado

Nivel de

acción

Nivel de

inhibiciones

mentales

Nivel menor

de distorsión

de las

imágenes

Total

general

Agresivo/sádico 2,50% 2,50%

Autoderrotista 2,50% 5,00% 2,50% 10,00%

Compulsivo 15,00% 7,50% 2,50% 25,00%

Dependiente 15,00% 5,00% 5,00% 25,00%

Esquizoide 5,00% 7,50% 2,50% 15,00%

Evitativo 2,50% 2,50% 5,00% 2,50% 12,50%

Pasivo / Agresivo 10,00% 10,00%

Total general 2,50% 37,50% 27,50% 25,00% 7,50% 100,00%

73

Gráfico 8: Estilos de Personalidad vs Mecanismos de Defensa

Interpretación:

Este cuadro demuestra el número de casos en los cuales existieron concordancias de sus respuestas

en relación a los resultados obtenidos de las evaluaciones tanto de los Estilos de Personalidad, así

como en los Mecanismos de Defensa. Es así que se puede señalar que del total de la población, el

Estilo Agresivo/Sádico apenas un caso (2,5% de la población) obtuvo la concordancia con el Nivel

de acción; en cuanto al Estilo Autoderrotista, existió solamente una concordancia con un Nivel

adaptativo elevado (2,5% de la población), dos concordancias con el Nivel de inhibiciones mentales

(5,00% de la población) , y una sola concordancia con el Nivel menor de distorsión de las imágenes

(2,5% de la población); en lo referente al Estilo Compulsivo, existieron seis concordancias con un

Nivel adaptativo elevado (15% de la población), tres concordancias con un Nivel de acción (7,50%

de la población), y apenas una concordancia con el Nivel menor de distorsión de las imágenes

(2,50% de la población); el Estilo Dependiente obtuvo seis concordancias con el Nivel adaptativo

elevado (15% de la población), dos concordancias con el Nivel de acción y dos concordancias con el

Nivel de inhibiciones mentales (5% de la población cada uno de ellos); el Estilo Esquizoide obtuvo

dos concordancias con el Nivel adaptativo elevado (5% de la población), tres concordancias con el

Nivel de inhibiciones mentales (7,50% de la población) y apenas una concordancia con el Nivel

menor de distorsión de las imágenes (2,50 % de la población); en cuanto al Estilo Evitativo, se

obtuvieron dos concordancias con el Nivel de inhibiciones mentales (5% de la población), y apenas

una concordancia con los Niveles de Encubrimiento, de Acción y Menor de Distorsión de las

imágenes respectivamente (2,5% de la población cada uno de ellos); y finalmente el Estilo

Pasivo/Agresivo solamente cuatro concordancias con el Nivel de Acción (10% de la población).

2,50%

2,50%

15,00%

15,00%

5,00%

2,50%

7,50%

5,00%

2,50%

10,00%

5,00%

2,50%

5,00%

7,50%

5,00%

2,50%

2,50%

2,50%

0 0,05 0,1 0,15 0,2 0,25 0,3

Agresivo/sádi…

Autoderrotista

Compulsivo

Dependiente

Esquizoide

Evitativo

Pasivo /…

Mecanismos de Defensa vs. Estilos de Personalidad

Nivel de encubrimiento Nivel adaptativo elevado

Nivel de acción Nivel de inhibiciones mentales

Nivel menor de distorsión de las imágenes

74

Comprobación de hipótesis

Resultados de la investigación

Correlación entre Mecanismos de Defensa y los Estilos de Personalidad en las mujeres

víctimas de violencia intrafamiliar que asisten a la Fundación “Cáritas”

Con la finalidad de determinar el grado de relación entre los Mecanismos de Defensa y los Estilos de

Personalidad en las mujeres víctimas de violencia intrafamiliar que asisten a la Fundación “Cáritas”,

es necesario el coeficiente de correlación de Pearson, y determinar su significación según las

condiciones y metodología descrita a continuación.

Coeficiente de Correlación de Pearson

El coeficiente de correlación de Pearson es un índice adimensional acotado entre -1,0 y 1,0 que

refleja el grado de relación lineal entre dos conjuntos de datos. El coeficiente de correlación de

Pearson se define por la siguiente fórmula:

𝑟𝑟𝑥𝑥𝑥𝑥 =∑𝑋𝑋𝑋𝑋𝑁𝑁

− 𝑋𝑋𝑋𝑋����

𝑆𝑆𝑥𝑥𝑆𝑆𝑥𝑥

Planteamiento de la Hipótesis

El coeficiente de correlación es significativo si se puede afirmar, dada cierta probabilidad, que es

diferente de cero. La significación del coeficiente de correlación está determinada por la

probabilidad de que tal coeficiente proceda de una población cuyo valor sea de cero. Así, se plantean

dos hipótesis posibles:

H0 : rxy = 0 ⇒ El coeficiente de correlación obtenido procede de una población cuya correlación es

cero ( ρ = 0 ).

H1 : rxy ≠ 0 ⇒ El coeficiente de correlación obtenido procede de una población cuya correlación es

distinta de cero ( ρ = 0 ).

75

Contrastación de Hipótesis

Desde el supuesto de la Hipótesis nula H0, se demuestra que la distribución muestral de correlaciones

procedentes de una población de correlación igual a cero (ρ=0) sigue una ley de Student con N-2

grados de libertad, de media el valor poblacional y desviación tipo:

𝑆𝑆𝑟𝑟 = �1 − 𝑟𝑟𝑥𝑥𝑥𝑥2

𝑁𝑁 − 2

Por tanto, dado un cierto coeficiente de correlación rxy obtenido en una determinada muestra, se

comprueba la posibilidad de que coeficiente se encuentre dentro de la distribución muestral

especificada por la Hipótesis nula. Para esto, se calcula el número de desviaciones tipo en que se

encuentra el coeficiente obtenido del centro de la distribución, según la siguiente fórmula:

𝑡𝑡 =𝑟𝑟𝑥𝑥𝑥𝑥 − 0

�1−𝑟𝑟𝑥𝑥𝑥𝑥2

𝑁𝑁−2

Luego se compara el valor obtenido con el existente en las tablas de valores críticos de distribución t,

para un cierto nivel de significación α y N-2 grados de libertad - t(a,N-2)-, que determina el límite (baja

probabilidad de ocurrencia, según la Hipótesis nula) de pertenencia de un cierto coeficiente rxy a la

distribución muestral de correlaciones procedentes de una población con ρ = 0 . Considerando que:

Nivel de significación α = 0,05

Grados de libertad N – 2 = 41 -2 = 39

t(0.05,39) = 2,021

La aceptación o rechazo de las hipótesis depende d elas siguientes condiciones:

t > 2,021 ⇒ Se rechaza la Hipótesis nula H0. La correlación obtenida no procede de una población

cuyo valor ρxy = 0. Por tanto las variables están relacionadas.

t ≤ 2,021 ⇒ Se acepta la Hipótesis nula H0. La correlación obtenida procede de una población cuyo

valor ρxy = 0. Por tanto las variables no están relacionadas.

76

Cálculos

Para determinar el grado de relación entre los Estilos de Personalidad evidenciados por el Inventario

de Estilos de Personalidad de Millon (MIPS) y los Mecanismos de Defensa evidenciados en el Test

del DSM-IV, se ha de calcular el Índice de Correlación y su nivel de significación (prueba t de

Student) para cada permutación resultante del cruce entre todos los Estilos de Personalidad y todos

los Mecanismos de Defensa.

Por tanto, se describirá el proceso para obtener la correlación y significación de una sola permutación

(Dimensión de Calidad de Vida DERECHOS vs. Estilo de Afrontamiento PLANIFICACIÓN):

a) Cálculo de Índice de Correlación de Pearson

ID. CASO

Estilos de Personalidad de Millon (MIPS)

Test DSM-IV Mecanismos de Defensa

X2 Y2 XY PASIVO AGRESIVO

NIVEL MENOR DE DISTORSIÓN DE LAS IMÁGENES

X Y 1 60 0,33 3600,00 0,11 20,00 2 58 0,00 3364,00 0,00 0,00 3 52 0,33 2704,00 0,11 17,33 4 72 0,33 5184,00 0,11 24,00 5 47 0,33 2209,00 0,11 15,67 6 42 0,00 1764,00 0,00 0,00 7 78 0,33 6084,00 0,11 26,00 8 58 0,33 3364,00 0,11 19,33 9 17 0,33 289,00 0,11 5,67 10 49 0,33 2401,00 0,11 16,33 11 77 0,33 5929,00 0,11 25,67 12 54 0,00 2916,00 0,00 0,00 13 5 0,33 25,00 0,11 1,67 14 67 0,67 4489,00 0,44 44,67 15 85 0,00 7225,00 0,00 0,00 16 54 0,33 2916,00 0,11 18,00 17 92 0,33 8464,00 0,11 30,67 18 58 0,33 3364,00 0,11 19,33 19 87 0,33 7569,00 0,11 29,00 20 58 0,33 3364,00 0,11 19,33 21 69 0,33 4761,00 0,11 23,00 22 60 0,67 3600,00 0,44 40,00

77

23 44 0,33 1936,00 0,11 14,67 24 27 0,00 729,00 0,00 0,00 25 109 0,33 11881,00 0,11 36,33 26 66 0,00 4356,00 0,00 0,00 27 65 0,00 4225,00 0,00 0,00 28 73 0,00 5329,00 0,00 0,00 29 55 0,33 3025,00 0,11 18,33 30 75 0,33 5625,00 0,11 25,00 31 0 0,00 0,00 0,00 0,00 32 40 0,33 1600,00 0,11 13,33 33 8 0,33 64,00 0,11 2,67 34 51 0,00 2601,00 0,00 0,00 35 43 0,00 1849,00 0,00 0,00 36 60 0,67 3600,00 0,44 40,00 37 0 0,00 0,00 0,00 0,00 38 2 0,00 4,00 0,00 0,00 39 32 0,00 1024,00 0,00 0,00 40 44 0,33 1936,00 0,11 14,67 41 0 0,00 0,00 0,00 0,00 TOTAL: 2093 9,67 135369,00 3,89 560,67

De donde:

𝑋𝑋� =∑𝑋𝑋𝑁𝑁

=2093

41= 51,05

𝑋𝑋� =∑𝑋𝑋𝑁𝑁

=9,6741

= 0,24

𝑆𝑆𝑥𝑥 = �∑𝑋𝑋2

𝑁𝑁−𝑋𝑋�2 = �135369

41−51,052 = 26,38

𝑆𝑆𝑥𝑥 = �∑𝑋𝑋2

𝑁𝑁−𝑋𝑋�2 = �3,89

41−0,242 = 0,198

Aplicando la fórmula del índice de correlación de Pearson:

𝑟𝑟𝑥𝑥𝑥𝑥 =∑𝑋𝑋𝑋𝑋𝑁𝑁

− 𝑋𝑋𝑋𝑋����

𝑆𝑆𝑥𝑥𝑆𝑆𝑥𝑥=

560,6741

− 51,05 ∗ 0,2426,38 ∗ 0,198

= 𝟎𝟎,𝟑𝟑𝟑𝟑𝟑𝟑

78

b) Comprobación de Hipótesis: significación del Coeficiente de Correlación con la prueba t de

Student

Aplicando la fórmula y los criterios establecidos, tenemos que:

𝑡𝑡 =𝑟𝑟𝑥𝑥𝑥𝑥 − 0

�1−𝑟𝑟𝑥𝑥𝑥𝑥2

𝑁𝑁−2

= 0,314 − 0

�1−0,3142

41−2

= 2,062

𝑡𝑡(0.05,39) = 2,021

Como t > t(0,05,28) (2,062 > 2,021), entonces se rechaza la Hipótesis nula H0, con un riesgo máximo de

error de 0.05. La correlación obtenida no procede de una población de correlación cero. Por tanto se

concluye que el Estilo de Personalidad PASIVO AGRESIVO y el Mecanismo de Defensa

NIVEL MENOR DE DISTORSIÓN DE LAS IMÁGENES, están correlacionadas

significativamente (es decir, a mayores rasgos del estilo de personalidad “Pasivo Agresivo”, mayor

es la presencia del mecanismo de defensa “nivel menor de distorsión de las imágenes”, y viceversa).

Este proceso se ha repetido para el resto de combinaciones entre Estilos de Personalidad y

Mecanismos de Defensa. Los resultados se sintetizan en las siguientes tablas:

79

Tabla 9 Índices de Correlación de Pearson

MECANISMOS DE DEFENSA

ESTILOS DE PERSONALIDAD

Nivel adaptativo elevado

Nivel de inhibiciones mentales (formación de compromisos).

Nivel menor de distorsión de las imágenes

Nivel de encubrimiento

Nivel de mayor distorsión de las imágenes

Nivel de acción

ESQUIZOIDE -0,17 0,13 0,24 -0,01 0,04 -0,09

EVITATIVO -0,27 0,28 0,31 0,10 0,04 -0,20

DEPENDIENTE 0,07 0,01 0,39 -0,11 -0,08 -0,24

HISTRIÓNICO -0,08 -0,34 0,17 0,06 0,20 0,24

NARCISISTA -0,22 -0,17 0,10 0,16 -0,01 0,32

ANTISOCIAL -0,21 -0,22 0,13 0,11 -0,03 0,38

AGRESIVO-SÁDICO -0,19 -0,20 -0,01 0,33 -0,12 0,36

COMPULSIVO 0,19 -0,17 0,16 -0,02 -0,07 -0,10

PASIVO-AGRESIVO -0,28 -0,13 0,31 0,06 0,03 0,26

AUTODERROTISTA 0,01 -0,06 0,48 -0,07 -0,06 -0,16

80

Tabla 10 Interpretación del Índice de Correlación de Pearson (dirección e intensidad de la relación entre variables)

ESTILOS DE PERSONALIDAD

MECANISMOS DE DEFENSA

Nivel adaptativo elevado

Nivel de inhibiciones mentales (formación de compromisos).

Nivel menor de distorsión de las imágenes

Nivel de encubrimiento

Nivel de mayor distorsión de las imágenes

Nivel de acción

ESQUIZOIDE negativa muy baja positiva muy baja positiva baja negativa muy baja positiva muy baja negativa muy baja EVITATIVO negativa baja positiva baja positiva baja positiva muy baja positiva muy baja negativa baja DEPENDIENTE positiva muy baja positiva muy baja positiva baja negativa muy baja negativa muy baja negativa baja HISTRIÓNICO negativa muy baja negativa baja positiva muy baja positiva muy baja positiva baja positiva baja NARCISISTA negativa baja negativa muy baja positiva muy baja positiva muy baja negativa muy baja positiva baja ANTISOCIAL negativa baja negativa baja positiva muy baja positiva muy baja negativa muy baja positiva baja AGRESIVO-SÁDICO negativa baja negativa baja negativa muy baja positiva baja negativa muy baja positiva baja COMPULSIVO positiva muy baja negativa muy baja positiva muy baja negativa muy baja negativa muy baja negativa muy baja PASIVO-AGRESIVO negativa baja negativa muy baja positiva baja positiva muy baja positiva muy baja positiva baja AUTODERROTISTA positiva muy baja negativa muy baja positiva moderada negativa muy baja negativa muy baja negativa muy baja

81

Tabla 11 Prueba t de Student

MECANISMOS DE DEFENSA

ESTILOS DE PERSONALIDAD

Nivel adaptativo elevado

Nivel de inhibiciones mentales (formación de compromisos).

Nivel menor de distorsión de las imágenes

Nivel de encubrimiento

Nivel de mayor distorsión de las imágenes

Nivel de acción

ESQUIZOIDE 1,070 0,802 1,576 0,046 0,269 0,544

EVITATIVO 1,775 1,789 2,063 0,616 0,228 1,290

DEPENDIENTE 0,470 0,072 2,624 0,680 0,479 1,534

HISTRIÓNICO 0,526 2,240 1,094 0,378 1,305 1,539

NARCISISTA 1,403 1,060 0,609 1,009 0,051 2,123

ANTISOCIAL 1,354 1,375 0,795 0,712 0,157 2,538

AGRESIVO-SÁDICO 1,212 1,247 0,056 2,151 0,781 2,379

COMPULSIVO 1,195 1,060 0,995 0,097 0,428 0,633

PASIVO-AGRESIVO 1,806 0,810 2,062 0,377 0,196 1,649

AUTODERROTISTA 0,060 0,357 3,386 0,430 0,381 1,024

82

Tabla 12 Contrastación de Hipótesis según criterios de significación

ESTILOS DE

PERSONALIDAD

MECANISMOS DE DEFENSA

Nivel adaptativo

elevado

Nivel de

inhibiciones

mentales

Nivel menor de

distorsión de las

imágenes

Nivel de

encubrimiento

Nivel de mayor

distorsión de las

imágenes

Nivel de acción

ESQUIZOIDE Ho ACEPTADA Ho ACEPTADA Ho ACEPTADA Ho ACEPTADA Ho ACEPTADA Ho ACEPTADA

EVITATIVO Ho ACEPTADA Ho ACEPTADA Hi ACEPTADA Ho ACEPTADA Ho ACEPTADA Ho ACEPTADA

DEPENDIENTE Ho ACEPTADA Ho ACEPTADA Hi ACEPTADA Ho ACEPTADA Ho ACEPTADA Ho ACEPTADA

HISTRIÓNICO Ho ACEPTADA Hi ACEPTADA Ho ACEPTADA Ho ACEPTADA Ho ACEPTADA Ho ACEPTADA

NARCISISTA Ho ACEPTADA Ho ACEPTADA Ho ACEPTADA Ho ACEPTADA Ho ACEPTADA Hi ACEPTADA

ANTISOCIAL Ho ACEPTADA Ho ACEPTADA Ho ACEPTADA Ho ACEPTADA Ho ACEPTADA Hi ACEPTADA

AGRESIVO-SÁDICO Ho ACEPTADA Ho ACEPTADA Ho ACEPTADA Hi ACEPTADA Ho ACEPTADA Hi ACEPTADA

COMPULSIVO Ho ACEPTADA Ho ACEPTADA Ho ACEPTADA Ho ACEPTADA Ho ACEPTADA Ho ACEPTADA

PASIVO-AGRESIVO Ho ACEPTADA Ho ACEPTADA Hi ACEPTADA Ho ACEPTADA Ho ACEPTADA Ho ACEPTADA

AUTODERROTISTA Ho ACEPTADA Ho ACEPTADA Hi ACEPTADA Ho ACEPTADA Ho ACEPTADA Ho ACEPTADA

83

Análisis y Discusión de resultados

Correlación entre Mecanismos de Defensa y los Estilos de Personalidad en las mujeres víctimas de

violencia intrafamiliar que asisten a la Fundación “Cáritas”

Para la presente investigación fue necesario conocer de manera teórica las variables, y para esto se

consultó diferentes fuentes. Luego de conocer más sobre las mismas se realizó un análisis con otras

fuentes acerca de la relación entre los tres conceptos básicos de este estudio: violencia intrafamiliar,

personalidad y mecanismos de defensa, y tras comparar los resultados obtenidos en estas y otras

investigaciones para encontrar similitudes, es necesario confrontar esta investigación de campo, con

fundamentos teóricos para discutir los estilos de personalidad y su correlación con los mecanismos de

defensa en mujeres víctimas de violencia intrafamiliar.

De acuerdo con Mora (2008) y la Teoría de la Indefensión Aprendida, una persona que es sometida a

situaciones que no puede controlar o escapar, renuncia a la salvación y asume la situación, empezando

para ello a adoptar estrategias de defensa que le permitan sobrevivir ante esta realidad. Y de acuerdo con

el Síndrome de Adaptación Paradójica a la violencia intrafamiliar, se establece un vínculo entre la

víctima y el agresor, donde al inicio la víctima sufre de depresión, estrés y desorientación, en la segunda

fase la víctima actúa para tratar de resolver esta condición, seguidamente se asume el modelo mental del

agresor y por último se adapta, justifica al agresor y deja de tomar acción, acoplando para ello a su

personalidad rasgos y conductas que aseguren su supervivencia.

Los resultados del trabajo de investigación, expresan que el 43,90% de la población se ubica entre los 20

y 30% de edad y que la mayoría tiene un nivel de instrucción básico y secundario que puede incluso

cambiar aquellas visiones que se tenían acerca de que a menor nivel de instrucción, mayor probabilidad

de ser víctimas de violencia. El ser sobreviviente de la violencia intrafamiliar o convivir en un ambiente

disfuncional donde esta problemática es muy frecuente, puede crear o desarrollar los estilos de

personalidad y mecanismos de defensa patológicos o poco adecuados para promover un verdadero nivel

de salud y bienestar en las víctimas. Pero este aspecto no es concluyente para la presente investigación;

ya que en la evaluación de Personalidad y Mecanismos de Defensa y en la búsqueda de establecer un tipo

de correlación específica para ambos contenidos inmersos dentro del complejo fenómeno de Violencia

Intrafamiliar, se encontraron resultados muy variables acerca del tipo de correlación existente, para lo

cual no era adecuado establecer generalizaciones acerca de los resultados encontrados, dado que nos

referimos a un estudio cualitativo de 41 casos que responden a diversas realidades referidas a una misma

84

problemática como lo es la Violencia; por lo cual, los resultados obtenidos apuntan hallazgos que si bien

no determinan por completo o desmienten la existencia de correlación entre Estilos de Personalidad y

mecanismos de defensa, si explican la existencia de correlaciones tanto positivas como negativas

significativas entre ciertos Estilos de Personalidad, con determinados Mecanismos de Defensa, los

cuales son explicados a continuación:

El estilo de Personalidad “Histriónico” mantiene una correlación negativa significativa con el “Nivel

Defensivo de Inhibiciones Mentales”. Esto quiere decir que, a más rasgos de personalidad Histriónica

(búsqueda de estimulación y afecto insaciable e incluso indiscriminada, así como comportamientos

sociales inteligentes y frecuentemente astutos que dan la apariencia de autoconfianza y serenidad, pero

que enmascaran una necesidad de repetidas señales de aceptación y aprobación), menos evidentes son las

expresiones del “Nivel Defensivo de Inhibiciones Mentales” (en el cual las defensas permiten que las los

estímulos negativos o frustrantes, se alejen de la conciencia del individuo), y viceversa.

El estilo de Personalidad “Evitativo” muestra una correlación positiva significativa con el “Nivel menor

de Distorsión de las Imágenes”. Esto quiere decir que a más rasgos de Personalidad Evitativo (vigilancia,

actitud permanente de guardia, distanciamiento por la anticipación ansiosa de los aspectos dolorosos de

la vida o reforzamiento de experiencias negativas; con estrategias adaptativas que reflejan el temor y la

desconfianza de los demás), más evidentes serán las manifestaciones del “Nivel menor de Distorsión de

las Imágenes” (en el cual los mecanismos de defensa promueven una distorsión de la auto imagen del

individuo para favorecer su autoestima), y viceversa.

El estilo de Personalidad “Dependiente” muestra una correlación positiva significativa con el “Nivel

menor de Distorsión de las Imágenes”. Esto quiere decir que a más rasgos de Personalidad Dependiente

(carencia tanto de iniciativa como de autonomía, así como búsqueda constante de relaciones que sean

fuente de protección, seguridad, afecto, seguridad y consejo, adoptando para ello un papel pasivo en las

relaciones interpersonales), más evidentes serán las manifestaciones del “Nivel menor de Distorsión de

las Imágenes” (en el cual los mecanismos de defensa promueven una distorsión de la auto imagen del

individuo para favorecer su autoestima), y viceversa.

El estilo de Personalidad “Pasivo-Agresivo” muestra una correlación positiva significativa con el “Nivel

menor de Distorsión de las Imágenes”. Esto quiere decir que a más rasgos de Personalidad

Pasivo-Agresivo (personas con patrones erráticos de terquedad o enfado explosivo entremezclado con

períodos de culpabilidad y vergüenza, por lo que con frecuencia se involucran en discusiones y riñas

interminables, ya que vacilan entre la deferencia y la obediencia; el desafío y el negativismo agresivo),

85

más evidentes serán las manifestaciones del “Nivel menor de Distorsión de las Imágenes” (en el cual los

mecanismos de defensa promueven una distorsión de la auto imagen del individuo para favorecer su

autoestima), y viceversa.

El estilo de Personalidad “Autoderrotista” muestra una correlación positiva moderada con el “Nivel

menor de Distorsión de las Imágenes”. Esto quiere decir que a más rasgos de Personalidad

Autoderrotista (actitudes acentuadas de modestia, intentos de pasar desapercibido, frecuente

intensificación de los propios déficits al situarse en un plano inferior o posición despreciable frente a

otros), más evidentes serán las manifestaciones del “Nivel menor de Distorsión de las Imágenes” (en el

cual los mecanismos de defensa promueven una distorsión de la auto imagen del individuo para

favorecer su autoestima) y viceversa.

El estilo de Personalidad “Agresivo-Sádico” muestra una correlación positiva moderada con el “Nivel de

Encubrimiento”. Esto quiere decir que a más rasgos de Personalidad Agresivo-Sádico (individuos con

actitudes hostiles, acentuadamente belicosas, que los hacen aparecer indiferentes o incluso mostrando

agrado por las consecuencias destructivas de sus comportamientos contenciosos, abusivos y brutales),

más evidentes serán las manifestaciones del “Nivel de Encubrimiento” (donde las defensas permiten que

las situaciones generadoras de tensión o frustración sean atribuidas a causas ajenas al sujeto y que

también se mantengan fuera de la conciencia del individuo), y viceversa.

El estilo de Personalidad “Narcisista” muestra una correlación positiva moderada con el “Nivel de

Acción”. Esto quiere decir que a más rasgos de Personalidad Narcisista (individuos que muestran un aire

de autoconfianza arrogante y, aún sin intención o propósito conscientes, explotan a los demás a su antojo.

Si bien los elogios de otros sean tanto de ánimo como de bienvenida, su aire presumido y de supuesta

superioridad exige poca confirmación para el logro de la aprobación social de cada pensamiento

sincero), más evidente serán las manifestaciones del “Nivel de Acción” (donde las defensas promueven

al sujeto a la acción o bien a la retirada), y viceversa.

El estilo de Personalidad “Antisocial” muestra una correlación positiva moderada con el “Nivel de

Acción”. Esto quiere decir que a más rasgos de Personalidad Antisocial (comportamientos ilegales

dirigidos a manipular el entorno en favor de uno mismo; tendencia al engrandecimiento que refleja el

escepticismo respecto a las motivaciones de los otros, insensibilidad y crueldad como únicos medios

para evitar abusos y engaños), más evidentes serán las manifestaciones del “Nivel de Acción” (donde las

defensas promueven al sujeto a la acción o bien a la retirada), y viceversa.

86

El estilo de Personalidad “Agresivo-Sádico” muestra una correlación positiva moderada con el “Nivel de

Acción”. Esto quiere decir que a más rasgos de Personalidad Agresivo-Sádico (personas con actitudes

hostiles, acentuadamente belicosas que los hacen aparecer indiferentes o incluso mostrando agrado por

las consecuencias destructivas de sus comportamientos contenciosos, abusivos y brutales), más

evidentes serán las manifestaciones del “Nivel de Acción” (donde las defensas promueven al sujeto a la

acción o bien a la retirada), y viceversa.

Finalmente, la relación entre estilos de personalidad y mecanismos de defensa, objetivo de este estudio,

demostró la existencia de correlaciones significativas, lo cual indica que la manifestación de estilos

distintivos de personalidad pueden asociarse a la presencia o ausencia de determinados niveles de

defensa en las mujeres víctimas de violencia intrafamiliar.

Si bien no existen en la actualidad investigaciones que respondan a la misma naturaleza del presente

estudio, este trabajo ha abierto nuevas perspectivas acerca de la complejidad de tres contenidos

esenciales: Personalidad, Mecanismos de Defensa y Violencia Intrafamiliar dentro de un mismo estudio

correlativo, explicando así cómo este tipo de análisis podría favorecer en gran medida a comprender,

entender e intervenir de manera más oportuna, directa e integral en las diversas problemáticas de Salud

Mental y Pública tanto en el área de evaluación, investigación e intervención.

87

CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES Conclusiones

• En cuanto a la valoración estadística general de la población de mujeres víctimas de Violencia

Intrafamiliar que asisten a la Fundación Cáritas de la Parroquia La Inmaculada de Iñaquito, se

pudo apreciar que existe un mayor porcentaje de la población de entre los 20 a los 40 años de

edad. Así mismo se constató que un alto porcentaje de la población presenta un nivel de

instrucción básico o de secundaria incompleta; y que la ocupación que en su mayoría desempeñan

las mujeres era de amas de casa.

• Se pudo establecer que en relación al tipo de Violencia, existe un mayor porcentaje de mujeres

que son víctimas de Violencia Psicológica; y que la Violencia Sexual es la de menor frecuencia

en la muestra. Sin embargo, considero importante señalar que esto podría deberse a que aún

existen muchos prejuicios acerca de denunciar este tipo de casos, principalmente por temor a la

crítica o rechazo social.

• Si bien no se llego a establecer un tipo específico de correlación entre Estilos de Personalidad y

Mecanismos de Defensa, este estudio permitió encontrar correlaciones positivas y negativas

significativas entre diferentes Estilos de Personalidad con específicos Niveles de Defensa cada

uno de ellos: El estilo de Personalidad Histriónico mantiene una correlación negativa

significativa con el Nivel de Inhibiciones Mentales; el estilo de Personalidad “Evitativo”

muestra una correlación positiva significativa con el “Nivel menor de Distorsión de las

Imágenes; el estilo de Personalidad “Dependiente” muestra una correlación positiva

significativa con el “Nivel menor de Distorsión de las Imágenes; el estilo de Personalidad

“Pasivo-Agresivo” muestra una correlación positiva significativa con el “Nivel menor de

Distorsión de las Imágenes; el estilo de Personalidad “Autoderrotista” muestra una correlación

positiva moderada con el “Nivel menor de Distorsión de las Imágenes; el estilo de Personalidad

“Agresivo-Sádico” muestra una correlación positiva moderada con el “Nivel de Encubrimiento;

el estilo de Personalidad “Narcisista” muestra una correlación positiva moderada con el “Nivel

de Acción”. el estilo de Personalidad “Antisocial” muestra una correlación positiva moderada

con el “Nivel de Acción; y finalmente el estilo de Personalidad “Agresivo-Sádico” muestra una

correlación positiva moderada con el “Nivel de Acción.

88

• Se pudo determinar que en relación a los mecanismos de defensa, existió un mayor porcentaje de

la población que obtuvo puntuaciones considerables en los indicadores de: Nivel Adaptativo

Elevado con un 37,50%, nivel que se caracteriza porque las defensas logran incrementar la

gratificación y auto conciencia de las reacciones personales y sus consecuencias., es así que

generan una adecuada adaptación y equilibrio frente a diversas situaciones estresantes; y en el

Nivel de Acción con un 27,50%, nivel caracterizado porque las defensas promueven al sujeto a

la acción o bien a la retirada frente a situaciones estresantes.

• Se estableció que existieron dos estilos de personalidad que se manifestaron con mayor

frecuencia en la población: Estilo Dependiente con un 25%, estilo que corresponde a personas

que han aprendido la comodidad de adoptar un papel pasivo en las relaciones interpersonales y

que mantienen una búsqueda constante de relaciones que signifiquen apoyo, afecto, seguridad y

consejo, tras conocer qué atenciones y apoyos pueden encontrar y sometiéndose de buena gana a

los deseos de otros a fin de mantener su afecto; así como el Estilo Compulsivo de Personalidad

con un 25%, correspondiente a personas que muestran una conducta prudente, controlada y

perfeccionista derivada de un conflicto entre la hostilidad hacia los demás y el temor a la

desaprobación social, lo cual suele llevarlos a sobreaceptarse y a establecer elevadas exigencias

sobre sí mismos y los demás.

• Al correlacionar las dos variables: Estilos de Personalidad y Mecanismos de Defensa, se pudo

obtener una visión más general, clínica y analítica acerca de la realidad del fenómeno de

Violencia Intrafamiliar, partiendo en un inicio de un estudio personalizado en cada participante

de la investigación, para posteriormente elaborar una perspectiva más detallada e integral que

encaminen la formación de pautas de evaluación, intervención y asesoramiento psicológico en

este tipo de casos.

89

• Esta investigación permitió identificar patrones comunes entre determinados estilos de

personalidad con ciertos mecanismos de defensa, lo cual favoreció la Identificación de

similitudes en los perfiles para la población de mujeres que son víctimas de Violencia

Intrafamiliar en la Fundación Cáritas, que fueron una base muy importante a la hora de trabajar

con cada una de ellas tanto dentro de la Institución, como para ir estructurando pautas en el

proceso de intervención, acorde a sus características propias, que favoreció en gran medida a

diseñar tratamientos más individualizados y acordes a su realidad personal, social, y familiar.

• Finalmente, el estudio correlativo entre Mecanismos de Defensa y Estilos de Personalidad en

mujeres víctimas de Violencia Intrafamiliar, significa un importante aporte para empezar a

concebir nuevas perspectivas sobre cómo visualizar este complejo fenómeno, renunciando para

ello a los enfoques simplistas que durante años lo han abarcado, y empezando a percibir la

necesidad de llevar a cabo un análisis más detallado de éste a fin no sólo de dar una pronta y

oportuna repuesta a este problema de Salud Pública, sino también para dar una adecuada y

satisfactoria respuesta para víctimas en pro de mejorar su bienestar físico y mental, y a la vez

mejorar su entorno social y familiar.

90

Recomendaciones

• En base a los resultados obtenidos de la investigación, considero que es muy importante

recomendar que en casos de Violencia Intrafamiliar, cuando se lleven a cabo evaluaciones a las

víctimas, se empiecen a realizar exploraciones más generales acerca de una amplia gama de

aspectos que son relevantes a analizar en este tipo de casos, como lo son estilos de personalidad

o estrategias de afrontamiento, pues estos contenidos podrían revelar datos importantes a la hora

de intentar entender la compleja naturaleza de este fenómeno, así como de la situación de

quienes en ésta se ven involucrados.

• Es importante señalar que en la Fundación Cáritas de Iñaquito, destinado a brindar ayuda,

orientación e intervención en casos de Violencia Intrafamiliar, se debería incorporar nuevas

metodologías acerca de cómo intervenir en este tipo de casos, metodologías que respondan

realmente a las necesidades y demandas de cada usuaria, partiendo de la estructuración de un

perfil psicológico y de personalidad en base a las realidades bio-psico-sociales de cada una de

ellas, para que posteriormente este modelo sea también acoplado a otras Instituciones destinadas

a brindar este tipo de labor en temas de Violencia.

• También considero que en el campo de Salud Mental, debemos empezar a trabajar en desterrar

aquellos prejuicios que existen acerca de cómo son las Víctimas de Violencia Intrafamiliar o el

fenómeno de VIF como tal, ya que este tipo de generalizaciones han enfocado la labor de

intervención en brindar un tipo de ayuda acelerado y superficial a fin de dar una pronta respuesta

a las demandas judiciales o aliviar las secuelas que se creen son absolutas para todos los casos.

• Así mismo, es importante señalar a la Fundación Cáritas, así como a las diversas Instituciones

cuyo trabajo está orientado a brindar ayuda e intervención en casos de Violencia Intrafamiliar,

que sería apropiado incorporar a su equipo de trabajo, instrumentos de evaluación más

actualizados y que hayan sido estandarizados a nuestra realidad nacional; así como que sería

esencial el crear equipos de trabajo interdisciplinarios que favorezcan el restablecimiento

integral de cada víctima y promuevan su bienestar y salud en el campo físico, social, mental y

familiar.

91

C. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Tangibles

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95

ANEXOS Anexo A. Plan aprobado

UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR

FACULTAD DE CIENCIAS PSICOLÓGICAS

2014

96

UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR

FACULTAD DE CIENCIAS PSICOLÓGICAS

• Carrera: Psicología clínica

• Línea de Investigación: Psicología Clínica y Salud Mental

• Nombre del estudiante: Daniela Montalvo

• Nombre del Supervisor: Msc. Alex Castro

• Año lectivo: 2014-2014

97

1. TÍTULO: “Correlación entre los estilos de personalidad y mecanismos de defensa en mujeres

víctimas de Violencia Intrafamiliar”

2. JUSTIFICACIÓN DEL PROBLEMA

La personalidad, entendida como el conjunto de cualidades o rasgos del individuo que responden a una

naturaleza concreta y abstracta, permite conocer y describir procesos internos del individuo y

comprender particularmente las diferencias existentes entre las personas, reconociendo que los

individuos son en muchos aspectos algo único. Entre los principales determinantes en el desarrollo de la

personalidad, las experiencias vividas por el individuo en el campo familiar juegan un papel

fundamental, pues pueden irla estructurando o a su vez modificando.

La Violencia Intrafamiliar es un fenómeno que en el Ecuador constituye un problema de salud pública

por su alta prevalencia y por el enorme impacto psicológico, social, cultural y familiar que implica;

además que involucra una afectación directa para el bienestar, la seguridad e integridad de las víctimas,

así como para el normal desarrollo de las relaciones intrafamiliares. Debido a que se ha convertido en un

creciente problema social, ha sido estudiada desde diversos enfoques y perspectivas, que han buscado

establecer principalmente factores predisponentes, causas, consecuencias o formas de intervención, pero

de manera fragmentada o superficial sobre el tema. Sin embargo, el incremento actual de las tasas de

Violencia Intrafamiliar, demuestra la ineficiencia de estos enfoques, y recalca la necesidad de incluir un

nuevo modelo que más que un análisis sesgado del problema, permita concebirlo de manera

correlacional.

En tal virtud este estudio pretende vincular los estilos de personalidad (que representan la forma de ser,

pensar, sentir o actuar propias de cada persona) y los mecanismos de defensa (entendidos como las

estrategias de adaptación y afrontamiento a situaciones conflictivas para mantener el equilibrio del

aparato mental) en el análisis de un tema tan complejo e interesante como lo es la Violencia Intrafamiliar,

recalcando la importancia de partir de un estudio correlacional al relacionar estos dos importantes

contenidos de la psique humana, que evidentemente se ven involucrados en esta temática y significan

una base elemental para emprender mi labor investigativa.

La presente investigación, es original ya que en nuestro medio actual, no existe ningún tipo de estudio de

igual naturaleza éste. Además que es factible, dado que está contextualizado a nuestra realidad nacional,

social, cultural y legal, y cuenta con el apoyo de la Institución si como con el compromiso permanente

98

por parte de la población para contribuir en el desarrollo del mismo. Será un aporte muy importante en el

campo científico-técnico y social, pues proporcionará un estudio correlacional que fortalezca y también

genere nuevas estrategias de intervención en temas de Violencia Intrafamiliar e incluso en materia de

Psicoterapia y orientará nuevas formas de concebir este complejo fenómeno.

3. DESCRIPCIÓN DEL PROBLEMA

3.1 Formulación del problema

La Violencia Intrafamiliar, es en nuestra actualidad, un fenómeno psico-social que está generando

alteraciones evidentes en el marco de un desarrollo pleno e integral de quienes en ella se ven

involucrados, además que responde a una dinámica muy compleja y cambiante, que nos obliga a asumir

nuevas concepciones y posturas científicas y humanas frente a este fenómeno.

La persistencia de la violencia en el Ecuador indica que algunos cambios menores en las leyes

ecuatorianas, la implementación de comisarías y centros especializados y los programas de

intervención basados en estudios fragmentados sobre esta temática, han fallado significativamente en el

deseo de prevenir y dar una resolución efectiva a este problema.

De acuerdo a múltiples estudios realizados en este campo, se conoce que la violencia es expresada a

través de agresiones físicas, psicológicas, sociales y patrimoniales, que van generando serios

problemas de adaptación en la víctima y deterioran paulatinamente sus mecanismos de afrontamiento

para esta conflictiva realidad, pudiendo inclusive generar patrones anormales de personalidad.

El sistema de atención y protección en casos de Violencia Intrafamiliar, si bien ha incrementado el

número de programas y servicios en este campo, no ha respondido realmente a muchas de las demandas

y necesidades de la/las víctimas, pues basan sus servicios primordialmente es la asistencia legal y médica

o en protocolos de intervención que parte únicamente de hallazgos muy generales acerca de esta

temática (nivel social, económico, cultural, el género, edad, etc.) , o que se enfocan específicamente en

una breve explicación causal de este fenómeno, dejando de lado otros aspectos que necesariamente se

ven inmersos y afectados en este campo, como lo son los rasgos de personalidad y los mecanismos de

defensa (propios y únicos en cada persona), cuya relación es evidente en la vida diaria, y aun más frente

a un fenómeno tan complejo como lo es la Violencia Intrafamiliar.

99

Por ello considero que el presente estudio, orientado a establecer la correlación de personalidad y

mecanismos de defensa en casos de Violencia Intrafamiliar, nos abrirá un panorama más preciso sobre la

realidad de este fenómeno, reconociéndola como un hecho histórico social frente al cual la Psicología

desempeña un rol fundamental y promoviendo nuestra labor a fortalecer el campo de intervención frente

a esta problemática, en pro de una sociedad que fomente la salud integral de la población.

3.2 Preguntas

1. ¿Cuál es el tipo de correlación existente entre los Estilos de Personalidad y Mecanismos de

Defensa en mujeres víctimas de Violencia Intrafamiliar?

2. ¿Cuáles son los Mecanismos de defensa comunes en mujeres víctimas de Violencia

Intrafamiliar?

3. ¿Cuáles son los Estilos de Personalidad más predominantes evidenciados en mujeres

víctimas de Violencia Intrafamiliar?

4. ¿Existen patrones comunes de estilos de Personalidad y Mecanismos de Defensa en mujeres

que son víctimas de Violencia Intrafamiliar.

3.3 Objetivos:

3.3.1 Objetivo general:

Analizar y establecer el tipo de correlación existente entre los Estilos de Personalidad y

Mecanismos de Defensa en mujeres víctimas de Violencia Intrafamiliar que acuden en la

Fundación “Cáritas” de la Parroquia la Inmaculada de Iñaquito.

3.3.2 Objetivos Específicos:

Determinar cuáles son los Mecanismos de defensa comunes, así como los Estilos de

Personalidad más predominantes presentes en mujeres víctimas de Violencia Intrafamiliar.

Correlacionar variables, tales como los estilos de Personalidad y Mecanismos de Defensa

para proporcionar una perspectiva psicológica más exacta y detallada del fenómeno de

Violencia Intrafamiliar.

Evaluar la posible existencia de patrones y perfiles comunes de estilos de Personalidad, así

como en Mecanismos de Defensa en mujeres que son víctimas de Violencia Intrafamiliar.

Demostrar la importancia y necesidad de incorporar los estudios correlacionales para un

análisis integral de un fenómeno tan complejo e impactante como lo es la Violencia

Intrafamiliar.

100

3.3 Delimitación espacio temporal:

El presente Proyecto de Investigación se llevará a cabo en la Fundación “Cáritas” de la Parroquia

la Inmaculada de Iñaquito, con mujeres víctimas de Violencia Intrafamiliar, entre abril 2014 a

septiembre 2014.

4. MARCO TEÓRICO

4.1 Posicionamiento teórico

Para la presente investigación, he decidido basarme en el modelo bio-psico-social de Millon, el cual

resulta muy interesante y requerido en los diversos campos científicos y de aplicación, pues considera

que las personas nacemos con pautas de conducta, pero que también estas se van modificando conforme

los procesos de interacción social. Pero recalca además que el proceso de aprendizaje a nivel social, no es

unidireccional, sino que comprende una compleja secuencia de interacciones, dejando de lado la

creencia de que somos receptores pasivos del entorno y visualizándonos como actores activos en éste.

Desde este enfoque la personalidad es concebida como aquel estilo más o menos distintivo de

funcionamiento adaptativo de las personas para relacionarse con medio ambiente, pues comprende

diversas características permanentes en cuanto al funcionamiento de cada persona, que suelen estar

automatizadas con respecto a cada modo de vida y la naturaleza de cada sujeto.

El modelo biopsicosocial, además parte de una concepción participativa e integrativa de fenómenos tales

como salud y enfermedad, donde el estudio del ser humano debe comprender el estudio de los factores

biológicos (funcionamiento orgánico, herencia), componentes psicológicos (pensamientos, emociones y

conductas) y los componentes sociales, cuya constante interacción e influencia explicarían la

complejidad de la naturaleza humana.

Los sentimientos y los comportamientos disfuncionales, serían entonces el producto de esquemas que

tienden a producir sistemáticamente juicios tendenciosos y un patrón correlativo de conducta en ciertos

tipos de situaciones; y que estos enfoques son la manifestación clara y directa tanto de la propia

personalidad, así como del entorno que rodea a cada persona.

Desde el punto de vista de Violencia Intrafamiliar, este enfoque persigue el fin de promover la

intervención, partiendo del estudio, análisis y modificación desde un estudio integrativo del ser humano,

101

generando nuevas pautas de conducta que favorezcan la adaptación y funcionalidad de las personas a

nivel biológico, psicológico y social, lo que permite fomentar estilos de vida más saludables,

conscientes, racionales y óptimos, que garanticen y promuevan el bienestar óptimo de cada persona. Por

todo ello, el modelo Bio-Psico-Social, demuestra ser un medio compatible con el tipo de investigación

que pretendo realizar, además que señala de manera permanente la importancia del análisis correlacional

a la hora de estudiar aspectos o fenómenos de la Piscología y la actividad mental del ser humano.

4.2 Plan analítico:

4.2.1 Capítulo I: Violencia Intrafamiliar

4.2.1.1: Definición y Tipos de Violencia Intrafamiliar

4.2.1.1.1 Violencia Física

4.2.1.1.2 Violencia Psicológica

4.2.1.1.3 Violencia Sexual

4.2.1.2: Causas e Indicadores

4.2.1.2.1 El apego

4.2.1.2.2 Formas de comunicación

4.2.1.2.3 Formas de relación

4.2.1.2.4 Aspectos cognitivos

4.2.1.2.5 Nivel socio-cultural

4.2.1.3: Ciclo de Violencia Intrafamiliar

4.2.1.3.1 Fase de Acumulación de Tensión

4.2.1.3.2 Fase de Estallido de la Tensión o Explosión Violenta

4.2.1.3.3 Fase de Luna de Miel o Arrepentimiento:

4.2.1.4: Perfil del agresor y la victima

4.2.1.5: Realidad Nacional de la Violencia Intrafamiliar

4.2.1.6: Efectos de la Violencia Intrafamiliar en los diversos campos del desarrollo

humano.

4.2.1.7: Perspectivas psicológicas de la VIF

4.2.2 Capítulo II: Personalidad

4.2.2.1: Definición

4.2.2.2: Estructura y Desarrollo de la Personalidad

4.2.2.2.1 Estructura de la Personalidad

102

4.2.2.2.2 Desarrollo de la Personalidad

4.2.2.3: Rasgos y tipos de Personalidad normal

4.2.2.4: Enfoque Bio-Psico-Social de la Personalidad

4.3.2.5: Diagnóstico de la Personalidad

4.3.2.5.1 Inventario Multifásico de la Personalidad de Millon

4.2.3 Capítulo III: Mecanismos de Defensa:

4.2.3.1: Definición e Historia.

4.2.3.2: Principales Mecanismos de Defensa

4.2.3.3: Personalidad y Mecanismos de Defensa

4.2.3.4: Mecanismos de Defensa y DSM IV

4.2.3.4.1 Escala de Mecanismos de Defensa

4.2.4 Capítulo V: Procesamiento de la Información

4.2.5 Capítulo VI: Conclusiones

4.2.6 Capítulo VII: Recomendaciones

4.2.7 Capítulo VIII: Bibliografía

4.3. Referencias bibliográficas del Marco Teórico

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Trull, T. Phares, E. (2003). “Psicología Clínica: Conceptos, Métodos y Aspectos

Prácticos de la Profesión”. Ed: Thomson.

5. ENFOQUE DE LA INVESTIGACIÓN:

Esta Investigación se desarrollará bajo un enfoque cuantitativo.

103

6. TIPO DE INVESTIGACIÓN

Es una Investigación de tipo Correlacional que permitirá analizar y relacionar dos variables

inmersas dentro de un mismo fenómeno, como lo es la Violencia Intrafamiliar.

7. DISEÑO DE LA INVESTIGACIÓN

Se basa en un Diseño No Experimental, pues permitirá desarrollar un estudio del fenómeno de

Violencia Intrafamiliar, sin manipular condiciones, eventos, variables o intervenir directa e

indirectamente en la población a fin de alterar los resultados que se obtengan.

8. FORMULACIÓN DE HIPÓTESIS

8.1. Planteamiento de hipótesis

• Principal:

Existe una correlación directamente proporcional entre Mecanismos de Defensa y Estilos

de Personalidad: a menores Mecanismos Maduros de Defensa, mayores puntuaciones

clínicas en los Estilos de Personalidad.

• Secundarias:

Los tipos dependiente y Autoderrotista de la Personalidad, serán los estilos de

personalidad más predominantes en mujeres víctimas de Violencia Intrafamiliar.

Los Mecanismos Inmaduros de la Personalidad, serán los más comunes en mujeres

víctimas de Violencia Intrafamiliar.

Si se correlaciona Mecanismos de Defensa y Estilos de Personalidad en mujeres víctimas

de Violencia Intrafamiliar, entonces se generará un perfil psicológico más preciso para

analizar esta problemática.

8.2. Identificación de variables

8.2.1 Variable Independiente 1: Mecanismos de Defensa

8.2.2 Variable Independiente 2: Estilos de Personalidad

8.2.3 Variable Interviniente: Violencia Intrafamiliar

104

8.3. Construcción de indicadores y medidas

OBJETIVO HIPÓTESIS Variables Indicadores Instrumentos General: Analizar y establecer el tipo de correlación existente entre los Estilos de Personalidad y Mecanismos de Defensa en mujeres víctimas de Violencia Intrafamiliar que acuden al Centro de Equidad y Justicia “Eloy Alfaro”.

Principal: Existe una correlación directamente proporcional entre Mecanismos de Defensa y Estilos de Personalidad: a menores Mecanismos Maduros de Defensa, mayores puntuaciones clínicas en los Estilos de Personalidad.

V. extraña: Violencia Intrafamiliar

Física Psicológica

Sexual

Historia clínica Fichas de observación

Específico 1: Determinar cuáles son los Mecanismos de defensa comunes, así como los Estilos de Personalidad más predominantes presentes en mujeres víctimas de Violencia Intrafamiliar.

Secundaria 1: Los tipos dependiente y Autoderrotista de la Personalidad, serán los estilos de personalidad más predominantes en mujeres víctimas de Violencia Intrafamiliar.

V2: Estilos de Personalidad

Patrones clínicos de personalidad Patologías severas de la personalidad Síndromes clínicos Síndromes severos

Inventario Multifásico de la Personalidad Millon - 2

Específico 2: Evaluar la posible existencia de patrones y perfiles comunes de estilos de Personalidad, así como en Mecanismos de Defensa en mujeres que son víctimas de Violencia Intrafamiliar.

Secundaria 2: Los Mecanismos Inmaduros de la Personalidad, serán los más comunes en mujeres víctimas de Violencia Intrafamiliar.

V3: Estilos de Mecanismos de Defensa

1. Maduro 2. Neurótico

3. Inmaduro

Escala de Mecanismos de Defensa

105

Especifico 3: Correlacionar variables, tales como los estilos de Personalidad y Mecanismos de Defensa para proporcionar una perspectiva psicológica más exacta y detallada del fenómeno de Violencia Intrafamiliar.

Secundaria 3: Si se correlaciona Mecanismos de Defensa y Estilos de Personalidad en mujeres víctimas de Violencia Intrafamiliar, entonces se generará un perfil psicológico más preciso para analizar esta problemática.

9. DESCRIPCIÓN DEL PROCEDIMIENTO METODOLÓGICO

9.1 Población y muestra

9.1.1 Características de la población y muestra:

La población está conformada por los/las diferentes usuarios que se encuentran en situaciones de riesgo o

enfrentan casos de Violencia Intrafamiliar, y que acuden a la Fundación “Cáritas” de la Parroquia La

Inmaculada de Iñaquito, a los diversos Sistemas de Atención y Acompañamiento espiritual y

psicológico.

La población total está conformada por aproximadamente 300 usuarios, entre niños/as, adolescentes y

mujeres que reciben atención diaria y asisten a los diversos talleres y programas de apoyo

proporcionados en dicha Fundación, por parte de párrocos, psicólogos y voluntarios que forman parte su

equipo de trabajo.

Pero para el presente estudio, la muestra seleccionada, estará conformada por casos específicos de

Violencia Intrafamiliar en mujeres.

9.1.2. Diseño de la muestra:

La muestra seleccionada tiene un diseño no probabilístico, ya que se trabajará con una muestra que

comprende los siguientes criterios de inclusión:

106

• Género femenino

• Mayores de 16 años.

• Menores de 65 años.

• Víctimas de Violencia Intrafamiliar

• Nivel de Escolaridad Básico o Secundaria Incompleta

• Disposición a recibir apoyo y orientación psicológica

• No presenten Discapacidad Mental

• Nivel socio-económico bajo o medio.

• Acuden al Programa “Cáritas”

9.1.2 Tamaño de la muestra

La muestra estará conformada por un aproximado de 40 casos de mujeres que sean víctimas de Violencia

Intrafamiliar y que acudan regularmente a los Programas de Atención Psicológica y Espiritual en la

Fundación “Cáritas” de la Parroquia La Inmaculada.

10. MÉTODOS , TÉCNICAS E INSTRUMENTOS A UTILIZAR

10.1 MÉTODOS:

• Científico

• Comparativo

• Observación

• Estadístico

• Clínico

• Inductivo

• Deductivo

• Fenomenológico

10.2 TÉCNICAS:

• Entrevista

• Observación

• Técnicas de Evaluación y Exploración Psicológica

107

10.3 INSTRUMENTOS:

• Fichas de Observación

• Tests y Cuestionarios:

Inventario Multifásico de la Personalidad Millon-2

Escala de Mecanismos de Defensa

11. FASES DE LA INVESTIGACIÓN DE CAMPO

11.1 Fase A: INICIAL

Revisión bibliográfica sobre el tema de Investigación

Estructuración del Plan de Investigación

Presentación y revisión del proyecto por parte del tutor

Presentación y Aprobación por parte de la Facultad del Plan

11.2 Fase B: MEDIA

Selección de la muestra en base a los criterios de Inclusión

Socialización del Proyecto de Investigación con la Institución donde se realizará.

Autorización de la Institución para llevar a cabo el estudio.

Socialización del Proyecto de Investigación con la población que formará parte del mismo.

Contacto inicial con la población.

Trabajo de Campo: Aplicación de los instrumentos psicológicos

Recopilación de resultados y hallazgos.

11.3 Fase C: FINAL

Organización y tabulación de los resultados.

Análisis e interpretación de resultados

Verificación del cumplimiento de objetivos

Comprobación de hipótesis

Redacción de conclusiones y recomendaciones

Elaboración y entrega del informe final

Solicitud para publicar y compartir los resultados.

108

12. PLAN DE ANÁLISIS DE LOS RESULTADOS

Determinar cuáles son los Mecanismos de defensa comunes, así como los Estilos de

Personalidad más predominantes presentes en mujeres víctimas de Violencia Intrafamiliar.

1. Prevalencia- ausencia de estilos similares de Personalidad

2. Prevalencia – ausencia de patrones comunes en Mecanismos de Defensa

3. Análisis y comprensión del tipo de correlación entre Personalidad y Mecanismos de

Defensa en base a los hallazgos obtenidos

13. RESPONSABLES

Alumno : Daniela Montalvo

Supervisor de Investigación: Msc. Alex Castro

14. RECURSOS

14.1. Recursos Materiales

Material de oficina

Libros, folletos -material bibliográfico

Consultorio de Atención Psicológica

Tests y Cuestionarios.

Copias e impresiones

Hojas de papel bond

14.2. Recursos Económicos

Presupuesto

INGRESOS EGRESOS

RECURSOS DESCRIPCIÓN VALOR MATERIALES

Material de oficina 150 USD

Material bibliográfico 100 USD Tests (protocolos) 20 USD

Copias e impresiones 120 USD Hojas de papel bond 20 USD Alimentación 250 USD Transporte 80 USD

109

Hojas de papel universitario 300 USD Imprevistos 100 USD

TÉCNICOS:

Computador 350 USD Internet 50 USD Infocus 60 USD

2000 USD

TOTAL

1600 USD

Financiamiento:

Será un proyecto auto-financiado.

14.3 Recursos tecnológicos

Computador

Internet

Infocus

15. CRONOGRAMA DEL PROCESO DE INVESTIGACIÓN

TIEMPO

ACTIVIDADES

MA

YO

JU

NIO

JU

LIO

A

GO

STO

SE

PTIE

MB

RE

Revisión bibliográfica sobre el tema de Investigación

x

Estructuración del Plan de Investigación

x x

Presentación y revisión del proyecto por parte del tutor

x x x

Presentación y Aprobación por parte de la Facultad del Plan

x

Selección de la muestra en base a los criterios de Inclusión

x

Socialización Y Autorización del Proyecto con las autoridades de la Institución

x

Contacto inicial con la x

110

población. Trabajo de Campo: Aplicación de los instrumentos psicológicos

x x x x x x x x

Recopilación, Organización y tabulación de los resultados.

x

Análisis e interpretación de resultados

x x

Comprobación de hipótesis y Verificación del cumplimiento de objetivos

x

Redacción de conclusiones y recomendaciones

x

Elaboración y entrega del informe final

x

Solicitud para publicar y compartir los resultados.

x

16. BIBLIOGRAFÍA.

Bradberry, T. (2008). “El Código de la Personalidad”. Bogotá – Colombia.Grupo

Editorial Norma.

Cerezo Mulet, C. (2008). “Protocolo de Atención a Víctimas de Violencia

Intrafamiliar”. Guatemala. Ed: Magna Terra.

Giraldo Arias, R. González Jaramillo, M. (2009). “Violencia Familiar”. Colombia.

Editorial Universidad del Rosario.

Gómez, M. (2006). “Introducción a la Metodología de la Investigación Científica”.

Editorial Brujas. Córdova-argentina.

Hernández Lira, N. Sánchez, J. “Manual de Psicoterapia Cognitivo-Conductual para

Trastornos de la Salud”. (1ra. Edición). Ed: LibrosEn Red.

Polaino- Lorente, A. Cabanyes Tuffino, J. Armentia, A. (2003). “Fundamentos de la

Psicología de la Personalidad”. Instituto de Ciencias para la Familia, Universidad de

Navarra. Ediciones Rialp, S.A.

Torrent, R. (2009). “Evolución Integral: Visiones sobre la Realidad desde el Paradigma

Emergente”. Barcelona-España. Ed: Kairós.

Trull, T. Phares, E. (2003). “Psicología Clínica: Conceptos, Métodos y Aspectos

Prácticos de la Profesión”. Ed: Thomson.

111

Anexo B. Glosario técnico

Abstención. Consiste en el uso de palabras o comportamientos simbólicos que nieguen o repongan

ciertos pensamientos, sentimientos o emociones que se considere negativas o dolorosas.

Afiliación. Mediante esta defensa el sujeto encuentra en los demás una fuente de apoyo, a fin de que

estos puedan ayudarle u orientarle en conflictos personales.

Altruismo. Este mecanismo consiste en una dedicación por parte del individuo a satisfacer los deseos y

necesidades de las demás personas. El individuo parece obtener placer en las reacciones que obtiene de

otros cuando cumple sus deseos o exigencias.

Anticipación. Esta defensa implica que el individuo se anticipe a reaccionar afectiva o cognitivamente

antes de que ocurra una situación conflictiva. Puede anticiparse a las consecuencias que considere

negativas de hechos amenazantes, que por lo general le permiten considerar alternativas productivas para

enfrentarse a ellos.

Consumo. Consiste en que el individuo, frente situaciones que considere amenazantes o conflictivas,

lleve a cabo conductas adictivas u obsesivas destinadas a adquirir bienes, alimentos u otro tipo de

recursos no estrictamente necesarios para el individuo. La conducta entonces se ve destinada a satisfacer

una necesidad profunda de consumo y adquisición.

Autoafirmación. Mediante esta defensa el individuo enfrenta los conflictos, mediante la expresión

directa y sensata de sus sentimientos, ideas o emociones, sin buscar obtener algo a cambio

necesariamente.

Auto observación. El individuo emplea la constante reflexión acerca de sus ideas, emociones, conductas

y pensamientos como guía para enfrentar o solucionar posibles conflictos.

Comportamiento impulsivo (acting out).Mediante esta defensa el individuo se siente capaz de

enfrentar las amenazas, sean internas o externas, mediante la realización de tareas o actividades, evitando

dedicarle mucho tiempo e interés a ideas, reflexiones o sentimientos.

Desplazamiento. Consiste en la identificación o posible generalización de una respuesta a un objeto,

112

hacia otro generalmente menos importante que el inicial.

Devaluación. Implica que el individuo llegue a distorsionar la perspectiva real de su autoconcepto y del

concepto de otros (con cualidades extremadamente negativas o poco realistas).

Disociación. Mediante este mecanismo el individuo puede enfrentar conflictos y amenazas mediante una

modificación temporal de las funciones mentales de integración (consciencia, memoria, sensación,

percepción o comportamiento).

Estilo de Personalidad: Los estilos de personalidad son aquellas características permanentes en cuanto

al funcionamiento de cada persona, que suelen estar automatizados con respecto a cada modo de vida y la

naturaleza de cada sujeto.

Estilo Esquizoide: Orientación pasiva-retraída. Esta escala refleja la carencia de deseo y la incapacidad

para experimentar en profundidad placer o dolor. Reúne características como la apatía, indiferencia, y el

ser indiferente o asocial.

Estilo Fóbica (Evitativa): Orientación Activa-retraída. Refiere a los refuerzos poco positivos de las

personas, tanto de sí mismos como de los otros, reuniendo cualidades como el ser vigilantes, mantenerse

permanentemente en guardia y distanciarse siempre de la anticipación ansiosa de los aspectos dolosos de

la vida, pues la estrategia adaptativa en esta escala refleja el temor y la desconfianza de los demás.

Estilo Dependiente (Sumisa): La orientación pasivo-dependiente, reúne características como la

búsqueda de relaciones que signifiquen apoyo, afecto, seguridad y consejo, donde las personas han

aprendido la comodidad de adoptar un papel pasivo en las relaciones interpersonales, tras conocer qué

atenciones y apoyos pueden encontrar y sometiéndose de buena gana a los deseos de otros a fin de

mantener su afecto.

Estilo Histriónica: La orientación activa-dependiente. Serían personalidades poseen una superficial y

emprendedora manipulación de sucesos en los, mediante la cual aumentan al máximo la cantidad de

atención y favores que reciben así como también evitan el desinterés o la desaprobación de los demás.

Sus comportamientos sociales inteligentes y frecuentemente astutos les dan la apariencia de

autoconfianza y serenidad; bajo esta apariencia, sin embargo, yace una autoconfianza engañosa y una

necesidad de repetidas señales de aceptación y aprobación.

113

Estilo Narcisista: La orientación pasivo¬independiente. Estos individuos se hacen notar por sus

actitudes egoístas, experimentando placer primario simplemente por permanecer pasivos, o centrados en

sí mismos. Presumen alegremente de que los demás reconocerán sus particularidades. Mantienen un aire

de autoconfianza arrogante y, aún sin intención o propósito conscientes, explotan a los demás a su antojo.

Su sublime confianza de que las cosas saldrán bien les proporciona pocos incentivos para

comprometerse en el continuo tira y afloja de la vida social.

Estilo Antisocial: La orientación activa-independiente. Estos individuos actúan para contrarrestar las

expectativas de dolor y depreciación de otros mediante comportamientos ilegales dirigidos a manipular

el entorno en favor de uno mismo. Son irresponsables e impulsivos, cualidades que juzgan justificadas,

al asumir que los demás son informales y desleales. Insensibilidad y crueldad son sus únicos medios para

evitar abusos y engaños.

Estilo Agresivo-Sádica: La orientación activo-discordante Llamados personalidades agresivas en la

teoría del autor, son generalmente hostiles, acentuadamente belicosos y aparecen indiferentes o incluso

muestran agrado por las consecuencias destructivas de sus comportamientos contenciosos, abusivos y

brutales. Aunque muchos recubran sus tendencias más dominadoras y maléficas mediante roles y

profesiones socialmente aprobadas, muestran conductas dominantes, antagónicas y con frecuencia

persecutorias.

Estilo Compulsiva (Rígida): La orientación pasiva-ambivalente Estos individuos muestran una

conducta prudente, controlada y perfeccionista deriva de un conflicto entre la hostilidad hacia los demás

y el temor a la desaprobación social. Resuelven esta ambivalencia no solamente suprimiendo el

resentimiento, sino también sobreaceptándose y estableciendo elevadas exigencias sobre sí mismos y los

demás. Sus disciplinadas autorrestricciones sirven para el intenso control, aunque oculto, de

sentimientos opuestos, resultando en una pasividad manifiesta y pareciendo socialmente

condescendientes.

Estilo Pasivo-Agresiva: La orientación activa-ambivalente. Estos individuos pugnan entre seguir los

refuerzos ofrecidos por los demás y los deseados por sí mismos. Estos pacientes se meten en discusiones

y riñas interminables ya que vacilan entre la deferencia y la obediencia, y el desafío y negativismo

agresivo. Su comportamiento muestra un patrón errático de terquedad o enfado explosivo entremezclado

con períodos de culpabilidad y vergüenza.

114

Estilo Autodestructiva (Masoquista): La orientación pasivo-discordante Relacionándose con los

demás de una manera obsequiosa y autosacrificada, estas personas permiten, y quizás fomentan, que los

demás les exploten o se aprovechen de ellos. Actúan de una manera modesta e intentan pasar

desapercibidos, frecuentemente intensifican su déficit y se sitúan en un plano inferior o posición

despreciable. Centrándonos en sus aspectos más lamentables, muchos afirman que merecen ser

avergonzados y humillados.

Fantasía Autista. Implica que el individuo enfrente situaciones que considere amenazantes o

conflictivas, mediante el empleo de la fantasía e imaginación en sustitución de la realidad, que llegarían

a generarle mayor satisfacción y una alternativa más efectiva en cuanto a la resolución de sus problemas.

Podría incluso llegar a privarlo de las relaciones interpersonales.

Omnipotencia. Consiste en la atribución de aspectos o cualidades demasiado exageradas tanto a sí

mismo, como de las demás personas. El individuo se enfrenta a conflictos, basado en la creencia de que

posee capacidades, atributos o poderes especiales que lo hacen especial sobre los demás.

Polarización. El individuo emplea como estrategia principal para enfrentar los conflictos y amenazas,

una visión polarizada de los hechos y personas, esto es, viéndolos como completamente buenos o malos,

excluyendo para ello la posibilidad de concebir una visión realista o equilibrada de la realidad.

Proyección. Consiste en la atribución a otras personas, objetos o situaciones las características, ideas,

sentimientos, acciones o deseos propios que resulten incorrectos e inadmisibles, a otras personas

asumiéndolos como ajenos o extraños a sí mismo. Resulta pues que los aspectos de la personalidad

propios, son proyectados hacia el medio externo, desviando lo que se percibe como amenaza fuera del

sujeto. Esto impide o dificulta la auto-observación.

Queja. Mediante esta defensa el individuo se enfrenta a conflictos o amenazas empleando quejas

(haciendo referencia a síntomas físicos, psíquicos o conflictos cotidianos) que implican una demanda

de ayuda de otras personas. Esta estrategia realmente mantiene ocultos o escondidos sentimientos de

hostilidad hacia los demás.

Racionalización. Mediante esta defensa el individuo emplea continuas justificaciones poco realistas

acerca de los verdaderos motivos que guían sus conductas y sentimientos.

Represión. Este mecanismo lleva al individuo a quitar de su consciencia o renunciar cognitivamente a

115

valorar situaciones que le generen algún tipo de malestar o sufrimiento.

Sentido del Humor. Esta defensa implica el individuo recurra a rescatar o hacer hincapié en los aspectos

entretenidos, divertidos e incluso sarcásticos de los conflictos o situaciones estresantes que pueda

enfrentar en su vida.

Sublimación. Donde el sujeto canaliza las ideas, impulsos o acontecimientos que le resultan penosos,

dolorosos o frustrantes hacia actitudes o conductas socialmente valorados o aceptados.

Supresión. Mediante esta estrategia, el individuo renuncia voluntariamente a enfrentar o solucionar

problemas emocionales o situaciones amenazantes, evitando para ello pensar, sentir o reaccionar ante

situaciones que le resulten dolorosas. Consiste en un olvido motivado de la conciencia donde ésta

suprime hechos, percepciones o ideas que producen ansiedad, impidiendo que éstos sean resueltos.

116

Anexo C. Inventario clínico multiaxial de Millon II:

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Anexo D. Escala de mecanismos de defensa (DSM-IV)

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