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INSTITUTODE INVESTIGACIONES ILOSOF'ICAS

Colección: cuADERNosDE cRíTICA

Director : ENRIQUEVILLANUEVA

Secretar a : MARGARIT-q,oNCE

CUADERNOSE CRfTICA 5

HILARY PUTNA1IT

La naturalena

de los estadosmentales

I/ersión castellanade

Mrnc,lnrrn M. V¡roÉs

INSTITUTO DE INVESTIGACIONES ILOSÓFICAS

UNIVERSIDADACIONAL UTÓNOI{ADE MEXICO1981

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EI ensayo de Hilary l)utnam "The Nature o{ Ment¿l States'' se publicó_-orig_i-

".f"i."tlcon el título tle ''Psychological Predicates". en Capitan

-v_Merril l

(eds.) Art, Mind and' Relí.gion. Úni"eriity of Pittsburgh Pres-". 1967' Esta edi'

torial cedió ;t Crítíca los derechosde la rersién castella¡a.

DR O I9Bl. llniversidad Nacional Autónoma de MéncoCiudad Universitaria, Co-voacán X510, México. D. F'DIRECCIÓN GENERAL DE PUBLICACIONESImpreso y hecho en }féxicoISSN 0185-2604

T,ANATURALEZADELOSESTADOS,{ENTALES

],c¡s uteresesípicos ie lo s {iló.ofos de la nlente )odríall e-\'

l lresar-semediatrte re-{preguntas: (1 ) ¿Cómosabemos lle

otru. p"..onas tienelrdolores? (2 ) ¿So1 os doloresestados

cerebrales? 3) ¿Cuál es el análisisde l concepto olor?-Enesteartículono quiero cliscutir as preguntas 1) v (3). Diró

algo ar:erca le la pregunta (2).'

I . PREGLNTAS SOIJRE L^ IDENTID- ' I I)

"¿lJs el dolor un estadocerebral?" (o bien: o'La pro¡ri^e-darl

dJ t"ne. un dolor en el tiempo r' ¿e sun estado erebral?")' 'Resulta mposible discutir sensatamentesta pregunta- in de-'

cir algo acércade las peculiares eglas que han surgido en el

curscr el desarrollode la "Ii losofía analítica)'- reglas que,

lejos de poner fin a todas la-. confu-qiones onceptuales, e'

niesentarien sí mismas un a considerable on{usiónconcep'

iual. Estas reglas -que se hallan, po r supuesto, mPlícita-"

má s que e\plícitas en la práctica de la mayor parte de los

1 He discutido estos ellas. y olros afines, en til is artícuios "Brains and Beha-

rior", "Minds and Machines''' y "The Mental Life o{ Some I!{achines" que

uf.""""n en mi libro Mín , Language and ReaLit.v,.Cambridge fl'iv. Press,-1975.

IHay traducción al español: véasenlentes y máquinas comp. A.R. Anderson

tr.rx,'1970; La uiila mental ile dgunas máquittzs, Cuadernos de Crítica No'

17, ux.llr, íg7I: C"r"bro l cont¡toitantienfo aparecerá prórimamente en Cua-

dernos de Cr ít ica, uweu. (N . de l T. ) I-- i - i"

""t"irrbnjo quiero evita¡ la debatida cuestión acerca de h relación

entre los dolores y los es¿¿dosde dolor. observo sólo de pusada que es- ácil

alvertir la falacia dc un argumento común en contrd de la identificacién dc

estos dos. a saber, que un dolor ¡ruede estar en el braz¡¡ de uno pero un estadoír- lclorganismo) no puede eit¿r en el br¿zo de uno'

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f i l r isofos nal i t icos---"con: r) que utr etrunciado e a forma"ser A esse rB" (r. gr. 'otener olor esestaren un determina'rlo estaclo erebral") puede ser correcto sólo si se sigue, enalgún sentido,del signi{icadode io s términosA y B; y (tt)

qu" .,t enunciadode la forma "ser A esse r

B"puede

-serli losó{icamentenlormatiuo sóIosi esen algún sentido educ-iivo (rr.gr. ootenerun dolol es tener una determinada sensa'ción deságradable" o es ilosóficamente nformativo; ootener

Lr ndolor es tener una cierta disposiciónconductual"es filo-sóficamentenformativo en el casode se r verdadero). Est¿rsreglars on excelentes i aútrcleemosque el programa,deaná'lisis recluctivo al estilo de los años treinta) puede levarsea cabo; si no lo creemos, onviertenentonces la fiiosofíaallalíticaen una {arsa,po r lo menosen la medida en que nosiutere""anas criestiones cercade o'es",estoes , acercade laidentidad.

En este rabajo usaré el término "proll iedad" como ul lté¡mino rrestrictopara cosasalescomo ener dolor, hallarseen ll n estadocerebral ¡rarticular, ener una disposicióncon-ductual particular, etcétera esto e-q, ar a cosasque natu'ralmentepueden representarse ediautepredicadoso func'tores monádicoso n-arios. {Jsaréel término "concepto" paracosas ue pueden dentificarseco nclasesde sinonimiade ex '

¡,resior,es. sí , el conceptode temperatura puede identificar-ie (segúnsostengo) on la clasede sinonimia de,la palabra"temperatura".t (Esto es tanto como decir que el número 2

'iSon bien conocidiis ciert¡s observacit¡tte;de Alonzo Churr:h sobre este asun-

to, l]ichas observacionesno a{er:tan (como podría suponerseen un principio) laidentificación de conceptos con clases de sinonimia en cuanto tales. sino másbien apoyan la idea de-que (en la semántica fornal) es necesario conservar a

distinción de Frege entre el uso normal y el uso "oblicuo" de las expresiones.Esto es, aun si deóimos que el concepto de temperatura es la clase de sinonimiade la palabra "temperatura", no por ello debemos caer en el er¡or de suponerque "el concepto de tcmperatura" es siuónimo de "la clase de sinonimia de lapalabra 'températura"', !'a que entonces "el concepto de temperatura" )"{e'Begriff der Temperatur" no serían sinónimos, cosa que sí son. Más bien debe-moi decir que el concepto de "temperatura" s€ reliere a ia clase de sinonimiade la palabia "temperatur:r" (en esta reconstrucción particular) ; pero,esa clasese idátt i l íca. no c' ,rno la cl lse de sinonimia

"l¿ rJtte al v cual pr labr l perte'

Iece" sino de otra manera (zt. r como ]a c' lasede sinonimia ( u) r ,¡ I l l ie l l lb rostienen tr l r cur l u. o cir rnc' ter íst ico) ,

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pucde iderrti{icarse ot t la cl¿sc de todos los p¿1res. ste esun enunciado astante liferente el enunciado eculiar que 2es la clase de todos los pares. Yo no sostengoque los con-ceptos sean clasesde sinonimia, ."ea o que fuere que esto

pudiera significar, sino qu e pueden dentificarsecon clasesde sinonimia para los propósitos e formalizaciónde l discur'so relevante..)

La pregunta "¿qué e.sel concepto emperatura?;'es una

I)reguntamu\. 'Échistosa". odría considerarse ue signi{ica:"¿Qré es la temperatura?Por favor. considerequ e mi pre'gunta es conceptual."En ese caso,un a respuesta odría se r(pretendamospor un momento que 'ocalor" y t'temperaturat'

son sinónimos) "la temperaturaes el calor", o aun otelcon'ceptode temperaturaes el mismo que el conceptode calor".O uno podría considerarque significa: "¿Qué -son ealmentelos conceptos? or ejemplo,

¿quées el concepto e tempera-

tura'?" En este casosólo Dios sabe o qu e sería una "res-puesta". (Tal vez sería el enunciadocl e que los cottcelttos

¡tuerlendentificarse o¡ ¿ lases e sinonimia.)

Desde uego que Ia pregunta o¿quée- . a propiedad tem'

lieratura?" tambiénes "chistosa",y un a manera de interpre-t¿rrla s considerarla om o una preguntaacercade l conceptode temperatura.Pero no seríaésta a Inaneracomo a consi-deraría un físico.

El efecto de decir que la propiedaitP. puede ser idénticaa l a propiedadP= sólo si los términos4 I'P. son. en algún

sentidoa¡rropiado,'sinónimos",

es ,para cualquier propósitoe intención,disolver as dos nociones e "propiedad" y "con'cepto" y fundirlas en una -"olanoción. La tesis de que lo sconceptos intensiones) on o mismo que trs propiedades asido explícitamente efenclida or Carnap (por ejemplo, enXleaning and h'ecessiry).Esta pareceser una tesis desafortu'nada,Ta qu e oolatemperatura s a energíamolecularcinéticamedia" es evidentementeun ejemplo per{ectamente buenode un enunci¿rdoerdadero de identidad de propiedades, ntanto clue oelconcepto e temireratur¿rs el mismo concepto

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que el concepto e energíantolcular cinéticamedia" es sim'

plemente also.'N{uchos iló."ofo-.creen que el enunciado "e l dolor es un

estado erebral" viola algunas eglaso normasde l lenguaje'

Sin embargo, los argumentosque se ofrecen son pococ¡¡n'

vincentes.'or ejemplo, si el hecho de que yo pueda saber

que tengodolor iin iaber que me encuentroetr el estaclo ere-

bral S, muestraque el dolor no puede ser el estadocerebralSo

entonces, or el *i-"-o argu.t ento, el hechode que-yo pueda

saberque-la estufa está caliente sin que s-epa u-e a-energía

cinéticá molecular es alta (o incluso que las moléculasexis'

ten) muestra que es also que la tempe-ratura ea a energía

moieculur cinética media, aun cuando la fí-"ica diga lo con'

trario. De hecho, o único que se sigue inmediatamentedel

hechode que yo puedo saber que tengo dolor sin saber que

estoy en ei estadocerebral S, es que el conceptode dolor no

es ei mismo conceptoque el conceptode estar en el estadocerebralS. Pero pudiera ser que el dolor, o el estadode tener

dolor, o algún dolor, o algún estadodoloroso fueseel estado

cerebral S. Despuésde todo, el conceptode temperatura no

es el mismo conceptoque el conceptode energíacinética mo'

lecular media. Péro la temperatura es la energía cinética

molecularmedia.Algunos filósofos sostiene ue tanto "el dolor es un esta do

cerebial" como "los e"ttados e doior son estados erebrales"son ininteligibles. La respuestaes explicar a estos ilósofos,

tan bien co*o podamos, ad a a vaguedadde toda metodolo'

gía científica, qué tipos de consideracionesnos conducen ahaceruna reducción mpírica (estoeso decircosasalescomo

"e l aguaes H,,0", "l a luz esuna radiaciónelectromagn¿li"l-' l '"la támperatura es la energía molecular cinética media").

Si, a pesar de estosejemplos,alguien continúamanteniendo,

-"in dar razones,gue no puede imaginarse circunstancias- a-

ralelas para el uio de o'los dolores son estadoscerebrales"(o , ta l iez, "los estadosde dolor son estados erebrales")'habrá motivos para considerarlo perverso.

Algrrnos ilóso{os mantienenque "P, es Pr" es algo que

o

c)

puede se r vercladero, uantloel o'es"corrtetlido n esa expre'i ió.r er el o'es"de una reducciónempírica,sólo en el casode

que as propiedadesP' y P" estén (a ) asociadas on una re 'g1ónespaciotemporal (b) la región sea una y la misma_eno-bo. casos.Así, "la temperatura es la energíamolecular

cinéticamedia" es unareducciónempírica admisible,ya quela temperatura ' la energíamolecular se asociana la mismaregión espaciotemporal, er o o'tenerun dolor en rn i brazo esestaren un estado erebral" no lo es ,ya que las regioneses -pacialesaludidas son diferentes.

Este argumentono parecemu y sólido. ¡Ciertamente adiese detendrá a pensar, antesde decir que las imágenesen losespejosson a luz reflejada por un objeto y luego por la su'perficie del espejo, en el hecho de que una imagen puedeo'localizarse"un metro detrás del espejo! (Además, uno pue-de encontrar siempre alguna propiedad común de las reduc'

ciones que uno está dispuestoa admitir -u. gr.la tempera'tura es la energía molecular cinética media-, que no seauna propiedadde alguna dentificaciónque uno deseadesauto-rizar. Esto no resulta demasiado mpresionantea menosqueuno tenga un argumentopara nlostrar que os propósitosmis'mos de semejante dentificación de¡renden e la propiedadcomúnen cuestión.)

Otros ilósofosmás han sostenido ue todas as prediccio'nes derivablesde la conjunciónde leyesneuro{isiológicascottenunciados ales como "los estadosde dolor sotrestad<ts ere'brales", pueden derivarse igualmente a partir de la conjun-

ción de las mismas leyes neuro{isiológicascon "tener dolorestácorrelacionadocon tal y cual estadocerebral" y que, porende ¡sicl), uo puedehaber undamentosmetodológicos ar adecir que os dolores, o los estados e dolor, so¿estadoscere'brales, por oposición a decir que están correlationados (in'variablemente) con estadoscerebrales.Este argumento mos'traría también que la luz está solamentecorrelacionadaconla radiación electromagnética.El error está en ignorar elhechode que, aunque as teorías en cuestiónpueden efectiva'menteconducir a las mismaspredicciones, xcluyeno dejan

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abiertasdiferentes regu,ntas.La l¡Ulzst ácorrelacionadan-

variablementeco n la radiación electromagnética"dejaría

abiertas as preguntaso'¿quées entoncesa luz, si no es lo

mismo que Ia raáiación electromagnética?"y " ¿qué"' - lo 1Y."

haceque la luz acompañela radiación electromagnética?",

las culles se excluyen al decir que la ¡oz es a radiació' elec-

tromagnética.De manetasimilar, el propósitode decir A-ue-o¡

clolore"s on estadoscerebraleses precisamenteercluir de1

campo de lo empíricamentesignificativo las preguntas."¿g1L.:

"-* riton"",el doior si no es o mismo que el estadocerebral?"

y "¿quées o que hacequ e el dolor acompañe l estado ere'

bral?" Si ha y basesqu e sugieranque estaspreguntas-epre,-

_qentan:o, u.í decirlo, la máneraequivocadade considerare1

asunto,entonces sa sbasesso n as bas"spara una_dentifica-

ción teórica de los dolores con os estados erebrales'

Si ningunode los argumentos ara establecero contrario

resulta cinvincente, ¿habremosentoncesde concluir que es_signi{icativoy tal véz verdadero) de-cir_queos dolores son

".íudosc"r"biul"=, o qu e lo-"estados le dolor so nestados e-

rebrales?

(1 ) Ii s perfectamente igni{icativo (n o viola ningult "I":

gla clel enguaje", .to .l,pon" tlinguna "extensión. el

iro co-ún;) áecir "los doloresso u estados erebra'

lest'.(2) No es significativo (suponeun-o'cambiode significa'

do" o ".1na e"enrión de l uso", etcétera) decir "los

doloresso n e-qtadoserebrales".

X{ i posiciórlno se expresa i en (1 ) ni en (2). N'Ie-pareceqoe las nociones "cambio tle signi{icad9" ,u "extensión del

üso" están an mal definidas que de hechouno no puede de'

ci r zi (1) ni (2). No ve oninguna azónpa-ra reerqu€el lin'güista,o'el hombre de la calle-o el fi lósofo'-posean oy dí a

ina nociónde 'ocambiode significado" aplicable a casos ales

como os que hemosestado liscutiendo.a faenapara-la cua-

se desarrril ló,en la histori¿r lel lenguaje, a noción de cam'

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bi ¡ de sigli{icat1o,el'¿t¡lt1 f¡ert¿rn¿¿cl¿onírs trrtl¿ clueésta.

Pero, i no aseveramosi (I) ni (2) -en ottas palabras,

si en este caso consideranlosel asunto del "cambio de sig'

ni{icado" como un pseudoasunto-, ¿cómohemos de discu-

ti r la cuestión ot t a que empezamo-q?'¿Esel dolor un estado

cerebral?"La respuestaousiste n termitir enunciados e a forma "el

dolor es A", en donde"dolot" y "A " no sonde ningunama '

nera sinónimos, ve r si puedeencotltrarse lgún enunciado

de dicha índole que pudiera ser aceptable sobre basesem'

píricas y metodológicas.En lo que sigue procederemoshaceresto.

r r. ¿E SEL DOLOR-\ l lsrADO r:Rnnnl l . i '

Discutiremos, ues, a pregunta "e s el dolor un estadocere-bral?" Hemosacotdadóhacera un lado el asunto elativo al'ocambio e significado".

Puestoque no estoy discutiendoa qué equivale el concepto

de dolor, sino qué es el dolor, en un sentidode "es" que exige

la construcción mpíricade un a teoría (o , al menos,a especu'lación empírica), no ofreceré disculpaspor proponer una

hipótesis mpírica.De liecho,mi estrategia erá alegar que eldolor no es un estadocerebral, no sobre bases¿ priori, sinttsobre la base de que otra hipótesis es más plausible. El

desarrolloy la veri{icación detalladade mi hipótesisseríau-na

tarea tan uiópi"u como el desarrollo y la verificación detalla-da de la hipótesisde que el dolor es un estado cerebral. Sin

embargo,1á postulación,no de hipótesis detalladas y cien-tí'ficamente o'acabadas",sino de esquemaspara hipótesisoha

sido por mucho tiempo una {unción de la filosofía.,Ar-gumen--taré, en breve, que el dolor no es un estado cerebral, en el

sentidode un estado isicoquímicodel cerebro o aun de todoel sistemanervioso) sinootra claseenteramentediferente de

estado.Propongo a hipótesisde que el doior, o el estadode

tener dolor, es t.tttestado Lrncional le ocloun organismo.

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Para explicarestoe- . recesariontroducir algunasnociones

técnicas. in trabajos anterioreshe explicado a noción de una

Máquina de Turing y he discutidoel uso de estanoción como,nodelo para un organismo.La noción de un Autómata Proba'

bil ista t" d"fitt" dé manerasimilar a la de una Máquina de

Turing, exceptoen que se ¡termiteque las transiciones ntre"estados" ." d".t con varias probabilidades en lugar de sero'deterministas".(Por supuesto.una l\{áquina de Turing es

sencillamenteuna clase especiai de Autómata Probabilista,

estoes ,una máquina cu \ as probabilidadesde transiciónso n

0,1.) Asumiré que a rrociónde AutómataProbabilistase ha

genéralizadode tal manera que permite ooentradassensoria'Ies" -y salidas motoras" -e-q clecir: a Tabla de la Máquina

e-"peci{ica,ara cadacombinación osiblede un "estado"co nuri cotrjunto ompletode "entradassensoriales", na "instruc-ción" qu e determina a probabilidad de l "estado" siguiente,

así como la probabilidad de las o'salidasmotoras". (Estoreernplazaaldea de la l{áquina que escribeen una cinta.)

Tambiénasumiréque a realización ísica de los órgatlos-ett'

soriales esponsablls e as diferentes ntradas, sícomo a tle

Ios órganosmotores, e halla especificada, er o que os "esta-

dos" y las t'entradas"mismasse especifican' omoes costum'

bre, solo implícitamente,estoes, mediante el conjuntode pro'

babilidadesde transicióndado por la Tabla de Máquina.Puestoque un sistemaempíricamentedado puede ser-a-la

vez una "realización ísica" de muchosAutómatasProbabi-

lista-odiferentes, ntroduzco la noción de Descripción de ttn

sistema.LIna descripción cleS. en donde S es un sistema'escualquier enunciadóverdadero que dice que S posee os es'

tadosdiferentesS' Sr , . . . , S, r los cualesestán elacionadosentresí , y co u as salidasmotorasy las entradassensoriales,

mediantg as probabilidades de transición dadasen tal y cual

Tabla de Máquina. La Tabla de Máquina mencionada n la

descripciónse lamará la OrganizaciónFuncional de S relati'

uu u"iu

De-.cripción,y el S, tal que S se halla en el estadoS,

en un momentodado,se lama¡á e1EstadoTotal de S (en el

momento) relativo a es aDescripción.Ha y que enerel l cuen-

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ta que corlocer l EstadoTotal de utr sistema elativo a una

Descripción,supone conocer ert buena medida cómo,es plo-

bable que el sistemase o'comporte"clada-' arias combinacio-nes de

".tttud".sensoriales,pelo no suponeconocer a reali'

zación ísica de los $ como, por ejemplo, estados isicoquí'

micos del cerebro: Los S, repitamos, se especificansóloimplícitarnenremediante a Descripcióno stoes,se especificansól'omedianteel conjunto de probabilidades de transición da'

do en la Tabla de N{áquina.La hipótesisde que "ser un dolor es ser un estado uncio'

nal deun organismo"ptrede horaexplicitar-re e maneramá s

exactade a siguiente orma:

(l ) Todos os organismo-qapaces e sentir dolor son Au-tómatasProbabilistas.

(2) Todo organismo apazde sentirdolor posee or lo me'

no s una Descripciónde un cierto tipo (esto es , ser capazdesentir dolor es poseer una clase especial de OrganizaciónFuncional).

(3) Ningún organismo capazde sentir dolor p-uede escom'

llonerse en partes que poseall separadamenteDescripcionesde l t ipo de as mencionadasn (2).

(4 ) Para c¿daDescripción e a clasemencionada n (2),

existe un subconjuntode entradas sensoriales al que un or'ganismo con dicha Descripción siente dolor cuando, ,v sóloéuando,algunasde sus entradas ensoriales stánen es esub'conjunto.

Esta hipótesiseso in lugar a dudas,Yaga'aunqu-eon tod¿r

seguridaünoes má svagaqu e la hipótesisdel estado erebral

tafcomo se halla en el presente. or ejemplo,a uno le gusta'

rí a saber más acercadé la clase de OrganizaciónFuncional

que un organismo ha de tener p-ara ser capaz de sentir do'

ltr, y máslobre los rasgosque distinguen el subconjuntode

las'entradas ensoriales la i qu e nos referimos en (4)' Corr

respectoa la primera cuestiónprobablemente-podamos eeir

qr,é u OrganizaciónFuncionaldebe ncluir algo semejante

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ul a "funcit i l t r le lreferettr: ia",) 1,, tr t t ntet l t ts tt trort lel l¿mientoparcial de preferencia, algo senlejante una "lógicainductiva" (estoes , a Nláquina ieneque ser capazde o'apren-

der de la erperiencia").': ' Parecenecesario,además,exigir

que ias máquinas posean "sensoresde dolor"o esto es, ór 'gatrossensorialesque normalmeute ndiquen daños al cuerpode Ia Máquina, o temperaturas,presiones,etcétera'que r-e'presenten n peligro, y que dichos sensoresransmitanun sub'conjunto especialde las entradas,el subconjuntoal que nos

referimos en (4). FinaLnente,y co n respectoa la segundacuestión, uisiéramos xigir po r lo menosque as entradas nei subconjuntodistinguido tengan un valor mu,v bajo en la

{unción o el ordenamiento referencialde la máquina.** Elpropósitode la condición 3) es el de eliminar "org,anismoso'(s i as í pueden lamarse) tales como un enjambrede abejas,

como sujetos-qingularese dolor. La condición (1 ) es obvia-

mente redundante y se introduce sólo por razolles de la ex'po-*ición. De hecho,es una condición 'acía, ya que todo esurr AutómataProbabilistabajo algunaDescripción.)

Sostengo, e pasada, ue estahipótesis, pesarde servaga,es mucho nrenosvaga que la hipótesis del "estado {i''icoquí'mico" tal comose preseuta oy día, v muchomá s-"usceptiblea la investigaciónanto matemática omoempírica.En efecto,investigarestahipótesisconsiste n tratar de proclucirmode-lo s o'mecánicos"de organismos , despuésde todo, ¿n o e' sestoacaso o que persigue a psicología?El paso difícil, po rsupuesto, onsistirá n pasar de los modelospara organismos

es¡tecílicos un a forma normal para la descripciónpsicolti 'gica de os organismos, -&que estoes o que se requiereparahacer má s precisas as condiciones 2) y (4). Si n embargo,esto ambiénpareceser una parte nevitabledel programa dela psicología.

* El significado de esta-qcondiciones pare los nodelos de autómatas sediscute en mi artículo "The NIental Life o{ Some }'Iachines".

** I{ay otras condiciones ( lue se discute¡ ¡ en "The \Ienta l I- i fe o f SometrIachines".

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-,\ltt¡rataró utra comparaciótl

¡rresentar on : (i) la hipótesiscerebraly (tt) co n a hipótesis,oición onduetual.

I I I . ¡ ]ST,\DO T'L\( ] IONAL ?,'S.EST-\DO CEREBRAL

Acasose aposiblepreguntarsi no so,v tn tanto njusto al con-siderarqué el teóricoqu e dentifica los estadosmentales onestadoséerebraleshabla acercade estados isicoquímicosdel

cerebro.Si n embargo,(a) esta es la única clase de estadosmencionados iempre por los teóricosde los estadoscerebra-les. (b ) Estos eóricos generalmentemencionan(con ciertoorg.,i lo que lro deja de r-ecordar l del "ateo de l pueblo") laincompaiibil idadde su hipótesis on cualquier orma de dua'

lismo o mentalismo.Esto resultanatural si son os estados i'sicoquímicosdel cerebro os que se consideran.Sin embargo,los estados urrcionales e sistemas ompletos on algo bas'

tarrtedi{erente.Un particular, a hipótesis uncionalisfano esincompatible con el dualisrno. Aunque resulta obvio que lahipóteiis es de inspiración "mecanista", es un hechonotableqri ,rt sistem¿r onsistenteen un cuerpo y un ttalma", si esque hal' tales cosas,puede perfectamente er un AutómataProbabilista. (c) Un argumentopresentadopor Smart es quela teoría de los estados erebrales sumesolamente ropieda-des "físicas", ) & Smart le parecen ninteligibles las propie'dades no físicas". Los EstadosTotalesy las "entradas" de '

finidos anteriormente o son,por supuesto, i mentales i {í 'sicosper se, y no puedo imaginar que ningún funcionalista

l)roponga st eargumento. d) Si el teóricode os estadosmen'tales quiere referirse a estados istintosa los {isicoquímicos(o al menospermitirlos), entouces u hipótesises completa-nrentevacía, a menos que especifiquea qué clasede "esta'clos"qui ere referirse.

Considerandode esta nanera a hipótesi-" ie o-"estados e-rebrales,¿.quéazotresenemos ntclncesar a preferir la hipír'

tl e la hi¡rótesis tre acabodede que el dolor es un estadode que el doior es una disPo-

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tesisde los estados unciotralesa la hipótesisde ios estados

cerebrales?Consideremoso que el teórico de los estadosce'rebrales tiene que hacer para dar validez a sus afirmaciones.Tiene que especificar un est¿do{isicoquímico tal que

-cud'.quier organismo no solamenteun mamífero) siente dolo¡ si

y sólo si-(a) poseeun cerebrocon una estructura isicoquími'ca adecuada 1l¡ s" cerebroestáen eseestado isicoquímico.Esto signi{ica que e} estado fisicoquímico en cuestión tiene

qo" ."iu., estaáoposible de un cerebro de mamífero, de un

cerebro de reptil, de un cerebro de molusco (los pulpos sonmoluscos y

"iett"*entesienten dolor), etcétera. Al misrno

tiempo, tiene que ser un estado que no sea posible (física'

menteposible) para el cerebrode ninguna creatutafísicamen'te posible que no pueda sentir dolor' Aun cuando

-puedaencontrarse n estadosemejante, iene que ser nomológica'lnente cierto que será también un estadodel cerebro de cual'

quier vida extraterrestregue pudiera descubrirsey que fuesecapazde sentir dolor, antesde que podamossiquiera mante'nei la suposiciónde que esteestado eael dolor.

No es completamente mposible que se encuentreun esta'

do semejante. un cuaudo os pulpos y los mamíferoscons'

tituyen ejemplosde una evoluciónparalela (-4:,q"." secuen'

ciai), pór eiemplo, estructuras virtualmente- déntic-as(ha;

blaído^desdé tttu p"ttpectiva física) han evolucionadoen el

ojo del pulpo y en el ojo de los mamífer-os'pesq al hecho

dL que"tt

loi doscasosdicho órganoha evolucionadoa partir

de diferentesclasesde células. Así, pues, es llor lo menos

po-"ible que las evolucionesparalelas, a través de todo elirniverso,pudieran siem.¡tre onducir a uno y el mismo "co'rrelato" físico del dolor. Sin embargo, st aes ciertamente t.t¿

hipótesisambiciosa.Finalmente, a hi¡rótesis e ornaau u nlásambiciosa uando

caemosen la cuentáde que el teórico de los estadoscerebra'les no solamentedice que eI dolor e-' un estadocerebral; lo

que le interesa mantener, por supuesto,es que todo estadopsicológicoes un estadocerebral. Entonceso i podemosen'

t:ontraraunquesea un solo predicadopsicológicoqu e pueda

L6

aplicarseclaramente anto al mamífero como al pulpo (di'

g"-o*, o'hambriento")opero cuyo o'correl-at-oo'fisicoquímico

I"u diierente en los do.-"".or, la teoría del estado cerebral

se clerrumba.Me parecesumamenteprobable que podamos

hacer eso.Concedóque en tal caso el teórico de los estados

cerebralespuede salvarse mediante supuestosad hoc (porejemplo, définiendo la disyunción de dos estadoscomo un

sá1o 'estadofisicoquímico"), ¡reroestono tiene qu e tomarse

en serio.Pasandoahora a ias consideraciottesn faaor cl e a teorí¿

del estado uncional, comencemos or el hechode que identi'

f icamosel dolor, el hambre, a cólerao l calor, etcéterao e

los organismossobre a basede su conducta.Peto es una ver'

dad tr"illaclaque las similitudes en la conductade dossistemas

constituyenpor lo menos na razónpara sospechar imilitudes

"n

lu orga.,ización uncional de los dos sistemas, una razón

mucho i"A, ¿¿t¡l para sospecharsimilitudes en los detallesfísicosque de hecho engari Más aun, suponemos ue los dis'

tintos eitadospsicológicospo r Io menos os básicos, ales

como el hambie, la séd, a agresión, etcéteta- tienen "pro-

babilidadesde transición" má s o menossemejantes desde

luego, dentro de límites amplios y m1l definidos), etrtre sí

y cán la conducta en el caso de especiesdi{erentes,porque

esto es producto de la manera como identi{icamosestosesta-

dos. Asi, no diríamos que un alrimal eslásedienfosi su con-

duct¿ "irtsaciada" no parecieraestar dirigida a beber y no

{ueseseguidade una "saciedadde líquido". Así, cualquier

animal {ue consideremoscapazde tener estosestadosdife-

rentespár lo menos pore""rá tener una cierta clase de or¡1a'nizaciin funcional. Por otro lado, como señalamosanterior-

mente,si el programa de descubrir eyes psicológicas-queno

peanespecíficaspara una e.specieesto es, de haliar-una

io*u normal paia teorías psicológicassobre especiesdife'

rentes- llegara. a tener éxito en algún momento, traería

como consecuencla n delineamientode la clasede organiza'

ción funcional que es necesariay su{iciente para u-n estado

psicolírgico ladó, trsí conro trla defi,ir:ión'recisa

tl e la no'

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ción de 'oestado sicológico".El t contraste, l teórico de los

estados erebralei tieneque esperarque algún día se desarro-llen leyes neurofisiológicas que sean independientes de laespecie, o cual parece mucho menosrazonableque tener la

"ri"r"trude qué las leyes psicológicas de una clase o su'

{ióientemente eneral) puedanse r ndependientes e la espe'cie o, dicho de una forma aun más débil, que pueda encon-trarse una'forma cl eescribir e1.es sicológicas ue se a nde-

¡rendiente e a especie.

IV. BSTADO } 'UNCION.{ I, ? , 'S. ) ISPOSIT]Ió :I NE CO¡{ I] I-TCTA

I-,a teoría que afirma que tener un dolor no es un estacltrcerebral ni un estado uncional, sino utra disposiciónconduc-tual, tiene una ventaja aparente: parece concordar co n la

manera como verificamos que los organismos ienen dolor.En la práctica no sabemos ad a acercadel estadocerebralde un animalcuandodecimos ue siente olor, y tenemos oc oo ningún conocimiento acerca de -"u organización{uncional,excelrtode una matrera intuitiva burda. De hecho, sin em-bargo, esta ooventaja"no constituveninguna ventaja, ya que,aunque los enunciadosacercade cómo verificamos que Í esI pueden tener mucho que ver con lo que es el conceptodese rA, tienenmuy poco que ver con o que es a propiedad .Argumentar, sobre la base recién mencionada, que el dolorno es ni un estadocerebralni un estado uncional, es seme-

jante a argumentar que el calor no es la energía molecularcinética media a partir del hechode que la gente comÍrnnodescubre segúnpiensa) a energíamolecular cinéticamediade algo cuandoverifica que estácalienteo frío. No es necesa'ri o que o haga: o necesario sque os signos ue toma comoindicaciones e calor seande hechoerplicadospo r la energíamolecular cinéticamedia. Así, de manera semejante, uestrahipótesis equierequ e los signosqu e se toman como indica-ciónesconductuales el dolor se expliquen por el hecho clet¡ue el organismo estíretr un estado uncion¿rlde la c.l¿rse

1B

apropiada,pero nc )que os h¿rblantesgputlclueesto es así.-

tas dificultades piopias de las explicacionesen términos

de ooclisposicionesconductuales"son tan ampliamenteconocj'das qué aquí me limitaré a recordarlas.La dificultad ld e

hechópureceser más que una simple "di{icultad") de esp.-e'

cificar-la disposición onductual equeridaexcepto omo ooladisposiciónde X a comportarsecomo si X sintiera d'olor", esdesde uego la más importante. En contraste,pod'ernosespe'cificar,

"l*"tot en téiminos generales,el estadofuncional

co n el que pretendemosdentificar el dolor, si n usar Ia no '

ción de dolor. El estaclo unciona,lque tenemosen mente es,a saber,el estadode recibir entradas sensorialesque juegan

determinadopapel en la OrganizaciónFuncional del organis-'mo. Este p"pál ie caracteriza,al menosparcialmente,por el

hecho de que los órganosseusorialesesponsablese-las en 'tradas en óuestiónsotrórganoscuya función es a de detectar

daño ai cuerpo, o extremospeligrosos de temperatura, pre-sión, etcétera, po r el hechode que, cualquieraque sea-la

realización ísica de la s "entradas" mismas,el organismo es

asignaun alto valor negativo.Como he subrayadoen-'oThe

l¡Ientat Life of Some \{achines", esto zo significa que la má'

quina habrá siempre de ettitar hallarse en la condición en

cuestión(o'dolor"); sólo significa que dicha condiciónserá

evitadaa menosque el no evitarla seanecesariopara alcanzar

alguna otra metJ más altamente alorada. Dado.que la con-

du-ctade la máquina (en estecaso un organismo) dependerá

no solamentedé ias entradas sensorialessino también del

EstadoTotal (es decir, de otrosvalores,cteencias, tcétera),parece inútil hacer cualquier enunciado general acerca- e

cómo tiene que comportarseun organismo en tal condición,pero estono-significa que tengamosque abandonar toda es'

p"tutra de caracterizar a condición. De hecho, acabamosde caracterizarla.n

a En "The Mental Li,fe of Some Nfachines" se discute uu¿ característicamás(de alguna manera independiente) de lae entr-adls de dolor en términos demodeloi de autómatas: a-saber. la espontaneidad de la inclinación a retraer hp¡rrte lastirlada. eteéter¿. E.to hace surgir el problema de dar un análisis fun'

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La teoría de la disposición ontluctualno sólo parece rre-mediablementevaga, sino que parece claramente falsa si lao'conducta'oa la que se re{iere es a conductaperiférica y losestímulos elevantes on lo s estímulosperiféricos (a. gr. nose dice nada acerc a de lo que el organismoharía si se le

ol)erael cerebro). Po r ejem¡rlo,do s animalesco n todos osnerviosmotores cortados endrán la misma conductapresentey potencial (estoes ,ninguna,por asídecirlo); pero si uno deellos tiene cortadas las fibras del dolor y el otro las tieneintactas,entonces no de ellos sentirádolor y el otro no. Dela misma manera,si una persona iene cortadas as fibras de ltlolor y otra suprime deliberadamente'a causade una fuertecompulsión, odas as respuestas l dolor, entorlcesa conduc-ta periférica presentey potencial puede ser la misma, perouna sentirá dolor y la otra no . (Algunos fi lósofos sostienenqu e esteúltimo casoes conceptualmentemposible, pero la

única prueba de esto parecese r que ellos no pueden,o noquieren,concebirlo.)uSi en lugar de l dolor tomamosalguna

sensación uy a "expresióncorporal" se a más {ácil de supri'rnir -digamos, la sensaciónde frío en el dedo meñique iz '

quierdo de un a per*qolt¿- el argumentose vuelve aun má sclaro.

Finalmente,au n si hubiesealguna disposiciónconductualinvariablemente orrelacionada on el dolor (¡independiente'mentede a especie!), susceptible e especi{icarse in usar

el término o'dolor", seguiría sienclomás plausible identificarel tener un dolor con algún estadocuya presenciaexplicase

esta disposiciónconductual-el estado cerebral o el estado

funcionál- que co n ia disposición onductualmisma. Talesconsideracioneson resl.recto la plausibil idad puedenser dealguna nanera subjetivas, pero si todas las circunstancia-*fuesen guales(por supuesto, o lo son), ¿por qué no habría'

cional de la noción de inciinación espontá-nea,o cual se discute en dicho artículo.Desde luego, ot¡as característicasmás acuden fácilmente a Ia m€nte' por eiem'plo, que las sensaciones de dolol están (o parecen estar') localizdas en lasdiferentes prrtes del cuerpo,

5 Cf¡. l:r discusiirn de los "super'espartanos" en lni artír:ulo "Br¿ins ¿ndBeh¿vi¡ r r ".en nri l i l r ro ci ta t lo cn la nt¡ la 1. .

20

mo s de permitir que las cortsideracioneson respectoa laplausibil idad ugasenel papel decisivo?

v. coNSTDERACIoNESnrooor"óclc.ts

Hasta aquí hemosconsiderado olametrteo que podría lla'marse as razoneso'em¡ríricas"para decir que tener dolor e-.un estado uncional,má s qu e un estadocerebralo una dis'posiciónconductutrl;es clecir,qu e parecemás probable queel estado uncional que hemosdescrito esté nvariablementeo'correlacionado"con el dolor, independientementee la es-pecie, que el que haya un estado isicoquímico del cerebro(¿tiene qu e tener cerebro un organismopara -*entirdolor?

Quizá e bastenalgunosganglios.) o una disposición onduc-tual correlacionados e esa malrera.Si esto es correcto,en '

tonces e sigue que la identiifcaciónqu e hemos )ropuestoespor lo menosun candidatodigno de considerarse. Qu é ¡rtrsaco n as consideraciones etodológicas?

Las consideraciones etodológicas on' a grande.r asgos,semejantesn todos os caso-. e reducción,de maneraqu e nodebemos sperarsorl)resas quí.Primero, a identi{icacióndeestados sicológicos on estadosuncionales ignificaque asleyesde la psicologíapuedertderivarsede enunciado-' e l aforma "tale-*y cuale-. rganismos ienetr ales y cuales )es'cripciones" unto co n los enunciados e identificación ("te'ner dolor es al y cual estado uncional", etcétera).Segundoo

la presenciadel estado uncional (esto es , de entradasqu e

jueganel papel que hemosdescritoen la OrganizaciónFun-cional de l organismo) no está meramente"correlacionadocono' a conductade dolor ltor parte del organismo, ino quede hecho a explica.Tercero, a identi{icaciónsirve para ex'cluir preguntas ue represelrtansuponiendo ue el punto devista naturalistaes correcto) un a manera otalmenteequivo'cada de considerar a cuestión,esto es, )regunta'qales comooo¿quées el dolor si no es el estadocerebralni el estado un 'cional?" -y ¿cJué s o que causa tl e el dolor vaya siempre

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acompañado e este ipo de estado uncional?" En suma, aidentificación ha de aceptarse entativamente omo una teoríaque conduce anto a predicciones ructí{eras como a preguntas{ructíferas, y que ,"irve para desalentar preguntas empírica'mente sin sentido, en donde por ooempíricamentesin sentido"quiero decir "sin sentido" no solamente desdeel punto devista de la veri{icación, sino desdeel punto de vista de loque de hechoes .

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cuadernosdecrítica

l . l l . P. ( lr iceSIG\IFI(]AI)O

ThomasNagelFISICALISMO

IL L. A. HartOBLIGACIÓ\ JTIRfDICAY OBLICACIÓN \{ORAL

1. H. L. A. HartUNA VISITA A KEI,SEN

5. Ronald f. Drvorkin

¿E S EL DERECHO UNSISTE}ÍA DE REGLAS?

6. Hans KelsenDERECHOY LÓGICA

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B. Sidney ShoernalicrL{ S PERSONASSU PASADO

9. Werner l)ictleli'rh -v lansFliedrich FuldaESTRUCTUTTASSNEEDIANAS EN ¿¿C 4PITAL DE NfARX

l(). Artht¡r '1.

T)anto\(:( , IOIAS RÁSI(]AS

I l. I onald )avidsonSUCIISOS IENTALES

i 2. BcrrsonlatesI)ESCRIPCION]ISYRI,FERENCIA

lil. Ale,xius leinongTEOIifA t}EL OBJE'I'O

14. lionald \'f. DrvorkinCASOSDIFÍCILES

15 . Hilary PutnamI,A NATURALEZA D]iI-OS ESTAI]OS MEN'TALES

lirr prensa

16 . (lernaroi. CarrióDWORKIN Y ELPOSITI\,' ISMOJURfDI(JO

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?

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