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Dra. M. Ángeles Viladot PREPARACIÓN MENTAL DEL JUGADOR DE GOLF Con la colaboración de la Federación Catalana de Golf

Preparacin Mental Del Jugador de Golf

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  • Dra. M. ngeles Viladot

    PREPARACIN MENTALDEL JUGADOR DE GOLF

    Con la colaboracin de la Federacin Catalana de Golf

  • Dra. M. ngeles Viladot

    Preparacin mental del jugador de golf

    1. edicin virtual e-libro.net Marzo de 2001

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    NDICE

    Prlogo ................................................................................ 5 Prefacio................................................................................ 7 1. Introduccin..................................................................... 12 2. Qu es la ansiedad?........................................................ 15 La inquietud en el juego se traiciona a s misma ...... 18 Ansiedad verdadera y ansiedad falsa ........................ 20 3. Actividad productiva en el juego..................................... 24 Proceso de generalizacin del pensamiento.............. 27 4. Control mental y rendimiento en el juego ....................... 29 5. Nivel de ansiedad ptimo para un buen juego................. 32 Si creemos que podemos hacerlo, generalmente lo conseguimos.......................................................... 34 6. Reflexionar y detener nuestro pensamiento..................... 39 7. Cmo ser un realista positivo .......................................... 43 8. Cmo cambiar los pensamientos negativos por positivos 47 9. Regular nuestra motivacin en el juego........................... 52 Objetivos de resultados versus objetivos de mejora . 60 10. Planear la dedicacin de nuestro esfuerzo. Llevar un diario.............................................................................. 62

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    Registro de nuestro juego.......................................... 64 11. La relajacin .................................................................. 67 Tcnicas de relajacin. Relajacin progresiva. ......... 70 Instrucciones para la relajacin progresiva............... 73 Procedimiento ........................................................... 76 Relajacin controlada mediante una seal ................ 81 12. Relajmonos en breves minutos .................................... 82 13. Cmo respirar ................................................................ 85 14. La imaginacin. Tcnicas de visualizacin ................... 88 15. La toma de conciencia en el juego. Saber exactamente lo que queremos............................................................. 101 16. Concentrarnos en nuestro juego..................................... 103 El arousal .................................................................. 105 Arousal y concentracin ........................................... 108 Diferencias individuales............................................ 112 Podemos aprender a concentrarnos........................... 114 Otros ejercicios de concentracin ............................. 117 Ensayo mental........................................................... 119 Incrementando nuestra atencin................................ 119 Seales desencadenantes de la concentracin........... 122 Convirtamos los errores en buenas ejecuciones........ 122 Procesos de atencin en el aprendizaje del swing..... 123 17. Unas palabras finales ..................................................... 124

  • PRLOGO

    La tarde en que M ngeles me entreg el borrador de este libro, coincidi con que despus de haber tirado unas bolas en el Prat (perfeccionando mis errores) me par a hablar con Manolo Snchez. Me coment la preocupacin que senta por el futuro de los jvenes que se estaban pa-sando al campo profesional y dudaba de su posible xito. Segn l, no les faltaba preparacin, ni entreno, ni ilusin, pero algo les faltaba. Si no juegan regularmente bajo el par, muy difcil lo van a tener para conseguir la tarjeta o pasar los cortes.

    Por ello, cuando tuve el libro de M ngeles en mi poder lo le de un tirn, tan rpido que poco asimil, pero vislumbr que aquel algo que les faltaba a los jvenes pro-fesionales se encontraba en este libro: La preparacin men-tal del jugador de golf.

    A estos chicos los he conocido cuando empezaban a jugar, cuando casi no podan subir el palo; con los delega-dos infantiles de los clubes hemos hecho lo posible para darles conocimientos e ilusin, pero no hemos hecho nada con su mente que los prepare psicolgicamente para salir airosos ante las situaciones que se encontrarn en su vida

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    futura, posiblemente por la errnea apreciacin del vocablo psicologa.

    Volv a leer el libro de una manera ms pausada y es-toy convencido de que tambin a nosotros, los jugadores normales sin aspiraciones de profesionalismos, nos ser de gran utilidad la preparacin mental para mejorar nuestro juego.

    A fin de cuentas, cuando ya hemos invertido parte de nuestros ahorros en adquirir un juego de hierros o de made-ras con las mejores tecnologas incorporadas y cuando hemos decidido que nadie es lo suficientemente bueno para ensearnos nada ms, podemos sincerarnos un momento con nosotros mismos y decidir que no es el arco ni las fle-chas, que el problema est en el indio. Por ello, con muy poco dinero y con muy poco tiempo, M ngeles nos ofre-ce soluciones para nuestros problemas.

    Ponlos en prctica! estoy convencido que lo notars al firmar la tarjeta de resultados.

    Carlos Rosal Vicepresidente de la Federacin Catalana de Golf

  • PREFACIO

    En el deporte del golf a menudo existe el concepto errneo de que si practicamos, todo lo dems vendr como por arte de magia. Con una prctica regular adquirimos, en general, destreza en el juego y habilidad en la ejecucin de nuestros movimientos para realizar el swing. Sin embargo, si bien todos hemos tenido das en los que jugamos con fluidez y como si el juego saliera por s solo, tambin hay das en los que nos sentimos desajustados y cometemos errores inadmisibles. No es que hayamos perdido nuestra vitalidad y la destreza adquirida con el entrenamiento, lo que perdemos es el control de los factores cognitivos tales como la capacidad de concentracin y la atencin, y nos centramos en pensamientos y autodiscursos negativos. Es decir, estamos inapropiadamente activados.

    Este libro pretende discurrir sobre todo ello. Lo he escrito para el jugador de golf no profesional con el obje-tivo bsico de mostrar cmo podemos estimular, motivar y controlar nuestra mente, mejorando nuestro nivel de ejecu-cin en el juego y disfrutar de verdad en el campo de golf. Como podris observar no es un manual de recetas pero si

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    que, a partir de los conocimientos obtenidos de la Psicolo-ga objetiva, pretende ser un libro prctico.

    No me centrar, pues, en las caractersticas de las habilidades en el juego, como tampoco, evidentemente, no pretendo ensear a jugar a golf. En lugar de eso, se centra el libro en el aspecto mental del jugador de golf y en cmo la mente interacta con el cuerpo optimizando nuestro juego.

    No podemos separar la mente del cuerpo, y por este motivo la ejecucin en nuestro juego es una consecuencia de factores tanto de tipo fsico como mental. Como es l-gico, una condicin previa a nuestra actividad en el juego del golf es un adecuado nivel de dominio de nuestra des-treza (swing, ritmo...); sin embargo, en el mundo del de-porte se estima que al menos entre el 40 y el 90 por ciento de una buena ejecucin se debe a factores mentales. En el Golf a mi manera, Jack Nicklaus estima que el golf es men-tal en un 90 por ciento.

    En la ltima dcada, se ha dado un gran auge a los es-tudios que tratan los aspectos psicolgicos de la ejecucin. Es el propsito del presente libro reflejar lo que se ha aprendido con las investigaciones realizadas y los autoin-formes obtenidos.

    De la relacin mente-cuerpo y de las repercusiones en nuestra ejecucin y destreza en el campo del golf es, pues, de lo que trata este libro, al mismo tiempo que aconseja la prctica regular de determinados ejercicios. Dicho de otro modo, nuestra preparacin en el juego no puede olvidar los aspectos mentales, ha de tener un carcter global y, este es el enfoque que seguiremos.

    La estrecha relacin entre la mente y el cuerpo pro-duce que ste sienta la preocupacin y la ansiedad incluso antes de que se hagan evidentes a nivel mental. Cuando estamos en el campo participando en un concurso de golf a veces nuestro empeo es tan intenso que nuestra tensin

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    emocional aumenta excesivamente y ello, evidentemente, repercute en la eficacia de nuestro juego. Por supuesto, como veremos, un cierto nivel de ansiedad adecuado a cada uno de nosotros no solamente no es negativo sino que es necesario para una buena actuacin. Pero si sobrepasamos un determinado umbral, la tensin que generamos da lugar a una preocupacin incontrolada que nos sumerge en un estado de confusin emocional. As pues, la tensin no es necesariamente mala; simplemente hace de motor para la actuacin. Todos la hemos experimentado antes y durante el juego y los hechos que la inducen son muchsimas veces de carcter agradable. Por otra parte, no hay razn alguna para que la tensin que generamos quede fuera de nuestro dominio. De hecho algunos de nosotros conseguimos un perfecto autocontrol y buscamos situaciones que nos per-mitan ejercer dicho dominio. El control de nuestras emo-ciones nos ennoblece como seres humanos y representa un desafo para mantener nuestro nimo activo y creador.

    En el juego del golf el manejo y control de nuestro estado de nimo es determinante para nuestra actuacin. Por ello se configura como uno de los mejores laboratorios para ensear, a los pequeos, a los jvenes y a los no tan jvenes, cmo regular la tensin y la ansiedad con el objeto de maximizar nuestro potencial en la vida. El dominio de los conocimientos y de las estrategias para ajustar al mxi-mo la relacin mente-cuerpo nos ayuda a ser mejores y generalmente estos conocimientos nos sirven para todas las dems situaciones de la vida que nos producen zozobra y tensin y en la asuncin de responsabilidades.

    Comprender y saber manejar los mecanismos que subyacen a la motivacin, la preocupacin y la ansiedad y poder aplicar estos conocimientos a situaciones que son significativas para el jugador de golf, es de una utilidad indiscutible para alcanzar el potencial o el nivel en el juego

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    que cada uno se exige a s mismo. Como hemos dicho, no solamente son conocimientos indiscutiblemente tiles sino que su componente educativo sita al deporte del golf co-mo escuela para afrontar los retos y las responsabilidades de la vida.

    ste es, pues, un manual que pretende mostrar unos conocimientos y unas estrategias psicolgicas que pueden ser de gran utilidad para conquistar el deporte del golf, al nivel de vuestra motivacin. Quiero, sin embargo, enfatizar que guarda escasa relacin con ofrecer terapias o con el tratamiento de disfunciones psicolgicas y sociales. Por otra arte, si bien el libro tiene un inters general, cada uno de vosotros se encontrar reflejado en unos aspectos y en otros no, del mismo modo que sacar provecho de algunos puntos, ms que de otros.

    Mejorar nuestro nivel de rendimiento exige esfuerzo y tiempo por nuestra parte, ya que no existen atajos que nos lleven a dicho nivel. Por tanto, los conocimientos y las su-gerencias que aqu se os ofrecen no tienen carcter mgico, ni mucho menos suponen un remedio para todos los males. No obstante, nos han de permitir salir al campo, participar en las competiciones sabiendo que podemos controlar nues-tra conducta y el resultado de nuestra actuacin.

    Nos parece obvio e indiscutible que quienes conocen el deporte del golf se encuentran en una posicin excelente para ensear o aprender estos conocimientos, ms que los propios psiclogos que no cuentan con un conocimiento de dicho deporte y de las exigencias y presiones a la que nos somete. Ha querido el azar que desde hace algunos aos me entrene con regularidad en el apasionante deporte del golf y que, a la vez, sea una profesional de la Psicologa. As pues, este libro lo he escrito a partir de la autoridad que me infieren mis conocimientos psicolgicos y a partir de la observacin directa de las dificultades que comporta el

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    aprendizaje del deporte del golf. Jugar al golf es fascinante y todava lo es ms cuando se descubre la importancia de incorporar al nivel de rendimiento, los aspectos mentales y fsicos.

    Espero no defraudaros con la lectura del libro y con-seguir estimular vuestra dedicacin y disfrute.

  • 1. INTRODUCCIN

    Existe algn estado ideal mente-cuerpo asociado con el rendimiento ptimo segn la destreza de cada uno de nosotros? En relacin a las fuentes de datos en el mundo del deporte del golf, aparece un perfil psicolgico en estre-cha relacin con la ejecucin exitosa. Me basar para des-cribirlo en diferentes artculos aparecidos en la prestigiosa revista International Journal Sport Psychology.

    He observado que existen tres fuentes en la tarea de identificar las caractersticas psicolgicas que se encuentran en la base de las ejecuciones especialmente exitosas. Todos los artculos consultados se refieren a profesionales top, por tanto jugadores de lite. Pero ello no impide que se pueda extrapolar dicho perfil para el jugador medio y no profesio-nal, puesto que el estado psicolgico ptimo es siempre el mismo con gradaciones en las caractersticas que lo definen.

    La primera de las fases de identificacin est consti-tuida por los datos que provienen de informes de los pro-pios golfistas, en forma de percepciones subjetivas experi-mentadas durante los momentos ms brillantes que cada uno de ellos ha tenido mientras participaba en una competi-cin. Otra fuente de datos la configuran aqullos generados

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    por estudios que comparan las caractersticas psicolgicas de los jugadores de golf exitosos con otros menos afortuna-dos, por ejemplo jugadores que han sido clasificados como profesionales con otros que no lo han logrado. La tercera y ltima fuente de datos proviene de los entrenadores y sobre lo que ellos piensan que puede ayudar a conseguir el xito en el deporte del golf.

    Sin embargo, apenas existen estudios sobre la prepa-racin mental de los jugadores de golf. A menudo los mis-mos jugadores hacen mencin de la importancia del juego mental en revistas populares, en los digest y en entrevistas que han sido realizadas para los mass media. En todas estas situaciones los jugadores de golf expresan que las tcnicas de visualizacin y las estrategias de concentracin y aten-cin son factores primordiales para conseguir una buena ejecucin.

    A pesar de que existen numerosas diferencias indivi-duales, el perfil descrito para el jugador de golf top se de-fine por las siguientes caractersticas:

    Autorregulacin del nivel de activacin: con energa pero relajado. Prdida del miedo sin te-mor al fracaso.

    Alta confianza en s mismo. No pensar en la eje-cucin.

    Inmersin absoluta en la actividad Mejor concentracin. Foco de atencin muy se-

    lectivo. Estar bajo control, pero sin forzarlo. Sensacin

    de encontrarse con un control absoluto. Ejecucin sin esfuerzo-no forzndose. Preocupacin positiva por el juego. Imaginacin

    y pensamientos positivos. Determinacin y compromiso.

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    Estas caractersticas han ayudado a concluir que la presencia de un clima emocional y mental adecuado, movi-liza las reacciones psicolgicas esenciales para un buen desempeo en el juego. Un clima psicolgico negativo, como por ejemplo, miedo, enfado, preocupacin, frustra-cin, generan casi siempre lo contrario. Estos estados men-tales negativos van siempre acompaados de tensin y una limitada concentracin en el juego. Tanto es as que, aun-que no existen datos referentes a las relaciones causa-efecto, tanto en la Psicologa objetiva como en la prctica de la Psicologa aplicada del deporte, se asume que el nivel de desempeo es el reflejo directo de la forma en la que uno piensa y siente, en contraposicin a la creencia de que el estado emocional es el resultado de la propia ejecucin. Ambos puntos son acertados: de hecho existe una relacin circular en la que el estado mental ptimo conduce a una mejor ejecucin, y un buen juego implica estados mentales deseables para una buena ejecucin.

    No siempre se tiene un nivel de ejecucin bueno, al nivel de nuestras posibilidades. Por esto es tan importante identificar y aprender este estado mental de manera volun-taria, de forma que podamos optimizar nuestro nivel de ejecucin y, por ende, incrementarlo. Conseguir este clima ideal para cada uno de nosotros no es sencillo. Requiere el conocimiento de una serie de estrategias mentales y una prctica adecuada. Afortunadamente, el conocimiento en Psicologa del deporte ha alcanzado un nivel en que dichas tcnicas estn disponibles para todos los jugadores de golf.

    Los captulos que siguen se dirigen especficamente a los estados psicolgicos identificar los factores que tien-den a facilitar o dificultar la aparicin y mantenimiento de dicho estado mental interno y, cuando sea posible, propor-cionar las tcnicas para la creacin y mantenimiento de los estados mentales deseables.

  • 2. QU ES LA ANSIEDAD?

    No es el objeto del libro que os presento responder con toda su amplitud a esta importante pregunta, sin em-bargo es necesario que antes especifique que cuando hablo de ansiedad en el juego del golf me estoy refiriendo a esta-dos de tensin y preocupacin, muy distinta de la ansiedad patolgica. En las pginas que siguen hablo de la ansiedad normal o circunstancial y de la ansiedad excesiva, pero esta ltima nada tiene que ver con la ansiedad patolgica.

    La ansiedad normal es un cierto estado de tensin emocional relacionado con la necesidad ms o menos ur-gente de encontrar soluciones a un problema. En el juego del golf hay situaciones que vivimos con un exceso de pre-ocupacin y a menudo ponemos en juego nuestras poten-cialidades a medida que la presin se incrementa. Todos tenemos das en que las cosas no salen como creemos que debieran ser y cometemos errores. Nuestro cuerpo no est fluido y nos sentimos poco concentrados. En cualquier ca-so, si no encontramos como solucionar estas situaciones, casi siempre somos lo bastante fuertes para no desmoronar-nos a nivel emocional o mental. Aceptamos nuestros fraca-sos y nos servimos de la experiencia para perseverar en

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    nuestro empeo. Como se ve, cierto grado de ansiedad normal puede incluso ser til. Nos impulsa a perseverar y a buscar la solucin adecuada a nuestros problemas en el juego. Un poco de ansiedad puede ser incluso considerada como energa interna, sin la cual nos veramos reducidos a seres inermes.

    En cambio, la ansiedad excesiva bloquea nuestras energas vitales. Nos lleva a encerrarnos dentro de nosotros mismos para torturarnos con pensamientos negativos que nos desestabilizan y desorganizan nuestro pensamiento. El exceso de ansiedad nos perturba profundamente, nos con-funde y nos lleva a una situacin de gran inseguridad en el juego. Nos convertimos en nuestros peores enemigos, para convertir lo que normalmente son potencialidades en debi-lidades. Cuando pensamos demasiado y fallamos en nuestra ejecucin es porque estamos demasiado dentro de nuestras cabezas.

    La ansiedad circunstancial se presenta, pues, cuando nos preocupamos por algo, ya sea una entrevista compro-metida, conocer a nuevas personas, hacer un ejercicio o un examen, o bien participar en una competicin de golf.

    Esta ansiedad fruto de sentimientos de temor tiene en el deporte del golf multiplicidad de causas. Quin puede decir que nunca ha sentido miedo de errar en el juego. A veces estamos mal preparados (hemos practicado poco) o bien no creemos hallarnos a la altura de las circunstancias. En una competicin de golf jugamos bajo la mirada de otras personas. Ocasionalmente estas personas son especta-dores pero lo que es seguro es que siempre estamos acom-paados de otros jugadores cuando participamos en una competicin. stos nos observan y nos transmiten el senti-miento de tener que presentarnos a nosotros mismos de-lante de la opinin pblica, por llamarlo de algn modo. Tenemos temor de las jugadas errneas que son evidentes

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    para el resto de los jugadores como una depreciacin de nuestra capacidad en el juego y con ella de nuestra perso-nalidad. Como regla general, podemos asegurar que cuanto ms importante sea el juego para nosotros y ms importan-tes las consecuencias del hecho de errar, tanto ms intenso ser el sentimiento del temor antes, durante y quizs des-pus de la realizacin de la ejecucin. Debido, por lo tanto, a que, en general, en el juego del golf perseguimos unos objetivos, pueden aparecen esos sentimientos de autovalo-racin como son los de triunfo, de fracaso, de orgullo y de vergenza. Los sentimientos de triunfo y fracaso se expe-rimentan al comparar el rendimiento logrado con el propio nivel de aspiraciones. Los sentimientos de orgullo y de ver-genza nacen a consecuencia de la comparacin entre el yo ideal previamente imaginado y el verdadero resultado en el campo. Si entre el yo ideal y los resultados reales existe una desviacin muy fuerte, entonces surge y se desarrolla el sentimiento de vergenza, que ser tanto ms fuerte cuanto menos puedan justificarse las divergencias existentes.

    El sentimiento de la propia seguridad, o de inseguri-dad, estrechamente unido a la autovaloracin de la persona, son tambin muy importantes en la situacin inmediata-mente anterior a una competicin y durante la preparacin mental del jugador. Todos conocemos casos extremos, en los cuales la tensin emocional ha sido tan alta que el juga-dor (amigo o compaero de juego en aquella competicin) se ha sentido completamente perturbado, incapacitado para pensar y actuar de forma ordenada y clara, mostrando reac-ciones desacostumbradas. Si no superamos este nivel de preocupacin, la vivencia de tales sentimientos de inseguri-dad refuerza an ms la confusin generada en forma de proceso circular.

    Cuando estamos en este estado de preocupacin y sentimos ansiedad o nerviosismo experimentamos altera-

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    ciones en nuestro ser. Nuestro cuerpo reacciona y lo hace de igual modo sea cual sea la preocupacin y la situacin en la cual nos encontramos. No nos preocupamos sola-mente en nuestra mente, sino que todo el cuerpo participa en ello y esta circunstancia juega un papel importante sobre nuestro nivel de rendimiento. De todo ello hablamos en el apartado que sigue.

    2.1. La inquietud en el juego se traiciona a s misma Todos hemos podido observar que cuando los nios

    mienten o simplemente cuando usan excusas inocentes, se ruborizan. Segn sea el grado de reaccin emocional que tengan les ocurren determinados cambios fisiolgicos. En los adultos nos ocurre lo mismo. Si tenemos mala concien-cia, nos ponemos nerviosos y aunque hemos aprendido a manejar nuestras emociones mejor que los nios no pode-mos ocultar totalmente una mentira, o estados psicolgicos como el susto, la confusin o el temor. Todo ello influye en el riego sanguneo de la piel y consiguientemente en su color. Tambin aumenta la humedad de nuestra piel y dis-minuye por ello su resistencia elctrica. Comienza a palpi-tar ms rpido el corazn, la presin sangunea sube, y la actividad respiratoria se acelera.

    Tanto la ansiedad como el temor activan sntomas men-tales desagradables, tales como una sensacin de indefensin, confusin, aprensin, inquietud y pensamientos negativos reiterados. Tambin se activan sntomas fsicos que van desde la simple tensin muscular hasta la taquicardia.

    Cuanto ms preocupados y nerviosos estamos, mayor es el riesgo de que se cometan errores de tipo tctico y de ejecucin en el juego. Un exceso de preocupacin ya sea antes, al principio o durante nuestra participacin en una

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    competicin de golf, produce una prdida de control de nosotros mismos. Automticamente somatizamos nuestra ansiedad y el resultado son alteraciones fsicas de ndole e intensidad variables y distintas en cada persona.

    Todos hemos experimentado ms de una vez alguna de las advertencias somticas como tensin muscular, sen-sacin de fatiga, temblores, sofocacin, alteracin de la voz, irritabilidad, boca seca, etc. Tambin podemos mani-festar ansiedad o reacciones cognoscitivas o mentales: la confusin, el olvido de detalles y la vuelta a antiguos hbi-tos errores en el backswing o en el putting green, por ejemplo y la incapacidad para concentrarnos son indicios de la prdida de control de nosotros mismos, que afecta indefectiblemente a nuestro nivel usual en el juego.

    Hay personas que propenden a mostrar una de estas respuestas en mayor grado que otras. Algunos de nosotros mostramos un alto nivel de ansiedad fsica o corporal pero en cambio nos mantenemos mentalmente tranquilos, fros y sosegados. Otros, por el contrario, aparecemos sosegados y controlados fsicamente pero mentalmente nos mostramos distrados o incapaces de concentrarnos.

    En la investigacin en el mbito de la Psicologa del deporte se observa que esta manifestacin somtica antes de comenzar la competicin es buena, puesto que refleja la buena disposicin y la ansiedad generada el impulso o activacin generada por el golfista, siempre y cuando no vaya seguida de una ansiedad cognoscitiva elevada que actuar disminuyendo el nivel de concentracin y afectando nuestra ejecucin. Es determinante, por lo tanto, que sepa-mos lo que nos est ocurriendo y cules son las circunstan-cias que provocan la situacin de temor con la finalidad de aprender la forma de aprovechar esta energa en beneficio propio, en lugar de proyectar nuestros temores a travs de pensamientos recurrentes negativos. Pero de todo ello

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    hablaremos con mayor detalle posteriormente, con el obje-tivo de mostrar pautas de aprendizaje para el control y el manejo de la ansiedad con finalidades productivas.

    2.2. Ansiedad verdadera y ansiedad falsa Experimentamos la ansiedad o la preocupacin como

    un estado anmico. Esta preocupacin acta en nuestro cuerpo como un sistema de alarma que nos avisa del peli-gro de un determinado proceder y de este modo nos pro-tege. Este sistema funciona con relativa sencillez, recono-cemos un peligro y nos ponemos en un estado de tensa atencin. La ansiedad activa la capacidad del hombre, ele-vando al mximo la vigilancia, precaucin y otras funcio-nes semejantes de nuestro organismo. El sistema de alarma tiene pleno sentido si capta las seales de amenaza y nos pone en disposicin de reaccionar convenientemente en situaciones amenazadoras. Pongamos por caso la situacin de un piloto de aviacin: a la hora de aterrizar el piloto est en un estado de tensa excitacin. La vigilancia y la precau-cin estn agudizadas al extremo. Sin embargo, nuestro sistema de alarma no siempre funciona convenientemente. Si la ansiedad supera cierto grado de excitacin, disminuye de nuevo la capacidad sensata de actuacin. As es preciso eliminar ya en el perodo de instruccin a un determinado porcentaje de alumnos de las escuelas de aviacin. Aun despus de muchos despegues y aterrizajes, sus reacciones de ansiedad son todava demasiado intensas.

    En este caso la sensacin de tensin no aumenta ya la vigilancia y precaucin, sino que impide la actuacin efi-caz. La tensin y la preocupacin excesiva no protegen sino que bloquean. Se ha sobrepasado el umbral de reaccin ptima. Sin embargo, es evidente que la ansiedad se puede

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    prevenir y controlar con un entrenamiento adecuado hasta llegar a aprender a actuar adecuadamente. Tambin, la cos-tumbre y la experiencia reducen el sentimiento de pre-ocupacin excesiva de tal manera que hacen posibles las reacciones normales y eficaces. As pues, la preocupacin es anormal cuando alarma demasiado poco o cuando es excesiva. Slo cuando el grado de excitacin en una situa-cin amenazante permanece en una correcta relacin con la amenaza objetiva, la ansiedad est a su nivel. Slo entonces podemos hablar de ansiedad verdadera. Observemos el grfico que sigue: cuando la ansiedad aumenta, aumenta tambin, al principio, nuestra eficiencia (vigilancia, aten-cin y cautela). Cuando se sobrepasa el umbral de lo p-timo vuelve a disminuir la eficiencia: caemos en la ansie-dad excesiva.

    En este grfico podemos observar una curva en forma

    de U invertida, por esto esta teora se ha denominado Teo-ra de la U invertida (o modelo de Yerkes-Dodson) y ha sido posiblemente la que ha tenido mayor aceptacin en la Psicologa del deporte. Como he explicado antes, sostiene la existencia de un punto ptimo de impulso (o arousal)

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    para la ejecucin de una tarea motora, por debajo o por encima del cual el rendimiento disminuye. En otro captulo hablar ms extensamente de la importancia del arousal.

    Cuando iniciamos una competicin de golf normal-mente abrigamos ciertas esperanzas de cmo nos portare-mos. Por este motivo experimentamos mayor ansiedad en una actuacin que sigue a otra en la que no estuvimos a nuestro nivel, ya que empieza a ofuscarnos la posibilidad de realizar otra mala actuacin. La congoja se apodera de nosotros cuando luego nuestra actuacin difiere de la que esperbamos realizar. La reaccin fsica y cognoscitiva se caracterizar con alguno o varios de los sntomas siguientes con ms o menos intensidad: un cierto elevado ritmo car-daco, un cambio en la cadencia respiratoria, sudoracin, una considerable tensin arterial, posibles temblores, sofo-cacin y distorsin de la voz; acompaado todo ello, a ve-ces, de incapacidad de concentrarse o de recordar detalles y de un sentimiento de confusin.

    Sin embargo, es muy importante que sepamos distin-guir entre dos aspectos determinantes para nuestra inme-diata actuacin en el juego: nuestra reaccin de preocupa-cin de la que deriva de estar activado y preparado para enfrentarnos al reto de la competicin. Estos dos aspectos se identifican, como ya lo he expuesto anteriormente, como verdadera o buena ansiedad y falsa o mala ansiedad. En el grfico anterior (pg 21) se ejemplifican claramente estos dos tipos de ansiedad. Esta ltima se refiere a la generada por el temor a fracasar y la preocupacin de no jugar de acuerdo con nuestras expectativas. Es el resultado de pen-samientos negativos que se reflejan en imgenes mentales anticipadas de un posible juego desastroso. Los efectos producidos por la falsa o mala ansiedad jams facilitan un nivel ptimo en el juego.

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    En cambio, la primera se refiere a la sensacin que experimentamos fruto de pensamientos positivos y al sen-timiento de ir a por ello. Es un estado de seguridad y de euforia interna que nos predispone a obtener lo mximo de nosotros mismos.

    En una competicin entran en juego nuestra autoes-tima y bienestar personal. Quiere ello decir que el fracaso en el resultado es una amenaza a nuestros sentimientos de bienestar como personas ya sea por nosotros mismos o por el miedo al ridculo.

    Cuando nos enfrentamos a situaciones que represen-tan una amenaza para nuestro bienestar y autoestima, nues-tra mente empieza a jugarnos malas pasadas. Toda clase de pensamientos difusos e imaginativos se apoderan de noso-tros: especulamos y proyectamos lo peor, con imgenes y pensamientos negativos acerca de cul puede ser el resul-tado, persistimos en esta preocupacin, combinando y vol-viendo a combinar todos los posibles resultados de tipo derrotista, lo cual da origen a un crculo vicioso de carcter destructivo. Esto es lo que a menudo nos ocurre cuando empezamos a preocuparnos por nuestra actuacin en la competicin en la cual estamos a punto de participar. Esta secuencia de procesos mentales nos lleva a una mayor ten-sin, la cual, a su vez, crear una mayor alteracin en nues-tro juego.

    Contamos por lo tanto con dos respuestas posibles a la preocupacin inicial: o bien podemos dirigirla hacia a un fin productivo y con ello dominar la situacin y disfrutar enormemente del juego, o bien, como hemos dicho, pode-mos preocuparnos en forma improductiva y generar una ansiedad todava mayor. La diferencia est, por lo tanto, en que la tensin y la ansiedad positivas no conducen a una inquietud y a una disfuncin progresiva; o sea, no son im-productivas.

  • 3. ACTIVIDAD PRODUCTIVA EN EL JUEGO

    Los jugadores de golf que tienen confianza en s mismos piensan en ellos mismos y sobre la accin inme-diata de forma diferente a como lo hacen aqullos que care-cen de autoconfianza. He mencionado que lo que como jugadores pensamos o decimos es un hecho crtico para nuestra ejecucin. La mayora del tiempo estamos hablando con nosotros mismos pero no somos conscientes de ello, ni mucho menos del contenido de dicho dilogo interno. Sin embargo, los pensamientos afectan directamente a los sen-timientos y repercuten en nuestra ejecucin. Un pensa-miento irracional o errneo, nos conduce a sentimientos negativos y a una ejecucin pobre. Del mismo modo, un pensamiento positivo nos conduce a sentimientos que nos capacitan para un juego eficaz y, por tanto, para una buena ejecucin en los golpes.

    Podemos aprender a controlar nuestros pensamientos y a dirigirlos para una actividad y fin productivos. stos los tenemos que dirigir antes que se apodere de nosotros la congoja interna causada por la recurrencia de pensamientos negativos y de esperar lo peor. Lo que debemos hacer, por tanto, es adquirir los conocimientos necesarios y unas es-

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    trategias mentales que regulen nuestra ansiedad inicial de modo que nos sea posible afrontar el juego de una manera constructiva.

    En los captulos siguientes pretendo mostrar, entre otros conocimientos, cmo mejor comprender y aprender a regular nuestra ansiedad para maximizar nuestro nivel de rendimiento en cualquier situacin en el deporte del golf. Quisiera conseguir mostraros cmo sintonizar con nuestro propio cuerpo, cmo conseguir tener conciencia de nuestras reacciones y asumir el control sobre ellas. Este aprendizaje proporciona a las personas una sensacin de seguridad y capacidad para hacer frente con xito a cualquier situacin en el campo de golf. Si bien cabe decir que la naturaleza y los autodiscursos negativos cambian a medida que vamos siendo ms habilidosos en el juego, todos podemos mini-mizar la frecuencia y la intensidad experimentada adqui-riendo conocimientos y aprendiendo estrategias mentales y fsicas. Todo ello nos har disfrutar si cabe an ms y per-severar en el juego del golf.

    Se me ocurren diferentes fuentes de ofuscacin del pensamiento causada por la ansiedad. Estoy convencida que todos nosotros alguna vez hemos pasado por los tran-ces siguientes:

    1) Abrigar creencias poco realistas acerca de nuestro rendimiento. Algunos de nosotros ms de una vez hemos pensado que podemos tener una pobre ac-tuacin y ello es, por supuesto, causa de ansiedad. No es, por tanto, la situacin competitiva por s misma la que provoca ansiedad, sino que somos nosotros mismos los que propiciamos el escenario para una pobre actuacin apoyndonos en pensa-mientos negativos que distorsionan la situacin con la que nos vamos a enfrentar.

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    2) Pensar que somos nerviosos y que por ello esta-mos tensos y preocupados constituye otra fuente de ansiedad.

    3) El haber tenido una actuacin mala durante nues-tra competicin es asimismo una fuente impor-tante de ansiedad.

    4) Creer que nuestra vala como persona individual depende de nuestra actuacin como golfistas, puede provocar una tremenda cantidad de ansie-dad y generar una amenaza ciertamente grave co-ntra nuestra autoestima, lo cual produce asimismo reacciones fsicas y mentales que interfieren ne-gativamente en nuestra actuacin.

    Nuestro valor no est determinado por los logros. Nuestro valor como personas est totalmente separado del valor de las actividades que realizamos. Tcnicamente so-mos personas que realizamos diversas actividades entre las cuales est el juego del golf. Nosotros no somos estas acti-vidades. Si bien nuestras actividades pueden ser valiosas, stas ni aumentan ni disminuyen nuestro valor como seres humanos. Por otro lado, lograremos ms cuando el logro sea la consecuencia de disfrutar de verdad de una actividad, ms que el resultado de ser buscado como una fuente de autovaloracin y auto-estima. Adems, la preocupacin excesiva por el logro crea ansiedad que interfiere en nuestra capacidad para alcanzar nuestros objetivos.

    Tambin aprender a rernos de nuestros errores en el juego nos ayudar. Aumentando nuestra capacidad para utilizar el humor de una manera positiva acrecentar nues-tra aptitud para emplear los errores como una fuente de mejora en el juego. Despus de haber cumplido este prop-sito, el humor facilita desechar y dejar los errores en el pa-sado, que es el lugar al que pertenecen. Conservar el sen-tido del humor ayuda a mantener las cosas en perspectiva.

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    - Proceso de generalizacin del pensamiento Es evidente que mientras jugamos nuestro pensa-

    miento est en funcionamiento (si no no existiramos!). Para nuestra comprensin podemos clasificar los pensa-mientos en tres grandes grupos:

    a) aquellos que son irrelevantes para el juego; b) los que se centran en la propia persona y c) los que se centran en el juego.

    Cuando pensamos en nosotros mismos sentimos in-quietud y ello nos causa problemas en el juego. Los pensa-mientos divagan sobre todo lo que no marcha bien y en lo que puede ir mal. Con estos pensamientos nos vemos en-vueltos en un circulo vicioso de tipo negativo anticipa-cin de resultados negativos y con el peligro de que stos efectivamente acaben por cumplirse (profeca de autocum-plimiento). Con los pensamientos negativos vemos redu-cida nuestra capacidad para interpretar indicios relevantes. Adems, la tolerancia ante la frustracin se reduce y ten-demos a ser ms irritables y quejosos. Los errores son in-terpretados como ms desastrosos de lo que en realidad son. Si este tipo de actitud mental persiste, entonces ocurre que todos los esfuerzos son evaluados negativamente. Es decir, existe una generalizacin de nuestra actitud que llega a ser dominante en nuestro juego. Esta generalizacin pue-de llegar a afectar no solamente nuestra actuacin en el campo de golf sino tambin la lectura de los aconteceres de nuestra vida. A veces, por el contrario, es nuestra persona-lidad la que determina el modo negativo de afrontar lo hechos de nuestra vida cotidiana y la que controla, en con-secuencia, nuestros pensamientos negativos tambin en el juego. Sea como sea, es sumamente importante, por tanto, el control del pensamiento.

  • 28

    Los pensamientos pueden ser irrelevantes, como por ejemplo lo cmodo que es el nuevo jersey o lo fantsticos que son nuestros palos de golf. Es evidente que todos estos pensamientos son contraproducentes para nuestra ptima actuacin. Contrariamente, si queremos conseguir ser auto-eficaces, los pensamientos deben concentrarse en la com-peticin, no centrados con pensamientos de ndole interna y en la propia persona sino exclusivamente en el juego. Dis-frutaremos entonces de verdad y difcilmente se agotar nuestro inters. Estaremos impacientes para salir al campo de juego, entrenarnos y participar en las competiciones.

  • 4. CONTROL MENTAL Y RENDIMIENTO EN EL JUEGO

    Anteriormente he comentado que un cierto nivel de ansiedad en los momentos que preceden a la competicin es positiva para el buen rendimiento en el juego. En este sentido, estudios e informes recientes formulados por de-portistas de lite sugieren que la ansiedad previa a una competicin se manifiesta en ellos de un modo fsico. A pesar de esta circunstancia, desarrollan una actuacin ex-cepcionalmente buena y uniforme al nivel de sus capacida-des y potencial. Se ha llegado a la conclusin de que la forma cmo el deportista integra la ansiedad generada por el temor al juego y cmo canaliza la energa que esta ansie-dad genera determinan su nivel de rendimiento en el juego. Existe adems una ausencia de respuestas ansiosas de tipo mental y ste es el factor determinante que separa al depor-tista de lite que normalmente tiene una actuacin uniforme de aquellos que fluctan considerablemente en sus niveles de rendimiento. De este modo, en ausencia de ansiedad cognoscitiva o mental, los deportistas de lite pueden cana-lizar la ansiedad fsica y la energa que experimentan en un sentido constructivo. De todo ello se desprende que las va-

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    riaciones en la prctica del golf en una competicin es con-secuencia, a menudo, de fluctuaciones en nuestros pen-samientos. Puede que nuestra memoria se centre en lo que ha ocurrido en el pasado en situaciones similares y pensa-mos anticipadamente en el resultado antes de que se pro-duzca. El haber tenido una actuacin mediocre durante nuestra ltima competicin es una circunstancia que a me-nudo acta como una importante fuente de ansiedad. Si permitimos que nos asalte la preocupacin a travs de la rememoracin de fracasos pretritos y preocupaciones res-pecto a otros futuros, entonces es obvio que nos sentiremos ms ansiosos que nunca. Ello conduce a un crculo vicioso e improductivo en la bsqueda de una solucin que alivie nuestra tensin.

    Es evidente, por lo tanto, que a partir de unos deter-minados niveles de destreza (incluyendo resistencia) adqui-ridos en la prctica del golf, juega un papel importante el conocimiento y control mental que uno mismo aporta. Sin duda alguna podemos aprender pautas de conducta que sustituyan las indeseables, pero para ello es necesario aprender a distinguir entre mentalizarse y obsesionarse.

    La obsesin viene provocada por un exceso de pre-ocupacin y ansiedad que aporta un exceso de estmulo. Por supuesto que podemos aprender a relajarnos, podemos aprender a reestructurar mentalmente las imgenes y los pensamientos que son negativos para una buena actuacin, podemos incrementar nuestra capacidad para concentrarnos, valernos de la imaginacin y comunicarnos. Adquiriremos estas estrategias si las practicamos de forma sistemtica y regular. Este tipo de control es evidente que facilitar una mayor concentracin y evitar interferencias provenientes de distracciones internas y externas. Ser autoeficaces implica que uno mismo puede mantener el control de su propia con-ducta, bajo condiciones de presin. Esta conviccin tambin

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    puede explicarse como la habilidad adquirida para concen-trarse y mantener la atencin durante nuestras salidas al campo de golf, especialmente en las competiciones.

  • 5. NIVEL DE ANSIEDAD PTIMO PARA UN BUEN JUEGO

    Ya hemos dicho que todos necesitamos un cierto ni-vel de activacin para llevar a cabo una tarea de la ndole que sea y que este nivel es distinto en cada persona. Evi-dentemente lo mismo ocurre cuando se trata del deporte del golf: para algunos el estmulo debe ser mucho ms elevado que para otros para alcanzar un mismo resultado. Si nuestro nivel de motivacin (nivel de estmulo) es demasiado bajo, quiz no podamos desarrollar nuestra tarea o nuestros co-nocimientos de un modo tan perfecto como querramos, debido a no estar suficientemente motivados.

    Si no estamos lo suficientemente estimulados, nuestra actuacin ser muy deficiente. Cuanto ms complejo sea el cometido, mayor ser tambin el desequilibrio en el nivel de rendimiento cuando el grado de ansiedad sea excesivo. Lo que necesitamos es encontrar un equilibrio entre una posicin de exceso y otra de defecto en la tensin; o sea, nuestro nivel ptimo.

    Numerosos autores sugieren que, para establecer este equilibrio con el objetivo prctico de conseguir un nivel ptimo de rendimiento, es necesario que el reto sea igual al

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    nivel de conocimientos para alcanzar la sensacin de que nuestro juego es fluido. Si percibimos que el reto de actuar como querramos va ms all de nuestro nivel de conoci-mientos, experimentaremos un sentimiento de preocupa-cin y de ansiedad. Por otra parte, cuando nuestros cono-cimientos son mucho mayores que el reto recibido, experi-mentamos cierto tedio y aburrimiento y no nos comporta-mos a la altura de la situacin. Por lo tanto nuestro nivel ptimo de rendimiento se alcanza cuando nuestros conoci-mientos y capacidades se hallan a igual altura que el reto al cual nos enfrentamos.

    Cuando la relacin entre la percepcin de nuestras capacidades y el reto al que nos enfrentamos se encuentra equilibrada, experimentamos un sentimiento de que todo marcha perfectamente. Cuando la relacin est desequili-brada en cualquier direccin, nuestra actuacin ser defi-ciente. Ello ocurre tanto si el reto excede a los conoci-mientos o, por el contrario, si stos exceden al reto. Si este estado de tedio contina, entonces no generamos la ansie-dad suficiente y nos invade el aburrimiento. La consecuen-cia es que no nos es posible mantener nuestro juego en marcha y nos vemos imposibilitados de actuar al nivel que queramos o como lo habamos hecho en otras ocasiones. ste es uno de los fracasos clsicos en el deporte del golf. Es decir, no conseguimos ver la competicin inminente como un reto, lo cual se traduce en no mostrarnos a la al-tura de la ocasin a travs de un estmulo o grado de moti-vacin suficiente para actuar bien, siempre claro est al nivel de nuestro juego o handicap.

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    - Si creemos que podemos hacerlo, generalmente lo con-seguimos.

    Seguro que podemos recordar momentos en que el

    juego fluye fcilmente: sentimos una gran confianza en nosotros mismos y nos hallamos dispuestos para la compe-ticin. Nuestra sensacin de bienestar psicolgico se tra-duce en la frase citada anteriormente de a por ello. De lo que se trata es de aprender a crear nuestro propio escenario interno para que la percepcin de la situacin sea compati-ble con un nivel de juego fluido: ni demasiada tensin ni demasiado poca. Debemos centrarnos en el aprendizaje de la ansiedad y tensin necesarias para cada uno de nosotros. No existen los pensamientos negativos y nos sentimos ple-namente confiados, envueltos en una sensacin de que no podemos hacer nada mal. Con un control absoluto de la situacin, es decir con el convencimiento implcito de que desarrollaremos en cada momento lo correcto, experimen-taremos el desenlace de nuestro cometido en forma casi automtica, sin apenas dedicarle demasiados quebraderos de cabeza a nuestra actuacin. Todo ello supone, evidente-mente, que como jugadores de golf poseemos la habilidad adecuada a nuestro nivel.

    Tenemos que pensar que no es la competicin de golf lo que nos preocupa y nos pone un poco nerviosos (o mu-cho!); la situacin no nos hace nada. Nosotros mismos cau-samos la inquietud y el temor debido a que pensamos cosas que reflejan preocupacin y que generan ansiedad respecto a cmo jugaremos. Debemos pensar en forma positiva, ser ms objetivos y realistas en nuestra forma de pensar. De estos principios se desprende que es necesario cambiar nuestra forma de pensar si deseamos cambiar nuestra ma-nera de sentir.

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    Es importante, por tanto, que prestemos atencin a los pensamientos que estamos procesando en nuestra mente y de este modo tendremos conciencia sobre cules de ellos son negativos.

    Una vez hayamos conseguido modificarlos por otros de positivos quedaremos implicados, centrados y concen-trados adecuadamente para mantener un elevado nivel de actuacin. Con este control jams nos sentiremos aburridos, faltos de inters o fuera de juego. Disfrutaremos de verdad.

    Pongamos algunos ejemplos de pensamientos negati-vos y su contrapartida en otros positivos que, por supuesto, nos predisponen a un estado mental altamente favorable para abordar eficazmente el juego en el campo de golf:

    Pensamientos negativos No soy capaz. Que grandsimo estpido/a soy. Estoy realmente nervioso/a. No tiene sentido la prctica No tengo habilidad natural para el golf. Soy un/a necio/a negado/a.

    El tiempo es tan malo (viento, fro, calor...) que no puedo hacer nada.

    Cada vez juego peor. Tengo miedo de hacer el ridculo. Me da miedo el fracaso. No creo que est preparado/a. Estoy cansado/a y no puedo seguir. Nunca consigo pasar ms all de esta puntuacin. Nunca ser tan bueno/a como... Perd de nuevo; jams ser un/a ganador/a. No me importa ganar o perder. Me parece que nunca ser capaz de hacer esto.

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    Pensamientos positivos Soy capaz. Lo he conseguido muchas veces anterior-mente.

    Necesito practicar este golpe durante ms tiempo. La ltima vez me senta as de ansioso/a pero, en cam-bio, rend al mximo.

    Yo puedo hacerlo mejor si practico correctamente. La prxima vez tengo que intentar... Podra ser un enfo-que mejor del que utilizo ahora.

    El mal tiempo crea un reto mayor. A nadie le gusta la lluvia. Pero puedo jugar tan bien como otro.

    Necesito entrenarme ms bajo unos objetivos especfi-cos y evaluar mis progresos.

    A menos que me enfrente al reto y corra el riesgo, nun-ca sabr lo que puedo conseguir.

    S, ciertamente puedo perder. Si es as, me entrenar ms y mejor para asegurar el xito.

    Me he entrenado concienzudamente; por lo tanto estoy preparado/a para hacerlo bien.

    Casi he finalizado el recorrido, y s que puedo termi-narlo. Lo peor ya ha pasado.

    Puedo aprender de mis propios errores. Esta vez har lo que necesito para conseguir un buen resultado.

    Con ms entrenamiento puedo mejorar. Puedo aprender de las derrotas. Tengo que hablar con el profesor para que me ayude en aquellos aspectos que debo mejorar.

    He dedicado demasiado tiempo entrenndome, y no pa-ra estar pensando siempre en que no me importa ganar o perder.

    Esta vez voy a pensarlo detenidamente y a prepararme mentalmente para que pueda conseguirlo.

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    Tambin podemos ayudar a nuestro estado de nimo con seales que favorecern cambios significativos en nuestra ejecucin. Por ejemplo, mientras ejecutamos nues-tro swing podemos utilizar pensamientos tales como las palabras fluido o suave o deslizante. Bunker y Owens, en su libro publicado en 1985, Golf: Better practice for better play, han demostrado que los golfistas que utilizan estos pensamientos producen swings ms fluidos y controlados. Frases del tipo, a por ello, fcil, preprate, sigue, pueden sernos de gran utilidad para perseverar en nuestro empeo del aprendizaje y mejora del juego del golf y disfrutar de verdad. Estos pensamientos se denominan desencadenantes.

    As pues la lista anterior constituye algunos de los muchsimos ejemplos de pensamientos negativos que de-bemos transformar en positivos para conseguir lo que nos gustara hacer. Pero, cmo detener nuestro pensamiento? cmo conseguir pensamientos positivos y eliminar los negativos?

    Nuestros pensamientos nos conducen a reacciones emocionales y son estas reacciones las que establecen la direccin y el control de nuestra conducta. Dicho de otro modo, nuestras actuaciones en el golf vienen modeladas por la forma en que pensamos y en lo que opinamos sobre nosotros mismos. Como resultado de ello, regular nuestras reacciones de conducta requiere que tambin regulemos nuestros procesos mentales, lo cual es un conocimiento que debe adquirirse a travs de la prctica. As pues, nuestros pensamientos internos expresan diferentes percepciones y sentimientos que, a su vez, acostumbran a convertirse en profecas autorrealizadas. Por ello es tan importante conse-guir un procesamiento mental del medio con pensamientos positivos para conseguir una actuacin mxima. La mayo-ra no nos damos cuenta de cuan irrelevantes son nuestros pensamientos antes de la competicin, o de cuan auto-

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    orientados pueden llegar a ser. En cambio, una vez hemos conseguido controlar nuestra ansiedad, nos resultar fcil dirigir nuestra atencin hacia un proceso cognoscitivo po-sitivo y continuo en nuestra actuacin. Todo ello constituye uno de los puntos clave en la prctica del golf: el dilogo interior del ganador difiere considerablemente del dilogo del perdedor, antes, durante y despus de la competicin.

    La forma en que pensamos sobre nosotros mismos re-fleja nuestro grado de autoconfianza y, en ltimo trmino, ello repercute en nuestra ejecucin. El creer en uno mismo es un aspecto relevante ya que nos posibilita actuar con la plena potencialidad de nuestras capacidades. Slo somos capaces de hacer aquello que podemos hacer. Por tanto, es importante que los autodiscursos que nos hagamos evoquen sentimientos y comportamientos positivos. Las autoafirma-ciones positivas promueven nuestra confianza en la capaci-dad de poder desarrollar cualquier accin que ha sido afir-mada. Internalizar los pensamientos sobre que realmente podemos desarrollar un buen juego bajo presin es un ejemplo de afirmacin positiva que nos ayudar enorme-mente en nuestra posterior actuacin. Por tanto, para con-seguir un control del autodiscurso hemos de llegar a ser conscientes de lo que nos decimos a nosotros mismos.

    La mayora de nosotros no somos conscientes de lo que nos decimos y mucho menos del enorme impacto que ello tiene sobre nuestra ejecucin y comportamiento en el juego, ya que el cuerpo ejecuta lo que la mente estaba pen-sando. Una eficaz herramienta para la identificacin es re-flexionar retrospectivamente, otra es la imaginacin y una tercera es un registro o diario sobre nuestros pensamientos y autodiscursos negativos y positivos. Hablemos sobre ello.

  • 6. REFLEXIONAR Y DETENER NUESTRO PENSAMIENTO

    En casi todos los momentos de nuestra vida cons-ciente estamos en conversacin con nosotros mismos y nuestro lenguaje interno da lugar a las frases con que inter-pretamos el mundo. Si este dialogo se ajusta a la realidad, no es fuente de problemas. Si, en cambio, es irracional, produce ansiedad y trastornos emocionales. Es decir, el dilogo con uno mismo de carcter negativo produce con-siderables cambios psicolgicos. En otras palabras, nuestro cuerpo se pone tenso y se siente presionado.

    Por supuesto podemos influir en forma directa o indi-recta sobre nuestra actuacin y conducta, orientando nues-tros pensamientos y acciones a travs de esfuerzos cons-cientes. Es importante fijarnos con atencin en esta convic-cin puesto que no es tan sencillo como aparentemente parece. Presupone que debe de existir un reconocimiento mental de lo que sucede sin centrarnos por entero en lo que estamos haciendo. Es algo parecido al conferenciante que pierde su capacidad de conviccin frente al pblico si se escucha a s mismo o sus frases, o bien al msico que pier-de la capacidad de actuar con fluidez cuando su atencin se

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    centra en lo que estn haciendo sus dedos. Se trata de que apliquemos nuestra destreza en el juego (stance, swing, estimacin de la distancia, etc.) sin que exista ninguna in-terferencia de nuestra mente. Solamente entonces nuestros pensamientos pueden ser orientados hacia lo que est ocu-rriendo y lo que va ocurrir. Debemos practicar en el juego hasta que alcancemos este nivel de actuacin en el campo. Un modo de conseguirlo es reflexionar sobre situaciones en las que hemos jugado particularmente bien o mal y intentar recrear los pensamientos y los sentimientos que tuvimos antes y durante el juego. Veremos cmo efectivamente so-mos capaces de identificar pensamientos tpicos y formas de pensar asociados tanto con la buena como con la mala actuacin. Tambin es interesante que procuremos analizar las circunstancias que nos condujeron a los pensamientos y autodiscursos negativos. Los pensamientos que tenemos durante los das antes de una competicin son tambin de-finitorios en nuestra ejecucin. Juegan un papel primordial en nuestras expectativas sobre nuestro prximo desempeo e inclusive actan sobre nuestra autoestima y vala, compo-nentes esenciales para una buena ejecucin en el juego.

    Veamos, sin embargo, cmo podemos detener nues-tros pensamientos negativos, a pesar de la dificultad que ello comporta. La capacidad de cambiar de pensamiento implica poder detenerlo y eliminarlo para cambiarlo por otro. Esto es particularmente interesante para aquellos pen-samientos negativos y recurrentes que menguan nuestra autoconfianza y, por ende, nuestra eficacia en el juego. La tcnica de detencin del pensamiento se basa en la concen-tracin por unos segundos en el pensamiento negativo e indeseable para, luego, detenerlo sbitamente y vaciar des-pus nuestra mente. Para hacerlo nos podemos valer de la palabra stop dicindola en voz alta, hacer un ruido fuerte

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    para interrumpir los pensamientos o bien chasquear los dedos.

    Cerremos los ojos y procuremos imaginar la situacin en la que generalmente se nos presenta dicho pensamiento negativo. Practiquemos su interrupcin hasta que podamos eliminarlo por completo. Esto puede requerir cierto tiempo, hasta conseguir que un indicio externo como la palabra stop, por ejemplo, ordene detener el pensamiento o pensa-mientos negativos. Si hemos conseguido detener el pensa-miento recurrente negativo, practiquemos la sustitucin con un pensamiento positivo que sea relevante para la situacin. Asimismo probemos con otros pensamientos positivos al-ternativos para utilizarlos en caso de necesidad y no perder as la efectividad conseguida hasta entonces.

    Por supuesto esta tcnica no es tan sencilla como apa-rentemente parece por el hecho de que los pensamientos negativos vuelven a aparecer una y otra vez y cada vez de-beremos interrumpirlos. Procuremos extinguirlos entonces tal y como han comenzado, y practiquemos el cambio de canal para centrarnos en otro pensamiento positivo y agra-dable para nosotros y en relacin a la situacin del juego. Tambin cabe decir que cuanto ms practiquemos, menor ser el nivel de ocurrencia de la estructura negativa del pensamiento, y, si fracasamos en nuestro intento, debemos seguir practicando hasta conseguirlo.

    Hemos comentado en un apartado anterior que los pensamientos negativos de temor preceden a las emociones de igual carcter. Por decirlo de algn modo, son los pen-samientos negativos los que nos producen miedo y ansie-dad. Por este motivo, si conseguimos detener los pensa-mientos negativos, reduciremos el grado de preocupacin excesiva y ansiedad producida antes y durante el juego. Tambin, y de ello hablaremos ms adelante en el captulo destinado a la relajacin, los pensamientos negativos y

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    acongojados provocan una reaccin fisiolgica tensando los msculos del cuerpo y manifestando ansiedad y preocupa-cin somtica. Como es lgico, ello desequilibra nuestra ejecucin y actuacin en el juego.

    Las reflexiones que realizamos de los acontecimien-tos pueden ser racionales o irracionales, y las diversas re-flexiones son las que generan las reacciones emocionales. Por lo tanto, slo nosotros podemos dirigir y controlar nuestros pensamientos conducindolos para que no generen reacciones emocionales no deseadas. Definitivamente no es el juego del golf lo que nos inquieta; en realidad estar en el campo de golf y jugar no nos hace nada. Somos nosotros quienes causamos la preocupacin e inquietud excesivas debido a que decimos o pensamos cosas que nos preocupan y nos generan ansiedad respecto a cmo jugaremos.

  • 7. CMO SER UN REALISTA POSITIVO

    Ser un realista en el juego del golf no quiere decir que nos dediquemos a ver al mundo a travs de gafas de color de rosa y pasemos por alto los problemas y errores que co-metemos en su desarrollo. En vez de ello, significa que abordemos el juego de frente a por ello, centrndonos en las soluciones y en las posibilidades de mejorar. Los pen-samientos y afirmaciones y si...? caractersticos de la anti-cipacin negativa, tienden a generar adrenalina y a aumen-tar la cantidad de ansiedad que un jugador siente en el campo de golf. Un modo efectivo para tratar el tema es repensar o repetir el pensamiento o afirmacin, pero cam-biando el y si...? por y qu si...? Pongamos ejemplos:

    Y si comienzo tirando demasiado a la derecha en el primer hoyo? se convierte en Y qu si comienzo as?

    Y si comienzo sintindome ansioso? se convierte en Y qu si comienzo as?

    La anticipacin negativa con frecuencia es generada por la exigencia de un grado de certidumbre que es inalcan-zable. Muchos jugadores quieren estar seguros al cien por cien de que no suceder lo que temen. Aceptar el riesgo inevitable nos ayudar a disfrutar del juego del golf de ma-

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    nera plena y satisfactoria. Podemos utilizar el discurso po-sitivo para convencernos de que a menudo existe un factor de incertidumbre desarrollando la actitud de eso es como es. Ello nos ayudar a considerar el aspecto positivo de la incertidumbre pensando que una posibilidad de un 10% de que ocurra un acontecimiento no deseado en el juego signi-fica que existe una posibilidad de un 90% de que ocurra. Todo lo expuesto no significa actuar como una vctima, por supuesto. No debemos sentirnos ineficaces debido a la creencia errnea de que tenemos poca o ninguna capacidad para cambiar las cosas en nuestro juego. Eliminando la ten-dencia a pensar y a actuar como una vctima aumentaremos nuestra sensacin de control personal y se reforzar nuestra creencia y capacidad para incidir en el juego de una manera positiva y eficaz. Hemos hablado en captulos precedentes de que no somos nosotros y los acontecimientos los que generan las emociones, sino el significado que uno da a los acontecimientos del juego. La mayor parte de nuestra an-siedad o tensin en el juego es causada por nuestro propio pensamiento distorsionado y nuestra constante repeticin de l.

    Gran parte de nuestras emociones son el resultado, pues, de las interpretaciones que hacemos de los aconteci-mientos que tienen lugar a nuestro alrededor. Por tanto, la inquietud es generada no por los acontecimientos en el jue-go, sino por el significado que les conferimos. Puesto que el modo en que pensamos es simplemente una pauta de hbito aprendida, es algo que podemos aprender a contro-lar. Evidentemente no somos conscientes del papel que juega la interpretacin en la generacin de emociones, por-que se produce con mucha rapidez y de manera automtica. Por supuesto no podramos funcionar de modo efectivo si tuvisemos que dar significado a todo lo que sucede a nues-tro alrededor de un modo lento y deliberado!

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    Conducir un coche, una moto, un Jeep... es decir, el

    acto de conducir, es un ejemplo de la capacidad de la mente para interpretar y asignar significado a los acontecimientos rpida y automticamente. Es por supuesto un proceso complejo: requiere medir distancias e interpretar muchsi-mas acciones y acontecimientos que ocurren a nuestro alre-dedor mientras conducimos. La mente hace todo esto con tanta rapidez que generalmente no somos conscientes del hecho de que este proceso complejo est teniendo lugar; en lugar de ello, escuchamos la radio y hablamos con nuestros acompaantes.

    Las diversas situaciones en las que nosotros nos en-contramos en el campo de golf se parecen a las pasadas en uno o ms modos importantes. Las sensaciones y pensa-mientos activados por una situacin particular son el resul-tado de nuestra interpretacin consciente e inconsciente de dicha situacin. Este proceso de interpretacin en general se basa en pautas de pensamiento automticas, habituales en nosotros. La clave para cambiar las pautas de hbitos aprendidas reside en el hecho de que los pensamientos son realmente frases silenciosas que nos decimos a nosotros mismos. Puesto que nuestras emociones estn parcialmente controladas por la interpretacin consciente de la situacin, las afirmaciones que nos tranquilizan cuando sentimos pre-ocupacin por nuestra actuacin en el juego, tambin nos ayudan a reinterpretar la situacin. Este tipo de afirmacio-nes reciben el nombre de autoafirmaciones para salir ade-lante, porque nos las decimos y ellas nos ayudan a salir adelante en una situacin determinada de manera efectiva. Si pensamos en situaciones de preocupacin e inquietud antes y durante el juego en el campo de golf descubriremos que los pensamientos que nos repetimos son los mismos que nos decimos en anteriores situaciones similares. Sin

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    embargo lo ms probable es que sean afirmaciones que aumentan nuestro nivel de ansiedad puesto que son auto-afirmaciones negativas: no estoy hacindolo bien, nunca voy a mejorar, no puedo realizarlo...

    Disminuir la cantidad e intensidad de este tipo de au-todiscursos negativos es una de las claves para reducir la preocupacin y la inquietud. Un modo de hacer esto es re-petir autoafirmaciones para salir adelante cada vez que nos sintamos inquietos y preocupados por nuestro juego. Al principio el efecto es mnimo pero al poco tiempo habre-mos creado una serie de mensajes positivos que sustituirn a los antiguos pensamientos negativos.

    Utilicemos pues autoafirmaciones positivas, perma-nezcamos centrados en el juego inminente y concentrmo-nos en resolver nuestra contrariedad o preocupacin, ms que en nosotros y en nuestros sntomas. Nos beneficiare-mos de ello con la satisfaccin de un juego eficaz, estimu-lante y satisfactorio.

  • 8. CMO CAMBIAR PENSAMIENTOS NEGATIVOS POR POSITIVOS

    Muchos de vosotros os estaris preguntando cmo podemos cambiar el autodiscurso negativo por uno de po-sitivo si nuestro pensamiento es realmente tan automtico. Ciertamente a menudo puede resultar difcil pensar en au-toafirmaciones efectivas para salir adelante. El mejor modo para superar este problema es preparar varias afirmaciones y escribirlas en una hoja de papel, teniendo presente que tengan significado y fuerza para uno mismo. Despus es necesario practicarlas hasta recordar todas las sentencias positivas sin casi ningn esfuerzo.

    Cuando nos encontramos en una de estas situaciones en que las cosas no funcionan y el pensamiento divaga en los mrgenes de un autodiscurso negativo, tendremos que recurrir a una pequea parte de nuestra mente para repetir las autoafirmaciones positivas para salir adelante mientras el resto de la mente permanece centrado en la ejecucin de nuestro juego. Por tanto, cada vez que cambiemos un pen-samiento negativo no basta simplemente con interrumpirlo. Tenemos que practicar un pensamiento nuevo y positivo que, con el tiempo, sustituir al antiguo. Estaremos traba-

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    jando en la adquisicin de nuevas habilidades y actitudes que se adquieren gradualmente con el tiempo y que son efectivas cuando estn plenamente internalizadas.

    Al principio dedicaremos un montn de tiempo y energa a pensar en nuevos pensamientos positivos pero recordemos que con el tiempo llegan a ser una parte de nosotros mismos y que no tendremos que pensar conscien-temente en ellos. Se volvern tan automticos como los viejos pensamientos negativos que generaban inquietud y preocupacin.

    Ello conlleva eliminar el hbito adquirido del pero... Muchos de nosotros nos sentiremos identificados con las frases siguientes:

    Ayer jugu bastante bien, pero el jueves pasado las cosas no fueron tan bien.

    Esta tarde he jugado mejor que nunca pero todo el tiempo estuve intranquilo/a.

    Observaremos que la segunda mitad negativa de cada frase anula la primera mitad. Un modo de eliminar este hbito es comenzar a invertir el orden de nuestros pensa-mientos, poniendo la parte negativa primero:

    El jueves pasado las cosas no fueron muy bien pero hoy he jugado bastante bien.

    Todo el tiempo estuve intranquilo/a pero esta tarde he jugado mejor que nunca.

    Otro modo de solucionar el problema del hbito ad-quirido que incluso es mejor es eliminar la segunda mi-tad negativa y decir simplemente:

    Hoy he jugado bastante bien Esta tarde he jugado mejor que nunca No confundamos estas frases de autoafirmacin con

    actitudes que podramos denominar de pedantes! Al princi-pio pudiera ser que no nos sintiramos demasiado a gusto y cmodos, como si no furamos sinceros y nos faltara com-

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    pletar la frase, pero con el tiempo observaremos que nos sentimos ms confiados y seguros de nosotros mismos. Adems, la mayora de los jugadores que nos acompaan disfrutarn ms con nuestra compaa y conversacin. Pen-semos que generalmente la gente no quiere or hablar de todos los problemas y pensamientos negativos con los que nos enfrentamos.

    Podemos resumir parte de lo expuesto hasta ahora del modo siguiente:

    Las emociones y pensamientos positivos facilitan actitudes y comportamientos positivos. Las emo-ciones y los pensamientos negativos, por el con-trario, nos inhiben. Producen alteraciones, que van desde actitudes y comportamientos negativos has-ta el estado de tensin y preocupacin.

    Para combatir las emociones y pensamientos ten-dremos que desarrollar una fuerte creencia en nuestra capacidad para controlar y cambiar nues-tros pensamientos negativos por otros nuevos po-sitivos, eficaces y constructivos.

    Por otro lado, ello tambin quiere decir que tendre-mos que desarrollar una fuerte creencia en la fuerza y el poder del presente. A veces realizamos un proceso de so-bregeneralizacin falsa; es decir, creemos errneamente que estamos controlados por lo que ha ocurrido en el pa-sado provocando la creencia irracional de que el pasado determina el futuro. Esta creencia conlleva el peligro de la profeca de autorrealizacin. Por ejemplo, si hemos pasado por una poca baja en el juego no quiere decir que no po-damos remontarnos. Que esta circunstancia de no dar golpe haya sido cierta en el pasado no nos demuestra que haya de permanecer en el presente. Permitirse permanecer fuerte-mente influidos por acontecimientos pasados en el juego

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    del golf hace que dejemos de esforzarnos y que efectiva-mente nunca lleguemos a remontarnos en el juego.

    Definitivamente, cuando cometamos errores en el juego hemos de enfocarlo desde del punto de vista de la solucin de problemas. Los errores suelen ser una fuente importante de preocupacin. Si somos de los que nos dete-nemos y nos atascamos en nuestros errores en el juego con demasiada frecuencia, reprobndonos cuando los comete-mos, tendremos que seguir los pasos siguientes:

    En primer lugar, identificar la fuente de error que co-metimos (nuestros movimientos en el swing, el giro, el rit-mo...) siempre recordando que los errores son de esperar puesto que son una parte natural del proceso de aprendizaje.

    En segundo lugar, identificar las acciones que pode-mos emprender para corregir el error y reducir la probabili-dad de repetirlo en el futuro, y si es prctica en el campo de prcticas, realizarla (seamos pacientes y continuemos prac-ticando). Por otro lado, recordaremos que hemos de cen-trarnos en el autodiscurso positivo que conlleva a un estado anmico de autoeficacia y hacia adelante.

    Por ltimo deberemos fijarnos objetivos realistas: pa-ra ello ser conveniente que, en primer lugar, consideremos los objetivos como si los estuvisemos fijando para alguna otra persona. Esta tctica nos ayudar a fijarnos objetivos realistas para nosotros mismos puesto que a veces somos ms realistas cuando fijamos objetivos para los dems. Una vez fijados, reduzcmoslos un poco. Por ejemplo, si cree-mos que debiramos ir cada da a la zona de prcticas y tirar 150 bolas, fijmonos nuestro objetivo de nuevo; pon-gamos por caso, en cuatro das y 100 bolas cada da. En tercer lugar propongmonos, hacer o hacer bien, en lugar de hacer a la perfeccin y concedmonos el permiso de cometer de nuevo errores en el campo. Es decir, propon-gmonos mejorar simplemente nuestro desempeo, ms

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    que jugar de maravilla o superar el desempeo de los de-ms. Hablemos de todo ello con nuestros cnyuges o padres y si tenemos la suficiente confianza, con nuestro profesor en el juego del golf. El deporte del golf nos aportar tantos be-neficios y placer disfrutando en su realizacin que difcil-mente llegaremos al tedio y al abandono por imposible.

  • 9. REGULAR NUESTRA MOTIVACIN EN EL JUEGO

    Es evidente que para superar da a da nuestro nivel de juego es necesario un entrenamiento y prctica conti-nuadas y la supervisin de un profesor profesional que co-rrija nuestro cometido (hbitos adquiridos que estn perju-dicando nuestro progreso en el juego). Obviamente este tipo de retroalimentacin que puede proporcionar el profe-sor (o las cintas de vdeo) le da al jugador de golf el cono-cimiento bsico para mejorar su destreza. En los captulos anteriores me he centrado, sin embargo, en demostrar la importancia de los niveles de ansiedad personales a los cuales estamos sometidos antes y durante el juego. Su con-trol y manejo es vital para una actuacin productiva y p-tima en el juego del golf. Podemos asegurar, por lo tanto, que el xito en una competicin de golf depende, en gran parte, de dos macrofactores: la destreza adquirida y la mo-tivacin (es decir nuestra actitud mental y la confianza en nosotros mismos). En este captulo me centrar en una tc-nica que se ha dado en utilizar frecuentemente en el mundo del deporte para aumentar la destreza y la confianza en las

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    competiciones. Como veremos, puede sernos de gran utili-dad en la prctica del deporte del golf.

    La idea que subyace a dicha tcnica es la determina-cin previa de nuestros objetivos al objeto de contar con la motivacin o el estmulo necesarios a fin de generar la con-ducta adecuada para alcanzar el propsito perseguido. Casi todos los deportistas han odo hablar del establecimiento de objetivos y algunos que han alcanzado el xito ya han utili-zado esta tcnica de alguna manera u otra. Por otra parte, muchos de los lectores estarn familiarizados con la termi-nologa establecimiento de objetivos si son directivos del mundo empresarial o profesionales en el mbito de las or-ganizaciones. Las tareas desarrolladas en el marco de la empresa y de la organizacin tienen mucho en comn con las actividades deportivas. De hecho, la investigacin psi-colgica sobre el establecimiento de objetivos es amplsima y ha proporcionado un amplio perfil de resultados intere-santes para la Psicologa del deporte. En este sentido, la consecuencia ms importante de esta lnea de investigacin es que el establecimiento de objetivos facilita la ejecucin de forma clara y consistente. Un noventa por ciento de los estudios nos muestran los efectos positivos o parcialmente positivos, concluyendo que el establecimiento de objetivos es una poderosa tcnica que mejora la ejecucin.

    La fijacin de objetivos es simplemente identificar lo que tratamos de llevar a cabo; es perseguir un propsito siguiendo una serie de acciones. La motivacin depende, en gran medida, del establecimiento de objetivos. Cada juga-dor de golf tiene que tener sus propios objetivos; ha de vi-virlos con intensidad y motivacin. Los objetivos que cada uno se propone le mantienen dedicado a aquello. Los obje-tivos vividos realmente permiten que el jugador se entregue al juego. Deben ser lo suficientemente altos para mantener la motivacin aunque no tanto como para colapsar por un

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    exceso de ansiedad la actuacin del jugador (de ello hemos hablado extensamente en los captulos precedentes). Los objetivos deben ser, por lo tanto, realizables, aunque no de inmediato. Definitivamente, transformar la capacidad po-tencial en rendimiento implica el establecimiento y conse-cucin de objetivos.

    A continuacin enumero ocho hiptesis especficas sobre la tcnica por objetivos basadas en investigaciones previas y que he resumido del trabajo de Edwin A. Locke y Gary P.Lathm publicado en el Journal of Sport Psychology. Despus de cada hiptesis realizo un comentario relativo a la aplicacin de dicha hiptesis en la prctica del golf.

    1. Los objetivos especficos hacen que la accin sea ms efectiva que en el caso de los objetivos vagos y gene-rales.

    Por ejemplo decir a alguien que haga algo lo mejor que pueda es una indicacin ambigua, ya que no establece claramente lo que aquella persona debe hacer. Adems, de este modo nunca sabr si ha alcanzado o no el objetivo. En cambio, si un jugador de golf se traza el objetivo de realizar seis pares en un recorrido (segn sea su nivel de juego) se est diciendo a s mismo exactamente lo que tiene que con-seguir. Estamos en condiciones de afirmar que aquellos que nos fijamos objetivos difciles y retadores superamos en nuestra actuacin a quienes nos los fijamos del tipo haga-mos lo que podamos. Es importante tener bien presente que los objetivos parecen motivar la actuacin con mayor xito cuando se establecen en trminos especficos, y probable-mente cuantitativos, en lugar de probar con mayor ahnco, rendir a un 100%, concentrarse ms y mejor o tener ms confianza. Los objetivos siempre deben basarse en nuestra propia capacidad y actuacin reales.

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    2. En objetivos especficos, cuanto ms alto es el ob-jetivo mayor es el rendimiento, siempre y cuando exista suficiente habilidad y el objetivo est asumido.

    Quiere ello decir que los objetivos difciles, o que su-ponen un reto, hacen que el rendimiento sea mayor que en el caso de objetivos fciles; cuanto ms difcil es el obje-tivo, mayor es el rendimiento. Esta afirmacin supone, por supuesto, que la persona posee la habilidad y destreza ade-cuadas. Por otra parte, los objetivos no deben ser tan dif-ciles que la persona no los pueda alcanzar; del mismo mo-do, los objetivos que son fciles de alcanzar no reportan un rendimiento ptimo. Definitivamente los objetivos nece-sitan ser realistas, pero tambin han de suponer un reto, lo cual implica que no deben ser tan fciles como para poder conseguirlos de inmediato, ni tampoco tan difciles que jams se puedan conseguir.

    3. El uso de objetivos a corto y a largo plazo nos

    conducir a un mejor rendimiento qu si slo son objetivos a largo plazo.

    El establecimiento de objetivos a largo plazo se iden-tifica con ganar un campeonato concreto, romper un rcord, etc. Sin embargo, varios psiclogos del deporte han insis-tido en la necesidad de establecer objetivos ms inmediatos a corto plazo. Los objetivos a corto plazo son importantes porque nos permiten ser conscientes o percibir mejoras inmediatas en la ejecucin de nuestro juego, y esto hace que mejore. Adicionalmente, sin objetivos a corto plazo los jugadores de golf podemos perder de vista nuestros objeti-vos a largo plazo y la progresin de destrezas que son im-prescindibles para obtenerlos. Los objetivos a corto plazo se utilizan, pues, para obtener objetivos ms amplios. Por ejemplo, un objetivo a corto plazo puede ser no muequear cuando hacemos un golpe corto sin que de momento nos

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    importe donde va la bola. Corregido este defecto, en la eje-cucin del golpe podremos establecer el objetivo ms am-plio de acercar al mximo la bola al hoyo del green.

    4. Los objetivos afectarn al rendimiento dirigiendo

    la actividad, movilizando el esfuerzo, aumentando la per-sistencia y motivando la bsqueda de las estrategias ade-cuadas.

    Es evidente que el establecimiento de objetivos per-mite que regulemos nuestro esfuerzo. Si asumimos el obje-tivo, el esfuerzo es proporcional a la dificultad exigida. Cuanto ms complicado o duro sea el objetivo, mayor ser el esfuerzo.

    En segundo lugar, el establecimiento de objetivos hace que mantengamos nuestra persistencia, ya que el es-fuerzo se contina hasta que el objetivo o subobjetivo es alcanzado.

    En ltimo lugar, el establecimiento de objetivos pue-de ayudar al desarrollo de nuevas estrategias para mejorar nuestro rendimiento. Por ejemplo, si en golf un tipo de gol-pe para llegar al green no resulta efectivo, y por tanto no se consigue el objetivo, esto motivar al jugador a modificar su tcnica, pongamos por caso, para mejorar su swing.

    5. El establecimiento de objetivos ser ms efectivo

    cuando exista una retroalimentacin que demuestre el gra-do de progreso en relacin al objetivo.

    El establecimiento de objetivos slo funciona si exis-te una retroalimentacin oportuna, demostrando que se ha mejorado el rendimiento, o se ha progresado respecto al objetivo establecido. Antes de dar la retroalimentacin, se tiene que valorar el rendimiento.

    Hay bsicamente dos tipos de retroalimentacin del rendimiento: la que se refiere al progreso y la que se refiere

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    a la perfeccin de los movimientos individuales. Cuando como jugadores de golf obtenemos retroalimentacin con respecto a nuestro nivel, podemos evaluar nuestro propio rendimiento y esto nos motiva para progresar. Si la retroa-limentacin demuestra que el rendimiento no es adecuado o bien al contrario est por encima del nivel exigido, evalua-mos nuestro rendimiento positivamente y por lo tanto nos sentimos motivados para mantener nuestro esfuerzo. Evi-dentemente para mejorar el rendimiento en el juego es ne-cesario aumentar la dificultad de los objetivos trazados, ya que cuando un objetivo ha sido alcanzado deja de ser un reto. Cuando la retroalimentacin demuestra que el rendi-miento est por debajo del nivel fijado, nos sentimos insa-tisfechos y estaremos motivados para mejorar nuestro ren-dimiento futuro (asumiendo, claro est, que estamos insa-tisfechos por nuestros errores y creemos que podemos me-jorar nuestro nivel de juego en el campo) mediante un ma-yor esfuerzo, ms entrenamiento, o bien mejorando las tc-nicas utilizadas.

    6. Con objetivos difciles, cuanto mayor sea el grado

    de compromiso ms alto ser el rendimiento. Tanto el compromiso como el autocontrol han sido

    definidos como dos ingredientes psicolgicos de gran im-portancia. Los objetivos deben ser asumidos por uno mis-mo para que sean efectivos. Ello quiere decir que solamente nosotros podemos determinar el grado de compromiso asumido para alcanzar nuestros objetivos. Nuestros cnyu-ges, padres, amigos o bien nuestro profesor no pueden de-cirnos cules deben ser nuestros compromisos, aun cuando muchos de ellos lo intentan. Nuestro compromiso respecto a lo que queremos conseguir determinar hasta qu punto estamos dispuestos a dedicar tiempo y energa a la mejora de nuestro juego. No hace falta decir que los objetivos que

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    no son aceptados o aqullos hacia los cuales no hay un compromiso real y continuado no afectarn nuestro nivel de juego. Es normal que surjan problemas con el cumpli-miento del compromiso adquirido y sobre todo cuando los objetivos son difciles o suponen un verdadero reto. Esto no tiene porque sorprendernos ya que los objetivos difciles requieren ms esfuerzo y conllevan un mayor riesgo de fracaso en el intento.

    Ahora bien, un compromiso real no implica de por s la ejecucin exitosa. Tambin se requiere un cierto grado de madurez y autocontrol. El ser maduro y positivo, el re-accionar correctamente ante los errores, el ser capaz de aceptar las crticas (incluso si no las merecen) son cualida-des necesarias en la descripcin del autocontrol.

    7. La consecucin del objetivo se ver facilitada

    siempre que se escoja un plan de accin adecuado, espe-cialmente cuando la tarea es compleja o es un objetivo a largo plazo.

    Por supuesto que la consecucin de los objetivos que nos hemos trazado para mejorar nuestro juego ser enor-memente facilitada por medio de un plan de accin. El plan podra consistir en el entrenamiento con objetivos que uno mismo puede trazarse para cada sesin, ya sea en la zona de prcticas tirar bolas, ya sea en nuestras salidas al campo. Sin embargo, ante todo debemos determinar el grado de significacin que encierran estos objetivos. En otras pala-bras qu grado de esfuerzo estamos dispuestos a desarro-llar? Cunto tiempo podemos dedicarnos a la consecucin de estos objetivos? Cun comprometidos nos sentimos para alcanzarlos? Tambin tenemos que evaluar las oportu-nidades de disponibilidad (limitaciones de tiempo, tiempo atmosfrico, etc.).

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    8. Las competiciones mejorarn el rendimiento, pues conducen a establecer objetivos ms altos y a aumentar el grado de compromiso.

    Las competiciones, elementos clave en el golf, se pueden tomar como una forma de establecimiento de obje-tivos. Si conseguimos encontrar nuestro nivel ptimo de ansiedad para canalizar nuestra energa adecuadamente (ver captulos anteriores), la situacin de competicin que en cierto modo implica una situacin de competicin con uno mismo y respecto a los dems jugadores es un marco id-neo para aumentar nuestro rendimiento haciendo aumentar el nivel del objetivo incluso ms que el compromiso con el mismo. Sin embargo, cabe decir aqu que un problema re-lacionado con la identificacin de objetivos es el hecho que la mayora de las veces cualquiera de estos objetivos traza-dos a nivel individual cuenta, en la mayora de los casos, con otros varios relacionados con l. As, aun cuando cabe que tengamos como objetivo hacer una competicin lo me-jor que podamos para demostrarnos a nosotros mismos que podemos hacerlo, casi siempre existen razones ocultas que no se expresan abiertamente, tales como impresionar a nuestros amigos, hacer algo que la mayora de los dems no ha hecho, justificar el coste de los palos de golf o el tiempo y el coste de las clases de adiestramiento. Por ello, aun cuando se alcance el resultado bsico trazado, siempre exis-tir la sensacin de que falta algo si al mismo tiempo no han sido reconocidos todos los dems objetivos ocultos. De todo ello se desprende, y es importante tenerlo presente, que resultar difcil que nos sintamos satisfechos acerca de la consecucin de nuestros objetivos si previamente no nos identificamos realmente con lo que tratamos de alcanzar.

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    - Objetivos de resultados versus objetivos de mejora Evidentemente para jugar al golf no es obligatoria la

    fijacin de objetivos. Pero en el caso de optar por este tipo de estrategias para mejorar, debemos contar con la absoluta libertad para fijar nuestros propios objetivos y elegir los que consideremos mejor y ms adecuados para nosotros mismos.

    Tambin, la mayora de los jugadores de golf expre-san sus objetivos en trminos de ser el mejor, ganar, con-seguir una copa... Sin embargo, como he pretendido expo-ner anteriormente, la fijacin de objetivos supone un pro-ceso sistemtico para establecer unas pautas a seguir en nuestra actuacin; pero algunos, como ya he dicho, la con-sideran, dentro del marco de las competiciones, como me-jor que cualquier otro, capaz de conseguir ms o menos puntos (segn sea la modalidad en el juego). Es evidente que un objetivo de resultados nos proporciona escasa orientacin para llegar hasta l. Con un objetivo de este tipo, el jugador siempre est intentando alcanzarlo en vez de conseguirlo por mritos en el juego y seguir avanzando hacia propsitos ms difciles. Todos los esfuerzos en el campo durante una competicin deben perseguir un prop-sito positivo asociado con la consecucin de un objetivo trazado personalmente. Si no es as, difcilmente el resul-tado obtenido ser satisfactorio para uno mismo por el es-fuerzo realizado o los avances y mejoras en el juego conse-guidos, pues nuestro objetivo de resultados trazado slo contempla una puntuacin final que no se ha hecho reali-dad. Por lo tanto, es importante determinar el grado de xito en trminos de progreso conseguido y no del resul-tado final per se. Cabe decir que la investigacin nos de-muestra que el objetivo de resultados es mucho menos efi-caz que los objetivos para alcanzar o mejorar nuestra actua-

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    para alcanzar o mejorar nuestra actuacin en el campo de golf.

    Quizs muchos estaris pensando que fijarse objeti-vos elimina el inters en participar o que podrais correr el riesgo innecesario de obsesionaros con la consecucin del propsito fijado y perder la espontaneidad del esfuerzo. Otros podis percibir los objetivos como una carga, en lu-gar de como una fuente de poder. Ello no es as; podemos disfrutar de todo lo que se cruce en nuestro camino y seguir conservando al mismo tiempo nuestro inters hacia lo que realmente queremos y el camino por el cual deseamos avanzar. Los objetivos, como ya he mencionado, han de estar orientados ms al proceso que al resultado final, dis-frutando del camino hacia los mismos. Si no es as, pueden llegar a ser un factor de estrs y sobrecarga para nosotros. Las personas no slo hemos de poder captar, comprender y conocer, sino que adems hemos de ser capaces y estar dispuestas a pensar de forma independiente, productiva y crtica. Cabe subrayar aqu la importancia que tiene para la vida la forma de pensar productiva y positivamente, orien-tada a la solucin de problemas.

    Creo que puedo concluir este apartado haciendo hin-capi en que la fijacin de objetivos constituye la base fun-damental para efectuar las diversas elecciones y asumir responsabilidad respecto a nuestra propia meta en nuestro esfuerzo en el deporte del golf. Como creo que he mos-trado, la fijacin de objetivos es elemento esencial en la motivacin, el logro, la evaluacin continuada de lo conse-guido y la implicacin de nuestro compromiso. La motiva-cin es para los jugadores lo que el motor y las ruedas son para el coche. Un modo de mantener alta nuestra motiva-cin en el juego del golf y disfrutar, es el establecimiento y programacin de objetivos.

  • 10. PLANEAR LA DEDICACIN DE NUESTRO ESFUERZO. LLEVAR UN DIARIO