PACKERJ I Teologia Concisa

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    Teologa

    CONCISA UNA GUA A LAS CREENCIAS DEL CRISTIANISMO

    HISTRICO

    J. I. PACKER AUTOR DE Conociendo a Dios

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    [p ii]Publicado porEditorialUnilit Miami, Fl. 33172Derechos reservadosPrimera edicin 1998 1993 por Foundation for ReformationOriginalmente publicado en ingls con el ttulo:Concise Theology por Tyndale House Publishers, Inc.Wheaton, IllinoisNinguna parte de esta publicacin podr ser reproducida, procesada en algn sistema que la pueda reprodu-cir, o transmitida en alguna forma o por algn medioelectrnico, mecnico, fotocopia, cinta magnetofnicau otroexcepto para breves citas en reseas, sin el permiso previo de los editores.

    Traducido al espaol por: Andrs CarrodeguasCitas bblicas tomadas de la Santa Biblia, revisin 1960 Sociedades Bblicas UnidasOtras citas marcadas B.d.l.A. Biblia de las Amricas 1986 The Lockman FoundationUsadas con permiso.Producto 498209ISBN 1560639490

    x Libris ltropical

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    Contenido Prefacio

    PRIMERA PARTE:DIOS REVELADO COMO

    CREADOR Revelacin La Escritura es la palabra de DiosInterpretacin Los cristianos podemos comprender la palabra de DiosRevelacin General Dios es real, y esto es conocido de todosCulpa El efecto de la revelacin generalTestimonio Interno El Espritu Santo es quien autentica las EscriturasAutoridad Dios gobierna a su pueblo por medio de las EscriturasConocimiento El verdadero conocimiento de Dios procede de la feCreacin Dios es el creadorRevelacin de S Mismo ste es mi nombreExistencia En S Mismo Dios siempre ha sidoSu Trascendencia La naturaleza de Dios es espiritualSu Omnisciencia Dios ve y sabeSu Soberana Dios reinaSu Omnipotencia Dios es omnipresente y omnipotentePredestinacin Dios tiene un propsitoTrinidad Dios es uno y tres

    Santidad Dios es luz[p iv]Bondad Dios es amorSabidura La voluntad doble de Dios es una solaMisterio Dios es incomparablemente grandeProvidencia Dios gobierna este mundoMilagros Dios manifiesta su presencia y su poderSu Gloria La manifestacin de la gloria de Dios exige que nosotros le demos gloriaIdolatra Dios exige una fidelidad total

    ngeles Dios utiliza agentes sobrenaturalesDemonios Dios tiene enemigos sobrenaturalesSatans Los ngeles cados tienen un caudilloHumanidad Dios hizo a los seres humanos a su imagenEl Ser Humano Los humanos son cuerpo y alma, en dos gneros

    SEGUNDA PARTE:DIOS REVELADO COMO

    REDENTOR La Cada La primera pareja humana pec

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    El Pecado Original La depravacin infecta a todosIncapacidad Los seres humanos cados son libres y esclavos a un tiempoEl Pacto Dios lleva a los humanos llenos de pecado a un pacto de graciaLa Ley Dios legisla, y exige obedienciaLa Ley En Accin La ley moral de Dios tiene tres propsitosConciencia Dios nos ensea y purifica nuestro coraznAdoracin Dios nos da unas pautas litrgicasLos Profetas Dios envi mensajeros para que proclamaran su voluntadLa Encarnacin Dios envi a su Hijo para salvarnos[p v]Dos Naturalezas Jesucristo es totalmente humanoEl Nacimiento Virginal El nacimiento de jesucristo fue milagrosoMaestro Jesucristo proclam el reino y la familia de Dios

    Impecabilidad Jesucristo estaba totalmente libre de pecadoObediencia Jesucristo cumpli con la voluntad redentora de su PadreVocacin La misin de Jesucristo fue revelada durante su bautismoLa Transfiguracin Cmo fue revelada la gloria de JesucristoLa Resurreccin Jesucristo fue levantado de entre los muertosLa Ascensin Jesucristo fue alzado a los cielosSu Sesin Jess reina en los cielosMediacin Jesucristo es el mediador entre Dios y el hombreEl Sacrificio Jesucristo hizo expiacin por el pecado

    Redencin Definida Jesucristo muri por los elegidos de DiosTERCERA PARTE:

    DIOS REVELADO COMOSEOR DE LA GRACIA

    El Parcleto El Espritu Santo les ministra a los creyentesSalvacin Jess rescata a los suyos del pecadoEleccin Dios escoge a los suyosEl Llamado Eficaz Dios atrae a los suyos hacia SLa Iluminacin El Espritu Santo da comprensin espiritual

    Regeneracin El cristiano nace de nuevoObras Las buenas obras son una expresin de la feArrepentimiento El cristiano cambia radicalmente[p vi]Justificacin La salvacin es por gracia, por medio de la feAdopcin Dios hace hijos suyos de los que forman su puebloSantificacin El cristiano crece en la graciaLibertad La salvacin trae consigo libertadLegalismo Trabajar por el favor divino nos quita el derecho a l

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    Antinomianismo No hemos sido liberados para pecarAmor Amar es algo bsico dentro de la conducta del cristianoEsperanza La esperanza es bsica en la postura cristianaIniciativa El cristiano vive para agradar a DiosOracin Los cristianos practican la comunin con DiosJuramentos Y Votos Los cristianos deben ser veracesReino De Dios Los cristianos deben manifestar el estilo de vida del ReinoApstoles Los representantes de Jess ejercieron la autoridad de lIglesia Dios forma una nueva comunidad con los suyosPalabra Y Sacramento Cmo identificar a una iglesia genuinaAncianos Los pastores deben cuidar de la iglesiaSacramentos Cristo instituy dos sellos del pacto con DiosBautismo Este rito manifiesta la unin con Cristo

    La Santa Cena Este rito manifiesta comunin con CristoDisciplina La iglesia debe mantener en alto las normas cristianasMisin Cristo enva a la iglesia al mundoDones Espirituales El Espritu Santo equipa a la iglesiaMatrimonio El matrimonio tiene por propsito ser un pacto de relacin permanenteLa Familia El hogar cristiano esuna unidad espiritualEl Mundo Los cristianos estn en la sociedad para servirla y transformarlaEl Estado Los cristianos deben respetar el gobierno civil

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    CUARTA PARTE:DIOS REVELADO COMOSEOR DEL DESTINO

    Perseverancia Dios mantiene seguro a su puebloPecado Imperdonable Slo la impenitencia carecer de perdnMortalidad Los cristianos no tienen que temer a la muerteSegunda Venida Jesucristo regresar a la tierra en gloriaResurreccin General Los muertos en cristo resucitarn en gloriaTrono Del Juicio Dios juzgar a toda la humanidad

    Infierno Los malvados sern lanzados a una angustia que no tendr finCielo Dios recibir a los suyos en el gozo eterno

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    Prefacio ESTA OBRA PRESENTA EN BREVE ESPACIO aquellas cosas que a mi entender son los puntos esenciales y petes del cristianismo, vistos al mismo tiempo como un sistema de creencias y como una forma de vida. Otros tendideas diferentes sobre la forma en que se debera perfilar el cristianismo, pero sta es la ma. Es reformada y evan glica, y como tal, sostengo que es histrica y clsica dentro de la corriente central del cristianismo.

    Esta informacin, que fue planificada en primer lugar para una Biblia de estudio y que ahora ha sido revisadatiene un contenido bblico intencional y, como otros de mis escritos, est salpicada de textos que se deben buscarPropongo que es as como debe ser, porque para el cristianismo resulta bsico recibir las enseanzas bblicas cominstrucciones dadas por Dios, que proceden, tal como sealara Calvino, de su misma boca santa, por va de agenthumanos. Si ciertamente las Escrituras son Dios mismo predicando y enseando, como siempre ha sostenido el gcuerpo de la iglesia, entonces el primer distintivo de la buena teologa es que busca hacerse eco de la Palabra divicon toda la fidelidad de la que es capaz.

    La teologa es en primer lugar la actividad de pensar y hablar acerca de Dios (teologizar), y en segundo, el producto de dicha actividad (la teologa de Lutero, o de Wesley, o de Finney, o de Wimber, o de Packer, o de quien sComo actividad, la teologa es toda una urdimbre de disciplinas relacionadas entre s, aunque distintas: la aclara-cin de textos (exgesis), la sntesis de lo que dicen sobre los temas que tratan (teologa bblica), el estudio de laforma en que se ha[p x] expresado la fe en el pasado (teologa histrica), su formulacin para el da de hoy (teolo

    ga sistemtica), el descubrimiento de sus implicaciones en cuanto a la conducta (tica), su elogio y defensa comverdad y sabidura (apologtica), la definicin de la tarea cristiana en el mundo (misionologa), la acumulacin drecursos para la vida en Cristo (espiritualidad) y la adoracin corporativa (liturgia), y la exploracin del ministeri(teologa prctica). Los prximos captulos, aunque esquemticos, se adentran en todos estos aspectos.

    Recordando que el Seor Jesucristo no llam jirafas , sinoovejas a aqullos que l quera alimentar, he tratadode mantener las cosas dentro de la mayor sencillez posible. Alguien le dijo en cierta ocasin al arzobispo WilliamTemple que l haba hecho muy sencilla una cuestin compleja; l se sinti encantado y dijo de inmediato: Seot que me hiciste sencillo, hazme ms sencillo an. Me identifico con Temple, y he tratado de mantener mi cabeen sintona con estos sentimientos.

    Tal como les digo con frecuencia a mis estudiantes, la teologa es para la doxologa y la consagracin; esto espara alabar a Dios y practicar la santidad. Por consiguiente, se la debe presentar de tal forma que nos haga cons-cientes de la presencia divina. La teologa se halla en su momento ms sano cuando se halla conscientemente bajojo del Dios de quien habla, y cuando est cantando para su gloria. Esto tambin lo he tratado de tener presente.

    Estos cortos estudios de grandes temas me parecen, ahora que los he hecho, como los viajes relmpago por In glaterra que las compaas emprendedoras de autobuses organizan para los visitantes de Estados Unidos (quinceminutos en Stonehenge, dos horas en Oxford, teatro y noche en Stratford, hora y media en York, una tarde en elDistrito Lake vaya !). Cada uno de los captulos no es ms que una nota esquemtica. Con todo, me atrevo a tenla esperanza de que mi material tan comprimido, empacado por Packer como est, se pueda expandir en la mente de los lectores para levantar su[p xi]corazn hacia Dios, de la misma forma que una forma diferente de airecaliente levanta a los globos y sus pasajeros hacia el cielo. Ya veremos.

    La frecuencia con que cito la Confesin de Westminster podr molestar a algunos, puesto que soy anglicano, no presbiteriano. Sin embargo, puesto que esta Confesin fue hecha con la intencin de ampliar los Treinta y nueArtculos, y la mayora de los que le dieron forma eran clrigos anglicanos, y puesto que es algo as como una obmaestra, el fruto ms maduro de la redaccin de credos en la Reforma, tal como la llamara B. B. Warfield, creoque tengo derecho a valorarla como parte de mi herencia anglicana reformada, y usarla como uno de mis principales recursos.

    Reconozco con agradecimiento la mano escondida de mi tan admirado amigo R. C. Sproul, de quien procede idea que fue el germen de varios de estos esquemas. Aunque difieran nuestros estilos, pensamos de manera muysemejante, y hemos cooperado felizmente en una serie de proyectos. He descubierto que a veces nos llaman la mfia reformada, pero las palabras duras no rompen huesos, y seguimos adelante.

    Tambin les debo dar las gracias a Wendell Hawley, mi editor, y LaVonne Neff, mi correctora de estilo, por sucolaboracin y paciencia de muchas formas. Trabajar con ellos ha sido un privilegio y un placer.

    J. I. PACKER

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    PRIMERA PARTE

    DIOS REVELADOCOMO CREADOR

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    REVELACIN LA ESCRITURA ES LA PALABRA DE DIOS

    Y las tablas eran obra de Dios, y la escritura era escritura de Dios, grabada sobre las tablas.

    xodo 32:16El cristianismo es el verdadero culto y servicio al verdadero Dios, Creador y Redentor de la umanidad. Es unareligin que se apoya en la revelacin: nadie sabra la verdad acerca de Dios, ni se podra relacionar con l deuna manera personal, si l no hubiera actuado primero para darse a conocer. Pero Dios ha actuado as, y lossesenta y seis libros de la Biblia, treinta y nueve escritos antes de venir Cristo, y veintisiete despus de que huvenido, constituyen juntos el registro escrito, interpretacin, expresin y prototipo de su autorrevelacin. Dios y la santidad son los temas que unen toda la Biblia.

    Desde un punto de vista, las Escrituras (Escrituras significa escritos) son el fiel testimonio de los santos afavor del Dios al que ellos amaron y sirvieron; desde otro punto de vista, y por un ejercicio exclusivo mediantel cual Dios domin su composicin, son el testimoni y las enseanzas del propio Dios, con forma humana. LIglesia les llama Palabra de Dios a estos escritos, porque tanto su autor como su contenido son divinos.

    La seguridad decisiva de que las Escrituras proceden de Dios y estn compuestas en su totalidad por su sabidura y verdad, procede de Jesucristo, y de sus apstoles, que ensearon en su nombre. Jess, Dios encarna-do, consideraba su Biblia (nuestro Antiguo Testamento) como las instrucciones escritas de su[p 16] Padre ce-lestial, que l tena que obedecer tanto como los dems (Mateo 4:4, 7, 10; 5:1920; 19:46; 26:31, 5254;Lucas 4:1621; 16:17; 18:3133; 22:37; 24:2527, 4547; Juan 10:35), y que haba venido a cumplir (Mateo5:1718; 26:24; Juan 5:46). Pablo describe el Antiguo Testamento como totalmente inspirado por Dios; estoes, producto del Espritu (aliento) de Dios, de la misma manera que el cosmos (Salmo 33:6; Gnesis 1:2) yescrito para ensear a la cristiandad (2 Timoteo 3:1517; Romanos 15:4; 1 Corintios 10:11). Pedro sostiene elorigen divino de las enseanzas bblicas en 2 Pedro 1:21 y 1 Pedro 1:1012, y esto mismo hace con la formaen que cita los textos el autor de la epstola a los Hebreos (Hebreos 1:513; 3:7; 4:3; 10:57. 1517; cf. Hech4:25; 28:2527).

    Puesto que las enseanzas de los apstoles sobre Cristo son en s mismas verdad revelada en palabras enseadas por Dios (1 Corintios 2:1213), con todo derecho, la iglesia considera los escritos apostlicos autnticocomo aquellos que completan las Escrituras. Pablo ya se refera a las cartas de Pablo como parte de las Escrituras (2 Pedro 3:1516), y es evidente que Pablo est llamando Escrituras al evangelio de Lucas en 1 Timoteo5:18, donde cita las palabras de Lucas 10:7.

    La idea de unas lneas directrices escritas procedentes de Dios mismo, como base para una vida santa, seremonta al acto divino de escribir el Declogo en tablas de piedra, e indicarle despus a Moiss que escribierasus leyes y la historia de su trato con su pueblo (xodo 32:1516; 34:1, 2728; Nmeros 33:2; Deuteronomio31:9). Interiorizar este material, y vivir de acuerdo con l, fue siempre central en la consagracin genuina deIsrael, tanto para los lderes como para la gente comn y corriente (Josu 1:78; 2 Reyes 17:13; 22:813; 1Crnicas 22:1213; Nehemas 8; Salmo 119). El principio de que todo debe ser gobernado por las Escrituras;esto es, por el Antiguo Testamento y el Nuevo tomados en conjunto, es igualmente bsica para el cristianismo

    Lo que dicen las Escrituras, es Dios quien lo dice, porque, de una manera slo comparable al misterio de lEncarnacin,[p 17] ms profundo an, la Biblia es al mismo tiempo humana por completo, y divina por com-pleto. Por consiguiente, debemos recibir todo su variado contenidohistorias, profecas, poemas, cnticos,escritos sapienciales, sermones, estadsticas, cartas y cualquier otra cosacomo procedente de Dios, y debemreverenciar todo cuanto ensean los escritores de la Biblia como instruccin de origen divino y poseedora detoda autoridad. Los cristianos nos debemos sentir agradecidos a Dios por el don de su Palabra escrita, y apli-carnos con ahnco a fundamentar nuestra fe y nuestra vida total y exclusivamente en ella. De no hacerlo as,nunca lo podremos honrar ni agradar como l nos llama a hacerlo.

    [p 18]

    INTERPRETACIN LOS CRISTIANOS PODEMOS

    COMPRENDER LA PALABRA DE DIOS

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    Dame entendimiento, y guardar tu ley, y la cumplir de todo corazn. Salmo 119:34

    Todos los cristianos tienen el deber y el derecho, no slo de aprender de la herencia de fe de la Iglesia, sinotambin de interpretar las Escrituras por s mismos. La Iglesia de Roma tiene dudas sobre esto, y alega que a lpersona sola le es fcil hacer una interpretacin errnea de las Escrituras. Esto es cierto, pero las siguientesreglas, si se observan con fidelidad, ayudarn a impedir que esto suceda.

    Todos los libros de las Escrituras son de composicin humana, y a pesar de que siempre se los debe venercomo Palabra de Dios, su interpretacin debe comenzar por su carcter humano. Por consiguiente, la alegori-zacin, que no tiene en cuenta el significado expresado por el escritor humano, no es adecuada nunca.

    Ninguno de sus libros est escrito de manera codificada, sino de una forma que podan entender los lecto-res a los cuales iba dirigido. Esto es cierto, incluso con respecto a los libros que usan primariamente del simbolismo: Daniel, Zacaras y Apocalipsis. El argumento principal siempre est claro, aunque los detalles aparezcanublados. Por eso, cuando comprendemos las palabras utilizadas, el fondo histrico y las convenciones cultu-rales del escritor y de sus lectores, vamos por buen camino para captar los pensamientos que se estn presen-tando. No obstante, la comprensin espiritualesto es, el discernimiento de la realidad de Dios, sus formas[p19] de tratar a la humanidad, su voluntad presente y nuestra propia relacin con l ahora y para el futuro nunca nos alcanzar a partir del texto, hasta que sea quitado el velo de nuestro corazn y podamos compartirla pasin del propio autor por conocer, agradar y honrar a Dios (2 Corintios 3:16; 1 Corintios 2:14). Aquhace falta orar para que el Espritu de Dios engendre esta pasin en nosotros y nos muestre a Dios en el texto.(Vanse Salmo 119:1819, 2627. 3334, 73, 125, 144, 169; Efesios 1:1719; 3:1619).

    Cada uno de los libros tiene su lugar dentro del progreso de la revelacin de su gracia por parte de Dios,que comenz en el Edn y alcanz su punto cimero en Jesucristo, Pentecosts y el Nuevo Testamento apostlco. Debemos tener presente ese lugar cuando estudiemos el texto. Por ejemplo, los Salmos, que sirven de modlo para el corazn de los santos de todas las pocas, expresan sus oraciones y alabanzas en funcin de las rea-lidades tpicas (reyes y reinos terrenales, salud, riquezas, guerra, larga vida) que circunscriban la vida de la gracia en la era precristiana.

    Todos y cada uno de los libros proceden de la misma mente divina, de manera que las enseanzas de lossesenta y seis libros que componen la Biblia sern complementarias entre s, y tendrn coherencia interna to-tal. Si no somos capaces de ver esto, el fallo est en nosotros, y no en las Escrituras. Es cierto que las Escriturno se contradicen entre s en ningn lugar; al contrario, los pasajes se explican unos a otros. Este slido principio de interpretar las Escrituras por medio de otras Escrituras recibe algunas veces el nombre de analoga delas Escrituras, o analoga de la fe.

    Cada uno de los libros presenta verdades inmutables con respecto a Dios, a la humanidad, a la santidad y limpiedad, aplicadas a situaciones concretas en las cuales se hallaron ciertas personas y grupos humanos, yejemplificadas por ellas. La etapa final en la interpretacin bblica consiste en reaplicar estas verdades a nues-tra propia situacin vital; sta es la forma de discernir lo que Dios nos est diciendo desde[p 2 ] as Escriturasa nosotros en este momento. Tenemos ejemplos de aplicaciones as en el momento en que Josas se da cuentala ira de Dios porque Jud no ha sabido observar su ley (2 Reyes 22:813), o cuando Jess razona a partir deGnesis 2:24 (Mateo 19:46), o Pablo usa Gnesis 15:6 y el Salmo 32:12 para mostrar la realidad de la justi-cia presente por la fe (Romanos 4:18).

    No se debe tratar de hallar en las Escrituras, ni imponerles tampoco, significado alguno que no se pueda

    sacar con toda certeza de las mismas Escrituras; esto es, que no sea expresado de manera inequvoca por uno ms de sus escritores humanos.La minuciosa y piadosa observancia de estas reglas es distintivo de todo aquel cristiano que usa bien la p

    labra de verdad (2 Timoteo 2:15).[p 21]

    REVELACIN GENERAL DIOS ES REAL, Y ESTO ES CONOCIDO DE TODOS

    Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos.

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    Salmo 19:1El mundo de Dios no es un escudo que esconda el poder y la majestad del Creador. A partir del orden de lanaturaleza, es evidente que existe un Creador majestuoso y lleno de poder. Pablo lo afirma en Romanos 1:1921, y en Hechos 17:28 pone por testigo a un poeta griego de que los humanos han sido creados por Dios.Afirma tambin que la bondad de este Creador se hace evidente en su generosa providencia (Hechos 14:17; cRomanos 2:4), y que al menos algunas de las exigencias de su santa ley son conocidas por la conciencia de

    todos los seres humanos (Romanos 2:1415), junto con la incmoda certeza de un juicio retributivo al final detodo (Romanos 1:32). Estas evidentes certezas constituyen el contenido de la revelacin general.La revelacin general recibe este nombre, porque todos la reciben, slo en virtud de estar vivos dentro del

    mundo de Dios. Esto ha sido as desde el comienzo de la historia humana. Dios acta para hacerles conocerestos aspectos de s mismo a todos los seres humanas, de manera que en todos los casos, el no ser agradecidocon el Creador y no servirlo en justicia constituya un pecado contra el conocimiento, y las declaraciones deque no se ha recibido este conocimiento no se deben tomar con seriedad. La revelacin universal por parte deDios de su poder, de que l es digno de alabanza, y de sus exigencias morales, es la base para la acusacin qule [p 22] hace Pablo a toda la raza humana, declarndola pecadora y culpable ante Dios, por no servirlo comodebe (Romanos 1:183:19).

    Ahora, Dios ha complementado la revelacin general con una revelacin ms clara de s mismo como Sal-vador de los pecadores a travs de Jesucristo. Esta revelacin, manifestada en la historia y compendiada en la

    Escrituras, y que abre la puerta de la salvacin para los perdidos, suele recibir el nombre de revelacin espe-cial, o especfica. Comprende la expresin verbal explcita de todo lo que nos dice la revelacin generalacerca de Dios, y nos ensea a reconocer esa revelacin en el orden de la naturaleza, en los sucesos de la historia y en la composicin de los seres humanos, de manera que aprendamos a ver al mundo entero, en expresinde Calvino, como un teatro de la gloria de Dios.

    [p 23]

    CULPA EL EFECTO DE LA REVELACIN GENERAL

    Porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifest. Romanos 1:19

    Las Escrituras dan por sentado, y la experiencia lo confirma, que los seres humanos tienen inclinacin naturalpor alguna forma de religin, y con todo, no adoran a su Creador, cuya revelacin general de s mismo lo da aconocer de manera universal. Ni el atesmo terico, ni el monotesmo moral son naturales en nadie: el atesmoes siempre una reaccin contra una creencia preexistente en Dios o en dioses, y el monotesmo natural slo havenido a aparecer a raz de la revelacin especial.

    Las Escrituras explican este estado de cosas, dicindonos que el egosmo pecaminoso y la aversin a lo qunuestro Creador proclama sobre s mismo conducen a la humanidad a la idolatra, la cual significa la transfe-rencia de nuestra adoracin y homenaje a algn poder u objeto diferente al Dios Creador (Isaas 44:920; Ro-manos 1:2123; Colosenses 3:5). De esta forma, los humanos apstatas detienen con injusticia la verdad ycambian la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadr-pedos y de reptiles (Romanos 1:18, 23). Sofocan y mitigan tanto como pueden la conciencia que les da la re-velacin general de que hay un Juez-Creador trascendente, y adhieren su indestructible sensacin de que existe lo divino a objetos indignos de ello. Esto conduce a su vez a una drstica decadencia moral, con su consi- guiente angustia, como primera manifestacin de la ira de Dios contra la apostasa del ser humano (Romanos1:18, 2432).

    [p 24] Hoy en da, la gente idolatra en el occidente, y de hecho adora una serie de objetos seculares, comola empresa, la familia, el ftbol, y sentimientos placenteros de diversas clases. La decadencia moral sigue siendo la consecuencia, tal como lo era cuando los paganos adoraban dolos fsicamente reales en los tiempos b-blicos.

    Los seres humanos no pueden suprimir por entero su sensacin de que hay un Dios, ni la de su juicio pre-sente y futuro; Dios mismo no est dispuesto a permitrselo. Siempre queda algn sentido de lo que es correcto incorrecto, y de que somos responsables ante un Juez divino que es santo. En nuestro mundo cado, todosaqullos cuya mente no se halla deteriorada de alguna forma, tienen una conciencia que en algunos puntos los

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    gua, y que de vez en cuando los condena, dicindoles lo que deberan sufrir por las maldades que han cometido (Romanos 2:14 ss.), y cuando la conciencia habla en esos trminos, constituye en verdad la voz de Dios.

    En cierto sentido, la humanidad cada es ignorante con respecto a Dios, puesto que aquello que la gentequiere creer, y de hecho cree, acerca de los destinatarios de su adoracin, falsifica y distorsiona la revelacinde Dios, de la cual no pueden escapar. No obstante, en otro sentido, todos los seres humanos siguen estandoconscientes de que hay un Dios, y se sienten culpables, adems de tener incmodos indicios de que se aproxi-

    ma un juicio que ellos no quisieran que se produjera. Slo el Evangelio de Cristo puede poner paz en este perturbador aspecto de la situacin del ser humano.[p 25]

    TESTIMONIO INTERNO EL ESPRITU SANTO ES QUIENAUTENTICA LAS ESCRITURAS

    Pero vosotros tenis la uncin del Santo, y conocis todas las cosas. 1 Juan 2:20

    Por qu creen los cristianos que la Biblia es la Palabra de Dios, un grupo de sesenta y seis libros que forman

    una sola obra edicada a nuestra instruccin, en la cual Dios nos revela la realidad de la redencin por mediode Jesucristo, el Salvador? La respuesta es que Dios mismo ha confirmado esto por medio de lo que llamamostestimonio interno del Espritu Santo. sta es la forma en que lo expresa la Confesin deWestminster(1647): El testimonio de la Iglesia nos puede mover e inducir a una alta y reverente estima de las Santas Escrituras. Y celestial que es su material, lo eficaz que es su doctrina, lo majestuoso que es su estilo, la concordancia entretodas sus partes, el motivo del todo (esto es, darle toda la gloria a Dios), el descubrimiento pleno que hace delnico camino de salvacin para el hombre, las otras excelencias incomparables, tan numerosas, y toda su per-feccin, son argumentos por medio de los cuales presenta abundantes evidencias de que es la Palabra de Diossin embargo, a pesar de todo esto, nuestra persuasin plena y seguridad con respecto a su infalible verdad yautoridad divina procede de la obra que hace el Espritu Santo en nuestro interior, dndonos testimonio pormedio de la Palabra y junto con ella en nuestro corazn. (1:5)

    El testimonio del Espritu a favor de las Escrituras es semejante a su testimonio a favor de Jess, del que econtramos que se habla en Juan 15:26 y 1 Juan 5:7 (cf. 1 Juan 2:20, 27). No[p 26] es cuestin de impartirinformacin nueva, sino de iluminar unas mentes anteriormente oscurecidas para que disciernan la divinidadal darse cuenta del incomparable efecto que tiene: en un caso, el efecto provocado por el Jess del Evangelio,en el otro, el provocado por las palabras de las Santas Escrituras. El Espritu resplandece en nuestro coraznpara darnos la luz del conocimien to de la gloria de Dios, no slo de manera que brille el rostro de Jesucristo (Corintios 4:6), sino tambin para que brillen las enseanzas de las Santas Escrituras. La consecuencia de estetestimonio es un estado mental en el cual tanto el Salvador como las Escrituras se nos evidencian a s mismoscomo divinosJess, una persona divina; las Escrituras, un producto divinode una forma tan directa, inmediata y cautivadora como aqulla en la que se nos ponen de evidencia los gustos y los colores, imponindose anuestros sentidos. En consecuencia, no nos sigue siendo posible dudar de la divinidad de Cristo o de la Biblia

    As es como Dios autentica ante nosotros las Santas Escrituras como Palabra suya; no por medio de algunaexperiencia mstica, o informacin secreta susurrada en privado en algn odo interior, ni tampoco por mediode los argumentos humanos solos (por fuertes que sean), o por el testimonio de la Iglesia solo (por impresio-nante que sea cada vez que contemplemos la historia de estos dos mil aos pasados). Ms bien, Dios lo hacepor medio de la luz exploradora y el poder transformador que utilizan las Escrituras para dar evidencias deque son divinas. Los efectos que producen esta luz y este poder son en s mismos el testimonio del Espritu pla Palabra y con la Palabra en nuestro corazn. Los argumentos, los testimonios de otras personas, y nuestraspropias experiencias personales nos podrn preparar para recibir este testimonio, pero impartirlo, al igual quesucede con la fe en Cristo como Salvador divino, es prerrogativa exclusiva del Espritu Santo en su soberana

    La iluminacin del Espritu, que da testimonio a favor de la divinidad de la Biblia, constituye una experiencia universal entre los cristianos, y as ha sido desde el principio, aunque muchos cristianos no hayan sabidoponerla en palabras, o manejar la Biblia de una manera que est de acuerdo con ella.

    [p 27]

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    AUTORIDAD DIOS GOBIERNA A SU PUEBLO

    POR MEDIO DE LAS ESCRITURAS Toda la Escritura es inspirada por Dios, y til para ensear, para redargir, para corregir, para instruir en

    justicia. 2 Timoteo 3:16

    El principio cristiano de la autoridad bblica significa, por una parte, que Dios tiene el propsito de dirigir la fe y la conducta de su pueblo por medio de la verdad revelada que aparece en las Santas Escrituras; por otra, quetodas nuestras ideas acerca de l deben ser medidas, probadas, y corregidas y aumentadas cuando sea necesa-rio, en funcin de las enseanzas bblicas. La autoridad como tal es el derecho, la exigencia, la capacidad, ypor extensin, el poder para dominar. En el cristianismo, la autoridad le pertenece al Dios Creador, que noshizo para conocerlo, amarlo y servirlo, y su forma de ejercer su autoridad sobre nosotros es por medio de laverdad y la sabidura de su Palabra escrita. As como desde el punto de vista humano, todos los libros de laBiblia fueron escritos para mover a un servicio ms constante y profundo a Dios, tambin desde el punto devista divino, toda la Biblia tiene este propsito. Y, ya que el Padre le ha dado ahora al Hijo autoridad ejecutivapara gobernar el cosmos en su nombre (Mateo 28:18), las Escrituras funcionan en la actualidad precisamentecomo el instrumento del seoro de Cristo sobre sus seguidores. Todas las Escrituras son como las cartas deCristo a las siete iglesia (Apocalipsis 23) en este aspecto.

    Dnde se puede hallar hoy la verdad de Dios llena de autoridad? Se dan tres respuestas, y cada una deellas apela a la Biblia de su propia forma.

    [p 28] Las iglesias Catlica Romana y Ortodoxa hallan la verdad de Dios, segn ellas creen, en las interpretaciones de las Escrituras que se hallan incorporadas a su propia tradicin y consenso. Consideran que la Biblies la verdad que nos ha entregado Dios, pero insisten en que es la iglesia la que debe interpretarla, y que esinfalible cuando lo hace.

    Por contraste, aquellos clasificados como liberales, radicales, modernistas o subjetivistas encuentran la vedad de Dios en los pensamientos, las impresiones, los juicios, las teoras y las especulaciones que las Escriturdespiertan en su propia mente. Al mismo tiempo que desechan el concepto neotestamentario sobre la inspira-cin de las Escrituras, y no tratan su Biblia como un documento digno de confianza, o que est formado por

    transcripciones del pensamiento divino que son absolutas y estn llenas de autoridad, se sienten confiados enque el Espritu los gua a ellos a escoger y desechar de una manera tal, que el resultado obtenido es sabiduraprocedente de Dios.

    En cambio, el protestantismo histrico halla la verdad de Dios en las enseanzas de las Escrituras canniccomo tales. Recibe estas Escrituras como inspiradas (esto es, producto del aliento divino, 2 Timoteo 3:16), in-errantes (esto es, totalmente ciertas en todo cuanto afirman), suficientes (esto es, que nos dicen todo cuandoDios nos quiere decir, y todo cuanto necesitamos saber para la salvacin y la vida eterna) y claras (esto es, di-rectas y que se interpretan a s mismas en todas las cuestiones de importancia).

    Las dos posiciones primeras tratan a los juicios humanos sobre la Biblia como decisivos para la verdad y lsabidura; la tercera, al mismo tiempo que valora la herencia de la iglesia en cuanto a convicciones, y aprecialas exigencias de coherencia que lleva consigo el pensamiento racional, somete de manera sistemtica todos lopensamientos humanos a las Escrituras, las cuales toma seriamente como canon. La palabracanon significa

    regla o norma. Las dos posiciones primeras hablan de las Escrituras como canon, pero no las toman[p 29] conuna seriedad total como regla operativa para la fe y la vida. De esta forma, en la prctica, no aceptan total-mente su autoridad, y por consiguiente, su profesin de cristianismo, aunque sea sincera, resulta defectuosa.

    [p 3 ]

    CONOCIMIENTO EL VERDADERO CONOCIMIENTO

    DE DIOS PROCEDE DE LA FE Mas albese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme que yo soy Jehov,

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    que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehov.

    Jeremas 9:24En 1 Timoteo 6:2021, Pablo advierte a Timoteo contra la falsamente llamada ciencia (en griego, gnosis ), lacual profesando algunos, se desviaron de la fe. Pablo est atacando las tendencias teosficas y religiosas que

    se desarrollaron hasta convertirse en el gnosticismo del siglo II. Los que enseaban estar creencias y prcticasles decan a los creyentes que deban ver su consagracin cristiana como una especie de primer paso algo confuso en el camino hacia el conocimiento, y los exhortaban a dar ms pasos dentro de ese camino. Estosmaestros consideraban al orden material como algo carente de valor, y al cuerpo como una prisin para elalma, y trataban la iluminacin como la respuesta total a las necesidades espirituales de los seres humanos.Negaban que el pecado tuviera parte alguna en el problema, y la ciencia que ofrecan slo tena que ver conconjuros, contraseas celestiales, y disciplinas de misticismo y despego de la realidad. Haban clasificado denuevo a Jess como un maestro sobrenatural que haba tenido aspecto de humano, aunque no lo era; negabanla Encarnacin y la Expiacin, y reemplazaban el llamado hecho por Cristo a una vida santa con recetas paradesarrollar el ascetismo, o concesiones a la vida licenciosa. Las cartas de Pablo a Timoteo (1 Timoteo 1:34;[p31] 4:17; 6:2021; 2 Timoteo 3:19); Judas 4, 819; 2 Pedro 2 y las dos primeras cartas de Juan (1 Juan 1:510; 2:911, 1829; 3:710; 4:16, 5:1, 12; 2 Juan 711) se oponen de manera explcita a las creencias y lasprcticas que emergeran ms tarde bajo la forma del gnosticismo.

    En contraste con esto, las Escrituras hablan de conocer a Dios como el ideal para la persona espiritual:esto es, llegar a una plenitud de fe y relacin que traiga salvacin y vida eterna, y produzca amor, esperanza,obediencia y gozo. (Vanse, por ejemplo, xodo 33:13; Jeremas 31:34; Hebreos 8:812; Daniel 11:32; Juan17:3; Glatas 4:89; Efesios 1:1719; 3:19; Filipenses 3:811; 2 Timoteo 1:12). Las dimensiones de este conocimiento son intelectuales (conocer la verdad acerca de Dios: Deuteronomio 7:9; Salmo 100:3); volitivas (confiar en Dios, obedecerlo y adorarlo en funcin de esa verdad) y morales (practicar la justicia y el amor: Jeremas 22:16; 1 Juan 4:78). La feconocimiento se centra en Dios encarnado, Cristo Jess hombre, el mediadorentre Dios y nosotros los pecadores, por medio del cual llegamos a conocer a su Padre como Padre nuestro(Juan 14:6). La fe busca conocer de manera concreta a Cristo y a su poder (Filipenses 3:814). El conocimiende la fe es el fruto de la regeneracin, la entrega de un corazn nuevo (Jeremas 24:7; 1 Juan 5:20), y de lailuminacin del Espritu (2 Corintios 4:6; Efesios 1:17). La relacin de conocimiento es recproca, e implicaafecto y pacto por ambas partes: nosotros conocemos a Dios como nuestro, porque l nos conoce a nosotroscomo suyos (Juan 10:14; Glatas 4:9; 2 Timoteo 2:19).

    Todas las Escrituras nos han sido entregadas para ayudarnos a conocer a Dios de esta forma. Esforcmonopor usarlas de la manera correcta.

    [p 32]

    CREACIN DIOS ES EL CREADOR

    Cun innumerables son tus obras, oh Jehov! Hicistetodas ellas con sabidura;

    la tierra est llena de tus beneficios

    Salmo 104:24En el principio cre Dios los cielos y la tierra (gnesis 1:1). Lo hizo por decreto, sin que hubiera ningn material preexistente; su decisin de que existieran las cosas (Sea) fue la que les dio el ser y las form en suorden, con una existencia que depende de su voluntad, aunque es distinta de la suya. Padre, Hijo y EsprituSanto estuvieron involucrados juntos en esto (Gnesis 1:2; Salmos 33:6, 9; 148:5; Juan1:13; Colosenses 1:1516; Hebreos 1:2; 11:3). Debemos tener en cuenta los puntos siguientes:

    (a) El acto creador es un misterio para nosotros; en l hay cosas que no podemos comprender. Nosotros nopodemos crear por decreto, y no sabemos cmo pudo hacerlo Dios. Decir que cre a partir de la nada equi-vale a confesar el misterio, no a explicarlo. En particular, no podemos concebir de qu forma una existenciadependiente puede ser al mismo tiempo distinta, ni cmo los ngeles y los seres humanos, en su existencia dependiente, en lugar de ser autmatas, pueden ser criaturas capaces de tomar decisiones libres, de las cuales

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    za era la ilustracin tridimensional con la que Dios estaba presentando su propia vida inagotable. ste es minombre para siempre, dijo; esto es, su pueblo deba pensar siempre en l como el rey viviente, dominante,potente, que nada ni nadie puede atar o disminuir, tal como la zarza ardiente manifestaba que era (xodo3:15).

    Ms tarde (xodo 33:1834:7), Moiss pide ver la gloria de Dios (su manifestacin de s digna de adoracin), y en respuesta, Dios proclam el nombre de Jehov de esta forma: Jehov! Jehov! fuerte, miseri-

    cordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad; que guarda misericordia a millares,que perdona la iniquidad, la rebelin y el pecado, y que de ningn modo tendr por inocente al malvadoEn la zarza ardiente, Dios haba respondido a esta pregunta: Cmo existe Dios? Aqu, responde a esta otra: Cmo se comporta Dios? Este anuncio fundamental de su personalidad moral tiene frecuente eco en textosposteriores de las Escrituras (Nehemas 9:17; Salmo 86:15; Joel 2:13; Juan 4:2). Todo esto forma parte de sunombre, es decir, de la revelacin que l hace de su naturaleza, por la cual ha de ser adorado para siempre.

    Dios completa esta revelacin sobre la gloria de su personalidad moral, al llamarse a s mismo Jehov, cu yo nombre es Celoso (xodo 34:14). Esto hace eco de lo que dijo sobre s en la ratificacin del segundo mandamiento, al mismo tiempo que lo hace resaltar (xodo 20:5). El celo que afirma tener,[p 36] se relaciona conel pacto: es la virtud del amante entregado, que quiere la lealtad total de aqulla a quien se ha comprometido ahonrar y servir.

    En el Nuevo Testamento, las palabras y los hechos de Jess, el Hijo encarnado, constituyen una revelacin

    plena del pensamiento, las actitudes, los caminos, planesy propsitos de Dios Padre (Juan 14:911; cf. 1:18).En el Padrenuestro, las palabras santificado sea tu nombre (Mateo 6:9) expresan el anhelo de que la primerapersona de la Divinidad sea reverenciada y alabada como lo merece el esplendor de la revelacin de s que lha hecho. Dios es digno de recibir gloria por todas las glorias de su nombre; esto es, su gloriosa revelacin deen la creacin, la providencia y la gracia.

    [p 37]

    EXISTENCIA EN S MISMO DIOS SIEMPRE HA SIDO

    Antes que naciesen los montes y formases la tierra y el mundo, desde el siglo y hasta el siglo, t eres Dios

    Salmo 90:2Los nios preguntan a veces: Quin hizo a Dios? La respuesta ms clara consiste en decirles que nunca funecesario hacer a Dios, porque l siempre ha existido. l existe de una forma distinta a la nuestra: nosotros, scriaturas, existimos de una manera frgil, finita, derivada y dependiente, pero nuestro Hacedor existe de unamanera necesaria, eterna, en la que se sostiene a s mismo; necesaria, esto es, en el sentido de que Dios no tienen s la posibilidad de dejar de existir, as como nosotros no tenemos en nuestro ser la de vivir para siempre. Enecesario que envejezcamos y muramos, porque forma parte de nuestra naturaleza actual que nos suceda estoen cambio, Dios contina inmutable para siempre, de manera necesaria, porque forma parte de su naturalezael que sea as. ste es uno de los numerosos contrastes entre la criatura y el Creador.

    La existencia de Dios en s mismo es una verdad bsica. Al comenzar su presentacin del Dios desconocidante los idlatras atenienses, Pablo les explic que este Dios, el Creador del mundo, no es honrado por mano

    de hombres, como si necesitase de algo; pues l es quien da a todos vida y aliento y todas las cosas (Hechos17:2325). Tanto en las religiones tribales de hoy, como en la Atenas de la antigedad, el pensamiento es elmismo: los sacrificios ofrecidos a los dolos son una forma de mantener vivo a su dios; en cambio, el Creadorno necesita de ningn sistema de apoyo como ste.[p 38] Lostelogos crearon la palabraaseidad , que significaque l tiene vida en s mismo y extrae de su propio ser su inagotable energa (en latn, ase significa de smismo), para expresar esta verdad que la Biblia presenta de manera clara (Salmos 90:14; 102:2527; Isaas40:2831; Juan 5:26; Apocalipsis 4:10).

    En teologa, son innumerables los errores que se originan de la suposicin de que las condiciones, certezas y lmites de nuestra propia existencia finita se aplican tambin a Dios. La doctrina de su aseidad se levantacomo baluarte contra todos estos errores. En nuestra vida de fe, nos es fcil empobrecernos a base de abrazaruna idea de Dios demasiado limitada y pequea, y una vez ms, la aseidad se levanta como baluarte para im-

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    pedir que esto suceda. Es vital para nuestra salud espiritual que creamos que Dios es grande (cf. Salmo 95:1 7), y captar la verdad de su aseidad es el primer paso en el camino para lograrlo.

    [p 39]

    SU TRASCENDENCIA LA NATURALEZA DE DIOS ES ESPIRITUAL

    Jehov dijo as: El cielo es mi trono, y la tierra estrado de mis pies; dnde est la casa que me habris de edicar, y dnde el lugar de mi reposo?

    Isaas 66:1Dios es espritu, le dijo Jess a la mujer samaritana junto al pozo (Juan 4:24). Aunque es un ser totalmentepersonal, Dios no vive en un cuerpo y por medio de l, como nosotros, y por tanto, no est anclado dentro deun marco temporo-espacial. De esta realidad , y del hecho de que l tiene existencia en s mismo y no estmarcado como nosotros por la desintegracin personal (falta de concentracin y de control) que el pecado haproducido en nosotros, se derivan varias cosas.

    En primer lugar, Dios no est limitado ni por el espacio (est en todas partes y en toda su plenitud conti-nuamente) ni por el tiempo (no hay momento presente en el que se encuentre encerrado, como nosotros).Los telogos se refieren a la libertad que tiene Dios con respecto a los lmites y las ataduras como su infinitudsu inmensidad y su trascendencia (1 Reyes 8:27; Isaas 40:1226; 66:1). Puesto que es l quien sostiene todaslas cosas para que existan, tambin tiene siempre presentes todas las cosas en todos los lugares, en su relacinpropia con su plan y propsito totales para cada cosa y cada persona de su mundo (Daniel 4:3435; Efesios1:11).

    En segundo lugar, Dios es inmutable. Esto significa que es totalmente coherente: puesto que es perfecto pnecesidad, no puede cambiar ni para mejorar ni para empeorar; y puesto[p 4 ] que no se halla inmerso en eltiempo, no est sujeto a cambios, como les sucede a las criaturas (2 Pedro 3:8). Lejos de hallarse desconectade inmvil, l se halla siempre activo en su mundo, haciendo constantemente que broten cosas nuevas (Isaas42:9; 2 Corintios 5:17; Apocalipsis 21:5), pero en todo esto expresa su carcter perfecto con una coherenciatambin perfecta. Precisamente, es la inmutabilidad de su carcter la que garantiza que cumplir las palabrasque ha dicho y los planes que ha hecho (Nmeros 23:19; Salmo 33:11; Malaquas 3:6; Santiago 1:1618), y esesta inmutabilidad la que explica por qu, cuando una persona cambia de actitud hacia El, tambin cambia suactitud hacia esa persona (Gnesis 6:57; xodo 32:914; 1 Samuel 15:11; Jons 3:10). La idea de que estainmutabilidad de Dios comprende una impasible indiferencia ante lo que est sucediendo en este mundo, esdiametralmente opuesta a la verdad.

    En tercer lugar, los sentimientos de Dios no se hallan fuera de su control, como les sucede a los nuestroscon tanta frecuencia. Los telogos expresan esto diciendo que Dios es impasible. No quieren decir con esto qucarezca por completo de sentimientos, sino que cuanto l siente, al igual que cuanto hace, es cuestin de unadecisin voluntaria y deliberada suya, y se halla incluido en la unidad de su ser infinito. Dios nunca es vctimanuestra, en el sentido de que le hagamos sufrir donde l no haya escogido primero sufrir. No obstante, abun-dan las Escrituras que expresan la realidad de las emociones de Dios (gozo, angustia, ira, agrado, amor, odio,etc.), y es un gran error olvidar que Dios siente, aunque de una forma necesaria que trasciende la experienciaemocional de los seres finitos.

    En cuarto lugar, todos los pensamientos y las acciones de Dios involucran todo su ser. Esto es su integra-cin, llamado a veces simplicidad. Esta cualidad hace un fuerte contraste con la complejidad y falta de inte- gracin de nuestra propia existencia personal, en la cual, como consecuencia del pecado, muy raras veces po-demos concentrar todo nuestro ser y todos[p 41] nuestros poderes en algo, si es que lo logramos alguna vez.En cambio, uno de los aspectos de las maravillas de Dios es que l dedica de manera simultnea su atencintotal e indivisa, no slo a las cosas una a una, sino a todas las cosas y todas las personas, en cualquier lugar deeste mundo, tanto en el pasado como en el presente y en el futuro (cf. Mateo 10:2930).

    En quinto lugar, el Dios que es espritu debe ser adorado en espritu y en verdad, como dijo Jess (Juan4:24). En espritu significa desde un corazn renovado por el Espritu Santo. Ningn rito, movimientocorporal o formalidad piadosa constituye adoracin sin que est involucrado en corazn, y esto slo lo puedecausar el Espritu Santo. En verdad significa apoyndose en la revelacin hecha por Dios de la realidad, yque culmina en Jesucristo, la Palabra encarnada. En primer lugar, y por encima de todo, se trata de la revela-

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    cin de lo que somos, como pecadores perdidos, y lo que es Dios para nosotros, como el Creador-Redentor pomedio del ministerio mediador de Jess.

    En el presente, no hay lugar alguno en la tierra del que se haya dispuesto que sea el nico centro de adora-cin. La habitacin simblica de Dios en la Jerusaln terrena fue reemplazada cuando lleg el tiempo (Juan4:23) por su habitacin en la Jerusaln celestial, desde la cual ministra Jess ahora (Hebreos 12:2224). En elEspritu, cercano est Jehov a todos los que le invocan, a todos los que le invocan de veras, dondequiera q

    estn (Salmo 145:18; cf. Hebreos 4:1416). Esta disponibilidad de Dios a nivel mundial es parte de las buenanuevas del Evangelio; es un maravilloso beneficio, y no nos deberamos limitar a darlo por sentado.[p 42]

    SU OMNISCIENCIA DIOS VE Y SABE

    Los ojos de Jehov estn en todo lugar, mirando a los malos y a los buenos.

    Proverbios 15:3La palabraomnisciente significa que lo sabe todo. Las Escrituras declaran que los ojos de Dios lo recorren

    todo (Job 24:23; Salmos 33:1315, 139:1316; Proverbios 15:3; Jeremas 16:17; Hebreos 4:13). l escudriatodos los corazones y observa los caminos de todos (1 Samuel 16:7; 1 Reyes 8:39; 1 Crnicas 28:9; Salmo139:16, 23; Jeremas 17:10; Lucas 16:15; Romanos 8:27; Apocalipsis 2:23). En otras palabras, lo sabe todoacerca de todo y de todos, todo el tiempo. Adems, conoce el futuro con tanta seguridad como el pasado y elpresente, y tanto los sucesos posibles que nunca tendrn lugar, como los sucesos reales que s se producen (1Samuel 23:913; 2 Reyes 13:19; Salmo 81:1415; Isaas 48:18). Tampoco necesita tener acceso a informa-cin alguna sobre las cosas, como una computadora hara para sacar un documento de un archivo; todo suconocimiento est siempre ante su mente de manera inmediata y directa. Los escritores bblicos mantienen unprofundo temor reverencial ante la capacidad de la mente divina al respecto (Salmos 139:16; 147:5; Isaas40:1314, 28; cf. Romanos 11:3336).

    El conocimiento de Dios est unido a su soberana; l conoce todas y cada una de las cosas, tanto en ellasmismas como en su relacin con las dems, porque fue l quien las cre, las sostiene y las hace funcionar en

    cada momento de acuerdo con su plan para ellas (Efesios 1:11). La idea de que Dios pueda saber, y conocer dantemano todo, sin controlarlo[p 43] todo, nos parece no slo contraria a la Biblia, sino carente de sentido.Al creyente cristiano, el conocimiento de la omnisciencia de Dios le debe producir la seguridad de que l

    no lo ha olvidado, sino que est cuidando de l, y seguir hacindolo, de acuerdo con sus promesas (Isaas40:2731). En cambio, para cualquiera que no sea cristiano, la verdad del conocimiento universal de Diosdebe ser causa de temor, porque le servir para recordar que no es posible esconderse a s mismo, ni a sus pe-cados, de la vista de Dios (Salmos 139:712; 94:111; Juan 1:112).

    [p 44]

    SU SOBERANA DIOS REINA

    Mas al fin del tiempo yo Nabucodonosor alc mis ojos al cielo, y mi razn me fue devuelta; y bendije al Altsmo, y alab y glorifiqu al que vive para siempre, cuyo dominio es sempiterno, y su reino por todas las edade Daniel 4:34

    La afirmacin de la soberana absoluta de Dios en la creacin, la providencia y la gracia es bsica para lascreencias y la alabanza bblicas. La visin de Dios en su tronoesto es, reinandoaparece una y otra vez (1Reyes 22:19; Isaas 6:1; Ezequiel 1:26; Daniel 7:9; apocalipsis 4:2; cf. Salmos 11:4; 45:6; 47:89; Hebreos12:2; Apocalipsis 3:21), y se nos dice constantemente con trminos explcitos que el Seor (Jehov) reina commonarca, y ejerce su dominio sobre las cosas grandes y las pequeas por igual (xodo 15:18; Salmos 47; 93;96:10; 97; 99:15; 146:10; Proverbios 16:33; 21:1; Isaas 24:23; 52:7; Daniel 4:3435; 5:2128; 6:26; Mateo10:2931). El dominio de Dios es total: su voluntad es la que decide, y lleva a cabo todo cuanto decide, y nadpuede detener su mano ni frustrar sus planes.

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    A lo largo de todas las Escrituras aparece con claridad que las criaturas racionales de Dios, tanto anglicascomo humanas, poseen libre albedro (poder para tomar decisiones personales en cuanto a lo que debenhacer); no seramos seres morales, responsables ante Dios como juez, de no ser as; tampoco sera entoncesposible distinguir, como lo hacen las Escrituras, entre las malas intenciones de los agentes humanos y las bue-nas intenciones de Dios, quien utiliza en su[p 45] soberana las acciones humanas, como medio planificadopara llegar a sus propias metas (Gnesis 50:20; Hechos 2:23; 13:2639). Con todo, la realidad del libre albe-dro nos hace enfrentarnos con el misterio, puesto que el control de Dios sobre nuestras actividades libres ydecididas por nosotros mismos es tan completo como lo es sobre cualquier otra cosa, y cmo puede ser esto, ldesconocemos. No obstante, Dios ejerce de ordinario su soberana permitiendo que las cosas tomen su curso,ms que a travs de intrusiones milagrosas que creen perturbacin.

    En el Salmo 93 se dice que la realidad del dominio soberano de Dios(a) garantiza la estabilidad del mundo contra todas las fuerzas del caos (vv. 1b4),(b) confirma el hecho de que todo cuanto Dios manifieste u ordene es digno de confianza (v. 5a), y(c) llama a su pueblo a darle el homenaje de la santidad (v. 5b). Todo este salmo expresa gozo, esperanza y

    confianza en Dios, y no es de maravillarse. Nos conviene tomarnos muy en serio esta enseanza.[p 46]

    SU OMNIPOTENCIA DIOS ES OMNIPRESENTE Y OMNIPOTENTE Se ocultar alguno, dice Jehov, en escondrijos que yo no lo vea? No lleno yo, dice Jehov, el cielo y la t

    rra? Jeremas 23:24

    Dios est presente en todas partes; sin embargo, no debemos pensar que esto significa que llena espacios, pueto que no tiene dimensiones fsicas. l llena todas las cosas en su condicin de espritu puro, en una relacin dinmanencia que es ms de cuanto podemos comprender nosotros, criaturas confinadas a un cuerpo. Sin em-bargo, hay una cosa clara, y es que l est presente en todas partes, en la plenitud de todo lo que es y de todoslos poderes que tiene, y las almas necesitadas que oran, en cualquier lugar del mundo que estn, reciben con lmisma plenitud una atencin absoluta por parte de l. Puesto que Dios es omnipresente, les puede prestar unaatencin total a millones de personas al mismo tiempo. La creencia en que Dios es omnipresente, entendida ase refleja en el Salmo 139:710; Jeremas 23:2324; Hechos 17:2428. Cuando Pablo habla de que el Cristoascendido a los cielos llena todas las cosas (Efesios 4:8), ciertamente el hecho de que Cristo est disponible etodas partes y en la plenitud de su poder forma parte del significado de lo que est diciendo. Es cierto decir quPadre, Hijo y Espritu Santo son hoy omnipresentes juntos, aunque la presencia personal del Hijo glorificadosea espiritual (a travs del Espritu Santo), y no fsica (en el cuerpo).

    Yo conozco que todo lo puedes, y que no hay pensamiento que se esconda de ti (Job 42:2). De esta formda [p 47] testimonio Job sobre el hecho de que Dios es todopoderoso (omnipotente). La omnipotencia significen la prctica que tiene poder para hacer todo cuanto en su perfeccin racional y moral (esto es, en su sabidu-ra y bondad), l disponga hacer. No significa que Dios lo pueda hacer todo en un sentido literal; l no puedepecar, mentir, cambiar su naturaleza, ni negar las exigencias de su personalidad santa (Nmeros 23:19; 1 Sa-muel 15:29; 2 Timoteo 2:13; Hebreos 6:18; Santiago 1:13, 17); tampoco puede realizar la cuadratura del cr-

    culo, porque la nocin de un crculo cuadrado es contradictoria en s misma; tampoco puede dejar de ser DiosNo obstante, cuanto es su voluntad, y promete hacer, l lo puede hacer, y lo hace. Fue acaso una exageracin que David dijera: Te amo, oh Jehov, fortaleza ma. Jehov, roca ma y casti

    mo, y mi libertador; Dios mo, fortaleza ma, en l confiar; mi escudo y la fuerza de mi salvacin, mi alto refugio (Salmo 18:12)? Fue tambin exagerado que otro salmista declarara: Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones (Salmo 46:1)? No lo fue, puesto que saban que Dios es om-nipresente y omnipotente, aunque si no lo hubieran sabido, s habra sido excesivo. Es natural que el conoci-miento de la grandeza de Dios (y su omnipresencia y omnipotencia son aspectos de esa grandeza) produzca gran fe y gran alabanza.

    [p 48]

    PREDESTINACIN

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    DIOS TIENE UN PROPSITO Yo os he amado, dice Jehov; y dijisteis:

    En qu nos amaste? No era Esa hermano de Jacob? dice Jehov. Y am a Jacob, y a Esa aborrec

    Malaquas 1:23Los cuarenta y tantos escritores que produjeron los sesenta y seis libros de las Escrituras a lo largo de unos mquinientos aos, se vean a s mismos y vean a sus lectores como metidos dentro del cumplimiento del soberano propsito de Dios con respecto a este mundo; el propsito que lo llev a crear, que el pecado interrumpims tarde, y que su obra redentora est restaurando en la actualidad. En esencia, ese propsito era y es unainterminable expresin y disfrute de amor entre l y sus criaturas racionales; un amor manifestado en la ado-racin, alabanza, accin de gracias, honra, gloria y servicio que esas criaturas le dan a l, y en la intimidad, loprivilegios, los gozos y los dones que El les da a ellas.

    Los escritores contemplan lo que ya ha sido hecho para hacer avanzar el plan redentor de Dios a favor delplaneta tierra, daado por el pecado, y miran con esperanza al da en que ese plan quedar realizado porcompleto, cuando el planeta tierra sea vuelto a crear en una gloria imposible de imaginar (Isaas 65:1725; 2Pedro 3:1013; Apocalipsis 21:122:5). Proclaman a Dios como el omnipotente Creador-Redentor y abundanconstantemente en las multifacticas obras de gracia que Dios realiza en la historia a fin de asegurarse unpueblo para s, una gran compaa de seres humanos reunidos, con los cuales se pueda realizar su propsitooriginal de dar y recibir amor. Estos escritores insisten en[p 49] que Dios ha demostrado tener un control ab-soluto en cuanto a llevar su plan hasta el punto en que se encuentra en el momento de escribir ellos, por lo queseguir manteniendo ese control absoluto, realizndolo todo segn su propia voluntad, completando as suproyecto redentor. Las preguntas acerca de la predestinacin deben ser planteadas dentro de este marco dereferencia (Efesios 1:914; 2:410; 3:811; 4:1116).

    Se utiliza la palabra predestinacin para hablar de que Dios ha dispuesto de antemano todos los sucesosde la historia mundial pasada, presente y futura, y este uso es muy adecuado. Con todo, en las Escrituras y enlas corrientes principales de la teologa, la palabra predestinacin significa concretamente la decisin toma-da por Dios en la eternidad, antes de que existieran el mundo y sus habitantes, con respecto al destino definitivo de cada pecador. De hecho, el Nuevo Testamento utiliza las palabras predestinacin y eleccin (las dosignifican lo mismo), slo para referirse al hecho de que Dios escoge a los pecadores en particular para la sal-vacin y la vida eterna (Romanos 8:29; Efesios 1:45, 11). No obstante, muchos han sealado que las Escritu-ras tambin le adjudican a Dios una decisin por adelantado con respecto a aquellos que al final no sern sal-vos (Romanos 9:629; 1 Pedro 2:8; Judas 4), y as es como se ha convertido en algo usual dentro de la teologprotestante el definir la predestinacin como una decisin de Dios que incluye tanto su decisin de salvar aalgunos del pecado (eleccin), como su decisin de condenar al resto por su pecado (reprobacin), ambas co-sas juntas.

    A la pregunta sobre la base en que se apoya Dios para escoger a los que van a ser salvos, se contesta a vecdiciendo: sobre la base de su presciencia de que, cuando se encuentren con el Evangelio, van a escoger a Criscomo Salvador. En esa contestacin, la presciencia significa un conocimiento previo pasivo por parte de Dios,con respecto a lo que van a hacer las personas, sin que sea l quien determine de antemano su accin. Sin embargo,

    [p 5 ] (a) Conocer antes, en Romanos 8:29; 11:2 (cf. 1 Pedro 1:2 y 1:20, donde algunas versiones traducenel texto griego como escoger) significa amar antes y designar antes: no se expresa aqu la idea de que uespectador sepa de antemano lo que va a suceder de manera espontnea.

    (b) Puesto que todos estn muertos en el pecado por naturaleza (es decir, cortados de la vida de Dios e in-capaces de reaccionar ante l), nadie que escuche el Evangelio llegar jams al arrepentimiento y la fe sin unimpulso interno que slo Dios puede impartir (Efesios 2:410). Jess dijo: Ninguno puede venir a m, si no lefuere dado por el Padre (Juan 6:65. cf. 44; 10:2528). Los pecadores escogen a Cristo, slo porque Dios losescogi a ellos para esta decisin, y los movi a ella, renovando su corazn.

    Aunque todos los actos humanos son libres, en el sentido de que es el propio ser humano quien toma susdecisiones, ninguno de ellos se halla fuera del control de Dios, de acuerdo con sus propsitos eternos y lo dis-puesto por l de antemano.

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    Por consiguiente, los cristianos le deben dar gracias a Dios por su conversin, pedirle que los mantenga enla gracia a la cual los ha trado, y esperar seguros su triunfo final, de acuerdo con lo dispuesto en su plan.

    [p 51]

    TRINIDAD DIOS ES UNO Y TRES

    As dice Jehov Rey de Israel, y su Redentor, Jehov de los ejrcitos: Yo soy el primero, y yo soy el postrerfuera de m no hay Dios.

    Isaas 44:6El Antiguo Testamento insiste continuamente en que slo hay un Dios, el Creador que se ha revelado a s mismo, a quien se debe adorar y amar de manera exclusiva (Deuteronomio 6:45; Isaas 44:645:25). El NuevoTestamento est de acuerdo (Marcos 12:2930;1 Corintios 8:4; Efesios 4:6; 1 Timoteo 2:5), pero habla del Pa-dre, el Hijo y el Espritu Santo, tres agentes personales que obran juntos como equipo para producir la salva-cin (Romanos 8; Efesios 1:1314; 2 Tesalonicenses 2:1314; 1 Pedro 1:2). La formulacin histrica de la Trinidad (palabra derivada del latntrinitas , que significa cualidad de ser tres) trata de circunscribir y salva- guardar este misterio (no de explicarlo; eso est fuera de nuestro alcance), y nos hace enfrentarnos con unpensamiento que tal vez sea el ms difcil de cuantos se le ha pedido jams a la mente humana que maneje. Nes fcil, pero es cierto.

    Esta doctrina surge de los hechos que presentan los historiadores del Nuevo Testamento, y de la enseanzde revelacin que, hablando a lo humano, creci a partir de esos hechos. Jess, quien or a su Padre y les en-se a los discpulos a hacer lo mismo, los convenci tambin de que l era personalmente divino, y la creen-cia en su divinidad y en que es correcto ofrecerle nuestra adoracin y nuestras oraciones, es bsica dentro dela fe del Nuevo Testamento[p 52] (Juan 20:2831; cf. 1:18; Hechos 7:59; Romanos 9:5; 10:913; 2 Corintios12:79; Filipenses 2:56; Colosenses 1:1517; 2:9; Hebreos 1:112; 1 Pedro 3:15). l mismo prometi enviarotro Parclito (l haba sido el primero), y la palabra parclito describe un ministerio personal con muchasfacetas, como las de consejero, abogado, ayudador, consolador, aliado, apoyo (Juan 14:1617, 26: 15:2627;16:715). Este otro Parclito, que vino el da de Pentecosts para cumplir con este ministerio prometido, era eEspritu Santo, reconocido desde el principio como una tercera persona divina: mentirle a l, dijo Pedro pocodespus de Pentecosts, es mentirle a Dios (Hechos 5:34).

    As fue como Cristo orden que se bautizara en el nombre (singular: un Dios, un nombre) del Padre, y deHijo, y del Espritu Santo: las tres personas que son el Dios nico al que se consagran los cristianos (Mateo28:19). As es como encontramos a las tres personas en el relato sobre el bautismo del propio Jess: el Padrereconoce al Hijo, y el Espritu manifiesta su presencia en la vida y el ministerio del Hijo (Marcos 1:911). Ases como leemos la bendicin trinitaria de 2 Corintios 13:14, y la oracin para pedirles gracia y paz al Padre, aEspritu y a Jesucristo, en Apocalipsis 1:45 ( habra puesto Juan al Espritu entre el Padre y el Hijo si no lohubiera considerado divino en el mismo sentido que ellos?). stos son algunos de los ejemplos ms destacadocon respecto a la postura y el nfasis trinitario del Nuevo Testamento. Aunque no aparezca en su texto el len- guaje tcnico del trinitarianismo histrico, la fe y el pensamiento trinitarios estn presentes a lo largo de todassus pginas, y en ese sentido, se debe reconocer la Trinidad como una doctrina bblica: una verdad eternaacerca de Dios que, aunque no aparece nunca de manera explcita en el Antiguo Testamento, es clara y mani-fiesta en el Nuevo.

    La afirmacin bsica de esta doctrina es que la unidad del Dios nico es compleja. Las tres subsistenciaspersonales (como se les llama) son centros iguales y coeternos de conciencia propia; cada una de ellas es unyo en relacin con[p 53] dos que son t, y cada una de ellas participa de la plenitud de la esencia divina(la sustancia de la divinidad, si nos atrevemos a llamarla as), junto con las otras dos. No se trata de tres pa-peles representados por una sola persona (eso esmodalismo ); tampoco se trata de tres dioses que forman un grupo (eso estritesmo ); el Dios nico (l) es tambin e igualmente ellos, y ellos estn siempre juntos ysiempre cooperan. El Padre toma la iniciativa, el Hijo se somete y el Espritu ejecuta la voluntad de ambos, ques tambin la suya propia. sta es la verdad acerca de Dios que fue revelada a travs de las palabras y las obrade Jess, y que le proporciona una fuerte base a la realidad de la salvacin, tal como la presenta el Nuevo Testamento.

    La importancia prctica de la doctrina de la Trinidad se encuentra en que nos exige prestar igual atencin y dar igual honor a las tres personas en la unidad de su misericordioso ministerio con nosotros. Ese ministerio

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    es el tema que trata el Evangelio, que no es posible plantear, tal como lo demuestra la conversacin de Jesscon Nicodemo, sin traer a colacin sus distintos papeles dentro del plan de gracia divino (Juan 3:115; observen especial los vv. 3, 58, 1315, y los comentarios expositivos de Juan, que algunas versiones presentan comparte de la propia conversacin, vv. 1621). Segn la norma bblica, todas las formulaciones no trinitarias delmensaje cristiano son inadecuadas y, en realidad, fundamentalmente falsas, y por naturaleza, tendern a desfi- gurar la vida cristiana.

    [p 54]SANTIDAD DIOS ES LUZ

    Porque yo soy Jehov vuestro Dios; vosotros por tanto os santificaris, y seris santos, porque yo soy santo Levtico 11:44

    Cuando las Escrituras llaman santo a Dios, o a una de las personas de la Trinidad (como hace con frecuen-cia: Levtico 11:4445; Josu 24:19; Isaas 2:2; Salmo 99:9; Isaas 1:4; 6:3; 41:14, 16, 20; 57:15; Ezequiel39:7; Ams 4:2; Juan 17:11; Hechos 5:34, 32; Apocalipsis 15:4), esta palabra comprende todo aquello enDios que lo distingue de nosotros y lo hace objeto de reverencia, adoracin y temor para nosotros. Abarca to-dos los aspectos de su grandeza trascendente y de su perfeccin moral, y constituye as un atributo de todos suatributos, que seala la presencia de la deidad de Dios en todos sus puntos. Podemos hablar con toda correccin de cada una de las facetas de la naturaleza de Dios, y cada uno de los aspectos de su personalidad, lla-mndolos santos, porque lo son. No obstante, el ncleo del concepto se halla en la pureza de Dios, que no puede tolerar ninguna forma de pecado (Habacuc 1:13), y llama por tanto a los pecadores a humillarse continua-mente ante su presencia (Isaas 6:5).

    La justicia, que significa que hace en todas las circunstancias lo que es correcto, es una de las expresionesde la santidad de Dios. l manifiesta su justicia como legislador y juez, y tambin al cumplir sus promesas yperdonar el pecado. Su ley moral, que exige una conducta que est de acuerdo con la suya propia, es santa, justa y buena (Romanos 7:12). El juzga con justicia, teniendo en cuenta las violaciones reales[p 55] (Gnesis18:25; Salmos 7:11; 96:13; Hechos 17:31). Su ira; esto es, su hostilidad judicial activa contra el pecado, estotalmente justa en sus manifestaciones (Romanos 2:516), y sus juicios particulares (castigos retributivos)son gloriosos y dignos de alabanza (Apocalipsis 16:5, 7; 19:14). Cada vez que Dios cumple con su pacto, ac-

    tuando para salvar a los suyos, se trata de un gesto de rectitud, o sea, de justicia (Isaas 51:56; 56:1; 63:1; 1 Juan 1:9). Cuando Dios justifica a los pecadores por medio de la fe en Cristo, lo hace apoyndose en la justicique ha sido hecha; esto es, en el castigo que Cristo, nuestro sustituto, ha sufrido en su persona por nuestrospecados; as, la forma que toma esta misericordia justificante lo presenta a l como total y absolutamente justo(Romanos 3:2526), y se presenta nuestra propia justificacin como justificada en el sentido judicial.

    Cuando Juan dice que Dios es luz, sin que haya tiniebla alguna en l, esta imagen est reafirmando susanta pureza, que hace imposible la intimidad entre l y los que son voluntariamente impos, y que exige quela bsqueda de la santidad y de la justicia en la vida sea una preocupacin central para el pueblo cristiano (1 Juan 1:52:1; 2 Corintios 6:147:1; Hebreos 12:1017). El llamado hecho a los creyentes, regenerados y per-donados como son, a practicar una santidad que est de acuerdo con la del propio Dios, y agradarle de estaforma, es constante en el Nuevo Testamento, como de hecho lo fue tambin en el Antiguo (Deuteronomio30:110; Efesios 4:175:14; 1 Pedro 1:1322). Porque Dios es santo, el pueblo de Dios tambin debe ser sant

    [p 56]BONDAD

    DIOS ES AMOR Alabad a Jehov, porque l es bueno, porque

    para siempre es su misericordia. Salmo 136:1

    Se suele explicar la declaracin de que Dios es amor en funcin de (a) la revelacin, presentada por mediode la vida y las enseanzas de Cristo, de que la inagotable vida del Dios uno y trino es una vida de afecto yhonra mutuos (Mateo 3:17; 17:5; Juan 3:35; 14:31; 16:1314; 17:15, 2226), unida a (b) el reconocimiento

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    de que Dios hizo a los ngeles y los seres humanos para que glorificaran a su Hacedor, compartiendo el gozosintercambio de esta vida divina a su propio modo, en su condicin de criaturas. Sin embargo, por cierto queesto parezca ser, cuando Juan dice que Dios es amor (1 Juan 4:8), lo que quiere decir (tal como explica msadelante) es que el Padre, por medio de Cristo, nos ha salvado realmente a nosotros, que ramos pecadoresperdidos, y ahora creemos. En esto se mostr el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envi a su Hijounignito al mundo, para que vivamos por l. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado aDioscosa que no hemos hecho, sino en que l nos am a nosotros, y envi a su Hijo en propiciacin ponuestros pecados (4:910).

    Al igual que sucede siempre en el Nuevo Testamento, nosotros como objeto y beneficiarios del amor redentor significa nosotros los que hemos credo. Ni en este lugar, ni en ningn otro, nosotros se refiere atodos y cada uno de los integrantes de la raza humana. Las enseanzas del Nuevo Testamento con respecto a redencin son particulalristas[p 57] por completo, y cuando se dice que Dios am y redimi al mundo (Juan3:1617; 2 Corintios 5:19; 1 Juan 2:2), se est haciendo referencia al gran nmero de elegidos por Dios que sehallan esparcidos por el mundo entero, en medio de la comunidad humana impa (cf. Juan 10:16; 11:5253);no a todas las personas que hayan existido, existan o vayan a existir. Si no fuera as, Juan y Pablo estaran contradiciendo cosas que dicen en otros textos.

    Este amor soberano redentor es una de las facetas de la cualidad que las Escrituras llaman bondad deDios (Salmo 100:5; Marcos 10:18); esto es, la gloriosa gentileza y generosidad con la que toca a todas sus criaturas (Salmo 145:9, 1516), y que debe conducir a todos los pecadores al arrepentimiento (Romanos 2:4). Lootros aspectos de esta bondad son la misericordia, compasin o lstima, que manifiesta bondad hacia las per-sonas angustiadas, rescatndolas de sus dificultades (Salmos 107, 136) y la paciencia, indulgencia y lentitudpara la ira que siguen manifestando bondad hacia la persona, aunque sta persista en su pecado (xodo 34:6;Salmo 78:38; Juan 3:104:11; Romanos 9:22; 2 Pedro 3:9). No obstante, la expresin suprema de la bondad dDios sigue siendo la maravillosa gracia y amor inefable que manifiesta bondad al salvar a unos pecadores queslo merecen la condenacin; mas an, salvndolos al enorme precio de la muerte de Cristo en el Calvario(Romanos 3:2224; 5:58; 8:3239; Efesios 2:110; 3:1418; 5:2527).

    La fidelidad de Dios a sus propsitos, promesas y pueblo es otro aspecto ms de su bondad, que lo hacedigno de toda alabanza. Los humanos mentimos y quebrantamos nuestra palabra; Dios no hace ninguna deestas dos cosas. En los tiempos ms difciles, podemos an decir: Nunca decayeron sus misericordias Grade es tu fidelidad (Lamentaciones 3:2223; Salmo 36:5; cf. Salmo 89, en especial los vv. 12, 14, 24, 33, 37,49). Aunque las formas en que Dios expresa su fidelidad sean a veces inesperadas y desconcertantes, y cierta-mente le parezcan al observador superficial, y a corto plazo, ms una[p 58] infidelidad que otra cosa, el testi-monio final de aquellos que caminan con Dios a travs de los altibajos de la vida, es que no ha faltado unapalabra de todas las buenas palabras que Jehov nuestro Dios haba dicho de ellos; todas les han acontecido, nha faltado ninguna de ellas (Josu 23:1415). La fidelidad de Dios, junto con los dems aspectos de su misercordiosa bondad, tal como los presenta su Palabra, constituye siempre un slido fundamento sobre el cualpueden descansar nuestra fe y nuestra esperanza.

    [p 59]

    SABIDURA LA VOLUNTAD DOBLE DE DIOS ES UNA SOLA

    Sea bendito el nombre de Dios de siglos en siglos, porque suyos son el poder y la sabidura.

    Daniel 2:22En las Escrituras, la palabra sabidura se refiere a escoger como meta los fines mejores y ms nobles, juntocon los medios ms adecuados y eficaces para llegar a ellos. La sabidura humana aparece en los libros sapienciales del Antiguo Testamento (Job, Salmos, Proverbios, Eclesiasts y Cantar de los Cantares, donde se nos inca cmo sufrir, orar, vivir, disfrutar y amar respectivamente) y en la epstola de Santiago (que exige una con-ducta cristiana constante): significa hacer del temor de Dioses decir, de la adoracin reverente y el servi-cio dirigido a lnuestra meta (Proverbios 1:7; 9:10; Eclesiasts 12:13) y cultivar la prudencia, la fortaleza, paciencia y el celo como medios para lograrlo. Vemos la sabidura de Dios en sus obras de creacin, conservacin y redencin: est en el hecho de que haya tomado su propia gloria como meta (Salmo 46:10; Isaas 42:8;48:11), y su decisin de alcanzarla en primer lugar creando una maravillosa variedad de cosas y personas(salmo 104:24; Proverbios 3:1920), en segundo lugar, por bondadosas manifestaciones providenciales de

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    todo tipo (Salmo 145:1316; Hechos 15:17), y en tercer lugar por la sabidura redentora de Cristo crucifi-cado (1 Corintios 1:182:16) y la Iglesia mundial resultante (Efesios 3:10).

    La manifestacin de la sabidura de Dios comprende la expresin de su voluntad en los dos sentidos quetiene esta[p 6 ] frase. En el sentido primero y ms fundamental, la voluntad de Dios es su decisin o decretoacerca de lo que va a suceder: su propsito eterno, segn el consejo de su voluntad, por medio del cual, parasu propia gloria, l haba preordenado todo cuanto llegue a suceder (Catecismo Breve de Westminster, P. 7).

    sta es la voluntad de Dios con respecto a los acontecimientos, de la que se habla en Efesios 1:11. En el segudo sentido, secundario, la voluntad de Dios es su mandato; es decir, su instruccin, dada en las Escrituras, conrespecto a lo que deben hacer o evitar los seres humanos; en ocasiones se la llama voluntad preceptiva (vansRomanos 12:2; Efesios 5:17; Colosenses 1:9; 1 Tesalonicenses 4:36). Algunas de sus exigencias estn enraizdas en su personalidad santa, que nosotros debemos imitar: as son los principios del Declogo y los dos gran-des mandamientos (xodo 20:117; Mateo 22:3740; cf. Efesios 4:325:2). Otras exigencias dependen sencillamente del hecho de que son de institucin divina: as eran la circuncisin y las leyes del Antiguo Testamentcon respecto a los sacrificios y la pureza, y as son hoy el bautismo y la Santa Cena. No obstante, todos obligapor igual a la conciencia, y el plan de Dios sobre los acontecimientos incluye las buenas obras de obediencique han de realizar aqullos que crean (Efesios 2:10).

    Algunas veces es difcil creer que una costosa obediencia, que nos pone en desventaja con respecto almundo (como suele suceder con la obediencia leal a Dios), forme parte de un plan predestinado para promo-ver tanto la gloria de Dios como nuestro propio bien (Romanos 8:28). No obstante, debemos glorificar a Dios,creyendo que as son las cosas, y que un da veremos que es cierto, porque su sabidura es suprema y nuncafalla. Dar a conocer su voluntad preceptiva, y gobernar las respuestas que d a ella el libre albedro humano,es uno de los medios por los cuales Dios realiza su voluntad en los sucesos, aun cuando la respuesta sea deincredulidad y desobediencia. Pablo ilustra esto cuando les dice a los romanos que la incredulidad de Israeltiene su lugar [p 61] en el plan de Dios para la extensin del Evangelio (Romanos 11:1115, 2532): algo queal darse cuenta, hace exclamar: Oh profundidad de las riquezas de la sabidura y de la ciencia de Dios! Al sea la gloria por los siglos. Amn (vv. 33, 36). Que sea ste tambin nuestro clamor.

    [p 62]

    MISTERIO DIOS ES INCOMPARABLEMENTE GRANDE

    Tuya es, oh Jehov, la magnificencia y el poder, la gloria, la victoria y el honor; porque todas las cosas que estn en los cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo, oh Jehov, es el reino, y t eres excelso sobre todos. 1 Crnicas 29:11

    Dios es grande, dicen las Escrituras (Deuteronomio 7:21; Nehemas 4:14; Salmos 48:1; 86:10; 95:3; 145:3;Daniel 9:4): mayor de lo que nosotros podemos comprender. La teologa lo declara, describindolo como in-comprensible, no en el sentido de que la lgica sea para l algo distinto de lo que es para nosotros, de maneraque nos sea del todo imposible seguir el funcionamiento de su mente, sino en el sentido de que nunca lo po-dremos comprender por completo, sencillamente porque l es infinito, mientras que nosotros somos finitos.Las Escrituras dicen de Dios que habita, no slo en una oscuridad espesa e impenetrable, sino tambin en unaluz inaccesible (salmo 97:2; 1 Timoteo 6:16), y ambas imgenes expresan el mismo pensamiento: nuestroCreador est por encima de nosotros, y est fuera de nuestras posibilidades el medirlo de manera alguna.

    Algunas veces se expresa esto, hablando del misterio de Dios, con lo que no se utiliza esta palabra en elsentido bblico de un secreto que Dios ha revelado ahora (Daniel 2:2930; Efesios 3:26), sino en el sentido,desarrollado ms recientemente, de una realidad que no tenemos capacidad suficiente para entender de unamanera adecuada, por mucho que se diga acerca de ella. Dios nos dice en la Biblia que la creacin, su provi-dencial gobierno, la Trinidad, la Encarnacin, la obra[p 63] regeneradora del Espritu, la unin con Cristo ensu muerte y resurreccin y la inspiracin de las Escrituraspor no ir ms allson realidades, y aceptamos spalabra de que lo son, pero creemos que son, sin saber cmo pueden ser. En nuestra condicin de criaturas,somos incapaces de comprender completamente el ser y las acciones del Creador.

    No obstante, as como sera errneo suponer que lo sabemos todo con respecto a Dios (y as, al efecto, sercomo aprisionarlo en la caja de nuestra propia nocin limitada sobre l), tambin sera errneo dudar de quenuestro concepto constituya un conocimiento verdadero de l. Parte de lo que significa que hayamos sidocreados a imagen de Dios es que somos capaces, tanto de saber cosas acerca de l, como de conocerlo a l de

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    manera relacional en un sentido verdadero, aunque limitado, del conocimiento; y cuanto Dios nos dice en lasEscrituras acerca de s mismo, es cierto en toda su extensin. Calvino hablaba de que Dios haba sido condes-cendiente con nuestra debilidad, y se haba acomodado a nuestras capacidades, tanto en la inspiracin de lasEscrituras, como en la encarnacin de su Hijo, para podernos dar una comprensin genuina de s mismo. Laforma y la sustancia de la forma en que un padre habla con su nio pequeo no tienen comparacin algunacon todo lo que contiene la mente de ese padre, y que l podra expresar plenamente si estuviera hablando conotro adulto; pero el nio recibe en la conversacin sencilla del padre unos datos informativos reales, aunquelimitados, acerca de su padre, y su respuesta de amor y confianza crece de acuerdo con ellos. sa es la analogen esta situacin.

    Ahora vemos por qu nuestro Creador se nos presenta de manera antropomrfica, como si tuviera un ros-tro (xodo 33:11), una mano (1 Samuel 5:11), un brazo (Isaas 53:1), odos (Nehemas 1:6), ojos (Job 28:10) pies (Nahum 1:3), y tambin sentado en un trono (1 Reyes 22:19), volando en el viento (Salmo 18:10) y com-batiendo en una batalla (2 Crnicas 32:8; Isaas 63:16). No se trata de descripciones de[p 64] lo que Dios esen s mismo, sino de lo que l es para nosotros; o sea, el Seor trascendente que se relaciona con su pueblocomo Padre y amigo, y acta como aliado suyo. Dios se nos presenta de esta manera para llevarnos a la adoracin, el amor y la confianza, aunque en cuanto a conceptos seamos siempre como esos nios pequeos queoyen hablar a su padre a su propio nivel, y slo conocen en parte al que les habla (1 Corintios 13:12).

    No debemos olvidar nunca que en todos los casos, la teologa es para la doxologa: la expresin ms genuina de confianza en un Dios grande ser siempre la adoracin, y siempre ser una adoracin correcta la ala-banza a Dios por ser mucho ms grande de lo que nosotros podemos entender.

    [p 65]

    PROVIDENCIA DIOS GOBIERNA ESTE MUNDO

    La suerte se echa en el regazo; mas de Jehov es la decisin de ella. Proverbios 16:33

    Las obras de la providencia de Dios son sus obras ms santas, sabias y poderosas, que conservan y gobiernana todas sus criaturas, y todas las acciones de ellas (Catecismo Breve de Westminster, P. 11). Si la Creacin fuun ejercicio nico de energa divina que caus que el mundo llegase a ser, la providencia es un ejercicio con-tinuo de esa misma energa, por medio del cual el Creador, segn su propia voluntad, (a) hace que sigan sien-do todas sus criaturas, (b) se involucra en todo lo que sucede y (c) dirige todas las cosas hacia el fin que l lesha sealado. Es un modelo de administracin personal con propsitos definidos y control directo total: Diostiene completo control sobre su mundo. Aunque su mano permanezca escondida, su dominio es absoluto.

    Hay quienes han restringido la providencia de Dios a una presciencia sin control, o a un sostener sin inter-venir, o a una supervisin general sin preocupacin por los detalles, pero los testimonios a favor de su provi-dencia tal como ha sido formulada anteriormente, son abrumadores.La Biblia ensea con claridad que Dios tiene un control providencial (1) sobre el universo en general: Salmo103:19; Daniel 4:35; Efesios 1:11; (2) sobre el mundo fsico: Job 37; Salmos 104:14; 135:6; Mateo 5:45; (3)sobre la creacin irracional: Salmo 104:21, 28; Mateo 6:26; 10:29; (4) sobre los asuntos de las naciones: Job12:23; Salmos 22:28; 66:7;[p 66] Hechos 17:26; (5) sobre el nacimiento del hombre y su suerte en la vida: 1Samuel 16:1; Salmo 139:16; Isaas 45:5; Glatas 1:1516; (6)sobre los xitos y fracasos externos en la vida delos hombres: Salmo 75:6, 7; 1:52; (7) sobre cosas aparentemente accidentales o insignificantes: Proverbios16:33; Mateo 10:30; (8)en la proteccin de los justos: Salmos 4:8; 5:12; 63:8; 121:3; Romanos 8:28; (9) ensatisfacer las necesidades de los suyos: Gnesis 22:8, 14; Deuteronomio 8:3; Filipenses 4:19; (10) en responda la oracin: 1 Samuel 1:19; Isaas 20:5, 6; 2 Crnicas 33:13; Salmo 65:2; Mateo 7:7; Lucas 18:7, 8; y (11) endescubrir y castigar a los malvados: Salmos 7:1213; 11:6 . (L. Berkhof, Systematic Theology [Teologa Siste-mtica ], 4a ed.)

    Para poder pensar con claridad en la forma en que Dios se envuelve en el proceso del mundo y en los actode las criaturas racionales, hacen falta unos conjuntos adicionales de afirmaciones, como stas: una personaentra en accin, o se origina un suceso debido a causas naturales, o Satans mete la mano; no obstante, Diospasa por encima de todo eso. ste es el mensaje del libro de Ester, donde no aparece el nombre de Dios porninguna parte. Tambin: se hacen cosas que van en contra de lo que ordena la voluntad de Dios; sin embargo,cumplen su voluntad con respecto a los sucesos (Efesios 1:11). Otra: los humanos buscan la maldad en lo que

  • 8/12/2019 PACKERJ I Teologia Concisa

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    hacen, pero Dios, que pasa por encima de todo esto, usa sus acciones para el bien (Gnesis 50:20; Hechos2:23). Una vez ms: los humanos pecan bajo el dominio total de Dios; no obstante, l no es el autor del pecad(Santiago 1:1317), sino su juez.

    La naturaleza de la participacin concurrente o confluente de Dios en todo lo que sucede en su mun-do, para hacer que se cumpla su voluntad con respecto a los acontecimientos, sin violar la naturaleza de lascosas, los procesos informales que estn en marcha ni el libre albedro del ser humano, es un misterio para

    nosotros, pero lo que ensea continuamente la Biblia con respecto a su influencia sobre el mundo, es lo que yhemos presentado.[p 67] Con respecto a los males que infectan el mundo de Dios (la perversidad moral y espiritual, el des-

    perdicio de bienes y los desrdenes y trastornos fsicos de un cosmos echado a perder), se puede decir en re-sumen: Dios permite el mal (Hechos 14:16); castiga el mal con mal (Salmo 81:1112; Romanos 1:2632); sacbien del mal (Gnesis 50:20; Hechos 2:23; 4:2728; 13:27; 1 Corintios 2:78); usa el mal para probar y disci-plinar a quienes ama (Mateo 4:111; Hebreos 12:414), y un da redimir a su pueblo por completo del poder y la presencia del mal (Apocalipsis 21:27; 22:1415).

    La doctrina de la providencia les ensea a los cristianos que ellos nunca se encuentran a merced de unasfuerzas ciegas (la fortuna, el azar, la suerte, el destino), que todo cuanto les sucede se halla en los planes deDios, y que cada suceso llega como una nueva convocacin a confiar, obedecer y regocijarse, sabiendo quetodo es para su bien espiritual y eterno (Romanos 8:28).

    [p 68]

    MILAGROS DIOS MANIFIESTA SU PRESENCIA Y SU PODER

    Y Jehov oy la voz de Elas, y el alma del nio volvi a l, y revivi. 1 Reyes 17:22

    Las Escrituras no tienen una sola palabra que corresponda a nuestro vocablo milagro. Este concepto es unamezcla de los pensamientos expresados por tres trminos: prodigio, obra de poder y seal .

    La nocin primaria es la de prodigio . (La palabramilagro , del latn mirculum , denota algo que produceadmiracin). Un milagro es un suceso que, al observarlo, provoca consciencia de la presencia y el poder deDios. Con propiedad, se califica de milagros a las manifestaciones de la providencia y las coincidencias asom-brosas, y a sucesos prodigiosos como el nacimiento de un nio, de igual manera que a las obras de nuevo po-der creador, puesto que tambin despiertan esa consciencia. Al menos en este sentido, hay milagros hoy.

    La idea de laobra de poder se centra en la impresin que causan los milagros, y seala la presencia de ac-tos sobrenaturales de Dios en la historia bblica, en los que participa el mismo poder que cre al mundo a par-tir de la nada. As tenemos la resurreccin de personas muertas, que Jess realiz en tres ocasiones, sin contarla suya propia (Lucas 7:1117; 8:4956; Juan 11:3844), y Elas, Eliseo, Pedro y Pablo, una vez cada uno deellos (1 Reyes 17:1724; 2 Reyes 4:1837; Hechos 9:3641; 20:912), es una obra de este poder creador; noes posible explicarla en funcin de coincidencias, o de que la naturaleza haya seguido su curso. Lo mismo escierto cuando se habla de sanidades orgnicas, de las cuales los[p 69] evangelios relatan muchas; en ellastambin se exhibe una recreacin y restauracin sobrenatural.

    La palabraseal como definicin de un milagro (la usada continuamente en el evangelio de Juan, donde serelatan siete milagros clave) significa que son seal de algo; en otras palabras, que llevan en s un mensaje. Lomilagros de las Escrituras se hallan agrupados casi todos en los tiempos del xodo, de Elas y Eliseo, y de Cri y sus apstoles. En primer lugar, autentican a los propios obradores de milagros como representantes y mensa jeros de Dios (cf. xodo 4:19; 1 Reyes 17:24; Juan 10:38; 14:11; 2 Corintios 12:12; Hebreos 2:34), y tam-bin manifiestan algo del poder de Dios para salvar y juzgar. se es su significado.

    La fe en lo milagroso es integral en el cristianismo. Los telogos que descartan todos los milagros, con loque se obligan a s mismos a negar la encarnacin y la resurreccin de Jess, los dos milagros supremos de laEscrituras, no se deberan proclamar cristianos: su proclamacin no sera vlida. El rechazo de