Traducción David Theo Goldberg and John Solomos

8/17/2019 Traducción David Theo Goldberg and John Solomos

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Traducción. A Companion to Racial and EthnicStudiesDavid Theo Goldberg and John Solomos

Introduction to Part IIDavid Theo Goldberg and John Solomos

Los estudios recientes sobre la raza y la etnicidad se han caracterizado por lamultiplicidad de paradigmas teóricos que confguran el campo. Estamultiplicidad ha sido ruto tanto de un notable crecimiento en el rango dedisciplinas de las ciencias humanas y sociales que contribuyen al estudio cr!ticode la raza y el origen "tnico# ya la consiguiente gama de conceptos quecirculan en un intenso debate. La parte $$ del compa%ero se centra en algunas

de las consideraciones teóricas y conceptuales cla&e en el an'lisis etnorracialcontempor'nea. El primer art!culo de (ichael )anton ocupa un enoque que haestado en el centro de los debates cient!fcos sociales sobre la raza y el origen"tnico# es decir# las relaciones raciales. La cuenta de )anton traza elsurgimiento de este compromiso y sus implicaciones. El autor muestra que losdi&ersos signifcados asociados con la noción de *relaciones raciales* orden nosólo los programas de in&estigación# sino pol!ticos y de pol!tica tambi"n. Lacuenta de )anton hace necesario que se presta atención a cómo la raza y elorigen "tnico se habla de en el lengua+e cotidiano. Aqu!# las e,perienciascontrastantes de pa!ses como -ran )reta%a# Estados nidos y Alemania sonespecialmente re&eladoras# por sus modos dierenciados de orden reerencia a

que se hace reerencia a las cuestiones raciales y "tnicas en cada sociedad# ylo que puede lograrse o lo que es silenciada pol!tica y en el plano de la pol!tica.El an'lisis de )anton es seguida por cuenta detallada /erner Sollors 0de lae&olución del concepto de etnicidad. Sollors traza las ambig1edades y lassuperposiciones entre las ideas de raza y origen "tnico# destacando las ormasen que la etnicidad como una herramienta conceptual se ha dierenciado de lacarrera y cómo# a su &ez# las cuestiones de raza y el racismo han sido &istascomo algo separado de la identidad "tnica y cultural. 2l argumenta con uerzaque hay una necesidad de una comprensión m's matizada y conte,tualizadade las interrelaciones entre la raza y la etnicidad. na caracter!stica importantede gran parte de las discusiones históricas y contempor'neas de la raza y la

etnicidad ha sido que su campo de &isión se ha &isto limitado por lo general alas minor!as raciales y "tnicas. En el conte,to occidental# esto ha signifcadoque gran parte de la literatura sobre la raza y el origen "tnico guarda silenciosobre cuestiones de blancura. Es sólo en los 3ltimos a%os que un importantecuerpo de traba+o ha comenzado a surgir en las in&enciones sociales#signifcados e implicaciones de la blancura. El art!culo de &ron /are traza elsurgimiento de los estudios de la blancura# y el impacto de este cuerpo detraba+o en el an'lisis de la raza y la etnicidad. Aunque gran parte de la


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ormas de discurso racista. Como uno de los principales contribuyentes aldesarrollo del an'lisis del discurso y su contribución a la comprensión deracismo# &an :i+= orece una &isión general de los programas de in&estigaciónen curso sobre el racismo# y una discusión de las principales conclusiones de lain&estigación. La contribución de Adrien @atherine Ala se centra m's uerza# yse ocupa del desarrollo del *eminismo cr!tica de la raza.* Esta es unatendencia de pensamiento que surgió en particular de las tradiciones y lasinteracciones cr!ticas de los estudios cr!ticos legales# la teor!a cr!tica de la raza#y la +urisprudencia eminista en los Estados nidos. Ala traza el desarrollo deleminismo cr!tica de la raza de estas inuencias. A partir de los estudioscr!ticos que asumió el reto de supuestos comunes dentro del paradigmadominante de legalismo liberal que la ley es ob+eti&a# neutra 4en relación con laclase# la raza o el g"nero5# y por lo tanto +usto# y que la correcta aplicación dela ley producir' determinado y resultados f+os. :e la teor!a cr!tica de la raza# eleminismo cr!tica de la raza adoptó la concepción se in&entó que la raza yelaborada en buena parte a tra&"s y por la ley. B eminista +urisprudencia hizoeministas cr!ticos de la raza proundamente consciente de los sesgos deg"nero que siguen marcando el legalismo liberal. :e este modo se refere alapara mostrar cómo la ley perpet3a las +erarqu!as in+ustas clase# raza y g"nero.Ella indica cómo tales in+usticias no pueden ser simplemente a%adidosdiscretamente el uno al otro# sino que sir&en para e,acerbar < para multiplicarla uerza de las e,clusiones a tra&"s de su mutua constitución y de e,presión.Ella est' especialmente interesado demuestre que el eminismo cr!tica de laraza tiene una moti&ación m's global y llegar a lo que ha sido el caso de lateor!a cr!tica de la raza. Los dos art!culos siguientes tratan temas que se hanmo&ido desde los m'rgenes de la in&estigación acad"mica sobre la carrerapara con&ertirse en el oco de la in&estigación y contro&ersia considerable enlos 3ltimos a%os. El art!culo de >hil Cohen es un an'lisis de rica te,tura de lasormas en que una perspecti&a psicoanal!tica puede contribuir al an'lisis delracismo. Cuenta de Cohen comienza a partir de un bre&e compromiso con elpsicoan'lisis cómo puede ayudar a replantear la conceptualización decuestiones como la &iolencia o al odio racista. A continuación# proporciona una&isión detallada de los intentos cl'sicos de &incular el an'lisis del racismo alpsicoan'lisis# particularmente a tra&"s de una cuenta de la obra de rantzanon. Cohen &uel&e a e,aminar la inuencia de &arios autorescontempor'neos como Dize=# particularmente a la luz de lo que los debatesactuales se pueden a%adir a una comprensión de las pr'cticas de racismo# as!como los procesos sociales m's amplios. El art!culo de >hilornena Essed tieneque &er con otra aceta del racismo que recientemente ha surgido como un

punto de reerencia importante en la conormación de las agendas dein&estigación# a saber# *racismo cotidiano*. )as'ndose en su propiae,periencia y una amplia in&estigación emp!rica# la cuenta de Essed seenmarca en torno a una preocupación para situar la importancia de losacontecimientos y e,periencias cotidianas en las que nos dice algo sobre lanaturaleza de la raza y la etnicidad en situaciones espec!fcas. Tambi"npretende mostrar cómo dominante acad"mica se centra en la raza y el racismo


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a menudo ignorar o dar una m!nima atención a las e,periencias cotidianas deracismo y respuestas indi&iduales o colecti&as.

El documento de conclusión en la segunda parte# de Sandra 9arding# 6secentra en una pregunta bastante simple es racista la ciencia8 Esta es unacuestión que ha sido muy debatido a lo largo de la historia de la sociolog!a de

la raza# y en particular en relación con las dos ormas cl'sicas de racismocient!fco y ormas del siglo FF de la ciencia racial tales como la eugenesianazi. La cuenta de 9arding tiene una mirada amplia a los componentescentrales de los debates sobre la relación entre la ciencia y el racismo. Ellaproporciona e+emplos del papel de la ciencia en la reproducción de las ormasde *pensamiento raza* mediante la e,ploración de la interacción entre laciencia y las ideolog!as racistas y el papel de la ciencia en relación con lae,pansión europea y el establecimiento de ormas de dominación imperial y elcolonialismo. :e este modo# 9arding tambi"n asigna una agenda para un modode in&estigación cient!fca que &a m's all' de las ronteras de raza.

Capítulo 7. Race Relation. Relación de raza.

Michael Banton.

El primer uso registrado de las relaciones entre las razas de e,presión estabaen la marea de un estudio de la situación económica de los *negros* en &arioscondados de -eorgia en los Estados nidos que ue publicado en GHGG. Elart!culo compara la situación de los negros y los blancos como los grupos perono ten!a nada que decir acerca de las relaciones entre negros y blancosindi&iduales. Simplemente asumió etapas en las que los dos grupos uerondesignados correctamente 4)roo=s# GHGG5. Este supuesto tra+o consigo una

serie de creencias altamente cuestionables sobre la naturaleza de lasdierencias raciales en la especie humana que hizo que la e,presión puedeinducir a error. En la mitad del siglo F$F# Estados nidos era habitual reerirse alas tres secciones principales de la población como *blancos*# *negros* y*indios* 4una letra may3scula para el ;egro llegó m's tarde5# y llamarlos razas.Esta nomenclatura se hizo ofcial por la Ley de :erechos Ci&iles de GIJJ# quehabló de *ciudadanos de todas las razas y colores.* Cuatro a%os despu"s de lad"cimo quinta enmienda a la Constitución# siempre que el derecho de &oto nodebe ser negado *por moti&os de raza.* En los pa!ses europeos en estemomento hubo una discusión acti&a de las teor!as de superioridad racial# y desi las dierencias biológicas podr!an e,plicar las dierencias en el desarrollo

cultural# pero 4como en los Estados nidos5 la idea organizadora era por logeneral la de *el problema de la raza*# o *la cuestión racial.* Ba que los gruposno ueron designados a menudo como razas hubo ninguna consideración de lasrelaciones raciales como las relaciones interpersonales. En las d"cadas quesiguieron a la >rimera -uerra (undial 4como se ilustra por la Comisión deRelaciones nombre de una carrera determinada en el organismo designadopara in&estigar los disturbios de Chicago de GHGH5# la e,presión entró en usom's recuente en los EE.. y se recogió en otro lugar. El $nstituto de


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en el siglo FF no hab!a e,istido antes de la colonización europea de lasAm"ricas. Se desarrolló de orma concomitante con el capitalismo occidental#para que *... las relaciones raciales son de capital respecto del traba+obenefcios relaciones* 4Co,# GHUI OOJ5. Sin embargo# est' de acuerdo con quelas relaciones interpersonales >orque podr!an ser racial sólo si las partes eranconscientes de sus dierencias como racial. 2l hizo esta e,pl!cita cuandoescribió que *dos personas de dierente* raza *podr!an tener una relación queno era racial*. Co, indicó que en )rasil *de color blanco y usión est' muya&anzada*# dando a entender que esto era debido a que no ten!a ninguna clasedominante blanca. 9ab!a muy poca ense%anza de la sociolog!a en -ran)reta%a hasta la d"cada de GHQN# as! que hab!a pocos eruditos para ree,ionarsobre los argumentos del parque y Co,. Las ideas brit'nicas sobre lasrelaciones raciales deri&an sustancialmente de Sud'rica y de la e,periencia enel imperio colonial. Cuando un $nstituto de Relaciones Raciales se estableció enLondres en GHQI# la e,presión ue tomada para reerirse a las relaciones entrelas poblaciones !sicamente distinguibles# pero el oco principal estaba toda&!aen las dierentes posiciones de los grupos en lugar de las relaciones entre laspersonas. Esto tu&o que ser ampliado cuando un nue&o gobierno del Traba+odecidió introducir una legislación contra la discriminación racial. La inmigraciónen -ran )reta%a de los pa!ses de la Commonealth en ;ue&a el Caribe y elsubcontinente indio hab!a sido restringida debido a que los inmigrantes eranciudadanos brit'nicos y no est' su+eto a los controles que regulaban lainmigración e,tran+era. El gobierno actuó para poner a ;ue&a Commonealthinmigración sobre una base similar a la de la inmigración e,tran+era. Al mismotiempo que se introduce medidas para acilitar la integración de losinmigrantes que ya se estableció# en particular la Ley sobre relaciones racialesde GHJQ. 6>or qu" se deber!a haber dado este nombre en lugar de ser llamadoun acto de la discriminación racial nunca ue e,plicado8 Tampoco ue laselección de este nombre consultado parece haber sido dado por sentado quelas relaciones dentro de la cual podr!a producirse ese tipo de discriminacióndeben ser las relaciones raciales. El nombre se repitió en los actos posterioresdel >arlamento aprobados en GHJI y GHVJ y en actos similares adoptadas enAustralia y ;ue&a Delanda. Esto ha reorzado la hipótesis de que *las relacionesraciales* era el nombre correcto a utilizar. En otros pa!ses no sigan estee+emplo. En GHJQ la Asamblea -eneral de las ;aciones nidas adoptó laCon&ención $nternacional contra Todas las ormas de :iscriminación Racial. Setrata de un tratado en el que GQV Estados son partes y en cumplimiento de susobligaciones en &irtud del tratado mayor!a han promulgado leyes contra ladiscriminación racial 4)anton# GHHJ5. ;o hay otros estados utilizan la e,presión

*relaciones raciales* como un nombre por sus leyes o pol!ticas. A mediados dela d"cada de GHJN los sociólogos consideran generalmente las relacionesraciales 4o las relaciones raciales5 como el nombre general para comprender elracismo# el pre+uicio y la discriminación. n libro de te,to publicado en estemomento se distingue# en primer lugar# una apro,imación desde la ideolog!aque ten!a el racismo como su concepto b'sico en segundo lugar# unaapro,imación desde la actitud# con el pre+uicio como su concepto b'sico y entercer lugar# un enoque de las relaciones sociales basadas en el concepto de


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discriminación 4)anton# GHJV Voder ;egro. Eldebate en los EE.. lle&ó a cabo en el marco del derecho constitucional deEstados nidos. Con el fn de apreciar adecuadamente en qu" se dierencia delos marcos empleados en -ran )reta%a y otros pa!ses# puede ser 3til distinguirtres ormas en que los estados proh!ben la discriminación racial. La primeracomienza a partir de los derechos humanos se &e a estos como e,ist!a antesde la creación de estados y afrma que los Estados tienen la obligación deproteger los derechos 4incluido el disrute de los derechos sin discriminación decada uno dentro de su +urisdicción5. Como parte del mo&imiento de derechoshumanos# las con&enciones se han adoptado las cuales se espera que losestados de incorporar en su legislación nacional. El segundo enoque parte dela soberan!a del >arlamento una legislatura# como en -ran )reta%a# puedepromulgar una ley que proporciona una protección espec!fca contra ladiscriminación. El tercer enoque# como en los EE..# se inicia a partir de unaconstitución que reconoce los derechos de los ciudadanos toda discriminaciónque inrin+a estos derechos es ilegal. tras leyes pueden proteger los derechosde los no ciudadanos residentes. Ambos sociólogos y acti&istas pol!ticos en losEstados nidos se han &isto las cuestiones de las relaciones raciales dentro deeste tercer marco. Ellos han puesto de manifesto el conicto entre lae,periencia de los negros y la manera en que se supon!a que la Constitución deEstados nidos para ser puesto en pr'ctica en la &ida cotidiana. Este conictotambi"n hab!a detr's de la afrmación de dos de los l!deres del mo&imiento del>oder ;egro que *por el racismo nos reerimos a la predicación de lasdecisiones y pol!ticas sobre consideraciones de raza con el fn de subordinar ungrupo racial y mantener el control sobre ese grupo.* Se pasó a distinguir entreracismo indi&idual e institucional 4&"ase Carmichael y 9amilton# GHJV GH


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llamar a este paradigma.5 La cr!tica de (iles de la escritura anterior tiene granuerza. Se puede aceptarse sin estar de acuerdo con su afrmación de que lasrelaciones esenciales responsables de la orma de maniestación son las de laormación de clases dentro de un orden capitalista. Tampoco tiene por qu" serasumido que los conceptos de las ciencias sociales deben tratar de representarla realidad de la orma en que implicaba. (iles se alinearon con la escuelarealista del pensamiento flosófco# seg3n el cual una defnición debe captar laesencia de las cosas que se defnan. En oposición a la escuela nominalista hasostenido que una defnición debe distinguir lo que se defne a partir de otrascosas con los que pudiera conundirse. n e+emplo preerido es decir quemientras un realista 4o esencialista5 podr!an defnir 9omo sapiens como unanimal racional# un nominalista defnir!a como un W9omo b!pedo sin plumasXLos realistas buscan la &erdadera naturaleza de las relaciones que se llamanracial nominalistas asumen que estas relaciones son demasiado comple+ospara ser agarrado de esta manera y conceptos elaborados que aciliten elan'lisis de los dierentes componentes o aspectos de las relaciones encuestión. :ado que estas relaciones cambian con el tiempo# los realistasafrman distinguir nue&os racismos. ;ominalistas creen que la inestabilidad delas defniciones lle&a a la conusión en lugar de hablar de nue&as e,presionesde una esencia subyacente es me+or para identifcar los elementoscomponentes de los procesos sociales.

Una construcción social

En la actualidad e,iste un acuerdo general que se hace reerencia cuando lospa!ses de habla $ngl"s en la raza# como# por e+emplo# en casos dediscriminación racial# la reerencia es a la raza como una construcción social yno una categor!a biológica. La naturaleza social de la categor!a se puededemostrar considerando la posición de las personas de origen mi,to. En losEstados nidos una persona de HN por ciento y GN por ciento de Yricaascendencia europea puede considerar a s! mismo# y ser considerado por losdem's# ser negro# o aroamericanos. Es una pr'ctica social y no la gen"tica quedecide la posición de esa persona. Si los cient!fcos sociales hacen cargo de laterminolog!a popular para hablar de las relaciones raciales que est'nlegitimando una tergi&ersación cuando deber!an abordar los problemasplanteados por el racismo. Este argumento < que ue sintetizado por (iles < hasido paralelo en rancia. >ara clasifcar las relaciones negroierre


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que sus antepasados se asentaron en Rusia. Lo llaman remdeneindlich=eit# ola hostilidad hacia el e,terior. 4Esto se traduce generalmente como la,enoobia# aunque esto no es un equi&alente e,acto ya que una obia es unmiedo irracional y actitudes hacia los e,tran+eros tienen racional# as! comouentes irracionales.5 En Suecia# donde los inmigrantes de primera y segundageneración constituyen el GI por ciento de la población total# la mayor!a de losinmigrantes son de otras partes de Europa y por lo tanto no son muy distinti&oen apariencia. Esto puede e,plicar por qu" el gobierno sueco ha legisladocontra la discriminación "tnica# mientras se defne el alcance de su legislaciónpara cubrir lo que en otros lugares se conoce como discriminación racial. Enmuchos pa!ses europeos ha habido mucha incertidumbre sobre lo que llamar alos di&ersos aspectos de las relaciones asociadas con la inmigración. Losnombres elegidos han ree,ionado a menudo la presión pol!tica e+ercida porgrupos particulares. As!# el >arlamento Europeo en GHIU estableció unacomisión de in&estigación sobre el ascenso del ascismo y el racismo enEuropa. Esto ue seguido cinco a%os m's tarde por una Comisión de$n&estigación sobre el Racismo y la Fenoobia. El Conse+o de Europa en GHHOacordó la creación de una Comisión del Racismo y la $ntolerancia# mientras quela nión Europea declaró GHHV el A%o Europeo contra el Racismo sin defnir loque se entiende por racismo. En los debates en las ;aciones nidas se suponeen general que la raza relaciones se han producido debido a la colonización deotras regiones por los europeos# y por la propagación de las ideas de lasuperioridad blanca. Sin embargo# en Asia y en otras partes de los miembrosde la población mayoritaria suelen considerar que los habitantes ind!genas delpa!s como ineriores. 9ay ormas de discriminación intergrupal al igual que lasde ccidente. Las partes no pueden pensar en sus relaciones como racial# perosin embargo el obser&ador e,terno puede concluir que "stos deber!an sercontados como las relaciones "tnicas o raciales. La institución de gobiernodemocr'tico en Sud'rica en GHHU tra+o una aspiración a una sociedad *noracial*# pero las dierencias entre grupos persisten# all! y en otros lugares# ysiempre que es necesario el uso de palabras como raza y racial en laprohibición de la incitación al odio y en penalizar la discriminación racial# noser' posible eliminar todo el uso del lengua+e de la carrera en la ley o en elhabla popular. 6Se pueden emplear otras palabras# para recibir todo el a%o lasdifcultades que se deri&an de la situación dudosa del concepto de raza8 En-ran )reta%a durante los a%os GHVN y GHIN para algunos argumentaronantirracismo en la educación y se opusieron a esta floso!a a la demulticulturalismo# pero por este 3ltimo no signifcaba necesariamente losmismos que los que utiliza esta e,presión en los Estados nidos# Canad' o

Australia. tros preferen hablar de interculturalidad# para tomar el ideal de laigualdad de trato como una me+or e,presión de lo que se propon!an# o paraargumentar a a&or de la meta de la igualdad de participación en la sociedadya que esto implica que las minor!as "tnicas tienen obligaciones# as! como losderechos. Si bien no discute que los cient!fcos sociales podr!an aprender derazonamiento +ur!dico sobre la naturaleza de la discriminación# (iles 4GHHO Q<J5 ha insistido en que la ley sólo &alida los conceptos erróneos populares. 2lafrma que el an'lisis acad"mico debe desarrollar su propio &ocabulario a partir


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del concepto de racismo. no de los problemas con esta alternati&a puede serlle&ado a un primer plano mediante el contraste de los dos enoques a la luzdel amoso argumento de :ur=heim 4[GIHQ\ GHQN JQ


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Capitulo 8. Ethnicity and Race. Etnicidad y raza.

/erner Sollors

Orígenes de la raza

El :iccionario ,ord de $ngl"s data la primera equi&alente en ingl"s de razza

italiano# raza espa%ola y el castellano# y raca portugueses en el siglo F?$. ne+emplo de GQVN dice lo siguiente *As! ue la carrera hacia el e,terior y stoc=ede Abraham despu"s de la carne se negó.* Este e+emplo apoya la teor!a de quelas ra!ces oscuras de la *raza* pueden estar en la palabra *generación* y *raza*y *generación* se mantu&o durante alg3n tiempo sinónimos en idiomas comoel ingl"s o ranc"s. Sir Thomas )rone escribió en GJUJ que *la tez se adquirióen primer lugar# e,iste la creencia mantenida por generación*# y Le Cat hizo unargumento similar en GVJQ que incluso en los polos de los moros de la tierra*mantener sus pieles negras sin ning3n cambio de generación en generación*4de la raza en la castasM5. El desarrollo de la *generación* a la *raza* resuel&elentamente la ambig1edad en las genealog!as contra la conecti&idad de la

amilia y en a&or de las di&isiones humanas. ?erena Stolc=e ha hecho hincapi"en que la palabra *raza* podr!a signifcar *la sucesión de las generaciones 4deraza en Raza5# as! como todos los miembros de una determinada generación*que a menudo ten!a una estrecha relación con la *calidad* y *nobleza desangre* 4insertando una dimensión aristocr'tica a su legado5 sin embargo# quetambi"n estaba *conundido en el medio del siglo F?# con la antigua razacastellano que signifcaba 0un parche de tela ra!da o deectuoso#0 o#simplemente#] deecto# culpa 0 *# obteniendo un sentido e,actamente opuestoa la* nobleza *# a saber#* mancha *y* contaminación *# por lo que la palabraapareció en castellano# con un signifcado negati&o# en relación con la doctrinade la pureza de la sangre 4limpieza de sangre5*# entendida como la cualidad de

tener ning3n aditi&o de las casta de moros# +ud!os# here+es# o aquellospenitenciados 4condenado por la $nquisición5 *4Stolc=e# GHHU KVJ


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general# y para las personas que son dierentes a los alta&oces# por lo que*"tnica* aplicable a la autoor lo tanto# habla de *razas y muchos otros tipos de grupos"tnicos* 4p. GON5. Sin embargo# su dierencia no se debe e,agerar# ya que es


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& di%erencia de la raza y la etnicidad. 'Race Unli(e Ethnicity)

El escrito m's sistem'tico a a&or de una distinción m's clara entre *raza* y*etnicidad* puede ser el propuesto por >ierre L. ?an den )erghe en la carrera y

el Racismo 4GHJV5# un traba+o comparando los Estados nidos y Sud'rica. ?anden )erghe sostiene que cuatro principales connotaciones de *casta* hacenque sea conuso. En primer lugar# e,iste el conte,to anticuado y ya no essostenible de la antropolog!a !sica que una &ez que clasifca todos los sereshumanos en los que habitualmente entre tres y cinco castas# que es e&ocadocuando los eruditos ahora hablan de *casta*. En segundo lugar# el t"rmino hasido y sigue siendo aplicado a numerosos grupos tales como la *castarancesa* o la *raza +ud!a* < y en estos casos# &an den )erghe recomienda eluso de los t"rminos *etnia* o *grupos "tnicos* como Sólo sinónimos de estesignifcado de *casta*. En tercer lugar# la palabra polis"mica es tambi"nsinónimo de *especie* cuando uno dice# *la raza humana.* Sólo el cuarto

sentido de *raza* es la que &an den )erghe propone que deber!amos usar serefere# tal como se defne por los cient!fcos sociales# a un *grupo humano quese defne a s! mismo y _ o se defne por otros grupos como dierente de otrosgrupos en &irtud de caracter!sticas !sicas innatas e inmutables* 4&an den)erghe# GHJV H5. Esta dierenciación de+a dos signifcados de *casta* para serdesechados# uno para ser sustituido por *etnia*# y la instancia restante de*casta* defnida en el terreno de la distinción -ordon tambi"n sugirió entre*&isible*# *!sica* 4por &an den )erghe tambi"n distinciones *innatas* y*inmutables*5 y los *culturales*. 4:efnición de la etnicidad de Schermerhornera lo sufcientemente amplio como para incluir cultural y !sico < dice*enot!pica* < caracter!sticas5. Esto nos lle&a de nue&o# sin embargo# a laobser&ación hecha por -ordon que las distinciones *!sicos* son tambi"n unacuestión de *percepción*# un tema abordado por el punto de &an den )ergheque las distinciones *!sicos* dependen de las defniciones e,ternas o internas <que deber' establecer una tensión. Los t"rminos *# !sica* *enot!pica*#*innatas*# y *inmutables* sugerir una dierencia f+a# ob+eti&amentemensurable la noción de *&isibilidad* 4que podr!a complementarse con elpunto de 9annah Arendt que hay grupos "tnicos *audibles*# as! como las&isibles# y por el hecho de que el sentido del olato tambi"n a menudo sein&oca en el establecimiento de los l!mites "tnicos5 se basa en la cultura enorma de *percepción* sensorial# por tanto# no en actores *ob+eti&os*. :ehecho# &an den )erghe reconoce este problema en la medida en que se sienteobligado a a%adir una califcación a su distinción entre *raza* y *etnicidad* Enla pr'ctica# la distinción entre una raza y una etnia es a &eces borrosa por&arios hechos. Los rasgos culturales son a menudo considerados comogen"ticas y hereditarias 4por e+emplo# el olor corporal# que es una unción de ladieta# cosm"ticos y otros art!culos culturales5 apariencia !sica se puedecambiar culturalmente 4por escarifcación# cirug!a# y cosm"ticos5 y lapercepción sensorial de las dierencias !sicas se &e aectada por laspercepciones culturales de la raza 4por e+emplo# una rica ;egro puede ser &istocomo m's ligero que un pobre negro igualmente oscuro# como lo sugiere el


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4a pesar de que *ascendencia* puede signifcar unos padres# abuelos# tres oincluso una mayor proporción de los antepasados m's ale+ado5. El enómenosocial de *pasar* tambi"n pone en tela de +uicio la noción de que la *casta* sebasa en caracter!sticas *!sicas* o que tales caracter!sticas son &isibles < ya que*pasa* implica que las personas que *parecen blanca* pueden ser consideradoscomo *realmente* negro 4&"ase :a&is# GHHG5. :esde un teórico m's uertesondeo de la cuestión de la *raza mi,ta* el concepto de *raza* como unadistinción "tnica *de base !sica* puede ser cuestionado undamentalmente#como ;aomi Dac= 4GHHO5 demuestra. ;aomi Dac= ha sometido a los a,iomasraciales dualista a un escrutinio lógico y delineado el siguiente esquema nindi&iduo# Pay# es negro si Pay tiene un antepasado negro# cualquier n3mero degeneraciones atr's. n indi&iduo# @ay# es de color blanco si @ay no tieneantepasados negros# cualquier n3mero de generaciones atr's. ;o hay ningunaotra condición para la negrura racial que se aplica a cada indi&iduo negro nohay otra condición para la blancura racial que se aplica a cada indi&iduoblanco. Este esquema es asim"trica como a la herencia blanca y negro. Eslógicamente e,cluye la posibilidad de raza mi,ta porque los casos de razami,ta# en la que los indi&iduos tienen antepasados tanto en blanco y negro# sedesignan autom'ticamente como casos de raza negro. 4Dac=# GHHO Q5 :e unamanera poco sistem'tica# el censo de los EE se adhiere al director dedi&isión de los estadounidenses en cuatro categor!as que son id"nticas a las*razas* del siglo F$F 4cauc'sicos# aricanos# asi'ticos e indios y un quinto#hispanos# que puede ser de cualquier raza5. B mientras que el censo haencontrado un m"todo simple de contar ciudadanos multi"tnicas# la burocraciadel gobierno le resulta di!cil reconocer la e,istencia de ciudadanos birracialesy# como Poel >erlmann 4GHHV5 ha destacado# es incapaz de considerar laposibilidad# en sus pre&isiones estad!sticas# que los ni%os pueden de hecho sernacidos de las uniones de los miembros de dierentes razas. En resumen# elCenso de EE.. predice crecimiento de la población sólo dentro 4y no cruzar5las cinco categor!as que :a&id 9ollinger 4GHHQ5 se refere a la pol"mica como*el etnorracial pent'gono.*

Conclusión

Algunos estudiosos contempor'neos le gustar!a considerar una categor!aespecial *ob+eti&o* que no puede ser discutido de manera signifcati&a comoparte de la *raza* *etnicidad*. Sin embargo# parece que# tras un e,amen m'sdetenido# la creencia en una prounda di&isión entre la raza y la etnicidad que

+ustifque un procedimiento dualista corre contra el problema de que ladistinción entre la etnicidad y la raza no es simplemente una distinción entre lacultura y la naturaleza. >ocos o ning3n acad"micos logran sostener unprocedimiento completamente dualista# y a3n menos mandar'n abstenerse decualquier comparación entre los grupos *raciales* y *"tnicas*. Lo que pareceser el caso# entonces es que en una sociedad en la que la dierenciación "tnicaa lo largo de l!neas raciales tiene proundidad histórica y es apoyado por lasburocracias gubernamentales# ciertos conictos "tnicos llegar'n a entendersecomo *racial*. Si el origen espa%ol del t"rmino es cierto# entonces el problemacon la *raza* se remonta a sus inicios. Se utiliza para e,pulsar de Espa%a la


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gente *contaminados* por la sangre +ud!a y morisca < por lo tanto# la *raza* enel sentido de *!sica* y *&isible*# podr!amos pensar. Sin embargo# la lista de laspersonas a las que se aplicó la doctrina de la pureza de la sangre 4limpieza desangre5 se encendió y se incluyen los descendientes de los here+es y de*penitenciados 4los condenados por la $nquisición5* 4Stolc=e# GHHU KVJ


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deber!a haber mayores oportunidades para el di'logo y la alianza entre los quese encuentran ob+eti&os comunes contra la desigualdad y la opresión. El tiempocondicional tiene que ser subrayado porque hay# por supuesto# no haygarant!as de que estas nue&as ormas de hablar o pensar en *razas* seconducen necesariamente a la acción pol!tica concertada# dentro o uera delmundo acad"mico. Al igual que es di!cil de describir el tipo de desorientaciónsensorial producida por las esculturas de Anish @apoor# por lo que es di!cil eneste momento para delinear este nue&o enómeno de *estudios de la blancura*o *cr!tica blanco*# como algunos lo llaman# que sigue creciendo a un ritmoe,ponencial. Lo que ue recientemente percibidos como un giro radical ypotencialmente sub&ersi&o hacia nue&as perspecti&as sobre raciolog!a y suseectos pueden ser descritos como una especie de carro para ser subido por ungrupo de escritores deseosos de e,plorar su toma de disciplina en particular enla idea de blancura. :ada la prolieración de este traba+o y la crecientedifcultad de seguimiento de cada una de sus direcciones# tengo la intención dediscrepar con el campo como un todo# sin pretender hacer +usticia a los actorescla&e. 9abiendo dicho esto# hay peligros al tratar de generalizar sobre eltraba+o por separado de los conte,tos disciplinarios que se ocupan de losautores indi&iduales. En otras palabras# si bien es apropiado el nombre de:a&id R. Roediger El salario del )lancura 4GHHG5# un libro original# pionero quees el primero en trazar el desarrollo de la clase obrera blanca en los EE..# sedesprende de la lectura de la introducción *# en la autobiogra!a y la teor!a*Roediger que hab!a estado siguiendo una trayectoria que ten!a sentido de suspropios instintos pol!ticos inormados por el traba+o de otros historiadoressociales y teóricos culturales como Ale,ander Sa,ton# Stuart 9all# y# sobretodo# /E) :u )ois 4Roediger# GHHG GNero a medida que Shelley isher ish=insostiene en un art!culo de re&isión e,traordinaria de la *reasignación de lacultura americana* 4GHHQ5# gran parte de las bases de este nue&o desarrollo enlos estudios literarios se colocó en la d"cada anterior por escritores como EricSundquist# Robert Stepto# Aldon y Lynn ;ielson# y ella afrma que su propiotraba+o ue inspirado por el est!mulo y el apoyo proporcionado por RalphEllison# cuyas obser&aciones sobre *la &erdadera interrelación de negrura y lablancura* la hab!a intrigado a lo largo de su carrera. Argumentos similaresacerca de la genealog!a se pueden hacer en otras disciplinas acad"micas sinrestar importancia relati&a de la e,plosión en los libros de todo tipo que se hatratado de abordar el tema de la blancura en la d"cada de GHHN. (irando m's

all' del 'mbito de la acti&idad acad"mica# sin embargo# tambi"n es importanteconectar este 3ltimo traba+o con las tradiciones m's accesibles de e,aminar ydesafante actitudes raciales y comportamientos que han acompa%ado lasluchas negras para la emancipación y la +usticia blanco. Como nue&a# radical#sub&ersi&o o lo hace el interrogatorio de blancura mira al lado de la enormeimportancia del traba+o de escritores anteriores como Lillian Smith o Pohn9oard -rin que basaron sus potentes deconstrucciones de racismo del Suren su propia e,periencia como sure%os blancos o los intentos de los hombres y


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las mu+eres posteriores que se &ol&ieron su atención a la historia y la psicolog!adel racismo blanco durante los a%os GHJN y GHVN < escritores como Poel @o&el#/inthrop Pordan# :orothy Sterling# y :a&id /ellman. B# por supuesto# esta listani siquiera trata de abarcar el traba+o de los aroamericanos y otras personascuyas e,periencias de la escla&itud y las historias del colonialismo europeo losobligó a desarrollar una e,periencia acerca de las ormas de los blancos. >or lotanto# le+os de ser nue&a# la documentación y la interpretación de la blancuraque &iene desde la perspecti&a de los que no se clasifca como blanco ha hechom's que empezar a ser reconocido como una contribución &'lida a la orma enque esos tipos blancos &en a s! mismos. 67ui"n puede decir que conoce sobrela blancura8 m's reciente libro ;egro de :a&id Roediger en el blanco 4GHHI5nos recuerda a la &ista desde la plataorma de subasta# lo que demuestra cómolos conocimientos !ntimos de la blancura han sido parte integral de lo quesignifca ser uera de esta categor!a. Ruth ran=enberg# autor de una de lasprimeras in&estigaciones eministas en la orma en que las &idas *de razas* enorma de las mu+eres blancas 4GHHO G5# ha proporcionado una &isión general3til de los traba+os recientes sobre la blancura en su introducción a unacolección de ensayos titulada El desplazamiento de blancura 4GHHV Gor 3ltimo#ran=enberg sugiere que e,iste un importante cuerpo de traba+o que e,aminael racismo en los mo&imientos para el cambio social. Se llama la atención aqu!a la contribución de las cr!ticas eministas de la blancura# as! como *traba+o en0la otra cara de la moneda0 que monitorea y analiza la realización de la

identidad de la supremac!a blanca y la ideolog!a mo&imiento pol!tico y lapr'ctica* 4p. O5. La colección de ensayos que sigue a esta introducción esinterdisciplinario y los autores se mue&en entre estas cuatro 'reas en su escritopara mostrar cómo la *blancura opera en los locales y redes de relacionessociales particulares* 4GHHV O5. >or encima de todo# la blancura se entiendecomo un proceso que puede ser impugnada# as! como deconstruido. Culturamarcada por la blancura se &e *como pr'ctica en lugar de ob+eto# en relacióncon la ormación racial y el proceso histórico m's que aislable o est'tica.* En


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contraste con este tipo de an'lisis pol!ticamente comprometido de la nue&a'rea tem'tica# los principales medios de comunicación en los EE.. haobser&ado su aparición en la esera p3blica con escepticismo (argaret Talbot#editor en +ee de la ;ue&a Rep3blica# escribiendo en el ;e Bor= Times(agazine # preguntas toda la idea de analizar la construcción social de lablancura# preguntando si se trata de *un s!ntoma de la clase de embrolloagónica que bien intencionado estadounidenses tienden a encontrarse en loque se refere a la pol!tica racial. 6;o ser!a m's 'cil retirarse a lacontemplación paralizado de la propia identidad racial de uno que tratar de dar&ida al proyecto de integración8 *4Talbot# GHHV GGH5 Esta interpretación delnue&o campo de estudio pasa a ser tremendamente in+usto en que sederrumba en con+unto los proyectos de dierentes autores mencionados en suart!culo que est'n amplia y abiertamente en desacuerdo con otra. La idea deque un nue&o 'ngulo de ree,ión sobre las estructuras y procesos de lasupremac!a blanca autom'ticamente asciende a un combate de lacontemplando ombligo inefcaz es absurdo# pero la caricatura de Talbot4publicado ba+o el t!tulo *btención de cr"dito por ser blanco*5 se hace a3nm's con&incente por su enoque en un g"nero cada &ez m's popular de laescritura que en eecto# e,plorar el concepto de blancura como la identidad*racial* desde una perspecti&a autobiogr'fca. Esto# en mi opinión# es una zonaplagada de contradicciones# no menos importante de los cuales es que tiende arestablecer la primera persona frmemente en el centro de atención a lablancura# y tambi"n porque est' en peligro de redifcar toda la noción de *raza*como un sistema de clasifcación humana que puede ser entendido uera de lashistorias de su in&ención y la aplicación brutal. >or supuesto# esto debematizarse porque hay e+emplos de autobiogra!a perspicaz que iluminan esteproceso al igual que e,isten &ersiones narcisistas que oscurecen la misma. Sinembargo# la di!cil cuestión de la defnición de lo que la blancura es o no es sólouno de los aspectos teóricos incómodas que ha sido identifcado no sólo poraquellos que traba+an uera del estudio cr!tico de la *raza*# sino tambi"nfrmemente situada dentro de ella. 7uiero pasar ahora a una consideraciónm's dirigida de los problemas y las posibilidades de este enoque en lablancura.

0ada personal

El descubrimiento de la blancura personal entre la gente del mundo es unacosa muy moderno < una F$F y FF de hecho importa siglo. 4:u )ois# [GHKN\GHHN KH5 6Es blanco de una raza8 La respuesta es s!# es... El benefcio en eltratamiento de la raza como un aspecto de la identidad es imposible decalcular. 4Carter# GHHV KNJ


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4$gnatie& y -ar&ey# GHHJ GN5 que utilizan estos cuatro e,tractos de destacar lagran &ariedad de enoques para el an'lisis de la blancura. Las cuatro citas hansido tomadas e,ageradamente uera de conte,to. La primera# por unhistoriador aroamericano y sociólogo# representa una &ista en negro de lae&olución histórica de la supremac!a blanca reerencia anteriormente# y la rase*blancura personales* siempre me hace sonre!r con sus asociaciones dehigiene corporal. Es tentador para actualizar la obser&ación de :u )oisdiciendo que *El redescubrimiento de la blancura personales por parte de lapoblación del mundo es una cosa muy posmoderno# una cuestión muy tard!adel siglo FF de hecho.* La segunda cita# tomada de un ensayo escrito por elpsicólogo Robert Carter# me enurece ya que ilustra la tendencia mencionadaanteriormente para dar sustancia a la noción de *raza* como un hecho est'ticoe inmutable de la identidad que caracteriza a grupos de personas para la &ida#independientemente de su comportamiento y las creencias en mi opinión# estosoca&a la totalidad del proyecto de demostrar que la blancura es una categor!asocial e,clusi&a producido a tra&"s de la historia. (e siento m's simpat!a conel tercer e,tracto# escrito por los teóricos culturales antirracistas# pero toda&!atiene mi grito de *W;o# no es ah! donde est's equi&ocadoX* :esde mi punto de&ista no hay necesidad de perpetuar las nociones del siglo F$F y FF de nadaracial. Como dice Andr" -orz en Adiós a la clase obrera# *La transormación dela sociedad... requiere un grado de conciencia# acción y &oluntad En otraspalabras# se requiere la pol!tica.* 4-orz# GHIK GK5. Si el siglo FF$ es trascenderla l!nea de color heredado de las ormaciones anteriormente sociales#económicas# pol!ticas y culturales# unos progresi&os# a uturo la pol!tica de

+usticia social deben abrazar la &oluntad de abandonar la *raza* como cualquiertipo de categor!a 3til# alternati&a o de otra manera. 9ay otras posiciones# porsupuesto# que comparten esta &isión utópica# posiblemente# peroestrictamente necesario el cuarto e,tracto es representante de un grupollamado los nue&os abolicionistas# cuyo manifesto es la abolición completa dela blancura. Su lema < *traición a la blancura es lealtad a la humanidad* < tieneuna retórica que transmite la &oluntad de transormar el estado de cosas#incluso si los datos teóricos o metodológicos no son inmediatamente claro.Estas cuatro perspecti&as no comienzan a abarcar toda la gama de preguntasdi!ciles me he reerido anteriormente# pero que se pueda sugerir las agendasdi&ergentes de muchos escritores que identifcan la blancura como un actorcentral en el estudio de la *carrera*. En particular# estas citas demuestran lasdierentes ormas en que la blancura puede ser concebida como un aspecto dela identidad cultural los escritores aqu! sugieren que la identidad blanca puedeser descubierto# abrazado# retenidos o reimaginadas# o bien# dado que la

blancura es *nada m's que una e,presión pri&ilegio de raza *4$gnatie& y-ar&ey# GHHJ KII5# completamente abolidas. El punto sobre estosdesacuerdos undamentales no es que son sorprendente o inesperado# aunquees preocupante que el conser&adurismo que sostiene que la blancura estoda&!a un aspecto integral de la identidad *no racista* est' en peligro de diluirel radicalismo que orece cuidadosamente la e&idencia de la toma de lablancura como una categor!a social y la posibilidad de su deshacer. Losestudiosos y acti&istas que ahora se ocupan de la blancura como un medio


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para entender y analizar la desigualdad# la e,plotación y la in+usticia no sonautom'ticamente en el di'logo con los dem's y no se garantiza que no hablael mismo idioma. Lo que est' en cuestión aqu! es el signifcado de *raza* y suestatus en la cultura contempor'nea# ya sea local# nacional o mundial. Es di!cilreconciliar la sugerencia de Carter que el camino a seguir es *desarrollar unestado de ego positi&o no racista blanco identidad racial* 4Carter# GHHV KNV5con la perspecti&a del historiador Roediger# que cita a Pames )aldin comodiciendo *(ientras usted piensa eres blanco# no hay esperanza para ti*4Roediger# GHHI KK5. La tradición acad"mica e+emplifcado por Roediger#Ale,ander Sa,ton# Theodore /. Allen# y# m's recientemente# 9ale 4GHHI5# cuyolibro se titula simplemente hacer )lancura La cultura de la segregación en elSur GIHN


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creencias &irulento antisemitismo# el odio del comunismo# e,tremo contranegro 4o antior estaormulación satisactoriamente gr'fco Creo que est' tratando de representarel problema de que muchos escritores *blancos* designados confesan en supropio traba+o su moti&ación pro&iene en parte de un reconocimiento de quesu *blancura* los ata históricamente en un sistema de pri&ilegios carrera desdela que es di!cil escapar pero proporcionando una cr!tica de la blancura quecomienzan a situarse uera de ese sistema. 67uiere decir esto que est'n endos lugares al mismo tiempo8 Este es el conicto que se abre preguntas de


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conocer y de ser que no se pueden responder de manera defniti&a. Enreerencia a la e,hortación de Audre Lorde a sus lectores a *llegar aba+o en eselugar de conocimiento... y toque que el terror y el odio de cualquier dierenciaque &i&e all!*# di+o 9ill escribe que los l!mites de este conicto sobre la blancuraes *articular cr!ticamente el poder y la banalidad de pri&ilegio raza y descubrirel ondo 4y por supuesto en la superfcie5 un *rostro del terror 0no muy dierentede lo que se &e por todas partes.* 2l sugiere que es ruct!era para &ol&er a laescritura eminista de los a%os GHVN y GHIN con el fn de entender cómoteorizar esta tensa relación entre la identidad y la pol!tica# el conocimiento y laconciencia. 2l cita espec!fcamente el eminismo como el lugar dondeacti&istas# escritores y pensadores llegaron a un acuerdo con el descubrimientode que *las distinciones de opresión son port'til y prol!fca* 49ill# GHHV Q5.Citando eministas aroamericanas como bell hoo=s y Lorde# escribe que *laseministas blancas escucharon el cargo que hab!a m'rgenes distintos 4ymarginales a5 aquellas en las que se encuentran las mu+eres blancas. Es decir#la marginalidad es relacional 4pero no pariente o arbitraria5*. 9ill est'particularmente interesado en la orma en que algunas eministas respondierona estos cargos. (arilyn rye# por e+emplo# ante lo que &e!a como un doble&!nculo inherente a la cr!tica blanco < una especie de *condenado si lo haces#condenado si no lo haces* situación. Su solución# como lo lee# es llamar a ladesafliación de las estructuras de pri&ilegio blanco sin perder de &ista la ormaen que la identidad de g"nero y el compuesto de la clase y complicar la idea deque los indi&iduos pueden simplemente optar por no participar de unacategor!a que consideran problem'ticos *de hecho# podr!a decirse como unalección eminista que* desafliación *de la raza blanca# su desintegracióncategórica# es tal &ez una orma de interrogatorio de g"nero ya en curso* 49ill#GHHV V5. Este es un argumento di!cil de comprimir# pero un punto importantepara entender porque la *adherencia epistemológico* y *mo&iendo ontológica*son tan recuentemente citado como una razón para dudar de la efcacia detodo el proyecto de la cr!tica blanco# tirar al beb" con el agua del ba%o por as!decirlo < o por lo menos una caricatura de "l como el narcisismo a la manera de(argaret Talbot en el ;e Bor= Times. El optimismo de la colina que muchosescritores se est'n &ol&iendo lo sufcientemente &aliente para hacer rente alos *puntos conicti&os* de la pol!tica de identidad mo&iendo en un espacio queno es *ni blanca ni su opuesto* es bien&enido# 6pero lo que tampoco sugiereacerca de la necesidad de una pol!tica e,pl!cita de ubicación con el fn delle&arlo a cabo8 >ara poner esto sin rodeos < 6Cómo < ya sea en los EE..# enEuropa# Australia o Sud'rica < el estudio de la producción discursi&a de lablancura en todas sus ormas a ni&el local como a ni&el social# y cu'nto lo hace

la materia no lo que somos cuando nos hacer esto# pero donde estamos# enteor!a# cuando lo hacemos8 6:ónde y cómo deben cr!ticos y enemigos de lablancura localizar o la posición de nosotros mismos y cu'les son las estrategiasm's eecti&as para orzar una separación entre una identidad impuesta8 <toda&!a se basa principalmente en el color de la piel < por un lado# y los signosmenos &isibles de identifcación y solidaridad pol!tica 6en el otro8 Losargumentos de Adrienne Rich interesantes en *Apuntes para la >ol!tica deLocalización* 4GHIJ KGN


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preguntas similares en relación con el g"nero# y tambi"n han encontrado quees 3til para adaptar lo que Charles Taylor 4GHHN5 ha llamado * un lengua+e decontraste perspicaz *en relación con el control de la blancura. A pesar de queest' escribiendo estrictamente sobre la relación entre los cient!fcos sociales ysus temas antropológicos# los intentos de Taylor para ormular una *&istainterpretati&o* de la estructura de la interacción entre el agente y el su+eto esbastante 3til para teorizar la posición del etnógrao de la blancura. Tome estepasa+e# por e+emplo# que &ale la pena citar e,tensamente para ilustrar sum"todo de marcar un rumbo entre dos opuestos no deseados El punto de &istainterpretati&o# quiero discutir# e&ita los dos errores iguales y opuestas por unlado# de hacer caso omiso de auto [or lo contrario#podemos tener una interesante reconstrucción racional# especulati&a... pero nohay manera de mostrar que en realidad e,plica nada. 4Taylor# GHHN GKU


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perder el sentido de la dirección en la e,posición y la destrucción de lastecnolog!as de blanco poder.

Capítulo 12. Citizenship. Ciudadano.

Marco Martiniello.

3ntroducción

La 3ltima d"cada ha sido testigo de un retorno del ciudadano y de laciudadan!a# tanto en el 'mbito acad"mico como en el discurso pol!tico4@ymlic=a y ;orman# GHHU5. El n3mero de proyectos de in&estigación# libros#re&istas# conerencias y art!culos que tratan de cuestiones de ciudadan!atambi"n ha aumentado de orma espectacular. Las palabras *ciudadan!a* y*ciudadanos* se utilizan en un n3mero creciente de dierentes 'reas yconte,tos sociales. (ientras que estas palabras ueron tradicionalmenteligadas e,clusi&amente a los seres humanos# ahora hay discusiones sobre laciudadan!a de plantas# de animales y de las empresas. En muchos aspectos# elconcepto de ciudadan!a# sin duda se ha con&ertido en una consigna pol!tica.>ero a pesar de una e,tensa reno&ado inter"s acad"mico en temas deciudadan!a# una teor!a integral de la ciudadan!a en gran medida aceptada porla comunidad acad"mica no est' en ellos 4)arbalet# GHII5. Algunosin&estigadores hacen hincapi" en la dimensión ormal de la ciudadan!a# esdecir# el &!nculo +ur!dico entre el indi&iduo y el Estado. tros reducen a uncon+unto de derechos que goza la persona en &irtud de ella o su pertenencia auna comunidad nacional. A otros les resulta m's 3til para el estudio de lasdimensiones de participación de la ciudadan!a con el fn de comprender lasnue&as ormas de mo&ilización pol!tica y los mo&imientos sociales en las

sociedades contempor'neas. El di'logo y el intercambio entre estosestudiosos# que a menudo parecen estar realmente interesado en muydierentes enómenos y procesos# est'n le+os de ser 'cil. El di'logo entreacad"micos y responsables pol!ticos y _ o de los pol!ticos a menudo es a3n m'sproblem'tica. Al menos tres rasgos caracterizan los debates actuales sobrecuestiones de ciudadan!a. En primer lugar# estas discusiones &an muchas&eces asociados a otros debates acad"micos y pol!ticos de actualidad# comolos debates sobre la migración internacional# los debates sobre la gestión y elimpacto de la di&ersidad cultural y el debate sobre el lugar del Estado


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en la literatura entre las preocupaciones normati&as# por una parte# y laspreocupaciones e,plicati&as# por el contrario a &eces consideracionesundamentalmente destinadas a responder a la pregunta *6lo que deber!a ser8*se presentan como meros an'lisis de la situación# y &ice&ersa. El ob+eti&o deeste cap!tulo es dar sentido a los debates contempor'neos sobre la ciudadan!a.La primera sección defne la ciudadan!a moderna. La segunda sección selocaliza la ciudadan!a en los conte,tos sociales# económicos y pol!ticos en losque históricamente ha desarrollado y que est'n asociados con el estado<nación. La tercera sección se e,amina los principales retos para la ciudadan!aque son una consecuencia de los cambios sociales# económicos y pol!ticosrecientes y que requieren de una redefnición de la ciudadan!a. En la cuartasección se ocupa de la cuestión de la ciudadan!a m's all' del Estadoor un lado# la ciudadan!a moderna est' proundamente ligada al Estado<nación. >or otra parte# la importancia del Estadoor lo tanto# con el fn de e&itar malentendidos# es 3til adoptaruna defnición de partida de la ciudadan!a. Tres rasgos principales caracterizanla ciudadan!a moderna. En primer lugar# la ciudadan!a es un estatus +ur!dico laconcesión de derechos y obligaciones ci&iles# pol!ticos y sociales a losmiembros indi&iduales de una colecti&idad pol!tica# tradicionalmente un estado4(arshall# GHHK5. En segundo lugar# la ciudadan!a se refere a un con+unto deroles sociales espec!fcos 4&otantes# acti&istas# etc.5 realizadas por los


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ciudadanos y por los que e,presan sus opciones con respecto a la gestión delos asuntos p3blicos y# por tanto# la participación en el gobierno 4Leca# GHHG5.As! la ciudadan!a implica alg3n tipo de competencia pol!tica. Los ciudadanostienen la capacidad de utilizar su estado con el fn de deender sus intereses enel +uego pol!tico. En tercer lugar# la ciudadan!a tambi"n se refere a un con+untode cualidades morales que se consideran cruciales para la e,istencia del buenciudadano. Estas cualidades se referen a menudo como la e,presión deci&ismo. El reconocimiento de la e,istencia y de la primac!a de los pri&ados deinter"s p3blico son trascendentes aspectos cruciales de ci&ismo.

La ciudadanía !oderna en su conte#to

na cuenta &erdaderamente integral de la ciudadan!a &ol&er!a a -recia antiguay Roma para encontrar las primeras teor!as de la ciudadan!a 49eater# GHHN5. Apartir de ah!# en el &ia+e de &uelta al siglo actual tendr!amos que parar en laRinascita italiano y en las re&oluciones rancesa y americana que por lo generalson &istos como las cunas de la ciudadan!a moderna 4al=# GHHU5. Se desarrolló

simult'neamente con el desarrollo y la propagación de la naciónor razones de espacio# me centrar" en el siglo FF y sobre todoen la segunda parte de ella. La ciudadan!a contempor'nea ha desarrollado enun conte,to de posguerra que se caracteriza por el predominio de la idea denación


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habilidades# y la lealtad pantalla hacia la comunidad pol!tica. ;o obstante#e,iste un considerable desacuerdo entre los estudiosos sobre el grado y lanaturaleza de la participación de los ciudadanos. >uede ser capturado por ladistinción entre ciudadan!a pasi&a y la ciudadan!a acti&a 4Turner# GHHN5.Ciudadan!a pasi&a se desarrolla desde arriba por el Estado# que otorgaderechos a los ciudadanos. Se espera que el segundo se limita a e+ercer susderechos. Est'n# por e+emplo# supone que deben emitir su &oto. >or elcontrario# la ciudadan!a acti&a se desarrolla desde aba+o a tra&"s de lamo&ilización de los ciudadanos en los distintos tipos de mo&imientos sociales ypol!ticos. Los ciudadanos no son simplemente usuarios de derechos# sinoagentes sociales y pol!ticas acti&as que utilizan sus derechos para reclamarnue&os y _ o me+ores. La calidad de la democracia parece ser mayor en elsegundo caso que en el primero. Seg3n (arshall 4GHHK5 los derechos ci&ilesson una dimensión undamental de la ciudadan!a. El derecho de propiedadpri&ada# en la que se basa toda la econom!a capitalista# es uno de esosderechos ci&iles. >or lo tanto# se podr!a decir que la ciudadan!a en sudimensión ci&il ha hecho que el desarrollo del capitalismo sea posible y hacontribuido a reorzar las desigualdades sociales y económicas en el modo deproducción capitalista 4)arbalet# GHII5. :espu"s de la Segunda -uerra (undialel crecimiento económico y el pleno empleo hacen la creación del estado debienestar posible en el que la ciudadan!a 4en su dimensión social5 sir&e comoun amortiguador entre los impulsos del mercado y las desigualdadessocioeconómicas. inanciado por impuestos sobre la renta recaudados por elEstado# la ciudadan!a social ue en cierto modo una orma de redistribución delos recursos en benefcio de los ciudadanos que estaban temporalmenteincapaz de cumplir con sus necesidades. Era un elemento cla&e de unmecanismo de solidaridad que ali&ió las desigualdades sociales y económicasal intentar mostrar de orma simult'nea en aceptables en principio. Losdesarrollos actuales hacia una llamada econom!a global para una adaptaciónde la Estado de bienestar capitalista 4?ogel y (oran# GHHG5. Ciudadan!aprobablemente no se de+a intacto en este proceso. En opinión de (arshall4GHHK5# el concepto de clase social era undamental para dar sentido a lasdi&isiones y dierenciación en la -ran )reta%a moderna. na de las principalescaracter!sticas de la sociedad brit'nica ue que se trataba de una +erarqu!a declases sociales entre los que se encontraban los l!mites herm"ticos. Eldesarrollo de la ciudadan!a moderna no habr!a sido posible sin la lucha de laclase obrera por sus derechos. >ero )arbalet 4GHII5 puede ser correcto cuandoafrma que ue el resultado de una con&ergencia entre los intereses de la claseobrera y los de la clase dominante. La ciudadan!a es de todos modos

paradó+ica. >or un lado# se organiza la igualdad ormal de todos los ciudadanosante la ley. Todos ellos teóricamente gozan de los mismos derechos y deberes.La ciudadan!a es por lo tanto una orma de incorporación social y una condiciónnecesaria para la integración social. >ero# por otro lado# la persistencia de lasdesigualdades sociales y económicas difculta el e+ercicio de los derechosciudadanos de las clases sociales situados en el e,tremo inerior de laestructura de clases. Esta parado+a puede generar rustración y conducir a un


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conicto social cuando los derechos ormalmente reconocidos no pueden sersatisactoriamente e+ercidas por todos los grupos sociales 4Turner# GHHO5.

Los principales retos a la ciudadanía !oderna

Las condiciones pol!ticas# sociales# económicos# y culturales que caracterizan el

conte,to en el que la ciudadan!a moderna desarrollada en gran parte ha sidoalterada en las 3ltimas d"cadas. El Estado


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globalización de la migración Como en el pasado# la migración tiene unimpacto crucial en la e&olución de la moderna ciudadan!a heterogeneidadcultural constituye una prueba real de la uerza de los derechos de ciudadan!ala ciudadan!a moderna... surgió en las sociedades que han &isto a s! mismoscomo proundamente monocultural. Se basaba en un ideal uni&ersalista seg3nel cual se les concedió a todos los ciudadanos los mismos derechos y deberes.9oy en d!a# la mayor!a de las sociedades son de hecho multicultural. (inor!asetnoculturales y nacionales a menudo hacen afrmaciones espec!fcas4reconocimiento# autonom!a# de tratamiento especial# etc.5. Rei&indicacionesminoritarias han durante mucho tiempo se ha considerado incompatible con laciudadan!a moderna precisamente porque se consideraron particularista enoposición a uni&ersalista y porque estaban pidiendo colecti&a en oposición alos derechos indi&iduales. Los intentos de reconciliar uni&ersalismo yparticularismo# los derechos indi&iduales y los derechos colecti&os# en unaconcepción reno&ada de la ciudadan!a han sido desarrollados por los teóricospol!ticos y sociólogos que han introducido la noción de ciudadan!a multicultural4Castles# GHHU @ymlic=a# GHHQ5. 9asta hace poco los estudios de ciudadan!a noprestaron mucha atención al g"nero y mucho menos a la orientación se,ual. Laciudadan!a era una noción de g"nero que no tiene en cuenta las di&ersasormas de discriminación y desigualdades que enrentan las mu+eres. :eacuerdo con el pensamiento eminista# la ciudadan!a ue en cierto modo unaherramienta de dominación masculina. :espu"s de la Segunda -uerra (undial#la posición de las mu+eres ha me+orado en t"rminos de derechos ci&iles# laautonom!a económica y el poder pol!tico. >ero históricamente la posición socialdesigual de la mu+er ha sido un desa!o al ideal uni&ersalista de la ciudadan!a ycualquier discusión sobre la e&olución de la ciudadan!a ahora tiende a e&itarpuntos de &ista con sesgo de g"nero. >or 3ltimo# el aumento de la ciudadan!amoderna no ha terminado las desigualdades sociales y económicas. >or elcontrario# la brecha entre los que tienen y los que no tienen# los incluidos y lose,cluidos# parece estar creciendo incluso en los pa!ses ricos en general. Elcrecimiento de la pobreza coincide con la erosión de los derechos sociales.Cada &ez m's# los pobres y los e,cluidos tienden a ser &isto no como titularesde derechos# sino como ob+etos de caridad. La mayor parte de los pobres y lose,cluidos son ormalmente miembros del Estado# sino que se les niega o bienalgunos derechos o no pueden e+ercerlos. Esta situación sin duda desa!a laciudadan!a moderna y su uni&ersalista e ideales incluyentes. Los cambios en elconte,to y los desa!os a la ciudadan!a moderna re&elan lo que algunos autores&en como una crisis de la ciudadan!a 4Turner# GHHO5. >arece m's que ser unatransición. Lo que est' en +uego no es un regreso a una etapa anterior de la

ciudadan!a# sino una ampliación de los l!mites sociales# pol!ticas# temporales yde comportamiento de la ciudadan!a 4?ogel y (oran# GHHG5 mediante lainclusión de nue&as categor!as de indi&iduos en el cuerpo de los ciudadanos ypor incluyendo nue&os derechos de ciudadan!a en una reno&ada concepción delos derechos ciudadanos 4)arbalet# GHII5

M/s all/ de la ciudadanía del Estado5nación


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El predominio del Estadoero en t"rminos de ciudadan!a de la nión Europea# esindiscutible que el Tratado de (aastricht# por primera &ez en la historia de laintegración europea# dio una base +ur!dica a esa noción. Como cuestión dehecho# el Tratado de (aastricht establece la ciudadan!a de la nión. Se referee,clusi&amente a los nacionales de alguno de los estados miembros de lanión Europea. Se compone de la siguiente serie de derechos los derechos delibertad de circulación y residencia en el territorio de los Estados miembros# elderecho a &otar ya ser elegido en las elecciones municipales y en laselecciones del >arlamento Europeo en el Estado miembro de residencia# elderecho a la protección diplom'tica de un tercer pa!s# el derecho de peticiónante el >arlamento Europeo# as! como la posibilidad de recurrir a un deensor

del pueblo europeo. En t"rminos legales# la ciudadan!a de la E es# sin duda#una no&edad 3nica m!nima en el sentido de que la mayor parte de los derechosque abarca e,ist!a antes# ya sea en parte o en todos los estados miembros.>ero aun as!# es claramente un intento de concebir la ciudadan!a m's all' delEstado


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GHHV# &arias &oces se le&antaron pidiendo una re&isión y una e,tensión de laciudadan!a de la E. Al fnal# la C$- aclaró los undamentos de la ciudadan!a dela E# pero en realidad no agrandar y e,pandir los derechos asociados a ella.La idea era defnir me+or los derechos y deberes de los ciudadanos de la E yde los ciudadanos de terceros Estados que &i&en en la E# as! como parame+orar la no discriminación y los derechos undamentales. Tres cambiosintroducidos en el Tratado de Amsterdam son dignas de mención los cambiosen el art!culo I# la adopción de una cl'usula contra la discriminación en el

Tratado de Amsterdam# y la adopción de los art!culos dirigidos a una me+orprotección de los derechos humanos y las libertades undamentales. na raseque dice que la ciudadan!a europea completa la ciudadan!a nacional y noreemplaza se a%ade al art!culo I.G. Claramente# esto reuerza el enoque del

Tratado de (aastricht# seg3n el cual la ciudadan!a de la E se deri&a de laciudadan!a nacional de uno de los Estados miembros. En consecuencia# estecambio se cierra la puerta# por el momento de la concesión de la ciudadan!aeuropea a los nacionales de terceros pa!ses que residan en el territorio de laE. La distinción legal entre los ciudadanos de la E y los ciudadanos nocomunitarios se enatiza y esto sin duda per+udica a la situación de estos3ltimos. En ese sentido# este cambio puede ser interpretado como un re&"s# yaque hace hincapi" en el &!nculo entre la ciudadan!a de la E y de la ciudadan!anacional# entre ciudadan!a y nacionalidad# mientras que la ciudadan!a de la Ese presenta a menudo como un intento de romper este enlace m's que nuncala primera condición para ser reconocido como un ciudadano de la E es ser unciudadano nacional de uno de los estados miembros. Adem's# se a%ade untercer p'rrao al art!culo I:. Se establece que los ciudadanos de la E puedenescribir en cualquier institución de la E en el idioma europeo de su elección yobtener una respuesta en esa misma lengua. Este es# sin duda# un paso haciauna mayor transparencia y no discriminación# pero su alcance sigue siendobastante limitada. >or lo dem's# el art!culo I del Tratado de (aastricht se de+aintacto en el nue&o Tratado de Amsterdam# que ha causado una grandecepción entre los acti&istas contra la discriminación y pro emigrante todaEuropa que no hab!an abandonado sus esperanzas anterior. n aspecto m'spositi&o es la introducción de una cl'usula antidiscriminatoria en el Tratado deAmsterdam# que potencialmente podr!a ortalecer la ciudadan!a de la E.Art!culo J bis del Tratado establece que el Conse+o pueda adoptar las medidasadecuadas para luchar contra la discriminación por razones de g"nero# raza#origen "tnico# religión# edad# preerencia se,ual# y minus&al!a. Este nue&oart!culo es un a&ance en el sentido de que por primera &ez se le da el principiode no discriminación una base +ur!dica sobre la que se puede basar la acción

pol!tica y legal. >arece que preocuparse tanto de la E y los ciudadanos nocomunitarios. Esto habr!a sido m's claro si la nacionalidad hab!a sido incluidaen la lista de base para la discriminación. >or el momento# la discriminaciónbasada en la nacionalidad permanece cubierto por el antiguo art!culo J. En lapr'ctica# la aplicación del art!culo J bis depender' de la aparición de la misma&oluntad pol!tica a ni&el de la E se requiere una decisión un'nime con el fnde poner en pr'ctica cualquier medida para combatir la discriminación como sedefne en el art!culo J bis. Este tipo de decisión no se toma 'cilmente en el


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conte,to europeo. >or 3ltimo# los derechos humanos undamentales est'nligeramente reorzados a tra&"s de la introducción del p'rrao G del art!culo del Tratado de la nión Europea. Afrma que la nión Europea se basa en losprincipios de la democracia# la libertad# el respeto de los derechos humanos#las libertades undamentales y. En otras palabras# todos los estados miembrosse comprometen a respetar estos principios. En caso de incumplimiento poruno de los Estados miembros# puede perder temporalmente su derecho de&oto. Es e&idente que# a pesar de algunos a&ances# la oportunidad de la C$-para desarrollar la ciudadan!a de la E estaba m's perdido que toma. El

Tratado de Amsterdam confrma en gran medida la floso!a del Tratado de(aastricht en lo que se refere a la ciudadan!a de la E. >or el momento# laciudadan!a de la E como un intento de desarrollar una ciudadan!a m's all' delEstado


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que *todos somos multiculturalistas ahora.* El multiculturalismo# al menos ensu opinión# ha fnalmente *ganado* porque el tema de mayor representaciónp3blica de los grupos minoritarios es cada &ez m's comunes en las discusionessobre la democracia y la representación de los Estados nacionales modernosoccidentales. Como deensor de la multiculturalidad# no comparto el sentido derenuncia cansado de -lazer. Sin embargo# tampoco puedo compartir su sentidode ine&itabilidad# porque me parece que mientras que el multiculturalismo halogrado mucho desde sus or!genes en la d"cada de GHJN# toda&!a tiene muchosobst'culos que superar toda&!a. Como se%ala Carlos Torres# por e+emplo lamultitud de tareas que enrenta el multiculturalismo es abrumadora. Ellosincluyen el intento de desarrollar un nue&o territorio teórica y teórico metasensata# teóricamente refnado# y deendible que crear!a las bases para elmulticulturalismo como un paradigma El intento de establecer suepistemológica y premisa lógica en torno a nociones de e,periencia# lanarrati&a# la &oz# la agencia y la identidad el intento de continuar lain&estigación emp!rica que une la cultura _ poder _ conocimiento con igualdad _desigualdad _ discriminación y la necesidad de deender el multiculturalismode la derecha conser&adora que ha demonizado el multiculturalismo como unmo&imiento antipatriótico. 4Torres# GHHI UUJ5 Tomado en orden in&erso# losretos destaca Torres se puede pararasear como 3til

La cr!tica del multiculturalismo en curso desde la derecha

La tendencia de multiculturalismo para concentrarse en la cultura a e,pensasde las preocupaciones estructurales tales como el racismo

Los desa!os que comprensiones posmodernas de la identidad actual de lamulticulturalidad

La necesidad urgente de desarrollar un paradigma multiculturalistas queaborda de manera eecti&a y# en caso necesario# corrige < todo lo anterior.

En lo que sigue# &oy a trazar las respuestas multiculturalistas a estos cuatroretos amplios. ?oy a concluir con el argumento de que *el multiculturalismocr!tico* nos orece el me+or medio por el cual el multiculturalismo como unparadigma podr!a proceder en el siglo FF$.

,reser$ar Estado5nación

9ay &enta+as ob&ias para el Estadoare=h# GHHQ5. al menos lo hace en teor!a. Como tal# se &e a menudo comoel apogeo de la modernidad y el progreso < que representa en t"rminospol!ticos claros el triuno del uni&ersalismo sobre el particularismo# laciudadan!a sobre la identidad y los derechos indi&iduales sobre los derechoscolecti&os. Este es sin duda el punto de &ista del Estado


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Est' tambi"n# por supuesto# la posición m's estrechamente asociada con lacepa de Rals de la teor!a liberal ortodo,a 4&"ase# en particular# Rals# GHVG5.La cr!tica del multiculturalismo que se deri&a ine&itablemente de esta posiciónpuede ser redactada de orma 3til en t"rminos de lo que )rian )ulli&ant 4GHIG5ha llamado *el dilema pluralista.* El dilema pluralista# por )ulli&ant# es *elproblema de conciliar las di&ersas rei&indicaciones pol!ticas de los gruposconstituyentes y los indi&iduos en una sociedad pluralista con las pretensionesdel Estado


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sido uno de hostilidad acti&a a [...\ multiculturalismo esquemas quesingularizan las culturas minoritarias de medidas especiales... aparecenirremediablemente in+usto# un disraz para la creación o el mantenimiento depri&ilegio... "tnica *4@ymlic=a# GHIH U5. Cualquier des&iación de los principiosestrictos de la ciudadan!a pol!tica uni&ersal y los derechos indi&iduales es &istacomo el primer paso en el camino hacia el apartheid. 6Cómo entonces sepuede responder de manera efcaz y con&incente a esta posiciónconser&adora _ liberal amplia el primer desa!o de la interculturalidad8

El prole!a del indi$idualis!o

En primer lugar# la construcción liberal ortodo,a de la persona como un serpol!tico e,clusi&amente con los derechos y deberes inherentes a su condiciónde ciudadano se pueden poner en cuestión. Tal posición no aprueba identidadpri&ada# incluida la pertenencia com3n de una persona# como algo que

+ustifque un reconocimiento similar. Estas 3ltimas dimensiones est'n e,cluidosdel 'mbito p3blico porque su ine&itable di&ersidad conducir!a al asunto

complicado del estado mediando entre dierentes concepciones de *la buena&ida* 4:or=in# GHVI Rals# GHIQ5. Sobre esta base# la autonom!a personal <sobre la base de los derechos pol!ticos atribuibles a la ciudadan!a < siempretiene prioridad sobre la identidad personal 4y colecti&a5 y las maneras muydierentes de la &ida que constituyen el 3ltimo. En eecto# la participaciónpersonal y pol!tica en las democracias liberales# tal como ha llegado a serconstruido# termina por negar la dierencia de grupo y se plantean todas laspersonas como intercambiables desde un punto moral y pol!tico de &ista4Boung# GHHO5. Sin embargo# esta separación estricta de ciudadan!a e identidaden la pol!tica moderna subestima# y en ocasiones rechaza# la importancia de lasafliaciones comunales m's amplias# incluyendo la cultura# para la construcciónde la identidad indi&idual. Como se obser&a (ichael Sandel 4GHIK5# en unacr!tica comunitaria del liberalismo# no hay tal cosa como el *ser sin ataduras* <todos somos# en cierta medida# situada dentro de las comunidades m'samplias que la orma y la inuencia que nos son. :el mismo modo# Charles

Taylor argumenta que la identidad *es lo que somos*# donde &enimos. Comotal# es el conte,to en el que nuestros gustos y deseos y opiniones yaspiraciones tienen sentido *4GHHU OO 5. Estos cr!ticos tambi"n ponen derelie&e el punto ob&io que determinados bienes# tales como el idioma# lacultura# y la soberan!a no puede ser e,perimentada por s! solo que son# pordefnición# la comunidad comparte las mercanc!as. El hecho de no tener encuenta estos bienes comunales# sin embargo# ha dado lugar a una &isión dederechos dentro de la democracia liberal# que es inherentemente indi&idualistay que no puede apreciar el desarrollo de dichas mercanc!as que no sea porderi&ación 4Taylor# GHHU ?an :y=e# GHVV5# En pocas palabras# concepcionesindi&idualistas de la buena &ida pueden e,cluir &alores comunitarioscompartidos que son centrales para la propia identidad 4@ymlic=a# GHIH#GHHQa5. >or el contrario# como 9abermas ha dicho# *un entendidocorrectamente la teor!a de los derechos de ciudadan!a requiere una pol!tica dereconocimiento que protege al indi&iduo en los conte,tos de la &ida en las quese orma su identidad* 4GHHU GGO5.


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El prole!a de la neutralidad

La disociación de la ciudadan!a de la identidad indi&idual y el conte,to social ycultural en el que se orma ine&itablemente este 3ltimo# pone de relie&e unproblema relacionado con las cr!ticas conser&adoras _ liberal delmulticulturalismo < una e uera de lugar en el estado neutro. A pesar de lo que

los comentaristas conser&adores y liberales nos han hecho creer# etnicidadnunca ha estado ausente de la esera c!&ica. ('s bien# el 'mbito c!&icorepresenta lo particular 4aunque no necesariamente e,clusi&a5 los intereses y&alores del grupo "tnico dominante comunales como 4_ *estos &alores selle&aron a cabo por todos. En el an'lisis de Charles Taylor# el* con+untosupuestamente neutral de los principios de dierencia ciego [que constituyenlos liberales\ la pol!tica de la dignidad igualitaria es en realidad un ree+o deuna cultura hegemónica.... [Es\ un particularismo pasar por lo uni&ersal *4GHHUUOor el contrario# estosmismos comentaristas critican la promoción de la multiculturalidad de lasidentidades basadas en el grupo 4y las culturas asociadas con ellos5 ya quetanto *l!der alegr!a "tnica*# y *mito nacionalista de hacer* 4Schlesinger# GHHK5.Sin embargo# esto plantea la pregunta ob&ia# bien ensayado hasta ahora en la

literatura sobre el nacionalismo# de lo artifcial# a &eces arbitraria# laconstrucción de la propia identidad nacional 4&"ase# por e+emplo# Anderson#GHHG -ellner# GHIO 9obsbam# GHHN mayo# KNNG5. En eecto# la identidadnacional no es m's inmune a los cargos del construccionismo y el re&isionismohistórico de las culturas basadas en grupos asociados con el multiculturalismoque los conser&adores y los liberales ortodo,os por lo condenan. Estereconocimiento tambi"n se hace problem'tico un cargo relacionado decomentaristas conser&adores _ liberales que las afliaciones grupales son


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esencialmente preser&acioncita en lugar de transormación en la naturaleza <que constituyen un mero *pol!tica de la nostalgia* en desacuerdo con el mundocontempor'neo y las uerzas ine,orables del progreso 4&"ase# por e+emplo#-lazer# GHVQ >orter# GHVQ Schlesinger# GHHK /aldron# GHHQ5. 9ay cierta&alidez a esta posición# en particular con respecto a la problem'tica delconcepto de *autenticidad*# y &oy a e,plorar sus implicaciones con m's detalleen mi siguiente discusión de las cr!ticas posmodernas del multiculturalismo. Sinembargo# para los fnes de la presente discusión# es sufciente se%alar quecuando los comentaristas conser&adores _ liberales hacen de este cargo encontra de la *conser&ación* de las culturas minoritarias "tnicas# est'natalmente soca&ados por sus propios intentos de in&ocar# en eecto# una&ersión mayoritaria del mismo proceso < un antes preeminente# yaparentemente est'tica identidad *nacional* a la que todos deben suscribirse.

Tal posición no sólo se subestima considerablemente las posibilidades decelebrar identidades duales o m3ltiples# e,cepto oposición# sino que tambi"nno da lugar a una concepción din'mica y m3ltiple de nación. El resultado fnalno es demasiado dierente a la preser&acionista y concepciones basadas en elgrupo que los conser&adores y los liberales se han f+ado supuestamentecontra. Como se obser&a Sonia ;ieto 4GHHQ5# el encargado de animar "tnica porparte de los conser&adores puede pro&enir m's del temor de que su porristas"tnica est' siendo cuestionado que de cualquier noción de querer conser&aruna identidad nacional com3n *por el bien de todos*. Cuando se reconoce esto#la noción asociada de una *cultura com3n* puede estar &inculado a lasrelaciones de poder hegemónicos# y deconstruido con ",ito. Comunes a loscuales# uno se pregunta# 6y en qu" t"rminos8 67ui"n determina sus &alorescentrales y _ o establece sus par'metros8 67ui"n est' incluido y _ o e,cluidosde la plena participación en sus *benefcios*8 y# undamentalmente# 6a qu"precio ya que las minor!as *precio* por lo general tienen que pagar por laparticipación plena es la negación de sus# y pr'cticas culturales# religiosas#ling1!sticas 4 posteriormente. 9oe# GHHK58

El prole!a de la %rag!entación

n cuarto problema se centra en las cone,iones ine&itables que son atra!dospor la amplia cr!tica conser&adora _ liberal del multiculturalismo entre ladierenciación "tnica# el conicto y la ragmentación. (ientras que el conicto yla ragmentación# sin duda# se han producido a partir de la dierenciación"tnica# cultural y _ o religiosa# que no necesitan siempre lo hacen. :el mismomodo# la integración nacional pre&ista por muchos conser&adores y liberales nosiempre ha dado lugar < de hecho# rara &ez se ha alcanzado realmente < lainclusión# el consenso y la cohesión de todos los grupos "tnicos dentro de losEstados


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mayor recuencia no cuando se contraen compromisos entre los grupos "tnicoso cuando los derechos "tnicos# ling1!sticos y _ o religiosas ormales se lesconcede un cierto grado de reconocimiento < como conser&adores nos hanhecho creer 4&er rost# GHHV Schlesinger# GHHK5 or lo tanto# el segundo desa!o que enrenta elmulticulturalismo es la siguiente 6cómo puede el multiculturalismo ir m's all'de un bien intencionado pero la aprobación en 3ltima instancia &ac!a de ladierencia cultural para abordar cuestiones estructurales adecuadamente m'samplios que &er con la desigualdad# el racismo y la discriminación# y lademanda de un mayor reconocimiento ormal y representación de los interesesminoritarios en el 'mbito p3blico8

La desigualdad" el racis!o" y la des$enta9a de !ateriales

:urante gran parte de su historia# el multiculturalismo ha &isto aectada poruna preocupación idealista# ingenuo con la cultura a e,pensas de un materialm's amplio y preocupaciones estructurales. Si sólo se pod!an reconocer lasdierencias culturales# por lo que la historia ue# podr!an entonces 4m's'cilmente5 pueden lograr las perspecti&as de una sociedad multi"tnicaarmoniosa. Esta cepa de la multiculturalidad es m's e&idente en la retórica delas ormas tempranas de la educación multicultural# desarrollado a lo largo delos a%os GHVN y GHIN 4&"ase (odood y mayo de KNNG5. Se est' encapsulado#de manera 3til# por la obser&ación de Richard 9atcher que mientras que *lacultura es el concepto central en torno al cual [esto\ multiculturalismo est'construido# el concepto sólo se da un signifcado que se da por sentado elsentido com3n# empobrecida tanto en teor!a como en t"rminos de hormigón lae,periencia &i&ida es un concepto de cultura inocente de la clase *49atcher#GHIV GII5^ e&aluación mordaz de 9atcher ormó parte de un asalto sostenidopor los teóricos *antirracistas* en lo que percib!an como el utopismo end"micay la ingenuidad asociado con el mo&imiento multicultural educación 4y sus&ariantes municipales5 de esa era un mo&imiento que desde entonces hallegado a ser descrito como *multiculturalismo bene&olente* 4&"ase mayo deGHHU Troyna# GHHO5. Tales cr!ticos# en particular el diunto )arry Troyna 4GHIV#GHHO5# argumentaron que el multiculturalismo ben"&ola constitu!a un discurso


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irremediablemente *desracializado*# un enoque que cosifca la cultura y lasdierencias culturales# y los que no han abordado adecuadamente# en todocaso# las cuestiones materiales del racismo y la des&enta+a# y las ormascone,as de discriminación y desigualdad. Si bien esta amplia posiciónantirracista ha estado dominada por los comentaristas brit'nicos < comoresultado de su origen all! como una cr!tica neoor el contrario# una concepción m's cr!ticadel multiculturalismo toma como punto de partida una concepción de lacultura como un terreno de conicto y la lucha por la representación < conictopara el que la resolución puede no ser inmediata y de lucha que puede que nocesar' hasta que haya un cambio en el condiciones sociales que la pro&ocan.En lugar de la cultura actual como el sitio donde los dierentes miembros...con&i&en en paz# tiene que desarrollar estrategias para e,plorar y entendereste conicto y para omentar las resoluciones creati&as y alianzascontingentes que mo&er [uera\ a partir de la interpretación de las culturaspara inter&enir en los procesos pol!ticos. 4(ohan# GHHQ OIQ5 Sin embargo# enel desarrollo de esta respuesta en t"rminos generales cr!tico# multiculturalistastienen tambi"n &ienen m's recientemente hacer rente a otro# tal &ez m'sdi!cil de resol&er un problema < un problema pro&ocado en cierta medida poreste mismo proceso de acomodación con la teor!a antirracista. >or e+emplo# elpri&ilegio del racismo sobre otras ormas de discriminación en las primerasconcepciones de antirracismo dio lugar a una creciente preocupación con*racismo de color* y la dicotom!a blanco


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de las historias "tnicas m's proundamente comparati&as de racismo y cómo"stos est'n &inculados a la e&olución de las relaciones de clase en elcapitalismo tard!o *4GHHH UQero esto no es todo# ya que la teor!aantirracista# hasta hace poco# al menos 4&er -illborn# GHHQ5# tambi"n allóconsistentemente para conceptualizar y atender adecuadamente la crecientearticulación de nue&as *racismos culturales*# donde *raza* como unsignifcante se transmuta en el discurso aparentemente m's aceptable de*dierencias culturales* 4c. Rattansi# GHHK# GHHH Short y Carrington# GHHH5. :eeste modo# los discursos racializados esencialistas se *disrazan* mediante ladescripción de las dierencias entre grupos# principalmente en t"rminosculturales y _ o históricos < t"rminos "tnicos# en eecto < sin mencionarespec!fcamente *raza* o criterios abiertamente raciales 4)ar=er# GHIG Small#GHHU /etherell y >otter# GHHK5. ;ue&as ormas de racismo# en este sentido#puede ser descrito como una orma de etnicismo que# como se describe A&tar)rah que defne la e,periencia de grupos raciales principalmente en t"rminos*culturalistas* es decir# que postula la *dierencia "tnica* como la modalidadprimaria alrededor lo que la &ida social se constituye y se e,perimentó Estosignifca que un grupo identifcado como culturalmente dierentes se suponeque los discursos etnicistas internamente homog"neos buscan imponernociones estereotipadas de necesidad cultural com3n a los gruposheterog"neos con distintas aspiraciones e intereses sociales. 4)rah# GHHK GKH5

B esto nos lle&a al tercer reto de la multiculturalidad cla&e# ya que losproblemas de esencialismo cultural# y la reifcación de las identidades basadasen grupos destacados por )rah# y mo&ilizó de manera eecti&a por los nue&osdeensores racistas# tambi"n continuar' irónicamente a rondar mucha teor!a yla pr'ctica multicultural. Esto es particularm

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Traducción David Theo Goldberg and John Solomos