Upload
arkeopatias
View
10
Download
0
Tags:
Embed Size (px)
DESCRIPTION
Informe Medalla
Citation preview
1
INAH-GUERRERO
EXPLORACIÓN, RECUPERACIÓN Y ANÁLISIS DE LOS
RESTOS ÓSEOS DEL TEMPLO DE TEPOXTLÁN
AHUECUOTZINGO
INFORME
MTRO. JORGE CERVANTES MARTÍNEZ
2
ÍNDICE
1. INTRODUCCIÓN 1
2. ASPECTOS GEOGRÁFICOS 1
3. ANTECENTES HISTÓRICOS DE TEPOXTLÁN 2
4. LUGAR DE ENTERRAMIENTO 3
5. EL CONTEXTO DEL HALLAZGO 4
5.1 CALA 1. INTERIOR DEL TEMPLO 4
5.2 CALA 2. MURO NORTE DEL TEMPLO 5
5.2.1 ENTIERRO 2 5
5.2.2. ENTIERRO 3 6
6. LIMPIEZA, RESTAURACIÓN, MARCADO Y EMBALAJE 7
7. CARACTERIZACIÓN BIOANTROPOLOGIA DE LOS ENTIERROS 8
7.1 CALA 1. OSARIO 8
7.2 CALA 2. ENTIERRO 2 Y 3 8
8. BIBLIOGRAFIA 10
9. ANEXOS 11
3
1. Introducción
A través de este informe se exponen las actividades de exploración, registro, recuperación y
análisis de los enterramientos humanos, localizados en el templo de San Agustín ubicado en
el poblado de Tepoxtlán municipio de Ahuacuotzingo, Guerrero, realizadas por el que
suscribe los días 15 y 16 de noviembre del año 2013, a petición de la Licenciada Blanca M.
Jiménez Padilla Delegada del Centro INAH Guerrero y los arquitectos Sheila Yamel
Magañanes y Juan R. Bibiano Tonchez.
La exploración de restos óseos se realizó en dos calas que previamente ya habían sido
excavadas. Cala 1, se ubica en el interior de la nave de la iglesia y contó con las
dimensiones de 71 x 71 cm, donde fue hallado un osario. La Cala 2 ubicada en el atrio junto
al muro Norte del templo tuvo las dimensiones de 4 x 4 metros y en ella se recuperaron dos
entierros.
Cabe señalar que los señores Laurentino Abundis Taguja y José Marcos Andraca habían
explorado parcialmente los entierros, por lo que las labores se centraron en terminar de
explorar, registrar y recuperar metódicamente los esqueletos.
Los restos óseos presentaron un mal estado de conservación que se debe básicamente a dos
factores. El primero, está relacionado con la acción que ejerció el sustrato humífero (tierra
negra que retiene el agua) donde estuvieron depositados y el segundo, fueron las raíces,
hallándose un gran número, que iban desde unos cuantos milímetros hasta los 10 cm de
diámetro.
2. Aspectos geográficos
Tepoxtlan es un poblado situado sobre el río “Petatlan” aunque localmente se le llama “del
campanario” por la forma en que rodea al poblado; es también parte del municipio de
Ahuacuotzingo y se encuentra en la región Centro de Guerrero. Se ubica al Noreste de
Chilpancingo, entre las coordenadas 17º 36’ y 17º 56’ de latitud Norte; los meridianos 98º
44’ y 99º 09’ de longitud Oeste. Colinda al Norte con los municipios de Copalillo, Olinalá,
Cuálac y Tlapa de Comonfort; al Sur con los municipios de Tlapa de Comonfort, Atlixtac y
Chilapa de Álvarez; al Oeste con los municipios de Chilapa de Álvarez, Zitlala y Copalillo
(mapa 1). De acuerdo con la información del INEGI (2009) el municipio de Ahuacuotzingo
4
cuenta con 161 localidades entre ellas se cuenta Tepoxtlán, pequeña localidad de tradición
nahua donde habitan 408 habitantes.
3. Antecedentes históricos de Tepoxtlán
La información que se tiene sobre Tepoxtlán se remonta a la época prehispánica cuando
formaba parte de la provincia de Tlalcaçauhtitlan. Dicha provincia estaba situada en la
región Centro-Este del actual estado de Guerrero (mapa 2) y se sabe que estaba formada
por ocho pueblos que tributaban a los mexicas en tiempos de Moctezuma (tabla 1).
En tiempos de Moctezuma Ihuicamina la provincia de Tlalcazauhtitlan fue conquistada por
los mexicas y tributaban anualmente cuatrocientas cargas de manta quachtli, cien cántaros
de miel, veinte jícaras de tecozauitl o tierra amarilla y un traje de guerrero quazolot
amarillo (Matrícula de tributos, 1997:124). Posteriormente conquistaron Chilapa (Barlow,
1990). En la lámina 8r del Códice Mendocino se observa el nombre de Tepoxtlan -cerca de
cobre- como uno de los poblados conquistados (figura 1).
Cuando llegaron los españoles se apoyaron en la infraestructura que ya existía, de tal
manera que siguieron la misma ruta de evangelización y conquista que habían establecido
los mexicas.
Los agustinos desembarcaron en San Juan Ulúa el 22 de mayo de 1533. Los primeros
misioneros se distribuyeron en el territorio para iniciar su labor y en octubre de 1533
Jerónimo de San Esteban y Agustín de la Coruña llegaron a evangelizar las tierras de
Chilapa y Tlapa.
Tabla 1. Poblados que formaban parte de la provincia de Tlalcozauhtitlan (cerca de tierra amarilla).
Tlalcazauhtitlan En Copalillo, Guerrero
Tolimani Tulimán en Huitzuco de los Figueroa, Guerrero
Quauhtecomacinco Quauhtecontzinco sujeto de Olinala
Ychcatlan Ychcatlan estancia de Tlalcozauhtitlan
Tepoztitlan Tepoztlan en Ahuacuotzingo, Guerrero
Ahuacicinco Ahuacuotzingo, Guerrero (en los pequeños encinos)
Mitzinco Mitlancingo en Ahuacuotzingo, Guerrero
Cacatla No localizado Tomado de Pedro Carrasco 1992;279
5
Cuando se crea la provincia de Chilapa el territorio que ocupa el actual municipio de
Ahuacuotzingo quedó bajo su jurisdicción. La evangelización en esta provincia se inicia
con el establecimiento de los agustinos en 1533 fundando una doctrina en esta área y en
1563 se inicia la catequización por un sacerdote secular perteneciente a la diócesis de
Tlaxcala. Para 1600 aproximadamente se establece un cura secular en San Juan Atenango
del Rio, Quechutenango y San Nicolás Zitlala, por esas mismas fechas se asigna un
sacerdote secular a San Antonio Ahuacuotzingo.
4. Lugar de enterramiento
Como se indicó el lugar de enterramiento corresponde al templo de San Agustín construido
en el siglo XVII1 sobre lo que fue un basamento piramidal.
Cuando llegan los españoles a América imponen una nueva ideología respecto a la muerte,
donde predomina la de enterrar a los difuntos en un espacio “sagrado”, habilitando para tal
efecto tanto el templo católico como sus anexos (Rodríguez, 2001). Guerrero no fue una
excepción, una vez asentados los españoles empezaron a organizar la vida de los indígenas
de acuerdo con sus creencias y costumbres. Por su parte los religiosos iniciaron con su
trabajo de conversión, instrucción de elementos de la vida cristiana, particularmente en la
forma y en el sitio de enterramiento, comenzando por la edificación de lugares sagrados
(Gibson, 1952).
Se tiene la creencia entre los pueblos cristianos que los individuos cuando mueren entran en
un estado de transición y que deben esperar su destino final hasta el momento del juicio
final, con la venida de Cristo y la resurrección de los muertos. La llegada de Cristo será por
Oriente, por lo que los muertos deben ser depositados con la cabeza al Oeste y los pies al
Este, para que al momento de la bajada de Cristo se levanten y queden frente a él.
Cuando los templos católicos fueron construidos, la gran mayoría de ellos, estuvieron
orientados de Oeste a Este; sin embargo, es evidente que esto no siempre se cumplió
teniendo diferentes grados de orientación. Lo mismo ocurrió con la orientación de los
difuntos, cuya orientación podría responder también a la devoción hacia cierto santo patrón;
hacia la ubicación del presbiterio; o bien, si se tratase de frailes o parte del clero estos
1 En el retablo que se encuentra en el interior del tempo se puede observar la fecha de 1793, cuando fue
terminado dicho retablo. Muy probable el tempo pertenece a épocas anteriores.
6
estarían orientados en sentido contrario de Este a Oeste, contrario a la orientación general
para acompañar a Cristo en su regreso a la tierra.
Los dos entierros primarios explorados en el templo San Agustín se encontraron en
posición Este a Oeste, y es muy probable que se traten de los primeros entierros cristianos
de la región pues estaban instruyendo sobre lo que fue una plataforma prehispánica donde
posiblemente se construyó la primera capilla para el culto religioso en la población.
5. El contexto del hallazgo
Los restos funerarios que tratamos aquí son resultado de la implementación del plan de
medidas para la recuperación y consolidación del templo de San Agustín de Tepoxtlán. La
primera etapa de trabajo inició en noviembre y culminó en diciembre de 2013. La
rehabilitación del monumento histórico se realizó gracias al Programa de Empleo Temporal
(PET) y fueron coordinados por la arquitecta Sheila Yamel Magañanes y el Arquitecto Juan
R. Bibiano Tonchez.
Bajo estas condiciones se localizaron los restos óseos humanos en dos sitios. Uno dentro de
la nave de la iglesia y el otro fuera de la iglesia en el muro Norte. Por ello fui comisionado
por el Centro INAH para realizar el registro y recuperación de los materiales óseos
humanos. A continuación se describen las estrategias utilizadas para cada uno de los sitios.
5.1 Cala 1
Sitio: Interior del templo
De acuerdo con la información proporcionada por la arquitecta Magallanes el motivo de
realizar esta cala fue para identificar el piso “original” del interior de la iglesia. La cala
realizada fue de 71 x 71 cm y se ubicó a 3.80 m de distancia del presbiterio y 1.54 m del
muro Norte del interior de la nave (figura 1).
Cuando inicié la exploración en busca de restos óseos humanos la profundidad era de 36
cm. A una profundidad de 43 cm sobre el perfil Norte se ubicaron varios huesos largos que
no guardaban relación anatómica alguna (foto 1). Se le asignó la nomenclatura de entierro
1 (osario) que de acuerdo con la información proporcionada por dos trabajadores se trataba
7
de la misma área de donde días antes se habían encontrado los restos óseos humanos que se
me habían entregado en el Centro INAH Guerrero. 2
De esta cala se recuperó un osario compuesto por una pequeña concentración de huesos
largos. Estos muy seguramente fueron el resultado de remociones cuando se enterraron a
otros individuos con la finalidad de re-utilizar el espacio funerario. El osario básicamente
está compuesto por huesos largos -miembro inferior y superior-. La profundidad a la que se
encontraron los restos fue de 58 a 78 cm.
Una vez que se expuso y registró con dibujos y fotografías, se procedió a la recuperación de
los restos óseos. Fueron embalados en bolsas de plástico, etiquetados y depositados en una
caja de cartón diseñada para evitar el deterioro del material esquelético.
5.2 Cala 2
Sitio: Muro Norte del Templo
La realización de esta cala tuvo como objetivo conocer el desplante de la iglesia
(comunicación personal del arquitecto Juan R. Bibiano Tonchez). Dicha cala tuvo una
dimensión de 4 x 4 m y se dividió en 4 unidades de excavación de 2 x 2 m la numeración
de las unidades fue asignada en el sentido del reloj y fue dada por el arquitecto Tonchez
(foto 2).
En esta cala se recuperaron dos entierros, a los que se les asigno la nomenclatura de
entierros 2 (sujeto juvenil) y entierro 3 (sujeto infantil).
5.2.1 Entierro 2
Se ubicó en la unidad 1 y 2 y se trata de un individuo juvenil. En el momento de mi
intervención, el cráneo ya había sido explorado por los señores Laurentino Abundis Taguja
y José Marcos Andraca (foto 3) quienes me entregaron 17 cuentas esféricas de vidrio y una
medalla que formaban parte de un collar.
Una vez que el entierro fue explorado en su totalidad. Se encontró articulado
anatómicamente en decúbito dorsal extendido con el cráneo ligeramente girado hacia el
Sur. El antebrazo derecho (cúbito y radio) esta flexionado en 45° sobre el tórax hacia la
2 El día 5 de noviembre el arquitecto Juan V. Tonches me entregó una caja con restos óseos humanos
procedentes de este sitio.
8
línea media y la mano puesta sobre el pecho. Mientras que el antebrazo izquierdo esta
flexionado hacia la línea media de tal manera que la mano quedo por encima de la cresta
iliaca derecha.
Los miembros inferiores articulados muestran una rotación lateral a la altura de ambas
rodillas, provocando que tanto el peroné derecho como el izquierdo quedaran por debajo de
las tibias y los pies estaban rotados hacia afuera. Estas características de movimiento de
articulaciones suceden cuando existe un espacio vacío. Lo anterior indicaría que el
individuo fue sepultado dentro de un ataúd de madera. Desafortunadamente no se
encontraron evidencias orgánicas.
Después de haber realizado la exploración del entierro se procedió a realizar el dibujo
correspondiente y se tomaron fotografías. El estado de conservación que presentan los
restos esqueléticos es malo (foto 4).
La recuperación se realizó cuidadosamente para evitar que se fragmentaran los elementos
óseos. Los distintos elementos óseos fueron embalados por lateralidad y segmento para
facilitar su restauración y lateralización cuando se realice el análisis en el laboratorio.
5.2.2 Entierro 3
Este entierro es infantil, su estado de conservación es muy malo. En el momento de mi
intervención también había sido parcialmente explorado por los trabajadores Laurentino
Abundis y José Marcos Andraca. Se consolidó con RECONOS 100 para evitar que continuara
fragmentándose pues la tierra estaba muy húmeda, por esto mismo fue imposible su
exposición completa.
A pesar de estar incompleto; pues el cráneo y el miembro inferior derecho habían sido
destruidos por los trabajadores, se pudo observar que fue depositado en forma directa quizá
pudo haber sido envuelto en tela o petate. La posición en que fue enterrado fue en decúbito
dorsal extendido con los brazos flexionados hacia la línea media del cuerpo quedando a la
altura de la cuarta vértebra lumbar (foto 5).
Después de realizar la toma de profundidades y el registro –dibujo y fotografías- se
procedió a su recuperación y embalaje.
La profundidad del entierro 2 fue 85 cm y la del entierro 3 fue de 1.50 mts. Cabe señalar
que el entierro asociado al entierro 2 se encontró in situ cuentas esféricas de vidrio y una
9
medalla (fotos 6 y 7). Por último quiero comentar que el contexto funerario recuperado
corresponde a la época colonial.
6. Limpieza, restauración, marcado y embalaje
Para realizar la limpieza de los elementos óseos se utilizaron los criterios propuestos por
Bass (1971). Cada elemento óseo fue cepillado de forma suave para retirar la tierra. En los
casos cuando la tierra adherida al hueso estaba húmeda se utilizaron hisopos de algodón
húmedos.
Después de haber realizado la limpieza mecánica se continuó con la adhesión de los
fragmentos para restituir los elementos óseos a su forma y tamañ0 lo más completo
posible. Para ello, los restos fueron dispuestos en charolas de plástico y se procedió a unir
los fragmentos óseos teniendo especial cuidado al unirlos de tal manera que los bordes
coincidieran correctamente para evitar errores. Se utilizó pegamento blanco (850) y
masking tape para mantener los fragmentos unidos mientras secaba el resistol, se tuvo
cuidado en no olvidar retirar el masking tape de la zona restaurada.
En el caso del entierro 2 (mujer) debido a su mal estado de conservación, cuando el hueso
lo requirió se aplico RECONOS 110 para aumentar la dureza del hueso y evitar que continúe
su deterioro.
También se realizó el marcado de los distintos elementos óseos con una pluma de tinta
negra indeleble sobre una pequeña gota de acetato de polivinilo. La ubicación del rotulado
en el hueso se realizó de acuerdo a los lineamientos propuestos por el Instituto Smithsonian
del Mueso Nacional de Historia de la ciudad de Washington y el Centro de Antropología
Forense de la Universidad de Tennessee (Meandows, 2012). Teniendo cuidado en que el
rótulo no afectara la evaluación del perfil biológico o que no existieran evidencias de
alguna enfermedad.
En el caso de los huesos pares sólo se marcó el izquierdo (figura 3). La letra fue pequeña y
legible. Los elementos óseos muy fragmentado fueron puestos en una bolsa pequeña de
plástico indicando el lugar y el elemento óseo al que pertenecen. La información que
contendrá el marcado es: sitio, temporada y número de entierro.
Por último se realizó el etiquetado y el embalaje; primero se colocaron etiquetas (figura 4).
Posteriormente cada elemento óseo fue colocado dentro de una bolsa de plástico que a su
vez fue depositado dentro de una caja de cartón que han sido diseñadas por la Dirección de
10
Antropología Física del INAH. La distribución del material óseo dentro de las cajas debe
realizarse con sumo cuidado, para evitar que el material se fragmente y deteriore aún más.
Por otro lado, las cajas también fueron rotuladas en uno de sus extremos (con una etiqueta)
con la información siguiente: nombre del proyecto, sitio, año de temporada, número de
entierro (figura 5).
7. Caracterización bioantropológica de los entierros
Cala 1. Osario
El procedimiento metodológico para trabajar el entierro 1 (osario) fue en primera instancia
conocer el número mínimo de individuos. Para ello se correlacionaron de manera visual los
pares coincidentes representados (cfr. Ubelaker, 1974), es decir, la asociación de elementos
homólogos por ello fue necesario ordenar los huesos por elemento, lado y tamaño.
Los elementos óseos que más se repitieron fueron las tibias izquierdas (3) lo que permitió
estimar el número mínimo de individuos es de tres adultos. En cuanto al sexo de los
sujetos, posiblemente todos masculinos.
7.1. Cala 2. Entierro 2
Del análisis de los restos esqueléticos se puede establecer que se trata de un individuo de
sexo femenino estimación basada en la morfología de la sínfisis púbica y características del
cráneo. De acuerdo con el cierre de epífisis que presentan los elementos óseos se determino
que contaba entre 15 y 17 años al momento que murió. Además contaba con una estatura de
155 cm.
En cuanto al análisis dental se observó la presencia del rasgo conocido como Carabelli, es
una variante normal que suele hallarse en los primeros molares permanentes del arco
maxilar en la superficie mesiopalatina. Entre los indígenas americanos es más común que la
superficie del molar este lisa o que exista una fosita. Entre las poblaciones europeas, en las
que no resulta extraña la presencia del famoso tubérculo de Carabelli (Bosch y Pompa
2001) ésta es tomada como un indicador de ascendencia biológica.
Se detectaron también caries en el segundo malar izquierdo superior y en el primer
premolar inferior izquierdo y primer molar inferior derecho. Este padecimiento tiene una
etiología multifactorial, entre los factores que propician su aparición están básicamente
hidratos de carbón que se adhieren al diente y forman una fina película transparente, y es
11
esta placa donde los ácidos, lácticos y clorhídrico general gérmenes que comienzan a
horadar el esmalte del diente hasta perforarlo (Campillo, 2001).
La principal bacteria que provoca la caries es Streptococus mutants que actúa sobre los
carbohidratos, de ahí que tiene que ser retirados con la limpieza bucal.
De tal manera que la presencia de alimentos con alto contenido de carbohidratos y la poca
higiene bucal provocan las caries. Además se puedo observar que presentaba una escoliosis.
En cuanto a los objetos asociados se limpiaron con la asesoría del restaurador Hugo
Orendain Arias, además se tomaron una serie de radiografías.3 En el caso de la medalla no
fue posible visualizar la imagen que tenia (foto 8).
7.2. Entierro 3
Se trata de un sujeto infantil entre 12 a 18 meses de edad, además de estar incompleto su
estado de conservación es malo. Por ello fue consolidado con RECONOS 100 para evitar que
continuara su deterioro. La edad se obtuvo por medio de la longitud diafisiaria del fémur
para ello se utilizaron las formulas de Ortega (1998). Además presentó ligera periostitis en
los huesos largos.
3 Las radiografías fueron tomadas en el laboratorio de Somatología de la ENAH. Agradezco a la Mtra.
Albertina Ortega Palma y al antropólogo físico Ismael Zuñiga por su colaboración.
12
8. Bibliografía
Bass, W.
1995. Human Osteology: A laboratory and field manual. 4th
. ed. Columbia, M. O.:
Missouri Archaeological Society.
Barlow, R. H.
1990 Los mexicas y la triple alianza, Vol 4. INAH-UDLA
Bosch R.P. y Pompa J.A.
2001 Memoria de la exposición odontológica prehispánica. INAH, Consejo Nacional de
Ortodoncia.
Carrasco, P. Pedro
1992 The tenochca empire of ancient Mexico. The tripe alliance of Tenochtitlan. Tetzcoco,
and Tlacopan. University of Oklahoma Pres, Norman USA.
Gibson, Charles. 1952. Tlaxcala in the Sixteenth Century, Stanford University Press,
Stanford.
Rodríguez, A.M.A.
2001 Usos y costumbres funerarias en la Nueva España, Colegio de Michoacán.
Meandows, J. L.
2012 “Processing and Inventory of remains”. In: Tersigni-Tarrant, M. T. A., Shirley, N. R.
(eds.). Forensic Anthropology: An introduction. Boca Raton, FL: CRC Press, Taylor &
Francis Group, 122 -137.
13
9. ANEXOS
MAPAS
Mapa 1. Ubicación geográfica de Tepoxtlán, Ahuacuotzingo, Guerrero, México.
14
Mapa 2. Ubicación de la provincia de Tlalcozauhtitlan (modificado del libro de Matrícula de
Tributos, 1997:124).
FIGURAS
Figura 1. Lámina 8r del códice de Mendocino donde aparece el topónimo de Tepoxtlán
en la como uno de los pueblos conquistados por Moctezuma Ihuicamina.
15
FIGURA 2. Ubicación de la Cala 1.
Instituto Nacional de Antropología e Historia
Centro INAH Guerrero
A.FÍSICA Recuperación de restos óseos humanos
Tepoxtlán
Sitio: Interior del templo Fecha: 16 de Noviembre 2013
Plano: Cala 1 Dibujó: Jorge Cervantes Mtz.
Digitalizó: Jorge Cervantes Mtz. Escala: 1:10
Z=36 CM
0,71
0,23
1,54
Mu
ro N
ort
e
Presbiterio
NAVE
Escala gráficaAcotación: mts
0.00 0.50 1.00 2.00
3,80
N
16
FIGURA 3. Elementos óseos en el área en que fueron marcados
17
Figura 4. Etiqueta de identificación utilizadas para las bolsas de plástico
Figura 5. Etiqueta de identificación para las cajas de cartón
Proyecto Exploración y
recuperación de restos óseos
humanos
Temporada 2013
Convento de San Agustín
Tepoxtlán, Ahuacuotzingo, Guerrero
Unidad de Exc: Cala 1
Entierro 1
Exploró: JCM
JCM
18
Instituto Nacional de Antropología e Historia
Centro INAH Guerrero
A.FÍSICA
Recuperación de restos óseos humanos Tepoxtlan
Sitio: Atrio, Muero Norte Templo Fecha: 16 de Noviembre 2013
Plano: Cala 2 Dibujó: Jorge Cervantes Mtz.
Digitalizó: Jorge Cervantes Mtz. Escala: 1:10
Figura 6. Dibujo de planta de la Cala 1.
19
FOTOS
Foto 1. Cala 1. Interior del templo de San Agustín. Inicio de exploración de restos óseos
humanos.
Foto 2. Vista general del muero Norte del tempo y de la Cala 2.
20
Foto 3. Inicio de la exploración del entierro 2.
Foto 4. Exposición del entierro 2, donde se puede observar su estado de conservación.
21
Foto 5. Entierro 3 parcialmente destruido.
Foto 6. Medalla que se encontrón asociada al entierro 2.
22
Foto 7. Collar de cuentas esféricas de vidrio y medalla
Foto 8. Radiografía de la medalla.