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Revista del Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA) Eva Perón Volumen 3 N° 2 Julio –Diciembre 2012 Florentino Sanguinetti INMANENCIA ISSN: 2250-5423

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Revista del Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA) Eva Perón

Volumen 3 N° 2 Julio –Diciembre 2012

Florentino Sanguinetti

INMANENCIA

ISSN: 2250-5423

P á g i n a | 1

INMANENCIA

INMANENCIA

HIGA EVA PERÓN

DIRECTORES

Dr. Jorge Luis Manrique

Dra. Marcela Benhaim

Dra. Mirta Cameán

COMITÉ EDITORIAL

Dra. Marcela Benhaim

Dra. Mirta Cameán

Dr. Florencio Guerrero

Dr. Jorge Luis Manrique

Dr. Ricardo Migliore

Dr. Eduardo Sadier

Dr. Victor Alfredo Sinisi

Dr. Ruben Tucci

SECRETARIA DE REDACCIÓN

María Inés Leze

REVISORES

Dr. Eduardo Arribalzaga

DIRECTORES

Dr. Ricardo Algranati

Dr. Raúl Sayour

Dr. Ricardo Smith

Dra. Adriana Villarosa

Dr. Rubén Tucci

COMITÉS

Bioética: Dra. Susana Torres

Docencia: Dr. Luciano Della Rosa

Enlace: Dr. Eduardo Sadier

TRADUCCIÓN DE RESÚMENES

Portugués:

Mg. Ana Lia Torre Obeid.

Prof. Tit. Idioma portugués. FCE. UNLP.

Inglés:

Dra. María Soledad Manrique,

Ciencias de la Educación. UBA.

Dr. Eduardo Capparelli

Dra. Liliana Doglia

Dr. Alberto Dos Santos

Dr. Jorge Filisetti

Dr. Alberto Giniger

Dr. Ricardo Grispan

Dr. Osvaldo Mormandi

Dra. Annita Scarlatti

Dr. Leonardo Martín Solvey

EDITORES RESPONSABLES

Dr. Ruben Tucci

Dr. Jorge Luis Manrique

Dra. Marcela Benhaim

Dra. Mirta Cameán

DIAGRAMACIÓN EDITORIAL

Dra. Mirta Cameán

ASESOR DE DISEÑO

Emanuel Argüello Pesich

El material contenido en esta publicación está protegido por derechos de autor y puede ser reproducido total o parcialmente solo si se cita

su fuente de origen de forma adecuada.

Correo Electrónico: [email protected] Dirección. : Av. Balbín 3100. San Martín (1650)

Revista del Hospital Interzonal de Agudos (HIGA) Eva Perón

ISSN: 2250-5423

INMANENCIA. 2013; 3:1-1

Volumen 3 N° 2 Julio - Diciembre 2012

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INMANENCIA

Ilustración

Florentino Sanguinetti

Médico y Artista plástico argentino

MIRTA CAMEÁN

Volumen 3 N° 2 Julio – Diciembre 2012

Florentino Sanguinetti, muestra en su obra, por momentos escenográfica, figuras de colores vivos

que se despliegan con energía expresionista y relatan aventuras dramáticas que se repetirán en

toda su obra.

¡Cuánto se ha escrito del Arte en medicina y la Medicina como arte!!!

¿Cuántas cosas a veces son comunes?

Vassily Kandinsky, aseguraba…

“…cada pintura encierra misteriosamente toda una vida, una vida llena de sufrimientos, incertezas,

momentos de fervor y de luz. ¿Hacia dónde se dirige esta vida?

La multitud deambula por las salas y halla grandiosas o bellas las pinturas. Aquel hombre que po-

dría haber hablado no dijo nada, y aquel que podría haber escuchado no oyó ninguna cosa.

Tal estado del arte se denomina lʾart pour lʾart …”.

(Lo espiritual en el Arte. Ed. Andrómeda, pp. 23-2003)

Siguiendo esta línea de pensamiento, en un mundo donde lo espiritual parece diluirse, ¿pensamos,

desde la amplitud del concepto a la medicina por la medicina?

Dónde como “el observador en el arte”, “el paciente en el acto médico”

¿Es “él” el paciente , el principal protagonista?.

Sin “observador”, no “hay obra” y “sin enfermos” no hay Medicina.

INMANENCIA. 2013; 3: 2-2

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Sumario

AUTORIDADES 1 ILUSTRACIÓN 2 EDITORIAL 4 Inmanencia: Tercera entrega ARTÍCULO DE OPINIÓN 5 La sobremodernidad: descripción e inquietud. Jorge Luis

Manrique. 7 El aborto no punible (ANP), Apuntes y observaciones.

Jorge Luis Manrique ARTÍCULO ESPECIAL 11 Medicina y salud entre los griegos. Pablo Adrián Cavallero

ARTÍCULO ESPECIAL 14 La comunicación científica en un ambiente digital, Consi-

deraciones iniciales. Mg. Lic. Carlos EzeizaPohi.

TRABAJOS CIENTIFICOS Psicología 22 El rol del psicólogo en la guardia del HIGA Eva Perón. Una

miráda desde lo histórico – institucional – particular. Irene

Dreling, María Victoria Fernandez Vitale, Gabriela Santa

Cruz

CASO CLINICO Anatomía Patológica 29 Caso Clínico. Liliana Israelevich, Eduardo Veliz ARTÍCULO DE INTERÉS 30 Misión de la Universidad. Prof. Dr. Alfredo Martinez Marull CASO CLÍNICO Cirugía MEMENTO

36

41

Tratamiento No operatorio de lesión esplénica generada

por traumatismo cerrado. Argüello Pesich Emanuel, Di

Napoli Mariel, Galarce Daniel, Moreno Diego.

RESPUESTA Caso Clinico 42 Caso Clínico Anátomo Patológico. Liliana Israelevich,

Eduardo Veliz RELATOS 43 El otro, el mismo. Andrés Manrique

CRITERIOS EDITORIALES E INSTRUCCIONES PARA LOS AUTORES

46

Inmanencia, Revista del Hospital Interzonal de Agudos Eva Perón, es una publicación periódica semestral de contenido científico técnico y

profesional producida por agentes de la institución

Julio - Diciembre 2012

Volumen 3 N° 2

INMANENCIA. 2013; 3: 3-3

P á g i n a | 4

INMANENCIA: TERCERA ENTREGA

El guarismo o cifra uno expresa la unidad,

factor indivisible, origen de todos las canti-

dades. La suma de dos unidades conforma

la primera cifra par y la primera proporción.

La adición de tres unidades genera el pri-

mer número impar. A partir de éste, se

abren infinitas posibilidades de recuento.

Diversas culturas asignaron carácter caba-

lístico, místico o sagrado al número tres.

Entre otros, los credos egipcios, hindúes,

vikingos, escandinavos, griegos, romanos,

aztecas y cristianos, concibieron trinidades

divinas dominantes. Griegos y romanos

hicieron a Zeus o Júpiter, a Poseidón o

Neptuno y a Pluto o Plutón dioses de cie-

los, mares e infiernos. Tres Moiras o Par-

cas hilaban mantenían y podaban la exis-

tencia humana. Tres Erinias o Furias insta-

ban a la venganza por delitos contra la mo-

ral, la fidelidad y la sangre. Los reinos ani-

mal, vegetal y mineral agruparon a seres y

cosas existentes sobre la tierra. Pitágoras

atribuyó al número tres poder cabalístico

sobre las cosas, las causas y los efectos

pues observó que al utilizarlo como base

para cálculos matemáticos lograba cierta

regularidad en los resultados. “Todo núme-

ro tres es perfecto”, expresaba Virgilio, para

quien sintetizaba la armonía de los mundos

físico, moral e intelectual.

La historia humana registró tres religiones

monoteístas: el judaísmo, el cristianismo y

el islamismo. El arca de Noe tenía tres ni-

veles donde se alojaron tres ejemplares de

cada especie hasta el cese del diluvio y su

fin se certificó con el retorno de tres palo-

mas liberadas cada tres horas. La estancia

principal del Templo de Salomón estaba

precedida por las cámaras de la verdad, de

las ciencias y de las artes. La trinidad cris-

tiana comprende a Padre, Hijo y Espíritu

Santo. Melchor, Gaspar y Baltasar llegaron

hasta Belén para ofrendar oro, incienso y

mirra al Jesús recién nacido. En el monte

Calvario, Cristo y sus dos acompañantes

fueron fijados mediante tres clavos a los

maderos. El Nazareno falleció a las tres de

la tarde del viernes santo y resucitó al ter-

cer día. El islamismo reconoce cabeza,

cuerpo y miembros en el universo físico y

concede tres niveles de conocimiento al

alma: el experto, lo que se conoce y el co-

nocimiento en sí.

Quien superara por tres veces al adversario

en competencias tradicionales era ungido

como ganador, costumbre de la que se

supone derivada la expresión “…la tercera

es la vencida”. Durante los siglos XVI y

XVII muchas legislaciones imponían pena

capital al convicto de robo por tercera vez.

Varios de los Estados Unidos de Norteamé-

rica hoy aplican reclusión perpetua ante la

tercera condena1.

El Comité Editorial invoca el carácter mági-

co del tres para ofrecer un producto supe-

rior a los dos anteriores, aunque tal vez la

constancia sea el ingrediente necesario

para lograr el conjuro benéfico.

Se reitera la invitación a todos los interesa-

dos en publicar en INMANENCIA.

Los esperamos en

(http://ppct.caicyt.gov.ar/index.php/inmanen

cia/)([email protected]).

¡Hasta la próxima!

1. Respetable Logia Simbólica Centauro Numero

9-96. El numero tres, su significado en las cien-

cias, en la naturaleza, en las religiones y en

la masonería [en línea]. Mazatlán [Mexico]

<http://centauro996.wordpress.com/el-numero-

tres-su-significado-en-las-ciencias-en-la-

naturaleza-en-las-religiones-y-en-la-masoneria/>

[Consulta: noviembre de 2012]

EDITORIAL

INMANENCIA. 2013; 3: 4-4

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ARTÍCULO DE OPINIÓN

LA SOBREMODERNIDAD: descripción e inquietud

Dr. Jorge Luis Manrique

Marc Augé (1935- )1 efectuó un interesante

examen de la realidad que resulta oportuno

conocer para revisar a su través algunas

cuestiones actuales. Aquí, nos atrevemos a

resumir y glosar sus opiniones.

La Ilustración propuso el uso de la razón

para revisar y abandonar mitos del pasado.

La modernidad, formuló utopías sociales y

propuestas escatológicas apoyadas en

mitos del futuro. Max Weber (1864-1920)

calificó al periodo como propio de un “mun-

do desencantado”.

El desarrollo tecnológico permitió registrar,

almacenar y transmitir hechos traducidos

en imagen y sonido. Los ámbitos cultural,

económico y lingüístico se redefinieron,

contenidos en una red universal, interde-

pendiente, uniforme y homogénea. La velo-

cidad y omnipresencia de los dispositivos

asociaron la inmediatez de respuesta. Se

planteó la ilusión de “poder saber todo y de

todos” y la sensación de que “todo ocurre

aquí nomás, a un click de quien lo mira”. A

mediados de los años ´60, Herbert Marshall

McLuhan nominó a la cuestión como “aldea

global”.

A partir de la caída del Muro de Berlín

(1989), el mundo occidental dio por senta-

do (o quiso hacerlo) que sólo persistirían

sistemas gobernados por democracias re-

presentativas y sometidos a la economía

de mercado. En 1992, el politólogo Francis

Fukuyama estimó que había llegado “el fin

de la historia” y que todas las otras pro-

puestas políticas quedaban canceladas.

Sucesos posteriores lo desmintieron.

1 Marc Augé . Sobremodernidad: Del mundo de hoy al

mundo del mañana. http://www.mwmoria.com.mx/129/auge.htm

Cerca de fin del siglo XX se modificaron los

parámetros de la modernidad. Todas las

esferas del hacer y del saber registraron

cambios en relación con el valor y el peso

atribuido a la autoridad. A nivel universal,

empresas transnacionales asumieron pre-

suntos intereses nacionales o cuestiones

ideológicas “superiores” y en pos de bene-

ficios crematísticos exclusivos para sus

accionistas, generaron situaciones críticas.

Aumentó el producto bruto global, pero la

brecha entre ricos y pobres creció y los

índices de pobreza se elevaron definiendo

fracasos formales de la propuesta. Desór-

denes y violencias, sonados fracasos so-

ciales, políticos, económicos y morales

justificaron la nominación de “era del fin de

los grandes relatos”, acuñada por el filósofo

francés Jean-Francois Lyotard (1924-

1998).

La palabra y al menos un interlocutor válido

permitieron al hombre definir su identidad.

Cada uno pudo ser cada quien, distinguir-

se, reconocerse y establecer relaciones

consigo y con otros en la medida en que

ordenó y simbolizó tiempo y espacio. Así y

allí, en ese escenario, en tal lugar antropo-

lógico logró identidad el grupo que lo habi-

tara logró identidad y se hizo inteligible

para quien lo observara a través de un con-

trato social orgánico. La vida contemporá-

nea transcurre en ambientes de circulación,

consumo o comunicación impersonales

donde no caben referencias de la memoria

en la palabra de predecesores individuales

o grupales. Son sitios que “no pueden defi-

nirse ni como espacio de identidad ni como

relacional ni como histórico”, tales como

autopistas, aeropuertos, supermercados,

cadenas hoteleras, shopping-centers o

grandes centros de salud. Augé denomina

INMANENCIA. 2013; 3: 5-6

P á g i n a | 6

“no-lugares” a estos enclaves anónimos.

Allí, el individuo, solo, ignorado y mudo,

transcurre de incógnito agrupado con pares

impares con quienes establece contratos

transitorios y solitarios, condenado a no

encontrar ni reencontrar a quien desconoce

y lo desconoce.

La historia contemporánea se constituye

con relatos impersonales derivados de

fragmentos de información superpuestos.

Los sucesos transcurren en no-lugares y se

reducen a imágenes visuales y/ o auditivas

instantáneas. Espacios, tiempos, lugares y

sujetos reales se constituyen con inmedia-

tez y celeridad en entes virtuales que cul-

minan como representación de los hechos

acontecidos sin contener necesariamente

la verdad en cuanto realidad. El registro se

pierde en cuanto apenas logra comunicar al

sujeto vivencias personales. Lo cotidiano,

se homogeneiza. Lo extraordinario, goza

de alguna persistencia. Nada merece ob-

servación, aplauso ni crítica mantenidas.

“Se pasa a otro tema” o “se cambia el án-

gulo de la información”. Todo se abandona

sin solucionar. Sobran ejemplos en titulares

de los medios.

Personas o grupos de personas que insis-

ten en “pensar por sí mismos”, instauran

cosmologías, fundan obligaciones y gene-

ran legislaciones carentes de criterio de

realidad, divorciadas de intereses de las

comunidades que habitan y carentes de

solidaridad aún para los pares. Enuncian

normas impracticables, inaplicables, confu-

sas, irregulares o dañosas más propias de

consumidores pasivos que de protagonis-

tas activos y así, logran una indeseable

anomia. La lista de ejemplos crece de ma-

nera geométrica cuando se enfrentan si-

tuaciones de crisis económicas y políticas,

recientemente habituales en nuestro uni-

verso.

Cada época tuvo sus defectos. La nuestra

se inscribe en un palimpsesto donde lo

actual reemplaza a lo propio de un mundo

desencantado en el que los habitantes de

la aldea global insisten en epilogar una

historia a la que niegan grandes relatos. La

sobremodernidad, unificada y dividida,

uniformizada y diversa, desencantada y

reencantada se proyecta hacia el futuro

buscando satisfacer exclusivamente lo indi-

vidual. Si “todo tiene que ver con todo” la

dualidad de nuestra era constituye una

excelente ejemplo de ceremonial en honor

del dios Jano.

En “Más de cien mentiras”, Joaquín Sabina

recuerda que entre nuestros planes e ilu-

siones se cuentan “…proyectos que se

marchitaron, crímenes perfectos que no

cometimos,

retratos de novias que nos olvidaron y un

alma en oferta que nunca vendimos…” y

que a pesar de las dificultades descriptas ,

la fe en un futuro mejor, permite , aún, apo-

yarse en “…más de cien palabras, más de

cien motivos …,más de cien pupilas donde

vernos vivos, más de cien mentiras que

valen la pena…·

Augé estima que“… la historia de esta con-

temporaneidad, rica en esperanzas y car-

gada de contradicciones, es la que hoy

empieza” y “…el mañana, seguirá siendo

una aventura identitaria donde la relación

entre unos y otros será más que nunca un

desafío”. Cada uno debe responder desde

su rol y en su momento.

Referencias bibliográficas Augé, M. Hacia una antropología de los mundos contempo-

ráneos. Barcelona: Gedisa, 1995.

Augé, M. La guerra de los sueños. Ejercicios de etno-ficción.

Barcelona: Gedisa. 1997.

Augé, M. Los no-lugares. Espacios del anonimato. Una

antropología de la sobre modernidad. Barcelona: Gedisa.

1998

Augé, M. Ficciones de fin de siglo, Barcelona: Gedisa. 2001

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ARTÍCULO DE OPINIÓN

EL ABORTO NO PUNIBLE (ANP)

Apuntes y observaciones Dr. Jorge Luis Manrique

En el curso del último año y como reflejaron

los medios, el aborto no punible (ANP) se

constituyó en tema de discusión y generó

secuelas normativas de trascendencia.

Poco se recuerda hoy de la cuestión, que

constituye un claro ejemplo de hecho “im-

portante” para la comunidad de la sobre-

modernidad.

Una breve síntesis

El 13 de marzo de 2012 la Suprema Corte

de Justicia dictaminó sobre la conducta por

adoptar ante el caso de una niña de 15

años embarazada a raíz de una violación

(F. A. L. s/ medida autosatisfactiva. F. 259.

XLVI). La sentencia se funda en la interpre-

tación del artículo 86 del Código Penal Ar-

gentino, que dice: ”Incurrirán en las penas

establecidas en el artículo anterior (85) y

sufrirán, además, inhabilitación especial por

doble tiempo que el de la condena, los mé-

dicos, cirujanos, parteras o farmacéuticos

que abusaren de su ciencia o arte para

causar el aborto o cooperaren a causarlo.

El aborto practicado por un médico diplo-

mado con el consentimiento de la mujer

encinta, no es punible: 1º Si se ha hecho

con el fin de evitar un peligro para la vida o

la salud de la madre y si este peligro no

puede ser evitado por otros medios. 2º Si el

embarazo proviene de una violación o de

un atentado al pudor cometido sobre una

mujer idiota o demente. En este caso, el

consentimiento de su representante legal

deberá ser requerido para el aborto1. El

dictamen trató en abstracto la cuestión,

resuelta meses antes y estableció jurispru-

dencia respecto de la ejecución del aborto

no punible (ANP). Autorizó el aborto y lo

eximió de pena cuando el embarazo se

origina en la relación sexual no consentida

por la mujer. La ejecución del ANP exige

declaración jurada de la víctima, no requie-

re denuncia policial ni autorización judicial.

El dictamen sugiere evitar retrasos innece-

sarios en la práctica así como garantizar la

información y la confidencialidad. Reco-

mienda reconocer a los miembros del equi-

po de salud el derecho de objeción de con-

ciencia 1.

Desde hace años el tema ocupa al Estado.

En octubre de 2007, el Ministerio de Salud

de la Nación dio a conocer la Guía técnica

para la atención integral de los abortos no

punibles2 y publicó en agosto de 2011 el

PROTOCOLO PARA LA ATENCIÓN

INTEGRAL DE PERSONAS VÍCTIMAS DE

VIOLACIONES3. El Ministerio de Salud de

la Provincia de Buenos Aires promulgó en

agosto de 2012 el PROTOCOLO DE

ATENCIÓN INTEGRAL DEL ANP (Resolu-

ción 3146), que legaliza el aborto de una

gesta resultante de una violación y aporta

modelos de declaraciones juradas y con-

sentimientos informados destinados a ma-

yores, menores e incapaces o representan-

tes que soliciten la aplicación del procedi-

miento. Cita entre sus considerandos “… la

necesidad de contar con pautas que garan-

ticen el acceso al aborto en los supuestos

contemplados como no punibles en los

términos del Artículo Nº 86, Inciso 1 y 2 del

Código Penal y del fallo de la Corte Supre-

1 http://www.cij.gov.ar/nota-8754-La-Corte-

Suprema-preciso-el-alcance-del-aborto-no-punible-y-dijo-que-estos-casos-no-deben-ser-judicializados.html 2http://www.despenalizacion.org.ar/pdf/Pol%C3

%Atias_Publicas/Protocolos%20de%20Atenci%C3%B3n/violacion.pdf 3http://www.despenalizacion.org.ar/pdf/Pol%C3

%ACias_Publicas/Protocolos%20de%20Atenci%C3%B3n/Guia_Tecnica_para_la_Atencion_Integral_de_los_Abortos_No_Punibles.pdf

INMANENCIA. 2013; 3: 7-10

P á g i n a | 8

ma de Justicia de la Nación”4. La Ciudad de

Buenos Aires dio a conocer el 6 de sep-

tiembre de 2012 la Resolución 1252 que

aprueba el procedimiento para la atención

profesional de prácticas de ANP en los

Hospitales del Subsector Público de Salud5.

Otras jurisdicciones nacionales también se

expresaron al respecto.

Dilemas

El análisis de los documentos planteó dile-

mas médicos, morales, ético-profesionales,

sociales, jurídicos y legales aún no resuel-

tos. La consagración profesional del médi-

co lo obliga a efectuar promesas formales

ante sus dioses, ante cada paciente, ante

la comunidad de pacientes (la sociedad) y

ante los colegas. Con este fin, se utilizan

variedades del tradicional juramento hipo-

crático. Todas las fórmulas empleadas in-

cluyen el compromiso de respetar la vida.

Figuran, entre otras expresiones ”….no

administrar abortivo a mujer alguna” (tradi-

cional),"…tener absoluto respeto por la vida

humana, desde el instante de su concep-

ción” (Fórmula de Ginebra de 1945, utiliza-

da por la UBA), “…tener el máximo respeto

a toda vida humana desde el momento de

la fecundación…, y rechazar el aborto que

destruye intencionadamente una vida hu-

mana única e irrepetible”6. Ginecólogos y

obstetras se ocupan de cuidar y de atender

a las mujeres y a sus embarazos. Encarga-

dos naturales de aplicar las normas rela-

cionadas con violaciones y abortos, mu-

chos se sienten como invitados de piedra

en referencia al ANP.

La moral es la ciencia que se ocupa de las

acciones humanas en orden a la bondad o

malicia de la conducta y de los medios para

4http://institutoninezyadolescenciacam.blogspot

.com.ar/2012/08/resolucion-ministerial-n-314612.html 5http://boletinoficial.buenosaires.gob.ar/areas/l

eg_tecnica/boletinOficial/documentos/normas/2012/09/PE-RES-MSGC-MSGC-1252-12.pdf 6 http://www.unav.es/cdb/juramento2.html

lograr tales fines. Establece los principios

que la fundan y las normas que regulan las

relaciones consigo, con otros y con todo lo

que lo rodea. Incluye conceptos que ex-

presan y contienen esperanzas, temores,

creencias, valores y memoria relacionados

con concepciones de la vida y de la muerte

compartidos por la comunidad que los

enuncia y que exigen respeto por parte de

sus miembros.

La ética es el capítulo de la filosofía que

tematiza la moral. Analiza con pensamiento

crítico lo que ésta estima como bueno, de-

bido o correcto. Pretende discernir la ver-

dad en procederes propios y de terceros y

descartar errores racionales, lógicos, sus-

tantivos y formales en operaciones, con-

ceptos y actitudes. La ética puede sinteti-

zarse como el arte de elegir lo digno para la

vida, en el marco del sentido asignado por

la cultura a lo humano, a lo cósmico y a lo

social. Todas estas cuestiones se relacio-

nan de manera íntima con el quehacer ga-

lénico en cuanto encargado de custodiar la

vida.

La Constitución Nacional, las leyes relacio-

nadas y los fallos de la justicia argentina

son formalmente antiabortistas7. El Código

Penal detalla las penas por aplicar a quie-

nes lleven a cabo abortos y provoquen la

muerte en sus artículos 79 a 88. La mayo-

ría de las religiones se opone al aborto. La

objeción de conciencia forma parte de los

derechos personalísimos.

Hoy, en el conurbano bonaerense colindan

municipios que aceptan las normas sobre

el ANP con otros que la discuten o aún con

quienes simplemente se niegan a aplicarla.

No ocurre diferente en el resto de nuestra

Argentina. El relevamiento efectuado en

diciembre de 2012 por la Asociación por los

Derechos Civiles (ADC) en nuestro país

7 artículo 3 de la Ley Nacional 26.061 de Protección Integral de las Niñas, Niños y adolescentes; artículo 4, 14, 18 y 37 de la Ley Provincial 13.298 De Promoción y Protección Integral de los Derechos de los Niños y de la Convención de los Derechos del Niño.

P á g i n a | 9

respecto del ANP8, muestra que de las 24

jurisdicciones administrativas:

- CINCO (Chubut, Tierra del Fuego, Chaco,

Jujuy y Santa Fe) lo garantizaban con pro-

tocolos propios o adhiriendo a la propuesta

de la Corte;

- OCHO (Salta, La Pampa, Río Negro,

Neuquén, Entre Ríos, Provincia de Buenos

Aires, Ciudad de Buenos Aires y Córdoba)

lo cumplían en forma parcial;

- ONCE (Mendoza, San Luis, San Juan, La

Rioja, Catamarca, Santiago del Estero,

Tucumán, Formosa, Corrientes, Misiones y

Santa Cruz) carecían de protocolos especí-

ficos.

¿Y entonces?

En toda época y en toda cultura, la buena

práctica exigió al médico aplicar los cono-

cimientos vigentes con pericia, prudencia y

diligencia, de acuerdo con la moral, la ética

y las leyes del medio. La sociedad que nos

tituló como médicos nos impuso una serie

de obligaciones como sujetos y como

miembros de la comunidad profesional.

Entre ellas figuran cuidar de los intereses

sanitarios del paciente, mantener la compe-

tencia e integridad en la labor y proveer

consejo experto en cuestiones de incum-

bencia técnica. Se esperan acciones ajus-

tadas a las responsabilidades profesionales

y concordantes con la justicia social para

promover la adecuada distribución de re-

cursos y evitar discriminaciones en la aten-

ción de la salud.

Las condiciones de práctica de la medicina

requieren ajuste a las modificaciones cientí-

ficas, sociales y legales. Aunque el caso

testigo sometido a ANP fue resuelto por el

fallo de la Corte, la heterogeneidad de la

hermenéutica legal halla buen ejemplo en

las normas propuestas para aplicar el pre-

cepto. Los médicos, encargados de aplicar-

8 http://www.lavoz.com.ar/ciudadanos/solo-cinco-

provincias-cumplen-pleno-con-fallo-corte

los, se plantean innumerables interrogantes

profesionales, forenses y comunitarios. La

inania galénica se acompaña de igual con-

dición de otros colectivos profesionales,

finalmente encargados de replicar.

Muchas preguntas, pocas respuestas

Entre las inquietudes figuran: ¿Es suficien-

te la declaración jurada de la víctima para

presumir la existencia de violación? ¿Co-

rresponde al médico efectuar este dicta-

men? ¿Cómo, cuándo y quién certifica la

presunción de violación? ¿Cómo certificarla

sin testificar o denunciar la cuestión? ¿Es

correcto actuar sin registrar ni denunciar la

cuestión? ¿Cómo defender a la víctima sin

denuncia? ¿Cómo compatibiliza la Ley Na-

cional 26.529 de derechos del paciente con

la obligación de velar por la vida y la “obli-

gación” de llevar a cabo el aborto? ¿Cuán-

do es inválido o inaplicable el juramento de

no lesionar al nasciturus? Qué Consenti-

miento Informado supera la obligación de

cuidado de la vida ? ¿La presunción de

violación permite efectuar el aborto a me-

nores de 18 años sin consentimiento de los

padres? ¿La presunción de violación permi-

te efectuar el aborto a menores de 14 años

sin consentimiento de los padres? ¿Qué

lugar cabe a la patria potestad? ¿Ante un

aborto efectuado a una menor, cómo no

explicar la causa de intervención a la fami-

lia? ¿Cómo asesorar, custodiar y proteger

a menores sin concurso de padres o tuto-

res y cómo realizar apoyo y seguimiento

personalizados? ¿Un protocolo ministerial

puede superar una norma legal? ¿Qué ley

asegura que la aplicación del protocolo

exime al profesional de culpa ante la ley?

¿Qué lugar cabe al profesional objetor de

conciencia? ¿Puede un objetor ser jefe de

Servicio de Obstetricia o Ginecología?

¿Existe legislación que obligue a alguien a

efectuar abortos contra su voluntad? Si así

fuera, ¿la conducta no es discriminatoria?

¿Debe y puede el médico constituirse en

juez u jurado y decidir la validez de la de-

claración de violación efectuada por al pa-

P á g i n a | 10

ciente respecto de un hecho acontecido

entre 15 y 45 días previos? ¿Hasta qué

fecha de embarazo puede aceptarse la

ejecución del aborto? (cuestiones de segu-

ridad para la madre, mínimamente) ¿Quien

asegura que “la realización de la práctica

no implica responsabilidad administrativa,

civil, ni penal para el equipo de salud” y

como lo justifica? ¿Cómo compatibilizar lo

anterior con los inconvenientes suscitados

hasta hoy ante la ablación de órganos so-

metida a hermenéutica jurídica?

Un desafío y un convite

La cuestión implica un reto que exige a

todos y a cada uno el desempeño respon-

sable de sus roles como individuos, pares,

miembros de una comunidad y ciudadanos

de una misma nación. La falta de consenso

merece respeto y discusión para resolver

problemas ya planteadas en casos preexis-

tentes. Las interpretaciones jurídicas y de

los medios de comunicación, generan pe-

nas sociales y descalificaciones creenciales

pasibles de generar riesgo y provocar daño

a los actores.

En "El Hombre Mediocre", José Ingenieros

(1877-1925) afirmaba: … "Cada cierto

tiempo el equilibrio social se rompe a favor

de la mediocridad. El ambiente se torna

refractario a todo afán de perfección, los

ideales se debilitan y la dignidad se ausen-

ta; los acomodaticios tienen su primavera

florida.” “El hombre mediocre ignora el justo

medio, nunca hace un juicio sobre sí, des-

conoce la autocrítica, está condenado a

permanecer en su módico refugio.

…rechaza el diálogo y no se atreve a con-

frontar... “. ”Quienes piensan y actúan así

integran una comunidad enferma…”.

“Cuando se reemplaza lo cualitativo por lo

conveniente, el rebelde es igual al lacayo,

porque los valores se acomodan a las cir-

cunstancias.”

Poncio Pilatos, prefecto romano de Judea,

dejó en manos de los concurrentes a la

Plaza de Jerusalén la elección de condenar

a Jesús o Barrabás. Rubricó el perdón de

Barrabás con un gesto que simbolizaba

“limpieza“ de su parte y con el cual evadía

su responsabilidad en el fallo. Según relata

el Nuevo Testamento “… tomó agua y se

lavó las manos delante de la gente dicien-

do: «Inocente soy de la sangre de este

justo. ¡Allá vosotros!.»” (Mateo 27,24).

Desde entonces, la expresión “lavarse las

manos” se aplica a posturas que pretenden

equidistancia entre conductas no compara-

bles y dejan la decisión en manos de “los

otros” con el único fin de evitar discutir los

fundamentos de hechos y de acciones. El

periodista Fernando Iglesias califica el pro-

ceder como “ponciopilatismo” y lo conside-

ra propio de la “corrección política” de la

sobremodernidad9.

. La historia personal y colectiva se cons-

truyen haciéndose cargo, responsabilizán-

dose de las obligaciones de estado, hon-

rando la autonomía que funda la propia

identidad y respetando la de los demás.

Las obligaciones que caben a la responsa-

bilidad profesional no toleran mediocridad

ni ponciopilatismo

Insiste Antonio Machado “... Hoy es siem-

pre todavía: toda la vida es ahora. Y ahora

es el momento de cumplir las promesas

que nos hicimos…Porque ayer no lo hici-

mos, porque mañana es tarde,… ¡Ahora!”

¡Ahora!, esperamos a quienes lo deseen a

aportar sus opiniones a INMANENCIA.

([email protected]

9 Fernando Iglesias. Lavarse las manos: Teoría y práctica del ponciopilatismo. La Nación, 29 de enero de 2013

P á g i n a | 11

MEDICINA Y SALUD ENTRE LOS GRIEGOS Dr. Pablo Adrián Cavallero

Doctor en Filosofía y Letras y Profesor Titular de Lengua y Cultura griega (UBA), Profesor Titular de Latín (UCA),

Investigador Independiente del CONICET. Miembro de la Academia Argentina de Letras.

El texto más antiguo conservado de la lite-

ratura occidental, la Ilíada de Homero, tes-

timonia ya el ejercicio de la medicina. En él

aparece el verbo iáomai, ‘cuidar, tratar mé-

dicamente’, con el que se vinculan las ma-

neras de decir ‘médico’ en griego: iatér,

iátor, iatrós, el tardío iéteira para la mujer, y

las designaciones del arte, tékhne iatriké o

iatoría1. El español conserva esta raíz en

tecnicismos como ‘pediatra, psiquiatra,

foniatra’ y sus vinculados. A su vez, el ver-

bo latino que genera todos los términos

españoles de la familia ‘médico’ es medeor,

‘dar cuidados’, como las formas más tar-

días medico y medicor2. Junto a ellos, el la-

tín curo y el griego therapéuo dan el matiz

‘curar’. Es relevante que la raíz indoeu-

ropea *med- significa ‘reflexionar, meditar’,

presente también en el griego médomai, y

que se vincula con ‘medida’ y con ‘modo’.

Por este camino, la medicina requiere de la

meditación, la búsqueda de modos y medi-

das.

La medicina era para los griegos antes un

‘arte’ que una ‘ciencia’. De ahí que tuvo

vertientes diversas que hoy llamaríamos

‘curandería’, ‘taumaturgia’ y ‘medicina cien-

tífica’. La primera dependía del ‘chamán’,

mago o curandero, que gozaba de una

fama especial, podía convocar a un lugar

ad hoc y practicar un rito. La segunda es

una curación milagrosa. La tercera se cen-

tra en la idoneidad del recurso curativo

para determinado enfermo e implica tres

actitudes: empírica (observación), racional

1 Cf. P. CHANTRAINE, Dictionnaire étymologique de la langue grecque, Paris,

Klincksieck, 1973, s.v. 2 A. ERNOUT – A. MEILLET, Dictionnaire étymologique de la langue latine, Paris,

Klincksieck, 19513, s.v.

(el saber teórico) y fiduciaria (confianza o

creencia en la efectividad del tratamiento).

El saber teórico, en realidad, surgió y surge

de la observación concreta y posibilita una

‘medicina preventiva’ que existió temprana-

mente como conjuro propiciatorio por parte

de un chamán o como purificación exculpa-

toria religioso-política. Además, el saber

médico colabora en el ‘orden’ social –y no

sólo por la labor del psiquiatra– y es agente

de esperanza para la humanidad.

Esa medicina científica tiene su nacimiento

en la labor de Hipócrates y su escuela,

quien se fundó en las observaciones pre-

vias de Pitágoras, Alcmeón de Crotona,

Empedocles, Anaxágoras y Heródico de

Selimbria. A él lo seguirán Dioscórides y

Galeno, tan famoso este último que su

nombre será sinónimo metonímico de ‘mé-

dico’. Esas observaciones son las que apa-

recen ya en Homero: los médicos aplican

hierbas curativas, hacen maniobras quirúr-

gicas o prescriben dietas; Odiseo fumiga

con azufre el palacio donde perpetró la ma-

tanza de los usurpadores (Odisea XXII 480

ss.), como acción higiénica pero también

de purificación moral. En Homero la enfer-

medad puede tener un origen traumático

(herida de guerra, por ejemplo), ambiental

(clima, droga) o punitivo (castigo divino o

dolor inexplicable); de tal modo, la enfer-

medad es una dolencia del cuerpo que

debilita al alma, la entrada de algo externo

que lo altera o una ‘posesión’ divina en

tanto desconocido su origen. De ahí que,

más allá de toda observación y de toda téc-

nica, el médico griego emplea también la

catarsis o ‘purificación’ y el ensalmo o he-

chizo. Cuando Odiseo es herido por un

ARTÍCULO ESPECIAL

INMANENCIA. 2013; 3: 11-13

P á g i n a | 12

jabalí, los hijos de Autólico lo vendan pero

también recitan un ensalmo mágico, epodé

(Odisea XIX 457). Asimismo, la cura suele

tener un complemento psicosomático: pa-

labras que tranquilizan y deleitan, terpnói

lógoi: Patroclo cura con hierbas la herida

de Eurípilo, pero acompaña la terapia con

palabras de encanto (Ilíada XV 392-4);

Néstor hace algo similar con Macaón (Ilía-

da XI 643)3. También los dioses tienen su

médico en el Olimpo: Paieon, que sana a

Hades y a Ares (Ilíada V 401 y 889 s.).

Apolo tiene el sobrenombre de Paion por-

que es sanador.

En la época clásica subsiste la idea de la

enfermedad como castigo y la aplicación de

ritos mágicos, por los que el médico era

curador pero también purificador. Se erige

en Atenas, por ejemplo, un templo a Ascle-

pio, en el que los enfermos pasan una no-

che (incubatio) a la espera de que el dios o

la serpiente que lo representa los curen4;

también en este rito hay ensalmos, cantos

mágicos que le habría enseñado el centau-

ro Quirón a Asclepio. También el dios Dio-

niso era ‘liberador’ de males mediante un

delirio de danza y vino y mediante las ‘pa-

labras secretas’ de los misterios de Eleusis.

También los órficos hacen encantamientos,

como los pitagóricos y como Empedocles, y

a los adivinos se los considera médicos.

Pero el tragediógrafo Sofocles pone en

boca de Ayante esta distinción: “No es pro-

pio de médico sabio cantar ensalmos ante

una dolencia que requiere bisturí” (Ayante

581-2). Poco a poco, se abre paso la ‘me-

dicina científica’. Con todo, hay que tener

en cuenta que phármakon, ‘droga, veneno,

remedio’, significa primeramente ‘hierba’;

de tal modo el nombre destaca que todo

remedio tiene una base en el conocimiento

empírico de los efectos de las plantas, que

pueden ser benéficos o maléficos.

3 Cf. P. LAÍN ENTRALGO, La curación por la palabra en la Antigüedad clásica, Barcelona,

Anthropos, 1987. 4 Aristófanes hace de esto una parodia cómica en su pieza Riqueza.

Para los griegos, la salud (hygíeia) no pue-

de ser lograda si no se trata el alma antes

que el cuerpo. Así lo afirma Sócrates en el

Cármides de Platón (156 D – 157 A), como

aprendido de Zalmoxis. Hay que dar tem-

planza al alma, mediante la palabra, que

crea una confianza necesaria para la efica-

cia del remedio: la salud anímica es condi-

ción previa para la salud somática y se

logra mediante la palabra racional o argu-

mentativa, por un lado, y mediante la pala-

bra irracional o mítica, que es persuasiva,

por otro. El médico debe adecuar su pala-

bra a la índole del enfermo para que éste

confíe en él y en el remedio que le propo-

ne. La salud no es solamente equilibrio de

potencias internas (Alcmeón) ni solamente

una buena mezcla de elementos corporales

(Hipócrates), sino que requiere en el alma

ciertas convicciones, que son fuerzas inte-

lectuales y morales que dan lugar a la bue-

na disposición de los componentes somáti-

cos (Platón, Fedro 270 B).

Los hipocráticos destacan que la enferme-

dad es un desorden causado por acciones

naturales, anómalas y violentas, que debe

ser atacada no por magia o purificación

sino mediante técnica. El médico debe sa-

ber descubrir con su observación aquello

que el enfermo no puede decir. A pesar de

esto, la escuela hipocrática nunca dejó de

lado la palabra persuasiva porque reconoce

la importancia de la psicoterapia para la

curación del cuerpo. Es fundamental ganar

la confianza del enfermo y mantener bien

su estado anímico. La medicina, más que

sanar en lo absoluto, debe descubrir hasta

qué punto y cómo es sanable un enfer-

mo.Esta conciencia griega de la relación

alma-cuerpo para una verdadera salud

reaparece claramente en el Evangelio:

Cristo es llamado ‘médico’ porque, si aplica

la medicina taumatúrgica o milagrosa para

curar el cuerpo, ésta va precedida o acom-

pañada de una sanación anímica. De ahí

que, por ejemplo, el santo taumaturgo Espi-

ridón de Chipre (S. IV) es reiteradamente

llamado ‘médico’ y, por tanto, ‘imitador de

ARTÍCULO ESPECIAL

P á g i n a | 13

Cristo’, por cuanto cura cuerpo y alma5.

Con la misma fuente evangélica, las dietas

platónica y judía que excluían las carnes

son atenuadas con una dieta que admite la

carne (no sacrificada a ídolos) y el vino (to-

mado con moderación, es decir, sin incurrir

en borrachera)6, porque ellos también cola-

boran con la salud.

El médico suele aparecer en la literatura

como un ‘pedante’, sobre todo en la come-

diografía de todos los tiempos. Pero tam-

bién mereció que Maxence van der

Meersch le dedicara su novela Cuerpos y

almas (premio de la Academia Francesa en

1943), en la que destaca cuán relevante es

la persona del médico que no olvida que,

junto con el cuerpo enfermo, hay un alma

doliente.

“La curación de un hombre enfermo, su

restitución a la existencia normal, constitu-

ye siempre un ‘hecho histórico’, por humil-

de e innominado que sea el destino de ese

hombre y por ajeno a la ‘gran historia’ que

parezca ser el lugar de su vida”7.

5 Cf. P. VAN DEN VEN, La légende de S. Spyridon, évêque de Trimithonte, Louvain,

Institut orientaliste, 1953. 6 Véase por ejemplo Clemente Alejandrino, Pedagogo II. 7 P. LAÍN ENTRALGO, El médico en la historia, Madrid, Taurus, 1958, p. 13. Más allá de

las diversas y numerosas obras, relativas al tema, de este autor, catedrático de Historia

de la Medicina en la Universidad de Madrid, véase J. ALSINA, Los orígenes helénicos de

la medicina occidental, Barcelona, Guadarrama, 1982.

P á g i n a | 14

INMANENCIA fue concebida como revista impresa. La oferta digital, fundamentalmente del CAICYT, abrió la senda de

la publicación en línea. Desde el primer número, INMANENCIA apareció en papel y en formato digital. Predecibles

inconvenientes económicos prometen pervivencia a través de la publicación en línea. El Comité Editorial buscó la opi-

nión de un experto en la labor editorial de este tipo de publicaciones. Aquí, su aporte.

LA COMUNICACIÓN CIENTÍFICA EN UN ÁMBITO DIGITAL.

Consideraciones iniciales

Mg. Lic. Carlos Ezeiza Pohl

Licenciado en Psicología, Magíster en Política y Gestión de la Ciencia y la Tecnología en el Centro de Estudios Avan-

zados de la Universidad de Buenos Aires. Titular de Metodología de la Investigación, Diseño y Construcción de Tesis

en universidades argentinas públicas y privadas. Director del Comité de Redacción de la Revista RINCE (Revista de

investigaciones con referato del Departamento de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de la Matanza).

Desde 2005 y por invitación del Centro Argentino de Información Científica y Tecnológica (CAICYT) del CONICET,

dicta cursos virtuales sobre Gerenciamiento y Planificación estratégica de publicaciones científicas en Internet.

[email protected]

INTRODUCCIÓN

La primera reacción suscitada por el co-

mienzo de una actividad completamente

nueva es asimilar el contexto desconocido

a algo conocido. Esto forma parte del su-

puesto constructivista implícito en el con-

cepto del aprendizaje.

Por ello, es importante identificar con clari-

dad los aspectos comunes y diferenciales

propios de la comunicación científica antes

y después del impacto producido a media-

dos de la década de 1990 por el uso de

Internet aún cuando un emprendimiento

editorial comience de entrada en un am-

biente digital.

Es prioritario conocer ambos terrenos, al

menos desde el punto de vista conceptual

para minimizar errores y dificultades pro-

pios de la puesta en marcha de una PCEL

(Publicación Científica En Línea) hacia una

gestión plenamente en línea.

Analizaremos los aspectos comunes y dife-

renciales de la comunicación científica en

el flujo tradicional impreso y en el desarrollo

y producción dentro del ambiente digital.

EL FLUJO DE LA COMUNICACIÓN CIENTÍFICA

Regina Figueiredo Castro1 señala que el flujo tradicional de la comunicación científica involucra

las acciones descriptas en la Figura 1:

1 Regina Celia Figueiredo Castro, Taller para Editores de Revistas Científicas de SciELO Costa Rica. Universidad de

Costa Rica, San José, Costa Rica. 12-14 de septiembre de 2007.

ARTÍCULO ESPECIAL

INMANENCIA. 2013; 3:14-21

P á g i n a | 15

Figura 1

Flujo tradicional de la comunicación científica (Figueiredo Castro, 2007)

Las etapas de trabajo son secuenciales, con

instancias fijas en el tiempo y espacio. El

foco está puesto en el primer ejemplar o

master del cual se desprende la tirada a

publicar. La experiencia en gestión editorial

muestra que el flujo tradicional de la co-

municación científica ha sido integrado y

asimilado al ambiente digital.

Para lograr que una PCEL que se inicia logre

funcionamiento adecuado es importante

definir roles, funciones y procedimientos

estandarizados, que exigen una organiza-

ción editorial que responda a las exigencias

de calidad editorial de los distintos índices

y bases bibliográficas. Una publicación im-

presa que mantiene su tirada promedio de

ejemplares con vista al canje institucional

y/o distribución a socios-suscriptores, tiene

definida esta estructura. Si así no fuera, el

salto hacia el ambiente digital es buena

oportunidad para actualizar las labores.

La misma autora, describe el flujo de la

comunicación científica en un ambiente

digital según el esquema que muestra la

figura 2.

Figura 2

Flujo de la comunicación científica en un ambiente digital

(Figueiredo Castro, 2007)

Internet

P á g i n a | 16

La flecha transversal, propuesta por quien

suscribe, vincula las etapas definidas en los

círculos.

El flujo no es secuencial, como lo muestran

las flechas verticales: autores, revisores,

editores y usuarios convergen en Internet

que permite doble dirección de flujo:

1) flujo convergente en tiempo real posibili-

tado por la accesibilidad inmediata y el ac-

ceso abierto a una plataforma en línea que

concentra las actividades editoriales, tanto

desde el back-end2 como desde el front-

end;

2) flujo secuencial que conduce la dirección

y programación de actividades para la con-

creción del objetivo de difusión de la publi-

cación.

El diseño y monitoreo del flujo secuencial

puede llevarse a cabo mediante herramien-

tas propias de Camino Crítico (Critical Path

Method (CPM) y de Program Evaluation

and Review Technique (PERT)13

Estas

técnicas se desarrollaron en la década de

1950 en EEUU para programar proyectos

de ingeniería vinculados a la industria de

defensa y aeroespacial. Su uso se extendió

a procesos de ingeniería, administración de

empresas y especialmente a tareas de lo-

gística. El CPM emplea como datos consti-

tutivos los tiempos estimados para efectuar

cada actividad, compara las estimaciones

de inicio temprano y tardío y así determina

el camino crítico. El PERT utiliza tres datos

2 En la jerga informática, el término back-end se refie-

re a los procesos no visibles para el usuario final vin-culados al soporte y capacidad operativa de los siste-mas; el front-end representa a las aplicaciones e inter-faces con las que el usuario interactúa corrientemente. (Nota del autor) 3 La programación por camino crítico parte de la base

de que un proyecto es un conjunto de tareas relacio-nadas entre sí. Cada tarea tiene algún tipo de priori-dad respecto de otra. Existe antecedencia y conse-cuencia entre las tareas. Ver más en: http://www.unlu.edu.ar/~maPCEL/apuntes/540/maPCEL540.htm [Fecha de acceso 22-05-2012].

para cada actividad: tiempo más probable,

tiempo más optimista y tiempo más pesi-

mista. A partir de ellos calcula el tiempo

estimado basado en el valor del tiempo

medio de una curva de distribución están-

dar. El uso de estas herramientas demanda

considerable esfuerzo inicial, aprendizaje

conceptual y operativo, desarrollo de algo-

ritmos de secuencias que facilitan a poste-

riori la confección del calendario anual de

actividades de la publicación utilizando el

Diagrama de Gantt. Los interesados en el

tema, hallarán más información sobre el

diseño, representación y comunicación de

estos métodos para aplicaciones como

Microsoft Office Project 2007 o Microsoft

Office Visio 2007 en

http://office.microsoft.com/es-

hn/visio/HA101672743082.aspx ó en

http://office.microsoft.com/es-

hn/project/FX100487773082.aspx [Acceso

22-05-2012] .

Las publicaciones impresas evalúan y res-

petan indicadores. El ambiente digital per-

mite controlar, registrar y medir componen-

tes y procesos que se identifican por medio

de la Matriz de Marco Lógico y se manejan

a través del Tablero de Control o de Man-

do.

Analicemos el elemento clave de publica-

ción de una PCEL: el artículo.

P á g i n a | 17

EL ARTÍCULO COMO ELEMENTO CLAVE DE LA GESTIÓN Y DISEMINACIÓN DE

LA INFORMACIÓN Y UNA PCEL

Entre las primeras tareas que un ingeniero o consultor CPM o PERT recomienda al cliente que

realiza una reingeniería o desa–rrollo de procesos, se encuentra la división o descomposición

de la actividad en sus tareas más elementales.

Figura 3

Posicionamiento del artículo como eje del ambiente editorial digital

(Figueiredo Castro, 2007)

La figura 3 ilustra la aplicación del proceder

al desarrollo de una PCEL. Se observa que

todo el quehacer gira alrededor del artículo.

Se destaca con un círculo el Artículo como

eje y con otro, de borde rojo, las Medidas e

Indicadores. Estos elementos son los in-

sumos fundamentales de las métricas que

dan sustancia a los estudios cuantitativos

de carácter bibliométrico aplicados a las

publicaciones periódicas científicas. La

descripción efectuada en la figura 3, coloca

en el centro al artículo, especialmente en el

caso de los artículos originales de investi-

gación, que como

producto del conocimiento científico14

, me-

recen prolijo cuidado, desde definiciones de

forma hasta aspectos sustanciales referi-

dos a la validación.

14

Los artículos originales de investigación son elemen-

tos de comunicación científica privilegiados en la

diseminación del conocimiento aunque también las

revistas publican otros materiales (revisiones, reseñas

bibliográficas, avances de publicación, comunicacio-

nes de eventos científicos) que si bien son aportes

adicionales, no dejan de ser material complementario

a lo que constituye la razón de ser de una publicación

y que es el primer y más importante requisito que una

publicación debe cumplir para aspirar a ingresar en los índices bibliográficos de prestigio.

P á g i n a | 18

Figueiredo Castro (2007) señala que los

objetivos específicos de un artículo debie-

ran estar dirigidos a aumentar:

La visibilidad

La accesibilidad

La calidad

La credibilidad

El uso

El impacto

Para cumplir estos objetivos, es menester

adicionar al artículo la capacidad de ser

descripto por metadatos. El uso de esta

funcionalidad facilita los procesos de me-

dición y elaboración de indicadores dentro

de la publicación, así como la detección e

indización por parte de los motores de bús-

queda de Internet y la captura y recolección

por parte de los servicios de índices biblio-

gráficos.

Al pasar en limpio el proceder cotidiano de

una PCEL de acuerdo con lo antedicho,

aparecen dudas, inconvenientes e interro-

gantes. Describiremos hipotéticamente

cómo proceder en el caso de una publica-

ción que comienza como PCEL, actitud que

se puede adaptar a otras situaciones edito-

riales.

Hasta el momento, en el caso de una revis-

ta que se inicia como PCEL, tal como lo

hemos desarrollado anteriormente, sólo

dispone de la funcionalidad de presentar

sus artículos en formato pdf a texto comple-

to, luego queda por delante el intenso y

extenso camino de incorporar nuevas fun-

cionalidades.

En la figura 4, Figueiredo Castro (2007)

describe el abanico de posibilidades que

brinda la adecuada estructuración y des-

cripción de un artículo mediante metadatos,

para el caso particular de un artículo publi-

cado en SciELO

DETECCIÓN Y ADECUACIÓN EN

LOS RECURSOS HUMANOS

IMPLICADOS EN LA GESTIÓN

EDITORIAL EN UN AMBIENTE

DIGITAL

El buen desarrollo y funcionamiento de una

PCEL en cuanto herramienta adecuada de

comunicación científica cuenta entre sus

factores más críticos el desarrollo de los

recursos humanos5.1.

Aunque cabe aceptar la variación entre

diversas instituciones, una típica PCEL

universitaria integra a los siguientes grupos

de personas:

1. El Comité Editorial, que conduce y lleva

a cabo la gestión de la revista, con

diferentes niveles de jerarquía, com-

puesto por el Director, Editores, Secre-

tarios de Redacción, asistentes, etc.

2. El equipo de desarrollo y soporte infor-

mático de la institución

3. El Comité científico o banco de evalua-

dores que revisa los artículos

4. Los autores

Cada grupo responde a necesidades, tiem-

pos y exigencias particulares. Según su rol,

cada uno se encuentra afectado por el

doble flujo de comunicación antes descrip-

to:

convergente, en tiempo real propio de la

dinámica del trabajo en línea en internet

y secuencial, que pauta actividades para

llegar al producto terminado

15

Estas reflexiones e indicaciones son producto de la experiencia del autor en la gestión de organizaciones con aplicación de tecnologías informáticas desde hace más de una década.

P á g i n a | 19

.

Figura 4

Vinculación de un artículo publicado en SciELO a servicios de referencia y búsqueda

(Figueiredo Castro, 2007)

La inmersión de los estos agentes en el

ambiente virtual 24 horas del día, 7 días

por semana y 365 días al año, exige una

capacidad de respuesta que los dos prime-

ros grupos deben satisfacer con la mayor

celeridad posible. No olvidemos, por ejem-

plo, que el correo electrónico de la revista

es de por sí un canal de gran demanda de

trabajo en el que a pesar de que la infor-

mación es asincrónica, demanda perma-

nente lectura, consulta, gestión y respues-

ta.

Para que el conjunto de personas y tecno-

logías funcione de manera eficiente es ne-

cesario satisfacer cuestiones críticas que

permiten responder a las exigencias de

trabajo de la PCEL de cualquier institución

académica universitaria y lograr procesos

editoriales de calidad razonable:

Todos los integrantes del Comité Edi-

torial deben disponer de suficiente ha-

bilidad y competencia en tecnología in-

formática. En caso contrario, se dis-

pondrán de los medios para su capaci-

tación.

La tarea de desarrollo y soporte infor-

mático debe independizarse de la ges-

tión de contenidos que es prioritaria.

Artículo pu-

blicado en

SciELO

Plataforma

Lattes

Web of

Science

Portal

Capes

Google/

Google

Scholar

PubMed/

MEDLINE

SciELO

DOAJ

LILACS

Scopus

SCAD World

Cat

CrossRef

P á g i n a | 20

Plataformas como OJS permiten el

gestor de revistas o administrador sea

un personal de la revista no necesa-

riamente informático, pero que debe

contar con habilidades suficientes co-

mo usuario y haber recibido capacita-

ción en la gestión de la plataforma. Es-

te punto es esencial para la reconver-

sión de recursos humanos. Encargar

al personal informático de soporte la

actualización de la revista genera con-

siderables errores administrativos y de

gestión y suele aparejar atrasos, erro-

res, confusiones y fallas. No siempre

es posible ni es fácil administrar con

justicia y sabiduría el poder que el

grupo se atribuye sobre la gestión de

la información. Nadie sugiere que

cualquiera manipule a su antojo un

servidor web o base de datos. La inte-

gridad del equipo y de la información

deben estar garantizadas, pero ello no

debe obstaculizar la adecuada actuali-

zación de contenidos.

El Comité científico debe estar com-

puesto por integrantes de prestigio en

el campo disciplinar, familiarizados con

el uso de la plataforma de publicación

digital. Debería contar con un nutrido

banco de evaluadores para equilibrar

la carga de trabajo sin abusar de los

que siempre aceptan revisar artículos.

La tarea desempeñada debe ser reco-

nocida con certificados ad-hoc.

Es fundamental facilitar a los autores

toda la información de forma clara y

accesible en la web de la revista y lle-

var a cabo intensas estrategias de

búsqueda de autores locales y extran-

jeros. Hoy en día, Internet ofrece múl-

tiples recursos para contactar perso-

nas, priorizar los contactos personales

y no deja de lado la comunicación y di-

fusión de convocatoria a autores. La

endogamia es uno de los factores que

deben ser vigilados, pues la proceden-

cia de autores es un criterio que revi-

san muy especialmente los entes eva-

luadores.

Desatender estas cuestiones básicas pue-

de constituir el germen del desastre edito-

rial.

CONCLUSIONES

Las plataformas de publicación electrónicas

están difundidas desde hace más de una

década. La denominación de cada PCEL

varía en cada institución aunque el propósi-

to es invariable: extender un mensaje cien-

tífico.

La penetración en ambientes académicos

universitarios es todavía incipiente. Pero

una cosa es admitir el hecho y otra muy

distinta es comprometerse a ponerlo en

práctica. Las respuestas o excusas son

bien sabidas: “es un tema del que se deben

ocupar los informáticos”,“es interesante

pero por ahora no hay presupuesto”, “le

pedimos colaboración a un becario o a

aquel profesor que es muy bueno con las

computadoras”, o “ponemos pasantes de

informática, etc.”

Cada uno puede agregar las razones que

correspondan a cada caso. Sin abrir de

juicios de valor, éstas cosas suceden por-

que a veces desde los mismos equipos

editoriales no existe idea cabal y realista de

lo que permiten estas tecnologías. En mu-

chos casos apenas si sirve para reempla-

zar una edición en papel imposible de sos-

tener económicamente y en otros se so-

bredimensionan sus facultades (…subir

videos, abrir foros, crear blogs, conectar

con redes sociales, etc).

En definitiva, lo que sin duda mejora el pro-

ceso es la capacitación transversal y siste-

mática de los agentes implicados, informá-

ticos o no. Aún con los costos que esto

P á g i n a | 21

supone, la capacidad multiplicadora de la

capacitación abre las puertas de una efi-

ciente gestión editorial. Implementarla con

éxito requiere acciones sinérgicas entre los

actores primarios. Estos son

los responsables de producir el conoci-

miento (equipo de investigación),

y los decisores político - institucionales

(Secretaría de Ciencia y Técnica).

BIBLIOGRAFÍA

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cripción de recursos electrónicos en línea: análisis y

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P á g i n a | 22

El rol del psicólogo en la guardia del HIGA Eva Perón

Una mirada desde lo histórico – institucional – particular

Irene Dreiling, María Victoria Fernández Vitale y Gabriela Santa Cruz

RESUMEN

La Ley Nacional de Salud Mental exige que “la atención en salud mental esté a cargo de un equipo interdisciplinario integrado por profesionales, técnicos y otros trabajadores capacitados con la debida acreditación de la autoridad competente”; y que “se incluyen las áreas de psicología, psiquia-tría, trabajo social, enfermería, terapia ocupacional y otras disciplinas o campos pertinentes”. En octubre de 2011 se inició una experiencia inter-disciplinaria que tendrá implicancias en los modelos clásicos de abordaje y en la formación de los nuevos profesionales. Los tiempos actuales han dado lugar al surgimiento de patologías menta-les cada vez más complejas que exigen ampliar las herramientas de aten-ción. Las nuevas formas de abordaje determinan el trabajo psicoterapéuti-co con el paciente en crisis, la orientación familiar y la constitución de re-des de contención alternativas que faciliten la superación de la situación que determinó la consulta. Resulta prioritario favorecer el trabajo conjunto entre disciplinas diferentes y complementarias como son la medicina y la psicología con el fin de trabajar en forma integral sobre las aristas mencio-nadas. En esta presentación se sintetiza la experiencia lograda con la incorpora-ción del especialista en psicología a la sala de emergencias de un Hospital General y sus eventuales proyecciones.

PALABRAS CLAVE

Psicólogo- Ley Nacional de Salud Mental- Servicios de Emergencia

O PAPEL DO PSICÓLOGO NO PLANTÃO DO HIGA EVA PERÓN.

Um olhar a partir do histórico – institucional – particular

RESUMO

A Lei Nacional de Saúde Mental exige que “o atendimento em saúde mental fique por conta de uma equipe interdisciplinar integrada por profissionais, técnicos e outros trabalhadores capacitados e com a acreditação correspondente da autoridade competente”; e que “sejam inclusas as áreas de Psicologia, Psiquiatria, Trabalho social, Enfermagem, Terapia ocupacional e outras disciplinas ou campos

PSICOLOGÍA

INMANENCIA. 2013; 3: 22-28

P á g i n a | 23

pertinentes”. Em outubro de 2011, iniciou-se una experiência interdisciplinar que terá implicações nos modelos clássicos de abordagem e na formação dos novos profissionais. Nos tempos atuais tem surgido patologias mentais cada vez mais complexas que exigem ampliar as ferramentas do atendimento. As novas formas de abordagem determinam o trabalho psicoterapéutico com o paciente em crise, a orientação familiar e a formação de redes de contenção alternativas que tornem possível a superação da situação que determinou a consulta.” Resulta prioritário favorecer o trabalho conjunto entre disciplinas diferentes e complementares como a Medicina e a Psicologia com o intuito de trabalhar integradamente sobre as aristas mencionadas. Nesta apresentação, sintetiza-se a experiência atingida com a incorporação do especialista em Psicologia à sala de emergências de um Hospital Geral e suas eventuais projeções.

PALABRAS CHAVES

Psicólogo, lei nacional de saúde mental, serviços médicos de emergencia.

PSYCHOLOGIST ROLE IN HIGA´S EVA PERÓN EMERGENCY ROOM From historical, institutional and particular views ABSTRACT Argentine National Mental Health Law establishes that “mental health attention must be in charge of interdisciplinary teams integrated by professionals, technicians and other trained workers with adequate accreditation given by competent authorities”. It includes “people pertaining to different areas of psychology, psychiatry, social work, nursery, occupational therapy and other pertinent disciplines”. On October of 2011 began an interdisciplinary experience that will change classical models of facing new aspects of mental health and training professionals for its care. Our time has given place to new and more complex mental pathology that obliges to widen the attention tools. New ways of facing patient´s care determine psychotherapeutic work in crises, familiar orientation, and building up alternative contention networks that will facilitate bettering conditions that determined the consultation. It is a priority to favor team activities among different and complementary disciplines such as medicine and psychology to treat the patient as a whole. This presentation sintesizes experiences gained by incorporating psychologists in Emergency Room assistance and future projection of the proceeding. KEY WORDS Psychologists, national mental health law, emergency medical services.

La Residencia de Psicología del Servicio de

Salud Mental del HIGA Eva Perón se inau-

guró en 1988.

Incorporó a seis residentes, una Jefa y una

Instructora. La Jefa de área y los profesio-

nales de planta brindaron el necesario apo-

yo docente para ofrecer capacitación teóri-

ca y asistencial.

La tarea del servicio se diversificó y expan-

dió.

PSICOLOGÍA

P á g i n a | 24

El ingreso de nuevos residentes y la expe-

riencia capitalizada plantearon la necesidad

de ampliar el servicio.

Se abrió una sala de internación para muje-

res y se articuló el funcionamiento grupal,

con un destacado trabajo interdisciplinario.

Desde entonces, la historia del Servicio

registró distintos momentos. La Residencia

de Salud Mental fue suspendida en 2003 y

reabierta en 2007.

La sanción de la Ley Nacional 26.657/10,

de Salud Mental, ofreció argumentos para

legitimar la iniciativa del ´88, entre cuyos

considerandos comenta que “A partir de la

apertura democrática que viviera nuestro

país desde 1983, la salud mental fue carac-

terizada como una de las prioridades del

sector salud.

En este período (…) se crearon los deno-

minados "programas participativos naciona-

les", instalando la cuestión de la desinstitu-

cionalización. (…)

En distintos lugares se iniciaron experien-

cias puntuales de modificaciones en las

prácticas asistenciales (…) A partir de la

década de los 90s este proceso comenzó a

desarticularse”.

La parte dispositiva ordena que “la atención

en salud mental esté a cargo de un equipo

interdisciplinario integrado por profesiona-

les, técnicos y otros trabajadores capacita-

dos con la debida acreditación de la autori-

dad competente”; y que “se incluyen las

áreas de psicología, psiquiatría, trabajo

social, enfermería, terapia ocupacional y

otras disciplinas o campos pertinentes”.

Desde Octubre de 2011, la institución inte-

gró un psicólogo a la guardia psiquiátrica y

creó un equipo interdisciplinario de Salud

Mental.

Esta decisión reconoció un reclamo de lar-

ga data (hubo proyectos desde los años

’90). El hecho sólo fue posible a partir del

encadenamiento de circunstancias que

impulsaron, favorecieron y afianzaron la

incorporación del psicólogo: las necesida-

des del servicio (carencia de especialistas

en psiquiatría) se asociaron a las exigen-

cias político-institucionales de la ley.

Desde entonces, los residentes de psicolo-

gía y de psiquiatría cumplen sus guardias

de formación guiados por profesionales de

ambas disciplinas.

Esta presentación pretende mostrar la acti-

vidad del equipo interdisciplinario de salud

mental y comentar sus particularidades.

RESULTADOS

A partir de la incorporación del psicólogo al

equipo de emergencias se realizó un rele-

vamiento estadístico respecto de la proce-

dencia de la población consultante, en el

periodo comprendido entre octubre de 2011

y marzo de 2012.

El Hospital es Interzonal y en la región es el

único que cuenta con equipo interdisciplina-

rio de emergencia en salud mental.

P á g i n a | 25

La Figura 1 muestra la localidad de origen de los pacientes atendidos: 69% provienen de San

Martín, 18% del resto de la Región V, 11% de la Región VII y 2% de otras regiones.

Figura 1: Localidad de origen de los pacientes

Encabezan el listado las crisis de angustia

y ansiedad (36%), seguidas de cerca por

los controles farmacológicos (34%). Este

último dato es por cierto elevado y se expli-

ca en parte por el período relevado (octu-

bre a marzo). La inclusión del receso esti-

val, coincide con la reducción de admisión

de pacientes en los diferentes dispositivos

de salud mental y en algunos casos hasta

se suspende, por lo que la sala de emer-

gencias se convierte en el sitio de consulta

y de control psicofarmacológico por exce-

lencia.

Las consultas por adicciones se ubican en

tercer lugar (10%). Le siguen las evalua-

ciones solicitadas por la justicia (7%). Los

intentos de suicidio y las interconsultas

urgentes del resto de los servicios exhiben

una frecuencia similar (5%). Se observa la

necesidad de ofrecer respuesta abrevando

en saberes de un equipo interdisciplinario.

El hospital integra la Red de atención de la

Subsecretaría de Adicciones del Ministerio

de Salud y cuenta con un Servicio de

Orientación y atención ante abuso de sus-

tancias.

La Figura 2 resume los motivos de consulta de los pacientes que acudieron a la sala de Emergencias y re-quirieron un abordaje interdisciplinario.

Figura 2 - Motivo de consulta

SAN MARTÍN 69%

RESTO REGION V 18%

REGION VII 11%

OTRAS REGIONES

2%

ANGUSTIA/ANSIEDAD; 36%

CONSUMO ALCOHOL/

SUSTANCIAS 10%

INTERCONSULTAS

5%

INTENTOS DE SUICIDIO

5%

CONTROLES FARMACOLOGIC

OS 34%

OTROS 3%

EVALUACIONES JUDICIALES

7%

P á g i n a | 26

La Figura 3 muestra que el mayor caudal de pacientes acude directamente al equipo especialista (76%),

conducta explicable por las más de tres décadas que tiene la guardia de salud mental en la institución. Un

24% de consultas resultan de derivaciones del resto de las disciplinas médicas que trabajan en la Guardia

(General y Pediatría). El incremento de este grupo fue lento y paulatino desde la incorporación del profesio-

nal de psicología.

Figura 3- Origen de la consulta

COMENTARIOS

Los tiempos que corren generan patologías nue-

vas, cada vez más complejas que exigen ampliar

los instrumentos de abordaje.

Frente a una crisis, los procedimientos de la me-

dicina y la psicología son diferentes y comple-

mentarios.

Trabajar la urgencia es resolver en forma inme-

diata. Ése, es precisamente el espacio médico.

Su misión es “correr prisa, remediar”1 . Los profe-

sionales de la psicología manejamos otra dimen-

sión de la emergencia, ofrecemos otro tiempo.

Este es el tiempo que promueve el surgimiento de

palabras en los lugares de vacío que da lugar al

discurso donde la palabra cayó y sólo hubo acto

(drogarse, alcoholizarse, cortarse, lastimarse). Se

entiende que sólo a partir de este ofrecimiento la

derivación resultará efectiva y la oferta oculta

silenciosa y de espera tendrá lugar.

11992 Interconsulta: ¿Entre la medicina y el psicoanáli-

sis? Rincón, J; Santa Cruz, Otero, F; Farinola, G. Rev. Psicoanálisis y Hospital, Vol. 1, Invierno.

Indicar un fármaco, es sólo una de las estrategias

posibles. En algunas patologías (duelos, crisis de

angustia, adicciones) un abordaje meramente

farmacológico puede demorar la iniciación de un

tratamiento.

Se trata justamente de casos que reclaman la no

supresión del síntoma con medicación, sino el

esclarecimiento del conflicto que desencadenó la

consulta y el posible advenimiento del alivio.

El modo en que una crisis sea tratada apunta a

evitar la repetición de episodios críticos y resulta

crucial para el logro de un cambio en la perspecti-

va del paciente y el comienzo de un proceso psi-

coterapéutico.

La ley de salud mental parece entenderlo así

cuando expresa en sus fundamentos: “(…) Inves-

tigaciones en nuestro país y en el mundo alertan

sobre el uso y abuso de psicofármacos para tratar

situaciones o problemáticas conflictivas, que pro-

fundizan la "medicalización" de la vida cotidiana,

a partir de edades cada vez más tempranas.

DERIVACIONES E

INTERCONSULTAS 21%

CONSUMO ALCOHOL/

SUSTANCIAS 10%

INTERCONSULTAS 5%

P á g i n a | 27

Es así, como en tiempos históricos de profunda

desigualdad (…) se procura reducir el malestar y

encuadrarlo bajo rótulos psicopatológicos, mayori-

tariamente funcionales al orden social hegemóni-

co y a los intereses de la industria farmacéutica”.

Muchos de los resultados clínicos reflejan la in-

terdisciplina, donde se destaca una particularidad

cuasi específica de la labor de los profesionales

psi. Nos referimos al trabajo con los familiares de

aquellos que por uno u otro motivo, llegan al dis-

positivo de guardia.

Cada paciente que acude a la sala de emergen-

cias suele hacerlo acompañado por algún inte-

grante de su familia, amigo o conocido.

Esto implica que hay un padecer más allá del

paciente: una familia o un grupo cercano que su-

fre y que necesita ser tranquilizado y orientado.

El psicólogo es precisamente quien está capaci-

tado para escuchar no sólo la demanda del pa-

ciente, sino también la angustia familiar.

Esta ardua e ineludible tarea reclama asistencia

integral a partir de la construcción de una red de

contención que la mayoría de las veces se vehi-

culiza a través de la palabra.

Es una figura muy reconocida la de los profesio-

nales psi entrevistando al paciente por un lado, al

entorno por otro y al mismo tiempo haciendo ma-

labares en la búsqueda de contactos de ami-

gos/vecinos que puedan funcionar como malla de

contención.

La experiencia demuestra que cuando en los

momentos de crisis, se trabaja en el fortalecimien-

to de redes tanto familiares como sociales, no

resulta necesario excluir a los pacientes de su

núcleo de pertenencia.

Concomitantemente, al reforzar el lazo social que

lo contiene se preservan sus derechos y por ende

su dignidad como persona.

La incorporación del psicólogo al equipo de guar-

dias de salud mental produce efectos clínicos;

uno de ellos es la reducción del número de inter-

naciones.

Es una consecuencia no menor, no solo por las

implicancias económicas y emocionales que con-

lleva el apartamiento del sujeto alienado del con-

texto socio-familiar sino, fundamentalmente al

convertirse, desde la nueva legalidad, en el último

de los recursos terapéuticos de elección.

Según el artículo 14 “La internación es considera-

da como un recurso terapéutico de carácter res-

trictivo, y sólo puede llevarse a cabo cuando apor-

te mayores beneficios terapéuticos que el resto

de las intervenciones realizables en su entorno

familiar, comunitario o social”.

Entre los datos significativos destacamos que

aunque desde la formación en psicología, se in-

siste en favorecer condiciones de confian-

za/intimidad para la asistencia y se objeta el multi-

tudinario “pase de sala” donde el sujeto queda

reducido a un cuerpo, en la actividad de la Guar-

dia parecen desvanecerse años de teoría: detrás

de la cortina del box se halla a un paciente simul-

táneamente abordado por un profuso cuerpo de

expertos, en este caso psi.

Indudablemente la guía es médica y resulta difícil

emplazar otro orden en un contexto tan particular.

Treinta 30 años de guardia psiquiátrica dejan una

impronta que no sólo impacta dentro del grupo

médico. Sin duda, el hecho de trabajar en un

hospital escuela permite y exige sumar casuística

y experiencia clínica, pero es fundamental refle-

xionar sobre el riesgo de copiar un modelo proce-

dente de otro paradigma.

Si bien las psicólogas internas y responsables de

cada día cuentan con formaciones diversas, como

ocurre con el resto de los internos de la guardia,

en muchos momentos de decisión, las diferentes

camadas de residentes, tanto médicos como psi-

cólogos, guían sus intervenciones según la mira-

da del psiquiatra, claramente alojado en el lugar

del saber.

Es evidente que desde el imaginario social, la

urgencia sigue siendo un tema médico. En la

misma línea se revela cierta reticencia a aceptar

las indicaciones del profesional psicólogo sin pre-

via consulta con el galeno; aún en los casos don-

de el fármaco está ausente. Cuestión similar se

presenta trimestralmente cuando los jóvenes re-

P á g i n a | 28

sidentes (tanto médicos como psicólogos) ávidos

por dar cumplimiento a requisitos ministeriales,

entregan su planilla de evaluación de desempeño

profesional al médico psiquiatra.

Es fundamental tener en claro los entretelones de

la medida referida a la integración de los psicólo-

gos en las guardias de salud mental para pensar

desde allí la responsabilidad, las incumbencias y

los alcances de su quehacer.

Los psicólogos no están allí para sustituir y/o

remplazar a los médicos especialistas, para su-

plantar saberes ni quehaceres ni para cubrir las

necesidades de un servicio en particular.

Esta incorporación pretende abonar la constitu-

ción de equipos interdisciplinarios en pos de una

atención integral. Aunque según el espíritu de la

Ley, el médico de cualquier especialidad tiene

obligación de intervenir si un paciente requiere

medicación, el requerimiento de evaluación far-

macológica ubica a los psicólogos en un lugar

sumamente endeble.

La lógica obliga a no sucumbir a rivalidades leja-

nas a la vanguardia, ya que no se trata de la

disputa entre modelos asistenciales, sino de dos

disciplinas con instrumentos disímiles que conflu-

yen en una meta común: servir a un paciente.

Aunque el primer equipo de interconsulta del hos-

pital data de 1985, debemos insistir en situar esa

mirada psi, esencialmente distintiva. Incorpo-

rar/integrar otro discurso no es tarea fácil.

CONCLUSIONES

Del hecho de que el hospital cuente con la resi-

dencia integral con formación en guardia y en

conjunción con la Ley Nacional, se desprende la

importancia de contar con un profesional psicólo-

go/a Interno/a en la Sala de Emergencias.

La norma facilita un espacio de capacitación defi-

nida, acercando al residente los conocimientos

que permitan reducir el altísimo nivel de actuacio-

nes (conductas compulsivas e impulsivas) que

caracterizan la época en la que vivimos al tiempo

que permite el encuentro con alternativas de co-

municación que aportan palabras y dan sentido a

la existencia.

Además, brinda un tiempo para el análisis que

ofrece capacidad de anticipación y que conlleva

una eficacia saludable para permitir a quien con-

sulta ver dónde está parado y cómo seguir.

Este Hospital Interzonal recibe demandas tera-

péuticas de la Región V y aledañas.

Somos conscientes de que el camino es largo y

seguimos aprendiendo sobre nuestro quehacer y

en relación al contexto cotidianamente y con cada

guardia.

A un año de nuestra incorporación, podemos

afirmar que los resultados son más que auspicio-

sos.

Estamos integradas (con chistes, chicanas y pre-

juicios) e incorporadas en la planilla formal del

equipo de urgencias. No obstante, somos cons-

cientes que queda mucho camino por transitar y

por transmitir.

Durante más de tres décadas, la guardia de salud

mental estuvo conducida por psiquiatras. Sería

inocente especular que un cambio de paradigma

sobrevendrá a partir de la sanción de una Ley.

Pues ¿cómo pretender que médicos con más de

25 años de servicio puedan sin más, echar por

tierra algunos de sus más arraigados preceptos?

No podemos desconocer ni negar que los cam-

bios de miradas, de conductas y el trabajo sobre

los prejuicios no suceden en forma inmediata. Ya

decía Lucio Séneca, filósofo y escritor romano del

Siglo 4 a.c. “Tenemos los vicios ajenos delante de

los ojos y los propios a la espalda”.

El tiempo, severo juez, ponderará los frutos de la

integración del psicólogo al equipo interdisciplina-

rio de Salud Mental.

BIBLIOGRAFÍA

2012 Póster: El Psicólogo en la Guardia de un Hospital Gene-

ral. Sus efectos en la comunidad. Dreiling I, Fernández Vitale

MV, Santa Cruz G. Presentado y Premiado en Jornadas Hos-

pitalarias 22/11/12, La Plata, Provincia de Buenos Aires.

P á g i n a | 29

Caso clínico anátomo-patológico Liliana Israelevich. Eduardo Veliz. Servicio de Patología. HIGA Eva Perón

Paciente de 3 años de edad.

Consulta por presentar prolapso de pólipo rectal asociado a hemorragia rectal y mucorrea.

Se efectúa biopsia excisional. Se remite formación ovoidea de 2,5x2x1cm rojo-grisácea.

Al examen microscópico se observan dilataciones quísticas glandulares, glándulas ramificadas revestidas

por un epitelio típico, con áreas de hipersecreción mucosa y tortuosidad. Estroma con rica vascularización,

congestión, edema y cambios inflamatorios intensos a expensas de infiltrados mono y polimorfonuclear.

El diagnóstico más probable es:

a) Pólipo hiperplásico.

b) Pólipo juvenil.

c) Pólipo inflamatorio.

d) Pólipo de Peutz-Jeghers.

LA RESPUESTA SE ENCUENTRA EN LA PÁGINA 39

INMANENCIA. 2013; 3: 29-29

CASO ANATOMÍA PATOLÓGICA

P á g i n a | 30

Misión de la Universidad

Prof. Dr. Alfredo Martínez Marull

Profesor Titular de Cirugía (1985 – 92), Decano (1992-94) y Profesor Emérito desde 1997 de la Facultad de Ciencias Médicas de la

Universidad Nacional de Córdoba. Integrante y Fundador de la Comisión Médica Asesora de la CONEAU (Comisión Nacional de Eva-

luación y Acreditación Universitaria) (1997). Miembro Honorario Nacional de la Academia Nacional de Medicina desde junio de 2010.

Versión de la conferencia dictada en agosto de 2012 con motivo del aniversario del Círculo Médico de Córdoba.

Quizá el marco conceptual de esta conferencia

debiera referirse a las divergencias de muchas

universidades respecto de la formación del hom-

bre, su verdadera misión.

Vivimos tiempos difíciles, rodeados de turbias

especulaciones, recelos, intrigas y extremos

egoísmos.

Son épocas de una sociedad convulsionada,

donde los ecos de la calle claman por derechos

perdidos que se confunden y a veces disfrazan

intereses ilegítimos y así socavan la noción del

deber, el eje moral de la vida que los argentinos

debemos recuperar.

Se han roto las cadenas de mediación más impor-

tantes en la socialización del hombre: Familia-

Escuela-Comunidad.

La caída de las utopías, de los paradigmas e

ideales son las causas de la crisis que, más allá

de su componente político-económico y social

produce conflictos culturales y educativos.

Está lesionado el Contrato Social, ese contrato de

confianza entre dirigentes y dirigidos al que Mon-

tesquieu ligaba con la libertad mientras expresa-

ba: "Soy libre porque puedo cumplir la ley, la ley

que yo propuse".

En cambio, percibimos una pavorosa sensación

de inutilidad de una parte de la dirigencia política,

gremial y o empresarial, lo que sin dudas, refleja

mediocridad intelectual.

Una mezcla de impunidad y corrupción nos hace

vivir, paradójicamente, en los suburbios del “esta-

do de naturaleza” de Hobbes, en un primitivismo

caracterizado por la caída de las libertades y la

pretensión de la mera supervivencia.

Hablar hoy de la Universidad es un reto a la ima-

ginación, a las comparaciones. Es reconocer la

realidad, esa realidad, pero sobre todo, a sumar

propuestas a las críticas.

Es válido recorrer las etapas evolutivas de la Uni-

versidad y sintetizar con grandes trazos las co-

rrientes y pensamientos que las fueron confor-

mando.

Las Artes, las Letras, la Filosofía y el Derecho se

reunieron bajo su marco en el Medioevo.

El desarrollo científico originó la sociedad tecno-

crática que, además de reemplazar la razón filo-

sófica por la científica impulsó el crecimiento y la

investigación.

En la Revolución Industrial, la Universidad partici-

pó del desarrollo de una producción que, progre-

sivamente, reemplazó al hombre por la máquina e

instaló la mala competencia, el lucro y el utilita-

rismo.

Luego, se integró a la Revolución Cultural y re-

clamó la necesidad del Saber cómo, razón fun-

damental del destino del hombre.

Más adelante, impulsó la Revolución Sociopolítica

de la democracia y sus principios de Libertad,

Igualdad y Fraternidad junto a los derechos per-

sonales y constitucionales. Hoy, lo hace con la

Revolución del Conocimiento.

INMANENCIA. 2013; 3: 30-35

ARTÍCULO DE INTERÉS

P á g i n a | 31

Como argentinos, anotamos un largo camino re-

corrido desde la Universidad Jesuítica del Siglo

XVI hasta las 134 instituciones actuales.

El desarrollo educacional sintetiza la integración

histórica del progreso en áreas culturales, científi-

cas, económicas y sociales. Manifiesta el respeto

por el orden y las normas de convivencia conteni-

das en la Constitución y las leyes vigentes como

expresión del Contrato Social y enunciadas a

través de expresiones propias de caca época.

Así ocurrió con la Revolución de Mayo, Rivadavia

y la Generación del 37, los acuerdos Nacionales

con Sarmiento, las Maestras y las Escuelas en

1884, Sarmiento y Mitre en el Colegio Secunda-

rio, la Universidad y la Ley Avellaneda de 1885, la

Escuela Industrial de 1889, las corrientes inmigra-

torias, la Reforma Universitaria de 1918,….

Nadie puede negar que esa Universidad, acom-

pañó el crecimiento del país y le dio grandes pen-

sadores y políticos de moral republicana, hom-

bres de derecho que codificaron la ley y escribie-

ron las bases de la Organización Nacional, cinco

premios Nobel y una cultura de máximo nivel que

elevó a la Argentina a la consideración mundial.

Vale recordar las expresiones de algunos ex Rec-

tores de la Universidad Nacional de Córdoba res-

pecto de la Universidad.

Para Rodolfo Martínez, la Universidad “…es la

más alta expresión del pensamiento capaz de

agitar la conciencia del país y el medio para acre-

centar y enriquecer el acervo cultural de hombre”.

Por su parte, Agustín Caeiro expresó “…es la

matriz de ideas fundamentales y el laboratorio

donde se realizan las experiencias sociales del

progreso y por eso la sociedad debe sostenerla”.

Jorge Orgaz opinó “…la universidad es una insti-

tución cuya misión fundamental es la formación

del hombre”. Bernardo Houssay, por su parte, la

consideró “el principal centro de creación y difu-

sión del conocimiento centrado en el amor a la

verdad, el espíritu de libertad, la equidad y la tole-

rancia, las bases del progreso”.

Entonces, la Universidad no exigía prueba de

ingreso, pues conocía y reconocía el sistema de

educación de quienes, habrían de ser profesiona-

les.

En la encrucijada de la historia hoy planteada, la

Universidad está jugando su existencia. Se espe-

ra de ella, mayor compromiso participativo, voz

alzada para ser escuchada realimentada con los

aires del panteón de nuestros héroes y de los

patriotas que nos emanciparon. Vale destacar

que la Universidad no está en la lista de reclamos

de la sociedad que, por el contrario más bien,

parece ignorarla.

Un listado de calamidades llevaron a la pérdida

de liderazgo, al extravío de valores y al reemplazo

por seudovalores.

El exitismo: microcosmo del hombre hedonista y

materialista, que confunde fama con prestigio.

Individualismo y egoísmo donde tener es mejor

que ser. Se.

La sociedad no se encuentra con la historia: de-

socupación, pobreza, hambre y aséptica econo-

mía de mercado, se cuecen en el caldo de la cul-

tura de la corrupción que crece, cada vez más

tolerada y constituye nuevos paradigmas.

Recordemos que durante 116 años no hubo cam-

bios educacionales y que desde una buena es-

cuela pública, progresivamente llegamos a la ac-

tual que gradúa alumnos que no saben expresar-

se, pensar, estudiar, escribir ni razonar.

Hoy la escuela debe contener y alimentar, com-

promiso no reñido con su esencia pero que di-

versifica tareas y ciertamente le hace perder nivel

educativo, previamente desmerecido por diversos

motivos.

Existen excepciones que gratifican pero, en gene-

ral la labor docente está mal retribuida y quienes

la desempeñan se encuentran pauperizados des-

de lo económico y cuestionados por la sociedad.

Presupuestos insuficientes, masificación del in-

greso universitario y politización describen tres

pilares de un sistema que debe cambiar si se

desea retomar el rumbo perdido.

No es difícil aceptar que la falla educativa expone

el fracaso de la clase dirigente, especialmente

P á g i n a | 32

universitaria, si se recuerda la misión de “formar

hombres” que difiere de una ”Institución Despa-

chante de Títulos Profesionales” otorgados a su-

jetos con capacidad limitada para responder a las

necesidades de la sociedad.

Felizmente no todo es así. Existen muchas per-

sonas que conservan los valores y principios de

convivencia y el compromiso de abandonar los

silencios y participar activamente en la problemá-

tica.

La Argentina fue líder de la Cultura Latinoameri-

cana y algún Ministro de la Nación se jactó opor-

tunamente de que teníamos más maestros que

soldados y el más alto índice de alfabetismo de la

región. Debemos reconocer que hemos decaído

en lo cultural.

Nada mejor que conocer, para saber qué se debe

mejorar y proponer cómo hacerlo. Aceptada la

molestias de reconocer la minusvalía adquirida,

no caben las interpretaciones como ofensa. La

realidad es,…lo que es.

Parece poco conducente enfrentar la cuestión

mediante voluntarismos contenidos en frases

hechas de quienes bien saben recitar proposicio-

nes vacías de contenidos y que ni siquiera inten-

tarán cumplir, tales como: "Hay que,… combatir la

corrupción, ... desarrollar la economía,… recupe-

rar el valor del saber".

Estos y tantos otros “hay que” se constituyen en

figuras retóricas carentes de sentido formal y que

irritan a casi cualquier ser pensante.

Debemos alejarnos del facilismo y de creer que

las reformas deben ser emprendidas por las Insti-

tuciones, cuando, en realidad, debe cambiar la

sociedad, una sociedad con familia y voluntad de

cambio.

Sin embargo, al mismo tiempo, se debe recono-

cer que todos las entidades citadas están com-

puesta por sujetos, por nosotros mismos, que

cada individuo debe aceptar el desafío planteado

y emprender los cambios necesarios para mejorar

la situación que considere errada a partir de roles

asignados o asumidos.

¿Podrán algún día, la educación y los otros gran-

des temas de interés nacional ser Políticas de

Estado? Es decir, ¿estar por encima de los vaive-

nes políticos del oportunismo? Depende de la

actitud de cada uno de nosotros.

El conocimiento es un capital, no una suma de

datos, sino armónica conjunción de saber y de

sabiduría. La Investigación, es otra gran Misión

Universitaria, la generadora de conocimientos.

No es bueno dejar en manos inexpertas, las polí-

ticas de investigación, claves del desarrollo y

crecimiento y que a su vez se retroalimentan des-

de una Extensión Universitaria bien entendida y

gestionada.

Debemos volver a la articulación sincrónica de:

Organización -Seguimiento y Control.

Todavía existen quienes creen que pensar ya es

hacer y que hacer tiene movimiento propio. Para

hacer, no basta con querer, hay que emprender

acciones. El control de las actividades como un

hecho natural y espontáneo, fue siempre la ante-

sala de la responsabilidad. Sin control, no hay

responsabilidad..

Debemos pensar con preferencia y prospectiva.

Con proferencia para construir hacia el futuro y

con prospectiva para proyectar desde el presente

acciones conducentes al logro de un futuro

deseable. .

Aunque, sea remanido es bueno cambiar el estilo

enciclopedista del cerebro memorista como fac-

símil de la inteligencia artificial por el razonado

hábito de resolver problemas buscando la infor-

mación y aprendiendo, como decía Alberto

Agrest, “a preguntar como curioso, en vez de ha-

cerlo como ignorante”.

Debemos reconocer la verdad y no extraviarnos

buscando culpas y culpables que son bien cono-

cidos.

Nos debemos eficiencia, suspicacia para recono-

cer y humildad corregir errores y la firme y man-

tenida decisión de erradicar la corrupción en to-

dos los órdenes.

Corresponde a los universitarios, representantes

de un nivel superior de saber y de saber hacer

dar muestras de racionalidad y de honestidad

intelectual y expresarse sin miedo ni intención

P á g i n a | 33

de agitar los ánimos, para evitar caer en silencios

comprometidos, propios de la autocensura.

La juventud debe tener libertad de pensar, de

hacer y participar en el debate de las ideas y en la

promoción de las mismas respetando la diversi-

dad de opiniones. No es menor, al respecto, la

obligación que cabe a los mayores.

El cultivo del espíritu y la apropiación del conoci-

miento integran la base de esa formación y exi-

gen a todos virtudes dialógicas. Para ello, se de-

be volver a lo sencillo, al hábito de hacer bien las

cosas cotidianas, donde el trabajo, se ata con el

estudio y el orden, con la disciplina.

Bernardo Houssay opinaba que “…lo grave en la

Universidad, mas allá de las insuficiencias inmovi-

lizadoras, son el caciquismo, el electoralismo y la

demagogia, cuestiones relajantes de la moral”.

Para Ortega y Gasset “…la crisis de la inteligen-

cia y con ella, la de la Universidad, sólo puede

dominarse con la reforma de la inteligencia”.

Vale destacar algunos datos propios de la carrera

de Medicina en nuestro país: 11% del estudianta-

do universitario cursa normalmente y se gradúa

en 6 ó 7 años de una carrera y 82% fracasan y

abandonan en el primer año.

Datos presupuestarios permiten calcular que cada

estudiante de medicina de la universidad estatal

argentina cuesta 1.618 dólares por año y que el

gasto total para cada graduado promedia 43.000

dólares. En Japón los valores para las mismas

situaciones son de 6.000 y de 25.543 dólares y en

Alemania de 3.200 dólares y de 27.000 dólares

por año respectivamente.

No alcanza ni sirve atribuir las dolencias de nues-

tra universidad “al exceso de alumnos crónicos”.

Hace falta decisión y terapia curativa que, desde

luego, no se consigue tratando sólo al alumno,

sino las causas del problema social.

Los compromisos del primer nivel educativo,

constituido por la familia y la escuela se cumplen

de manera insuficiente.

Es primario consolidar a la familia como eje de la

educación y socialización del hombre, afianzar el

papel de los grupos familiares y promover la au-

tocapacitación para mejorar la educación de la

prole.

y Si el recurso humano es la principal fuente de

desarrollo es elemental la necesidad de adecuada

calidad en la educación primaria y secundaria. La

ineficiencia e ineficacia de la educación previa

inciden en la calidad del futuro graduado univer-

sitario.

Es bueno recordar que la falta de cultura genera

discriminación social y su limitación de corte elitis-

ta encierra una de las mayores inequidades so-

ciales.

La sociedad y el alumno deben comprometerse a

respetar el ejercicio responsable del docente y a

recrear el compromiso de la familia y escuela en

la tarea de educar.

Se debe propiciar una “dinámica” revisión de pla-

nes de estudio para una enseñanza integral, mo-

ral y cultural.

El docente merece ser revalorizado y debidamen-

te jerarquizado. Debiera percibir una retribución

honorable que le permitiera algún progreso y

elevara su autoestima.

La eficiente evaluación del proceso educativo,

permitirá asegurar la cultura de la convivencia,

donde quepa la expresión de ideas se incorporen

los mecanismos del sistema enseñanza-

aprendizaje.

La educación debe ser comprendida y aceptada

como una inversión y no como gasto.

La universidad debe reinstalar socialmente su

triple misión: docencia, investigación y servicio y

recuperar su rol trascendente en la tarea de for-

mar al hombre como buen ciudadano comprome-

tido con su país.

El Estado debe asumir su responsabilidad en el

financiamiento universitario y la universidad eje-

cutar un presupuesto sin facetas dispendiosas.

Los gastos inadecuados de la Universidad no

mejorarán los problemas de pobreza, indigencia e

inequidad que existen en nuestro país.

P á g i n a | 34

Las estrecheces y penurias que los más educa-

dos debieran percibir con más claridad, los obliga,

como representantes de la “inteligencia” del pen-

samiento a ajustar con mayor intensidad todo lo

que se refiera a educación, pensando en el bien

común y sosteniendo la voluntad de cambio hasta

lograrlo, por respeto y por piedad para con los

conciudadanos.

Los organismos competentes de salud y educa-

ción de la nación, las provincias y los municipios

debieran integrar esfuerzos y propiciar la forma-

ción cultural del ciudadano desde la familia, el

municipio y la escuela.

Compete al Estado definir la calidad y cantidad de

graduados de las profesiones que habrá de habili-

tar y que en su mayoría forma en instituciones

públicas.

Esto permitirá mejorar el índice de ingreso-egreso

universitario y reducir el costo del graduado evi-

tando proletarizar el mercado profesional.

Retransitar los caminos de la conciliación del bien

común y recobrar el dañado Contrato Social,

permitirán recuperar la mística de hacer mejor lo

cotidiano.

Adelmo Montenegro en “Crisis y Porvenir de la

Universidad” señala “en el marco de una sociedad

que reconoce a todos el derecho de la educación

destaca el peligro de una amorfa masificación

que, en alguna medida, se resuelve mediante el

denominado tamaño pedagógico lógico.

Ello permite respetar ese derecho sin mezquinas

limitaciones para acceder a la enseñanza superior

que, desde luego, no debe ser otra que una pro-

bada aptitud para asumir, con provecho, sus futu-

ras obligaciones académicas”.

Formar un buen profesional requiere ingresar una

buena persona como estudiante y ofrecer forma-

ción adecuada para atender los problemas más

frecuentes del país.

Deben ingresar aquellos que cuenten con condi-

ciones adecuadas.

Es necesario replantear la educación preuniversi-

taria específicamente para los futuros médicos,

seleccionar a los estudiantes y graduarlos con

responsabilidad.

La atención de la salud exige atención primaria

eficaz.

Es indispensable establecer el control de niños

sanos y la nutrición del recién nacido y del niño

en general.

El Hospital Público debe replantearse de manera

racional asociada con las necesidades del medio

y fundada en equidad, eficacia y eficiencia aso-

ciados con el adecuado análisis de costos y gas-

tos.

La investigación requiere política activa de Exten-

sión Universitaria que atienda necesidades regio-

nales y nacionales y las integre en los proyectos

por desarrollar.

Nada de lo citado es posible si no se cuenta con

el recurso humano adecuado para llevarlo a cabo.

La comunidad educativa debe utilizar su imagina-

ción y su experiencia para descartar lo vetusto en

desuso, incorporar las novedades necesarias y

mantener lo útil de las carreras de grado.

Al mismo tiempo, se deben desarrollar programas

de posgrado que permitan mantener actualizado

al recurso humano ya formado. Las virtudes y la

ética no pueden quedar en el campo del saber.

Deben aplicarse al saber hacer e incorporarse

naturalmente al ser.

En tiempos de crisis, tanto la Universidad como la

Escuela, son ambientes de contención.

A pesar de las inequidades sociales actuales,

hoy, el ámbito de igualdades y rutinas de clases y

horarios dan la sensación de cumplir. Aprender y

educar exceden el presentismo y el cumplimiento

de horarios.

Estudiar no es fácil, exige tiempo, esfuerzo y de-

dicación. Conocer una materia o tópico para inte-

grar conocimientos es la meta y la garantía de su

logro es la evaluación exigente.

P á g i n a | 35

Es inválido el dictum que sugiere que "debe apro-

bar porque se ha esforzado". Lo que se sabe,

sólo vale si se sabe bien, decía Alfredo Lanari.

La evaluación y acreditación universitarias son

garantía de calidad y por ello se deben propiciar

mecanismos de evaluación de las competencias

del graduado y de su seguimiento.

Esto es más una obligación que un simple com-

promiso universitario y su validez ha sido probada

a nivel universal aunque en nuestro país aún se

discuta.

Es importante re-estimular el compromiso social

de la Universidad con el medio, en la búsqueda

de "mercado" para sus graduados.

La Extensión Universitaria debiera facilitar la re-

troalimentación de ideas y la creación de conoci-

miento con compensación económica. Son fuen-

tes de financiamiento extra-universitaria poco

exploradas.

La comunidad educativa debe utilizar su imagina-

ción y su experiencia para descartar lo vetusto en

desuso incorporar las novedades necesarias y

mantener lo útil de las carreras de grado.

Al mismo tiempo, se deben desarrollar programas

de posgrado que permitan mantener actualizado

al recurso humano ya formado.

Las virtudes y la ética no pueden quedar en el

campo del saber. Deben aplicarse al saber hacer

e incorporarse naturalmente al ser.

Santiago Kovadloff, filósofo y ensayista estima

que “…expresar con sencillez la verdad desnuda

es la mejor manera de corregirla” y que “…nada

más urgente de hacer que lo que demanda mu-

cho tiempo para su realización.” Abraham Lincoln

aseguraba "…si logramos saber dónde estamos y

hacia dónde vamos, estaremos en mejores condi-

ciones de juzgar qué hacer y cómo hacerlo". Koi-

chiro Matsuura, Director de la Unesco (1999-

2009) afirma que "…los ajustes, constituyen una

oportunidad para aligerar viejas estructuras que

quitan agilidad para responder a los desafíos. En

educación, el trípode sigue siendo: Aprender a

ser, a conocer y a emprender".

Por su parte, Jaim Etcheverry sugiere recobrar la

“caligrafía en extinción” y que hay países que han

vuelto a la estilográfica. La escritura, con letra

cursiva, permite el pensamiento asociado con

armonía y exige componer la frase mentalmente

antes de escribirla, abandonar la belleza por la

velocidad de una computadora y la artesanía por

la eficiencia.

Sin crisis no hay desafíos y sin desafíos solo hay

rutina. En las crisis nace la inventiva y se dan los

descubrimientos.

La Universidad debiera analizar la situación actual

y proponer soluciones que, sin duda, generarán

cambios positivos. La única crisis amenazadora

es la tragedia de no saber o no querer luchar para

superarse.

Algo está en camino de desaparecer y algo está

penosamente naciendo desde los escombros.

Aceptar lo que sucede es un reto cotidiano que

exige réplica.

En busca de respuestas que permitan replantear

la misión de la universidad, hago míos los plan-

teos del Dr. Jorge Vanossi, Presidente de la Aca-

demia Nacional de Ciencias Morales y Políticas.

Propone una terapia de shock, que exige:

sinceramiento para conocer y reconocer la verdad

total, legalidad que obligue a respetar la Constitu-

ción, la ley y el orden, confianza que permita

creer y recrear las esperanzas,coraje y decisión

para enfrentar la contracultura y la corrupción y

educación que enseñe a diferenciar lo bueno de

lo malo y los valores de los seudo valores.

¡No es poca cosa!

P á g i n a | 36

Tratamiento no operatorio de lesión esplénica generada por traumatismo cerrado

Emanuel Rodrigo Argüello Pesich, Mariel Di Napoli, Daniel Galarce, Diego Moreno

Palabras Clave: Tratamiento no operatorio ,

esplenectomía

Introducción:Hasta hace un par de décadas

la única opción ante lesiones del bazo era la

esplenectomía. La intervención no es inocua.

Entre las complicaciones inmediatas figuran

colecciones subfrénicas y fístulas pancreáti-

cas. La morbilidad mediata se relaciona fun-

damentalmente con cuadros sépticos y su

incidencia ronda el 2%. Se presenta con pre-

ferencia en los primeros 2 años posteriores a

la esplenectomía, con una curva francamente

en descenso después del quinto año. El peli-

gro latente permanece toda la vida.

El neumococo ocasiona el 50-60% de las

complicaciones infecciosas y en los esplenec-

tomizados se acompaña de sepsis fatal en

más del 70% de los casos, aún si se ofrece

antibioticoterapia adecuada. Son menos fre-

cuentes el meningococo y Haemophilus. La

vacunación antineumocócica (polivalente, de

23 cepas) se aplica a todos los pacientes pro-

gramados para esplenectomía electiva. Se

efectúa, en la medida de lo factible, 10-14

días antes. Si es necesario efectuar una ciru-

gía de urgencia se debe administrar en el

posoperatorio inmediato. Por esta razón es

preciso restringir las esplenectomías en la

medida de lo posible. Estas consideraciones y

el acceso a mejores y mayores posibilidades

de control han promovido la propuesta de

tratamiento no operatorio (TNO) ante lesiones

esplénicas generadas por traumatismos. Los

resultados son aceptables y la relación costo /

efectividad resulta positiva. El TNO exige cier-

tos requisitos entre los que destacan el control

seriado de parámetros vitales, el seguimiento

imagenológico adecuado y la seguridad de

contar con un medio donde sea factible inter-

venir al paciente si la evolución lo hiciera nece-

sario.

La experiencia reciente con un paciente porta-

dor de trauma abdómino – torácico que demos-

trara lesión esplénica es útil para revisar la

propuesta de TNO.

Caso Clínico : Hombre de 22 años de edad.

Refiere caída de alrededor de 5metros acontecida

minutos antes de la consulta. Ingresa lúcido y hemo-

dinámicamente estable. El examen físico

muestra abdomen blando, depresible y

doloroso en hipocondrio izquierdo. Se colo-

can 2 vías endovenosas de grueso calibre. Se

realiza FAST que detecta escaso líquido

periesplénico y en fosa ilíaca izquierda (FII).

El paciente persiste estable. La TAC de Ab-

domen y Pelvis detecta moderada can-

tidad de líquido (según escala de Fisher) en

espacio periesplénico y en FII. El bazo se

muestra con tamaño conservado y densidad

heterogénea. Luego de administrar contraste

EV se observa alteración del contorno esplé-

nico, hipodensidad lineal intraparenquimatosa

y fuga de material. La imagen sugiere la pre-

sencia de una laceración del polo superior del

bazo < 2cm con fuga de contraste próximo a

la lesión (Figuras A y B). Se interna al pacien-

te.

INMANENCIA. 2013; 3: 36-40

P á g i n a | 37

Evolución: Durante e l p r i m e r d í a s e

i n t e r n a c i ó n , se controlaron los signos

vitales cada 2 horas y s e d e te r m in ó e l

hematocrito cada 6 horas. El paciente mantu-

vo estable tensión arterial y frecuencia cardía-

ca y orinó 1000ml en 12 horas. Cumplidas 24

horas de internación se repitieron ecografía y

TAC abdominal que: no detectaron modifica-

ciones respecto de los estudios de ingreso. A

diario, se determinó el valor del hematocrito.

Permaneció estable. Al sexto día y con buena

evolución se realiza TAC de abdomen con

doble contraste (Fig C y D). Se observa ima-

gen esplénica homogénea sin pérdida hemá-

tica aparente. Alta y control por consultorio

externo. Se mantiene asintomático trascurri-

dos 4 meses del accidente.

Fig A Fig B

Fig C Fig D

CASO CLÍNICO

P á g i n a | 38

Discusión

Los traumatismos cerrados del abdomen exi-

gen evaluación rigurosa que se apoya sobre 3

pilares: Clínica, Laboratorio e Imágenes. El

hallazgo de lesiones esplénicas admite re-

cientemente y como cuarto pilar a los proce-

dimientos endovasculares. Incorporan la an-

giografía diagnóstica y la embolización selec-

tiva. En la evaluación clínica destaca la esca-

sa relevancia atribuible a la intensidad o la

localización del dolor. La estabilidad hemodi-

námica, requiera o no transfusiones es tras-

cendente. Uno de los factores predictivos para

el fracaso es la peor respuesta lograda por el

TNO en pacientes mayores de 55 años1. En-

tre los estudios por imágenes sobresale la

ecografía por su utilidad. Permite observar la

profundidad, magnitud y multiplicidad de las

lesiones parenquimatosas, evaluar el estado

del hilio esplénico, detectar líquido libre y

mensurar su volumen. Uno de los sistemas

más completos para categorizar el compromi-

so del bazo es la Escala de trauma esplénico

propuesta por la Asociación Americana del

Trauma (AAST) 2(Cuadro 1).

Cuadro 1 – ESCALA DE TRAUMA ESPLÉNICO

P á g i n a | 39

El laboratorio aporta datos para el control evo-

lutivo. Exige hemograma cada 12 horas du-

rante el primer día y luego controles diarios.

Conocidas la topografía, profundidad y magni-

tud de la lesión y de acuerdo con los recursos

disponibles se puede definir el tratamiento de

manera fundada, teniendo a la cirugía como

último recurso3 Esta etapa requiere disponer

de eventual cama en UTI.

Tratamiento no operatorio(TNO)

Debe ser personalizado, ajustado a cada paciente

y a cada situación. El TNO muestra 80 – 93%

de éxito en pacientes pediátricos4. El resulta-

do en los adultos es controvertido. Existen

numerosos algoritmos pero la edad, las co-

morbilidades o las intercurrencias, hace que

muchos pacientes requieran cirugía.

Los requisitos para plantear un TNO del trau-

ma esplénico son5:

Estabilidad hemodinámica durante la

observación

Disponibilidad de ecografía y TC

Eventual Cama en UTI

Quirófano disponible

Lesiones I – III

2 UGR en las primeras 24 hs no más

de 4 en 48 hs.

Respuesta inicial satisfactoria a la

expansión.

Control y evolución

En las primeras 48 horas es fundamen-

tal observar si el paciente recupera el tránsi-

to, mantiene estabilidad hemodinámica, no

requiere reposición de hemoderivados y tole-

ra la dieta. Si así fuera, se puede proyectar

una eventual alta hospitalaria dentro de los 5

a 7 días. Durante 3 meses debe efectuar

ecografías de control y desarrollar actividad

física restringida dado el riesgo de ruptura

tardía (bazo en dos tiempos)8.

La transfusión intempestiva de hemoderiva-

dos debe restringirse pues aumenta el riesgo

de infección a posteriori, sea en el posopera-

torio o incluso durante el periodo de ob-

servación intrahospitalario.

No hay consenso sobre el seguimiento ima-

genológico más adecuado. Se propone reali-

zar ecografía al ingreso y repetirla a las 6 hs,

en busca de líquido libre intraperitoneal y

modificaciones en el volumen. La TAC debe

sumar contraste endovenoso, para precisar el

grado de lesión. Si el paciente no registra

cambios durante su internación, proponemos

realizar TAC al egreso. Cuando los pacientes

permanecen estables desde el ingreso, el

TNO aparece como gold standard para nu-

merosos autores6,7

. La tasa de éxito alcanza

el 70% si se cumplen los criterios antecitados.

Angiografía

Cuando el TNO integra este procedimiento

logra una eficacia del 95%9. Su principal indi-

cación se produce ante extravasación de con-

traste o una lesión vascular, aún cuando el

paciente permanezca hemodinámicamente

estable. La mayoría de las veces el procedi-

miento consiste en ocluir la arteria esplénica

de la misma manera como cuando este vaso

se liga quirúrgicamente10

. Las colaterales pro-

venientes de la arteria gástrica izquierda, ar-

cada pancreática y duodenales se encargan

de mantener el bazo viable. Aún se ignora si

P á g i n a | 40

el órgano remanente es inmunológicamente

competente para evitar las infecciones ocurri-

das por las esplenectomías convencionales.

Recientemente, se observó que estos pacien-

tes poseen menos riesgo de infección por

bacterias capsulares que los esplenectomiza-

dos convencionales. El procedimiento permite

incluir en el TNO a las lesiones de grado IV,

hasta ahora excluidas y lograr una tasa de

éxito del 80% aproximadamente11

. Pocos cen-

tros cuentan con acceso a este procedimien-

to, lamentablemente.

Conclusiones - El TNO es posible si se reú-

nen los requisitos necesarios. Las posibilida-

des y la seguridad podrían aumentar su se

contara con acceso a procedimientos angio-

gráficos.

BIBLIOGRAFÍA

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to intervention in patients with splenic injury in a Dutch

level 1 trauma centre” JINJ, 2012: 1; 1-6.

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P á g i n a | 41

MEMENTO Parte del canon de la misa, en que hace conmemoración de los difuntos

Cuando éramos niños

Los viejos tenían como treinta

Un charco era un océano

La muerte lisa y llana

No existía

Cuando muchachos

Los viejos eran gente de cuarenta

Un estanque era un océano

La muerte solamente

Una palabra

Ya cuando nos casamos

Los ancianos estaban en cincuenta

Un lago era un océano

La muerte era la muerte

De los otros

Ahora, veteranos,

Ya le dimos alcance a la verdad

El océano es por fin el océano

Pero la muerte empieza a ser

La nuestra.

PASATIEMPO (Mario Benedetti- Inventario)

En este periodo nos precedieron en su

adiós a estos lares

Marta Bargallo

Daniel Coronel

Honorato Gambín

Ana María Giuliani

Carlos Natrone

INMANENCIA. 2013; 3: 41-41

MEMENTO

P á g i n a | 42

Caso clínico anátomo-patológico

Liliana Israelevich. Eduardo Veliz. Servicio de Patología. HIGA Eva Perón

Respuesta Correcta de las páginas 30 - 31

b) Pólipo juvenil.

Los pólipos juveniles ocurren habitualmente durante las primeras dos décadas de la vida. Rara

vez se observan en adultos. Se limitan principalmente a recto, salvo en casos de poliposis ju-

venil, en los que pueden asentar en estómago e intestino delgado. Un 90% son solitarios y se

manifiestan habitualmente en niños en los que provocan hemorragia rectal, prolapso, protrusión

y aún amputación del pólipo.

Algunos autores consideran que su naturaleza es hamartomatosa. Otros, sugieren etiología

inflamatoria. Son muy raros los pólipos juveniles solitarios con cambios adenomatosos y carci-

nomatosos.

BIBLIOGRAFÍA

Sternberg's Diagnostic Surgical Pathology, 2009, Mills, Stacey E.; Carter, Darryl; Greenson, Joel K.; Reuter, Victor E.;

Stoler, Mark H.

RESPUESTA CASO ANATOMÍA PATOLÓGICA

INMANENCIA. 2013; 3: 42-42

P á g i n a | 43

RELATOS

Florencio Molina Campos “Entrevero”

Andrés Manrique (1978- ) es Licenciado en Comunicación, fotógrafo y escritor.

Historias, cuentos y novelas relatan vivencias. La historia es una impía sucesión de cuentos. La vida,

como existencia, puede ser entendida (leída) como una novela, como una colección de cuentos hilados y

con sujeto único. Cuando la comunidad es el sujeto, este relato se constituye en su historia. Alcanza a

todos y más temprano que tarde los coloca en lugar del prójimo.

El siguiente relato describe distintos planos y dimensiones del pasado nacional. Mediante juegos de espe-

jos y analogías se asemejan a hechos más cercanos en el tiempo.

Su lectura reconoce las reminiscencias de “El cautivo”, cuento de Jorge Luis Borges incluido en “El Hace-

dor” y evoca memorias que nos pertenecen, identifican y comprometen como miembros de una colectivi-

dad.

Compartimos el relato.

RELATOS

INMANENCIA. 2013; 3: 43-45

P á g i n a | 44

El otro, el mismo

Los árboles se deforman en el vapor de la

pampa. La tierra llena el aire. Los cardos

resecos estacan a moscas y tábanos ne-

gros; el zumbido constante espesa el am-

biente rayado de chicharras. Los pájaros

sedientos se ampollan las patas sobre ca-

bles eléctricos mientras una pareja de hor-

neros insulta el irremontable cielo.

El suelo partido se abre en bocas de grie-

tas implorando un aguacero.

Un caballo, cuello caído, resopla sobre sus

vasos huecos y, al tranco, carga a un hom-

bre áspero y terco que ha dejado la sombra

para internarse en el infierno. El sol cae a

plomo, macizo, granizo de brasas tan fuerte

que enciende la pipa trabada en los dien-

tes. Una mano en las riendas sujeta el ca-

mino, la otra roza el mango gastado del

máuser. Atrás, un cuzco, lengua por tierra,

va dando saltos como si por lava fuera. Al

costado, caranchos observan desde sus

ojos de piedra las madrigueras y nidos de

nutrias muertas.

El resplandor de unas latas

un bidón de nafta reseco

osamentas

espantan

al perro

al caballo

al hombre

todos corren sin tregua.

Los vasos golpean otras puertas. El tucutuc

tiende el puente, el retumbar suena. Del

lado opuesto se abre otro tiempo: un pasa-

do, otro momento.

La oscura boina del gaucho se desprende y

queda incrustada en el aire inmóvil que el

perro atraviesa a ciegas. Se enreda las

patas, tropieza, rueda y revienta el hocico

contra unas piedras. El caballo se pierde

bajo la furia del sol; las espuelas le dejan el

pelo en jirones como si fueran garras, no

piernas.

Las encías del hombre ceden, no resisten

la estampida y los dientes se desprenden.

Cae la pipa manchada de sangre espesa.

El perro corre arrancándose las uñas que

los caranchos se llevan.

Hambre.

Peste.

Desierto.

Al hombre le crecen trenzas de un negro

azul, flameantes, al ritmo de la yegua. No

entiende cómo, quién es, qué golpea a sus

espaldas; si vivió siempre a caballo, solo; si

el pelo jamás llegó a sus orejas.

Huye, un nuevo temor lo acecha, las venas

afloran gruesas anudándole brazos, ro-

deándole las piernas. Una sangre densa

retumba bajo un collar de colmillos que le

tapan el pecho como antes lo cubrían el

pañuelo y la soberbia. El borbotón oscuro

rueda bajo la piel dura, lampiña, tersa. La

nariz se le afina, comienza a derretírsele,

aguileña.

El perro sigue atrás, desde el fondo del

tiempo.

El sol azota a la yegua corriendo sobre la

estepa entre matas de arbusto. El taconeo

se acolcha, las cuatro patas se desbocan

bajo el tacto desnudo de piel, piernas es-

posadas a tobilleras de plumas. Lo que era

camisa de lana se vuelve cuero sobre el

torso quieto.

El sol rueda sobre el hombre, se hunde en

las crines del caballo, aplasta al perro: los

tres temen ser muertos por corazones de

fuego.

El hombre respira sin pausa, ya viento, ya

humareda. Sus ojos aindiados ven claro.

No le ha tocado esta vez ir contra seres de

aire y arena, ni castrarlos para hacer valer

el pago de sus presas. Huye entre las balas

que buscan su cuerpo, balas que él mismo

RELATOS

P á g i n a | 45

ha gatillado cuando el azar lo había dejado

en el bando de pólvora, conquista y miedo.

Pero un proyectil se incrusta, le hace trizas

el omóplato. Uno más en la espalda le deja

el pulmón vacío; otro; y otros le meten el

sol en las entrañas. El cuerpo cae inane, de

los estribos cuelga.

El caballo frena.

La historia sigue.

Ese cuerpo es sólo recuerdo,

cuadro, medalla, eslogan, ofensa.

Florencio Molina Campos

RELATOS

P á g i n a | 46

INMANENCIA

Criterios Editoriales e Instrucciones para los Autores

Inmanencia, Revista del Hospital Interzonal de Agudos Eva Perón es una publicación periódica

semestral, de contenido científico, profesional, cultural y humanístico, producida por agentes de

la institución y cuya entidad editora es el Comité de Enlace Intercomités del Hospital.

Su objetivo es difundir y compartir saberes

teóricos, prácticos y productivos, con todos

los interesados en la atención de la salud

en cuanto brindar servicio o elaborar un

bien, garantizando el resultado con calidad

de excelencia. Incluye a todos los profesio-

nales del arte de curar (médicos, odontólo-

gos, psicólogos, farmacéuticos, bioquími-

cos, kinesiólogos, nutricionistas, fisiotera-

peutas, enfermeros) y a cualquier miembro

de la comunidad interesado en cuestiones

sanitarias. Cuenta con un Consejo Editorial

compuesto por agentes del Hospital y por

invitados extrainstitucionales. Sólo conside-

ra para su publicación artículos inéditos.

Acepta artículos originales, estudios de

investigaciones clínicas o experimentales,

artículos técnicos, comunicaciones y confe-

rencias en congresos y jornadas, revisiones

actualizadas, presentación de casos, estu-

dios epidemiológicos, investigaciones sobre

temas de educación medica, comentarios

bibliográficos sobre publicaciones científi-

cas del conocimiento de la Medicina, imá-

genes interesantes, estudios cualitativos,

guías de tratamiento, cartas al Director,

notas y comentarios editoriales sobre tema

de interés general y reseñas filosóficas,

éticas o sociales relacionadas con las cien-

cias de la salud, así como otras formas que

el Consejo Editorial considere pertinentes.

El material publicado se ofrecerá simultá-

neamente en línea, en texto completo y por

acceso libre a través de la web.

Se considerarán para publicación artícu-

los:

INÉDITOS. El intento de una publicación

duplicada, sin una notificación previa y sin

el consentimiento del Comité Editor, hará

que sea rechazada. Si el artículo se ha

publicado, el Comité Editor publicará un

aviso acerca de las características del ma-

terial duplicado, aun sin el consentimiento

de los autores.

Se aceptarán los siguientes formatos:

Artículo original: Informa resultados de

una investigación básica o clínica original y

responden a uno o varios interrogantes de

acuerdo con los criterios de la metodología

científica El texto está limitado a 2.700 pa-

labras y el resumen hasta 250 palabras,

Admite un máximo de 5 tablas y figuras,

hasta 40 referencias bibliográficas y un

máximo de 8 autores.

Artículo especial: Analiza áreas diversas

tales como políticas de educación y gestión

de los procesos de enseñanza-aprendizaje.

Política económica, ética, leyes o suminis-

tro de la atención de la salud. Incluye datos

y conclusiones personales. El texto está

limitado a 2.700 palabras y el resumen has-

ta 250 palabras, Admite un máximo de 5

tablas y figuras, hasta 40 referencias bi-

bliográficas y un máximo de 3 autores.

Comunicación breve: Investigación origi-

nal. Su introducción y discusión son más

CRITERIOS EDITORIALES

INMANENCIA. 2013; 3: 46-55

P á g i n a | 47

breves que las de un artículo original. El

texto está limitado a 1.300 palabras y el

resumen hasta 150 palabras, Acepta un

máximo de 3 tablas y/o figuras, hasta 15

citas bibliográficas y un máximo de 4 auto-

res.

Presentación de Casos clínicos: Descri-

be experiencias técnicas y metodológicas

logradas ante casos particulares e incluir

una revisión sistemática de la literatura

referida a casos análogos. El texto no debe

exceder las 1.300 palabras y el resumen

hasta 150 palabras. Acepta un máximo de

3 tablas y/o figuras, hasta 15 citas biblio-

gráficas y un máximo de 4 autores.

Artículo de revisión: Incluye descripcio-

nes y/o revisiones de los criterios clínicos y

fisiopatológicos de una determinada enti-

dad. Incluirán las siguientes secciones:

contexto clínico, estrategias y evidencia,

áreas de incertidumbre, guías de socieda-

des profesionales y recomendaciones de

los autores. En general los editores los

solicitan a autores reconocidos.

El material no solicitado se tomará en con-

sideración. El texto está limitado a 2.500

palabras y el resumen hasta 250 palabras,

Acepta un máximo de 3 tablas y/o figuras,

hasta 80 citas bibliográficas y un máximo

de 4 autores. Existen distintas formas de

"artículos de revisión".

De práctica clínica - Revisiones basadas en

la evidencia de temas relevantes y de am-

plio interés.

Terapéutica farmacológica - Detallan el uso

de drogas específicas o de varias drogas

utilizadas para tratar una enfermedad parti-

cular. Mecanismos de enfermedad - Discu-

ten el mecanismo celular y molecular de

una enfermedad grupo de enfermedades.

Progresos médicos - Describen las modifi-

caciones en diagnóstico o terapéutica de

alguna enfermedad a partir de novedades

registradas en el último quinquenio.

BIOÉTICA

Editoriales: Contienen comentarios y aná-

lisis concernientes a artículos de la Revista

en que aparece. Puede incluir una ilustra-

ción o tabla. Se limitan a 1.200 palabras

con hasta 15 referencias bibliográficas.

Controversias: Dos autores, selecciona-

dos por los editores, responden una pre-

gunta referida a un problema médico rele-

vante y realizan su defensa (agonista) o su

crítica (antagonista).

Artículos de opinión: Similares a los edi-

toriales pero no están relacionados con

ningún artículo particular de ese número. A

menudo son opiniones sobre problemas de

política de salud y, por lo general, no se

solicitan. Se limitan a 1.200 palabras con

hasta 15 referencias bibliográficas.

Imágenes interesantes: Presenta imáge-

nes comunes o poco frecuentes y las deta-

lla. Admite hasta 600 palabras con hasta 5

referencias bibliográficas.

Notas ocasionales: Son relatos de expe-

riencias personales o descripciones de

material más allá de las áreas usuales de

investigación y análisis médico.

Revisión de libros: Corresponde a publi-

caciones científicas y a obras literarias en

general. Admite hasta 500 palabras con 1

ilustración.

Memento: En memoria de personas falle-

cidas.

El texto no excederá las 1200 palabras.

Será firmada por un solo autor.

Cartas al editor: Observaciones y comen-

tarios sobre trabajos publicados por la Re-

P á g i n a | 48

vista. Los autores del manuscrito original

publicarán su respuesta en esta misma

Sección. El texto no excederá las 750 pala-

bras. Ni las cinco referencias bibliográficas

Reseña histórica: Notas históricas sobre

cualquier aspecto de la medicina y sus pro-

tagonistas.

Bioética: Artículos sobre esta disciplina.

NORMAS PARA LOS AUTORES

1) Título - El título debe describir el conte-

nido de forma específica, concisa y clara

sin exceder las 20 (veinte) palabras.

2) Si el artículo ha sido presentado en al-

gún Congreso o Jornada, se debe registrar

nombre, lugar y fecha de la reunión.

3) Autores - Citar grado académico más

destacado, institución donde se desempe-

ñan, la dirección postal y electrónica, telé-

fono y fax. Detallar la labor desempeñada y

la responsabilidad ejercida en la concep-

ción, diseño, análisis e interpretación de

datos, la redacción o revisión crítica del

contenido intelectual del artículo y la revi-

sión final de la versión presentada. El méri-

to para la autoría debería estar basado

solamente en contribuciones comprobables

y efectivas. Designar un autor que se hará

responsable del contacto y respuesta de

los pedidos efectuados por el Comité Edito-

rial.

4) Resumen (en español, inglés y portu-

gués) - Consignar introducción, objetivo,

material y métodos, resultados y conclusio-

nes. Evitar abreviaturas. Utilizar entre 100 y

250 palabras de acuerdo con el tipo de

presentación. Debe ser traducción fiel en

todas las versiones.

5) Palabras clave - Proponer entre 5 y 10

palabras claves referidas de manera estre-

cha con el título de la publicación y selec-

cionadas del DeCs (Descriptores en Cien-

cias de la Salud) (

http://decs.bvs.br/E/homepagee.htm) en

español, inglés y portugués.

Utilizar como guía el Medical Subject Hea-

dings (MeSH) de la National Library of Me-

dicine.

http://www.nlm.nih.gov/mesh/MBrowser.ht

ml

6) Abreviaturas y siglas - Escribir el tér-

mino completo al que se refiere, seguido de

la sigla o abreviatura contenida entre pa-

réntesis la primera vez que se utilice en el

texto. No utilizar abreviaturas en los resú-

menes ni en las conclusiones.

7) Nota firmada por todos los autores en

la cual:

- solicitan y autorizan la publicación del

manuscrito que afirman haber leído y apro-

bado;

- aceptan las normas de publicación y eva-

luación aplicadas en la revista;

- afirman su autoría en el lugar en que figu-

ran en la presentación;

- garantizan que el material enviado es

inédito (no ha sido publicado previamente

en formato electrónico o impreso) y si co-

rresponde, declaran al editor respecto de

las presentaciones o informes previos que

pudieran considerarse publicaciones dupli-

cadas del mismo trabajo o de otro similar;

- aseguran que las opiniones vertidas en la

presentación son de su exclusiva respon-

sabilidad y autoría y que no reflejan nece-

sariamente la opinión de la dirección de la

Revista:

P á g i n a | 49

- se comprometen a no presentar el pre-

sente a ningún otro medio hasta conocer el

dictamen de evaluación editorial y a no

efectuar divulgación preliminar, total o par-

cial del contenido en medios públicos o de

información científica de material aceptado

pero aún no publicado;

- consienten el derecho que se reserva el

editor de revisar los textos con el objeto de

lograr uniformidad, claridad y conformidad

con el estilo de la publicación;

- manifiestan que aceptarán las objeciones

o correcciones que surjan de la labor arbi-

tral sin cuya satisfacción el trabajo NO será

publicado y aceptan que la decisión edito-

rial será inapelable;

- mencionan los Comités Investigación y de

Bioética que revisaron el protocolo utiliza-

do;

- informan respecto de subsidios, becas,

honorarios, subvención o cualquier otro

aporte financiero o material recibido para

costear parcial o totalmente el trabajo (es-

pecificar la naturaleza del respaldo) de

cualquier beneficio económico asignado a

los autores o adjudicado a las instituciones

por el desempeño en el estudio;

exponen cualquier dependencia laboral

actual, previa o comprometida para el futu-

ro inmediato) establecida con organismos,

entidades o grupos de interés públicos o

privados relacionados con el tema desarro-

llado y que pudiera estimarse como asocia-

ción comercial y suscitar conflictos de inte-

rés que puedan afectar la conducción o el

informe del trabajo : intereses financieros,

directos o indirectos tales como honorarios

recibidos en razón de empleo, consultoría,

desempeño como testigo experto, confe-

rencista contratado, anticipos, subsidios,

reembolsos, royalties, opción o propiedad

de acciones en los 3 años de comenzado el

trabajo enviado. Si tiene incertidumbre so-

bre qué cosas deben considerarse un po-

tencial conflicto de intereses, los autores

deberán comunicarlo para su considera-

ción.

- describen funcion desempeñada y contri-

bución aportada por cada uno en el desa-

rrollo del estudio -propuesta original, diseño

del estudio, consejero científico, revisor

crítico, redactor de la presentación, ilustra-

dor, recolector de datos, encargado del

análisis estadístico -

- ceden los derechos de reproducción del

material publicado a la revista;

- agradecen a las personas que han contri-

buido para lograr el manuscrito aunque su

intervención no justifica la autoría (Ejemplo:

facilitó la distribución de las encuestas y las

remitió al redactor). Tales personas debe-

rán dar su consentimiento por escrito para

ser citadas.

- mencionan las instituciones, cátedras o

departamentos que han prestado apoyo.

8) Copias del consentimiento informado

de cada paciente por cada fotografía a pu-

blicar, por cada fuente de comunicación

personal o de datos no publicados citados,

el permiso escrito de la editorial (u otros

propietarios de copyright) para reproducir o

adaptar textos previamente publicados,

tablas y figuras, ya sean impresas, electró-

nicas o versiones con licencias.

9) Texto de la presentaciónLa literatura

biomédica acostumbra estructurar las pre-

sentaciones según los siguientes capítulos:

Introducción, Material y Métodos. Resulta-

dos, Discusión y Comentarios y Conclusio-

nes.

INTRODUCCION - Aporta los argumentos

lógico – científicos que sugieren efectuar el

P á g i n a | 50

estudio. Establece el objetivo perseguido

por la presentación. Excluye conclusiones.

MATERIAL Y METODOS - Describe la

selección y características de los sujetos

elegidos para observación y experimenta-

ción. Especifica, establece criterios de in-

clusión y criterios de exclusión. Detalla dro-

gas, dosis y vías de administración, sus-

tancias químicas, métodos, procedimientos

y aparatos empleados (nombre y dirección

de la empresa que lo produce) con detalle

suficiente para permitir a otros investigado-

res repetir la experiencia. Especifica el pro-

cedimiento de aleatorización, describe si

utilizó doble ciego y cómo desbloque el

sistema, el registro y observación de efec-

tos adversos o complicaciones. Puntualiza

los métodos estadísticos utilizados e inclu-

ye en el texto los datos necesarios para

aplicarlos y verificar los resultados. Identifi-

ca el comité de ética que evaluó y aprobó

el estudio, así como las pautas éticas se-

guidas por los investigadores. En estudios

clínicos refiere las condiciones del consen-

timiento informado y aclara los cuidados

establecidos en caso de experimentación

sobre animales.

RESULTADOS - Define toda abreviatura

utilizada nominándola entre paréntesis lue-

go de escribir el vocablo o expresión a la

que se refieren cuando lo utiliza por prime-

ra vez, Ej: Hemorragia digestiva baja

(HDB).

Especifica el método analítico utilizado y/o

el programa de computación empleados

(Ej: SPSS….). Describe los resultados con

secuencia lógica en texto, tablas e ilustra-

ciones. Cuado es posible, cuantifica y pre-

senta los resultados con indicadores de

medida, error o incertidumbre (como inter-

valos de confianza). Ofrece detalles sufi-

cientes, para que quien lo desee pueda

cotejar resultados.

DISCUSION Y COMENTARIOS - Argu-

menta implicaciones, resultados observa-

dos y las relaciona con los de otros estu-

dios importantes. Evita repetir datos inclui-

dos en la introducción o en los resultados.

Enfatiza el aporte positivo o negativo a la

hipótesis planteada, incluso aquello que

exigiría una nueva investigación.

CONCLUSIONES – Se refieren sólo al

objetivo del estudio: incluyen hallazgos,

implicaciones y limitaciones surgidas de la

argumentación presentada en el título ante-

rior. Evitan informes no calificados y con-

clusiones no respaldadas por datos exis-

tentes en el informe.

Los trabajos correspondientes a educación

médica, algunas comunicaciones y comen-

tarios bibliográficos admiten títulos y subtí-

tulos acordes con el contenido y diferentes

de los anteriores.

10) Tablas, cuadros, diagramas, figuras,

gráficos, mapas, fotografías, imágenes,

dibujos, fotos

Las Tablas deben incluir la unidad de me-

dida en el encabezamiento de cada colum-

na e indicar claramente la base de las me-

didas relativas (porcentajes, tasas, índices)

que se utilicen.

Deben ser comprensibles para el lector y

explicativos por sí mismos. No deben reite-

rar el texto o las ilustraciones. Cada uno

debe

- Identificarse con números arábigos

según el orden de aparición en el texto

- Titularse en forma concisa y explícita

- Contar con leyenda adecuada y si re-

quieren notas explicativas, colocarlas

al pie

P á g i n a | 51

- Especificar toda abreviatura no estan-

darizada que se utilice en la ilustración

- Detallar las medidas estadísticas efec-

tuadas (error y desvío estándar)

- Identificar el origen y adjuntar permiso

escrito de la publicación si utiliza datos

provenientes de otra fuente (esta res-

ponsabilidad corresponde al autor de

la presentación).

Las figuras, imágenes y fotos deberán ser

enviadas en formato jpg (300 dpi como

mínimo) para lograr la definición adecuada

cuando se las somete a la reducción exigi-

da por la publicación. Las fotos detallarán

la ampliación efectuada y una flecha que

indique su orientación (Ejemplo: ↑ arriba).

No se publicarán descripciones, fotografías

u otros detalles que permitan identificar a

pacientes, a menos que esta información

sea indispensable para la publicación, en

cuyo caso el paciente o el padre o el tutor,

en el caso de menores de edad, deben

expresar su consentimiento por escrito.

11) Medidas y unidades por utilizar

El peso, altura y volumen deben figurar en

unidades del sistema métrico decimal, la

temperatura en grados Celcius, la presión

arterial en mm de Hg y las mediciones clí-

nicas, hematológicas y químicas en unida-

des del sistema métrico y/o UI.

12) Bibliografía

Incluir referencias actualizadas, pertinen-

tes, correctas y completas, nominadas con

números arábigos sucesivos según el or-

den de aparición en el texto, ajustadas en

número a las normas de la revista y según

formato propuesto por los “Requisitos de

uniformidad para manuscritos presentados

a revistas biomédicas”.

Normas de Vancouver:

http://www.hvil.sld.cu/biblioteca/descarga/N

ormas%20de%20Vancouver-2009%20.pdf

Citar según el siguiente formato:

- Apellido e iniciales del nombre de los

autores.

- En caso de múltiples autores, citar los

primeros tres (3) y luego colocar “et

al.” para publicaciones en inglés; para

publicaciones en español utilizar "y

col".

- Título del artículo en su versión origi-

nal

- Nombre de la publicación (según sigla

utilizada por PubMed/Index Medicus).

Año; Nº de volumen: página inicial – fi-

nal. Ejemplo: Cree BA, Lamb S, Mor-

gan K et al. An open label study if the

effects of rituximab in neuromyelitis

optica. Neurology, 2005;64(7):1270-2.

- Encerrar artículos o comunicaciones

especiales entre corchetes y utilizar

paréntesis al referirse a suplementos.

Ejemplo: García Hernández N. ¿Es el

marcapaso VVI aún vigente? [edito-

rial]. Arch Inst Cardiol Mex.

1998;68(3):203-5; Guerrero LB de.

Vacunas experimentales contra la fie-

bre hemorrágica argentina. Medicina.

(Buenos Aires) 1977;37 (supl 3):252-

9).

- En el caso de libros y otras monogra-

fías, incluir los apellidos e iniciales de

todos los autores (o editores, compila-

dores, etc.) o el nombre completo de

una entidad colectiva; título; número

de la edición; lugar de publicación, en-

tidad editorial y año. Agregar si co-

rresponde los números del volumen y

páginas consultadas.

P á g i n a | 52

- Cuando se citan informes y documen-

tos completos sin autor es importante

indicar el título completo, ciudad, año

número y nombre exacto de la entidad

colectiva responsable del documento.

Ejemplo: World Health Organization.

Case management of acute respiratory

infections in children in developing

countries. Geneva; 1985.

(WHO/RSD/85.15).

- Para citar artículos de prensa, respetar

el siguiente modelo: Sánchez Ron JM.

La ciencia del envejecimiento [reseña].

El País 1998 10 de enero; sección

"Babelia":15 (col. 1).

9- Material publicado en la Internet:

- Artículos de revista. Ejemplo: Morse

SS. Factors in the emergence of infectious

diseases. Emerg Infect Dis [publicación

periódica en línea] 1995. Jan-Mar [citada

1996 Jun 5]; 1(1):[24 pantallas]. http://

www. cdc.gov/ncidod/EID/eid.htm . Acceso

el 8 junio 1995.

- Sitios en Internet. Ejemplo: Pritzker TJ.

An early fragment from CentralNepal. [Sitio

en Internet] Ingress Communications. Ha-

llado en: http://

www.ingress.com/~astanart/pritzker/pritzker

. html. Acceso el 8 junio 1995.

- Fuentes inéditas y resúmenes (abs-

tracts): No citar artículos que aún no han

sido aceptados para publicación y los acep-

tados pero pendientes de publicación.

Ejemplo: Ferrari CKB, Torres EA FS. Con-

taminación de los alimentos por virus: un

problema de salud pública poco compren-

dido. RPSP/PAJPH. En preparación, 1998.

- Pueden citarse tesis y documentos de

trabajo de organismos internacionales.

Ejemplo: Kaplan SJ. Post-hospital home

health care: the elderly's access and

utilization [tesis doctoral]. St. Louis (MO):

Washington University; 1995.

- Trabajos presentados en conferencias,

congresos, simposios… Los trabajos inédi-

tos que han sido presentados en conferen-

cias deben citarse dentro del texto. Solo

deben constar en las referencias si se han

publicado en su totalidad (no sólo el resu-

men) en las actas correspondientes u otras

fuentes. Ejemplo: Harley NH. Comparing

radon daughter dosimetric and risk models.

En: Gammage RB, Kaye SV, eds. Indoor

air and human health: proceedings of the

Seventh Life Sciences Symposium; 1984

Oct 29-31; Knoxville, Tennessee, Chelsea,

Michigan: Lewis; 1985. Pp. 69-78. World

Health Organization. Primary health care:

report of the International Conference on

Primary Health Care; 1978 Sept; Alma-Ata,

Kazakstán, old U.S.S.R. Geneva: WHO;

1979.

- Comunicaciones personales: Incluir

sólo si aportan información esencial no

obtenible de una fuente pública. Ejemplo:

Pérez JA (comunicación personal, 6 de

octubre de 2009) observó que "…para el

análisis de los datos usó un modelo de

regresión logística modificado (reunión

interzonal del IAR). Obténgase de la fuente,

verificación por escrito de la exactitud de la

comunicación.

TODOS LOS ARTICULOS POR

PUBLICAR SERÁN SOMETIDOS A

ARBITRAJE

El Comité de Redacción respetará el si-

guiente circuito donde los plazos concedi-

dos para desempeño de la labor de correc-

ción por parte de revisores y autores debe-

rán respetarse en pro de la agilidad de la

publicación:

P á g i n a | 53

Primera revisión - El Consejo Editorial

asigna la lectura de cada trabajo a alguno

de sus miembros y a un bioestadígrafo

quien lo analiza y determina si cumple con

los criterios generales de la publicación.

Si el manuscrito registra observaciones, se

devuelve al autor para corrección.

Si no registra objeciones, pasa directa-

mente a segunda revisión.

Segunda revisión - El documento, corre-

gido si hubiera sido necesario se anonimiza

(se oculta el nombre de los autores), en

respeto de la modalidad “doble ciego”. Se

lo envía a uno de los pares externos que

componen el tribunal arbitral. El revisor

examina el valor científico y la utilidad del

documento.

Si el revisor estima que la presentación

adolece de errores o problemas insalva-

bles, los detalla y fundamenta el rechazo

de la presentación. Esta decisión, será in-

apelable. Se informa al autor y se lo libera

de todo compromiso con la Revista.

Si el revisor sugiere enmiendas, concede

aceptación condicional. La Revista informa

al autor y le solicita satisfaga las sugeren-

cias efectuadas. Eventualmente, se res-

ponden las objeciones justificadas y argu-

mentadas por el autor. El plazo concedido

para revisión del autor depende de la com-

plejidad de las modificaciones propuestas.

Los comentarios escritos del árbitro serán

anónimos.

Se analiza el manuscrito resultante. Se

verifica el cumplimiento de las condiciones

solicitadas y se resuelve toda discrepancia

o disconformidad.

Tercera revisión - Se envía la versión

aceptada en ronda anterior a otro de

miembro del tribunal arbitral. Si el artículo

no registra objeciones, se lo acepta de for-

ma definitiva. Se informa al autor. Si requie-

re enmiendas, se notifica al Comité que

informa al autor a quien se solicita satisfa-

cer las sugerencias. Eventualmente, se

responden las objeciones justificadas y

argumentadas por el autor. El plazo conce-

dido para revisión del autor depende de la

complejidad de las modificaciones propues-

tas. Se analiza el manuscrito resultante de

la corrección autoral y se verifica el cum-

plimiento de las condiciones solicitadas. Si

los expertos estiman que la presentación

adolece de errores o problemas insalva-

bles, se los detalla y se fundamenta el re-

chazo definitivo de la presentación, que

será inapelable. Se informa al autor y se lo

libera de todo compromiso con la Revista.

Cuarta revisión - Se envía el documento a

correctores de estilo y de diagramación

para edición final. Si el Comité Editorial lo

considera necesario, agrega un Comentario

Editorial. La versión corregida se envía al

autor quien revisa la galerada y la devuelve

con las correcciones finales. A partir de ese

momento, el artículo pasa a impresión.

(corrección de estilo, corrección del inglés y

portugués, prueba de galera, etc.).

La información acerca de potenciales con-

flictos de interés entre los autores y los

promotores del estudio estará disponible

para los revisores y serán publicados con el

manuscrito a discreción de la evaluación

del Comité Editor.

El material publicado en la revista puede

ser reproducido parcial o totalmente si se

cita debidamente la fuente.

Los autores que deseen postular algún

artículo para publicación deberán:

Enviar un correo electrónico a Inmanencia -

Revista del Hospital Interzonal de Agudos

P á g i n a | 54

Eva Perón

([email protected])

acompañado del manuscrito original como

adjunto.

Se remitirá acuse de recibo que registra

fecha de recepción del original e invita a

esperar respuesta de los Editores.

Recordar que el trabajo presentado es ex-

clusivo de esta revista a menos que sea

rechazado.

Si los manuscritos presentados no se ajus-

tan a las presentes normas, los editores los

devolverán para que se realicen los cam-

bios pertinentes, antes de someterlo a revi-

sión.

El envío ingresa a revisión editorial para

comenzar la ronda de revisiones y correc-

ciones descriptas para culminar con la del

trabajo de impresión o rechazo definitivo.

ANTES DE ENVIAR EL ARTÍCULO QUE

DESEA PUBLICAR EN INMANENCIA,

RECUERDE

Que la presentación debe contener la si-

guiente información:

- Título y autores (identifica uno de ellos

responsable de responder la corres-

pondencia y brinda dirección de correo

electrónico, postal y teléfonos de refe-

rencia para contactarlo)

- Resumen en español, inglés y portu-

gués

- Palabras clave en español, inglés y

portugués

- Abreviaturas y siglas

- Texto

- Nota que establece y enuncia la res-

ponsabilidad científica.

- Establece los Comités Investigación y

de Bioética que revisaron el protocolo

utilizado

- Incluye el consentimiento informado de

pacientes que intervinieron en el estu-

dio y/o cuyas fotos serán publicadas

- Acepta la publicación exclusiva y los

derechos de reproducción (Copyright)

- Declara eventuales conflictos de inte-

rés

- Hace públicos agradecimientos.

- Bibliografía

El trabajo presentado es exclusivo de esta

revista a menos que sea rechazado.

Aceptado el envío, esperar respuesta de

los Editores, para continuar la ronda de

revisiones y correcciones.

BIBLIOGRAFÍA

Reglamento de publicaciones de

- Revista Argentina de Cirugía Rev Argent Cirug

2010; 98(1-2): V-VI.

http://www.revistacirugia.org.ar

- Revista Argentina de Cardiología http://www.revista.sac.org.ar

- Revista Medicina (Buenos Aires) http://www.medicinabuenosaires.com

- Acta Gastroenterológica Latinoamericana

http://www.actagastro.org - Revista del Hospital Italiano de Buenos Aires

http://www.revista.hospitalitaliano.org.ar

- IntraMed JOURNAL http://www.intramed.net

- Comité Internacional de Directores de Revistas

Médicas. Rev Panam Salud Publica/Pan Am J

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http://www.fisterra.com/recursos_web/mbe/vanc

ouver.htm

- Uniform Requirements for Manuscripts

Submitted to Biomedical Journals: Writing and

Editing for Biomedical Publication, International

Comittee of Medical Journal Editors

http://www.icmje.org/

- Normas,latindex

http://www.latindex.ppl.unam.mx

- Criterios LILACS

http://lilacs.bvsalud.org/es/

- Formularios para Revisores de la Revista Argen-

tina de Cirugía y de la Revista Argentina de Car-

diología

- Para estudios clínicos y métodos diagnósticos:

http://www.consort-statement.org/

- Para estudios epidemiológicos

http://www.strobe-statement.org/

- Para citas bibliográficas

- Patrias K, Wendling D. Citing Medicine. The

NLM Style Guide for Authors, Editors, and

Publishers, 2nd edition (2007)

- Patrias K, Wendling D. Citing Medicine. The

NLM Style Guide for Authors, Editors, and

Publishers, 2nd

edition (2007)

http://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK7256/

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Las profesiones son ocupaciones que requieren conocimiento especializado y formación espe-

cífica. La sociedad (el Estado) extiende a sus miembros una licencia que los autoriza para la

práctica y los habilita a presentarse en público como tales. La ley otorga reconocimiento social

a las entidades que los representan y les exige cumplir ciertas obligaciones. Concede a los

profesionales autonomía en cuestiones disciplinares específicas, promete exclusividad en el

ejercicio de las tareas asignadas, otorga permiso para autorregularse y autoriza a crear su pro-

pio código de ética. Exige generar y controlar el conocimiento científico, enseñar y aprender,

mantener la competencia profesional de sus miembros y en el caso de los médicos, mejorar la

calidad de los cuidados actuando en servicio de la comunidad como guardianes competentes

de los intereses de salud del paciente. La propuesta compromete a cada uno y a todos los ga-

lenos como sujetos y como miembros de un colectivo profesional.

La nota Editorial del Boletín del Colegio de Médicos del Distrito IV (Año 23, Nº 72, Junio de

2013:3-4) ejemplifica el desempeño de estas labores.

Entre los servicios no detallados y que se ofrecen a la sociedad y a los colegas destacan las

becas del 100% para todos los cursos que interesen a los Residentes del Distrito y a cualquier

colega con menos de 5 años de graduado. ¡En ejemplo para destacar!

Nuestro compromiso con la educación médica continua Dr. Rubén Tucci

Presidente del Colegio de Médicos Distrito IV

Secretario General del Consejo Superior Médico de la Provincia de Buenos Aires

Debemos realizar una profunda reflexión sobre el cambio de paradigmas que han transformado nuestra sociedad, afectando y condicionando profundamente el desarro-llo de la salud pública y el papel de los pro-fesionales de la salud. El vertiginoso avance de la tecnología y la

industria de la tecnosalud, el consumo

abusivo de medicamentos propiciado por la

cultura de la inmediatez y la hiperespeciali-

zación, han desdibujado el rol médico en

el sentido que lo entendía el Dr. Ramón

Carrillo, cuando señalaba que “la medicina

no sólo debe curar enfermos sino enseñar

al pueblo a vivir, a vivir en salud y tratar que

la vida se prolongue y sea digna de ser

vivida”.

Para recuperar esa visión y llevarla a la

realidad de nuestra práctica cotidiana,

debemos recuperar esa concepción intro-

duciendo sus principios en la etapa misma

de la formación profesional, procurando el

cambio de pautas de pre y post- grado.

Hoy se observa que la formación académi-

ca se encuentra desvinculada del rol de

los profesionales y centrada en la aten-

ción, en la producción de conocimientos y

certificación de competencias. La falta de

actitud crítica y la formación funcional al

mercado, que además, promueve la ense-

ñanza destinada a lograr un único modelo

de profesionales de la salud, que, en su

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mayoría, termina como mano de obra pre-

carizada del sistema de salud.

Entendemos que la Universidad debe

vincularse con el contexto social, ajustarse

a las modificaciones acontecidas y dando

respuesta a un paradigma de desarrollo

con inclusión social, tal como lo enten-

día Carrillo cuando afirmaba que “no puede

haber política sanitaria sin política social”.

También la concebimos como un espa-

cio de reflexión y debate acerca del rol

de los profesionales y de los estudian-

tes, con la meta de una sólida formación

académica, pero comprometidos con los

intereses de su sociedad. Un ámbito donde

ocupen un lugar central los problemas so-

ciales y medioambientales, los derechos

de tercera generación como el uso de

los avances de las ciencias y la tecnología,

la solución de los problemas alimenticios,

demográficos, educativos y ecológicos y el

derecho a un medio ambiente sano, donde

se discutan las consecuencias socia- les,

ambientales y sanitarias de modelos pro-

ductivos basados en la agricultura extensi-

va o la minería.

Debemos lograr que los futuros médicos

tengan, al egresar de la facultad, una firme

base en atención primaria, trabajo interdis-

ciplinario en terreno y conocimiento de la

realidad socio - sanitaria de nuestro país.

Lamentablemente, los medios de comuni-

cación social promueven modelos profe-

sionales muy alejados de estos paradigmas

y ajustados a criterios adecuados para

los centros mundiales de producción de

conocimiento y tecnología. En los medios

masivos se privilegia la figura del profesio-

nal de la salud como tecnócrata hiperespe-

cializado, íntimamente vinculado la apara-

tología, dotado de un talento único que

permite descifrar patologías raras, de alto

costo pero de mínima incidencia en la sa-

lud pública.

El sistema de salud está demostrando in-

capacidad de respuesta ante la problemá-

tica generada por los paradigmas del

mercado. Degradación del ecosistema,

adicciones, patologías psicosociales, vio-

lencia social, accidentes viales y enfer-

medades laborales, son algunos de los

grandes desafíos que debemos enfrentar

en esta etapa, y para estar a la altura de

las respuestas que necesita la comunidad

debemos partir de la formación misma.

El sistema de salud debe contar con los

recursos necesarios para dotarlo de una

fuerte impronta social, haciendo de la aten-

ción primaria el auténtico pilar de la salud

pública, la cual "no sólo debe curar enfer-

mos sino enseñar al pueblo a vivir, a vivir

en salud y tratar que la vida se prolongue y

sea digna de ser vivida”. De n o s e r

a s í , el profesional de la salud termina

siendo el receptor de la frustración de la

comunidad, la cual muchas veces se

traduce en actos de violencia que afecta el

desempeño de los profesionales y genera

una espiral de enfermedad que perjudica al

conjunto social.

La capacitación del médico en salud está

estrechamente relacionada con la calidad y

el compromiso social de una Institución. El

vertiginoso desarrollo técnico y cientí-

fico vuelve obsoletos y torna inadecua-

dos los conocimientos adquiridos, por lo

que es necesario actualizar en forma

permanente los conceptos teóricos y prác-

ticos, privilegiar el uso de los métodos

diagnósticos y terapéuticos más idóneos,

y evitar la seducción que ofrecen por los

últimos y más caros.

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El Colegio de Médicos tiene en su Es-cuela Superior de Educación Médica (ESEM) una matrícula de educandos que supera el 20 % de los matriculados.

La oferta educativa comprende Cursos de

Actualización y Cursos Superiores de

Especialidades Médicas, jornadas y talle-

res científicos. Además realiza cursos diri-

gidos a la comunidad, tales como la For-

mación de Promotores de Salud para

Adultos y Promotores Juveniles, o el Curso

de Educación para la Salud para Docentes,

a través de convenios realizados entre

e l Colegio de Médicos y el Ministerio de

Educación, destinados a integrar la Red

Federal de Capacitación Docente.

El Colegio de Médicos ha firmado conve-

nios con las Facultades de Medicina de La

Plata y de Buenos Aires por lo que el exa-

men de especialista y la recertificación se

realiza en forma conjunta con esas altas

casas de estudio.

El Ministerio de Salud de la Nación, en el

Programa Nacional de Garantía de Calidad

de la Atención Médica, a través de la reso-

lución 946/02, resolvió que las actividades

realizadas por el Colegio de Médicos son

adecuadas a este programa.

Los médicos que no pueden acceder a la

residencia se capacitan con los cursos de

postgrados de nuestra institución. Defen-

demos la rejerarquización de las residen-

cias médicas, trabajamos en la Comisión

Mixta de Residencias Médicas y el Ministe-

rio de Salud de la Provincia de Buenos

Aires, acreditamos conjuntamente los pro-

gramas provinciales y regionales y los cu-

pos para cada especialidad, supervisamos

y habilitamos los establecimientos públi-

cos y privados para realizar las residen-

cias de manera conjunta con el Ministerio.

También trabajamos en CONFEMECO (Fe-

deración Médica de Entidades Colegiadas)

y a su través con el Ministerio de Salud de

la Nación en la Comisión Nacional de

Acreditación de Residencias Públicas y

Privadas.

Apostamos a la educación médica como la

mejor inversión y creemos que el servicio a

los matriculados es nuestra política de

acción. Entre nuestros objetivos funda-

mentales se encuentra la continuidad,

profundización y ampliación de la

ESCUELA SUPERIOR DE EDUCACIÓN

MÉDICA(ESEM), continuando y perfeccio-

nando los convenios con las universidades

públicas, procurando descentralizar las

actividades docentes, del grado y del post-

grado y financiando trabajos de investiga-

ción básica y sanitaria en salud.

Defender y jerarquizar la residencia médica

es una tarea permanente de nuestra enti-

dad, así como trabajar con el sistema de

concurrencias médicas programáticas.

El asesoramiento de los colegas continúa

desde el momento de entrega de la cre-

dencial, en el marco de una entrevista,

donde se resaltan varios artículos de la Ley

5413/58, en lo que respecta a la ética, el

ejercicio regular, el tema previsional y en

otro párrafo la necesidad de la agremia-

ción, para defensa de los derechos labora-

les.

Continuamos trabajando con entidades

gremiales tratando de mejorar los honora-

rios médicos y las condiciones de trabajo.

P á g i n a | 53

Cursos Superiores y de Actualización

Consulte por módulos o clases de su interés en nuestro sitio web

www.colmed4.com.ar - sección CURSOS

CURSO SUPERIOR 2013 - Comienzo: Agosto 2013

Dermatología

Director: DR. RAÚL MAGARIÑOS

Coordinadores: DRA. M. GABRIELA LUNA - DR. GABRIEL MAGARIÑOS

CURSO DE ACTUALIZACIÓN 2013 - Comienzo: Julio 2013

Violencia Familiar y Abuso Sexual

Directora: DRA. DORA PAGLIUCA

Coordinador: DR. CARLOS BURGER

CURSOS SUPERIORES 2014 - Comienzo: Marzo 2014

Administración Hospitalaria Directores: DR. MARCELO CORTÉS DR. PABLO MORICI

Coordinador: DR. ENRIQUE GIROLA

Auditoría Médica Directores: DRA. CRISTINA CABALEIRO DRA. INES BONVICINI

Coordinador: DR. EDIS BUSCARONS

Cardiología para residentes Hospital Eva Perón Director: DR. VÍCTOR SINISI

DR. FRANCISCO GADALETA

Coordinadores: DRA. SUSANA LLOIS

Cardiología Director: Prof. DR. MARIO FORTUNATO

Clínica Médica Directores: PROF. DR. EDUARDO CAPPARELLI DRA. MARÍA OFELIA FERNÁNDEZ

LENI DE CAPPARELLI

Medicina General

y/o Familiar Directora: DRA. IRENE GUARDIA Coordinadoras: DRA. ASTRID K. OESTREICHER

DRA. ANGELES TESSIO

Neumonología Adultos Directores: PROF. DR. EDUARDO GIUGNO DRA. LILIANA CASTILLO

Coordinadora: DRA. GABRIELA TABAJ

Neumonología e Inmunoalergia Infantil Director: DR. ADOLFO BODAS

Coordinador: DR. PABLO BODAS

DRA. GABRIELA MARIN

Oncología Directores: DR. ADRIÁN HANNOIS DR. CUTULI DANIEL

Obstetricia Director: DRA. CRISTINA FRERS Coordinadores: DR. GUILLERMO LÓPEZ

Válidos para la obtención del Título de Especialista

Informes e Inscripción Pte.Perón 3938 - SAN MARTÍN - Tel/Fax 4755-1970

[email protected] / www.colmed4.com.ar

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CURSOS SUPERIORES 2014 - Comienzo: Marzo 2014

Emergentología Director: DR. VALERIO CARDÚ

Coordinadores: DR. DUILIO GREGORUTTI

DRA. VERONICA MILITELLO

Gastroenterología

Infantil Director: PROF. DR. ANGEL CEDRATO

Coordinadora: DRA. MARTA ALDAZABAL

Ginecología Director: PROF. DR. JUAN MORMANDI

Coordinadoras:

DRA. MA DE LOS ÁNGELES CARMONA

DRA. MARÍA LUISA SOTO

Infectología Directora: DRA. FABIANA GARCÍA

Coordinadora: DRA. ELENA OBIETA

DRA. EMILIA COHEN

Ortopedia y Traumatología Directores: DR. JOSÉ DELLE DONNE DR. QUINN CARLOS

Pediatría Director: PROF. DR. ÁNGEL CEDRATO

Coordinadoras: DRA. CLARA GLAS

PROF. DRA. MIRTA LUIS

Terapia Intensiva Director: PROF. DR. EDUARDO CAPPARELLI

Coordinadores: DR. PABLO BOSCHINI

DRA. PATRICIA CASTRO

Urología Director: DR. CARLOS KOROLUK Coordinador: DR. ROGELIO ARABIA

CURSOS DE ACTUALIZACIÓN 2014 - Comienzo: Marzo 2014

Medicina Sexual Director: DR. MIGUEL RIVERO Coordinadora: LIC. DIANA PIETRUSZKA DE LEBEL

Introdución a la Neurología del

Comportamiento y las Demencias Director: DR. DANIEL POLITIS

Coordinador: DR. RAÚL MELANO

Práctica Procesal Director: DR. RAÚL MAGARIÑOS

Aproximación al Cuidado Paliativo Director: DRA. MARÍA CELIA PODESTÁ

Coordinadora: DRA. PAULA TORRISI

Colegio de Médicos de la Provincia de Buenos Aires Distrito IV

PREMIO ANUAL 2013

DISCIPLINAS: Clínica Médica - Tocoginecología -

Pediatría - Cirugía - Medicina Social - Bioética -

Diagnóstico y Tratamiento por Imágenes

SE ENTREGARÁ A LOS GANADORES POR DISCIPLINA

$ 4.000 Y CERTIFICADO

Podrán presentarse trabajos inéditos

y/o ya presentados en jornadas hospitalarias

Recepción de trabajos hasta el 1/11/2013

Otras consultas y reglamento en www.colmed4.com.ar