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Suplemento especial Cultura escrita Versión jocosa del himno falangista realizada por Angelines Grajal con anterioridad al estallido de la guerra civil. Archivo de Escrituras Cotidianas del SIECE Este suplemento se inscribe en el marco de la Acción Complementaria de Investigación Escrituras populares en Red, financiada por el Ministerio de Educación y Ciencia (Ref. HUM2005-25453-E/HIST).

Suplemento especial sobre Cultura Escrita. El Filandar / O Fiadeiro, n.º 17

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Este suplemento se inscribe en el marco de la Acción Complementaria de Investigación Escrituras populares en Red, financiada por el Ministerio de Educación y Ciencia (Ref. HUM2005-25453-E/HIST).

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Suplemento especialCultura escrita

Versión jocosa del himno falangista realizada por Angelines Grajal con anterioridad al estallidode la guerra civil. Archivo de Escrituras Cotidianas del SIECE

Este suplemento se inscribe en el marco de la Acción Complementaria de Investigación Escrituras populares en Red,financiada por el Ministerio de Educación y Ciencia (Ref. HUM2005-25453-E/HIST).

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JORDI CURBET HEREU(Investigador RedAIEP)

Lejos de toda comparación con lalexicógrafa aragonesa, en el ArchivoMunicipal de Palafrugell (Girona)encontramos un ejemplo singularísi-mo de una mujer, en este caso auto-didacta, que consiguió introducirse,a principios del siglo XX, en unmundo reservado a la erudición mas-culina, el de la lexicografía. Como entantos casos de personajes para loscuales el ejercicio de la escritura hasido un refugio espiritual, una vál-vula de escape para las vicisitudes delas inevitables tareas mundanas, eltestimonio de Irene Rocas es real-mente excepcional. Para empezar, sutrayectoria vital ha llegado hastanosotros a partir de un documentoya de por si fuera de lo común: trecevolúmenes de las memorias queescribió durante toda su vida y quedejan constancia de la historia de sufamilia y la suya propia desde media-dos del siglo XIX hasta 1930. Sinapenas estudios primarios, Irene viotruncado su sueño de trabajar comomaestra, y se dedicó en cuerpo yalma a las obligaciones domésticas yal cuidado de sus numerosos hijos, aquienes infundió su innata vocación

humanística, pues Maria GràciaBassa, la hija mayor, se dio a conocercomo poetisa primero en Cataluña ydespués en Argentina, donde lafamilia estableció la residencia en losaños veinte. Por otra parte su nieto,Joan Llorens, hizo carrera como abo-gado y ejerció como presidente delCasal Catalán de Buenos Aires.

La madre

Irene Rocas nació en Llofriu, pue-blo agrícola del Bajo Ampurdán, enla Costa Brava central, el año 1861 ymurió en Buenos Aires en 1947.Casada con el propietario rural JoanBassa, veinte años mayor que ella,tuvo nueve hijos de la relación, cua-tro de los cuales murieron prematu-ramente. En 1906 muere su marido,Joan Bassa, y dos años después setraslada con sus hijos a Barcelona.

Indudablemente, los hijos son elcentro de su vida, y se desvive porellos hasta el límite de la sobrepro-tección. Se ocupa absolutamente detodo lo que concierne a su educaciónacadémica y religiosa, la entrada desus hijos varones a la vida laboral, lasamistades, a parte de un celo casiexcesivo y una capitalización de losquehaceres diarios en los progresivostraslados de domicilio –hasta cuatroen pocos años–. Su rutina diaria enBarcelona sólo se rompe a causa delos hijos: misa a las seis de la maña-na, compras en el mercado, vuelta acasa y ocuparse del desayuno de lospequeños, limpieza, colada, cocina,encargos varios por la tarde, plan-char y coser, cena, vuelta a la colada,y si el día lo permite, unos pequeños

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Madre, memorialista y lexicógrafa: una vida entre palabras, Irene Rocas (1861-1947)

Gabriel García Márquez dedicó hace un cuarto desiglo un artículo periodístico a la figura de MaríaMoliner, bibliotecaria y autora del Diccionario deuso del español, en el que el escritor afirmaba: «Hizouna proeza con muy pocos precedentes: escribió sola, en su casa, con su propia mano, el diccionario máscompleto, más útil, más acucioso y más divertido dela lengua castellana». Cierto es también que María

Moliner realizó esta importante obra sin poderdesatender las numerosas obligaciones domésticas,hasta el punto que, temerosa al final de su vida por los rumores que la situaban en la Academia de la Lengua Española y quizá más aún por tenerque pronunciar el discurso de admisión, declaró:«¿Qué podía decir yo, si en toda mi vida no he hecho más que coser calcetines?»1

Irene Rocas, fotografiada en su retiro argentino.

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momentos de refugio mental con laanotación de las actividades realiza-das.

La memorialista

Un hecho potencia decisivamentela faceta memorialística de Irene, laSemana Trágica de Barcelona, enverano de 1909: quemas y saqueosde iglesias y conventos, disparos,confrontaciones en las calles contrala policía... Todo ello revela a Irene,ya de por si sufridora, la faceta cruelde la naturaleza humana. Le lleva aello, en palabras suyas, la voluntadde dejar constancia a su descenden-cia de los hechos del pasado, a mane-ra de lección ejemplar. Y así lomanifiesta en sus memorias:

Aquí empiezo mis notas. No sonestrictamente diarias, pero aparecen enellas casi todos los acontecimientos quedesde entonces han tenido lugar en nues-tra dispersa tropa de hijos e hijas, yernosy nueras y nietos míos amadísimos. Porgozo mío y afecto a todos vosotros he teni-do el humor de ir llenando libretas desdehace tantos años.

Es así como se van a suceder lasanotaciones, los pensamientos ínti-mos y los sucesos a su parecer másdestables. Encontramos entre lasmás de 1.500 páginas de sus memo-rias detalles ínfimos de la vida dia-ria, que nos muestran la ingratitudde ser mujer y tener a su cargo tan-tas personas sin ninguna ayuda exte-rior. También nos muestra el desa-rrollo de una fe ciega en la religiónque le lleva en ocasiones a las puer-tas del misticismo emocional. Peroestas mismas creencias no le impi-den mostrar una militancia personalen movimientos sociales emergentes.Así, por ejemplo, entabla una entra-ñable amistad con la escritora catala-na Carme Karr (1865-1943), pione-ra del movimiento feminista enCataluña, con Manuel Crusells,director del orfeón coral MossènCinto Verdaguer, donde cantan dosde sus hijas, y se implica progresiva-mente en actos de carácter naciona-lista y reivindicativo. Pero a pesar detodo, la faceta más relevante, o comomínimo la que más satisfacción inte-

lectual le iba a traer, aún estaba porllegar.

La lexicógrafa

Hasta aquí, ciertamente, pocoshechos biográficos habrían podidoaugurar que Irene Rocas llevaría acabo una actividad lexicográficaintensa a partir de los cincuentaaños. Empapada de fervor católico,los primeros años de residencia enBarcelona conoce a un clérigo y fol-klorista mallorquín, Antoni MariaAlcover, que había iniciado diez añosantes (en 1900) un proyecto titánico:la elaboración del Diccionario de laLengua Catalana, una obra tan colo-sal como polémica a causa del receloque llegó a provocar Alcover entre lacomunidad filológica del Princi-pado.

La llamada de Alcover a las cola-boraciones lexicográficas se produjoa través de la conocida Carta de invi-tación, la Lletra de convit, con la cualpretendía recoger adhesiones paraponer en marcha la elaboración deun diccionario que contuviera “lalengua catalana en todas las formasantiguas y modernas, habladas yescritas”. Le mueve a tamaña labor el

amor a la lengua y la necesidad deponer a disposición del público unaobra de referencia total, que abarcaralos diferentes dialectos del catalán,los neologismos y los arcaismos, lafraseología, sinonimia y antonimia,fonética, régimenes verbales, etcéte-ra. Monseñor Alcover se debatíaentre un conocimiento filológicobastante limitado, una energíahumana desmesurada (que no pocasveces desembocaba en un afán deprotagonismo) y una fe religiosaagresiva, en la linea del carlismo tra-dicionalista. Esto le lleva en nume-rosas ocasiones a desafinar, por ejem-plo cuando argumenta que el princi-pal elemento con que cuenta paraemprender la obra del diccionario es«la providencia de Dios y la asisten-cia de su Santísima Madre laPurísima Virgen María y los ángelestutelares y santos patrones de la razacatalana». A la hora de la verdad, encualquier caso, este elemento sobre-natural brilló por su ausencia, yAlcover, en esa época vicario generalde Mallorca, tuvo que formar unequipo de activos y preparados cola-boradores de carne y hueso que leayudaran en la tasca ingente que sehabía propuesto. Y es en el capítuloV de la mencionada Lletra de convitque hace referencia a los correspon-sales, los agentes activos de la reco-gida de material lexicográfico yencargados de coordinar desde lasoficinas centrales, ubicadas en laspoblaciones principales, a los colabo-radores comarcales.

Es en este punto donde entra enjuego Irene Rocas, que, con másimplicación ideológica que conoci-mientos de filología, se incorpora alequipo de Alcover a principios de1911, cuando la obra del Diccio-nario lleva una década gestándose.Desconocemos los detalles precisosde la entrada de Rocas en el proyec-to, pero cabe suponer que se involu-cra en ello quizás a través de ciertasamistades en común con Alcover.Ignorando si es el afán de éste porconseguir una nómina exhaustiva decolaboradores, o bien la falta decorresponsales en la zona de dondeella era natural, lo que comportó suadmisión al proyecto, el caso es quelo mueve a confiar en ella un senti-

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Una de las cartas que Antoni Alcoverenvió a Irene Rocas. Archivo Municipal

de Palafrugell: Fons Bassa-Rocas.

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miento entre filantrópico y compasi-vo, en palabras que le dedica en suprimera carta:2

Es muy bello y reconfortante y llena elcorazón ver una madre con tantos hijos,viuda y tan entusiasta de la patria y dela lengua que, con tantos problemas yquehaceres que la rodean, aún le quedetiempo para ocuparse de hacer cédulaslexicográficas.

Las primeras referencias concretasa su labor como lexicógrafa lasencontramos en sus memorias. Así,el 14 de febrero de 1911, explica queun intermediario, Pau Madolell, através del cual seguramente se pusoen contacto con Alcover, se encargade darle pautas y instrucciones parala elaboración de las fichas del dic-cionario. La misión es clara: Rocasdeberá entregarle fichas lexicográfi-cas de palabras ampurdanesas con elcorrespondiente ejemplo textual y lalocalidad donde se usan o las haoído. Le pide además que le escribaen su dialecto local, a pesar de que lacaligrafía de Irene a veces es ininteli-gible para el capellán, como le expo-ne en algunas cartas.

El 20 de marzo le llega la prime-ra carta de Alcover. Éste le asigna elnúmero de colaborador 1.621, locual da una idea de la magnitud dela obra. Su hija Maria Bassa tiene el1.568, y el número siguiente es el deuna ilustre escritora, Caterina AlbertParadís, alias Víctor Català, autorade relieve excepcional dentro delpanorama literario catalán y naturalde L’Escala, localidad marinera tam-bién del Ampurdán.

Esta labor no parece sacarla de suscasillas, pues para ella al inicio setrata de una simple distracción.Irene tiene ya cincuenta y un años ysus deberes son las oraciones, la cos-tura, las labores domésticas, la com-pra diaria y cuando termina se dedi-ca a rellenar cédulas lexicográficasdel modo que le han dicho. Aún así,sus progresos en materia filológicason espectaculares. Empieza conunas pocas fichas, que a la semanasiguiente son 50 y un mes más tarde,envía su primer paquete, con 1.100registros, al intermediario conve-nido.

En el Bolletí del Diccionari de laLlengua Catalana (VI: [291]), publi-cado periódicamente por Alcover yque sirve de contacto entre él y elequipo de colaboradores, se la citapor primera vez, calificándola de«colaboradora de poco sueño», talcomo calificaba a sus corresponsalesmás eficientes. Ya en julio de 1911,Alcover, por carta, admirado de sucapacidad, le pide incluso que lehaga llegar un breviario de fonéticallofriuenca, a lo cual Irene accede congusto. El 31 de agosto Alcover leenvía un paquete con 2.000 cédulasen blanco para que pueda dar riendasuelta a su actividad lexicográfica. Lamujer se muestra exultante, en susmemorias: «Viva Cataluña y el granmallorquín [refiriéndose a Alco-ver]!» La gran energía de esta mujerencajaba, sin duda, con el perfil decolaborador que deseaba el clérigobalear.

Por otra parte, intentando distra-er la falta de noticias de sus hijos,establecidos en la Pampa argentina,Rocas se implica de lleno en la acti-vidad del diccionario durante losaños siguientes. Además de trabajarpara el diccionario, Rocas empieza acolaborar con el Instituto deEstudios Catalanes, el Archivo de

Etnografía y Folklore de Cataluña yel Archivo de la obra del CancioneroPopular de Cataluña, a parte de serla autora de un compendio de cuen-tos y refranes de su región, elAmpurdán, y de un dietario dondedescribe la vida cotidiana y la políti-ca de varios decenios, una buenaparte de él aún inédito.

En 1912, instalada con sus hijosen Barcelona, aumenta la labor deIrene Rocas, aunque a pesar de ellono puedan coincidir con el filólogo,que solo se desplaza a la capitaldesde Palma de Mallorca para presi-dir las sesiones del Instituto deEstudios Catalanes. En ese momentoAlcover, con la ayuda de cinco jóve-nes colaboradores, durante más dediez horas diarias, empieza a ordenarlas fichas de todos los colaboradoresen un armario que será conocidocomo la calaixera, que contendrá elcaudal léxico del diccionario.

La buena sintonía y el interés desus aportaciones lexicográficas des-lumbran a Alcover, que la incluye enuna gran bibliografía de la lenguacatalana, base de las fuentes docu-mentales del Diccionario. En laentrada correspondiente a Rocas,Irene (VIII: 444) se explicita unVocabulari de l’Empurdà, con más de4.000 cédulas lexicográficas.Efectivamente, Irene se ha converti-do en “especialista” en dialectologíaampurdanesa y ejemplo para el restodel equipo de colaboradores delDiccionario. En una nota referente aformas dialectales de Llofriu (IX:117) Alcover cuenta:

Nos las envía nuestra heroica colabo-radora doña Irene Rocas, viuda deBassa. La llamamos heroica por lomucho y bien que trabaja para nuestralexicografía a pesar de estar cargadísimade tareas debiendo ocuparse de su fami-lia.

En el mismo número del boletín,incluso añade formas de otra locali-dad catalana donde reside temporal-mente su hijo, Serafí Bassa. El amorque profesa por sus hijos va a hacerque éstos tengan que compartir lapasión lexicográfica de la madre.Irene aprovecha la relación epistolarcon Alcover para pedirle a éste

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Irene Rocas en julio de 1910. Foto Banús (Barcelona). Arxiu

Municipal de Palafrugell, Fons Bassa-Rocas

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medios para tener un referente orto-gráfico que le pueda servir. El cléri-go le recomienda en una carta de 25de febrero de 1913 que consulte lasNormas ortográficas que acaba depublicar el Institut d’Estudis Cata-lans.

En agosto de 1917, Alcover apoyaa Irene, sumergida en una fase decontrariedades económicas. Estadifícil coyuntura convierte el domi-cilio materno en un auténtico tallerlexicográfico, pues «algunos familia-res directos de Irene Rocas, hijo ehija, colaboraban también en estaobra. Llenaban fichas técnicas depárrafos de obras de [Raimundo]Lulio y de otros autores, que ya lesllegaban marcados y señalados (Vila:152)». Las capacidades de los hijosse explotaban al máximo, hasta elpunto que uno de los hijos varones,con talento para el dibujo, se ocupa-ba personalmente de ilustrar utensi-lios y objectos, el nombre de los cua-les su madre había recogido enfichas. Su salario podía variar en fun-ción del número de cédulas entrega-das, de la categoría (lenguaje habla-do o escrito) e incluso de la calidadde la ficha. El precio de cada unaoscilaba entre seis y diez céntimos,aunque Alcover debe lamentarse amenudo de no poderle pagar conpuntualidad, algo que irrita a Irene,cargada de penalidades económicas yfalta de ingresos regulares.

Pero en 1918, Alcover, hastaentonces presidente de la secciónfilológica de l’Institut d’EstudisCatalans, se enemista con el grupode filólogos a su cargo, encabezadospor Pompeu Fabra. Este hecho,motivado por el agrio carácter deAlcover y su reiterado absentismo delas sesiones del instituto, marca unantes y un después en la elaboracióndel diccionario. Alcover, con el orgu-llo herido y el bolsillo maltrecho, seperjura terminar su proyecto perso-nal. Para ello deberá contar más quenunca con sus infatigables colabora-dores, algunos de ellos cansados deAlcover y sus escenas.

En 1920, Alcover pide a Rocasque trabaje más para él que para elInstituto, y se compromete a nocitarla en el Boletín del Diccionariopara evitarle represalias. Un año más

tarde, Irene Rocas, con sesenta años,se convierte en una profesional de lalexicografía: «Me he encerrado paraque nadie me molestara. He ordena-do 3.000 cédulas para el diccionariode monseñor Alcover», cuenta.Rocas ya ha enviado más de 15.000cédulas a Alcover, y por fin esemismo año se reúne en su pueblonatal con el clérigo mallorquín,acompañado de su joven colaboradorFrancesc de Borja Moll, quien seríael verdadero artífice de la publica-ción del Diccionario.

Irene, poco a poco, acaba convir-tiéndose en uno de los pilares de laobra: aparte de controlar su propiotrabajo y el de su familia, a partir de1922 debe coordinar la tarea decorresponsales subsidiarios (Vila:132) establecidos en pueblos vecinosde su localidad natal.

Terminada la fase de revisión ycorrección de las cédulas lexicográfi-cas, en enero de 1924 se procede a laredacción definitiva del diccionario,y en consecuencia se elabora una listade redactores lo bastante capacitadoscomo para confiarles esa importantetarea (BDL XIII: 350):

Con el fin de completar nuestra infor-mación sobre los puntos de dialectologíacatalana que no tengamos del todo claros,de resolver nuestras dudas, hemos forma-do un cuerpo de corresponsales de redac-ción, escogidos entre nuestros mejores ami-gos de las diferentes comarcas, a los cua-les nos podamos dirigir siempre que con-venga.

En esa primera lista de redactoresde plena confianza figura IreneRocas y la antes mencionada VíctorCatalà, sólo dos mujeres (y aún unade ellas novelista consagrada) entre24 corresponsales de redacción. Losredactores propiamente dichos sonAlcover, Francesc de Borja Moll y losfranciscanos Miquel Colom y RafelGinard Bauçà. Alcover sólo trabajóen el primer volumen ya que enfer-mó. Al final de 1926 aparece el pri-mer fascículo del Diccionari català-valencià-balear, pero agotados losrecursos económicos, Alcover searruina poniendo dinero de su bolsi-llo para continuar la edición, y des-pués de un ataque de apoplexia,

muere en 1932, quedando la publi-cación (que finaliza en 1961) a cargode su íntimo colaborador Francescde Borja Moll.

Hoy el nombre de Irene Rocas,además de figurar en la placa de sucalle natal de Llofriu, consta en ellistado de colaboradores insignes deuna obra de referencia de la lexico-grafía románica, de la cual sus artífi-ces materiales se llevaron a la tumbala conciencia del esfuerzo que supu-so. Entre ellos, Irene, que entre cal-cetines y camisas, tuvo el coraje derealizarse intelectualmente en unmundo vetado a la mujer y en unaépoca de constante conflicto social,político y religioso.

Bibliografía

ALCOVER, Antoni M., 1901-1936.Bolletí del Diccionari de la LlenguaCatalana, edición en CD-Rom acargo de Maria Pilar Perea. Palmade Mallorca: Conselleriad’Educació i Cultura, Govern deles Illes Balears, 2004.

GRAU I FERRANDO, Dolors. Memòriesd’Irene Rocas (1861-1910).Palafrugell: Ajuntament dePalafrugell, 1999.

MOLL, Francesc de Borja. Un home decombat (mossèn Alcover). Palma deMallorca: Moll, 1961.

VILA, Pep. “Lletres de mossèn A.M.Alcover i de F.B. Moll a IreneRocas Romaguera, corresponsalde l’Obra del Diccionari aLlofriu”. En: Estudis del BaixEmpordà; 16 (1997). P. 147-182.

Nota

1 Este artículo se inscribe en el marcode la Acción Complementaria de Inves-tigación Escrituras populares en Red,financiada por el Ministerio de Edu-cación y Ciencia (Ref. HUM2005-25453-E/HIST).

2 Las traducciones son mías. En par-ticular, la correspondencia entreAlcover y Rocas, conservada en elArchivo Municipal de Palafrugell, fueanalizada por: Vila, Pep. “Lletres demossèn A. M. Alcover i de F.B. Moll aIrene Rocas Romaguera, corresponsalde l’Obra del Diccionari a Llofriu”. En:Estudis sobre el Baix Empordà; 16 (1997),pp. 147-182.

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ERNESTO PORTUGUÊS

As gentes de Monção e da Galiza– apesar das tensas relações do séc.XVII quando a Praça de Monção foitomada por Castela, em 1659, e delase libertou ao fim de nove anos – nãodeixaram de ser ramos do mesmotronco cultural e de continuar aspráticas de bom e fraterno entendi-mento. O rio nunca separou, nuncafoi muro intransponível; as suaságuas, pelo contrário, semprepossibilitaram a navegação de umapara a outra margem. Esse enamora-mento que o vate monçanense, JoãoVerde,1 tão bem traduziu e perpe-tuou em versos eternos – Vendo-osassim tão pertinho, / A Galiza mai’loMinho, / São como dois namorados / Queo rio traz separados / Quasi desde onascimento. / Deixal-os, pois, namorar, /Já que os paes para casar / Lhe não dãoconsentimento. – vamos nós encontrá-lo, numa forma mais prosaica, emvariadíssimos registos de um bar-beiro seu contemporâneo, Antóniode Sá Vieira. Salvaterra faz parte douniverso quotidiano deste escre-vente: pelo comércio, pelo trabalho,pelo lazer e pelas fortes relações deamizade que aí cultiva.

Na actualidade, a vizinhaSalvaterra é uma terra irmã que a

ponte uniu e cuja amizade osprotocolos políticos consolidaram eselaram. Não há fronteiras, comonunca houve através dos tempos. Enos diferentes sentires e viveresdestes dois povos irmãos, detentoresde um património imaterial comum,reina uma imensa harmonia que adiversidade dos sons maviosos dosinstrumentos da Banda Musical deMonção, conduzida na actualidadepor um maestro galego, bem tra-duzem e demonstram.

A escrita da história e da vida

As narrativas escritas ao longo daexistência de uma pessoa ficammarcadas pela época histórica emque vive. Mas a pessoa que vive numdeterminado momento marca, tam-bém, com a sua própria existência odito momento, em maior ou menorgrau, consoante o seu papel social,político e económico. Depende, paraalém de muitos outros factores, donível de participação nos aconteci-mentos, seja como mero espectadorseja como interventor activo, pessoalou profissional, e dos testemunhospresenciados e escritos.2

Este espólio documental foi con-servado ao longo de três gerações eum feliz acaso pôs-nos em contacto

com essa fonte que, desde já, serevela como um valioso contributopara a (re)construção da história deMonção, para a compreensão da his-tória nacional e, em boa parte, para oconhecimento da vizinha Salvaterra.

Tendo em conta o interesse reno-vado destas escritas populares, noâmbito da história cultural, a Uni-dade de I&D (Investigação e Docu-mentação) em Ciências da Educaçãoda Faculdade de Psicologia e Ciên-cias da Educação da Universidade deLisboa, endereçou-nos o convite paraapresentar uma comunicação ao“VIII Congresso Internacional deHistória da Cultura Escrita”, quedecorreu em Alcalá de Henares, emJulho de 2005, que titulamos: “Docaderno de contas à escrita do eu:Memórias de um barbeiro do AltoMinho (1894-1938)”.

Acontece que, na mesma secção emesa, foi apresentada uma inte-ressante comunicação de José Igna-cio Monteagudo Robledo, subordi-nada ao título: “De marcar a contar.Usos de la escritura en el arte popular”.Essa feliz coincidência deu azo a umatroca de impressões posteriores sobrea identidade cultural dos povosgalegos e minhotos que, por sinal, hábem pouco tempo apresentaramuma candidatura comum à

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A Galiza nas memórias de um barbeiro de Monção

António de Sá Vieira, um barbeiro com certaprojecção social e política no seu meio, ao longo de 44 anos de vida activa, deixou um conjuntosignificativo de 21 cadernos ou livros de contasque utilizou, também, para o registo diário e sistemático do seu quotidiano profissional e pessoal: contabilidade da venda de jornais e da barbearia; apuramento de saldos; débitos de clientes; vendas a crédito; empréstimo de dinheiro; acontecimentos sociais, políticos

e religiosos de Monção e seu termo; transcrições e sínteses de notícias de acontecimentos políticos de carácter nacional e internacional; reflexões sobre alguns acontecimentos. Esses escritosretratam, de alguma forma, o longo período da sua vida profissional e o seu papel activo na sociedade e na política, durante três décadas,e são configuradores de profundas alterações

políticas, sociais e religiosas do seu país.

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UNESCO sobre o Património Imate-rial galaico-português que, um dia,virá a ser aceite. Daí o convite para aelaboração deste texto que, gostosa-mente, deixamos à consideração doleitor.3

Traços biográficos de António de Sá Vieira

Afinal, quem era este escrevente?Que competências? Que tipo deescrita?

António de Sá Vieira nasceu emMonção, em meados do século XIX eaqui faleceu em 1938, com 80 anosde idade. No seu longo ciclo de vidaactiva exerceu duas profissões: bar-beiro e agente comercial de jornais epapelaria.

As suas competências de escritaeram apenas as básicas. Claro que alinguagem escrita, sendo uma formade comunicação mais elaborada quea linguagem oral, onde as ideias serepresentam por sinais gráficos, aca-rreta muitas implicações em relaçãoà mente do escrevente, à intenção daescrita e ao seu destinatário. Paraalém desta complexidade há que terem conta outros factores que, hoje,dificultam a leitura destas narrati-vas: o fraco domínio da escrita e a

utilização da linguagem popularcom determinadas expressões, apa-rentemente contraditórias ou desentido ambíguo. A compreensãodesta escrita passa pelo conheci-mento da linguagem típica do meiosocial e do contexto sócio-culturaldo escrevente e, por outro lado, pelaespecificidade de certas expressõesque exigem um conhecimentoglobal dos seus escritos.

Mas a escrita simples destehomem, detentor de baixas qualifi-cações de alfabetização, denotamuma sabedoria imensa em relação aoseu quotidiano social, político ereligioso. Manifesta perspicácia eminúmeras apreciações, que partem daobservação e contacto directo com osdiversos actores sociais, e revela umaironia fina relativamente ao poderpolítico que oscilava com aspermanentes mudanças e que, porsua vez, levava à alteração do nomede ruas, de locais de mercado e damudança de pessoas na Administra-ção, em virtude das constantes alter-nâncias do poder dominado pelospartidos. É um saber de experiênciafeito no contacto com pessoas devários níveis sociais e da leituradiária de alguns jornais que recebiapara distribuição.

O seu sentido prático da vidaleva-o a utilizar determinadas meto-dologias que nos mostram umhomem com um sentido paradig-mático da história, pois todos os seusregistos são precedidos da data – dia,mês e ano – e, muitas vezes, a hora elocal de ocorrência. A eles volta,algumas vezes, com certos detalhes,para completar a informação ouintroduzir correcções. Alguns destesregistos baseiam-se nas operaçõesmentais que ele tinha, por necessi-dade de controlo, bem desenvol-vidas: contas, preços, carestia devida, comparação de preços notempo presente e em relação aopassado.

Após a implantação da Repú-blica, integra a nova Junta de Paró-quia da Vila de Monção, da qual sedemitiu por discordância com asatitudes do Administrador, relativa-mente aos actos de profanação deuma capela (N.ª Senhora do Loreto)existente no centro da vila. Em 1919foi nomeado Regedor.

Profissionalmente, fez a suaaprendizagem de barbeiro na cidadedo Porto, o que lhe permitiu conhe-cer outros lugares e formas de vida,para onde partiu no ano de 1873, eaí permaneceu uns quatro anos, emconformidade com um registo de1917, fornecendo uma preciosainformação sobre as vias de comuni-cação e os meios de transporte, exis-tentes à época, entre Monção e acidade do Porto.

Ao regressar a Monção filia-se na“Associação Artística Monçanense”,no dia 18 de Junho de 1877, com acategoria de “Mestre Barbeiro”, daqual viria a ser presidente interino,em 1919, devido à fuga do presi-dente, na queda da Monarquia doNorte. No dia 1 de Novembro de1877, fundou a sua loja de barbearia,na actual Rua 5 de Outubro, emMonção. A loja passou para o filho edepois para o neto (ambos barbeiros)e ainda permanece na família.

Entre os seus clientes consta onome de vários oficiais militaresaquartelados em Monção, de outrosque comandavam forças que emmomentos críticos da I Repúblicapara aqui eram temporariamentedeslocados, ou de outros ainda que,

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Portas de Salvaterra nas Muralhas de Monção.

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periodicamente, vinham realizar oapuramento de mancebos para a vidamilitar e que, como refere, além declientes eram amigos.

Tinha clientes regulares de jornaise revistas – na vila de Monção, nasfreguesias do concelho, em Melgaço,em Espanha (Galiza e Astúrias), emParis e no Brasil – entre os quais secontam muitos párocos e professores.A entrega e envio eram sempre acrédito.

A sua loja de barbearia tinha osingredientes necessários para setransformar num local privilegiadode encontro dos homens maisinfluentes e letrados desta terra: eraum profissional credenciado de bar-bearia e vendia livros e jornais. Ascadeiras, que sempre existem nestetipo de estabelecimento, proporcio-navam a leitura e o debate de ideias,tornando este local um verdadeirofórum fazedor de opinião pública.

Além disso, muitas eram aspessoas que por lá passavam paracontrair pequenos empréstimos,incluindo galegos, cujo registo exa-rava nos seus cadernos de contabi-lidade e que funcionaria, certa-mente, como comprovativo dedívida, e assinala o facto de ter ficadosem muito dinheiro, utilizando, comcerta ironia, algumas expressõesjocosas.

Alguns dos seus mais inte-ressantes registos relacionam-se comos seus pontos de interesse: a músicae instrumentos musicais (violão,banjolim e guitarra); a criação depássaros (canários); e as viagens aBraga e ao Porto; a Mondariz e aPontevedra (Galiza).

A importância e riqueza de con-teúdo destas memórias advêm-lhe,sobretudo, de três factores funda-mentais: estas memórias reportam-sea um período bastante longo, decerca de 40 anos; o autor foitestemunha ou actor de muitas dasocorrências; os factos registadosreferem-se a um tempo de profundastransformações da nossa históriacontemporânea: 1894-1938.

A Galiza nos escritos de Sá Vieira

Interessa, aqui, referir o que demais significativo ele regista sobre a

Galiza e a Espanha. Os temas sãovariadíssimos e vão de notas muitobreves, de carácter histórico e polí-tico, até outras mais amplamentedesenvolvidas e que se prendem comviagens, relações comerciais, tra-balho, saúde, cultura e amizade quenos dão uma ideia muito clara dasrelações de proximidade existentesentre estes dois povos fronteiriços.

Que credibilidade e fiabilidadenos merecem estas notas?

Para avaliar o apreço em que étido em Salvaterra, bastará referiruma “missão diplomática” de que foiincumbido, quando tinha apenas 26anos:

D. Antonio Canovas. No dia 18 deAgosto de 1884 fui chamado a Salba-terra e lá fui aprezentado a D.Antonio Canovas del Castillo, Pre-zidente de Ministros de Espanha queveio pasiar a Monção com bastantecometiva e cá lhe mostrei a vila etomamos todos cada um o que lheapeteceu de refrescos no Hotel do VicenteRipeiro que tinha ao tempo hotel nacasa do Dr. Clemente de Pias na Praçade Deuladeu na casa que mais tardecomprou o Manuel Ramos. D. AntónioCanovas estava no Palácio de Alduaia fazer uzo das aguas de Mondariz.D. António Canovas foi assacinado nobauniario de S.ta Agueda em Gui-pusqua por um anarquista EtalianoMiguel Angelo Golli, era natural deBoggia Nápoles.

Os temas

Por razões metodológicas e deespaço, organizamos esses temas emcategorias, para maior facilidade deapresentação. Aqui ficam, apenas,alguns desses registos.

– INFORMAÇÕES DE POLÍTICAGERAL: No dia 13 de Novembro de1912 pela manhã principiou a constarque fora assassinado em Madrid D. Joséde Canalejas, Presidente de ministros deEspanha, e efectivamente foi verdade quenos jornais que se recebem à tardetraziam a notícia de ele ter sido morto nodia 12, com três tiros à porta del Sol às11 e um quarto da manhã quando iapara o congresso, por Manuel PardinasSarrato, natural de Grado, província deHuesca, de 32 anos, em seguida ocriminoso desparou um tiro na testacaindo ao chão e faleceu duas horasdepois sem ter feito declarações.

– PROBLEMAS DE SAÚDE. Infor-mações que afectavam os povos dasduas margens: No dia 17 de Junho de1885 foi clucado o cordão sanitario namargem do rio Minho por causa dacolara em Hespanha. Foi levantado ocordão sanitario o dia 16 de Fevereiro de1886. / No dia 15 de Agosto de 1899o governo Espanhol mandou puruivir otransito d’um para o outro reino emvirtude de no Porto andar a molestiachamada a peste bobonica. No dia 30 detarde do mez de Dezembro de 1899 oGoverno Hespanhol deu livre transito ao

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Alguns exemplares dos cadernos de Sá Vieira

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publico. Nestes dias, o rio Minho hiabastante cheio devido ao muito temporalque tinha feito. No fim desta nota,com um tipo de letra levementediferente, o que se supõe ter sidoescrito posteriormente, insere aseguinte rectificação: Dise livre tran-sito mas foi engano. Foi verdade o abrir-se o barco de Salvatierra e Caminha mastinham a presença medica do lado deHespanha. / No dia 1 de Abril de 1919foram fechados os barcos de passagem deEspanha para cá, por ter aparecido outravez o tifo, abriram a 14-6-919. /Pneumónica. No dia 29 de Setembro de1918 o Governo espanhol mandou fecharos barcos de passagem entre as duasmargens por causa da pneumónica quetanto andava cá como lá até se dizia queveio de Espanha. Andou pela Europa,América e toda a parte. Os barcos reco-meçaram a 4-12-1918.

– A vila de Monção e a Galizaserviram como locais de EXÍLIOPOLÍTICO, particularmente nasmudanças de regime político. Eisalguns exemplos: No dia 10-01-1912 o conspirador Dr. Luís José Diasveio para Portugal, pois ultimamenteestava a viver em Salvaterra, comoconspirador monárquico, que para látinha ido em Maio de 1911, paraMondariz, e como as coisas não correramcomo ele entendia arranjou empenhospara poder vir para Portugal e outroscompanheiros lá ficaram a apitar. / Nodia 8 de Julho de 1912 Paiva Couceirochefe supremo dos conspiradores monár-quicos entra por Chaves. As tropas fiéisao governo da República fizeram-lhefrente e ele foge para Espanha com a genteque pode. Tambem fugiu e foi preso umdos chefes D. João de Almeida tendosofrido grande derrota os conspiradores. /No dia 2-6-1919 reuniu a Direcção daAssociação para nos vogais da direcçãoencarregarem um do lugar de presidentevisto o Zé Monteiro, sendo ele opresidente, estar na Galiza e o Alexan-dre Aragão, o Secretário, também seachar ausente como monárquicos; fui euocupar o lugar de presidente e o ZéRibeiro, secretário. / Na noite de 14para 15 de Fevereiro de 1919 passarampara a Galiza o Avelino Teixeira e JoséMonteiro. E consta que do concelho váriosindivíduos se espantaram. [FranciscoGuimarães era o Presidente daCâmara deposta]. / No dia 15 de

Dezembro de 1917 partiu para o exílio,em Espanha, Bernardino Machado, apóso triunfo da revolução de Sidónio Pais.Daí passou para Paris. / No dia 31 deJaneiro de 1917 o Governo de SidónioPais mandou vir de Espanha, sob prisão,Norton de Matos, Leote do Rego e LuísGalhardo para prestarem contas doesbanjamento do dinheiro público. / Nodia 11 de Julho de 1924 D. José RamãoAlonso, de Salvatierra, tendo vindo paraMonção em princípio de Março porquestões políticas, foi-se embora o dia

11-07-924. / Paiva Couceiro. Na noitede 8 para 9 de Março de 1938 foi presoPaiva Couceiro, na passagem de Arbopara Portugal. Ficou da banda deEspanha. O chaufer Vasquito que o iabuscar também foi preso da banda de cá.

– Monção serviu, também, comolocal de abrigo na FUGA À JUSTIÇA:Morte na Ucha, do Crico. No dia 9-1-1887 foi morto a tiro um sujeito deSalvaterra Galiza chamado o Crico,homem novo que andava com maisindivíduos a roubar e refugiaram-se num

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As contas e as memórias

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monte. E o povo da Ucha atacou-os ematou o Crico. Vieram dar parte àsautoridades e partiu da vila umdestacamento para ver se davam caça aoscompanheiros, mas tinham-se escapado.Trouxeram o morto em cima de umaescada e chegaram à vila às duas e meiada madrugada, recolhendo-o dentro dacadeia e de manhã levaram-no para ohospital e deram parte a Salvaterra.Vieram muitas pessoas vê-lo e a GuardaCivil. (…). Eu conheci-o muito bem porter sido criado do meu compadre D.Manuel Alonso. Numa ocasião deitou napanela do caldo uma porção de lumesprontos e foi preso para Ponteareias edepois que saiu da cadeia foi que sehabituou a viver do roubo. Era umhomem de uma estatura regular, branco elouro, um bom tipo. / Morte na Galiza.No dia 6 de Fevereiro de 1922 namadrugada deste dia os carabineirosmataram o sargento por ele aporrinhar demais as praças no serviço. O sargentotinha ido com duas praças rondar, umadelas que era o corneta matou-o perto daZenha galega, em frente às Caldas. Emseguida o que fez a morte veio paraPortugal. / No dia 30-11-1936 foipreso pela polícia da emigração o D.Manolo por ele vigarizar um rapaz quequeria ir para a América e foi preso orapaz e denunciou-o. Por tal motivo éque foi preso e depois de uma temporadade prisão foi posto na fronteira. Estaúltima frase, como se pode verificarpela qualidade de tinta utilizada, éposterior ao registo inicial.

– O problema do CONTRABANDOe as suas consequências: Afogado noRio Minho. Na noite de 8 de Março de1906 afogou-se um rapaz de Gandarelade Troviscoso e principiaram a correrboatos de que foram os carabineiros que omataram na ocasião em que ele estavapara passar contrabando em uma batelano sítio denominado Corceiro. Apareceu oreferido moço em frente ao local da Snr.ªda Cabeça do lado de Galiza e fui nodia 23 do mesmo mês ao referido sítiover-lhe fazer a autópsia aonde estavamas autoridades Espanholas e foi de cámuita gente e o Dr. Evangelista everificou-se que não houve crime noafogado. / No dia 8 e 19 de Julho de1918 há cenas de tiroteio nas Caldasdisparados pelos carabineiros sobreindivíduos portugueses, tendo sidoatingido o genro do Calçada, num

ombro, e recolhido ao hospital. Da 2.ªvez não houve feridos mas as balascausaram estragos nos vidros do telhadoda casa das Caldas. / No dia 10 deDezembro de 1918 os carabineirosfizeram fogo contra uns homens queandavam a passar coisas da Galizapara cá, no sítio da Seixeira, emBarbeita, matando um galego e ferindoum português. / A Guarda Republicanaaquartelada nesta vila matou 2 homens,pai e filho, na ocasião em que iam aatravessar para a Galiza numa batelana Ponte do Mouro. / Tiros que resultoua morte. Na noite de 11 para 12 deMaio de 1920 os carabineiros deram unstiros nuns portugueses, de noite, no sítiochamado Pescote, que feriram o AntónioBarruga de Troviscoso que o tiro lheescangalhou uma perna, foi-lhe cortada epoucas horas depois morreu no hospital.Tambem foi ferido pelo mesmo tiro umoutro mas o ferimento não é de grandegravidade que é provável que escape.Estavam ambos, segundo se dizia, parapassarem uns touros.

– A VIDA SOCIAL de Salvaterra:No dia 26 de Janeiro de 1901 casou emSalvatierra o filho do Fernando homemda Iliza Alonço com uma sobrinha do D.Clemente chamada Pepa. / No dia 28 deJaneiro de 1901 casou o prefeito Soto coma filha do chefe da estação do caminho deferro chamado D. Romão Castro emSalvatierra.

– Numa nota curiosa sobre ofalecimento do seu COMPADRE, D.Manuel Alonso, Sá Vieira dá umainformação bem interessante. É quea “Associação Artística Monçanense”também tinha associados emSalvaterra: No dia 26 de Novembro de1906 fui acompanhar ao simiterio deSalvatierra o meu compadre D. ManoelAlonço. Tambem se fez representar noprestito a Assuciação Artistica porminha entervenção, que o fallecido porestar em atrazo de semanas a bastantetempo, não tinha direito a comparenciada Assuciação no enterro.

– A Galiza como local de PASSEIOE DE COMÉRCIO: No dia 15 de Julho de1898 fui a Mondariz na companhia demeu compadre José Vieira dos Santos emulher e filhas (...) fomos daqui nacatita do meu compadre e viemos e ficamosadmirados do que vimos no Hotel do Pei-nador e fora nas aguas e jardim e matacausando-nos admiração o que vimos.

Em Pontareias ao ir e ao vir paramos ecompramos algumas cousas, eu compreiuma maquina de cortar cavello que mequstou 50 rialles e uns sapatos de lonapor 20 realles e uma gravata por umapeseta um lenço branco de ceda por 10realles uma fazenda para chambra oublusa de minha mulher que me qustou 30realles uma libra de chocolates 5 reallesum frasco de azeitonas 8 realles umaboneca 4 realles para Elvira umagarrafa de agua de clonia 4 realles eforra outras despezas miudas de algumascadellas. / No dia 26 de Novembro de1898 foi minha mulher a Ponteareiascomprar o porco que se matou no dia 28do mesmo mez qustou o porco 23 pesos ocanvio regulava por 940 a 950 cadapeso. / No dia 29 de Dezembro de 1913fui fazer uma vizita ao meu amigo Snr.Ricardo Rodrigues Franco as Nieves ecomo lembrança levei-lhe um canário depresente: lá jantei e dipois que acabei dejantar comprei 12 baras de flanela para2 saias para as filhas que me importou250 reis trouse-as eu em mim; vim dasNieves em companhia do Manuel Cama-rada que está lá de barbeiro fui e vimpelo posto do Pescote. / No dia 10 deMaio de 1921 fui ser fiador do salvo-conduto de minha mulher e de minhafolha Iria, fazendo uma despesa total4.180 reis [Penso que se destinaria apassar peixe de Salvaterra para Mon-ção porque a mulher vendia peixe napraça de Monção].

– A Galiza como LOCAL DE TRA-BALHO: No dia 31 de Desembro de1897 foi um dia de temporal medonhoque não acorda aos nascidos de outroigual. Muitos pinheiros o vento arrancoumuitas arvures quebrou escangalhoumuitas beiradas de telhados mas isto foiem todo o paiz segundo se leu nos jornaes,este temporal causou grandicimosprejuizos por toda a parte. O meu oficialLuís tinha ido a Salvatierra fazerbarbas aos freguezes e teve de lá ficar poros barcos não poderem dar passagens comtam grande temporal [registo feito em1901]. / Fábrica em Salvaterra. No dia24 de Julho de 1909 inaugurou-se afábrica a vapor de serragem em Salva-tierra sendo sócios o José Monteiro e oAbílio Dantas desta villa e um outrohespanhol que não sei o nome. Foi de cáa música dos Milagres acompanhar opessoal da fábrica de cá, e fizeram váriosconvites a diversas pessoas para assistir à

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inauguração havendo beberete. / No dia3 de Março de 1921 o Clemente foitomar conta da loja que o José Sousa,vulgo o Zé Picarol, tinha em Salvatierrapor ele ter ido para o serviço militar. Nodia15-3-21 o Clemente tirou pela 1.ªvez o salvo-conduto. Fui eu ser o fiadorpara ele poder ir e vir quando quiser semestar a pedir favores aos guardas nem aosempregados da clandestinidade. / No dia16 de Novembro de 1923 foi neste diaque o Clemente deixou a loja emSalvaterra e principiou na minha loja.

– A VILA DE MONÇAO tambémera procurada, por alguns galegos,por outras razões: trabalho, férias econvívios. No dia 15 de Fevereiro de1899 era quarta feira de cinza e pellatarde chegaram ao caffé do João osseguintes sugeitos de Salvaterra RomãoSacretario, Prefeito Soto, Manoel daEliza, Augusto da Filhaboa, Victorianodo D. Manoel Alonço e mais doissugeitos chamados um Santiago e outroSilverio tendo-se vevido muito vinhomaduro no café do João em casa dasRoqueiras, alugaram um carro ao Lino efomos até Vallença a Ponte e passamaospara Tuy. Lá ciamos e fomos passar anoite para o cacino e dromimos no Hotelno outro dia de manha viemos no cocheate Guilharei e dipois no comboio ateSalvaterra no dia 16. / No dia 8 deSetembro de 1906 os amigos de D.

Gabino Bugalhal de Ponteareias vieramdar-lhe um jantar em Monsão o fim erapara cer no Palacio da Brejoeira mascomo o muvimento das obras era grande oSnr. Concilheiro não deu licença para lácomerem e então o jantar foi na quintaque erdaram os netos do José Vicente naVoa-Vista os filhos do fallecido Case-miro. No dia 31 de Agosto já os deSalbatierra lhe tinham dado um jantare mandaram ir a musica de Monsão latocar ao referido jantar. / No dia 16-8-909 fui a Salvatierra com o fim deesperar o meu amigo Snr. D. Roque JoséMartinez de Tuy. (...) Elle veio no dia18-8-909 e foi a 30 do mesmo mez estevede pousada em casa das Esteves trou-secom elle a criada chamada EutimiaLauriana Ribas e a sobrinha EutimiaDolores Baena Ribas. / No dia 20 deSetembro de 1915 veio para esta vila umpadeiro galego que estava em Salvaterrapara o forno que cozeu muitos anos oFrancisco Canosa na Terra Nova. Comose visse envolvido em assuntos declandestinidade foi em princípios do anode 1916 para a Galiza e em fins de1916 veio para cá o genro. / Desastre noRio Minho. No dia do Corpo de Deus 22de Junho de 1905 depois de terminar afesta ao regressar para suas casas napassagem do posto de Salvatierra o barcoafundou-se com um número de 25pessoas, salvando-se 4 ou 5 e afogaram-

se 22 pessoas quase tudo da Galliza, deportugueses 4, era um rapaz de Trute,outro de Moreira e outro de Pouza, cria-dos em Salvatierra. O barqueiro era deCortes e o acidente deveu-se à imprudên-cia de meter um grande número de pessoasnum barco pequeno. / No dia 16 de Feve-reiro de 1913, constou que chegava àestação de Lapela a máquina dotrabalho do caminho de ferro e desta vilafoi quase tudo em peso, como era Domingoe estava um lindo dia, não se via poraqui quase ninguém, como à uma horada tarde fosse a música a tocar para lá opovo animou-se e a concorrência foienorme não só da vila como das aldeias eValença e da Galiza e afinal de contas amáquina não veio como se dizia ficandotanta gente a ver navios.

– A PROCURA DA SAÚDE emEspanha também é um hábitorecorrente, através dos muitos regis-tos de consultas a médicos, em Tui:Mandei minha mulher com minha filhaErnestina a Tuy aos medicos no dia 28de Maio de 1900 por via dos encomodosde minha mulher. E até os políticos láprocuraram a cura para os seusmales: O triunfo do método Asnero. Nosjornais de 18 de Junho de 1929 veio anotícia da cura do Dr. António José deAlmeida, em S. Sebastian, Espanha,ficando curado dos seus padecimentos. E,com tinta diferente, escreve: Não é

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D. Antonio Cánovas del Castillo, em Monção

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verdade que ficasse curado, como os jor-nais disseram, porque continuou a pade-cer até 31-10-29, data do falecimento.

– Venda de JORNAIS E OUTRASPUBLICAÇÕES para Espanha. Atravésde imensos registos constata-se queele tinha assinantes de jornaisportugueses em Salvaterra que,naturalmente, lá fazia chegar diaria-mente, pelo barco da Lodeira: No dia28-11-1900 pagaram-me 3 meses dojornal. O suplemento do Século está pagoaté ao fim do mês de Fevereiro para omandar para Espanha, em nome de D.Agostinho Rodrigues, para as Astúrias.

– A LUZ ELÉCTRICA importada daGaliza: A luz eléctrica desta vilaprincipiou a ser fornecida da Galiza, nomês de Dezembro de 1933, que até estadata era fornecida pela fábrica de serraçãodos Padrões. / No mês de Agosto de 33fizeram uma coluna de tijolo e ferro, noCeixigal da Barca, para suportar os fiosda luz eléctrica que vêm para esta vila, daGaliza. Principiou a iluminar a vila, emDezembro do mesmo ano.

– Sobre a LOTARIA: Na lotaria deMadrid que andou a roda o dia 31 deMarço de 1898 tinha eu um decimo como numero 10.069 e çahiu primiado com30 pesetas ou ceijam seis pesos foi esta aprimeira vez que fui contemplado com umpremio da Lutaria apesar de ter jogadomuitas vezes. / No dia 28-8-1934 foiapreendida lotaria espanhola ao bar-queiro. Consta-me que pagou multa eperdeu o jogo.

– O seu interesse por Salvaterraleva-o a registar FACTOS DE INTERESSEHISTÓRICO: No dia 22 de Fevereiro de1899 foi a praça o Castillo de Salva-tierra e ficaram com elle o Sr. D. Cle-mente Alonço. E os Candeiras D.Matias e D. Constante ficaram com asmoralhas por 5.500 duros. E na con-tracapa de 3 dos seus livros, anota onome e data de falecimento de mui-tas pessoas amigas ou conhecidas,entre as quais se encontram algumasde Salvaterra, como o P.e D. Cle-mente Alonso, que morreu em 30-05-1910.

– INFORMAÇÕES DISPERSAS: Nodia 16 de Janeiro de 1913 próximo deLeixões afundou-se o vapor Varonese, comgrande quantidade de passageiros, deVigo com destino ao Brasil e BuenosAires, salvando-se quase todos os passa-geiros. / No dia 9 de Maio de 1924 dei

60.000 reis em cima de um anel de ouroa um galego que veio pagar e levou-o odia 29-05-924. / No dia 11 de Outu-bro de 1927 voou sobre esta vila, às 2 emeia da tarde, um aero-plano que vooubaixo para se poder ver bem, parece queera espanhol, causando admiração pelanovidade. / Em 6-3-1931 foram presosem Vigo, como passadores de notas falsasde 50 pesetas, o Manuel Vaz de Brito, deValença, e Luís e Benigno ÁlvaresSanches, irmãos do D. Manolo.

– GUERRA CIVIL ESPANHOLA:Nota-se, na grafia destes registos, opeso da avançada idade. Daí aescassez e a brevidade dos mesmos.Ainda assim, assinala: Em Junho de1936 principiou a Guerra Civil. Osgenerais comandantes do exército nacio-nalista são Franco e Mola. / No dia 12-7-1936 foi assassinado em Madrid oantigo ministro Calvo Sotelo em suaprópria casa. / Voluntários para a Gue-rra de Espanha. No dia 26-12-1936de Monção foi o Zé Cagona e um rapazdo falecido António pedreiro, e um rapazde Ceivães, do Quintas. Foram ali pelaConsoada. Foram de Vigo para as filei-ras das operações Nacionalistas. / Nodia 21-7-936 leu-se nos jornaes de termorrido o general José Sanjurjo espanholque estava em Portugal emigrado a tem-pos e ia em avião de Lisboa para Espa-nha para tomar parte na revolução eencendiou-se o avião ao largar e morreucarbonizado. / Desde este dia [21-7-1936] que a fronteira com Espanha estáfechada, devido à guerra civil. / No dia8-2-1937 em Salvaterra deitarammuito fogo e repicaram os sinos por osMarchistas tomarem Málaga ou Nacio-nalistas é que foram. / No dia 19-6-1937 os Nacionalistas tomaram Bil-bau. / No dia 2-8-937 foi tomada acidade de Santander pelos Nacionalistas./ No dia 21-10-937 os Nacionalistastomaram conta de Gijon por se renderemas forças militares as do Franco. / Nodia 25-8-1937 foi tomada a cidade deSantander pelos Nacionalistas. / No dia13-6-1938 as Forças do exército Nacio-nalista tomaram a capital Castellón deLa Plana, na noite de 13 de Junho. OGeneral comandante foi Aranda.

Considerações finais

Uma das faces da escrita emanálise, como se disse, é de ordem

contabilística. É um registo neces-sário que está para além de um meroauxiliar de memória. Mas a outraface desta escrita funciona como ogrande remédio contra a amnésia, aotranscender a fragilidade e fugaci-dade do presente falado, colocando-onoutras coordenadas de tempo eespaço.4 Conhecer e reflectir sobreestas escritas ordinárias, dentro deum marco mais alargado, ajuda aabrir novos caminhos para a(re)construção da história, na confi-guração da vida quotidiana quepermite recriar, e na história de vidade todas aquelas pessoas que, semestas fontes, ficariam definitiva-mente esquecidas. Todavia, estasescritas, sendo uma extensão damemória, só têm interesse quandoefectivamente o leitor com elas seencontra.

Um estudo mais aprofundado, noâmbito de um contexto académico,poderá, a médio prazo, dar origem aum estudo de carácter biográfico.

Finalmente, convém acentuar arelevância dos escritos desta naturezaque podem originar uma multipli-cidade de mundos. Resguardar essasmemórias é depositar na sociedadeum conjunto de testemunhos maisamplos, mais representativos detodas as camadas sociais, o quecontribui para uma história maiscolectiva.

Notas

1 João VERDE: Obra Poética,Monção: Câmara Municipal, 2001.

2 Verónica SIERRA BLAS: «Escribiry servir: las cartas de una criada...»,Signo. Revista de Historia de la CulturaEscrita, 10 (2002), pp. 121-122.

3 Sobre este assunto publicamosjá: três artigos no caderno de“Cultura” do Diário do Minho(Braga); 3 artigos no jornal regional“Notícias de Monção”; e uma sériede vinte e quatro artigos empublicação no jornal regional ATerra Minhota, entre os quais seincluem dois sobre “As relaçõesprivilegiadas com a Galiza”.

4 António CASTILLO GÓMEZ: Dastabuinhas ao hipertexto. Uma viagem nahistória da cultura escrita, Lisboa:Biblioteca Nacional, 2004, p. 17.

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JUACO LÓPEZ ÁLVAREZMuseo del Pueblo de Asturias

El autor se llamaba Toribio de laPumarada y Toyos, y fue el primerhijo de un matrimonio de campesi-nos de La Riera. Sus padres, como élmismo escribe en la autobiografíacon la que comienza su libro, eran“hidalgos por los cuatro costados,pero pobres, muy pobres”. En aqueltiempo la hidalguía era un honorque poseía el ochenta por ciento delos asturianos, un honor que no dabade comer, ni eximia de trabajar duro,ni de participar en trabajos comunescomo las sextaferias para arreglarcaminos, pero que sí era importantepara ocupar cargos públicos y entraren las ordenes religiosas. Pumarada alos dieciocho años marchó de LaRiera a estudiar a Oviedo y después

emigró a Valladolid para trabajarcomo criado. En esta ciudad sintióuna fuerte vocación religiosa e ingre-só en el poderoso convento de SanPablo, donde profesó con el nombrede fray Toribio de Santo Tomas.Entrar en esta orden religiosa no erabarato, y fray Toribio contó con laayuda de algunos frailes, de los últi-mos amos para los que trabajó y, porsupuesto, de sus padres. Residió ennumerosos conventos de la orden:Vitoria, Pamplona, Segovia, León,Tábara y Medina del Campo, y llegóa ser prior del de Tuy, en Galicia.Fue sobre todo predicador y ello lepermitió viajar, hablar con muchagente y observar ganados, costum-bres, vestidos, cultivos, etc. Sabemosque estuvo en las comarcas deTrasmiera, la Liébana, Valdeburón oTierra de Campos. En 1711, con 53

años de edad, residiendo en el con-vento de Valladolid comenzó a escri-bir su Arte General de Grangerías, conel fin de pagar una deuda espiritualcon sus padres. Pumarada siempre sesintió en deuda por el enorme sacri-ficio que habían hecho por él, al faci-litarle los estudios y su estado reli-gioso, y consideró que la redacciónde esta obra para el nieto mayor desus padres era el mejor homenaje quepodía hacerles. Muere poco despuésde concluir la obra, en 1714 o acomienzos de 1715 en el conventode Palacios de la Valduerna, en laprovincia de León. La obra no llegónunca a su sobrino, ni tampoco sepublicó; debió quedar en la bibliote-ca del convento donde falleció o en lade San Pablo, y después de pasar porvarias manos acabó en la bibliotecadel convento de dominicos de Corias

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Entre la tradición y la ilustración: La vida campesina en el tratado de un predicador

En 1711, un dominico del convento de San Pablo de Valladolid, natural de La Riera, en el concejo de Colunga (Asturias), comenzó a escribir un grantratado que abarcaba todos los ámbitos de la vidacampesina para que un sobrino suyo que vivía en La Riera saliese de pobre y no tuviese que dependerde los “señores caciques”. Terminó al año siguiente y en 1714 volvió a revisar todo el manuscrito y añadió unas adicciones. En total escribió una obrade 1.300 páginas, que tituló Arte General deGrangerías. La obra se divide en dos partes: la Grangería Espiritual y las GrangeríasTemporales. En la primera parte, están las recomen-daciones para la vida religiosa y la salvación delalma, pero hay mucho más, están las indicacionespara la educación de los hijos y las hijas, y susmatrimonios; la vida sexual; las relaciones con Dios,con el cura párroco, con los señores o propietarios de la tierra y con los vecinos; el testamento, e inclusohay unas recomendaciones para el buen gobierno

del concejo de Colunga. En la segunda parte, la de las Grangerías Temporales, recopila todas las enseñanzas para cuidar el ganado, plantarárboles, abrir prados y tierras, y cercarlos, sembrarcereales, plantar la huerta, y para el mejoraprovechamiento de todos los frutos y productos; las características que tiene que tener la casa de una campesino acomodado, su ajuar y muebles; los aperos, herramientas y medios de transporte; la sidra y el vino; la cría de abejas y palomas; la relación de las tierras de la parroquia de La Riera que él considera más adecuadas y una gran recomendación: el campesino que quiera medrar en La Riera tiene que trasladarse al monte, construir allí su casa y abrir allí tierras y prados. Todo el libro esta repleto de religiosidad, de filosofía campesina, de críticas al poder, a los señores y a los indianos, y de observaciones y recomenda-ciones prácticas.

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(Cangas del Narcea, Asturias),donde ingresó a fines del siglo XIX oa mediados del siglo XX. En la actua-lidad está en la biblioteca del con-vento de San Esteban en Salamanca.

La obra de fray Toribio de Puma-rada es excepcional en la bibliografíaespañola. No existe en nuestra histo-ria una obra de estas características,una obra tan ambiciosa, en la que setratan tantos asuntos, y que a la veztenga un destino tan limitado: ayu-dar a un único sobrino a mejorareconómicamente su situación y aascender en la escala social en laparroquia de La Riera de Colunga.

El libro contiene las opiniones deun fraile dominico que residió lamayor parte de su vida en Castilla laVieja, pero que nunca dejó de ser uncampesino pobre de Asturias, y queescribió con gran libertad pues suobra no estaba destinada a laimprenta, ni a la difusión publica.Al contrario, el libro debía tenerlo elsobrino bien guardado de las mira-das de todo el mundo. Además, granparte de la obra esta escrita con unestilo claro, directo y coloquial, conel que el lector tiene la sensación deque el autor esta dirigiéndose perso-nalmente a él. El tío aconseja alsobrino, le enseña, le advierte, leavisa y, a veces, hasta le reprende:

Ni salgas diciendo que según este artede romper y cultivar las tierras paraheredad es precisso andar siempre los bue-yes con la mollida, de verano y de hibier-no, y un mozo a su rabo, etc. No te loniego. Pero ¿qué querías?, ¿que holgan-do tú y los bueyes saliesen de milagro lasheredades echas perfectamente? ¿Querías,al uso de vuestro cultivo, que es de cum-plimiento, y como gato por brasa y a sóloescarabicaduras, tener heredades de lafampa? Déxate de essos vanos pensa-mientos. No pienses locuras. Echa manoal trabajo y con cuidado, porque cadaqual coge como siembra. Y cada qualsiembra como de antemano dispone la tie-rra (pág. 837).

Pumarada cuenta su visión de lascosas de aquel tiempo, sus criticas,los hábitos y las practicas que podíanmejorarse, y describe los aperos, cul-tivos o técnicas que él vio en sus via-jes y que podían aplicarse muy bien

en La Riera para mejorar la vida delos vecinos.

La claridad es uno de los princi-pios de la obra, y por este motivo suautor utiliza gran número de pala-bras asturianas. En 1711, los campe-sinos de La Riera hablaban sobretodo en lengua asturiana y para quesu texto fuese comprensible a susobrino era necesario que Pumaradaemplease muchas voces asturianaspara referirse a útiles, faenas, árboles,plantas e incluso a cualidades, senti-mientos, etc. Las más de seiscientas

palabras asturianas que empleaPumarada constituyen un nutridoglosario representativo del léxicoasturiano de la segunda mitad delsiglo XVII y principios del XVIII,época en la que existe una verdaderapenuria de fuentes para el estudiohistórico de esta lengua.

Igual que sucede con el asturiano,el libro es una fuente de informaciónmuy valiosa para conocer la vidacotidiana, la geografía, la antropolo-gía, la religión, la psicología, laganadería, el vestido, la agricultura,

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Cubierta del primer tomo, coeditado por el Museo del Pueblo de Asturiasy la Editorial San Esteban en 2006.

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etc. no solo de Asturias a fines delsiglo XVII e inicios del siglo XVIII,sino de los lugares en los que trans-currió su vida. Por ejemplo, en estelibro está la descripción zootecnicamás antigua que se conoce hasta elmomento de la raza del asno zamora-no-leonés.

Fuentes

Las fuentes de conocimientos queutiliza Pumarada son varias. Una, supropia experiencia en La Riera, dedonde marchó con aproximadamen-te 18 años y a donde sabemos quevolvió en 1704 y 1707, después dehaber conocido otros muchos lugaresy cuando él ya debía tener esbozadoen su cabeza el plan de esta obra.

Otra, la lectura de obras anterio-res de asunto religioso y de agrono-mía. En la parte dedicada a laGrangería Espiritual menciona adiversos autores y teólogos, sobretodo pertenecientes a la orden domi-nica, especialmente a Santo Tomásde Aquino, pero en el resto de laobra no menciona a ningún autor, loque no significa que no los haya uti-lizado. En la página 622, en un capi-tulo dedicado a los injertos, se refie-re a “un gran author” del que nomenciona su nombre, y que sabemosque es fray Miguel Agustín (1560-1630), autor del Libro de los secretos deagricultura, casa de campo y pastoril,publicado en catalán en 1617 yampliado y traducido al castellanopor su autor en 1625. También esprobable que haya utilizado el librode Agricultura General de GabrielAlonso de Herrera, editado en 1513,pues hasta mediados del siglo XVIIItanto este como el anterior fueron loslibros de agronomía más utilizadosen España. Pero, en relación coneste, es muy importante resaltar unacosa: Pumarada no copia nunca lite-ralmente, como hacen otros autoresque escribieron sobre agricultura,sino que él selecciona, resume einterpreta la información que extraedel libro de fray Miguel Agustín, yque aprovecha en algunos lugaresmuy concretos de su obra. Por ejem-plo, en el apartado dedicado a losinjertos, en el que menciona a ese“gran author”, advierte al sobrino

que pruebe, porque él no tiene cons-tancia de la bondad de algunas pro-puestas. También con cultivos que élno conoce directamente le advierteque se asegure y se informe bien. Esmuy revelador en este sentido, quePumarada no recoja en su obra nin-gún remedio curativo para personasy animales de los muchos que publi-can fray Miguel Agustín o Alonso deHerrera, pues Pumarada debió con-siderarlos muy poco fiables. Esteprobable escepticismo no quita paraque recomiende algunas prácticasbasadas en creencias populares muyarraigadas, como que se planten lau-reles junto a casas y cabañas para evi-tar “rayos y centellas”, que se pon-gan en los collares de las vacas ajosmontesinos contra los lobos o que secuelguen collares en los potros y lascrías de otros animales para evitar elmal de ojo.

Otra fuente de información es laobservación. Pumarada no es ungran erudito, ni un innovador de lastécnicas agrícolas, pero si es un granobservador con una doble mirada,una mirada sobre su mundo de LaRiera y una mirada sobre otros luga-res, y de la comparación de ambosmundos saca unas conclusiones. Poreso recomienda ropas, aperos o culti-vos que él vio en Trasmiera, La Lié-bana, Galicia, Valladolid o Oviedo,etc. para que el sobrino las apliqueen La Riera. Y no es solo un obser-vador pasivo, sino que indaga y pre-gunta sobre esas técnicas y ganados,etc.

Otra fuente de conocimiento, quetiene que ver con la anterior, son lasconfesiones. Pumarada se vanagloriaen el libro de su maña para sacarinformación sobre los comporta-mientos y sentimientos humanosmás íntimos, como las relacionessexuales, que le servirán tambiénpara aleccionar al sobrino sobre susdeberes conyugales y sobre ciertaspracticas sexuales que él considera“inmundas”.

Pumarada utiliza muchos refraneso “adagios viejos” para avalar susrecomendaciones. Los refranes con-cretan en una frase situaciones detodo tipo y se consideraban como elresumen de la sabiduría humanaacumulada por la experiencia. No

solo emplea refranes viejos y muyextendidos, sino algunos otros que seinventa él para convencer al sobrinosobre las grandes ventajas de susrecomendaciones y dar autoridad asus propias ideas. Algunos de losprimeros son: “Por oír misa y darcebada, nunca se perdió la jornada”;“Quien de este mundo quisieregozar, ha de oír, ver y callar”, a queañadió el viejo discreto, “y no serfácil en creer”; “No hay que fiar, queel enemigo a las espaldas sueleestar”. Entre los segundos, “inventa-dos” por el propio autor para refren-dar sus razones y concretar la filoso-fía de su Arte General de Grangerías,están los siguientes: “El pobre, paragrangear, ha señores se ha arrimar”;“Para el que no tiene tienda la de losmontes es la mejor hacienda”; “Paramedrar sin tasa en el monte se haarmar cassa”.

Soluciones a los problemas de una época

En relación con los contenidos dela obra hay que dejar muy clara unacosa. La obra de Pumarada no es unaelucubración de un loco, ni de unapersona disparatada que se encierraen su celda durante dos años paraescribir un montón de recomenda-ciones y noticias sin sentido. Nadade eso. Arte General de Grangerías estodo lo contrario. Es un libro queresponde a las necesidades y los pro-blemas de una época concreta, y aun-que es evidente que no todas sus pro-puestas son acertadas, algunas secumplieron, y muchas de las ideas ytécnicas que propugna llegaronhasta nuestros días.

La obra responde a la profundacrisis que estaba pasando España yen particular Asturias en esos años.Entre fines del siglo XVII e iniciosdel XVIII hubo unas hambrunas tanterribles que provocaron un descensosustancial de la población. A estohay que sumar la debilidad de lamonarquía representada por Car-los II que supuso un envalentona-miento de la nobleza y de los señoresque detentaban el poder de los con-cejos con un despotismo tremendo,atribuyéndose derechos sobre perso-nas y tierras que nunca habían teni-

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do. Además, no olvidemos, quePumarada escribe en 1711, año en elque el país todavía esta viviendo laGuerra de Sucesión entre los parti-darios de los Borbones y los Aus-trias.

Resumiendo mucho podemosdecir que para Pumarada la soluciónal hambre y el estado de pobreza delcampesinado estaba en dos medidasbásicas: desterrar el maíz y, sobretodo, colonizar las tierras baldías delmonte que eran de propiedad comu-nal. Para ello describe y delimita las

tierras que él considera más propi-cias en los montes de La Riera, y lasagrupa en cuatro posesiones que ten-drían sus viviendas en el mismomonte.

Las mayores dificultades parapoder llevar a cabo este plan son elcontrol que los señores ejercen deesas tierras, que no quieren por supropio interés que se cierren y pasena los campesinos, y el desorden queexiste en la aplicación de las orde-nanzas que regulan las aperturas defincas o de las que dependen el esta-

do de los caminos, los puentes, etc.Esto último, también lo achacaPumarada a los señores, pues elloseran los que dominaban los Ayunta-mientos.

Los remedios que dicta Pumaradaa su sobrino para solventar tantasdificultades son varios. El primero,trabajar duro, con conocimiento,astucia y maña, aplicando todas lasrecomendaciones que él escribe en suobra. El segundo, arrimarse a losseñores de la parroquia y al curapárroco con regalos o el casamientode una hija con un hijo de un señor.A este respecto, el símil de la yedray el pobre de La Riera que él mismoemplea es bastante revelador de estaidea:

Y reduzco mi razón fundamental aeste otro adagio: “El pobre, para grange-ar, ha señores se ha arrimar”. Y es larazón, porque el pobre (y más aí en Astu-rias) es como la yedra; y assí como ésta, sino se agarra de tiesso a algún árbol opeña fuerte, es precisso por su flaqueza queande abatida por essos suelos, expuesta aque la pissen quantos quieran, o la des-truyan, o de raíz la corten, o se la comaun cabrón. De la misma suerte el pobre,que aí en Asturias no está bien arrimado(lo qual se hace por casamiento) a algúnseñor, de precisso andará siempre por lossuelos abatido, con temores, y expuesto haser de qualquiera pissado, destruido o cor-tado; o a que algún cabrón se le coma deun bocado (pp. 166-167).

Otro remedio es obtener dineroen metálico para comprar ganado ytierras en el monte. Pumarada a lolargo de toda la obra va señalando elmodo de ganar dinero con la ventade algunos productos. La causa deesto es que si de algo careció siempreel campesino asturiano fue de capitalpara ese cometido, pues su economíade subsistencia en la que se trabaja-ba para sobrevivir no facilitaba esascompras, y los pocos excedentes quese sacaban se empleaban para pagarlas rentas, algunos gastos extraordi-narios (escribano, abogado, médico opasaje para emigrar) o comprar unospocos productos de vestir o comerque no se producían en la propiacasa.

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Una de las páginas del manuscrito

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PEDRO JAVIER CRUZ SÁNCHEZ(D. y E. El Rebollar.

Ciudad Rodrigo)

En el Diccionario de Autoridades de1732 se define la acepción novenacomo “espacio o término de nuevedías que se dedican a la devoción yculto de algún santo, para alcanzaralguna gracia o favor por su interce-sión, o para su celebridad”1. La defi-nición de la Enciclopedia UniversalIlustrada Europeo Americana, en suedición de 1919 completa, por suparte, a la anterior: “Colección depreces y alabanzas que se repiten porespacio de nueve días (tal vez enmemoria de los nueve coros evangé-licos) en honor de Dios NuestroSeñor o de algún santo, y paraimplorar su protección o la impetra-ción de alguna gracia; muy frecuen-temente estas devociones estánindulgenciadas por el SumoPontífice o los obispos”2.

En la definición de novena encon-tramos los tres elementos básicosque conforman la propia esencia deaquella: 1. Repetición de los rezos alo largo de nueve días (si bien tri-duos, quinquenarios, septenarios oduodenarios harían lo mismo en el

transcurso de tres, cinco, siete y diezrespectivamente); 2. Estas preces loson en honor de la Virgen, Jesucristoo, más frecuentemente, algún santoy 3. Su fin es el de pedir proteccióno conceder alguna gracia.

Bajo la denominación de novenas,libros devocionales sería la asignaciónmás correcta, englobamos todosaquellos libritos (novenas, triduos,quinarios, septenarios…, así comovisitas domiciliarias, oraciones, ejer-

cicios, entre otros tantos) que for-man parte de una serie de ejerciciosreligiosos propuestos por la iglesia,cuya realización se repite durante unnúmero determinado de días y conlos que, como vimos, se persigue laconsecución de diversos fines talescomo preparar el corazón de los fie-les para celebrar en las mejores con-diciones una fiesta importante deaquella o fomentar la adoración y laimpetración del santo en cuestión.Se dedican por lo común aJesucristo, a María en algunas de susadvocaciones o bien a alguno de lalarga lista de santos existente; eneste caso último para que mediantesu intercesión Dios concediese algúnfavor especial. Se suelen practicarpor parte de los fieles reunidos encomunidad (en la Eucaristía o des-pués de ella), aunque también sepracticaban con mucha frecuencia enla intimidad (visitas domiciliarias)delante de las capillas portátiles oestampas, sobre todo con la inten-ción de alcanzar alguna gracia parti-cular3.

Por su parte, la vertiente materialde las novenas, triduos, septenarios,visitas domiciliarias, etc. muestranuna serie de características más o

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Una introducción a la literatura piadosa popular: las novenas

De entre la multitud de temas que integran la religiosidad popular uno que se encuentrarelativamente olvidado en los estudios antropológicoshace referencia a ciertas prácticas llevadas a cabo a partir de una determinada repetición numérica:triduos, quinquenal, septenarios, novenas, etc.; setrata de unas prácticas que cuentan con una largatradición, pues sus raíces se hunden en la EdadMedia y que se han venido sucediendo con varianteshasta nuestros días. Con la presente introducciónpretendemos en esta ocasión realizar una serie deapreciaciones acerca de unas prácticas asociadas

además a un conjunto de elementos de cultura escrita que aún se encuentra poco valorado hoy en día. Con esta humilde aportación trataremos de esbozar algunos rasgos que definen este tipo de literatura, integrante de un macrogénero que llegó a buena parte de los estratos sociales. Así mismo, trazaremos una brevísima historia de las novenas vallisoletanas, a partir de las numerosas colecciones que sacaron a la luz las imprentas más importantes que desarrollaron su actividad entre los siglos XIX y XX.

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menos homogéneas en todos ellos,como corresponde al macrogéneroliterario al que pertenecen; comocorresponde a una literatura de col-portage, en palabras de Botrel, nosencontramos ante librillos de peque-ño tamaño, en octava las más de lasveces, de entre 20 y 60 páginas todasellas impresas en papel de escasacalidad, hecho que permitió tiradasrelativamente altas a bajo coste.Salvo algunas novenas que supusie-ron un mayor esfuerzo editorial, lamayor parte de ellas de finales delsiglo XVIII las cuales aparecen a vecesacompañadas de calcografías firmadapor alguno de los maestros grabado-res más famosos del momento –talcomo Manuel Salvador Carmona oManuel Gamborino- y por tantodestinados a un público con mayorcapacidad adquisitiva, estos librillosse destinaron principalmente a losestratos más populares de la socie-dad. La estructura de una novena esmuy sencilla y, como ocurre en casitodos los librillos analizados, encon-tramos las siguientes partes: portadaseguida en hoja fuera de texto de unaimagen xilográfica del santo o virgena la que se encuentra dedicada lanovena; una breve noticia de lainvención de la imagen a la quesigue el modo de hacer la novena yun acto de contrición. Posterior-

mente las pertinentes oraciones paralos nueves días y, como colofón, lospreceptivos gozos al santo impetra-do.

Aunque no entramos en este tra-bajo introductorio a tratar de encon-trar el origen de las novenas, el cualpodría remitir a prácticas ancestralesrelacionadas con el número nueve,utilizado con notable asiduidad en laterapéutica popular4, es interesanteseñalar, como lo hiciera en sumomento W. A. Christian, cómo alo largo de los siglos xvi, xvii y xviiilas devociones populares fueronmuy densas, existiendo una notableacumulación de devociones tanto aCristo, a los santos y, sobre todo, aMaría5 fundamentadas muchas deellas en la puesta en escena de nuevasprácticas piadosas promovidas desdeel Concilio de Trento. En el análisisde las novenas se pueden contrastar,no obstante, la existencia de unareligiosidad oficial que convive en lamayor parte de los casos con otrasprácticas religiosas populares quemuchas de las veces toman elemen-tos de ciertos ritos paganos ancestra-les. Es así como en ciertas novenas seincluye por ejemplo la manera dellevar a cabo rogativas y no precisa-mente en fecha antigua6. La auténti-ca explosión de este tipo de literatu-ra popular acaece sobre todo desdemediados del siglo xix y continúahasta mediados del siglo siguiente;es cuando encontramos, parejo a lageneralización de las imprentas entodos los núcleos de población más omenos importantes, el mayor núme-ro de novenas y libros piadosos. Si enlos siglos xvii y xviii encontramosnovenas dedicadas al santo patrón decada localidad, a los santos sanadores–santos terapeutas en palabras deChristian-, a Jesucristo o a la Virgen,en los siglos xix y xx las devocionesliteralmente se multiplican; nosencontramos en los siglos de lasdevociones locales, a determinadossantos que se encuentran en tal ocual ermita o capilla pero tambiénde las devociones de nuevos mártiresy de nuevos santos canonizados porla iglesia tales como, por ejemplo,Santa Gema de Gálgani, el Niño dePraga, San Miguel de los Santos, alobispo Valentín Berrio-Ochoa, Pe-

dro Canisio o a la beata Beatriz deSilva, entro otros muchos, a vecesintroducidos por algunas pujantesórdenes religiosas o promovidas,como luego veremos, por laVenerable Orden Tercera la cualtuvo una amplia aceptación enmuchas comarcas de Castilla. A lavez constatamos una serie de devo-ciones que en su momento se pusie-ron literalmente de “moda” entre losfieles, llegando a contar incluso conáreas de influencia que excedensobradamente lo local, tal y comoocurre con el Cristo de Limpias deSantander cuya devoción fue muypopular en tierra vallisoletanas o sal-mantinas, donde se editaron algunasnovenas en honor de aquel7. Otroscultos, de carácter principalmenteurbano, llegaron a contar incluso conimprenta propia caso de la Virgendel Perpetuo Socorro que inundó denovenas y estampas las librerías de laPenínsula. Al hilo del tercer cente-nario de la beatificación de SantaTeresa de Jesús en 1914 se editaronen multitud de imprentas tantonacionales como extranjeras8 laspertinentes vidas de la santa, estam-pas, fotografías o novenas. Hasta talpunto existía un comercio pujantede novenas y obras pías que la cono-cida editorial Calleja sacó a la ventahasta cuatro series distintas de nove-nas, acogidas todas ellas bajo el títu-lo de Devociones Escogidas de las que

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las primeras salieron a la luz en1898. Intervino en el esplendor deeste tipo de literatura la existenciatanto de imprentas especializadas enéstas tal y como las vallisoletanas deCuesta o de Andrés Martín, a lascuales volveremos luego, como lageneralización de imprentas religio-sas que se especializaron en objetos ylibros de culto9.

El estudio de los libritos piadosos desdeuna doble vertiente

Para llevar a cabo un análisis delas novenas como fenómeno antropo-lógico podemos abordar el mismodesde una doble vertiente, tantodesde la de la religiosidad como de laliteratura popular. Como fenómenode religiosidad popular las novenasvienen a materializar de una manerapatente la escenificación de numero-sas prácticas piadoso-devotas, tantoprivadas como públicas, que han ido

tomando cuerpo a lo largo de lasedades Media y Moderna y se hanrenovado y adaptado de una maneracontinua hasta nuestros días. Lasnovenas, como materialización deciertos ritos antañones, muestran deuna manera concisa, resumida y nor-malizada la puesta en escena de cier-tas prácticas religiosas en las quepodemos rastrear incluso rituales deotras religiones, como la repeticiónseriada de rezos y plegarias tal ycomo lo pueden hacer los musulma-nes o los tibetanos, por poner unejemplo. Como fenómeno puramen-te religioso muestran de una formabastante gráfica la evolución que lasadvocaciones, locales o no, han teni-do a lo largo de los tiempos, desdelos santos más comunes en el calen-dario cristiano hasta las advocacioneslocales de cada región, capitalizadaspor el santo patrón del santuariocomarcal correspondiente, así comolas ‘tendencias’ presentes en cada

época, tal y como vimos líneas arri-ba.

Además las novenas vienen amaterializar una parte importante delo que se ha dado en llamar literatu-ra popular y en este caso concretoliteratura de colportage10. Salidas quelas mismas imprentas que las coplas,pliegos de ciego y sainetes represen-taron para muchos grupos sociales,un público por lo común iletrado, laúnica literatura a la que accedió sien-do las mayor parte de las vecesaprendida más por el hecho de larepetición de las diferentes plegariasque por su lectura propiamentedicha. Como el resto de los elemen-tos que conforma el género de la lite-ratura popular, las novenas fueronenormemente asequibles para lospotenciales compradores contandocon tiradas bastante grandes graciasal escaso coste de su impresión y unadifusión, a su vez, que muchas des-bordó el área de influencia local de la

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advocación11. Tanto las principalesimprentas de cada ciudad comoaquellas otras de menor difusión ymenor tiraje tuvieron en la impre-sión de novenas y papeles piadososun importante mercado que en algu-nos casos, como el de la vallisoletanaimprenta de Cuesta, se mantuvieroncasi exclusivamente con este tipo deliteratura de escaso coste.

Las novenas de las imprentasvallisoletanas como ejemplo

Desde mediados del siglo XVIIIasistimos a una inusitada edición delibritos religiosos, hecho que laIlustración no pudo frenar; este fenó-meno se acrecentó en la siguientecenturia y perduró hasta bien entra-do el siglo veinte, mostrando unrelativo declive en nuestros días. Lanovena vallisoletana más antiguaque tenemos constancia está fechadaen 1790 y aparece dedicada a laVirgen de Valvanera12; existen a par-tir de esta fecha varias reediciones enel siglo XIX13 e incluso a lo largo delsiglo siguiente14.

Si bien de prácticamente todas lasviejas imprentas vallisoletanas edita-ron en un momento dado algunacolección de novenas15, las de Cues-ta y Santarén, junto con alguna otraalgo menos importante (Allén,Zapatero, Gaviria, Andrés Mar-tín…) inundaron literalmente elmercado de este tipo de literatura, elcual camina muchas veces parejo alde la literatura de cordel.

Aunque la casa Santarén se espe-cializó sobre todo en la edición decoplas de ciego, tal y como ha pues-to de manifiesto en más de una oca-sión Joaquín Díaz16, también su-cumbió a la impresión de novenas,estampas, aleluyas y libritos piado-sos, así como cuadernos rayados yotros objetos de escritorio, tal ycomo se mostraba en los anuncios dela época. La novena más antigua sali-da de sus talleres de la que tenemosconocimiento está dedicada a SanAntonio de Padua y se fecha hacia180017, si bien hasta el último terciodel siglo no volvemos a encontrarnuevos libros de carácter religioso;aún así no se abandona la edición depapeles piadosos entre tanto, según

lo certifica la presencia de pliegos decordel o de aleluyas de temática reli-giosa tiradas bajo la dirección deDámaso Santarén18. Como apuntába-mos líneas arriba, no es hasta el últi-mo tercio de siglo cuando, bajo ladirección de Fernando Santarén, vol-vemos a encontrar nuevas coleccio-nes de novenas. Al contrario que lasimprentas de Cuesta o de AndrésMartín, la casa Santarén editó unnúmero infinitamente menor denovenas las cuales además contaroncasi siempre con las mismas devocio-nes. Así entre las que conocemos deprimera mano predominan las nove-nas dedicadas a Nuestra Señora delCarmen, hechas a expensas de loscofrades de la Venerable OrdenTercera, la mayor parte de ellas data-das entre 1890 y 1903. Son muyfrecuentes a lo largo de los siglos XIXy XX la presencia de libritos facticiosque agrupaban a su vez varias nove-nas y vidas de santos, muchas vecessalidas de la misma imprenta. Unode estos libros facticios a los quehacemos referencia agrupa ejempla-res datados entre 1853 y 1877, sali-dos de las imprentas de Gaviria yZapatero, sucesor de Roldán, de1870, de la imprenta de los hijos dePastor de 1874, así como cuatronovenas más de Fernando Santarénfechadas en 1870, 1872 y 1874dedicadas a María Santísima de losDolores, a la Purísima Concepciónde María Santísima, a NuestraSeñora del Carmen y a San José.Estas dos últimas advocaciones –SanJosé y la Virgen del Carmen-, apare-cen en numerosas novenas datadasentre 1880 y principios del siglo XX.Observamos a partir de estos pocosejemplos como la actividad editorialde F. Santarén se acomodó a las devo-ciones locales vallisoletanas y prefe-rentemente urbanas, donde sin dudaencontró una clientela más fiel. Laactividad de Santarén en el campo dela devoción popular halló un impor-tante filón en la edición de novenaspara la cofradía de la VenerableOrden Tercera, orden que estuvoíntimamente relacionada con laorden franciscana19. Se trata de unacofradía la cual, según las novenasestudiadas, tenía por patrona enValladolid a Nuestra Señora del

Carmen; como apuntábamos másarriba, Fernando Santarén no editóuna colección de novenas tan ampliacomo la de Cuesta o de AndrésMartín y junto a las anteriormentereferidas conocemos algunas más, definales del siglo XIX, dedicadas alPatriarca San José, muchas de la cua-les además se encuadernaron enlibros facticios de pequeño tamañode sobadas pastas de tela o piel, aja-dos por el uso.

Si la imprenta de Santarén capita-lizó en buena medida el comercio decoplas de ciego en Castilla y otraspartes de la Península, la imprentade Juan de la Cuesta, por su parte,hizo lo propio con la literatura pia-dosa, inundando literalmente elmercado de obritas religiosas entrelas que hay que destacar por suabundancia y variedad las novenas20.Del análisis de las novenas de Cuestaen un periodo de 70 años (1847 a1917) se puede advertir grosso modouna relativa evolución de las devo-ciones a lo largo del tiempo. Así losprimeros librillos religiosos comer-cializados datan de los años 184721 y184822, bajo la razón comercialImprenta de Juan de la Cuesta yCompañía23, siendo a partir de 1850y hasta principios del siglo XXcuando la edición de novenas alcanza

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un éxito notable encontrando en lacolección de esta editorial más de100 títulos. A partir de los años quecorren parejos a la Primera GuerraMundial la edición de novenas vadecayendo paulatinamente a favor deotro tipo de literatura tal vez máscomprometida con la sociedad. Lacolección de novenas y papeles pia-dosos de la editorial Cuesta era bas-tante amplia y encontramos dentrode la misma numerosos ejemplos denovenas dedicadas a los santos sana-dores o terapeutas de Christian, perosobre todo a toda una pléyade dedevociones tanto urbanas (devocio-nes de imágenes ubicadas en las dife-rentes parroquias vallisoletanas,entre la que destaca la Virgen de SanLorenzo), como locales a expensas lamayor parte de las veces de la devo-ción popular24. Según camina elsiglo XIX hacia el siguiente encon-tramos un significativo aumento dela edición de novenas dedicadas aciertos beatos o advocaciones (SanMiguel de los Santos, Niño Jesús dePraga, Nuestra Señora del PerpetuoSocorro25, San Luis Gonzaga…) lascuales muestran un marcado carácterurbano nacidas muchas veces dedevociones netamente europeas26.

Si bien es cierto que Santarén yCuesta fueron las editoriales másinfluyentes en lo que respecta a laliteratura de devoción tanto a nivellocal como regional, no lo es menosque a veces las hicieron sombra todauna pléyade de pequeñas imprentasque sacaron al mercado este tipo delibritos de gran tirada y bajo preciofácil de adquirir para el gran publicogracia a las enormes tiradas de lasmismas. El surgimiento de estasnuevas imprentas, casi especializadasen la edición de novenas, viene acoincidir con el lento languideci-miento de las antaño grandes edito-riales vallisoletanas (Santarén yCuesta), a principio de la primeradécada del pasado siglo. Recoge eltestigo de Cuesta la Librería deAndrés Martín Sánchez, sucesora de laImprenta de los hijos de Rodríguez, lacual edita su primera obra de carác-ter religioso en 190327, si bien lanovena más antigua de la que tene-mos constancia data de 190528.

La labor editorial de Andrés

Martín se mantuvo en los primerosaños de su existencia gracias a la edi-ción de novenas, cuya colecciónsuperaba sobradamente la treintena.Aunque este tipo de productos se hamantenido hasta prácticamentenuestros días, en la actualidad seencuentra en franca decadencia,haciendo la salvedad de lasCaminatas a San Nicolás de Bari, lascuales cuentan con cierto predica-mento en el momento actual.

La lista de imprentas y libreríasque editaron novenas desde princi-pios hasta mediados del pasado sigloes bastante larga29; si bien no hubouna especialización en el campo delos papeles piadosos como ocurríaantaño, no hubo imprenta porpequeña que fuera que editara algu-na vida de santo o novena, la mayorparte de las veces realizadas a expen-sas de algún devoto, cofradía o esta-mento eclesiástico. La edición denovenas no decreció durante laGuerra Civil ni en las siguientesdécadas, momento en que toda unaserie de pequeñas imprentas, ahorabajo la denominación de gráficas,sacaron al mercado importantes tira-das de estos librillos de devoción. Sibien aquellas eran más o menos lasmismas de siempre, se advierte enmuchas de ellas claros mensajes polí-

ticos30 propios de la época. En losaños de la posguerra se continuarácon la edición de estos papeles, sibien según avanza el siglo esta acti-vidad irá decreciendo paulatinamen-te acorde a la progresiva desacraliza-ción de la sociedad.

Con estas pocas líneas, que noshan pretendido ser más que una pri-mera aproximación al tema, hemostratado de realizar unas breves pin-celadas al tema de las novenas lascuales se deben de analizar tantodesde una óptica antropológica encuanto manifestación religiosa queademás muestra con bastante preci-sión la propia evolución de las advo-caciones, como un fenómeno másdentro de la compleja urdimbre de laliteratura popular la cual contó ade-más con mayor éxito que otrosaspectos de la misma, fácil de com-prender si atendemos al profundosentir religioso de la sociedad hastabien entrado el siglo XX. Lejos deagotar el tema, nuestro trabajo se hade erigir en punto de partida paraanálisis de mayor entidad. Sin dudaalguna esa fue nuestra intencióncuando nos propusimos redactar eltrabajo que tiene el lector entre susmanos.

Referencias bibliográficas

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LABARGA GARCÍA, F. (2006): «Cofra-días de Valvanera: cauce de iden-tidad riojana». La Rioja en el exte-rior, 4. Logroño.

Notas

1 Diccionario de Autoridades, 1979 [II]:684).

2 Enciclopedia Universal IlustradaEuropeo Americana, 1919 [38]: 1337.

3 COLLANTES DE TEHERÁN, 2001:101-102.

4 GAVILANES, 1995: 243-262.5 CHRISTIAN, 1976: 73.6 Novena a Nuestra Señora de Sonsoles,

tutelar y especial protectora de la invicta ynoble ciudad de Ávila y patrona de su tierra.Imprenta Católica y Encuadernación deSigirano Díaz, 1929. Ávila.

7 El Cristo de Limpias. Relatos de susprodigios, investigación acerca de su historia,su origen y su escultor. Imprenta El Sal-mantino, 1919. Salamanca.

8 Tal como hicieron las imprentas deL. Turgis, de Letaille o de Bouasse-Lebelentre otras, situadas en las inmediacio-nes de la rue Saint Sulpice de la capitalparisina, las cuales inundaron de estam-pas el mercado europeo y, especialmen-te, el español.

9 La Guía de Valladolid y su provincia.Guía general Ilustrada de 1900, de J.Álvarez del Manzano y José VillaríasLlano, incluía un anuncio de la impren-ta de Andrés Martín con la lista de susproductos, entre los que encontramos“devocionarios de lujo y demás libros depiedad, estampas, rosarios, medallas,crucifijos y cuantos artículos religiososse deseen”.

10 BOTREL, 1993: pássim.11 Como ejemplo valga la distribu-

ción de novenas de la vallisoletana edi-torial de Juan de la Cuesta en libreríasde El Ferrol.

12 Novena de la milagrosa Imagen deMaria Sm. de Valvanera Que se venera en sucapilla en la Parroquia del Salvador de estaCiudad de Valladolid. 1790. Imprenta deD. Manuel Santos Matute. Valladolid.

13 F. LABARGA GARCÍA, quien recogela historia de la Virgen de Valvanera ylas numerosas advocaciones repartidas

por el mundo, refiere una novena fecha-da en 1816 salida de la imprenta deManuel Aparicio. En esta mismaimprenta se tiró una nueva edición estavez en 1844.

14 Novena de María Santísima deValvanera, que se venera en la IglesiaParroquial del Salvador de la ciudad deValladolid. 1906. Imp. y Lib. Religiosade Andrés Martín Sánchez. Valladolid.

15 Las librerías de Manuel Aparicio,José María Lezcano y Roldán, Gaviria yZapatero o J. Pastor entre los más desta-cados de las primeras décadas del sigloXIX, editaron varias colecciones de nove-nas y vidas de santos.

16 DÍAZ, 2000: 35-50. 17 Novena al glorioso San Antonio de

Padua. Conocemos esta novena gracias ala información de Joaquín Díaz.

18 De nuestra colección procede unaaleluya titulada Modo de rezar el Rosario aMaría Santísima fechada en 1856.

19 ALONSO PONGA, 2003: 41.20 Aunque Cuesta se especializó en la

edición de obras de devoción, no dejóapartada, como ocurre con la casaSantarén, la publicación de libros quecontenían otra temática, las más de lasveces de carácter popular, como el cono-cido Lunario o Pronóstico Perpetuo deGerónimo Cortés editado en 1892.

21 Manual de Preces para la Cofradíadel Santísimo Corazón de María, instituidaen el pueblo de Villamayor de Campos y aso-ciada a la Archicofradía de Nuestra Señorade las Victorias de París, contiene ademásuna breve instrucción para los asociados, y

como por apéndice una ligera reseña, de laMedalla prodigiosa. 1847.

22 Quinario Sagrado, o devoción que dis-tribuida en cinco días, se consagra al glorio-sísimo Proto- Mártir del sacramental sigiloel Señor S. Juan Nepomuceno. 1848.

23 A partir de 1877 se denominóImprenta y Librería de la Viuda deCuesta e hijos, sita en los números 38 y40 de la Calle Cantarranas y pocos añosdespués Imp. y Lib. Católica de Cuesta éhijos. Hacia 1902 pasó a llamarseImprenta y Librería de José Manuel dela Cuesta. Finalmente, en los últimosaños de su existencia simplementeTipografía Cuesta.

24 Novena a María Santísima que con eltítulo de Nuestra Señora del Bustar se vene-ra en suntuosa hermita en el pueblo deCarbonero, Diócesis de Segovia compuesta porD. J. P. 1855. Imprenta de D. JuliánPastor. Valladolid.

25 Hasta tal punto tuvo esta devociónéxito que en Madrid se estableció unaimprenta, El Perpetuo Socorro, queeditó todo tipo de escritos y papeles pia-dosos sobre esta advocación, sobre todoen los años postreros a la Guerra Civil.

26 Como ocurre con Nuestra Señorade Lourdes, de la que Cuesta editó nove-nas a partir de la última década del sigloXIX.

27 Catecismo de la Cuestión Obrera porun socio Protector de las Escuelas y CírculosCatólicos de Valladolid. 1903. Imp. y Lib.Religiosa de Andrés Martín Sánchez.

28 Novena a Nuestra Señora del Rosario(recuerdo de la Fiesta del Santísimo Rosario,año de 1905). 1905. Imprenta y LibreríaReligiosa de Andrés Martín.

29 En las dos primeras décadas delsiglo, junto con las ya mencionadas deSantarén, Cuesta y Andrés Martín, edi-taron novenas las imprentas de LaMinerva, la Imprenta Castellana y laImprenta San José. En los años 30, laImprenta Católica de F. G Vicente, LaTipografía Poncélix y las imprentas deE. Zapatero, J. Concejo y Allén. Por suparte, en los años 40 encontramos lasimprentas de Santiago y la Imp. y Enc.De Mariano Fraile Rivera y, finalmente,en la década siguiente las gráficas SantaMaría, Alonso y Castilla, así como laImprenta Agustiniana.

30 La madre de Dios capitana general delos ejércitos nacionales. Capitana contra elmarxismo. La Virgen del Pilar. Sin fecha(años 30). Imp. Católica F. G. Vicente.Valladolid.

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JAIME PEREDA MARTÍNUniversidad de Alcalá

La “prehistoria” del archivo aus-piciado por el Seminario Interdis-ciplinar de Estudios sobre CulturaEscrita (SIECE) nos lleva hasta laUniversidad de Alcalá en el año1996. Durante ese curso académicose celebró en La oveja negra, una cafe-tería cercana a la Facultad deFilosofía y Letras de la universidadalcalaína, una exposición que se titu-ló Memoria cotidiana de la escritura. Asugerencia del profesor AntonioCastillo Gómez, varios de los alum-nos que cursaban alguna de sus cla-ses se pusieron a rebuscar papeles ensus casas, dentro de cajones olvida-dos o trasteros polvorientos y, sobretodo, en las viejas cámaras de loshogares de sus abuelos en el pueblo,usadas antiguamente como granerosy que con el paso del tiempo acaba-ron reconvertidas en desvanes dondeir almacenando todo aquello quepadres e hijos no consideraban ya deutilidad, pero que les daba penatirar. Hoy esas cámaras son auténti-cos cofres del tesoro para los nietosde sus propietarios. Las escriturasordinarias encontradas duranteaquella labor de caza y captura de

papeles familiares sirvieron para lle-nar las diferentes vitrinas de la expo-sición que, a través de la escritura,iba recorriendo los distintos estadiosy ciclos por los que pasa una personaa lo largo de su vida: desde la cunahasta la sepultura.

La experiencia adquirida conaquella exposición sirvió para con-vencernos del potencial que el recin-to universitario atesora, tanto comoreclamo para la recogida de materia-les como para la valorización de esosfondos, más aún teniendo en cuenta

la falta de políticas de conservaciónsistemáticas puestas en marchadesde las distintas administraciones.Las recientes Universidades Seniors,de la Experiencia o de Mayores, queatraen a las aulas alumnos conmucha vida a cuestas, son un enormefilón todavía sin explotar.

Además pudimos comprobar envivo y en directo cómo muchas de lasescrituras generadas por la gentecomún en su quehacer diario, quetanto nos pueden decir sobre unasociedad, están en vías de extinción:en unos casos por culpa de ese grancensor que es el pudor y más común-mente porque estos materiales no seaprecian en su justa medida. Visto elpanorama nos convencimos de que latitánica tarea de conservación de estepatrimonio documental tenía queempezar en primer lugar por nues-tros pueblos, donde hay más riesgode que las huellas escritas de los máshumildes desaparezcan.

No es ningún secreto el cambioacelerado que están experimentandoen su fisonomía la mayor parte de laspequeñas localidades que rodean alas grandes ciudades y capitales deprovincia a causa del proceso urbani-zador vivido en todo el país.Nosotros desde la sede del Archivo

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El Archivo de las Escrituras Cotidianas-SIECE

Las siguientes páginas pretenden ser una breve visitaguiada por la historia y los fondos documentales delrecientemente creado Archivo de las EscriturasCotidianas-SIECE. Se trata del más joven de losintegrados en la Red de Archivos e Investigadores de la Escritura Popular (RedAiep) y, por ello, elvolumen de sus fondos no es comparable al de otrasinstituciones pertenecientes a la Red, como el Museodel Pueblo de Asturias o el Arquivo da EmigraciónGalega; sin embargo, cuenta con la ventaja de nolimitar su recogida de materiales a una determinada

zona geográfica, sino que custodia escritos procedentesde diversas regiones del país e incluso del extranjero.Gracias a las cesiones y donaciones, realizadasprincipalmente por alumnos universitarios, se halogrado ya reunir documentos personales que abarcancasi todas las tipologías documentales generadas porla gente común: diarios, memorias, agendascampesinas, recetarios, libros de cuentas, cuadernosescolares o libretas misceláneas, además de unavariada colección de cartas y postales. Los ejemplaresmás antiguos datan de principios del siglo XIX*.

Sobre de la carta (febrero de 1962)enviada desde la prisión militar

de Alcalá de Henares por RigobertoFernández a su hijo, alumno porentonces de la Academia Regional

de la Guardia Civil en El Escorial.

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en Alcalá de Henares somos testigosde cómo el crecimiento de Madrid yde las populosas ciudades del corre-dor del Henares van reduciendo elhábitat de muchos de los ejemplaresmás antiguos de nuestro patrimonioescrito popular. Con cada casa deanchos muros de adobe que se va alsuelo junto con su corral, su pozo ysu gallinero, para ser sustituida porun moderno bloque de apartamentoso adosados, desaparece parte denuestro acervo documental. Por des-gracia no tenemos la suerte de que acada derribo llegue alguien para sal-var “in extremis” a los viejos papelesde su destino final en el basurero.

Desde aquella muestra de escritu-ra popular en la primavera de hace ya10 años, que nos permitió reunir losprimeros epistolarios, cuadernosescolares, postales y libros de cuen-tas, han seguido llegando al despa-cho del Área de Ciencias y TécnicasHistoriográficas de la Universidadde Alcalá, en un goteo lento perocontinuo, más y más documentoshasta conformar una pequeña colec-ción lo suficientemente digna comopara plantearnos la fundación, estavez de manera oficial, de un archivode escrituras cotidianas, dedicado nosólo al depósito y conservación de lasmismas sino a su estudio y divulga-ción. La oportunidad se presentó enel 2004, cuando la creación delSIECE permitió reunir a un equipode trabajo consciente de la impor-tancia de salvaguardar las escrituraspopulares y convencido de la necesi-dad de incorporarlas a las investiga-ciones históricas realizadas dentrodel ámbito académico.

Fondo escolar

De todas las variantes de escritu-ras “ordinarias”, cotidianas y priva-das que se nos han confiado para suconservación, son los ejercicios esco-lares y las cartas los que más abun-dan. Cosa lógica y repetida en lamayor parte de los archivos destina-dos a la conservación de la memoriapopular, ya que las escrituras escola-res y la correspondencia suponen elprimer paso en el proceso de adqui-sición de la competencia lecto-escri-tora. Además, en el caso de las escri-

turas infantiles y escolares, sonvarios los factores que han coadyuva-do a la conservación de un ingentematerial tanto por parte de personasparticulares (gracias al cariño de lospadres hacia los primeros escarceoscon la escritura de sus hijos o a lanostalgia de la niñez) como de losestados bajo regímenes dictatoriales(procesos de depuración del profeso-rado). Conservamos una pequeñacolección de manuales epistolarespara niños, ejercicios caligráficos(1916-1946) y cuadernos escolares(1941-1986) de variadas caracterís-ticas, algunos empleados para unasola asignatura, otros reuniendotodas las materias impartidas en elaula, entre ellos el de Ramón deArteaga (Campo de Criptana, 1941-1942).1 Cualquiera que lea algunode los estudios sobre cuadernos esco-lares producidos por los historiado-res de la educación y de la culturaescrita se sorprenderá de todo el jugoque se les puede sacar. Especial-mente interesantes son los cuadernosde rotación, llamados así porque“rotaban” por toda la clase.Diariamente uno de los alumnos

escribía en él la lección del maestro yservía para mostrar a los inspectoresescolares qué se estaba enseñando enel aula. En el archivo conservamosuno de estos cuadernos (Escuela uni-taria de Coscurita, Soria, curso1965-1966) del maestro AlbertoCervero.2

Lo más antiguo de este fondo sonunas muestras caligráficas (1916), lomás exótico un student´s note book delmedio oeste americano y la guinda lapone una tipología en franco retroce-so en nuestros días, por no decirdesaparecida del todo, de la que con-tamos con varios ejemplos: los dis-cursos preparados con ocasión delhomenaje a maestros de escuela quese jubilan. En el caso del que leyóJuan Sanz a su maestro don José (s.f.,tal vez de finales del XIX) se trata deun solo discurso, pero también tene-mos los de varios alumnos a unmismo profesor. En la cálida despe-dida a Abdón Sánchez Mascaraque(12 de abril de 1925) fueron tres desus pupilos los que le dedicaron unaspalabras y las dejaron por escrito. Nopuedo resistirme a la tentación deinsertar un pequeño fragmento deuno de estos discursos, para que seadvierta la enorme mudanza que hahabido en la consideración del profe-sorado desde los tiempos en que seles nombraba con el “don” pordelante. A buen seguro que si el lec-tor ha trabajado entre pizarras ypupitres enrojecerá de envidia:“Obrero incansable, que hábil manejastepor yunque los libros, por fuego tu afán,y en la vieja escuela, con ardor forjastesanos corazones que hoy gracias te dan[…]nuestros pensamientos más grandes sehicierony por ti supimos: querer y pensar […]Justo es que este día todos acudamosy justifiquemos tu noble labor […]Alumnos, y un pueblo a quien tu ins-truistete dan lo más bueno de su corazón.”

Fondo epistolar

Hasta la llegada del teléfono einternet, el principal sistema decomunicación entre los que estabanlejos fue siempre escribir en unpapel, meterlo en un sobre y esperar

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Postal de Basilio Martín Sanz desde el acuartelamiento de El Fondak

(Marruecos) fechada el 20 de octubre de 1925.

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a que el correo lo llevara a su destinomás pronto que tarde. Primero eldescubrimiento europeo de Américaestimuló el desarrollo del géneroepistolar, después los masivos movi-mientos migratorios y las grandesguerras de la Época Contemporánealo popularizaron entre amplias capasde la población tradicionalmentealejadas de lo escrito. Leer y escribircartas se convirtió en un importanteacicate para la alfabetización.

Los avances tecnológicos parecie-ron llevar a un cierto declive estapráctica; el teléfono era mucho máscómodo e inmediato, reservándoselas cartas sólo para ocasiones especia-les. Sin embargo, ha sido también latecnología la que ha sacado al géne-ro epistolar del pozo: internet hamultiplicado exponencialmente estetipo de escritura, eso sí, a cambio deun lenguaje más descuidado y de unnuevo soporte mucho más inmate-rial que el papel, con las oportunida-des y problemas que ello comporta.

En definitiva, millones y millonesde cartas que pocos se preocupan enconservar, a pesar de que ofrecen unavaliosísima información sobre lavida cotidiana (e incluso íntima) delas personas y de cómo van evolucio-nando a lo largo de su periplo vital.Estas correspondencias, redactadaspor una multitud anónima, son unaverdadera enciclopedia de la vida delas personas. Nos cuentan mucho nosólo de los lugares en que vivieronsino de la propia naturaleza humana,de sus anhelos y preocupaciones, desus virtudes y sus miserias.

El Fondo Epistolar de nuestroarchivo conserva alrededor de unmillar de ejemplares de cartas y pos-tales escritas a lo largo de todo elsiglo XX, y es el que más va a creceren el futuro inmediato. De estevariado corpus destaco el pequeñoepistolario con las cartas de juventud(década de 1930) enviadas porPepita García a una prima suya, enel que los textos siempre aparecenaderezados por multitud de dibujosy viñetas que dan gran vivacidad a sudiscurso. No en vano, la pinturaacabó siendo una de sus grandespasiones, llegando incluso a realizarvarias exposiciones públicas.Igualmente reseñable es el fondo de

36 cartas (Murcia, 1956-1957) deRamón de Arteaga a sus padresescrita desde la Academia Militardel Aire en San Javier, cuyo estudioha permitido conocer aspectos signi-ficativos sobre la modalidad de la“carta familiar” junto a otros referi-dos a la experiencia y vida deArteaga como estudiante de avia-ción.3 También resultan interesan-tes, entre otras, un par de postales deLa Unión Universal de Correos (ElFondak, 1925) enviadas por BasilioMartín a su familia, en el pueblo,desde un acuartelamiento enMarruecos, sólo cuatro años despuésdel desastre de Annual; las cuatromisivas de un padre a su hijoEduardo durante un breve peroinmerecido periodo de reclusión enla prisión militar de Alcalá deHenares (febrero de 1962), con unaforma de indicar la dirección postaldigna de ver; o algunas cartas escri-tas en tiempos de nuestra guerracivil, dos de las cuales redactadasdentro de un campo de concentra-ción. Más recientes son varios depó-sitos de las cartas enviadas por losniños a los Reyes Magos en las cam-pañas navideñas del 2004 y el 2005.

En general, el lenguaje de estosescritos disloca las normas del idio-ma y fuerza la gramática; pero comoen muchos casos el emisor tenía algoque contar, algo que vivía intensa-mente y que le salía de muy dentro,el alejamiento de los cánones litera-rios no hace que la prosa pierda suvigor, al contrario, se siente muycercana y en ocasiones alcanza granemotividad, como en una carta escri-ta en vísperas de la operación de unniño fechada el 22 de junio de 1945.

Fondo Memoria

En las cajas de este fondo se puedeencontrar un amplio abanico deescrituras más o menos autobiográfi-cas que van desde los diarios ymemorias hasta las agendas, librosde cuentas o libros de memoria.

Por razones obvias, abundanmenos que las escrituras epistolares:requieren un mayor esfuerzo y disci-plina. No todos los que escribimoscartas llevamos un diario, pero sícreo que el que escribe un diario

generalmente es un asiduo de laescritura epistolar, con la que se haformado antes de dar el paso a undiario o unas memorias. El carácterde la persona, más o menos intros-pectivo, lleva a crear (o no) escritosde tipo autobiográfico, si bien hayveces que se debe más a un estímuloexterno. Un buen ejemplo de esto selo escuché al profesor ManuelAlberca en el I Simposio Internacio-nal de Archivos e Investigadores dela Escritura Popular, celebrado enZamora el pasado octubre, donderelató el caso de una chica que nuncahabía llevado un diario hasta elmomento en que recibió el impactode la noticia de que un gran amigohabía contraído el sida. En situacio-nes más agradables, el viaje tambiénpuede ser un gran estímulo paraponerse manos a la obra con un dia-rio que impida que nuestras viven-cias caigan en el olvido. En algunashojas sueltas de una agenda ElisaGrajal compuso su diario de viaje aPalma de Mallorca (1976) y explicalas razones que le llevaron a escribir-lo: “Está escrito deprisa y sin preten-der que sea una pieza literaria peroyo lo releo y es como si lo estuvieraviendo; lo escribía muchas veces enlas excursiones y como fuera. Día 20de Abril 1976”.

El acontecimiento externo quenos puede empujar a escribir memo-rias suele ser el que nos permite dis-poner de mucho tiempo libre en unmomento determinado de la vida,una larga convalecencia por enferme-dad, la jubilación o ciertas vivenciasespecialmente intensas o aventure-ras. Conservamos copia de tres deestas memorias. Al menos en dos delos casos se trata de personas que nohabían tenido un especial contactocon los utensilios de la escritura sinomás bien con el de los aperos delabranza; sin embargo el abundantetiempo libre proporcionado por lajubilación y la conciencia de lomucho que han cambiado los tiem-pos desde su época de mozos, lesempuja a coger bolígrafo y papelpara poner en orden los recuerdos desu existencia. En algunas ocasiones,sin más compromiso que el debido auno mismo, en otras con la claraintención de refrescar la memoria a

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sus desmemoriados descendientes.Se trata de las memorias de guerra deHiginio Busons y de RigobertoFernández (guardia civil que luchóen los dos bandos), y de las memo-rias de un agricultor (Valdepiélagos,Madrid) en las que se mezclan susvivencias personales con la historiadel pueblo, redactadas para que susnietos valoren todas las comodidadesde las que ahora disfrutan como algode lo más natural y que, sin embar-go, la generación de sus abuelos nopodía ni soñar. El memorialista, acada paso, recuerda a sus descendien-tes más retoños la maravilla de ges-tos tan cotidianos como abrir ungrifo y que salga agua potable, o lanecesidad de ir de viaje y no tenernada más que montar en un coche osubir a un avión. Desde su observa-ción atenta de lo acaecido en supequeña aldea, describe a las milmaravillas, mejor que cualquier eco-nomista, la revolución que supusopara la vida en el campo la llegada delas primeras máquinas que fueronautomatizando las tareas agrícolas,con el consiguiente excedente demano de obra campesina que tuvoque buscarse el pan en otros sectores,como el de la construcción o liarse lamanta a la cabeza y salir del pueblocamino de la ciudad.4

Apuntes y cuentas

A caballo entre el diario y el librode cuentas están las ocho agendaspersonales de José Aparicio Sangre-gorio (1969-1979). El pequeño for-mato de éstas, con más de un día encada hoja, modeló un tipo de escri-tura seca y concisa que levanta actade las labores agrícolas de cada día,registra meticulosamente los díasnublados y de lluvia, y da noticia delos que van dejando el mundo de losvivos. En cuanto a los libros de cuen-tas propiamente dichos, el Archivode las Escrituras Cotidianas-SIECEtiene media docena de ellos. Sobretodo si se trata de ejemplares ante-riores al siglo XX, fueron llevados engeneral por labradores bastante aco-modados que quizá resulten difícilde encajar en la resbaladiza categoríade lo “popular”, pero por sus hojasvan apareciendo interesantes infor-

maciones sobre multitud de gentesque sin duda entran en la esfera delos humildes: los sueldos de jornale-ros de todo tipo; los precios de losproductos agrícolas y ganaderos; ofi-cios y aperos de labranza ya extin-guidos; e infinidad de datos sobre lacultura material y la vida aldeana. Ellibro de cuentas de Benito Sanz(tiempo de escritura básicamenteentre 1823 y1839, aunque tienealgunos apuntes de fechas posterio-res) es un buen ejemplo de esta tipo-logía textual: las páginas se dedicana la contabilidad pero, de cuando encuando, entre los registros puramen-te económicos, destellan algunosapuntes autobiográficos, principal-mente los nacimientos y las muertesen su entorno familiar; así comoalgunos momentos muy señaladosen la vida de la persona que lleva ellibro y que le indujeron a meditar,como se puede leer en el recto delfolio 50 al hilo de una jornada decaza un tanto accidentada: “En 22 deMayo, 1.º de Pascua año de 1825,fuy a Espera de Liebre con otros 5del pueblo a los Carriles deValomiño (y no vimos nada), y alquitarme de la Espera (como está enel orden) bajé mi Escopeta al seguro,

enseguida sin ninguna dilación memudé la Escopeta a la mano izquier-da, y en este mismo momento se meescapó el Tiro, sin advertir causapara ello, [por] lo cual pienso vivircon cuidado, pues llevé un susto demucha consideración”. Este libro decuentas perteneció a una sola perso-na, pero también tenemos otrosejemplares que fueron pasando depadres a hijos durante varias genera-ciones, como es el caso de los de lafamilia Díaz (1826-1897) y la fami-lia de Rivas (1837-1896), en los quetambién se intercalan algunas notaspersonales entre los números de sueconomía doméstica.5 Algo que nosucede en el más moderno libro decuentas de Maranchón (1899-1921),que da cuenta del estado de los aho-rros de su propietario en el Banco deEspaña y en la Caja de Maranchón,pero nada explícitamente autobio-gráfico. Aparecen los precios delaceite, la docena de huevos, los cer-dos, las cargas de leña, la gasolina, eltabaco o la libra de truchas, qué valíauna entrada para ir a los toros, elasiento en el coche de línea, el alqui-ler de un piso en Madrid o la sus-cripción a un periódico, lo quecobraban peones, albañiles, silleros,lagareros y pintores por reparar unacasa; hasta podemos leer una sucu-lenta lista de motes habitada, entreotros, por el “Sucio”, el “Bollos”, el“Sordo”, el “Zurrapas”, el “Pitoto” oel “Chatillo”.

Los libros de cuentas más moder-nos difieren de los anteriores al sigloXX, tanto en su aspecto materialcomo en su contenido. Fabricadoscon materias mucho más humildes,en formato generalmente máspequeño y con pocas páginas, ya nodisponen de la protección de unasbuenas tapas de pergamino. En suinterior es mucho más difícil encon-trar rastro de los conatos autobiográ-ficos vistos en los otros libros decuentas, el contenido se ciñe exclusi-vamente a lo económico. Ya no esta-mos hablando de un objeto nacidoen una época en que el papel era pro-ducto poco menos que de lujo y quese conservaba entre algodones paraque pasara de padres a hijos, se tratade un producto más efímero y pura-mente utilitario. A esta categoría

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Portada del libro del «Cano» en el que llevaba la cuenta de las ovejas

del rebaño que iban muriendo. Años 1920-1921.

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pertenece, por ejemplo, El Libro delCano del ganao (Valdetorres deJarama, 1920), en el que el pastor deun rebaño de ovejas propiedad de unpotentado de un pueblo madrileñollevaba la cuenta de los animales quese iban muriendo y señalaba el malque se las había llevado por delante.Este cuadernito, que estaría siemprea la vista del patrón, no era el lugarmejor indicado para dar rienda suel-ta a las confidencias personales.Herederos directos de éste, se con-servan también varias agendas agrí-colas de los años 60 y 70 del siglopasado, de las que regalaban lascompañías de abonos o semillas yque los labradores con alguna tierraen propiedad aprovechaban paracuadrar sus números.

Fondo misceláneo

Por último, me voy a referir auna serie de materiales de muydiversa naturaleza que, para no com-plicar demasiado la organización delarchivo, se ha optado por incluir enun heterogéneo Fondo Misceláneo.En el mismo se pueden encontrardesde recordatorios (de bautismo,primera comunión, boda o defun-ción) hasta tarjetas de felicitación decumpleaños; ejemplos antiguos dealgo tan cotidiano y conocido comoson los recibos y facturas (la másantigua conservada es de 1902);entradas a diferentes espectáculos,como la que compraron en 1918 enel Teatro de la Comedia para ver aLes Ransinis; billetes de papel conanotaciones varias, como el de Soterodel Valle (Valdetorres de Jarama,1910), que por una cara hizo lasveces de una participación de loteríay por la otra sirvió para escribir unpoema; fotos con texto en el reverso,de las que deben quedar muchas pornuestras casas y que en ocasiones sonauténticas páginas de diarios perso-nales ilustrados, la más llamativa esuna de abril de 1938 que retrata una“alocución a los hijos de laPasionaria”; pequeñas agendas reuti-lizadas con el fin de anotar instruc-ciones para el cuidado de las plantasde jardín; recetarios de cocina que nosólo contienen modos de prepararcomidas y postres sino remedios

caseros a base de perborato sódicopara blanquear la ropa que amarilleao fórmulas para elaborar jabón consosa, agua y aceite. Materiales, ensuma, con los que nos zambullimosen la vida aldeana de economía desubsistencia que se ha perpetuado enlos pueblos de nuestra PenínsulaIbérica hasta no hace mucho tiempo.La Moleskine, libreta de tapas de hulenegro legendaria porque fue usadapor algunos de los más ilustres per-sonajes del panorama artístico eintelectual de la Europa de los dosúltimos siglos, no fue patrimonioexclusivo de los Van Gogh, Picasso oHemingway sino que también gentecomún hizo uso de ella para escribircuadernos misceláneos en los quecabe de todo: recopilaciones de ora-ciones, cánticos, himnos, cuentoscon moraleja y romances o composi-ciones de tradición oral; borradoresde cartas; poemas propios o copiadosal hilo de lecturas, dibujos y muchascosas más, tantas como aficiones sepuedan tener.

Fondo Archivos Personales

Además de los cuatro fondos yacitados se ha creado uno más, el de

Archivos Personales, para reunir ellegado de aquellas personas especial-mente prolíficas cuyos escritos mere-ce la pena que permanezcan unidos ycontextualizados. Es el caso de ElisaGrajal (El Cubillo de Uceda, 1909-1995), enfermera que una vez termi-nada la guerra civil cambió su profe-sión por la de ama de casa y que enlos pocos ratos libres que le dejabanlas tareas domésticas escribió muchí-simo. Dejó un buen número de cua-dernos con diarios, recetarios, reco-pilaciones de oraciones, cánticos,poemas; cartas y gran cantidad defotografías explicadas abundante ymeticulosamente por el reverso.Además de sus escritos también con-servó parte de los de su hermanaNines, otra enamorada de la escritu-ra y de la lectura, de quien conserva-mos dos cuadernos, fruto de sushoras ante los libros siendo niña, enlos que iba anotando aquellos poe-mas que más le gustaban: obras deGarcilaso, Becquer, Ramón de Cam-poamor, Benavente, los hermanosÁlvarez Quintero, José María Pemány hasta un par de composiciones desu propia. Selecciono aquí, para ter-minar, dos perlas que ilustran el sen-tido del humor que nos ayuda a

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Anotaciones de un librillo (Valdetorres, 1920-1921) en el que el «Cano» llevaba la cuenta de las ovejas que iban muriendo a lo largo del año.

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sobrellevar el día a día, alivia nues-tras cargas cotidianas y es tambiénun magnífico resorte que nos impul-sa a escribir. Una la ideó en unmomento de enfado con su hermani-ta: “Por el artículo la / discutimoscon encono / mas esto ya se ha pasa-do / Elisa; yo te perdono. / Pero siesto no fue así / dejémonos de can-ciones / si fuiste tú la ofendida / tesuplico me perdones. / Mas olvidar¡quiá! Jamás / pues es que a mí estascosillas / se me adhieren fuertemen-te / como el corsé a las costillas”. Laotra la crearon las dos hermanas alalimón (1955): “ORO VIEJO / Ayercuando a mi lado un mundo hallabas/ de amor y de ventura, / al cabo deseis horas exclamabas: / - ¡Aún estemprano!¡Espera! / Hoy menosbreve te parece / y largas las sesiones,/ que es triste ver cuando el amordeclina, / cambiar las estaciones. /Las horas muertas del reloj vecino; /ya dio el reloj las siete. / Y dicesenseñándome el camino: / - ¡Es yamuy tarde!¡Vete!”.

Investigación y edición

Llegado a su fin este breve repasode los fondos custodiados en elArchivo de las Escrituras Cotidia-nas-SIECE, quiero hacer hincapié enque nuestra labor no se ciñe exclusi-vamente a la conservación de docu-mentos sino que concedemos igualimportancia a su estudio y divulga-ción a través de trabajos de investi-gación, ediciones de textos (especial-mente de aquellos que corren mayorriesgo de desaparecer) y reunionescientíficas. De hecho, algunos de losmateriales que forman nuestro acer-vo documental han merecido ya laatención de Antonio CastilloGómez, Verónica Sierra Blas, PabloColotta y yo mismo en algunaspublicaciones e investigaciones encurso sobre la escritura de la gentecomún.6 También está en nuestropunto de mira la elaboración demateriales didácticos dirigidos a losestudiantes de enseñanzas medias yuniversitarias que les inviten a larecogida de una “materia prima”cercana y accesible para sus primerasindagaciones históricas. Asimismose tienen previstas copias digitaliza-

das de todos los documentos para suconsulta a través de internet(www2.uah.es/siece) y, a medioplazo, ir publicando transcripcionesde los textos originales con un míni-mo aparato crítico y acompañadasde pequeños estudios introductorios.Pero esto es ya otra historia, demomento me permito el atrevimien-to de pedir encarecidamente al lectorque busque en esas carpetas olvida-das encima de los armarios o en elfondo de alguna de sus estanterías;que piensen si sus descendientespodrán permitirse el lujo de conser-var el archivo familiar dentro de losminipisos de hoy y que en el futurolo serán aún más… quizá la perpe-tuación de su memoria familiar estémejor asegurada en el Archivo de lasEscrituras Cotidianas-Siece o enalguno de los archivos integrados enla RedAiep, donde además servirápara construir las historias aún noescritas.

Notas

* Este trabajo se inscribe en el marcode la Acción Complementaria de Inves-tigación Escrituras populares en red(Ref. HUM 2005 - 25453 - E / HIST),financiada por el Ministerio de Educa-ción y Ciencia.

1 Estudiado en Verónica Sierra Blas:“La ingenuidad de las letras. El cuader-no de escritura de Ramón de Arteaga”,El Filandar / O Fiadeiro, 14, 2003, pp.51-56.

2 A falta de poder mostrar demomento este material en la red, pue-den verse ejemplos de este tipo de cua-dernos, por ejemplo, en http://es.geoci-ties.com/avsgg/AlgunosRecuerdos/Cuadernos/Rotacion.htm

3 Cfr. Laura Fortea Manzanares yVerónica Sierra Blas: “La memoria de locotidiano. Correspondencia de un estu-diante (1956-1957)”, en Carlos Sáez yAntonio Castillo Gómez (eds.): La corre-spondencia en la historia. Modelos y prácticade la escritura epistolar. Actas del VICongreso Internacional de Historia de laCultura Escrita, vol. I, Madrid:Calambur, 2002, pp. 553-573.

4 Las memorias manuscritas deHiginio Busons se destruyeron una vezque se publicaron en el periódico NuevaAlcarria a lo largo de 1940.Posteriormente, en el año 1947, laHermandad de Caídos de Guadalajaraimprimió una segunda edición de tiradamuy limitada. Es de esta última de laque guardamos una copia. Cfr. VerónicaSierra Blas: “Cultura popular y guerracivil en Guadalajara: testimonio deHiginio Busons”, en Actas del VIIEncuentro de Historiadores del Valle delHenares (Guadalajara, 5-8 de abril2001), Guadalajara: Ediciones Aache,2001, pp. 521-536. Las otras dos soncopia del original, uno mecanografiadoy el otro manuscrito. Las del agricultormadrileño sirvieron como materia primapara uno de los capítulos de mi Historiade Valdepiélagos (1335-2000): el mundo deuna aldea castellana que se hizo villa,Valdepiélagos: Ayuntamiento, 2001.

5 Algunos apuntes sobre las agendasde José Aparicio y los libros de cuentasde la familia Díaz y Benito Sanz, enAntonio Castillo Gómez: «Tras la huellaescrita de la gente común», en AntonioCastillo Gómez (ed.): Cultura escrita yclases subalternas: una mirada española,Oiartzun: Sendoa, 2001, pp. 9-34.

6 Algunas de ellas pueden descar-garse de la web de la RedAiep(http://www2.uah.es/siece/redaiep.htm), donde también está accesible la obraBibliografía sobre escrituras populares y coti-dianas (siglos XIV-XXI), preparada porAntonio Castillo Gómez, Veónica SierraBlas, Laura Martínez Martín, PabloAndrés Colotta y yo mismo.

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Cuartilla aprovechada al máximo enesta carta del 9 de abril de 1940enviada por Basilio Martín a su

futura esposa.

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M.ª OLINDA RODRIGUES SANTANADepartamento de Letras da UTAD,Centro de Estudos em Letras (CEL),Centro de Estudos António Maria

Mourinho (CEAMM)

António Maria Mourinho (1917-1996), figura única na culturamirandesa, decidiu doar o seu acervopessoal constituído por “toda abiblioteca, medalhas, conderações efotografias”1 à câmara municipal deMiranda do Douro. O legado foidepositado na autarquia, em finaisde 1996 e, aí, se manteve acautelado,até Março de 2001.

A avaliação do legado

Dez anos após a doação doacervo, no decurso de 2001, elaboreium projecto de investigação, queapresentava como principais finali-dades a realização da higienização,da avaliação, do tratamento e dadifusão do legado. Para levar pordiante esse projecto, foi assinado umprotocolo, em 27 de Março de 2001,entre a UTAD e a autarquia.

Quando comecei a proceder aoarejamento, à higienização e à avalia-ção do legado, antes de passar ao seutratamento e divulgação, julguei quedepararia, apenas, com os cerca de 4mil volumes que compõem a suabiblioteca e com as medalhas e as

conderações dos prémios ganhos,sobretudo, com as actuações do Gru-po Folclórico de Duas Igrejas, eainda com as suas fotografias, talcomo o doador mandou gravar naescritura de doação. Curiosamente,Mourinho legou-nos muita outradocumentação que não declarou nasua dádiva, isto é, todo um signifi-cativo acervo arquivístico consti-tuído, no grosso, por inúmeras pas-tas com apontamentos das suas maisvariadas investigações, imensos ma-nuscritos, dactiloscritos, provastipográficas de artigos e de obraspublicadas ou a publicar, tais como:Cartas Inéditas do Abade de Baçal parao Padre António Mourinho - 1941-19472; Os Ditos Dezideiros, entreoutras; rascunhos de trabalhos esco-lares, cadernetas dos seus alunos,apontamentos das suas aulas etrabalhos dos seus alunos, correspon-dência a que ele apelidou de “cul-tural”, cadernetas e extractos de con-tas bancárias, centenas de recortes dejornais com notícias sobre as suasinvestigações e, particularmente,sobre as representações do GrupoFolclórico de Duas Igrejas, ou aindainúmeros postais ilustrados algunsescritos outros em branco, váriasagendas pessoais, algumas compequenos apontamentos outras embranco, e muitíssimas fotocópias detodos os documentos atrás citados.

A organização do Arquivo

Depois da fase de avaliação dadocumentação, tornou-se clara aexistência de três fundos: um biblio-gráfico, um arquivístico e um foto-gráfico. O fundo bibliográfico já seencontra devidamente tratado. Foiexecutado o tratamento biblioteco-nómico dos cerca de 4.000 volumesdos mais diversos autores e assuntos,bem como de todos os trabalhospublicados por Mourinho, durante asua vida. Brevemente, será disponi-bilizada em linha a consulta dabiblioteca. Falta, apenas, tratar umpequeno núcleo de livro antigo,essencialmente, livro religioso.

O fundo fotográfico é talvez omais rico e o mais original do acervo,pois Mourinho era um fotógrafoamador e, ao mesmo tempo, umincondicional amante da sua terra edas gentes mirandesas, por issogravou tudo aquilo que o tocou empelícula.

Este fundo é um gigantescopuzzle que é preciso ir encaixandopouco a pouco, pois não possuiqualquer elemento condutor na suaorganização. São milhares as fotogra-fias e dezenas os rolos fotográficosrevelados sem indicação das datas oudos locais onde foram fotografadas erevelados.

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O arquivo pessoal de António Maria Mourinho: uma proposta de organização

O Arquivo Pessoal António Maria Mourinho nasceuda doação de António Maria Mourinho à autarquia de Miranda do Douro ocorrida a 10 de Julho de 1991, aquando de uma sessãopública em sua homenagem promovida pela referidaedilidade. Dez anos depois, em 2001, foi elaborado um projecto de investigação com o propósito de preservar, tratar, inventariar

e divulgar o acervo doado. Para tal foi assinado um protocolo entre a UTAD (Universidade de Trás-os-Montes e Alto Douro) e a câmara de Miranda do Douro. O Arquivo Pessoal de António Maria Mourinho, actualmente, já possui um Guia (Santana; Costa 2006) e encontra-se numa fase de contextualização da informação disponível.

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Quanto ao fundo arquivístico, adocumentação está a ser organizadatendo em conta as funções exercidaspor Mourinho ao longo da sua vida.

As suas principais actividadesforam as de aluno do SeminárioMaior de Bragança, as de professordas disciplinas de Religião e Moral eHistória, as de padre da IgrejaParoquial de Duas Igrejas, as deinvestigador em várias instituições(Bibliotecas Nacionais de Lisboa eMadrid, Arquivo Catedral de Léon,Arquivo Geral de Simancas, etc.), asde animador cultural, em movimen-tos culturais, tais como: a AssociaçãoCultural Ressurgimento Mirandêsou o grupo folclórico mirandês(Grupo Folclórico de Duas Igrejas),as de escritor de dezenas de artigos eobras publicadas sobre as maisdiversas matérias: língua, cultura eliteratura mirandesas, história,etnografia da terra de Miranda, as decriador e, posteriormente, as deDirector do Museu da Terra deMiranda (1982-1995), e ainda as depresidente da Junta de Freguesia deDuas Igrejas, entre outras.

Para divulgarmos o ArquivoPessoal de António Maria Mourinhoproduzimos um Guia (Santana;Costa 2006). Este é o primeiro dosinstrumentos de descrição do arqui-vo. Os seus principais objectivos sãoos de fornecer uma informaçãoextensiva, global e panorâmica doarquivo, isto é, da documentação edo seu contexto de produção, bemcomo de fomentar a acessibilidade aomesmo.

O referido Guia foi organizadode acordo com a ISAD(G), normageral internacional de descriçãoarquivística. Incluímos, ainda, noGuia um registo de autoridade, comas informações complementaressobre as instituições que estiveramrelacionadas com a entidade produ-tora (Seminário Maior de Bragança,Diocese de Bragança, Grupo Folcló-rico Mirandês de Duas Igrejas, Igrejade Duas Igrejas, Museu da Terra deMiranda, Junta de Freguesia deDuas Igrejas, etc.), pois, certamente,essas instituições possuirão docu-mentos seus. Tentaremos, maistarde, encontrar documentação pro-duzida por Mourinho para essas

instituições e estabeleceremos liga-ções com os documentos que estãono seu Arquivo Pessoal, o que, porcerto, contribuirá para uma melhorcompreensão do contexto de produ-ção da documentação.

O Guia apresenta-se como “umaespécie de cartão de visita” do ser-viço de arquivo, serve também paradivulgar o tipo de documentaçãoproduzida e recolhida por AntónioMaria Mourinho, ao longo da vida.

Modelo sistémico e interactivo

Passemos agora à justificação daopção seguida quanto ao modelo deorganização do Arquivo Pessoal deA. M. Mourinho. Depois de anali-sarmos o “paradigma custodial,patrimonialista, historicista, estáticoe tecnicista que enforma a generali-dade dos estudos e dos instrumentosde pesquisa feitos por arquivistas ebibliotecários em Portugal e emoutros países.” Optámos por seguir omodelo sistémico e interactivo (Silva2004: 241) que permite tratar deuma forma interrelacionada a infor-mação dos vários fundos (bibliográ-fico, arquivístico e fotográfico) doSistema de Informação Pessoal (SIP)de António Maria Mourinho.

O Arquivo de António MariaMourinho é um Sistema de Informa-

ção Pessoal (SIP), um caso raro nodomínio da arquivística. Porquanto,todas pessoas fazem parte de umafamília e, por conseguinte, estabele-cem vínculos com os seus familiares.Apesar disso, este facto não impedeas pessoas de organizarem a suaprodução documental como bementendem. Foi precisamente o que sepassou com Mourinho. Este queriadeixar apenas para a posteridadeaquilo que o tornasse singularrelativamente à Terra de Miranda.Por isso mesmo, teve a preocupaçãode seleccionar a documentação e delegar, tão-somente, a que o retratassecomo o principal, senão único,investigador e defensor da língua,história e cultura mirandesas. Daí,ter-se sentido obrigado a retirar doseu legado a correspondência fami-liar com a mãe, com os irmãos, comos sobrinhos e, até mesmo, com aesposa. Não quis, intencionalmente,criar um Arquivo Familiar (SistemaInformativo Familiar - SIF), masapenas um sistema informativopessoal (SIP). Seria mais natural ter-mos um SIF, uma vez que Mourinhocasou, tarde, depois de ter abando-nado a vida eclesiástica, mas apesarde tudo, seria óbvio termos tambéma documentação produzida por elepara a esposa e a documentação daesposa produzida enquanto esteve

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casada com ele. Mas, não é essa asituação encontrada no Arquivo emcausa, o produtor da documentação,antes de entregar o legado, fez atriagem da documentação maisíntima, mais familiar e deixouapenas aquela que o representavacomo uma figura maior da culturamirandesa.

O que será que aconteceu àrestante documentação? Algumadocumentação familiar, especial-mente, correspondência, se não foidestruída, poderá estar na posse dosseus sobrinhos ainda vivos.

Todavia, interessa reter queMourinho quis legar aos seus vin-douros um Arquivo Pessoal ou umSIP, não de uma pessoa vulgar, masde uma personalidade marcante dacultura mirandesa e até portuguesa.Recorde-se a este propósito a suapreocupação em arquivar todos osrecortes de jornais que falavam de si,das suas investigações, das suasactuações com o Grupo Folclórico deDuas Igrejas. Atente-se também nopormenor de Mourinho ter arqui-vado pessoalmente a correspondên-cia que ele apelidou de “cultural”,com grandes individualidades por-tuguesas e estrangeiras e de ter reti-rado a correspondência familiar, ínti-ma, amorosa, por exemplo, que teriatido, por certo, com a sua esposa.

O arquivo como imagem de si

Mourinho construiu e cristali-zou uma dada imagem de si próprioe não quis deixar uma imagempróxima da sua representação real.Note-se, no entanto, que apesar detodos os seus cuidados em censuraraquilo que o afastava da sua imagemde grande investigador da Terra deMiranda, concedeu aqui e ali desaba-fos quanto às suas dúvidas amorosas,sacerdotais, investigativas, entreoutras.

Para tratar e estudar convenien-temente o Arquivo Pessoal de Mou-rinho (SIP), resolvemos aplicar omodelo sistémico e interactivo3 aoseu Arquivo. O que nos permitirátratar de uma forma interrelacionadatoda a documentação existente etoda aquela que possa vir a aparecerjunto de outras pessoas (familiares,

amigos) ou instituições, no essencialas atrás referidas, a quem o produtoresteve ligado, em algum momentoda sua existência, essa possíveldocumentação a qualquer momentodo processo do tratamento doarquivo pode ser conectada com adocumentação já tratada.

Estamos, nesta altura, a delinearo quadro orgânico-funcional paracontextualizar toda a informaçãodisponível e desejamos realizar, pos-teriormente, um catálogo e um CR-Rom com o tratamento e a digitali-zação da documentação, para a dis-ponibilizar a todos os interessados.

Bibliografia

SANTANA, Maria Olinda Rodrigues(2004): António Maria Mourinho,1917-1996: Uma vida pela línguae cultura mirandesas. Miranda doDouro, 12 p. Catálogo de exposi-ção.

— (2004): António Maria Mourinho:retrospectiva de uma vida e uma obra.

Miranda do Douro, 9 p. Guia daExposição

— (2005): Cartas Inéditas do Abadede Baçal para o Padre AntónioMourinho - 1941-1947 (Introduçãoe Notas do Destinatário): edição enotas de. Miranda do Douro:Câmara Municipal de Miranda doDouro, Universidade de Trás-os-Montes e Alto Douro, Corane,152 p.

— (2006) [com Ana Lúcia PereiraCosta]: Guia do Arquivo AntónioMaria Mourinho. Miranda doDouro: CEAMM, Câmara deMiranda do Douro, 23 p.

— SILVA, Armando B. Malheiro da(2004): “Arquivos familiares epessoais: bases científicas paraaplicação do modelo sistémico einteractivo”. Revista da Faculdadede Letras da Universidade do Porto:Ciências e Técnicas do Património.Porto, 3: 55-84.

— “Arquivos e Bibliotecas da vinhae do vinho: aplicação teórico-prática de um modelo científico e

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Do caderno de trabalho nos arquivos na Terra de Miranda.

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sistémico”. Douro Estudos & Docu-mentos 17 (2004): 239-271.

Notas

1 A referida doação ficou consignadana escritura n.º 12/93 de 3 de Junho de1993 do Cartório Notarial Privativo dacâmara municipal de Miranda doDouro.

2 SANTANA, Maria Olinda Rodrigues(2005): Cartas Inéditas do Abade de Baçalpara o Padre António Mourinho - 1941-1947 (Introdução e Notas do Destinatário):edição e notas de. Miranda do Douro:Câmara Municipal de Miranda doDouro, Universidade de Trás-os-Montese Alto Douro, Corane, 152 p.

3 A fundamentação teorico-metodo-lógica deste novo modelo pode ser con-sultada nos dois artigos de ArmandoMalheiro da Silva citados na biblio-grafia.

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António Maria Mourinho nasceu em Sendim em1917. Em 1941 conclui o Seminário Maior em Bra-gança, onde começou por leccionar História de Portu-gal. Em 1942 é nomeado pároco da freguesia de DuasIgrejas em Miranda do Douro. Nesse mesmo ano apre-senta em Lisboa alguns poemas em mirandês. Desde1945 participa em acções de preservação patrimonial.Em 1945 funda o Grupo de pauliteiros de Miranda(Duas Igrejas-Cércio), que dirigirá até 1991. Encenoua apresentou autos e peças em mirandês. Nos anossucessivos as suas actividades de investigador seriamdesenvolvidas enquanto bolseiro de instituições cien-tíficas nacionais. Em busca das raízes da culturamirandesa realizou diversos períodos de investigaçãoem Espanha entre 1960 e 1970, não tendo chegado apublicar toda a documentação que descobriu mas decuja existência foi dando conta em diversas publi-cações. Participou em múltiplos congressos e colóquioapresentando comunicações sobre os mais variadosaspectos da cultura mirandesa: língua, etnologia,musicologia, aqueologia, arte, fontes monumentais edocumentais, etc. Enquanto presidiu ao GrupoFolclórico Mirandês de Duas Igrejas - Pauliteiros deMiranda viajou um pouco por todo o mundo apresen-tando a cultura mirandesa. Entre 1962 e 1977 foi pro-fessor de diferentes disciplinas do Ciclo básico e doensino liceal. Entre 1970 e 1975 frequentou e con-cluiu a licenciatura em História na Faculdade deLetras da Universidade do Porto. Toda esta actividadefoi conciliada com a acção pastoral de pároco de DuasIgrejas. A seu pedido foi dispensado dos votos sacer-dotais em 1993, mas para os que o conheciam conti-

nuou (e continua) a ser o “Padre Mourinho”. Em 1995participou ainda nas primeiras reuniões do grupo deacadémicos que tomou a seu cargo a elaboração daConvenção ortográfica da língua mirandesa. Condecoradopor diversas vezes, era membro de inúmeras socieda-des históricas e científicas. Faleceu em 1995.

Deve-se a António Maria Mourinho uma boa partedas iniciativas que permitiram a sobrevivência e pre-servação da língua, da cultura e do património histó-rico das Terras de Miranda. De facto, ao longo de mui-tas décadas lutou solitariamente contra o desinteressegeneralizado pela cultura popular, mas a sua perseve-rança com que lutou deu frutos, bem espelhados navisibilidade nacional e internacional que conseguiudar ao mirandês e às danças dos pauliteiros.

Profundamente dedicado à causa da cultura miran-desa, António Maria Mourinho teve o mérito de escre-ver continuamente sobre os seus achados, faceta quealiava à capacidade de dinamização cultural e de orga-nizador de eventos e instituições. Para além de estudoseruditos ou de divulgação, publicou recolhas de narra-tivas orais em mirandês e os seus próprios textos lite-rários e poéticos. A música, a dança e o teatro tambémmereceram a sua atenção, quer como estudioso, quercomo organizador, quer como ensaiador/encenador. Amarca mais perene de António Maria Mourinho é tal-vez o Museu das Terras de Miranda, fundado em 1982,por cuja criação lutou persistentemesnte e do qualviria a ser o primeiro Director.

(Informação da Faculdade de Letras da Universidade do Porto)

VIDA E OBRA DO PADRE MOURINHO

António Maria Mourinho com capa de honras numa representação folklórica.