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RESEÑAS RELACIONES 88, OTOÑO 2001, VOL. XXII

RES E - colmich.edu.mx · Entraremos, pues, a analizar más de cerca la propuesta de Michoacán and Eden. En la breve introducción el autor ... Iglesia y el Estado, de la religiosidad

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RESEÑAS

R E L A C I O N E S 8 8 , O T O Ñ O 2 0 0 1 , V O L . X X I I

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ENSAYO-RESEÑA

MICHOACÁN AND EDEN: UN PARAÍSO FALLI-

DO: VASCO DE QUIROGA A MEDIAS ENTRE

LA ANTROPOLOGÍA Y LA HISTORIA.

BERNARDINO VERÁSTIQUE, MICHOACÁN

AND EDEN. VASCO DE QUIROGA AND THE

EVANGELIZATION OF WESTERN MEXICO,

AUSTIN, UNIVERSITY OF TEXAS PRESS, 2000,

194 P.

Con el título que en castellano sona-rá como Michoacán y el Paraíso. Vascode Quiroga y la Evangelización del Occi-dente de México, Bernardino Verástique1

ha publicado un libro que resulta unproyecto fallido por diversos motivosque irán apareciendo a lo largo de loscomentarios de esta reseña, con ase-dios de ensayo.

El autor es profesor de estudiosreligiosos de la Universidad de Nues-tra Señora del Lago en San AntonioTexas. Su obra se presenta prometien-do un paraíso, esto es, “como un am-plio estudio sintético en que el autorexplora el proyecto evangelizador deVasco de Quiroga en su cabal contex-to cultural e histórico”.2 El trabajo sedesarrolla en una introducción y ochocapítulos: I. En el primero: “The Puré-pecha-Chichimec of Michoacán”, des-cribe el surgimiento del dominiopolítico y cultural de las tribus quedenomina purhépecha-chichimecas.II. En el segundo, “The Purépecha Re-

ligious Worldview”, trata de demos-trar que la religión de los naturales deMichoacán conforma una teologíadualista común en todo el pensa-miento religioso mesoamericano. III.En el tercero, “The Historial Landsca-pe of Spain”, para ubicar la persona yla obra de Vasco de Quiroga ofrece unpanorama de lo que llama el imperia-lismo cristiano militante que hundesus raíces en la Reconquista y en lavariada historia cultural de la penín-sula ibérica en que los cristianos con-traponen al exclusivo grito de guerra“No hay más Dios que Alá” el apelli-do al “Apóstol Guerrero, Santiago deCompostela” (sic) en el cual entiendenque el ser español y católico va ligadoa distinciones teológicas y rituales y ala respuesta militar de los reinos cris-tianos frente a la agresión musulma-na. Tras de intentar en nueve páginasun resumen estilo “Reader’s Digest”de la historia antigua, medieval y mo-derna de España, haciendo énfasis enla significación de la figura de Santia-go, apóstol y matamoros, “símbolo de

1 Bernardino Verástique, Michoacán andEden. Vasco de Quiroga and the Evangeliza-tion of Western Mexico, Austin, Universityof Texas Press, , 2000, 194 p., 22.8 cm

2 "In this broadly synthetic study, Ber-nardino Verástique explores Vasco deQuiroga's evangelizing proyect in its fullcultural and historical context". Ibidem,Cuarta de forros.

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ment. Santa Fe de la Laguna” ofrecefinalmente la interpretación del autorsobre el utópico experimento de lospueblos-hospitales de Santa Fe, aun-que habla sólo del de la Laguna.6 Enun breve epílogo, Verástique comparala conquista de Michoacán con otrosintentos políticos y religiosos de sub-yugar a los indios en otros lugares dela Nueva España.

Entraremos, pues, a analizar másde cerca la propuesta de Michoacánand Eden.

En la breve introducción el autordeclara que “El acomodo del puebloindígena de Michoacán a la subsecuen-te conquista militar y espiritual del Oc-cidente de México es el objeto del pre-sente estudio. Este libro se enfoca alpapel que jugó el famoso juez y obis-po Vasco de Quiroga (1477/8-1565)en la evangelización de los Purhépe-cha”.7 Desde estas páginas introduc-torias Verástique adelanta la imagende Quiroga que publicita en su libro:“Durante su gestión se le conoció porsu autoritarismo a veces violento, asícomo por su casi franciscana compa-sión por el pueblo nativo”.8 A conti-nuación presenta su principal tesis,donde sostiene que “Quiroga diseñósu modelo de organización para lospueblos –hospitales– de dos fuentesprimarias: el antiguo mito judeo-cris-tiano del Paraíso y la idea de Platónde la República como una sociedad

tes capítulos Bernardino Verástique secentra finalmente en el meollo de suestudio, que es la figura de Vasco deQuiroga. Así, en el quinto, “The Con-quest of Michoacán and the Appoint-ment of Vasco de Quiroga” examinael violento decenio de 1520 en Méxicoy las circunstancias que rodearon ladesignación Quiroga para Michoacán.En el sexto, “The Christianization ofthe Purhépecha” desarrolla básica-mente un corto trabajo suyo anterior,“The millenial kingdom in Mexico”,5

elaborado al parecer, durante su esco-laridad en la facultad de teología deHarvard, y se extiende a aplicarlo a laforma como se consolida el obispadode Michoacán en el periodo de 1533 a1565. El séptimo capítulo “Informa-ción en derecho. Quiroga’s Report tothe Royal Council of the Indies” estádedicado a exponer el contenido delextenso parecer de Quiroga sobre elintento de esclavizar a los indios. Y eloctavo y último “The Utopian Experi-

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la guerra santa”, y síntesis de una mi-litante ideología patriótica en que Es-paña se siente el nuevo pueblo esco-gido, contra el Islam, enemigo común,y finalmente contra la Reforma pro-testante y el imperio otomano. De don-de deduce que: “Por lo tanto, al iniciodel siglo XVI, el catolicismo ibero eraesencialmente una institución fuerte-mente influida por la casta guerrerade la alta nobleza”,3 concluyendo que“Al paso que las fuerzas intelectualesdel catolicismo español florecían has-ta bien comenzado del siglo XVII, tam-bién se iban haciendo cada vez másrígidas”.4 En este complejo contextohistórico y simbólico en que la figurade Santiago, encarna el modelo de unclero guerrero, se enmarca, pues, ensu opinión, el carácter personal y laobra de Vasco de Quiroga. IV. El cuar-to capítulo, “Religion in Spain on deEve of the Conquest” está dedicado aevaluar la historia y la cultura de Es-paña al tiempo de la Conquista de Mé-xico. Habla de las relaciones entre laIglesia y el Estado, de la religiosidadpopular en los pueblos de España, delos Alumbrados y del humanismo eras-miano en el medio intelectual espa-ñol. El objetivo es señalar las diversascorrientes de ideas heterodoxas quesurgieron en el imperio español paraconformar la conciencia militante quedefinió la actitud de los conquistado-res de México. En los cuatro siguien-

perfecta gobernada por intelectua-les”.9 A continuación el autor anota:“Para realizar su visión de la utopíacristiana, Quiroga se avocó a la cons-trucción de tres pueblos –cada uno delos cuales incluía un hospital– (no es-pecifica Verástique cuáles sean éstos,pero al final de su libro cuenta comotercero el de Santa Fe del Río), la grancatedral de Santa Ana (sic: por San Sal-vador) y numerosas iglesias y escue-las.”10 Tras de describir la forma devida de los moradores de esas pobla-

3 “Therefore, at the beginning of thesixteenth century, Iberian Catholicismwas essentially a Spanish institution grea-tly influenced by warrior caste of uppernobility” (p. 45).

4 “While the intellectual forces of Spa-nish Catholicism flourished well into thebeginning of the seventeenth century, theyalso grew increasingly rigid” (p. 49).

5 Harvard Divinity Bulletin 22, No, 1,(1992): 6-9.

6 J.B. Warren ha demostrado que lasordenanzas fueron redactadas por Quiro-ga para el pueblo de Santa Fe en la vecin-dad de la ciudad de México.

7 The accommodation of the indige-nous people of Michoacán to the subse-quent military and spiritual conquest ofwestern Mexico is the topic of the presentstudy. This book focuses on the role of thefamous judge and bishop Don Vasco deQuiroga (1477/8-1565) in the evangeliza-tion of the Purhépecha” (p. XIII).

8 “During his tenure, he was knownfor his sometimes violent authoritarism aswell as his franciscam-like compassion forthe native people” (ibidem).

9 “Quiroga drew his organizationalmodel for the pueblos from two primarysources: the ancient Judeo-Christian mythof Eden and the Plato’s idea of the repub-lic as a perfect commonwealth governedby intellectuals.” (p. XIV).

10 “In order to realize his vision of aChristian utopia, Quiroga patronized theconstrucción of three pueblos –each of

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ment. Santa Fe de la Laguna” ofrecefinalmente la interpretación del autorsobre el utópico experimento de lospueblos-hospitales de Santa Fe, aun-que habla sólo del de la Laguna.6 Enun breve epílogo, Verástique comparala conquista de Michoacán con otrosintentos políticos y religiosos de sub-yugar a los indios en otros lugares dela Nueva España.

Entraremos, pues, a analizar másde cerca la propuesta de Michoacánand Eden.

En la breve introducción el autordeclara que “El acomodo del puebloindígena de Michoacán a la subsecuen-te conquista militar y espiritual del Oc-cidente de México es el objeto del pre-sente estudio. Este libro se enfoca alpapel que jugó el famoso juez y obis-po Vasco de Quiroga (1477/8-1565)en la evangelización de los Purhépe-cha”.7 Desde estas páginas introduc-torias Verástique adelanta la imagende Quiroga que publicita en su libro:“Durante su gestión se le conoció porsu autoritarismo a veces violento, asícomo por su casi franciscana compa-sión por el pueblo nativo”.8 A conti-nuación presenta su principal tesis,donde sostiene que “Quiroga diseñósu modelo de organización para lospueblos –hospitales– de dos fuentesprimarias: el antiguo mito judeo-cris-tiano del Paraíso y la idea de Platónde la República como una sociedad

tes capítulos Bernardino Verástique secentra finalmente en el meollo de suestudio, que es la figura de Vasco deQuiroga. Así, en el quinto, “The Con-quest of Michoacán and the Appoint-ment of Vasco de Quiroga” examinael violento decenio de 1520 en Méxicoy las circunstancias que rodearon ladesignación Quiroga para Michoacán.En el sexto, “The Christianization ofthe Purhépecha” desarrolla básica-mente un corto trabajo suyo anterior,“The millenial kingdom in Mexico”,5

elaborado al parecer, durante su esco-laridad en la facultad de teología deHarvard, y se extiende a aplicarlo a laforma como se consolida el obispadode Michoacán en el periodo de 1533 a1565. El séptimo capítulo “Informa-ción en derecho. Quiroga’s Report tothe Royal Council of the Indies” estádedicado a exponer el contenido delextenso parecer de Quiroga sobre elintento de esclavizar a los indios. Y eloctavo y último “The Utopian Experi-

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la guerra santa”, y síntesis de una mi-litante ideología patriótica en que Es-paña se siente el nuevo pueblo esco-gido, contra el Islam, enemigo común,y finalmente contra la Reforma pro-testante y el imperio otomano. De don-de deduce que: “Por lo tanto, al iniciodel siglo XVI, el catolicismo ibero eraesencialmente una institución fuerte-mente influida por la casta guerrerade la alta nobleza”,3 concluyendo que“Al paso que las fuerzas intelectualesdel catolicismo español florecían has-ta bien comenzado del siglo XVII, tam-bién se iban haciendo cada vez másrígidas”.4 En este complejo contextohistórico y simbólico en que la figurade Santiago, encarna el modelo de unclero guerrero, se enmarca, pues, ensu opinión, el carácter personal y laobra de Vasco de Quiroga. IV. El cuar-to capítulo, “Religion in Spain on deEve of the Conquest” está dedicado aevaluar la historia y la cultura de Es-paña al tiempo de la Conquista de Mé-xico. Habla de las relaciones entre laIglesia y el Estado, de la religiosidadpopular en los pueblos de España, delos Alumbrados y del humanismo eras-miano en el medio intelectual espa-ñol. El objetivo es señalar las diversascorrientes de ideas heterodoxas quesurgieron en el imperio español paraconformar la conciencia militante quedefinió la actitud de los conquistado-res de México. En los cuatro siguien-

perfecta gobernada por intelectua-les”.9 A continuación el autor anota:“Para realizar su visión de la utopíacristiana, Quiroga se avocó a la cons-trucción de tres pueblos –cada uno delos cuales incluía un hospital– (no es-pecifica Verástique cuáles sean éstos,pero al final de su libro cuenta comotercero el de Santa Fe del Río), la grancatedral de Santa Ana (sic: por San Sal-vador) y numerosas iglesias y escue-las.”10 Tras de describir la forma devida de los moradores de esas pobla-

3 “Therefore, at the beginning of thesixteenth century, Iberian Catholicismwas essentially a Spanish institution grea-tly influenced by warrior caste of uppernobility” (p. 45).

4 “While the intellectual forces of Spa-nish Catholicism flourished well into thebeginning of the seventeenth century, theyalso grew increasingly rigid” (p. 49).

5 Harvard Divinity Bulletin 22, No, 1,(1992): 6-9.

6 J.B. Warren ha demostrado que lasordenanzas fueron redactadas por Quiro-ga para el pueblo de Santa Fe en la vecin-dad de la ciudad de México.

7 The accommodation of the indige-nous people of Michoacán to the subse-quent military and spiritual conquest ofwestern Mexico is the topic of the presentstudy. This book focuses on the role of thefamous judge and bishop Don Vasco deQuiroga (1477/8-1565) in the evangeliza-tion of the Purhépecha” (p. XIII).

8 “During his tenure, he was knownfor his sometimes violent authoritarism aswell as his franciscam-like compassion forthe native people” (ibidem).

9 “Quiroga drew his organizationalmodel for the pueblos from two primarysources: the ancient Judeo-Christian mythof Eden and the Plato’s idea of the repub-lic as a perfect commonwealth governedby intellectuals.” (p. XIV).

10 “In order to realize his vision of aChristian utopia, Quiroga patronized theconstrucción of three pueblos –each of

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suitas desterrados, como Javier Clavi-jero y Pedro José Márquez, que en-frentan la estrategia triunfalista de losmestizos ante las pretensiones de su-perioridad de los criollos. Rememorala inclinación de ciertos escritores eu-ropeos, como Voltaire, Montesquieu oRaynal de asociar a los aztecas a susparticulares preferencias monárqui-cas o antimonárquicas, pasa así a exa-minar los autores contemporáneos queconsidera sobresalientes en el temadel problema de los indios, entre losque destaca por orden de aparición alos antropólogos Edward Tylor y Le-wis Morgan.14 Además de su atenciónal debate sobre la naturaleza del in-dio, el autor enfatiza que su estudioestá también necesariamente intere-sado en la idea de la síntesis cultural,es decir, en el encuentro y la posiblemezcla de las culturas purépecha yespañola en Michoacán. Para ello es-tablece sus premisas asentando: “Unimportante postulado de mi análisises que una característica básica de unacultura es su construcción simbólicade sus fronteras, tanto interiores comoexteriores. En otras palabras el núcleode la identidad de una cultura se hallaenvuelto en su percepción de las dife-rencias: diferencias dentro de la cul-tura, tales como el cambio de estatusde casta o de clase, y diferencias fren-te a las culturas circundantes. Así lacomunidad y sus miembros se defi-

los europeos como Cristóbal Colón yPedro Mártir de Anglería, mencionaun prolongado debate teológico sobrela naturaleza humana de los indios,expone su versión de las conclusionesde Juan Ginés de Sepúlveda sobre elmismo tema, y repasa el “racismo delos españoles” manifestado en lascrónicas de Gómara y Oviedo, Moto-linía, Sahagún, Durán y Mendieta.Alargando este repaso, el autor echatambién una mirada a la “literaturanostálgica” que se produce en los je-

ciones en que se pretendía disminuirla miseria humana, hace notar que “Sinembargo, la congregación forzada delos indios los dejó a merced de las vi-rulentas epidemias que se propaga-ron en Michoacán durante el periodode la gestión de Quiroga.”11

La pretensión del presente traba-jo de Bernardino Verástique es tan am-biciosa, como franca, y así lo declarasin ambajes en esta introducción: “Conrelación a las aparentes contradiccio-nes sobre el legado histórico de DonVasco de Quiroga, el presente estudioofrece la siguiente tesis: que estascontradicciones se deben a la conti-nua desinformación tocante al ‘Nue-vo Mundo’ y a las interpretacioneshistóricas producidas de acuerdo alos prejuicios y cosmovisiones de losautores. Aunque este libro probable-mente no estará libre de todos esoserrores, se propone elucidar el temadesde una variada perspectiva disci-plinaria, tratando así de arribar a unamás afinada vista de la conquista deMichoacán”.12 Poniendo manos a laobra, el autor pasa revista rápida-mente a las tesis que han surgido dela imaginación de los historiadoresdurante casi quinientos años en tornoal encuentro de Mesoamérica con laEspaña católica. Así hace desfilar aEdmundo O’Gorman, Enrique Flores-cano, y otros. Siguiendo a BenjaminKeen13 alude a las imaginaciones de

nen a sí mismos en su relación conotros entes significativos”.15

Como se ve por el capitulado queacabamos de exponer, la obra de Ber-nardino Verástique es un ambiciosoproyecto, casi la promesa de un paraí-so académico, dedicado la conquistaespiritual de Michoacán que encuen-tra en Quiroga su símbolo mayor yque el autor somete a una nueva re-lectura desde la óptica multidiscipli-naria de la historia, la antropologíasocial y las teorías corrientes en el es-tudio de la fenomenología de las reli-giones.

Tras esta mirada general, entraréa analizar más de cerca las principalespropuestas de Michoacán and Eden.

En primer lugar, es justo recono-cer que la obra podría ser saludadapor el mérito de romper el prolonga-do silencio que las letras norteameri-

which included a hospital– the great ca-thedral of Santa Ana, and many churchesand schools.” (ibidem).

11 “Nonetheless, the forcible congrega-tion of the Amerindians left them vulner-able to the virulent epidemics that sweptthrough Michoacán during Quiroga’s res-idency.” (Ibidem).

12 “With regard to the apparent con-tradictions concerning the historical lega-cy of Don Vasco de Quiroga, the presentstudy offers the following thesis: that the-se contradictions are due to the continualtransmission of misinformation concern-ing the “New World” and to historical in-terpretations shaped by the authors’ ownprejudices and worldviews. Although thisbook most likely will not be free of allsuch errors, it aims to elucidate the subjectfrom a variety of disciplinary perspecti-ves, seeking thereby to arrive at a more ac-curate view of the conquest of Michoa-cán” (pp. XIV-XV).

13 Autor de Aztec Image in WesternThought.

14 Citados por Ignacio Bernal en A His-tory of Mexican Archaeology: The VanishedCivilizations of Middle America.

15 “An important assumption of myanalysis is that a basic characteristic of aculture is its symbolic construction ofboundaries, both internal and external. Inother words, a culture’s core identity isencapsulated in its perception of differ-ences: differences within the culture, suchas varying caste and class statuses, anddifferences between it and surroundingcultures. A community and its membersthus define themselves in relation to sig-nificant others” (p. XVII).

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suitas desterrados, como Javier Clavi-jero y Pedro José Márquez, que en-frentan la estrategia triunfalista de losmestizos ante las pretensiones de su-perioridad de los criollos. Rememorala inclinación de ciertos escritores eu-ropeos, como Voltaire, Montesquieu oRaynal de asociar a los aztecas a susparticulares preferencias monárqui-cas o antimonárquicas, pasa así a exa-minar los autores contemporáneos queconsidera sobresalientes en el temadel problema de los indios, entre losque destaca por orden de aparición alos antropólogos Edward Tylor y Le-wis Morgan.14 Además de su atenciónal debate sobre la naturaleza del in-dio, el autor enfatiza que su estudioestá también necesariamente intere-sado en la idea de la síntesis cultural,es decir, en el encuentro y la posiblemezcla de las culturas purépecha yespañola en Michoacán. Para ello es-tablece sus premisas asentando: “Unimportante postulado de mi análisises que una característica básica de unacultura es su construcción simbólicade sus fronteras, tanto interiores comoexteriores. En otras palabras el núcleode la identidad de una cultura se hallaenvuelto en su percepción de las dife-rencias: diferencias dentro de la cul-tura, tales como el cambio de estatusde casta o de clase, y diferencias fren-te a las culturas circundantes. Así lacomunidad y sus miembros se defi-

los europeos como Cristóbal Colón yPedro Mártir de Anglería, mencionaun prolongado debate teológico sobrela naturaleza humana de los indios,expone su versión de las conclusionesde Juan Ginés de Sepúlveda sobre elmismo tema, y repasa el “racismo delos españoles” manifestado en lascrónicas de Gómara y Oviedo, Moto-linía, Sahagún, Durán y Mendieta.Alargando este repaso, el autor echatambién una mirada a la “literaturanostálgica” que se produce en los je-

ciones en que se pretendía disminuirla miseria humana, hace notar que “Sinembargo, la congregación forzada delos indios los dejó a merced de las vi-rulentas epidemias que se propaga-ron en Michoacán durante el periodode la gestión de Quiroga.”11

La pretensión del presente traba-jo de Bernardino Verástique es tan am-biciosa, como franca, y así lo declarasin ambajes en esta introducción: “Conrelación a las aparentes contradiccio-nes sobre el legado histórico de DonVasco de Quiroga, el presente estudioofrece la siguiente tesis: que estascontradicciones se deben a la conti-nua desinformación tocante al ‘Nue-vo Mundo’ y a las interpretacioneshistóricas producidas de acuerdo alos prejuicios y cosmovisiones de losautores. Aunque este libro probable-mente no estará libre de todos esoserrores, se propone elucidar el temadesde una variada perspectiva disci-plinaria, tratando así de arribar a unamás afinada vista de la conquista deMichoacán”.12 Poniendo manos a laobra, el autor pasa revista rápida-mente a las tesis que han surgido dela imaginación de los historiadoresdurante casi quinientos años en tornoal encuentro de Mesoamérica con laEspaña católica. Así hace desfilar aEdmundo O’Gorman, Enrique Flores-cano, y otros. Siguiendo a BenjaminKeen13 alude a las imaginaciones de

nen a sí mismos en su relación conotros entes significativos”.15

Como se ve por el capitulado queacabamos de exponer, la obra de Ber-nardino Verástique es un ambiciosoproyecto, casi la promesa de un paraí-so académico, dedicado la conquistaespiritual de Michoacán que encuen-tra en Quiroga su símbolo mayor yque el autor somete a una nueva re-lectura desde la óptica multidiscipli-naria de la historia, la antropologíasocial y las teorías corrientes en el es-tudio de la fenomenología de las reli-giones.

Tras esta mirada general, entraréa analizar más de cerca las principalespropuestas de Michoacán and Eden.

En primer lugar, es justo recono-cer que la obra podría ser saludadapor el mérito de romper el prolonga-do silencio que las letras norteameri-

which included a hospital– the great ca-thedral of Santa Ana, and many churchesand schools.” (ibidem).

11 “Nonetheless, the forcible congrega-tion of the Amerindians left them vulner-able to the virulent epidemics that sweptthrough Michoacán during Quiroga’s res-idency.” (Ibidem).

12 “With regard to the apparent con-tradictions concerning the historical lega-cy of Don Vasco de Quiroga, the presentstudy offers the following thesis: that the-se contradictions are due to the continualtransmission of misinformation concern-ing the “New World” and to historical in-terpretations shaped by the authors’ ownprejudices and worldviews. Although thisbook most likely will not be free of allsuch errors, it aims to elucidate the subjectfrom a variety of disciplinary perspecti-ves, seeking thereby to arrive at a more ac-curate view of the conquest of Michoa-cán” (pp. XIV-XV).

13 Autor de Aztec Image in WesternThought.

14 Citados por Ignacio Bernal en A His-tory of Mexican Archaeology: The VanishedCivilizations of Middle America.

15 “An important assumption of myanalysis is that a basic characteristic of aculture is its symbolic construction ofboundaries, both internal and external. Inother words, a culture’s core identity isencapsulated in its perception of differ-ences: differences within the culture, suchas varying caste and class statuses, anddifferences between it and surroundingcultures. A community and its membersthus define themselves in relation to sig-nificant others” (p. XVII).

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canas han guardado después de loscasi cuarenta años que han transcurri-do desde la publicación, originalmen-te en inglés, de los trabajos ya clásicosde Benedict J. Warren sobre una figu-ra tan significativa para la cultura his-panoamericana como Vasco de Qui-roga. Por otra parte, el laboriosoempeño de Bernardino Verástique pordivulgar actualmente en su entornoestadounidense el significado de laobra quiroguiana, cumple el objetivode hacerla accesible a un público pocoenterado de la historia cultural hispa-na, conforme al propósito manifesta-do por los editores: “Escrito especial-mente para estudiantes y lectores delpúblico general, este libro demuestracómo las circunstancias culturales ygeográficas influyen en la experienciareligiosa al paso que contribuye anuestra comprensión del proceso deapropiación indígena de los concep-tos teológicos cristianos en el NuevoMundo”.16 A este público general y es-tudiantil se acomodan mejor los cua-tro primeros capítulos, esto es lamitad de la obra de Verástique, encuanto se detiene a introducir a unlector poco enterado a la historia y lageografía humana de la antigua pro-vincia de Michoacán y a la misma his-toria general y geografía de la Espa-ña, descubridora y conquistadora delNuevo Mundo. La otra mitad de Mi-choacán and Eden quiere superar el ca-

rácter de divulgación de la obra, y ac-ceder a un nivel de estudio crítico decorte historiográfico y mayormente an-tropológico, enfocado a la figura deVasco de Quiroga. Esto corresponde,obviamente, a la clara intención delautor de ofrecer una nueva lectura dela significación de Vasco de Quirogapara la historia cultural y religiosa deun Michoacán que eventualmentepuede reflejar el fenómeno de la evan-gelización de Hispanoamérica. Hastaqué punto el propósito de BernardinoVerástique alcance sus metas, lo diráel tiempo. Por lo pronto, el presenteexamen aspira a saludarlo en sus mé-ritos y a contribuir a su recepción crí-tica, notando sus lapsus.

Comenzaré por manifestar que laparte que me parece más aceptable dela obra de Bernardino Verástique es lasemblanza de un Quiroga desmitifi-cado. Por supuesto que la apreciaciónde Verástique no es inédita, pues tie-ne claros antecedentes en J. B. Warreny en antiguos testimonios contempo-ráneos del primer obispo de Michoa-cán. La aportación del profesor de es-

tudios religiosos de la Universidadtexana de Nuestra Señora del Lago,pretende recoger y divulgar algunosestudios de Anthony Pagden, el his-toriador y filósofo que en Europa seha ocupado de presentar un retratode Vasco de Quiroga, ambiguamentecabalgando entre humanismo y huma-nitarismo.17 Brevemente Verástiquetambién menciona los trabajos quiro-guianos y la imagen venerable, tau-maturga y apostólica, dibujada porbiógrafos, como Juan José Moreno,Rafael Aguayo Spencer y Enrique Cár-denas de la Peña. Pero refiriéndose aSilvio Zavala, Lewis Hanke y FintanB. Warren,18 Verástique pone sus repa-ros, pero distorsiona el sentido de es-tos autores, advirtiendo que “dan porasentado que por ser Quiroga un hu-manista era una persona humanita-ria. Presentando a Don Vasco bajo unaluz positiva, lo caracterizan como undefensor liberal de la racionalidad ycultura de los indios”.19 Si Verástiquehubiera leído bien a J. B. Warren sehubiera enterado de que al revés de loque cree, este gran conocedor de lapersonalidad y obra de Don Vasco, enningún momento lo califica de huma-nista, y en todo caso lo reconoce comoun jurista humanitario que utilizó eltrabajo de los humanistas de su si-glo.20

Pero Verástique, a renglón segui-do añade: “Si estas descripciones en-

cerraran la única información sobreVasco de Quiroga disponible para elinvestigador, sería imposible enten-der al volátil y autoritario Quiroga.También sería difícil comprender elcomplejo carácter de Quiroga si lo des-cribiera principalmente como un inte-lectual, caballeroso y compasivo ser

16 “Written specialy for students andgeneral readers, this book demonstrateshow cultural and geographical environ-ments influence religious experience, whi-le it adds to our understanding of the pro-cess of indigenous appropiation of Chris-tian theological concepts in the NewWorld” (cuarta de forros).

17 Cfr. Anthony Pagden “The Huma-nism of Vasco de Quiroga’s Información enderecho” en Humanism und Neue Welt, edi-tado por Wolfgang Reinhard, Weinheim:Acta Humaniora, 1987, pp. 133-142.

18 Parece que el autor desconoce queFintan B. Warren es la misma persona queJ. Benedict Warren.

19 “Silvio Zavala, Lewis Hanke, andFintan B. Warren asume that because Qui-roga was a humanist he was a humanita-rian. Presenting Don Vasco in a positivelight, they characterize him as a liberal de-fender of Amerindian rationality and cul-ture” (p. 111).

20 Warren, Fintan B., O.F.M. (desde1967 Warren, J. Benedict) “The Construc-tion of Santa Fe de México”, The Americas,XXI (1964), pp. 69-78. ___,”Vasco de Quiro-ga, fundador de hospitales y colegios”,Missionalia Hispanica 23 (1966) 25-46. ___,Vasco de Quiroga y sus Hospitales- Pueblo deSanta Fe, Morelia, Universidad Michoaca-na, 1977 (2ª ed. 1990). ___, La conquista deMichoacán, 1521-1530, Morelia, Fímax,1977. ___, “Vasco de Quiroga: obispo abo-gado” Memorias de la Academia Mexicana dela Historia, Tomo XXXIX, México 1996, pp.113-128. ___, Vasco de Quiroga en África. Mo-relia, Fímax, 1998. ___, Ordenanzas de loshospitales de Santa Fe, Morelia, Fímax, 1999.

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canas han guardado después de loscasi cuarenta años que han transcurri-do desde la publicación, originalmen-te en inglés, de los trabajos ya clásicosde Benedict J. Warren sobre una figu-ra tan significativa para la cultura his-panoamericana como Vasco de Qui-roga. Por otra parte, el laboriosoempeño de Bernardino Verástique pordivulgar actualmente en su entornoestadounidense el significado de laobra quiroguiana, cumple el objetivode hacerla accesible a un público pocoenterado de la historia cultural hispa-na, conforme al propósito manifesta-do por los editores: “Escrito especial-mente para estudiantes y lectores delpúblico general, este libro demuestracómo las circunstancias culturales ygeográficas influyen en la experienciareligiosa al paso que contribuye anuestra comprensión del proceso deapropiación indígena de los concep-tos teológicos cristianos en el NuevoMundo”.16 A este público general y es-tudiantil se acomodan mejor los cua-tro primeros capítulos, esto es lamitad de la obra de Verástique, encuanto se detiene a introducir a unlector poco enterado a la historia y lageografía humana de la antigua pro-vincia de Michoacán y a la misma his-toria general y geografía de la Espa-ña, descubridora y conquistadora delNuevo Mundo. La otra mitad de Mi-choacán and Eden quiere superar el ca-

rácter de divulgación de la obra, y ac-ceder a un nivel de estudio crítico decorte historiográfico y mayormente an-tropológico, enfocado a la figura deVasco de Quiroga. Esto corresponde,obviamente, a la clara intención delautor de ofrecer una nueva lectura dela significación de Vasco de Quirogapara la historia cultural y religiosa deun Michoacán que eventualmentepuede reflejar el fenómeno de la evan-gelización de Hispanoamérica. Hastaqué punto el propósito de BernardinoVerástique alcance sus metas, lo diráel tiempo. Por lo pronto, el presenteexamen aspira a saludarlo en sus mé-ritos y a contribuir a su recepción crí-tica, notando sus lapsus.

Comenzaré por manifestar que laparte que me parece más aceptable dela obra de Bernardino Verástique es lasemblanza de un Quiroga desmitifi-cado. Por supuesto que la apreciaciónde Verástique no es inédita, pues tie-ne claros antecedentes en J. B. Warreny en antiguos testimonios contempo-ráneos del primer obispo de Michoa-cán. La aportación del profesor de es-

tudios religiosos de la Universidadtexana de Nuestra Señora del Lago,pretende recoger y divulgar algunosestudios de Anthony Pagden, el his-toriador y filósofo que en Europa seha ocupado de presentar un retratode Vasco de Quiroga, ambiguamentecabalgando entre humanismo y huma-nitarismo.17 Brevemente Verástiquetambién menciona los trabajos quiro-guianos y la imagen venerable, tau-maturga y apostólica, dibujada porbiógrafos, como Juan José Moreno,Rafael Aguayo Spencer y Enrique Cár-denas de la Peña. Pero refiriéndose aSilvio Zavala, Lewis Hanke y FintanB. Warren,18 Verástique pone sus repa-ros, pero distorsiona el sentido de es-tos autores, advirtiendo que “dan porasentado que por ser Quiroga un hu-manista era una persona humanita-ria. Presentando a Don Vasco bajo unaluz positiva, lo caracterizan como undefensor liberal de la racionalidad ycultura de los indios”.19 Si Verástiquehubiera leído bien a J. B. Warren sehubiera enterado de que al revés de loque cree, este gran conocedor de lapersonalidad y obra de Don Vasco, enningún momento lo califica de huma-nista, y en todo caso lo reconoce comoun jurista humanitario que utilizó eltrabajo de los humanistas de su si-glo.20

Pero Verástique, a renglón segui-do añade: “Si estas descripciones en-

cerraran la única información sobreVasco de Quiroga disponible para elinvestigador, sería imposible enten-der al volátil y autoritario Quiroga.También sería difícil comprender elcomplejo carácter de Quiroga si lo des-cribiera principalmente como un inte-lectual, caballeroso y compasivo ser

16 “Written specialy for students andgeneral readers, this book demonstrateshow cultural and geographical environ-ments influence religious experience, whi-le it adds to our understanding of the pro-cess of indigenous appropiation of Chris-tian theological concepts in the NewWorld” (cuarta de forros).

17 Cfr. Anthony Pagden “The Huma-nism of Vasco de Quiroga’s Información enderecho” en Humanism und Neue Welt, edi-tado por Wolfgang Reinhard, Weinheim:Acta Humaniora, 1987, pp. 133-142.

18 Parece que el autor desconoce queFintan B. Warren es la misma persona queJ. Benedict Warren.

19 “Silvio Zavala, Lewis Hanke, andFintan B. Warren asume that because Qui-roga was a humanist he was a humanita-rian. Presenting Don Vasco in a positivelight, they characterize him as a liberal de-fender of Amerindian rationality and cul-ture” (p. 111).

20 Warren, Fintan B., O.F.M. (desde1967 Warren, J. Benedict) “The Construc-tion of Santa Fe de México”, The Americas,XXI (1964), pp. 69-78. ___,”Vasco de Quiro-ga, fundador de hospitales y colegios”,Missionalia Hispanica 23 (1966) 25-46. ___,Vasco de Quiroga y sus Hospitales- Pueblo deSanta Fe, Morelia, Universidad Michoaca-na, 1977 (2ª ed. 1990). ___, La conquista deMichoacán, 1521-1530, Morelia, Fímax,1977. ___, “Vasco de Quiroga: obispo abo-gado” Memorias de la Academia Mexicana dela Historia, Tomo XXXIX, México 1996, pp.113-128. ___, Vasco de Quiroga en África. Mo-relia, Fímax, 1998. ___, Ordenanzas de loshospitales de Santa Fe, Morelia, Fímax, 1999.

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humano. Si hubiera sido no más queun hombre dotado de las variadascualidades del político liberal y cultu-ral, se hubiera aliado con Bartoloméde las Casas en la lucha entre la igle-sia y el estado en la Nueva España.En lugar de eso, como lo ha señaladoMarcel Bataillon, Quiroga se opuso alllamado de Las Casas en favor de losindios y defendió el sistema de enco-mienda. Aun el conservador teólogoGinés de Sepúlveda se sirvió de Qui-roga como modelo de persona impor-tante que defendía la conquista”.21

Páginas atrás el profesor texanohabía trazado ya el retrato que en suopinión era el más real de la persona-lidad del primer obispo de Michoa-cán, diciendo: “Durante su gestiónepiscopal Quiroga demostró que te-nía una compleja personalidad. A ve-ces era un verdadero letrado, gentil ybien educado, y un benévolo hombrede paz. A veces, sin embargo, podíaser intensamente obstinado y venga-tivo con sus enemigos, y se mostrabaimpávido esgrimiendo su gran pode-río. Quiroga dio muestras asimismode una madura sofisticación políticay una aguda rigidez legal”.22

Consecuente con su percepciónde la realidad del complejo carácterdel oidor y primer obispo de Michoa-cán, el autor de “Michoacán andEden” no titubea en concluir que estefuerte personaje, no era ni un santo ni

un demonio: “Quiroga mismo contra-decía su imagen de santidad cuandodeclaraba que su Información en de-recho estaba dedicada <a Dios, a laCorona y al provecho de conquista-dores y colonizadores>”. En realidadQuiroga no era ni un santo ni un de-monio: sus acciones demuestran que

era un veterano político capaz de to-mar difíciles decisiones. A lo largo desu carrera el oidor-obispo permaneciófiel a su rey y a su patria. Don Vascofue en distintas ocasiones, una menteabierta y al mismo tiempo resistenteal cambio. Aunque trabajó vigorosa-mente para hacer realidad su utopíaindia, fue bastante sensible para lle-gar a admirar al pueblo indígena yadaptar sus proyectos a la cultura deeste pueblo; sin embargo, cuando suautoridad fue desafiada, desató con-tra sus enemigos una poderosa y has-ta vengativa resistencia, siempre conun agudo conocimiento del derecho”.23

¿Cuál es la fuente en donde seinspira este concepto que Verástiquese forma de la personalidad de DonVasco? Él mismo lo declara con fran-queza páginas más adelante, dicien-do: “Mi interpretación del humanis-mo de Quiroga se basa en el trabajode Anthony Pagden. Pagden argu-menta que la ambigüedad de signifi-cado de la filosofía política y religiosade Quiroga proviene de la confusiónde los historiadores acerca del signifi-cado del humanismo. Pagden sostie-ne que varios humanistas como Eras-mo, Tomás Moro y Lefevre d’Estaplesse interesaron por la primacía delmundo y por el papel que el hombrecomo persona desempeña en él. Estoshumanistas eran teológicamente libe-rales por su interés en el desarrollo de

la personalidad, sin embargo, mu-chos académicos eran profesores neo-tomistas, como Sepúlveda y MelchorCano. Sin duda, teológicamente fue-ron en gran medida moldeados por lacontrarreforma. Pagden postula queen Quiroga ‘nos encontramos con unhumanismo legal, el humanismo deAlciato y Connan, más que con el hu-manismo de Valla y Bruni’. El huma-nismo legal enfatizaba la tradición ju-rídica romana y los valores civiles dela filosofía moral ciceroniana. Este lle-gaba a colocar la ley humana o positi-va por encima de la ley natural. VéaseAnthony Pagden, ‘The Humanism of

21 “If these descriptions contained theonly information about Vasco de Quirogaavailable to the investigator, it would beimpossible to understand the volatile andauthoritative Quiroga. It would be equal-ly difficult to comprehend Quiroga’s com-plex character if he were primarily depict-ed as a gentleman-intellectual and com-passionate human being. If he had beensimply a political liberal and cultural plu-ralist, he would have allied himself withBartolomé de Las Casas in the strugglebetween the church and state in NewSpain. Instead, as Marcel Bataillon hasnoted, Quiroga opposed Las Casas’ pro-Amerindian appeal and defended the en-comienda system. Even the conservartivetheologian Ginés de Sepúlveda used Vas-co de Quiroga as an example of an in-fluential person who favored the con-quest” (p. 111).

22 “During Quiroga’s tenure as bishophe demonstrated that he had a complexpersonality. At times he was truly the gal-lant well-educated letrado and a benevo-lent man of peace. Yet he could be intense-ly stubborn and vengeful with his ene-mies, and he was unafraid of wieldinggreat power. Quiroga also exhibited a ma-ture political sophistication and an acutelegal rigidity” (p. 94).

23 “Quiroga himself contradicted hissaintly image when he declared that theInformación en derecho was dedicated to“God, the Crown, and the utility of con-querors and colonizers” (Información, 227)In actualy Quiroga was neither a saint nora demon: rather, his actions demonstratethat he was a veteran politician capable ifmaking difficult decisions. Throughouthis carreer the oidor-obispo remained loyalto his king and country. Don Vasco was, atdifferent times, both open-minded and re-sistant to change. Although he workedvigorously to realize his vision of an Ame-rindian utopia, he was sensitive enough tocome to admire the indigenous peopleand to adapt his plans to their culture. Ne-vertheless, when his authority was chal-lenged, he moved against his enemieswith a forceful, even vengeful, persistenceand always with a keen knowledge of thelaw” (p. 111).

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humano. Si hubiera sido no más queun hombre dotado de las variadascualidades del político liberal y cultu-ral, se hubiera aliado con Bartoloméde las Casas en la lucha entre la igle-sia y el estado en la Nueva España.En lugar de eso, como lo ha señaladoMarcel Bataillon, Quiroga se opuso alllamado de Las Casas en favor de losindios y defendió el sistema de enco-mienda. Aun el conservador teólogoGinés de Sepúlveda se sirvió de Qui-roga como modelo de persona impor-tante que defendía la conquista”.21

Páginas atrás el profesor texanohabía trazado ya el retrato que en suopinión era el más real de la persona-lidad del primer obispo de Michoa-cán, diciendo: “Durante su gestiónepiscopal Quiroga demostró que te-nía una compleja personalidad. A ve-ces era un verdadero letrado, gentil ybien educado, y un benévolo hombrede paz. A veces, sin embargo, podíaser intensamente obstinado y venga-tivo con sus enemigos, y se mostrabaimpávido esgrimiendo su gran pode-río. Quiroga dio muestras asimismode una madura sofisticación políticay una aguda rigidez legal”.22

Consecuente con su percepciónde la realidad del complejo carácterdel oidor y primer obispo de Michoa-cán, el autor de “Michoacán andEden” no titubea en concluir que estefuerte personaje, no era ni un santo ni

un demonio: “Quiroga mismo contra-decía su imagen de santidad cuandodeclaraba que su Información en de-recho estaba dedicada <a Dios, a laCorona y al provecho de conquista-dores y colonizadores>”. En realidadQuiroga no era ni un santo ni un de-monio: sus acciones demuestran que

era un veterano político capaz de to-mar difíciles decisiones. A lo largo desu carrera el oidor-obispo permaneciófiel a su rey y a su patria. Don Vascofue en distintas ocasiones, una menteabierta y al mismo tiempo resistenteal cambio. Aunque trabajó vigorosa-mente para hacer realidad su utopíaindia, fue bastante sensible para lle-gar a admirar al pueblo indígena yadaptar sus proyectos a la cultura deeste pueblo; sin embargo, cuando suautoridad fue desafiada, desató con-tra sus enemigos una poderosa y has-ta vengativa resistencia, siempre conun agudo conocimiento del derecho”.23

¿Cuál es la fuente en donde seinspira este concepto que Verástiquese forma de la personalidad de DonVasco? Él mismo lo declara con fran-queza páginas más adelante, dicien-do: “Mi interpretación del humanis-mo de Quiroga se basa en el trabajode Anthony Pagden. Pagden argu-menta que la ambigüedad de signifi-cado de la filosofía política y religiosade Quiroga proviene de la confusiónde los historiadores acerca del signifi-cado del humanismo. Pagden sostie-ne que varios humanistas como Eras-mo, Tomás Moro y Lefevre d’Estaplesse interesaron por la primacía delmundo y por el papel que el hombrecomo persona desempeña en él. Estoshumanistas eran teológicamente libe-rales por su interés en el desarrollo de

la personalidad, sin embargo, mu-chos académicos eran profesores neo-tomistas, como Sepúlveda y MelchorCano. Sin duda, teológicamente fue-ron en gran medida moldeados por lacontrarreforma. Pagden postula queen Quiroga ‘nos encontramos con unhumanismo legal, el humanismo deAlciato y Connan, más que con el hu-manismo de Valla y Bruni’. El huma-nismo legal enfatizaba la tradición ju-rídica romana y los valores civiles dela filosofía moral ciceroniana. Este lle-gaba a colocar la ley humana o positi-va por encima de la ley natural. VéaseAnthony Pagden, ‘The Humanism of

21 “If these descriptions contained theonly information about Vasco de Quirogaavailable to the investigator, it would beimpossible to understand the volatile andauthoritative Quiroga. It would be equal-ly difficult to comprehend Quiroga’s com-plex character if he were primarily depict-ed as a gentleman-intellectual and com-passionate human being. If he had beensimply a political liberal and cultural plu-ralist, he would have allied himself withBartolomé de Las Casas in the strugglebetween the church and state in NewSpain. Instead, as Marcel Bataillon hasnoted, Quiroga opposed Las Casas’ pro-Amerindian appeal and defended the en-comienda system. Even the conservartivetheologian Ginés de Sepúlveda used Vas-co de Quiroga as an example of an in-fluential person who favored the con-quest” (p. 111).

22 “During Quiroga’s tenure as bishophe demonstrated that he had a complexpersonality. At times he was truly the gal-lant well-educated letrado and a benevo-lent man of peace. Yet he could be intense-ly stubborn and vengeful with his ene-mies, and he was unafraid of wieldinggreat power. Quiroga also exhibited a ma-ture political sophistication and an acutelegal rigidity” (p. 94).

23 “Quiroga himself contradicted hissaintly image when he declared that theInformación en derecho was dedicated to“God, the Crown, and the utility of con-querors and colonizers” (Información, 227)In actualy Quiroga was neither a saint nora demon: rather, his actions demonstratethat he was a veteran politician capable ifmaking difficult decisions. Throughouthis carreer the oidor-obispo remained loyalto his king and country. Don Vasco was, atdifferent times, both open-minded and re-sistant to change. Although he workedvigorously to realize his vision of an Ame-rindian utopia, he was sensitive enough tocome to admire the indigenous peopleand to adapt his plans to their culture. Ne-vertheless, when his authority was chal-lenged, he moved against his enemieswith a forceful, even vengeful, persistenceand always with a keen knowledge of thelaw” (p. 111).

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Vasco de Quiroga’s Información en de-recho’, en Humanismus und Neue Welt”.24

Admito que Verástique tiene todala libertad del mundo para adoptar lainterpretación de Pagden sobre el hu-manismo de Quiroga, más aún meparece saludable ventilar su propues-ta de cara a la significación que dichohumanismo tiene en otros autores nomenos enterados de la materia, comoSilvio Zavala, Marcel Bataillon, Fran-cisco Miranda y Carlos Herrejón Pe-redo, grandes conocedores de la filo-sofía política y religiosa de Vasco deQuiroga. Sin embargo, lo que me pa-rece cuestionable es la facilidad conque el profesor de la Nuestra Señoradel Lago, adopta sin mayor reflexióncrítica la versión de Pagden sin men-cionar siquiera la interpretación deotros autores.

Verástique no explica su noción de“humanitario”; y si por ello entiende“lo que mira o se refiere al bien delgénero humano, o el ser benigno, ca-ritativo, benéfico”,25 lo menos que de-bería esperarse sería que presentaraalgún argumento para mostrar que elfundador de los pueblos-hospitalescarecía de ese interés o de esas cuali-dades del hombre compasivo. Porotra parte dudo que resulte convin-cente para quien haya leído mediana-mente bien la Información en derecho,que por el hecho de dedicar su escritoa “provecho de conquistadores y co-

lonizadores” Quiroga contradijera susaintly image, como pretende el autorde Michoacán and Eden.

En cuanto a la opinión de Pag-den, adoptada por Verástique, de quesi Quiroga hubiera sido realmente un

político liberal se hubiera aliado conBartolomé de Las Casas, el autor re-vela gran desconocimiento de las rela-ciones que unieron a ambos prelados,especialmente en su lucha contra laesclavitud de los indios.26 Desconocetambién que, como señala Helen Ran-Parisch, “Quiroga terminó su tratado[Información en derecho] contra la es-clavitud a fines de junio, 1535, duran-te la visita de Fray Bartolomé27 [a Mé-xico, que quizá le enseñó la cita delCayetano –nn. 36B, 40B, y textos co-rrespondientes–]. Trabó o reanudóamistad con todos y seguramente lesenseñó su propio Del único modo: el añovenidero, Zumárraga citaría la obritay Minaya la llevaría a Europa”.28

Pero pasemos ya a otra de lasaportaciones específicas de Michoacánand Eden. Me refiero al capítulo cen-tral del libro “La cristianización de losPurhépecha” en que Bernardino Ve-rástique desarrolla su tesis principal,a saber, el milenarismo de Vasco deQuiroga y su utopía de establecer elparaíso terrenal en Michoacán, temaentrañado en el título mismo de suobra. El postulado de Verástique semanifiesta ampliamente en este capí-tulo sexto, en repetidas expresionesde las cuales citaré las que me pare-cen más significativas.

El capítulo se abre con esta aseve-ración categórica: “El objetivo del pro-yecto de evangelización del siglo XVI

fue el establecimiento del reino mile-nario de Dios en el Nuevo Mundo”.29

Con esa finalidad –opina Verástique–se emprende la congregación de losindios en pueblos, bajo el control delos frailes, apartándolos de la mala in-fluencia que podían ejercer sobre losnaturales los pobladores laicos espa-ñoles, y preparando así el adveni-miento de Cristo. “Los frailes mendi-cantes –arguye– creían que despuésde que se convirtieran los últimos in-dios gentiles, el tiempo histórico lle-

24 My interpretation of Quirogan hu-manism is grounded in the work of An-thony Pagden. Pagden argues that theambiguity of meaning surrounding Qui-roga’s political and religious philosophyresults from historians’ confusion aboutthe meaning of humanism. He states thata number of humanists like Erasmus,More, and Lefevre d’Estaples were con-cerned with the primacy of the world andwith the role of the human being as a per-son in it. These humanists were theologi-cally liberal, because they were concernedwith the development of personhood.However, many schoolmen were neo-Thomist Scholastics, like Sepúlveda andMelchor Cano. Undoubtedly theologicalconservatives, they were shaped to a greatextent by the Counter Reformation. InQuiroga, Pagden contends, “we are deal-ing with legal humanism, the humanismof Alciato and Connan, rather than the hu-manism of Valla and Bruni”. Legal huma-nism emphasized the Roman legal tradi-tion and the civic values of Ciceronianmoral philosophy. This amounted to plac-ing the human or positive law above thenatural law. See Anthony Pagden, “TheHumanism of Vasco de Quiroga’s Informa-ción en derecho” in Humanismus und NeueWelt.” (p. 167, nota 3.)

25 Diccionario de la lengua española, RealAcademia Española.

26 Véase Helen-Rand Parish y HaroldE. Weidman, Las Casas as a Bishop, Libraryof Congress Washington, 1980. Trad. LasCasas en México. Historia y obras desconoci-das. FCE, México, 1992. Explicando los es-critos que de Las Casas, de Quiroga y deotros canonistas que dieron pie a la encí-clica pro-india de Paulo III, Sublimis Deus,Parish escribe: “Además hemos identifica-do los tratados de respaldo escritos conanterioridad por Oseguera, Quiroga y LasCasas. Y hemos mostrado la estrategia porla cual estos documentos básicos, las actasy los tratados –reforzados con tres fuertescartas sobre la capacidad indígena y undecreto antiesclavista revocado– conduje-ron precisamente a la bula, el breve y laencíclica que Fray Bernardino Minaya ob-tuvo en Roma en 1537” (p. 37)

27 Ibidem, nota 21.28 Ibidem, p. 34.29 “The aim of the sixteenh-century

evangelization project was to establish themillenial kingdom of God in the NewWorld” (p. 92).

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Vasco de Quiroga’s Información en de-recho’, en Humanismus und Neue Welt”.24

Admito que Verástique tiene todala libertad del mundo para adoptar lainterpretación de Pagden sobre el hu-manismo de Quiroga, más aún meparece saludable ventilar su propues-ta de cara a la significación que dichohumanismo tiene en otros autores nomenos enterados de la materia, comoSilvio Zavala, Marcel Bataillon, Fran-cisco Miranda y Carlos Herrejón Pe-redo, grandes conocedores de la filo-sofía política y religiosa de Vasco deQuiroga. Sin embargo, lo que me pa-rece cuestionable es la facilidad conque el profesor de la Nuestra Señoradel Lago, adopta sin mayor reflexióncrítica la versión de Pagden sin men-cionar siquiera la interpretación deotros autores.

Verástique no explica su noción de“humanitario”; y si por ello entiende“lo que mira o se refiere al bien delgénero humano, o el ser benigno, ca-ritativo, benéfico”,25 lo menos que de-bería esperarse sería que presentaraalgún argumento para mostrar que elfundador de los pueblos-hospitalescarecía de ese interés o de esas cuali-dades del hombre compasivo. Porotra parte dudo que resulte convin-cente para quien haya leído mediana-mente bien la Información en derecho,que por el hecho de dedicar su escritoa “provecho de conquistadores y co-

lonizadores” Quiroga contradijera susaintly image, como pretende el autorde Michoacán and Eden.

En cuanto a la opinión de Pag-den, adoptada por Verástique, de quesi Quiroga hubiera sido realmente un

político liberal se hubiera aliado conBartolomé de Las Casas, el autor re-vela gran desconocimiento de las rela-ciones que unieron a ambos prelados,especialmente en su lucha contra laesclavitud de los indios.26 Desconocetambién que, como señala Helen Ran-Parisch, “Quiroga terminó su tratado[Información en derecho] contra la es-clavitud a fines de junio, 1535, duran-te la visita de Fray Bartolomé27 [a Mé-xico, que quizá le enseñó la cita delCayetano –nn. 36B, 40B, y textos co-rrespondientes–]. Trabó o reanudóamistad con todos y seguramente lesenseñó su propio Del único modo: el añovenidero, Zumárraga citaría la obritay Minaya la llevaría a Europa”.28

Pero pasemos ya a otra de lasaportaciones específicas de Michoacánand Eden. Me refiero al capítulo cen-tral del libro “La cristianización de losPurhépecha” en que Bernardino Ve-rástique desarrolla su tesis principal,a saber, el milenarismo de Vasco deQuiroga y su utopía de establecer elparaíso terrenal en Michoacán, temaentrañado en el título mismo de suobra. El postulado de Verástique semanifiesta ampliamente en este capí-tulo sexto, en repetidas expresionesde las cuales citaré las que me pare-cen más significativas.

El capítulo se abre con esta aseve-ración categórica: “El objetivo del pro-yecto de evangelización del siglo XVI

fue el establecimiento del reino mile-nario de Dios en el Nuevo Mundo”.29

Con esa finalidad –opina Verástique–se emprende la congregación de losindios en pueblos, bajo el control delos frailes, apartándolos de la mala in-fluencia que podían ejercer sobre losnaturales los pobladores laicos espa-ñoles, y preparando así el adveni-miento de Cristo. “Los frailes mendi-cantes –arguye– creían que despuésde que se convirtieran los últimos in-dios gentiles, el tiempo histórico lle-

24 My interpretation of Quirogan hu-manism is grounded in the work of An-thony Pagden. Pagden argues that theambiguity of meaning surrounding Qui-roga’s political and religious philosophyresults from historians’ confusion aboutthe meaning of humanism. He states thata number of humanists like Erasmus,More, and Lefevre d’Estaples were con-cerned with the primacy of the world andwith the role of the human being as a per-son in it. These humanists were theologi-cally liberal, because they were concernedwith the development of personhood.However, many schoolmen were neo-Thomist Scholastics, like Sepúlveda andMelchor Cano. Undoubtedly theologicalconservatives, they were shaped to a greatextent by the Counter Reformation. InQuiroga, Pagden contends, “we are deal-ing with legal humanism, the humanismof Alciato and Connan, rather than the hu-manism of Valla and Bruni”. Legal huma-nism emphasized the Roman legal tradi-tion and the civic values of Ciceronianmoral philosophy. This amounted to plac-ing the human or positive law above thenatural law. See Anthony Pagden, “TheHumanism of Vasco de Quiroga’s Informa-ción en derecho” in Humanismus und NeueWelt.” (p. 167, nota 3.)

25 Diccionario de la lengua española, RealAcademia Española.

26 Véase Helen-Rand Parish y HaroldE. Weidman, Las Casas as a Bishop, Libraryof Congress Washington, 1980. Trad. LasCasas en México. Historia y obras desconoci-das. FCE, México, 1992. Explicando los es-critos que de Las Casas, de Quiroga y deotros canonistas que dieron pie a la encí-clica pro-india de Paulo III, Sublimis Deus,Parish escribe: “Además hemos identifica-do los tratados de respaldo escritos conanterioridad por Oseguera, Quiroga y LasCasas. Y hemos mostrado la estrategia porla cual estos documentos básicos, las actasy los tratados –reforzados con tres fuertescartas sobre la capacidad indígena y undecreto antiesclavista revocado– conduje-ron precisamente a la bula, el breve y laencíclica que Fray Bernardino Minaya ob-tuvo en Roma en 1537” (p. 37)

27 Ibidem, nota 21.28 Ibidem, p. 34.29 “The aim of the sixteenh-century

evangelization project was to establish themillenial kingdom of God in the NewWorld” (p. 92).

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garía a su fin. En ese momento Cristoreaparecería para establecer un eternoparaíso terrenal en el Nuevo Mundo”.30

Añade que los mismos frailes nose ponían de acuerdo sobre la manerade llevar a los indios a la perfecciónespiritual y social que ese inminenteapocalipsis requería, de donde resul-tó una gran confusión en la forma deimponerles el cristianismo. “Huelgadecir –concluye– que el proyecto cris-tiano de una humanidad perfecta ha-bía fracasado en el Viejo Mundo”.31

Enseguida Bernardino Verástique in-siste en el milenarismo de Quiroga,que supone de mayor peso en el áni-mo evangelizador del oidor-obispoque la misma influencia de la Utopíade Tomás Moro: “Los planes de Qui-roga se derivaban de teorías de socie-dad que incorporaban los principioseducativos y sociales del humanismoclásico. Tomó su modelo para lospueblos de la Utopía de Tomás Moro.Pero la dependencia quiroguiana deMoro no debe ser sobre-estimada,porque el mito de un paraíso comuni-tario era ya un tema antiguo y recu-rrente en la historia cristiana”.32

Además de esta insistencia en elmilenarismo, el autor de Michoacánand Eden se obstina paradójicamenteen calificar de humanista, pero nadahumanitario el proyecto social de DonVasco: “En su defensa de las repúbli-cas de indios Quiroga establece que el

aislamiento de los indios era la únicamanera de resolver su falta de policía yde la vida y derramamiento silvestre ysalvaje en que están, más como animalesirracionales que no como hombres de ra-zón.33 La reducción era el primer pasopara crear una iglesia purificada enMichoacán. Sin la república de indiossería imposible para los misionerosdesarraigar la cizaña de idólatras e in-conformes. Según Quiroga un plandivino ordenaba que los indios fue-ran convertidos en buenos cristianos.Pero primeramente la Iglesia y el Es-tado tenían que rescatarlos de su peca-do [...] La respuesta de Quiroga a lacrisis en la Nueva España demuestra

que estaba bien enterado de los pro-gramas intelectuales y sociales quegozaban de popularidad entre los hu-manistas europeos de la época, sinembargo su tipo de humanismo, difí-cilmente se podría alabar inequívoca-mente como humanitario”.34

Otra aseveración categórica de lacual Verástique no ofrece tampoco ra-zón, es poner como término final dela generación de misioneros visiona-rios que llevaron a cabo la Conquistaespiritual de México, el final de lavida del primer obispo de Michoacán(1565). El autor olvida que todavíaquedaban Pedro de Gante (+1572), Ma-turino Gilberti (+1585), BernardinoSahagún (+1590) y Jerónimo de Men-dieta (+1604), entre otros. En todocaso habría que tomar en cuenta unaperiodización más fundamentada enla historiografía novohispana, queubica el final de la Conquista espiri-tual de México hacia el año de 1572,con sucesos tan significativos como ladesignación de un clérigo secular parala sede del arzobispado de México, laintroducción del Tribunal de la Inqui-sición y la llegada de los jesuitas a laNueva España.35 Con todo, nuestroautor sostiene: “La muerte de DonVasco [de Quiroga] marcó el final deuna generación de apasionados y cul-tos misioneros que esperaban impar-tir a los indios una forma de cristia-nismo apocalíptico”.36

Evaluando la consistencia de laobra quiroguiana, Verástique estimaque “en una forma limitada el sueñode Don Vasco persiste hasta el día dehoy en la continua existencia del po-blado de Santa Fe de la Laguna, en laespléndida iglesia de Santa Ana [sic]en la cima de la colina, y en la integri-

30 “The mendicants believed that afterthe last Amerindian gentiles had beenconverted, historial time would come toan end. At that point Christ would reap-pear to establish an eternal terrestrial par-adise in the New World” (p. 92).

31 “Needless to say, the Christian pro-yect to perfect humanity had failed in theOld World” (ibidem).

32 “Quiroga’s plans drew from theo-ries of society that incorporated the edu-cational and social principles of classicalhumanism. He took his model for thetowns from Thomas More’s Utopia. ButQuiroga’s reliance on More should not beoverstated, because the myth of a commu-nal paradise was already an ancient and re-current theme in Christian history.” (p. 96).

33 Información en derecho, núm. 64. en laedición de Carlos Herrejón Peredo.

34 “In his defense of the republicas deindios Quiroga states that isolating theAmerindians was the only way to resolvetheir ‘lack of policía and their dispersedwild and savage life, in which they resem-ble more irrational animals than humanbeings’. Reduction was a first step in cre-ating a purified church in Michoacán. Wit-hout the Amerindian republics it wouldbe impossible for the missionaries to weedout idolaters and nonconformists. Accord-ing to Quiroga, a divine plan ordainedthat the church and the state had to con-quer their ‘sinfulness’. [...] Quiroga’s ans-wer to the crisis in New Spain demonstra-tes that he was well aware of the intellec-tual and social programs popular amongEuropean humanists at the time. Never-theless, his brand of humanism could har-dly be inequivocally lauded as humani-tarian” (p. 123).

35 Cfr. Andrés Lira y Luis Muro, “El si-glo de la integración”, Historia General deMéxico, El Colegio de México, México, 3ªed. 1981, vol. I, p. 376.

36 “The death of Don Vasco de Quiro-ga marked the end of a generation of pas-sionate and well-educated missionarieswho hoped to impart a form of apoca-lyptic Christianity to the Amerindians”(p. 141).

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garía a su fin. En ese momento Cristoreaparecería para establecer un eternoparaíso terrenal en el Nuevo Mundo”.30

Añade que los mismos frailes nose ponían de acuerdo sobre la manerade llevar a los indios a la perfecciónespiritual y social que ese inminenteapocalipsis requería, de donde resul-tó una gran confusión en la forma deimponerles el cristianismo. “Huelgadecir –concluye– que el proyecto cris-tiano de una humanidad perfecta ha-bía fracasado en el Viejo Mundo”.31

Enseguida Bernardino Verástique in-siste en el milenarismo de Quiroga,que supone de mayor peso en el áni-mo evangelizador del oidor-obispoque la misma influencia de la Utopíade Tomás Moro: “Los planes de Qui-roga se derivaban de teorías de socie-dad que incorporaban los principioseducativos y sociales del humanismoclásico. Tomó su modelo para lospueblos de la Utopía de Tomás Moro.Pero la dependencia quiroguiana deMoro no debe ser sobre-estimada,porque el mito de un paraíso comuni-tario era ya un tema antiguo y recu-rrente en la historia cristiana”.32

Además de esta insistencia en elmilenarismo, el autor de Michoacánand Eden se obstina paradójicamenteen calificar de humanista, pero nadahumanitario el proyecto social de DonVasco: “En su defensa de las repúbli-cas de indios Quiroga establece que el

aislamiento de los indios era la únicamanera de resolver su falta de policía yde la vida y derramamiento silvestre ysalvaje en que están, más como animalesirracionales que no como hombres de ra-zón.33 La reducción era el primer pasopara crear una iglesia purificada enMichoacán. Sin la república de indiossería imposible para los misionerosdesarraigar la cizaña de idólatras e in-conformes. Según Quiroga un plandivino ordenaba que los indios fue-ran convertidos en buenos cristianos.Pero primeramente la Iglesia y el Es-tado tenían que rescatarlos de su peca-do [...] La respuesta de Quiroga a lacrisis en la Nueva España demuestra

que estaba bien enterado de los pro-gramas intelectuales y sociales quegozaban de popularidad entre los hu-manistas europeos de la época, sinembargo su tipo de humanismo, difí-cilmente se podría alabar inequívoca-mente como humanitario”.34

Otra aseveración categórica de lacual Verástique no ofrece tampoco ra-zón, es poner como término final dela generación de misioneros visiona-rios que llevaron a cabo la Conquistaespiritual de México, el final de lavida del primer obispo de Michoacán(1565). El autor olvida que todavíaquedaban Pedro de Gante (+1572), Ma-turino Gilberti (+1585), BernardinoSahagún (+1590) y Jerónimo de Men-dieta (+1604), entre otros. En todocaso habría que tomar en cuenta unaperiodización más fundamentada enla historiografía novohispana, queubica el final de la Conquista espiri-tual de México hacia el año de 1572,con sucesos tan significativos como ladesignación de un clérigo secular parala sede del arzobispado de México, laintroducción del Tribunal de la Inqui-sición y la llegada de los jesuitas a laNueva España.35 Con todo, nuestroautor sostiene: “La muerte de DonVasco [de Quiroga] marcó el final deuna generación de apasionados y cul-tos misioneros que esperaban impar-tir a los indios una forma de cristia-nismo apocalíptico”.36

Evaluando la consistencia de laobra quiroguiana, Verástique estimaque “en una forma limitada el sueñode Don Vasco persiste hasta el día dehoy en la continua existencia del po-blado de Santa Fe de la Laguna, en laespléndida iglesia de Santa Ana [sic]en la cima de la colina, y en la integri-

30 “The mendicants believed that afterthe last Amerindian gentiles had beenconverted, historial time would come toan end. At that point Christ would reap-pear to establish an eternal terrestrial par-adise in the New World” (p. 92).

31 “Needless to say, the Christian pro-yect to perfect humanity had failed in theOld World” (ibidem).

32 “Quiroga’s plans drew from theo-ries of society that incorporated the edu-cational and social principles of classicalhumanism. He took his model for thetowns from Thomas More’s Utopia. ButQuiroga’s reliance on More should not beoverstated, because the myth of a commu-nal paradise was already an ancient and re-current theme in Christian history.” (p. 96).

33 Información en derecho, núm. 64. en laedición de Carlos Herrejón Peredo.

34 “In his defense of the republicas deindios Quiroga states that isolating theAmerindians was the only way to resolvetheir ‘lack of policía and their dispersedwild and savage life, in which they resem-ble more irrational animals than humanbeings’. Reduction was a first step in cre-ating a purified church in Michoacán. Wit-hout the Amerindian republics it wouldbe impossible for the missionaries to weedout idolaters and nonconformists. Accord-ing to Quiroga, a divine plan ordainedthat the church and the state had to con-quer their ‘sinfulness’. [...] Quiroga’s ans-wer to the crisis in New Spain demonstra-tes that he was well aware of the intellec-tual and social programs popular amongEuropean humanists at the time. Never-theless, his brand of humanism could har-dly be inequivocally lauded as humani-tarian” (p. 123).

35 Cfr. Andrés Lira y Luis Muro, “El si-glo de la integración”, Historia General deMéxico, El Colegio de México, México, 3ªed. 1981, vol. I, p. 376.

36 “The death of Don Vasco de Quiro-ga marked the end of a generation of pas-sionate and well-educated missionarieswho hoped to impart a form of apoca-lyptic Christianity to the Amerindians”(p. 141).

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dad de los verdaderos límites del es-tado de Michoacán. El Colegio de SanNicolás Obispo, sin embargo, fue to-mado por los jesuitas y trasladado aValladolid en Morelia en 1580. Conti-nuó siendo una importante fuerzaeducativa en la Nueva España hastala expulsión de la Compañía de Jesúsen 1767. Con todo la meta del Colegiode formar un clero nativo para las co-lonias nunca llegó a realizarse”.37

Se entiende lo que Verástique quie-re decir, a pesar de la confusión en queva hilvanado, a saber, la inexistenteespléndida iglesia de Santa Ana, (a noser que la confunda con la basílica deNuestra Señora de la Salud en Pátz-cuaro), la integridad de los “verdade-ros límites del estado de Michoacán”(que ha sido varias veces modifica-da), la dirección del Colegio de SanNicolás, (que antes y después de te-ner profesores auxiliares jesuitas, per-maneció siempre hasta su extinciónen el siglo XIX, bajo el patronazgo delcabildo catedral de Michoacán, y si-guió siendo importante centro educa-tivo), y finalmente el objetivo del mis-mo Colegio (que no fue precisamenteformar un clero indígena para las co-lonias, sino un clero propio para ladiócesis fundada por Don Vasco).

Verástique dedica también suatención a ciertos sucesos en que semanifiesta con mayor vehemencia lamanera como Vasco de Quiroga reac-

cionó una y otra vez frente a quien seopusiera a su autoridad. En el conflic-to con Juan Infante, por la pretensiónde este acaparador de encomiendas,por apoderarse de los pueblos de laLaguna, incluido Santa Fe, el obispocon su hueste enfrentó la compañíaarmada de Infante, obligándolo a re-troceder. Verástique apunta “Si elobispo Quiroga realmente intentómatar a Infante, sigue siendo un mis-terio”.38

El otro conflicto sumariamenteconsignado en “Michoacán and Eden”es el famoso pleito de Don Vasco conla orden de San Agustín por la funda-ción del monasterio de Tlazazalca:“La pugna por el poder entre los frai-les mendicantes y Quiroga llegó a suclímax en el verano de 1560. El campo

de batalla fue la casa y conventoagustino de Tlazazalca, que había sidofundado con la autoridad del segun-do virrey de la Nueva España, Luisde Velasco. Quiroga creía que la or-den de San Agustín había vilipendia-do su autoridad al fundar su conven-to en Michoacán. Sobre todo, Quirogaresintió la aparente indiferencia de losagustinos hacia su autoridad y deter-minó imponerles su voluntad. Al mis-mo tiempo que se movía en la ciudadde México el proceso de Quiroga con-tra Gilberti, Pérez Gordillo Negrónllevó consigo un grupo de clérigos se-culares e indios guerreros de Pátzcua-ro al convento agustino, e incendió lacasa de los frailes hasta arrasarla”.39

De esta forma Bernardino Verásti-que aborda sin ambages un tema quehabía sido soslayado cuidadosamen-te por muchos biógrafos de TataVasco.

En cuanto la “Evaluación de laEvangelización de Michoacán” que seofrece en el Epílogo con que culminael libro el autor reitera su adhesión ala propuesta de ciertos investigadoresque pretenden que la aceptación delos ritos y la teología cristiana fue su-perficial en México.40 En un balanceque necesariamente incluye a Vascode Quiroga el autor concluye: “En unúltimo análisis la empresa del NuevoMundo fracasó en sus metas ideológi-cas. Esto se debió en parte al hecho de

que el dios monoteístico del cristia-nismo quedó diluido por la incorpo-ración del rico paganismo medite-rráneo. El catolicismo, con toda sunegativa ortodoxia, se volvió hetero-doxo y panteístico. El cosmos católicofue poblado por una variedad de se-res sagrados: un dios trino y uno, unadiosa madre, ángeles, santos, ánimasde difuntos, demonios, y poderososespíritus en la naturaleza, entre otros.El catolicismo se hizo casi tan densa-mente poblado como el cosmos meso-americano. Los dos sistemas religio-sos se encontraron uno con otro comosistemas de símbolos multifacéticos,

37 “In a limited way Don Vasco’sdream persists to this day in the continuedexistence of the township of Santa Fe de laLaguna, in the splendid hilltop church ofSanta Ana, and in the integrity of the veryboundaries of the state of Michoacán. TheColegio de San Nicolás Obispo, however,was taken over by the Jesuits and movedto Valladolid in Morelia in 1580. It contin-ued to be an important educational forcein New Spain until de expulsion of theSociety of Jesus in 1767. Yet the college’sgoal of developing a native clergy for thecolonies was never realized” (p. 142)

38 “Whether Bishop Quiroga truly in-tended to kill Infante remains a mystery”(p. 130).

39 “The struggle for power betweenthe mendicants and Quiroga reached a cli-max in the summer of 1560. The battle-field was the Augustinian conventual hou-se of Tlazazalca, which had been foundedunder the authority of the second viceroyof New Spain, Luis de Velasco. Quirogabelieved that the Augustinian order hadbypassed his authority in establishing theirhouse in Michoacán. Morover, Quiroga re-sented the Augustinian’s seeming indiffe-rence to his authority and was determinedto impose his will on them. While DonVasco’s lawsuit against Gilberti was beingheard in Mexico City, Pérez Gordillo Ne-grón led a group of secular priests andPurhépecha warriors from Pátzcuaro tothe Augustinian convent and burned thehouse to the ground” (p. 108).

40 “Scholars today argue that the ac-ceptance of Christian ritual and theologywas superficial” (p. 144).

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dad de los verdaderos límites del es-tado de Michoacán. El Colegio de SanNicolás Obispo, sin embargo, fue to-mado por los jesuitas y trasladado aValladolid en Morelia en 1580. Conti-nuó siendo una importante fuerzaeducativa en la Nueva España hastala expulsión de la Compañía de Jesúsen 1767. Con todo la meta del Colegiode formar un clero nativo para las co-lonias nunca llegó a realizarse”.37

Se entiende lo que Verástique quie-re decir, a pesar de la confusión en queva hilvanado, a saber, la inexistenteespléndida iglesia de Santa Ana, (a noser que la confunda con la basílica deNuestra Señora de la Salud en Pátz-cuaro), la integridad de los “verdade-ros límites del estado de Michoacán”(que ha sido varias veces modifica-da), la dirección del Colegio de SanNicolás, (que antes y después de te-ner profesores auxiliares jesuitas, per-maneció siempre hasta su extinciónen el siglo XIX, bajo el patronazgo delcabildo catedral de Michoacán, y si-guió siendo importante centro educa-tivo), y finalmente el objetivo del mis-mo Colegio (que no fue precisamenteformar un clero indígena para las co-lonias, sino un clero propio para ladiócesis fundada por Don Vasco).

Verástique dedica también suatención a ciertos sucesos en que semanifiesta con mayor vehemencia lamanera como Vasco de Quiroga reac-

cionó una y otra vez frente a quien seopusiera a su autoridad. En el conflic-to con Juan Infante, por la pretensiónde este acaparador de encomiendas,por apoderarse de los pueblos de laLaguna, incluido Santa Fe, el obispocon su hueste enfrentó la compañíaarmada de Infante, obligándolo a re-troceder. Verástique apunta “Si elobispo Quiroga realmente intentómatar a Infante, sigue siendo un mis-terio”.38

El otro conflicto sumariamenteconsignado en “Michoacán and Eden”es el famoso pleito de Don Vasco conla orden de San Agustín por la funda-ción del monasterio de Tlazazalca:“La pugna por el poder entre los frai-les mendicantes y Quiroga llegó a suclímax en el verano de 1560. El campo

de batalla fue la casa y conventoagustino de Tlazazalca, que había sidofundado con la autoridad del segun-do virrey de la Nueva España, Luisde Velasco. Quiroga creía que la or-den de San Agustín había vilipendia-do su autoridad al fundar su conven-to en Michoacán. Sobre todo, Quirogaresintió la aparente indiferencia de losagustinos hacia su autoridad y deter-minó imponerles su voluntad. Al mis-mo tiempo que se movía en la ciudadde México el proceso de Quiroga con-tra Gilberti, Pérez Gordillo Negrónllevó consigo un grupo de clérigos se-culares e indios guerreros de Pátzcua-ro al convento agustino, e incendió lacasa de los frailes hasta arrasarla”.39

De esta forma Bernardino Verásti-que aborda sin ambages un tema quehabía sido soslayado cuidadosamen-te por muchos biógrafos de TataVasco.

En cuanto la “Evaluación de laEvangelización de Michoacán” que seofrece en el Epílogo con que culminael libro el autor reitera su adhesión ala propuesta de ciertos investigadoresque pretenden que la aceptación delos ritos y la teología cristiana fue su-perficial en México.40 En un balanceque necesariamente incluye a Vascode Quiroga el autor concluye: “En unúltimo análisis la empresa del NuevoMundo fracasó en sus metas ideológi-cas. Esto se debió en parte al hecho de

que el dios monoteístico del cristia-nismo quedó diluido por la incorpo-ración del rico paganismo medite-rráneo. El catolicismo, con toda sunegativa ortodoxia, se volvió hetero-doxo y panteístico. El cosmos católicofue poblado por una variedad de se-res sagrados: un dios trino y uno, unadiosa madre, ángeles, santos, ánimasde difuntos, demonios, y poderososespíritus en la naturaleza, entre otros.El catolicismo se hizo casi tan densa-mente poblado como el cosmos meso-americano. Los dos sistemas religio-sos se encontraron uno con otro comosistemas de símbolos multifacéticos,

37 “In a limited way Don Vasco’sdream persists to this day in the continuedexistence of the township of Santa Fe de laLaguna, in the splendid hilltop church ofSanta Ana, and in the integrity of the veryboundaries of the state of Michoacán. TheColegio de San Nicolás Obispo, however,was taken over by the Jesuits and movedto Valladolid in Morelia in 1580. It contin-ued to be an important educational forcein New Spain until de expulsion of theSociety of Jesus in 1767. Yet the college’sgoal of developing a native clergy for thecolonies was never realized” (p. 142)

38 “Whether Bishop Quiroga truly in-tended to kill Infante remains a mystery”(p. 130).

39 “The struggle for power betweenthe mendicants and Quiroga reached a cli-max in the summer of 1560. The battle-field was the Augustinian conventual hou-se of Tlazazalca, which had been foundedunder the authority of the second viceroyof New Spain, Luis de Velasco. Quirogabelieved that the Augustinian order hadbypassed his authority in establishing theirhouse in Michoacán. Morover, Quiroga re-sented the Augustinian’s seeming indiffe-rence to his authority and was determinedto impose his will on them. While DonVasco’s lawsuit against Gilberti was beingheard in Mexico City, Pérez Gordillo Ne-grón led a group of secular priests andPurhépecha warriors from Pátzcuaro tothe Augustinian convent and burned thehouse to the ground” (p. 108).

40 “Scholars today argue that the ac-ceptance of Christian ritual and theologywas superficial” (p. 144).

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y así interactuaron uno con otro en di-versos planos. Una pura y directatranslación del cristianismo fue asíimposible de entrada. Cualquier ob-servación tocante a las teorías de lasupervivencia cultural o a cambios enla cosmovisión de los amerindios de-berá tomar esto en cuenta, o hará deinmediato imposible entender la su-perabundancia de respuestas cultura-les a la Conquista”.41

Aceptadas estas premisas, la con-clusión del profesor de Estudios Reli-giosos, respecto a la evangelizaciónde Michoacán por Quiroga, es obvia ytotalitaria, a saber: “En Michoacán elcristianismo no reemplazó la religiónautóctona a nivel estatal ni se fundiócon la religión nativa. Una y otra reli-gión derivó en un parroquialismo sin-crético: esto es, las formas privadas in-dígenas de venerar la naturaleza y losdioses familiares domésticos se trans-formaron en el culto católico de lossantos. Más aún, con la gradual extin-ción de las diferencias de casta y la re-legación de la población común a unabase socioeconómicamente agraria,sólo quedaron aquellas divinidadesque resultaban más eficaces para res-ponder a las necesidades de la gente.El principio divino, el Señor y Señorade la Dualidad, resultaron un remotopoder lejos de la vida humana en latierra, solamente recordados en tiem-pos de crisis”.42

Verástique remacha su evalua-ción de la evangelización de Michoa-cán con esta categórica conclusión:“Los indios veneran a los santos cató-licos como a dioses. Los santos repre-

sentan los variados poderes sagradosdel mundo natural que pueden influiren la existencia humana desde más alládel plano aparente. Es a través de laveneración a los santos y por mediode las cofradías y asociaciones dedi-cadas a su culto, como los indios deMéxico conservan su identidad y sudignidad”.43

Hasta aquí los postulados másnotables de Bernardino Verástique ensu Michoacán and Eden, cuya oferta sepresenta según decíamos, como unamplio estudio dirigido a revisar elproyecto evangelizador de Vasco deQuiroga en su cabal contexto culturale histórico. Finalmente una serie depreguntas nos vienen a la mente: ¿nopodría haber leído el autor una máscompleta y actualizada bibliografíasobre Quiroga en lengua española, envez de las escasas obras en inglés queusó? ¿Cuánto tiempo habrá pasado elautor visitando y conociendo Mi-choacán? ¿No se dará cuenta de quesu descripción de la religión tarascadepende de una supuesta “religiónmesoamericana” que nunca existió, yde que casi todo lo que escribe estáderivado de fuentes aztecas que tie-nen un valor muy limitado para lacultura tarasca?44 Finalmente abrigoserias dudas de que la obra cumplacon su ambicioso objetivo de elucidarel tema de la evangelización de Mi-choacán desde una perspectiva pluri-

disciplinaria, y de que realmente arri-be a una más afinada visión de la con-quista de Michoacán, y del legado his-tórico de Don Vasco de Quiroga.Parece, el mejor de los casos, que re-sulta una más de “las interpretacio-nes históricas producidas de acuerdoa los prejuicios y cosmovisiones delautor”.45 Ya Verástique prevenía a loslectores de que este libro suyo acasono estaría libre de todos los erroresque se proponía corregir.

Antes de cerrar nuestro comenta-rio no podemos pasar por alto, los nu-merosos errores que se deslizan en un

41 “In the last analysis the New Worldenterprise fell far short of its ideologicalgoals. This was partly due to the fact thatthe monotheistic god of Christianity hadbecome diluted by an incorporation ofrich Mediterranean paganism. Catholi-cism, for all its orthodox denial, had itselfbecome heterodoxical and pantheistic.The Catholic cosmos was inhabited by avariety of sacred beings: a triune god, amother goddess, angels, saints, deadsouls, demons, and powerful spirits in na-ture, among others. Catholicism was al-most as densely populated as Mesoameri-can cosmos. The two religious systemsencountered one another as multilayeredsymbol systems, and so they interactedwith one another on many levels. A clean,direct translation of Christianity was thusimpossible from the outset. Any observ-tion concerning theories of cultural survi-val or changes in the Amerindians’ world-view should take this into account, or itquickly becomes impossible to make sen-se of the superabundance of cultural res-ponses to the conquest.” (p. 151).

42 “In Michoacán, Christianity did notreplace the autochthonous religion at thestate level, nor did it fuse with the nativereligion. Both religions lost out to a syn-cretic parochialism: that is, private indige-nous forms of venerating nature and hou-sehold gods were transformed into theCatholic cult of the saints. Furthermore,with the gradual blurring of caste distinc-

tions and the relegation of the commonfolk to an agrarian socioeconomic base,only those divinities most efficacious inmeeting the people’s needs remained. Thedivine principle, the Lord and Lady ofDuality, became a remote power far fromordinary human life on earth, remember-ed only in times of crisis.” (pp. 151-152).

43 “The Amerindians venerate the Ca-tholic saints as divine beings. The saintsrepresent various sacred powers of the na-tural world that can influence humanexistence from beyond the phenomenalplane. It is through the veneration of thesaints, and through the confraternitiesand sodalities dedicated to their care, thatthe Amerindians of Mexico have preserv-ed their identity and dignity.” (p. 152).

44 Estas preguntas son expresa refle-xión de un historiador tan enterado comoJ. Benedict Warren, con quien he comenta-do la obra de Verástique.

45 Michoacán and Eden, p. XIV.

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y así interactuaron uno con otro en di-versos planos. Una pura y directatranslación del cristianismo fue asíimposible de entrada. Cualquier ob-servación tocante a las teorías de lasupervivencia cultural o a cambios enla cosmovisión de los amerindios de-berá tomar esto en cuenta, o hará deinmediato imposible entender la su-perabundancia de respuestas cultura-les a la Conquista”.41

Aceptadas estas premisas, la con-clusión del profesor de Estudios Reli-giosos, respecto a la evangelizaciónde Michoacán por Quiroga, es obvia ytotalitaria, a saber: “En Michoacán elcristianismo no reemplazó la religiónautóctona a nivel estatal ni se fundiócon la religión nativa. Una y otra reli-gión derivó en un parroquialismo sin-crético: esto es, las formas privadas in-dígenas de venerar la naturaleza y losdioses familiares domésticos se trans-formaron en el culto católico de lossantos. Más aún, con la gradual extin-ción de las diferencias de casta y la re-legación de la población común a unabase socioeconómicamente agraria,sólo quedaron aquellas divinidadesque resultaban más eficaces para res-ponder a las necesidades de la gente.El principio divino, el Señor y Señorade la Dualidad, resultaron un remotopoder lejos de la vida humana en latierra, solamente recordados en tiem-pos de crisis”.42

Verástique remacha su evalua-ción de la evangelización de Michoa-cán con esta categórica conclusión:“Los indios veneran a los santos cató-licos como a dioses. Los santos repre-

sentan los variados poderes sagradosdel mundo natural que pueden influiren la existencia humana desde más alládel plano aparente. Es a través de laveneración a los santos y por mediode las cofradías y asociaciones dedi-cadas a su culto, como los indios deMéxico conservan su identidad y sudignidad”.43

Hasta aquí los postulados másnotables de Bernardino Verástique ensu Michoacán and Eden, cuya oferta sepresenta según decíamos, como unamplio estudio dirigido a revisar elproyecto evangelizador de Vasco deQuiroga en su cabal contexto culturale histórico. Finalmente una serie depreguntas nos vienen a la mente: ¿nopodría haber leído el autor una máscompleta y actualizada bibliografíasobre Quiroga en lengua española, envez de las escasas obras en inglés queusó? ¿Cuánto tiempo habrá pasado elautor visitando y conociendo Mi-choacán? ¿No se dará cuenta de quesu descripción de la religión tarascadepende de una supuesta “religiónmesoamericana” que nunca existió, yde que casi todo lo que escribe estáderivado de fuentes aztecas que tie-nen un valor muy limitado para lacultura tarasca?44 Finalmente abrigoserias dudas de que la obra cumplacon su ambicioso objetivo de elucidarel tema de la evangelización de Mi-choacán desde una perspectiva pluri-

disciplinaria, y de que realmente arri-be a una más afinada visión de la con-quista de Michoacán, y del legado his-tórico de Don Vasco de Quiroga.Parece, el mejor de los casos, que re-sulta una más de “las interpretacio-nes históricas producidas de acuerdoa los prejuicios y cosmovisiones delautor”.45 Ya Verástique prevenía a loslectores de que este libro suyo acasono estaría libre de todos los erroresque se proponía corregir.

Antes de cerrar nuestro comenta-rio no podemos pasar por alto, los nu-merosos errores que se deslizan en un

41 “In the last analysis the New Worldenterprise fell far short of its ideologicalgoals. This was partly due to the fact thatthe monotheistic god of Christianity hadbecome diluted by an incorporation ofrich Mediterranean paganism. Catholi-cism, for all its orthodox denial, had itselfbecome heterodoxical and pantheistic.The Catholic cosmos was inhabited by avariety of sacred beings: a triune god, amother goddess, angels, saints, deadsouls, demons, and powerful spirits in na-ture, among others. Catholicism was al-most as densely populated as Mesoameri-can cosmos. The two religious systemsencountered one another as multilayeredsymbol systems, and so they interactedwith one another on many levels. A clean,direct translation of Christianity was thusimpossible from the outset. Any observ-tion concerning theories of cultural survi-val or changes in the Amerindians’ world-view should take this into account, or itquickly becomes impossible to make sen-se of the superabundance of cultural res-ponses to the conquest.” (p. 151).

42 “In Michoacán, Christianity did notreplace the autochthonous religion at thestate level, nor did it fuse with the nativereligion. Both religions lost out to a syn-cretic parochialism: that is, private indige-nous forms of venerating nature and hou-sehold gods were transformed into theCatholic cult of the saints. Furthermore,with the gradual blurring of caste distinc-

tions and the relegation of the commonfolk to an agrarian socioeconomic base,only those divinities most efficacious inmeeting the people’s needs remained. Thedivine principle, the Lord and Lady ofDuality, became a remote power far fromordinary human life on earth, remember-ed only in times of crisis.” (pp. 151-152).

43 “The Amerindians venerate the Ca-tholic saints as divine beings. The saintsrepresent various sacred powers of the na-tural world that can influence humanexistence from beyond the phenomenalplane. It is through the veneration of thesaints, and through the confraternitiesand sodalities dedicated to their care, thatthe Amerindians of Mexico have preserv-ed their identity and dignity.” (p. 152).

44 Estas preguntas son expresa refle-xión de un historiador tan enterado comoJ. Benedict Warren, con quien he comenta-do la obra de Verástique.

45 Michoacán and Eden, p. XIV.

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trabajo que pretende cierta calidadcientífica. No es mi intención ensa-ñarme en los defectos de la erudiciónhistórico-geográfica del autor. Simple-mente considero de elemental honra-dez intelectual, dejar constancia deque dislates tan numerosos como losque se cuelan en una obra de tal pre-tensión científica no pueden pasarinadvertidos. Me atreveré, pues, a in-sertar, a manera de colofón una listade “desinformaciones” a modo de laantigua “Fe de erratas” que solíaacompañar las ediciones de los viejostiempos. Hacemos un recuento delapsus, principalmente de orden histó-rico, ya que los dislates de conceptosy de hechos en materia antropológicay arqueológica, han sido suficiente-mente denunciados en la acuciosa re-seña hecha por Helen Perlstein Po-llard, quien ha dejado a los historia-dores la tarea de abordar de los múlti-ples errores de este orden que afectanla obra que estamos comentando.46

Por orden de paginación, citamos enprimer término el texto cuestionado yentre corchetes nuestro comentario.

FE DE ERRATAS.47

P. 1. He established the Bishopric ofMichoacán... [Un obispado no lo esta-blece el obispo, lo crea el papa, y en elcaso presente, a propuesta de la coro-na de Castilla].

P. 2. The tierra fría... has a rainy seasonthroughout the year. [Ya quisieran lospobladores tener siquiera cuatro me-ses de lluvias].P. 8. The invading nomads succeededin establishing... Toltec kingdoms[¿Estará confundiendo a los chichi-mecas con los toltecas?].P. 9. Warren... believes the text waswritten by... Alcalá with the help of...the Purépecha cazonci Tanganxoan II[J. B. Warren niega que haya eviden-cia alguna de que Alcalá llegara antesde la muerte del Cazonci].The Lienzo of Jucutacato depicts theepic pilgrimage of the Chichimecaand eight other tribal nations from aplace called Aztlán. [Ninguna basehay para esta afirmación].P. 10. The origins of term purhépechaare unknown [?]

P. 11. A group of Naguales [Tecos]...today constitute a large proportion ofthe population of such towns as Agui-la, Contepec, Coahuayana and Mara-vatío. [Total desconocimiento de estaspoblaciones].Matlaltzincas... had migrated northfrom the valley of Toluca. [Toluca noestá al sur sino al este de Michoacán].P. 13. Hiripan.. given the town of Cu-yucán. [¿Coyoacán?].p. 19. [Petamuti] was distinguishedby earthen jugs that he wore aroundhis neck. [¿de barro? Debía haber leí-do el texto en español de la Relación deMichoacán].p. 22. The Purhépecha idea of Godmight best be described as a pathein-tic monism. [Sin fundamento].P. 25. on the north side of the lake inthe town of Pichátaro [Está al po-niente].P. 26. the cazonci and nobles contin-ued to maintain their primary housesin Pátzcuaro after the conquest. [Losdocumentos indican lo contrario].P. 27. practice of constucting churchesover pagan temples as symbols ofChrist’s victory over the “infidels” [Sieran paganos, no eran infieles. Ungraduado en religión debe ser con-ciente de esta distinción].P. 37. Behind those 9.000-foot moun-tains northern Christian kingdomswithstood the onslaught of Islamic ar-mies for more than eight hundred

years. [Entre 711 y 1492 hay menos de800 años, y en gran parte de ese perio-do los ejércitos islámicos estuvieronen completo receso].P. 40. Gibraltar, or Jebel Tariq (Place ofthe Hill)... [Es sabido que la significa-ción es Peñón de Tariq, el caudillo delas fuerzas invasoras].P. 43. The seculars included the eccle-siastical hierarchy, archbishop, bish-op, provincial, prior... [Provinciales ypriores no pertenecen al clero secular,sino a las órdenes religiosas]. P. 48. The standard, which reads Sanc-tus Jacobus Apostolus Christi, suggentsthat Santiago occupies the place nextto the prophet Jacob and the Christ.[¿Ignora que Sanctus Jacobus es preci-samente Sant-Iago? ¿o ignora el latín?].P. 49. Santiago de Compostela was thespiritual patron... [Santiago de Com-postela es el nombre de la ciudad queno hay que confundir con el nombredel patrón, Santiago Apóstol].P. 52. [In Spain] A powerful othodoxchurch was arrayed alongside a vari-et of heretical groups and religiousideas [¿podría decir dónde estabanéstos?].P. 54. The mendicants became devo-tees of the Virgin after the twelfthcentury. [Claro, puesto que los men-dicantes no fueron fundados sinohasta el siglo XIII].P. 56. The European saints did not be-come the objects of an extensive cult

46 “Beyond individual errors of fact,and I will leave it to historians to describethe many errors noted in the later [IV-VIII]chapters, a more significant problem is theabsence of the native voice, the voice ofthe conquered, both noble and commoner,in the remainder of the book”. HelenPerlstein Pollard, Michigan State Univer-sity, East Lansing, Michigan, Book Reviews,“Michoacán and Eden...”, The Americas,57: 4 April, 2001, p. 601.

47 La mayor parte de este apartado hasido preparada para este artículo por J.Benedict Warren, a quien agradezco su va-liosa colaboración.

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trabajo que pretende cierta calidadcientífica. No es mi intención ensa-ñarme en los defectos de la erudiciónhistórico-geográfica del autor. Simple-mente considero de elemental honra-dez intelectual, dejar constancia deque dislates tan numerosos como losque se cuelan en una obra de tal pre-tensión científica no pueden pasarinadvertidos. Me atreveré, pues, a in-sertar, a manera de colofón una listade “desinformaciones” a modo de laantigua “Fe de erratas” que solíaacompañar las ediciones de los viejostiempos. Hacemos un recuento delapsus, principalmente de orden histó-rico, ya que los dislates de conceptosy de hechos en materia antropológicay arqueológica, han sido suficiente-mente denunciados en la acuciosa re-seña hecha por Helen Perlstein Po-llard, quien ha dejado a los historia-dores la tarea de abordar de los múlti-ples errores de este orden que afectanla obra que estamos comentando.46

Por orden de paginación, citamos enprimer término el texto cuestionado yentre corchetes nuestro comentario.

FE DE ERRATAS.47

P. 1. He established the Bishopric ofMichoacán... [Un obispado no lo esta-blece el obispo, lo crea el papa, y en elcaso presente, a propuesta de la coro-na de Castilla].

P. 2. The tierra fría... has a rainy seasonthroughout the year. [Ya quisieran lospobladores tener siquiera cuatro me-ses de lluvias].P. 8. The invading nomads succeededin establishing... Toltec kingdoms[¿Estará confundiendo a los chichi-mecas con los toltecas?].P. 9. Warren... believes the text waswritten by... Alcalá with the help of...the Purépecha cazonci Tanganxoan II[J. B. Warren niega que haya eviden-cia alguna de que Alcalá llegara antesde la muerte del Cazonci].The Lienzo of Jucutacato depicts theepic pilgrimage of the Chichimecaand eight other tribal nations from aplace called Aztlán. [Ninguna basehay para esta afirmación].P. 10. The origins of term purhépechaare unknown [?]

P. 11. A group of Naguales [Tecos]...today constitute a large proportion ofthe population of such towns as Agui-la, Contepec, Coahuayana and Mara-vatío. [Total desconocimiento de estaspoblaciones].Matlaltzincas... had migrated northfrom the valley of Toluca. [Toluca noestá al sur sino al este de Michoacán].P. 13. Hiripan.. given the town of Cu-yucán. [¿Coyoacán?].p. 19. [Petamuti] was distinguishedby earthen jugs that he wore aroundhis neck. [¿de barro? Debía haber leí-do el texto en español de la Relación deMichoacán].p. 22. The Purhépecha idea of Godmight best be described as a pathein-tic monism. [Sin fundamento].P. 25. on the north side of the lake inthe town of Pichátaro [Está al po-niente].P. 26. the cazonci and nobles contin-ued to maintain their primary housesin Pátzcuaro after the conquest. [Losdocumentos indican lo contrario].P. 27. practice of constucting churchesover pagan temples as symbols ofChrist’s victory over the “infidels” [Sieran paganos, no eran infieles. Ungraduado en religión debe ser con-ciente de esta distinción].P. 37. Behind those 9.000-foot moun-tains northern Christian kingdomswithstood the onslaught of Islamic ar-mies for more than eight hundred

years. [Entre 711 y 1492 hay menos de800 años, y en gran parte de ese perio-do los ejércitos islámicos estuvieronen completo receso].P. 40. Gibraltar, or Jebel Tariq (Place ofthe Hill)... [Es sabido que la significa-ción es Peñón de Tariq, el caudillo delas fuerzas invasoras].P. 43. The seculars included the eccle-siastical hierarchy, archbishop, bish-op, provincial, prior... [Provinciales ypriores no pertenecen al clero secular,sino a las órdenes religiosas]. P. 48. The standard, which reads Sanc-tus Jacobus Apostolus Christi, suggentsthat Santiago occupies the place nextto the prophet Jacob and the Christ.[¿Ignora que Sanctus Jacobus es preci-samente Sant-Iago? ¿o ignora el latín?].P. 49. Santiago de Compostela was thespiritual patron... [Santiago de Com-postela es el nombre de la ciudad queno hay que confundir con el nombredel patrón, Santiago Apóstol].P. 52. [In Spain] A powerful othodoxchurch was arrayed alongside a vari-et of heretical groups and religiousideas [¿podría decir dónde estabanéstos?].P. 54. The mendicants became devo-tees of the Virgin after the twelfthcentury. [Claro, puesto que los men-dicantes no fueron fundados sinohasta el siglo XIII].P. 56. The European saints did not be-come the objects of an extensive cult

46 “Beyond individual errors of fact,and I will leave it to historians to describethe many errors noted in the later [IV-VIII]chapters, a more significant problem is theabsence of the native voice, the voice ofthe conquered, both noble and commoner,in the remainder of the book”. HelenPerlstein Pollard, Michigan State Univer-sity, East Lansing, Michigan, Book Reviews,“Michoacán and Eden...”, The Americas,57: 4 April, 2001, p. 601.

47 La mayor parte de este apartado hasido preparada para este artículo por J.Benedict Warren, a quien agradezco su va-liosa colaboración.

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among the Amerindians. Althoughmany Amerindian villages today ve-nerate their local patron saint, thesaint is their invention. In México,San Juan is not merely the evangelist,he is also the ruler of the eastern qua-dratant. [?] Owned by the village ofSan Juan, he is San Juan de los Lagos.[¡El colmo de las confusiones!].P. 66. The first Spaniard to set foot inMichoacán was Francisco Montaño.[Varios otros llegaron aquí antes queél.]The 1520s was thus a brutally violentdecade in Michoacán, resulting frommultilayered conflict between the na-tive rulers, the Spanish encomenderos,the mendicant orders, and the newbishop Vasco de Quiroga. [En la déca-da de 1520 la única orden religiosa enMichoacán era la de los franciscanos,y Vasco de Quiroga no llegó aquí sinohasta 1533, ni fue obispo sino hasta1536].P. 68. The aztecs and the Purhépechawere first cousins. [Ni siquiera estánemparentados lingüísticamente].P. 73. In 1523 Cortés asked Antonio deCarvajal to make ready a small mili-tary expedition. [Cuatro o cinco gen-tes difícilmente pueden constituiruna expedición militar].Cortés awarded encomienda grants tothe officers serving in their innercore... [Muchos, que no fueron oficia-les, recibieron mercedes].

Cortés took for himself the silver-mining zones in the south [Tuxpan,Tamazula, Zapotlán y Amula, las en-comiendas de Cortés, están al oeste].p. 74. ... the Spanish-Amerinindianarmy that guarded the mines. [Talejército jamás existió sino en la imagi-nación del autor].P. 75. Ortega also initiated the loath-some practice of branding slaves inthe face. [Tal práctica estaba iniciadamucho tiempo atrás].... in Sevilla the Council of Indies [El

Consejo no residía entonces en Sevi-lla, sino en Valladolid]. ... the prior of Franciscan Order... [Losfranciscanos no tienen prior sinoguardián].P. 76. By the eve of the arrival of Bel-trán Nuño de Guzmán [¿no puede si-quiera escribir el nombre correcto deNuño Beltrán de Guzmán?].P. 78. In the presence of ArchbishopZumárraga [1529] ... [Zumárraga nofue nombrado arzobispo sino hasta1546].P. 79. The Assassination of Tzintzi-cha... [Aunque algunos lo ignoren,tal muerte se hizo como un acto ju-dicial, no como un acto de alevosía,que implica el término “assassina-tion”]. Tzintzicha’s first encounter withGuzmán occurred when the oidor or-dered... [Guzmán no era oidor, sinopresidente de la audiencia].

P. 81. ... the king neither furnished theoidor with enough gold. [El mismoyerro].P. 83... throwing his ashes in the sa-cred waters of the Lerma.[¿De dóndesaca lo sagrado de las aguas del ríoLerma?].... early colonization efforts were par-ticulary severe in Michoacán [No hayevidencia alguna de esto].P. 85. In Michoacán... particulary inthe rich silver mines of Tamazula andZacatecas... [Zacatecas se halla fuerade Michoacán a 250 kilómetros al nor-te de sus fronteras].P. 87. Madrigal de las Altas Torres inGalicia [Madrigal está en Castilla].P. 88. Don Vasco in the North Africancity of Oran in March 1520. [No llegóa esa ciudad sino hasta 1525].Quiroga held the position of royaljudge of residencia in Africa and wasattached [???] to the office of corregi-dor... [attached! ¿qué sugiere?].P. 90. Quiroga came by his appoint-ment through his family connectionwith Juan Bernal Díaz de Luco. [Has-ta donde históricamente se sabe, nohabía tal conexión de familia].P. 91. In January 1530, while the ca-zonci of Michoacán was being triedon the banks of the Lerma River... [Laexpedición no llegó a las riberas delLerma sino hasta febrero de ese año].Within three years [of 1530] Vasco deQuiroga would replace the cazonci as

the spiritual and temporal guardianof the Purhépecha kingdom. [Quiro-ga estuvo en Michoacán sólo por seismeses en 1533, y no hay evidencia deque volviera antes de 1538].P. 92. Vasco de Quiroga was the pri-mary agent in the evangelization ofthe Purhépecha-Chichimec. [¿Qué nofue nada el trabajo evangelizador delos mendicantes en esta provinciadesde 1526 hasta 1538?].P. 93. In the sixteen-century the Ro-man Catholic tradition organized itsmembers into areas known as dioce-ses [¿Qué en los quince siglos anterio-res las diócesis no existieron?].Pp. 94-95 ... the grand design wasabandoned by midcentury, whenQuiroga returned from Spain. [Quiro-ga luchó esforzadamente por su pro-yecto después de volver de España.El autor parece desconocer el libro deMina Ramírez Montes sobre la cate-dral]. P. 96. Among the Quiroga-sponsoredtowns were Santa Fe de México, San-ta Fe de la Laguna, near the presenttown of Quiroga, and the Chichimectown of Santa Fe del Río. [No hay nin-guna evidencia de que haya fundadoSanta Fe del Río].Pp.96-97 ... the Holy See were movedto Valladolid... [La Santa Sede esla del papa en Roma, las otras sellaman sedes episcopales simple-mente.]

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among the Amerindians. Althoughmany Amerindian villages today ve-nerate their local patron saint, thesaint is their invention. In México,San Juan is not merely the evangelist,he is also the ruler of the eastern qua-dratant. [?] Owned by the village ofSan Juan, he is San Juan de los Lagos.[¡El colmo de las confusiones!].P. 66. The first Spaniard to set foot inMichoacán was Francisco Montaño.[Varios otros llegaron aquí antes queél.]The 1520s was thus a brutally violentdecade in Michoacán, resulting frommultilayered conflict between the na-tive rulers, the Spanish encomenderos,the mendicant orders, and the newbishop Vasco de Quiroga. [En la déca-da de 1520 la única orden religiosa enMichoacán era la de los franciscanos,y Vasco de Quiroga no llegó aquí sinohasta 1533, ni fue obispo sino hasta1536].P. 68. The aztecs and the Purhépechawere first cousins. [Ni siquiera estánemparentados lingüísticamente].P. 73. In 1523 Cortés asked Antonio deCarvajal to make ready a small mili-tary expedition. [Cuatro o cinco gen-tes difícilmente pueden constituiruna expedición militar].Cortés awarded encomienda grants tothe officers serving in their innercore... [Muchos, que no fueron oficia-les, recibieron mercedes].

Cortés took for himself the silver-mining zones in the south [Tuxpan,Tamazula, Zapotlán y Amula, las en-comiendas de Cortés, están al oeste].p. 74. ... the Spanish-Amerinindianarmy that guarded the mines. [Talejército jamás existió sino en la imagi-nación del autor].P. 75. Ortega also initiated the loath-some practice of branding slaves inthe face. [Tal práctica estaba iniciadamucho tiempo atrás].... in Sevilla the Council of Indies [El

Consejo no residía entonces en Sevi-lla, sino en Valladolid]. ... the prior of Franciscan Order... [Losfranciscanos no tienen prior sinoguardián].P. 76. By the eve of the arrival of Bel-trán Nuño de Guzmán [¿no puede si-quiera escribir el nombre correcto deNuño Beltrán de Guzmán?].P. 78. In the presence of ArchbishopZumárraga [1529] ... [Zumárraga nofue nombrado arzobispo sino hasta1546].P. 79. The Assassination of Tzintzi-cha... [Aunque algunos lo ignoren,tal muerte se hizo como un acto ju-dicial, no como un acto de alevosía,que implica el término “assassina-tion”]. Tzintzicha’s first encounter withGuzmán occurred when the oidor or-dered... [Guzmán no era oidor, sinopresidente de la audiencia].

P. 81. ... the king neither furnished theoidor with enough gold. [El mismoyerro].P. 83... throwing his ashes in the sa-cred waters of the Lerma.[¿De dóndesaca lo sagrado de las aguas del ríoLerma?].... early colonization efforts were par-ticulary severe in Michoacán [No hayevidencia alguna de esto].P. 85. In Michoacán... particulary inthe rich silver mines of Tamazula andZacatecas... [Zacatecas se halla fuerade Michoacán a 250 kilómetros al nor-te de sus fronteras].P. 87. Madrigal de las Altas Torres inGalicia [Madrigal está en Castilla].P. 88. Don Vasco in the North Africancity of Oran in March 1520. [No llegóa esa ciudad sino hasta 1525].Quiroga held the position of royaljudge of residencia in Africa and wasattached [???] to the office of corregi-dor... [attached! ¿qué sugiere?].P. 90. Quiroga came by his appoint-ment through his family connectionwith Juan Bernal Díaz de Luco. [Has-ta donde históricamente se sabe, nohabía tal conexión de familia].P. 91. In January 1530, while the ca-zonci of Michoacán was being triedon the banks of the Lerma River... [Laexpedición no llegó a las riberas delLerma sino hasta febrero de ese año].Within three years [of 1530] Vasco deQuiroga would replace the cazonci as

the spiritual and temporal guardianof the Purhépecha kingdom. [Quiro-ga estuvo en Michoacán sólo por seismeses en 1533, y no hay evidencia deque volviera antes de 1538].P. 92. Vasco de Quiroga was the pri-mary agent in the evangelization ofthe Purhépecha-Chichimec. [¿Qué nofue nada el trabajo evangelizador delos mendicantes en esta provinciadesde 1526 hasta 1538?].P. 93. In the sixteen-century the Ro-man Catholic tradition organized itsmembers into areas known as dioce-ses [¿Qué en los quince siglos anterio-res las diócesis no existieron?].Pp. 94-95 ... the grand design wasabandoned by midcentury, whenQuiroga returned from Spain. [Quiro-ga luchó esforzadamente por su pro-yecto después de volver de España.El autor parece desconocer el libro deMina Ramírez Montes sobre la cate-dral]. P. 96. Among the Quiroga-sponsoredtowns were Santa Fe de México, San-ta Fe de la Laguna, near the presenttown of Quiroga, and the Chichimectown of Santa Fe del Río. [No hay nin-guna evidencia de que haya fundadoSanta Fe del Río].Pp.96-97 ... the Holy See were movedto Valladolid... [La Santa Sede esla del papa en Roma, las otras sellaman sedes episcopales simple-mente.]

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P. 97. Quiroga extended his jurisdic-tion to the south, including Los Altosde Jalisco and Ciudad Guzmán. Withthe establishment of the Holy See ofNueva Galicia at Guadalajara in1548... [Los Altos de Jalisco no estánal sur sino al noroeste de Michoacán.Además la Santa Sede no se movió deRoma, y la sede de Nueva Galicia seestableció en Compostela en 1548, yno se trasladó a Guadalajara sino has-ta 1560].... The fist stage... to approximately1540... The second stage began withthe creation of the diocese and includ-ed the introduction of various missio-nary orders from Spain. [Todas lasprincipales órdenes religiosas, excep-to los jesuitas, estuvieron activamentemisionando antes de 1540].P. 98. After two failed [???] attemptsto convert the Purhépecha, a doctrinawas finaly established in San Francis-co de Tzintzuntzan in 1526 by Martínde la Coruña. This success was close-ly followed by the establishment of aconventual house at Santa Ana Zaca-pu in 1530 [No hay evidencia de queZacapu comenzara antes de 1548].... San Buenaventura de Valladolid[1546] [No hay Valladolid sino hasta1578].P. 101. The Franciscan Spirituals, orFriars Minor, as they were also known.[Todos los franciscanos fueron cono-cidos como Hermanos Menores].

The ideal of corporate poverty wasthe engine behind the developmentof a Franciscan community in Spainthat rivaled the institutional church atthe beginning of the sixteen century.[Los franciscanos forman parte de laiglesia institucional, y San Franciscose hubiera avergonzado de que se leconsiderara de otra manera].P. 105. Of the great ethnographers,Bernardino de Sahagún must be cit-ed. [Porqué pone en el centro de losescritos sobre los Purhépecha, al rela-tor de las tradiciones nahuas?].P. 107. ...a book of contemplative pra-yers, Tesoro espiritual en la lengua deMichoacán [En realidad es un libro depráctica de la doctrina cristiana].Quiroga and the mendicants receivedtheir funds through the tithes andtribute imposed on the people of theirencomiendas [Los mendicantes no te-nían parte de los diezmos. Si los frai-les trabajaban en un pueblo de enco-mienda recibían sustento de los tribu-tos cobrados por el encomendero,pero de ningún modo se puede ha-blar de “sus encomiendas”].P. 108. Quiroga’s emissaries confiscat-ed a large quantity of gold and silverceremonial ornaments. [En el inven-tario de los bienes confiscados a losagustinos no aparece un solo objetode oro. [Cfr. AGI: Justicia 163, f. 131].P. 110. ... mendicant monks. [Nunca sellaman monjes los mendicantes].

P. 111. ... the manuscript [of the Infor-mación en derecho] was widely circu-lated among other colonial writings.[No hay ninguna evidencia de esto].... the bishop’s last will, the Testamentoand his Letter of 1531 were also ad-dressed to Bernal. [El Testamento eraun documento público, que no estádirigido a nadie en particular, sino atodos en general, y la Carta de 1531estaba dirigida al Conde de Osorno,presidente del Consejo de Indias].P. 114. ... the Dominican Juan Ginés deSepúlveda. [¿De cuando acá Sepúlve-da es dominico?]P. 116. [La exposición del autor distor-siona completamente la posición deQuiroga respecto a los esclavos derescate].P. 124. ... 1530... left the territory opento the ravages of military conquest.[No existió ninguna conquista militardespués de 1530. Ya Michoacán se ha-bía repartido en encomiendas].P. 125. ... ardous trip by mule [¿Por-qué Quiroga, un noble español yoidor, habría de haber cabalgado enmula?]P. 127. Juan Infante was one of thecazonci’s formal accusers at his trialalong with Francisco Villegas y Pu-ruándiro Villaseñor. [Ni Juan Infanteni Juan de Villaseñor, encomenderode Puruándiro participaron en el jui-cio de 1530. No existió nadie llamadoPuruándiro Villaseñor].

P. 131. Quiroga’s ordinances for thetown of Santa Fe de la Laguna... [Oja-lá que las tuviéramos. Las ordenan-zas que tenemos fueron escritas paraSanta Fe de México].The Ordenanzas were written as partof Quiroga’s last will. [Fueron escritaspor lo menos 17 años antes].... Juan de Zumárraga gave to Quiro-ga his personal copy of Utopia [Estono es completamente cierto].By the time he wrote the Ordenanzassome time between 1555 an January14, 1565... [¿Cómo pudo, pues, haber-se escrito como parte de su últimavoluntad, que fue escrita en 1565? In-vestigaciones recientes indican quehubieron de haberse escrito antes desu partida a España en 1548]. P. 132, párrafo 2. [El autor postula quela estructura para Santa Fe provienede la idealizada estructura de ciudadque expone Quiroga en la Informaciónen derecho. Pero no hay ninguna indi-cación de que él trate de implementaresa complicada estructura en el pue-blo de Santa Fe].Pp. 141-142. La cita que presenta elautor como texto del obispo MedinaRincón está tomada a la letra de laobra de F. B. Warren, y de ningúnmodo constituye una cita directa.P. 142. Quiroga designated Felipe IIand the Archbishop of Mexico as thethree institutions’ special patrons. [Serefiere al patronazgo de la catedral,

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P. 97. Quiroga extended his jurisdic-tion to the south, including Los Altosde Jalisco and Ciudad Guzmán. Withthe establishment of the Holy See ofNueva Galicia at Guadalajara in1548... [Los Altos de Jalisco no estánal sur sino al noroeste de Michoacán.Además la Santa Sede no se movió deRoma, y la sede de Nueva Galicia seestableció en Compostela en 1548, yno se trasladó a Guadalajara sino has-ta 1560].... The fist stage... to approximately1540... The second stage began withthe creation of the diocese and includ-ed the introduction of various missio-nary orders from Spain. [Todas lasprincipales órdenes religiosas, excep-to los jesuitas, estuvieron activamentemisionando antes de 1540].P. 98. After two failed [???] attemptsto convert the Purhépecha, a doctrinawas finaly established in San Francis-co de Tzintzuntzan in 1526 by Martínde la Coruña. This success was close-ly followed by the establishment of aconventual house at Santa Ana Zaca-pu in 1530 [No hay evidencia de queZacapu comenzara antes de 1548].... San Buenaventura de Valladolid[1546] [No hay Valladolid sino hasta1578].P. 101. The Franciscan Spirituals, orFriars Minor, as they were also known.[Todos los franciscanos fueron cono-cidos como Hermanos Menores].

The ideal of corporate poverty wasthe engine behind the developmentof a Franciscan community in Spainthat rivaled the institutional church atthe beginning of the sixteen century.[Los franciscanos forman parte de laiglesia institucional, y San Franciscose hubiera avergonzado de que se leconsiderara de otra manera].P. 105. Of the great ethnographers,Bernardino de Sahagún must be cit-ed. [Porqué pone en el centro de losescritos sobre los Purhépecha, al rela-tor de las tradiciones nahuas?].P. 107. ...a book of contemplative pra-yers, Tesoro espiritual en la lengua deMichoacán [En realidad es un libro depráctica de la doctrina cristiana].Quiroga and the mendicants receivedtheir funds through the tithes andtribute imposed on the people of theirencomiendas [Los mendicantes no te-nían parte de los diezmos. Si los frai-les trabajaban en un pueblo de enco-mienda recibían sustento de los tribu-tos cobrados por el encomendero,pero de ningún modo se puede ha-blar de “sus encomiendas”].P. 108. Quiroga’s emissaries confiscat-ed a large quantity of gold and silverceremonial ornaments. [En el inven-tario de los bienes confiscados a losagustinos no aparece un solo objetode oro. [Cfr. AGI: Justicia 163, f. 131].P. 110. ... mendicant monks. [Nunca sellaman monjes los mendicantes].

P. 111. ... the manuscript [of the Infor-mación en derecho] was widely circu-lated among other colonial writings.[No hay ninguna evidencia de esto].... the bishop’s last will, the Testamentoand his Letter of 1531 were also ad-dressed to Bernal. [El Testamento eraun documento público, que no estádirigido a nadie en particular, sino atodos en general, y la Carta de 1531estaba dirigida al Conde de Osorno,presidente del Consejo de Indias].P. 114. ... the Dominican Juan Ginés deSepúlveda. [¿De cuando acá Sepúlve-da es dominico?]P. 116. [La exposición del autor distor-siona completamente la posición deQuiroga respecto a los esclavos derescate].P. 124. ... 1530... left the territory opento the ravages of military conquest.[No existió ninguna conquista militardespués de 1530. Ya Michoacán se ha-bía repartido en encomiendas].P. 125. ... ardous trip by mule [¿Por-qué Quiroga, un noble español yoidor, habría de haber cabalgado enmula?]P. 127. Juan Infante was one of thecazonci’s formal accusers at his trialalong with Francisco Villegas y Pu-ruándiro Villaseñor. [Ni Juan Infanteni Juan de Villaseñor, encomenderode Puruándiro participaron en el jui-cio de 1530. No existió nadie llamadoPuruándiro Villaseñor].

P. 131. Quiroga’s ordinances for thetown of Santa Fe de la Laguna... [Oja-lá que las tuviéramos. Las ordenan-zas que tenemos fueron escritas paraSanta Fe de México].The Ordenanzas were written as partof Quiroga’s last will. [Fueron escritaspor lo menos 17 años antes].... Juan de Zumárraga gave to Quiro-ga his personal copy of Utopia [Estono es completamente cierto].By the time he wrote the Ordenanzassome time between 1555 an January14, 1565... [¿Cómo pudo, pues, haber-se escrito como parte de su últimavoluntad, que fue escrita en 1565? In-vestigaciones recientes indican quehubieron de haberse escrito antes desu partida a España en 1548]. P. 132, párrafo 2. [El autor postula quela estructura para Santa Fe provienede la idealizada estructura de ciudadque expone Quiroga en la Informaciónen derecho. Pero no hay ninguna indi-cación de que él trate de implementaresa complicada estructura en el pue-blo de Santa Fe].Pp. 141-142. La cita que presenta elautor como texto del obispo MedinaRincón está tomada a la letra de laobra de F. B. Warren, y de ningúnmodo constituye una cita directa.P. 142. Quiroga designated Felipe IIand the Archbishop of Mexico as thethree institutions’ special patrons. [Serefiere al patronazgo de la catedral,