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UNIVERSIDAD ADVENTISTA DE BOLIVIA
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN Y HUMANIDADES
CARRERA: PEDAGOGÍA
TV EN LA INFANCIA
MONOGRAFÍA
Presentada como requisito parcial
de aprobación de la materia
Tecnología Educativa
Por:
Eva Rebeca Quispe Quisbert
Docente:
Lic. Luis Pecho
Vinto-Bolivia; Junio del 201
RESUMEN EJECUTIVO
Breve descripción:
Casi todos los males de nuestra atribulada sociedad han sido achacados en un momento u
otro, a la televisión. La disminución del promedio de calificaciones de los exámenes de
ingreso a la universidad, el aumento del analfabetismo, la falta de compromiso político por
parte de muchos ciudadanos, los brotes de violencia criminal, la mediocridad de grandes
sectores de determinada cultura; estas y muchas otras tendencias deplorables han sido
atribuidas a este influyente medio de comunicación “televisión”.
Ámbitos temáticos:
La televisión es un medio influenciable dentro del hogar, por lo que en definitiva, los
padres y educadores deben tener en claro, cuáles son los efectos que puede tener sobre los
menores.
Esto depende del uso que de ella se haga en cuanto a la selección de contenidos y el tiempo
que se le dedica, puesto que este tiempo es el que se le resta a actividades importantes,
como la lectura, el trabajo escolar, el juego, la interacción con la familia y el desarrollo
social.
Problema práctico:
“Influencia y posibles efectos de la televisión en la infancia”
La televisión es una realidad que no va a desaparecer. Lo que debe hacerse es aprender a
usarla, mediante una acertada selección de programas, de manera que se facilite el diálogo e
intercambio de ideas entre la familia, asumiendo así una actitud activa y crítica.
Resulta oportuno señalar que la televisión no es mala en sí misma; porque se crea la
necesidad de mantenerse informado, haciendo que se convierta en un elemento
indispensable para la vida social, económica y cultural de los pueblos.
Sin embargo el aspecto perjudicial de este medio, nace de la falta de organización del
tiempo que se dedica a mirar televisión, de la adecuada selección de programas y de la
carencia de otras actividades diferentes que pueden desarrollar los niños en el hogar.
Estos problemas, derivados del aspecto perjudicial de la televisión, obligan a la búsqueda
de estrategias y realización de estudios que conduzcan a la identificación de la manera en la
que este medio de comunicación y de entretenimiento influye en el rendimiento escolar
determinándose, asimismo, el tipo de influencia y efectos probables, en el caso de existir
estos.
Justificación:
La televisión se ha convertido en un electrodoméstico imprescindible en una casa,
desarrollándose a su alrededor la vida familiar. La mente retiene el 10% de lo que se lee, el
20% de lo que se escucha, y el 30% de lo que se ve en imágenes. Por tanto, la televisión
ofrece el 50% de las percepciones.
Todo ello, hace que se deba adoptar una actitud crítica ante la televisión, por el carácter
subjetivo de sus contenidos, y por la gran influencia de los mismos en la formación de la
personalidad e identidad del niño.
Objetivo:
Identificar los posibles efectos que tiene la televisión, reconociendo así los factores
que benefician y perjudican el buen desenvolvimiento de los niños.
Metodología:
El estudio se ha llevado a cabo mediante una metodología cuantitativa, utilizando la
estrategia de encuesta. La encuesta nos permite obtener información sobre un tema en
concreto a través de una serie de preguntas, previamente establecidas.
La utilización de la técnica de la encuesta ha supuesto varios pasos:
Definición de objetivos.
Elaboración del cuestionario
Aplicación del cuestionario
ÍNDICE
CAPITULO I
INTRODUCCIÓN………………………………………………………………………...1
1.1 ANTECEDENTES…………………………………………………………………......5
1.2. PROBLEMA………………………………………………………………………...…6
1.2 OBJETIVOS………………………………………………………………………..…..6
1.3.1 GENERAL…………………………………………………………………………....6
1.3.2 ESPECÍFICO………………………………………………………………….….…..6
1.4. JUSTIFICACIÓN…………………………………………………………………..….7
CAPITULO II
DESARROLLO…………………………………………………………………………..8
1.1 Descifrando los códigos de la televisión: el niño como antropólogo………………..…8
1.2 Una ventana abierta al mundo………………………………………………………....12
2. La Teleadicción…………………………………………………………………….…...13
3. Efectos de la televisión…………………………………………………………………14
3.1 Efectos positivos de la televisión en los niños…………………………………….…..14
3.2 Efectos negativos de la televisión en los niños………………………………………..15
4. La televisión como gratificación sensorial, mental y psíquica………………………...18
4.1 La gratificación del espectáculo………………………………………………………18
5. Prácticas para mejorar el buen uso o utilidad de la televisión en niños………………..19
CAPÍTULO III
METODOLÓGIA…………………………………………………………….…………..20
1.1 Planificación de estrategia……………………………………………………………..20
1.2 Procedimientos de la investigación………………………………………………….....20
1.3 Sujetos o fuentes de investigación……………………………………………………..20
1.4 Descripción de los instrumentos……………………………………………………….20
1.5 Cronograma de actividades…………………………………………………………....21
CAPÍTULO IV
ANÁLISIS DE RESULTADOS…………………………………………………………..22
CAPÍTULO V
CONCLUSIONES………………………………………………………………………...25
CAPÍTULO VI
RECOMENDACIONES………………………………………………………………….26
CAPÍTULO VII
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
CAPÍTULO VIII
ANEXOS
CAPITULO I
INTRODUCCIÓN
1.4 ANTECEDENTES
Es evidente, que la televisión es una fuente efectiva para la creación y formación de
actitudes en los niños, ya que desde temprana edad, son sometidos a su influencia sin
poseer otro tipo de información.
Estudios de la Universidad de Stanford han demostrado que un niño medio de los EE.UU.
ha presenciado, entre los 5 y los 14 años, veinte mil crímenes violentos que han alimentado
su aparato mental. Otro estudio demostró que la televisión ocupa el segundo lugar en el
tiempo del niño, después de la escuela, tomando como promedio cuatro horas diarias de su
atención en días laborables. Se ha investigado igualmente que la mayor parte de las series
duran alrededor de una hora y durante la mayor parte de la trama, los criminales realizan
sus fechorías con éxito, hasta que son castigados sólo en el momento final. Puesto que la
mayor parte de los niños menores de ocho años no sostienen la atención más allá de media
hora, aprenden en la película los procedimientos criminales sin que lleguen a aprender la
moraleja final. Además, a esa edad el niño no distingue bien entre realidad y fantasía,
entonces todas esas escenas pueden almacenarse en la memoria como si hubiesen sido
hechos reales. El crimen y la violencia se tornan así en vivencias “normales” en la
cotidianidad del niño. (Feinbloon, 1989).
La investigación de opinión pública encomendada por el Ministerios de Justicia y por la
UNESCO al Ibope (Instituto Brasileño de Opinión Pública y Estadística), mostró que para,
que para el 30 por ciento de las personas consultadas, la televisión es el principal vehículo
informativo y, y para muchos (28 por ciento), formativo, siendo evaluada como una
importante fuente de actualización de conocimientos y de entretenimiento, desde el
momento que ofrece una gama de programación a costo cero. Incluso más, la mayoría de
los entrevistados (57 por ciento) afirmó no preocuparse con el contenido de la
programación televisiva, y esa es la raíz del problema.
Para el ex ministro de Cultura, Francisco Weffort, la televisión puede servir como elemento
fuerte de difusión cultural, sin embargo, “el límite es el respeto al individuo “. Pero cuando
vemos presentadores exhibiendo los defectos de las personas en nombre de la audiencia y
personajes erotizados sirviendo de modelo para una generación de niños y adolescentes
sexualmente confusos.
La televisión es una inversión relativamente reciente. En 1926, el escocés John Baird hizo
la primera demostración pública de la televisión. Tres años antes, sin embargo, el ingeniero
ruso- americano Vladimir Zworykin ya había inventado el tubo electrónico de la cámara
(iconoscopio), que es la base de los aparatos de televisión utilizados hasta hoy.
El cine y la televisión no son como un diario impreso, cuya lectura podemos interrumpir,
retomar y someter a tranquilas reflexiones. La dinámica de la imagen solicita respuestas
inmediatas de quien está sometido a ella. Las reacciones son rápidas y por reflejo e
incapacitan al que desea investigar con más profundidad lo que ve y oye.
Además de eso buena parte de la programación televisiva nos hace aceptar lo inaceptable (o
al menos conformarnos con eso).
En este sentido, la televisión tiene un efecto que anestesia. Todos sabemos que el mundo,
en varios aspectos, es una sucesión de horrores. Pero al prender la televisión, contemplamos
espaciosamente esos horrores y, y de cierto modo, acabamos sintiéndonos tranquilos
porque, al final de cuentas, todo es lo mismo.
En el libro Propaganda subliminal multimedia, Flavio Calazans afirma- citando a Al Ries y
Jack Trou- que vivimos en una sociedad saturada de información.
Así, para defenderse de la sobredosis, la mente humana se adaptó aprendiendo al filtrar, a
rechazar la información que no le interesa recibir en ese momento. “De eso dice Calazans el
cerebro se vuelve indiferente, indiferenciando todo el mensaje sin interés todo se torna un
fondo subliminal depositándose en el inconsciente personal.
Una cultura subliminal, toda sociedad subliminal, una multimedia subliminal.
Hace ya bastantes años que los científicos demostraron que los contenidos televisivos
afectan a los niños y favorecen que estos imiten o reproduzcan los modelos de conducta
que ven.
Por eso resulta tan grave la exposición sistemática a imágenes violentas; los niños aprenden
a resolver sus problemas con violencia y se vuelven insensibles ante las consecuencias
derivadas a sus acciones.
Los niños que ven durante más horas la televisión son más agresivos y pesimistas, menos
imaginativos y empáticos, tienden a ser más obesos y no son tan buenos estudiantes.
Está demostrado que el contenido de los mensajes de la televisión, sobre todo en el mundo
accidental y más aun en los países subdesarrollados, es de baja calidad artística, con altos
contenidos de violencia, agresión y exaltación de valores que no están de acuerdo con los
intereses de nuestra sociedad. La exaltación del individualismo, el énfasis por el dinero y
los bienes económicos, etc. La televisión ayuda a la formación de imágenes estereotipadas
con respecto a profesionales, grupos étnicos, religiosos o políticos.
Algunos teóricos no dudan en afirmar que lo específico televisivo, la esencia de la
televisión, lo que la define como medio, es la publicidad. Y ello por diversos motivos:
Ante todo porque lo propio de la televisión es vender.
Todos los programas venden alguna cosa: ideas, valores o productos.
También porque, como consecuencia, la televisión debe venderse constantemente a sí
misma. Para poder vender ideas, productos y valores, los programas necesitan conseguir el
máximo de audiencia. Para incrementar el consumo, el propio medio debe convertirse en
objeto de consumo.
Porque para conseguir estos objetivos, todos los programas incorporan, cada vez más los
parámetros expresivos propios del discurso publicitario.
Porque la publicidad está presente en todos los programas, al principio, en medio y al final.
La presencia de la publicidad es un elemento unificador de las programaciones, lo único
que confiere apariencia de unidad y coherencia a una programación dispersa y aleatoria.
La televisión incita al consumo. En las cadenas estadounidenses la programación se
interrumpe, como promedio, cada diez minutos para intercalar publicidad. Es una manera
de legitimar el consumo. Pero no es sólo por la omnipresencia de los mensajes
publicitarios. Todo en la televisión incita al consumo, porque la televisión es reflejo y
soporte de una sociedad que vive para el consumo.
En Estados Unidos las series televisivas son conocidas como soap aperas (óperas de jabón),
¿Por qué? A menudo las exigencias de publicidad se convierten en responsables de la
producción de series o de otros programas de ficción, con la intención de asociar el nombre
de sus productos al éxito de la serie o de poder insertar en ella publicidad.
En los años cuarenta la multinacional norteamericana Procter & Gamble fue pionera de esta
estrategia, mediante la producción de radionovelas en las que se pronunciaba su jabón.
Desde entonces muchas series más populares de la radio y la televisión han sido diseñadas
como vehículo por una publicidad directa o indirecta.
Suele decirse que la televisión puede producir programas gracias a los ingresos que genera
la publicidad. Algunos autores prefieren decir que la televisión obtiene ingresos
publicitarios sirviéndose de los programas. En cualquier caso, las cadenas de televisión,
tanto las públicas como las privadas, se sustentan gracias a la publicidad. Por esto una de
las finalidades primordiales de los programas es conseguir que los espectadores vean
anuncio; es decir atraer y retener la atención de los espectadores hasta el momento de la
publicidad.
De esta premisa nace la dictadura de los ratings. Los ratings indican el porcentaje de
receptores que permanecen encendidos y de canales sintonizados durante el período dado.
Entre los profesionales suele decirse que los diez mandamientos de la televisión se resumen
en uno: “Amaras a tu rating de audiencia sobre todas las cosas, y tanto como a ti mismo”.
Sobre este mandamiento se levanta a menudo la gran liturgia de la vulnerabilidad inmolada
al dios catódico.
Jean Collet lo expresa con estas palabras “Hay que conservar el contacto a cualquier precio,
es absolutamente preciso que la gente permanezca ahí. La televisión es eso: “Mantenga
encendido el aparato, mantenga encendido el aparato” (citado por A, Deberder y N. Coste-
Cerdan, 1990).
1.2. PROBLEMA
La televisión es una realidad que no va a desaparecer. Lo que debe hacerse es aprender a
usarla, mediante una acertada selección de programas, de manera que se facilite el diálogo e
intercambio de ideas entre la familia, asumiendo así una actitud activa y crítica.
Resulta oportuno señalar que la televisión no es mala en sí misma; porque se crea la
necesidad de mantenerse informado, haciendo que se convierta en un elemento
indispensable para la vida social, económica y cultural de los pueblos.
Sin embargo el aspecto perjudicial de este medio, nace de la falta de organización del
tiempo que se dedica a mirar televisión, de la adecuada selección de programas y de la
carencia de otras actividades diferentes que pueden desarrollar los niños en el hogar.
Estos problemas, derivados del aspecto perjudicial de la televisión, obligan a la búsqueda
de estrategias y realización de estudios que conduzcan a la identificación de la manera en la
que este medio de comunicación y de entretenimiento influye en el rendimiento escolar
determinándose, asimismo, el tipo de influencia y efectos probables, en el caso de existir
estos.
La televisión es un medio muy importante en nuestra actualidad, más aún su influencia ya
sea esta de manera positiva o negativa, puesto que interviene en la formación conductual,
afectiva, emocional y de relación del niño. Este proceso ocurre como en cadena, en niño
tiene un conjunto de necesidades psicológicas naturales y otras generadas por el medio
familiar y social.
En general, las distinciones que realiza el niño respecto del material televisado son reflejo
de las que está efectuando entre el mundo de la televisión y el mundo real. Al principio, las
membranas que separan las distintas clases de programas son totalmente permeables:
cualquier personaje o cualquier fragmento pueden aparecer en cualquier momento y
cualquier contexto. En efecto, el niño pequeño cree tener poderes mágicos, de tal modo que
si quiere que aparezca determinado episodio, así sucederá. En los casos en que los
programas tienen para ellos alguna definición, está es regida en torno a los personajes
protagónicos.
1.5 OBJETIVOS
1.3.1 GENERAL
Identificar los posibles efectos que tiene la televisión, reconociendo así los factores
que benefician y perjudican el buen desenvolvimiento de los niños.
1.3.2 ESPECÍFICO
Determinar cuál es la influencia de la televisión sobre los niños dentro del ámbito,
social, psíquico y cognitivo.
Identificar los posibles factores que intervienen en el buen uso de la televisión.
Describir algunas prácticas para mejorar el buen uso o utilidad de la televisión en
los niños.
1.4. JUSTIFICACIÓN
Es evidente, que la televisión es una fuente efectiva para la creación y formación de
actitudes en los niños, ya que desde temprana edad, son sometidos a su influencia sin
poseer otro tipo de información.
Según la teoría de socialización comunitaria de Erickson, es entre los 2 y 6 años cuando se
perfilan los sentimientos preferenciales hacia la madre, padre, familiares y otras personas
significativas; A través de este proceso el niño adquiere habilidades y formas de
comportarse en la sociedad.
Es a partir de los 4 a 5 años de edad, que se establecen los hábitos permanentes y las
características emocionales, jugando un papel decisivo la imitación y la identificación. Con
esto, se refiere a pautas de conducta y actitudes de las personas que los rodean, esto llega a
ocurrir incluso de manera inconsciente.
Los niños recurren a la televisión para satisfacer sus necesidades de distracción, reducir las
tensiones y como medio para obtener información. Además de las motivaciones personales,
podríamos agregar un factor situacional externo al niño; la ve porque se la impone el
medio, no le queda otro remedio.
Por otro laso la televisión es ofrecida en el ambiente del hogar y se le refuerza la conducta
de contemplación por los padres. En muchos casos es la única compañía del niño y a veces
se convierte en una especie de niñera. El lenguaje televisivo no se basa exclusivamente en
la imagen fija- icono clásico, pintura, fotografía o dibujo sino es movimiento y
trasformación visual y auditiva que en conjunto presenta o reproduce un momento o
aspecto de la realidad visible o imaginable.
Ver la televisión es incluso la actividad líder del niño, gastan más tiempo viendo la TV que
haciendo cualquier otra actividad que no sea dormir. En promedios, los niños ven de 22 a
25 horas semanales de televisión.
En general, se puede decir que durante el transcurso del año, los niños pasan más tiempo
frente al televisor, que en la escuela. Es la televisión, más que cualquier otro medio, la que
proporciona una base común de información en las primeras fases de socialización del niño.
CAPITULO II
DESARROLLO
1.1 Descifrando los códigos de la televisión: el niño como antropólogo
El antropólogo ocupa una posición singular en nuestra, sociedad. Mientras que la mayoría
de nosotros tenemos muy pocas oportunidades de viajar por regiones exóticas. Aunque
nuestra rutina diaria pueda parecer muy alejada de ese tipo de actividad, la mayoría de
nosotros hemos sido antropólogos a edad temprana. Porque al ubicarse ante el televisor y
verse en la necesidad de desenfrenar la infinidad de imágenes fugaces que esté le muestra,
el niño de dos, cuatro u ocho años es una especie de antropólogo. (PRIETO, Daniel 1999)
El niño lleva poco tiempo viviendo en el planeta y tiene que encontrarle es sentido a
distintas formas de realidad, aparentemente inconmensurables, incluyendo el artefacto
técnico que tiene en frente, los diversos retazos de la realidad que éste le presenta, la
complicada panoplia de avisos comerciales, noticieros, documentales, programas de
entretenimiento y concursos televisivos que constituyen la cuota diaria suministrada por la
televisión. Se podría decir que el niño tiene que descifrar o desentrañar una cantidad de
mundos: el mundo de la televisión en un conjunto, el mundo presentado en cada canal, el
mundo representado por cada clase de programa, cada programa en particular , y cada
episodio y escena.
Parta complicar aún más las cosas, el niño debe aprender el lenguaje visual utilizado por la
televisión (por ejemplo, el primer plano, la retransmisión instantánea, el montaje). Y tiene
que descifrar las reglas que determinan la operación de la televisión comercial y pública, la
relación entre los distintos canales, motivaciones que dan lugar a la producción de avisos
comerciales y de espectáculos, el status de los programas en vivo, de los programas
grabados, de las producciones originales y de las reposiciones. Estas tareas intimidarían
hasta el más eximio etnógrafo.
Pero por asombroso que parezca el niño, común y corriente, actuando en gran medida por
su cuenta, logra dilucidar estos mundos en un mundo sorprendentemente breve. Para los
cinco años ya comprende y discrimina la mayoría de los aspectos mencionados. Tan rápido
e independiente es este proceso que hace pensar en la increíble facilidad con que los niños
llegan a dominar el lenguaje y otros sistemas de símbolos de su sociedad.
A efectos de rastrear los comienzos de la competencia narrativa, se estudiaron a varios
niños mientras miraba el episodio de “Plaza Sésamo” titulado “El pequeño mentiroso” (una
versión de “El pastorcito mentiroso” en la que el motivo de las alarmas del protagonista, en
lugar de ser un lobo, es un monstruo). Durante el periodo de tres años, los niños miraron
este episodio varias docenas de veces con un interés indeclinable, matizado en los últimos
años por el temor que les provoca la visión del terrorífico monstruo. Su comprensión del
episodio sin duda fue aumentando durante este período. Los chicos llegaron a comprender
que el cuento no trataba meramente de un monstruo voraz que le robaba galletitas a un
niño; par los cuatro o cinco años tenían una noción insipiente de que los habitantes de la
comarca desempeñaban un papel en la historia y que el niño los había contrariado con sus
falsas alarmas. Sin embargo, se constato que aún a los cuatro o cinco años el niño
comprendía sólo parcialmente este cuento de hadas simple y muy conocido; no se daba
cuenta, por ejemplo, de que este monstruo en particular no era, en realidad, más que un
simpático glotón aficionada a las galletitas.
Toda relación perfeccionada con la televisión depende de la comprensión de estos aspectos
esenciales: el mundo presentado por la televisión depende de la comprensión de estos
aspectos esenciales: el mundo presentado por la televisión existe en forma independiente de
las acciones y los pensamientos del espectador: los episodios de los programas televisivos
normalmente guardan un orden de secuencias. Pese a los diversos errores e interpretación
que hemos mencionado, la mayoría de los niños ya ha adquirido estos conceptos al
culminar la etapa preescolar. Cabe señalar que la comprensión de cómo leer productos
simbólicos aparece más temprano en el caso de los libros que en el de la televisión. En
tanto entidades físicas, libros aparecen menos “reales “que la televisión, por lo que es
menos probable que se confunda con la realidad cotidiana. Lo que es más, tanto el ritmo
más lento de los libros como el hecho de que sus contenidos suelen ser compartidos por el
niño como los padres, cualquiera sean las confusiones en torno a la televisión y de su índole
fundamental narrativa, estás ya han sido en gran medida disipadas para la época en que el
niño cumple los cinco años de edad.
Durante sus primeros años como espectador de televisión, entonces, el niño pasa de una
etapa en la que no cuenta con ninguna membrana que separe a los dos mundos, a otra fase
en la que entre ambos hay una membrana virtualmente impermeable, como una especie de
muralla de Berlín que divide a la televisión de la vida cotidiana. Para los cinco años de edad
sin embargo, la membrana ya ha adquirido una consistencia semipermeable, más apropiada.
El niño detecta tanto las similitudes como las diferencias entre la televisión y el mundo real.
Al ver al paso Kermit por televisión, Sarita comenta: “yo también tengo un títere como
Kermit, pero el mío no habla”.
El incipiente reconocimiento de la semipermeabilidad refleja una conciencia creciente de la
índole simbólica o representativa de la televisión. Por ejemplo al ver un incendio en un
noticiero televisivo Carlitos de cuatro años y medio, se da cuenta con auténtica sorpresa (y
con satisfacción cognitiva) que es el mismo incendio del que estuvieron hablando en la
escuela ese día. Habiendo comprendido ahora que la televisión a veces (pero sólo algunas
veces) puede representar un aspecto específico de su propia experiencia cotidiana, el niño
va adquiriendo una actitud más abierta respecto de las conexiones existentes entre los dos
dominios.
Como parte del estudio sobre la relación entre la televisión y la vida real, se llegó a
preguntar cuál de estos dominios sirve de principal punto de referencia para cada niño. En
consecuencia, se prestó atención a las referencias, a la experiencia cotidiana que hacían los
niños mientras miraban televisión durante las horas en que no estaban mirando. Con cierta
sorpresa (y bastante alivio), se encontró que el mundo de las experiencias terrenales
normalmente funciona como un marco de referencia dentro del cual se inscribe la
televisión. Los niños suelen comentar que algo que ven por televisión se asemeja a las
experiencias en el mundo real; con mucha menor frecuencia caracterizan a la experiencia
diaria en término de la medida en que ésta se asemeja a la televisión. Al menos en cierta
población de sujetos, hubo pocos indicios de que la televisión de “base real” para la
valorización de la experiencia cotidiana.
El segundo de los grande enigmas que enfrenta el televidente infantil es la relación entre
multitud de programas presentados cada día. Para resolver este problema es necesario es
reconocer diversos programas específicos, así como distintas clase de programas, y
registrar las relaciones que se dan entre ellos. También es preciso tener noción del horario
que rige los programas y el papel que cumplen los “personajes centrales” en la definición
de un programa.
En general, las distinciones que realiza el niño respecto del material televisado son reflejo
de las que está efectuando entre el mundo de la televisión y el mundo real. Al principio, las
membranas que separan las distintas clases de programas son totalmente permeables:
cualquier personaje o cualquier fragmento pueden aparecer en cualquier momento y
cualquier contexto. En efecto, el niño pequeño cree tener poderes mágicos, de tal modo que
si quiere que aparezca determinado episodio, así sucederá. En los casos en que los
programas tienen para ellos alguna definición, está es regida en torno a los personajes
protagónicos.
¿Cómo se compara entonces, nuestro pequeño televidente con un antropólogo? De acuerdo
con casi cualquier criterio, se desempeña extraordinariamente bien. Algunos aspectos de la
televisión – por ejemplo su estructura narrativa – son resueltos desde temprano. Otros
elementos más complejos –los horarios, las principales distinciones entre los programas-
son esencialmente entendidos por el niño para la época en la que ingresa a la escuela. Dada
la escasa experiencia del niño y la relativa ausencia de informantes que le prestan auxilio,
su logro resulta espectacular.
No obstante según lo ejemplifica la persistente dificultan que tienen los niños para
discriminar diversos niveles de realidad, hay ciertos aspectos de la televisión que continúan
resultando problemático. Diferenciar los hechos de los comentarios en las emisiones de
noticias, o saber en qué medida las diversas celebridades que aparecen en un programa
periodístico están “haciendo de ellas mismas” puedan ser asuntos extremadamente difíciles.
La televisión puede ser dominada. En efecto, los seres humanos parecen tener
extraordinarios dotes para lograr una comprensión inicial de este complejo medio.
Pero así como el lenguaje tiene aspectos misteriosos y complejos, como el argumento
abstracto, la retórica o la expresión figurada, también la televisión puede presentar
materiales excesivamente difíciles y dar lugar, aunque inadvertidamente, a la confusión
más que a la claridad. Con la ayuda de un buen manual, un informante idóneo y su propia
inteligencia, el antropólogo competente llega a aprender hasta los más difíciles de los
idiomas. De contar con una ayuda análoga, los niños pueden dominar toda la gama del
material televisivo, y sin duda la disfrutarán más. Hasta pueden llegar a convertirse en
supremos productores de material para televisión. Es muy posible que aquellos cuya
“lengua materna” es la televisión, pasen a ser con el tiempo las mejores portas de este
medio.
1.2 Una ventana abierta al mundo
Uno de los tópicos más utilizados al hablar de televisión es el que la considera una ventana
abierta a la realidad. La expresión conecta con la pretendida objetividad de la información
televisiva. Las letras con signos; las imágenes en cambio, son realidades. Mientras el lector
de un periódico es consciente de que aquel texto es un discurso, de que hay un mediador
que lo ha elaborado, seleccionado y organizado los signos, y que, en consecuencia, está
leyendo opinión, el que contempla una imagen o las noticias de un informativo está
convencido de que misteriosamente se le ha abierto una ventana a la realidad, aparece ante
sus ojos de una manera nítida y trasparente.
Aparentemente en la imagen televisiva no hay mediación ni discurso, porque no hay signos
ni realidades. Esta ilusión de verosimilitud incrementa, pues, la impresión de que la
televisión es una tecnología neutra, transparente, que se limita a reproducir la realidad tal
como es.
La confusión entre realidad e imagen alcanza incluso a los programas de ficción. Y se da de
manera preferente en los niños. Si los niños son especialmente vulnerables a los mensajes
televisivos es precisamente por su incapacidad de distinguir entre imagen y realidad.
De acuerdo con las etapas de desarrollo cognitivo de Piaget, el niño sólo es capaz de
distinguir entre fantasías y realidad en una fase avanzada. Cuando se estaba presentando
“La cabaña del tío Tom” en el teatro Central de Moscú, llega la escena de la ventana de
esclavos negros en subasta pública, una chiquilla soviética subió al escenario y entregó el
dinero que le había dado su madre para comprarse chucherías.
Para los niños una historia tiene vida propia. Incluso cuando imiten al carácter de
simulación de algunas historias, las incorporan de alguna manera al a realidad.
Algunas investigaciones demuestran, por ejemplo; que consideran más real un filme como
“El globo rojo”, mediometraje francés que cuenta con una historia muy arbitraria y
fantasiosa, pero contada con imagen real, que “Home Price”, que se cuenta con una historia
bastante verosímil pero que está realizada en dibujos animados. Y aunque admiten que
“Supermán” tiene trucos, consideran que es más real que “Carlitos y Snnopy”, porque
“Carlitos es sólo un dibujo” (L.K. Brown, 1991)
2. La Teleadicción
Es un fenómeno en el que caemos, cada vez más, en nuestra sociedad actual.
Ya no importa lo que se ve, la calidad de lo que se ve. No importa si la información nos
desinforma, si la publicidad nos estandariza y homogeneíza, si en lugar de valorar nuestra
cultura crecemos en una imitación sin sentido de formas culturales ajenas a la nuestra.
Compramos por comprar porque así no los ordena nuestra patrona, la televisión.
“ARIEL”, la magia de la limpieza.
“LORITO”, trabaja solito.
“PACEÑA”, que buena.
“COCA COLA”, la chispa de la vida.
“KOLESTON”, el color de la pasión.
“Pinturas “MONOPOL”, el acabado perfecto.
Todo mensaje televisivo, gracias a la magia de la imagen, se convierte en publicidad
subliminal que se deposita en el subconsciente y mueve a responder de modo condicionada.
- Niños de 7 a 13 años ven 5 horas promedio de tv
- Por 10.000 horas de clases un joven permanece 15.000 horas frente al televisor.
- Un niño antes de entrar en la escuela ya ha visto 5.000 horas de tv
3. Efectos de la televisión
Casi todos los males de nuestra atribulada sociedad han sido achacados en un momento u
otro, a la televisión. La disminución del promedio de calificaciones de los exámenes de
ingreso a la universidad, de ahí que la importancia de la televisión como tema de análisis.
3.1 Efectos positivos de la televisión en los niños
La televisión no solo tiene efectos negativos en la formación de los niños; sino que también
es un invento fabuloso que nos permite, además de buenos ratos de entretenimiento, un
conocimiento que, sin su existencia, sería imposible. No hay porque eliminarla o
discriminarla por completo. Bien empleada, puede aportar a nuestros hijos muchas cosas
buenas, ya que les permite conocer el mundo, aprender geografía y costumbres de otros
pueblos, aficionarse a las manualidades, el bricolaje, la cocina.
Lo importante es estudiar la oferta y hacer mucho”zapping”, teniendo en cuenta que,
muchísimas veces, los valores con un valor educativo importante no están incluidos en la
parrilla infantil, sino en el horario escolar.
Les divierte ver programas como “Pasa palabra”, un programa ideal para toda la familia;
“El Conciertazo”, un espacio donde enseñan música clásica de manera amena y divertida;
“Waku Waku”, en el que se puede aprender bastante de animales y ecología: Y
seguramente se pueden mencionar otros muchos, solo hace falta buscar bien en las
programaciones de las diferentes cadenas de televisión.
También hay películas que merecen la pena; y que fomentan la educación y la imaginación
de los más pequeños de una manera sana. El problema es que la mayoría de ellas no se
retransmiten a una hora adecuada; sino que las echan cuando los niños están en el colegio o
de madrugada; ante estas situaciones, se pueden grabar y ser vistas luego por toda la
familia.
Desde diferentes perspectivas la televisión puede tener diversos efectos positivos:
Desde lo cognoscitivo:
- Le da conocimientos
- Conoce otros mundos y otras culturas
- Le da visión más global del mundo
Desde lo afectivo:
- Le sensibiliza ante los problemas que ve
- Le hace amar y cuidar la naturaleza
Desde lo estético:
- Desarrolla su gusto estético
- Le hace valorar la armonía
- Le hace gustar de la música y el colorido
3.2 Efectos negativos de la televisión en los niños
Hace ya bastantes años que los científicos demostraron que los contenidos televisivos
afectan a los niños y favorecen que estos imiten o reproduzcan los modelos de conducta
que ven.
Por eso resulta tan grave la exposición sistemática a imágenes violentas; los críos aprenden
a resolver sus problemas con violencia y se vuelven insensibles ante las consecuencias
derivadas a sus acciones.
Los niños que ven durante más horas la televisión son más agresivos y pesimistas, menos
imaginativos y empáticos, tienden a ser más obesos y no son tan buenos estudiantes.
Está demostrado que el contenido de los mensajes de la televisión, sobre todo en el mundo
accidental y más aun en los países subdesarrollados, es de baja calidad artística, con altos
contenidos de violencia, agresión y exaltación de valores que no están de acuerdo con los
intereses de nuestra sociedad. La exaltación del individualismo, el énfasis por el dinero y
los bienes económicos, etc. La televisión ayuda a la formación de imágenes estereotipadas
con respecto a profesionales, grupos étnicos, religiosos o políticos.
La TV presenta muchos más estereotipos de los que se encuentran en la vida real. Aparecen
más hombres, y éstos son más agresivos, activos, constructivos y serviciales, sus
actividades les aportan recompensas tangibles. Pero las mujeres tienden a ser diferentes,
pasivas e ignoradas, y son castigadas si se vuelven muy activas. En los últimos años se está
cambiado la imagen en la televisión, las mujeres pueden trabajar fuera de casa y, los
hombres pueden estar a cargo de los niños, pero todavía hay muchos estereotipos del
género.
La teoría del aprendizaje social plantea que los niños imitan los modelos que ven y
entonces, los que ven más TV estarían más tipificados por el género. Además, se demostró
que ambos sexos recuerdan mejor las secuencias televisivas que confirman estereotipos,
pero cuando éstos son rotos, los niños reaccionan, suelen ser más flexibles en sus visiones y
aceptan que hombres y mujeres tengan ocupaciones no tradicionales. En las investigaciones
se ha observado que las niñas son más receptivas a estos cambios, aceptan los roles no
tradicionales tanto en los demás como en ellas mismas. (Drake.2003)
A pesar de los cambios en gran parte de televisión, se sigue retratando un mundo en el que
se valora ser hombre, blanco y joven, y se denigra el ser mujer, viejo, de piel oscura o
extranjero. A esto se le suma el que en los comerciales las diferencias entre los roles de
género son mucho mayores en la vida real, y muy pocos de ellos rompen con los
estereotipos.
Algo similar ocurre con las escenas de contenido erótico. Por un lado, casi nunca ofrecen
educación sexual, es decir, nunca hablan por ejemplo de la posibilidad de contraer
enfermedades.
Por otro, dificultan que los niños puedan distinguir lo que es adecuado a su edad y lo que
no, con lo que les puede resultar más difícil poner límites en un futuro.
Otro de los problemas asociados a la televisión es que, mientras los chavales están
tumbados en el sofá, apenas mueven un músculo. Si encima se atiborran de chucherías
delante de la pantalla, el camino hacia la temida obesidad está servido.
En algunos casos, la tele puede incluso crear adicción. Son niños que la enchufan nada más
levantarse por la mañana o en cuanto llegan de la escuela. Dejan de hacer los deberes por
una serie o por cualquier otra cosa, y cuando alguien apaga el aparato ponen el grito en el
cielo o se muestran muy irritables.
La vida que ven a través de la televisión les satisface más que su propia situación, y así
eluden sus problemas de la peor forma.
Además de los aspectos negativos ya citados anteriormente, existen otros muchos que a
menudo suelen pasar desapercibidos o no se les llega a dar tanta importancia. A
continuación muestro una pequeña lista de algunos de ellos, como pueden ser:
La televisión desplaza los tipos activos de recreación; Disminuye el tiempo dedicado a
jugar con otros niños. Disponen de menos tiempo para usar su imaginación y para pensar.
También la TV, les deja menos tiempo para los deportes, la música, el arte, etc.
La televisión disminuye el tiempo disponible para la conversación y el intercambio
de opiniones; Reduce las interacciones sociales con la familia y las amistades.
La televisión reprime la inclinación a la lectura. Pasar demasiado tiempo viendo la
televisión (más de 4 horas al día) decididamente disminuye el rendimiento escolar;
El exceso de televisión interfiere en el estudio, la lectura y el tiempo para pensar. Si
los niños no duermen lo suficiente porque están viendo la televisión, al día siguiente
no estarán lo suficientemente atentos para poder aprender bien.
La televisión reduce la voluntad para hacer ejercicios.
La publicidad en la televisión fomenta la demanda de posesiones materiales: Los
niños presionan a sus padres para que les compren los juguetes que ven anunciados.
La televisión presenta el materialismo casi como un estilo de vida.(Marco.2003)
Desde diferentes perspectivas la televisión puede tener diversos efectos negativos:
Desde lo fisiológico
- Muchas horas de T.V. daña la vista
- Produce una sobrecarga al cerebro
- El campo magnético daña al cerebro
Desde lo psíquico
- Induce a la pasividad
- Crea dependencia
- Le evade de la realidad
- Induce a la falsa imitación
- Lleva a adoptar falsos ídolos
- Lleva a la incomunicación
Desde lo ético:
- Trasmite antivalores
- Induce a la violencia
- Impone modelos basados en la fuerza, el poder y el dinero.
- La violencia, el abuso, el sexo, la infidelidad se tornan algo normal.
4. La televisión como gratificación sensorial, mental y psíquica
4.1 La gratificación del espectáculo
Una buena parte del poder de fascinación de la televisión proviene del hecho de que cumple
todas las funciones propias del espectáculo.
La gratificación sensorial; proviene de un bombardeo de estímulos visuales y
sonoros. Las luces, las formas y los colores resultan gratificadores por sí mismos,
como son la música y los sonidos. Ya a finales de los años 2º la realizadora francesa
Germaine Dulac afirmó que “cine y música tienen esto en común, en ambos es solo
movimiento puede crear emoción, mediante su ritmo y su desarrollo”.
Pero la gratificación sensorial se incrementa por la aparición constante de
personajes seductores (hombres atractivos y dinámicos, bellas mujeres), de
escenarios fascinantes (paisajes exóticos, ambientes de lujo), de objetos atractivos
(vestidos lujosos, joyas, automóviles ostentosos, comidas y bebidas abundantes).
La gratificación mental; derivada de la fabulación y la fantasía, que satisfacen un
necesidad básica. “El mundo de las fantasías, de los sueños, de la poesía, de las
fabulas es tan necesario para la salud mental como alimento para el cuerpo” (J.
Lorenzo Gonzales, 1988).
La persona necesita mitos para vivir como necesita aire para respirar. Se dice que ya
en los albores de la humanidad los hombres se reunían alrededor de los primeros
fuegos para jugar y para contar historias.
Las narraciones como evasión, como tregua en el combate de la vida, pero también
como oportunidad para darle un sentido.
La persona necesita símbolo. “El hombre necesita complementar la realidad con un
mundo ideal” (citado por B. Bettelheim, 1991).
La gratificación psíquica; proveniente de la liberación catártica que provocan los
procesos de identificación y proyección, al permitir al telespectador elaborar sus
conflictos internos.
5. Prácticas para mejorar el buen uso o utilidad de la televisión en niños
Precisamente, ver la televisión con los niños y comentar los contenidos que aparecen en
ella, es una regla de oro en el uso de la pequeña pantalla: Así sacan mejor provecho de los
buenos programas, se contrarrestan los efectos nocivos de los que no lo son, se fomenta su
espíritu crítico y, lo mejor, se llega a pasar un rato estupendo en familia.
Por ello los padres pueden y deben ayudar a sus hijos a tener experiencias positivas con la
televisión, de esta manera su deber es:
Mirar los programas con los hijos.
Escoger programas apropiados para el nivel de desarrollo del niño.
Poner límites a la cantidad de tiempo que pasan ante la televisión (tanto a diario
como por semana
Apagar el televisor durante las horas de las comidas y del tiempo de estudio.
Apagar los programas que no les parezcan apropiados para la edad de su hijo.
No usar la televisión como distracción o como “niñera” en los niños de edad
preescolar.
Enseñarles a elegir los programas con discernimiento; enseñarles a consultar la guía
de programación para elegir los programas más adecuados.
Estimular a los hijos para ver programas educativos o que enseñen los valores
humanos.
Prohibir los programas violentos.
Discutir los anuncios publicitarios con sus hijos, ayudarles a identificar cuales
exageran y cuáles no.
Hablar sobre la programación que ven, explicándoles las diferencias entre la
realidad y la ficción (Silva.2003)
CAPÍTULO III
METODOLÓGIA
1.1 Planificación de estrategia
Se realizó una encuesta que permitió obtener información sobre un tema en concreto a
través de una serie de preguntas, previamente establecidas.
1.2 Procedimientos de la investigación
La utilización de la técnica de la encuesta ha supuesto varios pasos:
Elaboración del cuestionario.
Aplicación del cuestionario.
Tratamiento estadístico de los resultados.
1.6 Sujetos o fuentes de investigación
Población: Los sujetos que brindarán la información para esta encuesta serán los
padres de familia de la Unidad Educativa Avelino Mérida.
Muestra: Se trabajará con 20 encuestas
1.4 Descripción de los instrumentos
- Entrevistas
- Cuestionarios
- Boletas de encuesta
1.5 Cronograma de actividades
FECHA ACTIVIDAD MATERIALES RESPONSABLE
06/06/2010 Elaboración de del
cuestionario
Computadora
Hojas bon
Fotocopias
Biblioteca
Eva Rebeca
Quispe Quisbert
13/06/2010 Aplicación del
cuestionario
Hojas bon
Cuestionario
Boletas de
encuesta
Eva Rebeca
Quispe Quisbert
CAPÍTULO IV. ANÁLISIS DE RESULTADOS
El 45 % de los encuestados (padres) tienen hijos de sexo MasculinoEl 55 % de los encuestados (padres) tienen hijos de sexo Femenino
El 20 % de los encuestados (padres) tienen hijos entre los13-15 añosEl 35 % de los encuestados (padres) tienen hijos entre los 6-9 años
El 45 % de los encuestados (padres) tienen hijos entre los 10-12 años
El 90 % de los encuestados tienen aparatos televisivosEl 10 % de los encuestados tienen aparatos televisivos
55%
10%
¿Tiene aparatos de televisión ensu casa?
CAPÍTULO IV. ANÁLISIS DE RESULTADOS
El 45 % de los encuestados (padres) tienen hijos de sexo MasculinoEl 55 % de los encuestados (padres) tienen hijos de sexo Femenino
El 20 % de los encuestados (padres) tienen hijos entre los13-15 añosEl 35 % de los encuestados (padres) tienen hijos entre los 6-9 años
El 45 % de los encuestados (padres) tienen hijos entre los 10-12 años
El 90 % de los encuestados tienen aparatos televisivosEl 10 % de los encuestados tienen aparatos televisivos
45%
55%
SEXO
MasculinoFemenino
35%
45%
20%
EDAD
6- 9 Años10- 12 Años13- 15 Años
90%
10%
¿Tiene aparatos de televisión ensu casa?
sino
CAPÍTULO IV. ANÁLISIS DE RESULTADOS
El 45 % de los encuestados (padres) tienen hijos de sexo MasculinoEl 55 % de los encuestados (padres) tienen hijos de sexo Femenino
El 20 % de los encuestados (padres) tienen hijos entre los13-15 añosEl 35 % de los encuestados (padres) tienen hijos entre los 6-9 años
El 45 % de los encuestados (padres) tienen hijos entre los 10-12 años
El 90 % de los encuestados tienen aparatos televisivosEl 10 % de los encuestados tienen aparatos televisivos
no
El 45 % de los encuestados tienen aparatos televisivos en sus dormitoriosEl 55 % de los encuestados tienen aparatos televisivos en sus dormitorios
El 20 % de los encuestados dedica tiempo a ver la tv de 1 a 2 horas por díaEl 25 % de los encuestados dedica tiempo a ver la tv de 3 a 4 horas por díaEl 40 % de los encuestados dedica tiempo a ver la tv de 5 a 6 horas por día
El 25 % de los encuestados deja encendida la tv mientras realiza diversas actividadesEl 75 % de los encuestados deja encendida la tv mientras realiza diversas actividades
El 45 % de los encuestados tienen aparatos televisivos en sus dormitoriosEl 55 % de los encuestados tienen aparatos televisivos en sus dormitorios
El 20 % de los encuestados dedica tiempo a ver la tv de 1 a 2 horas por díaEl 25 % de los encuestados dedica tiempo a ver la tv de 3 a 4 horas por díaEl 40 % de los encuestados dedica tiempo a ver la tv de 5 a 6 horas por día
El 25 % de los encuestados deja encendida la tv mientras realiza diversas actividadesEl 75 % de los encuestados deja encendida la tv mientras realiza diversas actividades
55%45%
¿Hay televisión en alguno de losdormitorios de sus hijos?
sino
15%
40%25%
20%
¿Cuánto tiempo dedican sus hijosa ver la televisión durante el día?
1-2 hrs3-4 hrs5-6 hrs7-8 hrs
75%
25%
¿La televisión está encendidamientras sus hijos realizan sus
deberes (estudian, juegan)?
sino
El 45 % de los encuestados tienen aparatos televisivos en sus dormitoriosEl 55 % de los encuestados tienen aparatos televisivos en sus dormitorios
El 20 % de los encuestados dedica tiempo a ver la tv de 1 a 2 horas por díaEl 25 % de los encuestados dedica tiempo a ver la tv de 3 a 4 horas por díaEl 40 % de los encuestados dedica tiempo a ver la tv de 5 a 6 horas por día
El 25 % de los encuestados deja encendida la tv mientras realiza diversas actividadesEl 75 % de los encuestados deja encendida la tv mientras realiza diversas actividades
¿Hay televisión en alguno de losdormitorios de sus hijos?
sino
¿Cuánto tiempo dedican sus hijosa ver la televisión durante el día?
1-2 hrs3-4 hrs5-6 hrs7-8 hrs
¿La televisión está encendidamientras sus hijos realizan sus
deberes (estudian, juegan)?
sino
El 30 % de los encuestados ven televisión en compañía de una persona mayorEl 70 % de los encuestados ven televisión en compañía de una persona mayor
El 5 % de los encuestados ven en la televisión: NoticiasEl 10 % de los encuestados ven en la televisión: Deportes
El 10 % de los encuestados ven en la televisión: DocumentalesEl 15 % de los encuestados ven en la televisión: Películas
El 20 % de los encuestados ven en la televisión: SeriesEl 40 % de los encuestados ven en la televisión: Dibujos animados
15%
5%
¿Qué programas de televisión suelen ver sushijos?
El 30 % de los encuestados ven televisión en compañía de una persona mayorEl 70 % de los encuestados ven televisión en compañía de una persona mayor
El 5 % de los encuestados ven en la televisión: NoticiasEl 10 % de los encuestados ven en la televisión: Deportes
El 10 % de los encuestados ven en la televisión: DocumentalesEl 15 % de los encuestados ven en la televisión: Películas
El 20 % de los encuestados ven en la televisión: SeriesEl 40 % de los encuestados ven en la televisión: Dibujos animados
30%
70%
¿Sus hijos ven la televisión encompañía de usted?
sino
10%
20%
40%
5% 10%
¿Qué programas de televisión suelen ver sushijos?
Documentales
Series
Dibujos
Películas
Noticias
Deportes
El 30 % de los encuestados ven televisión en compañía de una persona mayorEl 70 % de los encuestados ven televisión en compañía de una persona mayor
El 5 % de los encuestados ven en la televisión: NoticiasEl 10 % de los encuestados ven en la televisión: Deportes
El 10 % de los encuestados ven en la televisión: DocumentalesEl 15 % de los encuestados ven en la televisión: Películas
El 20 % de los encuestados ven en la televisión: SeriesEl 40 % de los encuestados ven en la televisión: Dibujos animados
sino
¿Qué programas de televisión suelen ver sushijos?
Documentales
Series
Dibujos
Películas
Noticias
Deportes
CAPÍTULO V.
CONCLUSIONES
La televisión genera dependencia en su público, no de los estímulos electrónicos,
sino de la secuencia de ideas y acostumbrándolo a un medio que está omitiendo
hasta el deber de informar a la sociedad.
La televisión es un medio muy influyente en el comportamiento del niño. Al
observar nuestra sociedad, podemos comprobar la importancia que tienen los
medios de comunicación en nuestra vida, y a la vez lo perjudicial que en ocasiones,
pueden llegar a ser para los niños, ya que en algunos casos evidencian hechos de la
vida sobre sexo, dogas, violencias, guerras, discriminaciones y alcohol, analizados
sin ningún rigor científico ni ético. Hechos que perjudican a la mayoría porque los
valores reales, estilo de vida y manera de vivir de cada uno está “manipulado“por
modelos, valores y tipos de comportamientos, algunos de los cuales están bastante
fuera del alcance de la mayoría de los hombres, pero otros pueden ser imitados y
ejercer influencia directa sobre nuestro comportamiento y sobre todo sobre la
conducta infantil.
La televisión posee la peculiaridad de presentar estímulos visuales auditivos, los
cuales son más efectivos que los visuales o auditivos por separado.
Esta es una de las razones por la que se puede llegar a convertir en un medio
sumamente eficaz y más influyente que otros medios de comunicación social.
CAPÍTULO VI
RECOMENDACIONES
Puesto que los padres son los primeros educadores en el hogar es fundamental que ellos
conozcan cuáles son los efectos que tienen programas de televisión y deben procurar dar un
buen uso de ella. Por lo tanto los padres o responsables del hogar deben: Ver la TV con sus
hijos, hablar y dialogar sobre los programas que vemos, escoger programas apropiados, ,
evitar ver programas no adecuados por su contenido violento, discriminatorio, poner límites
a la cantidad de tiempo y apagar la TV durante horas de comida, tiempo de estudio, de
juego, etc., discutir con ellos sobre el papel de la publicidad y su influencia sobre lo que se
compra, hacerles entender que no todo lo que dice la publicidad es así al igual que no todo
lo que dice la tele es verdad, estimular al niño hacia otras actividades alternativas.
CAPÍTULO VII
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
ORSINI PUENTE, Marta (1998) “Educación y medios de comunicación
experiencias en el aula”. Editorial: ILAM; Cochabamba- Bolivia.
FERRÉS, Joan (1994) “Televisión y educación”. Editorial: PAIDOS; Barcelona-
España.
MELENDEZ, Ana (2001) “La TV no es como lo pintan”. Editorial: Trillas; México
L.WHEELER, Joel (2000) “La tiranía del control remoto. Cómo afecta la TV a
usted y a su familia. Editorial Asociación Publicadora Interamericana. Santafé de
Bogotá – Colombia.
PRIETO CASTILLO, Daniel (1999) “La televisión en la escuela”. Editorial:
LUMEN XUMANISTAS ih. Buenos Aires – Argentina.
BORGES, Michelson. (2008) “Detrás de los medios”. Editorial: Asociación Casa
Editora Sudamericana. Buenos Aires- Argentina.
COPAJA TIRADO, (2000) “La intervención de los contenidos programáticos”
ANDER, Ezequiel. “Teleadictos y vidiotas en la aldea planetaria”
La influencia de la nueva televisión…
Revista de Psiquiatría y Psicología del Niño y del adolescente, 2004, 4(2): 145-159
www.mundolatino.org/saludmental/nintele.htm.
www.parenting-ed.org/Spanish.htm.
www.TVRevista de educación tv.mht
CAPÍTULO VIII
ANEXOS
UNIVERSIDAD ADVENTISTA DE BOLIVIAFACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN Y HUMANIDADES
ENCUESTA SOBRE LA INFLUENCIA DE LA TV, EN LA INFANCIA YJUVENTUD
SEXO: FEMENINO MASCULINO
EDAD: 6-9 10-12 13-15 16-18
1. ¿Tiene aparatos de televisión en su casa?
Si No
2. ¿Hay televisión en alguno de los dormitorios de sus hijos?
Si No
3. ¿Cuánto tiempo dedican sus hijos a ver la televisión durante el día?
1-2 hrs 3-4 hrs 5-6 hrs 7-8 hrs
4. ¿La televisión está encendida mientras sus hijos realizan sus deberes (estudian,
juegan)?
Si No
5. ¿Sus hijos ven la televisión en compañía de usted?
Si No
6. ¿Qué programas de televisión suelen ver sus hijos?
Documentales Series Dibujos Películas Noticias Deportes
